Anda di halaman 1dari 160

COLECCIÓN HISTÓRICA DE CIENCIAS DE LA SALUD

PALEOPATOLOGIA
LOS PRIMEROS VESTIGIOS
DE LA ENFERMEDAD
Domingo Campillo
Prólogo por
Francesc Bujosa Homar
Primera parte

COLECCIÓN HISTÓRICA DE CIENCIAS DE LA SALUD


Domingo Campillo

Prof. de Historia de la Ciencia


Universidad Autónoma de Barcelona

Jefe del Laboratorio de Paleopatologia


del Museo Arqueol6gico de Barcelona

Jefe del Servicio de Neurocirugía


de la Q.S.A. "L'Alianca"

Francesc Bujosa Homar

Catedrbtico de Historia de la Ciencia


Universidad Balear
A todos los que investigando
nuestro pasado con seriedad, nos
han permitido comprender mejor
el presente y entrever el futuro,
para intentar mejorarlo.
PROLOGO

El nacimiento de la ciencia moder- obtenidas o construidas para dar tesis o teorías sobre la naturaleza
na estuvo muy relacionado con los confianza y seguridad a quien las no tanto recurriendo a razonamien-
cambios que, en su tiempo, se pro- presenta, sino, en primer lugar, pa- tos de carácter general ni a su-
dujeron en la práctica y en la teo- ra convencer a los jueces los cua- puestas honorabilidades y credibi-
rla del derecho. Fue en el siglo les, se suponía, tenían que ser es- lidades de un autor, sino presen-
XVII, y básicamente en Inglaterra, cepticos, y, en segundo, para resis- tando pruebas objetivas. He dicho
cuando se comenzó a sentir esta tir los ataques -los intentos de pruebas objetivas; hubiera podido
necesidad social de separar el po- desvirtuación- de la parte contra- decir, o debería haber dicho, prue-
der ejecutivo del judicial. Este últi- ria, la cual, jugando su papel, tenían bas convincentes. 0, todavía mejor,
mo, según la nueva propuesta, ya que argumentar que las pruebas pruebas resistentes a todo ataque.
no sería un simple delegado de la presentadas nada tenían que ver Porque en ciencia, por mucho que
voluntad del monarca, sino un con lo que se estaba juzgando o, si se escandalicen los puristas, desde
cuerpo independiente, formado por lo tenía, que habían sido construi- entonces -siglo XVII- a acá -1993-,
expertos, que deberían intentar das de forma fraudulenta. Al final, se llama objetivo a todo aquello
juzgar según unos principios repre- la razón debía pertenecer a quien que es convincente y que consigue
sentativos de la ley natural y de la más pruebas pertinentes y convin- resistir las críticas: las críticas de
voluntad popular. Con el nuevo ni- centes hubiera presentado y10 al sus adversarios, naturalmente. Es
vel de independencia cambió, lógi- que mejor hubiera sabido desvir- sobre las pruebas específicas que
camente, el carácter de los juicios tuar las de parte adversaria. discuten los científicos, no sobre
y la forma de decidir, en caso de li- los principios generales.
tigio, quien tenla la razón y quien La ciencia moderna, quiero decir,
no la tenla. Los jueces, al menos en claro, los científicos que a partir Cuando en mis clases intento expli-
teorla, ya no tenían que juzgar se- del siglo XVII se llamaron moder- car esto que hasta ahora he queri-
gún la credibilidad que ofrecía uno nos, adoptaron, desde entonces, do describir, y creo conveniente po-
y otro personaje, sino en función, procedimientos y formas de razo- ner algunos ejemplos acudo a los
primordialmente y casi exclusiva- nar -de argumentar- extremada- que parecen más claros. Uno de los
mente, de las pruebas que fueran mente parecidos a los de los abo- más recurridos suele ser el de las
presentadas. Era -y es- evidente gados que acudían a los tribunales: conjeturas o hipótesis sobre el ori-
que estas pruebas no habían sido defendían unas determinadas hipó- gen y la teoría de la enfermedad.
Les digo que frente a las ideas deri- inicial del científico, aparentemente ra seguir con nuestro interesado
vadas de creencias religiosas, de fi- sin importancia, se complica mu- ejemplo, ha conseguido trasladar
losofías naturales y de cosmovisio- chas veces de forma extraordina- el material donde quería, que lo
nes especulativas, la ciencia mo- ria. La paleopatología continua tiene encima de su mesa de traba-
derna, paulatinamente, ha ido siendo un ejemplo del todo adecua- jo; ahora, para poderlo convertir
consagrando aquellos conocimien- do de lo que estamos diciendo. Los en, o de situarlo sobre, un folio ne-
tos y teorías que han sabido ser de- restos humanos suelen ser, como la cesita emprender otra tarea: alla-
fendidos frente a los tribunales propia vida, frágiles, y al transpor- narlo. Allanarlo, o, dicho de forma
científicos -frente a la colectividad tarlos se pueden deteriorar seria- un poco más academica, reducirlo
científica- con pruebas objetivas. mente. El investigador necesita, a un objeto de sólo dos dimensio-
Les digo igualmente que a la obten- pues, consolidarlos, cosa mucho nes. Los objetos que la paleopato-
ción de pruebas en las que apoyar más difícil de hacer que de decir. In- logía, como casi todas las otras
sus opiniones dedica la mayor par- cluso los mismos huesos presentan ciencias examina -un crhneo, un fe-
te de su jornada laboral el científi- dificultades para ser conservados, mur, el D.N.A., un coprolito, un si-
co, en general, y el paleopatólogo, pero mayores son, ldgicamente, las miente -acostumbran a tener tres
en particular. Pocos, como este últi- que presentan los tejidos blandos, o dimensiones; pero las pruebas -los
mo, ejemplifican de forma tan clara los restos de una digestión, o una documentos- que el científico usa
esta tarea tan nuclear de la ciencia muestra de sangre, o un insecto, o en sus escritos para defender sus
moderna que los epistemólogos mo- una bacteria. El transporte del ma- ideas suelen tener únicamente dos.
dernos han sintetizado en la expre- terial no presenta sólo la dificultad Por eso necesita perentoriamente
sión: foliar el mundo. ¿Que quieren de su pronta alterabilidad, sino realizar un proceso de allanamien-
indicar cuando utilizan esta pala- tambien de su tamaño. A veces ex- to, maniobra que requiere en mu-
bra que da lugar a tan divertidos cesivamente pequeño, como el caso chas ocasiones grandes dosis de in-
equívocos? Quieren decir que el de una celula; otras demasiado teligencia y de imaginación, y
científico -el científico moderno, se grande como un cementerio, un sar- siempre muchas horas de trabajo.
entiende- desea ante todo aportar cófago o una formación geológica. El paleopatólogo intentar& pues,
pruebas que puedan ir incorpora- Y cuando las dificultades de trans- allanar el cráneo, la columna verte-
das al texto que escribe y que por porte no son de tipo físico, pueden bral, un fósil, un microbio, etc. Pa-
esta razón necesita que estas prue- serlo de carácter legal: leyes y regla- ra conseguirlo utilizará la fotogra-
bas puedan colocarse sobre un fo- mentos que vigilan porque los restos fía, la radiografía, la microfotogra-
lio. Conseguir este tipo de docu- de la humanidad permanezcan en si- fía, el escanner, la cromatografía,
mentos puede parecer fácil, pero tios de dudosa dignidad y que impi- la resonancia magnetita y cual-
no lo es. Se necesitan, como míni- den que lleguen al laboratorio, o dis- quier otro procedimiento que haya
mo, tres operaciones básicas, cada posiciones que parecen confundir la en el mercado, o que se invente, de
una con sus dificultades. La prime- preservación del patrimonio con su conseguir imágenes fijas y bidi-
ra, transportar el objeto material ocultación sistemática. mensionales. Pero no es suficiente
que ha de ser la fuente de las prue- haber eliminado una dimensión. Se
bas -de los documentos- allí donde Supongamos, sin embargo, que el requiere que los objetos aplanados
pueda ser examinado. Esta labor investigador, el paleopatólogo, pa- tengan todos un tamaño distinto
del que tienen en la realidad: que de la concentración del estroncio y que sin ellos y su función nada ten-
la cueva donde han sido hallados, del cinc en los huesos de hombres dría sentido y que el país caería en
las estrias de los dientes, la pala que vivieron en el neolítico, cómo un estado de desconcierto y anar-
ilíaca, el treponema y el hematíe con las partículas ferruginosas que quía irrecuperable. Los que perte-
posean las dimensiones adecua- contienen los sedimentos de arcilla necen a la fauna de los carabine-
das. ¿Cuáles? Lo pueden adivinar se pueden corroborar cambios en ros, cuando se les pregunta cuál ha
fácilmente: las que permitan que el geomagnetismo de la tierra, có- sido su contribución al producto in-
sean visibles para todos los lecto- mo una cadena de árboles es ca- terior bruto, material o espiritual,
res, es decir, que puedan incorporar paz de indicar el frío que hacía cin- acostumbran a responder enseñan-
al texto. Al aumento o reducción de co mil años atrás, o -y esta sí que do sus títulos, sus condecoraciones
las dimensiones de la realidad ori- es realmente fascinante- cómo gra- y las amistades que tienen con mi-
ginal dedicará buena parte de su cias a la costumbre que tienen las nistros y consejeros. Existen, sin
tiempo el trabajador de la ciencia; aves de regurgitar los huesos y la embargo y afortunadamente, los
será la tercera tarea tras la del piel de los roedores que han ingeri- otros: los contrabandistas. fistos
transporte y del allanamiento. do, se pueden sacar conclusiones saben que no pueden vivir aprove-
más que probables sobre el clima y chándose de su situación, sino que
Este afán de conseguir nuevas el habitat de hace miles de años. dependen de su capacidad de
pruebas objetivas, es decir, no ¿Son acaso mejores las argucias transformar la materia, o al menos
cuestionadas, y esta necesidad de que se pueden encontrar en las pá- de cambiarla de sitio. Los primeros
presentar delante los tribunales ginas de Conan Doyle, de Ross Mac -los carabineros- tienen una gran
científicos documentos incontesta- Donald o de, el mejor para mi gus- confianza en las palabras y en los
bles a fin de conseguir un juicio fa- to, Willkinson?. Creo sinceramente papeles: en los certificados, los
vorable, no tiene nunca fin y es lo que no. Dejémoslo aquí y pasemos permisos, las cedulas, los acuer-
que hace del científico, en general, a otro punto. dos, las notas, las recomendacio-
y del paleopatólogo, en particular, nes; los segundos, en los hechos,
una especie de detective privado. Decía un escritor catalán que en en la arcilla, en la pasta, en traba-
Antes de la revolución científica España había básicamente dos ti- jar cada día y hacerlo mejor que
del siglo XVII, leer un escrito cien- pos de hombre: unos, carabineros, sus competidores. Domingo Campi-
tífico era muy parecido a leer un y los otros, contrabandistas. Que- llo -el autor de este libro- no es, en
texto filosófico; de entonces a acá, ría decir, me imagino, que había absoluto, un carabinero: pertenece
los textos científicos se parecen, unos cuyo principal deseo era ad- de lleno a este tipo de hombres que
cada vez más, a la literatura jurídi- quirir pronto un cargo burocrático creen en la realidad, en la materia
co-policiaca. ¿Quieren ustedes al- y procurar vivir el resto de su vida y en la capacidad que tiene la es-
gunas muestras de lo que acabo de del sueldo, de las relaciones socia- pecie humana de arreglar lo que el
decir? Las encontrarán continua- les y de lo que se conoce como la tiempo ha deteriorado o estropea-
mente en las páginas del libro que tarea de "facilitar las cosas", "dar do. Estas creencias y un puñado de
tienen entre las manos. Verán có- buenos consejos" o "hacer correr circunstancias le hicieron pensar
mo se puede demostrar la dieta en los papeles". Son hombres de pala- en una profesión que le permitiera
la prehistoria aportando pruebas bra fácil y que tienden a pensar poner las manos en la materia: en
la carne. Por eso escogió la medici- La otra actividad central en la bio- muy difícil solución. Una incógnita
na y, dentro de la medicina, la neu- grafía de Domingo Campillo es la que se ha de resolver, si se puede,
rocirugía. Sí, he dicho la neurociru- de investigador y docente en histo- antes de empezar las tareas reales
gía, una ,especialidad que como ria de la medicina y más específi- del diagnóstico. Pero estas, las de-
todo el mundo sabe es muy com- camente en el campo de la paleo- rivadas de la imposibilidad de po-
pleja, y no creo que exista ninguna patología. ¿Quiere esto decir que der hablar con el enfermo, no son
contradicción con lo que acababa Campillo tiene dos vidas, dos per- las únicas dificultades con que se
de comentar. Porque uno puede sonalidades, dos vocaciones? En encuentra el que trata con pacien-
creer firmemente en la materia y absoluto: se trata de un simple tes demasiado antiguos. Los po-
no ser un mecanicista simple. Uno cambio de contexto. Quizás, tam- bres no sólo han perdido la pala-
puede ser partidario de la pasta y bién, de tempo. Cambio de contex- bra, lo han perdido casi todo hasta
el fango y dedicarse a recomponer to y de ritmo porque la personali- quedarse literalmente con los hue-
el órgano más espiritual de la eco- dad es la misma. La personalidad y sos. Con estos pacientes desfasa-
nomía humana. Campillo, ya digo, aquello que antes se denominaba dos, mudos, pelados, sin oficio ni
ha dedicado una parte nuclear de vocación, ya que hacer paleopato- beneficio, absolutamente descono-
su actividad al aprendizaje -junto logia es una forma de hacer medi- cidos, sin familia, ha tenido que
al Dr. Ley- y al complicado ejercicio cina: es, al fin y al cabo, emitir tratar, pues, Domingo Campillo
de la cirugía reparadora del Siste- diagnósticos. Es cierto que no es buena parte de su vida. Lo ha he-
ma Nervioso Central. Lo ha hecho del todo idéntico y que el paleopa- cho con la intención -con la ambi-
de manera ortodoxa y positiva. tólogo tiene muchas desventajas y ción- de hacer una aportación sig-
Quiero decir, en concreto, que lo ha sólo algunas ventajas respecto al nificativa a esta cuestión de tanta
realizado de forma extraordinaria- medico normal. El primero, y qui- importancia como son las relacio-
mente eficaz. Lo sé de buena tinta, zás más importante, de los mencio- nes que en el aspecto físico esta-
como sé, de la misma tinta, que su nados inconvenientes es precisa- blece el hombre con su medio am-
rigurosidad le ha hecho ganar una mente el del contexto. Cuando un biente; cuando este intercambio es
elevada consideración en el mundo médico visita un enfermo contem- perjudicial y cuando es favorable
de la medicina y cirugía catalana. poráneo no le resulta difícil averi- para su salud, y como cambian,
El corbatín que casi siempre lleva guar la edad, el sexo, los antece- con el tiempo, estas relaciones.
al cuello no es sólo una muestra de dentes biográficos y familiares, el Campillo, ya lo he dicho, ha queri-
la distinguida coquetería de estar medio físico y social donde se de- do participar activamente en el de-
en la penúltima moda, es tambien, sarrolla su vida, etc. etc. Sabe, pa- bate aportando pruebas y más
y quizá básicamente, un signo de ra decirlo brevemente, en que con- pruebas, documentos y más docu-
pertenecer a una escuela que se texto situarlo. Si la visita se hace, mentos hasta conseguir que sus
caracteriza fundamentalmente por como en el caso de la paleopatolo- tesis fueran enormemente respeta-
apegarse a las ideas más seguras y gía, a un "paciente" que dejó de su- das. Lo ha hecho -hay que subra-
comprobadas, por cuidar los deta- frir hace centenares o miles de yarlo- en circunstancias no dema-
lles y por huir como gato escalda- años la cosa cambia radicalmente. siado favorables: sin que nadie, en
do de todo exceso, sobre todo de Cada uno de los apartados anterio- este país, pudiera instruirlo y sin
los verbales. res se convierte en un problema de que la sociedad le, diera demasia-
das facilidades para poder realizar nismos de demostrar que el cliente das las páginas del libro sigue exis-
su tarea investigadora. Pero ya he y las interpretaciones que defiende tiendo, sin embargo, una preocupa-
comentado que Domingo Campillo son las más creíbles. Las senten- ción especial de justificar de forma
pertenece a la banda de contraban- cias de estos curtidos abogados documental, como en el es habi-
distas, es decir, a la banda de convertidos en jueces tienen un in- tual, las ideas expuestas. El resul-
aquellos que no necesitan pólizas terés grandísimo. En el mundo de tado es el que se puede imaginar,
para llevar la barca de su obra a la ciencia pasa una cosa muy pare- un libro serio, completo, bien pen-
buen puerto y, así, con una tenaci- cida. Cuando un autor ha participa- sado, documentado, equilibrado,
dad irreductible y con una seguri- do de forma activa en el debate, sólido y coherente. Bueno: casi co-
dad irrevocable ha ido ofreciendo, cuando ha dedicado miles de horas herente. Porque el autor ha cometi-
trabajo tras trabajo, los conoci- a encontrar, a construir y a poner do una discordancia evidente: en-
mientos que iba adquiriendo sobre sobre el folio las pruebas que per- cargarme el prólogo a mi que soy
la pregunta de cual ha sido la his- miten defender una teoría u otra, un escbptico, es decir, un abando-
toria real de los sufrimientos físi- es probablemente el momento más nado, un faceto y un iluso. Puede
cos que ha padecido la especie hu- adecuado de hacer una pausa y de parecer incomprensible, pero es
mana. Su sólida -solidísima- for- cambiar de perspectiva. Quiero de- que el neurocirujano eficaz, el pro-
mación de médico y su mentalidad cir que es el momento de cambiar fesor serio, el investigador riguro-
constantemente positivista lo han su discurso de abogado de una par- so, el propietario de una impresio-
convertido en un abogado casi im- te y adquirir la mirada y el estilo de nante mandíbula que tanto recuer-
posible de vencer en la jurisdicción juez; de escribir en resumidas cuen- da a la de Gregory Peck en "Big
de la paleopatología. No es un se- tas de forma más pacífica, sosega- Horizonts" o "Moby Dick" tiene,
creto para nadie de nuestro gre- da, distante e imparcial. ¿quien lo iba a decir?, algunas de-
mio, que la impecable labor de bilidades. La que mejor conozco, la
Campillo ha hecho enmudecer a Con la citada intención -desde esta de la amistad. Guiado por tan peli-
muchos que creyeron que la cues- situación parecida a la de un juez- groso sentimiento, cometió el error
tibn del origen de la enfermedad ha sido escrito el libro que ahora el de pedirme unas palabras para es-
era el campo adecuado para verter lector tiene en sus manos. Domin- te libro. Se lo perdonen y recuer-
toda clase de perjuicios, exagera- go Campillo después de producir den que Domingo Campillo es un
ciones y frivolidades. casi un centenar de trabajos técni- autor muy sólido, solidísimo, casi
cos, duros, casi inapelables de pa- irrebatible, pero mucho menos du-
En el seno de otras culturas menos leopatología, ha querido hacer un ro -se lo aseguro- de lo que aparen-
reglamentistas y menos burocrati- alto en el camino, meditar sobre el ta en fotografía. Puedo presentar
zadas que la nuestra, no resulta ra- campo en el que realiza su investi- pruebas convincentes.
ro que hagan ministro de economía gación y decirnos qué se sabe, que
a una persona con amplia experien- se sabe mal y qué está todavía por
cia en el mundo de la empresa o averiguar en el problema de la his-
que nombren juez a un abogado toria de la enfermedad. Ha escrito,
que ha participado de forma activa para nuestra suerte, una revisión
en los duros y complicados meca- -esta revisión- sobre el tema. En to- Francesc Bujosa Homar
AGRADECIMIENTOS

Todo trabajo de investigación En esta labor de incremento de "Estudio de la nutrición y de la


supone la cooperación de mu- conocimientos y datos que ha per- patologia en poblaciones pre y
chos colaboradores y la presen- mitido dar forma y contenido a postcolombinas de la Península
te obra no es una excepción. este libro, debo hacer patente la Iberica y de la costa norteameri-
Fruto de más de veinticinco desinteresada ayuda personal de cana del Pacífico", en el que, or-
años de trabajo, se hace reali- mi buen amigo Ricard Batista i ganizado por el profesor Daniel
dad gracias a incontables perso- Noguera, director del "Museo Ar- Turbón, tambien trabajaron los
nas e instituciones que me queolbgic de Barcelona", centro profesores, Jose Pons, Alejandro
prestaron su apoyo. Sería inter- en el que he desarrollado siempre Perez-Perez, Miguel Hernández y
minable pormenorizar tales co- toda mi actividad de investigación Eduardo Chimenos de la Universi-
laboraciones, con el riesgo de a quien expreso mi más sincero tat de Barcelona; Gonzalo Tran-
alguna involuntaria omisión. A agradecimiento, que hago exten- cho de la Universidad Compluten-
todas ellas agradezco profunda- sivo a todo el personal de este se de Madrid; y Miguel Botella,
mente su concurso que hizo po- Centro pues siempre me prestó su Sylvia Jimenez y Philip du Souich
sible mi actividad en la investi- ayuda, además considero que de- de la Universidad de Granada.
gación paleopatológica. bo destacar a los fotógrafos, Oriol Gracias a estos colegas, he podi-
Clavel1 y Julia Martínez, pues do incluir la influencia nosógena
Hace una decada que vio la luz mi gran parte de la abundante icono- de las paleodietas y de las patolo-
iiltimo libro y desde entonces, grafía que ilustra esta publica- gías con ellas relacionadas.
gracias a la continuada coopera- ción, no habría sido posible sin
ción personal e institucional a la ellos. Doy las gracias a la profesora As-
que antes me he referido, ha sido sumpció Malgosa de la Sección de
posible ampliar considerablemen- Como antes dije en estos últimos Antropología F'ísica de la "Univer-
te el horizonte del estudio y la tiempos he estudiado gran canti- sitat Autbnoma de Barcelona" y a
aportación de nuevos casos, cosa dad de material nuevo de proce- todos cuantos han colaborado en
que ha permitido modificar y rec- dencia varia, siendo de destacar el estudio del yacimiento de
tificar algunos temas y conclusio- el aportado para el trabajo de in- "S'Illot des Porros", que ha facilita-
nes, con la consiguiente mejora vestigación, en el que colabora- do abundante material patológico
del contenido de esta obra. mos durante los aiIos 1990-1991, y algunos casos de gran interes.
La mayor parte del material osteo- que en todos los aspectos me ha
lógico medieval, procede de las dado.
excavaciones realizadas por el
"Servei del Patrimoni Arquitectb- Agradezco a mi buen amigo Josep
nic" de la "Diputació de Barcelo- Barberá, su asesoramiento arqueo-
na", dirigidas por el Dr. Albert Ló- lógico así como todas sus suge-
pez i Mullor a quien expreso mi rencias.
reconocimiento, así como a todos
sus colaboradores. Debo expresar mi más profundo
agradecimiento a mi esposa Con-
En su mayor parte, los estudios suelo, por su comprensión y por
radiogrhficos han sido realizados haber seguido desempeñando una
por el Dr. Antoni Carvajal, Santia- vez más su callada labor de secre-
go Vila y José M a Carnero, a quie- taria, no habiéndole importado
nes doy las gracias por su desin- renunciar a muchas cosas y sacri-
teresada labor, agradeciendo tam- ficar gran parte de su tiempo en
bién a la Dirección de "1'Hospital pro de la realización de este tra-
Central de la Q.S. L'Alianca de bajo.
Barcelona" y al jefe del Servicio
de Radiodiagnóstico Dr. Mauri,
las facilidades dadas para reali-
zar estos estudios.
Deseo expresar mi agradecimien-
to, en la persona del profesor D.
José M a López Piñero, al "Depar-
tament de Documentació i Histb-
ria de la Medicina de la Universi-
tat de Valencia", por la ayuda que
siempre me han prestado.
Doy también las gracias al "Cen-
tro de Documentación de Histo-
ria de la Medicina" de J. Uriach
& Cia., S.A. y asimismo expreso
mi más profunda gratitud a la
"Fundación Uriach 1838", que ha
hecho posible la presente edi-
ción, destacando las facilidades
PALEOPATOLOGÍA
INTRODUCCION

... desde s u aparicidn sobre la tie- mentamos no debe considerarse sado, la morbilidad, el impacto en
rra ha sido "histbrica" la vida del como una crítica, pues tan sólo se sus ecosistemas y los cambios
hombre y las culturas que, con pretende poner de manifiesto las evolutivos hasta llegar a la pato-
notoria impropiedad tam bien, importantes lagunas que hay en logía actual, creemos que son ar-
suelen recibir el nombre de 'pri- la historia de la medicina y que gumentos de suficiente peso como
mitivas" por carencia de datos, se hace para preocuparnos en averiguar-
más evidente en la prehistoria. lo. Únicamente la paleopatología
P. Lain Entralgo (1990) puede adentrarse en este tipo de
Nadie se sorprende en la actuali- investigación, que sólo para los
dad de los grandes descubrimien- períodos finales recibir%la ayuda
tos hechos en paleontología, entre de la "historia". Lamentablemen-
No cabe duda de que los estudios los que destaca la investigación de te, la paleopatología aún sigue
históricos han alcanzado un eleva- la filogenia* humana, aceptándo- siendo en nuestro país la gran ig-
do nivel, del que es partícipe la se sin reparos los conceptos evolu- norada y tan sólo un reducido nú-
historia de la medicina, pero de- tivos que se desprenden de esos mero de historiadores de la medi-
bemos recordar que la enferme- estudios. El interés del mundo cina se han apercibido de su im-
dad y la práctica de la medicina científico y del público en general portancia, mientras que los
estuvieron presentes muchos mi- por este tema hace que los paleo- restantes, en sus libros siguen
lenios antes de que los primeros antropólogos vean financiados sus vertiendo en el capítulo introduc-
textos médicos fueran escritos, programas de investigación, sufra- torio, bajo la denominación de
pues estos, tan sólo abarcan un gados por instituciones oficiales o "medicina de los hombres prehis-
instante en la historia de la huma- privadas, que se aperciben de la tóricos" y "de los pueblos primiti-
nidad. A pesar de la erudición de importancia de estos estudios, VOS", una serie de conceptos ar-
muchos investigadores, la inter- tanto para satisfacer la curiosidad caicos, con frecuencia escritos
pretación de tales textos es difícil colectiva como por sus posibles por estudiosos ajenos a la medici-
dando lugar a frecuentes contro- aplicaciones futuras. na, que demuestran un total des-
versias entre los historiadores, conocimiento o falta de "puesta al
originando discrepancias en los La importancia de conocer como día" en las investigaciones paleo-
más diversos temas. Lo que co- fueron las enfermedades en el pa- patológicas, ignorancia que sue-
len substituir por una amplia bi- mos ocultar los grandes proble- los países del mundo occidental.
bliografía, en su mayor parte ob- mas que su investigación entraña. Si este propósito se ve cumplido,
soleta. Corrobora lo dicho, que el Debemos destacar que se benefi- consideraremos que nuestro tra-
término "paleopatología" no lo cia de casi todos los avances cien- bajo no habrh sido baldío.
habíamos visto incluido en ningún tíficos que a un ritmo creciente se
diccionario general o médico edi- suceden, logrando obtener resul- Julio de 1993
tado en nuestro país hasta 1990, tados impensables hace dos o tres
apareciendo por primera vez, en décadas. A título de ejemplo po-
lengua catalana en el "Diccionari demos mencionar, la importante
Enciclopedic de Medicina", edita- contribución de la paleoinmunolo-
do por la "Academia de Ciencies gía a la investigación de la evolu-
Mediques de Catalunya i Balears" ción bacteriológica y del ADN en
y en la "Enciclopedia Catalana" patología genética, desde que se
(Apéndice segundo), editada tam- ha podido determinar en los res-
bien en Barcelona. Seguramente, tos óseos. Todos estos estudios,
el retardo en incluir el término que hoy en día están en embrión,
"paleopatología" en los dicciona- auguran un futuro fructífero, del
rios, es la confirmación del escaso que no cabe duda se beneficiaran
interes, que en general, el médico la historia de la medicina y la me-
ha demostrado por la historia de dicina futura.
la medicina, considerándola casi
como una recopilación de anécdo- Este libro, está dirigido al médico,
tas, hecho acorde con la opinión pero debe considerarse de divul-
de Albert S. Lyons (1978), que co- gación científica, por lo que no
menta: "Los educadores, consumi- entraremos en los pormenores de
dores y legisladores, instan al mé- los "tratados de medicina", sin
dico para que tenga motivaciones que por ello se prescinda del rigor
elevadas y sacralice el cuidado de científico. El principal objetivo
cada paciente, pero de modo si- que en este trabajo nos hemos
multáneo le amenazan con prue- propuesto, consiste en dar a co-
bas de evaluación basadas de mo- nocer la paleopatología como es-
do exclusivo en su formación téc- pecialidad médica, poniendo en
nica y no favorecen su interés por evidencia los principales avances
la cultura". por ella conseguidos, así como
sus posibilidades futuras, con el
La paleopatología es una especia- fin de estimular la vocación hacia
lidad medica, tan científica como esta especialidad, aún incipiente
pueda serlo cualquier otra espe- en nuestro país, pero que ya ha
cialidad, sin que con ello quera- alcanzado su mayoría de edad en
- . - - -

CAPÍTULO I
EL ORIGEN
DE LA VIDA
Y LA EVOLUCION
HUMANA

"Losseres vivientes nacieron de lo húmedo, envueltos en cortezas es-


pinosas (escamas), que al crecer se fueron trasladando a las partes
secas y que, cuando se rompid la corteza circundante (escama), vivie-
ron durante un corto tiempo una vida distinta"
Anaximandro (610-746 a. J.C.)
(en Aecio, según Kirk y Raven, 1969)
Para una mejor comprensión de CRONOLOG~AGEOLOGICA meros mamíferos y las primeras
cuanto expondremos en los próxi- EN MILLONES DE ANOS: aves. Hacia el final del período,
mos capítulos, consideramos en el Cretdcico, desaparecen los
necesario aportar algunos conoci- dinosaurios y aparecen las plan-
mientos de cronología y paleonto- tas con flores.
logía, que nos permitan compren- ERA ARCAICA O PERÍODO
der como, dentro de la escala ARQUEOZOICO ERA TERCIARIA (PERÍODO
evolutiva se llegó a nuestros ante- (-4.500 a -600 M.A.) CENOZOICO)
pasados los homínidos, como (-70 a -2 M.A.)
eran, que caracteres los asocia- Comienza con la formación de la
ban entre sí y cuales los diferen- tierra hace unos 4.500 millones Hacen su aparición los PRIMA-
ciaban. Para centrarnos en el pro- de años. En el Precámbrico se ins- TES en el Paleoceno representa-
blema, nos basamos en el registro taura la fase prebiótica que da dos por los prosimios. En el Oli-
fósil de que se dispone en la ac- origen a la aparición de la vida, goceno los simios y en el Plioce-
tualidad y que nos permite esta- hace unos 3.000 millones de años no los HOMÍNIDOS.
blecer, las distintas hipótesis evo- o poco más, representada por las
lutivas que nos conducen al hom- bacterias y las algas.
bre actual. ERA CUATERNARIA o
ERA PRIMARIA o PERÍODO NEOZOICA (PERIODO
PALEOZOICO CENOZOICO) (-2 M.A. a hoy)
(-600 a -225 M.A.) Es el período de desarrollo y ple-
En este período aparecen de nitud del hombre.
forma sucesiva los primeros inver- Períodos tan amplios de tiempo se
tebrados, los moluscos, los prime- hacen difíciles de captar, por ello,
ros vertebrados (peces acoraza- su comparaci6n a las 24 horas
dos), las primeras plantas terres- del día consideramos que es di-
tres, los primeros peces óseos, los dáctico.
anfibios, los primeros bosques de
helechos, los insectos, los reptiles
y las coníferas.
El "reloj del tiempo", en el que se comparan los
ERA SECUNDARIA o 4500 millones de anos de hlstorla de nuestro pla-
neta a las 24 horas de un dla. Podemos observar
PERÍODO MESOZOICO que los primeros seres vivos tardan en aparecer
m8s de 1000 m.a., que los prlmeros seres con una
(-225 a -70 M.A.) organlzacibn compleja tardan unos 3500 m.a., que
son necesarios m8s de 4300 m.a. para la aparlclbn
de los mamiferos, que la historla de los homlnldos
En ella están presentes los gran- se reduce a unos 5 m.a. y que la historia escrita,
des reptiles "dinosaurios", los pri- sólo representa el último segundo del dla
I
..-L'. 9i3

Empleza la hlstoria .........................................23 h. 59' 59"


1
Homo saplens saplens fosllls.......................... 23 h. 59' 57"
Homo saplens neanderthalensls.....................23 h. 59' 53"
Primeros homlnidos ........................................
Primeros slmlos ..........................................
23 h. 58' 43"
.23b 56' 07"
=S
7
Primeros pdmates .......................................... 23 h. 36' 00"
Mamlferos.......................................................
23 h. 32' 00"

3
-
Reptlles .......................................................
2 h. 45' 00" l
Anflblos...........................................................
22 h. 30' 00
\
Vertebrados.....................................................
2 1 h. 32' 0 0

Invertebrados..................................................
9 h. 48' 00" -
Inlclo de la vlda .............................................. 05 h. 48' 00"

Consolldacl6n de la tlerra ...............................


