Peralta Darío
Abstract:
Se analizarán tres problemas relacionadas al concepto de “imagen
dialéctica” en Walter Benjamin. Primero ¿en qué medida la concepción
dialéctica benjaminiana se diferencia de método hegeliano –en especial del
progreso que implica este último? Segundo, dado que en la dialéctica
hegeliana hay una imbricación entre el conocer y el ser ¿cuál es la ontología
que comporta la concepción histórica de Benjamin? Y tercero, ¿cómo
comprender la detención dialéctica desde el punto de vista ontológico del
tiempo? Se sostiene que la comprensión estética –en particular pictórica-
resulta fundamental para superar la noción hegeliana de dialéctica. Para
desarrollar el estudio de estas tres cuestiones se analizará brevemente la
noción de imagen pictórica en la filosofía de la historia de Benjamin. Por último,
se relacionará la noción de imagen dialéctica con la discontinuidad histórica.
1 HEGEL, G. W. F. Filosofía del Derecho o compendio de Derecho natural y ciencia del Estado.
Madrid: Biblioteca Nueva. 2000b. “Lo que es racional es real y lo que es real es racional. En
esta convicción se encuentra cada conciencia ingenua, así como la filosofía, ya si mismo esta
parte de allí en la consideración tanto del universo espiritual como del universo natural.”, p. 74.
2 HEGEL, G. W. F. Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, Madrid: Alianza,
2000a. “El momento dialéctico constituye, pues, el alma motora del progreso científico y el
principio en virtud del cual sólo se introducen en el contenido de la ciencia la conexión
inmanente y la necesidad;” p. 184. En HEGEL, G. W. F. Filosofía del Derecho… “La dialéctica
superior del concepto consiste en (…) producir y concebir desde él el contenido positivo y el
resultado en cuanto solamente así es desarrollo y progreso inmanente.”, p. 110.
3 HEGEL, G. W. F. Filosofía del Derecho… “Los alemanes en cambio son más pensantes, y
mujeres se ven envueltas en nuevas formas de explotación laboral y sexual. “difaman todo tipo
de reflexión que choque con el ideal de feminidad propagado por la industria cultural y se
abandonan de grado y por entero a la esclavitud, en la que ven la realizaciónde su sexo. (…)
Anticuado sólo lo es lo que fracasó, la promesa rota de algo nuevo” p. 91-92.
7 HABER, Magalí. El pasado, el presente y la reproducción de la tradición en Walter
pensamiento nunca saca de sus objetos sino lo que él ya es en sí; se contenta en sí mismo a
pesar del programa de la enajenación”, p. 35.
10 Ibíd. “Una grandiosa y funesta petitio principii la filosofía se hace con la realidad hasta tal
punto que ésta se pliega a la represiva identidad con ella. (…)La simple dicotomía de lo
Para Benjamin, los acontecimientos históricos son los que determinan las
imágenes dialécticas y no a la inversa. Y bajo la advertencia adorniana de no
convertir al pensamiento (a través de su poder de abstracción) en una
ontología, es posible plantear el interrogante acerca de la relación entre los
conceptos (constelación, nómada) y los datos empíricos (recordación, tiempo-
ahora, discontinuidad). Tanto Benjamin, como adorno comparten el principio
metodológico de una dialéctica concentrada en explicar las contradicciones,
pero no que tenga la obligación de resolverlas. Puesto que cada superación
hegeliana “muestra al desarrollo histórico como orgánico y cerrado”11. En una
lectura atenta de los textos de Marx, tampoco es posible hallar una
especificación de lo que debería llegar a ser el comunismo futuro12.
Un último punto en común entre ambos autores es la relación con el
mesianismo judío. Agamben señala en un extracto de Minima Moralia, la
deflación del momento redentor de la filosofía adorniana a una mera
apariencia. Ligada a concepción neokantiana, la filosofía considera a las cosas
como si se presentaran en la perspectiva de la redención [Erlösung]13. La
lectura de Agamben enfatiza el sintagma “como si” que conduce a momento
redentor a la pura indiferencia entre si realidad o irrealidad14. A pesar de ello,
es necesario preguntar ¿es posible la redención sin mesianismo?
