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Psiquatría forense

La Psiquiatría, como todas las especialidades de la medicina, posee un área propia,un campo
delimitado de estudio y tiene así mismo sus propias técnicas de diagnóstico y tratamiento. Por ser
una ciencia que estudia el comportamiento humano, normal y anormal, causado por
enfermedades, esta ciencia debe disponer de medios idóneos para conocer, comprender y corregir
las muy variadas modalidades de las alteraciones de la conducta, del afecto y del pensamiento e
inclusive de la adaptación personal y social. Esto significa que la Psiquiatría se relaciona con
aquellas características del ser humano que no son exclusivamente biológicas ni pueden evaluarse
únicamente por medios físicos. Pero en todas las ramas de la medicina ocurre así, porque el
hombre no es solamente un ser biológico sino un ser social y porque muchos aspectos
psicológicos hasta ahora no han sido comprendidos por la fisiología y tal vez nunca lleguen a ser
explicables solamente por ella.

Cuando una persona busca ayuda para sí misma o para algún pariente o allegado, puede hacerlo
por varios motivos: ya sea porque siente perturbaciones emocionales, como la depresión o la
ansiedad, o porque observa disminución en su rendimiento en el trabajo, en el estudio, o en su
actividad habitual o porque sus relaciones con los demás han sufrido un cambio apreciable, o
porque su conducta se ha modificado ostensiblemente(aunque esto no siempre es aceptado por el
(la) mismo(a) paciente, pero sí por quienes conviven con él o ella) o porque se ha hecho adicto al
alcohol, a la marihuana o a alguna de las drogas que producen dependencia, o bien porque los
distintos exámenes médicos (exploraciones clínicas, análisis de laboratorio, radiografías o pruebas
imagenológicas) no han demostrado ninguna alteración que explique sus síntomas, quejas o
molestias, o se sospeche que pueden ser factores emocionales que expliquen las quejas
subjetivas del (la) paciente. Pero también se recurre al (la) Psiquiatra en demanda de ayuda
psicológica en distintas circunstancias de la vida: por desajustes conyugales, por problemas
familiares o desarmonía en el hogar, por mal rendimiento escolar, o por dificultades laborales. Por
último, se solicita la colaboración profesional del (la) Psiquiatra cuando se le llama como perito(a)
en asuntos judiciales, ya sea en juicios civiles, penales o de nulidad matrimonial en derecho
canónico; por ejemplo, para saber si una persona es capaz de manejar sus bienes o si cuando
firmó un contrato comprendía lo que hacía, o para saber si una conducta penal típica y antijurídica
puede serle impuesta o no, o para saber si su consentimiento matrimonial estaba o no viciado en el
momento de contraer el vínculo. En todas estas modalidades el (la) Psiquiatra actúa en el área de
la Psiquiatría Forense.

La Psiquiatría Forense es el conjunto de nociones médico-legales-psiquiátricas que tienen