00 h. 00' 00"
-
---.-r
LOS PRIMATES Filogenia de los primates:

Dentro de la escala filetica esta- Antepasado común (aún no bien determinado):


blecida por Lineo (1758), el hom- Prosimios;
bre pertenece al ORDEN de los
Primates, en la que se encuadran Simios del Nuevo Mundo (Platirrinos o ceboidea);
los prosimios, los simios, los an- Simios del Viejo Mundo (catirrinos o cercopitecos);
tropomorfo~,los homínidos y el
hombre. Numerosos representan- Antropomorfos o póngidos (gibón, hilobates,
tes del grupo viven en la actuali- orangután, chimpance y gorila);
dad, pero otros muchos se extin-
guieron y sólo nos son conocidos Homínidos.
por sus restos fósiles.
substitución de las garras por
Recuerdo de la clasificación taxonómica del hombre (Líneo): uñas planas; 8, mamas pectora-
les; 9, dimorfismo sexual, macho
más voluminoso que la hembra
REINO ...............................................................................Animalia (10% en la especie humana).
FILUM ..............................................................................Chordata
Subfilum ..........................................................Vertebrata Características particulares de
Superclase .......................................................Tetrapoda los homínidos:
CLASE .............................................................................. Mamalia
ORDEN ...............................................................................Primate 1 , volumen craneal muy elevado
Suborden ......................................................Antropoidea (Chimpance proporción 0,5 gr x 1
Superfamilia .................................................Hominoidea Kg de peso corporal; hombre 2 gr
FAMILIA .........................................................................Hominidae x 1 Kg); 2, arcada dentaria para-
GÉNERO ................................................................................ HOMO bólica sin diastemas, en que los
ESPECIE ..............................................................................SAPIENS caninos no sobresalen de la línea
dentaria; 3, columna vertebral
erecta con cuatro curvaturas
Características fundamentales tica; 4, regresión del olfato; 5, (póngidos sólo tres); 4, pelvis an-
del orden de los primates: tendencia del orificio occipital a cha; 5, pies modificados para el
situarse en posición basa1 (hori- bipedismo.
1, aumento del volumen craneoce- zontal, paralela al suelo, en el
rebral en relación al volumen cor- hombre); 6, pentadactilia, con el
poral; 2, reducción del volumen primer dedo oponible, al menos
facial; 3, ojos en situación ante- en las extremidades anteriores
rior con visión binocular y cromá- (superiores en el hombre); 7,
muy incompletos y solamente nos nuestros antepasados directos,
permiten establecer una grada- aunque este hecho no le resta va-
cibn evolutiva, sin tener realmente lidez al estudio, pues nos permite
El hombre es el único homínido la seguridad de que se traten de vislumbrar los eslabones evolutivos
que persiste en la actualidad,
pues todos nuestros ancestros se
extinguieron y solamente tenemos
conocimiento de ellos por sus ves-
tigios fósiles. El paso desde el an-
tepasado común a todos los pri-
mates, hasta llegar al Horno
sapiens sapiens ha constituido
una linea continua ("trend" real),
pero los conocimientos actuales
sobre nuestros antepasados
basados en sus restos fósiles son

Esquema de las secuencias seguldas por la evolu-


clbn humana, basada en un esquema de Heberer.
La secuencia real (SR) o "trend real". son los qa-
dos evolutivos seguidos desde el preprimate que
nos dlo origen. hasta el Horno sapiens sapiens a@
tual. SE. componde a la secuencia o "trend esta-
dlstlco", en que, la rama derecha corresponde a los
homlnldos, la central a los prosimios y la izquierda
a los simios. Conocemos mlembros de los principa-
les eslabones evolutivos por los que hemos pasado.
pero sin la c e w de que autentlcamente sean los
nuestros. 1,preprlmate que inlclb la cadena evolu-
tiva; 2, primer primate (actualmente 8610 se cono-
ce al "Purgatorlus", proslmlo con -70 millones de
años de antigüedad): 2, slmlos pdmltlvos (algunos
de ellos, como el Eglptopicbecus, tal vez en la fllia
humana, con -40 a -20 m.a.); 3, serle pongídea
(en ella podrla Incluirse, tal vez, el Owpicbecus
hamboll, con -20 m.a.); 4, pbngldos humanoldes,
alguno de loa cuales podría estar en la filla huma-
na (los drioplteclnos y el Rarnapicbecus con -14
m.a. se Incluyb hasta hace poco en la Pllla humana,
habiendo sido sustltuldo últimamente por el Siva-
plchecus); S. Pre-Australoplthecus "Lucy". -3.5
m.a.; 6, Australopithecus, con -2 m.a.: 7, Austra-
iopicbecus mbustus, -1.8 m.a.; 8, Horno habiiis,
-1.8 m.a.; 9, Horno emtus, -1 m.a.; 10. Horno sa-
plens neandertbalensis, -70000 a.; 1l , Horno sa-
piens sapiens fosiiis, -36000 a.
por Raimond Dart en 1925 y se
trataba de un niño. Posteriormen-
te se encontraron los restos de va-
rios individuos adultos, que cons-
tituyen el grupo de los Australo-
pithecus gracilis ( -2 millones de
años). Posteriormente se descu-
brieron otros individuos, de carac-
teristicas similares pero más tos-
cas, de mayor tamaño y capaci-
dad craneal algo menor que se
denominaron Australopithecus ro-
bustus ( -1,8 millones de afios) y
que hoy en día suelen considerar-
se posteriores a la forma grácil,
como una variedad especializada
de esta.

Crhneos y aspecto probable de los cinco grupos de


homlnldos hoy aceptados: 1. australoplteco grhcll,
antes Pleslanthropus transvalensls; 2, Horno habl-
lis; 3. Horno erectus pekinensis (antes Slnantropo
u hombre de Pekln); 4, Horno saplens neandenha-
lensls (prototipo de los denominados "clhslcos".
exhumado en la Chapelle-aux-Salnts, Francia); 5.
Horno sapiens sapiens fósil. prototipo de croma-
A6n
Cuadro evolutivo de los prlmates: 1, preprlmate
(desconocido); 2, primer prlmate (Purgatorius, -70
m.a.); 3, grupo de los proslmlos (el representado es
por la que ha transcurrido nuestra la fília humana, hoy substituido el Tarsus spectrus); 4, slmlo del Mloceno (-20
evolución ("trend" estadístico). por el Sivapithecus, únicamente m.a.) representado por el Aegyptoplthecus; S, p6n-
gldo prehumano tipo Rarnaplthecus ( -14 m.a.); 6,
los Australopithecus y el Horno rama de los slmlos, cuyos miembros mhs evoluclo-
Los prehombres habilis se incluyen sin discusión nados son los pongldos, entre ellos el chlmpance el
entre los prehombres. prlmate actual mhs prdxlmo al hombre; 7, Austra-
lopithecus grácilis; 8, Australoplthecus robustus,
Aunque algunos fósiles muy anti- probable rama colateral del grhcll: B. Horno
guos como el Ramapithecus con El primer individuo del genero habllls; 10, Horno erectus; 11. hombre de neander
tal; 12. hombre de mmañ6n (Dibujo de Susanna
menos 14 m.a., solía situarse en Australopithecus fue descubierto Campillo)
El espec,imen más antiguo conoci- tus. Estos individuos tenían un una vida social en la que coordi-
do del grupo es una hembra, Aus- volumen cerebral de 700 cc, eran naban sus esfuerzos.
tralopithecus afarensis ( -3'5 mi- algo menos prognatos que los
llones de años), considerada como australopitecos y de mayor esta- Con toda seguridad existían hace
un preaustralopiteco hembra, po- tura, alrededor de los 160 cm. 1 millón de años y muchos auto-
pularmente denominada "Lucy". res, en particular los que los con-
Se supone, que el origen de los Los primeros hombres sideran descendientes directos del
australopitecos seguramente se Homo habilis creen que su anti-
remonte a -5 m.a. El primero incluido en este grupo, güedad podría alcanzar los 2 mi-
fue el "Hombre de Java" o Pite- llones.
Todos ellos eran bípedos, con un canthropus erectus (nombre dado
volumen craneal promedio de 500 por Haeckel al "eslabón perdido" Los Homo sapiens
cc o algo superior (exceptoA. afa- el antepasado del hombre aún por
rensis que era mucho menor), de descubrir, mitad mono mitad hom- En 61 se incluyen dos grupos anta-
pequeña talla, 110 cm los gráciles bre, que había preconizado Dar- ño muy diferenciados: los hom-
y 140 cm los robustos. Los prime- win), que fue descubierto por el bres de Neandertal y los hombres
ros, a juzgar por su dentición, médico militar holandes Eugene de Cromañon. Ambos reúnen
eran omnívoros y los segundos ve- Dubois en 1891. unas características anatómicas e
getarianos. No hay vestigios segu- intelectivas tan próximas que per-
ros de su cultura, aunque Dart A los Horno erectus antaño deno- miten incluirlos en el mismo gru-
opinaba que poseían una cultura minados pitecantrópidos, hay que po: Volumen craneal elevado, alre-
que el denominó "osteo-odonto- considerarlos como autenticos dedor de los 1.500 cc, conocían el
querática", que hoy casi nadie hombres, pues solamente difieren fuego y hay unos argumentos su-
acepta. de los Horno sapiens por tener un ficientes, a traves de sus ritos, pa-
volumen cerebral algo menor, con ra aceptar que estaban en pose-
Los Horno habilis nombre dado 1.000 cc de promedio, su estruc- sión de una espiritualidad.
por L.S. Leakey, Tobias y Napier tura craneal era más tosca, tam-
(1964) a un grupo de individuos bien eran más prognatos y care- Homo sapiens
con una capacidad cerebral algo cían del mentón en la mandíbula. neanderthalensis
mayor que la de los australopite- El resto de su estructura corporal
cos y unos rasgos algo más "hu- era en todo semejante al hombre El grupo incluye a toda una serie
manos", tiene hoy en día una actual. de tipos que tenían diversas deno-
posición filetica controvertida, minaciones, dado que el grupo no
puesto que, unos autores lo consi- La presencia de una cultura "hu- es homogeneo: Hombre de Nean-
deran como una variedad más mana" en este grupo está plena- dertal, Pre-sapiens, Neandertaloi-
evolucionada de los australopite- mente demostrada, fabricaban des, etc. Esta variabilidad se de-
cos, mientras que otros los consi- instrumentos de piedra, vivían en be, como en todos los grupos zoo-
deran autenticos hombres, ante- cuevas o poblados, algunos gru- lógicos, a la tendencia dispersiva
pasados directos del Horno erec- pos conocían el fuego y tenían a que tiende la evolución y que da
origen a una gran variabilidad en lenguaje oral no habrían podido bustos. Hoy en día se denominan
las especies y a la aparición de desarrollar una cultura colectiva Horno sapiens sapiens fosilis, su-
otras nuevas. tan importante. primiendose el "fosilis" cuando
nos referimos al hombre actual.
Los neandertalenses, que hoy de- Homo sapiens sapiens
nominamos clásicos, habitaron
Europa con seguridad, al menos Aparece de forma súbita hace
entre el -100.000 al -40.000 -36.000 años y en su forma "fó-
atlos, y seguramente, en los últi- sil" no existen diferencias impor-
mos períodos convivieron con el tantes con nosotros. El primer es-
Horno sapiens sapiens. pecimen fue descubierto en el
abrigo de Cro-Magnon en las cer-
Las principales diferencias con el canías del pueblo de Eyzies (Fran-
hombre moderno se dan en el crá- cia), de ahí que a partir de esa fe-
neo: Intensa dolicocefalia, gran cha, a los que con posterioridad
torus supraorbitario, prognatismo se fueron descubriendo se deno-
facial, ausencia de la fosa canina minaron cromañoides o cromáñi-
en la cara y del mentón en la dos. Se trata de nuestra forma
mandíbula; el resto del cuerpo pa- arcaica, de la que tan solo nos di-
recido al nuestro, más robusto, ferenciamos porque en su estruc-
menor estatura y extremidades tura corporal eran algo más ro-
superiores algo más cortas en
proporción a las inferiores. Se ha
discutido si poseían el don del len-
guaje dada su supuesta estructu-
ra laríngea y algunos autores opi-
nan que no podían hablar, pero,
casi todos los mamíferos emiten
sonidos y de alguna manera los
modulan, su nivel cultural hace
pensar, que sin algún tipo de

Dlbulo realizado por Lartet del abrigo de Cm-Mag-


non en donde fue descubierto en 1868, por los ca-
pateces de obra Berthoumeyrou y Delmar& el pd-
mer Homo sapiens sapiens fdsll
1 DISTANCIA GENETICA ENTRE LOS
P~NGIDOSY EL HOMBRE:

Hombre-ChimpancC...................... .1'2 %
Hom bit-Gorila..............................1 '4 %
Hombre-Orangután .......................2'4%
.............
Chirnpanc6Gorila .11296
I

LA CUNA DE LA

1 Parece evidente que si bien el ori-


gen de los primates probablemen-
te sea Norteamerica, la evolución
que conduce al hombre se produjo
en Africa, aunque como etapa
evolutiva de los preprimates, no
puede excluirse por completo
Asia. En cuanto a la filogenla hu-
mana, hay divergencias, sobre to-
do desde la introducción de los re-
lojes moleculares (estudio de las
proteínas y distanciamiento de
las mismas entre las especies, es-
tudios de la hibridación del ADN y
del ADN mitocondrial) que com-
plementan el registro fósil. Las
mayores divergencias están en el
papel que desempeñan los Aus-
tralopitecos y el Horno habilis,
pues para Johanson, los primeros
son antepasados directos del Ho-
rno species, mientras que para Ri-
/ chard Leakey que sigue las teorías
de su padre Louis Leakey, la rama
humana se separó del árbol genea-
lógico antes de la aparición de
los Australopitecos. Por último, el
Ramapithecus ha sido excluido de
la filia hominoidea y sustituido
por el Sivapithecus. En las tablas
resumimos la evolución de los ho-
mlnidos, según los criterios de di-
versos autores, y en el mapa, la
distribución de los fósiles en el
Viejo Mundo.

Formas básicas de vida en la


Prehistoria
1) PALEOL~TICO:El hombre in-
venta una industria lítica que se
perfecciona sucesivamente del P.
Inferior al P. Superior, en el P. Me-
dio descubre el fuego, pero depen-
de por completo de la caza y de la
recoleccibn. Aunque se ayuda de
instrumentos, su forma de vida es
similar a la del resto de los ani-
males (ver Capítulo XIV).
2) NEOL~TICO:Con el descubri-
miento de la agricultura y la do-
mesticación de los animales (ga-
naderia), el hombre se libra en
gran manera de su suerte diaria
para alimentarse y consigue tener
reservas alimenticias que le per-
miten sobrevivir en los períodos
de escasez, e incluso dispone de
excedentes, con lo que se activa el
comercio y tiene lugar el inicio de
la estratificación social, la divi-
sión del trabajo y la aparición de 3) EDAD DE LOS METALES: El
los oficios. Gran parte de la po- utillaje se perfecciona, también el ,,ncipales ,,,o,nldos:
blación se hace sedentaria y pos- bélico, se inicia la industrializa- o austraiopitecosgrhciles;
teriormente, con un importante ción y aparecen las culturas clási- :~~$"~$&~$~Ensish
aumento demográfico, los pobla- cas. A H O ~ babilis;
O
dos dan paso a las ciudades y a *Awr Horno emtus:
neandertalenses;
los estados (ver capítulo XW). cm-~agnon.
DETERMINACION DE LA mos aproximar a la edad en años, logía de la erupción de las piezas,
EDADYELSEXOENLOS mientras que en los restantes nos deciduales y permanentes, así co-
ESQUELETOS HUMANOS hemos de contentar con una apro- mo en la valoración de la soldadu-
ximación menos exacta. ra progresiva de las líneas de cre-
cimiento, sobre todo en los hue-
En el estadio fetal la edad se va- sos de las extremidades.
LA EDAD lora por el desarrollo de los hue-
sos, tanto volum~tricocomo mor- Como podemos apreciar, a partir
Para la determinación de la edad fológico, que en el cráneo tienen de los veinticinco a treinta años
valoramos distintos parámetros una sequenciación cronológica hay bastante inseguridad para
según los períodos cronol6gicos bastante exacta. la valoración de la edad, aunque
de la vida, que son: fetal, primera con experiencia se puede lograr
infancia, segunda infancia, ado- De la infancia al final de la ado- una aproximaci6n válida. El des-
lescencia, adulto joven, adulto, lescencia la valoración se realiza gaste dentario, la presencia de al-
madurez y senectud. Tal sólo en en función de la aparición de los teraciones artrósicas y otras alte-
los primeros periodos nos pode- germenes dentarios y en la crono- raciones resultan tan sólo discre-
tamente valorables, pues su
aparición está condicionada por
factores muy diversos.
EL SEXO
La determinación del sexo en un
adulto, cuando se dispone del es-
queleto completo acostumbra a
ser sencilla, pero cuando solamen-
te disponemos del cráneo o de al-
gunos huesos largos el problema
puede hacerse muy difícil, cuando
no imposible. En algunos indivi-
duos los rasgos sexuales no están
bien definidos,' pues unos apuntan
a un sexo y los otros al contrario,
en estos casos, decimos que se
trata de un individuo aloflso o sea
de caracteres ambiguos.
La valoración del sexo se realiza
fundamentalmente por la morfo-
-
VALUACION DE LA EDAD POR EL GRADO DE SINOSTOSIS DE LAS SUTURA5

1
En los adolescentes y sobre todo
en los nifios el diagnóstico siem-
pre es muy difícil a pesar de los
estudios modernos de la medicina
forense que nos pueden orientar
al respecto.
En los esquemas que adjuntamos
están presentes, de forma esque-
mática, los principales caracteres
en que se basa el diagnóstico se-
xual en los adultos.
Aparte de la importancia de las
áreas de inserción muscular, tam-
bien se puede valorar el tamafio
--.--

de los huesos, en que los de me-


nores dimensiones suelen corres-
ponder al sexo femenino y los ma-
yores al masculino, siendo inde-
terminables los de medidas
intermedias. La valoración del pe-
so de los huesos y algunos indices
que los correlacionan, expuestos
en diversas tablas antropológicas,
nos permiten obtener algunos
datos más para el diagnóstico
sexual.
1 Epífisis superior del iémil

1 Cabanm, metatanianos y Falaiige


IFC()&c " 2 1 "O\

logía del cráneo, de la pelvis, la las inserciones musculares, que


robustez o la gracilidad de la es- están en relación directa con la
tructura esqueletica y la impor- potencia de la musculatura, en
tancia de las excrecencias 6seas general superior en el sexo mas- A,guoos csaueiltlcos valorables para
en las zonas correspondientes a culino. dlagnbstlco sexual
"La unidad de tiempo que para el
arqueólogo es el siglo, para el
prehistoriador es el milenio, para
el geólogo el millón de años"

Charles Combaluzier (1 968)

En paleontología, la determina-
ción de la antigüedad de los res-
tos, sean humanos o de otros se-
res vivos, es compleja y no existe
un sistema unitario para este fin.
Hay un número muy elevado de
técnicas que no siempre son apli-
cables. La elección de uno o va-
rios métodos depende de la diver-
sidad de las circunstancias y para
escoger el más idbneo, se han de
tener en cuenta diversas circuns-
tancias, como pueden ser: su lu-
gar de procedencia, la estructura
del terreno en donde estaban ubi-
cados, la antigüedad supuesta,
etc. Antes de proseguir, queremos
dejar bien claro, que los restos es-
queleticos por su aspecto morfo-
lógico a la inspección, no nos per-
miten determinar su antigüedad,
como mucho, si su estructura se
corresponde con la de algún tipo
de homínido conocido ya extinto,
puede suponerse una determina-
da antigüedad que posteriormen- A se encuentra un objeto producido te en cualquier depósito, pudien-
te deberá confirmarse. por la cultura B, la A ha de ser con- do calcularse el tiempo que han
temporánea o posterior a la B. tardado en formarse, partiendo
Variedad de métodos de del supuesto de que una varva
datación equivale a un año. Este metodo
ha permitido retroceder en algu-
1) Palinocronología. Desde que nos yacimientos hasta 10.000
hace unos sesenta millones de años.
1) Estratigrafia. La secuencia de años, cuando aparecieron las
las capas térreas que recubren plantas con flores existe el polen, 3) Paleomagnetismo. Este meto-
los restos humanos, según los ha- que dispersado por el viento en la do se basa en los cambios de po-
llazgos que en cada una de ellas atmósfera luego se deposita en laridad que ha sufrido el campo
tenga lugar nos permiten una da- los suelos, siendo posible su de- magnetico terrestre ("Field") en
tación, sobre todo si se encuentra tección cuando por circunstancias los diversos períodos de su histo-
un "fósil director*" cuya antigüe- favorables se fosilizó. El hallazgo ria. En lo que hace referencia al
dad nos sea conocida. En estos del polen en los diversos estratos Pleistoceno o Cuaternario se sus-
casos debe tenerse en cuenta si se geológicos nos permite deducir criben tres períodos ("Epochs"),
trata de una fosa, que ésta al ser como eran ciertos habitats y cual que se denominan Gauss, de pola-
excavada pudo alcanzar estratos la climatología, aspectos que en ridad dominante igual a la actual,
más antiguos a los del período en consonancia con los cambios me- denominándose Matuyama a los
que vivió el individuo, falseando teorológicos que sabemos que ha de polaridad inversa, en los que el
los resultados. sufrido el planeta, sobre todo en el polo norte magnetico actual sería
Pleistoceno, nos permiten tambien el sur, con inversión en el movi-
2) Ajuar. En estos casos el diag- una aproximación cronológica. miento de las brújulas. La polari-
nóstico se realiza por el "ajuar de dad en esos períodos no fue uni-
acompañamiento*" del esqueleto, 2) Datación por las vanas. En forme y hubieron variaciones geo-
pues si se conoce la antigüedad los climas árticos, el deshielo pri- magneticas menores ("Polarity
de los objetos con él asociados, maveral origina una crecida de events"), de corta duración. Las
adornos, cerámicas, etc., se pue- los ríos, los cuales acarrean mate- variaciones del geomagnetismo se
de establecer una cronología bas- riales gruesos de aluvión que que- determinan examinando los sedi-
tante precisa. En estos casos, la dan depositados en las aguas mentos de arcilla, pues las partí-
antigüedad la marcan los objetos quietas de los lagos o de los es- culas ferruginosas que contienen,
de epoca más reciente. tuarios. Con la llegada del verano se depositan alineadas en el senti-
el caudal acuoso decrece, momen- do del magnetismo terrestre
3) Dataclón cruzada. La "cross da- to en que sólo se deposita el limo presente en dicho momento: Bru-
ting" anglosajona permite deducir fino, terminando el proceso con nes (magnetismo actual), desde
la contemporaneidad entre dos gru- las heladas otoñales. Estas fajas hace -700.000 años; Matuyama
pos culturales, mediante vínculos de sedimento se denominan "var- (magnetismo invertido), desde
que los relacionen. Si en la cultura vas" y pueden contarse fácilmen- -2.400.000 a -700.000 años;
Gaus (magnetismo como el tivo. Cuando un ser vivo muere, 3) Método de la fisión del UZM
actual), desde -3.000.000 a deja de incorporar C14 y este len- en los cristales de circonio.
-2.400.000 años. tamente se va degradando, con-
virtiendose en carbono no radiac- 4) Radiactividad en terrenos no
111) M~TODOSRADIOACTIVOS tivo. En 5.568 años el contenido volc8nicos: La espectrometría de
de C14 se reduce a la mitad, en rayos alfa y la de rayos gamma,
1) Radiocarbono. Metodo conoci- 11.136 se reduce a una cuarta así como la determinación en las
do tambien como del C-14, que parte y así sucesivamente. Entre proporciones de los contenidos en
fue ideado por Willard F. Libby, los 50 a 70.000 años su detección uranioltorio o de uraniolactinio,
que expuso su metodo en 1952. se hace imposible. pueden permitir una datación cro-
La base del metodo es la siguien- nológica. En la espectometría alfa
te: En la alta atmósfera, la coli- No entraremos en detalles técni- se ha de destruir una parte del
sión de los rayos cósmicos produ- cos, pero los resultados siempre material a examinar, mientras
cen neutrones de alta energía, se dan con un margen de error I que en las restantes no es necesa-
que al chocar con los átomos de en años que va en aumento, en re- rio. Al igual que en las otras tec-
nitrógeno, producen pequeñas lación directa con la mayor anti- nicas radiactivas el análisis puede
cantidades de hidrógeno y de car- güedad de la muestra que se ana- hacerse de los restos esqueleticos
bono radiactivo (C14). E1 carbono liza. La determinación de C I 4 o de los sedimentos calizos, con-
14 se combina con el oxígeno, for- puede hacerse directamente me- chas de moluscos, etc.
mando dióxido de carbono radiac- diante la incineración de una can-
tivo. Este dióxido de carbono ra- tidad de hueso del individuo, pero
diactivo, se mezcla con el dióxido tambien pueden analizarse restos
de carbono no radiactivo en una de madera, carbón, conchas de 1) Dendrocronología. Esta tecni-
proporción constante, proporción molusco, etc. que acompañen a ca tambien se conoce como la del
que no parece haber variado en los restos esqueleticos. "árbol sin fin". Este metodo fue
los últimos 300.000 años. Los ve- puesto en práctica por Andrew E.
getales absorben el dióxido de 2) Potasio-Argón. La corteza te- Douglas en 1929, basándose en
carbono normal y el radiactivo rrestre contiene potasio en la que los trabajos de Ch. Babbage en
para formar sus tejidos, mante- el isótopo K-40 va transformándose 1837.
niendo estos una proporción cons- en Argón-40 a un ritmo conocido,
tante de ambos en vida. Los ani- siendo su vida media de 1.300 mi- En síntesis el metodo consiste en
males vegetarianos que los ingie- llones de años. En los terrenos de el estudio de las modificaciones
ren, introducen en su organismo origen volcánico, la determinación que se producen en los anillos de
el C14 en la misma proporción que meticulosa de la proporción crecimiento de los árboles en rela-
los vegetales y los animales carní- K401A40, puede ser traducida en ción con los cambios estacionales.
voros de forma indirecta tambien, una fecha absoluta, de forma simi-
o sea, que todos los seres vivos lar a como se actúa con el CI4. En Los anillos siguen unas secuen-
contienen la misma proporción de dataciones inferiores al millón de cias semejantes entre sí para to-
carbono radiactivo que no radiac- años el error puede ser importante. dos los árboles de la misma espe-
cie, pero en profundidad, los más
viejos tienen un mayor número de
secuencias de las que carecen los
mas jóvenes. Así, si dos árboles,
uno joven tiene diez secuencias,
estas se repiten en las diez capas
de superficie del m8s viejo, pero
éste, en su interior tiene otras se-
cuencias distintas, que se corres-
ponderan con las superficiales de
otro árbol muerto años antes,
mientras que las profundas de es-
te, se corresponderán con las su-
perficiales de otro muerto mucho
antes. Si se logra tener una se-
cuencia de troncos de distintas
epocas se pueden ir siguiendo es-
tas secuencias retrocediendo pro-
gresivamente en el tiempo. Este
metodo ha permitido en algunos
casos retroceder hasta más de
5.000 anos.
2) Contenido de colágeno. En
algunos casos, dada su resisten-
cia a la destrucción, la cuantifica-
ción en el contenido de esta proteí-
na, puede permitirnos una valora-
ción cronológica.

Cuadro nalf de Malte Fernández, que esquematiza


la datacl6n radlocarbónlca
Esquema de la dendrorronología
elevada tasa de reproducción, que
compensa así sus elevadas perdi-
das.
Algunas pequeñas aves depreda-
doras, sobre todo nocturnas, in-
gieren las presas y luego regurgi-
tan el "bolo" que contiene la piel
y los huesos. Unas aves habitan
en cuevas, otras en un acantilado
o en un árbol, dando lugar a una
acumulación de restos óseos que
corresponden a los roedores que
conforman su habitat. Como quie-
ra que todos los roedores están
muy especializados se puede de-
ducir como era el habitat y el cli-
ma, y de forma indirecta el perío-
do en que vivieron, ya que en ca-
da período hubo unas condiciones
V) OTROS MÉTODOS tenido en este elemento. Este me- climáticas distintas.
todo permitió descubrir el famoso
1) Test de la fluorina. La fluori- fraude de Piltdown*.
na disuelta en las aguas subterrá-
neas que se filtran, lentamente va 4) Estudio de los pequeños roe-
substituyendo al calcio, en los dores. Se trata de un curioso me-
huesos enterrados. La rapidez con todo basado en la gran diversidad
que se realiza la substitución de- generica de los roedores, que con
pende del contenido en fluorina escasísimas variaciones se man-
de las aguas y no hay un patrón tienen estables desde hace unos
constante, pudiendo variar inclu- 58 millones de años. La mayoría
so en un mismo lugar en los dis- son de escaso tamaño, pero los
tintos períodos. Como el cambio hay adaptados a las más diversas
es irreversible, permite establecer formas de vida: subterránea como
la edad geológica de los diversos los topos; arborícolas como las
huesos exhumados en un mismo Sección del tronco de una sequola americana, ante-
ardillas; saltadores; acuáticos co- rior al descubrlmlento de Ambrica, en la que se
lugar, en función de su contenido mo los castores; voladores como han Ido marcando los períodos correspondientes a
hechos hisMricos Importantes. Hacia la mitad del
en fluorina, ya que cuanto más las ardillas voladoras. La supervi- radio, está la Pecha del descubrimiento de Ambrl-
antiguos sean mayor será su con- vencia de la especie se debe a su ca. (Britlsh Museum N.H.)
DISTANCIA disponer de elevadas cantidades
INMUNOL~GICA para proseguir el estudio. El estu-
dio del ADN permitirá mejorar los
Los compuestos orgánicos origi- estudios fileticos, la determina-
La persistencia de proteínas nados por los seres vivos no siem- ción del sexo y la presencia de de-
fósiles en los restos óseos muy pre se destruyen por completo terminadas enfermedades heredi-
antiguos, permiten mediante la despues de la muerte. Las cade- tarias y de otras que dejan su im-
sensibilización de animales de ex- nas bioquímicas tienden a sepa- pronta en los genes.
perimentación, detectar la proxi- rarse por determinados puntos,
midad entre dos especies fósiles o pudiendo conservarse ciertas se-
entre una especie fósil y una ac- cuencias, fragmentos de cadenas
tual. Este metodo fue aplicado que permiten la identificación de
por Lovenstein, para determinar algunos grupos biológicos o deter-
la distancia filetica del Ramapi- minadas especies. Estos estudios
thecus con los homínidos. que aun deben considerarse inci-
pientes, permitirán cuando se dis-
ponga de unas amplias tablas bio-
químicas su comparación con las
cadenas fósiles que se estudien y
permitirán su detección en mu-
chos sedimentos y son la base de
los llamados "relojes proteicos".
En la última decada se ha logrado
extraer del hueso seco antiguo su
ADN, aunque sus secuencias es-
ten incompletas. Se espera en un
futuro próximo poderlas comple-
tar, por lo menos en parte. Las
distancias secuenciales entre las
especies fósiles y las correspon-
dientes a seres vivos actuales no
son tan grandes como se supone,
factor que facilita su estudio.
Aunque los restos de ADN que se
extraigan sean muy escasos, gra-
cias a su capacidad de duplica-
ción se puede lograr su clonaje y
BREVE RESENA
HISTORICA DE LA

Si desconocemos como fueron las enfermedades en el pasado,


¿podremos algún día llegar a predecir su futuro?
En 1913 Ruffer definió la paleo- tóricos y los paleopatológicos, se el medioevo, pues aunque de este
patología como "la ciencia que ha deben a los metodos que estos último período se conservan tex-
podido demostrar la presencia de emplean. tos escritos, estos generalmente
las enfermedades en los restos no nos orientan de forma concre-
humanos y de animales proceden- La ausencia de textos escritos ta hacia un determinado indivi-
tes de los tiempos antiguos", defi- que caracteriza a la investigación duo, y por otra parte, los concep-
nición que Vuillemin completó in- paleopatológica, es el factor dife- tos nosológicos en ellos vertidos,
cluyendo la patología vegetal o rencial más importante, pues ba- son distintos a los actuales y con
"paleofitopatología", conceptos sa su estudio en el examen de los frecuencia, de difícil interpreta-
que podríamos compendiar ha- restos de los individuos extintos. ción.
blando de "paleopatobiología~'. Al igual que las restantes ramas
Aquella definición sigue siendo de la medicina, ha ido incluyendo La paleopatología abre un nuevo
válida, pero no aclara algunos as- en sus tecnicas de investigación campo en la investigación históri-
pectos que consideramos impor- muchos de los modernos exáme- ca, ya que permite realizar una
tantes, cuales son, sus límites cro- nes complementarios de vanguar- confrontación de pareceres, al po-
nológicos y su metodología. dia empleados por la medicina ac- der comparar los conceptos que
tual. Sin embargo su modo de ha- se vierten en los textos medicos
Aceptando la opinión expresada cer forzosamente se rige por antiguos con las patologías que
por Pales en 1930, quien conside- patrones distintos, pues siempre se constatan mediante las tecni-
raba que la vida y la enfermedad comienza sus estudios por donde cas paleopatológicas, pudiendose
nacieron juntas, idea que compar- el medico actual los finaliza, o así confirmar o refutar en algunos
timos, el límite cronológico infe- sea, por el examen anatomopato- casos, lo expuesto en ellos.
rior queda bien precisado, pero, lógico, ya que nunca se dispone
¿cuál es el superior para los estu- de una anamnesis que oriente en
dios paleopatológicos?. No pode- el diagnóstico. Posteriormente, a
mos aceptar la división clásica de la vista 'de las lesiones finales, se
la historia en Prehistoria, Edad aventura una etiología e incluso
Antigua, etc., pues observamos se presupone la sintomatología
que identicos o similares proble- que el individuo pudo tener en vi-
mas se plantean en el estudio, da. Esta forma de hacer nos per-
tanto para los de períodos muy mite afirmar que cualquier resto
antiguos como para los de épocas humano, sea de la epoca que sea,
más recientes, como el medioevo se puede estudiar con "espíritu
o incluso posteriores. Las causas paleontológico", aunque parece
de esta imprecisión son comunes existir un acuerdo tácito entre los
a todas las ramas de la historia, estudiosos de esta ciencia, y el
lo que a nuestro entender nos lle- termino "paleopatología" se re-
va a considerar, que las mayores serva para las epocas prehistóri-
diferencias entre los estudios his- cas y tiempos antiguos incluyendo
RESUMEN HISTORICO DE
DE LOS PALEOPATÓLOGOS