Una primera distinción entre estos autores, es que para Benjamín la tarea
del materialismo histórico es doble: por un lado, la crítica de los objetos
culturales en su arraigo y propagación de la cultura burguesa dominante; por el
otro, el rescate de aquellos fenómenos culturales que puedan ser beneficiosos
para la lucha de los oprimidos y la politización del arte. Desde esta óptica no
hay diferencia entre cultura de masas y cultura de elites, mientras que para
Adorno, los bienes culturales de orden masivo no tienen ningún potencial útil
temporal y lo eterno en plena concepción (…) de la dialéctica en Hegel está conforme con el
primado de lo universal en la historia de la filosofía.”, p. 328-329.
11 DÍAZ, Ariene. Dialéctica e historia…, p. 101.
12 BENSAÏD, Daniel. Marx intempestivo: grandezas y miserias de una aventura crítica.
Herramienta, 2013. Marx “se niega tanto a ennegrecer los borradores del porvenir como a
avivar el fuego bajo las marmitas del futuro. No traza los planos de una sociedad perfecta que
charlatanes de escasa virtud liquidarán con gusto en el mercado negro de las reformas al por
menor. Se contenta con deslizar el pie para dejar entreabierta la puerta por donde se filtra el
fulgor vacilante del mañana”, p. 59.
13 ADORNO, T. Minima moralia, Madrid: Taurus, 2001. “El conocimiento no tiene otra luz
esperanzas en el proletariado. (…) se negaba (…) a permitir que la validez de la teoría fuese
de algún modo dependiente de la existencia de un sujeto revolucionario colectivo o de la
posibilidad de su aplicación directa en la praxis política.”, p. 71.
17 BENJAMIN, W. Discursos interrumpidos, (tesis 12), p. 186.
18 LÖWY Michael. Progreso e historia. La concepción de la historia de Walter Benjamin.
Sociales del Instituto del Libro, 1970. “La dialéctica materialista es una dialéctica
revolucionaria.”, p. 36.
20
BUCK-MORSS, S. Origen de la dialéctica negativa… “Para Lukács, el marxismo era un
método cognitivo que conducía a un programa de acción.”, p. 73.
21 LUKÁCS, G. Historia y conciencia… el obrero debe ser instruido y conducido por una
y Praxis Latinoamericana, 2009, pp. 79-92. “ese pensamiento “está empapado” de teología
porque es gracias a esa discontinuidad anunciada por la teología que puede establecer la
separación entre ambos sin confundirlos, persistiendo en su radical heterogeneidad.”, p. 89.
23 CASTILLA URBANO, Francisco. “Walter Benjamin, Una filosofía de la historia entre…”. “Esta
postura no deja de ser una manifestación implícita de que la razón, en contra de las creencias
básicas del dogma ilustrado, no puede desplazar en su totalidad a la religión.”, p. 454. Sin
La función de la teología que puede brindar al historiador materialista es la
exigencia metodológica de configurar la imagen dialéctica basado en el acto de
la recordación [Eingedenken]. La esperanza no es una expectativa que sería
concentrada con un proyecto progresista de la historia, sino que se la encontrará
cuando el presente se conecte en una constelación con las luchas sociales del
pasado24. La lucha actual por la revolución necesita recordar las injusticias que el
discurso histórico dominante pretende enterrar en el olvido. Un discurso contra-
hegemónico de la histórica es una parte fundamental de la lucha de clase llevada
adelante por las clases oprimidas. Es por ello que el historiador materialista
requiere de nociones teológica tales como redención y justicia pendiente.
Ahora bien, vuelve a presentarse el problema de que aquello que llega a
ser recuperado por la memoria colectiva, corre el riesgo de recaer en el sistema
de representación dominante, en una tipificación legada por el poder estatal y
su formalidad legal25.
