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Cimentaciones y Suelos

Mejoramiento de suelos.- El suelo en un sitio de construcción no será


siempre totalmente adecuado para soportar estructuras como edificios, puentes,
carreteras y presas. Por ejemplo, en depósitos de suelo granular el suelo in situ tal
vez esté muy suelto e indique un gran asentamiento elástico. En tal caso, tiene
que ser densificado para incrementar su peso específico así como su resistencia
cortante.

Algunas veces, las capas superiores del suelo no son adecuadas y deben retirar-
se y reemplazarse con mejor material sobre el cual pueda construirse una
cimentación estructural. El suelo usado como relleno debe estar bien compactado
para soportar la caga estructural deseada. Los rellenos compactados también se
requieren en área de poca altura para elevar el terreno donde se construirá una
cimentación.

Estratos de ardua blanda saturada a menudo se encuentran a poca profundidad


debajo de las cimentaciones. Dependiendo de la carga estructural y de la
profundidad de los estratos de arcilla, ocurren grandes asentamientos por
consolidación, requiriéndose entonces procedimientos especiales de mejoramiento
del suelo para minimizar los asentamientos.

Anteriormente mencionamos que las propiedades de los suelos expansivos se


alteran considerablemente agregando agentes estabilizadores como la cal. El
mejoramiento in situ de suelos por medio de aditivos se conoce como
estabilización.

Varios procedimientos para el mejoramiento del suelo se usan para:

1. Reducir el asentamiento de las estructuras

2. Mejorar la resistencia cortante del suelo e incrementar así la capacidad de


carga de las cimentaciones superficiales

3. Incrementar el factor de seguridad contra posibles fallas de los taludes de


riberas y presas de tierra

4. Reducir la contracción y expansión de suelos.


Estabilización de suelos.- Cuando se trata de cimentaciones superficiales,
ya sea de zapatas, o bien de losas de cimentación para edificación o cuando se
trata de construir una estructura para un pavimento, por ejemplo, en muchas
ocasiones nos encontramos con que el suelo del sitio, al nivel en que requerimos
apoyar nuestra estructura, se encuentra formado por un material de características
inadecuadas.

En este caso nos referiremos específicamente a un suelo arcilloso, de


características plásticas, con riesgo de sufrir cambios volumétricos con los
cambios de su humedad, y con una baja capacidad de soporte. Concretamente
tenemos un suelo que debemos estabilizar para poder utilizarlo sin problemas.

Para tener una mayor claridad del problema tratado, sigamos el procedimiento de
hacernos algunas preguntas previas para así aclarar los conceptos:

Iniciemos por preguntarnos ¿Con que objeto estabilizamos un suelo?. La


estabilización de un suelo consiste en modificar algunas de sus características
indeseables para el propósito de uso que queremos darle a dicho suelo. Entonces,
si el suelo va a ser empleado para apoyar a una cimentación, ya sea para
cimentación de una edificación o bien de un pavimento, las principales
características indeseables de una arcilla plástica serán: Un Indice Plástico
demasiado alto que significa un alto valor de expansión (o bien su opuesta
contracción), así como una capacidad para soportar carga que será demasiado
baja.

Y ¿cómo podemos llevar a cabo la estabilización de la arcilla a que anteriormente


se hace mención?. Bueno, en realidad existen diferentes formas de tratar de
estabilizar una arcilla plástica, sin embargo en este artículo se tratará solo uno de
los métodos más antiguos empleados en la construcción, que consiste en mezclar
la arcilla con cal. Mucho se ha escrito y dicho sobre el empleo de la cal para la
estabilización de arcillas, y muchas han sido las formas de llevar a cabo el
procedimiento. En primer lugar se debe aclarar que el emplear la llamada “cal
viva” con dicho propósito, no presenta ventajas y si presenta las concernientes
desventajas de su manejo. En este artículo me enfocaré sólo al uso de cal
hidratada, del tipo más comercial y de calidad más uniforme.

