(Ciudad de México, 1914 - id., 1998) Escritor mexicano. Junto con Pablo
Neruda y César Vallejo, Octavio Paz conforma la tríada de grandes poetas
que, tras el declive del modernismo, lideraron la renovación de la lírica
hispanoamericana del siglo XX. El premio Nobel de Literatura de 1990, el
primero concedido a un autor mexicano, supuso asimismo el reconocimiento
de su inmensa e influyente talla intelectual, que quedó reflejada en una
brillante producción ensayística.
Octavio Paz
Nieto del también escritor Ireneo Paz, los intereses literarios de Octavio Paz
se manifestaron de manera muy precoz, y publicó sus primeros trabajos en
diversas revistas literarias. Estudió en las facultades de Leyes y de Filosofía
y Letras de la Universidad Nacional. Sus preocupaciones sociales también se
dejaron sentir prontamente, y en 1937 realizó un viaje a Yucatán con la
intención de crear una escuela para hijos de trabajadores. En junio de ese
mismo año contrajo matrimonio con la escritora Elena Garro (que le daría
una hija y de la que se separaría años después) y abandonó sus estudios
académicos para realizar, junto a su esposa, un viaje a Europa que sería
fundamental en toda su trayectoria vital e intelectual.
En París tomó contacto, entre otros, con César Vallejo y Pablo Neruda, y fue
invitado al Congreso de Escritores Antifascistas de Valencia. Hasta finales de
septiembre de 1937 permaneció en España, donde conoció personalmente
a Vicente Huidobro, Antonio Machado, Miguel Hernández y otros destacados poetas
de la generación del 27. Además de visitar el frente, durante la Guerra Civil
española (1936-1939) escribió numerosos artículos en apoyo de la causa
republicana.
Tras volver de nuevo a París y visitar Nueva York, en 1938 regresó a México
y allí colaboró intensamente con los refugiados republicanos españoles,
especialmente con los poetas del grupo Hora de España. Mientras, trabajaba
en un banco y escribía diariamente una columna de política internacional
en El Popular, periódico sindical que abandonó por discrepancias ideológicas.
En 1942 fundó las revistas Tierra Nueva y El Hijo Pródigo.
Desde finales de 1943 (año en que recibió una beca Guggenheim para visitar
los Estados Unidos) hasta 1953, Octavio Paz residió fuera de su país natal:
primero en diversas ciudades norteamericanas y, concluida la Segunda Guerra
Mundial, en París, después de ingresar en el Servicio Exterior mexicano. En
la capital francesa comenzó su alejamiento del marxismo y el existencialismo
para acercarse a un socialismo utópico y sobre todo al surrealismo, entendido
como actitud vital y en cuyos círculos se introdujo gracias a Benjamin Péret y
principalmente a su gran amigo André Breton.
SILENCIO
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
TUS OJOS
Tus ojos son la patria
del relámpago y de la lágrima,
silencio que habla,
tempestades sin viento,
mar sin olas, pájaros presos,
doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque
en donde la luz canta en el hombro
de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana
encuentra constelada de ojos,
cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta,
espejos de este mundo,
puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea, páramo.
Sor Juana Inés de la Cruz
(Juana Inés de Asbaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México,
1651 - Ciudad de México, id., 1695) Escritora mexicana, la mayor figura de
las letras hispanoamericanas del siglo XVII. La influencia del barroco español,
visible en su producción lírica y dramática, no llegó a oscurecer la profunda
originalidad de su obra. Su espíritu inquieto y su afán de saber la llevaron a
enfrentarse con los convencionalismos de su tiempo, que no veía con buenos
ojos que una mujer manifestara curiosidad intelectual e independencia de
pensamiento.
Biografía
Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió
su primera loa. En 1659 se trasladó con su familia a la capital mexicana.
Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de
Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada
por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España
por su erudición, su viva inteligencia y su habilidad versificadora.
Amado Nervo
Todos los estudiosos parecen estar de acuerdo en afirmar que adoptó los
principios y la filosofía del Parnaso, grupo de creadores franceses que
intentaba reaccionar contra la poesía utilitaria y declamatoria tan en boga
por aquel entonces, rechazando también un romanticismo lírico en el que los
sentimientos, las encendidas pasiones y las convicciones íntimas de los
autores, interfiriendo en su producción literaria, impedían, a su entender, el
florecimiento de la belleza artística pura.
ESCAMOTEO
Con tu desaparición
es tal mi estupefacción,
mi pasmo, que a veces creo
que ha sido un escamoteo,
una burla, una ilusión;
Gabriela Mistral
Adiós
En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,
«y es cierto y no es cierto»
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
«Vamos hacia el mar
que devora al Sol».
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
«Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol».
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño y el
alucinación.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echó,
morderás la duna
con paso de dos...
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!
Apegado a mí
Velloncito de mi carne,
que en mis entrañas tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!
Yo lo Pregunto
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
Aunque sea de oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Percibo lo Secreto…
Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh vosotros señores!
Así somos, somos mortales,
De cuatro en cuatro nosotros los hombres,
Todos habremos de irnos,
Todos habremos de morir en la tierra…
Nadie en jade,
Nadie en oro se convertirá:
En la tierra quedará guardado
Todos nos iremos
Allá, de igual modo.
Nadie quedará,
Conjuntamente habrá que perecer,
Nosotros iremos así a su casa.
Como una pintura
Nos iremos borrando.
Como una flor,
Nos iremos secando
Aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
De la preciosa ave de cuello de hule,
Nos iremos acabando
Nos vamos a su casa.
Se acercó aquí
Hace giros la tristeza
De los que en su interior viven…
Meditadlo, señores,
Águilas y tigres,
Aunque fuerais de jade,
Aunque allá iréis,
Al lugar de los descarnados…
Tendremos que desaparecer
Nadie habrá de quedar.