importancia en el Derecho (penal, civil, laboral, canónico) y que se relacionan con algunos
aspectos de la capacidad mental y psíquica. La Psiquiatría clínica se ocupa de las enfermedades
mentales y de las alteraciones del comportamiento que se consideran anormales, morbosas o
patológicas. Pero la Psiquiatría, como especialidad médica, tiene características propias que la
distinguen de las demás áreas de la medicina y no ha alcanzado el grado de precisión y objetividad
de otras cuyo campo lo constituyen enfermedades mejor conocidas en cuanto a sus causas, entre
ellas las lesiones que las producen,fácilmente identificables en los órganos y los tejidos, o que
originan modificaciones bioquímicas y funcionales en el organismo que pueden comprobarse por
medio de técnicas de laboratorio o de exámenes de imágenes radiológicas o de ultrasonido y otras
pruebas objetivas y concretas. La Psiquiatría se ocupa de los aspectos menos tangibles, más
subjetivos del ser humano enfermo, como su conducta, sus motivaciones, las alteraciones de su
pensamiento, de sus afectos, de los problemas de desajuste o desadaptación de la personalidad a
su medio cultural y social cuando son provocadas por causas patológicas. En algunas
enfermedades mentales y precisamente las más importantes y las más graves, como las
esquizofrenias y las enfermedades afectivas maniaco-depresivas, no han podido descubrirse ni
comprobarse causas físicas, ni las perturbaciones bioquímicas halladas han sido bien
comprendidas. Tampoco los conocimientos psicológicos y sociales pretenden explicarlas son
concluyentes. En el estado actual de los conocimientos lo más prudente y sensato es aceptar el
llamado ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL en el que tienen en cuenta tanto los factores orgánicos
(biológicos) como los psico-sociales. .La medicina puede ayudar al Derecho, con la aplicación de
ciertos conocimientos médicos, para contribuir el esclarecimiento e investigación de ciertos asuntos
y para ayudar al Juez o Jueza a formarse su criterio antes de tomar su decisión. Así como el
médico legista da un dictamen muy objetivo y concreto, como la descripción de unas heridas, o de
unas lesiones, o una autopsia, el o la perito Psiquiatra legista emite su dictamen sobre aspectos
tales como la capacidad en lo civil o la responsabilidad en lo penal. Más exactamente, no emite su
concepto directamente sobre estos temas sino sobre determinados estados morbosos psíquicos
que pueden alterar la capacidad de obrar razonablemente (en lo civil). O bien el (la) perito
Psiquiátra dictamina acerca de un posible vicio de consentimento que puede haber existido en el
momento de contraer matrimonio (en derecho canónico). Al respecto es muy importante recordar
que los dictámenes de los peritos no son de forzosa aceptación por los jueces, quienes pueden
aceptarlos o rechazarlos pero no modificarlos. En cierto modo, jurista y médico (a) hablan distintos
idiomas,pero precisamente en la Medicina Legal y la Psiquiatría Forense esos distintos idiomas
deben ponerse de acuerdo, para llegar a un fin común, que en este caso es la colaboración que la
medicina psiquiátrica presta al derecho (penal o civil) para el esclarecimiento de un punto concreto.
Así pues el (la) médico (a) Psiquiatra no es llamado para dar un diagnóstico clínico de la persona
que ha delinquido o del presunto interdicto, lo que se pide al perito es determinar si el sujeto de la
peritación se hallaba en alguno de los estados que define la Ley, así esta denominación del código
o de la ley no tengan el mismo significado que en medicina. En cierto modo el perito médico debe
traducir, si así puede decirse, los términos médicos a términos legales.(10)

La Psiquiatría Forense tiene una problemática más extensa y más compleja que el resto de la
medicina. La sociedad mantiene prejuicios sobre la enfermedad mental, de los que interesa
subrayar el referente a su peligrosidad, prejuicio que ha venido influyendo en la legislación, en
realidad, la peligrosidad se da sólo en un porcentaje reducido de los casos y se ha preocupado de
controlar la conducta del "enfermo mental peligroso", hasta hace bien poco, con
medidas10 análogas a las establecidas para todos los delincuentes. Existen unas especiales
relaciones entre el Derecho y Psiquiatría. Es un error presentar como grave malentendido el
concepto médico de enfermedad y su concepto jurídico, porque la jurisprudencia no pretende
formar un concepto propio de la enfermedad. Por otra parte, algunos conceptos psiquiátricos son
tachados por los juristas como borrosos e imprecisos, por ejemplo, el pronóstico y curso de la
enfermedad mental, reprochándose a la Psiquiatría que no puede establecer normas seguras
sobre ellos. Esa objeción es exagerada, porque en el estado actual de la ciencia psiquiátrica, con
la existencia de sutiles medios complementarios de diagnóstico y el perfeccionamiento del
tratamiento (eficaces medicamentos psicofármacos, diversas formas de psicoterapia, etc.),
respecto del pronóstico futuro de muchas psicosis, psicopatías, déficit intelectuales, podemos
pronunciarnos actualmente con toda fiabilidad.

Las funciones del (la) Psiquiatra Legista, en cuanto al Derecho Penal, son primordialmente, la
elaboración de informe sobre el estado de salud mental de un acusado, lo que engloba dos
cuestiones fundamentales: si reconoce el valor de sus actos y si es capaz de actuar conforme a
ese conocimiento, en ocasiones valoración del potencial delictógeno.Como consecuencia de ello
puede inferirse una anulación o una disminución de su imputabilidad,estableciéndose por los
juristas la existencia de una eximente completa, incompleta o una atenuante de la responsabilidad
criminal. En el Derecho Civil, los (las) Psiquiatras Forenses determinan-como función más habitual-
si determinada persona está afecta de anomalía deficiencia o enfermedad mental, lo que puede
constituir alguna de las causas de restricción de la personalidad jurídica. En cuanto al Derecho
Laboral, para demostrar la existencia de una concausa psíquica en un accidente de trabajo y para
valorar como incapacidad una secuela psíquica en un accidente.También en la investigación de la
simulación de enfermedad mental.