Es difícil asignar fecha de naci-


miento a la paleopatologia, pero
casi sin temor a equivocarnos, po-

---
dríamos afirmar que nació junto
con la prehistoria a principios del
siglo pasado, cuando fueron acep-
tadas las ideas de Boucher de
Perthes (1788-1868). El estudio
de los restos de los hombres fósi- - "-
les dio lugar al nacimiento de la
Paleoantropología, pero, a la vez
que se valoraban las pecularida-
des morfológicas de nuestros an-
cestros, tambien se tuvieron en
cuenta aquellas alteraciones es- les, no sistemáticos, no teniendo riormente se podía proceder a su
queldticas no atribuibles a la va- como objeto directo la investiga- tinción y examen microscópico.
riabilidad anatómica o evolutiva y ción de la enfermedad en la Dentro de su amplia labor, debe-
se buscó la interpretación patoló- prehistoria. La falta de "espíritu mos citar sus investigaciones so-
gica de las mismas. Cuando en paleopatológico" de Virchow, pro- bre la presencia de lesiones arte-
1856 en la cueva de Feldhofen, bablemente sea la causa de que riales en las momias, con la de-
cerca de Düseldorf, se descubrió Sandison, entre otros, consideren tección de ateromas. No menos
el hombre de Neanderthal, el pro- a Sir Marc Armand Ruffer (1858- importante fue el descubrimiento
fesor Virchow lo consideró como 1917) como el "pionero de la pa- de huevos de parásitos Schistoso-
el de un individuo con un cráneo leopatología". Por cuestiones de ma haematobium bilhania en los
patológico, criterio que posterior- salud, Ruffer residió en Egipto túbulos renales de algunas mo-
mente fue rechazado, lo que posi- largos años y dedicó la mayor mias, que justificaba la frecuente
blemente lo convierte en el primer parte de su tiempo libre al estudio hematuria que los egipcios pade-
caso constatado de pseudopatolo- de la patología de los restos hu- cían en aquellos períodos, cir-
gla. manos antiguos y en especial de cunstancia expresada en los "pa-
las momias, ideando diversas tec-
Algunos autores consideran a Ru- nicas para conseguir sus fines,
dolph Virchow (1821- 1902) como entre las que deben destacarse
el padre de la paleopatología, pe- las de rehidratación* de los teji-
ro sus estudios fueron accidenta- dos, gracias a las cuales poste-
piros medicos". Entre las diversas en F'rance et en Algerie", los estu- Akos Palla, "Paleopathologia",
patologías que diagnosticó, de- dios realizados en los restos es- editada en 1937, finalizan las pu-
mostró la existencia de la tuber- queleticos depositados en el Mu- blicaciones de lo que podemos
culosis pulmonar y el mal de Pott. seo Broca y en el Museo de París. considerar como un primer ciclo
Las afecciones de la piel constitu- de obras generales de paleopato-
yeron un hallazgo habitual y entre Situándonos en el presente siglo, logía.
las malformaciones destacó la un hito importante fue la publica-
acondroplasia. Como dijimos al ción del libro de Roy L. Moodie, Hasta la decada de los años 60
principio, a el se debe la defini- "Paleopathology" (1923), que con no aparecen nuevos tratados, en
ción generalmente aceptada de la sus 567 paginas y sus 117 lámi- general obras de divulgación o re-
paleopatología. nas es la primera obra de carác- copilaciones. Entre las primeras
ter general dedicada a esta nueva hay que destacar la de los ingle-
Sin restar meritos a Ruffer, hay ciencia. Poco despues, en 1930, ses Don Brothwell: "Digging up
que destacar que otros autores ya aparecen en Francia otras dos Bones" (1963) y la de Calvin
habían realizado estudios histoló- obras importantes, la "Paleopa-
gicos similares, como Czermak thologie" de Leon Pales y la "Tre-
(1852) y Fouquet (1889), que casi panation cranienne" de Emile Paul Broca (1824-1880)
no trascendieron. Guiard. Con la obra del húngaro Calvin Wells (1908-1980)

Los franceses, avanzados en los


estudios antropológicos, tambien
lo fueron en paleopatología. El
descubrimiento de la trepanación
craneal prehistórica por Pierre-
Paul Broca (1824-1880), gracias
al estudio que realizó de un crá-
neo peruano precolombino que
presentaba una lesión atribuible a
esta causa, es un hecho destaca-
ble. Entre otros deben resaltarse
tambien los trabajos de Prou-
niers, Manouvrier y Loucas-Cham-
pioniere siendo este último quien
publicó la primera obra sobre la
trepanación craneal prehistórica.
A Jules Le Baron se debe el pri-
mer tratado sobre Paleopatología,
recopilando en su tesis, "Lessions
osseuses de 1'Home prehistorique
Wells: "Bones, Bodies and Disea- dedicado a la zoopaleopatología Hasta mediada la decada de los
se" (1964); la del ruso Rekhlin: (traducido al alemán con el título años sesenta no comenzó la acti-
"Paleopathology" (1965), y la del de "Palaopathologie. Pathologie vidad paleopatológica en nuestro
belga Paul A. Janssen: "Paleopa- der Vorzeitlichen Tiere") y que, país, con la excepción del canario
thology" (1970). Entre las obras junto con el de Regoly-Merei Gyu- Juan Bosch Millares, que si bien
colectivas destacaremos la dirigi- la, "Az oserberi es kesobbi emberi se limitó al estudio de las pobla-
da por el norteamericano Saul maradvánnyok rendszeres kór- ciones guanches, hay que conside-
Jarcho: "Human Paleopatology" bonctana" (1962), y el de Bartucz rarlo un pionero. En su obra hay
(1966) y la obra más completa de Lajos, "A praehistorikus trepaná- bastantes aseveraciones discuti-
esa decada. "Diseases in Anti- ció es orvostorteneti vonatkozázú bles y algunas erróneas, que no
quity" (1966), dirigida por Don sirleletekW(l966), componen una constituyen un demerito para su
Brothwell y A.T. Sandison, en la importante trilogía paleopatológi- amplia y autodidacta labor.
que colaboraron los mejores paleo- ca. En lengua castellana, debe-
patólogos del momento. Mención mos destacar el libro de J. Lastres Nuestra labor paleopatológica la
aparte merecen los autores hún- y E Cabieses (1960), "La trepana- iniciamos en 1967 inaugurándose
garos, con A. Tasnádi-Kubacska ción del cráneo en el antiguo Pe- en 1971 el Laboratorio de Paleo-
que publica, en 1962, "Az osálla- rú", que desmitifica la trepana- patología del Museo Arqueológico
tok pathológigiája", único libro ción prehistórica. de Barcelona, y un año despues
(1972), con Manuel García Sán-
chez se creó el Laboratorio de An-
tropología y Paleopatología de la
Facultad de Medicina de Granada.
Precisamente, en 1971 Aidan
Cockburn y su esposa Eve, fun-
dan la Paleopathology Associa-
tion que con más de 500 miem-
bros acoge a la mayoría de los pa-
leopatólogos de 3 5 países.
Cockburn nació en 1912 en North
Shieldsin northern (Inglaterra),
doctorándose en medicina en
1937 en Durham, especializándo-
se en epidemiología e interesán-
dose por la historia de las enfer-

Juan Bosch Millares (1893-1979)


Aldan Cockburn (1912-1981)
1978 Marvin J. Allison y Enrique ríodo, como obra de divulgación,
Gerszten fundan en la Universi- publicamos "La enfermedad en la
dad de Virginia el Paleopathology prehistoria" (Campillo, 1983).
Club, que forma parte de los
"Companions Meetings" de la "In- Esta somera revisión de la biblio-
ternational Academy of Patho- grafía mundial pone de manifiesto
logy-United States and Canadian el escaso número de publicaciones
División" y edita también un "Pa- paleopatológicas, consecuencia di-
leopathology Newsletter", realiza recta del reducido número de pa-
una reunión anual y cuenta con leopatólogos, hecho que contrasta
unos 450 asociados pertenecien- con la abundancia de antropólo-
tes a' diversos países del mundo. gos y los exhaustivos estudios an-
tropológicos sobre el hombre
En la década de los setenta se ini- prehistórico. No queremos decir
cia una reactivación de las publi- con esto que la paleopatología sea
caciones paleopatológicas, entre una ciencia muerta, sino todo lo
medades, en especial de las zoo- las que destacamos, la de R. Ted contrario: estai en pleno auge, y el
nosis. La Paleopathology Associa- Steinbock (1976): "Paleopatholo- impulso iniciado en la decada de
tion se reune dos veces al año y gical diagnosis and interpreta- los setenta, comenzó a dar sus
con carácter bianual en Europa, tion", muy importante para el frutos y sigue en aumento.
publicando el "Paleopathology diagnóstico diferencial. Nuestra
Newsletter" y los "Papers on modesta aportación fue la publi- Además de los ya mencionados,
Paleopathology". En 1971 realizó cación en 1977, de "Paleopatolo- finalizamos este bosquejo históri-
importantes estudios con la disec- gía del cráneo en Cataluña, Valen- co citando los nombres de algu-
ción de momias egipcias y publi- cia y Baleares". Entre las que nos paleopatólogos, por la rele-
có, en colaboración con numero- aparecen posteriormente destaca- vancia de sus trabajos, por los
sos especialistas el libro, "Mum- mos: "Les maladies a l'aube de la problemas que han enfocado o
mies, Disease and Ancient civilitation occidentale" de M. D. por ser los aglutinadores de esta
Cultures" en 1980, falleciendo en Grmek (1983), "Identification of especialidad en sus países, en
1981. A Calvin Wells (1908-1978), Paleopathological Conditions In nuestra opinión debemos desta-
nacido en Gran Bretaña, que tam- Human Skeletal Remains" de D.J. car, los exhaustivos estudios reali-
bien fue un pionero de la paleopa- Ortner y W.G.J. Putschar (1985), zados sobre la lepra por el danes
tología se deben numerosos tra- "Paleopathology of Danish Skele- Moller-Christensen, C.J. Hackett
bajos que estimularon la vocación tons" de P. Bennike (1985), "L'ori- por sus interesantes trabajos so-
de nuevos paleopatólogos. En gine delle malattie" de L. Capasso bre las treponematosis y la evolu-
(1985), "Human Skeletal Re- ción de la sífilis y en Francia, por
mains" de D.H. Unelaker (1989) y su veteranía J. Dastugue y Bra-
Logotlpo de la "Paleopathology Associatlon",dlse- "Human Osteology" de T.D. White bant por su labor en paleoestoma-
fiado por Patrlck Horne y P.A. Folkens (1991). En este pe- tología.
FUENTES DE
ESTUDIO Y
METODOLOGÍA

"Laespeculación precede al descubrimiento, las sugerencias, las teo-


rias y a los conceptos definitivos"
Roy L. Moodie (1 923)
RESTOS HUMANOS rrirse a metodos indirectos para en el grado de deterioro del hue-
detectar su presencia. Con fre- so, que suele ser mucho más acu-
La materia fundamental de los es- cuencia su estudio se fundamenta sado en los de la cara, epífisis de
tudios paleopatológicos la consti- tomando en consideración, como los huesos largos y en aquellos
tuyen los restos humanos, que, en elemento de comparación, la pa- que están constituidos básica-
mejor o peor estado de conserva- tología de los denominados pue- mente de tejido esponjoso. La an-
ción son su base; casi siempre se blos "primitivos" actuales. Nuevas tigüedad de los restos tambien in-
trata del esqueleto, en ocasiones tecnicas bioquímicas nos permiti- fluye y, en general, los más recien-
fosilizado, o con menor frecuen- rán, en un futuro próximo, pro- tes están mejor conservados,
cia, del individuo momificado. fundizar en el estudio de estas pa- aunque las excepciones son muy
Otros medios materiales, así co- tologías. frecuentes.
mo diversos factores nos pueden
servir tambien, y a ellos nos refe- El estado de conservación de los Por último, nos resta decir que la
riremos más adelante, comentán- huesos es muy variable, depen- tecnica de excavación empleada
dolos según su importancia. diendo de la interacción de multi- es un factor de trascendental im-
tud de factores (tafonomia), tales portancia, pues cuando se realiza
Restos óseos como la constitución del terreno con meticulosidad, los restos hu-
donde quedaron depositados, manos no suelen sufrir deterioro,
Sin temor a equivocarnos, pode- pues según su composiciÓn quími- pero cuando se lleva a cabo en
mos afirmar que los huesos cons- ca, grado de acidez, humedad, forma burda, como suele aconte-
tituyen la base primordial de los presión ejercida por el volumen cer con los excavadores furtivos o
estudios paleopatológicos, dado de tierra que los recubre, caída de con aquellos que carecen de una
que se trata de las partes del or- grandes bloques de piedra sobre formación especializada, no es in-
ganismo más resistentes al paso los restos, etc., que influyen de frecuente que los huesos resulten
del tiempo, pues los tejidos blan- forma importante. Las raíces ve- deteriorados, y queden práctica-
dos se alteran o destruyen en su getales tienen un papel considera- mente inservibles para su estudio.
totalidad en un corto espacio de ble en su destrucción, tanto por la Los metodos de secado y consoli-
tiempo, excepto cuando intervie- secreción de ácidos que disuelven dación, mediante la aplicación de
nen los procesos de momificación. las sales calcáreas del hueso, co- resinas sintéticas, y la restaura-
mo por introducirse a traves de ción de los desperfectos cuando
Esta circunstancia limita grande- los orificios óseos, sobre todo en es posible, facilitan su ulterior es-
mente los estudios paleopatológi- el cráneo. La acción de los anima- tudio.
cos, pues sólo aquellas enferme- les carroñeros tambien se deja
dades que de forma directa o indi- sentir de forma muy notoria en Huesos fosilizados
recta afectan al hueso podrán ser especial la de los pequeños roedo-
diagnosticadas o intuídas. De ello res, como las ratas. La fosilización consiste en la pe-
es fácil deducir que los procesos trificación del hueso, que en gene-
patol6gicos viscerales son los Todo este conjunto de factores in- ral, tiene lugar al rellenarse las
peor conocidos, y que debe recu- fluyen en mayor o menor medida cavidades que ocupaba la subs-
tancia orgánica por substancias blecer una datación precisa dada circunstancias que se dan amplia-
minerales. Con menor frecuencia la multitud de factores que en ella mente en Egipto donde se han en-
puede ocurrir una sustitución me- intervienen. contrado momias del período pre-
diante procesos químicos de las dinástico en perfecto estado de
sales minerales del hueso por Restos momificados conservación. Si bien el natrón*
otras, con lo que se conserva la podía ayudar a su conservación,
estructura interior. Un tercer pro- La momificación consiste funda- otras substancias que tambien se
ceso puede resultar de la combi- mentalmente en un proceso de de- aplicaban, tales como los ungüen-
nación de ambos. Tras la fosiliza- secación de los tejidos blandos, tos oleosos, favorecían su altera-
ción, los huesos aumentan de pe- que tiene lugar en determinadas ción, y se da la curiosa circuns-
so. circunstancias, sobre las que se tancia de que suelen estar mejor
puede influir dando lugar a la mo- conservadas las momias que fue-
Aunque el tiempo requerido para mificación artificial. ron sometidas a procesos de con-
que el proceso de fosilización lle- servación más simples, que aque-
gue a termino suele ser largo, su En el Egipto faraónico se practicó llas en las que se emplearon me-
duración es variable, no sirviendo con profusión la momificación ar- todos complejos. Prueba de la
el grado de fosilización para esta- tificial, pero a nuestro entender, importancia de la influencia cli-
influyó. más en ella el clima del mática es el hecho de que las mo-
desierto que la acción de los em- mias que fueron descubiertas en
Momia egipcla predln8stlca. El clima seco del de- balsamadores. Son factores esen- perfecto estado, al ser expuestas
slem favorece la desecación y conservaci6n de los ciales que favorecen la momifica- al público en los museos, dejando
cadAvere8 ción, la sequedad del terreno jun- de ser adecuadas las condiciones
Momia de Ramsea 11 (Dinastía XVIII) to con una temperatura cálida, ambientales que las rodeaban, co-
habían sido sometidas a ningún tra- claro, permite que sean puestas
tamiento especial, siendo los facto- en evidencia durante la excava-
res determinantes geoclimáticos. ción. Casos similares se han visto
en Elp (Holanda) y Mucking (Es-
Una curiosa forma de conserva- sex, Gran Bretaña), entre otros lu-
ción la constituyen algunos indivi- gares. En la práctica carecen de
duos encontrados en Escandina- interes para el paleopatólogo.
via, como P.e. el hombre de To-
llund (Dinamarca) sacado del En raras ocasiones, cuando los te-
lecho turboso del pantano de di- jidos blandos, en lugar de sufrir
cha localidad, cuyo estado de con- su putrefacción habitual se trans-
servación es perfecto, gracias al forman en adipocira esta puede
alto grado de acidez del humus constituir un molde dentro del te-
turboso. Su cabeza se conserva en rreno que la envuelve y posterior-
el Museo de Sikeborg, y parece mente, al rellenarse con otras
ser que murió ahorcado hace más substancias procedentes de las
de 2.000 años. Durante la Edad filtraciones que se depositan den-
de Hierro en Dinamarca, el ritual tro de la cavidad, reproducen el
mortuorio era la incineración y cadáver con una morfologia más
tan sólo los reos eran ajusticiados o menos exacta. Tal es el caso del
colgándolos de los árboles y pos- hombre de Morín hallado en la
teriormente sus cuerpos eran provincia de Santander y que se
menzaron a deteriorarse, como, arrojados a los pantanos. remonta al paleolítico Superior.
P.e. ocurrió con la momia de
Ramses 11, que depositada en el SILUETAS HUMANAS Fenómeno similar al anterior son
Museo de El Cairo, tuvo que ser las reproducciones artificiales,
trasladada a París para ser some- Se trata de un fenómeno raro y obtenidas mediante el relleno con
tida a un tratamiento póstumo curioso que consiste en la presen- yeso, de las cavidades que deja-
que eliminara las micosis que ha- cia de siluetas esqueleticas impre- ron los cadáveres de los indivi-
bían empezado a hacer estragos sas sobre el suelo de algunos yaci- duos que murieron durante la fa-
en ella. En otros muchos lugares mientos. Este fenómeno está vin- mosa erupción del Vesubio que
del mundo se han encontrado mo- culado a complejas reacciones destruyó Pompeya, ya que los pro-
mias, como en America (Perú, Me- químicas en las que suelen inter- cesos de putrefacción de los cadá-
xico, Sur de Estados Unidos, etc.) venir sustancias ferruginosas y veres sepultados por las cenizas,
y en las Islas Canarias, que no magnesicas, que aportadas por los convirtieron en moldes. Ni que
las filtraciones de agua actúan decir tiene que estas representa-
sobre el suelo, y dan lugar a pig- ciones siempre son imprecisas y
mentaciones oscuras que impreg- no se pueden sacar grandes con-
Hombre de Tollund nan el suelo, que si es de color clusiones.
COPROLITOS* nas de pescado, resto de artrópo- OTRAS FUENTES
dos, etc., trabajos realizados me-
Los coprolitos constituyen un ha- diante la estrecha colaboración
llazgo arqueológico bastante fre- de numerosos especialistas perte- ARTE PREHISTÓRICO
cuente, aunque en su mayoría no necientes a muy distintas ramas
son humanos, soliendo proceder de la ciencia. Estos estudios, en En el Paleolítico Superior apare-
generalmente de animales, con algunas investigaciones han podi- cen los primeros testimonios del
mucha frecuencia cánidas (hienas). do remontarse hasta el año 7000 arte, en forma de pinturas y gra-
a. de J.C. bados que se conservan en las pa-
En 1910, Young demostró la pre- redes de las cuevas y abrigos (ar-
sencia de semillas de sandía en Estas nuevas tecnicas abren un te parietal) y que tambien se pue-
coprolitos procedentes de la cue- amplio campo a la investigación de encontrar en los grandes
va de Salts de Kentucky (EE.UU.). de la dieta y de la patología di- bloques de piedra al aire libre. En
Trabajos posteriores en distintos gestiva en esos lejanos períodos, los guijarros planos, huesos y as-
lugares de America han permitido pues tambien se ha demostrado ta se encuentran las representa-
determinar la presencia de nume- la presencia de huevos de lombri- ciones del llamado "arte mobi-
rosos vegetales que componían la ces, nematodos. liar".
dieta alimenticia de algunos pue-
blos precolombinos. Los estudios Dejando aparte los distintos esti-
Coprolito de hiena encontrado en la cueva de El los y tecnicas empleadas, siempre
se basan en el hallazgo de semi- Toll (MoiA). La sección muestra la presencia de
llas, fibras vegetales, polen, espi- fragmentos 6seos a medio triturar hay que ser muy cautos en su in-
terpretación, pues, si en muchos
casos las representaciones pato-
lógicas resultan muy evidentes y
permiten aventurar un diagnósti-
co, en otras, pueden tratarse de
simples veleidades artísticas, im-
perfecciones tecnicas, deterioro
por el paso del tiempo, etc., y
nuestra fantasía puede hacernos
caer dentro del campo de la pseu-
dopatología.

Gracias a esta ciencia se ha podi-


do estudiar el pasado de nuestro
planeta, con sus continuos cam-
bios en el transcurso del tiempo,
que han afectado directa o indi- rante los denominados períodos zados por los seres vivos. Su gra-
rectamente a los seres vivos. Su glaciares, entre los que se interca- do de complejidad puede ser muy
estudio, junto con el de la paleon- laban otros cálidos, conocidos co- variable, siendo tambien muy di-
tología, resulta imprescindible pa- mo interglaciares, en uno de los ferente la estabilidad de esas
ra el conocimiento del hombre. cuales parece ser que nos encon- substancias.
tramos hoy en día. Estos cambios
Hoy en día, la patología humana indudablemente influyeron en la Al morir un ser vivo, su estructura
está influida en cada grupo por forma de vida de nuestros antepa- bioquímica se desintegra y sus
las circunstancias ambientales sados y en su salud, siendo proba- restos quedan depositados en el
que sobre el concurren, en lo que blemente la causa de la desapari- suelo. Algunos de estos compues-
se ha dado en llamar su hábitat, ción de algunos grupos de homíni- tos orgánicos pertenecientes a las
biotopo o zona ecológica. Vemos dos. partes blandas, se han descubier-
pues, como el terreno, los alimen- to en algunos fósiles y sedimentos
tos, el clima, el trabajo, etc., influ- La estratigrafía, ciencia insepara- antiguos. Uniendo sus esfuerzos,
yen de forma manifiesta sobre la ble de la paleontología y de la los geólogos y bioquímicos han
salud humana, dando lugar a que prehistoria, se ha visto auxiliada empezado a trabajar en la bús-
unas enfermedades predominen por la palinología que ha permiti- queda de estos fósiles qulmicos
sobre otras. Algunas circunstan- do grandes avances en el estudio (Egliton y Calvin) constituidos por
cias son exclusivas de determina- de los tipos de vegetación existen- moleculas poco alteradas o intac-
das poblaciones, pero en su con- te en los distintos períodos (paleo- tas.
junto, todos los factores inciden botánica), y ha hecho posible ave-
sobre la patología y longevidad de riguar el clima predominante indi- No hay duda de que a partir de
cada grupo humano. rectamente (paleoclimatología). El tales restos bioquímicos no se po-
conocimiento de la flora y de la drá determinar a que ser pertene-
La geología, en ocasiones con fauna permite sospechar que tipo cían, aunque sí con frecuencia su
gran detalle, ha podido determi- de alimentación pudo resultar ase- grupo y especie; pero para llegar
nar cómo ha sido la tierra a tra- quible para el hombre primitivo en a este punto se precisa un avance
ves de los tiempos, llamados a te- su hábitat y valorar su influencia profundo en el conocimiento de la
nor de sus característicos perío- en algunas afecciones patológi- estructura química íntima de los
dos geológicos, permitiendonos cas, pudiendose tambien sospe- seres vivos (quimiotaxonomla), lo
conocer cómo era el terreno, el char algunas de las posibilidades que probablemente no se logrará
clima, la flora y la fauna que en terapeuticas a su alcance. hasta que hayan transcurrido al-
cada epoca existían. Indudable- gunos decenios, tras lo cual se
mente, durante la Era Cuaterna- abrirán nuevos horizontes a la in-
ria, en la que hace su aparición el vestigación paleopatológica, que
hombre, los cambios climáticos Con pocas excepciones, los deno- por ahora son inasequibles.
fueron Importantes, viendose so- minados compuestos orgánicos
metida Europa a descensos im- que hoy en día se encuentran en Gracias a la resistencia de algu-
portantes de la temperatura du- nuestro planeta han sido sinteti- nas substancias, como son algu-
nas proteínas constituyentes del RITUAL MÁGICO cas míticas y simbólicas, que
colágeno, determinadas albúmi- constituyen el rico tesoro de la
nas y otras substancias orgánicas, La magia, vigente entre los deno- medicina primitiva de todos los
se han podido practicar algunas minados pueblos primitivos ac- pueblos, se descubre a menudo un
pruebas paleoinmunológicas (Lo- tuales y no ausente de los pueblos núcleo de verdad, una base toma-
wenstein), as! como en ocasiones del mundo occidental considera- da a la experiencia".
pruebas paleoserológicas. Los tra- dos en la vanguardia de la civili-
bajos realizados en la decada de zación, ha dejado suficientes MEDICINA DE LOS
los ochenta han permitido la ex- elementos de juicio para poder PUEBLOS PRIMITIVOS
tracción del ADN del hueso, mate- afirmar su presencia en la prehis- ACTUALES
rial que ha resultado bastante es- toria.
table, y clonarlas posteriormente Por distintas que sean las costum-
(A. Wilson). Los estudios de paleo- Podemos apreciar en los ritos má- bres de las poblaciones que hoy
genetica, ya son una realidad, así gicos varios aspectos: 1) carácter en día existen, si se profundiza en
como el estudio del ADN mitocon- yatrogenico de algunas de sus ellas, llegamos a apreciar unas
drial, que permitirán, la detección prácticas por las lesiones que en- tendencias comunes, muy defor-
de numerosas enfermedades here- trañan y las complicaciones que madas en sus manifestaciones ex-
ditarias y de aquellas que dejan su se pueden derivar, de las cuales teriores por las múltiples circuns-
impronta en el ADN. un ejemplo franco es la trepana- tancias que sobre ellas inciden.
ción craneal; 2) aspectos autolesi-
RITUAL FUNERARIO vos, como las ya mencionadas tre- Creemos que se puede afirmar
panaciones del cráneo, la defor- que el hombre, ante problemas
Los ritos funerarios dificultan la mación de este, las amputaciones iguales, llega a soluciones simila-
investigación paleopatológica con digitales, las avulsiones denta- res, lo que resulta lógico si acep-
frecuencia, pues entrañan la des- rias, etc.; 3) de forma indirecta, tamos que toda la especie huma-
trucción parcial o total de los res- tambien la posibilidad de averi- na procede de un tronco ancestral
tos, como ocurre con la incinera- guar algunas tendencias patológi- común, con independencia de que
ción, pero en otros casos, como en cas, factores psicológicos, ideas adoptemos un criterio mono o po-
la momificación, pueden facilitar terapeuticas e incluso conceptos lifiletico para nuestra especie, lo
la investigación de las afecciones de la enfermedad, como por ejem- que hace que el potencial intelec-
que no inciden de forma directa plo, se pueden deducir del estudio tivo sea similar. Como ejemplo
sobre el hueso. Algunas formas de del arte prehistórico. puede servir la aparición de la de-
enterramiento pueden ayudar a nominada revolución neolítica,
interpretar, aunque sólo sea de Castiglione opinaba que: "La ma- que sin lugar a dudas y de forma
'. forma elemental, los aspectos pa- gia, bajo su aspecto teatral, ocul- totalmente independiente, por lo
tológicos de las poblaciones ta a menudo conocimientos rea- menos ha tenido lugar dos veces,
prehistóricas y su interpretación les, sacados del estudio de la una en el viejo mundo (entre el
mdgico-religiosa de la muerte y de Naturaleza y de una larga expe- 9000 y 6000 a. de J.C.) y otra en
la enfermedad. riencia. Escarbando en las prhcti- America (5000 a 3500 a. de J.C.).
Parece indudable que las pobla-
ciones prehistóricas debieron te-
ner unas formas de vida muy
similares a las de los pueblos pri-
mitivos actuales, como los esqui-
males, indios algonquinos, indios
ona, pigmeos, semang, etc., que
viven, o vivían hasta hace muy
poco, en un regimen de cazadores
recolectores preneolíticos. Su
comportamiento ante la enferme-
dad y sus prácticas médicas pue- ponen unas tradiciones cuyo ori-
den ayudarnos a comprender la gen hay que buscar en períodos
medicina prehistórica y en ocasio- muy anteriores a los históricos.
nes contribuyen a confirmar nues- Su farmacopea tampoco está
tras deducciones paleopatológi- exenta de interes y con frecuencia
cas. El estudio de estas culturas nos sorprenderemos ante la inclu-
nos reportará datos de suma im- sión de productos de eficacia te-
portancia, que no deben confun- rapeutica confirmada en la actua-
dirse con la paleopatología pro- lidad; son destacables los de ori-
piamente dicha. gen botánico, pues se ha podido
constatar la presencia de algunos su paso de cadáver a esqueleto,
MEDICINA DE LAS de ellos en los territorios e incluso valorando los diversos factores
CIVILIZACIONES ANTIGUAS en yacimientos habitados por po- que en dicho proceso inciden, de
Y CLÁSICAS blaciones prehistóricas, todo ello los cuales depende su grado de
fruto del auge que está adquirien- conservación. Los cambios tafo-
El estudio de estas culturas nos do la paleobotánica. nómicos, con frecuencia, produ-
aportan conocimientos de gran in- cen alteraciones susceptibles de
teres, pues nos permiten una re- Las representaciones artísticas en confundirse con lesiones patológi-
copilación de datos que sugieren estas culturas tambien tienen un cas, dando lugar a la pseudopato-
respuestas a determinados he- indudable interes, pues algunas logía.
chos y nos permiten seguir el cur- enfermedades y algunas prácticas
so de algunos problemas que nos terapeuticas quedan reflejadas en
Figura cretense de epoca minoica, coronada con
plantean las poblaciones prehis- ellas a la perfección. cabezas de adormidera (Papaver somniferum). No
tbricas. Ni que decir tiene que las parece casual que el oplo fuese objeto de adora-
ción, dadas sus pmpledades analgdslcas y alucinb-
descripciones patológicas de las Tafonomia genas
enfermedades que se encuentran,
"El espinario", conocida escultura claslca que re-
por ejemplo, en las tablillas sume- Estudia los cambios que sufre el presenta a un nlfio sacandose una espina clavada
rias o en los papiros egipcios, su- individuo despues de muerto, en en su pie
Patocenosis nos y ecológicos, de la frecuencia VISION CONJUNTADA DE
y de la distribución de todas las LAS FUENTES DE
Destaca Grmek, que hasta epoca demás enfermedades; ESTUDIO
muy reciente, la historia de la en-
fermedad ha sido estudiada de 3) la patocenosis tiende a un esta-
forma analítica, es decir, exami- do de equilibrio, al que es particu- La exposición de todas las fuen-
nando por separado la historia de larmente sensible dentro de una tes mencionadas y los datos que
las enfermedades aisladas o en situación ecológica estable". puedan aportar otras en el futuro
grupos afines. Esta simplificación nos hablan de la complejidad que
es necesaria al menos en una pri- Dos enfermedades formando par- entraña el estudio de la enferme-
mera fase de la exploración histó- te de una patocenosis pueden es- dad en la prehistoria, que en
rica y está justificada por los re- tar entre ellas en una situación de esencia depende del estudio de
sultados obtenidos, pero no es simbiosis, de antagonismo o de los restos humanos, sobre todo
menos verdad que se dejan en la indiferencia. Los casos de simbio- para los períodos más antiguos y
sombra numerosos hechos de sis son muy numerosos, debido a que nos forzarán en la mayoría de
gran importancia que conciernen que las mismas condiciones del los casos a emitir frecuentes su-
a la interconexión de las enferme- medio facilitan dos o más enfer- posiciones. En general, los diag-
dades. medades. nósticos no serán de certeza sino
de probabilidad, pero podremos
Para facilitar una aproximación Definicidn de patocenosis: Inte- apreciar que es posible llegar a
sintetica, basa la definición del racción de las distintas enferme- una visión coherente, que nos per-
neologismo patocenosis en tres dades presentes en un determina- mita hacernos una idea de las pe-
proposiciones: do núcleo de población en un nurias que la enfermedad ocasio-
momento dado, en correlación di- nó en nuestros antepasados.
1) La patocenosis es un conjunto recta con el biotopo y los factores
de estados patológicos que están que sobre el inciden. La importancia de la tecnica y
presentes en el seno de una po- método empleado en cada estudio
blaci6n determinada en un mo- resultará muy variada en relación
mento dado; se trata de un siste- con cada enfermedad, pues, no
ma que tiene sus propiedades es- cabe duda que ante una fractura
tructurales particulares y que los factores fundamentales de su
debe ser estudiada determinando estudio serán la inspección ocular
a la vez cualitativa y cuantitativa- y la radiografía ósea; en la detec-
mente sus parámetros nosológi- ción de una parasitosis intestinal
cos; resultará de un valor inapreciable
el estudio de los coprolitos; ante
2) la frecuencia y la distribución el alto grado de desgaste dental
de cada enfermedad depende ade- en algunas poblaciones, el interes
más de diversos factores endóge- de la investigación se centrará en
el estudio de su dieta alimenticia.
De todo lo expuesto, podemos co-
legir que cada enfermedad o gru-
po nosológico precisara en su in-
vestigación de un enfoque parti-
cular.
Técnica general del estudio
En la exposición hemos conside-
rado preferible seguir un criterio
nosológico: agrupando las enfer-
medades según su etiología y ha-
ciendo en segundo lugar referen-
cia a su localización en los distin-
tos órganos y aparatos. Tambien
hemos renunciado a su exposición
cronológica, pues nos ha parecido
que nos podía hacer perder la ila-
ción, aunque nos referiremos a
aquella y la tendremos en cuenta
en las conclusiones.
MALFORMACIONES
Y AFECCIONES

