INTRODUCCION ............................................................................................................................. 2
OBJETIVOS ..................................................................................................................................... 4
CUERPO DEL TRABAJO................................................................................................................... 5
¿Qué nos hace pensar en una cadena de significantes Metáfora? ...................................... 5
¿Qué nos hace pensar en una cadena de significantes metonimia? .................................... 7
INTRODUCCION
Entre las muchas funciones del Orientador como del Profesor Jefe, está la de
diagnosticar las necesidades de orientación individual y grupal de los alumnos:
este profesional de la educación, buscará identificar y responder a los llamados
educativos de sus alumnos. Para ello, el Docente, sujeto competente en las
estrategias, métodos y técnicas que operativizan su acción orientadora, deberá
"desarrollar la capacidad de intervenir en el proceso educativo con técnicas,
estrategias y metodologías apropiadas a las necesidades de los alumnos".
Si una de las funciones del Profesor Jefe consiste en ayudar a los requerimientos
concretos de sus alumnos. Para esta tarea deberá dominar, construir y aplicar
Métodos y Técnicas de conocimiento e indagación que le permitan conocer las
necesidades de ellos, como de quienes participan en el proceso escolar. Uno de
estos instrumentos es el CUESTIONARIO.
Por medio de la información que este instrumento entregue, podrá más fiel y
profesionalmente, diagnosticar y responder a las necesidades educativas
Individuales y/o colectivas de sus alumnos y así optimizar su desempeño en el
proceso educativo.
A partir de la década de 1950, Jacques Lacan utiliza cada vez más el término
“cadena”. Al principio, no habla de la cadena significante sino de la
cadena simbólica, queriendo indicar una “línea de descendencia” en la cual cada
sujeto está inscrito incluso antes de su nacimiento (y después de su muerte), y
que influye inconscientemente en su destino. También hace referencia a la
“cadena del discurso”, de manera equivalente.
En 1957 propone por primera vez “cadena significante” para referirse a una serie
de significantes vinculados entre sí. Lacan habla de la cadena significante con
metáforas lineales, a la manera de Saussure (para el cual la linealidad era uno
de los dos “principios” fundamentales del signo, junto con la arbitrariedad). La
idea de linealidad sugiere que la cadena significante es la corriente de la palabra,
en la cual los significantes se combinan según leyes gramaticales (en las
relaciones que Saussure llamó “sintagmáticas”, y que Lacan, siguiendo a otro
gran lingüista, Roman Jakobson, ubica en el eje metonímico del lenguaje). Pero
también usa metáforas circulares, comparando la cadena de significantes con
“los eslabones de un collar que es eslabón en otro collar hecho de eslabones”.
En este caso, la idea de circularidad implica que la cadena es una serie de
significantes vinculados por asociaciones libres, como un camino que se abre en
la red de significantes que constituye el mundo simbólico del sujeto (Saussure
llama a estas relaciones “asociativas”, o “paradigmáticas”, y Lacan, siguiendo a
Jakobson, las sitúa en el eje metafórico del lenguaje). En verdad, la cadena
significante es ambas cosas: en su dimensión diacrónica (el eje histórico,
dinámico, cambiante, según Saussure), es lineal, sintagmática, metonímica; en
su dimensión sincrónica (el eje estático), circular, asociativa, metafórica. Las dos
dimensiones se cruzan. Así, Lacan reúne los dos tipos de relaciones
(sintagmáticas y asociativas) que, según Saussure, existen entre los signos de
la lengua, aunque para aquél estas relaciones no se establecen entre signos sino
entre significantes. Una cadena significante no puede completarse nunca,
porque siempre es posible añadirle otro significante, ad infinitum (como Mijaíl
Bajtín afirmó respecto del “enunciado”). Esto expresaría la índole eterna del
deseo; este es metonímico porque la cadena sólo produce sentido en un
desplazamiento (no en una condensación, metafórica): la significación no está
presente en ningún punto de esa cadena, el sentido “insiste” en el movimiento
de un significante a otro.
