La obsidiana ocupó gran demanda para los Paracas debido a su empleo como
artefacto quirúrgico con el que se hacían las incisiones propias de la
emblemática trepanación craneana a sus valerosos soldados heridos de
muerte en el campo de batalla. (Diario Correo, 2017).
En síntesis, desde Caral hasta antes de la caída del extinto Imperio Inca, los
minerales carecían de algún tipo de connotación económica en la vida de los
pobladores del Antiguo Perú: su trascendencia era exclusivamente ritualista.
Con sus dragas escudriñan con premura las entrañas de ríos y otras fuentes de
agua, ávidos de encontrar determinados minerales altamente cotizados. Crean
socavones en las vetas para extraer el preciado recurso mineralógico;
exponiendo a sus trabajadores a una suerte de infortunios. El cumplimiento con
los deberes ciudadanos de tributación, cooperación con las políticas ecológicas
establecidas, respeto de la propiedad estatal y la búsqueda del bien común no
está entre sus planes. Sólo piensan en lucrar a toda costa. (Ministerio del
Ambiente, 2013 y Diario El Comercio, 2017).
REFERENCIAS