¿Que es lo que distingue al niño de aspecto raro de los niños que se


hallan dentro de la amplitud de las variaciones que constituyen la
norma?
R.L. Gorlin, J.J. Pindborg y M.M. Cohen, Jr. (1978)
Incluimos en este grupo aquellas MALFORMACIONES bla de microcefalia y cuando so-
enfermedades que se ponen de CRANEALES brepasa, los 1.950 C.C.,de macro-
manifiesto en el momento del naci- cefalia. Como podemos apreciar,
miento o durante la primera infan- los límites son muy amplios; pero,
cia. En algunos casos se trata de Hay que distinguir entre aquellas en modo alguno se puede preten-
enfermedades hereditarias o con- que afectan el volumen craneal y der sacar conclusiones relacionan-
genitas propiamente dichas, pero las que modifican de una u otra do el volumen cerebral con el nivel
en otras será difícil discernir si el manera su morfología. Las exami- intelectivo de las razas o de los in-
proceso patológico se inició antes naremos por separado. dividuos. Puede servir de ejemplo
del nacimiento o poco tiempo des- la comparación entre el volumen
pues del alumbramiento. Como es- ALTERACIONES cerebral de Lord Byron, cuyo cere-
ta separación se hace mucho m8s VOLUMETRICAS bro pesaba 2.240 gr y el de Ana-
difícil en los estudios paleopatoló- tole France que sólo era de 1.020
gicos, hemos decidido agruparlas Antes de referirnos a estas mal- gr, sin que pueda ponerse en duda
y examinarlas conjuntamente. formaciones, creemos imprescin- el alto nivel intelectivo de ambos.
dible hacer algunos comentarios
Entre las enfermedades, las hay previos respecto al volumen cra- Ateniendonos a este concepto, de-
sistematizadas que afectan la tota- neal, poniendo al lector sobre avi- bemos destacar que todos los ho-
lidad del individuo, pero algunas so de la problemática que entraña mínidos del Paleolítico Medio
de ellas, prácticamente, sólo afec- este concepto. serían microcefalos, pues no so-
tan al cráneo, por lo que, para una brepasaban una media de 1.O00
mayor comodidad expositiva, he- La capacidad del cráneo humano C.C.En estos, debemos hablar de
mos decidido dividir este capítulo oscila dentro de unos límites muy cerebros poco evolucionados (ver
en dos apartados, uno que incluye amplios, cuyo promedio va desde Capítulo 1, Tabla).
las malformaciones craneales y los 1.260 C.C.de los vedas a los
otro que hace referencia a las sis- 1.560 de las razas blancas y de
tematizadas o que solamente afec- las amarillas asiáticas, variacio-
tan al esqueleto postcraneal * . nes que guardan una estrecha No se conocen muchos casos de
relación con la tipología racial, vo- epoca prehistórica, aunque co-
Por último, antes de entrar de lleno lumen corporal y sexo del indivi- mentaremos algunos.
en la exposición, queremos desta- duo. La mujer tiene un volumen
car, que algunas malformaciones craneal algo inferior, aproximada- Como "microcefalia vera", Ensel-
son tan insignificantes que no se mente de un l o % , que está en me hace referencia a un cráneo
traducen en sintomatología clínica consonancia con su menor volu- frances de epoca magdaleniense
pasando desapercibidas, siendo men corporal (10%) con respecto encontrado en la gruta de Roche-
simples curiosidades dentro de las al hombre, consecuencia del di- reil en la Dordogne, que sería el
variaciones anatómicas; por ello las morfismo sexual que caracteriza a caso más antiguo conocido. Wells
hemos excluido, evitando así dar los primates. Cuando el volumen menciona un cráneo patagón anti-
una excesiva extensión al capítulo. es inferior a los 1.150 C.C.,se ha- guo, otro procedente de Natal (Su-
dáfrica) con un volumen de 600 zar el enorme volumen de las hi-
C.C. y otro de la localidad de Chil- drocefálicas.
ca (Perti) con sólo 490 C.C.Por
nuestra parte en 1977 tuvimos la Hidrocefalia
oportunidad de estudiar un crá-
neo perteneciente a la cultura ta- Como es bien sabido, en la hidro-
layótica mallorquina, exhumado cefalia la dilatación del cráneo in-
en la "Cova* des Morro" (Mana- fantil es debida a la retención del
cor) cuya capacidad craneal era líquido cefalorraquideo dentro del
de unos 900 C.C.En todas las mi- sistema ventricular, siendo secun-
crocefalias, el nivel intelectual es- daria a una obstrucción, a una
tá más o menos disminuido y en arreabsorción o una hipersecre-
los casos extremos puede llegarse ción. Dado el ostensible y exage-
a la idiocia. La microcefalia pue- rado crecimiento el cráneo, el
de, ocasionalmente, estar asocia- diagnóstico resulta sencillo, lo
da a la trisomia 21, aunque, por que hace que esta enfermedad
ahora no hay argumentos paleo- sea conocida desde muy antiguo.
patológicos suficientes para con- A pesar de esto y de que su inci-
firmarlo, a pesar de la frecuente dencia es bastante elevada, casi
presencia de hipertelorísmo en el no se conocen casos prehistóri-
sfndrome de Down. Algunas figu- cos, cosa que podría justificarse
ras helenfsticas y otras de la anti- teniendo en cuenta que, en la hi-
gua China, parecen representar a Macrocefalia drocefalia el hueso se torna papi-
microcefalos, probablemente dei- ráceo y mucho más frágil, y que
dades. Un caso extremo, sería la Se trata de cráneos grandes, y de- es menos resistente que el de los
momia egipcia de un monstruo ben distinguirse dos variedades: niños normales, ya de por sí bas-
anencefálico, descrito por Geof- macrocefalia vera y macrocefalia tante debil.
froy Saint-Hilairey que fue encon- hidrocefálica.En la primera el ce-
trado en Hermopolis en medio de rebro y el cráneo crecen armóni- En 1913, Derry describió un caso
un conjunto de momias de simio, camente pudiendo no existir alte- egipcio de epoca tardorromana
circunstancia que hace que algu- raciones patológicas, pero en sus con una capacidad de 2.900 C.C.
nos autores duden de que se trate dimensiones nunca llegan a alcan- Correspondiente al perfodo roma-
de un feto humano, pues el estu- nobritánico se conoce otro caso
dio se realizó en 1907, aunque no procedente de Norton (Yorkshire)
le resta valor paleopatológico, con una capacidad de 2.600 C.C.
pues este defecto congenito pue- En Alemania, un cráneo merovin-
de darse tanto en el hombre como gio de Weimar, fue descrito por
Cráneo de la "Cova d'Es Morro (Manacor, Mallor- Pfiffer, y otro perteneciente a un
en los otros vertebrados, siendo ca), afecto de una mlrrocefaüa vera. (Las deforma-
incompatible con la vida. ciones de su contorno tienen un whcter posturno) niño de 5 a 6 años, de la epoca
neolítica, por Seeburg; en este esta iglesia se iniciaron en época diente de este proceso. El primero
caso el diámetro máximo era de medieval y finalizaron en el siglo es con mucho el que aporta ma-
230 mm. Finalmente, según En- pasado, pero a juicio de los ar- yor número de casos, no resultan-
selme, Vallois estudió el cráneo de queblogos, seguramente corres- do raro que las malformaciones
un niño que, a juzgar por su denti- ponda al siglo XVII o XVIII. de uno u otro grupo esten asocia-
ción, tenía 2 ó 3 años y su volu- das entre sí a otras del esqueleto
men craneal era desmesurado. El Tras lo expuesto, solamente nos poscraneal.
caso mas antiguo conocido, sería resta insistir en que ante un crá- Craneoestenosis
el publicado por Schultz y Teschler- neo voluminoso de adulto hay que
Nicola, perteneciente a un niño ser muy cautos antes de aceptar La característica fundamental de
de 10-12 años, de epoca neolíti- una hidrocefalia, pues, en gene- estas lesiones de etiología mal co-
ca, exhumado en Kamegg (Aus- ral, se tratará de macrocefalias. nocida consiste en que dan lugar
tria). a una alteración morfológica del
ALTERACIONES cráneo, que varía según cual sea
Nosotros hemos tenido la oportu- MORFOLOGICAS la sutura o suturas que se sueldan
nidad de estudiar un cráneo exhu-
mado en Sant Vicenc de Malla Hay que distinguir en estas dos
(Osona), perteneciente a un niño grupos importantes: uno que se
de siete años, con un volumen caracteriza por la soldadura pre-
craneal de 3.900 cc. La antigüe- coz de una o más suturas cranea- Crhneo mamc6falo procedente de Sant Vlcenc de
Malla vlsto de lado
dad del hallazgo es dificil de valo- les (craneoestenosis o craneosi-
rar, pues los enterramientos en nostosis) y otro que es indepen- Crhneo de Sant Vlcenc de Malla vlsto de frente

gv.:;. .. . '
.;
D..: ' .
!I "
prematuramente. A pesar de tra-
tarse de lesiones relativamente
frecuentes no abundan las refe-
rencias en la literatura paleopato-
lógica. En relación con la sutura
soldada y la morfología subsi-
guiente del cráneo, se las denomi-
na de forma distinta: turricefalia
(cráneo en torre), acrocefalia, es-
cafocefalia (por recordar la forma
de una embarcación invertida con
la quilla hacia arriba), oxicefalia,
plagiocefalia, etc. Entre las nume-
rosas clasificaciones establecidas
hemos escogido una morfológica,
separando las formas simples de
las complejas, citando solamente
las más habituales.
En nuestra casuística solamente
hemos podido encontrar tres ca-
sos "simples", sin otras malfor-
maciones asociadas, una escafo-
cefalia en un individuo del perío-
do eneolitico, cráneo número 6,
exhumado en la "Cova del Palan-
ques" (Navarres, Valencia) cuyo
Indice cefálico* es de 58'1, que
corresponde a una ultradolicoce-
falia. Una plagiocefalia con im-
presiones digitales que evidencia-
ban una hipertensión endocraneal,
pertenecla a un individuo de la
cultura talayótica, exhumado en
el "talaiot de Biniadrís" (Alaior, Cráneo escafocefAUco de la "Cova del PalanquBs"
(norma superior). Slnostosls de la sutura sagita],
Menorca) y otra escafocefalia en mientras que la corona1 está Ubre
un niBo de epoca medieval proce-
dente de Sant Miquel de Cardona
. ~ ,- -roba-
mente un caso"com~1eio". - - - - - - ~
Cráneo de la "Cova del PalanquBs" (norma poste-
blementeuna disostosis craneofa- rior, con ia tipica SU, en forma de casco de na-
(Bages) (núm. XXXVIII-A). Sola- cial de Crouzon en un niño de ve
m
epoca medieval, exhumado en
San Miquel de Cardona, que
muestra el típico "perfil de pája-
ro", con una sinostosis coronal e
importantes impresiones digi-
tales* en la radiografía.
Relacionadas con las craneoeste-
nosis están las impresiones ba-
silares * y las platibasias * , que
frecuentemente se asocian a
otras malformaciones, general-
mente vertebrales, siendo la más
frecuente la asimilacidn del
atlas*.
Personalmente hemos tenido la
oportunidad de estudiar varios
casos de impresión basilar- y plati-
- - m
basia, entre los que mencionamos 1

dos de ellas pertenecientes a la


Edad del Bronce en Valencia (crá-
neo 6 del Palanques, Navarres y

Cráneo de Blnladrls (norma superior). con una tlpl-


ca deformacidn plaglocefhllca. Slnostosls precoz
de la hemlsutura coronal y la hemlsutura lambdoi-
dea. causa de la distorslbn (1)
Crhneo núm. 7 de Sant Mlquel de Cardona visto de
frente, mostrando la precoz slnostosls de la sutura
coronal (2)
Fragmento craneofacial del nlao niím. 7 de Sant
Miquel de Cardona, con "perfll de phjaro" (3)
Radiografla anteroposterlor del whneo núm. 7 de
Sant Mlquel de Cardona. Son muy evldentes las Im-
pmlones dlgltales, tlpicas de la hlpertenslón endo-
craneal (4)
cráneo del Barranc* de Llopis en tente en la soldadura de las verte- nobritánica, tambien asociado a
Castell6 de Rugat) y el otro a la bras cervicales C, y C, que for- una asimilación del atlas.
cultura talay6tica mallorquina man un solo bloque. Casos simila-
(cráneo 3-1 de Son Real). El crá- res a estos serían el publicado por Comas publicó un estudio basado
neo del Barranc de Llopis y el de Duday, procedente de la gruta de en cuatro cráneos mexicanos es-
Son Real presentan tambien una Asard en Taraux (Francia), de la
asimilaci6n del atlas, que en éste, Edad del Bronce v" otro aue se
- - - -a- - - -
Individuo 3-1 de Son Real. pmyecclón lateral obU-
estaba asociada a una infrecuen- conserva en British cua, que permite apmlac su platibasia con impte-
te malformación vertebral consis- Natural History, de epoca roma- sión basllar y la asimilación del atlas
cofocefálicos, Pales, uno proce- cas e incluso ser la causa del de- anomalías de los orificios de la
dente de Esquillou (Lozere) y no- ceso del paciente. base del cráneo. Muchas otras
sotros otro exhumado de la cueva malformaciones menores han sido
de Palanqués (núm. 6). En opinión OTRAS MALFORMACIONES descritas.
de Pales, algunas figuritas egip- CRANEALES
cias presentarían un crhneo esca- Entre las anomalias, podríamos
focefálico, pero considera que su Brothwell ha publicado una age- mencionar la existencia de un
finalidad tal vez sería humorísti- nesia del conducto auditivo exter- aparato estilhial óseo, en que los
ca. no en un individuo de la Edad del ligamentos que unen la apófisis
Hierro procedente de Lachish (Pa- estiloides al hueso hioides está
Con frecuencia las craneoesteno- lestina) y una fisura del paladar substituida por una cadena ósea,
sis son bien toleradas, pero en ge- en un niño sajón de Burwell (Cam- de tres a cinco huesecillos según
neral, al interferir con el normal bridgeshire). Wells, por su parte,
desarrollo del cerebro, cráneo y nos muestra una figurita peruana
cerebro entran en conflicto, dan- chimú, con un típico labio lepori-
do lugar a una hipertensión endo- no (Roya1 Scottish Museum de
craneal, sobre todo cuando se Edimburgo). En 1977, nosotros Radiografía anteroposterlor del craneo 3-1 de Son
asocian a otras malformaciones, presentamos un cráneo eneolítico Real, la ap6flsls odontoldes sobrepasa la llnea de
lsholm
como P.e., la impresión basilar y de la Cova de Sant Llorenq (Sit-
la malformación de Arnold- ges, Barcelona), que presentaba SInostosls congénita de las vertebras CZ-C3que for-
man un bloque. La llnea de puntos m m a su rela-
Chiari*, que pueden originar im- una agenesia de la apófisis mas- c16n con el orlficlo occlpltal y el atlas aslmilado.
portantes alteraciones neurológi- toides derecha, asociada a otras (Indlvlduo 3-1 de Son Real)
los casos. La morfología de la MALFORMACIONES los artistas de muy diversas epo-
apófisis estiloides en esta anoma- SISTEMATIZADAS cas.
1Ia permite deducir la presencia
de esta cadena ósea, pues en lu- Jones, en 1932, publicó un estu-
gar de finalizar en punta, lo hace Acondroplasia dio sobre los restos de una extre-
en forma de cabeza articular. En midad superior izquierda proce-
varios casos hemos tenido la Esta enfermedad hereditaria se dentes de Egipto; Bleyer, en 1941,
oportunidad de detectar esta va- caracteriza por un defecto del cre- presentó un húmero encontrado
riación e incluso en una ocasión cimiento a nivel de los cartilagos en la tumba del rey Zer (1 Dinas-
encontramos un hueso estilhial. de conjunción, que da origen a un tía) y, procedente de la necrópolis
tipo peculiar de enanismo en el de Tebas (templo de Tuthmosis
que la cabeza y el tronco son de IV), un cráneo y huesos largos tí-
tamaño normal, mientras que las picamente acondroplásicos. En
extremidades son muy cortas; de Belgica, Twiesselmann describió
ahí que se les denomine "gigantes un caso de epoca franca y en Nor-
sentados", pues a primera vista teamerica se han estudiado los
su corta talla pasa inadvertida. esqueletos de cuatro amerindios
Se conocen numerosos casos de precolombinos.
esta enfermedad, que con fre-
cuencia ha sido representada por Como ya hemos apuntado, las re-
presentaciones artísticas son nu-
merosas, sobre todo en Egipto,
donde la más famosa es el grupo
escultórico en que aparece el ena-
no Seneb con su familia, quien al
parecer fue un personaje impor-
tante, sacerdote encargado del ri-
tual fúnebre de los reyes Khufu y
Dedefre, y obtuvo el privilegio de
ser enterrado en una mastaba.
Encontrada cerca de Sakkara, en
1911, Ruffer describió una esta-
tuilla de la V Dinastía que repre-
sentaba a un oficial de la corte

Apófisis estiioides con morfología atlpica de su ex-


tremo en 'cabeza" que se asocia al aparato estil-
hial 6 % ~(La Olmeda)
denominado Choum-Hotep que
también era acondroplásico.
El dios egipcio Ptah y el fenicio
Bes tambien son enanos acondro-
plásicos. Dos estatuillas nigeria-
nas fueron publicadas por Wells.
En Efeso (Turquía) se encontró
una estatuilla de un dios Bes priá-
pico, con un enorme pene, que
confirma la amplia devoción ha-
cía esa deidad acondroplásica de
origen egipcio, así como las múlti-
ples interpretaciones y variacio-
nes de la mitología.
Para finalizar, diremos que estos
enanos, hoy en día frecuentemen-
te enrolados entre los payasos del
circo, en el pasado durante mile-
nios, con frecuencia han formado
parte de las cortes de los distintos
monarcas, unas veces como bufo-
nes, como por ejemplo en la corte
de Felipe IV, donde algunos fueron
pintados por Velázquez, y otras
como autenticos dignatarios.
Otras malformaciones, secunda-
rias a patologías concretas, serán
comentadas en próximos capítu-
los.

I1 Grupo esculMrlco famlllar. que representa al vlslr


acondroplbslcoSeneb de la VI dlnastla egipcio
Dios Bes, Museo Arqueol6gic de Barcelona
MALFORMACIONES DE LA
COLUMNA VERTEBRAL Y
TORAX

Con independencia de las mencio-


nadas a propósito de la craneos-
tenosis, los casos descritos son
muy numerosos, sobre todo en lo
que hace referencia a las espinas
bífidas. Por su rareza y por la
complejidad de su malformación,
consideramos interesante mencio-
nar un caso presentado por noso-
tros en 1977, consistente en la si-
nostosis de las vertebras cervica-
les C, y C,, con disrafia del arco
posterior y transversomegalia iz-
quierda que seguramente estuvo
asociada a dos costillas cervica-
les de implantación ectópica.
Otras costillas cervicales han sido
mencionadas por Brotwell en un
aborigen australiano y en un ro-
mano-bretón.
?rocedente de Crichel Down (Dor-
set), se conserva la columna de un
individuo de la Edad de Bronce
que parece haber padecido una
enfermedad de Klippel-Feil y otro
caso, que según Wells podría tra-
tarse de la misma enfermedad se
encontró en Sakkara en 1911. Per-
sonalmente, tuvimos la oportuni-
dad de examinar una columna
cervical, perteneciente al indivi-
duo B-27, exhumado en la necró-
polis talayótica de "S'Illot des Po-
rros" (Mallorca), que presentaba
una típica hemivertebra o malfor-
mación de Klippel-Feil. Una esco-
liosis congenita fue descrita por
Mac Curdy en un adulto peruano
de Paucarcancha. Dastugue y
Ma A. de Lumley han encontrado

Espina biflda sacra en un joven de epoca medieval


(Sant Vlcenc de Torell6)
Malformación vertebral cervical compleja proce-
dente de Menorca (cultura talayótlca),con slnosto-
sls de los cuerpos de C"C7, con espina bíflda pos-
terior (E) y ap6fisls costlformes izquierdas ecMpi-
cas (C)
Esquema de la malformacl6n de la figura anterior.
-
S = cara SUperlOr; A = cara anterior: 1 = cara in-
ferlor: P cara posterior
numerosas anomalías vertebrales MALFORMACIONES DE
en individuos prehistóricos, entre LAS EXTREMIDADES
las cuales son interesantes por su
antigüedad las halladas en el
hombre de Combe Capelle (Fran- Se han encontrado representacio-
cia) (Paleolítico Superior), consis- nes de "pies en piña "y equinova-
tentes en el sinostosamiento de ros en el arte egipcio de las XII
las vertebras cervicales C,-C, y Dinastía, y Cameron pudo obser-
C,-C,. var algunos casos en momias,
aunque en la interpretación de es-
Las anomalías de las costillas y tas hay que ser muy cautos, pues
las perforaciones del esternón en ocasiones puede tratarse de
constituyen tambien hallazgos pseudodeformaciones póstumas
frecuentes. Nosotros tuvimos la debidas al vendaje. Del Neolítico
oportunidad de estudiar una ano- brithnico se conoce un caso pro-
malía esternocostal de Srb, de cedente de Gloucestershire (Ne-
epoca romana (siglos 1-11)en el es- ther Swell).
queleto del medico Tiberius Clau-
dius Apollinaris. Resultan bastante numerosas las
luxaciones de la cadera que se
han descrito en distintos lugares
y períodos. Por su antigüedad ha-
cemos referencia a los individuos
núms. 3 y 4 de Teviec, pertene-
cientes al Mesolítico, descritos
por Dastugue y Lumley y otro per-
teneciente al Neolítico que, depo-
sitado en el Museo del Hombre de
París, fue descrito por Pales.
Pocas descripciones hacen refe-
rencia a anomalías de las extre-
midades superiores; pero, por su
rareza, menciono una aplasia dis-
tal del cúbito en un individuo de
Malfomaclbn de Kllpp-Fell, hemivbrtebra cervical la Edad de Hierro, procedente de
en el individuo B-27 de S'lllot des Poms (Mallorca)
Houn de Laa (Arudy), que fue es-
Malformación costoestenial de Srb en el esqueleto tudiado por Dastugue.
del mbdico romano (slglos 1-11). Tiberlus Claudlus
Apolünarls
ENFERMEDADES
INFECCIOSAS Y
PARASITARIAS

"La lucha tanto para la preservación del individuo como la de la espe-


cie, probablemente se inicia poco después de la aparición de la vida
sobre nuestro planeta. Seiscientos millones de años m8s tarde, en el
momento en que se diferencianlos homínidos, los seres inferiores ta-
les como los microbios ya habían causado grandes estragos a los ha-
bitantes de la tierra y no tenían ninguna razón para respetar a estos
nuevos primates y sin ninguna duda los que atacaron después de una
fase de adaptación de duración variable"
Jean Enselme (1 973)
ENFERMEDADES Las propiedades de estas estruc- de metabolismo propio, pues sólo
INFECCIOSAS turas coloidales primitivas o pro- se multiplican al introducirse en
biones, debían ser semejantes a las celulas del huesped, no pue-
las que hoy en día se detectan en den ser las formaciones primarias
Hoy en día, la mayoría de los bió- los genes (ADN mitocondrial*) y surgidas directamente del "caldo
logos aceptan la generación es- en los virus. El siguiente paso es primitivo" (Oparin).
pontánea para explicar la apari- la aparición de los seres unicelu-
ción de la vida en nuestro plane- lares que, junto con los virus, son Hasta aquí en nuestra exposición
ta, hecho que probablemente tuvo los principales responsables de nos hemos movido en el terreno
lugar hace unos tres mil millones las enfermedades infecciosas. Las de la especulación, pero los traba-
de años o más, período en el que primeras bacterias fueron ciano- jos de Ellis, en 1954, parecen ha-
se calcula que concurrían las cir- bacterias eucariotas* que vivían ber demostrado la presencia de
cunstancias adecuadas para que en aguas poco profundas en co- bacterias fosilizadas en rocas se-
este hecho tuviese lugar. Hoy las munidad y que han dado lugar a dimentarias del Jurásico*, de ha-
condiciones han variado y no los estromatolítos* fósiles que tie- ce unos 150 millones de años, lo
existe evidencia de que la genera- nen una antigüedad de -1300 mi-
ción espontánea pueda darse. llones de años. Poco despues apa-
recen las celulas proeucariotas y
Para que la vida fuese posible, se hace -700 m.a. las celulas cario-
precisaba la presencia de subs- tas y poco despues los seres pluri- Bacterias en m a s del JurBsico, según Ellis (flecha)
tancias orgánicas complejas co- celulares. Como dice, J. W. Valen-
mo son los aminoácidos. Esta po- tine: "Los organismos pluricelula-
sibilidad ha sido demostrada en el res llevan de existencia tan sólo
laboratorio gracias a los trabajos la quinta parte de la historia de la
de Urey y Miller* en 1953. El pun- vida en la tierra".
to crucial de la evolución tuvo lu-
gar cuando, en sus combinacio- Aceptada la presencia de "micro-
nes, los coloides adquirieron la fa- bios" en la base de la vida y su
cultad de multiplicarse por perpetuación hasta el presente,
duplicación, y entraron en compe- lógicamente debe admitirse que
tencia unas moleculas con las las enfermedades infecciosas han
otras. Aquellas moleculas que existido siempre; pero, dado que
eran más aptas destruían a las los germenes pueden variar me-
menos aptas en beneficio propio, diante mutaciones*, como ocurre
lo que les permitía una multiplica- con los restantes seres, hemos de
ción más fácil. Con estos proce- suponer que las enfermedades in-
sos se inicia la "depredación" fecciosas tambien han debido va-
(Oparin) y en ellos interviene por riar en el transcurso del tiempo.
primera vez la selección natural. Sin embargo, los virus al carecer
que significa poder disponer de Es evidente que las posibilidades PROCESOS PURULENTOS
una base objetiva. Posteriormente para la investigación científica
Schopf y Barghoorn han encon- son un tanto limitadas, a pesar de
trado bacterias en sedimentos del las tecnicas de rehidratación de Corresponden a infecciones muy
Precámbrico, con una antigüedad los tejidos, de las tecnicas paleo- frecuentes que, en el mundo occi-
muy superior a los 570 millones serológicas y del empleo de la mi- dental, hoy en día, tras el adveni-
de afios en que finaliza este perío- croscopia electrónica. miento de los antibióticos, se han
do. Por Último Cameron y Morelli, hecho menos frecuentes y virulen-
afirman haber descubierto bacte- En nuestra exposición de estas tas. Como es bien sabido, nume-
rias congeladas en el suelo en los enfermedades no pretendemos, en rosos germenes pueden ser los
valles recubiertos de hielo de la modo alguno, un estudio exhaus- responsables, pero el agente cau-
Antártida, con una antigüedad de tivo, sino que nos limitaremos a sal más habitual suele ser el esta-
varios milenios, que puestas en exponer aquellos que nos parecen filococo, que con gran frecuencia
medios de cultivo idóneos, no ha- más interesantes, sea porque se afecta al hueso. Aunque sus lesio-
bían perdido su capacidad repro- han podido poner mejor en evi- nes no siempre son característi-
ductora. dencia, o porque su estudio se ha cas, en muchos casos adoptan
podido llevar más a fondo, o sim- una morfología peculiar, que pue-
Se ignora cuales y que germenes plemente porque han despertado de ir asociada a la presencia de
comenzaron a parasitar a los me- mayor interes. secuestros, lo que permite el diag-
tazoos*, opinando Capasso, que nóstico retrospectivo de dichas in-
el problema comenzó por una ac- fecciones.
ci6n simbiótica o saprófita que
por mutación pasó a patógena, Lesiones de esta índole han sido
iniciándose un largo periodo de demostradas en epocas muy re-
reacciones complejas de base bio- motas. Probablemente, el hallaz-
qulmica, con la aparición poste- go más antiguo correspondería al
rior de los fenómenos inmunológi- Período Permico* de Texas (280
cos, que en el transcurso del largo millones de años) y se trataría de
proceso filogenetico condujo a la una osteomielitis postraumática
situación actual. en un reptil que, por la morfología
de sus vertebras, se identificaría
Hoy en día, el diagnóstico retros- con un Dimetrodon o un Edapho-
pectivo de las enfermedades in- saurus (Janssen). Moodie y Abel
fecciosas y parasitarias se basa describen lesiones similares en
fundamentalmente en las lesiones peces paleozoicos* y reptiles me-
que se encuentran en los huesos y sozoicos del triásico (230 millones
tejidos momificados, así como por de años). Es notable la osteope-
la presencia de parásitos o de de- riostitis del húmero que según
terminadas substancias químicas. Moodie, afectó a un mosasaurio
del Cretáceo* de America (130 asociados a lesiones traumáticas, que resumimos en una muestra
millones de años). en cuyo caso, se trataría de frac- iconográfica.
turas sobreinfectadas. Las infec-
En períodos posteriores, se han ciones dentarias y otonasales no
descrito casos en todas las epo- las incluimos en este capítulo y
cas, tanto en los animales como las describiremos más adelante.
en los homínidos y en el hombre.
En algunos australopitecos y Ho- Algún autor sugiere que el hom- Femur con osteomieiitis que afecta a su mitad dis-
tal, procedente de la necrdpolis vallisoletana de
rno erectus se han encontrado le- bre prehistórico tenía cierta inmu-
siones sospechosas, como es el nidad natural ante los gérmenes
caso de uno de los sinantropos* Tibia osteomielltica de la necrdpolis medieval del
piógenos, pero es una aseveración castillo de Calafell, con anquilosis cicatrlcial del
de Chucutien (hombre de Pekín). A que está por demostrar. Nosotros astrágalo
partir del Neolítico, los casos son casuística Kadlografla de la tibia procedente del Castillo de
muy numerosos, muchos de ellos que abarca todos los períodos y caiafeii
tropicales de America; 2) la fmm- Modernamente se tiende a consi-
besia, que se localiza en casi to- derar que las cuatro treponema-
das las zonas tropicales húmedas; tosis tienen un origen común y
Entre ellas, la sífilis es la más 3) la sífilis endemica, no venerea que se han diferenciado y han ad-
mencionada, y hasta hace pocos de las regiones áridas de Eurasia, quirido su propia identidad tras
decenios, la más temida de entre y 4) la sjfilis venerea que se ex- mutaciones acaecidas durante mi-
las enfermedades venereas y, por tiende por todo el orbe sin distin- lenios. Según Hackett, la enferme-
su transmisión intersexual, se la ción de climas. Los germenes cau- dad sería de origen animal (zoo-
consideraba como una afección sales no se distinguen con el mi- nosis), y su manifestación más
vergonzosa, situación parecida a croscopio y debe recurrirse a antigua sería la pinta que habría
la sida actual. Su historia ha sido pruebas serológicas de laborato- infectado al hombre en el Viejo
polemica y ha originado reñidas rio para su identificación, no Mundo hace unos 20.000 años;
controversias respecto a su ori- apreciándose inmunidad cruzada. las otras tres formas, por muta-
gen, sobre todo en sus correlacio- ción, derivarían de ella. Las cir-
nes con el descubrimiento de Ame- En apoyo del origen americano de cunstancias climáticas, hábitos
rica en 1492. Así, algunos autores la sífilis, se habla de la presencia culturales, aparición de grandes
pretenden que la enfermedad fue de lesiones óseas, pero los estu- núcleos urbanos, dieta alimenti-
traIda del Nuevo Continente por dios no parecen muy meticulosos cia, etc., habrían dado lugar en el
los expedicionarios que acompa- ni demostrativos (no debemos ol- caso de la sífilis, por circunstan-
fiaron a Colón, puesto que la pri- vidar que afecciones distintas cias no esclarecidas, a un aumen-
mera epidemia que se inició en pueden originar lesiones similares to en su virulencia que coincidió
Nápoles y se propagó posterior- en el hueso, dada su limitada ca- aproximadamente con el descu-
mente a Francia y al resto de Eu- pacidad reaccional).
ropa, tuvo lugar poco despues del
descubrimiento de America. Por el Otro factor importante que se ha
contrario, otros autores piensan de tener en cuenta, es que la indi-
que la enfermedad ya existía en el vidualización de las distintas for-
Viejo Mundo y que la exacerba- mas clínicas de la sífilis y su diag- (Inspirado en los trabajos de Heakett). Evolución de
ción de su virulencia y su rápida nóstico de certeza se han hecho las treponematosis. La pinta sería la treponemato-
sis mas antlgua y hace 17.000 años habría sido en-
difusión se debió a otras causas. en este siglo, y otro tanto hay que demica en el área senalada con color amarliio (1)
Nosotros no podemos resolver el decir respecto a las otras trepone- Una mutaclón en el Viejo Mundo habría dado lugar
enigma pero destacaremos algu- matosis. Parece bastante proba- a la aparición del plan hace unos 12.000 anos (rojo)
nos aspectos y expondremos unas ble, que a partir del descubrimien- (2)
reflexiones finales. to de America algunas formas de Hace 9.000 años e1 plan pierde terreno. pero en el
sífilis se confundieron con otras sur de Asia, Norte de Europa y Australia central,
tras una nueva mutación, aparece la sílills endemi-
En la actualidad se conocen cua- enfermedades, como P.e. la lepra ca no venerea (verde)(3)
tro enfermedades producidas por y otras afecciones se atribuyeron En el norte de AMca y en la Europa meridlonal,
treponemas: 1)La pinta, enferme- a la sífilis, como P.e. la blenorra- hace 5.000 años tras otra mutación aparece la síll-
dad que es endemica de las zonas gia. lis ven6rea (negro)(4)
brimiento de America. La epide- precolombina, todos están de sente en todos los continentes an-
mia se inició en Nápoles tal vez acuerdo, y hay que destacar a tes del descubrimiento de Ameri-
por las insalubres condiciones en Hrdlicka, en que no existen des- ca por Cristobal Colón.
que vivian la mayoría de sus habi- cripciones anatomopatológicas o
tantes. El reducido lapso de tiem- clínicas válidas para aceptar una
po transcurrido entre el descubri- u otra hipótesis, pues las anti-
miento de America y el brote guas suelen ser difíciles de inter- En el siglo XVI la sífilis estaba extendida por toda
epidemico sifilítico, parecen invia- pretar e inexactas, no habiendose ),(
b l e ~para desencadenar súbita- profundizado en los exámenes El descubrimiento de Am&rica,las emigraciones y
mente una epidemia. anatomopatológicos. la trata de esclavos varlan las áreas geogrbficas
de distribución de estas cuatro enfermedades (6)
Aunque algún autor acepta la evi- Resumiendo, parece veros& A principios de numm siglo la sltuaci6n e8 la que
dencia de la sífilis en la America mil que la enfermedad estaba pre- reflela este mapa (7)
Las lesiones óseas, a nivel del crh- Esquema comparativo diferencial entre las lesio-
nes sifllítlcas, tuberculosas y neoplaslcas a nivel
neo, se caracterizan por una fase del cráneo según Hackett (Redlbujado por Dr. Jo-
necrótica con osteolisis, que deja sep Prim)
una cicatriz bultuosa radial, que Craneo sifilítlco procedente del Museo de Aneto-
generalmente no perfora el hueso. mla Patolbglca de la Facultad de Medicina de Bar-
En el esqueleto postcraneal*, sue- celona, con las típicas lesiones destructivo-produc-
tlvas
le presentar un aspecto periostíti-
co con engrosamiento diafisario Figura eglpcla predln&stlcaque representa un jom
sin características muy específi- bado. por probable mal de Pott
cas, pudiendo adoptar la tibia la Mal de Pott en una mujer senil de la necrópolls me-
forma "en sable". dieval de Santa Eulalla de Rluprimer
TUBERCULOSIS