Uno de los más graves problemas cuando se trata de mezclar la arcilla con la cal,
es el obtener una distribución razonablemente uniforme. Existe equipo mecánico
de construcción para obtener una mezcla más homogénea de ambos productos,
sin embargo esto no nos libra de las grandes nubes de polvo de cal tan
perjudiciales tanto para el personal que hace el trabajo como para las personas
que se encuentren en los alrededores del sitio en el cual se hace el trabajo.
Para evitar el problema que se mencionada en el párrafo anterior, se han hecho
pruebas y se ha llegado a practicar un procedimiento mucho más simple, el cual
consiste en aplicar la cantidad de cal calculada en el diseño de la estabilización,
incorporándola en el agua que se agrega al material arcilloso para proporcionar el
grado de humedad óptimo para su compactación, eliminando con ello la
indeseable dispersión de cal, así como simplificando enormemente la protección al
personal que interviene en los trabajos.

Cuando un proyecto de estabilización de un suelo arcilloso con cal es adecuado, y


se aplica correctamente, deber poder observarse claramente el efecto del factor
tiempo, es decir que la capacidad de soporte del suelo continuará.

La estabilización consiste en agregar un producto químico o aplicar un tratamiento


físico logrando así que se modifiquen las características de los suelos. Se dice que
es la corrección de una deficiencia para darle una mayor resistencia al terreno o
bien, disminuir su plasticidad. Las tres formas de lograrlo son las siguientes:

FÍSICAS.

Mezclas de suelos (común)

Geotextiles (común)

Vibriflotación (mecánica de suelos)

Consolidación previa.

QUÍMICAS.

Cal. Económica para suelos arcillosos (disminuye plasticidad)

Cemento Portland para arenas o gravas finas (aumenta la resistencia)

Productos asfálticos. Para material triturado sin cohesión (emulsión, muy usada)

Cloruro de sodio. Para arcillas y limos (impermeabilizan y disminuyen los polvos)

Cloruro de calcio Para arcillas y limos (impermeabilizan y disminuyen los polvos)

Escorias de fundición. Comúnmente en carpetas asfálticas, dan mayor resistencia,


impermeabilizan y prolongan la vida útil.

Polímeros. Comúnmente en carpetas asfálticas, dan mayor resistencia,


impermeabilizan y prolongan la vida útil.
Hule de neumáticos. Comúnmente en carpetas asfálticas, dan mayor resistencia,
impermeabilizan y prolongan la vida útil.

La compactación de suelos en general es el método más barato de estabilización


disponible. La estabilización de suelos consiste en el mejoramiento de las
propiedades físicas indeseables del suelo para obtener una estructura, resistencia
al corte y relación de vacíos, deseables. Existen muchos métodos para estabilizar
suelos utilizando materia química como cal, mezclas de cal y cenizas, cemento, y
compuestos de ácido fosfórico, pero estos métodos usualmente son más costosos
y pueden utilizar métodos de compactación adicionalmente a las mezclas, pues al
incorporar el material químico en la masa de suelo se produce una gran
perturbación de su estructura.

Generalmente el esfuerzo de compactación imparte al suelo:

a) Un incremento a la resistencia al corte, pues ella es función de la densidad (las


otras variables son estructura, φ y c).

b) Un incremento en el potencial de expansión.

c) Un incremento en la densidad.

d) Una disminución de la contracción.

e) Una disminución de la permeabilidad.

f) Una disminución en la compresibilidad.

De ésta lista de propiedades afectadas por la compactación se ve claramente que


el problema de especificar la compactación, es algo más que simplemente el
requerimiento de incrementar la densidad del suelo.

