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“Año del buen servicio al ciudadano”

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO


RUIZ GALLO

PRODUCCIÓN DE OVINOS Y CAMÉLIDOS


SUDAMERICANOS

DOCENTE :
Ing. Uber Plasencia Ruiz

INTEGRANTES:

Céspedes Leonardo Jeremy Jesús


Damián Bances Melisa
Pisfil Barranzuela Damarys
Suyon Valdera José

TEMA :

Carnes de ovinos y camélidos

CICLO :

2017-I

Lambayeque 07 Agosto del 2017


LOS OVINOS

SITUACIÓN MUNDIAL
1. Producción
Luego de años de estancamiento, a partir de 2011 la producción mundial de carne ovina
mostró un ligero crecimiento. Para el año 2013 la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pronostica un nuevo aumento, de 1,2%, con
lo que se llegará a una producción de 13,8 millones de toneladas. Este incremento se
presenta en un escenario donde se estima que la producción mundial de todas las
carnes llegará a 308,2 millones de toneladas para fines de este año, lo que implicará un
crecimiento de 1,4% en comparación con 2012. La carne de aves, que actualmente
corresponde a 34,5% de la producción total de carnes, presentará el mayor crecimiento
(1,8%). De acuerdo con las estimaciones de FAO-OCDE, en el año 2020 la producción
de este tipo de carne superará a la producción de carne de cerdo, que hoy lidera la
producción mundial, con 114,2 millones de toneladas. La menos dinámica será la
producción de carne bovina, que crecerá sólo 0,9%. Respecto a la producción de carne
ovina en 2013, los países en desarrollo son los que contribuyen de manera más fuerte
al crecimiento de la producción, en especial China, India, Sudán y Nigeria. Además, la
carne ovina es un elemento importante en los mercados de muchos países en el norte
de África y el Cercano Oriente. En las principales zonas productoras de Asia y África, la
buena situación de los pastos ha propiciado las condiciones para la reconstrucción de
los rebaños. En los países desarrollados, el principal crecimiento de la producción
provendrá de Australia y Nueva Zelanda, donde, por una parte, se había incrementado
la masa ovina y, por otra, la sequía ha contribuido a una mayor faena de animales.
Particularmente en Australia se espera un fuerte aumento en la producción, del orden
de 10%. Por el contrario, en la Unión Europea (UE) la producción de carne ovina debería
decrecer en el largo plazo, como resultado de los altos costos de producción y los bajos
márgenes de los productores.
2. Comercio
Respecto al comercio mundial de carnes, FAO espera un enlentecimiento del
crecimiento durante el presente año, con un incremento de sólo 1,1%, llegando a
30,2 millones de toneladas. Por su parte, el comercio internacional de carne ovina
debería registrar un segundo año de fuerte crecimiento (5,8%), alcanzando un total
de 850 mil toneladas. Gran parte de este aumento se originará en una mayor
demanda de China, abarcando además a la Unión Europea y algunos países del
Cercano Oriente, como Arabia Saudita, Jordania y Qatar. Respecto a las
exportaciones, prácticamente 90% del volumen lo concentran Australia y Nueva
Zelanda. Si bien ambos países crecerán en sus envíos, Australia, que exporta sobre
el 50% de su producción, lo hará de manera más fuerte, alcanzando un récord de
ventas, aunque Nueva Zelanda también aumentará en forma importante. El
crecimiento en la demanda del mercado chino y del Cercano Oriente influye también
en el tipo de producto requerido, cambiando desde una demanda tradicional por
cortes de mayor valor, que caracteriza a los mercados de la Unión Europea y Estados
Unidos, a canales completas, incluidos los despojos.