Para ejercer la Psiquiatría Forense se tiene que ser Psiquiatra Clínico y poseer un conocimiento
jurídico de lo que la Ley exige del (la) Psiquiatra y de como puede transformar sus conocimientos
médicos y psicológicos en aplicaciones jurídicas. El (la) Psiquiatra clínico realiza una anamnesis,
una exploración minuciosa, emite un diagnóstico, elabora un pronóstico y establece un tratamiento,
mientras que el (la) Psiquiatra Forense tiene la misión después del diagnóstico y el pronóstico, de
indicar lo que es más importante desde el punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica
influye sobre la facultad de conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la capacidad de actuar
de acuerdo con este conocimiento. Lo cual no siempre está en simple relación con el diagnóstico
de salud o enfermedad, ya que, por ejemplo, en casos leves de psicosis-enfermedad mental
propiamente dicha-puede ser discutible alguna vez la existencia o no de imputabilidad, mientras
que, por otro lado, en casos intensos de trastorno de personalidad-que en estricto criterio
psiquiátrico no son enfermedades mentales-pueden existir dudas sobre la imputabilidad de la
persona.La Psiquiatría se halla en la encrucijada entre biología, psicología y sociología,de hecho la
moderna Psiquiatría está impregnada de espíritu sociológico: la curación de un enfermo mental
exige, a menudo, manejar adecuadamente los factores ambientales.(11)

11
¿Cómo se forma una opinión objetiva médico/psiquiátrica?

Un (a) experto (a) médico(a) es un(a) doctor(a) en medicina que tiene los requisitos de experiencia
clínica y atestados académicos para formar una opinión médica objetiva con un grado razonable de
certeza médica. Un (a) Psiquiatra Forense es un (a) médico (a) que integra experiencia clínica,
conocimientos de medicina,salud mental, y neurociencias para formar una opinión objetiva e
independiente. Hechos relevantes son reunidos y analizados como parte de un proceso de
examinar hipótesis alternativas para formular una opinión experta médico-psiquiátrica. Esta opinión
experta puede ser efectivamente comunicada a través de un reporte escrito, una declaración o en
un testimonio en la Corte.Las aplicaciones de la Psiquiatría Forense son muy amplias van desde
cuidados de la salud en el trabajo hasta Justicia Criminal y Seguridad Pública.(12)

¿Es un(a)Psiquiatra Forense la misma cosa que un (a) Psicólogo (a) Forense? No. Los o las
Psiquiatras son médicos (as) con un entrenamiento especial en el entendimiento,diagnóstico y
tratamiento de los trastornos mentales. Esto incluye evaluaciones y tratamientos biológicos,
psicoterapia, y problemática social y familiar. Un (a) psicólogo (a) a nivel de doctorado son
profesionales en su propia rama y pueden hacer pericias especiales en tópicos usualmente no
estudiados en detalle por los Psiquiatras (como las pruebas psicológicas).(13) 12-13

Conclusiones

A través de la historia el concepto de enfermedad mental ha variado y por épocas y lugares se ha


hecho más o menos amplio asimismo el campo de actuación de la Medicina ha sufrido iguales
cambios.

El concepto de enfermedad mental que se agranda o se estrecha según los tiempos o edades,
refleja por una parte el modo de pensar prevalente en un momento y una sociedad determinados.

A finales del siglo XVIII o comienzos del XIX, surge la Psiquiatría científica en su forma actual.)

En el 460-355 A.C Hipócrates introdujo la Medicina Científica con el método clínicoempírico.

La Psiquiatría es una rama de la Medicina, es responsable del estudio, el diagnóstico, el


tratamiento y la prevención de los trastornos del comportamiento humano.El Psiquiatra debe
dominar los conocimientos y las habilidades no sólo de la observación objetiva, sino de la
subjetiva, de la participativa y de la autoobservación.

La Psiquiatría se relaciona con aquellas características del ser humano que no son exclusivamente
biológicas ni pueden evaluarse únicamente por medios físicos. Se ocupa de los aspectos menos
tangibles, más subjetivos del ser humano como su conducta, sus motivaciones,las alteraciones de
su pensamiento, de sus afectos, de los problemas de desajuste o desadaptación de la
personalidad en su medio cultural y social

La Psiquiatría Forense como el conjunto de nociones médico-legales-psiquiátricas que tienen


importancia en el Derecho (penal,civil,laboral,familia ) y que se relacionan con algunos aspectos de
la capacidad mental y psíquica debe ser ejercida por un Psiquiatra Clínico que posea un
conocimiento jurídico de lo que la Ley exige de él y de como puede transformar sus conocimientos
médicos y psicológicos en aplicaciones jurídicas.

