DESPOBLAMIENTO Y
REPOBLAMIENTO DE
SAN JOSÉ CENTRO
L
Andrés Fernández
San José: de lo rural ¿a lo urbano? 39 os habitantes de San José centro empezaron a huir
de esa zona en el inicio de los años setenta y no han
parado de irse. Entre aquel momento y el inicio de
la presente década, ese centro (esto es, los cuatro distritos
centrales del cantón llamado San José) perdió como el 30 %
de su población, a pesar de la inmigración. Pero, curiosa-
mente, en el ecuador de ese periodo de aproximadamente
cuatro décadas de extensión, es decir, a fines de los ochenta
y principios de los noventa, el centro de San José empezó
a ser hospedero de un número de turistas que crecía cada
día (hubo descensos esporádicos en los flujos turísticos por
causa de crisis internacionales). Y no es que antes de ese
momento los turistas no llegaran a San José centro; claro
que sí, pero, en general, eran escasísimos. Fue en el periodo
dicho que el turismo en Costa Rica hizo eclosión, y en esta
los verdaderos protagonistas fueron los “turistas de natura-
leza”, que irrumpieron crecientemente en el país para visi-
tar zonas alejadas de San José, pero teniendo que pernoctar
aquí por la ubicación del principal aeropuerto.
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Aún a inicios de los noventa, los ho- o menos. Esa cantidad diaria de turistas
teles estaban concentrados en seis o siete (más de 3.000) representaba la sexta parte
manzanas del mero centro de San José, de la cantidad de residentes que el centro
mas en esa época empezaron a estable- de San José había perdido desde los años
cerse muchos otros, unos pocos en edifi- setenta (poco menos de 20.000).
cios construidos ex profeso y la mayoría En algunas reducidas zonas de San
en viejas casas de habitación adaptadas. José centro, la huida de los habitantes se
No solo vinieron en masa los turistas de vio compensada con las estadías de los
naturaleza, permaneciendo dos o tres no- turistas, como por ejemplo en el estrecho
ches en San José en su paso a áreas na- barrio Amón, que en la primera década
turales, sino también, aunque en mucho de este siglo era sede de unos 25 hoteles,
menor número, comenzaron a arribar tu- casi todos recientes. También, pero me-
ristas sexuales, quedándose también ellos normente, en el sector occidental de los
unas tres noches en el centro de la ciudad; distritos Hospital y Merced y en el sector
y turistas estudiantes, que se alojaban y noreste del distrito Catedral: ahí la can-
alojan mayoritariamente no en el centro tidad de humanos habitando –permanen-
sino en el este de la capital. Por el creci- tes o efímeros- se mantenía; aunque en
miento de la economía, los turistas labo- todas las otras sucedía y sucede al revés.
rales también aumentaron en cantidad. Natural es que, en las áreas aban-
En cambio, los turistas médicos, como donadas por los residentes y usadas por
grupo significativo, aparecerían apenas los turistas, algunas actividades mengua-
en la pasada década, pero con fuerza. ran (como la educativa y el culto religioso)
En el primer decenio de este siglo, y que otras se potenciaran un tanto (como
mientras la sangría cotidiana de pobla- la prostitución y la visita a museos), pero
dores continuaba, en un día promedio los muy poco cambió el paisaje y otros aspec-
turistas alojados en San José centro supe- tos, porque los hoteles y otros estableci-
raban la cifra de 3.000, más varios cientos mientos turísticos emergentes se insta-
de estudiantes extranjeros –huéspedes en laron mayoritariamente en residencias
el país por menos de 60 días- hospedados viejas. Eso sucedió, además de en Amon,
en Montes de Oca, cantón limítrofe con el en los barrios Pithaya y Don Bosco (en el
cantón San José, o en el oriente de este. Es occidente de los distritos Hospital y Mer-
decir, en tal decenio la cantidad de turistas ced), en los que en la década recién pasa-
en un día promedio era equivalente a más da, e incluso hoy, había unos 22 hoteles,
del 6 % de la población permanente de los en su mayoría instalados en antiguas vi-
cuatro distritos centrales que conforman viendas, hospedando a más de 600 perso-
el centro de San José, dado que esta pobla- nas en un día promedio. En un día así, y
ción en un día promedio, en dicha década, en un área más pequeña, Amon alberga-
alcanzaba la suma de 50.000 almas, más ba entre 400 y 500 turistas -hoy menos-.
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Editorial
Junio 2013. Número 234
Un breve sector fuertemente alterado en Del distrito Catedral merece ser se-
todos los aspectos por el cambio de uso del ñalado su despoblamiento y el posterior y
suelo –de residencial y “pequeño-comer- paulatino brote de una suerte de “distri-
cial” a turístico- es, en el distrito Carmen, to” médico en torno al enorme (dos man-
el que se extiende de la avenida 1 a la 3 y zanas y media) Hospital Clínica Bíblica,
de la calle 7 a la 11, donde no solo emigra- que proclama que entre el 20 % y el 30 %
ron los habitantes sino que también los de su clientela está constituida por turis-
pequeños negocios fueron erradicados de tas médicos, a los que les practica unas
sus locales, y la mayor parte demolidos, 1.200 cirugías anuales. Alrededor de tal
para dar paso a dos complejos turísticos Hospital, se ha instalado una multitud de
compuestos, cada uno, de hotel, casino, establecimientos de asistencia en salud
bares, restaurantes y estacionamientos. (laboratorios, consultorios médicos, far-
Y a las instalaciones de esos dos com- macias, etc.), cuya clientela es nacional,
plejos se sumaron, en las inmediaciones, en viejas residencias y en edificios nuevos
poco a poco, más bares, más ventas de su- alzados en fundos dejados por ex-residen-
venires, más casinos y hotelitos. tes. Y en otros puntos del centro de San
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Editorial
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
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Editorial
ISSN 1409-214X. Ambientico 234, Artículo 1 |Pp. 6-14|
Regeneración y
repoblamiento de San José:
¿dónde estamos?
Vladimir Klotchkov
Arquitecto urbanista.
Jefe del Departamento
de Gestión Urbana de
la Municipalidad de
San José.
E
l cantón de San José está urbanizado casi en su to-
talidad, por lo que su futuro desarrollo puede rea-
lizarse únicamente bajo el concepto de renovación
urbana, que, según la Ley de Planificación Urbana (LPU,
1968), consiste en “conservar, rehabilitar o remodelar las
áreas urbanas defectuosas, deterioradas o en decadencia,
tomando en cuenta la inconveniente parcelación o edifi-
cación, la carencia de servicios y facilidades comunales, o
cualquier condición adversa a la seguridad, salubridad y
bienestar generales”.