También es importante considerar los efectos colaterales; afortunadamente el


problema no es tan grave como aparecería a primera vista, debido al método de
estipular o especificar compactación, utilizado más comúnmente -X% de patrón de
compactación, o compactación modificada según el método AASHTO. Es, sin
embargo, muy importante especificar el tipo de suelo al cuál se aplican los criterios
de compactación en un proyecto dado con el fin de eliminar por ejemplo,
problemas con el cambio de volumen.
Se reconoce hoy en día que la estructura resultante de la masa de suelos
(especialmente cuando hay suelos finos existentes) se asocia íntimamente con el
proceso de compactación y el contenido de humedad a la cuál se compacto la
masa de suelo. Este concepto es importante en extremo para compactar los
núcleos de arcilla de represas (por ejemplo), donde asentamientos fuertes podrían
causar fracturas de dicho núcleo. Se ha encontrado que la estructura dispersa del
suelo obtenida al compactarlo en el lado húmedo del óptimo de humedad resulta
en un suelo que tiene una resistencia al corte algo menor pero que puede resistir
grandes deformaciones sin falla (fracturas) y las consiguientes filtraciones y/o falla
total de la presa.

La compactación del suelo en el lado húmedo de su óptimo, reduce igualmente su


permeabilidad, comparada con la permeabilidad obtenida al compactar en el lado
seco del óptimo.

Inversamente la estructura floculada que resulta de compactar el suelo en el lado


seco de su óptimo es menos susceptible a la contracción pero más susceptible a
la expansión. La resistencia óptima de los suelos con estructuras floculadas es
mayor a bajas deformaciones que la resistencia de los suelos con estructuras
dispersas, es decir, el suelo tiende a la falla frágil. La resistencia residual del suelo
compactado en el lado seco del óptimo es casi la misma resistencia última del
suelo compactado en el lado húmedo del óptimo. Por consiguiente, para trabajo de
carretera donde se desean bajo el pavimento deformaciones unitarias muy
pequeñas, el suelo debería compactarse entre contenidos de humedad en la parte
seca hasta el óptimo. El suelo que rodea el núcleo arcilloso de una presa debería
también compactarse para producir en él una estructura floculada pues en ese
suelo la resistencia es más importante que la permeabilidad. El núcleo de arcilla
por otra parte debe compactarse para producir en él una estructura dispersa ya
que es posible que se presenten grandes asentamientos y el suelo debe ser capaz
de tolerarlos sin desarrollar fracturas o fisuras que permitan una falla por
sifonamiento filtración.

Del anterior breve razonamiento es evidente que los criterios de compactación


deberían basarse en consideraciones sobre la estructura del suelo, resistencia,
permeabilidad, etc., como propiedades de diseño requeridas más que la simple
obtención de una curva de compactación en el laboratorio y el requerimiento de
que el suelo se compacte a un determinado porcentaje de compactación relativa;
sin embargo, muchos -casos especialmente cuando la densidad (y el control de
asentamiento) es la única propiedad que se necesita- con esto se obtiene un
producto satisfactorio.

La masa de suelo involucrada en el proceso de compactación comienza como un


sistema de tres fases: suelo, aire y agua. Durante los primeros ensayos hay una
cantidad de aire presente, pero el proceso produce un cambio de estado en el cuál
cada vez hay más suelo y agua presentes. Aún en la situación del contenido de
humedad óptimo existe una cantidad de aire considerable. En la parte húmeda de
la curva, el efecto principal es el de desplazar más y más aire por agua.

Si el proceso fuera completamente eficiente, sería posible reemplazar todo el aire


de los vacíos con agua para producir un sistema de dos fases (una condición de
cero-aire vacíos). Como nunca es posible sacar todo el aire de los vacíos, lo cual
resultaría en una condición de S = 100%, cualquier curva de compactación estará
siempre por debajo de la curva aire-vacíos.

Cimentación
Las Cimentaciones son las bases que sirven de sustentación al edificio; se
calculan y proyectan teniendo en consideración varios factores tales como la
composición y resistencia del terreno, las cargas propias del edificio y otras cargas
que inciden, tales como el efecto del viento o el peso de la nieve sobre las
superficies expuestas a los mismos.