El o la Psiquiatra Clínica (o) debe realizar una anamnesis, una exploración minuciosa, emite un
diagnóstico, elaborar un pronóstico, y establece un tratamiento, mientras que el o la Psiquiatra
Forense tiene la misión después del diagnóstico y pronóstico, de indicar lo que es más importante
desde el punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica influye sobre la facultad de
conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la capacidad de actuar de acuerdo a este
conocimiento, lo cual no siempre está en simple relación con el diagnóstico de salud o enfermedad.

La Psiquiatría moderna se halla impregnada de espíritu sociológico.

El instrumento principal utilizado por la Psiquiatría es la ENTREVISTA PSIQUIATRICA

El estudio de la conducta humana es una de las áreas complejas del conocimiento, es uno de los
fundamentos de la Psiquiatría, es la manera como las personas gobiernan su vida y dirigen sus
acciones

Como seres vivos los humanos han sido estudiados en la estructura y función de su organismo,
pero además son seres sociales, culturales e históricos, que interactúan con sus semejantes por
medio de procesos psicológicos y sociales, que reciben una dotación y una herencia cultural e
histórica por medio del proceso educativo, el aprendizaje social contribuye en gran parte a crear los
aspectos específicamente humanos de la conducta: las funciones simbólicas,
pensamiento,inteligencia,lenguaje,afectividad,personalidad.

La personalidad son los patrones estables de conducta que identifican a un individuo a lo largo de
su vida, ya sea, patrones socialmente adaptados o no, en otras palabras es el conjunto de
sentimientos y valoraciones , las tendencias y voliciones de un individuo donde la herencia y
aprendizaje social actúan conjuntamente.

La psicopatología es el estudio de las alteraciones psíquicas, de la conducta

A través de las épocas han existido varias maneras de explicar estas alteraciones, entre ellas el
enfoque psicoanalítico, biológico, social, conductual, familiar, ciertos modelos son más relevantes
para entender determinadas psicopatologías, la tendencia es hacia un enfoque ecléctico y
multidimensional con mayor integración de los modelos anteriormente mencionados.

Algunos de estos modelos como el psicoanalítico y el biológico han sido utilizados para justificar
desigualdades y para defender el sexismo como anota en su libro Del Ultraje a la Esperanza la
Dra.Batres, asimismo menciona la importancia primordial de "la socialización como fuente de
perturbaciones emocionales para las mujeres,entendiéndose la socialización como un proceso
histórico durante el cual desarrollamos nuestra identidad personal y aprendemos nuestro género,
conformando así la forma de ser y percibirnos, así como la manera en que leemos la realidad, la
sociedad determina lo que somos y lo que hacemos por medio de la socialización y el control
social, incluye las verdades enseñadas como objetivas que es lo que denomina lo real y el proceso
de incorporación de las personas a sectores específicos de la sociedad. El proceso de conocer la
verdad por medio de la socialización, incluye el aprendizaje cognitivo que implica el aprendizaje de
los significados sociales y los valores que sirven de marco de referencia. Con ellos se construyen
los juicios emitidos. Estos valores internalizados en el proceso de socialización constituye su forma
de evaluar la realidad. La socialización además se apoya en la religión, la familia, la educación
formal, los medios masivos de comunicación social, el lenguaje, la moral, los símbolos, los mitos, la
ciencia y el engranaje que constituyen estas instituciones. Anota además en este enfoque
psicosocial la gran importancia del marco teórico género sensitivo con relación a los factores
socioculturales como fuente de muchas perturbaciones emocionales, un ambiente social que
enseña los usos inapropiados del poder y limita el acceso de los recursos basándose en el género.
Este enfoque es muy importante en la etiología de los trastornos clínicos, la subordinación de la
mujer en la sociedad se considera un factor relevante y el hecho de vivir en una sociedad
discriminadora de las mujeres, en la cual tenemos menos poder político, económico y social que
los hombres determina en gran parte la salud de nosotras".

De la socialización encontramos una serie de mitos, estereotipos y "valores o verdades"


tradicionales que van en detrimento de la mujer y repercuten con parcialidad y prejuicios en las
instituciones para mantener sistemas de valores y sus posiciones de Poder de lo cual no está
exenta la Ley ni la Psiquiatría Forense, en tanto que los individuos que las ejercen han sido
socializados dentro de estos mitos, prejuicios o estereotipos.

