Anda di halaman 1dari 58

Sexualidad y discapacidad

¿De qué hablamos cuando hablamos de discapacidad y sexualidad?

Conductora: Lic. Karina Vimonte

Selección de columnas emitidas entre los años 2011 y 2013

Columnista de Sexualidad y Discapacidad: Prof. María Marta Castro Martín

“Ese rostro”: un cuento del Lic. Osvaldo Macri, narrado por Adriana Pereyra
Autora: Prof. María Marta Castro Martín

Colaboradores: Lic. Osvaldo Macri / Lic. Karina Vimonte

E-mails: info@estimulosadecuados.com.ar / somosloquehacemos@hotmail.es

Web: http://www.programasomosloquehacemos.blogspot.com.ar/

Corrección literaria: Lic. Osvaldo V. Macri

Primera Edición: Octubre de 2013

Diseño Gráfico: Estímulos Adecuados

Imprime: Somos lo que hacemos

Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723

Hecho en Argentina – Made in Argentine

E-BOOK IMPRESO EN CD
No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este e-Book, en
cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el
permiso previo y escrito de la autora. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

2
Índice

Agradecimientos 5
Acerca de la autora 6
Acerca de los colaboradores 7
Prólogo 9
Presentación 10
Introducción 13
¿De qué hablamos cuando hablamos de discapacidad y sexualidad? 15
¿Cómo se constituye la identidad sexual? 17
La autoestima y sus implicancias en el ejercicio de la sexualidad 19
La sexualidad en personas con déficit cognitivo o discapacidad intelectual 21
La sexualidad de las personas con Daño Cerebral Adquirido 23
Inteligencia emocional y sexualidad 25
Ética y los valores asociados a la sexualidad cuando se brinda un curso, un taller o una 27
charla de educación para la sexualidad
Sexosofía 29
El rol de las familias en educación sexual integral 30
Abuso sexual 33
Sexualidad y educación en niños con trastornos generalizados del desarrollo 37
Relaciones familiares en el despertar sexual de los hijos 41
Disfrutar de la sexualidad en el período adolescente cuando hay discapacidad visual 43
Masturbación: ¿juego, expresión de la sexualidad, actividad autoerótica, juego sexual 45
compartido, erotismo en pareja?
Sexualidad y obesidad 47
El Síndrome de Turner 50
¿Puedo tener encuentros sexuales si tengo espina bífida? 53
Personas sordas y su necesidad de acceder a información sexual correcta 57
Audios
Videos

3
PROGRAMA SOMOS LO QUE HACEMOS

El primer y único programa diario sin fin comercial de radio y tv por internet para cambiar la mirada social
hacia la discapacidad. Conducido por la Lic. Karina Vimonte, desde el 5 de mayo de 2008.
Desde el 5 mayo de 2008 une comunicación y discapacidad. Siendo el primer y único programa diario con
formato radial por la tv de internet dedicado a la discapacidad. Haciéndolo ad honorem, de forma solidaria,
e invitando a la transformación de la mirada social hacia la discapacidad para generar la inclusión de todos.
De lunes a viernes de 15 a 16 hs en vivo y en directo por Wox fm 88.3 (Rosario) www.wox.fm, en
www.discapacidad.tv y en todos los medios de comunicación que emiten y retransmiten en forma directa o
diferida.
En directo desde Argentina. (all rights reserved)
Programa nominado por 3 años a distinciones RSC (Responsabilidad social comunicativa): nominacion en
categoría “Medios de comunicación” año 2008, 2009 y 2011. Organizado por Guillermo Petrucelli - Radio
Continental.
Programa nominado a premios "Se hace camino al andar". Edición 2008.
Programa declarado de interés municipal desde septiembre del 2013 por la Municipalidad de Rosario, bajo el
decreto N° 39.925.
La periodista Karina Vimonte, ha sido distinguida con la mención "Unidos en derechos y responsabilidades"
en el año 2010
El programa fue nominado en la Categoría MEJOR PROGRAMA DE SERVICIOS EN LOS PREMIOS MARTIN
FIERRO FEDERAL 2012
Y la Lic. Karina Vimonte obtuvo el MARTIN FIERRO FEDERAL COMO MEJOR LABOR ANIMACIÓN
CONDUCCIÓN FEMENINA EN RADIO 2012.

FACEBOOK: SOMOS LO QUE HACEMOS


https://www.facebook.com/somosloque

4
Agradecimientos

A mi madre, la Dra. Marta S. Martín, quién me brindó 23 años de enseñaje en su “hijo” dilecto, el Instituto
Psicopedagógico San Pablo, lugar donde crecí, me formé y aprendí a amar mi tarea.
A mis abuelas, Azucena y Amalia, que me transmitieron la vocación docente.
A mi querido “Tío Eduardo”, papá del corazón, que en más de un momento me alentó para que siguiera en
pie con mi tarea.
A mi querida prima la Lic. María Fernanda Martín, con quien que de chiquitas jugábamos a que yo era la
maestra y ella la alumna, y hoy la vida nos encuentra siendo ella la directora del Centro de Día Despertar y yo
una de sus colaboradoras.
A las familias que me han brindado su confianza y lo siguen haciendo
A dos seres que amo profundamente: mis hijos Ezequiel y Rodrigo, que día a día acompañan mi vida y me
alientan en cada emprendimiento.
A mis primeros alumnos Carlitos, Gustavo y Marcelito, que vivieron en épocas donde no se podía hablar de
sexualidad, y a aquellos que hoy les toca vivir tiempos en donde se aspira a llevar una vida sexual plena,
tiempos en donde se abren espacios para ser escuchados.

María Marta Castro Martín


Sexóloga educativa

5
ACERCA DE LA AUTORA

Profesora de Psicología. Especialista en Estimulación Temprana y Adecuada. Sexóloga Educativa. Especialista


en Violencia Familiar. Posgrado en Educación Sexual en Discapacidad.
Directora de “Estímulos Adecuados”, organización dedicada a la capacitación de docentes y profesionales.
Acreditada por FESEA (Federación Sexológica Argentina) como Sexóloga Educativa.
Miembro de AASES (Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual) - Filial Buenos Aires.
Miembro Honorario de SPESH (Sociedad Paraguaya de Estudios sobre Sexualidad Humana).
Coordinadora y profesora de talleres, cursos, jornadas y conferencias a nivel nacional e internacional sobre
sexualidad y discapacidad.
Colaboradora del periódico “El Cisne”
Columnista de sexualidad y discapacidad del Programa “Somos lo que hacemos”
Colaboradora de la revista digital “Crecer con mamá”
Participa de forma permanente en diferentes medios de comunicación sobre la temática de sexualidad y
discapacidad.

Desde el año 1980 se dedica a trabajar con personas con discapacidad. Creciendo y aprendiendo junto a ellos
y a sus familias. Sus primeras experiencias de vivir la cotidianeidad de la vida de las personas con
discapacidad y sus avatares las vivió en el Instituto Psicopedagógico San Pablo, lugar en el que se formó. Fue
ayudante de sala, maestra de sala, coordinadora pedagógica y coordinadora del hogar, pasando así por
diferentes grados de responsabilidades y viviendo distintas experiencias que la llevaron a observar como la
sexualidad era censurada y, en ocasiones, ocultada. Al tiempo que la historia del país cambiaba, también lo

6
hacía la historia de las personas con discapacidad: se comenzaban a visibilizar. Ya no eran tiempos de
ocultar, sino de VER y HACER. Y así se hizo visible la sexualidad y la discapacidad. Su trabajo de tesina para
obtener su título de educadora sexual fue referido a “Sexualidad y discapacidad” y así comenzó a recorrer un
camino que se fue extendiendo poco a poco. A partir del año 2005 comenzó a viajar a diferentes lugares de
nuestro país a brindar capacitaciones sobre la temática. Así mismo es invitada a disertar en congresos
nacionales e internacionales. Desde el año 2011 coordina un taller para jóvenes y adultos con discapacidad
intelectual en el Centro de Día Despertar; taller novedoso no sólo por la temática, sino porque tiene el
carácter de optativo: sus concurrentes elijen hacerlo. En ese mismo año es convocada por la Lic. Karina
Vimonte a formar parte del equipo de columnistas de su programa “Somos lo que hacemos”, donde cada
semana presenta un tema diferente acerca de la sexualidad de las personas con discapacidad, además de dar
respuestas a inquietudes de los oyentes e invitarnos a repensar y reflexionar sobre el acontecer de la
sexualidad.

7
ACERCA DE LOS COLABORADORES

Osvaldo Victor Macri

Licenciado en Sociología. Psicólogo Social. Educador en Sexualidad.


Docente y coordinador en “Estímulos Adecuados”, organización dedicada a la capacitación de docentes y
profesionales.
Miembro de la Fundación Isabel Boschi.
Coordinador y profesor de talleres, cursos, jornadas y conferencias a nivel nacional sobre sexualidad y
discapacidad.
E-MAIL: omacri@gmail.com

Karina Alejandra Vimonte

Licenciada en Comunicación Social


Técnica en Periodismo
Coach ontológico
E-MAIL: karivimonte@hotmail.com
BLOG: www.karivimonte.blogspot.com.ar
DESDE EL 5 DE MAYO DEL 2008 -CREADORA Y CONDUCTORA DE “SOMOS LO QUE HACEMOS”

8
PRÓLOGO

Creemos que los medios de comunicación son generadores de realidad desde lo que muestran y hay en ellos
una invisibilidad general de la discapacidad, pese a que afecta a una parte significativa de la sociedad. Es así
que el progresivo reconocimiento de los derechos de esas personas exige una mirada más atenta y renovada
de toda la sociedad hacia ellas, con el ánimo definitivo de incluirlas en lugar de compadecerlas. Es decir todo
un cambio de paradigma de este nuevo siglo en el que creo que los periodistas podemos jugar un rol
decisivo. Por lo tanto desde nuestro programa de radio y tv por internet “SOMOS LO QUE HACEMOS”
nuestra premisa es que en la sociedad desaparezcan los mitos que favorecen las actitudes discriminatorias.
La comunicación debe contribuir precisamente a destruir prejuicios y discriminaciones; no a construirlos. Y
desde el 5 de mayo del 2008 que estamos en ese camino.

De tal forma el aporte que hace con su columna de “Sexualidad y Discapacidad” la Profesora María Marta
Castro Martin es muy valioso ya que permite que en este cambio de mirada se pueda ver a las personas con
discapacidad siendo protagonistas de una vida sexual como cualquier ser humano.

Desde el 2011 que hemos convocado a la Prof. María Marta para que siendo columnista pueda responder a
dudas e inquietudes de la audiencia y pueda utilizar ciertas temáticas que proponen las mismas personas
con discapacidad para el desarrollo de cada intervención semanal. De manera que en conjunto pensamos
que estamos contribuyendo a terminar con mitos y prejuicios que aún hoy persisten en torno a la sexualidad
de las personas con discapacidad. Asimismo ante la falta de información y el desconocimiento que existe
acerca de este tema consideramos muy importante contar con este espacio en un medio de comunicación.

Es por eso que a partir de las columnas compartidas a lo largo de todo este tiempo surge la idea de este E-
Book que esperamos sea de gran utilidad, no sólo para las personas relacionadas con la temática de la
discapacidad sino para todos aquellos que comparten nuestra mirada. Una mirada que nos considera ante
todo PERSONAS con la libertad para ejercer y elegir dentro del ámbito de la sexualidad.

En este E-book encontrarán el material de las columnas emitidas en el año 2011, 2012 y parte de este 2013
en RADIOCRACIA FM 88.3 (Comodoro Rivadavia- Chubut) y desde Mayo de 2013 hasta la actualidad en WOX
FM 88.3 (Rosario- Santa Fe) y por supuesto en todos los medios que se suman en la emisión o retransmisión
del programa. Y esto último nos permite que nuestro mensaje se expanda cada día más y que entre todos
podamos ver a las personas con discapacidad con otra mirada.

Muchas Gracias a todos los que lo hacen posible.

Lic. Karina Vimonte


Comunicadora Social
Directora y Conductora SOMOS LO QUE HACEMOS

9
A MODO DE PRESENTACIÓN

Un cuento del Lic. Osvaldo Macri

Ese rostro

Hacía ya siete años -¡quién lo hubiera dicho!- que Natalia trabajaba como Asistente Terapéutica en el Hogar
“No me olvides”.

El día que empezó sintió un cosquilleo, algo diferente, y no era para menos: hacía poco que se había recibido,
pero ya tenía 38 años; sin experiencia y con esa edad, pensaba en ese momento, quién la iba a contratar. De
ahí su emoción.

Claro que con el correr del tiempo, la emoción se empezó a balancear con la rutina; últimamente, esta
pesaba mucho más.

Porque ella había querido ser médica, pero temprano tuvo que trabajar a destajo para mantener a mucha
gente: sus padres, sus suegros y su ¿todavía amado? marido, postrado por un accidente a los tres meses de
casados, cuando todavía escribían los borradores de los proyectos que encararían juntos. Así que trocó
medicina por lo que tuvo a su alcance; no le disgustaba ser Asistente Terapéutica -siempre lo aclaraba-, pero
no era su vocación.

Un martes, tres meses atrás, decidió cambiar la rutina semanal un poquito, sólo un poquito, y dedicarse, en
esa hora y media que tenía de descanso después del almuerzo, a dar un paseo por el inmenso terreno. “Total,
ya estoy cansada de ver TN”, pensó.

