Uhart
Morgan-Mycogen
Hernán E. Echeverría
Unidad Integrada
INTA-FCA Balcarce
El rol del
nitrógeno y
del fósforo en
la producción
de maíz
Diagnóstico
de la fertilización
nitrogenada
y fosforada
introducción 3
capítulo 1
Absorción, asimilación y
removilización de N y P. 4
• Impacto sobre el crecimiento
y rendimiento. 9
• Eficiencia del uso del nutriente 15
capítulo 2
Diagnóstico de deficiencia
de nitrógeno y fósforo 18
• Síntomas visuales 19
• Balance entre la oferta y la
demanda del nutriente 19
• Determinaciones en planta 27
• Determinaciones en suelo 34
capítulo 3
Síntesis de los aspectos relevantes 38
capítulo 4
Bibliografía 42
introducción
En este trabajo se presenta y discute como el
nitrógeno (N) y el fósforo (P) son absorbidos,
asimilados, acumulados y removilizados por
la planta y cuáles son sus efectos sobre los
componentes ecofisiológicos y numéricos
del rendimiento en grano. Finalmente, se
aborda el diagnóstico de deficiencias de
estos nutrientes y los criterios para decidir
la fertilización.
nitrógeno
1
Absorción,
asimilación y
removilización
de N y P
• Impacto sobre el
crecimiento y rendimiento
• Eficiencia de uso
del nutriente
nitrógeno El N llega a las raíces de la planta a través del proceso
denominado "flujo masal", o transporte en la solución del suelo
siguiendo un gradiente hídrico (el N es llevado por el flujo
transpiratorio de la planta). A mayor contenido de agua en el suelo,
concentración del nutriente en la solución, tasa transpiratoria de la
planta y temperatura del suelo y aire, mayor será la absorción de N
por la planta. La planta puede absorber N tanto bajo la forma de
nitrato (N03 ) como de amonio (NH 4 ). Estos iones llegan en primera
instancia al espacio libre de la raíz (paredes celulares) y luego
atraviesan las membranas entrando en las células vegetales. La
absorción de nitrato se realiza contra un gradiente electroquímico
(las raíces tienen carga negativa al igual que el ión nitrato, y la
concentración de este último es mayor en las células de la raíz que
en el suelo que la circunda), implicando, por lo tanto un gasto de
energía metabólica (ATP). La absorción de amonio se realiza a través
de mecanismos pasivos, sin gasto de energía (Novoa y Loomis, 1981).
Figura 1: Acumulación
de N en biomasa aérea
en función del tiempo
para el híbrido de maíz
SPS240 conducido en
Balcarce sin limitaciones
hídricas ni nutrcionales.
(Andrade et al., 1996).
Figura 2: Acumulación
de fósforo en biomasa
aérea en función del
tiempo para el híbrido
SPS240 bajo riego y
sin limitaciones
nutricionales en Balcarce,
Argentina. La flecha
indica el 50% de
aparición de estigmas
(Andrade et al., 1995).
Figura 3: a) Intercepción
de radiación fotosintética-
mente activa por el cultivo
en función del tiempo
para alta (rombos), media
(círculos) y baja cuadra-
dos) disponibilidad de N
(Uhart y Andrade, 1995b)
1 Absorción, asimilación y
removilización de N y P
Figura 3: b) Relación
entre la eficiencia de
conversión de la
radiación en materia
seca (ec) estimada
alrededor del momento
de floración y la
concentración de
nitrógeno en hoja
medida 15 días antes
de floración (Uhart y
Andrade, 1995b).
Fósforo
En el caso del P, se pueden calcular, a partir de datos publicados en la
literatura (Andrade et al., 1995), eficiencias fisiológicas que varían
entre 214 y 290 kg de grano por kg de P absorbido por el cultivo,
con una media de 250 kg de grano por kg de P absorbido. La fracción
recuperada estimada a partir de datos obtenidos en Balcarce, oscila
entre 15 y 30%, dependiendo del tipo de suelos, la disponibilidad
hídrica y la adición o no de fertilizantes nitrogenados.•
Diagnóstico de
deficiencias
de nitrógeno
y fósforo
2
diagnóstico
Síntomas visuales
Nitrógeno
Los síntomas visuales de deficiencias de N no son
fácilmente detectables en estadíos tempranos del ciclo del cultivo,
pudiendo aparecer síntomas severos a partir de las 6 a 7 hojas
desarrolladas. El estrés nitrogenado hace que las hojas tomen una
coloración verde claro a amarillenta debido a la merma en el
contenido de clorofila. El amarillamiento y senescencia foliar
producido por la escasez de N comienza por las hojas basales
avanzando desde la punta hacia la base de las mismas en forma
característica de "V" invertida.
Es importante señalar que existen diferencias apreciables entre
híbridos en la intensidad del color verde de las hojas por lo que
la comparación entre genotipos puede conducir a errores en la
interpetación del estado nutricional del cultivo.