3. Precios
Si se observa el índice de precios de las carnes que construye FAO, que tiene como
año base el promedio del período 2002- 2004, es posible hacerse una imagen del
comportamiento en el tiempo de los precios para los diferentes tipos de carne (. En
la última década (2003-2012), el índice de precios de la carne ovina es el que
presenta las variaciones más bajas, con una tasa de crecimiento anual de 5,1%,
seguido por el de la carne porcina, con 5,3%, y el de carne bovina (7,7%). La que ha
presentado incrementos más fuertes ha sido la carne de ave (8,6%).
El índice de precios de la carne ovina alcanzó su máximo en el mes de agosto de
2011, con un promedio de 178 puntos. Luego inició una etapa de baja, marcada por
dos caídas debidas a desajustes entre la oferta y la demanda: la primera a mediados
de 2012, por debilitamiento en la demanda europea, y la segunda a inicios de 2013,
por aumentos en la oferta de Oceanía. Como resultado, el índice promedio del
período enero - agosto de 2013 ha caído 12% en comparación con el año 2012. La
carne ovina es la única que presenta este comportamiento en lo que va del año, ya
que tanto la de aves como la porcina y la vacuna han crecido en el promedio del
período (7,8%, 3,9% y 1,1%, respectivamente). En el largo plazo, las estimaciones de
FAO-OCDE sobre perspectivas para la agricultura al año 2022 indican que los precios
de las carnes posiblemente superarán los alcanzados en la última década. En el caso
de la carne ovina se proyecta un valor de USD 4.119 por tonelada en 2013, el cual
debería subir durante los próximos diez años, nivelándose con el valor de la carne
bovina hacia el año 2018, para llegar a USD 4.636 por tonelada en el año 2022,
superando el precio estimado para la carne bovina, pero sin llegar al máximo
alcanzado en 2011.

II. SITUACIÓN NACIONAL

1. Producción
El beneficio de ganado ovino en Chile alcanzó 674.742 cabezas durante el año 2012. La
faena de esta especie de ganado ha venido disminuyendo, a partir del año 1980, a una
tasa promedio anual de 1%. Esta baja ha estado acompañada de otros cambios, como
por ejemplo la variación en el tiempo de la participación de las regiones. Es así como, a
inicios de la década de los 80, en la Región de Magallanes se faenaba el 62% de los
ovinos del país. Este porcentaje fue aumentando en el tiempo hasta llegar a un máximo
de 88,2% en 2007, para luego decrecer hasta 84,2% en el año recién pasado. En la
década del 80, la segunda región en importancia era la Metropolitana, con 20,1%;
actualmente en esta región sólo se faena 1,2% del total nacional. Por su parte, la Región
de Aysén, que en 1980 se ubicaba en el tercer lugar y faenaba 5,5% de los ovinos del
país, ha caído a sólo 1,5% en 2012. Actualmente, la segunda región en importancia en
cuanto al volumen faenado es la Región de los Lagos, que en 2012 benefició 36.351
cabezas ovinas, lo que representa 5,4% del total nacional.
LOS CAMELIDOS

UNA ALTERNATIVA DE ABASTECIMIENTO DE CARNES ROJAS

Se estima que la población de camélidos sudamericanos (CAS), que incluye llamas, alpacas,
vicuñas y guanacos es de, aproximadamente 7,5 millones de animales, concentrándose
mayoritariamente en Perú y Bolivia. Estos animales se crían preferentemente para la
producción de fibras especiales y de carne.

Para una eficiente producción de carne a partir de los CAS se requiere: aumentar la tasa de
natalidad, disminuir la tasa de mortalidad, producir animales jóvenes de calidad y difundir
las bondades del producto.

Por otro lado, los factores que actualmente limitan un mayor consumo de carne
proveniente de CAS son: rechazo por prejuicios socio culturales de los estratos de mayores
ingresos en el mercado consumidor urbano, alto decomiso por la prevalencia de
sarcosporidiosis y ausencia de pautas tanto técnicas, para la clasificación de las carnes,
como de apropiados canales de comercialización.

En Chile, el consumo de carne de CAS se limita a ciertos estratos de la población altiplánica


y de algunas ciudades del norte como Arica, Antofagasta e Iquique, que la consumen
fundamentalmente por razones de precio y de conocimiento del producto.

En el resto del país, el desconocimiento de la carne de CAS es casi absoluta. Esta situación
a futuro podría causar ciertos problemas, pues en la actualidad existe un interés creciente
por repoblar determinados sectores del territorio nacional con CAS, los cuales son y serían
criados fundamentalmente, para la producción de fibras y, como animales de agrado o
«pets».
Sin embargo, en el proceso productivo no todos alcanzarían los requisitos para cumplir esos
propósitos, situación que podría generar un gran número de animales, especialmente
machos, para su crianza y posterior beneficio. Lo descrito podría ser especialmente crítico
para pequeños productores puesto que ha surgido como una alternativa de reconversión
de este sector, la crianza de CAS.