Sobre esta enfermedad producida


por el bacilo de Koch tambien se
ha discutido mucho, pero las pole-
micas respecto a su existencia en
la prehistoria no han alcanzado
tanto ardor.
La enfermedad, que hoy en día es-
th muy extendida entre la pobla-
ci6n humana, afectando tambien
a numerosos animales, no deja le-
siones óseas patognomónicas,
y solamente en algunos casos
el diagnóstico puede considerarse
como bastante verosímil. Al igual
que ocurría con la lúes, tambien
se ha discutido su presencia en la
America precolombina. La ten-
dencia más generalizada consiste
en considerar que la tuberculosis
fue llevada allí por los colonizado-
res españoles, pero estudios re-
cientes (Buikstra) demuestran la
presencia de la forma osteoarticu-
lar en America, e incluso la pre-
sencia de bacilo de Kock en gra-
nulomas pulmonares en momias
peruanas (Allison). El mayor auge
de la enfermedad despues de la
colonización hispana, posible-
mente fue secundario a la pobre-
za, al hacinamiento en las ciuda-
des y a las míseras condiciones
en que vivían los amerindios y los
esclavos.
Con respecto a la antigüedad de
la enfermedad tambien se obser-
van notables discrepancias. Así
Sladen creyó ver tuberculosis ver-
tebral en un dinosauro, Snure en
la pelvis de un Smilodon californi-
cus y Walther én un Ursus spela-
eus. Pero los casos de Sladen y
Snure no han sido aceptados y el
del ursus es acogido con muchas
reservas.
Se ha pensado que el mal de Pott
habría sido frecuente en el hom-
bre por la existencia de figuritas
con cifosis dorsal, pero si bien en
1
-
algunas de ellas la cifosis parece
muy evidente, en otras la preten-
dida "giba" incluso podría ser una
mochila. Se debe subrayar, ade-
más, que no es la tuberculosis
ósea la causa exclusiva de las jo-
robas.
El caso más antiguo sería de epo-
ca neolltica, estudiado por Paul
Bartels en 1907. En este caso
aparece la alteración de las verte-
bras dorsales D, a D, con sinosto-
sis de D, y D,. Pertenecientes a
epocas más recientes se han des-
crito casos en Dinamarca, Fran-
cia, Egipto, etc., estando tambien
presente en Hispanoamerica, si
bien hemos de destacar que los
diagnósticos plenamente verosí-
miles no son muchos y que, en al-
gunos casos las lesiones no son
vertebrales y afectan a otras arti-
culaciones, como la rodilla o la
cadera.
Por nuestra parte, hemos tenido
la oportunidad de estudiar cuatro
casos de tuberculosis osteoarticu-
lar, todos ellos de epoca medieval,
que se corresponderían a una es-
pina ventosa, un mal de Pott, una

Radiografía del mal de Pott de la flgura precedente


h l o n e s en la extremidad dlstai de la tibia en un
adobcente de unos catorce afios. prmdente de la
necrOpolis medlevai de Sant Crtstofol de la Castanya
Radiografía de la lesi6n de la figura precedente
gonartria tuberculosa y una ostei- ción del genero Mycobacterium LEPRA
tis costal. Todos ellos correspon- habría sido la que se expresa en
den a pequeños núcleos de pobla- la tabla.
ción rural, y probablemente la La enfermedad originada por el
transmisión habría sido por la in-. baeilo de Hansen se conoce desde
gesta de leche vacuna contamina- a.c., pues se menciona con profu-
da por el Mycobacterium tubercu- sión en la Biblia, aunque parece
losis bovis, que según los trabajos evidente que el diagnóstico no
de Sutherland, suele ser el res- siempre es fiable, pues se etique-
ponsable de la mayoría de las for- taban como tal cualquier enferme-
mas osteoarticulares. dad que originase lesiones en la
Lesiones leprosas en un craneo (Laboratoriode An- cara y manos, entre ellas la sífilis.
Concluyendo, parece que la enfer- tropologla de la Facultad de Medicina de Granada). Incluso en la Edad Media, las des-
medad ha estado presente, con
una mayor o menor incidencia
de ,
nasal del ,,
Ensanchamiento del oriflclo nasal con destruccidn
a,kol, el cripciones de la Bpoca no siempre
lar con perdida de las piezas dentarias permiten llegar al diagnóstico.
desde el Neolítico, con un incre-
mento progresivo en los períodos Con base paleopatológica, Mgller-
más recientes, tratándose de una Christensen y col., han realizado
zoonosis transmitida al hombre un importante estudio sobre esta
por algún animal, tal vez un ave. enfermedad, examinando más de
Sin embargo la tuberculosis pul- 18.000 esqueletos y momias, en-
monar que hemos conocido, real- tre los que han encontrado 328
mente es una forma distinta de con evidentes lesiones leprosas,
esta enfermedad (Cockburn). todos ellos de nuestra Era, perte-
neciendo las más antiguas al siglo
Grmek, basándose en la distancia VI. La mayoría de los casos diag-
biológica considera que la evolu- nosticados corresponden a Dina-
marca con un total de 310 perte-
necientes al siglo XIII, pero de
ello no puede deducirse que en
ese país la enfermedad tuviese
una alta incidencia, ya que se da
la circunstancia de que dicho in-
vestigador, pudo estudiar unos mil
sepulcros pertenecientes a cuatro
leproserías danesas.
Fundamenta Maller-Christensen
el diagnóstico en la "facieslepro-
sa" que se caracteriza por un ori- Estudios recientes sobre las mico-
ficio nasal piriforme, atrofia de la bacterias, demuestran que las di-
espina nasal sustituida por una ferencias estructurales entre las
superficie osteoporótica, lesión proteínas de los germenes de la
del borde alveolar a nivel de los lepra y de la tuberculosis son mí-
incisivos superiores y alteraciones nimas, sugiriendo que ambas bac-
en el paladar óseo. No considera terias proceden por mutación de
este autor que la facies leprosa un antepasado común, que según
sea patognomónica de esta enfer- cálculos estadísticos, pudo tener
medad, considerándola un síndro- lugar hace 20.000 años.
me de probabilidad, exigiendo pa-
ra el diagnóstico de certeza, la
presencia de las típicas lesiones
estriadas a nivel de ambas tibias
y perones. Estas lesiones pueden
coexistir con otras, como la ero-
sión del borde superior de la órbi-
ta, de las falanges distales de las
manos, con el típico ensancha-
miento del orificio nutricio (30%)
y las alteraciones a nivel del tar-
so, metatarso y dedos del pie.
Aunque el diagnóstico diferencial
con la slfilis puede ser difícil, ayu-
da a ello, saber que en general las
8 '

s .
lesiones lueticas predominan en el
.. . ,
.
cráneo y las leprosas en la cara.
No hay evidencia real de la pre-
sencia de esta enfermedad en la
prehistoria, y no pasa de meras
especulaciones la interpretación,
sostenida por algunos autores, de
Paladar perforado por la lepra en el lndlvlduo de la
que las siluetas de manos con de-
figura precedente dos amputados encontrados en
Ple del farabn Slptah (XIX dlnastla) que muestra
cuevas, sobre todo en España,
una atrofia de la pierna con 'pie equino", probable puedan corresponder a esta en-
fermedad.
- -

secuela de una piiomlelit~s


INFECCIONES VARIAS secundaria a una poliomielitis,
afección endemica en la actuali-
dad en Egipto, sobre todo en su
El individuo 1 del abrigo de Cro- forma enterítica. Esta afección
mañón tiene una lesión frontal fue representada en algunos bajo-
que, relacionándola con las de rpelieves del viejo Egipto.
sus maxilares, hizo que Dastugue
sospechase una etiología actino- Fornaciari en 1986 demostró la
micosa, diagnóstico que poste- presencia de pápulas variólicas
riormente ha sido rebatido por en la piel en una momia del siglo
Thillaud, quien considera que se
trata de un granuloma eosinófilo. \ XVI, perteneciente a un infante de
la Corona de Aragón en Nápoles.
depositada en la Iglesia de San
Domenico Majore. El niño tenía
La momia del faraón Siptah (XIX
dinastía), presenta un pie equino cinco años y el estudio mediante
izquierdo con atrofia de su extre- microscopía electrónica confirmó
midad inferior, sugerente de ser la presencia del virus.
Según Pales, Moodie encontró
una mosca Tse-Tse (Glosina vetera
cockerell) incluida en una placa
de ámbar del Oliaoceno* de Colo-
rado (40 m.a.), gue como sabe-
mos, es la transmisora de la en-
fermedad del sueño, cuyo agente
causal, el Trypanosoma gambien-
se afecta al ganado equino y va-
cuno no sabemos desde cuando,
lo que nos permite suponer que la
enfermedad seguramente existia
Bajorrelieve que muestra a Ruma, cuidador del jar-
mucho antes de que los homíni-
dln del templo. con las tlpicas lesiones atróficas de dos apareciesen, contaminándose
las secuelas poliomlelltlcas posteriormente el hombre de esta
Cara de la momia de un Infante de la Corona de zoonosis.
Aragón en Nhpoles, que falleció a causa de la vi-
ruela. Se aprecian perfectamente las phpulas dese-
cadas. (Gentileza del Piof. Gino Fornaciari) Consideramos que muchas infec-
Microfotografla electrbnlca del caso precedente,
ciones actuales se dieron en casi
que permlte apreciar el vlms de la viruela. (Genti- todos los períodos, pero no tene-
leza del Prol. Glno Fornaciari) mos constancia de ello y debemos
considerarlo una conjetura. Sin ENFERMEDADES cuente, dado el alto contenido del
embargo, Sawicki ha demostrado PARASITARIAS suelo en cristales de Charcot-Ly-
la presencia de antígenos Salmo- den*, típicos de esta enfermedad.
nella en las heces de una momia
peruana, que le han permitido Como su mecanismo de acción Casi con toda seguridad, por las
concluir que habría padecido una apenas difiere del de las bacterias características de la dieta alimen-
tifoidea antes de su muerte. y los virus, nosotros sólo nos refe- ticia y los habitats en íntima
riremos a algunas parasitosis que convivencia con los animales do-
El empleo del microscopio sobre se han podido constatar. mesticos, sobre todo a partir del
tejidos momificados rehiadrata- Neolítico, algunas parasitosis de-
dos, abrió un nuevo campo a la in- Ruffer en 1910 demostró la pre- bieron estar presentes, como ocu-
vestigación paleopatológica, y sencia de huevos de Bilharzia hae- rría en el medio rural hasta epoca
hoy en dia la microscopia electró- matobia en los túbulos renales de muy reciente en los países desa-
nica ha ampliado estas posibilida- momias egipcias de la XVIII y XX rrollados y siguen estando en los
des, permitiendo detectar germe- dinastías (1250-1100 a.c.). Como subdesarrollados. Seguramente la
nes, que no siempre pueden inter- que este parásito da lugar a he- hidatidosis, cisticercosis, triquino-
pretarse como patógenos, sino maturias, la emisión de sangre sis y la melitococia debieron ser
que pueden ser los agentes causa- por la orina ya fue descrita en los unas patologías frecuentes, pero
les de los procesos de putrefac- papiros egipcios. Pertenecientes a son de muy difícil detección re-
ción y, por tanto, su presencia se- períodos más recientes, Szidat trospectiva.
ria póstuma. Esto ocurre con ma- (1944)encontró huevos de áscaris
yor frecuencia cuando dichos y Trichuris en la momia de una Las micosis tampoco están ausen-
g6rmenes se encuentran en la piel mujer del este de Prusia (600 tes en la investigación paleopato-
o en las mucosas. Debemos tener a.c.). En letrinas de nuestra era lógica, tanto en las momias como
presente este problema, para ser tambien se han encontrado hue- en algunos fósiles vegetales del
muy cautos en la interpretación vos de distintos parásitos y en co- período carbonífero (Moodie). En
de los resultados. prolitos humanos de las proximi- algunos casos puede tratarse de
dades del Mar Muerto, con anti- contaminaciones póstumas y en
güedad de 800 años se han los vegetales de simbiosis. En es-
constatado huevos fósiles de Tri- tos, no es infrecuente observar la
churis y quistes de Entamoeba presencia de acúmulos de insec-
histolytica semejantes a los de los tos en cavitaciones de los troncos.
poblados ameríndios.
Concluimos el capítulo indicando
Del estudio realizado en algunas que los artrópodos parásitos, se
cuevas y letrinas de California, han evidenciado en las momias
pertenecientes al período preco- peruanas, entre cuyos cabellos se
lombino se ha deducido que la di- han encontrado piojos (Pediculus
sentería amebiana debía ser fre- capitis).
TUMORES

"Identificarel crecimiento neoplásico probablemente es, uno de los


aspectos más interesantes y al mismo tiempo dificultoso de los estu-
dios paleopatológicos "
Don BrothweIl(1967)
La alta incidencia que las neopla- TUMORES BENIGNOS mos tenido la oportunidad de re-
sias tienen hoy en día es bien co- copilar numerosos casos, general-
nocida y aunque su presencia ha mente de escaso tamaño, muchos
sido detectada en epocas muy an- En paleopatología, entre los tu- de ellos no debieron detectarse en
tiguas, los casos que se han podi- mores benignos, el osteoma es el el individuo vivo, siendo con fre-
do recopilar de esos períodos son tumor más descrito. En su creci- cuencia múltiples, habiendo ob-
muy escasos y no es posible esta- miento anómalo, el hueso sin pro- servado en un cráneo pertenecien-
blecer una correlación válida con fundizar en criterios anatomopa- te a la cultura talayótica* menor-
la patología actual, sobre todo, en tológicos, pues algunos autores ni quina la presencia de veintidós
cuanto hace referencia a las ma- tan siquiera los consideran tumo- osteomas "en placa". En algún
lignas. Cuando nos referimos a res, se pueden presentar en cual- caso, como en un individuo de
los tiempos preteritos, hay que quiera de las tres variedades ge- Montefrío (Granada), el volumen
destacar que no siempre es fácil neralmente admitidas: ostoide, era considerable.
discernir sobre la benignidad o la esponjoso y ebúrneo, siendo la
malignidad de una alteración pre- primera el tipo más corriente. En
suntamente tumoral, e incluso, en su aspecto externo, la variedad
ocasiones dudaremos del carácter sesil acostumbra a ser más fre-
neoplásico de una determinada le- cuente que la pediculada, y en
sión. Consideramos que para cuanto a su volumen, aunque los
nuestro estudio es mejor exami- hay gigantes, en general son de
nar por separado los tipos benig- escaso tamaño. Hay tambien una
nos y los malignos. clara predilección de localización
a nivel del cráneo, aunque se pue-
den encontrar en cualquier otro
hueso de la economía. Como la
mayoría de estos tumores son po-
co voluminosos, con frecuencia
ocurre en el individuo vivo, que
excepto cuando son bastante vo-
luminosos pasan inadvertidos.
Probablemente el más antiguo co-
nocido sea el descrito por Moodie
en el Platecarpus, un mosasaurio
del Cretáceo*, encontrado en Nio-
brara (Kansas), y que estaba si- Voluminoso osteoma situado en el vemx, en un in-
tuado en una vertebra. En el hom- dividuo de epoca paleorrlstiana (Montefrío,Grana-
bre, casi se han descrito en todas da)
las epocas y lugares. Nosotros he- Radiografía del osteoma de la figura precedente
La exostosis nasomaxilar, conoci-
da como gundú, ha sido descrita
en alguna ocasión (Schultz).
Entre los tumores benignos publi-
cados aparecen varios osteocon-
dromas, pertenecientes a diver-
sos periodos. Un osteocondroma
de femur perteneciente a la V di-
nastía egipcia lo publicó Rowling
y probablemente otro, en la tibia
izquierda de una momia predinás-
tica. En Dinamarca se conserva
en el Museo Nacional un tumor
osteocartilaginoso perteneciente
a epoca romana, y en el British
Museum Natural History de Lon-
dres, un húmero nubio con engro-
samiento de su extremidad infe-
rior. Un caso personal, hallado en
la "Cova d'En Calvet" (Girona),es-
taba localizado en la región su-
pracondllea del femur izquierdo y
otro, que estudiamos conjunta-
mente con E. Vives, estaba situa-
do en la unión del tercio medio y
superior de un radio, en un indivi-
duo de epoca medieval exhumado
en Sant Marti de Nagol (Andorra).

Exostosis en un radio Izquierdo. en la union del


tercio medio con el superior, en un individuo de
epoca medieval procedente de Sant Martí de Nagol
(Andorra). Se aprecian numerosas oquedades, que
en vida debieron estar ocupadas por tejido cartila-
glnw
Radiografia de la tumoraci6n de la figura prece-
dente. en la que se aprecian &eas lacunares
Una rara enfermedad descrita por
Malpighi en 1697, y que Virchow
en 1864 bautizó con el nombre de
leontiasis osea, es una afección
de la que se conocen varios casos.
La enfermedad se caracteriza por
un engrosamiento continuado de
los huesos del cráneo, que puede
alcanzar varios centímetros, dan-
do lugar a una constricción de sus
orificios, ocasionando por com-
presión, parálisis de los nervios
craneales así como estenosis de
las órbitas, fosas nasales, conduc-
to auditivo externo, orificio mag-
no, etc. Cuando se afecta la man-
díbula los dientes son expulsados
de sus alveolos. Un cráneo afecto
de esta patologfa fue encontrado
en 1828 en Perú y está deposita-
do en el London Roya1 College of
Surgeons Museum, pero faltan da-
tos sobre el contexto. Moodie
(1923) publico el primer caso no
humano en un Papio hamadryas.
Un caso clásico es el del hijo del
cirujano Fourcade de Perpinyá. La
enfermedad comenzó en 1734
cuando el niño tenia doce años,
falleciendo a los cuarenta y cinco
afecto de esta enfermedad. Proce-
dente del Museo de Ciencias Na-
turales de Perpinyá, hemos tenido
la oportunidad de estudiar un crá-
neo con una típica leontiasis, ex-

Leontlasls ósea en un individuo procedente del ce-


menterlo de Oms, que podría corresponder al hljo
del cirujano del slglo XVIII, Fourcade
humado en el cementerio de Oms,
que suele atribuirse al hijo de
Fourcade, pero su aspecto no
guarda relación con la imagen,
que en su estudio, Knaggs atribu-
ye al cráneo de Fourcade hijo.
Consultado el problema a la di-
rección del Museo de Perpinyá,
aún no hemos podido esclarecer
esta cuestión. Finalmente, el indi-
viduo núm. 24 de la necrópolis
paleocristiana de La Olmeda (Pe-
drosa de la Vega, Palencia), varón
de unos 14-15 años de edad, pre-
senta una típica leontiasis, que
sólo afecta al neurocráneo, respe-
tando la cara.

Base del craneo del individuo núm. 24 de la necró-


polis paleocristiana de Pedrosa de la Vega (Palen-
cia). afecto de una leontiasis ósea. Puede observar-
se la intensa constricción del orificio occipital, as1
como las escrecencias óseas paraorificiales, impro-
pias de un adolescente
Radiografía anteroposterior del cráneo precedente,
que muestra el gran engrosamiento óseo que no
afecta a la cara
Entrelaosteopatologíabenigna, icbs. s i i i i ; i t l o s ( ~ ~I ;i i c ~ \ ~ i ~ o i i i i c l ; i t l
hemos tenido la oportunidad de (Ii51;il ( h L L I I I 1\:1(1io. ;1111l)os
( I ( l (;l)o-
estudiar dos probables quistes
esenciales de los huesos o tal
( > ; I I I I ( Y I ¡ ( ~ \ al, 11 110 ~ ) I ~ O ( > ( Y I ( ~ I ~ (Ir
S:III~
I(~
~ I (l(, ( : c b l ; ~ ( l (; \~I ; I I > ~ ; I I I -
OI;III;I
. . ..

vez, tumores de células gigan- s. ( ; : I I I I ; I ~ ) I ~\ ¡ O~ III)Y ) (Ir 1;) I I O ( , I Y ' -


1)Olis
(I(l s;1111 \ I l ( ~ L l ( ~ l( k h ( ~ ~ l l ~ ( l o l l : 1
( l < ; I g ( > >~, ; ; l l ; l l l l ~ : l \) l. o s ~ l ~ ; 1 1 l l o(10s
s

I
( ~ ; l s o 5( l ( \ ~ ~ \ ~ ~ s I (OI V S ( ~l l (Sb ( l i -
Porclón dista1 de un radlo procedente de Sant MI-
q u e ~ d e ~ a r ~ o n a ~ E s e v ~ d e n ~ s u a u m e n ~ o v o ~I uI m~ ~~~ ( ' I I ~ ~ ) . ( ] ~ ~ ( ' ~ ~ ( ~ ~ ' ( ~ I I S ~ ¡ ~ I I \ ~ ' I I ~ ~ ~ ~ ~ I ~ I ~
trlco. Un orlflclo por deterioro póstumo, permlte 11; lzg() 1 11 ~ ' l ~ O ~ ~ l l ~ ~ l l l ~ ~ .
ver su cavldad, prhcticamente llsa
Radlografla de la pieza precedente compatible con
un quiste esenclal de los huesos o un tumor de c6-
lulas glgantes
Ex6stosls de creclmlento en un perone pertene-
clente al neolltlco, exhumado en la Cova de I'Ave-
llaner
Exostosls en un peron6 de epoca rnedleval,' exhu-
mado en Santa Marla de Rlubó
de los tumores endocraneales pri-
mitivos) ya que con frecuencia
afectan al hueso (200J0),es posi-
ble su detección en paleopatolo-
gía. Entre los que afectan al
hueso podemos distinguir tres
variedades: 1, osteogenicos; 2, os-
teolíticos; 3, osteogenico-osteolíti-
cos. Estas alteraciones óseas sue-
len asociarse a importantes cam-
bios vasculares, sobre todo de las
arterias meníngeas medias y sus
ramas, cuya detección en determi-
nadas circunstancias es posible.
Por último, para llegar a su diag-
n6stico deben tenerse en cuenta
otros factores, entre los que des-
tacan, su situación en el cráneo,
la edad y el sexo.
Desde que Cushing en su famosa
monografía los describiese, se
han publicado diversos casos, tra- coma o un osteosarcoma en un
tándose en general de tumores cráneo de Chavina (Perú). En el
voluminosos. En nuestra opinión, Museo de Anatomía Patológica de
teniendo en cuenta su alta inci- la Facultad de Medicina de Barce-
dencia y sus características, con- lona pudimos examinar una le-
sideramos que la casuística mun- sión semejante.
dial publicada es escasa, pues los
que dejan pequeÍías improntas en Probables meningiomas serían los
el cráneo suelen pasar desaperci- descritos por Rogers en dos crá-
bidos. Moodie llegó a diagnosticar neos egipcios de la 1 y XX dinas-
hasta ocho tumores de este tipo tías y el descrito por Radley en Cráneo peruano procedente de Chavlna (Perú),
en cráneos peruanos, cifra que se- uno romano. Por nuestra parte diagnosticado de meningioma, aunque la opinión
gún Mc Curdy sería exagerada; hemos publicado cinco casos, uno más general es de que se trataría de un osteosar-
coma
este autor opina que aquel estaba de la variedad osteolítica, proce-
influido por los hallazgos que por dente de la necrópolis neolitica de Cráneo procedente del Museo de Anatomía Pato14
gica de la Facultad de Medlclna de Barcelona, con
aquella epoca hizo Cushing. Uno Sant Quine del Valles (Valles Occi- una lesi6n semejante a la del cráneo precedente,
de los casos sería un meningosar- dental); tres de la variedad osteo- jmenlngomwma? ost te osar coma?
genica, procedentes de la "Cova
d'Aigües Vives" (Brics, Solsones)
de epoca eneolítica; dos de epoca
medieval, uno exhumado en la ne-
crópolis de Santa Maria del Mar
de Barcelona y el otro en La 01-
meda, en Pedrosa de la Vega (Pa-
lencia). El quinto caso, pertene-
ciente al eneolítico fue exhumado
en el Barranc de Rifa (Tarracones)
y habría sido un meningioma de
la hoz, a juzgar por el enorme
grosor de las arterias meníngeas
medias y sus ramas abocadas a la
región del surco sagita1 en el ver-
te~.
El meningioma más antiguo cono-
-
cido, publicado por M a A . de
Lumley, sería el encontrado en la
gruta de Le Lazaret (Niza) perte-
neciente a un niño Horno erectus
del período achellense (alrededor
de -200.000 años). La lesión radi-
ca en el parietal derecho, es de ti-
po productivo y no plantea impor-
tantes dudas diagnósticas.
Finalizamos la problemática diag-
n6stica de los meningiomas, con-
siderando que en paleopatología,

Detalle del enostoma, de superflcle Irregular, con-


formado por una superposicl6n de pequeños haces
6seos, en el craneo niim. 15 de la Cova d'AigUes
Vlves
Radiografla en que se aprecla la condensación
ósea a causa del enostoma (Algües Vlves. 15)
ante las alteraciones óseas que se traóseo, en un cráneo menorquín
consignan en la tabla adjunta, se de Algaiarens, perteneciente a la
debe pensar en la posibilidad de cultura talayótica. Tambien exa-
que dicha lesión corresponda a un minamos uri fragmento de hueso
meningioma. occipital con un orificio que atra-
vesaba la pared ósea, por causa
Angiomas de un probable shus pedcrBn/i,
en un individuo de la Edad del
Los angiomas pueden ser intraó- Bronce exhumado en Villanueva
seos o por contacto afectar al (Palencia).
hueso. Moodie diagnosticó uno lo-
calizado en una vertebra de un
dinosaurio de Comanche en Wyo- (Imagen fzqulerda): Cara endocraneal del hueso
ming (EE.UU.),y nosotros (Campi- frontal procedente de la Cova de Les Calaveres (Al-
llo), hemos estudiado un aneuris- col), en el que se puede apreciar una perlwaclbn
con adelgazamiento bseo perlori(1clel (Imegen de-
ma arteriovenoso craneoencefáli- recha). Reproduccibn del encefalo usando como
co, procedente de la "Cova de Les molde e1 hueso. que permfte apreclar la imhgen tl-
Calaveres" (Alcoi, Alacant), perte- plca de los aneurlsmas arteiiovenosos. que con el
golpeteo de su pulsaclbn llegan a perforar el hueso
neciente al Eneolítico, y otro in- (Eneolítico)
e

Strouhal, un mioma uterino, y


Sandison recientemente estudió
con microscopio otro pólipo cutá-
neo.
Dadas las representaciones artís-
ticas del faraón Arkhenaten se ha
pensado si este tendría un tumor
hipofisario, pues suele mostrar un
gran mentón y un cuerpo un tanto
feminoide a partir de la cintura,
pero la tendencia general, es con-
siderar estas anomalías como
simples veleidades artfsticas.
Impronta de un tumor en "reloj de arena". cara Miscelánea
exocraneal. Edad del Bronce de Menorca (1)
Vlsta endocraneal de la lesión de la figura prece-
dente (2)
Además, se han diagnosticado
otros tipos de tumores: quistes
Probable granuloma eosin6fllo supraorbltariodere-
cho, en el crilneo n6m. 4 de la cueva de El Palan-
dermoides y granulomas eosinófi-
qu& (Valencia) (3) los (Campillo);tumores de celulas
gigantes, odontoma, tumor de
M e l o m s ~ l en
s un perond procedente de la ne- mieloplaxad, melorreostosis, en-
rrdpolls paleorrlstlana de Gerena (Sevilla)(4)
fermedad ósea de Paget, etc.
Radlograña del cráneo 187 de L Lnm(siglo XIX) con
la Imagen tfplca de la enfermedad dsea de Paget (5)
En momias egipcias, Elliot Smith
Ba]orrelleve del faraón Arkhenaten (XVIII dlnastla) y Wood Jones (1908) describieron
con sus presuntos rasgos acromegilllcos. aunque
teniendo en cuenta los rasgos de la figura de la lz- un pdlipo cervical; Granville, en
qulerda, mils parece una veleldad artística (6) 1925, detectó un tumor de ovario;
TUMORES MALIGNOS autores debe considerarse como por Hug en 1955 y otro sajón en-
pura conjetura. Hoy en día, tanto contrado cerca de Stadlake locali-
las metástasis como los mielomas zado en la porción dista1 del fe-
Se ha intentado establecer una di- suelen aparecer en la madurez, mur, nosotros hemos encontrado
ferenciación entre los primitivos y aunque excepcionalmente pueden tambien dos casos.
los metastásicos, pero, cuando so- darse incluso en la infancia, con
lamente se dispone de los huesos, lo que, teniendo en cuenta la no- Hay que considerar como muy ra-
resulta casi imposible distinguir table menor longevidad del hom- ra la enfermedad osteolítica lacu-
entre unos y otros. bre prehistórico, que pocas veces nar que afecta al omóplato dere-
alcanzaba los 30 años, apenas se cho del "hombre de Castellar"
Los casos descritos en la literatu- conocerían casos seniles, mien- (Francia) cuya etiología no ha po-
ra paleopatológica son poco nu- tras que los excepcionales casos dido esclarecer Ma. A. de Lumley
merosos y en una revisión recien- juveniles serían los que habrían en su minucioso estudio, no ha-
te, aunque no exhaustiva, tan só- llegado hasta nosotros. biendo encontrado lesiones actua-
lo hemos recopilado 27 casos que les similares que permitan una
afectan al cráneo, que sumados a Tambien serían neoplasias relati- comparación. Este caso, sería un
7 casos personales (Campillo, vamente frecuentes los carcino- buen ejemplo para insistir en el
1992) totalizan 36 (15 mielomas mas nasofaríngeos, de los que nos problema de la evolución de las
múltiples o metástasis, 7 carcino- ocuparemos más adelante (Capí- entidades nosológicas que afec-
mas nasofaríngeos y 4 sarcomas tulo X). A esta localización perte- tan al hombre.
osteogénicos y otras variedades). nece el procedente de Tepe Hissar
(Irán), seguramente el más anti- En este apartado hay que desta-
Son relativamente frecuentes las guo conocido (3.500-3.000 a. de car la ausencia de lesiones de
"neoplasias lacunares" que afec- J.C.). apariencia maligna en los anima-
tan al cráneo y que representa- les, con la probable excepción de
rían un 20%. Resulta difícil pro- Algunos tumores craneales de un "sarcoma en estuche" en el cú-
nunciarse en muchos casos sobre apariencia maligna resultan de bit0 de un simio cinocéfalo de
si se trata de lesiones metastási- etiología muy dudosa, y, por esto, Egipto, estudiado por Poncet.
cas, o del mieloma, o de otra neo- es preferible no adelantar un
plasia menos frecuente. diagnóstico. Como hemos dicho, nuestra ca-
suística personal consta de nueve
Algunos autores pretenden que la Los tumores malignos en el esque- casos que comentamos con breve-
enfermedad de Kahler, que en la leto poscraneal parecen ser muy dad: Cráneo núm. 2 de la cueva
actualidad suele presentarse en raros y sólo hemos podido recopi- Joan d'Os (Tartareu, Barcelona)
edad presenil o senil, sería de lar dos casos: un sarcoma osteo- (Edad de Bronce), joven de 18-20
aparición más precoz en la genico muy típico en el húmero iz- años con 16 focos tumorales os-
prehistoria, pero se trata de un quierdo de un individuo de la teolíticos en el cráneo, probable-
problema que no está resuelto, Edad de hierro, encontrado cerca mente un sarcoma de Ewing, lin-
por lo que la afirmación de dichos de Münsingen (Suiza), descrito foma, histiocitoma maligno u otra
etiología menos frecuente; cráneo
del Barranco d'Algendar (Menor-
ca) con una neoplasia del suelo
nasal (ver capítulo X); cráneo 28-
2 de Son Real (Alcudia, Mallorca)
(cultura talayótica), con una neo-
plasia osteolítica suprainiana*,
probablemente un sarcoma primi-
tivo: cráneo núm. 27 de La Torre-
cilla (Arenas del Rey, Granada)
(Baja Edad Media), con tres lesio-
nes osteolíticas, probablemente
metastásicas; cráneo núm. 101 de
Wamba (Valladolid) (medieval ?),
con destrucción de la porción pos-
terior del paladar óseo y arcada
alveolar, probablemente una neo-
plasia del cavum; cráneo núm.
148 de Wamba, perteneciente a
una mujer senil, con una osteoli-

Cráneo de la Edad del Bronce de la cueva Joan


d'Os, con las imágenes osteolíticas en sacaboca-
dos. típicas de las neoplasias malignas
Radiografía del cráneo de Joan d'Os
CrBneo 28-2 de Son Real, en la que se aprecia la le-
slón osteolítba supralniana. probablemente un os-
teosarcoma primitivo
sis del hueso nasal derecho, pro-
bablemente secundaria a un epi-
telioma cutáneo; mandíbula núm.
29 de Wamba, con tres focos os-
teolíticos, probablemente metas-
tásicos; femur de epoca visigótica
de la necrópolis de Clunia (Bur-
gos), afecto de un probable sarco-
ma del tercio medio de su diáfisis;
femur 202 de Wamba, con lesio-

Radiografía del crhneo 28-2 de Son Real. Se obser-


va la pkrdlda de substancla &ea, presencia de pe-
quefios orlRcios vasculares a su alrededor y la fal-
ta de reacclón 6sea condensante (1)
Lesldn nasal en el craneo f'emenlno senll núm. 148
de Wamba, con aumento de pequefios orlflclos vas-
culares neoformados. Probablemente secundaria a
un epitelioma cutáneo (2)
Vlsta del conducto nasal derecho del craneo 148
de Wamba, en el que se aprecla el desplazamlento
hacla la Izquierda del tablque nasal y la destruc-
ci6n parclal de la lamina cribosa del etmoldes en
dlcho lado, lo que nos hace sospechar de que el tu-
mor cutaneo. penetrd en la fosa nasal slgulendo
una expansi6n que alcanz6 la IAmlna crlbosa. La
expansión terebrante de las neoplaslas cuthneas
malignas, sln los medlos terapdutlcos actuales no
debid ser infrecuente (3)
Mandíbula con leslones osteolltlcas, sugestlvas de
metástasis, mieloma u otro tlpo de chncer. (Wam-
ba. 29) (4)
nes osteolíticas, probablemente
secundarias a metástasis o a un
mieloma múltiple. (En esta serie
de neoplasias, lamentablemente
sólo hemos dispuesto de los hue-
sos que presentaban las lesiones,
no conservándose otros huesos de
su esqueleto, lo que nos ha priva-
do de la sistematización e impi-
diendo una mayor aproximación
diagnóstica).
No podemos concluir este capítu-
lo sin hablar de la idea actual de
U que las neoplasias malignas son
hoy en día mucho más frecuentes
que antaño. Carecemos de argu-
mentos para rebatir esta afirma-
ción y no pretendemos demostrar
lo contrario, aunque considera-
mos necesario hacer algunas ob-
servaciones:
1. Que los estudios paleopatológi-
cos se fundamentan casi exclusi-
vamente en los restos esqueleti-
cos, y así, tan sólo, se pueden de-
tectar aquellas neoplasias que de
forma directa o indirecta afecten
al hueso.

