UDABOL
UNIVERSIDAD DE AQUINO BOLIVIA
FICHA DE IDENTIFICACIÓN DE TRABAJO DE
INVESTIGACIÓN
Estudiante Código
Mendes dos Santos Sidney Cod: 201104202
Encinas Vaca Roberto David Cod: 201104202
De Aguilar Jùnior Rodrigues Josè Cod: 201109125
De Oliveira Soares Diego Cod: 201104386
Morales Hoyos Mauricio Fabiàn Cod: 201306762
Nascimiento Santana Marcos Cod: 201503886
Ortuño Chavez Mauricio Armando Cod: 201109230
Lucy Andrea Quiroga Suarez Cod: 201106415
Carrera: Medicina
Asignatura: INFECTOLOGÌA Y MEDICINA TROPICAL
Grupo: “A”
Docente: Dr. Jose Dorian Jimenez Virhuez
Periodo Académico: 10º Semestre
Título: INFECCIONES DEL APARATO DIGESTIVO
Subsede: Santa Cruz de la Sierra
Copyright © (2016) por (Mendes dos Santos Sidney, Encinas Vaca Roberto David, De Aguilar Jùnior Rodrigues Josè,
De Oliveira Soares Diego, Morales Hoyos Mauricio Fabiàn, Nascimiento Santana Marcos, Ortuño Chavez Mauricio
Armando, Lucy Andrea Quiroga Suarez). Todos los derechos reservados.
RESUMEN:
El trabajo que hemos realizado trata sobre las principales enfermedades, que pueden
afectar las distintas partes del sistema digestivo, entre estas podemos encontrar las
siguientes: (EDA: CÓLERA, AMEBA, SALMONELOSIS, SHÍGUELA, E. COLI;
HEPATITIS).
El objetivo primordial consiste en tratar de estar más informados sobre todas estas
enfermedades, a medida que lo desarrollamos mediante una investigación basada en el
análisis de distintos tipos de datos con los cuales pudimos lograr una mejor orientación
acerca de estas afecciones que alteran el organismo.
En este trabajo se destacan las características de todas éstas diferentes enfermedades:
causas, síntomas, tratamientos, y demás tipos de información necesaria para poder
conocer más de cerca de éstos malestares.
TABLA DE CONTENIDOS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
OBJETIVOS
MARCO TEORICO
H. influenzae tipo B es la causa más frecuente de meningitis entre los 3 meses y 6 años
de edad. La infección se asocia con frecuencia a faringitis (20-60%) u otitis (20-50%).
Actualmente, la frecuencia de meningitis debida a H. influenzae en niños ha disminuido
de forma importante, en relacción con las campañas de vacunación contra H. influenzae
tipo b, permitiendo que S. pneumoniae y N. meningitidis sea la causa predominante de
meningitis en niños mayores de un mes. Factores predisponentes, tales como defectos
anatómicos (trauma craneal, fístula de LCR) o alteraciones de la inmunidad humoral,
están presentes en la mayoría de los adultos con meningitis por H. influenzae.
• 1. Neisseria meningitidis es la etiología más frecuente en el niño mayor y el adulto joven,
infrecuente después de los 45 años, sin embargo puede afectar a personas de todas las
edades, hay varias familias (serotipos) de meningococos; los conocidos como B y C.
• 2. Streptococcus. pneumoniae es la causa predominante de la meningitis del adulto, y
agente etiológico en todos los grupos de edad. Esta etiología es particularmente frecuente
después del trauma craneal o en la presencia de fístula de LCR, anesplenismo
o alcoholismo. En un 50% de los casos se asocia a la meningitis, neumonía, otitis o
sinusitis. Tras la identificación de cepas de S. pneumoniae resistentes a penicilina a finales
de los 60, en las últimas décadas se ha producido un incremento en la incidencia de
infección por S. pneumoniae resistente a penicilina y otros antibióticos betalactámicos.