A partir del postulado legal citado, que data de los
años sesenta del siglo pasado, y sumando a él las tenden-
cias modernas de urbanismo, la política municipal de reno-
vación urbana se orienta a construir y sostener un proceso
de gestión urbana multidimensional, o sea, no solamente
físico-espacial e infraestructural, sino también -en lo posi-
ble- económico, social y ambiental. Por tanto, es una gestión
interdisciplinaria, interinstitucional e intersectorial (públi-
co-privado), que hemos definido como regeneración urbana y
Volver al índice que se dirige a revalorizar la ciudad y, en concreto, detener
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
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Regeneración y repoblamiento de San José: ¿dónde estamos?
Junio 2013. Número 234
Variación porcentual de la población de los distritos centrales de San José según periodo inter
censal -entre 1950 y 2011-.
Variación porcentual 1
Distritos
1950-1963 1963-1973 1973-1984 1984-2000 2000-2011 1950-2011
El Carmen 3,7 -8,4 -29,6 -43,5 -19,6 -69,6
las instituciones y abrir una amplia dis- cantones metropolitanos, que privilegia
cusión con la ciudadanía, en búsqueda del el repoblamiento del centro de San José
proyecto de la ciudad capital, bajo el lema con las actividades correspondientes a su
“San José 2015: por una ciudad agrada- rol de capital nacional (política, cultura,
ble, habitable y competitiva”. comercio, servicios, recreo), así como con
En este proceso de formulación de los residentes.
políticas urbanas a largo plazo, se dio Sin embargo, las estrategias para
una especial atención a la regeneración lograr grandes cambios urbanísticos no
y al repoblamiento del centro desde los pueden construirse desde una municipa-
siguientes tres enfoques o temas: inte- lidad, aunque esta sea la capitalina, por-
gración metropolitana, repoblamiento y que casi todos los elementos estructurales
optimización de movilidad. En el primer de la urbe (vialidad, transporte, vivienda,
tema, sobre integración metropolitana y servicios de agua y electricidad, lo mismo
el rol del centro urbano de San José, el que el 98 % de los recursos públicos del
Plan Director Urbano presentó el objeti- país) están en manos de las instituciones
vo de “cambiar el patrón de crecimiento centrales. Por ello, las estrategias de cam-
urbano en el Valle Central, de mono-nu- bio deben negociarse en el seno de dife-
clear y concéntrico, a poli-nuclear y des- rentes grupos de trabajo intersectoriales,
concentrado”. De este modo, se propuso con su posterior concreción mediante los
revertir la tendencia histórica de creci- diferentes instrumentos de ordenamiento
miento metropolitano de tipo centrípeto territorial y de planificación urbana: el
-o sea, que atrae los flujos de transporte Plan de la Gran Área Metropolitana, así
y las actividades muy dependientes de como los planes reguladores y los planes
estos flujos (terminales, talleres, adua- de desarrollo de cada uno de sus cantones.
nas, bodegas) al centro urbano- hacia otro En esta tarea la Municipalidad josefina
modelo, más equilibrado entre todos los siempre ha sido muy propositiva: desde la
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Vladimir Klotchkov
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
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Regeneración y repoblamiento de San José: ¿dónde estamos?
Junio 2013. Número 234
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Vladimir Klotchkov
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trabajando también el tema de transpor- hacen para tomar otro bus, y en que entre
te público, específicamente en los aspec- 1998 y 2008 el porcentaje de pasajeros en
tos de tranvía, trenes y optimización de transporte público, en todos los viajes del
rutas de buses. Empero, a la fecha no se Área Metropolitana de San José, se redu-
conoce a ciencia cierta el futuro del trans- jo de 75 % a 54 %.
porte tranviario y ferroviario. En lo que Respecto a la organización del trán-
se refiere al sistema de buses, parece que sito en el centro, creemos que se puede
el próximo año el Mopt va a extender las mejorar la situación de movilidad urbana
concesiones actuales hasta 2021, sin nin- por medio de un control más estricto de
gún cambio a pesar de que el diseño de parte de la policía de tránsito. Esta ac-
las rutas data de los años setenta del si- tualmente funciona –aunque a veces no
glo pasado. Este sistema de rutas de tipo se ve ningún policía de tránsito en todo
radial hace tiempo dejó de responder a el centro y en todo el día- sin esperar el
las necesidades de desplazamiento, lo Plan Maestro, exigiendo a los conducto-
que se puede constatar en que un tercio res el cumplimiento de las normas y la
de los pasajeros que llegan al centro lo señalización actuales. Afortunadamente,
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Vladimir Klotchkov
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Regeneración y repoblamiento de San José: ¿dónde estamos?
Junio 2013. Número 234
(Carmen, 7.340 m2) y de las oficinas de considera un éxito, se usan todos estos
ahorro y préstamo de Ande (10.870 m2). instrumentos. Y, sin duda, hay que se-
Resumiendo estas experiencias de guir aplicando, aun con más agresivi-
repoblamiento del centro, es importante dad y con el involucramiento de más
decir lo siguiente: La situación actual del actores urbanos, las políticas de mejo-
centro, que ya invita a invertir en él o, ras de la infraestructura, los servicios,
simplemente, visitarlo, se debe a la apli- la seguridad y el ornato del centro.
cación insistente de las políticas trazadas Por último, es necesario repetir “que
por la Municipalidad en los años noventa la regeneración urbana y el repoblamiento
del siglo pasado, reforzadas con la ayuda del centro de San José no es una iniciativa
de otras instituciones públicas y priva- a corto plazo. Posiblemente, los resultados
das en el primer decenio del actual siglo. más visibles de este plan se hagan eviden-
Incluyen distintas y múltiples medidas, tes a mediano y largo plazos. No obstante,
como el desalojo del comercio informal, este camino es la única alternativa para
el ordenamiento de rutas y paradas del una ciudad que amenazaba con volverse
transporte público, la peatonización, la inhabitable” (Klotchkov, 2012).
creación de la policía municipal, la cons-
trucción de obras de infraestructura pú- Referencias
Klotchkov, V. (2012). Política de Repoblamiento del Cen-
blica, la regulación de la publicidad exte-
tro de San José. En Martínez Artavia, C. (Ed.).
rior, la arborización urbana, las labores
Derecho a la Ciudad: Vivienda y Ambiente (pp.
para atender y rehabilitar a las personas 64-67). San José: UICN.
en situación de indigencia, la promoción LPU (1968, noviembre 15 y sus reformas). Ley de Planifi-
de la inversión y la aplicación de incenti- cación Urbana. En Alfaro Rodríguez, D. (Comp.).
vos, la simplificación de los trámites mu- Código Urbano (p. 22). San José: Porvenir.
nicipales, así como la reciente creación Parreaguirre, F. (2013, abril 24). El otro mundo comer-
cial: San José centro. La República. Disponible
de la figura de Centro Histórico de San
en: https://www.larepublica.net/app/cms/www/
José y sus Ensanches, que incentivará
index.php?pk_articulo=533298010.
mejoras y promoción turística de San PDM (2012, abril 26). Plan de Desarrollo Municipal (pp.
José, entre otros. 149-166). San José: Municipalidad de San José.
