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CÓDIGO

PENAL
COMENTADO

LIBRO PRIMERO (ARTS. 10 A 105)


DOCTRINA YJURISPRUDENCIA

DIRECTORES
JAIME Causo - HÉCTOR HERNÁNDEZ

AUTORES
MIGUEL CILLERO
JAIME Causo
HÉCTOR HERNÁNDEZ
JORGE MERA

A.-® AbeledoPerrot"
_".. LegalPublishing Chile
programa
de derecho
penal
facultad de derecho
ÍNDICE GENERAL

Pág.

Prólogo . XIII
Bibliografía general: Tabla de citación abreviada .. XVII
Bibliografía específica de cada comentario .. XXI

Mensaje . 1

CÓDIGO PENAL

LIBRO PRIMERO

TíTULO I: DE lOS DELITOS Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS QUE EXIMEN DE


RESPONSABILIDAD CRIMINAL, LA ATENÚAN O LA AGRAVAN .. 7

§ 1. De los delitos . 7

Artículo 10 . 7
Objeto del arto 1° .. 11
Concepto de delito. Remisiones . 15
CÓDIGO PENALCOMENTADO Concepto y ausencia de conducta (de acción u omisión) . 16
PARTE GENERAL - DOCTRINAYJURISPRUDENCIA Omisión . 21
© JAIME COUSO SALAS, HÉcrOR HERNÁNDEZ BASUALTO, MIGUEL CillERO BRUNOl, JORGE MERA FIGUEROA
Legal Publishing Chile' Mirallores 383,pisolO, Santiago, Chile' Teléfono: 5105000' www.legalpublishing.d Resultado, causalidad e imputación objetiva . 34
Registro de Propiedad Intelectual N° 207.864 • I.s.B.N.978- 956- 238- 057- 5 Dolo . 53
l' edición septiembre 20II Legal Publishing Chile Presunción de voluntariedad . 82
Tiraje: 1000ejemplares
Impresores: CyCImpresores - SanFrancisco 1434, Santiago
Elementos subjetivos del tipo o del injusto (distintos del dolo) .. 87
IMPRESO EN CHILEI PRINTED IN CHILE Error de prohibición .. 89
Errores "al revés" .. 102
(S) ADVERTENCIA Artículo 2° .. 105
Artículo 3° . 123
LaLeyN° 17.336sobre Propiedad Intelectual prohíbe elusonoexceptuado deobrasprotegidas sinlaaurorización expresa delostitulares delos
derechos de autor. Elfotocopiado o reproducción porcualquier otromedioo procedimiento, de lapreseme publicación, queda expresamente Artículo 4° . 131
prohibido. Usos infractores pueden constituir delito. Comentario previo a los artículos 5° y 6° .. 132
CÓDIGO PENAL COMENTADO ÍNDICE GENERAL

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Introducción . 132 Artículo 10, número 2° .. 201


Aplicación de la ley en cuanto a las personas . 132 Antecedentes previos . 202
Efectos de la ley penal en el espacio . 134 La elevación de la mayoría de edad penal y el establecimiento de
Artículo 5° . 135 un límite inferior de responsabilidad penal adolescente .. 205
La obligatoriedad de la ley penal para todos los habitantes. Remisión . 135 Artículo 10, número 3° ' . 209
Aplicación territorial de la ley chilena . 135 Artículo 10, número 4° . 209
Principio de territorialidad y concepto de territorio . 135 Génesis y modificaciones . 210
Lugar de comisión del delito .. 136 Generalidades. Fundamento, bienes defendibles y límites ético
Jurisdicción complementaria de la Corte Penal Internacional . 137 sociales de la legítima defensa . 210
Artículo 6° . 138 Requisitos de la legítima defensa . 214
Principios que determinan aplicación extraterritorial de la ley 1i) Agreslon"'1 1 egIti
tima . 214
penal chilena. Principales hipótesis . 138 ii) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o
Principio de personalidad o nacionalidad . 138 repelerla . 217
Principio de interés real o defensa . 139 iii) Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende .. 219
Principio de universalidad .. 140 El elemento subjetivo de la legítima defensa .. 221
Artículo 7° . 140 Exceso en la legítima defensa y defensa incompleta .. 223
La tentativa : . 141 El error en los presupuestos fácticos de la legítima defensa. Legí-
Elementos objetivos de la tentativa , .. 141 tima defensa putativa . 223
Elemento subjetivo de la tentativa .. 148 Artículo 10, números 5° y 6° . 227
El desistimiento en la tentativa : . 150 Génesis y modificaciones . 227
La tentativa inidónea . 154 Legítima defensa de terceros: parientes y extraños .. 228
El delito frustrado . 161 Legítima defensa privilegiada . 230
Artículo 8° .. 165 Artículo 10, número 7° , . 234
La proposición .. 165 Generalidades. Fundamento y relación con el Art. 10, N° 11, Y
Eximente de pena por la proposición y conspiración en caso de necesidad de una revisión monográfica de la materia . 234
desistimiento de la ejecución del delito .. 170 La situación de necesidad . 235
La conspiración . 173 El sacrificio necesario . 236
Artículo 9° . 176 Bienes jurídicos susceptibles de ser sacrificados .. 236
Proporcionalidad . 236
§ 2. De las circunstancias que eximen de responsabilidad criminal . 176
Subsidiariedad . 237
Artículo 10, número 1° .. 176 Elementos subjetivos de la justificante y estado de necesidad pu-
Antecedentes Generales .. 177 tativo . 237
Inimputabilidad por locura o demencia. La enajenación mental .. 183 Efectos civiles del estado de necesidad .. 238
Privación total de razón por causa independiente de la voluntad Justificante incompleta . 239
del autor (art, 10 N° 1, segunda parte) .. 195 Artículo 10, número 8° .. 239
II III
fNDICE GENERAL
CÓDIGO PENAL COMENTADO

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Artículo 10, número 9° . 243 Artículo 12, circunstancia 9a .. 334


Artículo 10, número 10 .. 260 Artículo 12, circunstancia lOa . 335
Generalidades ............................................................................... 260 Artículo 12, circunstancia 11a .. 337
Cumplimiento de un deber . 261 Artículo 12, circunstancia 12a .. 339
Ejercicio legítimo de un derecho . 263 Artículo 12, circunstancia 13a .. 340
Ejercicio legítimo de una autoridad, oficio o cargo .. 264 Artículo 12, circunstancia 14a . 342
Artículo 10, número 11 .. 266 Artículo 12, circunstancia 15a .. 343
Artículo 10, número 12 .. 276 Artículo 12, circunstancia 16a .. 347
Artículo 10, número 13 : .. 280 Artículo 12, circunstancia 17a . 351
Artículo 12, circunstancia 18 a . 353
§ 3. De lascircunstancias que atenúan la responsabilidad criminal.:........ 282 Ejecutar el hecho con ofensa o desprecio del respeto que por la
dignidad, autoridad, edad o sexo mereciere el ofendido .. 353
Artículo 11, circunstancia 1a . 282 Ejecutar el hecho en la morada del ofendido al que se debe res-
Artículo 11, circunstancia 3 a . 287 peto, en consideración a su dignidad, autoridad, edad o sexo .. 357
Artículo 11, circunstancia 4 a .. 290 Artículo 12, circunstancia 19 a . 358
Artículo 11, circunstancia 5a .. 292 Artículo 12, circunstancia 20 a . 360
Artículo 11, circunstancia 6 a .. 295
Artículo 11, circunstancia 7 a .. 298
a) Procurar con celo reparar el mal causado .. § 5. De las circunstancias queatenúanoagravan la responsabilidad cri-
301
b) Procurar con celoimpedir lasulterioresperniciosasconsecuen- minal según la naturaleza y accidentes del delito . 362
cias del mal causado .............................................................. 302
Artículo 11, circunstancia 8a . 304 Artículo 13 . 362
Artículo 11, circunstancia 9 a ., 305
Artículo 11, circunstancia lOa . 306
TfTULO II: DE LAS PERSONAS RESPONSABLES DE LOS DELITOS .. 365
§ 4. De las circunstancias que agravan la responsabilidad criminal: ".. 308
Artículo 14 . 365
Artículo 12, circunstancia 1a . 308 Artículo 15 . 382
Artículo 12, circunstancia 2 a .. 312
Consideraciones previas .. 384
Artículo 12, circunstancia 3a .. 315
Delitos de dominio y delitos de infracción de deber .. 385
Artículo 12, circunstancia 4 a . 317
Autoría inmediata o directa .. 387
Artículo 12, circunstancia 5a . 320
Autoría mediata . 389
Premeditación conocida . 320
Coautoría . 399
Emplear astucia, fraude o disfraz .. 327 1n duccion
., o rnsngacion
. . .,
Artículo 12, circunstancia 6a .....•......•.•....•.•..•.•......•..•.....••.......•.•.•...•.. . 408
329
Artículo 12, circunstancia 7 a .. 331 Artículo 16 . 413
Artículo 12, circunstancia 8a .•....•.•.•....•...•......•.•.•.....•.•.•.•.....•.•..•.•...... 332 Artículo 17 . 415

N v
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TÍTULO III: DE LAS PENAS .. 423 Artículo 24 . 464


Pago de las costas .. 465
§ 1. De las penas en general .. 423 Responsabilidad civil por el delito .. 466

Artículo 18 . 423 § 3. De los límites, naturaleza y eftctos de las penas .. 474


Génesis y modificaciones. Consagración constitucional de la
garantía de la irretroactividad de la ley penal (desfavorable) y de Artículo 25 .. 474
retroactividad penal favorable . 425 Artículo. 26 . 476
Diverso fundamento de ambos principios . 426
. ., ("perpetraclOn
M omento d e 1a corrusion ., ") d e1d el'ito . 426 Penas que llevan consigo otras accesorias . 480
Principio de irretroactividad. Ámbito de aplicación .. 428
Leyes penales, leyes procesales, normas penitenciarias .. 428 Artículo 27 .. 480
Irretroactividad de las modificaciones de la jurisprudencia . 429 Artículo 28 . 480
Retroactividad penal favorable. Generalidades y ámbito de apli- Artículo 29 . 480
cación . 429 Artículo 30 ' . 480
Ley promulgada y no vigente .. 430 Articulo 31 . 481
Retroactividad penal del tratamiento punitivo más favorable
establecido para una nueva figura privilegiada . 431 Naturaleza y efectos de algunas penas . 485
Retroactividad de las leyes procesales penales más favorables . 433
Ley penal temporal . 435 Artículo 32 . 485
Ley penal intermedia . 437 Artículo 32 bis . 487
Concepto de ley penal más favorable .. 438 Artículo 33 . 492
El problema de la "tercera ley" (lex tertia) . 440 Artículo 34 . 492
Limitaciones legales a la retroactividad penal favorable . 441 Artículo 35 . 492
Aplicación ultractiva de la ley penal . 442 Artículo 36 . 492
Artículo 19 . 444 Artículo 37 . 494
Artículo 20 . 444 Artículo 38 . 495
Artículo 39 .. 496
§ 2. De la clasificación de las penas .. 450 Artículo 39 bis .. 497
Artículo 40 . 498
Artículo 21 . 450 Artículo 41 . 499
Relevancia de la Escala General y de las clasificaciones . 452 Artículo 42 . 500
Escala General y gravedad de las penas . 455 Artículo 43 . 501
Penas accesorias . 457 Artículo 44 . 501
Artículo 22 . 459 Artículo 45 . 502
Articulo 23 . 462 Artículo 46 . 503
VI VII
CÓDIGO PENAL COMENTADO íNDICE GENERAL

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Artículo 47 , . 504 Desequilibrios que pueden resultar al efectuar rebajas en las esca-
Artículo 48 . 506 las graduales . 555
Artículo 49 . 508 Omisión de una mención a los cómplices de crimen o simple
delito consumado . 555
§ 4. De la aplicación de las penas .. 510 Rebajas de pena cuando la ley señala una no comprendida en las
escalas graduales . 556
Comentario previo a los Arts. 50 a 69 y 76 a 78. El sistema de deter- Artículo 60 ·..······· 558
minación de penas en el derecho chileno .. 510 Artículo' 61 . 561
1. El sistema de determinación de penas en el derecho chileno . 510 Ámbito de aplicación propio y aplicación analógica a los casos
n. Determinación legal e individualización judicial de la pena .. 511 del Art. 77 ·..·.. 563
Ill, La pena señalada en la ley como "marco penal abstracto" .. 518 Regla 1a ••••.•••••••••••••••••••••••••••••••.•.•••.••••••••••••••••••.••••••.•••.••••••••••••••• 563
IV: Alteraciones del marco penal abstracto y reglas que lo con- Regla 2a ............................................•..........................•.....•....•.•... 563
cretan .. 519 Regla 3a ...•................••..........•........•..•..•......•...................•............. 564
v: Determinación de la pena concreta . 523 Regla 4 a ........•.......•.......•.•.•.•...............•..........................•.....•....•.•.. 564
Artículo 50 . 524 Regla 5a . 566
l. Generalidades . 524 Cuadro de aplicación práctica .. 567
n. Pena señalada por la ley al delito. El caso de las figuras cali- Artículo 62 .. 567
ficadas y privilegiadas . 525 Las circunstancias modificatorias en el modelo clásico seguido
In. Orden de aplicación de las reglas que alteran y concretan la por el CP y perspectivas de modificación . 568
pena señalada por la ley al delito . 531 Efectos de las circunstancias atenuantes y agravantes. Mayor
Artículo 51 . 544 peso de las atenuantes que las agravantes . 568
Generalidades sobre los Arts. 51 a 54 . 544 Circunstancias modificatorias de efectos ordinarios y de efectos
Artículo 52 . 547 extraordinarios . 569
Génesis y modificaciones . 547 Artículo 63 . 572
Excepción a la regla general: encubrimiento por favorecimiento Alcance. Prohibición de doble valoración .. 572
personal . 548 Agravantes que "por sí mismas constituyen un delito especialmente
Artículo 53 . 548 penado por la ley" .. 573
Artículo 54 . 548 Agravantesque la ley haya expresado al describir y penar el delito . 575
Artículo 55 . 548 Agravantes de tal manera inherentes al delito que sin la concu-
Artículo 56 . 549 rrencia de ellas no puede cometerse .. 575
Artículo 57 . 551 Artículo 64 ; . 579
Artículo 58 . 551 Objeto y alcance de las reglas . 579
Artículo 59 .. 552 C oncepto de ". circunstancras . » y su extension "'
. 580
Génesis y modificaciones . 554 Atenuantes y agravantes personales/subjetivas y reales/objetivas . 582
Estructura y ámbito de aplicación de las escalas graduales .. 554 Artículo 65 . 585
. Problemas que plantea la disposición .. 555 Génesis y modificaciones . 585
VIII IX
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Ámbito de aplicación y efecto de la regla . 586 Artículo 71 . 621


