CIVIL
SISTEMA OBJETIVO, BIENES Y
ACTIVIDADES RIESGOSAS, LA
RESPONSABILIDAD Y PRODUCTOS
DEFECTUOSOS Y LA
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS
MEDICOS
Responsabilidad Civil - UAP
INTEGRANTES:
DOCENTE:
CURSO:
RESPONSABILIDAD CIVIL
PIURA – PERÚ
2016
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Responsabilidad Civil - UAP
DEDICATORIA
2
Responsabilidad Civil - UAP
ÍNDICE
DEDICATORIA ................................................................................................................................ 2
LA RESPONSABILIDAD CIVIL......................................................................................................... 5
CAPÍTULO I .................................................................................................................................... 6
SISTEMA OBJETIVO ....................................................................................................................... 6
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 7
I. SISTEMA OBJETIVO ............................................................................................................... 8
1.1. EL FACTOR DE ATRIBUCIÓN ............................................................................................. 8
1.2. DIFERENCIA ENTRE RESPONSABILIDAD OBJETIVA Y SUBJETIVA ................................... 8
Diferencia entre responsabilidad objetiva y subjetiva ................................................................... 8
1.3. SISTEMA OBJETIVO o RESPONSABILIDAD OBJETIVA .................................................... 10
1.4. CONCLUSIÓN ................................................................................................................... 11
CAPÍTULO II ................................................................................................................................. 12
LOS BIENES Y ACTIVIDADES RIESGOSAS .................................................................................. 12
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................... 13
2.1. RIESGO CREADO ......................................................................................................... 14
2.2. CONCLUSIÓN ................................................................................................................... 16
CAPÍTULO III ................................................................................................................................ 17
LA RESPONSABILIDAD Y PRODUCTOS DEFECTUOSOS ............................................................. 17
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 18
III. LA RESPONSABILIDAD CIVIL POR PRODUCTOS DEFECTUOSOS ....................................... 20
3.1. ANTECEDENTES .............................................................................................................. 20
3.2. LA RESPONSABILIDAD DEL PRODUCTOR DE BIENES Y SERVICIOS DEFECTUOSOS .... 21
3.3. LA RESPONSABILIDAD DEL PRODUCTOR BAJO LA NORMATIVA GENERAL QUE
CONTEMPLA EL CÓDIGO CIVIL PERUANO. ................................................................................. 22
3.3.1. DESDE LA PERSPECTIVA DE LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL ................... 23
3.3.2. DESDE LA PERSPECTIVA DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL ........ 24
3.3.3. RESPONSABILIDAD OBJETIVA ................................................................................ 25
3.3.4. LA DEFINICIÓN DE ‘DEFECTO’ ................................................................................. 29
3.3.5. EL RESPONSABLE ................................................................................................... 30
3.3.6. LAS DEFENSAS DEL RESPONSABLE ...................................................................... 31
3.3.7. SOBRE LOS DAÑOS RESARCIBLES ........................................................................ 33
3.3.8. PRUEBA DE LOS ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD ..................................... 33
3.4. LAS FUENTES DE DERECHO, DESARROLLOS Y POLÍTICAS ........................................... 35
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LA RESPONSABILIDAD CIVIL
La responsabilidad civil en los sistemas common law, y Europeo, asumen cada vez una
importancia y rol fundamental en la tutela de derechos, sin embargo en nuestro país, la práctica
no es un aspecto arraigado en los operadores de derecho , esto se debe al desconocimiento y a
la deficiente aplicación de las normas de responsabilidad civil que se refleja en los operadores del
derecho, quienes tutelan los interés de los ciudadanos siendo el caso específico la responsabilidad
civil en los jueces y magistrados.
A lo largo de los años muy poco sea ha contribuido al cambio, debido a que la jurisprudencia o
precedente solo funcionó como un instrumento para mejorar la aplicabilidad de la responsabilidad
civil remitiéndose a ser un ente ensombrecedor, pero con todos los desaciertos del sistema judicial
la tendencia es a crecer a pesar que aún no es conocido el daño psicológico; por otro lado a nivel
académico existe deficiencias porque no se fusionan las investigaciones jurídicas de una
perspectiva comparativa doctrinaria, jurisprudencial y legislativa que poco a poco se viene
superando gracias a los esfuerzos loables de juristas comprometidos con el quehacer científico
del Derecho.
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CAPÍTULO I
SISTEMA OBJETIVO
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INTRODUCCIÓN
Este tipo de cosas o actividades se han tratado como peligrosas por el riesgo que existe en ellas
y por el cuidado que se debe tener a la hora de utilizarlas o ejecutarlas, y han pasado de ser
excepciones a convertirse en protagonistas de la vida diaria de los seres humanos.
Ejemplos claros de estas actividades son los automóviles, la electricidad, las instalaciones
industriales e incluso el cuidado de ciertos animales. Los factores de atribución y los sistemas de
responsabilidad civil extracontractual para que se configure un supuesto de responsabilidad civil
extra contractual es necesaria la concurrencia de determinados requisitos: la conducta antijurídica
del autor o coautores, el daño causado a la víctima o víctimas, la relación de causalidad y
finalmente los factores de atribución.
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I. SISTEMA OBJETIVO
El mejor camino para comprender la temática de los factores de atribución, primero se debe
indicar que existen dos sistemas de responsabilidad civil extra contractual en la legislación
comparada, en la doctrina universal y también en el Código Civil Peruano:
Cada uno de ellos construido o fundamentado sobre diferentes factores de atribución. Por ello,
los factores de atribución de los sistemas subjetivos reciben también la calificación de factores
de atribución subjetivos y los correspondientes a los factores de atribución de los sistemas
objetivos merecen la calificación de factores de atribución objetivos.
Antes de entrar a analizar los supuestos de responsabilidad objetiva, vamos a explicar las
diferencias más importantes en los diferentes tipos de responsabilidad en el Derecho español.
8
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un daño, aunque éste no sea intencionado ni pudo ser evitado, tiene que pagar la
reparación del mismo.
1
Espinoza Espinoza, Juan. Derecho de la Responsabilidad Civil. Ed. Gaceta Jurídica. Lima, Perú 2005. Pág. 201.
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Por responsabilidad objetiva o sistema objetivo, hay que entender en principio la pura
responsabilidad “sin culpa”, o como prefiere señalar JURISTAS, la imputabilidad sin culpa. La
responsabilidad objetiva seria pues una fórmula descriptiva de una serie de hipótesis en las
cuales la imputación se funda en circunstancias objetivas, y no en juicio que implique un
reproche, en términos de imputación a un sujeto de negligencia (culpa) o peor, aún, de la
voluntad de causar daño (dolo)2. Objetiva, desde este punto de vista sería, por ejemplo, la
responsabilidad del empleador por el hecho del dependiente (art. 1978º del c.c.) donde, puede
apreciarse la imposición del deber del resarcimiento al patrón obedece a ningún aspecto
subjetivo, sino a las reciprocas posiciones de mando y subordinación del principal y de su
trabajo.
Es así que, el artículo 1970° incorpora la teoría del riesgo que obliga a reparar a aquel que,
mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro. Esta teoría se sustenta en el principio de que aquel que a sabiendas se
beneficia con el desarrollo de una actividad riesgosa o con el uso de un bien igualmente
riesgoso o peligroso, debe asumir los costos del perjuicio que ocasiona.