Sin embargo, para un mayor PDU (1994, abril). Plan Director Urbano: San José
avance en este tema, es indispensable 2015 – Por una ciudad Agradable, Habitable y
Competitiva. Resumen. (pp. 68-70, 76-78 y 105-
la creación de nuevos instrumentos
106, 83-84, 123-125). San José: Municipalidad
de gestión, entre urbanísticos (reajus-
de San José.
te de propiedades), legales (expropia- Rodríguez, O. (2013, abril 19). La construcción late de
ción), fiscales (incentivos), financieros nuevo en el corazón de San José. La Nación. Dis-
(fideicomiso, entre otros) y organiza- ponible en: http://www.nacion.com/2013-04-19/
tivos (empresas mixtas, entre otros). Economia/La-construccion-late-de-nuevo-en-el-
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Vladimir Klotchkov
ISSN 1409-214X. Ambientico 234, Artículo 2 |Pp. 15-25|
Regeneración urbana y
repoblamiento de San José
aún no llegan
Arquitecto especialista
Eduardo Brenes y Wendy Molina
en diseño urbano.
Exdirector del Plan
Urbano Regional de la
Gam (Prugam).
L
as ciudades han resuelto casi siempre sus problemas
“empujando” afuera de ellas las soluciones, hacién-
dolas, pues… suburbanas. Lo contrario representa
resolver y rediseñar la ciudad hacia adentro a través de
la regeneración urbana, tanto como sea posible. Ante los
retos urbanísticos que presenta cada ciudad, siempre nos
preguntamos cómo pueden enfrentarse ellos humanizando
y reactivando el espacio urbano existente (de ser necesario,
también facilitando su expansión), de modo que la ciudad
ofrezca principios y conceptos de generación de sí misma,
en vez de impulsar grandes expansiones horizontales y de
baja densidad. Cuando nos enfrentamos a situaciones evi-
Socióloga. Profesora en
dentes de congestionamiento vial, escasez de infraestruc-
Universidad Veritas.
tura, presión por el precio de terrenos, envejecimiento de
barrios, cambios en el uso del suelo urbano y necesidad de
nuevas viviendas, entre otros tantos problemas de la ciu-
dad, la solución más fácil y cómoda es expandir el espacio
urbano. Cuando las ciudades son aún pequeñas pareciera
que esto no afecta, pues se cuenta con tierras y, aunque la
Volver al índice infraestructura y los servicios públicos no acompañen dicho
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Junio 2013. Número 234
crecimiento (presión inmobiliaria), la ten- Cuba), hacia el este (barrios Luján, Gon-
dencia se va afianzando hasta generar zález Lahman, Escalante, Los Yoses)
una conurbación tal que ya luego pare- y hacia el oeste (barrios Pitahaya, Don
ce imposible revertir. A pesar de que se Bosco y alrededores de La Sabana), por
tenga por hechos la ocupación de suelos citar algunos casos. Estas expansiones se
agropecuarios, el riesgo que representa la dieron como continuación de los cuadran-
fragilidad de los recursos naturales afec- tes existentes, de sus vías y de la orga-
tados y los problemas sociales que se de- nización socio-espacial de la ciudad. Es
rivan, la presión continúa, generando un destacable que, ya para los años 40 del
modus operandi casi imposible de frenar. siglo pasado, dentro de dicha trama urba-
El planteamiento de una nueva pro- na se registran proyectos de vivienda de
puesta urbanística que corrija las tenden- mayor densidad y altura, como la ciuda-
cias es una labor titánica, no tanto por la dela Calderón Muñoz y varios edificios de
solución técnica como por los intereses de apartamentos en Pitahaya, Amón y otros,
los grupos de presión y la carencia de polí- con tres y hasta cuatro pisos. Pocos años
ticas públicas. Diversas disciplinas, entre más tarde, en 1962, se construye el edifi-
ellas el diseño urbano, y en general las cio Solera Bennett, del arquitecto Borbón
ciencias sociales, nos ayudan a planificar Zeller, de apartamentos y comercio en
las ciudades como espacios para la satis- planta baja, ubicado entre avenidas 3 y
facción de los seres humanos que las ha- 5 y calle 7. Este edificio, de seis pisos de
bitan y conviven en ellas. Si esta premisa altura, cumplía con la reglamentación ur-
se pierde debido a la incapacidad de resol- bana (altura del predio en función del es-
ver la cuestión urbana, dicho espacio se pacio público frente a él). Podríamos afir-
deteriora y se abandona paulatinamente. mar que esta construcción y otras pocas
Sin habitantes, una ciudad se deshuma- (Altezor, 1986) cumplieron con los propó-
niza y se pierde su verdadero sentido, sitos conceptuales de lo que más tarde se
como le ha sucedido a muchas ciudades denominaría desarrollo de alta densidad
del mundo, San José entre ellas (Brenes, y mediana altura, tendencia que infeliz-
1995). ¿Por qué? mente no se continuó (Brenes, 1995; Sam-
per, 1997).
En materia de transporte público,
desde finales del siglo XIX la capital con-
La ciudad de San José se fundó y taba con un tranvía eléctrico, extendido
creció a partir de un trazado urbano de por la ciudad y sus barrios. Con un poco
damero o cuadrícula de manzanas. Con- de visión urbana y políticas adecuadas -y
forme pasaron las décadas y llegaron con los primeros edificios de varios pisos-,
nuevas necesidades, la urbe se extendió esa tendencia de crecimiento orgánico de
hacia el sur (barrios Cristo Rey, La Cruz, la ciudad capital se hubiera proyectado
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Eduardo Brenes y Wendy Molina
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
con mucho mejor criterio, evitando lo que pensar en la necesidad de ampliar las
llegaría a pasar unos pocos años más tar- zonas urbanas. Influenciados por la ten-
de. Esa tímida tendencia, posiblemente dencia internacional de la ciudad-jardín
no planificada en toda su dimensión, res- y la ciudad-satélite, se inicia un proce-
pondía a la tesis que hemos defendido, la so de suburbanización hacia la periferia
de hacer y construir ciudad, aumentar su intercantonal; las nuevas autoridades de
densidad, crecer en altura, mantener dis- vivienda y urbanismo toman la decisión
tancias manejables entre las funciones ur- de extender la ciudad, ya no bajo la ten-
banas y las necesidades de sus habitantes. dencia orgánica hasta entonces practica-
Posteriormente a los años cuarenta, da, sino hacia la periferia sur. Surge así
surge una nueva institucionalidad en el la idea de los Hatillo, la ciudad satélite
país para atender el problema de vivien- por excelencia… se cree.