Caminando descubrió lugares en los que nunca había estado: ¡toda una revelación! No se trataba, por
supuesto, de jardines del Edén, sino más bien de lugares prácticamente abandonados, al fondo, lindantes con
la ruta: un galpón colmado de trastos, un barrial enorme –casi un pantano-, unos arbustos descuidados,
árboles añosos…

“¿Qué estoy haciendo aquí? Estoy transpirando, devorada por los mosquitos… ¿Por qué no me quedé a ver la
tele?”

Pero no volvió: unas voces conocidas la retuvieron. Eran Sofía y Emilio, dos personas que vivían en el hogar.

Instintivamente se ocultó: no quería ser vista. En realidad, poco le importaba serlo; lo que realmente quería
era mirar sin ser vista, oír sin ser oída.

Sofía y Emilio eran encantadores, seductores; sí, ella era bastante cascarrabias, pero desde que llegó Emilio a
“No me olvides” estaba más contenta.

10
Ahora Natalia escuchaba risas contenidas y el inequívoco ruido de cuerpos revolcándose, pero no se atrevió a
mirar. Desde ese lugar escuchó un largo gimoteo, luego algo parecido a un estertor y, finalmente, silencio.
Silencio que duró poco, ya que en seguida partieron y volvió a quedar sola, conmovida, turbada…

Pasó una semana y Natalia seguía recordando el suceso, que no contó a nadie y que le abría un montón de
interrogantes: ¿cómo era posible que nadie se hubiera dado cuenta que no estaban con el resto?, ¿alguien lo
sabía, pero no decía nada?, ¿tenía ella que informarlo?, ¿qué diría, si lo supiera, la madre de Emilio, que
siempre dice que a su hijo “no le interesan esas cosas”?

Ese martes, entonces, decidió volver a la misma hora al lugar, con la esperanza de volver a encontrarlos, pero
esta vez eligió un sitio desde el cual podía ver sin ser vista. Puntualmente, Sofía y Emilio llegaron, dispuestos
a repetir el encuentro, alegres, vitales.

Claro, lo que vio la alteró aún más: no es fácil el rol de voyeur y menos lo es cuando los actores son dos
personas con síndrome de Down, por más desprejuiciada que fuera (o que se creyera). Ella miraba todo, pero
no quería mirar; ella miraba todo, porque no podía dejar de mirar…

Sus compañeros le preguntaron toda la semana que le pasaba: la veían rara, taciturna. Natalia era toda
excusas: “no dormí bien por la muela”, “mi marido está cada vez más insoportable”; llegó a inventar que la
habían asaltado y a decirle a su compañera más amiga que su amante –otro invento, desde el accidente de
su marido no se había acostado con nadie- la había dejado.

Los tres martes siguientes se repitió la escena. Natalia había encontrado el lugar ideal para ver y oír todo en
detalle; habituada ya a la situación, casi la disfrutaba. Pudo ver, por ejemplo, cómo, con cierta torpeza pero
con prolijidad, Emilio abría y se colocaba el preservativo. O la habilidad que habían desarrollado en el
momento de la penetración.

Cada martes, los interrogantes se ampliaban, se profundizaban: “¿de dónde saca los preservativos?”,
“¿dónde los guarda?”, “¿por qué ya mis compañeros no me preguntan adónde voy los martes a la hora de la
siesta?”

La escena, no por repetida, la seguía deslumbrando: esas dos personas excitadas, buscándose una a la otra,
abrazándose, entregándose a ese placer efímero y eterno, sublime y terreno.

Pero ese séptimo martes –u octavo, o noveno, ya había perdido la cuenta- vio con precisión y claridad lo que
ya no la dejaría, lo que ya no la abandonaría: la particular imagen de la fisonomía de Emilio, desencajado,
desquiciado en el momento de eyacular dentro de Sofía, acompañado el gesto por un sonido difícil de
explicar, mezcla de alarido y gemido, claro indicador del placer experimentado.

Por supuesto, Sofía participaba activamente: ella también gemía y suspiraba, ella también movía sus
caderas, recibiendo y exigiendo recibir el miembro excitado, pero Natalia sólo registraba el rostro de Emilio,
su mueca, su mirada antes de cerrar los ojos…

11
Un lunes por la noche vinieron los padres de Sofía y la retiraron, aduciendo que se habían mudado y que el
viaje hasta “No me olvides” era demasiado largo ahora.

Nuevas preguntas le surgieron a Natalia: “¿se habrán enterado?”,” ¿estará embarazada?”, “si así fuera, ¿de
quién? Porque de Emilio, difícil”.

Pero Emilio no se enteró de que Sofía ya no estaba, porque era tarde cuando la retiraron. Al día siguiente por
la mañana tampoco se daría cuenta, porque, como todos los martes, no compartían actividades en ese
horario. Natalia, entonces, tomó una decisión: ella le avisaría a Emilio lo sucedido la noche anterior.

A las tres menos cuarto Emilio buscaba a Sofía, extrañado. Natalia se le acercó discretamente.

“Emilio, quedate tranquilo y andá para los arbustos como todos los martes”. Él titubeó, como atontado, y
Natalia agregó “andá tranquilo, no hay problemas, confiá en mí”.

Lo vio alejarse, mirando repetidamente hacia atrás, sin entender lo que pasaba, simplemente obedeciendo,
como le habían enseñado, como lo había hecho toda su vida…

Natalia fue por otro camino, por si las moscas. En unos minutos estuvo junto a él, que la miraba con una
mezcla de miedo, tristeza y desazón.

Como pudo le explicó que Sofía no estaba más en “No me olvides”, que la familia se había mudado lejos y la
había llevado, que ella sabía de los encuentros que tenían allí, en los arbustos, todos los martes a las tres.
Cada palabra era un latigazo para Emilio; su rostro reflejaba su tristeza y su llanto comenzó a brotar a
borbotones.

Natalia lo abrazó, tratando de contenerlo, sabiendo que esa pérdida era irreparable para Emilio. Lo apretó
contra su pecho.

/////////////

Hace dos semanas que Natalia busca trabajo y no consigue nada. Ahora tiene varios años de experiencia,
pero también más edad…

Y todo por haber alertado a todo el hogar –un error imperdonable- , ese martes a la tarde, al proferir
semejante alarido al ver ese rostro desencajado, esta vez a centímetros del suyo, al tiempo que sus caderas –
tanto tiempo dormidas- se elevaban exigentes y sus uñas arañaban la espalda de Emilio…

Osvaldo Macri, agosto de 2013

12
Introducción
Hola Karina:

Inicialmente quisiera dar una definición de sexualidad y así saber desde que lugar vamos a estar abordando
el tema.

“La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano y su desarrollo pleno depende
de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, de intimidad, de expresarse
emocionalmente; de dar y recibir placer, ternura y amor “

Con respecto a la ciencia que aborda su estudio –la sexología- consideramos que es una disciplina científica y
humanística que sistematiza los conocimientos teóricos y prácticos relativos al sexo y a la sexualidad en
cuatro aspectos fundamentales: biológicos, psicológicos, sociales y culturales.

Cuando hablemos de sexualidad debemos tener en claro que hacemos referencia a emociones,
sentimientos, placer, comunicación, ternura, amor, procreación, expresión, vivencias, relaciones genitales,
gestos, miradas,... situaciones que todas las personas vivimos y experimentamos en mayor o menor medida,
con o sin discapacidad.

Pero muchas veces la asociación de discapacidad y sexualidad se ve cómo algo no posible. En efecto, muchas
personas piensan que porque alguien tiene una discapacidad no es posible que tenga deseos asociados a la
sexualidad.

Por otra parte, las personas con discapacidad son el grupo de seres humanos que, al igual que a los niños
pequeños, no se les pregunta lo que piensan ni lo que sienten. Muchas veces, ante una determinada
expresión de su sexualidad, se escuchan críticas, opiniones encontradas, juzgamientos… y no se piensa si se
les ha brindado un espacio para poder charlar del tema, si se les ha informado y dado herramientas y
conocimientos para enfrentar experiencias de la vida y, de esa manera, tener la posibilidad de disfrutar de
una sexualidad plena. Esto ocurre, sobre todo, con las personas que padecen de déficit cognitivo y/o
neurológico o con discapacidades generadas por un síndrome genético.

Lo que sostenemos es que no importa el deterioro que una persona tenga, siempre será posible que disfrute
de su vida sexual.

13
En efecto, todos/as somos personas sexuadas, que nos sentimos de diferente manera y vivimos nuestra
sexualidad según nuestra educación, creencias, formas de ser, modo de relacionarnos, gustos, preferencias.
Sabemos que la vida sexual no se limita a lo genital y reproductivo: los mimos, el modo de seducir al otro, la
manera de hablarle, componen la vida sexual de una persona y su pareja.

La realidad es que, de acuerdo a cómo vivamos nuestra propia sexualidad, comprenderemos mejor o no la
del otro.

Columna 2 de agosto 2011

María Marta Castro Martín


Sexóloga educativa

14
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre
¿De qué hablamos cuando hablamos de discapacidad y sexualidad?
La idea es poder pensar si realmente existe una sexualidad diferente en las personas con discapacidad.

En todo caso podemos reflexionar en que existen tantas maneras de vivir la sexualidad como personas
existen, de ahí que podamos hablar de sexualidades y, al mismo tiempo, comenzar a hablar de personas con
diversas maneras de actuar, vivir y sentir su vida sexual, por lo que podemos comenzar a hablar de
diversidades sexuales.

Comenzamos también así a ver un cambio en el significado de la frase “persona con discapacidad” y a hablar
de un nuevo paradigma del vocablo discapacidad y poder también hablar de diversidad como palabra
alternativa. Lo que hace referencia a que si una función, como puede ser la motora, está alterada por
cualquier problemática, las funciones motoras serán diferentes a las de una persona que tenga una
desorganización en sus funciones visuales, por lo que de allí radica el hablar de diversidades sexuales.

Si bien es cierto que no se vive de la misma forma y que una persona sin disfunciones físicas tiene más
oportunidades de vivir su sexualidad sin tantas dificultades, al igual que una persona con parálisis motriz
podrá en ocasiones sentirse rechazada o no deseada por alguien. Emocionalmente y físicamente nos
diferenciamos unos de otros, pero los deseos, las fantasías están en todos, aunque deseemos y fantaseemos
cosas diferentes.

Debemos tener en cuenta las potencialidades de cada uno, y no quedarnos tanto en las dificultades o en lo
que no podemos. Una persona tímida se verá trabada si tiene que realizar una primera llamada para invitar a
salir a alguien que le gusta y lo mismo le ocurre a una persona con problemas en el habla, a la que se le suma
también la posibilidad de no acceder por sus propios medios a un teléfono. Lo que quiero decir es que los
deseos están, lo especial, lo diferente es el modo de poder acceder y como a veces no se les facilita el
camino a las personas que viven con una discapacidad.

Es importante poder acompañar y ayudar a tomar decisiones sobre lo que deseen hacer; las personas con
discapacidad tienen el derecho de poder vivir su sexualidad y de recibir ayuda que facilite el proceso, por
ejemplo derribando mitos, haciendo saber que todas las personas tienen necesidades relacionadas con la
vida sexual, como, por ejemplo, tocar, acariciar, ser tocado, ser acariciado, besar, ser besado. Sentir que
gustamos y que nos gusta alguien. Que el ser discapacitado no lo discapacita para el amor ni frena el impulso
de querer tocar, acariciar.

15
Es necesario entonces brindar información a las familias, que sepan que el ser discapacitado no lo convierte
en un angelito que vino a llenar la vida de una familia, sino que ese bebé crecerá y tendrá deseos sanos y
naturales como cualquier persona no discapacitada y no por eso se convierte en demonio, sino que se
convierte en un ser en el mundo que siente, sufre, se emociona, vive y puede elegir ejercer su sexualidad o
no hacerlo. Pero para ello es necesario dar la oportunidad de espacios privados, de que socialice y que
pueda tener encuentros íntimos si así lo desea y debe ser una decisión tomada desde su propia voluntad, sin
exigencias de otros.

Cada persona vive su sexualidad de manera diversa y lo refleja con sus actitudes; está el que se asombra de
todo, el que critica, el que aprueba, está la persona que quiere conocer nuevas maneras de sentir, como la
que vive llena de prejuicios referidos a la sexualidad en general o respecto a la que hace referencia a ciertos
colectivos como niños, ancianos u homosexuales, por ejemplo.

Los familiares de una persona con discapacidad, en general, no dudan en ayudarlos a bañarse, ni dudan en
ayudarlos a vestirse, ni a comer, aunque me pregunto, a la hora de la sexualidad ¿¿los ayudan tan
naturalmente como a encenderles la televisión o preparales la cena??

Capítulo aparte va a merecer el pensar en una persona con discapacidad intelectual

Columna del 11 de diciembre del 2012

16
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre
¿Cómo se constituye la identidad sexual?

John Money, uno de los sexólogos más brillantes del siglo pasado, que por años, en la Unidad de
Investigación Psicohormonal de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, se dedicó al
estudio de la identidad/rol de género, de los transexuales, de las diversas variantes del transgenerismo, de
las personas con síndromes de intersexualidad, de los ofensores sexuales y de las parafilias, escribió en 1980,
por primera vez en sus manuscritos, según cuenta él mismo, el término de lovemap, que traducido al
español quiere decir mapa del amor.

