1. Sólo las palabras a las que se les marca tilde tienen acento. Todas las palabras
tienen acento. El acento es la mayor fuerza o intensidad sonora que posee una
sílaba sobre las demás. A este acento se le denomina acento prosódico, cuando
este acento se marca gráficamente mediante la tilde, se llama acento ortográfico.
Para escribir correctamente las tildes, es necesario tener claro cómo se separan las
palabras por sílabas y así poder determinar si son agudas, graves o esdrújulas, para
aplicar las normas básicas de acentuación.
De nada sirve aprender que las palabras graves son las que llevan el acento en la
penúltima sílaba si no se sabe cuál es esa sílaba; por eso aquí están las reglas para
identificar las sílabas, no sin antes aclarar que en algunos casos difieren de las reglas
para dividir las palabras al final de un renglón, las cuales se verán más adelante:
Una consonante sola nunca forma una sílaba, pero una vocal sí puede serlo: a-é-
re-o, a-mor, e-na-no, e-dad, i-só-to-po, i-rá, o-pa-car, o-se-a, u-ra-pán, u-ten-si-lio.
Cuando una consonante va al comienzo, siempre formará sílaba con la vocal que
le sigue: pa-pá, ca-be-za, de, fá-bu-la, go-ta, ma-no.
Cuando una consonante va en medio de dos vocales, siempre formará sílaba con
la vocal que le sigue: da-do, so-pa, fi-gu-ra, za-pa-to, ra-ta.
Cuando una consonante está al final de una palabra, se une a la vocal que va
antes: mi-rar, tos, co-ser, cir-cu-lar, a-yer, ké-fir, re-loj
Cuando hay dos consonantes seguidas, la primera se une a la vocal que va antes
y la segunda, a la vocal que va después: En-ri-que, sal-tar, juz-gar, con-sen-ti-do,
com-pu-ta-dor, com-pac-to, des- per-di-ciar
Palabras compuestas
Cuando hay guión entre las palabras que se unen, cada componente conserva su
acento. Ejemplos: árabe-israelí, político-económico, histórico-crítico, etc.
Cuando se unen verbos o verboides con los pronombres (lo, la, le, los, las, les,
me, te, se, nos y os), se conserva la acentuación del verbo o del verboide y se tilda
de acuerdo con las normas generales de acentuación. Traiga – tráigamelo, diga –
dígale, cantando – cantándosela, riendo – riéndome.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PALABRAS
Las palabras suelen tener características que debemos tener en cuenta a la hora de
separarlas en sílabas, para saber cuál es la posición correcta del acento y poder
clasificarlas en agudas, graves, esdrújulas o sobresdrújulas. Incluso para saber si una
palabra es monosílabo o bisílabo. Tres de esas características son el diptongo, el
triptongo y el hiato.
EL DIPTONGO
Una palabra tiene diptongo cuando en ella hay dos vocales seguidas en una misma
sílaba. Para saber si hay diptongo, hay tres fórmulas que nos ayudan a saberlo.
EL TRIPTONGO
Una palabra tiene triptongo cuando en ella hay tres vocales seguidas en una misma
sílaba. Para saber si hay triptongo, hay una fórmula que nos ayuda a saberlo.
EL HIATO
Una palabra tiene hiato cuando en ella hay dos vocales seguidas en diferentes sílabas.
Para saber si hay hiato, al igual que el diptongo, también hay tres fórmulas que nos
ayudan a saberlo.
Ejemplos:
Chiita.
Acento diacrítico
El acento diacrítico sirve para distinguir las funciones que una misma palabra puede
realizar en la oración. Los casos de acento diacrítico son:
EL: No lleva tilde porque es átona cuando es articulo determinado. El carro está
en el parqueadero.
ÉL: Lleva tilde porque es tónica cuando es pronombre personal. Le dije a él que
me llamara.
TÚ: Lleva tilde cuando es pronombre personal. Quiero que tú leas el discurso.
MI: No lleva tilde cuando es adjetivo posesivo o nota musical. Mi piano está
desafinado en la nota mi.
DÉ: Lleva tilde cuando es del verbo dar. Dé mil pesos más para la comida.
SÉ: Lleva tilde cuando es del verbo ser o saber. Sé lo que digo, querida; sé
consciente.