En el caso del sistema objetivo de responsabilidad, como ya lo hemos indicado, el mismo está
construido sobre la base de la noción de RIESGO CREADO, que constituye el factor objetivo
de atribución de responsabilidad.
2
VISINTINI, Giovanna. Tratado de Responsabilidad Civil. T.1. Ed. Astrea. Padova Italia 1996.
10
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1.4. CONCLUSIÓN
1.4.1. En ese sentido, se tiene que, dentro de los sistemas objetivos, la ausencia de culpa no
sirve como mecanismo liberador de responsabilidad civil, adquiriendo por el contrario
importancia fundamental la noción de causa ajena o fractura causal.
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CAPÍTULO II
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INTRODUCCIÓN
En derecho civil se responde por las actividades peligrosas, toda vez que una actividad es
peligrosa cuando rompe el equilibrio existente, colocando a las personas ante el peligro inminente
de recibir lesión en su persona o en sus bienes. La inminencia de un peligro que aborda la
capacidad de prevención o resistencia común de los seres humanos, son las características
determinantes para definir las actividades peligrosas.
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Ahora bien, ¿Qué debemos entender por riesgo creado? La mejor manera de responder
esta interrogante es planteando la siguiente reflexión: como todos sabemos, en nuestros
días, en la mayor parte de sociedades y Estados, los seres humanos vivimos en
permanente relación con productos elaborados, maquinarias, tecnología, artefactos e
instrumentos, actividades industriales y comerciales en gran escala. Cada vez son más
los instrumentos, equipos y artefactos tecnológicos que “invaden” nuestra vida diaria.
Además, que la mayor parte de productos de uso diario o permanente que se utilizan en
la mayor parte de la sociedad peruana, importados o nacionales, son productos
elaborados y adquiridos a través de la cadena de distribución y comercialización de la vida
moderna. Pues bien, para nadie es novedad que gran parte de esta tecnología moderna
y de productos implican muchos riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores,
incrementando las posibilidades de daños causados en la realidad peruana.
3
FERNADEZ CRUZ, Gastón. “Las transformaciones funcionales de la responsabilidad civil: la óptica sistemática. Análisis de las
funciones de incentivo o desincentivo y preventiva de la responsabilidad civil en los sistemas del civil law”, edición digital p. 26.
14
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también, y cada vez en mayor número, bienes y actividades que significan un riesgo
adicional al ordinario, tales como: los automotores, los artefactos eléctricos, las cocinas a
gas, ascensores, los diferentes tipos de armas de fuego, escaleras mecánicas, los
insecticidas, productos químicos para la limpieza, los medicamentos, los productos
enlatados, las actividades industriales, etc.
Para todo este tipo de bienes y actividades no será necesario examinar la culpabilidad del
autor, pues deberá bastar con acreditar el daño causado, la relación de causalidad y que
se ha tratado de un daño producido mediante un bien o actividad que supone un riesgo
adicional al ordinario y común y que por ello mismo merecen la calificación de “riesgosos”.
Haya sido el autor culpable o no, será igualmente responsable por haber causado el daño
mediante una actividad riesgosa o peligrosa. El factor de atribución no es, pues, la culpa
del autor, sino el riesgo creado en el sentido antes mencionado.
Como se podrá comprender con facilidad dentro de los sistemas objetivos la ausencia de
culpa no sirve como mecanismo liberador de responsabilidad civil, adquiriendo por el
contrario importancia fundamental la noción de causa ajena o fractura causal. Conviene
precisar, que el sistema objetivo de responsabilidad no entiende ni pretende que en los
casos de daños causados a través de bienes o actividades riesgosos, no exista culpa del
autor, pues ello sería absurdo e irreal.
Lo único que se pretende es hacer total abstracción de la culpa o ausencia de culpa del
autor, de modo tal que la existencia de culpa o no, sea totalmente intrascendente para la
configuración de un supuesto de responsabilidad civil extracontractual, debiendo
acreditarse además de la relación causal, la calidad del bien o actividad como una
riesgosa. Tal es el significado de la noción de riesgo creado consagrado legalmente como
factor de atribución objetivo en el artículo 1970° del Código Civil.4
4
LEON HILARIO, Leysser. “La responsabilidad civil – Líneas Fundamentales y nuevas perspectivas” 3ra Ed. El Jurista Editores,
Lima-2011, p. 26
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2.2. CONCLUSIÓN
2.2.1. Cada vez son mayores los descubrimientos y las ansias del hombre por implementar
objetos en la vida diaria que permitan una evolución más cómoda y eficiente de la
cotidianidad. El avance industrial que se ha evidenciado en los últimos años ha
generado la creación de objetos considerados como peligrosos por el hecho de que
el hombre en su utilización corre mayores riesgos que en otras actividades
consideradas como no peligrosas e incluso pone en peligro a la sociedad en general,
tal es el ejemplo de los automóviles
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CAPÍTULO III
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INTRODUCCIÓN
No cabe la menor duda de que nuestra sociedad es complemente consumista, y ello se debe,
fundamentalmente, a que en la actualidad nos encontramos en una etapa avanzada de
desarrollo industrial capitalista, caracterizado por la producción masiva de bienes y servicios.
Bajo este escenario, no debe sorprendernos el gran desarrollo que han logrado las diversas
industrias debido a la creciente demanda de los consumidores, que son el pilar para el
funcionamiento de las cadenas de comercialización de los bienes y servicios que se producen
para su consumo.
Colectivos.
Existe hoy en día una conciencia colectiva de los consumidores que se ha plasmado en diversos
instrumentos para la protección de sus derechos, principalmente la protección a la salud y a la
seguridad de los mismos. Se busca la inocuidad de los productos y servicios para tutelar la
seguridad del público, previniendo los daños que el consumo pudiera provocar en su salud. La
responsabilidad civil por productos defectuosos es un supuesto que se ha abierto paso en fecha
relativamente reciente y surge cuando se ocasionan daños a la integridad, a la salud o al
patrimonio delos consumidores (entendidos en un sentido lato) debido a defectos en el diseño, en
la fabricación o en la información del producto. El parámetro para determinar si un producto es
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defectuoso está en función de la seguridad que debe tener frente a los consumidores que lo utilizan
o, como establece nuestra legislación, de “la seguridad a que las personas tienen derecho”.
Es en ese contexto que la responsabilidad civil derivada de productos defectuosos destaca como
una de las ramas de la responsabilidad civil contemporánea que ha experimentado más
cambios y transformaciones; pero de la cual intentaremos abordar las nociones básicas pero
trascendentales para comprender las diversas posiciones acerca de la responsabilidad civil
que debe engranar de modo más exacto en los supuestos de daños causados por productos
defectuosos.
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Responsabilidad Civil - UAP
3.1. ANTECEDENTES
No obstante ello, es menester precisar que fue con la dación de la Ley de Protección al
Consumidor, Decreto Legislativo N° 716, promulgada el año 1991, cuando se empieza
a dar un nuevo enfoque a la tradicional relación jurídica suscitada entre acreedores
y deudores, quienes dentro de toda transacción en el mercado se presentan como
proveedores y consumidores. Reafirmándose está orientación con la entrada en
vigencia el 02 de octubre de 2010 del Código de Protección y Defensa del Consumidor
(en adelante CPDC).
En el pasado, el Estado tenía una errada concepción por la que creía que la mejor manera
de proteger al consumidor era intervenir en sus relaciones de intercambio, dictando
innumerables normas, incurriendo en una regulación excesiva (sobrerregulación) que lejos
de las buenas intenciones de proteger al consumidor lo perjudicaban.
