Reseña Literaria Marco Antonio Jaramillo García

Un mundo feliz
Aldous Huxley

Preliminares

Los siguientes párrafos contienen información básica acerca del autor, su contexto
histórico y sus intenciones al publicar el libro, debido a su naturaleza informativa, estos
párrafos han permanecido inalterables y son citados.

“Aldous Leonard Huxley fue un escritor británico que emigró a los Estados Unidos. Miembro de
una reconocida familia de intelectuales (véase familia Huxley), es conocido por sus novelas y
ensayos, pero publicó también relatos cortos, poesías, libros de viaje y guiones. A través de sus
novelas y ensayos, ejerció como crítico de los roles, convenciones, normas e ideales sociales. Se
interesó, asimismo, por los temas espirituales, como la parapsicología y el misticismo, acerca de
las cuales escribió varios libros. Se le considera uno de los más importantes representantes del
pensamiento moderno.”

“Durante los años 20 Huxley y su familia pasaron el tiempo entre Londres y Europa, en Italia; y en
1925 viajaron al rededor del mundo, en 1926 visitaron la India y los Estados Unidos. A Huxley le
gustó la confidencia, vitalidad y la " generosa extravagancia" que encontró en la vida americana.
Las experiencias en la Italia fascista, donde Benito Mussolini gobernaba y favorecía la política
natalista para que su ejército se viera engrosado por estos, también proporcionaron material para
la utopía de Huxley, así como la del tiempo recuperó algo de visión, la suficiente para graduarse
lectura de críticas al régimen comunista de la Unión Soviética. Huxley escribió "Un mundo feliz "
en tan sólo cuatro meses de 1931.”

“En 1932 escribe en cuatro meses la obra que lo haría más famoso: Un mundo feliz, novela
distócica que ofrece una visión pesimista del futuro del mundo, mostrando una sociedad regida
por el condicionamiento psicológico como parte de un sistema inmutable de castas.”

“Se ha discutido por varios críticos literarios, y respaldado por Aldous Huxley, que el libro,
mientras satiriza el desarrollo de la sociedad, también provee una visión suicida sobre el futuro. En
la novela, la reserva (la cual es asociada con el pasado, y todo lo que ésta contiene como miseria y
enfermedades) y la sociedad futurista (la cual, es lo suficientemente apta y representa el futuro)
se unen en el protagonista: John el Salvaje. En un sentido metafórico, esta unión podría
representar el presente, en la medida que John no es parte ni del pasado ni del futuro de las
sociedades pasadas ni venideras”
Una visita a la utopía

La utopía ha sido siempre un sueño del hombre, y un anhelo creciente debido a la

imposibilidad no solo de crearla, sino de tan siquiera imaginarla. El mundo perfecto es una
idea diferente para cada mente, mientras que algunos velarían por pasión y libertad, otros
se inclinarían por estabilidad y tranquilidad. La falta de una homogeneidad superior en la
raza humana hace, por ende, imposible la concepción de una utopía aceptada por todos.

Pero, ¿Y si en este mundo los individuos cedieran su importancia ante bien común?, ¿Y si
las opiniones y aspiraciones fueran más bien algo secundario comparado con la
estabilidad social? ¿Y qué tal si un verdadero mundo perfecto fuera realmente posible?
Éste planteamiento nos lleva al mundo ficticio imaginado por Huxley, donde la felicidad de
cada individuo pareciera estar garantizada.

La organización social ha dejado atrás el concepto de “familia” así como a la mismísima

reproducción vivípara y ha creado un sistema de castas donde cada clase está, desde su
misma creación, destinada a cumplir con cierta función y se le da, mediante la ingeniería
genética, el intelecto necesario (ni más ni menos) para ejecutar dicha función. Los
individuos son condicionados subliminalmente desde su estado más embrionario para ser
felices con su inevitable destino, y para no tener ninguna añoranza mayor a su propósito,
de manera que se evita cualquier inconformidad.

La vida diaria de los individuos está llena de actividades para llenar las horas de ocio y
evitar pensamientos improductivos, la poligamia es algo completamente normal y el amor
es un concepto prácticamente inexistente, la vejez, así como la mayoría de las
enfermedades se han erradicado por los avances tecnológicos y una persona goza de
plenitud durante toda su vida, vida que no será extrañada cuando se termine, puesto que
la muerte es aceptada como proceso natural e inevitable.

