Nació en Madrid en 1906 y falleció en esta misma ciudad en 1975, hijo del doctor Gustavo
Pittaluga, catedrático de microbiología de la Universidad Central de Madrid. Cursó la carrera
de derecho. Estudió violín con Julio Francés y se inició en la composición de forma
autodidacta, aunque con los consejos de Óscar Esplá y con la influencia de Manuel de Falla. En
1930, Gustavo Pittalunga, decidió dedicarse exclusivamente a la música.
En 1930 ofreció una conferencia llamada “Música moderna y jóvenes músicos españoles” en la
Residencia de Estudiantes en Madrid, que se convertiría en el manifiesto musical del llamado
Grupo de los Ocho. Este grupo pasa a tener mucha importancia por lo numerosos conciertos y
conferencias que ofrecen, y está formado por: Salvador Bacarisse, Julián Bautista, Rosa García
Ascot, Rodolfo y Ernesto Halffter, Juan José Mantecón y Fernando Remacha. Este grupo fue
enmarcado dentro del movimiento cultural republicano y tuvo mucha relación con la
Generación del 27. Se convirtió en uno de sus miembros más activos al dedicarse a dirigir y
presentar sus obras.
Pittaluga también se dedicó a la crítica un tiempo en la revista literaria Diablo Mundo, fundada
en 1934. El otoño de ese año, es nombrado en París miembro del comité activo de la Sociedad
de Música Contemporánea Tritón, junto con Darius Milhaud, Honneger, Poulenc, Prokofieff y
Markevitch.
Su vuelta a Madrid coincidió con el comienzo de la guerra civil, por lo que es requerido para el
servicio diplomático y su actividad musical se interrumpe por completo. En julio de 1937 fue
enviado a la embajada de Washington. En los años siguientes viajó por varios países de
Sudamérica, donde dirigió diversas orquestas, y en 1948 se estableció en México, país en el
que colaboró con Luis Buñuel, para quien compuso la música de las películas Los olvidados,
Viridiana, o Subida al cielo.
Después de la guerra, será uno de los primeros en regresar a Madrid en 1962. Enfermo, ya en
España, en la década de los sesenta, editó en la UME las Canciones del Teatro de Lorca, una
serie de canciones que realizó en colaboración con el poeta para las obras de teatro: Los
Títeres de Cachiporra, Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Amor de don Perlimplín con
Belisa en su jardín, Bodas de Sangre y Yerma