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LO FANTÁSTICO

(Le fantastique)
GUY DE MAUPASSANT – Texto publicado en Le Gaulois, el 7 de octubre de 1883

Lentamente, después de veinte años, lo sobrenatural se ha falta en todo momento y se aferraba bruscamente a lo real
ido de nuestras almas. Se ha evaporado como se evapora un para hundirse más y más todavía, y debatirse de nuevo en
perfume cuando se abre el frasco que lo contiene. Llevando una confusión penosa y febril como una pesadilla.
el envase a las narices y aspirando mucho tiempo, mucho
El extraordinario poder aterrorizante de Hoffmann y
tiempo, se reconoce apenas una ligera fragancia. Se acabó.
de Edgar Allan Poe procede de esta sabia habilidad, de este
Nuestros jóvenes se sorprenden de las ingenuas modo particular de concebir lo fantástico y de perturbar lo
creencias de sus padres en algo tan ridículo e inverosímil. real con hechos naturales donde quedan sin embargo
Jamás conocerán esa sensación de antes, la noche, el miedo algunos resquicios inexplicables y casi imposibles.
al misterio, el miedo a lo sobrenatural. Apenas algunos
El gran escritor ruso, fallecido recientemente, Ivan
cientos de personas todavía se empeñan en creer en las
Tourgueneff, era en ocasiones, un narrador fantástico de
visitas de los espíritus, en las influencias de ciertos seres o
primera magnitud.
ciertas cosas, en el sonambulismo lúcido, en toda la
parafernalia fantasmal. Se acabó. Se encuentra, de vez en cuando, en sus libros, algunos
de estos relatos misteriosos y sobrecogedores que congelan
Nuestro pobre espíritu inquieto, impotente, limitado,
la sangre en las venas. Sin embargo en sus obras, lo
asustado por cualquier efecto del que se desconocía la
sobrenatural aparece de un modo tan vago, tan disimulado
causa, aterrorizado por el espectáculo incesante e
que incluso apenas puede decirse que haya tenido intención
incomprensible del mundo, ha temblado durante siglos ante
de introducirlo. Contaba muchas veces esto que él había
creencias extrañas e infantiles que le servían para explicar
sentido, como le había afectado, haciendo emerger lo turbio
lo desconocido. Hoy parece que ha sido engañado, y busca
de su alma, su angustia ante lo que no comprendía, y esa
comprender sin saber todavía. El primer paso, el gran paso
poderosa sensación del miedo inexplicable pasaba como un
está dado. Hemos rechazado lo misterioso considerándolo
soplo desconocido procedente de otro mundo.
como simplemente inexplorado.
En su libro Historias extrañas, describe de un modo
Dentro de veinte años, el miedo a lo irreal no existirá
singular, sin palabras de efecto, sin expresiones de sorpresa,
incluso ya en los campesinos. Parece que la Creación ha
una visita hecha por él, en un pueblo, a una especie de
tomado otro aspecto, otra forma, otra significación que la
sonámbulo idiota, que jadeaba leyendo. Narra en el cuento
de antaño. Nos dirigimos con toda certeza al fin de la
titulado Toc Toc Toc, la muerte de un imbécil, orgulloso e
literatura fantástica.
iluminado, con tan prodigiosa capacidad turbadora que uno
Esta literatura ha tenido unos periodos y unos estilos se siente enfermo, nervioso y temeroso ante las páginas. En
muy diversos, desde las novelas de caballerías, las Mil y una de sus obras maestras: Tres Encuentros, esta sutil e
una Noches, los poemas épicos, hasta los cuentos de hadas imperceptible emoción de lo desconocido inexplícale, pero
y las perturbadoras historias de Hoffmann y de Edgar Allan posible, llega al punto más álgido de la belleza y de la gran
Poe. literatura. El tema es simple. En tres ocasiones a un
hombre, bajo unos cielos diferentes, en unas regiones
Cuando el hombre creía sin vacilar, los escritores
alejadas las unas de las otras, en unas circunstancias muy
fantásticos no tomaban ninguna precaución para
diversas, le ha parecido oír, por casualidad, una voz de
desarrollar sus sorprendentes historias. Comenzaban, de
mujer que cantaba. Esta voz le invade como un hechizo. No
primera intención en lo imposible y allí se instalaban
sabe quién es ella. Nada más. Pero todo el misterio adorable
describiendo, sobre una infinidad de combinaciones
del sueño, todo aquello más allá de la vida, todo el arte
inverosímiles, las apariciones y toda una serie de trucos
místico encantador que conlleva el espíritu en el culmen de
espantosos para provocar el terror.
la poesía, circulan por estas páginas profundas y claras, tan
Cuando la duda hubo penetrado por fin en los simples y a la vez tan complejas.
espíritus, el arte se volvió más sutil. El escritor ha buscado
Lo que sin embargo constituyó su poder de escritor