Todos los edificios poseen un peso propio dado por:

La Estructura

Elementos Constructivos: Paredes, Techos, Carpinterías, etc.

Todo aquello que se coloca al momento de habitarlo, es decir: mobiliario,


electrodomésticos, etc.

Otras cargas: Del mismo modo, influyen en los edificios cargas importantes como
el peso de la nieve sobre las cubiertas o la incidencia de los vientos en fachadas o
sobre superficies expuestas a los mismos.

El edificio debe estar proyectado contemplándose estas variables para evitar


agrietarse, hundirse, inclinarse o colapsar.
La estructura del edificio se compone de elementos tales como pilares, vigas,
paredes, techos, etc., y ha de tener la suficiente resistencia para soportar estos
pesos.

La estructura del edificio se sostiene y logra estabilidad a través de sus cimientos.


Los cimientos pues, son las bases donde apoya un edificio y son los que
transmiten y distribuyen las cargas del edificio al terreno.

Después de efectuar los movimientos de tierra en una obra, y de transportar las


tierras extraídas, se ejecuta la construcción de los cimientos sobre los que se
asentará la edificación realizando previamente el replanteo.

Se denomina cimentación al conjunto de elementos estructurales de una


edificación cuya misión es transmitir sus cargas o elementos apoyados en ella al
suelo, distribuyéndolas de forma que no superen su presión admisible ni
produzcan cargas zonales. Debido a que la resistencia del suelo es,
generalmente, menor que la de los pilares o muros que soporta, el área de
contacto entre el suelo y la cimentación debe ser proporcionalmente más grande
que los elementos soportados, excepto en suelos rocosos muy coherentes.

La cimentación es importante porque es el grupo de elementos que soportan a la


superestructura. La estabilidad de una edificación depende en gran medida del
tipo de terreno sobre el que se asienta.

Tipos de cimentación
La elección del tipo de cimentación depende especialmente de las características
mecánicas del terreno, como su cohesión, su ángulo de rozamiento interno,
posición del nivel freático y también de la magnitud de las cargas existentes. A
partir de todos esos datos se calcula la capacidad portante, que, junto con la
homogeneidad del terreno, aconsejan usar un tipo u otro diferente de cimentación.
Siempre que es posible se emplean cimentaciones superficiales, ya que son el tipo
de cimentación menos costoso y más simple de ejecutar. Cuando por problemas
con la capacidad portante o la homogeneidad del mismo no es posible usar
cimentación superficial se valoran otros tipos de cimentaciones.

Hay dos tipos fundamentales de cimentación: directas y profundas.


Cimentaciones superficiales.- Son aquellas que se apoyan en las capas
superficiales o poco profundas del suelo, por tener éste suficiente capacidad
portante o por tratarse de construcciones de importancia secundaria y
relativamente livianas. En este tipo de cimentación, la carga se reparte en un
plano de apoyo horizontal.

En estructuras importantes, tales como puentes, las cimentaciones, incluso las


superficiales, se apoyan a suficiente profundidad como para garantizar que no se
produzcan deterioros. Las cimentaciones superficiales se clasifican en:

 Cimentaciones ciclópeas.
 Zapatas.
 Zapatas aisladas.
 Zapatas corridas.
 Zapatas combinadas.
 Losas de cimentación.

Cimentaciones ciclópeas.- En terrenos cohesivos donde la zanja pueda hacerse


con paramentos verticales y sin desprendimientos de tierra, el cimiento de
hormigón ciclópeo es sencillo y económico. El procedimiento para su construcción
consiste en ir rellenando la zanja con piedras de diferentes tamaños al tiempo que
se vierte la mezcla de hormigón en proporción 1:3:5, procurando mezclar
perfectamente el hormigón con las piedras, de tal forma que se evite la
continuidad en sus juntas. El hormigón ciclópeo se realiza añadiendo piedras más
o menos grandes a medida que se va hormigonado para economizar material.
Utilizando este sistema, se puede emplear piedra más pequeña que en los
cimientos de mampostería hormigonada. La técnica del hormigón ciclópeo
consiste en lanzar las piedras desde el punto más alto de la zanja sobre el
hormigón en masa, que se depositará en el cimiento. Precauciones:

Tratar que las piedras no estén en contacto con la pared de la zanja.

