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Apunte “El Príncipe” – Nicolás Maquiavelo

 Capítulo 1: “Cuántas clases de principados hay, y de qué modo ellos se adquieren”:

o ESTADO: “Dominio que ejerce una autoridad soberana sobre los hombres”. Dentro de
ellos, existen dos tipos:

1. Repúblicas:

2. Principados: Objeto de estudio de este ensayo. Pueden ser de dos formas:

a. Hereditarios: Cuando la familia de quien lo tiene, lo ha poseído por mucho


tiempo.

b. Nuevos: Aquellos que son adquiridos recientemente por un príncipe.


Existen varias clasificaciones en su interior:

 Formas de adquirirlos:

i. Surgen de un todo (completamente nuevos)

ii. Miembros adquiridos al ESTADO ya hereditario del príncipe que


les adquiere (ESTADO’s mixtos).

 En los principados nuevos, pueden darse dos situaciones:

i. El pueblo conquistado está habituado a vivir en libertad (antiguas


repúblicas).

ii. El pueblo conquistado está habituado a vivir bajo un príncipe.

 En los principados nuevos, el príncipe que los obtuvo pudo:

i. Hacerlo bajo sus propias armas.

ii. Hacerlo bajo armas ajenas.

 Y…

i. Pudo ser por fortuna.

ii. Pudo ser por valor.

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 Capítulo 2: “De los principados hereditarios”:

“Por estar acostumbrados a ver reinar a la familia de su príncipe, hay menos dificultad en
conservarlos, que cuando son nuevos”.

o Para mantenerlos, el príncipe no debe traspasar el orden seguido por quienes le


precedían, y de adaptarse conforme evolucionen las circunstancias que acontezcan.
 Por ello, le será fácil conservar su ESTADO; salvo que una fuerza extraordinaria
actúe sobre él.
o El príncipe en este tipo de principado es comúnmente más amado por la población
que en el resto (Menos motivos y necesidad de ofender al resto).
o La antigüedad de su dinastía también le es beneficiosa, dado que es ella la que borra de
las memorias de sus habitantes las causas que la llevaron a instaurarse en el trono en
primer lugar, dejando entonces el problema de la legitimación del P° de lado.
 Conclusión: Será fácil conservar los ESTADO’s hereditarios, pues la gente ya está
acostumbrada a ser mandada por un miembro de su familia. Se aparta el problema de la
legitimación del P° en esta clase de ESTADO.

 Capítulo 3: “De los principados mixtos”:

o Principado mixto: No es enteramente nuevo. Es una adhesión a un principado que un


príncipe ya tenía.
o Dificultad: Si los hombres mudan de señor lo hacen con la intención de ver
mejorada su condición. Sin embargo, es común que un príncipe nuevo pase a llevar y
ofenda a sus súbditos.
 Por ende, por una parte, no puede mantenerlos contentos, dado que sus
expectativas son muy altas; mas por otra, no puede reprimirlos tampoco, pues
adquirió con ellos ciertas obligaciones a la hora en que estos le prometieron su
apoyo.
 Producto de ello, es más o menos común que frente a esta condición la población
reaccione más mal que bien; al menos en un principio. Requerirá de la valentía y
la sabiduría del príncipe el lograr consagrarse en este nuevo ESTADO.
“De aquí que el príncipe tenga por enemigos a todos aquellos que ha ofendido al
ocupar este principado, y no pueda conservar por amigos a los que lo colocaron en él”.
o Cuando un ESTADO se une a otro que fue previamente adquirido; es decir, cuando se
produce un ESTADO mixto, clara diferencia habrá entre aquellos en los que se hablen
distintas lenguas, y aquellos en los que se hable la misma. Respecto a esto:

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1. Misma lengua: Es más fácil conservarlos; sobre todo si no están habituados a
vivir en repúblicas. Es recomendable mantener sus costumbres y estatutos
anteriores.

2. Distinta lengua: Se hará más difícil su mantención, y el príncipe deberá


atender a los consejos anteriormente dados. Es propicio tener grandes fortunas e
industrias para su conservación. Algunos consejos para su mantención:

a. Vivir en el ESTADO puede ser absolutamente recomendable para el


príncipe nuevo.

b. “Enviar algunas colonias a este paraje que sean como la llave de este
nuevo ESTADO”. Es preciso tener allí mucha infantería y caballería. Es más
útil tener colonias que tropas en dichos espacios, pues a las tropas es
necesario consumir para mantenerlas. Sobre esto…

“Por lo que es menester concluir que estas colonias que ni cuestan nada o casi nada, son
más fieles y perjudican menos; y que hallándose pobres y dispersos los ofendidos, no
pueden perjudicar, como he dicho anteriormente”.