A su vez, existe una creciente preocupación de los consumidores por el contenido de


colesterol sanguíneo y las enfermedades cardiovasculares, que se asocian, entre otros
factores, al consumo de carnes rojas; por consiguiente, se piensa que el consumo de carne
proveniente de CAS sería una interesante alternativa a ser considerada, por su bajo
contenido en grasa y menor porcentaje de saturación de sus ácidos grasos.
Estas características sumadas al hecho que su crianza se establece en ambientes naturales,
libres de productos químicos que podrían acumularse en su carne determinan, que este
recurso alimentario pueda ser considerado como un producto ecológico o «verde».

Los productos ecológicos gozan de gran prestigio, sobre todo en países desarrollados, lo
que facilitaría su comercialización interna, como un buen argumento de venta, y un
eventual fomento de su exportación como un producto con «denominación de origen».
La carne de CAS que mayoritariamente se consume proviene de alpacas y llamas,
consideradas domésticas, ya que la vicuña y el guanaco son especies protegidas y definidas
como silvestres. Las características de la carne de estos animales, como potenciales
proveedores, y los principales atributos del producto se resumen en los Cuadros 1 y 2.
Los rendimientos comerciales de alpacas y llamas son algo inferiores a los de los bovinos,
los que se sitúan en alrededor de un 50 y 60%, respectivamente

PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE PESO Y RENDIMIENTO DE CANAL DE ALPACA Y LLAMA


CARACTERISTICA ALPACA LLAMA
Peso adulto(kg) 58 115
Rendimiento comercial del canal
55 57
(%)
Fuente Sumar, 1980 y Ponce 1982
Las características composicionales de la carne de CAS y de las principales especies de abasto de nuestro país
se presentan en el siguiente cuadro

COMPOSICION QUIMICA DE LA CARNE DE DIFERENTES ESPECIES ANIMALES

ESPECIEHUMEDAD CENIZASPROTEINAGRASA
- (%) (%) (%) (%)
Bovino 73.9 1,0 20,0 5.1
Ovino 61,0 1,0 17,0 21,0
Porcino 48.2 0,8 14,0 37,0
Alpaca 75.3 1,1 22,3 1.3

Fuente: Bustinza, 1993.

La carne de CAS representados por la alpaca, es de composición similar a la de las otras especies
domésticas, destacando su alto tenor de proteínas y su, particularmente, bajo porcentaje de grasas.
Es indudable que la composición de la carne producida depende de muchos factores, entre los
cuales cabe mencionar: zona de producción o crianza, peso de sacrificio, sexo del animal, tipo de
alimentación, entre otros.
Adicionalmente, y no menos importante, es necesario considerar aspectos de calidad propiamente
tal como su grado de aceptabilidad y terneza, que en el futuro inmediato podrán ser evaluadas
científicamente, gracias al financiamiento de un proyecto del Fondo de Innovación Agraria (FIA), de
tal modo de poner a disposición de los productores y público en general, los antecedentes
suficientes para tener un cabal conocimiento de esta carne y que sin lugar a dudas servirán,
posteriormente, para elevar su consumo.
LA CARNE DE CAMÉLIDOS EN LA NUTRICIÓN

Hoy en día, el desarrollo físico y mental de nuestra población se ve afectada por una
inadecuada nutrición; se consumen alimentos de baja calidad en nutrientes, deficientes en
un amplio número de aminoácidos, de ácidos esenciales, de oligoelementos, entre otros.
Ante esta dramática situación, es necesario retomar recursos de las costumbres culinarias
ancestrales, de la cultura que creció en armonía con nuestra propia ecología: el consumo
de carnes de animales nativos como la aplaca, la llama y sus híbridos fértiles. A diferencia
de la rápida difusión que tuvieron nuestras especies vegetales nativas, la papa, el maíz (sara)
y la quinua, las especies camelícolas nativas no han sido incorporadas a la alimentación
occidental. Esto conllevaría a cometer una tarea no menos importante: rescatar la ciencia y
la tecnología ancestrales; de reconocer las fuentes y soportes de la nutrición prehispánica,
cuyo consumo no tuvo continuidad en el tiempo. Fue excluida o segregada por los
prejuicios, primero, debido a que la ciencia occidental las asoció indebidamente a
enfermedades como la sífilis y la cisticercosis, entre otras; luego, otra visión la desdeñó por
estar unida a la pobreza de las zonas altoandinas.