MAS: No lleva tilde cuando es conjunción adversativa (pero). Tengo que comprar
algunas cosas, mas no tengo el dinero.
MÁS: Lleva tilde cuando es adverbio de cantidad o sustantivo. Quiero más café.
Escribe el signo más.
SOLO: No lleva tilde cuando es adjetivo (sin compañía) o sustantivo. Él solo hizo
un solo de guitarra.
AUN: No lleva tilde cuando equivale a incluso, ni siquiera, inclusive. Ni aun con
ayuda lo hizo bien. Gritó, aun sabiendo que eso le afectaba.
AÚN: Lleva tilde cuando es adverbio y equivale a todavía. Aún está lloviendo.
*** Las palabras que, quien, quienes, cual, cuales, cuando, cuanto, cuantos, cuan, donde,
adonde, y como no llevan tilde cuando son pronombres relativos. Llevan tilde cuando son
pronombres interrogativos y admirativos.
*** Antiguamente se decía que éste, ése, aquél y sus femeninos y plurales debían tildarse
cuando eran pronombres y dejarse sin tilde cuando eran adjetivos. Esa norma dejó de ser
obligatoria en 1952, desde ese año quedó opcional la norma de tildarlas cuando son
pronombres.
Carácter es siempre palabra grave, bien se use para referirse a los rasgos de
personalidad o para referirse a los tipos de imprenta. El plural es caracteres.
Libido es palabra grave cuando es el sustantivo con el cual se conoce el impulso sexual.
Lívido es un adjetivo que expresa la excesiva palidez del rostro.
Neologismos
Se considera que su uso está aceptado en los casos en que, por tratarse de términos
técnicos o científicos, o palabras sin equivalente en nuestro idioma, son necesarios para
designar conceptos nuevos, por lo cual sirven para atender una nueva necesidad, lo que
nos lleva a hablar de los tecnicismos.
Tecnicismos
Bajo pretexto de los tecnicismos, es frecuente encontrar, sobre todo en las ciencias
sociales y en el discurso político, multitud de neologismos totalmente innecesarios. Si bien
es cierto que el español utiliza prefijos y sufijos para formar palabras, sean sustantivos,
adjetivos o verbos (en + dulce + terminación verbal ar = endulzar), y que el lenguaje
popular ha hecho posible el enriquecimiento idiomático —un verbo como cantinflear, sin
sinónimo en el diccionario—, también es verdad que no podemos andar inventando
palabras sin ton ni son; por ejemplo, si tenemos el sustantivo concreto (preciso,
determinado, sin vaguedad) y el verbo concretar (hacer concreto, reducir a lo esencial),
¿qué necesidad teníamos del verbo concretizar, galicismo que a fuerza de usarse,
terminó por forzar su entrada en el DRAE? Y en el mismo caso estáninfluenciar por
influir, obstruccionar por obstruir, sindicalizar por sindicar.
Con el uso incorrecto de los sufijos, se construyen (o destruyen) párrafos que llegan casi
al absurdo:
Bien señala Roberto Zavala que con el uso de estas frases solo se logra “oscurecer el
mensaje y endurecer el estilo”.
Barbarismos o extranjerismos
Los extranjerismos funcionan como las modas: tenemos muchísimas palabras de origen
galo, ya aceptadas en nuestro idioma, que son resultado de los usos y costumbres
afrancesadas que prevalecen allá por los tiempos de don Porfirio. En la actualidad,
padecemos de una invasión de términos del idioma inglés originada, principalmente, por
el auge del cine y la televisión (suspense, thriller, checar), por la información noticiosa
que llega por medio de las agencias de prensa extranjera (magazine, reportar), por los
deportes (penalti, ring), por la publicidad (marketing, slogan) , etc.
En muchas ocasiones, esta invasión da por resultado el uso de esas voces foráneas en
lugar de traducciones correctas, es decir, de los términos equivalentes en español: (box
por boxeo); en otras, sucede que la voz extranjera de castellaniza, lo que se conoce
como adaptación morfológica (de football: fútbol, de goal: gol, de shoot: chutar).
El solecismo es un error en contra de la exactitud o pureza del idioma; es, también, un
vicio de dicción, o el uso incorrecto de la sintaxis o construcción gramatical.