c. Hacerse protector y amigo de sus vecinos (sobre todo si sus costumbres


y lenguaje es distinto que el suyo propio).

d. Debilitar a quién sea más fuerte que él.

e. Evitar que un extranjero como él entre en su provincia a invadirlo.

o En cuanto a quien hace las adquisiciones, dos cosas son necesarias:

1. Extinción inmediata del príncipe que le precedía.

2. No alterar las leyes del ESTADO en cuestión. Tampoco aumentar los


impuestos.

o Se señala que el adquirir es un buen deseo, y natural por lo demás. Sin embargo, quién
no siguiese los consejos y las formas que fueron aquí expresadas, caerá entonces en un
error crucial que será causa de vituperio.

*Principio general: “Quien es causa de que otro se vuelva poderoso, obra su propia ruina.
No le hace volverse tal más que con su propia fuerza o industria; y estos dos medios de que
él se ha manifestado provisto, son muy sospechosos para el Príncipe que, por medio de
ellos, se volvió más poderoso”.

o Conclusión: Los ESTADO’s mixtos son en general difíciles de mantener, pues, si


obtuviste ayuda de los ciudadanos molestos con la administración anterior, esperarán

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ver una mejora cuando tú los gobiernes. Por otro lado, podría ser una ayuda que dicho
pueblo hablase la misma lengua que el tuyo; hacerlo con tus propias armas es siempre
recomendable, así como instalarte a vivir en ese territorio (mejor aún si es tu primer
principado); no debes cambiar las leyes, ni aumentar los impuestos; lleva colonias e
instálalas allá. De seguir estos consejos, por más que difícil sea, se logrará mantener ese
ESTADO.

 Capítulo 4: “Por qué el reino de Darío, conquistado por Alejandro, no se rebeló contra
este después de su muerte”:

o Existen dos modos de gobernar un Principado:

1. Príncipe asistido por otros: Consiste en el gobierno de un príncipe sumado a


algunos súbditos selectos (muy fieles por lo demás), que ayudan en las labores
gubernamentales, y les son otorgadas entonces, responsabilidades derivadas de ello. En
estos ESTADO’s el príncipe tiene más autoridad, pues es él quien puede elegir a sus
ayudantes. Hay una mayor dificultad en su conquista; pero una mayor facilidad en su
conservación (una vez destruidos todos los rastros del príncipe, no tendrán nada más a
qué atenerse).

2. Príncipe asistido de barones: Es básicamente similar al anterior. La diferencia


recae, sin embargo, en que dichos ayudantes lo son no por concesión regia; sino, por la
antigüedad de sus familias (Incluso ellos tienen ESTADO’s propios con súbditos
propios, que les reconocen su antigüedad). Es más difícil conservarlo; sin embargo, su
conquista se hace más sencilla.

 El gobierno de Darío (hijo de Alejandro), se situó en (1.), por ello, se hizo más fácil
su conservación.
o Conclusión:
1. Al haber barones: P° dispersado. Más difícil de conservar (por ello). Más fácil de
conquistar (no hay defensas tan centralizadas).
2. P° único: Más fácil de conservar (destruido el P°, no habrá a qué más atenerse). Más
difícil de conquistar.

 Capítulo 5: “Cómo deben gobernarse las ciudades o principados que antes de su


conquista por un nuevo príncipe, se gobernaban con leyes propias”:

o El capítulo habla, precisamente, de los que antes eran repúblicas.


o Básicamente, hay tres opciones:

1. “Arruinarlos”

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2. Vivir con ellos.

3. Dejarles conservar sus leyes, obligándolos, eso sí, a pagar una contribución anual.

“No hay medio ninguno más seguro para conservar semejantes ESTADO’s que
arruinarlos. El que se hace señor de una ciudad acostumbrada a vivir libre, y no
descompone su régimen, debe contar con ser derrocado él mismo por ella”.

o El hábito de vivir libres, y de ser capaces de auto determinarse llevará a los ciudadanos
necesariamente a una rebelión marcada por dicha justificación.
 En un principado, sin embargo, se hace más dificultoso que los habitantes
acuerden entre sí la elección de un nuevo mandamás, por lo que su mantención y
su conquista se harán más sencillas.
o Conclusión: Pese a que hay tres formas de conservar estos ESTADO’s, la más factible
es siempre su ruina. Eso sí, bien podrían buscar sus ciudadanos su rebelión basados en
las ideas de libertad que ya tenían. Por ello, la mantención de un principado es mucho
más sencilla

 Capítulo 6: “De los principados que uno adquiere con sus propias armas y valor”:

o La dificultad para su conservación derivará de la valerosidad del nuevo príncipe


(el hecho de que un príncipe sea nuevo por completo y no posea más ESTADO’s,
podría ayudarlo, pues residirá por fuerza en el conquistado).