Radiografía de la mandlbula 29 de Wamba


Dit~fisisfemoral del indlvlduo núm 6 de la necró-
polis visigótica de Clunia (Burgos), con la perdida
del sector central cuyos bordes de destruccidn son
cupuliformes. Probablemente un osteosarcoma
Radiografía del femur núm. 6 de Clunia
2. Que las neoplasias óseas primi- 7. Que sepamos, no existe un estu- el deterioro óseo y que cuando el
tivas sólo representan el 0,56% y dio fiable sobre las neoplasias en grado de conservación es acepta-
aproximadamente el 12-15 OO/ de los escasos pueblos primitivos ac- ble, su aspecto hace difícil discer-
las restantes, metastatizan en el tuales, que prácticamente no han nir si la alteración fue en vida o
hueso o lo invaden. entrado aún en contacto con los póstuma.
pueblos desarrollados, cuyas con-
3. Que los tumores malignos pre- diciones de vida aun son similares Teniendo en cuenta todos estos
dominan a partir de la cuarta dé- a las del hombre prehistórico. puntos y otros que se podrian
cada de la vida. añadir, creemos sinceramente,
8. En cuanto a la mayor presencia que hoy en día no existe aún un
4. Que por su carácter destructi- de las neoplásias malignas en los estudio comparativo válido, que
vo, pocas veces productivo, dan cráneos antiguos, consideramos nos permita llegar a unas conclu-
lugar a una mayor fragilidad ósea que se debe a varios factores: a) siones sobre la incidencia real de
y, por tanto, la conservación de tendencia en los primeros tiem- las enfermedades neoplásicas en
este se hace más difícil que en los pos de la investigación arqueoló- la prehistoria, que en nuestra opi-
huesos sanos. gica, a recoger los cráneos y me- nión fueron más frecuentes de lo
nospreciar los restantes huesos; que hoy suponemos, y no se pue-
5. Que existen grandes dificulta- b) la mayor resistencia de los hue- de afirmar rotundamente, como
des para llegar a un diagnóstico sos craneales al deterioro póstu- algunos autores pretenden, que se
de neoplasia en paleopatología. mo, pues generalmente los huesos trataba de enfermedades excep-
largos están desepifisados; c) el cionales, sin que con esto quera-
6. Que los restos humanos suelen carácter intrinsecamente destruc- mos decir que en los tiempos mo-
estar muy deteriorados, tanto tivo, más que productivo de las dernos su morbilidad no haya au-
más cuanto mbs antiguos. neoplasias malignas, que facilita mentado. La menor incidencia en
la preshistoria, en gran parte se
debería a que rara vez se alcanza-
ba la "edad del cáncer", pues la
esperanza de vida no superaba
los 30 años.

F h u r núm. 202 de Wamba (Valladolid),engrosado


en su tercio inferior y con un orlficlo osteolltlco
Radlografla de las lesiones osteolltlcas del femur
núm. 202 de Wamba, sugerentes de metAstasls,
mleloma u otra neoplasla mallgna
"Las lesiones traumáticas son extremadamente numerosas en los
animales y en los hombres fósiles. Asimismo, la banalidad de los fac-
tores etioldgicos nos permiten prever que la existencia de las fractu-
ras y de las heridas data de la más alta antigüedad"
Leon Pales (1930)
Creemos no equivocarnos si afir- ZOOPALEO- un Edaphosaurus, ambos reptiles
mamos que se trata de lesiones TRAUMATOLOG~A primitivos. A propósito de estas
que siempre han estado presen- observaciones, dicho autor desta-
tes, sobre todo a partir de cuando caba las dificultades para la prác-
los seres vivos complicaron su es- Entre los invertebrados se han en- tica de la radiografía a causa de
tructura alcanzando una organi- contrado amputaciones de las ex- la fosilización, por la elevada tasa
zación compleja e incluyendo es- tremidades en los equinodermos de sales minerales acumuladas en
tructuras duras, como son las fósiles, no debiendo sorprender- los huesos que el proceso entraÍía
conchas protectoras y el exo o en- nos, que en algunos casos se haya dificultando ver con nitidez la es-
doesqueleto. Los vestigios de es- podido constatar que alguna ex- tructura ósea (hoy en día, con el
tas lesiones se remontan entre los tremidad estaba en fase de rege- avance de la radiología se pueden
animales a períodos muy anti- neración, ya que como es bien sa- obtener mejores resultados).
guos. Como preámbulo a esta fa- bido, cuando a una estrella de
ceta patológica en los homínidos, mar se le amputa una extremi- Pertenecientes ya a la Era Secun-
daremos una sucinta exposición dad, pasado cierto tiempo se re- daria se han descrito numerosos
de estos procesos en los anima- genera. Los casos más antiguos casos, entre ellos en un ictiosau-
les. conocidos pertenecen a la Era rio que presentaba fracturas cos-
Primaria, en el Devónico de Ale-
mania, del que se han encontrado
varios ejemplares que distan de
350 a 400 m.a. de nuestros días. Isebellnie giebmte, trllobltes del Ordoviclense. de'
unos 500 millones de anos de antigüedad, que pre-
senta un hundimiento en las costillas (flecha), de
Numerosos moluscos muestran probable orlgen traumátlco. (Según el PioL J.A. Ve-
fracturas consolidadas de sus la, del Inst. Catale de Mlneralogla 1 Gemmologla)
conchas, signo evidente de su su-
pervivencia. Las más antiguas
proceden del Eoceno de Hungría,
cuya antigüedad se remonta a
unos 58 millones de años.
Más interes nos merecen las frac-
turas observadas en los vertebra-
dos, en los que tambien se en-
cuentran evidencias en la Era Pri-
maria, período al que pertenecen
dos casos descritos por Moodie
(1923):una está presente en el ra-
dio de un Dimetrodon y las otras
en el perone y en una vertebra de
tales con callo, signo evidente de
supervivencia y tambien hay que
destacar las observadas en varias
mandíbulas de Mystriosuchus
plieningeri que, según Pales, se
atribuyen a coletazos propinados
por los machos, en sus luchas por
conseguir las hembras en las epo-
cas de celo. rareza hasta que este se hace pre-
sente en la prehistoria.
Pertenecientes a la Era Terciaria
en que aparecen los mamíferos se bivoro), que por causas que se ig- Pertenecientes a períodos más re-
han descrito numerosos casos, noran murieron durante la lucha. cientes, se han encontrado puntas
muchos de ellos en animales hoy de flecha de sílex incrustadas en
en día extinguidos. Es interesante En el Cuaternario se han descrito huesos de animales y puntas de
destacar, que hace ya más de dos lesiones traumáticas en todo ge- lanza entre las osamentas de los
siglos, Cuvier describió una frac- nero de animales, y es importante costillares de bisontes y animales
tura de femur consolidada en un la acción de los homfnidos, que de gran tamaño, lo que viene a
artidáctilo*. con su agresividad han hecho que confirmar las numerosas escenas
estas lesiones aumenten y adquie- de cacería representadas en el ar-
En algunos casos, las huellas ha- ran ciertas particularidades. te rupestre.
cen sospechar que las heridas
fueron producidas por los dientes Entre los restos fósiles del primer Ciertos autores sugieren una ma-
de un depredador, como parece australopiteco descubierto por yor capacidad de regeneración
haberse constatado en Wyoming Raymond Dart en 1925 (Taung, ósea tanto en el hombre como en
donde fueron encontrados los res- Sudáfrica), aparecieron varios el animal prehistórico, aunque,
tos de un brontosauro en cuyas cráneos de mandril* con hundi- según nuestro parecer, esta aseve-
vertebras se aprecian las lesiones miento de la bóveda, que dicho ración resulta muy discutible y es-
ocasionadas por los dientes de un autor interpretó como lesiones tá por demostrar. Con frecuencia,
alosauro. Alrededor de los restos traumáticas causadas por dichos las heridas muestran signos evi-
de la vlctima se o b s e ~ a nlas hue- hominidos, interpretación que no dentes de sobreinfección.
llas de las patas del carnicero, ú1- comparten todos los antropólo-
timo vestigio de la lucha entabla- gos. Sin embargo, otros autores
da entre ambos colosos. En 1971, como Abel, en un estudio anterior
en las areniscas del desierto de al descubrimiento de Dart, ya ha- Fractura en el milneo de un mastodonte amerlca-
Gobi, una expedición polacomon- bían destacado el aumento de no, según Moodie
gol encontró los restos de un velo- traumatismos craneales en los Cazador huyendo de un toro herido. Plntura nipea-
ciraptor (carnívoro), junto con el animales con la aparición del tre de la Cueva Remlgia en Ares del Maestre, se-
cuerpo de un protoceratops (her- hombre, lo que contrasta con su gún R. Villas
De todos es sabido que los anima- FITOPALEO- LOS TRAUMATISMOS EN
les depredadores suelen cazar TRAUMATOLOG~A LOS HOM~NIDOS
animales viejos, enfermizos, jóve- PREHUMANOS
nes inexpertos o lisiados, circuns-
tancia que justificaría que el con- Tambien en algunos vegetales, so-
tingente de fracturas consolida- bre todo pertenecientes al período Se ha podido constatar la presen-
das en los animales no sea muy carbonífero*, se encuentran frac- cia de lesiones traumaticas en to-
elevado, por ello, las lesiones cu- turas consolidadas de sus tron- dos los grupos de homlnidos*, re-
radas sugieren la inexistencia o cos. presentantes de los distintos esta-
escasez de depredadores o bien dios evolutivos.
que el animal se encuentra en el
vertice de la pirámide ecológica. En opinión de Dart, los Australo-
Un ejemplo evidente es el del pithecus gracilis habrlan sido
Myotragus balearicus, gacela de seres muy violentos, que a pesar
las Islas Baleares que se extin- de su relativa endeblez (1,25 m de
guió con la llegada del hombre estatura y 20 Kg de peso) eran
hace unos 3500 años y que los es- duchos en la lucha, empleando
tudios de W. H. Waldren han de-
tectado varios ejemplares con
fracturas consolidadas, dada la
ausencia de depredadores hasta
la llegada del hombre. De este
mismo animal, existe evidencia de
las luchas entre los machos en el
período de celo, pues algunos crá-
neos muestran orificios produci-
dos con las astas, varios de ellos
seguidos de supervivencia.

Fractura de un radlo en un Myocm$us b a i d c u s


encontrado en Mallorca, depositado en el Museo
de Delh. (Gentileza del Dr. W. Waldrom)
Crhneo de un Myotragus baiearlcus que muestra
una lesibn por asta, seguida de supervivencia, a
causa de las luchas entre machos en los períodos
de celo. Depositado en el Museeo de Delh. (Gentile-
za del Dr. W. Waldrom)
huesos y astas a modo de armas LOS TRAUMATISMOS EN consideran que son signos eviden-
(industria osteo-odonto-querá- EL GÉNERO HOMO tes de muerte violenta. No faltan
tica*). Según este autor, el Aus- los que adoptando una actitud
tralopithecus pmrneteus de Ma- eclectica admiten las dos posibili-
kapansgat (Sudáfrica) sufrió una Entre los restos del Horno habiüs dades. En el frontal de Fontéche-
doble fractura de la mandíbula en de Olduway, en el niño OH 7 se vade se aprecia una fractura que,
vida al recibir un fuerte golpe aprecia una fractura parietal iz- en opinión de Vallois, debió ser la
frontal: una fractura craneal ha- quierda. causa de su muerte.
brla causado la muerte del niño
de Taungs, y algunas lesiones en En el grupo Horno erectus nos Cráneo del Sinanmpo núm. 12 que muestra unas
otros individuos de este grupo encontramos con una exostosis o flsuras craneales, probablemente sufridas en vlda
fueron atribuidas por dicho autor miositis osificante del fémur iz- y que habrían sido la causa de su muerte
a traumatismos intencionales. Sin quierdo del Pitecanthropus I, des- Femur del Pltecanmpo 1, descubierto en Trinll (Ja-
descartar esta posibilidad, debe- cubierto en 1891 por Eugéne va) por Eugene Dubols en 1891, con una mlosttls
mos destacar que numerosos au- osificaote
Dubois en Java, y que seria secun-
tores muestran su disconformidad daria a la calcificación de un he-
con esta interpretación y, por matoma de origen traumático.
nuestra parte, pensamos que bien Dentro del mismo grupo, aunque
pudieron deberse a accidentes pertenecientes a un período más
fortuitos o tal vez fueron lesiones próximo (500.000 años) en el Si-
póstumas. Estudios posteriores nanthropus pekinensis* u Hom-
de R. Leakey, parecen negar las bre de Pekin se ha podido consta-
opiniones de Dart, indicando que tar que la totalidad de los cráneos
los australopitecos, al igual que están fracturados y que falta la
los póngidos* hoy, eran víctimas región basilar. Este hecho ha sido
de los grandes felinos. El hallazgo interpretado por algunos autores
de un cráneo de Australopithe- como la prueba de una antropofa-
cus mbustus con las improntas gía ritual, mientras que otros,
de los colmillos de un felino sobre
su hueso occipital, probablemente
un leopardo, apoyan la opinión de
Richard Leakey.
Tambien en el grupo de los nean- nó la arteria meníngea media. Di- una malformación congenita. Tam-
dertalenses se han encontrado le- cha lesión, parece haber sido oca- bien en el yacimiento de Solo
siones traumáticas, así en el hom- sionada por un instrumento pun- (Ngandong, Java) hay crhneos en
bre de Neanderthal se aprecia zante siendo asestado por un indi- los que se considera que presentan
una fractura craneal derecha que viduo diestro, probablemente en signos inequívocos de canibalismo.
parte de la Órbita y está asociada lucha frontal. La víctima segu-
a una fractura del húmero y del ramente falleció por hemorragia Con los cromañoides (Horno sa-
olecranon izquierdos. En algunos intracraneal. En Irak (Asia),en la plens saplens) nos acercamos
neandertalenses europeos tam- cueva de Shanidar, al individuo 1 sin solución de continuidad hasta
bien se ha supuesto que habían le falta la mano derecha; según nuestros días, y los traumatismos
muerto de forma violenta por unos autores se trataría de un se convierten en un hecho cada
traumatismos craneales; se desta- traumatismo, y según otros, de vez más frecuente. En la raza de
ca el grupo de Krapina en el que Cro-Magnon, período magdale-
hay una veintena de individuos, Crhneo del Hombre de Zambia, que en la escama
temporal izquierda presenta un orificio circular, se-
niense, un individuo de Obercas-
de ambos sexos, de todas las eda- guramente ocasionado por un Instrumento punzante se1 (Alemania) presenta una fisu-
des, y que a juzgar por las lesio- ra parietal izquierda. En Chu-Ku-
Reproducción de la corteza cerebral del Hombre de
nes incisas cráneo, probable- Zambia, usando como molde el endocrhneo del Tien en la "Cueva Alta", dos
mente originadas por instrumen- hueso. Puede observarse, que el orlflcio de la esca- individuos muestran fracturas
ma temporal afecta a una rama de la arteria me-
tos cortantes de se supone ninge, media, que probablemente .o lugar a una consolidadas, uno en la clavícula,
que fueron objeto de prácticas de hemomagiamortd otro en el radio y cuatro, de siete,
Mención I3,uemas que muestran: A, punto de impacto, que fracturas en el cráneo.
me r e ce e 1 H omb r e de Z a mb i a casi con toda seguridad lesionó la aorta descenden-
te a nivel de D-12, causando rhpidamente la muerte
( ~) presenta
~ ~ i l l que ~ kun ori- ~ ~
por hemorragia; B. C. D y E, secuencias de las leslo- A partir del Paleolítico la lista se
ficio temporal izquierdo que lesio- nes, que explica las fracturas vertebrales (D) hace interminable y solamente
consignaremos que en los perío- xisten con heridas por puntas de
dos más antiguos, las lesiones lanza o flecha, primero de piedra
son de tipo contuso, en general y posteriormente de bronce o de
fracturas lineales, radiadas o hierro. Con los metales aparece
hundimientos, que tanto podrían un nuevo tipo de herida, la incisa,
haber sido ocasionadas por acci- originada por armas cortantes
dentes fortuitos como por agre- (espada, hacha, etc.) y es de des-
siones, pero a tenor de los avan- tacar, que algunas de las heridas
ces tecnicos, dichas lesiones coe- craneales consisten en el despren-
dimiento de una lasca, que al ci-
catrizar puede prestarse a confu-

1 sión con las trepanaciones por


técnica de abrasión.
A pesar de las armas cortantes,
resultan poco numerosos los ca-
sos de amputación, que ocasio-
nalmente pudieron tener una fun-
ción terapeutica, aunque debemos
consignar la presencia de algtín
cráneo con lesiones sospechas de
decapitación. Wood ~ones,en mo-
mias egipcias del período roma-
no, constató la presencia de deca-
pitaciones y ahorcamientos.

Punta de flecha Incrustada en la vertebra D-12. en


un lndlvlduo de epoca neolltlca exhumado en la ne-
crdpolls de la Bdblla Madurell, en Sant Q u h e del
Valles (Valles Occlental)
Punta de flecha de bronce Incrustada en el crhneo
niim. 6 del Dolmen del Collet, seguldo de una pro-
longada supervivencia
"Batalla de les Dogues", plntura rupestre de Area
del Maestre (Castelió). segtin A. Bregante
Punta de flecha que peneM por la órbita lzqulerda
con salida en la fosa temporal del mlsmo lado. La
lesión no es mortal, pero no hay slgnos de supervl-
vencla. (Cova de I'Heura. Ulldemollns)
elaborar lanzas de madera con
las puntas endurecidas al fuego.
Con los Horno erectus la indus-
tria de la piedra se perfecciona y
aparecen las denominadas ha-
chas de mano, puntas levaloisien-
ses*, puntas gravetenses*, etc., y
comienzan a emplearse instru-
mentos punzantes de hueso. En el
Paleolítico Superior, los Horno sa-
piens con sus armas de piedra y
de hueso perfeccionadas, aumen-
tan su potencial belico, y en el
Neolítico se inventan armas de
acción eficaz a distancia. En el
Eneolítico o Calcolítico, con la
aparición del cobre y poco des-
pues del bronce, estos metales
sustituyen a la piedra, y se fabri-
can nuevas armas, como hachas
en poco diferían, pero la industria de fundición o de forja, espadas,
lítica avanza y el conocimiento del etc., que con el advenimiento del
fuego logrado por algunos grupos hierro aumentan grandemente su
como por ejemplo el Sinantropo, eficacia; algunas perduran hasta
En el Paleolítico Inferior, en el les permitieron probablemente nuestros días. El arte rupestre, ya
grado australopitecino, las armas
se limitaban a bastones, huesos
largos de animales utilizados a
modo de mazas, piedras que au-
mentaban la contundencia de la
mano o que eran arrojadas a dis-
tancia como hacen los chimpan-
ces de sabana y finalmente se em-
pleaban cantos rodados, rotos
por percusión para lograr un bor-
de cortante (Choppers).
Probablemente las armas de los
Horno habilis y Horno erectus
A pesar de todo lo expuesto, rela-
cionable con las acciones belicas,
la mayor parte de las lesiones
traumáticas conocidas, segura-
mente obedecieron a accidentes
fortuitos o laborales.
No debemos confundir los actos
violentos en defensa de un territo-
rio o las luchas tribuales con la
guerra, estas corresponden a una
"evolución cultural" a partir del
Neolítico, cuando las sociedades
se estratifican, a causa del au-
mento de la riqueza y la intensifi-
cación del comercio. Indudable-
mente, hay una correlación entre
el tipo de las lesiones traumáticas
y los avances tecnológicos, cuyo
uso tanto se aplica a la caza, co-
mo a las luchas entre los grupos
humanos.

Manos paleolltlcas dibujadas en las paredes de


una Cueva de Cantabria, con la supuesta amputa-
c16n de los dedos

sea en forma de grabados o pintu- amputaciones tendrían un carác-


ras, completa el testimonio de la ter punitivo como en el individuo
violencia de nuestros antepasados, núm. 52 de La Olmeda (Pedrosa de
siendo de destacar la presencia de la Vega, Palencia), con una herida
siluetas de manos con presuntas por arma blanca en la escápula
amputaciones digitales, muy con- derecha, con afectación de dos
trovertidas y difíciles de aceptar costillas y la amputación por el
como tales. En algunos casos, las tercio medio de ambos antebrazos.
Heridas por armas arrojadizas mas clavadas en el cuerpo, sino
que en la mayoría de los casos
Parece que la muerte por el em- son objetos votivos que forman
pleo de armas arrojadizas pun- parte del ajuar funerario. Etxebe-
zantes debió ser frecuente, no hay rria, ademhs recopila en la prehis-
muchas evidencias de ello, pues toria peninsular, tan sólo dos pun-
como dice Etxeberria (1991), la tas de flecha de silex incrustadas
presencia de puntas de flecha o en el hueso y presenta seis casos
de lanza entre los huesos esquele- nuevos, exhumados en San Juan
ticos, no siempre se trata de ar- ante Portam Latina (Alava),todos

ellos del Neolftico. Nosotros, per-


teneciente a ese período, hemos
encontrado una punta de flecha
de silex incrustada en una vt9t-e-
bra, en un individuo procedente
de la Bbbila Madureli (Sant Quir-
ze del Vallés, Vallés Occidental) y
dos de Bronce, ambas en el crá-
neo, correspondientes a ese perío-
do procedentes de La "Cova de
1'Heura (Ulldemolins) y en el dol-
men del Collet (Su, Lleida).
Antebrama amputadoe con carauer punitivo, en el
individuo núm. 52 de la necrópolis pahaiaiana
de La Olmeda. Prdongada sapeivlvende
en AFes del
Pintura nqpee2re de le Cueva Remigia
~mxme,que rep~esentauna elecudón. En el melo
un gueago as& y bs et&?utort?aal fondo, e k
vando m enxw, en adal de hiunfo, seg6n R. Vi-
m
Lesiones térmicas Lesiones por "scalp" mentaria habitual cubrían sus ca-
bellos con pañuelos bien ceñidos
A traves de los textos históricos, Las lesiones por arrancamiento a la cabeza.
tenemos constancia de que tanto del cabello, que los ingleses deno-
el fuego como los líquidos hirvien- minan "scalp", fue una lesión bas- Este tipo de lesiones se han cons-
tes se usaron como elementos de tante frecuente entre el personal tatado en paleopatología en nu-
defensa o armas agresivas, pero femenino a partir de la "revolu- merosos cráneos americanos,
lesiones atribuibles a estos ele- ción industrial", ya que las máqui- siendo una lesión casi exclusiva
mentos no se han podido consta- nas de vapor que movilizaban las del Far West, a causa de la exten-
tar en paleopatológica. No hay otras máquinas mediante poleas dida costumbre de arrancar el
dudas de que tambien se emplea- de transmisión con correas, sobre scalp, tanto por las tribus amerin-
ron como medios punitivos, como todo en la industria textil, consti- dias como por los colonos ameri-
lo demuestra el caso publicado tuyendo un accidente laboral bas- canos, aunque según parece He-
por C.L. Cate (1972) en un cráneo tante frecuente, el arrastre del rodoto ya describió' esta costum-
medieval, que presenta una cruz largo cabello de las obreras con bre entre los pueblos escitas y
de Malta grabada con un hierro al arrancamiento del cuero cabellu- probablemente fue practicada al-
rojo vivo sobre el hueso frontal. do, razón por la cual, en su indu- rededor del 870 a. de J.C. por los
germanos y los galos. Tambien el
arrancamiento pudo deberse a
otras causas, como la casual, por
fuerte rozadura tangencia1 del
epicráneo.
Periostitis poetraumaticas
La contusión del periostio puede
dar lugar a lesiones necróticas del
mismo, que despues dan lugar a

Craneo medieval Iranc6s que presenta Impresa


una cruz de Malta, a causa de una cauterizacl6n
cutánea punitiva. Según Cate. que era veterlnarlo
en un matadero, es semejante a las leslones que se
observan en los huesos lllacos de las reses marca-
das a fuego
CrAneo nfim. 1 de Coins (Solsonés),que presenta
dos leslones, probablemente secundarlas a un des-
lizamiento o arrancamiento del cuero cabelludo
m ,.,--c:

-
H.
.e.
f.;

tibia es otro hueso en donde tam-


una reacción osteolltica o hipe- bien son frecuentes estas lesio-
rostósica, que posteriormente son nes, sobre todo en su cara interna
detectables en el esqueleto. que tambien está desprotegida de
músculo.
En 1973, llamamos la atención de
la gran cantidad de lesiones os-
teolíticas de reducidas dimensio-
nes a nivel del cráneo, que deno-
minamos "erosiones craneales" Eroslbn Rontal Izquierda en el individuo núm. 61
de la cueva de La Pastora (Alcoi).(Eneolitlco)
sin prejuzgar con 61 una etiologia. sas que lesionan el periostio sin
Son muy abundantes a nivel del que sea precisa una herida a nivel Periostitls en la tlbia núm. 5 (derecha) de la nerró-
polis vallisoletana de Wamba
hueso frontal y en segundo lugar de la piel. Su frecuencia se expli-
en los parietales, con un predomi- ca por la desprotección de los Esquema de las lesiones del lndlvlduo núm. V (1)
(en rolo) exhumado en la necrópolis del subsuelo
nio por el lado izquierdo. La ma- huesos del cráneo, casi carente de de la "Reial Baslilca de Santa María de Ripoll" (si-
yor parte de estas lesiones, a tejidos blandos y por la frecuen- d o X)
nuestro entender, son secundarias cia de las contusiones frontales Fractura por enclavamiento del húmero derecho.
a contusiones más o menos inten- ya sean fortuitas o por luchas. La Indivlduo V (1)de Ripoll
Hundlmlento Rrontai mulerdo por Impacto, golpe
de maza, porra o proyectil de honda. Individuo V
(1)de RlpoU (1)
m b l e eecuencla de los traumatlsmos suffldos
por el individuo V (1) de Ripoll, que a pesar de la
gravedad de atas leslonea, tuvo una prolongada
supervlvencta. Dibujo A. Grau (2)
OateomleIItla de la clavlcula derecha en el indivi-
duo V (1)de RipoU, de probable orlgen postraumtl-
rJco (3)
Cráneo femenino, con ptnlida de substancia ósea
de origen traumAUcx, y prolongada supervivencia,
Cova d ' A ~ e a(PnLUans, Cerdanya)(EneoUtlco)(4)
Fractura del codo con anqullosla, en el lndlviduo
núm. 34, exhumado en la necrOpob árabe de La To-
fiedlla,en Arenas del Rey (Granada) (slgioMI)(5)
Casco mrlntlo con un fuerte hundimiento por im-
pacto (Brltlsh Museum, Londres)(6)
Flsuras maneala con clcatilzaclón parcial; de @o--
ca medieval, exhumado en Sant Vlcenc d'Enclar
(Andorra)U)
Herldas inclses letales por arma cortante, en el In-
dlviduo núm. 118 de necr6polls habe de La Torre-
cilla, en Arenas del Rey (Granada).(Slglo XII) (8)
Evolucidn de las lesiones
traumaticas
Muchas lesiones muestran signos
evidentes de supervivencia a juz-
gar por su cicatrización, pero en
las extremidades; cuando las
fracturas van acompañadas de
desplazamiento suelen curar con
acortamiento.

Aplastamiento vertebral (KUmel) en un lndlvlduo


de la necr6polls medieval de Santa Marla de Rlpoll
Fractura de ambos hámeros en un lndlvlduo de
epoca mesolltlca, exhumado en El Collado (Ollva,
Valencia)
A modo de resumen, diremos que I
a juzgar por los testimonios reco-
gidos desde el Paleolltico inferior
hasta nuestros días, se pone en
evidencia la dureza con que se ha
venido desarrollando la vida en el
transcurso de los milenios, pero
la abundancia de las lesiones y la
morfologla de las originadas en el
transcurso de los últimos perío-

I:r;iclirr;i d r f0iniir rn uri iiidividuo drl Veolítiro,


' acorta-
c~shiriiiiidorri (:l;irrri;i. t'~icdr ;iprici¿rrsc>(1
iiiic-rito (ir I;i c1xtrrinid;id

K;idiogr;ifí;i d(al riillo dc fractura dr I;i figura 11rc'-


cc~tlf'iil('

(;rii\(, lr;iclur;i dv I0rnur roii rriclavaniiriilo NecrO-


polis riic~tlii~\~iltif. S;iril \ iecbiiqclts 'I'ort'llO (Osona)
dos, consideramos que deben co-
rrelacinarse con un aumento de la
violencia, que se supone " innata"
de la especie humana, y con los
adelantos tecnológicos, que desde
el Neolítico avanzan en progre-
sión geometrica, permitiendo la
creación de armas cada vez más
eficaces. Hemos de destacar que
dicha agresividad se da en todos
los grupos y en todos los períodos
en mayor o menor grado, y que es
más ostensible según la dureza
del medio ecológico que acoge al
hombre. Ateniendonos a lo dicho,
consideramos utópica la idea de
Rouseau del "buen salvaje", sin
que ello justifique la conducta del
"hombre civilizado". Unas mues-
tras gráficas consideramos que
serán muy elocuentes sobre este
tema.

Fractura hellcoidal de tlbla y perond en el Indlvl-


duo núm. 23 de Clunla (Burgos)
Fractura con hundlmlento en un escafoldes del ple.
Sant Vicenq d'Enclar (Andorra)
TRAUMATISMOS
RELACIONABLES CON
ACTIVIDADES
HABITUALES

En este apartado nos referiremos


a tres patologías distintas, rela-
cionables con diversas activida-
des corporales, unas secundarias
a alteraciones hemorrágicas (pe-
riostitis y miositis), otras de tipo
inflamatorio (tendinitis) y las ter
ceras a los sobreesfuerzos a que
se ve sometida la columna verte-
bral (hernias discales).

