En 1898 a medida que aumentó la desestabilización del nuevo gobierno de Ignacio Andrade, creció el dinamismo de los partidarios de
Castro, que a la postre formaron un Comité Revolucionario. A principios de 1899, luego de conversaciones infructuosas con Rangel
Garbiras, con el fin de realizar una acción conjunta, Castro decidió organizar junto con Juan Vicente Gómez y otros copartidarios, la
denominada Revolución Liberal Restauradora, que comenzó con la invasión del territorio nacional, el 23 de marzo de 1899. Dicho
movimiento revolucionario triunfó luego de librarse algunos combates, por lo que el presidente Andrade abandonó el país ante el
incontenible avance de Castro, quien finalmente entró en Caracas el 22 de octubre de 1899 encargándose de la presidencia de la
República hasta diciembre de 1908.Una vez en el poder Cipriano Castro tuvo que afrontar una fuerte oposición política por parte de
sectores tanto nacionales como internacionales. En tal sentido, tenemos el estallido de la Revolución Libertadora (1901-1903), liderada
por el banquero Manuel Antonio Matos y que contó con el apoyo financiero de compañías extranjeras; el bloqueo de las costas
venezolanas por parte de las armadas de Inglaterra, Alemania e Italia (diciembre 1902-febrero 1903) que motivó la célebre proclama de
Castro: "Venezuela, la planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria"; y "La Conjura" (1907), complot
palaciego que se generó en torno a su ausencia del gobierno por motivos de salud. En síntesis, para poder superar la oposición a su
gobierno y consolidarlo, Castro tuvo que liquidar los centros dispersos de poder político (caudillos) y preparar el advenimiento de un
régimen plenamente autoritario, lo que no dejó de provocar la reacción de ciertos sectores separados del poder. En noviembre de 1908
con el objeto de someterse a una riesgosa operación quirúrgica en Alemania, dejó en el poder transitoriamente al vicepresidente de la
República, general Juan Vicente Gómez; quien aprovechó las circunstancias para dar un incruento golpe de Estado, el 19 de diciembre de
ese año.
3-Fue un conflicto militar y el último de los enfrentamientos armados inscritos dentro del ciclo de guerras civiles que vivió Venezuela durante el siglo
XIX. En esta ocasión se enfrentó el banquero Manuel Antonio Matos, líder de la revolución Libertadora, contras las fuerzas del gobierno lideradas
por Cipriano Castro. Después de un año y medio de confrontación la insurrección fue derrotada por Juan Vicente Gómez, al mando del Ejército, el 22
de julio de 1903.
Cipriano Castro ascendió al poder por la fuerza en 1899 liderando la revolución Liberal Restauradora. Una vez en el gobierno propuso una serie de
reformas tendientes, entre otras, a fortalecer la posición del Estado nacional sobre las entidades federales. Este asunto encendió las alarmas en los
caudillos de las distintas regiones del país y los llevo a conspirar activamente contra el gobierno. Entre ellos destacó la presencia de algunos sujetos
como Nicolás Rolando, Luciano Mendoza o Juan Pablo Peñaloza, en la conformación de este movimiento. Adicionalmente el gobierno de Castro se
enemistó con varios banqueros importantes del país, en especial con Manuel Antonio Matos, quizá el más acaudalado de todos. En específico el
gobierno solicitó un crédito al Banco de Venezuela y dicha institución la rechazó considerando que no había las garantías necesarias para que se
cumpliera con el pago con lo cual se desató un enfrentamiento entre el presidente y el banquero. De esta manera los caudillos disidentes consiguieron
una nueva fuente de financiamiento proveniente del sector bancario junto a recursos adicionales relacionados con los lazos comerciales que Matos
sostenía con empresas internacionales como la “New York and Bermúdez Company”, la empresa alemana del Gran Ferrocarril de Venezuela y la
Compañía Francesa de Cable Interoceánico. Fue precisamente Matos quien, gracias a sus contactos internacionales y los recursos financieros
ofrecidos, lideró y coordinó este nuevo alzamiento. En diciembre de 1901 se produjeron los primeros levantamientos en Aragua y Cojedes. En el
transcurso del año 1902 los rebeldes establecieron dos frentes de combate, uno por Occidente y otro por Oriente. Juan Vicente Gómez es designado
por Castro como comandante de las operaciones que se realicen en contra de ambos frentes. Es así como primero se dirigió a Occidente derrotando a
las fuerzas enemigas para dirigirse luego a Oriente. Sin embargo esto no fue suficiente y el gobierno sufrió varios reveses que llevaron, para julio de
1902, a que las fuerzas revolucionarias tuvieran un dominio importante de la geografía nacional. Fue en Villa de Cura donde los ejércitos de la
revolución Libertadora se reunieron para decidir las próximas acciones. Los generales decidieron combatir a Cipriano Castro en la Victoria. Esa batalla
duró aproximadamente 21 días, entre octubre y noviembre, y finalizó con la desastrosa derrota de los rebeldes quienes tuvieron que replegarse
perdiendo gran cantidad de hombres y municiones en el campo de batalla.