En ella vemos otra vez, como en la metáfora, la “f” de la función, pero esta vez
no se trata de la sustitución de un significante por otro representado por una
barra que los ubica arriba y abajo, sino que hay dos significantes, S y S´, que
están en el mismo nivel en una situación de estar uno detrás de otro, en una
continuación infinita. La segunda parte de la fórmula presenta otra diferencia con
la de la metáfora, ya que la metonimia produce un efecto que Lacan describe
como la reducción de sentido, la desvalorización de este sentido, la cual aparece
representado por el signo (-). Creo que esta disminución de sentido puede
entenderse pensando que si pasamos de una cosa a la otra sin detenernos en
ninguna no se puede ubicar algo que tenga un sentido fuerte, sino que este
sentido no puede consolidarse ya que la cadena no se detiene sino que continúa
cambiando de objeto.
De esta manera, uniendo lo dicho antes acerca de la metáfora, vemos cómo las
dos leyes fundamentales del inconsciente y del lenguaje aparecen produciendo
efectos en el caso de “Signorelli”.
El ejemplo de chiste metonímico que Lacan toma es el del “becerro de oro”, en
el cual aparecen muchas personas reunidas alrededor de un hombre rico y en
otro lado hay dos personas hablando, una de estas personas dice que todavía
se sigue adorando al becerro de oro, en relación a este hombre rico que es
buscado y rodeado por la gente como hacían antes los paganos alrededor de
ídolos a los que adoraban como dioses. Esto produce la respuesta de Henri
Heine al decir que esa persona a la que se refiere ya está bastante grande para
ser calificada de becerro.
Respecto de este chiste, Lacan destaca que lo que hay que tener en cuenta es
que el término “becerro” está tomado de dos maneras distintas, ya que el primero
que habla lo dice en relación al ídolo antiguo que se elevaba a la categoría de
Dios y que así producía el efecto de tener mucha gente alrededor para alabarlo,
cosa que encuentra similar a este personaje rico al cual muchos se acercan para
adularlo y festejarlo, con lo cual lo convierten en objeto de cierta idolatría. A
diferencia de esto, Heine toma esa misma palabra, pero ya no como un concepto
sino como un significante y lo usa dándole otro sentido, el de un animal hijo de
la vaca y el toro que por su corta edad es llamado de esa manera. Al igual que
en el caso Signorelli, según el contexto la palabra adquiere un sentido u otro, es
decir que dependerá de qué elementos se combinen con él, según la
combinación metonímica, significará una cosa o la otra.
Debido a las diferencias entre la metáfora y la metonimia, se las ubica como dos
dimensiones distintas del chiste.
Lacan utiliza otro ejemplo, el de “treinta velas” en lugar de decir “treinta barcos”
y dice que esto puede ser confundido con una metáfora, pero no se trata de eso
ya que no es una sustitución en referencia a la realidad porque ningún barco
tiene una sola vela, sino que tiene que ver con la función que se establece entre
la palabra “vela” y la palabra “barco”, lo cual implica un vínculo en la cadena
significante; no se trata de algo metafórico porque dice que esas velas no se
hinchan con el viento por no ser algo real y concreto. Dependerá del contexto,
los elementos con los que se combina, el significado que tenga.
Él lo presenta como algo muy distinto, pero me parece que algo de esto se le
mezcla un poco y no termina de quedar del todo claro. El propio Lacan poco
después dice que esto presenta ambigüedades y es imposible que no quede
alguna hiancia en la presentación de estos temas, pero concluye esto diciendo
que estas ambigüedades son imposibles de evitar, tal vez como queriendo
sacarse la responsabilidad de quedar como alguien que no sabe explicarlo mejor
o como que no termina de entenderlo del todo. Muy por el contrario, rechaza la
idea de metalenguaje según el cual el lenguaje podría explicarse de forma sólida
y completa ya que es imposible matematizar el lenguaje de forma absoluta, es
decir que es imposible que el lenguaje aparezca como la matemáticas, que todos
consideramos como perfecta y sin posibilidad de ambigüedades. O bien esta
estructuración absoluta del lenguaje es imposible, o bien esta estructuración
debe hacerse sobre la base de la ambigüedad lingüística.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
http://www.psiconotas.com/cadena-significante-364.html
http://www.academia.edu/16581989/Metonimia_y_met%C3%A1fora_y_psicon%C3
%A1lisis_lacaniano
http://busquedadelsujeto.blogspot.com.co/2016/05/la-metonimia.html