Liderazgo
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El esfuerzo por sobresalir, luchar por el éxito y conseguir los objetivos marcados es lo que
define a la motivación de logro, una teoría desarrollada en los años 60 por David
McClelland a partir de su formulación de las tres necesidades.
Necesidades de poder: que surgen del voluntad de las personas por influenciar y
controlar el comportamiento de los demás.
Generalmente, estas tres necesidades conviven en un mismo trabajador, aunque siempre
hay una de ellas que es predominante. Así, en el caso de las necesidades de logro, las
personas presentan una serie de características:
Conocer qué motiva a los empleados. No todas las personas responden ante los
mismos estímulos, o no lo hacen en el mismo grado, por lo que un buen líder debe
descubrir cuáles son esos factores extrínsecos e intrínsecos que activan a cada
trabajador y generar, a partir de ahí, un sistema personalizado de recompensas.
Además, Mobbs y McFarland señalan que la respuesta aversiva del cerebro,
provocada por la frustración, por ejemplo, eclipsa a la de motivación, como puede
ser el hecho de ser reconocido.
Motivacion de logro
Los motivos secundarios se caracterizan por no tener una base biológica clara y por ser
aprendidos, esto es, determinados por la cultura.
Se desarrollan y configuran mediante la interacción entre los individuos y actúan, como los
motivos primarios, activando y dirigiendo la conducta. No son necesarios para la
supervivencia humana, pero juegan un importante papel en el desarrollo emocional de los
sujetos, y son propios del ser humano.
En ocasiones configuran los motivos primarios hasta extremos inimaginables (por ejemplo,
usar incómodos tacones porque están de moda; autolesionarse en nombre de la religión,
etc).
Winterbottom descubrió que hay una relación entre la motivación de logro de los niños y el
estilo educativo practicado por sus madres: cuando éste da refuerzos de tipo emocional
mostrando cariño, los niños tenían más motivación de logro.
1. El poder personal, cuyo objetivo es ejercer la dominación sobre los demás y que es
el punto de vista más habitual cuando se habla de motivación de poder.
2. El poder social, cuyo objetivo es contribuir al beneficio o bienestar de los demás y
en este sentido se le considera la cara positiva de la motivación de poder.