Sobre la supuesta improcedencia de una compensación racional Artículo 72 . 623
de atenuantes y agravantes .. 586 Artículo 73 ···································· 624
Sobre el carácter facultativo u obligatorio de la rebaja de pena, en Comentario previo a los Arts. 74 y 75. El régimen concursal en
caso de concurrir una pluralidad de atenuantes. Relevancia del el derecho chileno. Tratamiento doctrinario y jurisprudencial ....... 625
problema para los Arts. 65 a 68 . 590 1. Generalidades. El sistema del régimen concursal del derecho
Artículo 66 . 593 chileno . 626
Génesis y modificaciones . 594 11. Unidad delictiva .. 627
Ámbito de aplicación y reglas . 594 a) Unidad natural de acción . 629
Compensación racional de circunstancias . 594 b) Unidad jurídica de acción .. 632
Artículo 67 . 598 e) El delito continuado . 636
Ámbito de aplicación y reglas .. 598 III. Pluralidad de delitos .. 645
Determinación del mínimum y el mdximum de las penas divisibles .. 600 IV Concurso aparente de leyes penales . 655
Sobre la inconsistencia valorativa de la menor rebaja de pena Artículo 74 . 666
permitida por la ley, por pluralidad de atenuantes, en el Art, 67, 1. El concurso real de delitos : .. 666
en comparación con el Art, 68 .. 602 II. La regla de la acumulación material de penas . 667
Artículo 68 . 603 Artículo 75 . 669
Génesis y modificaciones .. 603 1. El concurso ideal . 669
Ámbito de aplicación y reglas . 604 11. El concurso medial . 678
Artículo 68 bis . 606 III. Aplicación de la regla de absorción agravada de la pena.
Génesis y modificaciones . 606 "Pena mayor" y "delito más grave" . 679
Ámbito de aplicación: atenuantes susceptibles de considerarse Artículo 76 . 682
"muy calificadas" . 606 Obligación de imponer las penas accesorias y recursos en contra
Posibilidad de aplicar el Art, 68 bis después de compensar otras de la sentencia que omite hacerlo .. 682
circunstancias . 608 Artículo 77 ·.································· 684
Posibilidad de "superponer" el efecto de una pluralidad de ate- Artículo 78 , . 684
nuantes con el de una "muy calificada" . 610
Posibilidad de recurrir en contra de las decisiones adoptadas en § 5. De la ejecución de las penas y su cumplimiento .. 684
la materia . 611
Artículo 69 . 611 Artículo 79 . 684
Sentido y ámbito de aplicación .. 611 Artículo 80 ·.···················· 686
Problema de la doble valoración de las circunstancias agravantes . 612 Artículo 81 : . 690
Consideración de "la mayor o menor extensión del mal producido Artículo 86 ·.··················· 693
por el delito" y, nuevamente, problema de la doble valoración....... 615 Artículo 87 ································· 696
Necesidad de fundamentación y posibilidad de recurrir en contra Artículo 88 . 698
de las decisiones adoptadas en la materia .. 617 Artículo 89 .. 698
Artículo 70 . 618 Artículo 89 bis .. 701
X XI
...

CÓDIGO PENALCOMENTADO

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TíTULO IV: DE LAS PENAS EN QUE INCURREN LOS QUE QUEBRANTAN LAS
SENTENCIAS Y LOS QUE DURANTE UNA CONDENA DELINQUEN DE NUEVO .•..
PRÓLOGO
702
§ 1. De las penas en que incurren los que quebrantan las sentencias ........ 702

Artículo 90 ......................................................................................... Al asumir la elaboración de este comentario, los autores se fijaron como ob-
702 jetivo primordial ofrecerle al lector una visión sistematizada y documentada del
§ 2. De las penas en que incurren durante una condena .. "estado de la cuestión" respecto de cada uno de los artículos del Código Penal chi-
706
leno. En consecuencia, han privilegiado la exposición sintética de las cuestiones
Artículo 91 ......................................................................................... 706 debatidas y de las distintas posiciones en disputa, por sobre el desarrollo de sus
Artículo 92 ......................................................................................... 708 propias opiniones. Con esto no se quiere decir que se trate de una obra neutra,
pues ya la sistematización elegida revela las opciones de cada uno, en tanto que en
múltiples pasajes se toma posición de modo explícito. En todo momento, sin em-
TÍTULO V: DE LA EXTINCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL. . 709 bargo, se ha hecho el esfuerzo por distinguir con la mayor claridad posible entre
el estado de la discusión y la opinión propia.
Comentario previo Artículos 93 a 105 . 709
Artículo 93 . 710
Artículo 93, número 1° ...................................................................... Para ello, ante todo, se ha procurado dar cuenta de un modo razonable-
711
Artículo 93, número 2° ...................................................................... mente exhaustivo del conjunto de la literatura chilena pertinente, desde luego de
712
Artículo 93, número 3° ...................................................................... todas las obras generales accesibles, pero también del mayor número posible de
713
Artículo 93, número 4° ...................................................................... monografías y artículos publicados en revistas y en libros colectivos. Los autores
717
Artículo 93, número 5° ...................................................................... 721 son conscientes de que el objetivo se ha logrado en una medida importante, pero
Artículo 93, número 6° ...................................................................... 724 aún insuficiente; confían en que las futuras ediciones puedan alcanzar un grado
Artículo 93, número r ...................................................................... 724 óptimo de exhaustividad. En la medida en que se ha tratado de reconstruir el
Artículo 94 ......................................................................................... 724 estado de la doctrina chilena sobre el Código, se ha prescindido en general, de-
Artículo 95 ......................................................................................... 725 liberadamente, de referencias directas a la literatura extranjera. Desde luego, no
Artículo 96 .........................................................................................
727 porque se ignore su enorme importancia e influencia en¡la doctrina chilena, sino
Artículo 97 ......................................................................................... 730 simplemente porque se entiende que las ideas que expresan pasan a formar parte
Artículo 98 ......................................................................................... 730 definitivamente del debate vernáculo cuando son recogidas por la literatura del
Artículo 99 . 731 país. Los autores citados son en general chilenos, pero también extranjeros que,
Artículo 100 .......................................................................................
732 avecindados o no en Chile, han analizado y opinado sobre el derecho chileno,
Artículo 101 .......................................................................................
733 contribuyendo generosamente al desarrollo de una dogmática a su respecto. Se
Artículo 102 .......................................................................................
733 citan también trabajos chilenos publicados en el extranjero (tesis doctorales, libros
Artículo 103 ....................................................................................... 734
Artículo 104 ....................................................................................... del exilio, contribuciones a libros colectivos o artículos de revistas, etc.), aunque
736
Artículo 105 ....................................................................................... en este caso las pretensiones de exhaustividad han sido mucho más modestas. Con
737
todo, los autores abrigan la esperanza de que el lector interesado encuentre, en
efecto, un panorama útil del estado de la literatura, tanto de la antigua como de
XII
XIII
CÓDIGO PENAL COMENTADO PRÓLOGO

la más reciente, tanto de la de mayor difusión como de la menos accesible. Con 2002 por un grupo de autores bajo la dirección de POLITOFF y ORTIZ y la coordi-
ello, entienden también rendirle un pequeño homenaje al conjunto de hombres nación de MATUS, en un esfuerzo que, lamentablemente, quedó interrumpido.
y mujeres que en más de 130 años de vigencia del Código han construido la dog-
mática penal chilena. La elaboración de este comentario se inserta en el marco de un proyecto del
Programa de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego
En materia de jurisprudencia, respecto de la más antigua, sin perjuicio de Portales, al cual están adscritos los autores, con el que se ha querido, por una par-
pesquisas puntuales en las fuentes, el comentario se basa en general en las siste- te, generar una instancia en que confluyeran las agendas individuales de trabajo de
matizaciones que se encuentran en la literatura, particularmente en el magnífico los miembros del Programa y, por la otra, hacer un aporte institucional a la discu-
"El derecho penal en la jurisprudencia" de Alfredo ETCHEBERRY (que en su segun- sión penal en Chile. En ese contexto, los autores quieren agradecer muy especial-
da edición alcanza hasta el año 1982). Para la jurisprudencia más reciente se ha mente a los ayudantes de investigación Sabrina PERRET, Franco MAGGIO y Jaime
aprovechado en parte la sistematización realizada por Jaime Couso, Jorge MERA CERDA, de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, quienes, en
y Alvaro CASTRO en el contexto de un proyecto Fondecyt sobre precedentes ju- distintos momentos y con distintas tareas, contribuyeron en forma decisiva a la
diciales en materia penal (Fondecyt regular N° 1030167, Director Responsable, culminación de esta primera parte del proyecto.
Jaime Causo), publicada por MERA y CASTRO bajo el título "Jurisprudencia penal
de la Corte Suprema", así como las bases electrónicas de jurisprudencia disponi- Por último, los autores han querido dedicar su esfuerzo a la memoria de don
bles. En todo caso, más que ofrecer una agrupación indiscriminada de fallos, se Mario GARRIDO, quien fuera por largos años profesor de Derecho penal de la Fa-
ha procurado citar sólo sentencias que expresan una razón conceptual pertinente, cultad de Derecho de la Universidad Diego Portales y que para todos ellos fue un
así como, en la medida de lo posible, identificar y documentar genuinas líneas ejemplo vívido de incansable dedicación académica. Íntimamente confían en que
jurisprudenciales, También en este rubro los autores creen haber sentado las bases esta obra hubiera sido del agrado de don Mario, tanto por sus posibles méritos,
para ediciones futuras más elaboradas, tanto en términos de exhaustividad como como, sobre todo, por la natural bonhomía de don Mario y el entusiasmo sincero
de sistematización. y desinteresado que siempre mostró por todo lo que pudiera servir al progreso de
la dogmática penal de su país.
El comentario así concebido debería servir como obra de consulta confia-
ble para la práctica, como punto de partida para el estudio profundizado, tanto
en el pregrado como especialmente en el posgrado, de las principales cuestiones
debatidas que ofrece el Derecho penal chileno (en muchos casos, por la simple
vía de detectar aspectos insuficientemente tratados que requerirían un estudio
monográfico) y, en fin, como obra de apoyo para el trabajo de los profesores de
derecho penal.

De este modo, los autores entienden continuar la tradición del género "co-
mentario" iniciada en Chile con la dictación misma del Código (FERNÁNDEZ [1875
y 1899/1900], VERA [1883], FUENSALIDA [1883], BAÑADOS [1920]), que cayó por
largo tiempo en desuso, sin perjuicio de la función parecida que cumplieron las
obras de concordancias y referencias (Santiago LAzo [1915] y, especialmente, el
espléndido trabajo de Mario VERDUGO [1968, 1986], que con su sistematización
de doctrina y jurisprudencia se acerca mucho al género), aunque fue retomada en
XIV xv
BIBLIOGRAFÍA GENERAL: TABLA DE CITACIÓN ABREVIADA

Actas Actas de las sesiones de la Comisión Redactora


delCódigo penalchileno, Imprenta de la Re-
pública de Jacinto Núñez, Santiago 1873.
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República de Chile concordado y comentado,
1. A. Lagunas, Santiago 1920.
BULLEMORE I MAcKINNON (1, II, I1I) BULLEMORE, Vivian I MACKINNON, John:
Curso de derecho penal, LexisNexis, Santia-
go 2005 (T. 1, II Y I1I).
COUSIÑO (1, Il, I1I) COUSIÑO, Luis: Derecho penal chileno, T. 1,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1975;
T. II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago
1979; T. I1I, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago 1992.
CURY CURY, Enrique: Derechopenal Partegeneral,
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DEL Río (1, n, I1I) DELRío, J. Raimundo: Derechopenal, Nas-
cimento, Santiago 1935 (T. 1, n y I1I).

DEL Río DELRío, J. Raimundo: Elementos dederecho


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DEL Río DELRío, J. Raimundo: Manual de derecho
penal, Nascimento, Santiago 1947.·
DELVILLAR DEL VILLAR, Waldo: Manual de derecho
penal. Parte general, Edeval, Valparaíso .
1985.

1 ETCHEBERRY (1, n, I1I, IV) ETCHEBERRY, Alfredo: Derechopenal, 3° edi-


ción, Editorial Jurídica de Chile, Santiago
1998 (T. 1, u, III y IV).
XVII
....

CÓDIGO PENAL COMENTADO BIBLIOGRAFÍA GENERAL

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NAQUIRA NAQUIRA, Jaime: Derecho penal. Parte penalchileno. Parte especial, 2 0 edición, Edi-
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XVIII XIX
CÓDIGO PENAL COMENTADO

PIÑA PIÑA, Juan Ignacio: Derecho penal. Fun-


damentos de la responsabilidad, LegalPu-
blishing, Santiago 2010.
BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA DE CADA COMENTARIO
VARGAS VARGAS, Tatiana: Manual de derecho penal
practico. Teoria del delito con casos, Legal- Además de la precedente bibliografía general, al comienzo del comentario de
Publishing, Santiago 2010. cada artículo se incluye una bibliografía específica pertinente al mismo.
VERA VERA, Robustiano: Código penal de la Las citas a dicha bibliografía específica se hacen también en forma abreviada,
República de Chile comentado, Imprenta señalando únicamente el apellido del autor (excepcionalmente, los dos apellidos).
de P. Cadot i Ca., Santiago 1883. Cuando este sistema arroja una coincidencia con la forma abreviada de citar una
obra de la bibliografía general o se repite el apellido en la bibliografía específica (sea
que se trate o no del mismo autor), entonces se agrega al apellido el año del texto.
Cuando se mantiene la coincidencia, se agrega una letra minúscula, siguiendo el
orden del abecedario.
Ejemplos tomados de la bibliografía específica del arto 1°:
• La obra de AMUNATEGUI, Felipe: "Maliciosamente" y 'ít sabiendas" en el
Código penal chileno, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1961, se cita
simplemente como AMUNATEGUI.
• Como una obra de Cousmo forma parte de la bibliografía general (CousIÑO,
Luis: Derechopenalchileno, T. I, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1975;
T. II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1979; T. III, Editorial Jurídica
de Chile, Santiago 1992), su trabajo COUSIÑO, Luis: "El dolo eventual en la
dogmática chilena", Revista de Ciencias Penales T. XXVII(1968), 115-132,
perteneciente a la bibliografía específica, se cita como COUSIÑO, 1968.
• Excepcionalmente se emplean dos apellidos para diferenciar entre textos
de la literatura general y textos de la literatura específica. Es el caso de
las obras generales de ORTIZ Musoz (ORTIZ MUÑoz, Pedro: Nociones
generales de derecho penal, T. I, Nascimento, Santiago 1933; T. II, Nasci-
mento, Santiago 1937 y ORTIZ MUÑoz, Pedro: Curso breve de derecho
penal [común y militar], Imp. Carabineros de Chile, Santiago 1947), que
se distinguen de ese modo de los trabajos específicos de ORTIZ QUIROGA
(ORTIZ QUIROGA, Luis: "Algunas consideraciones sobre la teoría de la acción
finalista", Revista de Ciencias Penales T. XXIV (1966),3-24, 101-120 y
ORTIZ QUIROGA, Luis: "Dolo y conciencia del injusto en la ley penal chi-
lena", en SCHWEITZER, Miguel (coordinador): Nullum crimen, nullapoena
sinelegem. Homenaje a grandes penalistas chilenos, Ediciones Universidad
xx XXI
,..-

CÓDIGO PENALCOMENTADO MENSAJE

FinisTerrae, Santiago 2010, pp. 279-294), que se citan ORTIZ QUIROGA,


1966 y ORTIZ QUIROGA, 2010.

