En la época de la conquista hubo una leyenda que fue alimentada por los
indígenas, una tierra llena de oro llamada el dorado, la cual debía ser encontrada
sin importar las consecuencias.
Él primero en intentarlo fue Pizarro, en compañía de un ejercito español. La única
evidencia que existe de lo realizado en esta expedición es lo escrito en el diario
de Fray Gaspar de Carvajal.
Las difíciles condiciones del terreno cobran la vida de los primeros esclavos y
con ello vendría un cambio de plan para poder salir de la selva que amenaza con
su vida, por lo que Pizarro pide construir barcas para enviar 40 hombres a buscar
provisiones e información sobre El Dorado.
Al pasar los días los ánimos se ponen densos y Aguirre se subleva, matando así
al oficial a cargo y a cuanto hombre este de su lado, su discurso parte de la
valentía de Cortez al conquistar México.
Conforme pasan los días la selva se vuelve más peligrosa y los indios abundan
en las orillas del río. Empieza a morir la tripulación hasta que muere el nuevo
emperador, con lo que empieza una crisis a bordo y Aguirre empieza a perder
los estribos. La tripulación se empieza a enfermar y empiezan a morir
lentamente, ya sea por enfermedad o por flechas envenenadas que son
lanzadas por lo indios. Las alucinaciones son cada vez más frecuentes. Aguirre
es el último hombre de pie y tiene el ideal de construir un barco con el cual
navegara en el mar.