da y urbanismo. Es en esos años cuando De allí en adelante, desaparece todo
la presencia del vehículo particular se concepto de ciudad y arranca una carre-
hace sentir, generando inconvenientes en ra vertiginosa por construir urbaniza-
vialidad y contaminación ambiental poco ciones en manos del Estado en primera
tiempo después, como parte de la moder- instancia, y luego del sector privado, que
nización de la ciudad. El tranvía comien- impulsará proyectos de vivienda que se
za a estorbar, hay que desaparecerlo. Los constituirán en modelos cerrados de ur-
cantones vecinos de San José afianzan la banización y luego de condominios. La vi-
dependencia de la capital y se comunican vienda se torna una prioridad de la polí-
mejor con esta a través de las primeras tica nacional, infelizmente sin una visión
rutas de autobuses, concesionadas a los urbanística complementaria. Al mismo
empresarios de entonces. Al cabo de poco tiempo, la infraestructura urbana exis-
tiempo, el dinamismo cultural, comer- tente se debilita, las inversiones en obra
cial y burocrático de la ciudad, así como pública se demoran y finalmente no lle-
la ocupación y la saturación del espacio gan. La capital se torna un espacio convul-
urbano construido, podrían haber hecho sionado y deja de ser lugar de encuentro
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Regeneración urbana y repoblamiento de San José aún no llegan
Junio 2013. Número 234
de la ciudadanía: se ha iniciado el auge de crédito a muy largo plazo. Así las cosas,
la ciudad dispersa, surgiendo en su peri- no es de extrañar que el proceso de plani-
feria los centros comerciales, seguidos de ficación urbana y ordenamiento territorial
los malls y los grandes supermercados. requerido para impulsar cambios a nivel
La ciudad extendida, de baja densidad, de la Gran Área Metropolitana, y de cada
es una realidad. El centro de la ciudad cantón en particular, no tiene aún aside-
capital pierde fuerza, tanto por la acción ro político-empresarial. Estamos ante una
de la inversión periférica privada como ciudad caótica, abandonada, haciendo
por la falta de visión y acción de las au- agua entre un mar de insatisfacción hu-
toridades. La saturación del casco central mana y pérdida de habitantes.
conduce a la fuga de instituciones como el Ya desde el censo del año 2000, se
Instituto Costarricense de Electricidad, constata una pérdida importante de po-
la Contraloría General de la República, blación en la ciudad capital y esta ten-
la Casa Presidencial, la Municipalidad y dencia continúa hasta la actualidad y la
otras oficinas y ministerios de Estado. El verifica el censo de 2011. La población de
caos vial por carencia de infraestructura la ciudad de San José alcanzó 56.000 per-
y exceso de vehículos genera tiempos de sonas en el año 2000, cifra cercana a la
viaje más prolongados y cansados para de la población registrada en el censo de
los ciudadanos. La inseguridad crece y el 1927. Particularmente el distrito Carmen
espacio público, sobre todo de noche, se perdió dos tercios de su población. Ade-
vuelve tierra de nadie. más de los conflictos urbanos, el proce-
La población encuentra dos salidas a so demográfico que explica esta pérdida
la crisis: encerrarse entre rejas y huir a los de población tiene que ver no solamente
suburbios. Ambas situaciones son aprove- con la reducción del número de hijos de
chadas por algunos sectores económicos las familias josefinas, sino también con la
que ofrecen más y más vivienda suburba- reducción de la cantidad de hogares esta-
na con los cantos de sirena de la seguridad blecidos en el casco central. El éxodo de
de los nuevos desarrollos, pero ignorando familias es de dos tipos: de familias com-
el riesgo derivado de la presión sobre el en- pletas que emigran a espacios residen-
torno natural por la ocupación suburbana, ciales suburbanos, y de hogares nuevos,
y haciendo caso omiso de la segregación ya que los jóvenes que abandonan la casa
social asociada a la desnaturalización del paterna optan por residir fuera del can-
espacio público. Con una población aleja- tón central (Rosero, 2002). Como se obser-
da del centro urbano, con un transporte va en el cuadro 1, la tendencia de despo-
público deficiente y una infraestructura blamiento en San José continúa en el año
vial obsoleta, en los últimos años además 2011. El cantón permanece en el primer
se promueve la política de dotar de vehí- lugar cantonal de mayor saldo neto mi-
culo privado a toda persona, facilitándole gratorio de signo negativo.
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Eduardo Brenes y Wendy Molina
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Regeneración urbana y repoblamiento de San José aún no llegan
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Eduardo Brenes y Wendy Molina
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entre 2006 y 2011 (cuadro 1), se considera algunos, lanzaron ideas e inquietudes para
solamente la inmigración a esta centrali- recuperar y humanizar la vida urbana. El
dad, se tiene que en cinco años solamente efecto de esta inquietud se vuelve palpa-
2.216 hogares se han traslado a residir en ble en ciudades como Boston, San Francis-
el casco central de San José (cuadro 3). co, Chattanooga, Curitiba y Copenhagen;
más tarde se extiende a Bogotá, Medellín,
Cuadro 2. Proyectos, viviendas y metros cuadrados cons- Rosario y Quito. Esas son ciudades que,
truidos en cantón San José. 2006-2011. unas, impulsan la vivienda de alta densi-
Año Nº proyectos Nº viviendas M² dad y mediana altura y, otras, la recupe-
2006 224 323 34.011 ración del espacio público, muchas otras el
2007 197 581 66.666 transporte público. Todo dirigido a revita-
2008 310 515 74.678 lizar las ciudades, hacerlas más seguras,
2009 119 390 67.014 habitadas y habitables. El libro Peatoni-
2010 127 589 68.225
zación, una opción para el rescate urbano
2011 135 642 72.294
(Brenes, 1995) planteó una serie de ideas
Total 1.112 3.040 382.888
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Inec. Estadísticas de similares para recuperar la ciudad de San
la Construcción 2006-2011. José, enfatizando en la vinculación que
debe existir entre la planificación urbana,
el uso del suelo y el transporte masivo,
Cuadro 3. Inmigración reciente de personas y hogares como un medio para rescatar una ciudad
en los cuatro distritos centrales y Mata Redonda. 2006. que viene presentando, desde hace varias
Personas
décadas, abandono, descuido y pérdida his-
Inmigrantes Inmigrantes
No migrantes
internos extranjeros tórica del patrimonio, de la población, del
42.900 6.145 2.937 espacio público y del cuidado de sus habi-
Hogares tantes. No obstante, debe reconocerse que
Inmigrantes Inmigrantes algunas instituciones han logrado poner
No migrantes
internos extranjeros en práctica soluciones, como la creación
14.608 2.216 890 de varias plazas urbanas, la regeneración
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Inec. X Censo Nacio-
del patrimonio arquitectónico, la electrifi-
nal de Población y VI de Vivienda 2011.
cación subterránea, los paseos peatonales,
el rescate e iluminación de varios parques
urbanos y la creación de parques metro-
politanos como La Sabana, La Paz y, más
A partir de la década de los sesenta, tarde, La Libertad.
pensadores como Jane Jacobs (1965) en Pero el gran reto aún campea: atraer
Estados Unidos, Jan Gehl (1996) en Di- a la población hacia la capital, repoblar
namarca, Jaime Lerner en Brasil y Ger- sus barrios, cohesionar espacial y social-
man Samper (1997) en Colombia, por citar mente sus sectores, regenerar sus espacios
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Regeneración urbana y repoblamiento de San José aún no llegan
Junio 2013. Número 234
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Eduardo Brenes y Wendy Molina
Cuadro 4. Características sociodemográficas de la inmigración reciente, según hogares,
en los cuatro distritos centrales y Mata Redonda. 2006-2011.
