Asignatura: Combustibles y Lubricantes

Docente: Carlos Araya Fernández

Propiedades Físicas de la Gasolina

La densidad y la volatilidad, expresada mediante la presión de vapor y la curva de destilación,
constituyen las propiedades físicas de la gasolina para obtener, en todas circunstancias, un
funcionamiento satisfactorio de los vehículos.

Densidad.

Generalmente se mide a 15°C, por medio de un areómetro y se expresa en Kg/l.

La Densidad es una propiedad que adquiere relevancia por su incidencia en varios aspectos,
por ejemplo, en los modernos sistemas de inyección la masa de carburante inyectada en la
cámara de combustión depende de la densidad, ya que según la definición de densidad
variara la cantidad de masa en el mismo volumen, debido a esto pueden producirse
variaciones de la relación aire/combustible que deben ser reguladas por un sistema de
control adecuado, que tiene cierta importancia en la regulación de los motores, además es
un indicativo del poder calorífico y se utiliza como variable en los procesos de producción.

En la practica el usuario prefiere el carburante lo más denso posible, compatible con las
especificaciones, ya que le proporcionara un mayor PCI volumétrico y por ende un mayor
rendimiento en Km/l.

Las especificaciones de la densidad para la gasolina sitúan un mínimo de 0,72 Kg/l y un

máximo de 0,775.

Volatilidad.

La gasolina a través de los inyectores de combustibles es atomizada y mezclada con aire antes
de ser inyectada en la cámara de combustión, por lo que es muy importante la tendencia de
los diferentes componentes presentes la gasolina a pasar de fase liquida a fase vapor,
propiedad definida de forma general como “Volatilidad” del carburante.

Si la gasolina no es lo suficientemente volátil significa que en la mezcla aire/combustible no

está en forma gaseosa y habrá dificultades en el encendido y en el comportamiento del motor
en régimen frio. Las dificultades de arranque pueden dar lugar a la formación de depósitos
tanto en la cámara como en la bujía.

Si la gasolina es demasiado volátil, se puede vaporizar en el propio tanque de

almacenamiento o en los conductos a los inyectores. Si la cantidad de vapor formada es muy
elevada el régimen de inyección no es el adecuado y no se suministra la cantidad adecuada
de combustible, con lo que el motor se “ahoga”, este fenómeno es conocido como “Vapor
Lock”. Como consecuencia de esto la combustión será incompleta.

Como la cantidad de vapores desprendidos dependerá de la temperatura del

medioambiente, es necesario definir unas condiciones de volatilidad para el verano y otras
para el invierno en aquellas regiones con grandes variaciones térmicas.

La presión de vapor de Reid y la curva de destilación son la forma de cuantificar la volatilidad

de los carburantes.
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Docente: Carlos Araya Fernández

Presión de Vapor de Reid.

El criterio utilizado hasta hoy en las especificaciones no es la presión de vapor verdadera, sino
una magnitud relacionada con ella llamada “Presión de Vapor de Reid” o PVR. El
procedimiento consiste en la medida de la presión relativa desarrollada por los vapores
desprendidos por una muestra de carburante encerrada en un recipiente metálico a 37.8°C.

Se notará que la PVR es una presión relativa, es decir, una diferencia sobre la presión
atmosférica. La PVR de las gasolinas esta generalmente comprendida entre 350 y 1000 mbar.
Es necesario establecer a la vez un umbral mínimo y un valor máximo, idénticos para todos
los tipos de carburante (97,95,93) pero diferentes según las estaciones del año.

En efecto la volatilidad del carburante debe ser suficiente para asegurar, en tiempo frio, un
arranque rápido y una marcha satisfactoria del vehículo. A la inversa, durante el
funcionamiento en tiempo cálido, es conveniente limitar la volatilidad con el fin de evitar
ciertos incidentes: disminución de la comodidad de conducción o paradas debidas a la
formación de tapones de vapor en circuito de alimentación, dificultades o imposibilidad de
arrancar para después de parada en un periodo en verano.

Actualmente, las exigencias de los vehículos se manifiestan más en tiempo cálido que en frio
por diversas razones (mejoras aerodinámicas, disposición transversal del motor, elevación
general de las temperaturas bajo el capó), de forma que los fabricantes de automóviles
desean una reducción más que un incremento de la PVR.

A estas restricciones de tipo tecnológico, hay que añadir una preocupación creciente por
limitar las pérdidas por evaporación, que para los motores de gasolina son una fuente
importante de contaminación atmosférica.

Finalmente, la tendencia actual va cada vez más, hacia una reducción de la presión de vapor
de las gasolinas. Esto no alegra a los refinadores ya que se ven obligados a limitar la adición
de hidrocarburos ligeros (butanos, butenos y alcoholes) a la composición de gasolina (ya que
los HC ligeros se evaporan con mayor facilidad).

Con esto se espera haber puesto en manifiesto que la PVR de las gasolinas constituye una
característica determinante de la calidad, resultado de un delicado compromiso entre las
exigencias de los vehículos, la optimización del refino y la protección del medioambiente.

Curva de destilación.

La curva de destilación es un ensayo que mide el porcentaje de combustible que se evapora

a medida que aumenta la temperatura.

Las temperaturas usadas dependerán del país, en chile las temperaturas usadas son 70°C,
121°C y 177°C, los porcentajes máximos de evaporación para las temperaturas son 10%, 50%
y 90% respectivamente.

Con las temperaturas y los porcentajes de destilación se puede crear una curva (grafico). Los
diferentes tramos de la curva permiten interpretar aspectos del comportamiento de la
gasolina. Las fracciones evaporadas a temperaturas más bajas tienen influencia en el
arranque en frio, la formación de hielo o las pérdidas de carburante por evaporación; la parte
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intermedia de la curva influye en la “conductibilidad” y el consumo en viajes cortos y la parte

final de la curva influye en la dilución del aceite, la formación de depósitos.

Contenido de azufre.

El contenido de azufre expresado en PPM es indicativo de la posibilidad de formación de

óxidos de azufre durante la combustión y a partir de los mismos de ácido sulfúrico, que ataca
u oxida los elementos con los que entra en contacto.

Fuente:

- José Lluch Urpi, Tecnología y margen de refino del petróleo, Ediciones Diaz de Santos,
2012.
- Wauquier, J. P., Refino del petróleo: petróleo crudo, productos petrolíferos,
esquemas de fabricación. Madrid, ES: Ediciones Diaz de Santos, 2004.