El entendimiento de la perspectiva género sensitiva es lo que va a permitir comprender los


desórdenes traumáticos y la dinámica que se da en los casos de violencia doméstica, abuso sexual
y el incesto, que toca tanto a la Ley como a quienes tienen que valorar las secuelas de estos
delitos en las víctimas, que desde otra perspectiva no podrían ser bien entendidos ni detectados ni
tratados, esto implica que debe darse una sensibilización hacia esta perspectiva de quienes hacen
las leyes y de quienes la interpretan, así como en los otros campos auxiliares de la Ley como la
Psiquiatría Forense, sólo así se podrá entender por qué una niña o un niño dice la verdad sobre
haber sido víctima de incesto o abuso sexual y luego se retracta sin que esto signifique mentir, o se
podrá entender por qué sus recuerdos o fechas no son tan claros o precisos como el abogado
quisiera, o se podrá entender entonces por qué una madre socializada dentro de esos mitos y
distorsiones, no le cree a su hija o permanece con el ofensor a pesar de las múltiples agresiones o
del inminente peligro de muerte para ambas, es también cuando se pueden entender las
manifestaciones de la conducta de una niña o adolescente como secuela de la sexualización
traumática en lugar de "seducción o provocación", es sólo así también como podemos entender
que un hombre sano , pueda incestar a su hija o hijo o abusar de otros u otras menores sin
padecer de enfermedad mental como motivación para sus actos, es decir sin ser un enajenado
mental o sin tener ninguna disminución de sus capacidades mentales superiores, aunque se
pueden dar casos (mínimos) en los que podría coexistir algún diagnóstico psiquiátrico con delitos
como los mencionados sin que éste sea causa del mismo.

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Sección psiquiatría y psicología forense

El propósito esencial de esta sección se fundamenta cuando en un proceso

judicial, se requiere acudir a la valoración hecha por un psiquiatra o psicólogo,

mediante la realización de dictámenes psiquiátricos y psicológicos que se

requieran, cuya evaluación debe de estar orientada en los términos solicitados por

las autoridades judiciales. Además estos especialistas pueden participar como

peritos (prueba directa) cuando se ordene la asistencia a debates orales dentro


del proceso.

Una vez emitido el dictamen, el despacho judicial tramitador (sea Fiscalía,

Juzgado Penal, Familia, etc.), según sus criterios, puede solicitar un informe

adicional, ampliación o informes complementarios a efecto de aclarar cualquier

dato que contenga el dictamen o bien que se haya omitido involuntariamente. El

siguiente texto legal del Código Procesal Penal contempla esta posibilidad:

“Cuando los informes sean dudosos, insuficientes o contradictorios o

cuando el tribunal o Ministerio Público lo estimen necesario, de oficio o a

petición de parte podrán nombrar a uno o más peritos nuevos, según la

importancia del caso, para que examinen, amplíen o repitan el peritaje.”1

El despacho judicial acostumbra especificar los puntos objeto de la peritación que

Código Procesal Penal, art. 219. 73

se pretende obtener como resultado del examen practicado sobre el paciente,

como:

• Establecer un diagnóstico sobre la alteración del estado mental para

establecer responsabilidad penal o capacidad civil, para el caso del imputado

y definir su peligrosidad y posibilidad reiterativa de delinquir.

• Determinar la existencia de casos de farmacodependencia, violencia

doméstica, o si el evaluado presenta secuelas o indicadores de traumatismo.

Los médicos ROLDÁN RETANA y SOLANO CALDERÓN, nos revelan que:

“Las pericias se realizan generalmente en la sede de la Sección en San

Joaquín de Flores, pero en casos excepcionales y a solicitud del despacho

se realizan en Centros Médicos (es frecuente en el Hospital Nacional

Psiquiátrico), o en el domicilio de la persona a evaluar; en este último caso

se solicita al despacho la coordinación del transporte y el acompañamiento

al perito por parte de uno de sus funcionarios.”1


Es de rigor advertir que la tarea que se lleva a cabo en esta sección, lo es

únicamente a petición de la autoridad judicial correspondiente, para así llegar al

esclarecimiento de los hechos denunciados, es decir, no se ofrece al usuario del

ROLDAN RETANA y SOLANO CALDERON, op. cit., p. 08. 74

servicio un tratamiento médico psiquiátrico y/o psicoterapéutico. Lo que si se

acostumbra en la práctica, es que los psicólogos o psiquiatras, al emitir el

dictamen, dentro del acápite de Conclusiones y Recomendaciones, se hace la

recomendación o referencia para la atención u hospitalización cuando el caso lo

merezca.

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CONCEPTO .