“Examinando sus acciones y conducta, no se verá que ellos tuviesen cosa ninguna de la
fortuna más que una ocasión propicia, que les facilitó el medio para introducir en sus
nuevos ESTADO’s la forma que les convenía. Sin esta ocasión, el valor de su ánimo se
hubiera extinguido, pero también, sin este valor, se hubiera presentado en balde la
ocasión”.

o Lo importante es tener la sabiduría suficiente para reconocer la ocasión propicia cuando


ésta se presente. La naturaleza del pueblo es también un factor, pues dependiendo de
cómo sean es si se les será más fácil hacer creer y habituarlos a un nuevo príncipe, o si
no.
o Es más costosa su captura (dificultades dimanadas de la introducción de nuevos
estatutos), pero mucho más sencilla su conservación. Requiere más trabajo el hacerlo
por sus propias armas.

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 Capítulo 7: “De los principados nuevos que se adquieren con las armas ajenas y la
fortuna”:

o Es muchísimo más sencillo el llegar al control de ellos; mas su mantención es lo


dificultoso.
 Es necesario, eso sí, preparar los fundamentos que van a servir a la soberanía antes
de la ascensión al trono. De no ser así, aún es posible hacerlo a posteriori; pero para
ello, se requerirá de un talento mucho mayor.
o Existen dos formas de hacerlo:

1. Comprar ESTADO’s.

2. Haciéndoselos dar por favor.

“De otra parte, los ESTADO’s que se forman repentinamente, son como todas aquellas
producciones de la naturaleza que nacen con rapidez; no pueden tener raíces y las
adherencias que les son necesarias para consolidarse. Los arruinará el primer choque de
la adversidad, si, como he dicho, los que se han hecho príncipes de repente no poseen
vigor bastante grande para estar dispuestos inmediatamente a conservar lo que la fortuna
acaba de entregar en sus manos, ni se han proporcionado los mismos fundamentos que los
demás príncipes se habían formado antes de serlo”.

o Hay también dos maneras de ascender al principado:

1. Por valor

2. Por fortuna

o Acciones para consolidar un nuevo ESTADO conseguido en estas condiciones:

1. Asegurarse contra los enemigos.


2. Ganar nuevos amigos
3. Triunfar por medio de la fuerza o fraude.
4. Hacerse amar o temer
5. Seguir y respetar a los soldados
6. Modificar los estatutos en unos más recientes.
7. Etc…

o Conclusión: Es mucho más fácil adquirir ESTADO’s por medio de armas ajenas, o
comprándolos, que en relación a hacerlo con armas que son propias. No obstante, será
mucho más difícil su conservación, producto de lo que el pueblo opine o sienta de ti.
Claro está que hay maneras de fijar su soberanía; aunque es siempre más recomendable
hacerlo de igual forma con tus propias armas.

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 Capítulo 8: “De quiénes llegaron al principado cometiendo crímenes”:

o Dos modos de hacerlo: Cuando un particular se eleva por vía malvada o dañina al
principado (1), y cuando se llega a ser príncipe mediante el favor de los
conciudadanos (2).

(1): Se señala que no están exentos de valor; sí de fortuna. Son medios legítimos para
capturar la soberanía de un pueblo. Pese a ello, no conducirán a nadie a ninguna gloria.

o Existe un buen y un mal uso de la crueldad:


1. Buenos son aquellos que, ejercidos una vez, son hechos con el objetivo de
garantizar seguridad y a la utilidad de los gobernados. Es posible remediar la
incertidumbre de la situación.
2. Malos, en cambio, son los que van en aumento constante. No sirven en nada.
 Por tanto, es necesario que el usurpador de un ESTADO ponga atención en los actos
que le es preciso hacer, para así tener que hacerlos todos de una sola vez.
 Así como las crueldades deben hacerse todas de una sola vez, los beneficios deben
ser otorgados de a poco, pues así los ciudadanos los saborearán mejor.
o Conclusión: No es absolutamente malo todo acto. Hay formas de ejercer la crueldad
que, pese a que no traen gloria, son aceptables; lo importante es hacerlas una sola vez.
Así, habrán legítimas formas de llegar cometiendo crímenes a convertirse en príncipe.

