En el módulo se muestra los diferentes puntos desarrollados por el colectivo de

profesores del departamento de humanidades de la universidad mariana, se

plantea bajo los siguientes interrogantes ¿por qué interesa tanto la historia de
las ideas filosóficas?; ¿bajo cuáles condiciones debe ser repensado el
pensamiento filosófico?; ¿cómo transformar este mundo en un mundo deseado?
de esta manera se hace visible toda una clasificación programática que recorre
las aulas de la institución, es decir, pensamientos y aportes de autores, unos de
tendencia analítica, otros cristianos y el resto abundantemente modernos.

Como filosofar en esta sociedad impregnada de un sinnúmero de crisis tanto en

los ámbitos económico-políticos como sociales y culturales. Por lo anterior este
modulo se convierte en una herramienta metodológica, epistemológica y
pedagógica.

Este módulo se compone de dos unidades principales: La primera, PENSAR EL

HOMBRE Y PENSAR EL MUNDO busca un acercamiento critico y reflexivo
desde los diferentes tratados de la filosofía.

En la segunda unidad, PENSAR LA UNIVERSIDAD, hace un acercamiento al

origen y desarrollo histórico de la Universidad.

Es así como este módulo presenta toda una serie de herramientas pedagógicas
encaminadas a propiciar la consecución del propósito misional de la Universidad
Mariana. Teniendo en cuenta la globalización del mundo en donde se exige
profesionales competentes, pero también comprometidos con la construcción de
una sociedad mejor para todos.

Este módulo no se presenta como un simple acervo de informaciones teóricas

sino, por lo contrario, éste se convierte en un valioso aporte que genera espacios
para la disertación y correspondiente lectura de las diferentes realidades
sociales.

El pensamiento filosófico se constituye hoy por hoy en un espacio generador de

reflexiones, disertaciones y trabajo intelectual de lo más significativo para este
nuevo milenio; y, en justicia, la afirmación de algunos autores de que tal vez se
hace necesario y urgente un proceso de deconstrucción, en el cual, a la mejor
manera de Nietzsche, hay que deconstruir todo el legado de la doctrina filosófica
proveniente de occidente, pero también podría decirse que no se puede negar lo
valioso de la herencia occidental.

Unidad I: Pensar el Hombre y el Mundo

En esta unidad se mira a la filosofía como experiencia de vida, es decir como la

posibilidad de establecer procesos de reflexión sobre todos los aspectos de la
existencia humana, que hacen posible el estar en el mundo y la posible
realización personal.

en una herramienta o un pretexto para acercarse a aquellos problemas que se

suscitan en el acontecer cotidiano y brindar la oportunidad de fortalecer la
reflexión personal sobre los mismos.
En la actualidad, filosofar implica preguntar y responder por el sentido de la vida.
Es ir más allá de la vida cotidiana sin dejar de estar en ella, buscando nuevos
aires y nuevos mundos que posibiliten una actitud seria y reflexiva frente a la
vida y la actuación del ser humano en el mundo.
El objetivo en este capítulo se habla de propiciar una reflexión filosófica que
responda a las preguntas planteadas por Kant: ¿qué puedo saber? ¿qué debo
hacer? y ¿qué me está permitido esperar? que tienen como fundamento la
pregunta ¿qué es el hombre?

TEMA 1: FUNDAMENTOS: HUMANIDADES Y FILOSOFÍA.

IMPORTANCIA DE LAS HUMANIDADES
En la mayoría de las universidades las políticas institucionales se trazan como
objetivo principal la formación integral del ser humano, sin embargo, la realidad
es otra ya que se observa una separación entre el conocimiento técnico –
científico y la formación humana.
Desde ahí nos lleva a reflexionar la importancia de las humanidades, ya que no
se deben considerar como asignaturas de relleno, sino que también tienen su
propio rigor académico.
su finalidad es constituirse en el espacio predilecto para hablar de nuestra
condición humana.
Fernando Savater ilumina esta reflexión cuando afirma que “la verdadera
educación no consiste en enseñar a pensar, sino también en aprender a pensar
sobre lo que se piensa.
Este momento reflexivo nos lleva a pensar al hombre como un ser
pluridimensional, histórico, creativo, cultural, político, social, y, sobre todo,
educable.
El objeto de estudio de las humanidades es el hombre en su ser íntegro.
estrictamente hablando los seres humanos no crecen, sino que con crecen,
crecen con otros seres humanos.
este contexto, sin lugar a dudas, la educación constituye un factor muy relevante,
puesto que a diferencia de los animales y otros seres que nacen ya siendo lo
que definitivamente son, el hombre nace para la humanidad, pero necesita
hacerse hombre. Éste no es un ser predeterminado ni genética, ni psicológica,
ni sociológicamente. Es un ser en construcción, un proyecto.

Según Kant, “el hombre es el único ser que ha de ser educado…, porque
únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre…
“sólo por la educación la naturaleza humana se desenvolverá cada vez mejor”

SAVATER, Fernando. En su libro El valor de educar. Nos lleva a reflexionar

sobre lo siguiente “los humanos nacemos siéndolo ya, pero no lo somos del todo
hasta después… Nuestra humanidad biológica necesita una confirmación
posterior, algo así como un segundo nacimiento en el que por medio de nuestro
propio esfuerzo y de la relación con los otros humanos se confirme
definitivamente el primero. Hay que nacer para humano, pero sólo llegamos
plenamente a serlo cuando los demás nos contagian su humanidad a propósito…
y con nuestra complicidad…Llegar a ser un ser humano es un arte”.
La educación es y debe ser el más humano y más humanizador de todos los es
pertinente leer detenidamente la cita de Martín Descalzo en donde nos lleva a
pensar
que un título ni garantiza la felicidad del que lo posee ni la piedad de sus actos;
que no es absolutamente cierto que el aumento de nivel cultural garantice un
mayor equilibrio social o un clima más pacífico en las comunidades; que no es
verdad que la barbarie sea hermana gemela de incultura; que la cultura sin
bondad puede engendrar otro tipo monstruosidad más refinada, pero no por ello
menos monstruosa.