Que las piedras no queden amontonadas.

Alternar en capas el hormigón y las piedras.

Cada piedra debe quedar totalmente envuelta por el hormigón.


Zapata (cimentación)
Una zapata es un tipo de cimentación superficial (normalmente aislada), que
puede ser empleada en terrenos razonablemente homogéneos y de resistencias a
compresión medias o altas. Consisten en un ancho prisma de hormigón (concreto)
situado bajo los pilares de la estructura. Su función es transmitir al terreno las
tensiones a que está sometida el resto de la estructura y anclarla.

Cuando no es posible emplear zapatas debe recurrirse a cimentación por pilotaje o


losas de cimentación.

Dibujo esquemático de cimentación con zapatas

Tipos de zapatas
Existen varios tipos de zapatas en función de si servirán de apoyo a uno o varios
pilares o bien sean a muros. Para pilares singulares se usan zapatas aisladas,
para dos pilares cercanos zapatas combinadas, para hileras de pilares o muros
zapatas corridas.

Zapatas aisladas
Las Zapatas Aisladas son un tipo de Cimentación Superficial que sirve de base de
elementos estructurales puntuales como son los pilares; de modo que esta zapata
amplía la superficie de apoyo hasta lograr que el suelo soporte sin problemas la
carga que le transmite.

Las zapatas aisladas van arriostradas con riostras de hormigón armado de sección
inferior a la zapata.

Pueden ejecutarse de hormigón en masa, es decir sin armar, si las mismas tienen
un canto considerable (son las denominadas zapatas macizas).
Armado de la parte inferior: Se realiza un mallazo conformado por barras
cruzadas; la separación entre barras no ha de superar los 30 cm.

Recubrimiento para evitar corrosiones: Separación de las armaduras, entre 5 a 10


cm. del borde y del fondo de la zapata, dependiendo del tipo de hormigón utilizado
y de las características del terreno.

Barras: Se recomienda utilizar diámetros de barras grandes, mínimo del 12, ante
posibles corrosiones.

La armadura longitudinal del pilar llega hasta el mallazo, por lo cual se colocan
armaduras de espera iguales que las de los pilares.

Solape mínimo: Considerar 30 veces el diámetro de la barra más gruesa del pilar.

Normativa referida a zapata aislada de hormigón en masa o armado como


cimiento de soportes verticales: Norma Tecnológica NTE-CSZ.

Zapata aislada

Diseño de Zapatas Aisladas


Para construir una zapata aislada deben independizarse los cimientos y las
estructuras de los edificios ubicados en terrenos de naturaleza heterogénea, o con
discontinuidades, para que las diferentes partes del edificio tengan cimentaciones
estables.

Conviene que las instalaciones del edificio estén sobre el plano de los cimientos,
sin cortar zapatas ni riostras.

Para todo tipo de zapata, el plano de apoyo de la misma debe quedar empotrado
10 cm. en el estrato del terreno.

La profundidad del plano de apoyo se fija basándose en el informe geotécnico, sin


alterar el comportamiento del terreno bajo el cimiento, a causa de las variaciones
del nivel freático o por posibles riesgos debidos a las heladas. Es conveniente
llegar a una profundidad mínima por debajo de la cota superficial de 50 u 80 cm.
en aquellas zonas afectadas por estas variables.

En el caso que el edificio tenga una junta estructural con soporte duplicado (dos
pilares), se efectúa una sola zapata para los dos soportes.

