técnica para calcular el tiempo que separa a dos poblaciones (también a especies) mediante el análisis de las mutaciones
acumuladas en cada una. Se basa en el hecho de que en un gen o en la proteína que produce un gen se van acumulando
mutaciones paulatinamente a una tasa de cambio, en principio, constante. Cuando dos poblaciones o especies se separan, el
número de diferencias genéticas existente entre ellas será, en principio, proporcional al tiempo de separación.
Es un instrumento de gran utilidad para ajustar los tiempos relativos de ramificación en los árboles evolutivos
1. El número de diferencias entre dos genes equivalentes de dos especies diferentes nos permite conocer el número de
cambios que han tenido lugar desde que las líneas evolutivas que conducen a cada una de las especies se separaron
2. Multiplicando el ritmo al que se producen dichos cambios por el número de cambios detectados podremos calcular el tiempo
que hace que ambas especies tuvieron un antepasado común y sus historias comenzaron a seguir caminos independientes
De esta forma la divergencia molecular entre moléculas equivalentes en especies diferentes se convierte en una forma de
medir el tiempo desde la perspectiva evolutiva. Para entender mejor el fundamento del concepto de reloj molecular y de las
técnicas de análisis comparado de moléculas puede ver el siguiente dibujo esquemático
A las ratites se las unía fundamentalmente por la presencia de un esternón plano, sin quilla (en la quilla se insertan los
músculos para volar) El avestruz, el emú, los casuarios, los ñandúes, los kiwis y los tinamúes son los representantes
actuales de este grupo, mientras que los moas y los epiornítidos son formas ya desaparecidas.
Esqueletos similares:
La similitud entre los esqueletos de los dinosaurios y aves es muy evidente, muchos dinosaurios terópodos
presentaban las dos clavículas fusionadas en una fúrcula o espoleta, “el huesito de la suerte” que se observa en el
pollo y en todas las aves modernas.
Además, varios de estos dinosaurios presentaban el esternón en forma de quilla. Esta es la forma que tiene
también en las aves, lo que le permite que los músculos de las alas sean fuertes y también flexibles, algo que
detallaremos más adelante.
La escapula u omoplato era largo y delgado tanto en los terópodos como en las aves actuales.
Ambos tenían huesos huecos, una característica fundamental en las aves, que las ayuda a alivianar su peso y
lograr el vuelo.
Finalmente otra semejanza es que tanto las aves desarrolladas y los terópodos parecidos a las aves perdieron dos
dedos y de los tres restantes el del medio es el más largo.