Fósforo
Las deficiencias de P generan tonalidades morado o
purpúreo en hojas y tallos, comenzando también por las hojas
basales ya que el P es un elemento móvil dentro de la planta. La
merma de P disminuye la traslocación de asimilados acumulándose
azúcares en hojas y tallos, los que a su vez generan antocianas, que
son los pigmentos que producen las tonalidades señaladas. La
misma coloración se observa en tallos y hojas cuando se elimina
total o parcialmente la espiga, generando una limitación por destinos
o un excedente de fuente que aumenta los azúcares en órganos
vegetativos y la producción de pigmentos.
a) Balance entre la oferta y demanda del nutriente
La necesidad de fertilizar con N debe ser establecida
analizando el balance entre la demanda y la oferta del nutriente en
el sistema suelo-planta. En general los requerimientos de un cultivo
se pueden expresar mediante la siguiente ecuación:
2 Diagnóstico de deficiencia
de nitrógeno y fósforo
Figura 4:
Requerimientos de
nitrógeno en biomasa
aérea para distintos
niveles de producción
de maíz (Andrade et al.
1996). Las ecuacones
fueron forzadas por
el origen.
diagnóstico Los aportes de N del suelo (Nin y Nmin) dependen
esencialmente de la materia orgánica, textura y estructura del mismo,
de variables climáticas tales como temperatura y disponibilidad hídrica,
y de factores de manejo tales como tipo y oportunidad de labranzas,
y cantidad, naturaleza y tamaño de los residuos de cosecha
incorporados al suelo. Las variables mencionadas influyen tanto
sobre la disponibilidad de N a la siembra como sobre el N liberado
por mineralización durante el ciclo del cultivo.
Figura 6: Estimaciones
diarias de las pérdidas
medias de amoníaco en
un cultivo de maíz bajo
siembra directa en fun-
ción de dosis de N y
presencia de nBTPT.
a) Campaña 1994/1995
fertilización a la
siembra.
b) Campaña 1995/96
fertilización en 6 hojas
desarrolldas (Sainz Rosas
et al., 1997)
Fósforo
La relación entre el P acumulado en la biomasa aérea del cultivo y
el rendimiento en grano, calculada utilizando datos extraídos de la
literatura, muestra valores de 4 kg de P por tonelada de grano
(Andrade et al, 1995). Si se considera el rendimiento potencial a
campo en Balcarce (12.500 kg ha-1), el rendimiento promedio de
los mejores productores (7.500 kg ha-1) y el rendimiento promedio
del partido de Balcarce (5.000 kg ha-1 ) se pueden calcular
requerimientos de P (considerando variaciones entre híbridos)
de 48 a 54, 28 a 33, y 20 a 22 kg ha-1 de N para los tres niveles
de producción señalados (Andrade et al., 1995).
diagnóstico En cuanto a la oferta de P por parte del suelo, no es
posible efectuar un análisis similar al realizado con N debido a las
características propias de la dinámica de este nutriente (Halstead y
McKercher, 1975; Stevenson, 1986). La determinación de la cantidad
de P extraíble por el método Bray y Kurtz I ha probado ser un
indicador apropiado de la disponibilidad de este nutriente para los
cultivos (Berardo et al., 1980; Darwich, 1990; Garcia, comunicación
personal). Para cubrir los requerimientos de cultivos que produzcan
entre 8000 y 13000 kg ha-1 se requerirían concentraciones superiores
a las 13 y 18 ppm, respectivamente. Estos valores superan a los
generalmente hallados en la zona de Balcarce (7 a 10 ppm; Darwich,
1983; Echeverría y Ferrari, 1993) por lo que es necesario recurrir
frecuentemente al agregado de fertilizantes fosforados. Los umbrales
hallados en Balcarce coinciden con los reportados por Mallarino y
Blackmer (1992) para el estado de Iowa, EUA (13 ppm).
b) Determinaciones en planta
b1) Curvas de dilución
Nitrógeno
La concentración de N en la planta que permite alcanzar al
cultivo la máxima tasa de crecimiento es denominada, para esta
metodología, concentración crítica. A medida que la planta crece la
concentración de N en la misma tiende a disminuir debido a un
fenómeno de "dilución". Se han propuesto numerosos modelos que
describen la concentración de N en planta en función de la biomasa
por unidad de superficie (Greenwood et al., 1990). Las curvas de
dilución pueden llegar a ser únicas para diferentes genotipos de una
especie y hasta para un grupo de especies y serían válidas para
diferentes ambientes. Concentraciones menores a las determinadas
como críticas producen algún grado de estrés y por lo tanto tasas de
crecimiento de cultivo inferiores a las máximas. Sin embargo,
2 Diagnóstico de deficiencia
de nitrógeno y fósforo
29
Figura 7:
Concentración de
nitrógeno en biomasa
aérea en función de la
materia seca aérea
acumulada (Uhart y
Andrade, 1997).
Fósforo
La metodología de diagnóstico de deficiencias a través de
"curvas de dilución" puede ser aplicada también para el P, pero aún
no se cuenta con trabajos de investigación desarrollados en maíz
sobre este tema.
Figura 8: Rendimiento
relativo en función de la
concentración de
nitrógeno en grano a
cosecha. Datos
correspondientes al
híbrido DK636 cultivado
sin limitaciones hídricas ni
nutricionales (excepto N)
(Uhart, 1995).