• Aparecen dos libros de BUSTOS: BUSTOS, Juan: Culpa y finalidad, Editorial MENSAJE DEL GOBIERNO ACOMPAÑANDO
EL PRESENTE CÓDIGO PENAL AL CONGRESO
Jurídica de Chile, Santiago 1967 y BUSTOS, Juan: El delito culposo, Edito-
rial jurídica de Chile, Santiago 1995. El primero es citado como BUSTOS,
CONCIUDADANOS DEL SENADO
1967; el segundo como BUSTOS, 1995.
Y DE LA cÁMARA DE DIPUTADOS:
• Aparecen tres trabajos de VAN WEEZEL: VAN WEEZEL, Alex: Delitos tributa-
rios, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2007, VAN WEEZEL, Alex: Error La necesidad de una reforma en nuestra legislación penal se
y mero desconocimiento en derecho penal, LegalPublishing, Santiago 2008, hacía sentir de mucho tiempo atrás para poner en armonía el es-
y VAN WEEZEL, Alex: "Desconocimiento como expresión de sentido", tado presente de nuestra sociedad, el desarrollo que ha alcanzado
en FERNÁNDEZ, José Ángel (coordinador): Estudios de Ciencias Penales, en todas las esferas de su actividad, con los preceptos que deben
LegalPublishing, Santiago 2008, pp. 358-367. Como los dos últimos marcar sus límites y su campo de acción propia, fijando las reglas
corresponden al mismo año, los trabajos se citan del siguiente modo: VAN
supremas de lo lícito y lo i l í c i t o . , .
WEEZEL, 2007; VAN WEEZEL, 2008 a; VAN WEEZEL, 2008 b.
La legislación española, apenas modificada por leyes patnas
Excepcionalmente se citan trabajos que no aparecen en la bibliografía espe- especiales, adolecía de gravísimos defectos que hacían inacepta-
cífica porque, en rigor, no versan sobre las materias del comentario y sólo se han ble por más tiempo .su subsistencia. La d,e algunas de
citado con fines ejemplares accesorios. Lo mismo ocurre, en general, con la cita
sus penas y la apreciación de diversos delitos, se resienten de las
excepcional de literatura extranjera.
ideas dominantes en los tiempos remotos a que gran parte de esa
legislación corresponde. A más de esto, las nuevas instituciones
sociales y el ensanche que día a día reciben, han creado y crean
sin cesar derechos nuevos que la ley debe tomar bajo su amparo
para que prosperen y den los frutos de progreso y de riqueza, que
sirven de base sólida a las sociedades modernas. De aquí nacen
vacíos en nuestra legislación actual, que ella no ha podido prever,
como formada en una época en que tales derechos no habían al-
canzado su perfecto desarrollo, o que tal vez se desconocían por
completo.
Deseoso de poner un término a este estado anómalo de cosas,
he procurado activar la conclusión del proyecto de Código Penal
estimulando el celo de la comisión encargada de redactarlo; y me
es grato someter ahora ese trabajo a vuestra aprobación, confiando
en que le prestaréis la atención más decidida para que llegue. pron-
to a convertirse en ley de la República y a llenar las necesidades
importantísimas que debe satisfacer.
XXII
CÓDIGO PENAL COMENTADO MENSAJE

Al organizar el plan de este proyecto, se ha creído conveniente, cilmente ser aplicadas por el tribunal en cualquier caso sometido a
siguiendo el ejemplo de todos los códigos modernos, establecer su decisión. En esta materia, como en todo lo que concierne al De-
primero los principios generales que constituyen la base del sis- recho Penal, es indispensable confiar a la rectitud y al sano criterio
tema penal, analizando en seguida los diversos actos particulares del magistrado gran parte de lo que debiera en rigor hallarse con-
sometidos a la acción de la ley. De esta manera se obtiene una dis- signado en la ley, pues no hay precepto alguno general, por claro y
tribución más lógica y ordenada comenzando por lo que pudiera perfecto que se suponga, que pueda suplir a la apreciación juiciosa
ll.a,mars: teoría del C?digo Penal, para venir después a su aplica- de los hechos, propia sólo del tribunal que los ve y los pesa.
cron practica en las vanas clases de delito. La enumeración de las penas hace desaparecer para siempre de
Para poner en planta este sistema, habría bastado la formación la ley esos castigos bárbaros e indignos de figurar en la legislación
independientes o dos libros. En el proyecto se ha de un país civilizado que formaban, no obstante, parte de la nues-
dividido, sm embargo, en tres, destinando el primero a la clasifi- tra, aun cuando su mismo excesivo rigor las hiciera inaplicables.
general de los delitos, de las penas y de los casos y circuns- Ha creído la Comisión redactora, que debía conservar la pena
tancias 9- ue se se atenúa y desaparece o se extingue la de muerte, limitándola sólo a aquellos delitos que, como la trai-
responsabilidad criminal; el segundo, a la determinación y castigo ción, el parricidio, convierten al delincuente en un enemigo de-
de los crímenes y simples delitos; yel tercero, por fin, a la enume- clarado y en un peligro cierto para el orden social. La agravación
ración de las faltas y fijación de sus penas. de otros delitos a los cuales debe corresponder en casos ordinarios
Este que en rigor debiera formar parte del segundo, la mayor pena fuera de la muerte, hace indispensable también la
se ha considerado, no obstante, como libro separado, tomando en aplicación de esta última, para que la ley tenga alguna sanción en
cuenta que la materia de que se ocupa puede ser la base para deter- esos casos excepcionales de depravación.
minar los límites de distintas jurisdicciones entre los jueces letra- Entre la pena de muerte y las penas temporales se han intro-
dos o de mayor cuantía y los funcionarios superiores. ducido los castigos perpetuos como un grado intermedio necesario
Sería largo enumerar las reformas que contiene el libro pri- para mantener la progresión de la escala general. Preferible a la
mero con respecto a los principios que dominan en la legislación muerte es, sin duda, la prisión perpetua, tanto porque ella con-
mencionar entre las principales la adopción de serva nuestro más precioso bien aunque sea limitado y sujeto a
circunstancias atenuantes y agravantes sometidas a reglas fijas, para privaciones, cuanto porque deja esperanza de obtener por indulto
apreciar el grado de responsabilidad resultante de los delitos, la de- la terminación o la atenuación del castigo.
precisa de las únicas penas que la ley permite aplicar, Los otros grados de la escala penal se refieren a castigos conoci-
y la fijación de los preceptos a que debe someterse la prescripción dos en la legislación vigente, y sólo se introducen en ellos alteracio-
tanto de la pena como del delito; materias todas que si no pueden nes para determinar con fijeza su significado, extensión y efectos.
considerarse olvidadas por completo en nuestras leyes penales, se Respecto de la prescripción, contiene el Proyecto disposiciones
ofrecen en ell.as a lo menos rodeadas de dudas y ambigüedades especiales para el castigo de los delitos no juzgados, para la aplica-
que mal se avienen con la claridad que debe distinguirlas. ción de las penas ya impuestas por sentencias y para la determina-
. En a lo primero, se ha procurado dar reglas bastante ción del valor que debe atribuirse a ciertas circunstancias, deduci-
comprensrvas, pero precisas al mismo tiempo, para que puedan fá- das de la repetición de delitos anteriores. En todos estos casos se ha
2 3
.....

CÓDIGO PENAL COMENTADO MENSAJE

tomado en cuenta, para establecer la mayor o menor duración del de la organización propia del Estado tienen su origen, se hace pre-
tiempo de prescripción, la gravedad del hecho a que ella se refiere, ciso reprimir todo acto que ponga en peligro esos benéficos resul-
aceptando prescripciones especiales de corto tiempo para determi- tados; lo que se obtiene mediante el castigo de los funcionarios pú-
nados delitos, como la injuria, el adulterio. , blicos que desconocen los deberes de su cargo; y de los particulares
En la clasificación de los delitos de que se ocupa el libro segundo que por cualquier medio, sin atentar directamente contra el orden
se ha tomado como punto de partida la organización misma de la establecido, embarazan su marcha regular. '
sociedad a cuya estable conservación debe proveer ante todo la ley. Después de haber considerado bajo todos sus aspectos a la so-
Consecuente con esta idea, examina primero el Proyecto todos ciedad en su conjunto, desciende el Proyecto a los detalles, y prin-
los hechos que pueden importar un ataque a la soberanía o seguri- cipia, como es natural, por la familia, su constitución, los ataques
dad exterior de la Nación; pasa después en revista los delitos contra que pueden dirigírsele, sea por personas extrañas o por los que de
su seguridad interior, aquellos que impiden el libre ejercicio de los ella formen parte.
poderes públicos y que destruyen la marcha regular del Estado. En pos de la familia viene el individuo aislado al cual puede
Como una consecuencia del mantenimiento del orden interior ofendérsele en su persona, en su honor, en sus bienes; y de aquí
se hace necesario dictar preceptos para asegurar el completo y per- nacen otras tantas series diversas de disposiciones penales para pre-
fecto ejercicio de libertades individuales y todos los derechos que venir o castigar tales ofensas.
Por último, el libro tercero enumera, sin otra distinción que la
especialmente garantiza a cada ciudadano la Carta Fundamental;
de su gravedad, las diversas faltas que caen bajo la acción de la Ley
pues sin el ejercicio de estos derechos, el orden vendría a ser tiranía
Penal, y pone fin a las varias materias de que el Proyecto se ocupa.
y despotismo.
Tal es el plan adoptado en este trabajo, y los puntos princi-
Sin embargo, no se ha creído que el Código Penal permanente
pales que ponen de relieve los propósitos que se han abrigado al
debiera contener las leyes especiales de imprenta y de elecciones, redactarlo. Los fundamentos de sus disposiciones se hallan en las
porque sujeta a mudanzas continuas y dependientes más bien de propias ideas de la Comisión redactora, en varias leyes patrias dic-
los movimientos políticos que de la organización estable de la so- tadas para reformar la antigua legislación española, que hasta hoy
ciedad, necesitan ellas marchar separadas e independientes a la par nos rige, en esta misma legislación, en los códigos modernos de las
de esos movimientos, sin las trabas que su sola colocación en un principales naciones europeas y, sobre todo, en el Código Español,
Código general les opondría. cuyos preceptos, al mismo tiempo que se armonizan con las teorías
Después de consignar las disposiciones relativas a los derechos penales universalmente aceptadas en el día, ofrecen para nosotros
constitucionales, desarrollando la misma idea, se ocupa el Proyec- la ventaja de referirse a un estado de cosas que bajo muchos respec-
to de dar sólidas garantías para el ejercicio de los demás derechos tos, se asemeja al nuestro, retratando creencias, costumbres, hasta
que dependen directamente de la organización del Estado, y dicta preocupaciones nacidas en la misma fuente.
reglas para robustecer la fe pública y la confianza de que debe tam- No dudo que vosotros, convencidos de cuanto importa la pro-
bién revestirse el testimonio individual cuando ha de emplearse mulgación como ley de la República del Proyecto de Código Pe-
como medio de prueba. nal, que someto a vuestra aprobación, se la prestaréis adoptando al
Afianzados de esta manera la seguridad exterior, el orden y la efecto un procedimiento análogo al que se observó con los Códi-
tranquilidad interior junto con el libre ejercicio de los derechos que gos Civil y de Comercio.
4 5
.....

CODIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.1°

En consecuencia, y de acuerdo con el Consejo de Estado, so-


meto a vuestra aprobación el siguiente
PROYECTO DE LEY: CÓDIGO PENAL
Artículo Único. Se aprueba el presente Código Penal que co-
menzará a regir desde el l de junio de 1874. LIBRO PRIMERO
Dos ejemplares de una edición correcta y esmerada que deberá
hacerse inmediatamente, autorizados por el Presidente de la Re- TÍTULO I
pública y signados con el sello del Ministerio de Justicia, se depo-
DE LOS DELITOS Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS QUE EXIMEN
sitarán en las secretarías de ambas Cámaras, dos en el archivo del DE RESPONSABILIDAD CRIMINAL, LA ATENÚAN O LAAGRAVAN
Ministerio de Justicia y otros dos en la Biblioteca Nacional. e
El texto de estos dos ejemplares se tendrá por el texto auténtico § 1. De los delitos
del Código Penal y a él deberán conformarse las ediciones o publi-
caciones que del expresado Código se hicieren. Artículo 1°. Es delito toda acción u omisión voluntaria penada
Santiago, octubre veintinueve de mil ochocientos setenta y tres. por la ley.
FEDERICO ERRÁZURIZ. José María Barceló. Las acciones u omisiones penadas por la Ley se reputan siem-
Santiago, noviembre 12 de 1874. pre voluntarias, a no ser que conste lo contrario.
El Presidente de la República, por cuanto el Congreso Nacio- El que cometiere delito será responsable de él e incurrirá en
nal ha aprobado el siguiente: la pena que la Ley señale, aunque el mal recaiga sobre persona
distinta de aquella a quien se proponía ofender. En tal caso no
se tomarán en consideración las circunstancias, no conocidas por
el delincuente, que agravarían su responsabilidad; pero sí aquellas
que la atenúen.
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6 7
ART.1° CÓDlGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.1°

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....

ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

COMENTARIO en definitiva el artículo fue aproba- cuasidelito; clasificación de los de-


Héctor Herndndez do en la sesión 121. litos, clasificación de los cuaside-
litos) (en esa línea BUNSTER, 156;
El Art. 1° está tomado del también delitos contra las cosas, a lo OBJETO DEL ART. 1° POLITOFF, 342; RODRÍGUEZ DEVESA,
Art. 1° del Código español de 1850, que se replicó que, a diferencia de los 133), la opinión dominante se basa
con dos modificaciones. La prime- delitos contra las personas, a veces el Se ha discutido con intensidad por una parte en los comentarios de
ra, de orden formal, consistente en error sobre la cosa dañada puede im- si el Art. 1° se refiere sólo al delito PACHECO al Art. 1° del Código espa-
suprimir en la definición del inciso plicar que no se haya cometido deli- (doloso) o si abarca también al cua- ñol de 1848, que entendía que "acto
primero la referencia a las faltas, no to alguno (Actas, 212), se introdujo sidelito o delito culposo al que hace voluntario" era "acto libre, acto inte-
obstante haberse aprobado inicial- la segunda oración, manifestándose luego referencia explícitamente el ligente, acto intencional", contexto
mente con esa referencia (sesión 3a , "que era necesario ampliar el inciso Art. 2° ("Las acciones u omisiones en el que la libertad implicaba po-
de 30 de abril de 1870, Actas, 5), para dejar consignada de un modo que cometidas con dolo o malicia sibilidad de resolución espontánea
con seguridad para hacerla concor- espreso su inteligencia i alcance que importarían un delito, constituyen y ausencia de violencia o coacción,
dante con la división de los delitos él tiene; de manera que en los delitos cuasidelito si sólo hay culpa en el que la inteligencia suponía razón o en-
aprobada en el Art. 3°, cuya versión o faltas cometidos equivocadamente las comete"). Más que una cuestión tendimiento (con exclusión del estú-
definitiva fue aprobada en la misma contra una persona distinta de aque- estrictamente sistemática (porque de pido y del delirante) y la intención
sesión en que se aprobó definitiva- lla contra quien se había intentado todos modos el concepto de cuaside- (o "malicia" en los términos del Có-
mente el Art. 1° (sesión 121 de la obrar, si resultare un hecho mas gra- lito se construiría parcialmente por digo de 1822) aludía claramente al
Comisión Redactora, de 24 de mar- ve que el proyectado solo se impon- referencia al de delito), se trata sobre dolo (PACHECO, 1, 73 s.; e invocando
zo de 1873), en ambos casos sobre la ga la pena que a éste corresponda; todo de definir los alcances de la pre- explícita o implícitamente su auto-
base de una propuesta de redacción pero si el delito efectivo fuese menor sunción de voluntariedad contenida ridad FUENSALIDA, 1, 7 ss.; FERNÁN-
para los cuatro primeros artículos que el que se pensó cometer, única- en el inciso segundo (sobre ello in- DEZ, 1, 62 s.; con matices BAÑADOS,
hecha por el comisionado Renjifo mente se aplique la pena merecida fa). La cuestión decisiva es el signifi- 10; sobre una base distinta, pero
(Actas, 217). La segunda recae en por el hecho real. Así, por ejemplo, cado legal de la voz "voluntaria". identificando voluntariedad con li-
el inciso tercero, pues si bien había si álguien creyendo matar a un estra- bertad e intención VERA, 82; en la
sido aprobado inicialmente sin mo- ño mata a su padre no se le impon- La opinión ampliamente domi- literatura más moderna FONTECILLA,
dificaciones en la sesión 3a (Actas, drá la pena de parricidio sino la de nante entiende que lo voluntario se 49 s.; LABATUT, 1, 152; NOVOA, 1,
5), luego, en la sesión 116, de 14 simple homicidio, porque solo para identifica, al menos en parte, con lo 222; ETCHEBERRY, 1, 304; COUSIÑO,
de marzo de 1873, se reemplazó a éste ha habido accion i voluntad de doloso, de modo que el Art. 1° se 1, 257 s., 746 ss.; ORTIZ QUIROGA,
propuesta del comisionado Ganda- su parte: del mismo modo, el que refiere exclusivamente a los delitos 2010,283 s.; e incluso DEL Río, II,
rillas la voz "hecho" por la de "de- intentando matar a su padre, mata dolosos y no a los cuasidelitos, que 36, a pesar de abominar del criterio
lito", para comprender tanto accio- a un estraño, será tambien castigado sólo estarían definidos en el Art. 2°. "clásico" y abogar por una interpre-
nes como omisiones (Actas, 212), y como homicida, porque solo en este Sin contar con que la disposición tación psicológica o "científica" de
luego de rechazarse su propuesta en grado de delito concurren la volun- de los artículos 1° a 4° sugiere con la voluntariedad, no mayormente
orden a que se hablara simplemente tad i accion del delincuente, requisi- fuerza un tratamiento separado y explicitada). Se basa, además, en la
de un mal "distinto del que se hubie- tos indispensables para que el delito paralelo entre delitos y cuasidelitos historia fidedigna del establecimien-
re propuesto ejecutar" para abrazar exista" (Actas, 212). Como se dijo, (definición de delito, definición de to de los dos primeros artículos del
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. l°

Código, pues es patente que en la en el presente Código, era necesario ro sólo al elemento objetivo común es, en lenguaje actual, culpabilidad
Comisión Redactora se impuso la definir antes la materia a que esos (contexto en el cual la voluntarie- en sentido restringido (aunque en
opinión conforme a la cual los cua- castigos deben aplicarse" (Actas, dad se refería sólo a la voluntad de su lectura esto implicara, además
sidelitos no estaban definidos en el 215 s.). De modo que si en España acción u omisión en cuanto tal, es de imputabilidad, conocimiento
Art. 1° Y que era necesario hacerse la interpretación de PACHECO podía decir, a la voluntad de moverse o de de la antijuridicidad en vez de exi-
cargo de ellos, entre otras razones, ser discutible, en Chile parecía con- quedarse quieto, el también llama- gibilidad, que es lo que sugerían
para asegurar el régimen de numerus firmada por la existencia misma del do, en esa época, "coeficiente psí- PACHECO y la tradición), elemento
clausus a su respecto, que constituía Art. 2° (FONTECILLA, 49 s.; Novox, quico" de la acción) y el segundo al común para todo delito, de modo
una diferencia fundamental entre el 1,221 s.; ETCHEBERRY, 1, 302 s., 311 elemento subjetivo con la distinción que mientras elArt. 1° contiene una
Código chileno y el peninsular (que s.: COUSIÑO, 1, 750; véase también entre dolo o malicia y culpa (ORTIZ definición del delito en sí, el Art. 2°
carecía, por lo mismo, de una norma RIVACOBA, 62 ss.). En la misma lí- MUÑoz, Nociones, 1, 210 ss.; ORTIZ señala las dos especies de delito, el
equivalente al Art. 2°). En efecto, al nea, se hace presente que en la se- MUÑoz 1941, 380 ss.). Contra este doloso y el culposo (BUSTOS / SOTO,
final de la sesión 116, de 14 de mar- sión 43, de 9 de junio de 1871, se punto de vista se hizo valer funda- 260 ss.). Junto con una matización
zo de 1873, el comisionado Fabres acordó suprimir la expresión "o con mentalmente que hacía superflua -ya que no refutación- de los alcan-
hizo indicación para que se incorpo- intención de causarlo" en el que lle- la exigencia de voluntariedad, pues ces de la historia fidedigna, se fun-
rara una definición de cuasidelito, garía a ser Art. 197 "porque siempre con esos alcances tan limitados de- dan para ello en elArt. 2°, destacan-
"no comprendido ni entre los verda- es necesario que haya dolo para que bía entenderse en rigor incluida en do que es recién este artículo el que
deros delitos ni en las faltas" (Actas, un acto se considere delito" (Actas, el concepto mismo de acción u omi- menciona el dolo (y lo hace con-
212), lo que fue acogido en la sesión 87; véase FONTECILLA,' 49). Ésta es sión (BUNSTER, 156; BUSTOS / SOTO, juntamente con la culpa), en tanto
117, de 17 de marzo, junto con ins- también la comprensión amplia- 258 s.; RIVACOBA, 63). Sólo unas que no vuelve a hablar de volunta-
taurarse el sistema de numerus clau- mente dominante en la jurispruden- pocas sentencias de la Corte de Tal- riedad, lo que tiene sentido porque
sus (Actas, 213). En la sesión 120, de cia, como se puede apreciar en los ca, redactadas por el propio ORTIZ el Art. 1° ya ha dicho que todas las
21 de marzo, el comisionado Renjifo fallos citados por ETCHEBERRY, DPJ, MUÑoz en un lapso bastante acota- acciones y omisiones se reputan vo-
quiso revertir este acuerdo haciendo 1, 239; y ETCHEBERRY, DPJ, IV; 67 do, aplicaron esta solución (SSCA luntarias (260); señalan, además,
presente que a su juicio los cuasideli- s., si bien en los últimos años no pa- Talca de 27 de mayo de 1935, de que tanto el título como el párrafo
tos sí estaban definidos en el Art. 10, rece haber .afirmaciones categóricas 17 de junio de 1935 y de 21 de ju- pertinente del Código se refieren a
que la voluntariedad sólo implicaba ni en un sentido ni en otro. nio de 1935, todas ellas transcritas "delitos", de modo que el Art. 2°
libertad y que de no entenderse así en ORTIZ MUÑoz, Nociones, II, 86, debe estar describiendo también un
muchas faltas (que según él no se Una opinión distinta mantu- 94, 106; las dos últimas también en delito, sólo que de ciertas caracterís-
concebían "con malicia") quedarían vo ORTIZ MUÑoz, quien, con el RCP T. 1 [1935], 409-414, con nota ticas especiales (261), en tanto que
sin sanción. Su propuesta de supre- propósito declarado de eludir las crítica de Miguel SCHWEITZER). el empleo de distintas denominacio-
sión de la definición de cuasidelito consecuencias perniciosas de la pre- nes (delito vs. cuasidelito) se explica
no fue acogida por la Comisión con sunción del inciso segundo, defen- Más resonancia en la doctri- sencillamente por la preeminencia
el argumento de que era necesaria, dió que el concepto de delito de la na ha tenido la línea argumental que el legislador le reconoce a los
tanto por armonía con el Código Ley chilena se desprendía en realidad inaugurada por BUSTOS y SOTO al delitos por excelencia, que son los
Civil, como porque "habiendo casos de la consideración conjunta de los sostener que "voluntaria" signifi- dolosos (261 s.). En términos simi-
especiales de cuasi-delitos castigados Arts. 1° Y 2°, refiriéndose el prime- ca sólo libertad e inteligencia, esto lares pero más restringidos, CURY ha
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

sostenido que la voluntariedad se re- a favor del posible efecto eximen- no ha impedido la reconstrucción dos los modelos en pugna. Mientras
fiere exclusivamente al conocimien- te del error de prohibición, como dogmática de un concepto general algunos entienden la tipicidad y la
to de la antijuridicidad, descartando es el caso de la SCS de 4 de agosto de delito, comprensivo de ambas antijuridicidad como notas eminen-
una equiparación con el dolo tanto de 1998 (Gaceta Jurídica N° 218 formas. Es por esta razón que la pro- temente objetivas, reservando para
porque a su juicio sería superflua, ya [1998], 96; Cita Westlaw Chile: blemática del dolo se aborda en el la culpabilidad tanto el dolo y la cul-
que el dolo sería inherente al con- CL/JUR/116/1998), que se analiza- comentario de este Art, 10 (infta). pa como los demás presupuestos de
cepto mismo de acción u omisión, rá en ese contexto específico. un reproche personal (UBATUT, 1,
como por las mismas razones his- CONCEPTO DE DELITO. REMISIONES 87, 90 s., 112; NOVOA, 1, 255, 293,
tóricas y sistemáticas esbozadas por Al margen de cuán convincente 311 s., 402 ss.; ETCHEBERRY, 1, 210,
BUSTOS / SOTO y por las consecuen- pueda ser la relectura de los antece- No obstante las críticas que se 229,270 ss.; POLITOFF, 176,311 ss.;
cias indeseables que le atribuye a la dentes históricos y la pretensión de le han dirigido (NOVOA, 1, 223), la POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
presunción de voluntariedad como que la clara oposición legal entre definición de delito del Código ha 165, 243 ss.), otros entienden que
presunción de dolo (CURY, 306 s.; delito y cuasidelito sea un mero uso demostrado una apertura y una fle- el dolo y la culpa, en cuanto notas
a quien adhieren ahora BUSTOS / descuidado de los términos, es evi- xibilidad que le han permitido ser- propias de la conducta deben ser
CABALLERO, Comentario, 54 s.; muy dente que la fuerza de la tesis mino- vir de base, en conjurito con otras consideradas ya al verificarse la tipi-
similar también GARRIDO, 11, 108). ritaria radica en sus consecuencias, disposiciones, como el Arr. 2 0 o el cidad de la misma, quedando en la
Por último, NAQUIRA, 151, 411, a como son la negación de la existen- Art. 10, para un razonable desarro- culpabilidad en sentido estricto sólo
partir de la presunción de volun- cia de una presunción de dolo y su llo de la teoría del delito en nuestro los presupuestos del reproche per-
tariedad y de aquello para lo cual reemplazo por una presunción am- medio. Así, se le entiende en gene- sonal (CURY, 279 ss., 303 ss.,,385
habría base empírica para presumir, plia o restringida de culpabilidad ral plenamente compatible con el ss.; COUSIÑO, 1, 642 ss.; GARIUDO,
entiende que la voluntariedad se (entendida con exclusión del dolo), concepto teórico de delito que entre 11, 57, 66, 95 ss., 253 ss.; NAQUIRA,
refiere a la culpabilidad en sentido con lo cual se funda el carácter sim- nosotros es ampliamente mayorita- 123 ss., 322 ss.; VARGAS, 18, 69 ss.,
amplio, comprensivo de la impu- plemente legal de la presunción de rio en la actualidad y que lo concibe 127 ss.), y todo esto con innumera-
tabilidad, de la normalidad de las conocimiento de la Ley en materia como conducta (acción u omisión) bles variaciones al interior de cada
circunstancias (exigibilidad) y de un penal. Es posible, sin embargo, que típica, antijurídica y culpable (con modelo, conviviendo, además, con
grado de socialización que permite la significativa relativización de los importantes diferencias entre sí, No- perspectivas que superan las premi-
advertir el carácter antijurídico de alcances de la presunción (infta) yel VOA, 1, 224 s.; ETCHEBERRY, 1, 167 s.; sas y las categorías de los mismos.
la propia conducta (en cuanto ha- reconocimiento jurisprudencial por CURY, 243 ss.; COUSIÑO, 1, 258 s.;
bla genéricamente de "presupuestos otras vías de un cierto efecto exi- GARRIDO, 11, 17 ss.; NAQUIRA, 3 s.; No es éste el lugar, sin embargo,
de la culpabilidad", parecería estar mente de responsabilidad del error POLITOFF, 164 s.; POLITOFF / MATus para una exposición de los distintos
también en esta posición MAÑA- de prohibición (infta) la hagan per- / RAMÍREZ, PG, 158 s.; parcialmente conceptos de delito representados
LICH, 2005, 400). Hasta donde se der esa fuerza (en esa línea también VARGAS, 4; más dudoso LABATuT, 1, en la discusión dogmática chilena.
ve, estas tesis no han tenido recono- ORTIZ QUIROGA, 2010, 283 ss.), en 152). Y si bien existen considera- En unos Comentarios del Código
cimiento jurisprudencial, salvo en la medida, además, en que el reco- bles diferencias a la hora de darle un Penal lo pertinente es la forma en
algún caso en que se ha empleado, nocimiento de una definición por contenido preciso a cada uno de los que esos distintos conceptos inciden
en conexión con la presunción del separado del delito doloso y del cul- elementos de la definición, el viejo en la interpretación de los preceptos
inciso segundo, como argumento poso (que es lo único en discusión) Código les ha prestado abrigo a to- de la codificación punitiva. De este
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ART. l° CÓDiGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. l°