Parte del estudio de variantes sexuales no habituales, y hace hincapié en el papel que juega la cultura
durante los primeros 8 años de vida en la constitución de una identidad equilibrada o no, normal o perversa.
Conceptualiza el Mapa de amor como un esquema mental que construye cada persona -durante sus
primeros 8 años de vida- y que indica cómo deben ser sus vínculos de amor, su amante idealizado y las
modalidades sensoriales y amatorias satisfactorias para ese sujeto. Los juegos sexuales durante la infancia y
los ensayos de cortejo promueven el desarrollo del esquema corporal y facilitan la afirmación de los mapas
del amor.

Nuestra sexualidad adulta estará regida por la constitución saludable o no de nuestro mapa de amor.

De alguna forma un mapa del amor condiciona nuestra atracción hacia un determinado tipo de personas, y
por tanto, el enamoramiento y el amor.

Ahora lo que debemos pensar es en qué juegos de relación en la primera infancia tienen oportunidad de
vivenciar niños y niñas con discapacidad. En una época en que debieran dedicar la mayor parte del tiempo a
jugar están dedicados a realizar diferentes tratamientos por lo que queda poco tiempo libre para el juego.

Y en general no hay momentos de intercambio libre de encuentros con compañeros de la misma edad, en
general siempre están supervisados por adultos, ya sean sus padres, familiares o docentes y profesionales.

Y cuando aparecen juegos normales de la primera infancia, y lo hacen con total naturalidad muchas veces
por falta de información son retados o reprimidos a no hacerlos.

Algunas manifestaciones de la sexualidad de la primera infancia pueden ser

 Descubrir y manipular sus genitales por placer y los de otro/a

17
 Le agrada mostrarse desnudo/a

 Muestra interés por las diferencias anatómicas/ genitales

 Identidad sexual: comienza la auto- clasificación ”soy nene - soy nena”

 Juego de roles: mamá – policía – camionero – peluquera…

 Curioso, todo lo explora. Etapa del “¿por qué?”

Brindar espacios de juego y tiempo para experimentar roles de género se hace de vital importancia para la
construcción de la identidad sexual.

Columna del 24 de agosto del 2011

18
Hola Karina
En el programa de hoy hablaré sobre la autoestima y sus implicancias en el ejercicio de la sexualidad.
La autoestima nos impulsa hacia el desarrollo armónico de nuestras funciones, ya sean éstas cognitivas,
emocionales o motoras. Es responsable de nuestros procesos de funcionamiento y tiene que ver
con nuestros pensamientos, nuestros estados emocionales y nuestros actos.

Dentro de esas funciones se encuentran, además de otros, pensamientos relacionados a la sexualidad, a lo


que sentimos y a lo que podemos hacer o no de acuerdo a nuestras posibilidades corporales.

El pensamiento de cómo ejercer el derecho a vivir de manera plena la sexualidad difiere de una persona a
otra; esto también ocurre en una persona con discapacidad motriz, sensorial o intelectual. Por ejemplo, el
acto de abrazar a alguien es vivido de manera diferente por cada persona. Por otra parte, el permiso que se
da una persona con discapacidad -y el que le da la sociedad-, también es diferente. Las personas aceptan con
más naturalidad que una persona sin ningún tipo de discapacidad muestre su cuerpo en una revista, pero ver
la foto erótica de una persona en silla de ruedas no es lo más usual.

Desde el punto de vista psicológico, la autoestima es la capacidad de ser conscientes de nuestro potencial y
nuestras necesidades reales; de amarnos incondicionalmente y confiar en nosotros para lograr objetivos,
independientemente de las limitaciones que podamos tener o de las circunstancias externas generadas por
los distintos contextos en los que nos corresponda interactuar.

Desde el momento de la concepción comienza la carga de mensajes que se recibe en la gestación.

Cada vez que una mujer embarazada piensa o siente algo con respecto al niño en formación, su cerebro
produce una serie de químicos que se esparcen por todo su cuerpo y que la criatura recibe y graba en
su naciente sistema nervioso, sin tener la suficiente consciencia como para comprender o rechazar lo que
recibe a través de un lenguaje químico intraorgánico.

El hecho de que alguno de los progenitores, por ejemplo, asuma como un problema la llegada de un niño
discapacitado, es captado por éste emocionalmente; su efecto formará parte del archivo inconsciente
del pequeño y tendrá repercusiones más adelante, cuando reaccione de diferentes formas y no logre
comprender las causas generadoras de sus conflictos. Igualmente, cuando ya se ha producido el
alumbramiento, todo estímulo externo influirá en el recién nacido y le irá creando una impresión emocional
que afectará sus comportamientos futuros. Los padres y otras figuras de autoridad serán piezas claves para
el desarrollo de la autoestima del niño, quien, dependiendo de los mensajes recibidos, reflejará como espejo

19
lo que piensan de él y se asumirá como un ser apto, sano, atractivo, inteligente, valioso, capaz, digno,
respetado, amado y apoyado o, por el contrario, como alguien enfermo, feo, ignorante, desvalorizado,
incapaz, indigno, irrespetado, odiado y abandonado. La forma como nos tratan define la forma como nos
trataremos, porque esa es la que consideraremos como la más normal. Y si el mensaje es “vos no podes vivir
plenamente tu sexualidad porque sos discapacitado”, entonces la persona va creciendo con esa creencia.

Durante los tres primeros años de vida el contacto corporal con el niño es habitual: al bañarlo, al alzarlo, al
hacerlo dormir, abrazos, besos y caricias son naturales. Luego de esa edad, tratándose de personas sin
discapacidad, comienza a ser evitado; se lo abraza y se lo besa menos. Y poco a poco se llega a la edad adulta
con un contacto físico pobre, que se limita en general a estrechar las manos o al beso en la mejilla, casi en el
aire. La aproximación corporal se restablece, por lo general, solamente en una relación sexual.

En las personas con discapacidad, muchas veces, ese contacto corporal no disminuye significativamente,
sino que continúa por mucho más tiempo y las sensaciones eróticas que puedan sentir no son tenidas
en cuenta por las personas que los cuidan.

El contacto corporal con la persona con discapacidad ha sido diferente desde su nacimiento; la sexualidad
infantil, que no se limita a los órganos genitales, ha sido herida gravemente y se ha de tener que instaurar
una relación reparadora con el discapacitado para reforzar su autoestima.

Columna del 15 de noviembre del 2011

20
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre
La sexualidad en personas con déficit cognitivo o discapacidad intelectual

En general intentamos comprender las expresiones de sexualidad de las personas con déficit intelectual de
acuerdo con nuestra mirada, una “mirada e intención adulta” que nos lleva, muchas veces, a equivocarnos.

En muchas oportunidades nos encontramos frente a una persona de 25 años, por ejemplo, que desde lo
físico parece “normal”, pero que desde lo intelectual, desde su manera de comprender y expresarse, su
comportamiento es como el de un niño pequeño; además puede socializar también como un niño de 8 años,
por decir una edad.

De ahí la importancia de conocer el proceso de sexuación para poder comprender estas conductas, ya que
será muy difícil entender el comportamiento sexual de las personas con déficit si lo hacemos desde la mente
del adulto convencional.

Desde lo biológico va a desarrollarse, como dijimos el otro día, sin inconvenientes, pero su proceso de
sexuación será diferente.

Cuando hablo de proceso de sexuación hago referencia a los diferentes acontecimientos que fueron
influyendo en la construcción de la sexualidad de un individuo.

En una misma persona coexisten diferentes vertientes sexuales que se integran en un todo particular y
único.

En el momento de la concepción de un sujeto podemos considerar la existencia de un sexo cromosómico o


genético (XX determina sexo femenino y XY, masculino).

El sexo gonadal corresponde a los óvulos en las mujeres y los espermatozoides en los varones.

El sexo morfológico se refiere a las características que tienen los genitales externos femeninos y masculinos,
así como las características sexuales secundarias de cada sexo.

El sexo psicológico está íntimamente relacionado con la identidad sexual.

El sexo legal es el que se atribuye en el momento del nacimiento y figura en los documentos del sujeto.

El sexo socio-cultural es el asignado por la familia y la cultura, en relación a los roles y comportamientos que
deben cumplir los varones y las mujeres.

21
Todas estas vertientes que se articulan en cada persona pueden coincidir entre sí o no; dependerá de
diversas cuestiones hormonales durante el embarazo o el desarrollo postnatal y de la crianza recibida.

Y en el caso de personas con déficit debemos tener como objetivo buscar enseñarles a cuidar su cuerpo, que
sepan qué pasa con su cuerpo, que en la medida de sus posibilidades comprendan sus cambios corporales,
cómo manifestar su sexualidad de una manera socialmente aceptada -teniendo en cuenta las conductas
privadas diferenciadas de las públicas-, percibir e interpretar estímulos, desgenitalizar la relación sexual y,
por sobre todo, incrementar la autoestima.

Es importante que, desde pequeños, los padres puedan hablar con sus hijos e ir brindando información de
manera cotidiana, por ejemplo a la hora del baño o cuando se les está enseñando a vestirse. Son buenos
momentos para que, desde chiquitos, sepan de sus partes íntimas, del cuidado personal y la higiene; a
medida que vayan desarrollándose, habrá que ir haciendo referencia a los cambios del cuerpo para que
vayan incorporando la idea de que se va a producir el crecimiento del busto o la aparición del vello pubiano,
evitando así “sustos” y ayudándolos en la construcción de su esquema corporal, además de ir
introduciéndolos en las costumbres sexuales de la época.

Fundamentalmente hay que tener en cuenta que el proceso de sexuación de una persona no depende de la
edad cronológica, sino de la posibilidad de sortear los diferentes obstáculos ambientales que se le van
presentando en el transcurso de su historia vital.

Columna del 9 de agosto del 2012

Escuchar el audio “programa día 9 de agosto somos lo que somos”mp3 a partir del minuto 46..

22
Hola Karina

En el programa de hoy hablaré sobre la importancia de estar atentos a la sexualidad de las personas con
Daño Cerebral Adquirido, personas que sufren una lesión, normalmente súbita, en las
estructuras cerebrales, lo cual puede ser:

A consecuencia de un accidente cerebrovascular (ACV): se trata de un cuadro clínico generado por la


interrupción, más o menos repentina, del flujo sanguíneo en una región del cerebro. Ello da lugar a
una isquemia y una pérdida de la función de la que es responsable esa área del cerebro.

Por un traumatismo craneoencefálico (TCE): lo más habitual son las contusiones por golpe y contragolpe, las
contusiones por el roce con las estructuras óseas de la base del cráneo y la lesión axonal difusa.

Otras causas son las anoxias cerebrales, los tumores y las infecciones cerebrales.

Este conjunto de lesiones suele verse acompañado en las fases iniciales por la formación de importante
edema cerebral y la consecuente pérdida de conciencia o “coma”.

El daño cerebral puede hacer sentir a una persona que su vida sexual debe ser dejada de lado, pero en la
realidad no siempre es así. Si se produce un daño cerebral, la persona probablemente repliegue
su sexualidad, pero luego va a comenzar a sentir la necesidad de explorar una nueva forma de vivirla. Su ser
varón o mujer deberá seguir y nuevos espacios se deberán otorgar, momentos para su intimidad, espacios
de socialización, porque probablemente se vea afectada su vida emocional y los contactos con otras
personas se reducen. En principio los profesionales, médicos sobre todo, deben capacitarse en sexología
para poder brindar conocimientos. Recordemos que la sexología es una ciencia que sistematiza los
conocimientos teóricos y prácticos relativos al sexo y a la sexualidad en los aspectos biológicos, psicológicos,
sociales y culturales. Es necesario, asimismo, dar respuestas que se adapten a las creencias, valores
y circunstancias propias de cada persona, dando información fehaciente para que tenga la oportunidad de
decidir lo que sienta más adecuado para sí misma. Por ejemplo, ha ocurrido que un médico le diga a una
mujer con daño cerebral que no podrá quedar embarazada y luego resultó que sí que podía quedar; así, se
encontró embarazada sin haberlo planificado.

También es importante brindar apoyo a las familias e intercambiar experiencias y conocimientos. La propia
familia, muchas veces, piensa que por la discapacidad no será capaz de tener deseos sexuales. Hay que tener
en cuenta a la pareja, los cambios que ocurren, las necesidades e interrogantes que van surgiendo. Es
importante lograr la aceptación y el conocimiento de una nueva forma de sentir y erotizarse. Y si la persona

23
antes de su daño cerebral le daba mucha importancia a su vida sexual, es probable que ahora también lo
sienta así y darle el espacio para que pueda manifestarlo es muy importante, para ir buscando modos
adecuados de expresarse sexualmente.

La sociedad trasmite ideas respecto de cómo debe ser un hombre y una mujer desde los roles, pasando por
las costumbres y también sobre el ideal del cuerpo que se debe tener, surgen así modelos que dejan afuera
a las personas con daño cerebral, por lo que es importante, ya que somos seres sociales, que vayamos
construyendo un modelo que también tenga en cuenta la expresión del vivir de mujeres y hombres
con diferentes discapacidades.

Debemos dar importancia y entender que es posible el ejercicio de la sexualidad de personas con daño
cerebral. Es necesario sensibilizar al resto de las personas sobre estas temáticas, para así hacer posible la
idea de que una sexualidad diferente es posible y poder dar relevancia a la calidad de vida de cada persona.

Nuestra colaboración para que las personas con daño cerebral adquirido lleven una vida lo más normal
posible es muy importante. Es una responsabilidad de todos los que trabajamos en el área de discapacidad
facilitar el ejercicio de su vida sexual, brindando educación sexual y estando atentos a sus necesidades
específicas individuales.