Tal y como lo señala la Constitución de 1993 (artículo 65) la función del Estado moderno
es “garantizar el derecho a la información” de los consumidores. En este sentido, la
Ley de Protección al Consumidor en su artículo 5 inciso b) prescribía que el consumidor
tenía derecho a recibir de los proveedores toda la información necesaria para tomar una
decisión o realizar una elección adecuadamente informada en la adquisición de
productos o servicios, así como para efectuar un uso o consumo adecuado de los
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Responsabilidad Civil - UAP
En el Perú, la responsabilidad civil del productor por los productos defectuosos ha recibido
recientemente un tratamiento específico por la vía de la legislación especial. En efecto, en
1991 se dicta el decreto legislativo N° 716 que contiene un régimen de protección al
consumidor. Entre las normas del citado decreto, el art. 32 establece que “el proveedor de
productos defectuosos es responsable de los daños causados a la integridad física de los
consumidores o a sus bienes por los defectos de sus productos”.
Hasta antes de dicha normativa especial, todo posible problema que se generase por la
circulación de un producto defectuoso podía ser abordado sólo y únicamente a la luz de
la disciplina general sobre la responsabilidad civil, sea ésta contractual o extracontractual,
21
Responsabilidad Civil - UAP
Con las precisiones que anteceden sobre la normativa aplicable a los casos de daños
derivados de productos defectuosos pasaremos a explicar el régimen de responsabilidad
que ha sido y sigue aplicándose a este tipo de daños, vale decir, el previsto por el Código
Civil, para luego destacar la particularidad del régimen que se introduce en 1991.
Sucesivamente, haremos referencia al caso de los daños derivados de servicios
defectuosos.
Si bien en el Perú, a partir de la década de los ochenta se vislumbra un interés por tutelar
en modo especial al consumidor, dicha tutela sin embargo, no llega a comprender una
5
El actual Código Civil peruano es de 1984 que deroga a su precedente de 1936.
6
El Poder Judicial peruano adolece de serios problemas desde ya muchos años. En los últimos años se ha emprendido un proceso
de reforma del sistema judicial; la lentitud en el desarrollo de los procesos es sólo una de las más notorias consecuencias debidas a
un agregado de factores que, no es el caso referir. De otro lado, no existe en nuestro medio una cultura de consumerism, no hay
una política definida sobre la protección de los consumidores. La informalidad reinante en el comercio en el Perú constituye un serio
problema que aqueja nuestro mercado
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Responsabilidad Civil - UAP
El vigente Código Civil de 1984, no contiene una norma que regule específicamente el
problema de los daños derivados de productos defectuosos. Consecuentemente, este
problema, de tener lugar, sería resuelto por los jueces en atención a las normas vigentes
sobre la responsabilidad contractual o extracontractual.
Siendo el problema de los daños derivados de productos defectuosos uno que surge en
contextos industrializados, mejor aún, en contextos de economías desarrolladas, en el Perú,
un país en vías de desarrollo y con una industria incipiente, no han llegado a los tribunales
casos de responsabilidad del productor, salvo contadísimas excepciones, las que si en
alguna manera han abordado el problema, lo han hecho siguiendo la normatividad del
Código Civil y sin mayor empeño en atender los elementos o presupuestos que a nivel de
derecho comparado encontramos ya desarrollados, tales como la noción de ‘ defectuosidad’
para colocarse a la base de la imputación de responsabilidad del productor.
Sin embargo, reiteramos que desde la perspectiva del Código Civil, un caso de daño
derivado de producto defectuoso bien puede ser resuelto según sean aplicables las normas
de la responsabilidad contractual o de la responsabilidad extracontractual. Ello sin perjuicio
de poner en evidencia que, un sector importante de la doctrina peruana se ha pronunciado
por el tratamiento del tema como uno de responsabilidad extracontractual
La víctima de los daños derivados de producto defectuoso podría hacer valer su derecho al
resarcimiento contra quien le transfirió el bien que generó el daño, es decir que entre el
consumidor y el fabricante o vendedor que se trate de responsabilizar debe existir una
relación obligatoria, cuyo incumplimiento podrá dar lugar al resarcimiento de los daños que
7
En realidad, no es que en el Perú se pueda hablar de un ‘problema de resarcir los daños derivados de productos defectuosos’,
pues, los casos que han llegado a los tribunales han sido ínfimos. Lo que no significa necesariamente, que en el Perú los productos
sean de una tal calidad que difícilmente generarían daños, sino que, no hay una toma de conciencia sobre los derechos de los
consumidores, quienes aún siendo afectados, no interponen demandas judiciales para hacer valer sus derechos.
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Responsabilidad Civil - UAP
resulten para el adquirente del bien o producto defectuoso siempre que no haya mediado
una causa no imputable al deudor. En tal sentido establece el art. 1314 del Código Civil que
“quien actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es imputable por la inejecución de la
obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso”.
Asimismo, el actor, vale decir, la víctima del daño, debe probar la existencia del daño y la
relación de causalidad entre éste y el incumplimiento. En el caso de tratarse de dolo o culpa
inexcusable, éstos también tendrán que ser probados por el actor, dado que no opera la
presunción de culpa leve que genera el hecho del incumplimiento tal como lo prevé el art.
1329 C.C., en cuyo caso es el deudor que para liberarse de responsabilidad debe probar
que obró con la diligencia ordinaria, esto es, debe probar su no culpa.
8
Los pocos casos sobre daños derivados de productos defectuosos revelan que la jurisprudencia peruana ha preferido aplicar el
régimen de la responsabilidad extracontractual aún a situaciones de daño habiendo existido un contrato entre las partes, como por
ejemplo, la venta de un producto farmacéutico. Se aprecia del mismo modo que si bien es cierto que el criterio de imputación que los
jueces consideraban aplicable era la culpa, ciertamente bajo la vigencia del Código Civil de 1936, también lo es que los jueces
demostraban a través de sus resoluciones una inclinación por la introducción de elementos de juicio que hacían inducir una
responsabilidad objetiva. Así por ejemplo, los jueces consideraban que una vez que se probaba el defecto se invertía la carga de la
prueba, operando de este modo un caso de culpa prima facie, donde para liberarse el productor de responsabilidad, los jueces se
mostraban sumamente rigurosos con la prueba que exigían a ese fin. V. infra, n. 23.
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Responsabilidad Civil - UAP
9
Como fuera la propuesta del Prof. Fernando de Trazegnies Granda al proponer la introducción de una norma específica en el
articulado del nuevo Código Civil dedicada a la responsabilidad del productor. La hipótesis de responsabilidad según esta propuesta,
se encuadra en el régimen de la responsabilidad extracontractual y asume una naturaleza objetiva. V. De Trazegnies Granda, Fernando.
Proyectos y Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. Fondo Editorial PUCP, 1980, p. 390 ss.
10
El art. 1970 señala: “Aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro está obligado a repararlo”.
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Responsabilidad Civil - UAP
La intención del legislador al prever dicho criterio en una norma independiente con relación
a la que contiene el criterio de la culpa (previsto en el art. 1969) ha sido la de introducir
claramente un “principio” de responsabilidad objetiva en el nuevo Código Civil, ya que hasta
el cuerpo legal que lo precede, el tema de la responsabilidad civil se hallaba positivamente
regulado desde una perspectiva subjetivista de la institución, vale decir, donde aparecía la
culpa como el único criterio capaz de fundar las hipótesis de responsabilidad, aún si existían
interpretaciones tanto de parte de la doctrina como de la jurisprudencia que para algunos
casos extendían en modo tal las posibilidades aplicativas de la norma basada en la culpa
a situaciones de daño, de lo que resultaba más bien dicha culpa convirtiéndose en una
ficción.