 Capítulo 9: “Del principado civil”:

o Concerniente a (2). Se llega a esta soberanía mediante el favor del pueblo, o de los
grandes (Confrontación de clases: “Los pueblos desean no ser oprimidos por los
grandes, y los grandes desean oprimir al pueblo”). De este choque, se establecen tres
posibles consecuencias:

1. Repúblicas.

2. Principados: Se puede llegar por el favor del pueblo o de los grandes:

a. Grandes: Es más dificultoso mantenerse, pues se está obligado a


mantener en jerarquía a todos esos grandes, por lo que el control sobre ellos
disminuye. Es más difícil contentar sus deseos.

b. Favor popular: Solo en el P°. En general todos están dispuestos a


obedecer. Dejarlos satisfechos es más simple, pues estos tienen un fin más
honrado (deseo de no ser oprimido). Se debe temer al pueblo, pues si no lo
ama, puede ser peligroso.

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3. Licencia y anarquía.

 Capítulo 10: “Cómo deben graduarse las fuerzas de todos los principados”:

o Nuevamente, existen dos opciones:

1. El principado es lo suficientemente grande para que el príncipe pueda en él


valerse por sí mismo:

a. Tienen suficientes hombres.


Ejércitos
b. Tienen suficiente dinero.

2. Su tamaño es tal que no alcanza a P° defenderse (demasiado pequeño); por lo que


le es preciso pedir auxilio.

a. Quienes ni pudiendo salir en campaña externa, se vieron forzados a


retraerse en sus muros, e intentar resguardarlos.

 Consejos para (2.):

1. Fortificar la defensa de la ciudad, despreocupándose del resto del país.

2. Mantener contentos a los gobernados, de tal forma que soporten dicho ataque.

3. Ser osado y valiente, para hacer crecer la confianza que el pueblo tenga en él.

4. Hacer al pueblo temer crueldades del enemigo.

“Así pues, un príncipe que tiene una ciudad fuerte y no se hace aborrecer en ella, no puede
ser atacado; y si lo fuera, el agresor sufriría la vergüenza de tener que retirarse”.

 Capítulo 11: “De los principados eclesiásticos”:

o Su dificultad más grande es adquirirlos (necesidad de fortuna o valor). Para


conservarlos, en cambio, se requerirá nada más que de antiguas instituciones que
mantengan al príncipe en el P°.
o No hay una obligación del príncipe a defender el ESTADO, ni a gobernar
correctamente a sus súbditos. Son, pues, estos los únicos ESTADO’s que prosperan y
serán seguros.

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XII. Capítulo 12: “De las diferentes clases de milicia y de los soldados mercenarios”.

o Casos de ofensa y defensa sobre cada uno de los ESTADO’s de los que ya se ha
hablado.

*Principio General: Todo Príncipe debe procurar que los cimientos de su P° sean buenos,
pues, de lo contrario, necesariamente se arruinará.
o Existen dos atributos que forjan la base de todo ESTADO:
1. Las buenas leyes (son, como su nombre indica, buenas por naturaleza).
2. Armas: Se hablará de ellas.
o Armas defendidas por un Príncipe:
1. “Suyas propias”: Buenos en general. Se sugiere el príncipe como capitán. Se
logra un avance.
2. Mercenarias, auxiliares, o mixtas: Inútiles. Si un príncipe se apoya de ellas,
nunca estará seguro, puesto que obedecen a sus propios intereses, son fanfarronas,
indisciplinadas, infieles, etc. “No tienen más motivo que el sueldecillo, y aún ese
sueldecillo no hace seguro que estén dispuestas a morir por ti”.
 Sobre esto, respecto a los capitanes mercenarios, hay de dos clases:
a. Hombres excelentes.
b. Hombres que no lo son: Aspiran a elevarse a ellos mismos a la grandeza.
De no fiar.
o Respecto al príncipe en lo que las armas atañe:

1. Debe ir el mismo hacia el frente, de tal forma de hacer por él mismo de capitán
(en caso de ser malo, se le debe substituir).

2. Sólo los ESTADO’s cuyos príncipes ostenten ejércitos propios, lograrán avanzar.

3. Asimismo, es más costosa la caída de un ESTADO cuyos ejércitos son propios,


que cuando le son mercenarios.

“Concluyamos de todo esto que, con legiones mercenarias, las conquistas son lentas,
tardías, débiles; y las pérdidas repentinas e inmensas”.

XIII. Capítulo 13: “De las tropas auxiliares, mixtas, y propias”.

o Armas auxiliares: “Las que otro príncipe os presta para socorreros y defenderos”. Son
siempre malas para quien las llama, pues si es derrotado, pierde todo.

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 No obstante si resulta victorioso, queda en algún sentido atado a quien le prestó
dichas tropas.
 Son tropas más peligrosas que las mercenarias.

*Principio General: Un buen príncipe ha de ser receloso de cualquier arma ajena,


buscando nada más la victoria por medio de las suyas propias.

o Ahora bien, si se suman tropas propias con tropas mercenarias o auxiliares, valen
evidentemente más que si sólo las hubiesen extranjeras.
 Pese a ello, tal ejército es aún inferior al que se compone nada más que de tropas
propias.