Tipología de hogares
Hogar Hogar Hogar Hogar Hogar Hogar ex- Hogar extenso Hogar compues- Hogar Hogar com- Otros Otros Total
nuclear nuclear nuclear extenso con- extenso tenso mo- jefe(a) y otros to nuclear y no compuesto puesto jefe(a) hogares hogares
conyugal conyugal conyugal yugal sin conyugal noparental familiares familiares extenso y no familiars y uniper- no fami-
sin hijos con hijos monopa- hijos y otros con hijos y y otros familiares no familiares sonales liares
rental familiares otros fami- familiares
liares
Tipo de vivienda
Casa inde- Casa Edificios Edificios Cuarto en Tugurio Otro (local, casa, Total
pendiente indepen- de aparta- de aparta- cuartería móvil, barco,
diente en mentos mentos en camión)
condomi- condominio
nio
Tenencia de la vivienda
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Inec. X Censo Nacional de Población y VI de Vivienda 2011.
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Junio 2013. Número 234
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Eduardo Brenes y Wendy Molina
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
promover vivienda de costo accesible para yal Danish Academy of Fine Arts.
Jacobs, Jane. (1965). The death and life of great american
los diferentes grupos de ingreso.
cities. USA: Pelican.
Si tan solo lográramos impulsar las
LCR Logística. (2007). Informe Final Estudio de Oferta y
anteriores medidas, lo demás vendría por Demanda de Transporte de la GAM para el Pro-
añadidura en torno al modelo planteado. yecto PRUGAM. San José.
Veríamos municipios preocupados por Lerner, Jaime. http://www.citiesforpeople.net/cities/curi-
la calidad de los espacios públicos, más tiba.html
Samper, German. (1997). Recinto Urbano. La humanización
gente haciendo uso de los paseos peato-
de la ciudad. Colombia: Fondo Editorial Escala.
nales, más ciclistas en travesías a su al-
Rosero, L. (2002, mayo 13). San José, desierto urbano. Éxo-
cance, más integración entre ríos y áreas do y envejecimiento de la capital. En La Nación,
construidas, etc., a lo largo de un proce- p. 15. http://www.nacion.com/ln_ee/2002/mayo/13/
so continuo y permanente. Es necesario opinion3.html (Consultado el 1 de julio 2008).
25
Regeneración urbana y repoblamiento de San José aún no llegan
ISSN 1409-214X. Ambientico 234, Artículo 3 |Pp. 26-28|
Repoblamiento urbano:
su problemática y la
necesidad de replantearlo
José G. Román
Director de la
Dirección de
Gestión Integrada
del Territorio
perteneciente al
Ministerio de Vivienda
y Asentamientos
N
Humanos. uestros centros metropolitanos viven una extraña
paradoja: mientras una proporción cada vez mayor
de la población nacional reside en ámbitos urbanos,
aquellos centros sufren el despoblamiento en sus distritos
centrales. A la vez, una gran proporción de los hogares en los
cantones respectivos enfrentan carencia de viviendas a pre-
cios accesibles. Y es que el valor creciente de las propiedades
se torna un estímulo para reconvertir las residencias en es-
tablecimientos comerciales o industriales, lo que significa un
freno importante para que los sectores bajos y medios de la
población puedan satisfacer su necesidad de vivienda. El sal-
do evidente es una decreciente concentración de población.
Lo anterior supone tres problemas: uno claro y evi-
dente, que es el despoblamiento de amplios sectores de la
ciudad, que conlleva inseguridad, porque el espacio seguro
no es el que se vigila sino el que es apropiado y utilizado por
los ciudadanos. Y de esto deriva el segundo problema: la
merma en la densidad poblacional supone subutilización de
la infraestructura pública disponible. Concomitantemente,
Volver al índice aparece el tercer problema: en unión con el despoblamiento
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
de los centros urbanos suele producir- cinco consideraciones que debemos tomar
se un desarrollo periférico de soluciones en cuenta:
residenciales diversas, normalmente de En primer lugar, debe replantearse
interés social, en terrenos baratos, lo que la forma como se define el valor final de un
supone la reubicación de grandes contin- proyecto habitacional. Es necesario que se
gentes de familias en áreas con una baja determine cuál es la infraestructura, los
o nula disponibilidad de infraestructura y servicios y los recursos que deben estar
alejadas de los centros de trabajo. A me- presentes en los nuevos asentamientos.
diano plazo, esto se traduce en presiones A la vez, en segundo lugar, eso supone la
que obligan al Estado a enormes inversio- necesidad de un replanteamiento de las
nes para suplir tales carencias. soluciones residenciales en función de una
Esto introduce la necesidad de un visión de desarrollo y, en particular, de un
replanteamiento estratégico. Ya no es po- compromiso con el desarrollo territorial y la
sible continuar con la lógica del terreno planificación urbana. No basta preguntarse
barato, que a mediano plazo no lo resul- cómo satisfacer una necesidad residencial;
ta tanto. Hay que considerar el total de es necesario interrogarse sobre el signifi-
inversiones que finalmente se debe rea- cado socio-territorial que el nuevo asenta-
lizar, aunado eso a los costos sociales de miento va a tener o se espera que tenga.
crear espacios socialmente segregados. En tercer lugar, hay que reconocer
Es falaz considerar solo el valor de las que las soluciones habitacionales son una
soluciones habitacionales. Hay al menos condición necesaria, pero insuficiente,
para el pleno desarrollo
de una familia y de cada
uno de sus componentes.
El contexto barrial y su
articulación con el resto
del conjunto social, en
particular con la ciudad,
es tanto o más impor-
tante que la vivienda.
El barrio provee el mar-
co en que se construyen
las relaciones sociales
fundamentales para la
convivencia, y es el pun-
to de partida para la sa-
tisfacción de necesida-
Juan José Pucci, Paisaje urbano, San José centro. des tan básicas como la
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Repoblamiento urbano: su problemática y la necesidad de replantearlo
Junio 2013. Número 234
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José G. Román
ISSN 1409-214X. Ambientico 234, Artículo 4 |Pp. 29-33|
Royee Álvarez
Arquitecto especialista
en desarrollo
estratégico de
ciudades. Funcionario
del Departamento de
Gestión Urbana de la
Municipalidad de San
P
José. ensar en la ciudad de San José es traer a la men-
te dos imágenes contradictorias: en una de ellas, la
ciudad lucha por rescatar su papel protagónico como
capital, particularmente en términos de competitividad y
servicios; y, en la otra, ella se ve envejecida, provocando la
salida de sus residentes y de muchas actividades económi-
cas hacia sitios más “glamorosos”. Esta contradicción ha
sido el claro reflejo de la transformación socio-económica
habida en los últimos 20 años en el país, donde la carencia
de políticas de desarrollo urbano e inversión en infraestruc-
tura moderna ha hecho que la oferta de nuevos servicios
se desplace a la periferia, procurando brindar un “mercado
ideal” a sus nuevos residentes e inversionistas.
