Cae
cae ema)
cree eee
Rousse
"(s+4) Es poco 10 que recuerdo
de aquel proyecto. Lo que mas
presente tengo en la memoria os
una discusidn con A.V. sobro
los planos que habia que
presentar. El insistia en
incluir las dos fachadas
mayores (deciamos "fachadas”
para entendernos, los dos
Sabiamos que no lo eran), 1a
que representa frontalmente el
muro cortina y aquella otra en
1a que desaparece 1a seccién
lonada. Yo le argumenté que
ello se contradecia con la
memoria, en 1a que se hablaba
de "un yolumen abstracto, sin
referencias... culturales...
cerrado en si mismo". .Qué
sontido tenia exhibir
Precisamente las fachadas, "lo
parlante" dei edificio, si lo
habiamos concebido como un
volumen silencioso en el
desierto, que iciera sentir
"la presencia imponente de lo
que falta"? E1 contests que no,
que lo que convertia el
edificio en una gran palabra no
eran las fachadas, dos
representaciones tan abstractas
como 1o pudieran ser las
plantas, sino aquella:
perspectivas que nos hab{an
costado tanto trabajo, y que en
todo caso era de elias que
debiamos prescindir. Insistié
en que justamente los dos
dibujos que tanto le
entusiasmaban eran los que
mejor expresaban 1a "dictadura
de lo mensurable sobre el
sentimiento y el suefio" de que
hablaba la memoria, y estaba
convencido de que eran
imprescindibles para que se
entendiera todo lo que habiamos
intentado decir. Yo le recordé
que esta cuestién ya
hab{amos discutido, y que eran
las plantas las que expresaban
esta dictadura de lo
mensurable, pero A.V. dijo que
al ser todas ellas distintas,
al ponerlas juntas tomaban un
aspecto de "obra de arte” que
no le gustaba nada. Yo empecé a
Ponerme nervioso. No estaba mal
que en 1a memoria se hablara d
"una magnifica y espléndida
catdstrofe” (ademés la firmaba
solamente A.V.). Pero la idea
de que en el catélogo de la
Wasmuth se mostrasen aquellos
dos dibujos como nuestro ultimo
proyecto me parecia francamento
ridfcula. Se lo dije, y 61 mo
records que aquel volumen no
ora nuestro timo proyecto,
sino "una forma objetiva, no
elegida, fruto fatal de uma
légica desatada", como rezaba
la memoria. Le pregunté si
bromeaba, y 61 desaté su risa
sacudida, tirande con un
movimiento del brazo la mitad
del whisky de su vaso, que
acababa de llenar por cuarta
vez. El whisky echo a perder ol.
libro de Schindler que
dbames Ge comprar; pero éi
15
be a ae |
Los dibusos que mmoa #e publicaron
no se inmuté. Entonces me af
cuenta de que estaba bebido.
Opté por cambiar de tono y
hacerle entender a A.V. quo
presentando aquellos dibujos
absurdos nos jugdbamos el
primer premio. Se puso serio de
Fepente, se acercé
tambaledndose hacia mi, me miré
fijamento a los ojos y mo
arrojé a la cara ol whisky que
Je quedaba. Me fui dando un
Portazo, secdndome al bajar con
1 puflo'de la manga. Me escocda
1 ojo derecho. No volvi a ver
a A.Y. hasta el dia en que
fuimos a recoger el preaic.
No puedo recordar esta
discusién sin sentirme
repentinamente por una extrafia
angustia, una angustia lejana
olvidada’desde hacia tiempo y
que ahora volvia como
intentando recuperar su
territoric, ese reino que le
pertenecia'de pleno derecho y
del cual tantas veces los
arquitectos habfamos intentado
desterrarla. J
(Del libro inédito de R.R.
"Oémo hice algunos de mis
invadido