A continuación los distintos caudillos se dividieron retornando a sus regiones donde era eran más vulnerables a enfrentamientos directos con el
gobierno. No obstante algunos caudillos continuaron oponiendo una gran resistencia como en el caso de Nicolás Rolando en Guayana. Entre diciembre
de 1902 y febrero de 1903 las hostilidades se suspendieron por el bloqueo naval a las costas venezolanas realizadas por Alemania e Inglaterra
motivadas por intereses económicos. Castro buscó el apoyo de EEUU, país cuya intervención fue decisiva en la retirada de las potencias europeas de
Venezuela.
Las hostilidades se reanudaron en marzo y las últimas esperanzas del movimiento revolucionario descansaban en las fuerzas de Nicolás Rolando
atrincheradas en Ciudad Bolívar. No obstante en la batalla que se sucedió en julio, en esa ciudad, el caudillo fue decisivamente derrotado por Gómez,
con lo cual finalizó la última guerra civil vivida en el país.
El Bloqueo a las costas venezolanas fue un incidente diplomático entre fines de 1902 y principios de 1903 en que las marinas de guerra del Imperio
Británico, el Imperio alemán y el Reino de Italia1franquearon las costas y puertos de Venezuela exigiendo el pago inmediato de las deudas contraídas
por el gobierno a las compañías de sus connacionales. El bloqueo naval tuvo su fin con el Protocolo de Washington el cual fue firmado en esa ciudad el
13 de febrero de 1903 ya que Estados Unidos actuó como mediador al ser un partido neutral en la situación. En este protocolo se acordó que
Venezuela pagaría a plazos sus deudas con el 30% de sus ingresos de aduana.
Desde la muerte de Joaquín Crespo en la Mata Carmelera en 1898Venezuela se había visto privada repentinamente de quien hasta ese momento
había sido el regidor de la vida política nacional, dejando con su muerte, un vacío de poder que produjo una nueva lucha entre caudillos regionales
sobre la sucesión presidencial. Los primeros en alzarse fueron los generales José Manuel Hernández, conocido como el "Mocho" Hernández, y Ramón
Guerra, pero ambos son derrotados y es un caudillo de los Andes, Cipriano Castro quien derroca al presidente Ignacio Andrade al triunfar
su Revolución Liberal Restauradora. Al poco tiempo de iniciar su gobierno Castro se encuentra en pugna con los viejos caudillos que aspiraban
derrocar a Andrade y ahora buscan hacer lo mismo al presidente tachirense, pero también se enemista con las grandes compañías transnacionales por
sus drásticas medidas económicas. Una de esas compañías, la New York & Bermúdez Company , financia la rebelión de los caudillos que habían sido
vejados y apartados de la vida política por Castro. Esta rebelión, llamada por sus organizadores la Revolución Libertadora se convirtió en la guerra civil
más sangrienta habida en el país desde la Guerra Federal.
En el ámbito económico se destaca la deuda externa contraída por la nación por la construcción de la red ferroviaria en especial la del Gran Ferrocarril
de Venezuela o Ferrocarril Alemán, por orden y concesión del presidente Antonio Guzmán Blanco a Friedrich Alfred Krupp en 1887.2 Por otra parte el
mercado internacional del café estaba sometido a fuertes fluctuaciones, pero era el aromático venezolano (Coffea arabica) uno de los productos
bandera de la economía local que catapultó al país al segundo lugar entre los países exportadores detrás del Brasil.
Mientras Venezuela se hallaba sumergida en conflictos internos, los Estados Unidos de América habían aumentado notablemente su poder después de
haber derrotado a España en 1898, acabando de forma definitiva con su Imperio en el continente americano. Adicionalmente
adquirieron Cuba y Puerto Rico, ambas islas de un gran valor económico y estratégico fundamentales para el control del mar Caribe.