EPIDEMIOLOGÍA
- Incidencia:
La incidencia de meningitis bacteriana varía entre 0,1 a 0,4 por cada 1000 nacidos vivos.
En los últimos años se ha observado una disminución de la mortalidad de un 29% a un
10%, siendo la tasa de mortalidad actual de 12,4% en el Reino Unido y de 8,5% en los
Estados Unidos (3,8).
• Galactosemia.
Los grandes prematuros y los recién nacidos de muy bajo peso (< 1.500 g) son
especialmente susceptibles por la mayor inmadurez de su sistema inmune y la necesidad
de cuidados intensivos prolongados (Fanaroff AA; 1998).
ETIOLOGÍA
- Microorganismos implicados: varían en función de la edad de presentación:
• Sepsis precoz: en la primera semana de vida, la infección estará causada más
probablemente por la flora bacteriana del tracto genital materno, por transmisión
vertical. Microorganismos más frecuentes: Streptococcus del grupo B (SGB),
Escherichia coli, Listeria monocytogenes.
• Sepsis tardía: a partir de la semana de vida. Serán más probables gérmenes de la flora
adquirida, nosocomial o de la comunidad, aunque la flora materna se debe seguir
teniendo en cuenta. Serán más frecuentes otras bacterias gram negativas y
Staphylococcus.
DESCRIPCIÓN CLÍNICA
Dada la inmadurez de los sistemas inmune y neurológico del recién nacido (que resultan
ser aun más prominentes en los recién nacidos pretérmino), la clínica de esta condición
por lo general no es lo suficientemente específica, como para permitir hacer un
diagnóstico basados solamente en ella. De hecho, una de las recomendaciones
mencionadas en la literatura es que cuando existen factores de riesgo o ante la más mínima
sospecha de disfunción sistémica o neurológica, el diagnóstico se debe hacer muy
temprano (9). Por ejemplo, en el caso clínico que al final se describe, los primeros signos
clínicos fueron muy inespecíficos (dificultad leve en la succión, taquipnea y variabilidad
en la frecuencia cardíaca) incluso antes de que se reportara fiebre, la cual nunca se
presentó, o convulsiones que ocurrieron después de confirmado el diagnóstico a través de
una punción lumbar. Esto contrasta claramente con la sintomatología observada en
lactantes mayores o escolares, en quienes sí es más común que se reporte fiebre, cefalea,
fotofobia, emesis, rigidez nucal, letargia, signos de Kerning y Brudzinski positivos, déficit
neurológico focal o convulsiones (10,11).
y por lo general son precursores de una mayor severidad del cuadro. La mortalidad
también se ha asociado a valores bajos en la escala de coma de Glasgow: así, un puntaje
igual o menor de seis implicará un riesgo nueve veces mayor que un puntaje igual o mayor
de doce (5,6).
La prevalencia de estos signos y/o síntomas ha sido evaluada en varios estudios clínicos.
Así, la de hipotermia es del 62%, la de letargia o irritabilidad el 52%, la de anorexia o
emesis el 48%, la de distrés respiratorio el 41%, la de abombamiento de fontanela el 28%,
la de convulsiones el 31% y la de rigidez de nuca en el 16% de los pacientes.
Interesantemente, algunas de estas manifestaciones dependerán también de ciertas
variables adicionales tales como el peso al nacer y/o la edad gestacional de los afectados.
Por ejemplo, las convulsiones tienden a presentarse con mayor frecuencia en neonatos
con un peso igual o mayor a 2500 g o con una edad gestacional mayor, lo cual podría
deberse a una mayor madurez relativa en el sistema nervioso central de estos últimos en
comparación con aquellos de mas bajo peso al nacer; mientras que los recién nacidos con
peso <1500 g presentan una mayor frecuencia de hemorragias intracraneales y secuelas
neurológicas severas, incluyendo un coeficiente intelectual residual menor. Por último, la
ventriculitis se reporta hasta en un 40 a 90% de los pacientes cuyos estudios revelan la
persistencia de bacterias en el LCR (12,13).
