Tema:
La perspectiva clínica y el tratamiento para la diabetes tipo MODY depende de la causa genética. El MODY 2
puede ser manejado con alimentación y ejercicios físicos con excelente pronóstico. Los subtipos 1, 3 y 4
responden bien al uso de sulfonilureas, aunque una importante proporción de ellos (30-40 % para MODY 1 y
MODY 3), requieren eventualmente terapia insulínica, debido al fallo progresivo de las células beta. El
MODY 5 requiere reemplazo de la función pancreática endocrina y exocrina, y tratamiento para múltiples
anomalías orgánicas. En los pacientes con sobrepeso la pérdida de peso mejora la hiperglucemia (Gonzales,
2012).
En el tratamiento con antidiabéticos orales llama la atención que muchos pacientes con MODY tienen mejor
respuesta a los llamados fármacos secretagogos (que estimulan la secreción de insulina por el páncreas) que a
los sensibilizadores (que aumentan la eficacia de la insulina, sin incrementar la secreción de la misma). De
hecho, si la norma general en la diabetes tipo 2 es que, salvo intolerancia o contraindicación, se comienza a
tratar desde el momento del diagnóstico con Metformina, un sensibilizador, en la MODY lo más habitual es
empezar con secretagogos como las sulfonilureas. (Calle, 2012)
Dentro del manejo nutricional tenemos que tener en cuenta que es muy importante tener el seguimiento de
una dieta adecuada, tanto al aporte energético para el mantenimiento del peso ideal, como equilibrada en
nutrientes para evitar excesos y sobre todo deficiencias, así como la correcta planificación de la misma, es
condición básica para un buen control metabólico de cualquier tipo de diabetes. (Reyes, 2009)
Mantener la glucosa sanguínea dentro de las concentraciones normales, para permitir el equilibrio
entre la ingestión de alimentos, los medicamentos hipoglucemiantes o hiperglicemia , la insulina y la
actividad física. (Reyes, 2009)
Alcanzar y mantener el peso corporal deseable (IMC < 25kg/m2 ) para disminuir la resistencia a la
insulina y permitir el control glucémico, los índices de crecimiento y desarrollo normales en los
niños y adolescentes, el aumento de las necesidades metabólicas durante el embarazo y lactancia o la
recuperación de enfermedades catabólicas. (Reyes, 2009)
Mantener en concentraciones normales las lipoproteínas séricas. Reducir riesgos a largo plazo como:
enfermedades cardiovasculares y renales. (Reyes, 2009)
La cantidad de nutrientes y la porción adecuada de los alimentos va a ser diferente que la población general
consume.
Las proteínas que consuma un paciente con esta patología debe ser entre un 10 y 15% , que sean de alto valor
biológico ya sea de origen animal o vegetal .En cualquier caso, el paciente diabético que presente micro
albuminuria o lesión renal, debe ingerir un nivel mínimo de proteínas, el cual debe estar alrededor del 7-8%
de las calorías totales. (Hernandez, 2012)
Las necesidades de carbohidratos oscilan entre el 55 y 60% de la energía total consumida. En cuanto al tipo
de hidrato de carbono, en principio deben ser mayoritariamente complejos (pan, leguminosas, papas, arroces,
pasta, etc.), dejando los simples (monosacáridos y disacáridos) reducidos a la obligada ingesta que supone la
incorporación de leche (lactosa), algunos otros productos 8 lácteos, verduras y frutas (sacarosa y fructosa
La fibra Alimentaria soluble la encontramos en la fruta, verduras y legumbre, la avena y los frutos secos,
disminuye la glucemia y atenúa la hiperglucemia postprandial. (Hernandez, 2012)
Las grasas no modifican la glucemia, pero si hace que se mantenga alta más tiempo, aumenta el VCT de la
dieta. Se recomienda utilizar aceite de oliva ya que al ser una grasa vegetal, no contiene colesterol ni grasa
saturada. (Hernandez, 2012)Se debe evitar un alto nivel de grasa en la dieta ya que disminuye el número de
receptores de la insulina aumentando los ácidos grasos libres en sangre.
Entre las vitaminas y minerales ll zinc parece influir en la secreción y en la acción de la insulina. Se
recomiendan 15 mg/día para los varones y 12 8 mg/día para las mujeres. Son fuente de zinc: la carne y las
semillas. El magnesio participa en la oxidación y transporte de la glucosa y se ha sugerido que se podría dar
un suplemento en las crisis hiperglucemias como la cetoacidosis. La aportación de elementos antioxidantes
parece ser benéfico en los pacientes diabéticos, por lo que agregar selenio, beta- 2,8 carotenos, vitamina C y
vitamina E es recomendable. (Hernandez, 2012)
Todas estas pautas y recomendaciones son muy necesarias para este tipo de pacientes con esta patología ya
que esto les ayudara a entender la porción adecuada de alimentos les va a aportar diariamente la energía
necesaria y junto a la actividad física tendrán un buen funcionamiento del organismo.
Bibliografía
Altamirano, I. (2009). MODY: formas monogénicas de diabetes. Rev Sanid Milit Mex , 1-5.
Cubero, M. (2011). Diabetes tipo MODY. Asociación Española de atencion primaria, 1-5.
Gómez, E. (2010). Diabetes tipo MODY: la diabetes del adulto en la etapa infanto-juvenil.
Med Wave revision clinica, 1-4.
Gonzales, A. (2012). Aspectos más recientes en relación con la diabetes mellitus tipo mody.
Revista Cubana de Endocrinología., 1-13.