Sin embargo, sabido es, y lo vemos a través de la evolución que ha tenido la teoría del
riesgo a nivel de derecho comparado, que resulta difícil que el ‘riesgo’ se constituya en un
principio rector de la responsabilidad civil, a la manera que por largo tiempo lo fue el criterio
de la ‘culpa’. La teoría del ‘riesgo’ ha tenido múltiples interpretaciones para hacer posible su
aplicación a las situaciones concretas de daño, y en todas ellas, ha suscitado encendidos
debates orientados a enervar o hasta negar su valor como criterio de imputación.
En fin, el citado art. 1970 es pasible de ser interpretado tan ampliamente como tan
restrictivamente. Lo que no se puede aceptar es que se le entienda como un principio
general de responsabilidad civil a la manera que una vez se propuso y por largo tiempo se
aceptó al principio de la culpa. A nuestro entender, esa norma no contiene sino un criterio
más de imputación de responsabilidad, y por cierto, tratándose del ‘riesgo’, las
interpretaciones podrían oscilar desde las que más tienden a establecer una
responsabilidad objetiva como las que se mantienen más cerca de las consideraciones
subjetivas.
Pero siendo el art. 1970 la norma que se introduce en el C.C. de 1984 con aspiraciones
objetivistas, obtiene automáticamente el favor de la doctrina peruana para postularlo como
el criterio que sustente la atribución de responsabilidad por daños derivados de productos
defectuosos. La norma en referencia, al consagrar como criterio de imputación el riesgo,
plantea el inevitable problema de interpretación sobre qué cosas o actividades deben ser
consideradas “riesgosas” o “peligrosas”. La doctrina considera que tal definición queda
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Responsabilidad Civil - UAP
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Responsabilidad Civil - UAP
diseño (design defect) o en el avisaje (warning defect), en cuyo caso, el standard varía de
acuerdo al tipo de defecto.
Es en los dos últimos casos de los mencionados, donde se revela la dificultad de establecer
la defectuosidad, pues no basta la simple disconformidad del producto con respecto a la
serie a que pertenece (manufacturing defect), aquí se tomarán en cuenta una serie de
circunstancias que delaten el producto como inseguro, entre las cuales se considera
también, la conducta razonable del consumidor en el uso del producto.
En síntesis, por las razones expuestas, entre otras que podrían agregarse, no consideramos
que el art. 1970 sea el canal correcto para fundar una responsabilidad objetiva del productor.
Presenta en cambio otras dificultades de aceptación, aún bajo esta teoría que criticamos, el
que se trate de considerar actividad peligrosa a toda la ‘actividad’ de fabricación.
Evidentemente, si un producto resulta defectuoso no determina necesariamente que toda la
actividad de fabricación lo sea. Así, para considerar a una cierta actividad como ‘riesgosa’,
siguiendo el criterio de la suficiente probabilidad y magnitud de los daños a que antes nos
hemos referido con relación a la aplicación del art. 1970, la propia actividad tendría que ser
susceptible de causarlos y no sólo uno de sus productos.
Quienes defienden la tesis que opta por la aplicación de dicha norma a los daños derivados
de productos defectuosos, consideran así, que podrá calificarse como actividad peligrosa a
la fabricación o distribución de productos genéricamente peligrosos, tales como los
medicamentos, los explosivos, etc.
Nuevamente, la tesis en referencia pasa por alto el hecho que sea la defectuosidad del
producto la que determina la imputación de responsabilidad mas no así el riesgo de toda la
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Responsabilidad Civil - UAP
Una definición de producto defectuoso se introduce en el Perú sólo a través del D. Leg. N°
716 de 1991, que promulga las normas sobre tutela del consumidor. Se trata, sin embargo,
de una definción que específicamente contempla el art. 32 de dicho texto legal pero que,
según se observa de la doctrina y jurisprudencia, no ha recibido mayor acogida sino sólo en
el ámbito de la tutela administrativa encargada a una entidad específica como es
INDECOPI. Antes de dicha ley, las referencias que se hacen sobre el ‘defecto’ tanto a nivel
de doctrina como de la jurisprudencia son sumamente genéricas, indicando algunas veces
la noción de un ‘vicio oculto’, otras en cambio precisan que la “defectuosidad no se
determina por la inadecuación del producto para el uso esperado por el consumidor, sino
por el peligro que presenta”.
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Responsabilidad Civil - UAP
3.3.5. EL RESPONSABLE
De acuerdo a la doctrina que propone la aplicación del art. 1970 sobre responsabilidad por
actividad riesgosa el responsable de los daños generados por sus productos defectuosos
sería quien desarrolla la actividad riesgosa o peligrosa, osea, en términos concretos, lo
sería el titular de la actividad de producción. En cambio, si se tratase de un ‘bien’ riesgoso
o peligroso, surge el problema de establecer quién es el responsable, desde que pueden
ser varios los sujetos con los que el bien se halle en relación de pertenencia: así, el
fabricante, el importador, el distribuidor, el ensamblador, o hasta el conductor (si se tratase
de un automóvil).
Se trata de establecer quién causó el daño mediante el bien riesgoso o peligroso. Ello sería
determinado merced a la aplicación del criterio de ‘causalidad adecuada’ que expresamente
contempla el art. 1985: “relación de causalidad adecuada entre el hecho y el daño
producido”. No obstante, dicha responsabilidad la extienden, quienes sostienen la aplicación
del art. 1970, a todos los integrantes de la cadena de producción y distribución del producto
defectuoso, bajo la consideración de que son todos ellos los que contribuyen a crear el
riesgo.
No siendo correcta la teoría del riesgo para fundar la responsabilidad del productor, como
lo hemos señalado en líneas anteriores, tampoco lo es el art. 1970 a los fines de determinar
quién es el responsable. La aplicación de esta norma supondría que es el productor
únicamente que participa en la creación del riesgo, sin tenerse en consideración si el
consumidor podía con su conducta prevenir o evitar los riesgos de acuerdo a un uso o
consumo razonable del producto. Ciertamente, el art. 1970 nos obligaría a quedarnos en el
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Responsabilidad Civil - UAP
examen del ‘origen’ del defecto para así atribuírselo a quien lo creó, porque fue él quien
introdujo en el mismo la potencialidad dañosa. Pero así planteada la atribución de
responsabilidad del productor, nos acerca a la perspectiva que se tiene desde la
responsabilidad por culpa, donde para determinar de dónde provino el daño se atiende sólo
a uno de los sujetos implicados en la relación de consumo, al productor que en esta última
perspectiva fue negligente en la elaboración del producto.
Otras defensas que el responsable puede invocar son las que nuestra doctrina ha
contemplado como “situaciones excepcionales, algunas de ellas de emergencia, en las que
la ley nos faculta a dañar en función de un bien superior”.
Tales situaciones se hallan previstas en el art. 1971 C.C. y son las siguientes:
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Responsabilidad Civil - UAP
Nosotros somos de la opinión que el art. 1971 puede ser aplicado con respecto a la hipótesis
de responsabilidad subjetiva que contempla el art. 1969, mas no así, con respecto a la
hipótesis del art. 1970 con respecto al cual, no cabe hablar de una supuesta ‘antijuridicidad’
de la actividad generadora del daño, por tratarse de una actividad lícita.
