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Fundamentos históricos de la Estética: Sesión 1

Estética es un ‘término paraguas’: sus partes han sido organizadas a posteriori. En


general se puede comprender por estética la disciplina encargada de pensar las artes
y lo relativo a estas. Debido a esta peculiaridad, una aproximación histórica es la más
adecuada.

Por otro lado, la estética es comúnmente entendida como una disciplina filosófica.
Ello se debe a que responde al motivo filosófico de pasar del mito al logos
(desencantamiento/racionalización del mundo).

Es decir que la estética es un cuestionamiento en torno a asuntos artísticos en el


contexto de buscar soluciones lógicas y racionales. Sin embargo, el marco que esta
definición plantea es demasiado amplio y engloba posturas diversas, a veces
contrapuestas.

El pensamiento en torno a la obra de arte se inició, así como la filosofía, en Grecia.


Para comprender las ideas que se desarrollaron sobre el arte en la antigüedad. Será
necesario considerar el contexto filosófico en el que surge la pregunta acerca del arte.

1. El contexto filosófico:

De manera análoga a lo que ocurre con el arte, la filosofía ha realizado diversos giros y
cambios programáticos a lo largo de su historia. Por ello será relevante comprender el
contexto filosófico donde surgen estas primeras consideraciones sobre el arte.

La filosofía surgió en Grecia de la mano de los llamados presocráticos: Ellos iniciaron el


proceso de racionalización del mundo al preguntarse por el principio del todo (Arkhé).
Distintos autores sostuvieron distintas definiciones del Arkhé (Heráclito: Fuego; Tales:
Agua; etc.) Pero fue Anaximandro el que redefinió la filosofía al proponer el Apeiron
como Arkhé (es decir lo ilimitado, lo indeterminado que debía ser anterior a lo
definido, e.g. un elemento como el agua). A partir de Anaximandro en adelante la
filosofía fisicalista se planteó un conjunto de preguntas técnico-conceptuales sobre
el origen del todo, alejándose cada vez más de los asuntos que preocupaban al
hombre común.

En este contexto de la pregunta sobre el principio de la physis aparecieron los sofistas.


Fueron sabios pertenecientes a la escuela de la retórica. Ellos defendieron que el
conocimiento y la filosofía no debía encargarse de asuntos tales como la búsqueda del
arkhé, sino que debía situar al hombre y sus problemas al centro de la reflexión
filosófica. A pesar de afirmar esto, los sofistas también resaltaron por su cinismo y su
búsqueda del poder, la fama y el dinero. Esto último los descalificó en la vida pública.
Un famoso sofista llamado Protágoras dijo que: “el hombre es la medida de todas las
cosas”. Así quiso dar a entender que era el ser humano el principio y el fin de toda
reflexión.
Sócrates aparece en la escena filosófica en este contexto. Para él la reflexión filosófica
tenía como fin el auto-conocimiento del hombre. Su discípulo Platón fue el primero en
incluir reflexiones sobre el arte en el ambicioso proyecto filosófico de comprender y
modelar el mundo humano.

2. La situación terminológica y social del arte en Grecia Antigua

Los griegos no tenían una palabra para lo que nosotros llamamos arte. No existía una
concepción del arte como institución, ni tampoco como las disciplinas que hoy
asociamos a esta palabra. De hecho, el historiador del arte alemán Hans Belting
sostiene que el inicio del arte coincide con el inicio de la conciencia histórica propia del
mundo moderno, cf. Giorgio Vasari.

Los griegos usaban la palabra technè (lat. ars) que quiere decir técnica, una técnica era
propia de ciertos oficios como la carpintería, el tocar la lira... también la escultura, la
pintura, etc. En ellas hay un tipo particular de conocimiento, un conocimiento de
carácter práctico y productivo, un saber hacer. Algunas disciplinas que consideramos
artísticas eran para los griegos parte de las technè, pero esta área del conocimiento
era más amplia e incluía oficios técnicos, valga la redundancia. Sin embargo, y a pesar
de que los griegos no eran “artistas” en sentido estricto, cultivaron las técnicas, dentro
de las cuales se buscaba la perfección por el honor que ello conllevaba.