“Concluyo que ningún principado puede estar seguro, cuando no tiene tropas que le
pertenezcan en propiedad. Hay más: Depende él enteramente de la suerte, porque
carece del valor que sería necesario para defenderle en la adversidad. La opinión de
los políticos sabios fue siempre, que ninguna cosa es tan débil, tan vacilante, como la
reputación de una potencia que no está fundada sobre sus propias fuerzas”.

 Tropas propias: Se componen de ciudadanos, soldados, o hechuras del


príncipe.

XIV. Capítulo 14: “De las obligaciones del Príncipe en lo concerniente a la milicia”.

o Respecto a la ocupación del príncipe: La guerra, el orden, y la disciplina de los


ejércitos. Esto es de suma utilidad no sólo para mantener en el trono a los que son
príncipes ya; sino también para hacer subir a algún privado en nueva condición de
príncipe.
 En respuesta a ello, abandonar el arte de la guerra significará:
1. En alguna medida podría ser considerado como abandonar el trono. Aunque,
en contracara, destacar en esta arte es aumentar los dominios del reino.
2. El menosprecio generalizado hacia el príncipe (“La razón nos dice que el
sujeto que se halla armado no obedece con gusto a cualquiera que se halla
desarmado”).
3. El príncipe no podrá ser estimado de sus soldados, ni fiarse de ellos.
 El príncipe, pues, no puede jamás desprenderse del pensamiento de las
armas, pues sólo mediante ellas mantendrá su P°. Serán posibles dos formas:

a. Mediante acciones:

i. Tener bien ejercitadas sus tropas.

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ii. Ir con frecuencia a la caza (acostumbrar su cuerpo a la fatiga,
conocer la calidad de los sitios). Sirve para estudiar los terrenos
mismos, y aprender a identificarlos:

A. Le dan a conocer bien su país

B. Comprender por analogía como han de ser los otros países.

C. Primera de las aptitudes de un gran capitán.

2. Mediante pensamientos:

a. Leer historia

b. Contemplar las aptitudes de grandes valores.

*Principio General: “Éstas son las reglas que un príncipe sabio debe observar. Muy lejos
de permanecer ocioso en tiempo de paz, fórmese un copioso caudal de recursos que
puedan serle de provecho en la adversidad, a fin de que si la fortuna se le vuelve contraria,
le halle dispuesto para resistirla”.

XV. Capítulo 15: “Por qué cosas los hombres, y especialmente los príncipes, merecen
alabanza o censura”.

o Aquí Maquiavelo incurrirá simplemente en lo que otros hombres han señalado respecto
a esto antes que él. Apunta a dejar de lado las imaginerías, y a centrarse en lo empírico,
pues es la única forma de comprender la verdadera ruina del entorno.

“Es necesario que un príncipe que desee mantenerse en el P°, aprenda a poder no ser
bueno, y a servirse o no servirse de esta facultad, según las circunstancias exijan”.

o Los hombres se distinguen por ciertos factores, llevándolos esta distinción a la


alabanza, o a la censura de parte de los otros.
 En este sentido, un hombre – y sobre todo un príncipe – que acumule buenas
“prendas” en su haber será de por sí loable.

“Es necesario que un príncipe sea bastante prudente para evitar la infamia de los vicios
que le harían perder su principado; y aún para preservarse, si lo puede, de los que no se lo
harían perder”.

o El príncipe, en suma, puede incurrir en vicios, en cuanto estos le permitan el


control y seguridad de su ESTADO, pese a que no sean acciones buenas per se.

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XVI. Capítulo 16: “De la Liberalidad (bondad) y la Miseria (avaro)”:
o Ser liberal: En exceso, impediría ser temido. Si es ejercida prudentemente puede
ser provechosa.
 Sin embargo, todo gobernante que pretenda ser así, caerá sin contrapeso en la
suntuosidad, teniendo entonces que gravar más a sus subordinados; lo que lo
llevará a perder la amistad de cada uno de ellos.
 A la hora de adquirir un principado, es importante pasar por liberal. Para
mantenerlo, es crucial ser avaro.
 En caso, sin embargo, de que un príncipe atacase un país vecino, y obtuviera
botines de él, debe sin más ser liberal, pues de otra forma los suyos no le
seguirían más.

“No pudiendo un príncipe, sin que de ello le sobrevengan perjuicios, ejercer la virtud de la
liberalidad de un modo notorio, debe, si es prudente no inquietarse por ser notado de
avaricia, porque con el tiempo le tendrán por más y más liberal, cuando vean que por
medio de su parsimonia le bastan sus rentas para defenderse de cualquiera que le declare
la guerra”.