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Responsabilidad Civil - UAP
De acuerdo al art. 1985 C.C. que se halla contenida en el Título sobre la responsabilidad
extracontractual, son resarcibles el ‘daño emergente’, el ‘lucro cesante’, el ‘daño moral’, el
‘daño a la persona’, siempre que exista una relación de causalidad adecuada entre el hecho
y el daño producido.
Por tanto, el criterio de los daños directos e inmediatos es aplicable al área de los daños
derivados de productos defectuosos. Cierto es que, la interpretación de lo ‘directo’ y lo
inmediato’ no responde a parámetros de literalidad, sino conforme se desprende de la
doctrina y jurisprudencia comparadas, en la práctica se les entiende con un sentido de
‘normalidad’ o ‘regularidad’ causal.
La víctima del daño derivado de producto defectuoso a los fines de obtener el resarcimiento
correspondiente tendrá que acreditar el daño, su relación de causalidad adecuada- de
conformidad con lo establecido en el art. 1985 C.C con el origen del riesgo, esto significa
descubrir la existencia de un defecto en el producto, mejor dicho, quién creó o introdujo ese
defecto en el producto, en fin, todo esto, si nos circunscribimos a la hipótesis de
33
Responsabilidad Civil - UAP
responsabilidad objetiva del art.1970, que es por el que se orienta un sector importante de
la doctrina peruana para los efectos de la atribución de responsabilidad al productor.
Ciertamente, para que opere esta norma, debe quedar probado que se trata de un ‘producto
defectuoso’, el que automáticamente se convierte en ‘riesgoso’ o ‘peligroso’ desde la
perspectiva de la doctrina peruana que defiende la aplicación del citado art. 1970. Cierto es,
que no podemos de las magnánimes dificultades que implicaría la determinación de la
defectuosidad, siendo precisamente éste el problema que, en nuestro concepto, pone en
crisis una aceptación simplista de la tesis de la responsabilidad por riesgo a los casos de
daños derivados de productos defectuosos.
En todo caso, está abierta la posibilidad que la víctima invoque la aplicación del art. 1969
C.C. que contempla el principio de la responsabilidad por culpa. Y, siendo esta norma una
que ha contemplado expresamente la inversión de la carga de la prueba de la culpa, resulta
que será el imputado quien deba probar su diligencia en el proceso de elaboración del
producto materia de cuestionamiento.
Ciertamente, se trata de una norma que no favorece en lo absoluto a la víctima de los daños,
desde que las exigencias de los jueces en cuanto a la prueba liberadora pueden ir desde
las más condescendientes a las más rigurosas con el agente del daño.
Esta norma resulta aplicable en materia de daños derivados de productos defectuosos. Así,
el demandado, sea el fabricante, el distribuidor, el importador serían responsables solidarios
por los hechos de sus dependientes, si el daño fue resultante del ejercicio de sus respectivas
actividades en el proceso de elaboración del producto.
34
Responsabilidad Civil - UAP
Existe desde 1991 en nuestro país, una normatividad específica relativa a la protección
del consumidor, dictada por D. Leg. 716., a la cual se encuentran sometidos todas las
personas naturales o jurídicas, de derecho público o privado, que se dediquen en
establecimientos abiertos al público, o en forma habitual, a la producción o
comercialización de bienes o la prestación de servicios en el territorio nacional.
35
Responsabilidad Civil - UAP
Las resoluciones administrativas del INDECOPI que se expiden en última instancia, pasan
a tener la calidad de precedentes de observancia obligatoria. Nótese, sin embargo, que
todo esto se da a nivel del ámbito administrativo, no trascendiendo al ámbito jurisdiccional,
el cual, bien puede contradecir la orientación, sea a nivel de conceptualización o de
definición de política a seguir adoptada por el ente administrativo e introducir otros criterios
aplicables al caso concreto.
La doctrina peruana, como hemos referido en la parte primera de este informe , tampoco
es rica en la materia. No obstante, a diferencia de lo que presenta nuestra jurisprudencia,
ofrece una toma de posición de parte de un sector de ella, sobre el problema de daños
derivados de productos defectuosos.
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Responsabilidad Civil - UAP
En cuanto a los standards aplicados por los jueces: Hemos precisado en la parte primera
del presente informe que si bien bajo la vigencia del Código Civil derogado (el C.C. de
1936), el que no contemplaba una hipótesis de responsabilidad extracontractual por riesgo
del bien o de la actividad como sí lo hace el actual C.C. de 1984 (art. 1970), los jueces
disponían de un principio general de ‘responsabilidad por culpa’, de acuerdo al cual, tenían
que ser dilucidados los casos de daños derivados también por el uso o consumo de un
producto defectuoso - aunque no se aplicara esta terminología-, lo que en concreto se
observa de las pocas sentencias que afrontaron el problema que planteaban este tipo de
daños, es que los jueces presumían la culpa del fabricante de un producto defectuoso sin
admitir, en muchos casos, la prueba en contrario, o si la admitían, exigían una prueba
liberadora sumamente rigurosa para el demandado.
En efecto, se observa que en los casos en que los jueces han tenido que afrontar un
problema de daños derivados de productos defectuosos, éstos han sido severos en su
razonamiento, más bien orientados a conceder la suma resarcitoria a la víctima de los
daños. Consideramos que la tendencia a privilegiar el resarcimiento de los daños a favor
de la víctima se mantendrá como tal, también a la luz del C.C. de 1984, el cual, incorpora
claramente una hipótesis de ‘responsabilidad por riesgo’ (art. 1970), la que si bien no es
la norma más adecuada para fundar un caso de responsabilidad del productor, sin
embargo, reconoce claramente un supuesto de responsabilidad objetiva bastante amplio
y vago, cuyos límites quedan en manos de la jurisprudencia.
El Decreto Leg. 716 dictado en 1991, es una expresión de una toma de conciencia sobre
la necesidad de proteger al consumidor, esto es así, aun cuando la hipótesis de
responsabilidad objetiva del proveedor de productos defectuosos que prevé en su art. 32,
como lo hemos explicado en la primera parte del informe, no haya sido considerada aún
por los jueces en sus sentencias, resultando de consecuencia, una desaplicación de hecho
del referido art. 32.
La creación del INDECOPI en el año 1992, como ente exclusivo para avocarse en vía
administrativa el conocimiento y resolución de todas las quejas planteadas por los
consumidores que vean afectados sus derechos, es evidentemente un claro signo de una
política del Estado emprendida en el último decenio para tutelar el desarrollo del mercado
y con ello, la tutela de su personaje central, el consumidor.
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Responsabilidad Civil - UAP
Las resoluciones del INDECOPI revelan una clara influencia de los desarrollos alcanzados
por el derecho norteamericano en la definición del consumidor, y los criterios a considerar
en la decisión para sancionar a quien incumple las normas de protección al consumidor.
Se observa en ellas el empleo de criterios propios del análisis económico del derecho.
Sin embargo, toda la línea que va marcando el INDECOPI no es asumida por el órgano
jurisdiccional, que más bien se mantiene a la interpretación del texto del Código Civil. En
cuanto a las políticas del gobierno sobre la protección del consumidor, éstas, si bien
existen, como se deduce de la existencia de un ente que se encargue de velar por el
desarrollo del mercado y la tutela del consumidor, se ven sumamente perjudicadas por el
elevado índice de informalidad del comercio que constituye uno de los más preocupantes
problemas a que debe hacer frente el Gobierno peruano, problema que hoy alcanza límites
alarmantes.