No sólo el Perú sino el mundo moderno enfrentan el problema de nutrición y busca fuentes
de solución; no obstante aún desconoce las ventajas del recurso camelícola. Por ello, es
necesario iniciar la difusión de la ciencia y tecnología de la crianza de camélidos y fomentar
el consumo y exportación de su carne.

I. Antecedentes del estudio nutricional de la carne de camélidos

Cieza de León (1553) decía que la carne de camélidos era muy buena porque tenía el sabor
del carnero, “no habiendo probado nada mejor que consumirla ahumada o salada”. El
cronista Guamán Poma de Ayala (1944) en su libro “La nueva crónica y buen gobierno”,
refiere que los animales del Kollasuyo “eran grandotes animales, y así todos los hombres y
mujeres grandotes, gordos y sebosos…”. Del mismo modo, Guzmán Barrón (1949),
corrobora que la nutrición en la cultura inca fue balanceada. Así mismo, Antúnez de Mayolo
(1981), en su libro “La nutrición en el antiguo Perú”, refiere que “…los conceptos y prácticas
nutricionales de los incas, excedían a lo requerido y recomendado por los más avanzados
conocimientos científicos y tecnológicos contemporáneos”. Además agrega: “Sabemos que
físicamente los indios peruanos eran grandes, fornidos y que todos vivían en observancia
de la ley y lúcidos en sus razonamientos”. La grasa de los camélidos en el antiguo Perú se
acostumbró a emplear en los chupes, locros y en las pachamancas. Las citas antiguas y
recientes atestiguan que la carne es sabrosa cuando el animal tiene menos de dos años,
pues a mayor edad la ingesta de forrajes resinosos como la yareta, la tola y la actividad del
animal en el agro, van saturando los tejidos con residuos que le dan gusto recio. Referente
a la producción de la carne de llama, según Tellés Villena (1978), “la carne que se produce
para el consumo familiar de los campesinos es de sabor parecido a la carne de los porcinos,
superior en calidad a la de la oveja. Los campesinos preparan el charqui en la temporada
de las heladas durante la noche”. Los estudios de Fernández Baca (1991) y Solonio y Revilla
(1992) coinciden con la FAO al aplicar una evaluación química para varias carnes y
concluyen que la carne de alpaca contiene mayor cantidad de proteínas y menor cantidad
de grasa que la carne de res, ternero y cerdo.

Pascual (1996) analiza la composición de minerales en las carnes de alpaca, llama, vacuno,
cordero, cerdo y pollo, afirmando que las carnes de alpaca y llama poseen alta cantidad de
minerales y que son las únicas que poseen magnesio y sodio. El consumo de la carne y grasa
de las llamas y alpacas era muy común en la época prehispánica. La carne se consumía
como ahora, fresca y sancochada en sopas; asadas y soasadas en pachamanca; helada y
secada como charqui.

II. Camélidos: soporte global de una buena nutrición

La salud global necesita prevenir y controlar las enfermedades cardiovasculares, para ello
se requiere consumir alimentos que no causen daño; las carnes de camélidos son buenas
alternativas para evitar estas enfermedades. La economía global está basada en un mundo
sin fronteras. Hoy es una realidad que orienta sus fortalezas: no sólo a mejorar la economía
sino a conseguir una mejor calidad de vida mediante una buena nutrición. El mundo actual,
a través de la investigación bromatológica, empieza a ver con interés y agrado las carnes
de camélidos por sus ventajas comparativas en relación con otras carnes. La carne de los
camélidos (alpaca, llama y sus híbridos) tienen un mayor valor nutricional que la carne de
vacuno, porcino, ovino, etc. porque contienen menor cantidad de agua; la carcasa de los
camélidos presenta menor porcentaje de grasas que la de los vacunos, porcinos y ovinos.
Los análisis bromatológicos y bioquímicos demuestran que son de alta calidad nutritiva
para el hombre y fuente de aminoácidos esenciales, vitaminas y oligoelementos como el
hierro, que presenta una ventaja frente a las otras carnes, pues posee un alto porcentaje
de proteínas: llama 24.82% y la alpaca 21.38%; ambas poseen menor cantidad de grasa,
peso molecular y punto de fusión, por esta razón, no contiene ninguna sustancia tóxica ni
enfermedad contagiosa que pueda poner en peligro la salud del ser humano. Las grasas son
la principal fuente de energía del cuerpo y ayudan en la absorción de las vitaminas A, D, E,
K y los carotenos. Los alimentos tanto de origen vegetal como animal contienen grasas que,
consumidas con moderación, son importantes para el crecimiento y desarrollo físico y
mental adecuados y de una buena salud.