Conviene utilizar hormigón de consistencia plástica, con áridos de tamaño


alrededor de 40 mm.

En la ejecución, y antes de echar el hormigón, disponer en el fondo una capa de


hormigón pobre de aproximadamente 5 cm de espesor, antes de colocar las
armaduras.

Zapatas corridas
Las Zapatas Corridas se aplican normalmente a muros. Pueden tener sección
rectangular, escalonada o estrechada cónicamente. Sus dimensiones están en
relación con la carga que han de soportar, la resistencia a la compresión del
material y la presión admisible sobre el terreno.

Por practicidad se adopta una altura mínima para los cimientos de hormigón de 30
cm.aproximadamente. Si las alturas son mayores se les da una forma escalonada
teniendo en cuenta el ángulo de reparto de las presiones.

En el caso de que la tierra tendiese a desmoronarse o el cimiento deba


escalonarse, se utilizarán encofrados. Si los cimientos se realizan en hormigón
apisonado, pueden hormigonarse sin necesidad de los mismos.

Si los trabajos de cimentación debieran interrumpirse, se recomienda cortar en


escalones la junta vertical para lograr una correcta unión con el tramo siguiente.
Asimismo colocar unos hierros de armadura reforzará esta unión.

Las Zapatas Corridas son, según el Código Técnico de la Edificación CTE,


aquellas zapatas que recogen más de tres pilares. Las considera así distintas a las
zapatas combinadas, que son aquellas que recogen dos pilares. Esta distinción es
objeto de debate puesto que una zapata combinada puede soportar perfectamente
tres pilares.

Las zapatas corridas se emplean para cimentar muros portantes, o hileras de


pilares. Estructuralmente funcionan como viga flotante que recibe cargas lineales o
puntuales separadas.
Son cimentaciones de gran longitud en comparación con su sección transversal.
Las zapatas corridas están indicadas como cimentación de un elemento
estructural longitudinalmente continuo, como un muro, en el que pretendemos los
asientos en el terreno. También este tipo de cimentación hace de arriostramiento,
puede reducir la presión sobre el terreno y puede puentear defectos y
heterogeneidades en el terreno. Otro caso en el que resultan útiles es cuando se
requerirían muchas zapatas aisladas próximas, resultando más sencillo realizar
una zapata corrida.

Zapatas combinadas
Una zapata combinada es un elemento que sirve de cimentación para dos o más
pilares. En principio las zapatas aisladas sacan provecho de que diferentes pilares
tienen diferentes momentos flectores. Si estos se combinan en un único elemento
de cimentación, el resultado puede ser un elemento más estabilizado y sometido a
un menor momento resultante.

Las Zapatas Combinadas son un tipo de Cimentaciones por Zapatas.

Puede que al pre dimensionar los cimientos, la distancia entre zapatas resulte
pequeña, o en algunos casos, hasta pueden llegar a superponerse.

Esto plantea dos problemas:

1. Es el caso posible de desmoronamiento de tierras; ello requeriría la


utilización de encofrados al abrir los pozos.
2. Otro inconveniente a subsanar es la influencia de cada zapata sobre el
suelo activo de la zapata próxima, lo que se llama superposición de bulbos.
Este es el caso en que se opta por una zapata combinada.
Combina dos columnas

Si las cargas de varias columnas se transmiten a una misma zapata, las


dimensiones de ésta deben ser tales que su centroide coincida con el de las
cargas de las columnas, bajo condiciones normales, y de manera que la presión
máxima debajo de la zapata no exceda de la presión de seguridad del suelo bajo
las cargas más severas. Se acostumbra usar las zapatas combinadas a lo largo de
los muros de los edificios en los linderos de la propiedad, donde las zapatas
corridas no pueden prolongarse fuera de los límites de la estructura, figs. lO.lc,
lO.1d, y 1Ole. Bajo estas circunstancias, las zapatas corridas se combinan
usualmente con las zapatas interiores empleando alguno de los tres métodos
mostrados.
Losas de cimentación
Una losa de cimentación es una placa de hormigón apoyada sobre el terreno la
cual reparte el peso y las cargas del edificio sobre toda la superficie de apoyo.