No existen las guerras, las inconformidades ni la pobreza, pero tampoco la pasión, el arte
ni la religión.
Un alto contraste

El planteamiento del entorno, desde el inicio nos hace reflexionar acerca de la posibilidad
de un mundo organizado de esa manera, y de las implicaciones morales que significaría
una sociedad con tantas limitantes, pero al mismo tiempo con tantas ventajas.

Las reacciones de los personajes ante la idea del mundo como lo conocemos nosotros
refuerza increíblemente el concepto de que, bajo cierta perspectiva, la sociedad
contemporánea es una locura. Y de como las definiciones de “Felicidad” “Satisfacción” e
“individualidad” cobran un significado bastante diferente y por ende, difuso ante nuestro
juicio.

¿Es válido sacrificar en gran medida la individualidad por una estabilidad social? ¿Es
correcto dividir tan marcadamente a la población de manera intencional? Y la más
importante a mi parecer ¿Qué mal podría haber en un mundo donde todos son felices con
lo que hacen y están satisfechos con sus vidas?

La elite

Mientras que la inteligencia de las castas más bajas es intencionalmente muy baja y su
condicionamiento muy alto para que se limiten a realizar sus simples tareas, a las castas
más altas se les otorga de una mayor inteligencia y unas ataduras morales menos estrictas
para que puedan desempeñar trabajos importantes con la capacidad de tomar elecciones,
ésta clase alta, son los alfa.

Y es en este grupo donde se enfoca la mayor parte del libro y donde conocemos a nuestro
primer protagonista, Bernard Marx. Él es el primer indicio que nos demuestra que a pesar
de que los individuos sean química, psicológica y neurológicamente tratados desde la
etapa embrionaria y durante todo su desarrollo, el raciocinio y la curiosidad humana
pueden generar individualidad.

Bernard no está conforme con la sociedad en la que vive, y constantemente se siente

aislado no solo de los individuos con los que se relaciona, sino también ajeno a su
percepción del mundo. Este personaje hace gala, durante la primera mitad del libro, de su
comportamiento más “humano” que contrasta altamente con el resto de personas y que
una vez más nos demuestra lo diferentes que pueden verse las cosas según su
perspectiva.
Una mente diferente

En ese mundo controlado y altamente planeado aún existen ciertas reservas para la vida
indígena, lugares donde humanos siguen practicando las antiguas costumbres de
reproducción vivípara y organización familiar, todo de manera aislada de la civilización.

Es en una de éstas reservas, durante la segunda mitad del libro donde encontramos a
John, quien sustituye a Bernard como el personaje más “humano” a partir de su aparición
y hace parecer a todo lo anterior del libro como un simple prólogo a su llegada.

La presencia de John en el mundo futurista es una especie de conexión entre el futuro de

la sociedad ordenada y el pasado caótico del que viene, habiendo siempre una gran
tensión entre el muchacho y el entorno: Las costumbres de la sociedad carecían de
sentido para él y no solo eso, sino que sentía repudio hacia muchas de éstas y trataba, sin
ningún éxito, de hacerles entender a las demás personas cuál era su sentir.

Si bien, la estadía inicial del joven salvaje es altamente interesante y deja bastante en que
pensar, es solo un tentempié para lo que es, a mi parecer, el evento más reflexivo del
libro.

El encuentro final

La charla entre 2 personajes, John, el chico salvaje y reacio ante la idea de la sociedad
como es, y Mustafá Mond, uno de los interventores, un alto mando del mundo que apoya
solemnemente a la perfecta sociedad que él mismo ha ayudado a preservar. Ésta
conversación no solo abarca los temas controversiales que desde el principio se trataron
en el libro sino que amplía las perspectivas tan opuestas a niveles de filosofía altísimos.
Los valores de la humanidad desde sus inicios contra la frialdad de la estabilidad, la familia
contra la nueva sociedad y la felicidad perpetua contra el derecho a ser infeliz.

Conclusiones

“Un mundo feliz” es un libro que de inicio me pareció sobrevalorado y que leí con cierta
pereza, pero que luego de observar detalladamente puedo decir que es toda una obra
digna de recordar y más aun de reflexionar. Más allá de la historia que cuenta, el entorno
tan atípico y nuevas perspectivas ante planteamientos conocidos hacen de éste un libro
que en definitiva vale la pena leer por lo menos una vez.