 Principio general: Un príncipe no debe temer incurrir en la fama de avaro, siempre


que busque la defensa de su pueblo y su P°.
 “Concluyo de ello que hay más sabiduría en no temer la reputación de avaro que no
produce más que una infamia sin odio, que verse, por la gana de tener fama de liberal,
en la necesidad de incurrir en la nota de rapaz, cuya infamia va acompañada siempre
del odio público”.

XVII. Capítulo 17: “De la severidad y clemencia; y si vale más ser amado que temido”:

o Todo príncipe debe aspirar a ser clemente y no cruel.


 Sin embargo, debe él temer hacer mal uso de su clemencia. Un príncipe no
debe temer ser cruel, en cuanto dicha crueldad sirva para mantener unidos a los
suyos, e impedirles faltar a la fe que le deben.
o A un príncipe nuevo le es imposible evitar la reputación de cruel (debe serlo para
evitar los peligros propios de los ESTADO’s nuevos).
 Sin embargo, un buen príncipe ha de buscar el equilibrio: obrar con suma
crueldad ha de ser también improductivo.
o Lo mejor es ser temido y amado simultáneamente. Pero como es difícil serlo juntos
al mismo tiempo, se responde que es mejor ser temido antes que amado.

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“Los hombres temen menos el ofender al que se hace amar que al que se hace temer,
porque el amor no se retiene por el sólo vínculo de la gratitud; mientras que el temor del
príncipe se mantiene siempre con el del castigo, que no abandona nunca a los hombres”.

o El príncipe que es temido pero no amado, debe obrar de forma que le permita al menos
no ser aborrecido.
 Por ello, no deberá derramar la sangre de nadie sin que exista una justificación
adecuada, y un delito patente (no apoderarse de los bienes de la víctima).
o Cuando el príncipe es capitán, y se encuentra por tanto frente a un ejército, no debe
temer en pasar por cruel en exceso, porque sin esta reputación no logrará mantener un
ejército unido. Ejemplo de Aníbal.
 Principio General: “Amando los hombres su voluntad propia, y temiendo a la del
príncipe, debe éste, si es cuerdo, fundarse en lo que depende de él, y no en lo que
depende de los otros, haciendo solamente de modo que evite ser aborrecido”.

XVIII. Capítulo 18: “De qué modo los príncipes deben mantener la fe dada”:

o Existen, por lo demás, dos modos de defenderse:

1. Con las leyes: Conviene a los hombres.

2. Con la fuerza: Pertenece a los animales.

o A un buen príncipe le es indispensable saber hacer uso de ambos.

“Es necesario pues, ser zorra para conocer los lazos, y león para espantar a los lobos;
pero los que sólo toman por modelo al león, no entienden sus intereses”.

o Un príncipe al observar que las promesas que alguna vez hizo se volvieron en su contra,
y que las condiciones que existían cuando éstas fueron pactadas ya no existen, deberá
ser pragmático y optar por la disolución de ésta.
o Es conveniente que un príncipe aparente ser virtuoso. Si llegara efectivamente a
serlo, podría ser contraproducente. Pero si tan sólo lo aparenta, podría sacarse de
ello gran provecho.
 Principio General: Un buen príncipe debe ser virtuoso mientras pueda, pero
apenas las circunstancias lo exijan, debe apartarse de ese camino con tal de
mantener el orden y el P°. La gente se deja llevar más por lo que ve que por lo que
toca; por lo cual con aparentar que se es virtuoso basta para mantenerlos felices.

XIX. Capítulo 19: “De cómo debe evitarse ser despreciado y aborrecido”.
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“El príncipe debe evitar lo que pueda serle odioso y despreciable”.

o En este sentido ha de ser:

1. No ha de quitarles a los hombres ni su propiedad, ni su honor.

2. Ha de mostrarse fuerte y decidido, como alguien de gran valía.

3. Debe mantener una apariencia en cuanto a su genio, que ningún súbdito tenga
siquiera la idea de engañarle, o desafiarlo.

4. Debe tener por idea de irrevocabilidad sus sentencias.

o El príncipe, por otro lado, tiene dos cosas que temer:

1. Rebelión de sus súbditos (Problema interior). Asegurando los problemas exteriores


se aseguran a su vez los interiores. Al evitar ser despreciado y aborrecido se evitan
también conspiraciones al interior del ESTADO.

a. Conspirador: Miedo, celos, y sospecha favorecen su causa.

b. Príncipe: Hay más estímulos para protegerle. Majestad de su soberanía,


leyes, defensa de los amigos y del ESTADO.