La psiquiatría forense es una especialidad dentro de la psiquiatría clínica, por un lado utiliza los
métodos y procedimientos de la psiquiatría clásica, y por otra el lenguaje y la ordenación legal del
Derecho. Y además con una gran diferencia con la Psiquiatría clínica: ya que su finalidad es el
diagnostico de las distintas facetas del psiquismo, normal y alterado de los individuos, explicando
sus conductas para el uso de los distintos sistemas jurídicos, en un momento dado pero sin incluir
un tratamiento.

La Psiquiatría Forense es la ciencia que usando los procedimientos y los conocimientos de la


Psiquiatría y de las Neurociencias, da un diagnostico sobre la forma de ser de los individuos y sus
conductas en relación a unos hechos y de acuerdo a las necesidades del derecho en todas sus
vertientes.

Su propósito es obtener evidencias, mediante la administración de la principal prueba diagnostica,


la Entrevista Psiquiátrica y ayudarse con la administración de pruebas psicológicas y/o
psicopatológicas, para así poder elaborar un informe que con claridad y dentro de la terminología
del derecho pueda ser recogido por los distintos sistemas jurídicos, para su ilustración.

-Diagnósticos psiquiátricos mediante el método clínico de exploración.(Entrevista Psiquiátrica)

- Descripción del estado de las funciones psicológicas.

- Descripción del estado psicopatológico.

- Descripción y aspecto físico de los individuos.

- Descripción de la personalidad del informado.


- Mediciones de algunas funciones neuropsicológicas.

- Pronósticos médicos acerca de la enfermedad. (duración/ pronóstico /curación, etc.)

- Pronóstico de la capacidad delictógena del individuo.

- Pronostico de peligrosidad potencial ante un nuevo hecho.

3. ÁMBITOS DE LA PSIQUIATRÍA FORENSE

La Psiquiatría Forense tiene como objetivo todas aquellas situaciones en que la salud o la
enfermedad mental del individuo tengan relación con la Justicia y se demande una respuestas
para poder aplicar la normativa Jurídica que marque la Ley.

Así pues podríamos hablar de que el objeto de la Psiquiatría forense es el hombre, en su relación
con la Justicia. El derecho mediante su método inductivo, habla del acto y sus consecuencias y la
Medicina con su método deductivo; del hombre, sus conductas y su psiquismo. Hasta hace poco
las demandas del Derecho a la Medicina, se limitaba a los casos criminales y hoy en día se ha
ampliado a los más diversos ámbitos de aplicación de ésta y cada uno tiene sus peculiaridades.

3.1.- Psiquiatría forense penal

Es la que concierne al Código Penal el asesoramiento fundamentalmente, gira en torno de la


imputabilidad del inculpado, por tanto su aplicación sobre el delincuente, la delictogénesis y la
consiguiente imputabilidad, entendida como el conjunto de facultades psíquicas mínimas que
debe poseer un sujeto autor de un delito para ser declarado culpable del mismo.

No basta el hecho de cometer un delito, para que un individuo se responsabilice de dicha acción,
hay necesidad de una serie de características psicológicas que lo hagan imputable. (Capacidad de:
libertad, del deber, de la responsabilidad, del autocontrol y de la motivación) El hecho de tener
imputabilidad penal, capacidad de culpabilidad, capacidad de reprochabilidad, lleva implícita la
responsabilidad de sus actos y por tanto de la pena.

La capacidad de culpa esta en directa relación a reunir requisitos psicobiológicos mínimos, el


conocimiento de parte del autor del carácter de lo prohibido de su hacer y la no exigibilidad de un
comportamiento distinto. “Ambas tienen un lado negativo, la existencia de una fuerza irresistible
excluye la acción. La absoluta imprevisibilidad anula la relación psicológica con el resultado; la
causa de legítima defensa autoriza la comisión del hecho prohibido, las facultades psíquicas del
autor disminuidas o anuladas causan la imputabilidad parcial o total”. [[1]]

Dentro de este apartado, es la Psiquiatría forense quien debe esclarecer los conceptos que
permitan inculpar o no al presunto delincuente y surgen así todas las variantes psiquiátricas y
jurídicas de: Emoción violenta, trastorno mental transitorio, miedo insuperable, arrebato,
obcecación, enajenación mental, trastornos de la percepción…, que hablan de las atenuantes y
eximentes, en la capacidad de culpa. (posibilidad de asumir la condena, parcial, total o ninguna)

En este ámbito la psiquiatría forense intervendrá además en:

- Valoración del grado de enajenación del sujeto.