Son solecismos en el régimen de preposiciones (pulsera en oro por pulsera de oro; entrar
a por entrar en), los vicios sintácticos (qué tú crees por qué crees tú; qué tanto que por
cuánto), los errores de dicción (cónyugue por cónyuge; interperie por intemperie), y hasta
idiotismos y disparates (orfanatorio y orfelinato por orfanato; preveer por prever).
Telecismos
Por ejemplo: (uno a la vez por uno por uno, polvoso por polvoriento)
El cosismo
Según Martín Vivaldi vivimos en pleno cosismo, "por tendencia al menor esfuerzo
pensante". La palabra cosa se emplea cada día más (como sustantivo, adjetivo, verbo, etc.).
Lamentablemente, la utilización del comodín no sólo se reduce a la palabra cosa sino a
términos genéricos que impiden la precisión y el desarrollo del potencial léxico, estos
términos son:
Asunto-algo-cuestiones-caso-montón-vaina
Ejemplos:
Falta de precisión
Ejemplos:
Al compararlas con:
- Me gusta como cantas esa canción.
- Al fin de mucho esfuerzo, pudimos distinguir entre la multitud a la persona que tanto
buscábamos.
- No pudo cruzar la frontera por falta de documentos de identidad.
- Me gustan las novelas rusas; como por ejemplo, las escritas por Dostoievsky.
- El tabaco es perjudicial (nocivo) para la salud.
- Planea trasladarse a otro barrio.
Podemos observar que si nuestro capital léxico se redujera únicamente a cuatro o cinco
palabras las posibilidades de comunicación se reducirían casi a cero. Pues bien, sucede que
sin darnos cuenta, utilizamos palabras "comodín" repetidamente que cierran las posibilidades
combinatorias, por ejemplo:
Es el uso indebido del relativo que con papel adverbial junto al verbo ser. Es la utilización
del relativo que como en el modo francés donde es posible cambiar un adverbio (donde,
cuando, como) por la partícula que. Por esta razón a este error se le llama “que galicado”.
En español este uso del que no es correcto.
- Es así "que" lo quiero hacer. Es así como lo quiero hacer. Así lo quiero
hacer.
- Fue allí "que" lo encontré. Fue allí donde lo encontré. Allí lo encontré.
El dequeísmo y la dequefobia
El dequeísmo es el uso incorrecto de la preposición de y el relativo que, regularmente
después de un verbo: pienso de que, afirmó de que, considero de que, en lugar de pienso
que, afirmó que, considero que.
Es claro que la pregunta y la respuesta son incorrectas, hace falta un DE, porque nos
"alegramos de algo", no nos "alegramos algo".
Más ejemplos:
Algunos verbos exigen también de antes del elemento sobre el que recae su significado.
Ejemplos:
Me acuerdo de que tejía muy bien.
Se alegra de que haya terminado sus estudios.
Se encargó de que lo hiciera.
Todo depende de que digas la verdad.
Se habla de que no prestarán ayuda.
Me olvidé de que debía llevar la carta.
Se preocupa de que todo esté impecable.
Verbos que aceptan QUE y DE QUE
ADVERTIR
Cuando "advertir" significa "notar", "observar", se construye sin la preposición DE. Cuando
significa "hacer notar", dicha preposición es obligatoria:
Él advirtió su enojo.
Le advertí de que su mamá lo sabía.
AVISAR
Cuando "avisar" significa "comunicar algo", se construye sin la preposición DE. Cuando
significa "prevenir de algo", dicha preposición es obligatoria:
DUDAR
Locuciones conjuntivas
Las locuciones conjuntivas antes que, antes de que, después que, después de que
pueden usarse indistintamente:
El gerundio es un verboide (al igual que el participio pasivo y el infinitivo) cuya función en la
oración es la de adverbio de modo, es decir, nos dice cómo se realiza la acción. Tiene raíz
de verbo y las terminaciones ando, endooiendo. Ej.: comiendo, amando, tomando,
dejando, yendo.
El gerundio siempre debe afectar una acción, siempre debe responder a “cómo” se hace la
acción:
- Antonio trabajó todo el día pensando en sus problemas.
¿Cómo trabajó Antonio?
Pensando en sus problemas.
Cuando se utiliza un gerundio y este no responde la pregunta del cómo se hizo la acción
porque es incoherente, es claro que ahí no debe ir.
