Para entrar en materia, definiremos la psicología cultural cómo el análisis de las masas, los

grupos, etnias y comunidades ubicadas en un contexto social, las instituciones y culturas

que afectan el comportamiento del individuo. Así mismo los conocimientos generados de
las investigaciones psicosociales, sobre todo cuando son aplicados dentro de las culturas.
Si tenemos en cuenta a los autores del estudio social dentro del campo psicológico,
encontramos que Vigotsky plantea que hay zonas de desarrollo próximo y mediaciones
semióticas, las cuales intervienen las estrategias culturales, que explican el origen y
organización de la conciencia y que dentro de las sociedades se trabajan instrumentos
culturales (signos y lenguaje) que son aprendidos por procesos de socialización formal
(escuelas) e informal (padres, etc.).
Se pretende estudiar en este campo, los procesos cognitivos no de manera individual, sino
como una gran interacción social a la cual tendrá como primera instancia la cultura situada
en un contexto, institución, etc., así mismo las estructuras cognitivas complejas de cada
individuo que influyen en la adquisición de las habilidades intelectuaes. También las
relaciones socioculturales, institucionales, que se establecen en el sujeto que por medio de
acciones se sitúan dentro de él y permiten conectarse con los demás reconociendo como
uno entre tantos con cualidades y características sean idénticas o similares.
En sus orígenes, según Serrano (1996): “La psicología cultural es el estudio de la
constitución mental de y por las formas simbólicas, esto es, acciones y expresiones
humanas significativas, discursivamente estructuradas, históricamente contextualizada y
socialmente producidas, reproducidas y transmitidas.”. Da entender que somos capaces de
representar gráficamente un sinnúmero de señales, códigos y demás comunicaciones no
verbales que permiten generar en el individuo un aprendizaje cultural, sobre todo cuando
estos representan similitudes con ciertos objetos estableciendo un sistema de significación.
Su desarrollo establece un límite para todos los reduccionismos ya sean como individuo o
lógico, tal como lo dice la psicología transcultural, no reducirse a comprender que la mente
humana no es la que evoca todos los contenidos y procesos, sino que es la cultura o el
contexto social mismo quien interpreta y produce cada dato social que permita la relación
del individuo con el mundo.
A partir de esto, se desprende como una disciplina, que posee ductilidad en cuanto a la
adecuación necesaria en los tiempos y los contextos que se encuentre y es así como se
concibe la psicología cultural en donde los sujetos se expanden y desarrollan, lo que
buscaría entender la conducta humana como elemento de cierta cultura en donde el hombre
se encarga de construir para así poder crear un sentido para sí mismo.
La psicología cultural no hace relaciones al estudio de lo innato, lo que yace dentro del
individuo, las relaciones individuales, porque el individuo muestra que su aprendizaje y
comportamiento humano se basa en las relaciones interpersonales, relaciones sociales que
serán las responsables de establecer un patrón conductual y de la personalidad.
Los individuos mantienen siempre una estrecha afinidad en sus costumbres, prácticas
culturales y estilo de vida que, pretenden demostrar normas y estructura de una sociedad en
un determinado contexto. Su relación, no es netamente personal o autónomo, sino que, a su
vez, el contexto sociocultural permite que el individuo pueda establecerse como persona
dentro de un contexto, institución, etc., mediante acciones cotidianas, lo que lo vuelve un
sujeto que hace parte de un colectivo comunitario.