- Valoración del grado de conciencia y libertad con el que se ha ejecutado los hechos.
- Valoración del grado de discernimiento del bien y del mal.

- Valoración de la necesidad de internamiento de inculpados. (observación y tratamiento)

- Valoración de la necesidad de internamiento de los condenados (seguridad y tratamiento)

- Valoración del grado de fiabilidad de testimonios y declaraciones de testigos e inculpados.

- Valoración de la Enfermedad mental y grado de afectación.

- Valoración del nivel de Inteligencia y grado de afectación sobre los hechos.

- Valoración de secuelas psíquicas consecuentes a acciones delictivas

- Valoración de la peligrosidad potencial

3.2.- Psiquiatría forense civil

El Código Civil requiere en múltiples circunstancias del peritaje psiquiátrico, en este caso los
informes periciales giran en torno a la capacidad de los sujetos informados:

- Incapacidad civil por causa psíquica

- Internamiento psiquiátrico involuntario

- Esterilización del paciente psíquico incapacitado.

- Capacidad de los pacientes psíquicos para ser testigos o testadores

- Valoración de la capacidad de contraer matrimonio

- Valoración de las solicitudes de cambio de sexo.

- Valoración de la capacidad para hacer testamento.

- Valoración de secuelas por accidentes de trabajo.

- Valoración de secuelas por accidentes de tráfico.

- Valoración de las secuelas por agresiones.

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Función pericial

Es la función propia de la psiquiatría forense; la que la hace rama de la


medicina legal (3),(11),(12). No se trata ahora de que el experto sea
llamado por la instancia legislativa para dar informaciones libremente
sobre aspectos generales de un problema que se va regular o definir
penalmente. Cuando se habla de función pericial es porque se necesitan
respuestas específicas a incógnitas relativas al estado mental de
personas de interés penal en momentos concretos de importancia para
el proceso; y al hacerlo se están cumpliendo, o se tienen que cumplir,
determinadas regulaciones procesales definidas en los códigos.

Cuando un psiquiatra es nombrado perito para un caso penal concreto


en la forma procesal establecida por la autoridad competente —la única
que puede darle ese carácter, pues cualquier autoridad no está investida
de poder para designar peritos, aspecto que, como es conocido, varía de
una a otra legislación nacional—, debe tener muy en cuenta los
siguientes puntos:

1. Observar posibles causas de inhabilitación que le impidan realizar esa


función.

2. Dar respuesta inequívoca o dar la información concreta necesaria


para interpretar determinada formulación sustantiva, relativa al estado
mental de una persona concreta, en determinado momento de interés,
para un proceso penal específico, válido sólo para el mismo proceso.

3. Emitir un informe observando estrictamente las formas, los requisitos


y los términos procesales establecidos (13).

Una cosa es lo que piense como experto el perito, a favor o en contra de


una fórmula penal o de un procedimiento penal, y otra es su
obligatoriedad de acatarlos al pie de la letra al asumir la práctica pericial
en un proceso.

Al desarrollar la función pericial, el perito psiquiatra establece relación


directa con personas y puede necesitar hacerles determinados
exámenes complementarios o aplicarles recursos diagnósticos. Esto
siempre obliga a la observancia de determinados principios éticos en el
contexto de la relación pericial: el consentimiento informado, la
advertencia inicial al peritado sobre la imposibilidad del secreto médico
del perito para con la autoridad procesal que lo designó y otros.

A su vez, para el posterior desarrollo de la peritación, es fundamental


que la autoridad competente:

1. Defina con claridad para qué quiere que esa persona concreta sea
examinada. Es universal la presencia de definiciones sobre la
especificidad del objetivo de una pericia por la parte o autoridad que la
ordena o propone, al margen del aspecto de la competencia, y la pericia
psiquiátrica posiblemente sea de las que más exigen el cumplimiento de
esta normativa. Se deben tomar como referencia las mismas fórmulas
con que la ley recoge el estado mental cuya existencia debe ser
demostrada o negada. Esas fórmulas son, hipotéticamente, aplicables a
la persona que se va a peritar, según su condición sea la de acusado,
recluso, víctima, testigo o similares.

2. Nombre al perito psiquiatra en el momento óptimo para que pueda


cumplir su tarea.

3. Dé al perito psiquiatra la información necesaria para que haga sus


interpretaciones; esa información incluye tanto las razones que hacen
suponer que la persona está o estuvo afectada por un trastorno mental,
como aquella causa procesalmente establecida, imprescindible para que
el perito pueda poner sus resultados en función del momento de interés
del proceso penal.