En los años ochenta, al compás de los fuertes cam-
bios económicos en el mundo, los proyectos de vivienda de
interés social en las zonas periféricas marcaron la pauta
de la urbanización en Costa Rica. El centro urbano josefino
sufría el rechazo del Estado, que apostaba por invertir en
obras fuera de él, para huir de la deficiencia de los servicios
Volver al índice urbanos, de la inseguridad y de los problemas de transporte
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Junio 2013. Número 234
y vialidad, entre otros, lo cual influenció Curridabat y Tres Ríos. Sin embargo,
dramáticamente el surgimiento de un para muchos expertos, este éxito solo se-
nuevo mercado inmobiliario fuera del ría un síntoma más del decrépito modelo
área metropolitana de San José. de ordenamiento territorial existente, que
Ya para los años noventa, a pesar no contaba con herramientas y regulacio-
de los altos costos de la dotación de in- nes suficientes para ir de la mano con el
fraestructura y servicios -sumado a los desarrollo e intereses de la inversión.
grandes tiempos de desplazamiento des- En esos años noventa, la apatía
de los polos residenciales periféricos-, se y la fuga de actividades comerciales del
dio la consolidación de un segmento del casco central josefino eran innegables.
mercado que buscaba nuevos proyectos El detrimento de sus zonas residencia-
unifamiliares bajo el concepto del “sitio les fue notable con el abandono de sus
de moda o exclusivo” fuera de San José; habitantes, específicamente por razones
lo cual se reforzaría en la siguiente déca- de inseguridad, contaminación y deterio-
da con la ola de inversión en sitios como ro del entorno, por lo que el número de
Escazú, Santa Ana, Ciudad Colon, Belén, visitantes y actividades comerciales se
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Royee Álvarez
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San José: despoblamiento reciente y repoblamiento actual
Junio 2013. Número 234
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San José: despoblamiento reciente y repoblamiento actual
ISSN 1409-214X. Ambientico 234, Artículo 5 |Pp. 34-38|
Tres escenarios
diferentes en que San José
actúa simultáneamente
Javier Vargas
Arquitecto. Profesor
en la Universidad de
Costa Rica.
E
n este artículo se muestra la ciudad capital, espe-
cíficamente el cantón central: San José, en tres es-
cenarios… tres escenarios en que actúa ese compli-
cado fenómeno llamado San José, conocido popularmente
como Chepe.
Primer escenario, la ciudad cotidiana: Un mar de
gente entra y sale de San José diariamente. Miles de per-
sonas rebalsan las paradas de autobuses esperando algu-
no de los 3.000 que ingresan a la capital en las horas pico.
Una muchedumbre, proveniente en su mayoría de los su-
burbios más populares y de mayor densidad, se dispersa
por el centro urbano, colmando la avenida central y demás
espacios peatonales. Van a trabajar, de compras o de paso,
sin imaginar la desocupación y el abandono de los edificios
ubicados en su recorrido, pues toda la actividad se concen-
tra en sus plantas bajas a nivel de la acera; mas si se mira
detenidamente hacia arriba, se verá solo ventanas vacías,
muros despintados y cornisas agrietadas recubiertas de
alambre navaja.
Volver al índice
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
probabilidades de ser
restaurados o remode-
lados, pues el monto a
invertir en la mayoría
de los casos sobrepa-
sa las posibilidades
de los propietarios, o
simplemente no resul-
ta redituable en las
condiciones actuales.
A grandes rasgos,
ese es un escenario
de la cotidianeidad de
nuestra ciudad capital.
Un escenario bastante
pesimista, pues a pe-
sar de los esfuerzos y
logros obtenidos por la
Municipalidad de San
José a fin de mejorar
las condiciones del es-
pacio público, todavía
se mantiene una se-
rie de obstáculos que
imposibilitan el repo-
blamiento, como el in-
cremento de zonas de-
Juan José Pucci, Paisaje urbano, San José centro.
primidas en el centro
Decenas de edificios tratando de y la periferia de la ciudad, la prolifera-
sobrevivir con el alquiler del primer ción de ventas ambulantes en el espacio
piso, en malas condiciones, con insta- público, la sensación de inseguridad, el
laciones defectuosas y desactualizadas congestionamiento vial, el sistema de
en cuanto a las nuevas ordenanzas de transporte público deficiente y las áreas
salud, seguridad y accesibilidad, pues insuficientes para el estacionamiento
carecen de elevadores, servicios sani- de vehículos. Todo esto con el agravan-
tarios para discapacitados, sistemas te de una ciudadanía sin vínculos con la
de prevención de incendios y ram- ciudad, que solamente utiliza sus servi-
pas, entre otros aspectos, y con pocas cios, sin admiración ni cuidado por sus
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Tres escenarios diferentes en que San José actúa simultáneamente
Junio 2013. Número 234
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Javier Vargas
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
adecuada para el automóvil, que garan- accesibles solamente para los grupos de
tice el desplazamiento eficiente a sus mayores ingresos, cuyo principal medio
lugares de trabajo, de compras y re- de transporte es el automóvil. En otras
creación, usualmente localizados en las palabras, se está creando una ciudad
afueras de la ciudad? En ese sentido, y dividida, con un centro despoblado de
juzgando lo realizado hasta el momen- gran actividad, y un anillo residencial
to, se tiene la impresión de que el repo- de desarrollo vertical para una pobla-
blamiento de los distritos centrales de ción indiferente a lo que suceda en
San José no tiene un propósito claro, o dicho centro. De mantenerse esta ten-
es ambiguo en sus lineamientos. Pues, dencia, lo más probable será el incre-
por un lado, se construyen importantes mento del deterioro y la desocupación
y populares espacios peatonales, utili- de las viejas edificaciones, que se irán
zados por una población de medianos y transformando en guetos y cuarterías
escasos ingresos, cuyo principal medio para la población indigente, condenán-
de transporte es el bus, y, por otro lado, dose grandes sectores de la ciudad a la
nos encontramos con la construcción de marginalidad, la inseguridad y la pér-
edificios de apartamentos de alto costo, dida de valor, consolidándose de esta
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Tres escenarios diferentes en que San José actúa simultáneamente
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Javier Vargas
ISSN 1409-214X. Ambientico 234, Artículo 6 |Pp. 39-48|
Andrés Fernández
Arquitecto. Crítico de
arte y arquitectura
(andfer1@gmail.com).