modo, a propósito de este Art. 1° se justificante) y del Art, 10 N° 10 puede no ser espectacular, de ningún no alcanza a comprometer la volun-
aborda fundamentalmente la llama- (ejercicio legítimo de un derecho y modo puede despreciarse. Como se tad, esto es, el "coeficiente psíquico"
da tipicidad objetiva de los delitos cumplimiento de un deber), en tan- ve, se trata de una discusión distin- o "suitas" (BUNSTER, 150 s., 162,
de acción y de omisión, incluyendo, to que la culpabilidad (con excep- ta (aunque sin duda relacionada) de 166 Y passim), se alza como concep-
respecto de los delitos de resultado, ción de la problemática del error de la que gira en torno a las diversas to mayoritario uno que la concibe
las cuestiones relativas al nexo causal prohibición que, como se ha dicho, "teorías de la acción" (causal, final,como exteriorización de voluntad,
y a la imputación objetiva del resul- se aborda en el comentario de este social, etc.) que han aspirado a ser aunque de un modo que no prejuz-
tado. En la medida en que, como Art, 1o) se trata al hilo de las causas punto de partida de la construcción ga necesariamente sobre el dolo o la
se acaba de decir, es sostenible que de exculpación, en los comentarios sistemática de la teoría del delito y culpabilidad (o sólo sobre esta últi-
el Art. 1° se refiere específicamente del Art. 10 N° 1 Y N° 2 (inimpu- que en definitiva es una discusión ma para quienes ven el dolo como
al delito, esto es, al delito doloso, se tabilidad), del Art. 10 N° 9 (fuerza sobre los presupuestos de la relevan- parte de ella) (ORTIZ MUÑoz, Cur-
aborda también el dolo, su exclu- irresistible y miedo insuperable) y cia jurídico-penal de la conducta de so, 50 ss.; UBATUT, 1, 77 s.; COUSI-
sión en virtud del error de tipo y los del Art. 10 N° 11 (estado de nece- un sujeto, su contenido y el modo ÑO, I, 503, no obstante sus dudas
elementos subjetivos del tipo distin- sidad exculpante). Tanto la antijuri- de verificarlos, discusión que, como en 440 s.; ETCHEBERRY, r, 175, 179
tos del dolo. Si bien es opinión do- dicidad como la culpabilidad en los se ha dicho (supra), en cuanto tal no ss.; DEL VILLAR, 68 ss.; CURY, 271
minante que el error de prohibición delitos de omisión se abordan en el se recoge en este Comentario. ss.; NAQUIRA, 49 ss.; POLITOFF, 193;
no guarda relación con el dolo, en comentario alArt. 10 N° 12. POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG,
ausencia de otro lugar sistemáti- Mientras nadie discute que la 171 s.; VARGAS, 22; más exigente al
co más adecuado, todas las formas CONCEPTO y AUSENCIA DE CON- conducta supone una exterioriza- parecer, GARRIDO, n, 51, que exige
de error se tratan conjuntamente DUCTA (DE ACCIÓN U OMISIÓN) ción (cogitationis poenam nemo pa- finalidad, si bien sus resultados son
también a propósito del Art. 1°. titur) (ORTIZ MUÑoz, Curso, 49 coincidentes con los del resto). Al
Por su parte, los aspectos generales La definición legal de delito ss.; UBATUT, r, 77; NOVOA, r, 255, margen de las diferencias sobre la
de los cuasidelitos o delitos culpo- como acción u omisión es relevante, 258; ETCHEBERRY, r, 276; CURY, definición positiva del filtro, existe
sos se abordan con motivo del co- entre otras razones, porque señala 271; GARRIDO, n, 37; NAQUIRA, 49; un importante grado de acuerdo en
mentario del Art. 2° (definición de el sustrato básico de lo que puede POLITOFF, 193; POLITOFF / MATUS cuanto a lo que éste no deja pasar,
cuasidelito), complementado con eventualmente llegar a ser consi- / RAMfREZ, PG, 172; VARGAS, 21), esto es, en cuanto los casos de au-
los comentarios del Art. 10 N° 8 Y derado delito, antes de cualquier sí se ha discutido qué es lo que ella sencia de conducta:
del Art. 71 (definición y tratamien- consideración sobre la posible apli- exterioriza. Frente a un concepto de
to del caso fortuito), así como del cación de un tipo penal. Para aludir conducta totalmente desligado de Son casos pacíficos de ausen-
Art. 10 N° 13 (consagración del sis- a la acción u omisión en este senti- referencias psíquicas, fundado ex- cia de conducta los movimientos
tema de numerus clausus en materia do de sustrato básico se suele hablar clusivamente en lo fisiológico, en el reflejos, es decir, reacciones corpo-
de cuasidelitos). La antijuridicidad sintéticamente de "acción", "acto", movimiento corporal producido con rales involuntarias a estímulos de
se aborda de la mano de las causas "hech"o o cecon ducta" ,prefinen
. dose
I
participación de los centros nervio- diversa índole sin intervención de
de justificación, concretamente, aquí este último término. Así enten- sos superiores o cerebrales (NOVOA, la conciencia (BUNSTER, 150, 163;
en el comentario del Art. 10 N° 4, dido, el concepto de conducta cum- I, 258, 260 ss.) o a un concepto que LABATuT, r, 78; NOVOA, t, 258 s.;
N° 5 y N° 6 (legítima defensa), del ple una función de filtro (y garantía) considera un movimiento con mani- ETCHEBERRY, t, 177; CURY, 272;
Art. ION° 7 (estado de necesidad que, si bien en sus alcances prácticos festación mínima de psiquismo que COUSIÑO, I, 514 s.; GARRIDO, Il, 52;
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ART. lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. lo

NAQUIRA, 51 s.; POLITOFF, 193; Po- los movimientos bajo la influencia (les negaba abiertamente el carácter Debe tenerse presente, en todo
LITOFF / MATus / RAMfREZ, PG, 172; de una vis absoluta o fuerza física de conducta ORTIZ MUÑoz, Curso, caso, que la ausencia de conducta en
VARGAS, 24). En principio, tampo- irresistible, en que el cuerpo del su- 51; mantenía un criterio diferencia- los términos precedentemente des-
co se discute la falta de conducta jeto es usado como un simple objeto dar COUSIÑO, 1, 520), si bien pare- critos sólo se opone a una -respon-
en los movimientos realizados en por una fuerza física externa que lo ce imponerse la opinión favorable sabilidad penal fundada en el movi-
estado de inconsciencia, si bien con mueve o le impide moverse (ORTIZ a la afirmación de una conducta, miento no constitutivo de conducta,
ciertos matices. Mientras algunos lo MUÑoz, Curso, 52, aunque luego sin perjuicio de su eventual ulterior pero no impide que dicha responsa-
afirman en términos generales (Po- introduce en el mismo contexto un filtro en sede de culpabilidad (res- bilidad se funde en genuinas con-
LITOFF, 193; POLITOFF / MATus RA- caso de coacción; BUNSTER, 150; pecto de los actos habituales CURY, ductas previas o coetáneas a dicho
MfREZ, PG, 172), el acuerdo general LABATUT, 1, 82 s.; NOVOA, 1, 259, 274; y VARGAS, 26, ambos incor- movimiento. Así, por ejemplo, no
sólo parece abarcar los movimientos 266, 268 s.; ETCHEBERRY, 1, 177, porando los "actos pasionales"; en puede verse una conducta homicida
durante el sueño normal y el sonam- 208; DEL VILLAR, 91; CURY, 272; general, NAQUIRA, 52 ss., incorpo- en el movimiento del adulto dormi-
bulismo (LABATUT, 1, 85; NOVOA, 1, COUSIÑO, 1, 503 s.; GARRIDO, Il, 51; rando en el análisis los reflejos con- do que aplasta o sofoca al lactante
267; ETCHEBERRY. 1, 177; COUSIÑO, NAQUIRA, 56 s.; POLITOFF, 193; Po- dicionados y los llamados "actos en que yace a su lado, pero sí en haber-
1, 510 ss.; DEL VILLAR, 92; CURY, LITOFF / MATus / RAMfREZ, PG, 172; cortocircuito", reacciones primiti- se acostado junto al lactante en unas
273; GARRIDO, u, 52; NAQUlRA, 50 VARGAS, 22). vas, impulsivas e irracionales ante condiciones que sugerían un riesgo
s.; VARGAS, 25; en contra respecto estímulos sorpresivos). Lo mismo para él sin adoptar medidas razo-
del sonambulismo, sin embargo, Casos más discutidos son los regiría, en general, para alteraciones nables de resguardo; asimismo, no
BUNSTER, 176) y los provocados de movimientos instintivos y habi- de conciencia que, sin embargo, puede verse conducta de daños en la
inconscientemente en un estado tuales (automatismos). Los prime- no la suprimen, como los estados hemorragia nasal tras el estornudo,
extremo de intoxicación (NOVOA, ros son movimientos más o menos crepusculares oníricos, los estados pero sí en no apartarse, pudiendo
1, 267, "narcosis"; GARRIDO, n, 52, complicados, que se realizan sin crepusculares de la epilepsia (BUNS- hacerlo sin ninguna dificultad, del
"embriaguez patológica"; NAQUIRA, ejercicio anterior y son adecuados TER, 175, 177; COUSIÑO, 1, 511 objeto valioso que se arruina con la
51, Y VARGAS, 26, "embriaguez le- a un fin útil para el sujeto o la es- para la "ebriedad del despertar"; en sangre. Se trata de un punto relativa-
tárgica"), en tanto que respecto de pecie, aun sin conciencia de tal fin, términos más genéricos, NOVOA, 1, mente pacífico en nuestra doctrina
los estados hipnóticos la cuestión es en tanto que los segundos son actos 267) o, en general, el conjunto de (ETCHEBERRY, 1, 177; CURY, 272 s.;
discutida (por la ausencia de con- en principio conscientes y volunta- las enfermedades mentales o la in- y con expresa invocación de la doc-
ducta LABATUT, 1, 85 s.; NOVOA, 1, rios, pero que se han automatizado a madurez mental que, en cuanto no trina de la actio libera in causa, no
267; ETCHEBERRY, 1, 177; DEL VI- fuerza de repetición, de modo que se suprimen la conciencia, no son obs- obstante que dicha doctrina supone
LLAR, 93; COUSIÑO, 1, 513 s., no así producen inconscientemente. Quie- táculo para que haya conducta sino una genuina conducta, sólo que rea-
de la sugestión post-hipnótica; por nes operan con un concepto menos sólo, eventualmente, para la impu- lizada en estado de inculpabilidad,
afirmar la presencia de conducta en exigente de conducta no dudan en tabilidad (NOVOA, 1, 259; CURY, esto es, una situación en que no está
virtud de las inhibiciones morales calificar de tal dichos movimientos 273; VARGAS, 25), sin perjuicio de en duda la presencia de una actio,
que subsistirían en el sujeto, CURY, (BUNSTER, 163 s.; NOVOA, 1, 263 s.), que en casos extremos esto pueda sino sólo su carácter de libera, LABA-
274; GARRIDO, Il, 53; VARGAS, 25; mientras que los que exigen mayor ser dudoso, por ejemplo, tratándose TUT, 1, 85; NOVOA, 1, 444; DEL VI-
aparentemente también NAQUIRA, compromiso de conciencia y volun- de los movimientos de un lactante LLAR, 92; GARRIDO, Il, 53; NAQUIRA,
SO). El tercer caso pacífico es el de tad al menos tienen más dificultades de días o meses (CURY, 273). 51,58 ss.; VARGAS, 23, 24, 25; sobre
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo

las actiones liberae in causa véase el por lo segundo, ETCHEBERRY, I, 208; llos que se la niegan completamente hacer (CURY, 675 ss.), sea en térmi-
Comentario al Art. 10 N° 1). DEL VILLAR, 92, 193). En la litera- (LABATuT, I, 83, 150, 156; CURY, nos de una conducta (acción) diri-
tura más reciente, sin embargo, pa- 687; NAQUIRA, Comentario, 163; gida a la no ejecución de un hacer
Como base legal para negar la rece ir imponiéndose el criterio de aparentemente, POLITOFF, 477; Po- (COUSIÑO, I, 496 s., 502), enten-
posibilidad de delito por ausencia no considerar comprendida la vis LITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 348; diendo que el deber de actuar es
de conducta debería bastar la de- absoluta en el Arr, 10 N° 9 (CURY, VARGAS, 21) (véase Comentario al más bien requisito para la tipicidad
finición de delito como "acción u 272; GARRIDO, II, 51; NAQUIRA, 57 Art. 10 N° 12). de la omisión.
omisión" del Art. 1° (así, NAQUIRA, s.; VARGAS, 23; tendencialmente,
57, al menos para los casos de visab- POLITOFF, 466 ss.; POLITOFF / MA- OMISIÓN Con independencia de esto,
soluta; con carácter general sugiere TUS / RAMÍREZ, PG, 340 ss.), pre- cabe preguntar si puede hablarse
esa solución, aunque en definitiva la cisamente porque la ausencia de Por omisión no se entiende de omisión en los casos en que, en
rechaza, NOVOA, I, 267 s.), no obs- conducta no requeriría una causa de cualquier inactividad, sino especí- concreto, es objetivamente imposi-
tante lo cual la literatura suele bus- exención de responsabilidad (véase ficamente la no realización de una ble realizar la actividad debida (más
car el amparo de otras disposiciones. el Comentario al Art. 10 N° 9). Se actividad determinada. En base a aún, la cuestión es si puede ser de-
Mientras que para las hipótesis de asume, en todo caso, como proble- qué criterios pasa una actividad a bida una actividad que en concreto
privación de conciencia se ha recu- ma, que la prescindencia del Art, 10 ser objeto de referencia de una omi- es imposible), sea porque el sujeto
rrido a la segunda parte del Art. 10 N° 9 acarrearía la imposibilidad sión es un asunto discutido. Para no se encuentra en el lugar donde
N° 1 (privación total de razón) (No- de una atenuación vía "eximen- algunos la omisión es un concepto ésta debe realizarse, sea porque está
VOA, I, 267 s., 443; DEL VILLAR, 93), te incompleta' en los términos del necesariamente normativo referido incapacitado para actuar, por ejem-
es especialmente notorio el recurso Art, 11 N° 1 (NAQUIRA, 58; VARGAS, a deber, de modo que omisión es plo, por encontrarse inconsciente o
a la primera parte del Art, 10 N° 9, 23), lo que puede relativizarse advir- no hacer aquello que se debía ha- impedido en los términos de la vis
que exime de responsabilidad al que tiendo que lo que no logra excluir la cer (ORTIZ MUÑoz, Curso, 91 s.; absoluta (supra). Un sector significa-
"obra violentado por una fuerza conducta del sujeto muy probable- LABATUT, I, 78 s.; NOVOA, I, 266, tivo de la doctrina incorpora en el
irresistible", para los efectos de la vis mente lo pondrá en una situación de 325; ETCHEBERRY, I, 200; si bien no concepto de omisión el poder de ac-
absoluta, sea que se sostenga que el inimputabilidad o de inexigibilidad, niega la posibilidad de un concepto tuar (BUSTOS / FLISfISCH / POLITOFF,
precepto se refiere exclusivamente a la que, a su vez, permitiría eventual- pre-norrnativo de omisión, GARRI- 171; consecuente con su concepto
esta hipótesis de ausencia de con- mente considerar una eximente in- DO, II, 235 s.; implícitamente, Po- de omisión, CURY, 677; NAQUIRA,
ducta (aparentemente, LABATUT, I, completa. En el caso de las omisiones LITOFF, 189; y POLITOFF / MATUS / Comentario, 163; VARGAS, 21, 47;
83; YRrvACOBA, 101, 103, en cuanto se ha planteado algo similar respecto RAMÍREZ, PG, 172 s.; VARGAS, 21, PIÑA, 155; aparentemente, POLI-
excluye completamente la primera delArt. 10 N° 12: mientras que una 39 s.; y desde luego, en cuanto ve TOFF, 477; Y POLITOFF / MATUS / RA-
parte del Art. ION° 9 del campo de opinión minoritaria entiende que la un fundamento normativo tan- MÍREZ, PG, 348, en cuanto parecen
la inexigibilidad), sea que se entien- "causa insuperable" sólo se refiere a to para acciones como omisiones, negar la aplicación de la segunda
da que se refiere también a las hipó- la vis absoluta (COUSIÑO, III, 261; PIÑA, 138 ss.), en tanto que para parte del Art. 10 N° 12, que exime
tesis de vis compulsiva que excluyen GARRIDO, II, 52, 250 s.), la opinión otros es posible y necesario contar de responsabilidad penal al que in-
la culpabilidad, con o sin inclusión dominante se divide entre aquéllos con un concepto pre-norrnativo de curre en una omisión impedido por
de la fuerza moral (por lo primero, que le dan alguna cabida (NOVOA, omisión, sea en términos de no ha- "causa insuperable", a hipótesis de
NOVOA, I, 270; COUSIÑO, I, 505 s.; I, 272; ETCHEBERRY, I, 209) yaqué- cer lo que se tenía el poder final de vis absoluta, lo que sugiere que, a
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

su juicio, el poder de actuar es pre- útil, porque en toda infracción de QUIERDO, 330), lo que en los hechos Ley señala con mayor o menor pre-
supuesto conceptual de la omisión; un mandato se podría ver la infrac- conduce a resultados ampliamente cisión el supuesto de hecho en que
también GARRIDO, JI, 237, 242 s., ción de la prohibición de provocar coincidentes con los que arroja el debe encontrarse el sujeto y la con-
aunque parece desdecirse al tratar el estado de cosas que se ha queri- criterio material recién esbozado, ducta que le es debida (CURY, 679),
la segunda parte del Art, 10 N o 12 do evitar con el tipo penal (CURY, pues, en efecto, las omisiones que a lo que se suma que, de aceptarse
[52, 250 s.]), no obstante lo cual 678 reconoce que la mayoría de los consisten en la mera omisión de su carácter de delitos de mera activi-
hay quienes lo niegan tajantemen- delitos de omisión especialmente una conducta se hallan invariable- dad, no requieren comprobación ni
te (de modo explícito, ETCHEBERRY, tipificados constituirían delitos de mente tipificadas (ETCHEBERRY, I, de un resultado ni de un nexo rele-
I, 201; de modo implícito, por su comisión por omisión en este sen- 203; NOVOA, r, 245; CURY, 677), en vante entre éste y la omisión.
posición respecto de la segunda par- tido). La referencia a la prohibición tanto que las que consisten específi-
te del Art. 10 N° 12, COUSIÑO, JII, de provocar un cierto estado de co- camente en evitar un resultado típi- En cambio, tratándose de las
261). sas sugiere más bien que mientras en co por regla general no lo están. Sin omisiones impropias, salvo aque-
los delitos de omisión propia o sim- duda, la existencia de excepciones llas pocas que se encuentran espe-
Desde antiguo se acepta la dis- ple el mandato es exclusivamente a a esta última regla (v, gr. Arts. 233, cialmente descritas como omisio-
tinción entre omisión propia o sim- realizar una conducta determinada, 234, 239, 243, 244) conspira con- nes, el asunto siempre ha sido más
ple y omisión impropia o comisión en los delitos de omisión impropia tra la equiparación, pero al mismo complejo, en la medida en que la
por omisión (ya en DEL Río, JI, 26; se trata también de la infracción de tiempo puede decirse que cuando la formulación de la mayor parte de
mejor formulada en DEL Río, Ma- un mandato, pero del mandato es- omisión de evitar un determinado los tipos de la parte especial parece
nual, 96; también BRÜNNER, 66 s.), pecífico de evitar un determinado resultado se encuentra explícitamen- exigir una realización comisiva. Si
aunque los términos exactos de la resultado típico (GARRIDO, JI, 239, te tipificada en la Ley decae la nece- "matar" (Art. 391) significa hacer
misma no sean del todo claros. Tra- 242 s.), lo que a su vez sugiere un sidad de la construcción doctrinaria algo que provoque la muerte de una
dicionalmente se ha mantenido que paralelismo con la distinción entre de la omisión impropia, de modo persona, no parece que "mate" en
mientras los primeros infringen una delito de mera actividad y delito que su tratamiento es prácticamente el sentido de la Ley el que simple-
norma imperativa (mandato), los de resultado (sostienen o al menos idéntico al de la omisión propia en mente no ha hecho nada para evi-
segundos infringirían, a través de sugieren que los delitos de omisión sentido material. tarla. La omisión impropia implica
la infracción de un mandato, una impropia son siempre de resultado entonces necesariamente una equi-
norma prohibitiva (prohibición), COUSIÑO, r, 550; GARRIDO, JI, 239, En cuanto a su tratamiento paración valorativa entre la produc-
específicamente, una que prohíbe 242 s.; ETCHEBERRY, 1, 203; LABA- dogmático, las diferencias entre ción y la no evitación del resultado
provocar un cierto estado de cosas TUT, I, 164; NOVOA, I, 245, 326). omisión propia y omisión impropia típico, equiparación que, en cuanto
(DEL Río, Manual, 96; LABATuT, Otro posible criterio de distinción radican en la apreciación de su tipi- no explicitada por la ley, ha corri-
r, 164; NOVOA, t, 245, 325 s.; No- es de naturaleza formal y atiende a cidad objetiva. do íntegramente por cuenta de la
VOA, 1984, 119, 123 ss.; COUSIÑO, si el delito abarca explícitamente la doctrina (10 reconocen NOVOA, I,
l, 550; CURY, 678; DEL VILLAR, 79). omisión (entonces omisión propia), Tratándose de las omisiones 326; ETCHEBERRY, r, 203; GARRIDO,
Al margen de las dudas conceptuales o no (entonces omisión impropia) propias, tal como ocurre con los de- JI, 242; CURY, 680), lo que plan-
sobre la posibilidad de infringir nor- (GARRIDO, JI, 238 s., quien reserva litos comisivos, la tipicidad objetiva tea dudas respecto de su conformi-
mas prohibitivas omitiendo (GARRI- para esta distinción la denominación se verifica con un simple ejercicio de dad con el principio de reserva le-
DO, JI, 239), la distinción no parece de omisión propia e impropia; Iz- subsunción, en la medida en que la gal (NOVOA, 1984, 189 s.; NOVOA,
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ART.!O CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.!O

1987,99; PÉREZ, 7 ss.; MERA, 81 s.; 68; CURY, 680; GARRIDO, II, 235; tivas asociadas a un rol, se advierte 160), que es lo que, bien o mal, pro-
VARGAS, 46 s.; no obstante acoger la crítico PIÑA, 154 con nota al pie que éstas pueden defraudarse indis- cura hacer la teoría de las fuentes.
construcción doctrinaria, la SCS de N° 572: que la construcción de de- tintamente mediante acciones o a Por lo demás, no es evidente que sea
4 de agosto de 1998, Gaceta Jurídi- litos de omisión impropia esté con- través de omisiones, de modo que posible fundar el deber de actuar de
ca N° 218 [1998], 96; Cita Westlaw forme con el Art. 492 no implica lo que en verdad importa no es la quien está en condiciones de prote-
Chile: CL/JUR/116/1998). Al res- que éste sea conforme con el Art. 19 distinción entre acción y omisión, ger o vigilar sin remitirse directa o
pecto, para algunos autores parecía N° 3 CPR; crítico también PÉREZ, sino el fundamento de la responsa- indirectamente a fuentes formales
bastar la afirmación de la posibili- 17). Con todo, del argumento no bilidad en cada caso (con detalle, de deber jurídico, particularmente
dad conceptual de hacer omitiendo, se ha seguido una restricción para PIÑA, 138 ss.). tratándose de posiciones de garante
que colegían sin más del carácter la aceptación de omisiones impro- que no emanan de la propia activi-
prohibitivo atribuido a la norma pias más allá de los márgenes de los Requisito básico de la omisión dad del sujeto, sino de "roles especia-
infringida por la omisión, de modo crímenes y simples delitos contra impropia es la llamada posición de les" de carácter institucional (infta),
que no se trataría de una genuina las personas (explícitamente, CURY, garante, de la que emana el deber respecto de las cuales el reconoci-
omisión, sino de una acción (de 680). Desde otra perspectiva, en los jurídico de evitar el resultado típico. miento jurídico parece indispensa-
ahí, sin duda, la denominación "co- últimos años, el problema se viene Tradicional y mayoritariamente la ble (de otra opinión PIÑA, 158 ss.,
misión por omisión") que como tal abordando a través de la relativiza- doctrina se ha preocupado de iden- aunque probablemente la diferencia
podría subsumirse directamente en ción de la distinción entre acción y tificar las posibles fuentes de una no es tanta y sólo atinge al grado de
el tipo (DEL Río, Manual, 96; LA- omisión. Así, se ha sostenido que posición de garante, al modo de lo especificidad de ese reconocimiento:
BATUT, 1, 164; COUSIÑO, 1, 549 s.). la tipicidad de la omisión impro- que se da en llamar "teoría (formal) puede ser que no haya una Ley que
Como argumento de texto en favor pia fluye directamente de cada tipo de las fuentes", a lo que se viene establezca deberes específicos de ga-
del reconocimiento legal general de penal de resultado, interpretado oponiendo en la actualidad la lla- rante para los parientes, pero parece
los delitos de omisión impropia se correctamente como enunciado mada "teoría (material) de las fun- indudable que el ordenamiento ju-
menciona lo dispuesto en el inci- adscriptivo o atributivo y no des- ciones", que distingue, según la fun- rídico reconoce la institución fami-
so primero del Art. 492, que alude criptivo, de modo que no lo realiza ción que cumple el garante en cada liar y permite colegir la existencia de
expresamente al que "incurriere en (o no lo realiza sólo) quien produ- situación particular, entre garantes deberes especiales en su seno).
una omisión que, a mediar malicia, ce el resultado, sino aquél a quien de protección y garantes de vigi-
constituiría un crimen o simple de- éste se le puede atribuir de acuerdo lancia (NOVOA, 1984, 144 s.; No- Los garantes de protección se ca-
lito contra las personas". Como en con criterios normativos entre los VOA, 1987, 100; GARRIDO, II, 246; racterizan porque su función es pro-
el Título VIII del Libro II del Có- que se cuentan los requisitos que CARNEVALI, 78; HERNÁNDEZ, 2008, teger un determinado bien jurídico
digo ("Crímenes y simples delitos la doctrina ha desarrollado para la 187 ss.; VARGAS, 47; PIÑA, 159 s.). de los riesgos (indeterminados) que
contra las personas") no se tipifica relevancia de la omisión impropia Es dudoso, sin embargo, que ambas puedan acecharlo (GARRIDO, II, 246;
explícitamente ninguna omisión, se (CARNEVALI, 75 ss., con énfasis en el aproximaciones sean realmente an- CARNEVALI, 78; HERNÁNDEZ, 2008,
entiende que la Ley se ha referido a control de riesgos típicos). O a par- tagónicas, pues la teoría de las fun- 187; PIÑA, Dp, 159; aproximada-
las omisiones implícitas en los tipos tir de una comprensión de las nor- ciones sólo caracteriza el sentido o mente, VARGAS, 47 s.). Por ejemplo,
de dicho Título, esto es, a las impro- mas como fuentes de expectativas, dirección del deber de garante en el el padre es garante de protección
pias (Bustos / FUSFISCH / POUTOFF, conforme a lo cual lo prohibido es caso particular, pero no da cuenta de su hijo pequeño, pues debe pro-
171; POUTOFF / GRISOLÍA / Busros, la defraudación de ciertas expecta- del fundamento de ese deber (PIÑA, curar evitar que al niño le pase algo
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HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°
ART. l° CÓDlGO PENAL COMENTADO