 Si el pueblo está contento con el príncipe, o no lo identifica como un enemigo,


difícil será que el conspirador triunfe, pues más difícil será superar el odio del
pueblo contra él, que al príncipe mismo.

2. Ataque por parte de algún vecino (Problema exterior). La manera de precaverse es


con buenas armas y buenas alianzas.

“Un príncipe debe inquietarse poco de las conspiraciones cuando el pueblo le tiene buena
voluntad; pero cuando éste le es contrario y le aborrece, tiene motivos de temor en
cualquiera ocasión, y por parte de cada individuo”.

o Así, los príncipes han de dejar a otros las acciones que puedan resultar como
odiosas para el pueblo, dejándose entonces para sí todas aquellas que puedan
generar gratitud.

XX. Capítulo 20: “Si las fortalezas y otras muchas cosas que los príncipes hacen
frecuentemente, son útiles o perniciosas”.

o No es posible dar una regla general respecto a esto.

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 Usualmente, sin embargo, al adquirir un ESTADO nuevo, es provechoso armar a
los súbditos, pues esto los ata y los vuelve fieles al príncipe. }
 Por el contrario, desarmarlos es manifestar cierta desconfianza hacia ellos.
o En cuanto a las divisiones ocasionadas deliberadamente por un príncipe, sólo
serán provechosas en tiempos de paz, a la hora en que facilita el control sobre la
población.
 Cuando haya momentos de tensión, en cambio, podrían contribuir a que se
deteriore su autoridad, pues se muestra su debilidad.
o Es recomendable, en este sentido, tener siempre un enemigo, pues a la hora en que
se le supera, es este mismo acto el que contribuye a engrandecer la figura del
príncipe.
o El príncipe podrá ganar fácilmente a los enemigos que en un inicio tuvo, siempre
que estos sean incapaces de generar una oposición férrea.
 En cuanto a los que le fueron fieles a su persona en un principio cuando
éste recobró un ESTADO, deberá el príncipe luchar por mantenerlos pues, si
eran felices bajo el gobierno anterior, costará más que lo sean ahora.
o Las fortalezas son más bien inútiles, y si proporcionan una ayuda es porque
generan también una desventaja.
 Si se tiene más miedo de los conflictos internos que de los externos, una
fortaleza podrá resultar. Si, por el contrario, resulta al revés, no será muy útil.
En los tiempos de Maquiavelo, las fortalezas no eran ninguna ayuda.

XXI. Capítulo 21: “Cómo debe conducirse un príncipe para adquirir buena fama”:

o En primer término, a través de buenas empresas y grandes hazañas. Debe


orientar sus acciones para que éstas le susciten fama de gran hombre y buen
señor.
o Quien pide por neutralidad jamás es amigo del príncipe.
 Por el contrario, quien solicita su favor es sin duda buen amigo.
o Un príncipe debe cuidarse de no asociarse con uno más poderoso que él.
o Debe estimular la producción, el comercio, y los buenos oficios.

XXII. Capítulo 22: “De los secretarios de los príncipes”:

o Es importante para un príncipe la elección de sus ministros, los cuales pueden ser
buenos o malos, según sea su prudencia.

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1. Buenos: Aquellos hombres que rodean al príncipe y se manifiestan fieles
a él.

2. Malos: Quienes se comportan de una manera distinta a la ya descrita.

Dentro de estos, hay tres clases más:

a. Ingenios superiores: Aquellos que piensan por sí mismos.

b. Excelentes talentos: Poco imaginativos, cogen rápido lo que otros les


enseñan.

c. “Son como si no existieran”: Más bien tontos. No conciben nada por sí


mismos.

o Así, un príncipe no requerirá más que saber identificar qué clases de hombres son los
que lo rodean, para así elegir dichosamente entre ellos. La forma de distinguirlos es
simple:

“Cuando ves a tu ministro pensar más en sí que en ti, y que, en todas sus acciones busca su
provecho personal, puedes estar persuadido de que este hombre jamás te servirá bien. No
podrás estar jamás seguro de él, porque falta a la primera de las máximas morales de su
condición. Esta máxima es que el que maneja los negocios de un ESTADO, no debe nunca
pensar en sí mismo, sino en el príncipe, ni recordarle jamás cosa ninguna que no se refiera
a los intereses de su principado”.

XXIII. Capítulo 23: “Cuándo se debe apartar de los aduladores”:

o La adulación es una cosa compleja.