A
finales del siglo XIX, la pintura profana daba sus
primeros pasos en Costa Rica. De ese momento, nos
queda un doble testimonio del papel que la imagen
de la ciudad, y por lo tanto de lo urbano, jugaba en el ima-
ginario social imperante entonces en relación con lo rural,
tan cercano todavía, tanto en términos físicos como de re-
presentación de lo deseable. En el primer caso, se trata de
un pequeño óleo de
quien puede consi-
derarse el pionero
de la pintura costa-
rricense; en el se-
gundo, de una obra
de gran formato de
un consolidado pin-
tor alemán de paso
por el país; ambas,
eso sí, comparten
como referente a la
Volver al índice ciudad de San José. Ezequiel Jiménez. Casa de adobes (hacia 1887). Óleo sobre
papel, 26 x 32 cm. Colección del Banco Central de Costa Rica.
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Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
Junio 2013. Número 234
capitalino, notorio
tanto en la mancha
urbana como en los
edificios que la des-
tacan; mientras que
la de Jiménez –una
vieja casa colonial
ubicada al extremo
sur de la calle Cen-
tral, donde está hoy
la Maternidad Ca-
rit– es la subjetiva
G. Langenberg. Paisaje de San José (1891). Óleo sobre tela, 89 x 211 cm. Colección del
Banco Central de Costa Rica. resistencia del local
a dicho crecimiento
Refiriéndose a ellas, sostiene Rojas y a sus implicaciones humanas.
(1990, p. 64.): “La dicotomía del paisaje En estas líneas, partiré de que la
ciudad-campo queda bien entendida cuan- premisa de Mumford para deslindar la di-
do comparamos la casa de adobes que pintó cotomía ciudad-campo, válida para el ori-
Ezequiel Jiménez en 1887 y la vista pano- gen del proceso civilizatorio más antiguo
rámica de la ciudad de San José de 1891, hasta ahora conocido, es susceptible de
hecha por el pintor alemán G. Langenberg. aplicarse también a la génesis de tal pro-
Cuando se observan simultáneamente am- ceso en el llamado Valle Central de Costa
bos cuadros, se puede apreciar, por el for- Rica, y más concretamente a San José,
mato, cómo en (…) Jiménez el paisaje reve- la ciudad centro y eje del país. Como ar-
la cierta intimidad, mientras que, en el de quitecto e investigador, considero que las
Langenberg, lo impresionante de la pano- implicaciones que de ello se desprenden
rámica refleja el crecimiento urbano”. para la comprensión del proceso histórico
En su ya clásica obra, Mumford que llevó al abandono de la ciudad capital
(1979) apunta cómo, en el arte mesopo- por parte de sus habitantes usuales des-
támico, la ciudad se hace visible, adquie- de mediados del siglo XX, como reflexivo
re imagen, solo cuando está cabalmente prólogo a un posible y deseable proceso de
desarrollada, es decir, cuando está dedi- re-poblamiento de dicha área urbana, son
cada tanto al control interno (Kulturs- tanto o más necesarias e interesantes que
tand) como al predominio externo (Po- cualesquiera propuestas que en ese senti-
lizeistand). En ese sentido, el cuadro de do puedan hacerse por ahora.
Langenberg –una vista desde el actual
Parque Nacional– es la mirada ajena
que visibiliza y objetiva el crecimiento
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San José: de lo rural ¿a lo urbano?
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San José: de lo rural ¿a lo urbano?
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política se halle tan enraizada como las espacio-temporal: unas hipótesis teóricas
comunidades rurales y muy marcada por en proceso de verificación” (ibid., pp. 34-
su proximidad, la división (básica) del 35 y 38).
trabajo entre los dos estamentos de la so- Según Lefebvre (ibid., pp. 41-42):
ciedad ya ha tomado forma. Una serie de “La racionalidad industrial, al rechazar
contraposiciones llamadas a desarrollar- las particularidades, destroza pura y sim-
se, tales como trabajo material y trabajo plemente la naturaleza y todo lo que tie-
intelectual, producción y comercio, agri- ne relación con la naturalidad. Lo cual se
cultura e industria, se unen a la distin- traduce en una obsesión, en un segundo
ción entre ciudad y campo”. estadio de las conciencias, del pensamien-
¿Cómo se desarrolla entonces lo ur- to y del lenguaje. (…) ¿En nombre de qué
bano como algo claramente diferenciado lo hace? En nombre de la razón, de la ley,
de lo rural? Lefebvre responde –y de su de la autoridad, de la técnica, del Estado y
respuesta partiré para mi local propósi- de la clase que ostenta la hegemonía. Todo
to también–: “Nosotros hablamos de tres es válido a la hora de legitimar y entroni-
campos o terrenos. También podríamos zar un orden general que corresponde a la
decir que se ha dado sucesivamente el lógica de la mercancía, a su mundo, cons-
descubrimiento, la emergencia y la cons- truido por el capitalismo y la burguesía a
titución de tres continentes: lo agrario, lo escala verdaderamente mundial”.
industrial y lo urbano. (…) Tres estratos. En Costa Rica, durante la segunda
Tres épocas. Tres campos, no solamente mitad del siglo XIX y la primera del XX –
de fenómenos sociales, sino también de la República cafetalera, de 1848 a 1948–,
sensaciones y percepciones, de espacios y la formación social se desarrolló bajo un
de tiempos, de imágenes y de conceptos, capitalismo agrario cuya característica
de lenguaje y de racionalidad, de teorías básica fue la consolidación de una cúspide
y de principios sociales: burguesa-oligárquica que dominó el pro-
ceso de concentración y centralización de
• lo rural, la riqueza, proceso que a su vez permitió
• lo industrial, tanto la entrada del país al mercado mun-
• lo urbano, dial como el que su capital se consolidase
como ciudad política. Empero, siguiendo
con todas sus emergencias, inter- la hipótesis de Lefebvre, la ausencia de lo
ferencias, desfases, avances y retroce- industrial al cabo de ese siglo de acumu-
sos, desigualdades en el desarrollo. Y, lación originaria terminó a la postre por
sobre todo, con sus transiciones dolo- aplazar el paso de lo rural a lo urbano,
rosas, con sus fases críticas. He aquí, como mínimo, en la ciudad capital y su
pues, lo que surge de los jalones del eje área metropolitana, condición que se ha
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Andrés Fernández
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San José: de lo rural ¿a lo urbano?
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división social del trabajo, y consecuente- internacionales del café y del petróleo así lo
mente las relaciones sociales de produc- permitieron: limitación burguesa sobre un
ción, sufrieran en realidad transiciones trasfondo campesino (Ulloa, 1986, p. 138).
dolorosas ni que se vieran sometidas a En realidad, era el fracaso de lo ur-
fases críticas de esas que racionalizan el bano en Costa Rica, el producto del no-
imaginario social irreversiblemente. desarrollo de un espacio-tiempo renovado
El potencial trauma social se palió por la racionalidad industrial y converti-
en buena medida gracias a la educación do por eso en racionalidad urbana, es de-
masiva desarrollada en paralelo con la di- cir, humana. Esa carencia de conflictivi-
versificación económica, escolaridad que dad a fondo entre lo rural, como pasado
confundió la urbanidad con las buenas y tradición, y lo urbano, como presente y
maneras y no enseñó jamás a vivir en ciu- progreso, ocasionada por la ausencia de
dad, proceso intrínseco a la in-
dustrialización. Como señalara
Pacheco (1976, p. 102): “con la
creación masiva de escuelas y
colegios de enseñanza media en
todas las cabeceras de los can-
tones y aun en distritos lejanos,
el campesino ha comenzado a
desaparecer. Lo desplaza, con
base en una culturización ar-
tificial de nuestro pueblo, una
clase media de una mentalidad
campesina intacta”.