Fósforo
Goodall y Gregory (1947) reportaron valores críticos de
concentración de P en tallo a madurez de 0,044 g kg-1, y Tyner
(1946), Jones, (1967); Neubert et al. (1969), Melsted et al. (1969),
y Hanway y Olson (1980) valores críticos en hoja alrededor del
momento de floración que oscilaron entre 2,5 y 2,95 g kg-1.
Lockman, (1969) determinó una concentración crítica de 4,0 g kg-1
en la planta entera a los 30-45 días después de la emergencia.
diagnóstico A partir de datos obtenidos en Balcarce, Argentina,
(Fontanetto, 1992) se calcularon concentraciones críticas de P en
diferentes órganos de la planta y momentos del ciclo: 2,6 g kg-1 en
biomasa aérea en plantas con 8 hojas desarrolladas; 2,5 g kg-1 en la
última hoja desarrollada en plantas con 10 hojas desarrolladas;
2,4 g kg -1 en la hoja de la espiga en 50% de aparición de estigmas;
2,1 g kg -1 en la hoja de la espiga en madurez fisiológica; y 2,9 g kg-1
en los granos a cosecha.
Figura 9: Rendimiento
relativo en función
del N-NO3 en
base del tallo de
maíz determinados
sobre base seca.
(Herfurth et al, 1997)
b) Relación entre
rendimiento relativo y el
índice de suficiencia
calculado en base a
mediciones de clorofila
con el SPAD 502 como:
clorofila tratamiento
con limit. de N/
clorofila tratamiento sin
limit de N en floración.
(Uhart, com. pers.)
2 Diagnóstico de deficiencia
de nitrógeno y fósforo
c) Determinaciones en suelo
c1) Prueba de nitratos en presiembra (PNPS)
Esta determinación se basa en la evaluación de los nitratos
presentes en el suelo a profundidades que oscilan entre 60 y 120 cm,
en momentos cercanos a la siembra. La prueba de nitratos en presiembra
es fundamentalmente una medida de los nitratos residuales, por lo
que resulta de utilidad cuando la mineralización en en el periodo
presiembra no es muy importante, no se producen inviernos con
excesos de precipitaciones y los suelos son profundos y de baja
capacidad de percolación , es decir cuando se dan factores que
reducen la variabilidad de los nitratos a la siembra (Bock et al., 1992).
Esta determinación es utilizada en regiones húmedas y subhúmedas
de EUA (Bundy et al., 1992) y de la Región Pampeana (Novello et al.,
1985; Gambaudo y Fontanetto, 1996), sin embargo no ha demostrado
ser una variable diagnóstico adecuda para el sudeste bonaerense (García
y Fabrizzi, com. pers. , Echeverría, com. pers., Uhart , com. pers.)
Fuentes de nitrógeno
En los últimos cuatro años el mercado de fertilizantes ha
triplicado su volumen en la Argentina y se estima que el consumo
continuará en aumento en los próximos años (Bertolasi, 1995). En la
actualidad, los productos nitrogenados más importantes pueden dividirse
en amoniacales (urea, amoníaco anhidro, sulfato de amonio), nítricos
(nitrato de potasio) y nítricos-amoniacales (nitrato de amonio, nitrato
de amonio calcáreo (CAN), urea-amonio-nitrato (UAN), sulfonitrato de
amonio). Las pérdidas de N debidas a volatilización se reducen
diagnóstico
por el empleo de fuentes nítricas o nítricas amoniacales con respecto
a las amoniacales. Debido a ello, en ambientes cuyas condiciones
favorecen las pérdidas por volatilización (aplicaciones sobre el
rastrojo en siembra directa, suelos de bajo poder buffer y pH neutro a
alcalino, etc.) es recomendable el empleo de fuentes tales como CAN,
UAN etc. De todos modos, para la correcta elección del fertilizante es
recomendable conocer aproximadamente la magnitud de las pérdidas
de cada fuente en nuestro sistema de produccción y el costo por
unidad de N de las mismas para con esta información efectuar un
balance que permita cotejar los mayores costos con las menores
pérdidas, debido a que las fuentes con componentes nítricos son
comparativamente más caras.
Síntesis de
los aspectos
relevantes
síntesis El N llega a la raíz por flujo masal, proceso modificado
por factores del suelo, clima, planta y manejo. La asimilación de N
se realiza con gasto de energía metabólica por lo que ante un estrés
energético (baja radiación, sequía, etc.) este proceso puede ser
reducido significativamente. La acumulación de N en biomasa aérea
bajo condiciones potenciales puede variar entre 240 y 320 kg ha-1 .
Las tasas máximas de acumulación de N fluctuaron entre 2,7 y
3,7 kg ha -1 d-1 durante un periodo que se extendió entre los 25
y 100-120 d después de la emergencia, de acuerdo a los híbridos
considerados. La removilización de N varía de acuerdo a la relación
fuente/destino durante el llenado de granos, con valores extremos
de 100 kg ha -1 de N.
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