En razón a ello, se debe distinguir el supuesto del art. 1970 c.c. del de responsabilidad por
productos defectuosos. En efecto, mientras que la responsabilidad por producto defectuoso
se da cuando el producto “no ofrece la seguridad a que las personas tienen derecho”,
causando daños “a la integridad física de los consumidores o a sus bienes”, la responsabilidad
regulada en el art. 1970 c.c. se basa en el ejercicio de actividades (o cosas) riesgosas o
peligrosas. Dicho en palabras más simples: mientras la primera se fundamenta en el criterio
del “defecto” del producto, la segunda en el de “riesgo” de la actividad o del bien. En el caso
de la responsabilidad civil por el ejercicio de actividades riesgosas o peligrosas (o por bienes
con dicha calificación), la responsabilidad “funge como criterio para re-equilibrar los costos
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Responsabilidad Civil - UAP
3.5. CONCLUSIONES
3.5.1. El vendedor, tanto en materia civil como comercial, tiene la obligación de entregar un bien
apto e idóneo que cumpla con el fin para el cual ha sido adquirido por el comprador, es
por ello que para determinar la existencia de defectos en los productos se debe tener en
cuenta los siguientes criterios: el diseño del producto, su puesta en el mercado, su uso
previsible, materiales, contenido y condición del mismo.
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3.5.3. El saneamiento por vicios ocultos se da “cuando el bien carece de las cualidades
prometidas por el transferente que le daban valor o lo hacían apto para la finalidad
de la adquisición”, mientras que la responsabilidad por productos defectuosos se da
cuando el producto “no ofrece la seguridad a que las personas tienen derecho” causando
daños a la integridad de los consumidores o a sus bienes.
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CAPITULO IV
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INTRODUCCIÓN
La responsabilidad civil médica - al igual que sucede con la responsabilidad por daños
ambientales o la generada por productos defectuosos -, ha cobrado un desarrollo notable en
los últimos años. Como lo sostiene Vásquez Ferreyra, si revisamos en cualquier repertorio de
jurisprudencia que tenga más de treinta años, difícilmente encontraremos algún fallo -
absolutorio o condenatorio - en el cual se ventilen cuestiones referidas al accionar de los
profesionales de la salud; sin embargo, en la actualidad el panorama ha cambiado radicalmente,
toda vez que las demandas por responsabilidad civil contra médicos y establecimientos de salud
son abundantes, tanto así que no se ha dudado en calificar dicha situación como la “fiebre
de la responsabilidad médica”.11
Es que no se puede negar que la Medicina es en la actualidad una de las actividades más
expuestas al riesgo de acciones de indemnización por perjuicios. Son múltiples las causas
de este notable aumento de demandas por responsabilidad civil contra médicos y
establecimientos prestadores de salud. En primer lugar, no es que ahora los médicos actúen con
mayor negligencia que años atrás, sino que han perdido la histórica inmunidad de la que gozaban
y, en mérito a la cual sólo estaban sometidos a las reglas de la ética profesional o a su
conciencia y en caso de quebrantarlas simplemente se limitaban a la censura social.
Incluso, anteriormente el médico era considerado como un superior o hasta divino que nunca
podía equivocarse y si algo malo le ocurría al paciente, era recibido como producto de la
voluntad de Dios o como una fatalidad del destino, inclusive a mediados de la década del
cuarenta del siglo pasado aún se sostenía que “un enfermo debe aceptar un margen de
11
VASQUEZ FERREYRA, Roberto: “La responsabilidad civil de los médicos” en:
www.sideme.org/doctrina/artículos/respcivmed_rvf.pdf
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Otra de las causas del aumento de litigios contra los galenos es que en la actualidad la relación
médico – paciente se ha modificado sustancialmente por la llamada masificación de la
medicina, fenómeno producido “…fundamentalmente por la demanda cada día más creciente de
prestación de servicios médicos, donde la atención personalizada que caracterizaba el ejercicio
de la actividad médica, que se identificaba fundamentalmente con la figura del “médico familiar”,
ha sido sustituida por la llamada medicina social que responde a la necesidad de ampliar la
prestación de servicios de salud a todos los sectores de la población”.
El lado positivo es que “la aceptación de la responsabilidad médica no destruye la iniciativa del
médico ni paraliza el progreso. De hecho la responsabilidad sólo afectará a los médicos mediocres
y no son ellos los que hacen progresar la ciencia médica. Y, por el contrario, la responsabilidad
consolidará la buena reputación del médico, pues se castigará a los que obraron con
negligencia, pero nunca se atentará contra los demás. El médico negligente, sabiendo las
consecuencias de su falta, prestará más atención y ello redundará en beneficio de todo el cuerpo
médico”
12
MARAÑÓN, Gregorio citado por Ricardo Luis Lorenzetti: “La responsabilidad médica” en “Responsabilidad Civil. Derecho
de Daños”; Tomo V; Editorial Grijley; Lima, 2006; Pg. 133
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Responsabilidad Civil - UAP
4.1. DEFINICIÓN
Obligación que tienen los médicos de reparar o satisfacer las consecuencias de sus actos,
omisiones, y errores dentro de ciertos límites, cometidos en el ejercicio de su profesión.
Desde el ámbito de los servicios médico podemos sostener que todo profesional médico que
no ejecuta sus obligaciones sea con intención de incumplirlas directamente (dolo) o por culpa
inexcusable o culpa leve, es responsable por los daños que causen dichas conductas
antijurídicas y culpables, y por ende del pago de una indemnización a favor del paciente. En
ese contexto podemos encontrar los siguientes supuestos:
Omisión de prestación de servicios médicos, en la cual el profesional médico omite realizar una
asistencia médica en el momento oportuno, siendo las razones más comunes un diagnóstico
deficiente sobre emergencia médica o la escasez de recursos del paciente, siendo subtipos de
este supuesto:
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Responsabilidad Civil - UAP
Cumplimiento parcial del servicio médico, este supuesto se presenta cuando el acto
médico no se ha culminado por completo habiéndose pactado la entrega total de una
prestación médica dentro plazo. Ejemplo: a nivel de servicios médicos odontológicos
en donde se puede cancelar completamente un servicio de ortodoncia o curaciones, el
cirujano dentista solo cumple con una parte del acto médico prometido, siendo en
muchas ocasiones este cumplimiento parcial el que ocasiona daños a la salud del
paciente y otros perjuicios de orden psicológico o emocional.
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Responsabilidad Civil - UAP
hacerlo (dolo) o por negligencia responde por los perjuicios ocasionados. Sin embargo, el
propio centro médico debe responder en estos casos en razón a que realiza una actividad
riesgosa de cuyos daños es responsable, piénsese en las víctimas de infecciones
intrahospitalarias por no haber implementado las medidas de bioseguridad adecuadas.
También están los casos de los daños ocasionados por los incapaces a cargo de un centro
médico quien no tomo las medidas pertinentes para evitar los mismos. Empero, el
supuesto más común aplicado a la responsabilidad por daños médicos es el de la
solidaridad en el pago de la indemnización por daños médicos entre el profesional médico
y el centro médico en base al apotema de la responsabilidad del principal por los actos del
dependiente. Recordemos que en el caso de una responsabilidad por daños médicos por
incumplimiento de un contrato, el factor de imputación suele ser también la culpa,
negligencia y ocasionalmente el dolo.