Mientras continuaba la persecución de los caudillos dispersos de la Revolución Libertadora tras ser derrotados en la batalla de la Victoria en Noviembre
de 1902, Inglaterra, Alemania, Italia y otras potencias extranjeras reclamaron la inmediata cancelación de los daños sufridos por sus súbditos en
Venezuela durante los últimos años de guerra civil. También reclamaban el cumplimiento por parte del gobierno del pago de las deudas de gobiernos
anteriores al de Castro. El cobro de estas deudas hace crisis en Diciembre de 1902, cuando se llevó a cabo el conocido bloqueo a las costas
venezolanas como un clásico ejemplo de la diplomacia de cañonero aplicada por las grandes potencias de la época.
a crisis final: La grave enfermedad y la urgente operación del presidente hacen ver la
existencia de diversos grupos que pretenden el poder: el Círculo Valenciano; el grupo andino
que encabeza Juan Vicente Gómez; el grupo castrista auténtico, que integran algunos
familiares y políticos de antigua confianza y un grupo a cuyo mando está el general Francisco
Linares Alcántara hijo. Mientras Castro convalece, las facciones inician un silencioso pugilato
conocido como el episodio de La Conjura, a través del cual se pretende la eliminación física
del vicepresidente Gómez. Los grupos de oposición que vagan en el exterior, especialmente
en las Antillas vecinas, conocen la crisis de las facciones y comienzan a prepararse para una
invasión armada. Se reaniman los planes de conspiración y surge como un posible líder del
movimiento el general Antonio Paredes. En definitiva, va a sacar ventajas Juan Vicente
Gómez por su aproximación a la esposa del mandatario, Zoila de Castro, quien lo ve como
pieza de confianza mientras se restablece la calma. Por otra parte, Gómez inicia contactos
con el Gobierno norteamericano gracias a la intervención de Lorena Ferreira, ministro del
Brasil en Caracas, con el objeto de obtener su apoyo para una futura conspiración. Además,
ya cuenta con una respetable fortuna personal y con el apoyo del grupo andino que se ha visto
virtualmente desplazado durante 7 años. Pocas obras públicas se han construido en
Venezuela en los años de la Restauración Liberal: el inicio de la edificación de la Academia
Militar, la culminación de las sedes del Palacio de Justicia, del Ministerio de Hacienda y del
teatro Nacional. Ahora, a partir de 1907, en medio de una severa postración, el país vive
pendiente de la salud del primer mandatario quien, de nuevo, sufre una severa recaída sin que
se advierta un desenlace oportuno. Algunos lo ven en la invasión de Antonio Paredes, quien
fracasa y es fusilado sin fórmula de juicio (febrero 1907) ante la consternación colectiva. Otros
creen encontrarlo en una nueva operación del riñón presidencial, mientras se encarga el
general Gómez del poder, según lo establece la Constitución. A la postre, parece sensata la
última alternativa y el presidente se embarca rumbo a Europa, el 24 de noviembre de 1908,
para someterse a otra intervención quirúrgica en Alemania. La partida de Castro pone en
marcha una confabulación, tanto nacional como internacional, que junta a los gobiernos
resentidos por su política de querellas legales y expropiaciones violentas, así como los
opositores al régimen de la Restauración Liberal. Al frente del movimiento internacional está
Philander Knox, secretario de Estado de Estados Unidos, quien ofrece tempranos apoyos para
un golpe de Estado y la simpatía de las potencias europeas al respecto. El golpe por fin se produce el 19
de diciembre de 1908 mientras el pueblo acepta con docilidad los sucesos. En breve, llegan a
La Guaira el Maine, el Des Moines y el North Carolina, acorazados de guerra norteamericanos
y un alto comisionado de la Casa Blanca, William I. Buchanan, desembarca con el objeto de
ofrecerle un respaldo irrestricto al nuevo presidente, general Juan Vicente Gómez. A cambio,
éste se compromete a variar sustancialmente la política de Venezuela en relación con los
inversionistas extranjeros y sus países de origen
Consolidación del régimen: El triunfo sobre los caudillos y el desenlace diplomático del
bloqueo permiten al Gobierno un claro afianzamiento que comienza, en 1903, mediante una
campaña para la liquidación del Partido Liberal Nacionalista. Castro promueve la asimilación
de los nacionalistas a su causa «restauradora» y nombra al Mocho Hernández ministro
plenipotenciario en Washington (1903-1904). Igualmente, desarrolla una vasta campaña
publicitaria en El Constitucional de Caracas, el periódico oficioso del régimen. Como corolario,
reforma la Constitución en 1904, con el objeto de permanecer en el poder. La nueva
Constitución suspende el período vigente, designa a Castro presidente provisional y permite
su elección para el período 1905-1911. Establece 2 vicepresidencias que recaen en Juan
Vicente Gómez y José Antonio Velutini. El Gobierno promulga, también en 1904, 2
instrumentos legales de gran importancia: la Ley de Divorcio Civil y el Código de Minas. Este
Código de Minas establece mayores impuestos para la explotación del asfalto y somete todos
los juicios del caso a la jurisdicción exclusiva de los tribunales venezolanos. Ese mismo año
signa también el comienzo del pleito contra los consorcios foráneos que participaron en la
«Libertadora». Por órgano del procurador general de la República, se promueve juicio contra
la New York and Bermudez Company, en demanda de una indemnización por Bs. 50.000.000.
