Con la domesticación de los animales pudo disponer, de forma continuada, de alimentos tan
necesarios y tan nutritivos como la carne y la leche ; se dedicó a recoger semillas y a
plantarlas. La necesidad de defensa y la ayuda mutua condujo a los hombres a vivir agrupados
bajo la dirección del cazador más valiente y experimentado, o la de los ancianos del grupo.
Esas asociaciones eran nómadas o sedentarias. Las primeras se trasladaban de un sitio a otro,
en busca de mejores lugares de caza y pesca. Las sedentarias, en cambio, permanecían mucho
tiempo en un lugar determinado, que les ofrecía abundante caza y pesca, o que les era
propicio para sus cultivos y cría de ganado.
Otro de los grandes descubrimientos de esta época fue la arcilla, mediante la cual el
hombre primitivo empezó a elaborar sus propios objetos utilizándolos en su mayoría
como útiles para comer.
No podemos olvidar que uno de los grandes descubrimientos de este personaje fue la
agricultura, para convertirlo en un ser sedentario debido a su uso, pasando a ser
secundaria la actividad de cazar para su supervivencia.
Así llegaron a contar con utensilios y armas más efectivas para el trabajo y para la
lucha por la vida: el arco y la flecha, que les permitía alcanzar al enemigo a distancia; la
honda que hacía más violento el impacto de la piedra lanza da desde lejos; el arpón y
el anzuelo, que facilitaron la pesca; la piragua primitiva tallada en un tronco, con la que
vadearon los ríos o los recorrieron impulsándola con los remos.
Con la domesticación de los animales pudo disponer, de forma continuada, de
alimentos tan necesarios y tan nutritivos como la carne y la leche. Habiendo observado
cómo se reproducen y crecen las plantas, se dedicó a recoger semillas y a plantarlas.
En este tiempo los hombres y mujeres vivían en grupos de varias familias llamadas
tribus.
Recogían frutos y raíces.
Cazaban bisontes, mamuts, caballos, renos y pescaban.
No tenían sitio fijo para vivir, eran nómadas.
Cuando se terminaba la comida buscaban otro lugar.