Debemos saber que en las carnes se encuentran principalmente tres formas de grasa cuyo
exceso pueden causarnos daño y son: las grasas saturadas, el colesterol y los ácidos grasos
trans. Las grasas saturadas que aumentan el colesterol se encuentran principalmente en
alimentos derivados de animales y tienden a ser sólidas a temperatura ambiente. Un
ejemplo es la grasa blanca de las carnes rojas si se consume como chicharrón o frituras.
También se encuentran en los aceites llamados “hidrogenados”, cuyas grasas saturadas
tienden a aumentar el colesterol en el hombre. Es conveniente consumir grasas insaturadas
provenientes principalmente de vegetales con tendencia a ser líquidas a temperatura
ambiente, por ejemplo, el aceite de maíz, de oliva, de girasol, que son antioxidantes y
ayudan a disminuir el colesterol en la sangre. El colesterol es una sustancia de grasa
compleja que proviene de dos fuentes: una endógena que corresponde a la producción del
hígado y una fuente exógena que proviene de los alimentos. El exceso puede ser dañino.
Para circular en la sangre, el colesterol se combina con proteínas y otros lípidos para formar
las lipoproteínas y triglicéridos. Las principales lipoproteínas que transportan colesterol son
las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Las LDL
transportan el colesterol por todo el organismo y son las causantes de los depósitos o
placas que obstruyen las arterias; son consideradas como colesterol dañino; en tanto que
el HDL se cree que extrae el colesterol de la pared de las arterias y lo metaboliza. Por ello,
se recomienda reducir la ingesta de alimentos ricos en colesterol tales como: carnes rojas,
yemas de huevo, mayonesa, mantequilla, manteca y productos lácteos a sólo tres días por
semana y a su vez reducir la cantidad o proporción de consumo. Los ácidos grasos trans, a
diferencia de otras grasas, se forman cuando los aceites líquidos se convierten en grasas
sólidas como en la elaboración de frituras y margarina sólida. Sin embargo, hay pequeñas
cantidades de ácidos grasos trans de manera natural en algunos alimentos, especialmente
de origen animal. Esencialmente, aparecen cuando se agrega hidrógeno a los aceites
vegetales, proceso llamado hidrogenación. Se encuentran en alimentos procesados con
aceites vegetales como en las galletas saladas, alimentos fritos, horneados y dulces.

Las grasas saturadas, el colesterol dietético y los ácidos grasos trans elevan el colesterol
LDL incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, se recomienda el
consumo de las carnes de camélidos que contienen grasas insaturadas y una mínima
cantidad de colesterol. La Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos de
América (FDA) ha comenzado a exigir obligatoriamente a los fabricantes que elaboran
alimentos a incluir etiquetas que contengan la información nutricional de los ácidos grasos
trans. No es casual que los camélidos sudamericanos (llamas, alpacas y sus híbridos) sean
de interés especial para los países desarrollados como EE.UU., Nueva Zelanda, Suiza, entre
otros. A la fecha, EE.UU. se ha ubicado como el segundo país en el mundo en cuanto se
refiere a la crianza de alpacas, a tal punto que ha cerrado sus fronteras respaldándose en
sus registros genealógicos. El interés de estos países desarrollados por la carne de los
camélidos es porque tienen conocimiento de sus bondades nutricionales, ya que su
población económicamente activa (PEA) sufre de factores de riesgo, como son:

Estrés oxidativo, en bioquímica, se considera oxidación a todo proceso en el cual ocurre


pérdida de electrones y captación de oxígeno, y reducción cuando se capta electrones o se
pierden oxígenos, a ambas se las denominan reacciones redox. En la naturaleza casi todo
es oxidado por el oxígeno: las grasas se vuelven rancias, la goma pierde elasticidad, el papel
se vuelve amarillo, el vino se convierte en vinagre, etc., mientras que los lípidos presentes
en las carnes de alpaca y llama son metabolizables por el organismo humano. Estas
reacciones redox son importantes en bioquímica, puesto que los seres vivos obtienen la
mayor parte de su energía libre a partir de ellas. Este oxígeno, que es imprescindible para
la vida, puede ser también fuente de enfermedad a través de una producción incontrolada
de radicales libres de oxígeno (RLO) que dañan las macromoléculas (lípidos, proteínas,
hidratos de carbono y ácidos nucleicos) y alteran los procesos celulares. Un exceso de
radicales libres rompe el equilibrio y produce el llamado estrés oxidativo. La
arterioesclerosis se produce por la formación de la placa ateroesclerótica debido al
consumo de carnes rojas (vacuno, porcino, equino, etc.). Se inicia con la captación de
lipoproteínas de baja densidad (LDL) por los macrófagos que se transforman en células
espumosas. Éstas son adaptadas mediante moléculas de adhesión y se acumulan en el
espacio subendotelial, donde inducen la migración de células musculares, su proliferación
e hipertrofia. Se ha demostrado una estrecha relación entre radicales libres de oxígeno y
lipoproteínas de baja densidad; se sabe que su aumento tiene un conocido valor predictivo
directo en la aparición de arterioesclerosis, al respecto se pueden realizar las siguientes
afirmaciones de los lípidos de las carnes de camélidos:

-Las dietas ricas en antioxidantes como la carne de camélidos parecen prevenir o al menos
disminuir el deterioro funcional orgánico originado por el estrés oxidativo. Se puede
establecer que en lugares del Perú (Puno, Huancavelica) en los cuales la población consume
carne de camélidos, los incidentes cardiovasculares son reducidos. No obstante estos
resultados no concluyentes se deben a otras causas y a variables biogénicas.
La vitamina E, que está presente en los lípidos de los camélidos, aumenta la resistencia de
las lipoproteínas de baja densidad a la oxidación, y a la incorporación por macrófagos que
hacen más arteriogénicas que las carnes de vacuno. De esta manera la vitamina E contenida
en las carnes de camélidos es factor potencialmente terapéutico en la prevención
espontánea de arterioesclerosis en quien la consuma.

-El estilo de vida sustentada en una dieta de grasas saturadas, alcohol, tabaco y una
actividad física sedentaria pueden producir efectos potencialmente desfavorables sobre la
salud cardiovascular con aumento de la producción de los radicales libres, aumento de la
susceptibilidad del colesterol malo (LDL) a la oxidación; por lo tanto, a nivel de la salud
pública se debe recomendar el consumo de grasas insaturadas (dietas de carne de llama y
alpaca, aceite de oliva), mayor consumo de alimentos verdes, bebidas fermentadas como
el vino tinto, abstenerse del tabaco y realizar una actividad física regular y efectiva. De esta
manera se logrará prolongar la supervivencia y reducir los factores de riesgo de las
cardiopatías vasculares y del ictus. A este propósito se pueden considerar tres tipos de
factores:

Los factores endógenos que no son modificables y dependen de la acotación genética de


un individuo o de las características ambientales no influenciables por el hombre: por
ejemplo, la edad, la herencia genética, el sexo y el clima.

Los factores exógenos que pueden ser controlados: hipertensión arterial, cardiopatías
embolígenas, prótesis valvulares, infarto agudo del miocardio, arterioesclerosis, diabetes,
obesidad.

Factores desencadenantes: como el alcohol, tabaco, consumo de grasas saturadas y estilos


de vida sedentaria.
LINKOGRAFIA

 https://www.google.com.pe/search?site=&source=hp&q=estudio+de+mer
cado+de+carne+ovina+&oq=estudio+de+mercado+de+carne+ovina+&gs_l=p
sy-ab
 http://www.tecnovet.uchile.cl/index.php/RT/article/viewArticle/5188/
5071
 http://infoalpacas.com.pe/carne-de-camelido-alpaca-y-llama/
 https://otrascarnes.wordpress.com/camelidos/
 http://www.qosqo.com/qosqoes/camelidos.html

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