Columna del 24 de noviembre 2011

24
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre
Inteligencia emocional y sexualidad

La Inteligencia Emocional es una habilidad humana que todos poseemos y que nos posibilita conocer y
regular las emociones propias y las de los demás.

Por otra parte, una buena Inteligencia lógico-matemática o lingüística no siempre va de la mano de un buen
desarrollo de la Inteligencia emocional. Una persona con discapacidad intelectual o con un deterioro
cognitivo puede tener un desarrollo óptimo de su inteligencia emocional. Si bien su déficit hace que se le
presenten diversas dificultades, no necesariamente son las mismas en cuestiones afectivas; es probable que
muestren otros inconvenientes en el plano emotivo-sexual.

En el desarrollo de su vida sexual, la insuficiente socialización y la imposibilidad de construir la propia


intimidad son factores que influyen de forma negativa. Esta limitación que muchas veces poseen se va
gestando -en la mayoría de los casos- en el seno familiar, cuando recibe mucha sobreprotección,
conjuntamente con la idea de que no va a desarrollar su vida sexual. Estas situaciones también la viven
personas con diferentes discapacidades.

En general la sobreprotección impide a la persona con discapacidad (cualquiera sea) una búsqueda del
respeto de un espacio privado y su propio modo de ser sexual se da por diversos aspectos, a saber:

Limitar la construcción de su intimidad.

Suelen ser personas que necesitan, sobre todo de muy pequeños, de muchos cuidados y todo se realiza
delante de alguien. No hay espacios de intimidad. Su vida siempre se desarrolla en presencia de otro que
lo/la está cuidando, resultando así que las personas con discapacidad intelectual tienen una socialización
sexual escasa y torpe, lo que provoca que practiquen conductas que están fuera de las normas sociales que,
por otra parte, le son desconocidas debido a dicha pobre socialización

Cuando se habla de personas con discapacidad, muchas veces se hace más referencia a la discapacidad,
quedando el centro de atención en las dificultades y no en las posibilidades. Se suele pensar que debido a
esas dificultades “nunca van a tener pareja”, “no van a poder ser madres o padres” o “no son atractivos”... y

25
dan por sentado que no es necesario abordar temas relacionados a la sexualidad. No se plantean qué es lo
que podemos hacer para que disfruten de su sexualidad sino que nos fijamos en lo que no pueden hacer.

La privación de su capacidad de decidir. Se plantea una visión de estas personas como sujetos pasivos,
sujetos que se dejan hacer pero no que buscan, hacen o deciden. Así no se plantea que puedan tener
relaciones sexuales consentidas, deseadas y satisfactorias; y me pregunto: ¿pensamos que pueden decir que
sí o que no? O siempre estamos pensando que no son capaces de aprender a decir lo que no les gusta y lo
que sí les gusta.

Se les estigmatiza como sujetos a proteger y ello despierta todos los instintos de protección, de cuidado
y cercena el desarrollo de la autonomía y la independencia. Incluso no queremos que se enamoren porque
se ilusionan y luego vienen las frustraciones... los queremos proteger tanto que los protegemos de la propia
vida. Además, con esta protección estamos volviendo a dirigir la mirada a sus limitaciones porque, de base,
no los consideramos capaces de superar esta situación. Debemos reflexionar si en ocasiones, a pesar de
luchar y trabajar por la normalización y la integración, con nuestra hiperprotección no estamos generando el
efecto contrario y somos nosotros mismos los que los queremos hacer diferentes (no queremos que se
enamoren, no queremos que tengan desengaños amorosos, etc.).

Es evidente que el camino sólo ha comenzado, que se requieren cambios en la percepción social de las
personas con discapacidad para lograr que tengan un desarrollo adecuado de su sexualidad. Necesitan que
se favorezcan espacios, tiempo y formas para que puedan expresarse, para que puedan encontrarse, en
definitiva: para que puedan vivir su sexualidad.

Columna del 13 de agosto del 2012

26
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre
Ética y valores cuando se brinda un curso, un taller o una charla de educación para la sexualidad.

En primer término nos proponemos brindar conocimientos científicos sobre sexología que influyen en la vida
sexual de una persona comprendiendo que la manera de ser y relacionarnos es diferente en cada uno de
nosotros y que en cuestiones de sexualidad hay modificaciones continuas debidas a los cambios físicos,
fisiológicos, de maduración psíquica, etc. La metodología que resulta de más utilidad es la de taller, que es
una herramienta que nos permite un intercambio grupal enriquecedor, porque da la posibilidad de que cada
uno exprese sus ideas, conocimientos y experiencias; de esta manera, todos nos enriquecemos. En un
primer momento debemos proponernos distinguir las consecuencias personales, familiares y sociales de una
Educación para la Sexualidad brindada de una manera que no es la adecuada, lo cual ocurre cuando no se
trasmiten valores, costumbres y conocimientos científicos respecto de la sexualidad, diferenciando, además,
lo que es socialización en sexualidad y educación de la sexualidad.

Cada grupo familiar tiene sus propios valores sexuales; además, los mismos cambian en las diferentes etapas
de la vida de una persona. Dentro de la ética y los valores asociados a la sexualidad menciono, en primer
lugar, la Dignidad, que es el aprecio a la naturaleza personal o humana; ser conscientes de que debemos
obrar humanamente teniendo en cuenta tanto los valores espirituales como los vitales.

Debemos aprender a valorar y entender la sexualidad como algo propio, que podemos compartir
libremente, que tiene implicaciones sociales y, a su vez, puede estar relacionada con la reproducción o no. Y
siempre tener presente que la conducta sexual y sus consecuencias están determinadas y condicionadas por
las características familiares y las oportunidades, más que por el hecho de ofrecer información o instrucción
sexual. Y en este caso el Respeto es otro valor a tener en cuenta. Significa tener presente la libertad, la
integridad, el parecer y la dignidad de las personas que resultan de alguna manera afectadas por nuestra
conducta. Valorar y respetar la opinión y decisión de cada persona, la de nuestra pareja sexual, aquellos a
quienes damos nuestro ejemplo o terceros involucrados en la situación de brindar educación en sexualidad.
El desvalorizar situaciones, restringir posibilidades de aprendizajes, no permitir expresar cuestiones de la
sexualidad, sería ir en contra de este valor. Por otro lado, hay situaciones más complejas y dolorosas como
son el abuso sexual, las violaciones, los acosos sexuales, la explotación sexual, que, brindando espacios de
escucha y aprendizaje sobre temas relacionados a la sexualidad, podemos ayudar a prevenir, alertar y, en
caso de que hayan sucedido, orientar y acompañar para poder elaborar esa situación traumática.

27
Y aquí podemos mencionar otro valor que es la Sinceridad, manifestada en una abierta y sincera
comunicación, de manera que cada una/o pueda conocer y respetar los sentimientos, las opiniones y las
características personales del/a otro/a.

Además debemos tener presente la Responsabilidad en la manera de brindar educación sexual, teniendo en
cuenta las consecuencias de nuestros actos y la Libertad de elegir de qué modo se puede acompañar el
pleno desarrollo de una vida sexual sin juzgar. Todo ello implica un Compromiso en el vínculo con cada una
de las personas que participan.

En nivel inicial es importante hacer saber a los padres cuales son las conductas y expresiones de la
sexualidad esperadas en la primera infancia, y que se pondrán de manifiesto cuando comienzan a transitar
experiencias de vínculo con otros diferentes a sus grupos familiares al iniciar el proceso de socialización en el
jardín de infantes. La educación de la sexualidad de niños y niñas brinda oportunidades de propiciar la
valoración positiva de sentimientos, emociones, actitudes y conocimientos que adquiere en el jardín de
infantes.

Columna del 13 de noviembre del 2012

28
Hola Karina:
En el programa de hoy hablaré sobre Sexosofía, que es el conjunto de principios y conocimientos que la
gente tiene acerca de su propia e íntima experiencia de su función sexual; sería la filosofía acerca del sexo y
del erotismo que una persona o sociedad tiene, incluyendo valores personales y culturales, compartidos o
no.

Si uno cree que el sexo es la sal de la vida, así será. Cuando se cree en algo, el cuerpo dice sí y responde en
consecuencia. Las creencias se convierten en verdaderos decretos del mundo personal y así las trasmitimos
hacia los demás, por eso a algunas personas sin discapacidad les resulta complejo pensar en la sexualidad de
personas con discapacidad. La gran mayoría de nosotros no hemos recibido Educación Sexual, sino más
bien una Socialización -¿domesticación?- Sexual, la cual es una transmisión de conceptos que no se
encuentran organizados en ningún programa, no poseen fundamentos científicos y que nadie propone
conscientemente. Son lo que denominamos creencias, todo aquello que las figuras de autoridad -padres,
abuelos, profesores, docentes, médicos, psicólogos- nos dijeron alguna vez, que se instalaron en nuestra
memoria y repetimos sin crítica alguna ya que nos parecen absolutamente naturales e incuestionables.

Es preciso reconocer cuales son nuestros principios sexosóficos para analizarlos y hacer el esfuerzo
por dejarlos a un lado cuando nos abocamos a la tarea de educar en sexualidad, para así poder trasmitir
conocimientos basándonos en la sexología como disciplina científica.

Sería entonces prioritario tener presentes las investigaciones científicas, reconociendo y tratando de dejar a
un lado el propio sistema de creencias y valores personales –nuestra sexosofía- en el momento de brindar
educación sexual adecuada y tener como prioridad también el nivel de madurez de la persona a la cual le voy
a trasmitir conocimientos sexuales. De esta manera lograremos disipar los mitos que se encuentran tan
ligados a la sexualidad.

Columna del 26 de septiembre del 2011

29
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre
El rol de las familias en educación sexual integral

Lo que indican las leyes

• La Ley 26.150 de Educación Sexual Integral establece en su artículo 9: “Las jurisdicciones nacional,
provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal, con apoyo del programa, deberán
organizar en todos los establecimientos educativos espacios de formación para los padres o responsables
que tienen derecho a estar informados. Entre los objetivos de estos espacios, se establecen: a) ampliar la
información […] en relación con la sexualidad de niños, niñas y adolescentes; b) promover la comprensión y
el acompañamiento en la maduración afectiva del niño, niña y adolescente ayudándolo a formar su
sexualidad y preparándolo para entablar relaciones interpersonales positivas; c) vincular más estrechamente
la escuela y la familia…”.

• La Ley 26.061,de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y las leyes
generales de educación de la Nación, establece, en su artículo 7: “La familia es responsable en forma
prioritaria de asegurar a las niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno y el efectivo ejercicio de sus
derechos y garantías. El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo
que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos. Los Organismos del Estado deben
asegurar políticas, programas y asistencia apropiados para que la familia pueda asumir adecuadamente esta
responsabilidad, y para que los padres asuman, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y
obligaciones”.

La Educación Sexual debe tender al desarrollo de las capacidades sexuales, estar en concordancia con las
demás facultades individuales y una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes,
tratando de ser espontáneo en la comunicación con las personas con respeto y estima. La Educación Sexual
comprende todas las acciones ejercidas sobre un individuo (a lo largo de su desarrollo), que le permiten
situarse en relación a la sexualidad en general y a su vida sexual en particular.

No hace falta ser un experto para hacer buena educación sexual desde la familia, aunque es importante
tener herramientas. La sexualidad de personas con discapacidad es vivida muchas veces en silencio, rodeada
de interrogantes y angustias, convirtiéndose de esta manera en un riesgo para el desarrollo, ya que se

30
aumentan las diferencias y muchas veces se convierte en un factor que dificulta la vinculación social
teniendo así dificultades, sobre todo en el desarrollo de habilidades sociales. La sexualidad de las personas
con discapacidad, en vez de ser una fuente de satisfacción y placer, representa conflictos y sentimientos
encontrados, ya que a menudo no se desarrolla una adecuada capacidad para disfrutarla debido a diversos
factores, como falta de información o prejuicios y tabúes .

Las familias deben saber qué es la educación sexual, porque tenemos más claro que se enseña en una clase
de matemática, sabemos que en los primeros años se trabaja con conceptos pre-numéricos, nociones de
tamaño (grande, chico), de peso (liviano, pesado), de cantidad (mucho-poco) y en primer grado sumar y
restar se convierte en algo cotidiano; luego vendrán las multiplicaciones, divisiones, las escalas y así
seguiremos avanzando, pero tenemos poca información sobre que enseñar en sexualidad.

¿Cuáles serán los contenidos? ¿Con qué comenzar? ¿Cuándo?

Lo mismo que para matemática comenzamos nociones pre-numéricas -o sea no vamos directamente a los
números-, tendremos que saber que enseñar sexualidad no es ir directamente a conceptos de sexo y
genitalidad. Tenemos nociones que hacen a lo que podríamos llamar nociones pre-genitales.

De acuerdo a la edad y a los niveles cognitivos, de los que hemos hablado en columnas anteriores.