En ese sentido, se puede señalar que la responsabilidad civil médica se define como la
institución por la cual los profesionales médicos y los centros hospitalarios responden por
los daños ocasionados al paciente al haber incumplido reglas de la medicina en el
momento de ejecutar la prestación de salud, sea por el hecho de dependientes, falta de
infraestructura, mantenimiento y limpieza de los equipos e instalaciones.
De ahí, que la responsabilidad civil médica, puede clasificarse en dos grandes tendencias,
la responsabilidad civil subjetiva, que se basa en la culpa o el incumplimiento negligente
de guías o protocolos médicos, útil para determinar responsabilidades en los médicos, y
la otra gran corriente, la responsabilidad objetiva médica, aplicable a las organizaciones
47
Responsabilidad Civil - UAP
Por otra parte, el Código de 1984, ya no contempla como su antecesor de manera expresa
la responsabilidad por daños médicos, sin embargo, contemplaban normas generales
aplicables a la responsabilidad civil por negligencia médica tales como:
El artículo 1325º del Código Civil establece que el deudor que para ejecutar la
obligación se vale de terceros, responde de los hechos dolosos o culposos de estos,
salvo pacto en contrario. De esta forma, las clínicas, obras sociales beneficas y
hospitales cuando se valen de médicos para ejecutar sus prestaciones asumen
responsabilidad solidaria por los daños que estos pueden causar con ocasión de la
atención médica.
El Artículo 1762° establece que si la prestación de servicios implica la solución de
asuntos profesionales o de problemas técnicos de especial dificultad, el prestador de
servicios no responde por los daños y perjuicios, sino en caso de dolo o culpa
inexcusable. La medicina es un ámbito donde no cabe culpas leves o pequeñas, pues
están en juego bienes jurídicos supremos, como la integridad física, la salud y la propia
vida, por lo que este artículo sólo es aplicable a casos de tratamientos experimentales
48
Responsabilidad Civil - UAP
Por otro lado, la Ley General de Salud, Ley Nº 26842, de 1997, aborda de manera
frontal el tema en su artículo 48º según el cual “el establecimiento de salud o servicio
médico de apoyo es solidariamente responsable por los daños y perjuicios que se
ocasionan al paciente, derivados del ejercicio negligente, imprudente o imperito de las
actividades de los profesionales, técnicos o auxiliares que se desempeñan en éste con
relación de dependencia. Es exclusivamente responsable por los daños y perjuicios
que se ocasionan al paciente por no haber dispuesto o brindado los medios que
hubieren evitado que ellos se produjeran, siempre que la disposición de dichos medios
sea exigible atendiendo a la naturaleza del servicio que se ofrece”.
13
Téngase en cuenta el artículo 1975º.-―La persona sujeta a incapacidad de ejercicio queda obligado por el daño que ocasione,
siempre que haya actuado con discernimiento. El representante legal de la persona incapacitada es solidariamente responsable‖, y el
artículo 1976º.- “No hay responsabilidad por el daño causado por persona incapaz que haya actuado sin discernimiento, en cuyo caso
responde su representante legal”.
49
Responsabilidad Civil - UAP
Así por ejemplo, una infraestructura hospitalaria vetusta o ruinosa puede ocasionar la
propagación de enfermedades a los familiares o pacientes caso en el cual el hospital
deberá responder por estos perjuicios cuando era posible evitarlos con las medidas de
prevención correspondientes. Asimismo, el centro hospitalario también responde por los
casos en que algún animal del laboratorio escape y sea vector de una enfermedad,
diseminándola. Su responsabilidad también alcanza los cultivos de bacterias que realiza
y si estas por inobservancia de procedimientos de bioseguridad ocasionan infecciones
noscomiales independientemente que pueda repetir contra el personal médico
involucrado.
La responsabilidad civil del centro asistencial, está claro será de carácter contractual, en
tanto que a la responsabilidad civil del auxiliar o tercero del que se vale para ejecutar la
prestación médica, será una responsabilidad contractual accesoria, pues ha entrado en
contacto con el paciente en virtud de un contrato que lo hace parte de la organización
hospitalaria, aunque con responsabilidades diferenciadas. De esta manera, se podrá
acumular en un solo juicio las pretensiones contra ambos demandados y obligados
solidariamente por la totalidad del resarcimiento solicitado.
La responsabilidad del principal por los daños que ocasiona el dependiente alcanza los
actos realizados en ejercicio de la función encomendada, aun cuando ella fuera ejercida
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Responsabilidad Civil - UAP
La responsabilidad civil derivada de daños médicos es una institución de reciente data que
se hace más fuerte conforme aparecen medicamentos más eficaces, tecnología más
avanzada y ramas especializadas de la medicina, observándose así una evolución desde
la irresponsabilidad de los daños médicos a la responsabilidad por negligencia o culpa del
médico hasta llegar a la responsabilidad objetiva de los hospitales. Adicionalmente, se
observa un incremento de las demandas por daños médicos en el mundo, cuyas
principales causas pueden ser:
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Responsabilidad Civil - UAP
El profesional médico asume responsabilidad legal por los efectos de sus actos médicos,
respondiendo por el riesgo creado, bajo el principio hipocrático ―primero no hacer daño
al paciente‖. Todo tratamiento médico supone un ―riesgo creado permitido”, esta
conducta es lícita en tanto se halla basado en una medicina de evidencia y no empírica,
esto es un diagnóstico diligente y confiable. Evidentemente la profesión médica desde sus
orígenes generó riesgos socialmente aceptados, especialmente en la etapa de
vacunación, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Empero, el profesional médico
solo responderá por un daño cuando halla inobservado las normas técnicas vigentes en
la medicina.
En el mismo sentido, desconocer el significado del artículo 1762 del Código Civil referido
a la solución de asuntos profesionales o problemas técnicos de especial dificultad y su
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Responsabilidad Civil - UAP
correcta o razonable aplicación son situaciones que deben ser corregidas y enmendadas
por la judicatura nacional. Si a lo antes descrito, que son criterios básicos en la materia de
responsabilidad civil de los profesionales y de los médicos en particular, le sumamos el
tiempo que demora un proceso judicial o arbitral, la dificultad probatoria de los
damnificados, el desconocimiento y hasta la indiferencia para hacer un esfuerzo al
momento de cuantificar los daños no patrimoniales por parte de los magistrados, el
panorama se vuelve aún más desolador para las víctimas de los daños médicos y contra
los propios médicos que ven en el proceso un tortuoso camino.
No puedo dejar de mencionar que en nuestro país no existe un sistema de salud. Esta es
una circunstancia que no puedo omitir. Existen valiosos profesionales de la salud
altamente comprometidos con la salud de sus pacientes pero se ven confrontados a una
realidad penosa y de ineficiencia estatal que genera una obstrucción de sus aspiraciones
de enrumbar la medicina al cumplimiento de sus fines.
Esta abdicación del Estado de su papel fundamental hace que los médicos valiosos migren
a situaciones más acordes con sus necesidades materiales y en una gran cantidad de
casos se conviertan en una pieza más de un sistema privado que ve en la rentabilidad el
único incentivo para su desarrollo precarizando de esta manera la actividad médica.
