Otra dificultad que existe en el Perú es que las personas no denuncian haber
sido objeto de discriminación étnica o racial. Esta situación se explica por
diversos factores como: la vergüenza de denunciar tales hechos, la negación y
normalización del racismo, el desconocimiento de los mecanismos de denuncia
y la ausencia de una cultura de sanción social contra la discriminación.
Adicionalmente, la obtención de pruebas para demostrar la existencia de actos
discriminatorios es complicada.