Participios activos: son los que terminan en ante o ente y se refieren al oficio o
condición de quien actúa. Su género es común, es decir, sirven para el femenino y para el
masculino: dibujante, ponente, cantante, oyente, gerente, asistente, etc.
Participios pasivos: son los que terminan en ado o ido y forman tiempos compuestos y
funcionan como adjetivos: leído, mostrado, regalado, elegido, apercollado, rumbeado,
comido, violado, abandonado.
Existen participios pasivos irregulares, es decir, que no se forman con las terminaciones
ado o ido: abierto, absuelto, adscrito, antepuesto, contradicho, cubierto, descrito,
descubierto, desenvuelto, deshecho, devuelto, dicho, dispuesto, disuelto, encubierto,
entreabierto, entrevisto, envuelto, escrito, expuesto, hecho, impuesto, inscrito, licuefacto,
manuscrito, muerto, opuesto, pospuesto, prescrito, previsto, propuesto, proscrito, puesto,
reabierto, recubierto, rehecho, repuesto, rescrito, resuelto, revuelto, roto, satisfecho,
superpuesto, supuesto, suscrito, trascrito, visto, vuelto y yuxtapuesto.
Así mismo, existen verbos que forman dos participios pasivos, uno regular y otro irregular,
y es aquí donde se generan los errores al confundir sus usos respectivos:
En estos casos, el regular se usa después de verbo (como participio pasivo que
complemente la acción) y el irregular, después de sustantivo (como adjetivo):
La preposición es una palabra que sirve para establecer una relación entre otras dos
palabras; las relaciones que establecen las preposiciones son múltiples: material, causa,
tiempo, cantidad, ubicación, duración, pertenencia, etc. En el español existen 53
preposiciones, pero muchas de ellas hoy son arcaicas y realmente solo usamos 23:
a, ante, bajo, como*, con, contra, de, desde, durante, en, entre, excepto, hacia, hasta,
incluso, mediante, menos, para, por, según, sin, sobre, tras.
Habitualmente, los textos de gramática dan otro listado; se olvidan de como, durante,
excepto, incluso, mediante y menos, y añaden cabe y so.
Las dos últimas, efectivamente, son preposiciones, pero se usan muy poco: cabe no
proviene del infinitivo caber, por lo tanto, en la oración el libro no cabe en la biblioteca, la
palabra cabe no es una proposición, sino un verbo. El uso correcto de esta preposición es
el de cerca de, como en la oración estuve cabe tu casa (estuve cerca de tu casa), pero,
como se nota, este sentido ya no se entendería en un ámbito común, es arcaico. La
preposición so es distinta del prefijo so; este último se usa antes de un insulto (adjetivo
con carácter despectivo) para denotar aumento: soimbécil, sotarado. Como preposición,
so significa bajo y se oye con poca frecuencia, seguida del sustantivo pena: tenga en
cuenta que estará so pena de cinco años, pero para no caer en arcaísmos se puede decir:
tenga en cuenta que tendrá una pena de cinco años.
La mayoría de las preposiciones se escriben separadas de las dos palabras que van a
relacionar (vine con ella, dijo ante el juez, Alemania contra Francia, película de ficción).
Además, con las preposiciones existen casos de contracción, es decir, mezcla de dos
palabras para formar una nueva: las más comunes y únicas obligatorias son las de las
preposiciones a y de seguidas del artículo el: a + el = al y de + el = del.
La única excepción se presenta cuando el artículo el hace parte de un nombre propio, por
ejemplo en los nombres de periódicos: El Tiempo, El Espectador, El País, El Nuevo Siglo.
Cuando se antepone a o de, no se hace la contracción: pasó de El Tiempo a El
Espectador.
Los pronombres son aquellos que reemplazan al sustantivo o se refieren a él. Se les llama
proclíticos cuando van antes del verbo y se escriben separados de este. Me empecé a
dormir poco a poco, te envié la carta. Cuando van después del verbo y van unidos a él se
llaman enclíticos. Entiéndeme, por favor. Devuélvelo.
Los pronombres lo, la, le, los, las y les
Los pronombres lo, la, los, las reemplazan el complemento directo. Si para el caso de la
oración Pedro Díaz entregó un informe al gerente, y ya le he hablado del informe, puedo
reemplazar el complemento directo (el informe) por el pronombre lo, que corresponde a
la palabra informe por ser de género masculino y de número singular.