Los esfuerzos violentos o los con- des Eugene Dubois, en Trinil (Ja- rio. Las observaciones en "Medici-
tinuados, originan con relativa va). Con posterioridad, tras la do- na Deportiva" o en "Medicina del
frecuencia pequefias o importan- mesticación de los équidos, este Trabajo", muestran una especifi-
tes sufusiones hemorrágicas sub- tipo de lesiones se habrían hecho cidad en correlación con las dife-
periósticas o intramusculares, mucho más frecuentes. Personal- rentes actividades. Dotour en
que en su proceso cicatricial se mente hemos tenido la oportuni- 1986, estudió las entesopatías
calcifican, dando lugar a exosto- dad de estudiar varios casos. presentes en dos grupos de esque-
sis mhs o menos importantes. Son letos neolíticos en buen estddo de
muy frecuentes a nivel de los Entesopatías conservación procedentes de dos
músculos adductores del muslo, regiones distintas del Sahara, con
en especial en los individuos que Como sabemos, las entesopatías distintos paleoentornos, obser-
practican la equitación, de ahí el tendinitis localizadas en los pun- vando que alrededor del 20% de
nombre de "enfermedad de los ca- tos de inserción de los músculos o los esqueletos presentaban lesio-
ballista~".El caso más antiguo ligamentos en los huesos son cau-
conocido es la miositis osificante sadas por hiperactividad muscu-
a nivel del fémur en el Pitecan- lar, pudiendo en general, distin- Mi08itis oslllcante en un f6mw de @oca medieval,
procedente de Santa Mmgarlda de Martopell
thropus I, que fue descubierto en guirse claramente de las que son
1891 por el médico militar holan- de origen metabólico o inflamato- Radiografía de la lesibn de la figura precedente
Tiiberosidad b i c i p i t a l d e l radio 1

Cdbito izpu ardo

nes. Tres formas distintas de en- trabajo de leñador y del tiro con to con el concurso de los datos
tesopatias afectaban a la extre- arco. Dos tipos de lesiones a nivel extraídos del estudio arqueológi-
midad superior a nivel del codo, de los calcáneos se encontraron co, que estaban ligados con las
que puede relacionarse con el lan- en los pies, en una población prin- actividades corporales de estas
zamiento de la jabalina, con el cipalmente recolectora que prac- poblaciones antiguas.
ticaba grandes marchas sobre un
terreno duro. El análisis de estas En la población de cazadores ob-
Esquema de las entesopatías del arquero lesiones esqueleticas sugirió, jun- servó, que las lesiones esqueleti-
cas predominaban en los codos, Hernias discales el canal raquídeo, afectan a los
mientras que en la población re- dos últimos discos lumbares y
colectora, predominaban en el Según parece fue Virchow en guardan una relación directa con
pie. A nivel de los codos, las lesio- 1857 el primero que describió la fortaleza de la musculatura y la
nes exostósicas eran asimetricas, una hernia discal traumática en actividad corporal, cuando esta
predominando en la tuberosidad una necropsia, pero no fue hasta ejerce una intensa presión sobre
bicipital en el lado derecho y en el 1911, en que por separado, dichos discos. Los traumatismos,
extremo del olecranon en el iz- Goldthwait en Boston y Middleton sobre todo las caídas de pies o de
quierdo, alteraciones asimilables y Teacher en Glasgow, llegaron a nalgas, no son ajenos a estas le-
con el uso del arco, en que el bí- una interpretación nosológica. En siones. Teniendo en cuenta la for-
ceps se contrae intensamente al 1932, Schmorl demostró la pre- ma de vida de las poblaciones pri-
sujetar el extremo posterior de la sencia de hernias intracorporales mitivas y la dureza de la misma
flecha, mientras que el tríceps iz- en los cuerpos vertebrales, en una en la Edad Media, no debe extra-
quierdo, se tensa con el fin de proporción del 38%. La mayor ñarnos que la presencia de her-
mantener extendida la extremi- proporción de las hernias disca- nias de Schmorl sea frecuentisi-
dad que sujeta el arco. Entre los les, tanto intracorporales como ma, pero la presencia de hernias
individuos recolectores que deam- extrusionadas, generalmente en discales extrusionadas en el canal
bulaban sobre un terreno duro,
las exostosis predominaban en la
cara inferior del calcáneo, como
acontece hoy en día entre los de-
portistas que practican la mar-
cha.
Estas exostosis entesopáticas, en
general sobre todo en las extremi-
dades superiores suelen ser asi-
metricas y nos permiten deducir o
intuir algunas de las actividades
de las poblaciones antiguas, que
no se limitan sólo a actividades
cinegeticas, sino tambien a otras
actividades laborales.

P u n t . óseoe en donde suelen predominar las leslo-


nm enteeopátlm
Exdstosls entesop&ticasen los olman6n de dos
cdbltos procedentes de Sant Vlcenc de Torell6
(Osona)
raquídeo, constituyen una rareza
paleopatológica de estas afeccio-
nes traumáticas, secundarias a la
bipedia del ser humano.
Como quiera que el disco verte-
bral y los ligamentos en los proce-
sos tafonbmicos se destruyen, el TRATAMIENTO DE LAS
diagnóstico de estas lesiones se LESIONES TRAUMATICAS
hace excepcional. En general se
intuye, aunque sin una certeza la ban el borde interior del orificio
presencia de una hernia discal ex- raquídeo y un ligamento vertebral Prácticamente no podemos salir
trusionada, cuando una cavidad posterior calcificado, enmarcaba de las conjeturas y tan sólo intuir
de Schmorl alcanza el borde pos- la cavidad ocupada por la hernia. que terapeuticas se empleaban,
terior de las caras superior e infe- pues aun en los mismos períodos,
rior de un cuerpo vertebral. Algu- las condiciones de vida no serian
nos autores, como Mafart, han iguales para los distintos grupos
presentado algunos casos. En de población. El medio ambiente
nuestra casuística personal he- en que habitaron las diversas tri-
Cavldad secundarla a una hernla de Schmorl en un
mos tenido la oportunidad de Lndlvlduo exhumado en la necrúpolis talayótlca de bus, las caracteristicas del territo-
diagnosticar un caso seguro, en S'Illot des Porros (Alcudia,Mallorca) rio, los desplazamientos o el se-
un individuo de epoca tardorro- Cuerpos vertebrales de L4 y L5. que muestran las dentarismo, sin duda influyer~n,
mana (siglos 111-V), exhumado en cavidades de Schmorl y la calclRcacl6n del Ilga- tanto en el tipo de sus lesiones co-
mento vertebbral posterior, que dejan el hueco en
la Quinta de San Rafael (Tarrago- que se alojó la hernla dlscal mo en las posibilidades y el modo
na), en que las cavidades de Sch- de su tratamiento. Los grandes
Tomografía wrnputarlzada de las vertebras prece-
mor1 situadas entre las caras dentes que muestra el lugar que ocupd la hernla traumatismos en las poblaciones
coincidentes de L3-L4, alcanza- discal trashumantes, cual ocurría en al-
gunas de las culturas primitivas
que han llegado a nuestros días,
obligaban a abandonar al lesiona-
do. En cambio, en los grupos mas
sedentarios, que permanecían un
tiempo prolongado en un habitat
limitado, se podía tratar mejor al
traumatizado.
Como antes dijimos, la mayor par-

k;:
te de las lesiones traumaticas cu-
radas en la prehistoria suelen pre- a
Ti$

sentar defectos de alineación,


acortamientos y limitaciones arti- +y
,IC)
,,

culares. Aunque algunos autores ;2


les atribuyen importantes conoci-
mientos terapéuticos en esta pa-
tologia, los hallazgos no parecen
confirmarlo, dando la impresión
de que la terapéutica se limitaba
al reposo y a la inmovilización de
las extremidades mediante venda-
jes de tejidos, piel o entablillados.
En el Código de Hamurabi (2250
a. C.) se comenta lo que debe per-
cibir un "flsico" que cura un hue-
so roto, pero no hay textos que
expliquen la técnica que emplea-
ban. Resulta más explícito el pa-
piro egipcio de Edwin Smith
(1600 a. C.) encontrado en Luxor
en 1872, en el que se explica la
reducción de las fracturas de la

Fdmur de dpoca medleval. (Santa Perpetua de


Ga9, con fractura de su tercio medio consolidada
con acortamiento de 7 cm
clavícula y del húmero y su inmo- conociesen en Occidente hasta el
vilización con tablillas y tela en- siglo XVIII, en que el Dr. Mathew
colada, tratamiento confirmado Guthrie (1794) presenció en Per-
por el hallazgo de una momia que sia el tratamiento de una fractura
conservaba la inmovilización de con un vendaje enyesado. Aunque
su extremidad inferior por ese sis- Guthrie difundió esta noticia en
tema. Se trata de un tratamiento Inglaterra y otros lugares de Eu-
moderno que posteriormente cayó ropa, el metodo sólo fructificó en
en desuso. Holanda y en Berlín, siendo en es-
ta ciudad en donde se empleó el
Las bases del tratamiento correc- metodo sistemáticamente desde
to de las fracturas hay que bus- 1828. Tras la Guerra Europea
carlo en Hipócrates de Cos (460- (1914-1918),el metodo fue acep-
375 a.c.) y su escuela, quienes tado por todo el mundo occiden-
fijaron los principios fundamenta- tal.
les del tratamiento, que, en su
esencia, aún perduran, y que son: Sorprende, que el metodo hipo-
reducción de la fractura e inmovi- crático no se emplease de forma
lización de los fragmentos en la sistemática durante la Edad Me-
posición de la reducción. Los me- dia, a juzgar por las numerosas
todos de reducción fueron varia- fracturas, sobre todo de las extre-
dos y complejos y la inmoviliza- midades inferiores, curadas con
ción se realizaba con ferulas de acortamiento. Tal vez las técnicas
madera y vendajes. hipocráticas sólo se practicaron
en las poblaciones importantes
Parece ser que las primeras noti- con centros hospitalarios, mien-
cias sobre el yeso se remontan al tras que en el medio rural segui-
siglo XI, según el tratado escrito rían tratándolas practicones con
por el medico árabe Rhazes (850- escasos conocimientos. En algu-
923), que describe la tecnica em- nos casos la deficiente curación
pleada por el cirujano Althuris- podía ser por incuria, sobre todo
cus. Como en aquellos períodos la en los casos de reos condenados a
cirugía se consideraba una espe- prisión.
cialidad inferior y la realizaban
practicones, no hay textos escri-
tos, pues estas enseñanzas se
transmitían por tradición oral. Es-
ta es la causa de que estos meto-
dos practicados en Oriente, no se
CAPITULO VIII
PATOLOGIA
OSTEOARTICULAR

"Seha dicho que los hombres fósiles tenjan una sana y robusta cons-
titución. Afirmación sin fundamento, si se considera la osteoartritis
crónica como una diátesis, pues el hombre fósil es un artrítico y no
hay una raza paleolítica que no haya pagado su tributo al Reumatis-
mo"
Leon Pales (1930)

8 . .",L.J7
;.al*-$.
...'
.
. .-rr,!,xyt
t..' * .- 8" ,
6 9.~: '
... -
%t..'
' , -'
.
.
< .. , -,
,... I .
.
..
,*,X
,, >'.".",
..-'
. ';:; :y>.,.y ,,:A< <>
'
' . .
.
.
'
.
,
'.>.> .',F

,t..' . , : a, . . . . ;: . ... - .., , :,\, t - . . .


' .>... . .
,. .:$:, , C .
XG,'.. 1
;,*-, . .
<

.. , .' ..,
. . . .
.
.;.-.?,&*,$.
,

. '
' ' '
. .
. I
COMENTARIO PREVIO AFECCIONES
REUMATICAS 11) DE CAUSA CONOCIDA:
Para su estudio hemos agrupado
en este capítulo aquellas afeccio-
nes patológicas, que corriente- 1) Metabólicas:
mente se incluyen dentro de las El "Diccionari enciclopedic de la
denominadas "enfermedades reu- medicina" (1990) define así el A) hiperuricemicas o gotosas.
máticas", excluyendo algunas de reumatismo: "Nombre generico B) de la diabetes.
etiología conocida que hemos es- con que se conocen diversas en-
tudiado o estudiaremos en otros fermedades de etiología muy va- 2) Infecciosas.
apartados e incluyendo algunas riada, a menudo incierta, que tie-
que en propiedad no se conside- nen como características comu-
ran reumáticas, pero forman par- nes el dolor y la impotencia
te de la patologia osteoarticular. funcional de algunas partes del 4) Congénitas o hereditarias:
Si hemos adoptado este criterio, aparato locomotor (huesos, mús-
se debe a que estas patologías culos y articulaciones), como re- A) hemofílicas;
abarcan gran cantidad de enfer- sultado de la afectación de las es- B) mucopolisacaridosis y
medades, aunque en paleopatolo- tructuras conectivas". otras.
gía de muchas de ellas no tene-
mos constancia, ya sea porque no Las "enfermedades reumáticas y
se han descubierto casos o por- afines", según Poa1(1974),consti-
que su diagnóstico es muy difícil. tuyen una de las lacras más fre- 6) Neuropdticas.
cuentes en la sociedad actual.
Debemos destacar, que en bastan- Las artritis infecciosas ya fueron
tes procesos, sobre todo en las Para nuestra exposición hemos estudiadas en el capítulo V y las
autenticas enfermedades reumátl- adoptado la siguiente clasifica- de origen metabólico las hemos
cas, no hay siempre una unidad ción: incluido en el capitulo IX.
de criterio y el diagnóstico es mu-
cho más difícil al tener que pres- 1) DE ETIOLOG~ADESCONOCIDA:
cindir de los estudios anatomopa-
tológicos en los tejidos frescos. 1) Sindromes de artritis reuma-
En nuestra exposición, procurare- toide:
mos seguir un criterio etiológico,
aunque en muchos casos nuestros A) artritis reumatoide;
diagnósticos serán de presunción. B) espondiloartritis anquilopo-
yetica;
C) enfermedad de Still;
D) reumatismo psoriásico y
otros.
R
'

ARTROPATÍAS DE CAUSA
DESCONOCIDA

ARTRITIS
Artritis reumatoide

Se trata de una afección cuyo


diagnbstico es factible con bas-
tante exactitud, pese a lo cual el
número de casos publicados es
escaso. Nosotros tuvimos la opor-
tunidad de estudiar esta afección
en un individuo de epoca tardo-
rromana (siglos 111-V), exhumado
de la tumba núm. 61 del "Parc de
la Ciutat" en Tarragona. Se trata-
, m-. -
ba de una mujer de-unos 25 años,
que presentaba las siguientes le-
siones: artritis temporomaxilar;
anquilosis de ambos codos en fle-
xibn semipronación sin inclusión ,
de los radios, demostrando la ra-
diografia que la fusión era total;
importante coxartria bilateral; an-
quilosis de la rodilla derecha en

Signo8 de artritis en la cavidad glenoldea del tem-


poral (ai2iltls temporomaxllar), en una mujer loven
exhumada con el n6m. 61, en el 'Pan: de la Clutat"
(Tmagma). afecta de una amitls reumatolde. (SI-
@as111-V) (1)
Anquflosta de ambo8 codoe con fusl6n &m,del ln-
dlviduo núm. 61 del 'Parc de la Clutat" (2)
RadlografIa de las anqullosls de las codos de la fl-
gura precedente (3)
Lesiones aFtritlcas a nlvel de la cabeza lemoral
(Pan:de la Clutat. núm. 61) (4)
3 4
extensión y osificación con fusión del cuarto dedo de la mano dere- Procedente del Codolar de Binia-
de los meniscos en la tibia iz- cha por probable atrapamiento tram (Menorca), de epoca incier-
quierda; ausencia de afectación del nervio cubital a nivel de la co- ta, se conserva un fragmento de
de la columna vertebral; gran del- rredera epitrocleolecraneana. La tarsometacarpo de una mano de-
gadez de todos los huesos de las mayor parte de los huesos de las recha probablemente femenina,
extremidades; típica garra cubital manos y de los pies se habían que constituye un bloque anquilo-
perdido. Todos estos datos, coinci- sado con fusión ósea, que podría
den plenamente con las descrip- corresponder tambien a una artri-
ciones clásicas de la enfermedad tis reumatoide, aunque son posi-
que dieron Beauvais en 1800 y bles otras etiologías.
Charcot en 1853.
Entre las artritis reumatoides,
Cuarto dedo con gama cubltal (Parc de la Ciutat, probablemente el caso mas anti-
niirn. 61)
guo conocido sea uno descrito por
Bloque carpometacarplano por probable anritls Ruffer,en un individuo de la 111 di-
reumatolde (Codolar de Binlatram. Menorca)
nastía egipcia (2.700 a. de J.C.).
Radlografla de la lesión de la lhrnina precedente
Espondiloartritis
anquilopoyética
De esta afección, tambien conoci-
da como "enfermedad de Bechte-
rew", pues fue descrita por este
neurólogo ruso en 1893, se han
publicado numerosos casos en la
literatura paleopatológica mun-
dial y nosotros hemos tenido la
oportunidad de detectar algunos
de ellos. La tipicidad de sus lesio-
nes facilitan el diagnóstico, dado
su franco predominio en la colum-
na vertebral, cuyas anquilosis se
fraguan a expensas de los liga-
mentos, mientras que los discos
intervertebrales permanecen in-
demnes, lo que da a la columna
un aspecto radiográfico que re-
cuerda la "caña de bambú". Las
costillas, tambien suelen unirse
pronto a la columna siendo pre-
coz la anquilosis de la articula-
ción sacroilíaca, aunque poste-
riormente las anquilosis pueden
afectar a cualquier otra articula-
ción.
Todos nuestros casos correspon-
den a epoca medieval, procedien-
do los dos primeros que describi-
mos, de la necrópolis situada en
el subsuelo del "Reial Monestir de
Santa Maria" en Ripoll (siglo IX),
siendo el mAs típico el procedente
del Castillo de Calafell (Baix Pe-
nedes).

Columna cervlcal unlda a la escama occlpltal y al


lnlclo de la columna dorsal con algunas costillas sl-
ncmtosadas. Espondllmtls anqullopoy4tlca tlpl-
ca, en un lndivlduo de dpoca medieval (CasteU de
CalafeU, Baix Penedes)
Detalle de la regidn occlplto-atloldea, que pone en
evldencla la anqullosls cehlocervlcal, en el caso
precedente
No tenemos constancia de casos
publicados de la enfermedad de
Still ni de reumatismo psoriásico.
ARTROSIS
-m - La artrosis, probablemente es la
patología más abundante en
paleopatología y se detecta en ca-
si todos los períodos, incluso entre
los reptiles de la Era Secundaria,
lo que justifica la opinión de Bau-
douin quien dijo que era: "la en-
fermedad más vieja del mundo".
En las artrosis predominan los
procesos degenerativos sobre los
inflamatorios, acentuándose las
lesiones por diversos factores: mi-
crotraumatismos, sobrecarga arti-
cular, etc. Puede afirmarse, de
que a partir de los cuarenta años
de edad, en mayor o menor grado,
casi todos los individuos tienen
artrosis.

I
1
Radlografla de la espondlloartrltls de Bechterew
de la figura precedente, en la que puede apI'e~lam
la Imagen en 'cafía de bambb"
ESQUEMA DE LAS LESIONES ARTR~SICAS. E*
quema redibulado tomado de Sager: (a y b. hueso
normal: c. osteofltosls; c. osteoporosls; d, eburnea-
clbn) 6-0. normal, 6-1. osteolltosls Intermitente:
6-2, osteolltosls continua y osteoporosls; 6-3.le-
1 siones precedentes ininisiPicadas a las que puede
afíadirse eburneaclbn. Secciony de cuerpos verte-
brales: A. normal: B. osteoporosls: C, osteoporosis
que aflora a las caras; D.cavidades nerrdticas (N).
Bloque vertebral visto de perfil: u, m s l s peque-
fías artlculaclones; M. anqullosls pequefías artlcu-
laclones: o, osteoflto en "pico de loro": o', osteoflto
1 marginal: s. slndesmofito: e, exostosls
Moodie describió el caso más an-
tiguo en un mosasaurio, reptil del
Cretáceo de Kansas. Tambien se
ha descrito en un camelido de Ne-
braska, en un caballo triungulado,
en bóvidos (Bos prtmigenius), bi-
sonte americano, reno, Smilodon
californicus o pantera de dientes
de sable, Umus spelaeus (oso de
las cavernas), etc.
La artrosis está presente entre los
neandertalenses de la Chapelle-
aux-Saints (Francia), Krapina (Yu-
goslavia) y Broken-Hill (Zambia).
Entre los cromañoides* se ha evi-
denciado en Cromañon, Solutre,
Obercanel y Chancelade.
En períodos más recientes, los ca-
sos son mucho más abundantes
en especial a partir del Neolítico,
probablemente por adquirir el
hombre nuevos hábitos, vida más
sedentaria y la práctica de deter-
minadas profesiones desconoci-
das con anterioridad. Esta misma
explicación resulta válida para

los animales domésticos. Segura- La artrosis tiene predilección por


Bloque lumbar con anquilosis de Ollte (Teruel) (1) mente otro factor importante se- la columna vertebral (espondiloar-
Desgaste de la cara superior del cuerpo vertebral
ría la mayor longevidad alcanza- trosis), en especial en sus secto-
de L1 con cavitación necrótica, en el indhiduo de da por el hombre, pues por deba- res cervical bajo y lumbar, puntos
la figura precedente (2) jo de los treinta años los casos de de mayor motilidad y sobrecarga
Corona osteofítlca en la vertebra D-11, lndlviduo artrosis son raros, mientras que en la especie humana a causa de
núm. 198 de Sant Vicenq de Torellb (3) la enfermedad es corriente en los su posición erecta. Junto al des-
Exostosls a nivel de D-12 en el Individuo de la figu- adultos que han sobrepasado los gaste óseo, son características en
ra precedente (4) cincuenta. estos casos las reacciones exostó-
3icas que originan los osteofitos, ce cuatro grados, valorando el carse la localización de las exos-
que a veces se denominan "picos grado de osteoporosis, los osteofi- tosis, osteofitos y sindesmofitos.
je loro", siendo frecuentes las an- tos marginales y la esclerosis. Al Como ejemplo de lo expuesto pre-
quilosis de dos o más vertebras, valorar las lesiones, con indepen- sentamos unos casos personales
?n especial en la columna dorsal dencia de su etiología, debe indi- de epoca medieval.
media. Para valorar el grado de
?Stas lesiones. Stewart ha hecho
- - - - - - - - - ~ - *- - - - - - ~ - - -

una escala un tanto arbitraria


que va de O a 4:
Grado O: No hay "labio".
Grado 1: Ligero labio en los bor-
des superior e inferior.
Grado 2: Mayor pronunciamiento
de ambos márgenes. VQrtebralumbar con Intensas alteraciones art&I-
cas, corona osteofltica, gran e x ~ l MmUpt?-
s
Grado 3: Grandes "viseras". dor y alteraciones en las pequeflas articulaciones.
Grado 4: Anquilosis de 2 6 más ~ Cueva de "Les Encantades" de Toloriu (Ait Urgell).
Perlodo eneolltlco
vesebras.
Más útil nos parecen los diagra-
mas de Sager (1969),que estable- 1 Espondiloartrosls en el Individuo n6m. XXII de la
n&poUs medieval de "Santa Maria de Ripoll"
Radiografía de la figura precedente
En las extremidades superiores
son frecuentes las alteraciones ar-
trosicas, a nivel del hombro, del
codo, de la muñeca y de la mano.
La osteoartritis de la cadera no se
ha descrito en los animales, pero
sí está presente entre los nean-
dertalenses, pues fue demostrada Bloque donial con exosmis y anquliosls en el Indi-
vlduo nam. 154 (28) de Sant Vicenc de Torell6
en el hombre de la Chapelle-aux- (Wna)
Saints (Francia) y posteriormente
en numerosos yacimientos. Por Intensa arR~16isdel hombro derecho en el individuo
6-FA-86de La Galera (Granada)
nuestra parte hemos objetivado
varios casos, tanto a nivel de la Lmlones ostmamltlcas en las falanges dlatales de
cadera como en otras articulacio- Individuos exhumados en la 'Cova #En Calvet"
(Glrona)(Eneolltico)
nes de las extremidades, sobre to-
do pertenecientes a epoca medie- Artrogls del codo en el individuo nám. 13 de S'Illot
val, en la región isquiopubiana ro- des P o m
dilla y pie. El caso más antiguo Intensas alteraclones ertidslcas en el Individuo
estudiado es del Mesolítico, exhu- nám. 52, exhumado en la necNjpoIls palmaria
mado en "El Collado" (Oliva, Va- de 'La Olmeda", en PedFosa de la Vega (Palencia)
lencia). Epülsls superior del femur del individuo de la flgu-
ra precedente, que muestra la tlpica Imagen en
Un problema interesante es plan- 'tope de vagón"
teado por la artritis temporoma- Radiografía del femur de la flgura precedente, en
xilar, afección de la que Pales la que se observan almactones est~cturale8y ca-
(1930) ya mencionó numerosos vidades neQdtlcas
, A,' .

Coxa1 del indivlduo de la figura precedente, que


muestra el desgaste del acetabulo y la reaccldn
exostosante a nivel de la cela cotiloidea (1)
Intensa alteración artrósica en la cabeza femoral
del Individuo nlim. 111 de Wamba (Valladolld)(2)
Lesiones exostosantes en ambos orlflcios obtura-
dores, en un lndlvlduo procedente de Sant Marqal
de Terrassola (Alt PenedBs) (3)
Eplfisis dista1 del femur izquierdo del individuo
nbm. 37 de Wamba (Valladolid), que muestra un
gran desgaste. con estrlacibn y eburneacibn (1)
Meseta tlblal que muestra una reaccibn exostosan-
te en todo su contorno y un gran desgaste con puli-
mento de su cavidad glenoidea Interna (Linares)(2)
Coxal del hdlviduo núm. O de Wamba, que muestra
gran desgaste del acetábulo, con gran reaccibn exos-
tosante a nivel de la ceja cotlioidea, que ha converti-
do la m t a d u r a isquiopubiana en un orinclo (3)
en el hombre actual, a partir de
los 40 ailos, el desgaste es eviden-
te sin que por ello se pueda ha-
blar de artritis, perforándose en
ocasiones la pared ósea inferior
del conducto auditivo externo, o
sea, que como quiera que siempre
el desgaste es lento, resulta difícil
interpretar cuando se trata de
desgaste fisiolbgico o patológico.
Según Bauer (1932) y Blackwood
(1963), en las artritis las superfi-
cies articulares aparecerían poro-
sas y rugosas, pero estas altera-
ciones no son patognomónicas.
En pocos casos se observan os-
teofitos o eburneización, siendo
más frecuentes los fenómenos de
reabsorción que los regenerativos.
La anquilosis es excepcional y,
cuando está presente, es difícil
definirse acerca de su etiologla.
Un caso de anquilosis pertene-
ciente al MesolItico fue detectada
en el yacimiento de Afalou-Bou-
~hoummel(Argelia). Según Ale-
xandersen la evidencia de osteo-

casos. HOY en día, la se Osteoartritis con anquilosis de los huesos de la se-


ha hecho muy amplia, pero hay gunda hliera del tarso, en un lndivlduo procedente
de la necrdpolls talaydtica de S'Illot des Porros
que tener en cuenta que el diag- ~,allo~a~

11 nóstico no es sencillo, como bien


destaca Alexandersen que se ha
preocupado por este La
Eplfisls dista1 del fdmur derecho del individuo
nám. 13 de EI d,o (Oiiva, Vaiencia). con gran
nacclbn exoetbslca en su c6ndilo externo. ( ~ e k l l -
tico)
literatura. relativamente escasa,
- -

11 está dispersa, y en general el des-


eaStede los cóndiloS se atribuye a
artritis, cuando la realidad es que
Emslbn pullmeníada de la cara posterior externa
de una rdtula perteneciente a un indlvlduo exhu-
mado en la n e c r d ~ l i smedieval de mía Euialia
de Riuprimer (0sGa)
artritis temporomaxilar está pre- ARTRITIS DE CAUSA Personalmente hemos tenido la
sente en: CONOCIDA oportunidad de estudiar un indivi-
duo exhumado en Rocabruna (Ca-
Neandertalenses: pítulo XIII), que presenta su ex-
tremidad superior derecha de as-
Krapina J Como indicamos al comienzo de pecto normal, mientras que la
La Chapelle-aux-Saints este capítulo, las artritis metabó- izquierda es intensamente atrófi-
La Quina licas serán estudiadas en el Capí- ca. A nuestro entender podría tra-
La Ferrarie (un individuo) tulo IX y las de causa infecciosa tarse de un proceso de etiología
Sküll V y VI1 se incluyeron en el Capítulo V. No neurológica, tal vez un estira-
tenemos constancia de artritis de miento del plexo braquial o inclu-
Epipaleolftico: causa alergica, hemofílicas y neu- so con menor probabilidad, una
ropáticas, que consideramos de encefalopatía connatal.
Taforalt (Dastugue) muy difícil diagndstico. Ante bru-
tales lesiones degenerativas, ge-
Muy numerosos son los casos en neralmente asimetricas, en algún
Europa durante el Neolftico, la caso se podría intuir una artropa- Femur derecho del individuo exhumado en la "Fa-
Edad de los metales y el Medievo; tía siringomielica, aunque su brica Agustl" de Baiíolas. (Neoiítico)
fuera de Europa, en Nubia, Jericó diagnóstico debería aceptarse con Articulacl6n coxofemoral del individuo de la figura
y entre los amerindios. muchas reservas. precedente
1 ARTRITIS
POSTRAUMATICAS
Los traumatismos, sobre todo a
nivel de las extremidades cuando
su reparación es deficiente, suele
comportar una disarmonía articu-
lar que da origen a una artritis
postraumhtica. Los casos secun-
darios a estas patologías son muy
numerosos y están presentes en
todos los tratados de paleopatolo-
gia. Por su antigüedad y la tipici-
dad de sus lesiones, mostramos la
coxartría derecha del individuo de
epoca neolítica exhumado en la
"Fabrica Agustí" de Bañolas. La-
mentablemente, como en otros
muchos casos, no disponemos de
la totalidad del esqueleto, pero,
valorando la normalidad de su fe-
mur izquierdo, suponemos que
probablemente alguna lesión
traumática, desestabilizó su ex-
tremidad derecha dando origen a
su brutal coxartría.

Radiografla de la articulacidn coxofemoral de la fi-


gura precedente
RESUMEN HISTÓRICO DE PATOLOGÍAS AFINES
LAS "ARTRITIS" EN POCOFRECUENTES
GENERAL
LUXACION CONGÉNITA DE
Según Moodie (1923),habrían padecido artritis:
LA CADERA
Mccurdy (1923) reportó un caso
Mosasauro (reptil de la Era Secundaria) ............- 110.000.000 años. con cóndilo en "tope de vagón" que
Primeros ungulados del Eoceno .......................... .-50.000.000 años. sería secundario a una luxación
Un cocodrilo egipcio del Mioceno .........................- 15.000.000 años. congenita de la cadera. Distintos
Un camelido del Plioceno .......................................- 1.800.000 años. autores han presentado casos simi-
Un gato del Pleistoceno ........................................ -750.000 años. lares de variados periodos. Particu-
-
Los Umus speiaeus ...................................................-40000 anos. lar interés tiene el caso publicado
Neandertalenses (Paleolfticomedio): por Arnaud: una osteoartritis en
Chapelle-aux-Saints(Francia); una mujer precretense de unos 20-
Krapina (Servia); 25 años de edad que aparte su lu-
Sküll V y VI1 (Israel); xación bilateral de cadera, estaba
Broken-Hill (Zambia). afecta de una probable talasemia.
Cromaiioides (Paleolítico superior): Esta afección, según este autor,
Cro-Magnon (Francia); afecta en la actualidad al 3% de
Solutre (Francia); los franceses, mientras que parece
Chancellade (Francia); ser rara en Estados Unidos y en los
Obercasel (Alemania). paises nórdicos.
Horno sapiens sapiens:
Momia egipcia de la 111dinastía .............................-2.700 a.c. Procedente de la necrópolis de
Wamba nosotros tuvimos la opor-
tunidad de examinar un coxal,
con la típica huella supracotiloi-
dea excavada por la cabeza femo-
ral, secundaria a una luxación.