Se llama la atención sobre el hecho de que la psiquiatría forense, al


cumplir tareas penales, examina a personas naturales, pero no tiene por
objetivo fundamental estudiarlas biográfica u ontogénicamente, aunque
lo haga y necesite hacerlo, sino demostrar si en ella existen o existieron,
en un momento determinado por el interés penal, determinadas
condiciones que deben ser aclaradas. No es una psiquiatría con fines
asistenciales; no se centra en la persona, sino en función del delito. En
esta función se puede hablar de genética, de psicología del acusado de
un delito, de su imputabilidad o de aspectos similares. Con ello también
se transita por el discurso de la explicación de su conducta; algo útil,
pero más propio de la función criminológica, por lo que si, al final, no se
concreta cuál era su estado mental al cometer el ilícito, según las
fórmulas de inimputabilidad del correspondiente código penal, el peritaje
no cumplirá su objetivo esencial.

Situaciones similares se pueden dar con la víctima, con el recluso o con


el testigo. Para cumplir esta función pericial el psiquiatra debe dominar
tanto la interpretación común de la clínica como la categorización penal
relativa a estados mentales de personas en diversos roles penales. El
éxito de su trabajo radicará en ser capaz de convertir a la categorización
penal aquello que encuentre con sus recursos clínicos y paraclínicos y
que procese mentalmente según esquemas médicos; debe convertir
retrospectivamente el resultado de un cuidadoso proceso diagnóstico en
función del momento de interés penal y equipararlo a las categorías
penales aplicables al caso.

Dentro de la función pericial, en la práctica se definen las tareas


periciales como aquellas acciones hechas para dar respuesta concreta a
fórmulas penales específicas a determinadas personas de interés
procesal, en determinados momentos de interés penal. La esencia radica
en que los problemas sustantivos que puede plantear el estado mental
de una víctima, por ejemplo, no son siempre los mismos que los que
plantea un acusado, un recluso o un testigo. La autoridad actuante y los
peritos deben tener esas formulaciones específicas como balizas o
íconos en sus solicitudes y respuestas.

Las tareas periciales de la psiquiatría forense (3), (5), en el contexto


penal de cualquier país, suelen ser:

1. Determinar el estado mental del acusado en el momento de cometer


la acción delictiva.

2. Determinar la competencia o aptitud mental para cumplimentar las


obligaciones de testigo, acusador o acusado en determinado momento
del proceso judicial posterior al hecho delictivo.

3. Establecer la compatibilidad con el régimen penitenciario del reo con


trastornos mentales.

4. Determinar el estado mental de la víctima en el momento de sufrir el


delito.

5. Determinar posibles secuelas psíquicas en la víctima, como


consecuencia de determinados delitos.

6. Validar la confiabilidad del testimonio o de la competencia para


testificar en menores de edad.

7. Efectuar exámenes relativos a la competencia para testimoniar y a las


falsas confesiones y denuncias en adultos.

8. Peritar a aquella persona que es considerada en supuesto estado


peligroso por enfermedad mental o toxicomanía, en razón de valorar
cambios en el régimen de aseguramiento terapéutico.

Si se toma el código penal y la ley de procedimiento de cualquier país,


es posible encontrar diversas categorizaciones y redacciones, pero, en
general, éstos serán siempre aspectos que requieren la participación de
expertos para ser aclarados.

En el Instituto de Medicina Legal de La Habana (Cuba) se practica


el examen psiquiátrico forense de urgencia (3), que no es en sí una
tarea, sino la práctica de iniciar con la mayor brevedad el examen
pericial de una persona que puede tener un trastorno de carácter
transitorio y, por lo tanto, más difícil de demostrar con posterioridad.
Este examen psiquiátrico de urgencia es al examen pericial psiquiátrico
lo que el levantamiento de cadáver es a la necropsia.

También tenemos como procedimiento especial la autopsia psicológica,


que no es más que un estudio pericial retrospectivo, en especial el
análisis de información obtenida y avalada de manera procesal, para
establecer así aspectos sustantivamente necesarios del estado mental
de una persona ya fallecida, casi siempre una víctima, aunque es un
método que aplicamos con mayor frecuencia en el campo del derecho
civil.

La autopsia psicológica busca respuestas a estas cuestiones donde es


indispensable una definición inequívoca; no es su propósito divagar en la
vida y tendencias de la persona que murió para etiquetar o alimentar
determinadas hipótesis de incierta probabilidad. Dentro de otras
funciones, como la criminológica (14), su empleo puede ser más amplio,
aunque entonces no siempre será necesario que la realice un psiquiatra.

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