Secuelas y complicaciones
Las secuelas severas a largo plazo varían entre un 12 a 29%, con un compromiso leve de
la función neurológica de 15% a 38%, y la variación depende del estadio de la enfermedad
e incluyen (15,16):
Complicaciones
Las complicaciones de meningitis bacteriana se relacionan con varios factores como edad
y condiciones del hospedero, tiempo de evolución previo al diagnóstico y
microorganismo causal, las más frecuentes son:
Empiema subdural: da signos y síntomas similares a la efusión, pero usualmente son más
severos. Para diferenciar estas dos entidades pueden ser útiles las punciones subdurales y
quirúrgico.
Trombosis del seno longitudinal o cavernoso: es una complicación muy rara, asociada a
altísima mortalidad. Se manifiesta con signos de edema cerebral severo y deterioro agudo
del paciente
DIAGNÓSTICO
1.1.2. Cultivo del LCR: confirma el diagnóstico. Puede ser estéril si se inició el
tratamiento antibiótico antes de la punción lumbar, o si se administró profilaxis antibiótica
a la madre y el germen era sensible a esta. En estos casos, la clínica y la citobioquímica
del LCR darán el diagnóstico.
Con frecuencia el hemocultivo será positivo para el mismo gérmen que el LCR.
PRONÓSTICO
TRATAMIENTO DE SOPORTE:
Tratamiento antibiótico:
• Inicialmente empírico: será distinto en la sepsis precoz y tardía, y en función de los
gérmenes colonizantes de la unidad de cuidados intensivos.
• Específico: cuando se obtenga crecimiento en los cultivos y se disponga del
antibiograma.
• Adyuvante: no existe evidencia sobre los beneficios del uso de dexametasona en las
meningitis neonatales.
Duración del tratamiento antibiótico:
En general, se recomienda una duración de 14 días para las meningitis causadas por
bacterias gram positivas no complicadas. Para las bacterias gram negativas, se prolonga
Asignatura: INFECTOLOGÌA Y MEDICINA TROPICAL
Carrera: Medicina
Título: INFECCIONES DEL APARATO DIGESTIVO
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DISCUSIÓN
CONCLUSIONES
Nuestra conclusión sobre este trabajo de investigación es que pudimos informarnos mejor
acerca de varias de las enfermedades que pueden afectar parte de nuestro organismo
(sistema digestivo) ; pudimos observar sus síntomas, sus causas, sus consecuencia, el
tratamiento y como podemos tratar de prevenirlas. Además logramos ver que algunas de
estas enfermedades pueden curarse si se las detecta a tiempo, en caso contrario pueden
llegar a causar graves trastornos en el aparato digestivo y, a veces hasta pueden llegar a
causar la muerte sino se realiza la prevención y el tratamiento necesarios y adecuados
para poder combatir estas enfermedades
RECOMENDACIONES
LCR es modesta, pero la dosis puede ser aumentada en forma segura, hasta llegar a ser
mayor a la CIM (2,36,37).
En todos los casos y de ser posible, se sugiere realizar una punción lumbar entre el primer
y tercer día del inicio de antibioticoterapia dependiendo de la clínica del paciente, ya que
cuando el cultivo es persistentemente positivo hay un alto riesgo de complicaciones y el
pronóstico es más pobre. En este caso se deberá reevaular el antibiótico escogido, su dosis
y forma de administración (o estudios farmacoquinéticos si es posible). En estos casos,
también se sugiere la toma de neuroimágenes para descartar la presencia de colecciones
u otras complicaciones que indiquen una prolongación del tratamiento tales como el
empiema subdural, absceso cerebral o ventriculitis (44,45). Si se observa una clara
respuesta clínica favorable al finalizar el tratamiento no es necesario realizar PL; un
estudio realizado en Inglaterra sugiere que se requiere solo en aproximadamente un 18%
de los casos.
PREVENCIÓN
TABLA
REFERENCIAS
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