A parte de las diferencias con la dialéctica hegeliana, es relevante
analizar la distinción con la representación que el propio Marx realiza del
pasado en función del proyecto revolucionario. Erika Lipcen advierte que en El
dieciocho Brumario, se afirma que la revolución proletaria sólo es posible si se
deja de lado ““toda adoración supersticiosa del pasado”26. En particular, la
crítica va dirigida contra los discursos políticos que amalgaman los proyectos
de la burguesía con las luchas del pasado, así pretenden hacer pasar un
interés de clase bajo una lucha universal en favor de la libertad humana. Esta
postura ha sido recalcada en contra de las tesis benjaminianas, principalmente
olvido de lo inolvidable. Santiago: Metales Pesados, 2009. “(…) aquello que puede ser incluido,
reconocido y tipificado únicamente gracias a las formas y hábitos de percepción de
representación del presente.”, p. 37.
26 MARX, Karl, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, Buenos Aires: Need, 1998, p. 16.
“cuando se disponen a sublevarse y sublevar el estado de las cosas, a crear algo inusitado en
estos tiempos de crisis y rebelión es precisamente cuando, con miedo, conjuran en su auxilio
los espíritus de ataño, se disfrazan con sus nombres, sus consignas de guerra, sus
vestimentas, para interpretar una nueva escena de la historia universal con ese traje de vejez
respetable y esas palabras prestadas” p. 14. ver LIPCEN, Erika. Pasado y revolución en Karl
Marx y Walter Benjamin. Griot, Bahia v.11, n.1. Junio 2005, pp. 133-142., p. 134.
por Horkheimer27. La discusión puede llevar a cuestionar si Benjamin se
mantiene fiel a los textos marxistas, o su adhesión es un efecto superficial de la
época (una moda académica)28. En cambio, E. Lipcen argumenta que citar al
pasado no siempre conlleva a una mistificación. El materialismo histórico
sostiene su crítica al fenómeno de plusvalía, no sólo por el sufrimiento actual
de la clase obrera, si no en las injusticias producidas en el pasado –lo cual ha
sido demostrado bajo la noción de “acumulación primitiva del capital”. El
historiador materialista tiene la tarea de desmitificar las referencias al pasado
que actúen como una moda, reproducen las desigualdades sociales como una
novedad agradable29. El problema no es que un proyecto político se conecte
con el pasado, sino en ver si esa conexión produce un efecto conservador o
una imagen dialéctica ligada en el presente con cambio revolucionario.
Tesis de historia
La imagen es un estado intermedio entre el fenómeno, en tanto intuición
empírica de la sensibilidad, y el concepto empírico, producto sintético del
entendimiento. La imaginación no es un estadio previo a la formación de los
conceptos, por el contrario, es una potencia que sustenta a todas las demás
facultades de conocimiento, en especial oscila, entre las sensaciones y las
categorías analíticas. La imagen se distingue de la intuición empírica en la
medida que ya está atravesada por la lógica analítica y discursiva. A su vez, se
distingue de los conceptos, en la medida que no poseen la generalidad
abstracta de la lógica, siguen siendo un aquí y ahora. Cierto es que puede la
imagen actuar como alegoría o cualquier tipo de analogía, pero no quita que
27 HORKHEIMER, M. “El Estado autoritario” en Teoría crítica, Barcelona: Barral, 1973. “las
posibilidades frustradas, la felicidad que se dejó escapar, el asesinato con o sin procedimiento
jurídico, aquello que el gobierno hace a las personas, es irrevocable” p. 105.
28 SAZBÓN, José, “Historia y paradigmas en Marx y Benjamin” en Historia y representación,
Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes, 2002. El autor sostiene que el fracaso de la
Revolución Francesa se debe a conectar su legitimiación discursiva con las libertades de la
Antigua Roma. Este artilugio retórico, al igual que la moda actúa como “una propensión
mixtificadora” p. 126. La postura opuesta es defendida en REYES MATE, Medianoche… para
este autor, Benjamin se aleja claramente las críticas del Dieciocho Brumario, “los pasa por alto
para poner a Marx de su parte”, y aunque puede ampararse en la Carta de Marx a Ruge (sept.
1843); lo cierto es que “el cambio revolucionario sí extrae su poesía del pasado” p. 232.