Cuando estamos con una persona autista de bajo rendimiento, con un niño o adolescente con discapacidad
profunda o severa, con un niño de 3 a 5 años con discapacidad leve o con un niño de la misma edad pero
que sólo tiene una discapacidad sensorial como puede ser ceguera, podemos, como familia, intentar que en
los primeros años de vida puedan reconocer y expresar sentimientos y emociones. En aquellos que puedan
comprender desde lo cognitivo se tendrá en cuenta el enseñarles a respetar las diferentes formas de
organización familiar, las partes del cuerpo humano y palabras adecuadas para nombrarlas, la gestación y el
nacimiento; decir NO cuando un contacto físico con otra persona incomoda, confunde o molesta y el poder
pedir ayuda

A medida que van comprendiendo, madurando y logrando tener una maduración psíquica de 11, 12 años,
podemos avanzar a saber de: roles sociales de varones y mujeres en la historia; reconocimiento de
diferencias biológicas entre varones y mujeres, mirada integral de la reproducción humana (biológica,
afectiva, psicológica y social); reflexión sobre prejuicios y actitudes discriminatorias; identificación de
derechos vulnerados, como situaciones de abuso o violencia sexual; reconocimiento de modelos corporales
de los medios y la publicidad

31
Cuando ya tiene una maduración con un nivel de entendimiento y una maduración psíquica y emocional de
aproximadamente 14 años, podemos dar información referida a prevención de contagio de ITG,
reconocimiento ante derechos vulnerados -acoso, abuso, violencia sexual, maltrato, explotación sexual y
trata de personas-; información sobre métodos anticonceptivos y de regulación de la fecundidad; primera
relación sexual; el decir NO frente a la presión de los pares y los medios; construcción social e histórica del
ideal de belleza corporal; desarrollo de capacidades para tomar decisiones y fortalecer la autoestima.

Columna 12 de junio 2012

32
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre abuso sexual:
Los abusos sexuales en la infancia se definen a partir de dos conceptos: el de dominación y el de la diferencia
de edad entre agresor y víctima. La dominación o coerción debe ser considerada en sí misma una conducta
abusiva y la diferencia de edad impide la verdadera libertad de decisión. También existen abusos sexuales
hacia personas discapacitadas cuando, aunque no haya diferencia de edad, su discapacidad les impide tomar
la decisión de elegir tener relaciones sexuales.

El ASI sucede en la mayoría de los casos dentro de un grupo social conocido, ya sea la familia –en muchos
casos- u otro grupo al que se está acostumbrado a concurrir (escuela, club, amigos, etc.) y donde se
comparten actividades.

Al abuso se lo debe conceptualizar como un proceso que se va instalando a través del tiempo y que consta
de varias etapas, las cuales tienen como objetivo, por parte del responsable, ganar la confianza de la persona
a ser abusada e ir logrando un mayor acercamiento, para obtener finalmente la convicción en la persona
abusada de que él realmente quiere lo que el abusador le hace. Esto es lo que dificulta que cuente lo que le
está ocurriendo de manera verbal y explícita, pero sí lo hace de manera simbólica con cambios actitudinales.

Lo que se puede observar en las personas que han sido abusados es que las mujeres tienden a presentar más
reacciones ansioso-depresivas y los varones tienden al mayor fracaso escolar y dificultades de socialización.

Hay efectos iniciales, que incluso pueden aparecen durante los dos años siguientes a la agresión, entre ellos:

Hacia el agresor y/o familiares: desconfianza, miedo, hostilidad, abandono del hogar, conducta antisocial.

Hacia sí mismo/a: vergüenza, culpa, estigmatización, baja autoestima.

Tono afectivo: ansiedad, angustia, depresión, etc. Alrededor del 25% sufre sentimientos de depresión.

Sexualidad: exceso de curiosidad, precocidad de manifestaciones sexuales, prostitución infantil. Entre el 27%
y el 40% pone de manifiesto algún tipo de conducta sexual poco usual.

También puede provocar problemas en el sueño y/o alimentación, problemas escolares y falta de
concentración.

EFECTOS A LARGO PLAZO: ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

33
La depresión es la patología más claramente relacionada con los abusos sexuales. Los estudios efectuados al
respecto muestran que quienes los sufrieron durante la infancia es más probable que tengan depresiones
durante la vida adulta.

Las ideas de suicidio, los intentos de suicidio y los suicidios consumados también son más probables en
quienes han sido víctimas de abusos sexuales.

Los abusos sexuales provocan también sentimientos de estigmatización, aislamiento y marginalidad que
disminuyen, con frecuencia, la autoestima de quienes los sufrieron.

La ansiedad, la tensión y las dificultades en los hábitos de alimentación están asociadas también con mayor
frecuencia a este tipo de traumas infantiles.

Las dificultades de tipo relacional, los padres o los propios hijos, acompañan también, con cierta frecuencia,
estas sintomatologías. Es frecuente que la víctima sienta hostilidad hacia las personas del mismo sexo que el
agresor.

La víctima de abusos sexuales en la infancia, está también más predispuesta a sufrirlos por parte de su
pareja u otros cuando es adulta.

También se han confirmado otros efectos relacionados con la sexualidad: dificultad para relajarse,
anorgasmia, promiscuidad, explotación sexual, etc. Según López y Del Campo, todo parece indicar que "las
víctimas de abusos sexuales durante la infancia tienen más dificultades sexuales y disfrutan menos con la
actividad sexual".

La reacción de quienes se enteran de que alguien ha sido víctima de abusos sexuales suele ser creer a la
víctima, pero suelen limitarse a escuchar o dar apoyo emocional, lo cual resulta insuficiente.

¿CÓMO DETECTAR UN CASO DE ABUSO?

Indicadores físicos: aunque con frecuencia los abusos sexuales no producen lesiones físicas, entre los
indicadores y lesiones de este tipo de abuso se encuentran el sangrado en genitales o ano, las fisuras anales,
los moretones, la infección urinaria y el dolor al sentarse o andar. Entre los indicadores físicos están,
también, los problemas del sueño o alimentación y el embarazo en adolescentes.

34
Conductas: aislamiento social, desconfianza relacional, conocimiento y/o práctica de conductas sexuales no
propias de la edad, lenguaje sexual, incremento de la actividad masturbatoria, agresiones a otros,
delincuencia y uso de drogas en la adolescencia, problemas escolares, etc.

Emociones: síntomas de ansiedad, terrores nocturnos, depresión, sentimiento de culpa, miedo a los adultos
o a un adulto específico, agresión, conflictos con la familia o amigos.

¿QUÉ HACER ANTE UN POSIBLE CASO DE ABUSO?

Propiciar la confianza. Padres y educadores deben animarles a hablar ("Tené confianza en mí", "Podés
contarme lo que sea", "Quiero escuchar lo que me querés decir", "Yo puedo ayudarte a solucionarlo").

Creer al niño. No hay que cuestionar la veracidad de los hechos porque cuando los niños cuentan un abuso,
no mienten prácticamente nunca.

Decirle que no es culpable. Casi siempre muestran sentimientos de culpabilidad, por lo que es muy
importante dejarle claro que él no tiene ninguna culpa, que el responsable es el agresor ("Vos no has hecho
nada malo", "No es tu culpa", "Vos no has podido evitarlo”).

Hacer que se sienta orgulloso por haberlo contado. Quienes comunican estos hechos son valientes ("Estoy
muy orgulloso de vos por habérmelo contado", "Has sido muy valiente al contarme esto").

Asegurarle que no le ocurrirá nada, que el abuso no se repetirá y no habrá represalias ("Ahora que me lo has
contado, ya no volverá a suceder").

Decirle que saldrá adelante ("Sé que ahora te sentís mal, pero te vamos a ayudar para que vuelvas a sentirte
bien").

Expresarle afecto. Necesitan sentirse seguros y queridos, sobre todo en situaciones traumáticas como en los
casos de abusos sexuales.

Hablar de lo ocurrido y del agresor. El niño debe reconocer sus sentimientos. Hay que animarle a hablar del
abuso y hablar del agresor como alguien que necesita ayuda ("¿Querés contarme cómo ocurrió?”, "Te ha
hecho algo malo, pero él también necesita ayuda para que no lo vuelva a hacer").

Comunicar el abuso a la familia o a los Servicios de Protección de Menores. Hay que informar a la familia de
lo ocurrido cuanto antes, para que busquen la ayuda necesaria y protejan al niño para que el abuso no
vuelva a producirse. Si el abuso es intrafamiliar, se debe informar a un familiar directo diferente del agresor.
En estos casos conviene seguir el caso, llamando a la familia o concertando entrevistas con ella para

35
comprobar si está intentando resolver el problema o si se está ocultando o negando, como ocurre muchas
veces. Si está implicado el padre, hay que comunicarlo a los Servicios de Protección de Menores para evitar
que los miembros de la familia se organicen y silencien el abuso.

Columna del 18 de octubre del 2011

36
Hola Karina:
Hoy vamos a hablar sobre Sexualidad y educación en niños con trastornos generalizados del desarrollo
El trastorno generalizado del desarrollo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en
los tres primeros años de edad. La tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta. En el año 2008,
en el hospital Garrahan, de 977 niños evaluados en el servicio de psiquiatría infantil el 37,9 % fue
diagnosticado con trastorno generalizado del desarrollo. Es una alteración evolutiva con una base biológica
que se detecta en los primeros años de vida y que afecta principalmente a tres áreas:

 La comunicación, verbal y no verbal

 La reciprocidad social (interacción con el otro)

 La conducta, que se ve alterada en su capacidad simbólica y en sus intereses

Si acordamos en que sexualidad es tener en cuenta tanto lo genital como la manera en que manifestamos
nuestro afecto, el modo en que nos relacionamos, el estilo de vida que elegimos, los valores que cada uno
tiene respecto de diferentes cuestiones -como pueden ser las relaciones extramatrimoniales, la virginidad o
situaciones asociadas a las conductas sexuales en sí mismas, como ser la elección de vivir en pareja o el tener
o no hijos-, debemos tomar conciencia de que para una persona que tiene alteraciones en la comunicación,
como lo es un niño, adolescente o adulto con trastornos en su desarrollo, tendremos que tener en cuenta
que será muy dificultoso el poder trasmitir como padres cuál es nuestra postura ante dichos temas.

Pero debemos recordar que más allá del trastorno hay una persona, con una sexualidad y una vida sexual, a
la cual debemos garantizarle un desarrollo lo más pleno y placentero posible.

Cuando “comunicamos sexualidad” es cuando realmente estamos expresando nuestras posturas frente al
tema, esperando una determinada conducta de la otra parte en función de la imagen que proyectamos.
“Sexualmente soy así, creo en esto y en esto otro no”.

En el tema de sexualidad, como en tantos otros, comunicamos con nuestras actitudes, conductas;
trasmitimos valores sexuales con palabras propiamente dichas, con un abrazo, con un gesto de aprobación o
de desaprobación, con miradas…

Muchas veces cuando uno le habla a un niño con TGD no nos mira, no va a girar la cabeza para mirarnos a
los ojos y ellos mismos muchas veces hablan por hablar, sin un fin comunicativo de querer contarnos algo en
especial. Entonces, ¿cómo charlar de sexualidad, de valores, de conductas públicas y privadas? No son niños
que espontáneamente vengan a preguntarnos sobre el tema, salvo el caso de aquellos cuyo centro de

37
interés sea la sexualidad. Dije al inicio que una de las manifestaciones era la conducta alterada en su
capacidad simbólica y en sus intereses. Esto es que, muchas veces, se centran en un único tema de interés,
DINOSAURIOS por ejemplo. Entonces puede ser que un niño o una niña centren su interés en lo sexual.

La sexualidad es una de las formas más completas de comunicación que tenemos todas las personas, puesto
que en ella intervienen los niveles físico, sensorial, mental y afectivo (comunicación verbal, corporal,
afectiva, mental, sensorial…); sin ella es imposible desarrollarse plenamente, porque, en definitiva, la
sexualidad es manifestación de que “estamos vivos/as”.

Aunque las personas con TGD tengan especial dificultad en su comunicación, también tienen una vida
sexual. Nosotros debemos “meternos” en su mundo y comprender su especial manera de comunicarse;
saber de sus habilidades nos va a ayudar a hacerlo.

En general no comprenden metáforas ni analogías. Es sumamente importante anticiparles lo que se va a


hacer, como en el caso de un niño pequeño: uno debe anticiparle que en un ratito debe dejar de jugar para
ir a comer y así cierra su juego. A un niño con TGD, tener anticipada y organizadamente sus tareas lo ayuda a
ordenarse y evitar el caos que le puede provocar un cambio brusco de actividades o de lugar de un objeto.

Y vuelvo a hacer la misma pregunta: entonces, ¿cómo charlar de sexualidad, de valores, de conductas
públicas y privadas?

Debemos entonces comenzar a tener un plan de acción con un objetivo claro. Estar mejor es el primero y ver
cuáles son las necesidades de cada niño; no pensar en las mías –si, por ejemplo, me molesta que se desnude
en una reunión familiar-, sino en las del niño.

Debemos fomentar el juego simbólico, ya que suelen prevalecer los juegos sensoriales asociados a chupar,
morder, oler tocar, inspeccionar visualmente un objeto.

Entonces podemos dedicarnos a buscar juguetes y objetos en los que podamos trasmitirles cuestiones
asociadas a la sexualidad, por ejemplo:

Ropa interior: tener algunas prendas que sean para jugar: corpiño, bóxer, bombacha, slip, camiseta, medias
zoquetes, medias de nylon, pañales, bombachas de goma; sentarnos en el suelo, nombrarlas, darles la
clasificación de ropa masculina y femenina. Así, podemos decir “lo usa mamá”, “lo usa papá”, “lo usan los
bebés”, ropa de nenes y de nenas, dar el nombre de cada prenda, hablar de qué se usa para cubrir las partes
íntimas, dejarlo que las investigue, las chupe, las huela. Suelen tener un juego repetitivo de alinear, entonces
jugar a alinear las prendas y ayudar a clasificarlas como prendas intimas de niños y de niñas, de adultos, de

38
bebés. Su juego interactivo es muy limitado, suele gustar del juego de aparecer y desaparecer; entonces
podemos tener un muñeco bebé y un muñeco que simbolice un niño y taparlo y destaparlo con las prendas
íntimas que le corresponden.

