Parece que la historia se repite como si fu�ramos parte de la pel�cula �El d�a de
la marmota� cuyo personaje principal vuelve a vivir el mismo d�a una y otra vez.
Pero lejos de pensar este escenario como un hecho extraordinario e inesperado es
necesario retroceder en el tiempo y analizar las decisiones que nos colocan en esta
situaci�n de fragilidad. Desde sus inicios el gobierno comenz� un sendero de
desregulaci�n del mercado cambiario y financiero perdiendo las herramientas para
frenar una corrida. A ese proceso se sum� el endeudamiento utilizado en financiar
la fuga, el turismo, la remisi�n de utilidades y casi ning�n proyecto productivo.
No solo el gobierno nacional, tambi�n las provincias que lejos est�n de tener
capacidad de repago. Al d�ficit comercial previsto en el presupuesto 2018 se
agregan la mala cosecha y la retenci�n de soja que agravan la situaci�n al frenar
el ingreso de d�lares genuinos. Frente a este contexto, no comprender que Argentina
tiene un problema estructural de restricci�n externa y que cualquier brisa en los
mercados internacionales aqu� se transforman en tornado es un error.
Es as� que las devaluaciones de los �ltimos d�as en los pa�ses emergentes, el
incremento de la tasa de inter�s de los bonos del Tesoro estadounidense, la
aplicaci�n del impuesto a la renta para los inversionistas extranjeros aprobada en
la reforma tributaria, sin ning�n mecanismo de contenci�n se vuelve una combinaci�n
explosiva.
La jugada termin� otra vez en las puertas del FMI para pedir un salvavidas de plomo
que llegar� con sus condicionalidades. Distintas versiones indican que el cr�dito
solicitado llegar�a a unos 30 mil millones de d�lares, el mismo monto que el
pr�ximo vencimiento de Lebacs. Nada dice que todos corran a hacerse de su dinero,
pero por lo menos una buena parte de ellos lo har�n generando m�s presi�n al tipo
de cambio.
Venta de d�lares para intentar contener la corrida que consumi� m�s de la mitad de
la deuda tomada en el a�o, incremento de la tasa de pol�tica monetaria, operaciones
en el mercado de futuros, conferencias de prensa para calmar los �nimos anunciando
m�s ajuste fiscal y un salvataje con el FMI, no lograron a�n que el d�lar pare de
subir y no hay evidencias de ning�n otro pa�s emergente que est� tomando las mismas
medidas.