29 LIPCEN, Erika. “Pasado y revolución…”, “El historiador materialista tiene la tarea de
desmitificar las referencias al pasado que actúen como una moda.”, p. 141.
sea una existencia única e irrepetible. La imagen es una diferencia pura, en
cuanto que tal, su carácter material se expresa como fuerza intensiva del
pensamiento y se accede a ella únicamente como experiencia aurática.
El pensamiento benjaminiano ha de ser entendido como un complejo y
sofisticado diagrama de cuadros filosóficos. Éste no se presenta como una
proyección progresiva y sistemática de orden cinemático30. Hay allí todo tipo de
imágenes: oníricas, artísticas, literarias, pictóricas, epistémicas, gnoseológicas
etc. Los cuadros de su pensamiento generan todo tipo de conexiones con
ordenaciones aleatorias. Se configuras como fragmentaciones y síntesis de
montajes literarios. Se afirman allí únicamente lo heterogéneo y la multiplicidad.
Las imágenes se conectan con conceptos científicos, filosóficos y teológicos
sin dificultad, y permiten desarrollar explicaciones de la realidad humana con
un elevado grado de consistencia y rigor intelectual31.
En cuanto al orden dialéctico que asumen las imágenes históricas, su
función no radica en la capacidad comprensiva de mundo social, sino en su
fuerza explicativa de las causas de la violencia, de la injusticia y de la praxis
revolucionaria32. La imagen dialéctica aparece como un iluminación profana,
pero ello no implica que se trata de que desde el pasado se arroje luz al
presente, o a la inversa; por el contrario, se debe atender a la proyección
mental que puede captar en un mismo instante las fuerzas, deseos e intereses
de las luchas pasadas y observarlas como horizonte de experiencia para las
luchas políticas-sociales del tiempo presente. Este fenómeno tan especial sólo
es posible de alcanzar cuando la imagen es comprendida como mónada.
La imagen dialéctica se encuentra ligada no sólo a la iluminación profana,
sino también se descarga sobre una base mesiánica, se trata de una
constelación que posibilita la apertura del tiempo-ahora [Jetztzeit] pero no debe
ser entendida como un significado trascendental33. Si bien se trata de una
de arte, texto, recuerdo o documento) en lo que un instante del pasado y un instante del
presente se unen en una constelación”, p.138.
32
JOCHAMOWITZ, Eduardo. Observaciones a “Sobre el concepto de historia” de Walter Benjamin.
Estudios de Filosofía, 2013, vol. 10, p. 113-121. “Una nueva conciencia histórica reclama una
revolución.”, p. 120.
33 BIALAKOWSKY, Guillermo. Memoria y discontinuum. Hacia una filosofía política de la
la memoria. Buenos Aires: Prometeo, 2013. “El autor se propone la paradójica tarea conceptual
de introducir un cierto modo de trascendencia en al ámbito de la historia.”, p. 99.
34 Ibíd. “podemos afirmar que la noción de Eingedenken implica un lenguaje mimético-
37 BENJAMIN, W. “La vida de los estudiantes”, 1915, en Obras libro II / Vol. 1, Madrid: Abada,
p. 77. LÖWE, Michael, “Walter Benjamin y la crítica del progreso “el materialismo histórico no
va a sustituir sus intuiciones “antiprogresistas” de inspiración romántica”, p. 22. LICEAGA,
Gabriel. Variaciones mesiánicas: reflexiones a partir de Sobre el concepto de Historia. Revista
Otros Logos, Universidad Nacional del Comahue, 2012, p. 174-189. “Benjamin indica que lo
constitutivo de la experiencia humana no es el reino mesiánico sino el llamado a su
construcción aquí y ahora.”, p. 187.
38 LÖWE, Michael, “Walter Benjamin y la crítica del progreso…, p. 24. En LÖWY Michael.
39 COHEN, Esther. Walter Benjamin y Franz Kafka: dos pepenadores en busca del mesianismo
profano. Acta poética, 2007, vol. 28, no 1-2, p. 49-71. “podemos decir entonces, sin temor a
equivocarnos, que es el quedo acercamiento entre el orden de lo profano y el orden de lo
mesiánico lo que produce esa felicidad de la redención.”, p. 69.