Todo requiere de mucha paciencia, tiempo y buen humor.

Algunos gustan del armado de rompecabezas, los cuales por sus imágenes son muy útiles para enseñar
diferentes cuestiones referidas a la higiene, a las partes del cuerpo o a las emociones.

Recordemos siempre que tienen dificultades en su conducta social y en su juego simbólico, entonces
daremos solo la información necesaria:

“Esto es un pañal” y mostramos el pañal; “esto es un bebé” y mostramos el muñeco bebé. Tener muy
presente que debemos estar atentos a su tiempo de atención, que suele ser muy breve; sólo mostrarlo unos
segundos es suficiente, luego retirarlo, recordando que muchos estímulos sensoriales pueden alterarlo.

Siempre es mejor identificar sus motivaciones individuales. Si le gusta jugar con muñecos, aprovechemos eso
para sentarnos a jugar y a brindar palabras asociadas al cuerpo y sus cuidados. Siempre es necesario usar
materiales concretos. Aprovechar cada actividad cotidiana; si va a hacer pis, hablarle sobre eso y mostrarle,
por ejemplo, como higienizarse solo su prepucio en el caso del varón; enseñarle desde pequeño ayuda a su
independencia y autonomía. En el caso de las nenas, enseñarles a higienizarse de adelante hacia atrás para
evitar infecciones por bacterias de la materia fecal.

Recordemos que el trastorno generalizado del desarrollo no es una enfermedad que se va a curar; poseen
una capacidad distinta al del común de las personas: la de ser un pensador concreto, por lo que hay que
hablarle de frente, con comentarios concretos: “acá, al bañarte, podés estar desnudo”; “acá, en la calle,
estamos vestidos”. Hay que aprovechar cada situación de interacción. Es importante reforzar de forma
verbal lo que nos responda. Si dice “desnudo no”, reforzar con “desnudos no podemos estar en la calle,
¡¡muy bien!!” Y ser muy expresivos en cómo lo hacemos.

Otra de sus habilidades es la memoria a largo plazo, entonces esperemos, no repreguntemos, tengamos
paciencia, ya va a hacernos saber si comprendió el mensaje.

Es necesario darse cuenta de la individualidad, reconocer las necesidades sexuales particulares y tener en
cuenta que los deseos y expresiones sexuales debemos tomarlos como potenciales experiencias de
aprendizaje; depende de cómo se organicen y de cómo actuemos frente a las mismas, serán validas para la

39
adquisición de conocimientos y hábitos saludables, evitando situaciones incómodas para los demás y para
ellos.

Columna del 16 de septiembre del 2013

40
Hola Karina:

Hoy vamos a hablar sobre las relaciones familiares en el despertar sexual de los hijos, cuando
comienzan a manifestar conductas típicas de la adolescencia.

En la adolescencia, los roces entre padres e hijos suelen acentuarse; éstos comienzan a diferenciarse de sus
padres y necesitan ser ellos mismos, sin perder el cariño y el apoyo de la familia.

Los padres temen que sus hijos sufran daños a causa de sus dificultades. Por otra parte, en el caso de
personas con déficit intelectual la adolescencia muchas veces no coincide con su edad cronológica, por lo
que conductas que son normales en ese período, pueden aparecer en edades más tardías, pareciendo
“anormales”, por lo cual los papás se sienten desestabilizados emocionalmente, ya que su hijo/a no se
comporta tan sumisamente como antes.

Surgen los miedos a no poder actuar correctamente. Por ejemplo, si la mamá solía acompañar a su hijo
varón y lo cambiaba en el vestuario de mujeres en un club, ya no puede hacerlo, tal vez el papá trabaja y en
ese horario no puede concurrir; entonces, ¿hay que dejar que ingrese solo al vestuario de varones?

Es un período donde los hijos tienen más en claro lo que les gusta, se sienten más motivados a desarrollar
sus propios intereses, dejan de lado lo que le interesa a los padres. Los límites de los padres y las decisiones
son cuestionados. Se inicia una etapa donde escucharse es fundamental para lograr una buena convivencia.

Algo a tener en cuenta es poder conectarse con lo bueno que tiene para dar cada integrante de la familia.

Así como el diálogo es importante, respetar los silencios lo es también. Para los padres es bueno recordar
como vivieron sus 11, 12 13 años, que vivencias recuerdan de su escuela secundaria. Recordar los
sentimientos, traer a la memoria la relación con sus propios padres, los ayuda a comprender mejor a sus
hijos.

Cuando los hijos tienen un déficit cognitivo, debemos saber que a ese déficit lo acompaña una inmadurez
emocional. Esto hace que la tarea de los padres en la etapa de la adolescencia sea mucho más ardua,
complicada, llena de temores. Es una etapa donde los hijos pueden estar más distraídos de lo habitual, se
vuelven contestadores y defienden su intimidad, privacidad y sentimientos. Algunos se aíslan y pasan largas
horas en solitario: esto es la conducta “normal" de cualquier adolescente. Los padres pueden sentir que
retan a sus hijos más que antes, parecieran quedarse sin paciencia y esto les genera mal humor. El
sentimiento es que todos los tratamientos para "ayudarlo" a madurar, quedan sin efecto.

41
Los hijos se enamoran y cambian sus comportamientos. Los adolescentes con discapacidad intelectual, con
mayor o menor déficit, también sufren la llamada “Edad del pavo”.

Muchos adultos con discapacidad son cuidados por hermanos, ya los padres pueden no estar en condiciones
de hacerlo o haber fallecido. Se suele observar que los hermanos que deben tomar decisiones de padres,
suelen ser más flexibles al enfrentar noviazgos, más colaboradores y comprensivos de los deseos sexuales
de sus hermanos. Están más cerca en edad cronológica y vivencias físicas; tienen más presentes sus
propios deseos y experiencias amorosas. Los hermanos suelen tener menos miedos aunque toman más
recaudos a la hora de ayudarlos a independizarse.

Es bueno ponerse en contacto entre las familias si “se ha formado una pareja". Compartir miedos,
inquietudes, pactar acuerdos entre los responsables de la familia, ayudará a "la pareja" a sentirse tranquila y
más segura. Hay que ayudarlos en ese nuevo vínculo.

Siempre van a necesitar de nuestro apoyo emocional. Ayudarlos a organizar sus salidas, lugares de
encuentro, manejo del dinero. Poder invitar a participar de reuniones familiares, como cumpleaños, ayuda a
que el vínculo se fortalezca y tomen responsabilidades por las emociones de la pareja.

Hay que evitar burlas, chistes. Es importante tomar con respeto el noviazgo. Sabemos que no todos van a
llegar a un encuentro íntimo, pero seguramente pasarán por un período donde querrán verse y estar
juntos todo el tiempo. Cuando se encuentran en instituciones quieren compartir el mismo grupo o las
actividades. Se suelen celar y controlar mucho. Hay que ayudarlos a expresar sus emociones de manera
adecuada, brindándoles un espacio donde conversar temas de la pareja.

Crecer tiene dos pilares fundamentales: lograr independencia y tomar responsabilidades. Nosotros, los
adultos a cargo, debemos tener en claro cuáles son las aptitudes y capacidades de cada niño, adolescente o
adulto con trastorno en su desarrollo, para que logre su independencia y la mayor responsabilidad posible,
recordando siempre que esto va a depender de su maduración y no de nuestras exigencias.

Columna del 4 de octubre del 2011

42
Hola Karina:

Hoy vamos a hablar sobre como disfrutar de la sexualidad en el período adolescente cuando hay
discapacidad visual

Como cualquier adolescente que está pasando por esa etapa, diferenciarse de los padres y reconocerse con
una identidad que le es propia es un desafío y más aún cuando “no se ve”. Las familias deben tener mucha
más paciencia con el o la adolescente con discapacidad visual. La mayoría de los y las adolescentes en esa
etapa quiere parecerse a sus amigos y ser "diferente" por la discapacidad visual puede causar reacciones
tales como enojo, depresión o tristeza. Muchos adolescentes se preocupan también por su futuro y la
inestabilidad emocional propia de la edad, sumada a la inseguridad que genera el saberse con una
minusvalía, puede a veces dar lugar a sentimientos negativos muy fuertes con respecto a su condición
visual. Y esos sentimientos son de tristeza, enojo, bronca.

Se pone muy en juego lo afectivo y las familias deberán hacer un esfuerzo extra por colaborar en los
diferentes aspectos; uno de ellos es el poder brindarles ayuda en su arreglo personal, por ejemplo, porque
ya sea que tengan baja visión o sean totalmente invidentes, la cuestión de “como me veo“ es tan importante
como para cualquier adolescente. El vestirse iguales al grupo es una de las características propias de esa
edad. Usar determinado color o remera, e inclusive maquillaje, pertenecer a un grupo definido y sentirse
identificado con las reglas de un grupo y las conductas del mismo ayuda a pasar el período de la
adolescencia. No pertenecer a ningún grupo aísla y en algunos casos puede generar sentimientos de
pérdida, inseguridad y reacciones antisociales o conductas autodestructivas.

Por otro lado los adolescentes que acaban de perder la vista con frecuencia van a tener necesidades
emocionales diferentes de las de quienes viven esta condición desde la infancia. Los sentimientos de enojo,
depresión y negación son parte del proceso de duelo.

Al igual que en cualquier otro chico o chica se producen cambios físicos que no pueden ver y, aunque
pueden sentirlos, no tienen la posibilidad de observar su cuerpo y de ir incorporando de a poco su nueva
imagen corporal. Los cambios son bruscos de un año a otro y necesitan información detallada sobre lo que
está ocurriendo o lo que va a suceder. El crecimiento del busto o de la barba, es de suma importancia; ir
informándoles lo que les va a ir cambiando o lo que les está pasando ayudará para la aceptación de un
nuevo cuerpo, que no pueden ver. E inclusive charlar sobre los cambios de estados de ánimo.

A muchos padres les puede resultar incómodo tener que ayudar con ese proceso de cambio físico y
emocional que se produce en la adolescencia.

Es muy importante que puedan sentir confianza en sí mismos, por lo que darles información referida a la
sexualidad, los ayuda a sentir seguridad.

Un adolescente de baja visión o ciego está rodeado seguramente de otros adolescentes que ven y tienen
información de cuestiones referentes a la sexualidad a través de imágenes de televisión, de la lectura de
43
artículos, de lo que puedan ver por la calle y esa información que obtienen por observación seguramente la
comparten con su amigo no vidente o de baja visión.

La información que recibe de sus pares puede o no ser la correcta, por lo que es necesario brindar un
espacio para hablar con un adulto tratando de que no se sienta avergonzado.

Por ejemplo, si un chico adolescente tiene una eyaculación nocturna —un "sueño mojado"— sin ninguna
información previa, podría pensar que algo está mal. Necesita saber de una fuente confiable que es una
parte natural del desarrollo físico de un varón. Lo mismo con una mujer: saber del proceso de la
menstruación la va a hacer sentir segura al momento de que ocurra su menarca.

Lo más importante es que necesitan saber que pueden plantear cualquier pregunta o preocupación y que se
les van a dar respuestas directas y se los va a ayudar a manejar cualquier problema que puedan tener.

Siempre recordar que su discapacidad los limita a acceder por si solos a información referida a la
sexualidad: debemos facilitársela.

Lo mismo, oír que los compañeros hablan de actividades sociales en las que no participan, puede hacer que
se sientan alterados.

Hay poco material en Braille sobre educación sexual integral, por lo que deben las familias sortear
situaciones de vergüenza y generar espacios de charlas, sin temer que por ello van a incitar a sus hijos a
tener relaciones sexuales antes de que estén preparados física y emocionalmente. Cuando una persona se
siente confiada en sí misma y su autoestima está en alta, no necesariamente recurra a tener relaciones
sexuales para sentirse mejor: si lo hace será por otros motivos.

Otros temas relacionados con la socialización cobran mucha importancia: establecer una salida con alguien
puede generar muchas dificultades; hay que poder organizar la manera en que se va a comenzar a movilizar
solo o sola para encontrarse con alguien; llegar a un restaurante o una fiesta solo o sola puede traer
problemas en la familia. Independizarse cuesta y más cuando se tiene una discapacidad, por lo que saber
utilizar medios de transporte es un ejercicio al que habrá que ayudar y ejercitar. Desplazarse de un lugar a
otro puede es un desafío.

Con buenas destrezas de orientación y movilidad y la habilidad de desplazarse en forma independiente, es


probable que se sienta con mayor seguridad acerca de cómo manejar los retos que plantea el tener un
encuentro y otros eventos sociales.

Columna del 9 de octubre del 2012

44
Hola Karina:

Hoy vamos a hablar sobre Masturbación: ¿juego, expresión de la sexualidad, actividad autoerótica,
juego sexual compartido, erotismo en pareja?