OSTEITIS FIBROSA
(ENFERMEDAD DE
ALBRIGHT)
Se trata de una enfermedad que
afecta a numerosos huesos del
cuerpo, que se caracteriza por la CIFOESCOLIOSIS
reabsorción del hueso que es IDIOPATICAS
reemplazado por tejido conectivo
fibroso, al que se asocia la forma- Se conocen casos de cifoescolio-
ción de quistes. Suele aparecer sis, en algunos casos la forma ju-
despues de los 40 años y nunca venil que han sido descritos por
antes de la pubertad. diversos autores. Nosotros publi-
camos un caso de epoca medieval
Stearns estudiando el esqueleto (Campillo, 1985), procedente de
de un amerindio de unos 35 años Sant Pere de Ribes (El Garraf), en
de edad, exhumado en Lewins- que la gran angulación de la base
town (Illinois) en el verano de del sacro, permitía deducir la
1930, con una antigüedad de gran inclinación del sector lumbar
1.O00 años, llegó a este diagnósti- de la columna vertebral a causa
co, pues las características arriba de una escoliosis.
mencionadas, se daban en el he-
micuerpo izquierdo: la pierna algo
rotada, coxa vara, numerosas ca-
vitaciones intraóseas y cortical
muy adelgazada.
ORTEOGÉNESIS
IMPERFECTA
Afección de origen cromosómico
en que los huesos se caracterizan
por una gran fragilidad, con la
aparición de numerosísimas frac-
turas espontáneas que dan lugar
a deformación y acortamiento de
las extremidades. Según Stein-
bock se conocerían dos casos in-
fantiles: un niño de la XXI dinas-
tía egipcia y otro de un cernente-
rio sajón (650-850d.C).
"El crecimiento y el metabolismo esquel6tico están bajo el control y
la influencia de numerosas hormonas. ... La actividad de estas hormo-
nas puede ser alterada por defectos en la producción, en la actividad
bioquímica o en los receptores perifericos, determinando así numero-
sas patologías óseas"
Luigi Capasso (1985)
En este capítulo abordaremos En 1925 Cooley y Lee en Detroit
una serie de afecciones que guar- descubrieron cinco casos de ane-
dan relación con las alteraciones mia en niños de origen italiano y
metabólicas, sin que pretendamos griego. Rieti (1925),Creppi (1928)
un estudio exhaustivo del tema, li- Resumen hist6rico y Michell (1929) describieron la
mitándonos a comentar los casos, hemolisis que junto con el descu-
que nosotros u otros autores he- Las osteoporosis hiperostósicas y brimiento de Cooley denominaron
mos podido constatar y conside- la Cribra orbitalia son las dos al- Talasanemia, que Combi, contra-
rado que pueden atribuirse a es- teraciones óseas, que la mayoría yendo el nombre, transformó en
tas patologías. de los autores relacionan con las Talasemia, cuyo significado es:
anemias, aunque no puede pen- "agua de mar en la sangre".
sarse que esta sea su única causa
como luego comentaremos. Williams en 1929 fue el primero
en sospechar la relación entre las
Parece evidente que la primera osteoporosis y las anemias y pos-
osteoporosis de este tipo conoci- teriormente, en 1949 Haldane a
da fue la cribra orbitalia, nombre causa de las observaciones epide-
dado por Welcker en 1885, posi- miológicas detectadas por Beet
blemente influenciado por las (1946) en Rodesia, sugirió la co-
ideas de Virchow que consideraba rrelación que puede existir entre
la existencia de "razas patológi- las talasemias y el paludismo o
cas" y de "razas degeneradas", malaria.
aceptando la cribra orbitalia co-
mo una anomalía hereditaria. Hoy en día, este tipo de lesiones
Adachi en 1904 y Wood-Jones en se encuentra difundido por todo
1907 publicaron casos antiguos, el orbe, pero parece ser que en
siendo sin embargo Hrdlicka en los tiempos antiguos, en el Viejo
1914 quien describió de forma de- Mundo, eran m5is frecuentes en la
tallada la cribra orbitalia y la os- cuenca del Mediterráneo, por lo
teoporosis simetrica del cráneo. que tambien se denomina "ane-
mia mediterránea". Se tiene cons-
Hooton puso en evidencia que dos tancia de estas osteoporosis a
tercios de los niños del Yucatán partir del Neolitico, periodo en
tenían osteoporosis y Pales que posiblemente hicieron su apa-
(1930) describió dos casos neolíti- rición. Nosotros hemos podido
cos procedentes de los dólmenes constatar su presencia a partir de
de Bouyasac y de Lozere, aunque ese momento, en todos los perío-
se trata de lesiones un tanto du- dos.
dosas.
r -.
-.
Características de las lesiones i I I

La Cribra orbitalia fue clasificada


por Knip en 1971, según su mor-
fología y su extensión, dividiéndo-
la en cuatro grupos:
Tipo a: osteoporosis del hueso
cortical, caracterizado por peque-
fios orificios finos, aislados y dis-
persos;
1
Tipo b: formado por conglomera
dos de orificios de mayor diáme-
tro, netamente separados entre
sí;

Esquema de los distintos tlpos de cribra orbitalia


segdn la claslficaci6n de Knip
Crlbra orbitelia tlpo "a"de Knip en el Individuo
ndm. 123 de Sant Vicenc de Malla (Osona).(Medie-
val)
Crlbra orbltelia tlpo 'b" de Knlp en el individuo
I
ndm. 70 de Wamba (Valladolid)
dominar en el hueso frontal y en
la porción anterior de ambos pa-
rietales, su aspecto, corriente-
mente, es granular o microaero-
lar, dando lugar a una imagen ra-
diográfica espiculosa en "cepillo"
muy característica. Alteraciones
similares se pueden encontrar en
otros huesos, generalmente pla-
nos, como, cuerpos vertebrales,
costillas y pelvis.

Cribra orbltalla tlpo 'c" de Knlp en el lndlvlduo


núm. 286 de Wamba
Crlbra orbltalla tlpo "d"de Knlp en un lndlvlduo de
Son Oms (Mallorca). (Cultura talaybtlca)

Tipo c: constituido por surcos


irregulares entre los que se ins-
tauran pequeñas trabeculas hipe-
rostósicas;
Tipo d: forma ocluida con el hue-
so insuflado a causa de una hipe-
rostosis diploíca, con pequeños
surcos y depresiones exteriores.
Las lesiones suelen predominar
en el tercio anterior del techo de
la órbita.
En las osteoporosis hiperostósi-
Gas, a nivel del cráneo, el diploe
está engrosado a expensas de la
tabla externa que está muy adel-
gazada. Esta alteración suele pre-
Problemstica entre la cribra
orbitalia y la osteoporosis
hiperostdsica
La osteoporosis hiperostósica fue
relacionada con las anemias por
los medicos, gracias a sus hallaz-
gos radiograficos y necropsicos,
pero en cambio la cribra orbitalia
era desconocida por el cuerpo fa-
cultativo, debido a su casi imposi-
ble detección radiográfica, por lasemia maligna. Parece ser, que
problemas tecnicos y el respeto a las que destacamos: 1) avitamino- desde la aparición de la muta-
las órbitas en las necropsias, sis C, del grupo B y A; 2) procesos ción, las frecuencias del gen au-
siendo los antropólogos y los pa- tóxicos; 3) inflamaciones inespecí- mentarían de generación en gene-
leopat6logos quienes la describie- ficas; 4) helmintiasis; 5) amebia- ración hasta fijarse en torno a un
ron, adscribiendola a las osteopa- sis; 6) tripanosomiasis; 7) lehis- valor de equilibrio que depende
tias anémicas, por la semejanza maniosis; 8) lepra; 9) algunas del grado de paludismo presente.
de sus lesiones orbitarias con las hipoproteinemias; 10) hiposidere- Cuando la presión selectiva de la
de la convexidad del exocráneo. mia; 11) fabismo; 12) anemia fal- malaria desaparece, las frecuen-
El problema parece haber queda- ciforme. cias disminuyen muy lentamente,
do zanjado despues de los estu- tendiendo a la eliminación del
dios realizados por P. Stuart Ma- Las talasemias y el paludismo gen. La correlación entre B-tala-
cadam, entre 1985 y 1989, quien semia no tiene lugar con todos los
ha confirmado, mediante meticu- Las observaciones epidemiológi- tipos de malaria, sino tan sólo
losos examenes de los techos cas de Beet y Haldane, hicieron respecto a la terciana maligna
orbitarios con tomografía compu- sospechar que las anemias here- (Plasmodium falciparum) que ac-
tarizada, la presencia de esta al- ditarias dependían del camino se- tualmente ha podido demostrarse
teración en niños afectos de ane- guido por las infecciones palúdi- por genetica, estableciendose las
mia. cas y que comportarían una pro- bases bioquímicas de protección.
tección particular contra esta
Otras etiologías posibles de las infección, razón por la cual este
osteopatlas poróticas "gen nefasto" no habría sido eli-
minado por selección natural, por
Aunque la mayor incidencia de es- la protección que habría prestado Osteoporosls hlperostdsica en un hueso hntal In-
hntll de Son Real (MaUorca).(Cultura talayótlca)
tas alteraciones parece estar rela- a los individuos heterocigóticos
cionada con las B-talasemias, respecto a la malaria, que com- Radiografía lateral del cr&neoen un individuo de
Sant Marcal de Terrassola (Balx Penedes) que
otras etiologías han sido defendi- pensarían las defunciones de los muestra la tfptca imagen en "ceplUo",de las osteo-
das por diversos autores, entre homocigóticos que padecen la ta- porosis hlpemt6sicas
Historia del plasmodium miento de la civilización en las ri- a partir del siglo XVI, a causa del
beras de los valles del Nilo en trasiego de esclavos.
Según Bruce-Chwatt (1965), pare- Egipto, Tigris y Eufrates en Meso-
ce evidente que el origen de la potamia, Indo en la India, ríos del Hipdtesis paleopatoldgicas
malaria es África, con un peque- sudeste de China y en las cuencas actuales
ño foco en el Paleolítico y últimas fluviales del mediterráneo. Su pa-
fases en el Mesolítico, seguido de so hacia el Nuevo Mundo ocurriría En la actualidad la hipótesis más
un proceso de dispersión con la aceptada es la que correlaciona
revolución agrícola en el Neolíti- Probable diiuslbn del paludismo a partir del neoll- la B-talasemia con el paludismo,
co, coincidiendo con el asenta- tico desde el hrlca ecuatorial aceptándose que su origen fue en
el Africa tropical, siguiendo el
curso del río Nilo hasta su desem-
bocadura, de donde pasaría en el
Neolltico al "fertil creciente"', al-
canzando así Mesopotamia y Gre-
cia y de ésta proseguiría por la
cuenca mediterránea a través de 3
las zonas pantanosas, sobre todo 3
de los grandes rlos, como los del-
tas del Poo, del Ródano y la costa
mediterránea de la península Ibe- R.
rica.
Actualmente a la vista de los es-
tudios moleculares se sabe que de i2
las 63 variantes geneticas descri- e
tas hasta ahora de las B-talase-
mias, 20 se encuentran en el Me-
diterráneo, aunque con frecuen-
cias muy diferenciadas según las Incidencia paleapato]bglca
zonas geográficas y en cada po-
blación Unas pocas variantes Son E, el Viejo Mundo son innumera.
las responsables de la mayoría de bles 10s casos conocidos y tam-
10s Casos. AS^, en la poblaci6n es- bién son muy frecuentes en el
paflola, una mutación puntual, Nuevo Mundo. Personalmente,
llamada 8-39 representa el 64% nuestra serie se aproxima al cen-
de 10s as os- Esta m~taci6npre- tenar de casos, perteneciendo los
sumiblemente Se originó entre 10s más antiguos al Eneolltico. por 01-
fenicios y se expandió hacia el
oeste, ha& alcanzar Portugal, si-
guiendo sus rutas migratorias en-
tre los siglos XII y XI a. C.
Area de mayor lncldencla del paludlsmo en la
Otra variante*la "IVS-l pos 110", cuenca del medkmheo a partir dei NeoUtico
que tiene una frecuencia del 8,5% Parietal lnhntil con la típlca Imagen alveolar de la
en Espafia, probablemente se ori- o ~ p o m s ,iperostósica,
~s en un individuo exbu-
gin6 en la antig~aGrecia y se ex- mado en la "Coveta Empareth" (Alcol, Aiacant).
(Eneolltlco)
pandió hacia el Este y el Oeste en-
tre 10ssiglos XVIII-VII a.c. Radiografía de la figura precedente
timo queremos resaltar, que la RAQUITISMO L~NEASDE HARRIS
Cribra orbitalia no es exclusiva de
la especie humana, pues también
se han descrito casos en 10s pri- E1 raquitismo seguramente es una En 1933 Harris realizó un estudio
mates no humanos (Nathan, enfermedad reciente, propia de clínico seriado entre niños, en el
1966). las ciudades, que parece haber si- que descubrió unas líneas hori-
do poco frecuente en la prehisto- zontales transversales de conden-
ria. La vida al aire libre favorece- sación ósea, situadas en la diáfa-
dora de la síntesis de la vitamina sis de los huesos largos próximas
D, hacía poco probable la apari- a las metáfisis y que correlacionó
ESCORBUTO ción de esta enfermedad, que so- con una serie de circunstancias.
lamente estaría presente en deter- La localización más frecuente era
minadas circunstancias, como la porción dista1 de la diáfasis ti-
Hemorragias subperiosticas son: inviernos prolongados con bial y después su porción proxi-
probablemente debidas al escor- largas permanencias en el interior
buto, han sido detectadas en el de los habitats, nieblas muy per-
27% de 63 esqueletos adultos de sistentes, países muy septentrio-
antiguos mayas, que hacen supo- nales con escasa insolación, como
ner a Steinbock que el hambre es el caso de los esquimales, que
fuese la causa del colapso de la no suelen padecer el raquitismo
civilización maya. La hemorragia por la gran ingesta en su dieta de
subperiostica es el riesgo más im- hígado de pescado, etc.
portante del escorbuto. Al curar
lashemorragiassereconocenpor Nosotros no hemos tenido la
la calcificación de los hemato- oportunidad de encontrar lesiones
mas, permitiendo su detección en atribuibles al raquitismo, pero
los restos antiguos. En los niños, Schultz (1988) encontró, entre
los hematomas se suelen asociar 129 individuos infantiles de la
a fracturas metafisarias, que no Edad del Bronce exhumados en la
se observan en los adultos. Anatolia central y del oeste, que
el 3,9% padecían raquitismo.

LIneas de H m i s en la tíbia del individuo núm. 74


de Wamba
fase de nutrición normal, el tejido dentales horizontales por hipopla-
mostraría la morfología habitual. sia del esmalte (ver capítulo XI).
Sin embargo, según Harris, nume-
rosas enfermedades infantiles co- Para finalizar, creemos necesario
mo el sarampión, la gripe, laringi- destacar que hoy por hoy no es
tis, varicela, neumonía, etc., la hi- posible diferenciar con plena cer-
ponutrición materna durante la teza a que enfermedad se deben
gestación y la hipoavitaminosis A las líneas o si son secundarias a
(experimental en ratas), provocan hiponutrición, pero representan
la aparición de las líneas. un amplio campo para la investi-
mal, seguida de la distal del fe- gación futura.
mur, la distal del radio y las diáfi- Los estudios paleopatológicos se
sis de los metacarpianos y meta- han centrado en estos últimos
tarsianos. años en las poblaciones antiguas,
sobre todo en las amerindias.
Las líneas distan entre sí, entre 1
y 10 mm, están presentes casi en Cuando la desnutrición es conti-
el 100% de los niños y tienden a nua no aparecen las líneas, mien-
desaparecer a partir de los 10 tras que, cuando los períodos de
anos; así, en los adultos con eda- hiponutrición son estacionales, se
des comprendidas entre los 25 y hacen muy evidentes. Esta sería
50 años, sólo se da en el 24,3% y la causa de su presencia entre los
a partir de esta edad, solamente indios californianos de Early Ho-
en el 11,896; su frecuencia es do- rizon (5000 a 2000 a.) que pasa-
ble en las mujeres. ban hambre durante el invierno y
en la primavera se alimentaban
Parece evidente que la aparición bien durante la migración de los
de estas líneas tiene una relación salmones. Entre las poblaciones
directa con la nutrición, como ha sajonas medievales, ocurriría que
podido determinarse en trabajos las líneas serían más frecuentes
experimentales con ratas. Su for- en las mujeres adolescentes que
mación seria en dos fases: Duran- entre los varones, pues estos ha-
te la hiponutrición aparecerían brían estado mejor nutridos por
las líneas de condensación y en la formar un substrato social más
elevado, el de los futuros guerre-
ros. Según Wells en los casos de
hiponutrición, además de las 1í-
Llneas de Harrls en el lndlvlduo n0m. 90 de la ne-
rr6polls Brabe medleval del Paseo del Triunfo (Gra- neas de Harris, se detectaría la
nada). (slgio MI) constante presencia de estrías
OBESIDAD

La obesidad, da lugar a una so-


brecarga ósea a causa del aumen-
to del peso corporal, originando
alteraciones esqueleticas, sobre
todo a nivel de las articulaciones
como ocurre en las artrosis. En
los niños los huesos se deforman
con mayor facilidad, con incurva-
ción de sus diáfasis y desviacio-
nes en sus extremidades inferio-
res. Un caso atribuible a esta pa-
tología pudimos estudiarlo con T.
Majó (1991), en el esqueleto in-
fantil núm. 353 exhumado en la
necrópolis medieval de Sant Mi-
que1 de Cardona (Bages),que pre-
senta un intenso "genu varus" a
nuestro entender secundario a
una obesidad infantil, síndrome
de "Pickwich" cuya etiología no
hemos podido esclarecer.
La famosa Venus de Willendorf
del período auriñaciense del Pa-
leolltico superior tambien mues-
tra una gran obesidad.

"Genu vanis" en el lndlvlduo infantil nlim. 353, de


epoca medieval. exhumado en Sant Mlquel de Car-
dona (Bages)
Radiografía del lndlvlduo de la figura precedente
Representación de Plckwick, personaje creado por
Charles Dlckens
Venus de WlUendorf
HIPEROSTOSIS FRONTAL suele asociarse a obesidad, hirsu- ADELGAZAMIENTO
INTERNA tismo, virilismo y cefalea. La pa- BIPARIETAL
togenía mas comúnmente acepta-
da, es la disfunción hipofisaria
Esta afección, conocida también climatérica. En paleopatología También se trata de una altera-
con los nombres de síndrome de puede ser diagnosticada con fati- ción que predomina ampliamente
Morgagni, síndrome de Stewart- lidad aunque 10s casos publicados en el sexo femenino y que suele
More1 y craneopatía metabólica no son tan abundantes como ca- presentarse coincidiendo con la
de Moore, es una afección que bría suponer, habiendo detectado menopausia. huesos parieta-
predomina ampliamente en el se- nosotros cuatro casos. les se adelgazan de forma bastan-
xo femenino y suele comenzar en- te simétrica, el grosor del tejido

I
tre los 40 y 60 años, en general, esponjoso diploíco disminuye con-
alrededor del climaterio. Como su siderablemente llegando a desa-
nombre indica, el único signo casi parecer y en algunas ocasiones, el
patognomónico es la hiperostosis, cráneo se perfora. Los casos pu-
con una imagen "de nubes" muy
típica en la radiografía. En clínica
Hiperostosis frontal interna en el individuo de la
*
5-
blicados son muy numerosos y el
diagnóstico diferencial debe ha-
cerse con las lesiones por scalp,
aunque en éstas, suelen verse las
necrdpolis de la "Tabacalera" (Tarragona) (1) incisiones practicadas con el cu-
Radiografía de una hiperostosis frontal interna. chillo antes de arrancar el cuero
(Llnares nlun. 155) (2) cabelludo.
Adelgazamiento biparietal en el individuo niirn.
162 de Wamba (Valladolid)(3)
Radiografía anteroposterlor del individuo de la Pi-
gura precedente (4)
OSTEOPOROSIS sistemático, que comportaría REUMATISMO
unos gastos muy elevados. Stein- HIPERURICÉMICO (GOTA)
bock. comenta que han podido ser
Se caracteriza por una atrofia diagnosticados varios- casos en
ósea secundaria, con adelgaza- ~ g k t yo en Europa, nosotros La acumulación de cristales de
miento de las trabeculas que ade- (Campillo y Viñas, 1980), basán- ácido úrico (tofos), preferente-
más se hacen escasas. En las ra- donos en una pintura rupestre de mente en las articulaciones de los
diografías, el hueso aparece me- Namibia, apuntamos la posibili- dedos, siendo muy típica la afec-
nos denso, especialmente en la dad de que se tratase de altera- tación del primer dedo del pie, es
columna vertebral cuyas verte- ciones osteoporóticas seniles, las una afección demostrada con re-
bras adoptan una morfología bi- anomalías que se observaban en lativa frecuencia, y resulta intere-
c6ncava, como en los peces; con las extremidades inferiores. sante su alta incidencia en la
frecuencia pueden aparecer cavi- Gran Bretaña a partir de la epoca
dades de Schmorl. Es más fre- romana, según Wells, probable-
cuente en las mujeres a partir del mente por la abundante ingestión
climaterio, 49 años (7%); entre de agua carbónica y de guisos co-
los 60 y 64 años afecta al 46% y, cidos con vino durante la Edad
a partir de esta edad, al 78%. Media. Los tofos suelen desapare-
cer, y el diagnóstico ha de hacerse
El diagnóstico de esta afección por exclusión, valorando la mag-
plantea serios problemas diag- nitud y la localización de las lesio-
nósticos, pues a causa de su me- nes. Nosotros consideramos como
nor resistencia, el hueso se un reumatismo hiperuricémico,
destruye con más facilidad y los por la magnitud de sus alteracio-
procesos tafonómicos, pueden ha- nes artríticas, las del esqueleto de
cernos caer en la pseudopatolo- un varón exhumado en Trepucó
gía. Un problema sobreañadido es (Menorca),correspondiente a epo-
de tipo económico, que nos obli- ca romana.
garfa a un examen radiográfico

(Khomas Ochland, Otjompave, Sur de Namibia). De


los cuatro individuos que componen el grupo, tres
son ancianos. Las mayores alteraciones se dan en
las piernas. con dos individuos que las tienen en
"paréntesis" por genu varum y el tercero genu re-
curvatum tlpico. Estas alteraciones seniles por os-
teoporosls son frecuentes y podrían representar a
un grupo de "ancianos de la tribu", tan consulta-
dos entre los piueblos primitivos
Femur del individuo de Trepucó. con grandes exos-
tosis en los bordes condneos (Menorca)
MUCOPOLISACARIDOSIS

Las mucopolisacaridosis en sus


distintas modalidades, por las al-
teraciones esqueleticas que com-
portan, pueden ser detectadas en
los restos antiguos, sin embargo,
casi no hay descripciones de estas
enfermedades en paleopatología.
Nosotros (Campillo y Malgosa,
1989) tuvimos la oportunidad de
estudiar los restos esqueleticos
de un individuo exhumado en
"SYIllot* des Porros" (Alcudia, Ma-
llorca), perteneciente a la cultura
talayótica (siglos V-111, a J.C.) que
presentaba una típica braquimie-
lia, con lesiones artríticas en am-
bas muñecas. No habían otras al-
teraciones esqueleticas en las ex-
tremidades inferiores, ni en la
columna vertebral.

Braquimielia Intensa con "valgus" de los antebra-


zos y slgnos artrltlcos en las muflecas, en un Indlvl-
duo exhumado en "S'Illot des Poms"
Detalle de los signos artrltlcos de las muflecas, del
lndlvlduo de la figura precedente
Nuestro diagndstico lo realizamos
por exclusión, valorando en pri-
mer lugar las principales afeccio-
-
nes causantes de braquimielia:
Acondroplasia; displasia epifisa-
ria múltiple; mucopolisacaridosis
(Hurler, Hunter, Sanfilipo, Mor-
quio-Brailsford, Scheie y Maro-
teaux-Lamy); acrodisostosis de
Singleton; slndrome de la cara fe-
tal; mucolipoidosis. En segundo
lugar procedimos a valorar, las
braquimielias asociadas a otras
alteraciones: con afectación ver-
tebral intensa (Hurler y Morquio-
Brailsford); con disostosis faciales
(Hurles, Hunter, Maroteaux-Lamy
y slndrome de la cara fetal de Ro-
binson); con ensanchamiento me- 1
tafisario (disostosis metafisaria y
acrodisostosis de Singleton). Co-
mo quiera que no podíamos valo-
rar las alteraciones metabólicas
ni las viscerales, tuvimos que ex-
cluir las que afectaban a la co-
lumna vertebral y a la cabeza,
pues en nuestro caso no habían
alteraciones, admitiendo que pro-
bablemente se trataría de una for-
ma oligosintomática, entre las
que nos pareció como más plausi-
ble la "displasia epifisaria múlti-
ple".

Radiografía de las extremidades superiores del In-


dlvlduo de "S'Illotdes Poms"
Coichem. Yaclmlentos próximos al mar en los Jwáelco. Período de la Era Secundaria de unos
GLOSARIO que se encuentran grandes acumulos de conchas
de molusm, que constltuian la base de su ailmen-
taclbn.
150 m.a. de antigüedad.
LPüriemo. Intoxlcaclbn por el hchyrus cima, que
da lugar a una paraplejla esphstlca.
Coproh. Heces endurecidas o petrificadas.
Levaiolslense. Ver Musteriense.
COva. En lengua catalana, cueva.
Mandrü. Mono de la famfUa de los cercopitecos.
AcarlotPe (oálrlpe).Cdlulas sin nbcleo. CFLetplea de CbPrcobLeyden. Cristales de fosfa-
tos org8nlcos. Meaiai. En los dientes. la cara mas próxima a la 11-
Alw h e m l o . Conjunto de objetos que se depo- nea medla.
sltaban junto al difunto, en los que con frecuencia Mstpl. En los dientes, la cara mas alejada de la 11-
se Inclulan alimentos. nea medla. Mesolltlco. Período de transición entre el Paleolltl-
co superior y el NeoUtlco.
AhorCP. Lab.ww8 m,legumbre tóxlca, cau- Eiementos maza. Ollgoelementos que esten pre-
eante del latirlsmo. sentes en la dieta y se depositan en los huesos. M-- vera. Aquella que es secundarla a la
falta de crecimiento cerebral.
EeqneIeto postmPwPI. En antropología fislca, se
denomina as1 a la totalidad del esqueleto excluyen- Mieterlenee. Industria Utlca relacionada con el
Mhblctllo.Artlodactyla, ungulados con un n6- do el cráneo. hombre de Neandertal.
mm par de dedos, comprende los cerdos, hlpopo-
Wos, camelfos y nimlantes. EetFomatoUto. Conluntos de rocas en forma de Mntaci6n. Cambio súbito en el ADN mmosOmlco.
montlculos o columnas f6sIles formados por capas
Adillsdb. del ame. Soldadura del atlas al occl- de colonlas bacterlanas. la mayoría corresoondien- NaWn. Mlneral procedente de la regibn de Ouadl
pltal. tes al Precámbrico. Natroum en Egipto, c o m p u m por cantidades va-
riables de: carbonato s6dIco. bicarbonato sodlco,
Eamquete h e m l o . Comlda que se ofrecía al di- Encarlotae (cbhilPs). Cdlulas con núcleo. clorum W c o , sulfato s6dico y pequetias cantlda-
funto, en la que partlclpaban los miembros de la des de o m s elementos. Se empleaba en los proce-
trlbu. Loa Feetog, con frecuencia se amolaban a la Fértil creclenta. Sudoeste aslhtlco en donde se sos de embalsamlento en el Egipto farabnlco.
tumba o a la hoguera. inlcla el Neolltico de Occidente, territorío que hoy
ocupan Slrla, Irak, Irán, Jordanfa, Israel y El Slnal.
Bmmc. Ben'anco en lengua catalana.
FUogenia. Hlstoria del deaamllo de un tipo orgh- Neoñt-o.Período en el que se Inlcla la agricultura
ümióm. Punto antropomdtrlco que corresponde al nlco o especie, dede la forma más simple que la y la ganaderia. haclendo su apariclbn la cerámica.
centro del borde anterior del orülclo occlpltal. precedlb.
Oíbet. Yacimiento mesolltlco de Baviera con un
B-.l Estado de equlllbrio blológlco en un FitoUtos. Chlculos de slllce que contienen las fl- predominio de Individuos braqulcráneos.
slsteme que afecta a diversos indlvlduos. bras vegetales.
Paiemmwpho. Período en que vive el hombre de
Perlodo carbomífeilo. Ultlmo período de la Era Hlbñdacl6n del ADN. T h l c a consistente en la Neandertal y tlpologías aflnes.
Rlmaiia mn una antigüedad de -340 a -260 mi- comparaclbn global del material genétlco de dos es-
llona) de anos. pecles -no la secuenclaclbn daallada de los nucleb PaieolWco Inferior. Período en que viven los aus-
tidos- para comprobar hasta que punto coinciden. tralopltecos y los Horno emtus.
Cairi. En antropologla (calota), cráneo sin cara y
sin base. Ulot. En lengua catalana, islote. Paieolltlco medio. Periodo en que vive el hombre
de Neandertal.
Cahmla. N a m h n e o (crheo sin cara). Impreeión baeilar. Hundimiento de la base del
cráneo que da lugar a que la apdflsh odontoides Paleslltlco eipedor. Período que se intcia con el
Cadoiae (&Mas).Cdlulas con núcleo. del axis sobrepase la Unee de Chamberlain @ala- hombre de Cromatibn.
dar óseo - borde p t e r i o r del orificio occlpltal).
CPrrdom (pueblos). Como ejemplos citaremos: PPllnol@. Estudlo del polen en los tiempos antl-
Esquimales, Fueguinos, bosquimanos del Kaalaha- Inctlm ceIPUco (KeitL). Comlaclona la anchura kmos.
rl. aleoquúios del Canadh. Shoshones del Gran Ca- craneal con su longitud: 1=anchura mhxlma.
tibn. etc. 1OOnongitud máxima. El cráneo cuyo índice está PaieomIco. Era primaria.
comprendido entre 70 y 74.5 es rnesocrBneo. los
Cloiobsc~teñse.Algas primltlvas mlmec6pbas cráneos con índicea inietlom a 70. son doUcocrá- Pémico. Período final de la Era Pmarla, anterior
acarlotas. neos y los de índice superior a 75, braqulcráneos. al Carbnllm.
Platlbasta. Gran obertura del Angulo de Welcker
(naslón-punto lntrasellar-baslón'), sobrepasando
los 140. ~IBLIOGRAFÍA
PrecBmbiico. Era geolbgica que abarca los siete
octavos de la hlstoria de la tlerra. durante la cual
se generan los procesos prebiótlcos y aparecen los
primeros seres unicelulares.
CESUMIDA
Problones. Substancias qulmlcas que se supone
dieron origen a los organismos vivos.
Procaiiotae (c6lulas). Precursoras de las cdlulas ALLISOM, M, J. and GERSZTEN, E.: MOODIE, R.: Paleopathology. Urbana, Unlv.
cariotas. Paleopathology In south amerlcan mummles. Illinols Press, 1923.
Rlchmond, University of Virginia, 1982.
Slnantropo. "Hombre de China". antes formaba ORTNER, D.J. & PUTSCHAR, W. G.:
parte de los pltecantrópldos. En la clasiPicacl6n BENNIKE, P.: Paleopathology of Danish IdentlPicatlon of Pathological Conditlons In Human
moderna es el Horno emctus pekhensis (ver ca- Skeletons. Copenhagen, Akademisk Forlag, 1985. Skeletal Remains. Washington, Smlthsonian 1.
pltulo l). Ress, 1985.
BROTHWELL, D. & SANDISON, A.T.: Dlseases in
Supeflcte o cara vestibular (o labial) del dlen- antiquity. Springfleld, Ch. C. Thomas, 1967. PALES, L.: Palbpathologle. Parls, Masson, 1930.
te. La cara que mira hacia los labios.
CAMPILLO, D.: Paleopatologla del crhneo en ROSELL, F.: Los grupos sanguíneos en la Edad
Urey y Mfller. Mlller, disclpulo de Harold Urey Cataluíia, Valencia y Baleares. Barcelona, Media catalana. Tesis Doctoral. Unlv. Autónoma
(Premlo Nobel), realizó un experimento simple, ha- Montblanc-Martín, 1977. de Barcelona, 199 1.
ciendo circular continuamente, bajo la acción de
chispas eléctricas, una mezcla de vapor de agua, CAMPILLO, D.: La enfermedad en la prehistoria. STEINBOCK, R.T.: Paleopathological dlagnosls
metano, amoniaco e hidrógeno, obteniendo la sin- Barcelona, Salvat, 1983. and interpretatlon.Springfleld, Ch. C. Thomas,
tesis de gllcocola y alanina, los amlnoAcidos mas 1976.
frecuentes en las proteínas. CAMPILLO, D.: Historlc news of paleopatbology
in Spain. J. of Paleopathology, 1989,3(1): 7-14. SUBIRA, M.. E.: Estudl d'elements traqa en la
Vestibular (en eetomatolo6ía). Espacio situado poblacló talalbtlca de "S'Illot des Porros"
entre los lablos y los dientes. CAPASSO, L.: L'orlglne deiie malattie. Chletl, M. (Mallorca).Tesis Doctoral, Univ. Autbaoma de
SolfanelU, 1985. Barcelona, 1989.
Wiirm. Cuarta y última glaclaclón del Pleistoceno
de los Alpes. COCKBURN, A. & COCKBURN, E.: Mummles, TASNADI-KUBACSKA,A.: Paleao-Pathologle.
Dlsease and Anclent Cultures. Cambrldge Jena, Flscher Verlag, 1962.
Unlversity Ress, 1980.
TYSON, R.A. & DYER, E.S. @d.): Catalogue OP
CHIMENOS, E.: Estudio paleoestomatológlco de Herdllcka Paleopathology Collectlon. San Dlego,
las poblaciones prehistóricas de Cataluíia. Museum of Man, 1980.
Zaragoza, Pórtbo,l990.
VIVES, E.: La poblacló catalana medieval. Orlgen 1
DASTUGUE, J. et GERVAIS, V.: Paleopathologle evolucló. Vlc, Eumo, 1990.
du squelette humain. París, Boubee, 1992.
WELLS, C.: Bones, Bodies and Dlsease. London,
GERMANA, F. e FORNACYW, 6.: Trepanacloni, Tames & Hudson. 1964.
craniotomie e trauml cranbl In Italla. Plsa,
Glardini, 1992.
GRMEK, M.: Les maladies h I'aube de la
clvllisation occidentale. Parls, Payot, 1983.
MART~NEZPEREZ-PEREZ,A.: Evolución de la
dieta en Cataluna y Baleares desde el Paleolltico
hasta la Edad Media a partir de restos
esqueldticos. Tesis Doctoral. Unlv. de Barcelona,
1990.
AGRADECIMIENTOS

CAP~TULO1: EL ORIGEN DE LA VIDA Y LA


EVOLUCIÓN HUMANA
CAPÍTULO 11: BREVE RESERA HISTÓRICA DE LA
PALEOPATOLOG~A
CAPÍTULO 111: FUENTES DE ESTUDIO Y
METODOLOG~A

CAPÍTULO V: ENFERMEDADES INFECCIOSASY


PARASITARIAS
CAP~TULOVI: TUMORES

CAPÍTULO VIII: PATOLOGÍA OSTEOARTICULAR

GLOSARIO
BIBLIOGRAF~ARESUMIDA
ÍNDICE
Segunda parte
INTRODUCCI~NAL VOLUMEN SEGUNDO
CAP~TULOX: ENFERMEDADES
OTORRINOLARINGOL~GICAS

CAP~TULOXIII: PATOLOGÍA DE LAS PARTES BLANDAS


CAP~TULOXIV: PATOLOG~ASEN LA PREHISTORIA EN
RELACIÓN CON LA DIETA, EL HABITAT Y EL MODO DE
VIDA

CAP~TULOXVI: PRÁCTICAS RITUALES


CAP~TULOXVII: LA ENFERMEDAD A T R A V ~ SDE LOS
TIEMPOS
COMENTARIO FINAL
Editado por la FUNDACIÓN URIACH 1838
Colección Histórica de Ciencias de la Saludln04

Autor: Domingo Campillo


Prólogo: Francesc Bujosa Homar
Maquetación: Gemma Boada
Impresión: Grbficas Boada, S.L.

Depósito legal: B-25672-93


ISBN: 84-87452-14-0obra completa
ISBN: 84-87452-15-9Tomo 1

FUNDACIÓN URIACH 1838


Fundación Privada
Degb Bahí, 67
08026 Barcelona

Anda mungkin juga menyukai