malo, cualquiera que sea la fuente de se aprecia una cierta recepción de la "roles especiales" o institucionales TUT, I, 164; NOVOA, I, 326; NOVOA,
ese mal (el hambre, la enfermedad, misma para la imputación de respon- (al respecto, PIÑA, 165 ss.) 1984, 142; ETCHEBERRY, I, 205; Po-
el frío, la piscina, el balcón elevado, sabilidades en el ámbito de la activi- LITOFF / GRISOLÍA / BUSTOS, 58; DEL
él mismo, etc.); lo mismo rige para dad empresarial, entendiendo que La recepción de la teoría de las VILLAR, 80; GARRIDO, I1, 244; CURY,
un médico o un enfermero respecto los órganos directivos pueden, bajo funciones agrupa como supuestos 681 s.; IZQUIERDO, 330; con otra ter-
de los pacientes a su cargo o para el ciertos presupuestos, ser garantes de de posiciones de garante de protec- minología y fundamento, VARGAS,
salvavidas respecto de los bañistas o vigilancia (en esa línea, HERNÁNDEZ, ción el vínculo familiar estrecho, la 47 y s.), concepto bajo el cual deben
para el profesor o educador respecto 2008, 187 ss.). comunidad de peligro y la asunción entenderse comprendidas también
de sus alumnos pequeños. Los ga- voluntaria, en tanto que como su- otras normas generales y las órdenes
rantes de vigilancia, en cambio, tie- Cabe hacer presente que, si bien puestos de posiciones de garante de los superiores jerárquicos compe-
nen la función de impedir que una nuestra literatura suele separar tajan- de vigilancia se mencionan la in- tentes (NOVOA, I, 326; al menos res-
determinada fuente de peligro que temente los supuestos en que se dan jerencia, el control de peligros que pecto de otras normas generales, Po-
está a su cargo afecte los bienes jurí- los distintos tipos de posición de ga- se encuentran en el propio ámbito LITOFF / GRISOLÍA I BUSTOS, 58) Y el
dicos circundantes (indeterminados) rante, puede ocurrir que un mismo de dominio y los deberes de control contrato (aparentemente, DEL Río,
(GARRIDO, I1, 246; CARNEVALI, 78; sujeto y por la misma calidad deba respecto de actos de terceros (GARRI- Manual, 97; sin duda UBATUT, I,
HERNÁNDEZ, 2008, 187 ss.; VARGAS, cumplir simultáneamente ambas DO, I1, 246; CARNEVALI, 78; VARGAS, 164; NOVOA, I, 326; ETCHEBERRY, I,
48 s.; PIÑA, 159). Así, por ejemplo, funciones, como es el caso, aceptado 47 ss., sin incluir, sin embargo, los 205; POLITOFF / GRISOLÍA I BUSTOS,
el encargado de un establecimien- en el derecho comparado, del padre deberes respecto de actos de terceros 59; DEL VILLAR, 80; GARRIDO, I1,
to industrial debe procurar que los que respecto de su hijo es tanto ga- y con ejemplos de garantes de vigi- 244; CURY, 681 s.; IZQUIERDO, 330;
procesos productivos no lesionen el rante de protección como garante de lancia que en general se consideran VARGAS, 47 Y s.), aunque en el caso
entorno (que las instalaciones no ex- vigilancia o, probablemente más pa- de protección, como facultativos, concreto pueda ser dudoso si el deber
ploten, que no contaminen más allá cífico entre nosotros, del empresario salvavidas, profesores y empleados emana del contrato en virtud del cual
de lo permitido, que los productos que es tanto garante de protección domésticos). Como se verá, no to- se asume una función o directamen-
no sean venenosos, que su manipu- respecto de sus trabajadores (PIÑA, das se admiten de un modo pacífi- te de la Ley que regula dicha función
lación normal no cause accidentes, 2005 b, 57; HERNÁNDEZ, 2008, co. En la medida en que práctica- (POLITOFF I GRISOLÍA / BUSTOS, 59).
etc.). Al margen de la cuestión sis- 188 s.), como garante de vigilancia mente todas estas hipótesis han sido Los ejemplos tradicionales aluden al
temática y terminológica, la gran de la fuente de peligro que es la em- ya abordadas en el contexto de una deber de los padres respecto de los
novedad de fondo y con potencial presa (HERNÁNDEZ, 2008, 188 s.). teoría de las fuentes, la exposición hijos conforme al derecho de fami-
práctico de la recepción de la teoría siguiente se construye en los térmi- lia, al deber de médicos y enfermeros
de las funciones es la idea de la exis- Adicionalmente, se pueden dis- nos de ésta. respecto de sus pacientes en virtud o
tencia de un garante de vigilancia, tinguir posiciones de garante que bien de un contrato o bien de la fun-
que hasta hace poco no había sido emanan de la propia organización Las fuentes indiscutidas han sido ción pública que ejercen aquéllos, al
discutida entre nosotros. Es dudoso del sujeto, del ejercicio de su liber- siempre las de carácter jurídico for- deber de los que están encargados
que lleguen a generar consenso todas tad en su rol general de "persona", mal, sea que se las considere genéri- del cuidado de personas en determi-
las posibles consecuencias de la idea y posiciones que fluyen de su posi- camente (ORTIZ MUÑoz, Nociones, nados contextos (salvavidas, niñeros,
(da cuenta de posibles objeciones en ción en instituciones sociales (fami- I, 34; ORTIZ MUÑoz, Curso, 95), sea educadores) en virtud generalmente
esa línea GARRIDO, I1, 246), pero ya lia, administración pública), como que se distinga entre la Ley (WA- de un contrato o al deber de los em-
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ART. lo CODIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo

pleados públicos respecto del objeto jurisprudencia son los que dicen re- sobre una cama por largo tiempo, dico derivado del actuar preceden-
de su función en virtud de la ley. No lación con los padres que no evitan "en una inactividad o estado de pa- te, no sólo porque no habría base
obstante el marcado carácter formal la muerte de un hijo desvalido. Al sividad incomprensible, sin recu- normativa para ello (ETcHEBERRY, 1,
de estas fuentes, se ha destacado que margen de cualquier discusión so- rrir al auxilio o atención, que vistos 206; POLITOFF / GRISOLÍA / BUSTOS,
en esta materia el derecho penal no bre la correcta aplicación del título los hechos desde esta perspectiva y 60; GARRIDO, 11,245), sino también
es completamente accesorio al de- específico de imputación, en la ju- tiempo, era razonable obtener", al argumentando con la atenuante de
recho público o privado, de modo risprudencia antigua se puede men- cabo de lo cual la criatura muere haber procurado con celo evitar las
que la vigencia de la obligación ju- cionar la SCA Concepción (GT por asfixia por aspiración de vómito ulteriores perniciosas consecuencias
rídica (v.gr. la validez del contrato) 1939-11, 174-779), por la que se meconial. Se califica el hecho como del delito (Art. 11 N° 7), de la que
no es determinante para apreciar la condenó por homicidio a la madre cuasidelito, en parte por considera- se seguiría que evitar dichas conse-
existencia de la posición de garante que no sacó a su hijo recién nacido ciones impertinentes más propias cuencias sólo es presupuesto de una
(POLITOFF / GRISOLÍA / Busros, 59; del pozo en que había caído. Más del juicio de reproche: situación de atenuante, no un deber penalmen-
Novox, 1984, 142 s.; CURY, 681 s., recientemente, la SCA Valparaíso soledad y desamparo sentimental y te relevante (POLITOFF / GRISOLÍA
quien insiste reiteradamente en el de 24 de julio de 1986 (Cita Mi- emocional de la parturienta, su acti- / BUSTOS, 60; POLITOFF / MATUS /
carácter fáctico y no jurídico de las crojuris: MJJ5148) condena como tud escéptica y sombría; y en parte RAMíREZ, PG, 203 s.; GARRIDO, 11,
posiciones de garante), lo que tiene autores de homicidio por omisión a porque la sección del cordón um- 245), como con disposiciones que
efectos restrictivos coincidentes con los padres de un recién nacido que bilical, el abrigo del niño y la causa no obstante poder abarcar hipótesis
la exigencia de efectiva asunción del luego de fracasar en sus maniobras específica de muerte sugieren falta de omisión luego de haberse creado
deber de garante que se aborda lue- abortivas, logran el deceso de la de dolo. una situación de peligro no la san-
go, pero también efectos extensivos criatura nacida viva- por la omisión cionan bajo el título del delito co-
que parecen contradictorios, por consistente en no ligarle el cordón En cuanto a la injerencia o ac- misivo, sino bajo otro título y con
ejemplo, con la nula aceptación en umbilical. La SCA Santiago de 9 tuar precedente como fuente de po- menos pena (como el Art. 352, que
nuestro medio, precisamente por ra- de agosto de 2000 (Gaceta Jurídica sición de garante, la literatura más no sanciona como homicidio la no
zones formales, de una posición de N° 242 [2000], 163) condena como antigua solía mencionarla conjunta- evitación de la muerte del cónyuge o
garante fundada en una comunidad autora de infanticidio por omisión a mente con la Ley y el contrato en pariente abandonado) o simplemen-
de vida o de riesgos (explícitamen- la menor de edad que luego del par- los términos de la tríada clásica de te prescinden de toda pena y sólo le
te ETCHEBERRY, 1, 206; CURY, 683; to no brindó al recién nacido la asis- la teoría de las fuentes, aunque sin asignan consecuencias probatorias
POLITOFF / GRISOLÍA / Busros, 61; tencia y cuidados mínimos indis- mayor precisión ni desarrollo (OR- respecto del hecho previo a la omi-
Novox, 1984, 143 s.; GARRIDO, 11, pensables para su sobrevivencia. La TIZ MUÑoz, Nociones, 1, 34 y OR- sión (como el caso del Art. 173 de
245). Si el reconocimiento legal de SCA Punta Arenas de 26 de julio de TIZ MUÑoz, Curso, 95, en ambos la Ley N° 18.290, del Tránsito, que
un cuasicontrato de agencia oficiosa 1993 (Cita Microjuris: MJJ2350) casos con un ejemplo impertinente; se limita a presumir la culpabilidad
(CURY, 682; POLITOFF / GRISOLÍA / condena como autora de cuasidelito DEL Río, Manual, 97; LABATUT, 1, por el accidente de quien abandona
Bustos, 59) permite salvar esta apa- de homicidio a la madre que omite 164; más recientemente, en térmi- el lugar del mismo), cuya existencia
rente contradicción es discutible. toda diligencia o cuidado luego del nos similares, DEL VILLAR, 80). En sugeriría que por regla general tales
parto, después de seccionar el cor- la actualidad, un importante sector omisiones no son punibles (GA-
Cabe mencionar que los casos dón umbilical y de arropar o abrigar de la doctrina niega la existencia en RRIDO, 11, p. 245 [su referencia al
que con más frecuencia ocupan a la a la criatura, permanece a su lado el derecho chileno de un deber jurí- Art, 492 debe entenderse hecha hoy
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ART. lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo

al Art. 173 de la Ley del Tránsito]; de la pena por dicho delito previo el conductor que no respeta una luz definitiva por falta de atención. La
respecto del segundo ejemplo, POLI- en caso de cumplimiento efectivo roja y atropella a un peatón provo- Corte negó la legitima defensa pero
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 204). del deber (CURY, 682; IZQUIERDO, cándole la muerte comete cuasideli- apreció un error de prohibición in-
Contra estas objeciones se ha hecho 335). Respecto de las regulaciones to de homicidio si el peatón muere vencible en virtud del cual absolvió
valer que la Ley sí contendría ejem- especiales se ha planteado que és- instantáneamente, pero si éste queda por el disparo; condenó sin embar-
plos en que se hace responsable al tas sólo tendrían aplicación respec- malherido y el conductor conscien- go por cuasidelito de homicidio por
que ha creado una situación de ries- to de resultados imputables a una temente no lo auxilia, dejando que omisión fundado en la posición de
go para otro por no evitar las con- omisión no dolosa, de modo que muera una hora después sin recibir garante que habría surgido del ac-
secuencias lesivas de dicha creación, en caso contrario debería apreciarse atención, entonces comete homici- tuar precedente ilícito y doloso (dis-
como sería el caso del secuestro y la concurso entre el delito previo y la dio doloso (evita este efecto, al me- paro doloso no justificado sino sólo
sustracción de menores (Arts. 141 y omisión dolosa posterior (IZQUIER- nos en parte, CURY, 683 exigiendo exculpado) y en la no evitación del
142), en que se eleva la pena cuando DO, 341). Con todo, la principal que el hecho previo sea doloso; pero resultado mortal (la ya citada SCS
resultare daño grave para la perso- dificultad que enfrenta la acepta- no IZQUIERDO, 337 s., quien cree su- de 4 de agosto de 1998, Caceta jurí-
na privada de libertad o se comete ción de una posición de garante por perada la objeción aclarando que el dica N° 218 [1998], 96; Cita West-
otro delito en su contra, sin que injerencia es que sus partidarios no hecho culposo previo no ve alterada law Chile: CL/JUR/116/1998).
necesariamente haya debido come- han logrado precisar suficientemen- su naturaleza imprudente, sino que
terlo activamente el secuestrador o te sus límites. Existe, por ejemplo, sólo se le suma una omisión poste- Aunque no existe entre nosotros
sustractor (el argumento lo ofrecían discrepancia respecto de si el actuar rior, relevante bajo el mismo titulo un desarrollo detallado al respecto,
los propios POLITOFF / GRISOLÍA / precedente relevante debe ser ilícito delictivo, pero ahora eventualmente debería haber acuerdo en cuanto
BUSTOS, 60 con nota al pie N° 59 o no (por esa restricción CURY, 683; dolosa). Una posible restricción que a que de la posición de garante no
[los cambios legislativos no alteran en contra IZQUIERDO, 333; por la evitaría este resultado sería sostener fluye un deber omnicomprensivo de
el argumento]; para ser luego toma- negativa también en un obiter die- que sólo se es garante por injerencia evitar resultados sino sólo deberes
do en su contra por CURY, 682 s.; tum la citada SCS de 4 de agosto de respecto de los resultados lesivos no con un alcance más o menos preciso.
e IZQuIERDo, 331 s.; no ha tenido 1998) o si debe ser doloso o no (por inherentes al hecho previo (sugerida Así, el salvavidas sólo tiene el deber
eco, en cambio, la invocación del esa restricción CURY, 683; en contra ya por POLITOFF / GRISOLÍA / Bus- de evitar que se ahoguen los bañis-
"derecho natural" por parte de No- Novox, 1, 327; IZQuIERDo, 338 ss., TOS, 60, ilustrada luego con la refe- tas de la piscina a su cargo, no la de
VOA, 1, 327); que injerencia y ate- como se desprende de los ejemplos rencia a los Arts. 141 Y 142). En una otras piscinas (CURY, 680). Desde
nuación del N° 7 del Art. 11 cubren de estos últimos). En particular, sentencia que se ha vuelto célebre, otra perspectiva, aun respecto de un
situaciones diferentes, como es el preocupa que una comisión culposa la Corte Suprema ha acogido la in- mismo tipo de relación, el alcance
nacimiento de una responsabilidad pueda dar paso a una omisión do- jerencia como fuente de posición de del deber del garante debe determi-
y la modificación de una responsa- losa por el solo transcurso del tiem- garante en el caso de un sujeto que narse diferenciadamente atendien-
bilidad ya nacida, respectivamente po (POLITOFF / GRISOLÍA / BUSTOS, dispara a otro creyendo encontrar- do a las circunstancias del caso con-
(IZQUIERDO, 334; SCS) y que no se 60; tácitamente ETCHEBERRY, 1, 206 se en una situación de legítima de- creto, de modo que, por ejemplo,
opondría al deber de evitar las ulte- cuando afirma que el resultado que fensa de parientes y que luego huye el deber de protección respecto de
riores consecuencias del delito pre- es expresión del riesgo creado por el del lugar por temor a la reacción los hijos resulte más intenso cuan-
vio, ni lógica ni político-criminal- hecho previo sólo es imputable al del entorno de la víctima, la que do éstos son pequeños que cuando
mente, la oferta de una atenuación mismo, no a la omisión posterior): ha quedado malherida y muere en crecen, en tanto que también es
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.lo