40 VARGAS, Mariela. El problema del tiempo histórico y la imagen dialéctica en Walter
Benjamin. Revista latinoamericana de filosofía, 2012, vol. 38, no 1, p. 85-108. “Lo mesiánico es
reinterpretado por Benjamin como una “intensidad”, es llevado a la interioridad del hombre”, p.
92. Ver BENJAMIN, W. Discursos interrumpidos, fragmentos teológicos políticos, “Mientras que
la inmediata intensidad mesiánica del corazón, de cada hombre interior, pasa por la desgracia
en el sentido del sufrimiento.”, p. 194.
41 VARGAS, Mariela. El problema del tiempo histórico… “Es la eternidad como un aspecto del
tendencia literaria.
¿En qué sentido un pensamiento dialéctico (el pensamiento en general)
puede ser productivo cuando está detenido? Benjamín siempre comprenderá
que el abordaje no-dialéctico conduce a vaciamiento del pensamiento. El
ejercicio dialéctico si ha de detenerse, no lo hará en un objeto aislado y de por
sí estático. Sea cual sea el objeto de estudio, éste debe ser conectado con “el
conjunto vivo de las relaciones sociales”. Pero el procedimiento dialéctico no
debe llevar a una definición tajante como si es reaccionaria o revolucionaria.
Este mecanismo es arduo y se acerca lentamente a estas respuestas, por
medio de otros interrogantes. Sin embargo, será necesario interrogar ¿por qué
una tendencia literaria se mide como correcta si progresa o no en relación a la
técnica literaria de una época? O por otra parte ¿es necesario entender que
este discurso está dirigido a un auditorio que todavía mide la comprensión del
materialismo histórico en términos de progreso? Pero la detención o el
suspenso dialéctico tienen que ver con la interrupción de la acción en el teatro
épico de B. Brecht. En la estética aristotélica la empatía es necesaria para la
catarsis. En el teatro épico la interrupción de la secuencia en lugar de acercar
la obra al espectador, produce el efecto contrario lo coloca en una lejanía
máxima para su observación objetiva.
“Inquietud por la exigencia que se hace al investigador para que renuncie a la actitud tranquila,
contemplativa frente a su objeto, para hacerse consciente de a constelación crítica en la que
dicho fragmento del pasado se encuentra precisamente con el presente.” p. 91.
51 HABERMAS, J. Perfiles…” p. 308. En esta estructura reconoce el signo de una detención
mesiánica del acaecer, o dicho de otra manera: de una coyuntura revolucionaria en la lucha en
favor del pasado oprimido.”
“esa crítica se cerciora de los momentos en los que la sensibilidad artística obliga a detenerse
a un destino con ropajes de progreso y pone en cifra la experiencia utópica en una imagen
dialéctica: lo nuevo en lo siempre igual.”, p. 307.
52 Ibíd., p. 322.
Para Reyes Mate hay un pasaje entre la imagen onírica y la imagen
dialéctica. Los rasgos culturales dominantes se han inscripto en el discurso
histórico por medio de los valores liberales proclamados desde la Ilustración en
adelante. Incluso el positivismo ha mantenido los sueños de una sociedad que
progresa pero de manera ordenada. Sin embargo, el decurso de los hechos
fácticos ha demostrado el fallido de este programa socio-político. Los ideales
del progreso se han materializado en fenómenos catastróficos para la
humanidad: la shoah, las bombas atómicas en Hirozima y Nagazaki, las
deportaciones a Siberia, las dictaduras que posibilitaron la introducción del
neoliberalismo en el Tercer Mundo, etc. Reyes Mate afirma que esos sueños se
reflejan en el fracaso al que han conducido y persisten dormidos 53. La imagen
dialéctica promueve una doble tarea: primero, rechaza el progreso ciego al que
las clases dominantes han conducidos a los pueblos, pero también se exhorta
a recuperar los sueños de los sectores sociales que han sido acallados por el
discurso histórico-político vigente. En aquel fracaso catastrófico también
duermen los sueños de los olvidados y desarrapados de la tierra. La imagen
dialéctica promueve la tarea de despertar por medio de la rememoración. Ya en
una de sus primeras publicaciones el estudiante Benjamin, pretende contribuir
a que la juventud despierte54. Si pueblos enteros hoy permanecen adormecidos
por la ideología y otras tecnologías de poder, Benjamin conmina al presente a
devenir en un tiempo-ahora, a dejar de rechazar el asedio fantasmal de las
voces oprimidas del pasado. Con la imagen dialéctica se trata de configurar
una constelación del despertar, un desplazamiento del punto de mira y a la vez,
una “activación del potencial revolucionario de la generación presente”55.