La artificialidad de tal cul-
turización se vio reforzada por la
absorción laboral de gran parte
de esos estratos medios por la
burocracia estatal, con lo que la
apariencia de modernización de
pretensión industrial –por de-
más limitada al centro de la aglo-
meración urbana dicha– pareció
real al menos durante la llama-
da edad de oro de la clase media
costarricense, de 1950 a 1978,
es decir, mientras los precios Juan José Pucci, Paisaje urbano, San José centro.
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Andrés Fernández
Revista Mensual sobre la Actualidad Ambiental
despoblaron, ya antes de
la debacle urbana de la
década perdida de 1980.
Así, lo que se había
iniciado un siglo atrás y
que en estas líneas ilus-
tramos con la falta de
horizonte de un pintor
local frente a uno extran-
jero –la argumentada re-
sistencia ancestral del
meseteño a lo urbano–,
ha llegado a amenazar
incluso la preponderan-
cia política de la capital,
una ciudad difuminada
Juan José Pucci, Paisaje urbano, San José centro.
en medio de su área me-
industrialización, llevó a la convivencia tropolitana que hoy ni siquiera alberga la
de sus formas en una ciudad política que sede del Poder Ejecutivo de la nación, ni
no logró por esa razón consolidarse como tampoco, en un sentido estricto, la de su
imagen –re-presentación–, puesto que propio gobierno local, para no mencionar
nunca fue vivencia –presentación– de lo el deterioro de zonas completas de su cas-
por-venir en el horizonte psico-social de co ni la lumpenización que caracteriza a
los josefinos. lo que resta de sus barriadas.
Industria sin industrialización, cre-
cimiento urbano sin urbanidad: San José
se quedó en el pliegue ese, en ese entreac-
to fallido entre lo rural y lo urbano, cam- Desde hace dos décadas, ciertamen-
po ciego pleno de contradicciones espacio- te por medio de la acción política, tan
temporales. Lo que vino entonces, sobre sombrío panorama ha empezado a cam-
todo a partir de la década de 1960, fue biar: se le ve en la estructura al centro
el abandono paulatino de las áreas resi- de la ciudad y lo constatamos cotidiana-
denciales propiamente urbanas, de los mente quienes vivimos en ella. Empero,
barrios josefinos históricamente ubicados eso no es aún, ni de lejos, la urbanidad
en el centro mismo de la ciudad de San como estadio existencial del josefino ni
José, que experimentaron desde entonces menos del tico. Por eso se impone ahora
una reducción absoluta en sus contin- el re-poblamiento urbano, un proceso de
gentes demográficos y que poco a poco se aprendizaje humano, sin embargo, que
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San José: de lo rural ¿a lo urbano?
Junio 2013. Número 234
por socialmente deseable y deseado puede Bustamante de Rivera, T. (1996). La ciudad de San José.
Ensayo Histórico. San José: Municipalidad de
dejar de lado los factores históricos y so-
San Jose.
ciológicos que este texto ha querido apor-
Cordero, J. A. (1964). El ser de la nacionalidad costarri-
tar -así sea de modo impresionista- ateni- cense. Madrid: Editorial Tridente.
do a limitaciones editoriales. Ya llegará el Esquivel, F. (1985). El desarrollo del capital en la indus-
momento y la oportunidad de ampliarlos tria de Costa Rica. 1950-1970. Heredia: Editorial
como planteamientos hipotéticos, de pro- de la Universidad Nacional.
fundizarlos como reflexiones teóricas y, González Dobles, J. (1995). La patria del tico: interpreta-
ción del ser costarricense. San José: Logos Edito-
quizás, de afirmarlos como la base concre-
rial-Editorial Antares.
ta de la que debe partir cualquier intento
Láscaris, C. (1975). El costarricense. San José: Editorial
de construcción de una urbanidad criolla Universitaria Centroamericana.
en el actual contexto histórico de inser- Lefebvre, H. (1976). El campo ciego. En La revolución ur-
ción de la producción nacional en una bana (pp. 29-52). Madrid: Alianza Editorial.
economía pos-industrial, mundializada y Mumford, L. (1979). La ciudad en la historia (Tomo I).
Buenos Aires: Ediciones Infinito.
mediatizada por la revolución en marcha
Pacheco, L. (1976). El costarricense en la literatura na-
de las telecomunicaciones.
cional. En Puertas adentro, puertas afuera (pp.
Si, como resulta evidente, la razón 91-148). San José: Editorial Costa Rica.
de fondo para que hoy se plantee con in- Quesada Soto, A. (2008). Breve historia de la literatura
sistencia la necesidad de re-poblamiento costarricense. San José: Editorial Costa Rica.
del centro capitalino está en su abando- Rodríguez Vega, E. (1953). Apuntes para una sociología
no por parte de los habitantes que le eran costarricense. San José: Editorial Universitaria
UCR.
habituales desde la segunda mitad del si-
Rojas, J. M. (1990). Costa Rica en el arte. San José: Mu-
glo XX, en este ensayo escrito apenas a
seos del Banco Central de Costa Rica.
inicios del siglo XXI he preferido esbozar Ulloa, R. (1986). Ser, arte, comunicación y crítica. En
la raíz estructural de tal problema, antes Arte y crítica en el siglo XX (pp. 123-143). San
que pretender profundizar en la epider- José: Editorial de la Universidad a Distancia /
mis coyuntural del mismo, como se haría, Círculo de Críticos de Arte de Costa Rica.
Vargas Cullel, J. y Carvajal, G. (1988). El surgimiento
a mi profesional juicio, con cualquier otro
de un espacio urbano metropolitano en el Valle
tipo de propuesta.
Central de Costa Rica: 1950-1980. En Fernández
R. y Lungo, M. (comp.). La estructuración de las
Referencias
capitales centroamericanas. San José: Editorial
Barahona Jiménez, Luis. 1975. El gran incógnito. San
Universitaria Centroamericana.
José: Editorial Costa Rica.
Vega Carballo, J. L. (1986). Hacia una interpretación del
Bonilla, A. (1971). Abel y Caín en el ser de la naciona-
desarrollo costarricense: ensayo sociológico. San
lidad costarricense. En Ferrero, L. (comp.). En-
José: Editorial Porvenir.
sayistas costarricenses (pp. 271-282). San José:
Librería Antonio Lehmann.
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Andrés Fernández