Antes quisiera recordar que cuestiones asociadas a la sexualidad van a acontecer en personas con
discapacidad o sin ella, aunque se manifiestan en diferentes edades cronológicas si hay discapacidad
intelectual; se viven de diferente modo de acuerdo a la discapacidad en el caso de ser discapacidades
sensoriales. Por otro lado, la discapacidad motriz hace que una persona pueda moverse o no de
determinada manera; además no es lo mismo nacer con una discapacidad motriz que adquirirla por
un accidente o enfermedad.

Por ejemplo, aquel hombre que antes de un accidente salía con diferentes personas, tenía una vida sexual
muy activa, restaba importancia a lo afectivo y valoraba mucho el rendimiento físico, probablemente va a
sentirse muy afectado; de manera diferente lo podrá vivir una persona que pensaba en la sexualidad en
términos de amor y no de rendimiento. Quien valoraba y disfrutaba de la masturbación como la actividad
más importante, no poder hacerlo le va a causar más angustia y desazón que a aquel que no se permitía
tocarse.

Algunos interrogantes que pueden surgir alrededor del término “masturbación” y de la actividad misma son
los mencionados anteriormente: ¿juego, expresión de la sexualidad, actividad autoerótica, juego sexual
compartido, erotismo en pareja?

Pensemos que cuando en la niñez comienza a desarrollarse el pensamiento, los intereses se multiplican y
diferencian. Comienza la persona a diferenciar y valorar intereses y sentimientos propios; dentro de esos
sentimientos, los de inferioridad o superioridad. Si un niño es exitoso en sus logros -esto vale, por supuesto,
también para los adultos-, siente que se eleva su autoestima y esto influye en su desarrollo; por el contrario,
si fracasa se siente menos valorado y sus pretensiones sobre si mismo también disminuyen.

Entonces hablo del tema del pensamiento asociado a una conducta sexual como la masturbación, porque el
desarrollo psíquico ligado a las cuestiones del saber o investigar están en íntima relación con el desarrollo
de la actividad sexual que se observa desde la infancia; un niño que está por tener un hermanito puede
comenzar a tener interés en lo sexual y comienza a preguntar, por ejemplo, sobre como es el
origen de los niños y también comienza con más énfasis la investigación del propio cuerpo. La investigación
sexual de la primera infancia es solitaria: se trata de un primer intento de autonomía en el mundo. Un niño
entre los 3 y los 5/6 años descubre y manipula sus genitales (masturbación = placer).

Hablé al principio del interrogante “juego” al referirme a la masturbación porque jugando representan la vida
amorosa propia y la de sus padres, el nacimiento del hijo. Las actividades de masturbación en la infancia
están ligadas no sólo al placer que le provoca la acción misma sino al conocimiento del cuerpo. Según
Freud, el jugar del niño está dirigido por deseos, especialmente por el de ser grande y adulto: por eso juega

45
siempre a serlo, imitando lo que ha devenido familiar en la vida de los adultos, apuntalando en cosas
palpables y visibles del mundo real sus objetos y situaciones imaginadas.

Así, el garage o puente de juguetes se usan para juegos de penetración, ligados a la alimentación y
reparación. Las muñecas satisfacen las necesidades de maternidad y paternidad. De esta manera, el juego
se va ampliando y complicando. Valoran un cajón, un ropero, etc., donde guardar sus juguetes. Les
interesan la limpieza y el orden porque el desorden y la destrucción los angustia.

¿Toda actividad que despliega el niño se desarrolla en función de las posibilidades de adaptación al medio;
sus juegos lo sostienen y ayudan en esta empresa? A mediados del siglo pasado la masturbación comenzó
a considerarse un comportamiento sexual aceptable en todas las edades y condiciones, un avance facilitado
por los conocimientos que nos brindó el llamado “Informe Kinsey”, cuyo autor, Alfred Kinsey, fue uno de los
más importantes estudiosos de la sexualidad humana. Claro que en esa época no se hablaba de la
sexualidad de las personas con discapacidad, pero está claro que es una actividad natural en cualquier
persona.

Lo que debemos tener presente es que ninguna persona tiene un ritmo sexual igual al de otra. Aun dentro
del ámbito de una pareja, puede que uno de sus integrantes no tenga ganas de tener sexo y la otra persona
sí, por lo que la masturbación es un recurso válido. También puede introducirse en el juego amoroso,
pasando así a ser parte de la vida erótica de la pareja.

Cuando hay discapacidad motora, el tocarse e ir investigando y descubriendo zonas de placer es


enriquecedor, tanto de manera individual como en pareja. Si hay discapacidad intelectual la conducta
masturbatoria reviste las mismas características, en cuanto a la búsqueda de gratificación, que en las demás
personas; la diferencia fundamental estriba en que los comportamientos tienen que ver con la edad
madurativa y no con la cronológica, ya que no provoca la misma sensación a familiares y profesionales ver
masturbarse a una persona de 3 años que a una de 30. No obstante, lo adecuado no es prohibir o castigar,
sino insistir todo lo que sea necesario para lograr que se practique en privado.

Karina: el tema de la masturbación surge hoy como interrogante de uno de los oyentes, pero refleja la
inquietud de muchos. Entonces tenemos que comprender que es una actividad sexual normal, sana, que
regula el bienestar físico y que, por lo tanto, tiene implicancias en el bienestar emocional. En consecuencia,
reprimir es perjudicial. Dar espacios y tiempos de intimidad es, entonces, lo más saludable que las familias
pueden brindar.

Columna 5 de marzo 2012

46
Hola Karina:

Hoy vamos a hablar sobre SEXUALIDAD y OBESIDAD

¿Por qué hablar de obesidad dentro de la columna de discapacidad y sexualidad? Es que muchas veces la
obesidad “discapacita” a las personas y muchas veces es la causa de situaciones de aislamiento social y
retraimiento.

La obesidad puede, incluso, generar dificultades motoras que hacen que a la persona le cueste caminar en
su propia casa y que tareas sencillas -como colocarse un par de zapatillas, por ejemplo- resulten altamente
complejas, llevando inclusive a requerir la ayuda de otra persona. Así, mucha gente con obesidad mórbida
requiere ayuda para su higiene personal, para acostarse, para ir al baño; es decir, muchas situaciones de la
vida privada pasan a ser realizadas en presencia de otra persona.

Específicamente el caso de la obesidad mórbida encuadra en la calificación de discapacidad. Son personas


que tienen 50 kilos por encima de su peso ideal o posible, según los años y el estilo de vida.

Es una enfermedad que se acompaña de múltiples co-morbilidades, como la diabetes tipo II, la insuficiencia
respiratoria, la hipertensión arterial, la apnea del sueño, la artropatía, la dislipemia, la cardiopatía, la
depresión, etc.

La obesidad se da más en mujeres que en varones.

Cuando hablamos de sexualidad y obesidad debemos tener en cuenta que, durante el desarrollo físico, una
persona puede verse expuesta a situaciones traumáticas; en este sentido, la persona obesa puede
desarrollar más fácilmente disfunciones sexuales y ver cercenada su autoestima, ya que además está
sometida a un discurso social y a mandatos de género donde el hombre musculoso y atlético y la mujer
delgada o con formas destacadas en su busto, labios, glúteos, etc., son los modelos que invaden los medios
de comunicación, indicando que eso es lo que se espera y no justamente la obesidad.

Respecto de cuestiones referidas a la sexualidad y todas las funciones que acompañan a la misma nos
encontramos con

Complicaciones obstétricas

Mayor número de cesáreas

Mayor mortalidad materna y fetal

Complicaciones ginecológicas

Mayor riesgo de infecciones genitales y urinarias

Mayor riesgo de cáncer de mama

Disfunciones sexuales:

47
Mayor predisposición a:

 trastornos del deseo sexual

 trastornos de la excitación

 retardo para obtener orgasmos

En cuestiones de acercamiento sexual los seres humanos tenemos algunas conductas parecidas; varían,
claro, de acuerdo al contexto sociocultural, pero en líneas generales primero nos vemos atraídos por la
imagen, lo que vemos: la mirada es fundamental. Luego, si no es la mirada es lo que escuchamos, la
conversación, la palabra lo que nos atrae, para luego hacer contacto y darnos cuenta de que con esa
persona podemos estar en armonía. La atracción hacia alguien al verlo se produce en segundos,
provocando rechazo o interés.

Cuando la persona que vemos es obesa, resulta muchas veces poco atractiva y el estímulo visual –de
acuerdo con los mandatos a los cuales hicimos referencia- genera rechazo, el acercamiento se ve limitado
por ese primer contacto visual. Claro que esto no es extensivo a todas las personas, dado que hay quienes
disfrutan y sienten mucho placer al tener parejas que sean de características obesas.

En las personas obesas ese primer contacto con la mirada puede ser una barrera y así no continuar con
ese circuito de gustar a alguien con la palabra, con el encuentro de la charla, viéndose truncada la
posibilidad de conocer a alguien; la persona obesa ve así limitadas sus posibilidades de contar quién es, qué
cosas le gustan, a qué se dedica…

Y en cuestiones más específicas del orden de lo sexo-genital pueden aparecer alteraciones entre los
estrógenos y la progesterona que hagan que la sexualidad, en lo referente al deseo y las prácticas genitales,
se encuentre disminuida.

Estas alteraciones entre los estrógenos y la progesterona hacen que no se presente la ovulación por lo que
aparecen alteraciones en el ciclo menstrual.

El periodo menstrual puede llegar a desaparecer o a aparecer en periodos muy largos de tiempo entre ciclo
y ciclo.

Puede aparecer infertilidad por diversas causas y una de ellas puede ser por el exceso de grasa en los
ovarios y la formación de quistes en los mismos (ovarios poliquisticos).

En la parte fisiológica del hombre, sus espermatozoides presentan una mayor cantidad de grasa, por lo que
podrían ser infértiles.

Desde el punto de vista físico:

Las relaciones sexuales pueden no ser muy satisfactorias porque físicamente podría no lograrse el
encuentro entre los genitales, encontrándose además con dificultades para realizar movimientos.

48
En la mujer, a veces, no se puede realizar una adecuada exploración de los senos y una pequeña
tumoración puede pasar inadvertida hasta que sea más grande y, por lo tanto, más peligrosa.

Finalmente, volviendo al tema del placer y el encuentro con otra persona, tenemos que recordar que quienes
sufren de obesidad sienten y desean; que también necesitan que sus cuerpos sean acariciados y mimados,
pero muchas veces la misma persona obesa niega su sexualidad y rechaza su cuerpo y toda posibilidad de
un encuentro sexual, negándose ese derecho y generándose así otra forma de discapacidad.

Columna del 25 de junio del 2013

49
Hola Karina: Hoy me gustaría charlar sobre el Síndrome de Turner; si bien es una patología poco
frecuente, es interesante dar a conocerla.

Es una alteración cromosómica que puede tener una persona, que se manifiesta por la ausencia total o
parcial del segundo cromosoma sexual y que se produce durante el período embrionario.

Fue descripto por primera vez por Henry Turner en el año 1938. Se da sólo en las mujeres: en lugar de dos
cromosomas sexuales xx, estas niñas tienen, al menos en parte de sus células, un solo cromosoma X.
Recordemos que los dos cromosomas sexuales ayudan a la persona a desarrollar la fertilidad y las
características sexuales de su género. Sólo un pequeño porcentaje de estos embriones llega a término,
aparece en una de cada 2.000 niñas recién nacidas y puede no detectarse en principio, al no producir
alteraciones llamativas ni físicas ni mentales. En general una niña Turner es una niña normal, de estatura
baja y con problemas de desarrollo.

Con un adecuado diagnóstico, un completo análisis y un tratamiento estratégicamente programado, la


persona puede alcanzar todo su potencial, su desarrollo y completa inserción en la sociedad. Los bebés con
el síndrome de Turner suelen ser difíciles de reconocer. Un dato que ayuda al diagnóstico es el edema de
pies y manos, debido a un defecto en el drenaje del sistema linfático. El diagnóstico definitivo del síndrome
de Turner ha de hacerse mediante un cariotipo, que consiste en el estudio morfológico de los cromosomas.
Se suele hacer a partir de una pequeña muestra de sangre y generalmente se tarda entre cuatro y cinco
días en finalizar el estudio. En este estudio de los cromosomas o cariotipo deben ser analizadas un número
lo suficientemente alto de células para poder excluir el mosaicismo cromosómico.

Las personas con Síndrome de Turner tienen ciertas características distintivas.

Baja estatura (1.30m a 1.43m)

Gónadas en cintillas

Malformaciones craneales, micrognatia

Cubito Valgus

Baja implantación del cabello

Cuello corto

Alteraciones renales

Paladar ojival

Acortamiento del cuarto metacarpiano

Múltiples Nevos

Cuello alado

50
Edema en manos y pies

Uñas hiperconvexas y frágiles

Estrabismo

Tórax en escudo

Pezón y areola con gran separación

Orejas de baja implantación y rotadas

Obstrucciones linfáticas: edemas congénitos

Hipoplasia de las vértebras cervicales

Se deberá administrar a las niñas hormona de crecimiento para incrementar la estatura final adulta. Esta
hormona facilita el aumento de la talla hasta la consolidación ósea.

Si se mantuvieran los niveles de hormona de crecimiento más allá del tiempo indicado, los únicos órganos
que crecerán son los que posean tejidos blandos, como cartílagos (nariz, orejas, lengua, hígado, riñones).
También puede producirse engrosamiento óseo mandibular, en manos o en vértebras. Administrar hormona
de crecimiento luego de la pubertad no produce aumento de estatura.