El Departamento de Estado norteamericano amenaza con una invasión armada, mientras
Castro «…nacionaliza el personal de la empresa…» Luego, se inicia una querella de
expropiación contra otra empresa norteamericana, la Orinoco Steamship Company. Los
sucesos aumentan las fricciones con la Casa Blanca para que finalmente se produzca, en
1908, la ruptura de relaciones diplomáticas. El 4 de septiembre de 1905, por intermedio de la
Corte Federal, se disuelve el contrato con la Compañía Francesa del Cable Interoceánico.
Posteriormente, Castro ordena la clausura de las oficinas de la empresa y la expulsión del
encargado de negocios de Francia, Olivier Taigny, después de un tumultuoso proceso que
culmina también en la ruptura formal entre ambos gobiernos (enero 1906). Paralelamente,
ordena querellas contra la compañía alemana del ferrocarril y la requisa obligatoria de los
buques de bandera holandesa. Nuevas rupturas de relaciones conllevan una gran operación
diplomática y periodística de las potencias europeas y de Estados Unidos contra el «arrogante
dictador» venezolano. Al mismo tiempo, comienzan los publicistas del régimen a perorar en
diversos foros sobre una Doctrina Castro, especie de evangelio de las naciones pobres para la
búsqueda de un nuevo orden internacional. En líneas generales, la actitud del gobierno
venezolano hace vislumbrar una evidente estabilidad doméstica, pero se trata de un fenómeno
pasajero por la descomposición que pronto comienza a observarse.
Castro terminó su vida en el exilio, trasladándose por varios países, España, las
Antillas, Estados unido y finalmente Puerto Rico, donde falleció en 1924. la feroz campaña
mediática que se había montado en su contra desde los tiempos del bloqueo, con todo
tipo de burla, incluyendo alusiones racista, ser prolongó hasta después del derrocamiento.
Asimismo, Castro, durante este período, fue objeto de todas persecuciones por parte de
espías y funcionarios del gobierno de Gómez y de los Estados unido. En 1912, Castro es
humillado en Ellis Island, en Nueva York, por funcionarios de inmigración norteamericana.
INFORME 2
LA SITUACION ECOMOMICA Y SOCIAL DEL PAIS
Venezuela sufre un cambio substancial en su estructura económica bajo el gobierno de Juan Vicente
Gómez. Este cambio lo produce la explotación del petróleo mediante la inversión de capitales extranjeros.
Para comprender la amplitud y el alcance de tal transformación es necesario conocer las características
económicas de la Venezuela pre-petrolera.
La actividad económica venezolana predominante era la agricultura. En ella se distingían tres sectores: la
agricultura dedicada exclusivamente a la exportación (café, cacao y ganadería). Era el sector más dinámico y
daba al país las divisas necesarias para la importación, esencial a la economía del estado que se sostenía
principalmente con los gravámenes aduaneros aplicados a los productos importados. La exportación de café
y cacao constituyen la fuente fundamental del flujo monetario del país; la agricultura dedicada a la
producción de bienes para el mercado interno,poco desarrollada ya que el mercado nacional era muy
limitado; la producción agrícola de subsistencia, aunque difícil de determinar, era la que ocupaba a la mayor
parte de la población campesina y era importante no por su participación en el mercado (que era nula), sino
por ser la que determinaba las relaciones de producción en este sector. La mayoría campesina estaba
adscrita a los grandes latifundios, que representaban la forma fundamental de propiedad de la tierra.