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Responsabilidad Civil - UAP
“(...) por la pérdida de la visión del ojo izquierdo, y la mala operación realizada al ojo
derecho al no colocarle el lente intraocular y no ser atendida clínicamente está a punto de
perder el ojo derecho (...)”.
Los servicios médicos fueron prestados en la Clínica Ricardo Palma por lo que la base
normativa debió adaptarse a la responsabilidad civil contractual, tomando como sustento
legal genérico los artículos 1321 y 1322 del Código Civil y como base para que la
estructura sanitaria responda el artículo 1325 del Código Civil.
Los familiares del paciente celebraron un contrato con la clínica, en específico, un contrato
de prestación de servicios médicos en donde la clínica se obliga a brindar una prestación
de servicios idónea al paciente y al mismo tiempo este se obliga a pagar la
contraprestación a favor de la Clínica, por lo tanto y por donde se le mire nos encontramos
ante una responsabilidad civil contractual o por inejecución de obligaciones, y no existe
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Responsabilidad Civil - UAP
ninguna zona gris que haga aplicables la tesis de la opción (escoger entre los dos
regímenes de responsabilidad) o del “cúmulo” (adaptar elementos de la responsabilidad
civil, de ambos regímenes, de acuerdo con la conveniencia del dañado).
No estoy de acuerdo con aquel argumento que considera que estamos ante el deber
genérico de no dañar, pues la vinculación surge de un contrato y este desplaza sus efectos
y obligaciones derivadas del mismo no solamente a las prestaciones médicas en concreto
sino también a los llamados deberes de seguridad o de protección que tiene la estructura
sanitaria para con los pacientes. Los daños generados por el acto médico o los daños
ocasionados por el accidente médico –este último que puede ser por un factor exógeno a
la intervención del médico (infecciones intrahospitalarias, por ejemplo)– deben ser
considerados, desde mi punto de vista, también como daños derivados de una relación
contractual.
El hecho de que la clínica actúe frente al paciente o sus familiares en calidad de deudora
y que aquella preste los servicios mediante terceros a su cargo, obliga a la estructura
sanitaria a responder por los daños causados al paciente a título de responsabilidad
objetiva pero indefectiblemente el régimen de responsabilidad a ser aplicado es el de la
responsabilidad contractual.
Finalmente, acordémonos que el médico no puede ser obligado a ejercer el acto médico
si las condiciones de infraestructura, equipo o insumos no garantizan una práctica médica
ética e idónea, salvo en los casos de situaciones extrema necesidad o emergencia
conforme lo establece el artículo 6 del Reglamento de la Ley del Trabajo Médico, Decreto
Supremo No 024-2001-SA, es letra muerta, y en la practica en nuestros hospitales se
trabaja con lo que se tiene en la mano, en procura del bien común, incluso la aparición de
casos de médicos que ante la necesidad utilizan herramientas de herramientas para
realizar actos médicos ha sido elogiada por un Ministro de Salud en el Perú (2008).
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Responsabilidad Civil - UAP
Woolcott, manifiesta que este caso la responsabilidad por culpa se encuentra muy diluida
entre el personal médico involucrado en el proceso de transfusión, siendo muy difícil
aplicar la responsabilidad por culpa para reparar a la víctima, por lo que se debe recurrir,
a la responsabilidad objetiva del establecimiento de salud en que se practicó la transfusión.
En ese sentido, la responsabilidad no sólo deriva de actos o hechos propios, sino también
se da en los hechos dañosos causados por personas que están bajo su dependencia,
también ha sido entendida como una responsabilidad indirecta objetiva por garantía, pero
obviando el argumento según el cual el principal responde por elegir mal o por no vigilar
cuando debería hacerlo.
Así los seguidores de la teoría del riesgo manifiestan que la responsabilidad civil por el
dependiente no surge de la culpa sino por el beneficio que obtiene el principal con la
actividad del dependiente (riesgo-provecho), o simplemente por haber introducido en la
sociedad la posibilidad que el dependiente cause un daño (riesgo-creado).
Por otra parte, la tesis de la garantía postula que el daño causado por el dependiente,
obliga por su resarcimiento al principal por ser el dueño de la organización empresarial y
ser un deber de garantía impuesto por la ley, y que no admite excusa. Sea a través de la
visión de la teoría subjetiva o las teorías objetivas, en el fondo es una responsabilidad
propia del principal, especialmente porque la organización de la actividad está a su cargo
y los fallos en su funcionamiento le son imputables, más allá, de la acción de repetición
que tenga contra su dependiente.
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4.9. CONCLUSIÓN
4.9.1. Es verdad que el médico no tiene el deber de sanar o curar al paciente. Empero, también
es verdad que no tiene el derecho de lesionar, incapacitar, descerebrar o matar al
enfermo. En ese sentido, los profesionales médicos deben en su actuar respetar el
estándar de atención médica, lo que implica una adecuada prescripción de medicación,
diligentes diagnósticos, pertinentes operaciones quirúrgicas y la implementación de
normas de bioseguridad estándar.
4.9.2. Así, la responsabilidad civil médica objetiva puede basarse en el aumento del riesgo
permitido que es justamente lo que ocasiona los daños asociados a la prestación médica
en el paciente.
4.9.3. El problema de los daños médicos es multifactorial y su solución implica elevar los
estándares de calidad de servicios de salud, acreditación de nosocomios; la
implementación de un fondo de reparaciones por daños médicos, con topes
indemnizatorios; el fortalecimiento de la responsabilidad civil médica objetiva en
determinados supuestos; seguros médicos directos voluntarios (sea del nosocomio, el
paciente o el médico); aprobación de lineamientos para la promoción de soluciones
14
El profesional es aquel, que mediante su profesión o hábito realiza una actividad que significa su fuente de ingresos, sobre la
definición de profesión liberal, explica, es aquella que implica el ejercicio de una de las carreras estudiadas en centros universitarios
o altas escuelas superiores, generalmente la actividad y el trabajo que realizan es intelectual, sin excluir algunas operaciones manuales
que realizan los profesionales como, arquitecto e ingenieros. Guillermo Cabanellas, citado por OSTERLING PARODI, Felipe /
CASTILLO FREYRE, Mario, ―La responsabilidad de los profesionales‖, en Foro Jurídico, Revista de los estudiantes de la Facultad
de Derecho PUCP, cit., p. 53.
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BIBLIOGRAFÍA
5. VISINTINI, Giovanna. Tratado de Responsabilidad Civil. T.1. Ed. Astrea. Padova Italia 1996.
6. FERNADEZ CRUZ, Gastón. “Las transformaciones funcionales de la responsabilidad civil: la
óptica sistemática. Análisis de las funciones de incentivo o desincentivo y preventiva de la
responsabilidad civil en los sistemas del civil law”, edición digital p. 26.
7. LEON HILARIO, Leysser. “La responsabilidad civil – Líneas Fundamentales y nuevas
perspectivas” 3ra Ed. El Jurista Editores, Lima-2011, p. 26
8. El actual Código Civil peruano es de 1984 que deroga a su precedente de 1936.
9. VASQUEZ FERREYRA, Roberto: “La responsabilidad civil de los médicos” en:
www.sideme.org/doctrina/artículos/respcivmed_rvf.pdf
10. MARAÑÓN, Gregorio citado por Ricardo Luis Lorenzetti: “La responsabilidad médica” en
“Responsabilidad Civil. Derecho de Daños”; Tomo V; Editorial Grijley; Lima, 2006; Pg. 133
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