La disfunción más frecuente es en los ovarios, en el último trimestre del embarazo y en los meses siguientes
a la gestación; se produce una oclusión y/o perforación de los ovocitos y fibrosis del estroma. Sin embargo
este proceso a veces no es absoluto ni aparece en todos los casos; ello explica el que en un 5% de ellas
puede haber un grado de función ovárica residual suficiente para iniciar el desarrollo de las mamas en la
pubertad y algunas pueden tener una o más menstruaciones espontáneas. Raramente tienen ovulaciones,
habiéndose observado casos de embarazos, tanto en niñas con monosomía como con mosaicos.

Las gonadotropinas permanecen en niveles altos durante los primeros años de la vida (sobre todo la FSH),
para luego disminuir a niveles similares a las niñas normales. Al no producirse la pubertad por fracaso
ovárico, aumentan las gonadotropinas hasta niveles de menopáusicas; por tanto no se produce el desarrollo
de los caracteres sexuales secundarios y las afectadas permanecen sexualmente infantiles y con amenorrea
primaria.

Hasta hace poco la infertilidad era definitiva, pero gracias a las investigaciones en la donación de óvulos y
su implantación en el útero de la receptora, la maternidad es posible. Se puede considerar la hormona del
crecimiento con inyecciones diarias, a las que se les suele añadir un andrógeno, durante cuatro años antes
del cierre de las epífisis de los huesos (momento en el que termina el crecimiento) para ayudar a
incrementar su estatura. La terapia con estrógeno se inicia usualmente a los 12 ó 13 años de edad para
estimular el desarrollo de las mamas, del vello púbico y de otras características sexuales.

51
Normalmente, las mujeres con el síndrome de Turner toman tratamientos de estrógeno-progesterona hasta,
por lo menos, la menopausia para proteger de la osteoporosis a los huesos. Se encuentran disponibles los
programas de donación de óvulos para ayudar a las mujeres afectadas por este síndrome que quieran
quedar embarazadas.

Columna del 2 de noviembre 2011

52
Hola Karina:

Hoy vamos a hablar sobre si ¿Puedo tener encuentros sexuales si tengo espina bífida?

¿Por qué no conozco a nadie, mi discapacidad me condiciona? ¿Puedo practicar sexo de manera normal?

Muchas personas consultan y se cuestionan sobre si pueden o podrán tener pareja y/o relaciones sexuales;
si podrán rendir bien sexualmente a pesar de su discapacidad.

Recordemos que TENER ESPINA BÍFIDA significa que los pliegues neurales fallan en el momento de la
gestación y no llegan a encontrarse y fusionarse, dejando como resultado a la médula espinal abierta
como una masa de tejido nervioso sin ningún tipo de cubierta.

Existen muchas dudas sobre la lesión medular y como afecta la capacidad sexual o reproductiva de las
personas que la padecen, pero por sobre todo su autoestima está muchas veces por debajo de lo normal.
Además, el deseo sexual y/o las ganas de tener una pareja quedan truncados a la hora de poder concretar
un encuentro, ya que son pocas las posibilidades de socializar o tener grupos de amigos. La serie de
tratamientos y las dificultades de la vida cotidiana no favorecen el encuentro.

Lo importante es que una vez que se conoce a alguien, no debemos cuestionarnos tanto si es común o
normal realizar determinada práctica sexual; no hay una forma normal o común de tener sexo: cada
pareja, con o sin discapacidad, encuentra la forma satisfactoria a través de la comunicación entre sus
miembros; lo importante es llegar a acuerdos.

Para todo lo referido al encuentro entre dos personas debemos tener en cuenta diversos aspectos, como el
arreglo personal, la predisposición, el apoyo familiar y el saber cuestiones respecto a la sexualidad. Y esto
hace referencia a poder recibir educación sexual. Por ejemplo, saber que el tejido nervioso va a buscar vías
alternativas para llevar información al cerebro.

Casi nunca se plantea si las personas discapacitadas disfrutan o no de sus relaciones; en todo el mundo,
generalmente, a esto se le da poca prioridad o simplemente se deja a un lado. A menudo esto ocurre
debido a la creencia que las personas discapacitadas no son sexualmente activas.

Hay que, primero, tener en claro la propia idea de la sexualidad, para luego avanzar a ideas más amplias. La
sexualidad no es solamente algo físico. En la actualidad, cuando se habla de sexualidad, nos estamos
refiriendo no sólo a la genitalidad, a las relaciones coitales, sino a un sinnúmero de cosas que incluyen
formas de expresar afectos o sentimientos.

Pero teniendo en cuenta solamente la sexualidad como el encuentro íntimo genital, podemos decir que a
veces las personas que padecen espina bífida pueden estar con su pareja sin que ocurra penetración; hay
momentos en que sí puede darse y otros que, por malestares físicos como pueden ser molestias en los
riñones, la penetración puede resultar molesta en la mujer.

53
Lo que debemos tener en claro que la actividad sexual está básicamente controlada por el cerebro: pueden
no sentir en la zona genital sensaciones, pero sí en su pensamiento, en su imaginación.

Desde un punto de vista sexológico se diferencian tres conceptos claramente relacionados entre sí, aunque
igualmente diferenciables: la sexuación, la sexualidad y la erótica.

Entendemos por erótica las diferentes peculiaridades con las cuales cada uno manifiesta, vive y expresa su
propia sexualidad. Al referirnos a ésta hablamos del modo de expresión del hecho de ser sexuado y se
diferencian modos diferentes: homosexualidad, heterosexualidad, bisexualidad. Por último, el proceso
de sexuación, que se inicia con la concepción y concluye con la muerte, y consiste en cómo nos vamos
constituyendo como hombres o mujeres a lo largo de toda nuestra vida. Es por tanto aquel proceso que nos
convierte en hombres o en mujeres, diferenciando a los individuos y provocando una afinidad por el
encuentro.

En la sexualidad podemos definir tres dimensiones diferentes: relacional, recreativa y reproductiva,


íntimamente relacionadas, pero también diferenciables. La dimensión relacional hace referencia a todo lo
que la sexualidad posee de interacción, de comunicación, de encuentro, de expresión de afecto,
sentimientos y
emociones. La dimensión recreativa engloba todo lo que la sexualidad tiene de gratificante, de placentero,
de fantasioso, de ilusión, etc. La dimensión reproductiva se refiere a todos los aspectos de la procreación, la
dimensión de ser padres y madres, etc.

Entendiendo la necesidad de cultivar la sexualidad, es fácilmente explicable porque debemos trabajar este
campo con las personas con discapacidad.

Durante mucho tiempo no se ha reconocido la sexualidad de la persona con discapacidad. Ello ha


promovido una deficiente socialización sexual y un restringido acceso a un universo íntimo propio. Pero
como hemos visto la sexualidad es un elemento que forma parte de la persona, es una dimensión más; por
tanto, no la podemos hacer desaparecer. Parece lógico, entonces, que aceptemos y cultivemos dicha
dimensión constitutiva de su personalidad, de su identidad, que conforma un vehículo de dimensiones
afectivas y psicológicas, que es una forma de estar en el mundo y de relacionarse con los otros.

Por todo lo que hemos planteado anteriormente es necesario desarrollar programas de educación sexual
con toda la población, es decir, incluyendo a las personas con discapacidad, con especial atención por la
invisibilidad que se les da en este aspecto.

Retomando el tema de las personas con espina bífida, haré referencia a cuestiones biológicas en las que
influye el tenerla y que hay que considerar para comenzar a brindar educación sexual.

A menudo les falta sensibilidad en las regiones habitualmente erógenas, como la zona genital y la zona
mamaria. La estimulación de estas zonas puede conllevar a una erección o una lubrificación de la vagina,

54
pero no necesariamente al placer sexual. En cambio, otras zonas del cuerpo como las orejas, los párpados y
el cuello pueden ser estimuladas para originar la excitación sexual. Ciertas personas comprueban un
aumento de la reacción sexual producido por el tacto de la superficie de la piel en la zona de la lesión. Se
trata de una zona a menudo solicitada en la actividad sexual y habitualmente reconocida como muy erótica y
proporciona muchísimo placer.

Los hombres con heridas medulares pueden obtener una erección de naturaleza refleja o de naturaleza
psicógena. Las erecciones reflejas son obtenidas por medio de la estimulación de la región
genital. Habitualmente, estas erecciones se mantienen tanto tiempo como dura la estimulación de esta
región. Al contrario, las erecciones psicógenas son el resultado de una estimulación erótica que produce una
modulación cortical del arco reflejo sacro. Las erecciones son más susceptibles de producirse en los casos
de lesiones medulares incompletas que en los casos de lesiones completas. Los hombres con heridas
medulares pueden mantener una erección sólo si el pene es estimulado, pero la rigidez de la erección no es
suficiente para realizar el acto sexual. La erección debe ser pues aumentada por medio de dispositivos, de
medicinas o de una prótesis peniana si una pareja desea tener relaciones sexuales que incluyan la
penetración.

El índice de eyaculación varía según la naturaleza y el lugar donde se encuentra la lesión neurológica.
Muchos hombres experimentan la eyaculación retrógrada en la vejiga, mientras que otros pueden
experimentar emisiones inoportunas de esperma. La experiencia del orgasmo entre los hombres con heridas
medulares varía según los individuos. Algunos lo describen como un acontecimiento principalmente
emocional, otros como una relajación muscular generalizada o una sensación agradable al nivel de la pelvis
o de los sentidos. Otros, en cambio, indican que no tienen más orgasmos desde su lesión.

La mujer con lesión medular no suele tener afectada su fertilidad. Siempre que la mujer tenga un ciclo
menstrual normal, puede engendrar exactamente igual que antes de producirse la interrupción medular.
La fertilidad se encuentra afectada en muchas ocasiones en el caso del varón; en la mujer dicha afectación
puede ocurrir sólo en los primeros meses del inicio de la enfermedad, por ausencia de menstruación
pasajera. El estilo actual de vida hace que esta alteración sea cada vez más frecuente en mujeres jóvenes,
en las que la vida sexual y reproductiva tiene una gran importancia.

Dependiendo de la altura de la lesión se puede conseguir un parto vaginal sin ninguna complicación y una
recuperación en el puerperio tan satisfactoria como en cualquier mujer.

Las lesiones medulares aumentan el riesgo obstétrico de la madre, pero el resultado perinatal generalmente
es satisfactorio. La fertilidad en la mujer en edad reproductiva con lesión medular no está disminuida, ya que
no hay ninguna alteración hormonal ni ginecológica que le impida su normal embarazo. Sin embargo,
durante el desarrollo pueden aparecer alteraciones no graves que deben conocer para poder establecer

55
las medidas necesarias que permitan un parto a término y sin complicaciones. Hay que conocer también los
posibles efectos de la medicación en el niño.

El embarazo y el parto se desarrollan normalmente, pero siempre es conveniente la vigilancia médica. Las
especiales circunstancias que pueden concurrir en una mujer parapléjica hacen esta atención facultativa
imprescindible. Los tradicionales dolores de parto serán sólo molestias difusas poco concretas en la
parturienta parapléjica.

Es muy importante que la persona parapléjica viva su sexualidad conforme a sus apetencias y no encuentre
en sus limitaciones físicas un impedimento para la más completa expresión sexual, que le proporcione las
mismas compensaciones emotivas y anímicas que a cualquier individuo.

Columna del 16 de abril del 2012

56
Hola Karina:

Hoy me gustaría que abordáramos el tema de las personas sordas y la necesidad que tienen de
acceder a información referida a la sexualidad de forma correcta.

Su carencia auditiva los limita muchísimo al no poder recibir información de medios de comunicación,
charlas y explicaciones que se brindan en diferentes ámbitos, lo que los coloca en una situación sumamente
vulnerable ante un ejercicio de su sexualidad con responsabilidad.

Ha pasado de encontrarme, por ejemplo, con el caso de una mujer que, ante su primera consulta
ginecológica, no alcanzó a comprender bien el uso de las pastillas anticonceptivas y las usó entonces de
manera incorrecta, ya que había comprendido que la pastilla del día 1 de su ciclo la debía tomar el día 1º del
mes.
Con esa confusión quedó embarazada sin haberlo deseado. Uno se puede preguntar, “bueno, podría haber
leído el prospecto”, pero lo que ocurre es que, en general, las personas sordas no leen y se manejan más
con lengua de señas. Por otra parte, los audífonos que algunas personas pueden llegar a utilizar tal vez no
les permiten escuchar con la nitidez que pensamos; así, muchas veces se aíslan, lo que hace que a lo largo
de la vida se vaya deteriorando aún más la posibilidad de vivir plenamente su sexualidad. Si bien es cierto
que podrán emocionalmente vincularse con otra persona, les cuesta mucho acceder a información referida a
la sexualidad.

La persona sorda necesita que el vínculo afectivo se vea reforzado con el contacto físico y visual. En el caso
de las personas que tienen una vida sexual activa, los comportamientos que tienen en la intimidad muchas
veces son inhibidos o censurados por ellos mismos, ya que pueden pensar que “eso está mal” y si existe la
suficiente confianza como para comentarlo con alguien, preguntarán si lo que hacen es correcto o no. Les
es importante la opinión de otra persona; por esto, es primordial conocer que sucede con sus emociones y
sentimientos. Entonces debemos brindarles un espacio de información respecto de cómo funciona la
sexualidad humana, cuáles son las conductas esperables en el encuentro con otro, las conductas de
cuidado y los diferentes modos de vivir la sexualidad.

Columna del 3 de octubre del 2011

57
58

Anda mungkin juga menyukai