 Se es fácil caer en ella, pero es difícil no caer en el menosprecio sin tenerla.
o La solución a esto es escoger a un grupo de personas determinadas, quienes estén
autorizadas a decirle la verdad al príncipe frente a las cosas que éste pregunte.
 Así, podrá deliberar con sabiduría y no dejarse guiar fácilmente por el resto.
 Debe negarse, en cambio, a oír consejos de otros.
 Debe quitarle a cualquiera la gana de dar consejos, a menos que éste lo solicite.
Sin embargo, debe tener presente que es una necesidad la de pedir consejos.
 Regla General: “Un príncipe que no es prudente de sí mismo no puede ser bien
aconsejado, a no ser que, por casualidad, se refiera a un sujeto único que le
gobernara en todo y fuera habilísimo. En cuyo caso podría gobernarse bien el
príncipe; pero esto no duraría mucho tiempo, porque este conductor mismo le
quitaría en breve tiempo su ESTADO”.
o El príncipe debe ser prudente.
 Para ello, debe confiar en sus decisiones propias, mas también saber solicitar un
consejo cuando sea esto necesario.
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“Concluyamos pues, que conviene que los buenos consejos, de cualquier parte que vengan,
dimanen de la prudencia del Príncipe, y que ésta no proceda de los buenos consejos que
recibe”.

XXIV. Capítulo 24: “¿Por qué algunos príncipes de Italia perdieron sus ESTADO’s?”

o Cuando un príncipe nuevo hace acciones consideradas como magnánimas, tienden a


pegárseles mucho más sus gobernados, pues ellos hallan su provecho personal en dichas
acciones.
o El principal error de los príncipes que han perdido sus ESTADO’s, es
precisamente éste, pues descuidaron a su pueblo, lo cual les terminó jugando en contra.

“Como en tiempos de paz no pensaron nunca que pudieran mudarse las cosas (…), sucedió
que después, cuando llegaron los tiempos adversos, pensaron más que en huir en vez de
defenderse, esperando que, fatigados sus pueblos con la intolerancia del vencedor, no
dejarían de llamarles otra vez”.

o Las únicas defensas buenas, precisas y durables, son las que dependen del valor mismo
del príncipe.

XXV. Capítulo 25: “De lo que influye la fortuna en las cosas humanas y de qué modo
resistirla cuando es contraria”:

o Maquiavelo rechaza toda interferencia de Dios o de la suerte en los gobiernos.


“Esta opinión no está acreditada en nuestro tiempo, a causa de las grandes mudanzas
que, fuera de toda conjetura humana, se vieron y se ven cada día”.
o Juzga que es verdad que la fortuna puede ser el árbitro de la mitad de nuestras
acciones.
 Pero también es cierto que nos permite mantener el control sobre la otra parte.
 Sin embargo, es necesario tener en consideración que dicha fortuna no es nunca
un piso firme sobre el cual mantenerse erguido. Es más, si se parase el príncipe
sobre ella, antes caería su reinado, que encontraría fortuna.
o Sin embargo, dichoso será quién en su acto se encuentre en armonía con la
sustancia temporal en la que habita.
 En respuesta, penoso será aquel que obre sin pensar en la fortuna de su tiempo
particular. No hay, empero, ningún ser humano que sepa obrar perfectamente
conforme a las ataduras temporales.

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“Concluyo, pues, que si la fortuna varía, y los príncipes permanecen obstinados en su
forma de obrar, serán felices, a la verdad, mientras semejante conducta vaya acorde con la
fortuna; pero serán desgraciados, en cuanto sus habituales procederes se hallen discordes
con ella. Pensándolo todo bien, sin embargo, creo juzgar sanamente diciendo que vale más
ser impetuoso que circunspecto, porque la fortuna es mujer, y es necesario, por esto
mismo, cuando queremos tenerla sumisa, zurrarla, y zaherirla. Se ve, en efecto, que se deja
vencer más bien de los que la tratan así, que de los que proceden tibiamente con ella. Por
otra parte, como mujer, es amiga siempre de los jóvenes, porque son menos circunspectos,
más iracundos, y la mandan con más atrevimiento”.

XXVI. Capítulo 26: “Exhortación para librar a Italia de los bárbaros”:

“La conclusión de mis reflexiones sobre esta materia es que tantas cosas me parecen
concurrir en Italia al beneficio de un príncipe nuevo, que no sé si habrá nunca un tiempo
más proporcionado para esta empresa”.

o Era necesario que Italia se hallase en condiciones tan paupérrimas para así poder notar
esta cuestión.
 Pese a ello, Italia aun aguarda por un salvador.
o Maquiavelo pretende que sea el príncipe a quien le dirige el texto, quien se
transforme en este gran salvador.
 Para ello, como se ha dicho, es necesario proveer de ejércitos formados
netamente por italianos.

“El valor tomará las armas contra el furor; y el combate no será largo, porque la antigua
valentía no está extinguida todavía en el corazón de los italianos”.

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