Si la oración es Pedro Díaz entregó una carta confidencial al gerente, el pronombre para
reemplazar carta confidencial, femenino singular, es la,
El gerente de Bebidas y Bebidas S.A. le envió una muestra de su nueva gaseosa al doctor
Betancur.
Le envió al doctor Betancur o le envió a la doctora Rosita Mesa, pero solo para singular.
El error frecuente se produce cuando el complemento indirecto es plural.
LA ORACIÓN
Estructura de la oración
SUJETO+V.TRANSITIVO+O.DIRECTO+O.INDIRECTO + C. CIRCUNSTANCIALES
ORACIÓN DETERMINATIVA
QUIÉN ACCIÓN QUÉ A QUIÉN DÓNDE, CÓMO,
ETC.
Ejemplo:
Ana llevó los documentos inconclusos a su jefe en la mañana del sábado para que
estuvieran listos el martes.
Ana [quién] llevó [acción] los documentos inconclusos [qué] a su jefe [a quién] en la
mañana del sábado [cuándo] para que estuvieran listos el martes [para qué].
Ejemplo:
Ana durmió con su hermana en la cama de la abuela porque su cuarto tiene un problema
de humedad.
Ana [quién] durmió [acción] con su hermana [con quién= preposición + quién] en la
cama de la abuela [dónde] porque su cuarto tiene un problema de humedad [causa].
Complementos circunstanciales:
Aunque no hay un orden fijo, para evitar confusiones es mejor escribir primero los
complementos de tiempo, lugar y modo, y luego los de causa y finalidad.
Ejemplo:
Orden lógico
LA PUNTUACIÓNLA COMA
Las palomas rojas aparecieron el día en que un sol bermejo asomó tras las
montañas de piel granate erizadas en cactos encarnados por el destello salmón de
los rayos y la mañana continuó siendo de un púrpura encendido que alarmó a los
habitantes de Tezontle quienes sólo ese mediodía leyeron en el morado cardenal
del aire y en el fucsia de las nubes y en el olor de azaleas del ambiente las señales
que todo Jalisco esperaba desde cuando los primigenios profetas de piel de cobre
habían predicho sin alarma que siglos después de la destrucción del Templo
Mayor una bandada de palomas rojas como la sangre navegaría en los pliegues
del viento rumbo al corazón del pueblo y sin más itinerario que el diseño de una
espiral carmesí armada al vuelo desde el espinazo de las lomas hasta el zócalo de
la plaza sobre la cual aquel enjambre de palomas rojas como el mar rojo
sombrearía la tierra de una luz grana y exaltaría el recuerdo de tantas y tantas
muertes por venir. (David Sánchez Juliao, Pero sigo siendo el rey.)
Los signos de puntuación obedecen a la estructura del texto y, lo más importante, son los
que le dan el significado preciso al escrito. Eso equivale a decir que una coma no se arca
para respirar, ni para que se vea “bonito” el texto, sino para dar un significado preciso.
“La esencia de la idea va sin comas”
Tipos de coma
Coma enumerativa
Coma vocativa
Coma circunstancial
El Ministro del Interior entregó pruebas contundentes del caso, gracias a la acertada
gestión de su equipo de trabajo.
El señor Pablo Martínez se apoderó de terrenos de la señora Josefina Andrade, con el fin
de ampliar el campo de cultivo de sus hortalizas, mediante el recurso de ir corriendo la
cerca cada día un metro.
Coma sicológica
Gracias a los estímulos del maestro, el alumno pudo superar las pruebas de manera
satisfactoria.
En días pasados, por los torrenciales aguaceros, el apartamento 104 se inundó.
Comas explicativas
Este año IBM ganó cien millones más que el año anterior.
Este año IBM ganó cien millones, más que el año anterior.
Coma adversativa
Los proyectos están listos desde el jueves pasado, pero nadie los ha revisado.
Aunque nos los habían encargado para el sábado, los proyectos están listos desde el
jueves anterior.
Coma elíptica
Reemplaza el verbo en la oración elíptica. Una oración elíptica es una oración con verbo
sobrentendido o elíptico.
Coma de enlace
Coma decimal
Separa los números enteros de los decimales.La máxima calificación fue 4,5.
Coma bibliográfica
Separa el apellido anticipado del nombre de un autor.