matices, ha girado más bien alrededor de lo sobrenatural
fue, dicho por él mismo con su voz un poco espesa e
que introducirse de lleno en él. Ha encontrado unos efectos
indecisa, que el proporcionaba al alma la más fuerte
terribles rozando el límite de lo plausible, ignorando las
emoción.
almas errantes en el espanto. El lector indeciso no sabía
más, perdía pie como en una ciénaga en la que el fondo
Estaba sentado, hundido en un sillón, la cabeza pesada Escribió, creo, esto que hemos dicho de un modo
sobre los hombros, las manos posadas sobre los brazos del conmovedor.
asiento, y la rodillas dobladas en ángulo recto. Sus cabellos,
Cazaba en Rusia, y recibió la hospitalidad de unos
de un blanco deslumbrante, caían lacios de la cabeza sobre
molineros. Como la región le gustaba, resolvió quedar allí
el cuello y se mezclaban con la barca blanca que le caía
algún tiempo. Enseguida se dio cuenta que la molinera le
sobre el pecho. Sus enormes cejas blancas parecían una
miraba, y, tras algunos días de una galantería rustica y
borla sobre sus ojos ingenuos, grandes, abiertos y
delicada, se hizo su amante. Era una bella muchacha rubia,
encantadores. Su nariz, muy fuerte, daba a su figura un
limpia, fina, casada con un patán. Tenía en el corazón esa
aspecto un poco grueso, atenuado apenas por la delicadez
instintiva distinción de las mujeres que comprenden por
de su sonrisa y su boca. Nos miraba fijamente y hablaba
intuición todas los aspectos sutiles del sentimiento, sin
con lentitud, buscando la palabra; pero siempre encontraba
haber probado jamás nada.
la idónea, o casi siempre, la única. Todo lo que decía
evocaba una imagen de un modo penetrante, tomaba el Él nos narró su encuentro en el granero de paja, que
espíritu como un ave de presa caza con sus garras. Y ponía se agitaba con un temblor continuo por la gruesa rueda
en sus relatos un gran horizonte, eso que los pintores siempre girando, sus besos en la cocina mientras que,
llaman "el aire", una larga idea infinita al mismo tiempo inclinada ante el fuego, hacía de cenar a los hombre, y la
que una precisión minuciosa. primera mirada que tenía para él cuando regresaba de
cazar, después de un día de correrías en los altos
Un día, en casa de Gustave Flaubert, la noche ya
matorrales.
avanzada, nos contó así la historia de un muchacho que no
conocía a su padre y que lo encontró, lo volvió a perder Pero tuvo que irse una semana a Moscú, y le preguntó
encontrándole más tarde, sin estar seguro de que fuese él, a su amiga que quería que le trajese de la ciudad. Ella no
en las circunstancias posibles más sorprendentes, quiso nada. Él le ofreció un vestido, joyas, collares, una
inquietantes, alucinantes, descubriéndole finalmente, piel, ese gran lujo de los rusos.
ahogado sobre un arenal desierto y sin límites. Descrito Ella se negó.
todo con tal poder de terror inexplicable, que cada uno de
nosotros soñó con este extraño relato. El se apenaba, desconociendo lo que se proponía. Por
fin él le hizo comprender que le provocaría un gran
Unos hechos muy simples tomaban a veces, en su disgusto rechazando su ofrecimiento. Entonces ella dijo:
espíritu y por tanto en sus libros, un carácter misterioso.
Nos contó una noche, después de cenar, su encuentro con —¡Bien!. Tráigame un jabón.
una joven en un hotel, y la especie de fascinación que esta —¡Como, un jabón! ¿Qué jabón?
muchacha ejerció sobre él desde el primer segundo; trató
—Un jabón fino, un jabón con olor a flores, como esos
incluso de hacernos comprender las causas de esta
de las damas de la ciudad.
seducción, y nos habló del modo que ella tenía de abrir los
ojos sin fijarlos al principio, y de dotarlos enseguida de un Muy sorprendido, no comprendía la razón de esta
movimiento muy lento para mirar a la gente. Nos contaba extraña petición. Le preguntó:
la elevación de sus párpados, de las pupilas, las arrugas de
—¿Pero, por que quieres precisamente un jabón?
las cejas, con una tan extraña nitidez del recuerdo que nos
fascinaba casi por la evocación de estos ojos desconocidos. —Para lavarme las manos y que usted me las bese
Y este simple detalle se convertía más inquietante en su como hace a las damas.
boca que si estuviese contando una historia de terror. Contaba esto de tal modo, este hombretón tierno y
El encanto exquisito de su palabra se transformaba de bueno, que entraban ganas de llorar.
un modo extraño penetrando en las historias de amor.

Traducción de José M. Ramos González para http://www.iesxunqueira1.com/maupassant


Versión en francés: http://maupassant.free.fr/cadre.php?page=oeuvre

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