Existe empero en la lengua griega la palabra poiesis de donde viene nuestro vocablo
poema. Originalmente poiesis quiere decir crear. Creación literaria sería una
traducción apropiada. Resulta curioso que el poema haya sido el prototipo de
creación artística en la antigüedad ya que en el mundo contemporáneo esto ha
cambiado.

En la antigüedad el rol del poeta era educar cívica, moral y técnicamente. A través del
canto el rapsoda cantaba las historias y mitos que daban explicación a los pueblos, los
linajes, las artes, etc. A través de la representación cuasi-teatral el rapsoda (quien
interpretaba el poema) informaba a la población acerca de las guerras pasadas, sobre
los orígenes de la humanidad, también sobre lo que decían los dioses, sobre cómo
había que comportarse y sobre muchos otros asuntos como el cómo ganar una batalla,
cómo pilotear una nave durante la tormenta, cómo escapar a los engaños de las
sirenas, etc… El ocupar esta función cohesionadora en la sociedad les otorgó a los
poetas no solo fama y admiración entre los espectadores, sino que los colocó como
paradigma para el estudio del tipo de producción que caracteriza al arte.

3. Platón

El pensamiento de Platón sobre el arte se puede abordar desde la siguiente frase: Se


deben prohibir las artes en la polis.

Platón ideó sus indagaciones filosóficas como un intento por comprender y moldear
el mundo humano a través de una aplicación del conocimiento sobre la esfera social y
política. Este proyecto está plasmado en su libro “La República”. En dicha obra, al
menos una 5ta parte está dedicada a la problemática del arte en la sociedad.

Se puede extraer del texto de Platón que éste miraba con recelo a los poetas y
rapsodas debido al lugar privilegiado que tenían para educar a la población. Platón
consideraba que el conocimiento solo podía alcanzarse vía la filosofía y por tanto el
poeta y el rapsoda no tenían conocimiento de causa sobre lo que decían y pretendían
enseñar. El poeta no conoce lo que representa, su labor se ocupa de la presentación y
las apariencias, no de la verdad. Para Platón la poesía y la filosofía polemizan por el
lugar del pedagogo en Grecia. No resulta sorprendente que haya concluido que se
debían erradicar a los poetas (y escultores, y pintores) ya que los consideraba sus
enemigos y competencia. Con respecto a esto, Platón sostiene que ‘las artes’ son
miméticas, es decir que consisten en una imitación: el pintor y el escultor imitan la
imagen de una persona; el poeta imita un conjunto de acciones y acontecimientos. La
consecuencia lógica de definir el arte a través de la mímesis es que esta se convierte
en un área ajena a la verdad de las cosas, al imitar el arte siempre nos presenta una
mentira, al reemplazar el objeto real por su representación hace pasar una falsedad
por verdad. El poeta enseña mentiras.

Sin embargo, resulta interesante que Platón sosteniendo una imagen tan deplorable
del arte de su tiempo haya dedicado tanto espacio en sus obras a discutir con los
artistas. Un aspecto que sitúa al arte en el ojo de la tormenta para platón es su
sensualismo, su apelación al deleite de los sentidos. Platón consideraba que las artes
embellecían sus invenciones a través del uso de fórmulas (e.g. el uso de ciertas escalas
musicales o ritmos para provocar determinados efectos en el espectador). Así para
Platón el arte consistía en un oficio imitativo que ocultaba la realidad y se encargaba
de embellecer las falsedades que producía apelando a artimañas que en ultima
instancia impedían que los ciudadanos se embarquen en un verdadero proceso de
conocimiento. Es precisamente por el poder que le reconoce Platón al arte, un poder
para entretener, que éste termina sosteniendo que el artista es el enemigo de la
comunidad.

Aristóteles

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