Para ilustrar lo que representaba este sector, tengamos en cuenta que entre 1890 y 1920 las exportaciones
de café, cacao y ganado representaron en promedio el 80% de las exportaciones totales(167) .
El sector secundario, manufacturas y bienes de consumo elaborados, estaba cubierto por artesanos
vinculados a mercados locales limitados. En su interior, el sector más dinámico era el textil, donde se llevó a
cabo el primer proceso de industrialización a raíz de la I Guerra Mundial. Dicho sector secundario ocupaba
una insignificante proporción de mano de obra asalariada.
El sector terciario estaba dominado por el comercio. En el siglo XIX nos encontramos ante un mercado
nacional limitado y desarticulado frente a un mercado exterior en expansión. Como no existe un mercado
interno, el excedente obtenido se reinvierte en el sector exportador o en consumo suntuario. Este sector
cumplia dos funciones: la promoción y realización de la producción interna de exportación: financiamiento,
adquisición y colocación en el mercado internacional de productos creados en el sector primario;
importador y dirigente de la circulación interna de mercancías producidas en economías capitalistas.
La estructura económica venezolana en esta época es, pues, eminentemente agrícola. Cerca del 80% de la
población vive en el campo, siendo el café y el cacao los principales productos de exportación.
El mercado interno es restringido y por ello la producción para el consumo interno se organiza en economías
de subsistencia.
La mayor parte de los ingresos del Estado proceden de los impuestos aduaneros, insuficientes para las
necesidades del país. Se ha de encuadrar todo ello en el ambiente de inestabilidad política que ya hemos
descrito, y que contribuía al estancamiento del desarrollo de la producción y mantenían la economía
paralizada.
Esta es la estructura económica existente cuando surgen la explotación del petroleo y las primeras
inversiones extranjeras en 1913.
Puede decirse que este impacto se manifiesta a dos niveles: en los cambios socio-económicos y en los
técnicos.
La explotación del petróleo requería una tecnología sofisticada que en ese momento estaba completamente
controlada por las compañías extranjeras. La importación de dicha tecnología, independiente de la
capacidad productiva del país, tendrá como consecuencia última que las inversiones extranjeras no
comunicarán su dinamismo productivo en lo tecnológico al resto de la economía no petrolera.
Se desarrolla el trabajo asalariado, ya que era necesaria una infraestructura a esta explotación.
Paralelamente el Estado aprovecha el aumento de ingresos para la realización de obras públicas que
demandan mano de obra asalariada.
Se aceleró el éxodo de los campesinos a los centros urbanos, llenos de nuevas perspectivas. Ello explica
que, a pesar de que entre la industria petrolera y las obras públicas sólo se absorbía un 5% de la población
activa, se produjera una fuerte contracción de la oferta de trabajo agrícola. El resto del campesinado se
ubicaba en actividades de servicio desarrolladas alrededor de los centros de trabajo, el ejército, la
burocracia o sencillamente quedaban desempleados.
Con el aumento de ingresos, el Estado adopta una nueva posición y se hace cada vez más dependiente de la
nueva forma de producción, desvinculándose de los sectores agrícolas.
Surge un mercado interno gracias al aumento del ingreso circulante. Los salarios producen el aumento en la
demanda de bienes y servicios dentro del mercado interno, a lo que se añade el crecimiento de la
producción agrícola, hasta ahora reducida al área de subsistencia. Este fenómeno fue posible gracias a la
apertura de las vías de comunicación.
Hay un crecimiento evidente que se manifiesta en el incremento del número de trabajadores, en el ingreso
Nacional no agrícola y la expansión del mercado interno(169) .
3.1. La demanda y la oferta: gran parte de los beneficios de las inversiones extranjeras
revertía sobre sus propias economías. En el país sólo quedaban: el sueldo de los trabajadores
venezolanos; las compras realizadas en país (mínimas porque casi todo lo importaban) y los
impuestos y regalías que convertían en sueldos y salarios de trabajadores del sector público.
Como hemos ido viendo, la explotación del petróleo transformó la estructura económica del país y
alteró el orden normal de las clases y capas sociales, dando origen a otras.