Las losas son un tipo de cimentación superficial que tiene muy buen
comportamiento en terrenos poco homogéneos que con otro tipo de cimentación
podrían sufrir asentamientos diferenciales. También en terrenos con muy poca
capacidad portante. Las losas más sencillas son las losas de espesor constante,
aunque también existen la losas nervadas que son más gruesas según la
dirección de muros o filas de pilares. Su cálculo es similar al de una losa plana de
azotea invirtiendo las direcciones de los esfuerzos y aplicando las cargas tanto
axiales como uniformes provenientes de todo el edificio. Las trabes de estas losas
se invierten para quedar enterradas en el terreno y evitar obstáculos al
aprovechamiento de la superficie, que queda lista para ocuparse como un firme
aunque su superficie aún es rugosa.

Las Cimentaciones por Losa, también conocidas como Cimentaciones por Placa o
Plateas de Fundación, son aquellas Cimentaciones Superficiales que se disponen
en plataforma, la cual tiene por objeto transmitir las cargas del edificio al terreno
distribuyendo los esfuerzos uniformemente.

Estas losas llevan una armadura principal en la parte superior para contrarrestar la
contrapresión del terreno y el empuje del agua subterránea, y una armadura
inferior, debajo de las paredes portantes y pilares, para excluir en lo posible la
producción de flechas desiguales.

En casos de terrenos de poca resistencia para cimentación (inferior a 1 kg/cm2),


puede ocurrir que las zapatas de los pilares aislados tiendan a juntarse.

La cimentación por losa es una buena solución cuando:

La construcción posee una superficie pequeña en relación al volumen


(rascacielos, depósitos, silos).

La base de cimientos calculada resulta tal que la transmisión de carga a 45º


representa una profundidad excesiva.

El terreno tiene estratificación desigual y son previsibles asientos irregulares

El terreno de asiento es flojo y de gran espesor y los pilotes a colocar serían


exageradamente largos.
Diseño de la Losa de Cimentación

El diseño de la losa puede ser continúa, con un mismo espesor, de sección


constante; o también, una losa más delgada con refuerzos en los apoyos de los
pilares mediante capiteles en forma de setas invertidas; de allí viene la
denominación de fungiformes.

Pueden ser también vigas longitudinales y transversales que enlazan los apoyos
portantes que soportan una losa más delgada.

Espesores Mínimos

La cimentación en losa debe tener un canto mínimo de 30 cm. sobre base de


hormigón pobre o de limpieza. Aunque habitualmente las losas tienen unos cantos
que van desde 50 a 120 cm, según el tipo de edificio que soportan.

Las Cimentaciones por Losa actúan a través de una superficie de apoyo continúa
que iguala las presiones y forma un arriostra miento en todos los puntos de apoyo.

Estructura

Estas cimentaciones se construyen en hormigón armado preparado para reducir


los posibles asientos. Esta estructura responde en forma óptima en suelos con
estratos sensiblemente homogéneos y cuando el edificio reparte los esfuerzos
sobre la losa con una retícula que guarda simetría geométrica.

También se opta por ella cuando se quiere construir un sótano en seco en una
obra asentada sobre una capa freática (excavación en forma de cubeta).

Esta alternativa se da a través de la disposición en plataforma o tablero de


cimentación que transmite las cargas del edificio al terreno mediante una
superficie igual o superior a la de la obra.

Puede conseguirse máxima rigidez con poco consumo de material procediendo tal
y como es frecuente en los forjados de piezas huecas: envolviendo en hormigón
un sistema de piezas huecas o de relleno.

Normativa

La Normativa de referencia es la NTE-CSL.

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