53 REYES MATE, Medianoche… “Los sueños de un mundo mejor gracias a la técnica laten
dormidos en su fracaso.”, p. 38.
54 BENJAMIN, WALTER, “Bella durmiente”, en Obras completas, libro II, vol. Madrid: Abada. p. 7.
55 BALCARCE, Gabriela. Walter Benjamin y la aporía de los dos mesianismos. Revista de
56Ibíd. “Los sueños que le animan de hecho son los de los escaparates.” p. 40.
57 BENJAMIN, W. Pasajes… “Con las sacudidas de la economía centrada en la mercancía
comenzamos a reconocer como ruinas los monumentos de la burguesía ya antes de que se
hayan derramadas.”, p. 79.
58 ZAMORA, J. “El concepto de fantasmagoría…” “los objetos son liberados de su contexto
Löwe afirma que el huracán o tempestad que sopla contra el ángel para
empujarlo hacia el futuro, no sólo personifica al progreso (103), sino que nos
aleja del paraíso perdido. Ese paraíso sería el comunismo primitivo entendido
como una sociedad sin clases. Lo difícil de comprender es “desde el Paraíso
sopla una tempestad”.
los harapos y los desechos: no pretendo inventariarlos, sino hacerles justicia de la única
manera posible, esto es, empleándolos.”
61 LÖWY, Michael. Walter Benjamin y el surrealismo: historia de un encantamiento
revolucionario. Acta poética, 2007, vol. 28, no 1-2, p. 73-92. “se entienda en su acepción
romántica, es decir, la fascinación por el encantamiento y lo maravilloso así como por los
aspectos “embrujados” de las sociedades y de las culturas pre-modernas” p. 77.
62 Ibíd. “una forma superior, llevada a cabo por el surrealismo en sus mejores momentos: la
redención en Adorno, con la defendida por Benjamin. “No se trata de hallar un ámbito desde el
cual criticar lo existente, sino de los modos en que se conducen y liberan las fuerzas que
operan en la realidad.”, p. 61.
67 ARAYA MORENO Carlos, Para una crítica de la Historia del Estado... “El texto liga
Daimon Revista Internacional de Filosofía, 2015, no 65, p. 53-61. “(…)la irrupción e interrupción
comprensión de la diferencia en la repetición es la posibilidad de liberación de
lo reprimido69. El acecho de los fantasmas se expresa por medio de las
imágenes dialécticas.
de lo extraño en un instante súbito que hace saltar los fragmentos reprimidos o suprimidos en
la aparente continuidad de una acción.”, p. 57.
69 Ibíd. “la repetición conduce a la liberación el pasado oprimido.”, p. 59.
70 BENJAMIN, W. “Para una crítica de la violencia”. En Estética y política, Las Cuarenta,
judaicidade e crítica do sionismo. São Paulo: Boitempo, 2017, p. 75-102. “Quisiera sugerir que
este sagrado o divino sentido de vida está también aliado con lo anarquista, con aquello que
está más allá o fuera de principio.”, p.80. ver también: DAHBAR, Victoria; BASSO, Ianina
Moretti. “El largo trueno que después retumba. Detención en la historia para una crítica de la
violencia”. En El laberinto de arena, 2015, vol. 2, no 4, p. 278-293. “Por eso, a la violencia
mítica que habilita al poderoso a ejercer violencia podrá oponérsele una violencia divina, como
la encarnada en la figura de la huelga general revolucionaria.”, p. 291.