3.2.1. En el sector pre-capitalista se distinguen cuatro clase sociales (el campesinado, los
terratenientes, artesanos y pequeños propietarios) y una nueva capa social (la servidumbre
doméstica).
Entre 1920 y 1936 el Producto Territorial Bruto (PTB) aportado por este sector revela la tendencia
decreciente de la participación de la agricultura en la composición del mismo, mientras se
acrecienta el de la servidumbre doméstica y los artesanos. Estos dos grupos son los más
dinámicos en el proceso expansivo de la población, frente a los campesinos y pequeños
propietarios. ¿Cuál es el significado de esta expansión?. Por un lado el aumento del ingreso en
las clases altas; por el otro, el crecimiento de la economía artesanal motivado por el proceso
acelerado de urbanización del país. Entre 1920 y 1941 hay una traslación del campesinado a la
ciudad.
La clase terrateniente: durante este período su situación está sometida a las contrariedades del
mercado internacional, bastante inestable. Sufre la crisis del año 29 y la revalorización del bolívar
provocada por el auge petrolero para caer en la postración que hará de la agricultura una actividad
subordinada. Con la creación del Banco Agrícola y Pecuario (B.A.P.) en 1928 se intenta financiar
el sector agricola, pero ello dará origen a una descapitalización de la agricultura venezolana. La
crisis agrícola y el auge de las ciudades provocan el éxodo de terratenientes que hipotecan sus
fincas al B.A.P. e invierten el dinero de dichas hipotecas, en negocios que tienen en la ciudad.
En cuanto a los sectores pre-capitalistas urbanos, entre 1920 y 1936 la generación de empleos no
agrícolas se concentró fuera de las empresas organizadas: burocracia gubernamental, artesanado
y servidumbre doméstica absorbieron casi el 75% de la expansión del empleo urbano.
En esta fase se constituyen los primeros núcleos de la clase capitalista. Ésta, parte de tres grupos
fundamentales: la burguesía comercial tradicional, los terratenientes enriquecidos y los
burócratas.
Los terratenientes de la clase capitalista son: los propietarios que se enriquecieron con el beneficio
directo del petróleo al percibir la renta superficial; los propietarios favorecidos por el alza de los
precios de la tierra en las áreas de expansión urbana; y los propietarios que hipotecaron sus tierras
por encima de su valor al B.A.P. e inviertieron el capital en actividades urbanas.
Los burócratas que utilizaron el ejercicio del poder político para enriquecerse. Gómez favoreció a
muchos de sus hombres que, actuando como intermediarios entre el gobierno y las compañías
petroleras, pudieron crear grandes fortunas a través del traspaso de concesiones.
La clase capitalista se consolida gracias a su vínculo con la industria petrolera extranjera. Sus
actividades fundamentales fueron tres: el negocio importador, la usura y la especulación con
tierras urbanas y el desarrollo de los medios de transporte y servicios conexos con la circulación
interna de mercancías.
Los trabajadores asalariados, cuyas características son dos: por un lado, su aumento en el
contingente de mano de obra y por otro, su concentración sobre todo en el sector terciario. Ello
se explica por el crecimiento económico venido de la explotación petrolera y responde a las
exigencias de la expansión del comercio e incremento de la demanda de servicios personales
generados por el crecimiento del ingreso per capita en las ciudades(171) .
En resumen, podemos decir que la nueva estructura económica resultante es compleja. En ella
coexisten relaciones de producción pertenecientes a distintos sistemas económicos. A pesar de
que existe un sistema dominante, los otros conservan una influencia específica en el
funcionamiento de toda la estructura.
La población está distribuida por sectores económicos. En todo este período hay un incremento
de la capacidad de empleo de todos los sectores. Donde más aumenta es en el sector público.
Pero relativamente los sectores pre-capitalistas absorben la mayor proporción de mano de obra
ocupada.
El aporte de los sectores al PTB es el siguiente: los sectores pre-capitalistas y capitalista interno
decrecen. El sector capitalista extranjero, que en 1920 representaba un cero por ciento, alcanza
en 1936 el 27,3%, el 47% de la producción territorial de bienes y más o menos el 10% del ingreso
nacional.
En cuanto a las exportaciones, el sector extranjero partiendo de cero en 1920, aporta el 90% en
1936 y el 67% de toda la capacidad importadora.