más intenso el deber del enfermero queños, los ejemplos de la literatu- como en la literatura comparada, ne de toda maniobra de socorro (cfr.
respecto del paciente grave que res- ra no se extienden a estos casos) ni exige una cierta equivalencia o iden- POLITOFF, 251 s.; POLITOFF / MATUS
pecto del que no lo está (POLITOFF / sobre bajo qué presupuestos puede tidad estructural entre la omisión en / RAMfREZ, PG, 205 s.; muy similar
GRISOLÍA / Bustos, 59; ETcHEBERRY, liberarse de su deber aquél que ha el caso concreto y una comisión ac- PIÑA, 171: si el médico transeúnte
I, 206 s., quien, además, sugiere di- asumido efectivamente la función tiva. Para algunos, sin embargo, esa empieza a atender al accidentado en
ferenciaciones previas en un plano de garantía. equivalencia o identidad parecería la vía pública no puede luego aban-
más abstracto, a propósito de los darse ya con la asunción efectiva de donarlo, porque al asumir la aten-
distintos grados de parentesco). Al menos respecto de las posi- la función de garante a que se ha he- ción provocó que no se llamara a
ciones de garante de carácter no ins- cho referencia, pues lo decisivo sería otro médico; pero si el accidentado
También habría acuerdo en la titucional la exigencia de asunción la asunción del compromiso de ser- se encuentra en el bosque en condi-
discusión actual en cuanto a que la es tan relevante que, al margen de vir de barrera de contención de los ciones en que los primeros auxilios
posición de garante por sí sola no la posible discusión terminológica riesgos que se ciernen sobre el bien no postergan ninguna alternativa de
basta para fundar la responsabilidad en torno a si en vez de un requisito jurídico, de suerte que el incumpli- atención, entonces el abandono no
del garante por la no evitación del adicional no es en realidad un pre- miento de dicho compromiso cons- es más que omisión de socorro). El
resultado típico, sino que se requie- supuesto de la posición de garante, tituiría en cuanto talla creación de asunto apenas ha sido discutido, de
re al menos la efectiva asunción de bien podría entenderse que en rea- un riesgo prohibido, tal como se modo que los alcances exactos de las
la función de garante en relación lidad es la única fuente de posición puede predicar de un hacer activo propuestas no están dilucidados del
con el riesgo concreto de resultado de garante de ese tipo (PIÑA, 171), (así CARNEVALI, 77). Bastante más todo.
(POLITOFF / GRISOLÍA / Busros, 57, en la medida en que las fuentes tra- allá parece ir, a pesar de la similitud
59; CURY, 682; POLITOFF / MATUS / dicionales la suponen y se admite de puntos de partida, la tesis que Sea que se trate de una única
RAMfREZ, PG, 204; IZQUIERDO, 339; en general que ella basta por sí sola afirma dicha equivalencia o identi- o de distintas exigencias, lo que
VARGAS, 49; PIÑA, 171; tácitamente para constituir en garante: en efec- dad sólo cuando la efectiva asunción subyace inequívocamente a las mis-
CARNEVALI, 79). Así, el enfermero to, el que asume ayudar al anciano de la posición de garante por parte mas es el propósito de evitar que se
que no se presenta en su lugar de con bastón a cruzar la avenida alta- del sujeto es, al mismo tiempo, co- aprecien mecánicamente omisiones
trabajo o que presentándose no asu- mente transitada se hace garante del fundante del riesgo a conjurar, en el punibles en virtud de la sola cons-
me sus funciones porque, por ejem- mismo hasta el término del cruce, sentido bien preciso de provocar un tatación de una posición de garante
plo, participa en una manifestación, de modo que si deja de ayudarlo en bloqueo o desactivación de medios y de una omisión correlativa, pre-
no incurre en omisión impropia si medio de la avenida debe responder alternativos de protección, que es lo ocupación ampliamente extendida
no evita la muerte de un paciente. en principio por los daños que su- que se daría, por ejemplo, cuando en nuestra doctrina (CURY, 680 s.,
Con todo, los alcances exactos de la fra. Se podrá ver en esto una agen- el marido asume el cuidado exclu- 684; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ,
exigencia no han sido mayormen- cia oficiosa (v, gr. CURY, 682) o un sivo de su mujer enferma, porque PG, 205). Debe señalarse, en todo
te dilucidados, de modo que, por hacer precedente, pero bien podría con ello transmite al entorno que caso, que hasta ahora la jurispru-
ejemplo, no existe claridad sobre si hablarse simplemente de asunción. se puede contar con que él se en- dencia no ha justificado esos te-
también se requiere asunción tratán- cargará efectivamente; no se daría, mores. Las condenas por omisión
dose de posiciones de garanteinsti- Por su parte, un sector de la doc-
. .
ImpropIa son muy escasas y se CIr-
.
en cambio, cuando marido y mujer
tucionales o en virtud de la Ley (v, trina, en sintonía con exigencias que sufren un accidente carretero, que- cunscriben nítidamente al ámbito
gr.- el padre respecto de sus hijos pe- se observan tanto en la legislación dando ella malherida, y él se abstie- de los delitos contra la vida. Este
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HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo
ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO

Hasta el día de hoy se entien- nen el mismo valor (todas son causa
escenario coincide, además, con la de omisiones, en el Comentario al
de que, al menos parcialmente, esta del resultado en el mismo grado),
convicción extendida en la doctrina Art. 10 N° 12.
conexión es de carácter causal (la se habla también de la doctrina de
en cuanto a que no todos los tipos
impugnación más fuerte de este en- la equivalencia de las condiciones.
penales admiten una realización RESULTADO, CAUSALIDAD E IMPU-
tendimiento entre nosotros se debe Han adherido a ella DRAPKIN, 67 ss.,
por omisión impropia, sea porque TACIÓN OBJETIVA
a PIÑA, 2003, 515 ss., quien, sin especialmente 72 ss.; ORTIZ, Curso,
se sostiene que ello sólo es posible
embargo, al menos concede que el 61 s., 70 ss.; UBATUT I, 79 s.; No-
respecto de tipos puramente resul- El inciso tercero habla de un
legislador puede, para sus fines y en VOA, I, 277 ss., 285 ss.; POLITOFF /
tativos, esto es, tipos que se definen "mal" asociado al delito, lo que si bien
sus términos, incorporar la causali- GRISOLÍA / BUSTOS, 71; COUSIÑO, I,
exclusivamente en relación con un puede coincidir en muchos casos con
dad como exigencia de los tipos pe- 344 ss., especialmente 351 ss.; GA-
determinado resultado, siendo in- la conducta misma, sin duda abarca
nales, 516; al respecto HERNÁNDEZ, RRIDO, II, 81 ss.; VARCAS, 52; con
diferente para la Ley la modalidad también cualquier modificación del
2006, 8 ss.), lo que obliga a adoptar escepticismo POLITOFF / MATUS /
que adopte la conducta en el caso mundo exterior distinguible de ella,
un concepto de causa. No obstante RAMíREZ, PG, 175 ss. Por su parte,
concreto, como el homicidio, los identificable como su consecuencia
las abundantes referencias a distintas dentro de los márgenes de una va-
daños o, tal vez, algunas hipótesis y exigida por el tipo legal, esto es,
doctrinas causales-que se encuentran riante de la doctrina de la causa tí-
de lesiones (en esa linea, ETcHEBE- un resultado típico. Los delitos de
en la literatura chilena, son pocas las pica o de la relevancia típica, CURY,
RRY, I, 203; SALIM-HANNA, 81), sea resultado son minoría en el derecho
que realmente han tenido eco. 297 ss., acepta la tesis de la conditio
al menos porque se asume que en vigente (homicidios, lesiones, daños,
como criterio de conexión entre la
algunos casos la especial modalidad estafas), pero por su importancia
La doctrina causal que más conducta típica (definida por ex-
conductual exigida por el tipo se han gravitado enormemente en el
aceptación ha tenido en nuestro clusión, con especial consideración
opone a la equiparación entre ac- desarrollo de la teoría del delito. La
medio es la de la conditio sine qua del dolo del agente) y el resultado
ción y omisión (COUSIÑO, I, 550; determinación de si se está o no en
non, conforme a la cual causa es típico. La doctrina de la conditio ha
CURY, 683 s.; POLITOFF / MATUS / presencia de un delito de resultado
cualquier condición del resultado, sido acogida mayoritariamente tam-
RAMíREZ, PG, 199). es una cuestión interpretativa propia
entendiéndose por condición todo bién por la jurisprudencia (véanse
de la parte especial. Decisivo debe
hecho o circunstancia cuya ausencia los fallos citados por ETCHEBERRY,
El tipo de vínculo que debe dar- ser si es posible concebir la realiza-
-a través de un ejercicio désupre- DPJ, I, 133 ss., y ETCHEBERRY, DPJ,
se entre omisión y resultado típico ción íntegra de la conducta típica sin
sión mental hipotética- implique la IV; 32 ss.).
en los delitos de omisión impropia que al mismo tiempo se consume el
será abordado a propósito del trata- delito: si tal es el caso, entonces el ausencia del resultados Llevado esto
al plano de la relevancia causal de En una poslclOn discrepante,
miento general de la causalidad y la delito es de resultado.
imputación objetiva (infra), el dolo una conducta, si suprimida hipoté- en el campo de las llamadas doctri-
en las omisiones en el contexto del La cuestión principal que han ticamente la conducta el resultado se nas diferenciadoras (en oposición
tratamiento general del dolo (infra), suscitado los delitos de resultado es hubiera verificado de todos modos, a la doctrina generalizadora de la
el error de prohibición en las omi- la de la conexión qL1-e debe existir entonces la conducta no fue su cau- conditio) se debe mencionar a ET-
siones en el contexto de la revisión entre una conducta y una alteración sa; si, en cambio, el resultado hubie- CHEBERRY, 1, 187 s., quien adhiere
general del error de prohibición (in- del mundo exterior para que se pue- ra decaído, entonces la conducta fue a una variante de la doctrina de la
fra), en tanto que las causas de jus- da afirmar que esta última es el re- su condición y su causa. En la medi- adecuación o de la causa adecuada,
tificación y de exculpación respecto sultado típico de aquélla. da en que todas las condiciones tie- aunque sin identificarse con ella,
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ART.)O CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.)O

que él denomina de la previsibilidad mencionar el problema de las causas que precisamente se necesita probar, contra las consecuencias desmesura-
objetiva: una conducta será causa de reemplazo o de reserva; VARGAS, pues afirmar, por ejemplo, que el damente amplias a que conduce su
del resultado cuando al momento 55 resuelve el punto apelando a una balazo ha sido la causa de la muerte aplicación estricta, como es que, por
de su realización, sobre la base de "prohibición de regreso", aunque porque de no haber mediado aquél ejemplo, el fabricante del arma o los
la experiencia y de la ciencia, con- en rigor sugiere la irrelevancia de no se hubiese verificado ésta, supone padres del asesino causaron también
forme a un juicio objetivo (el del cursos causales hipotéticos), lo que, haber acreditado que efectivamente la muerte de la víctima del homi-
juez), era previsible el acaecimien- sin embargo, abre la posibilidad de el balazo causó la muerte (en eseisen- cidio (ETCHEBERRY, I, 190; CURY,
to del resultado (ETCHEBERRY, I, una aplicación acomodaticia de la tido ETCHEBERRY, 1, 190; ETCHEBE- 295; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
190 s.; y antes ETCHEBERRY, 1959, fórmula (crítico ETCHEBERRY, 1959, RRY, 1959, 186 s.; GARRIDO, II, 83; PG, 177). La respuesta de los par-
198 s.; también SEPÚLVEDA, 30 ss., 185). Algo equivalente ocurre en los NAQUIRA, 102; POLITOFF / MATUS tidarios de la doctrina de la conditio
34 s.). La jurisprudencia ha acogi- casos de doble causalidad, cuando / RAMÍREZ, PG, 177; HERNÁNDEZ, ha sido siempre que ésta tiene por
do ocasionalmente la doctrina de la concurre simultáneamente más de 2006, 15; VARGAS, 55), en tanto que única función determinar qué es
adecuación (véanse los fallos citados un factor que por sí sólo basta para el uso de definiciones contrafácticas causa de un resultado, no resolver
por ETCHEBERRY, DP], r, 11 s.). producir el resultado, como el caso de causalidad puede desviar la aten- sobre la responsabilidad penal por
de los sujetos que vierten por sepa- ción de las exigencias que impone dicho resultado, para lo cual deben
No obstante su gran aceptación, rado veneno en el vaso de la víctima, la comprobación de un curso causal ser decisivas consideraciones adicio-
la doctrina de la conditio presenta en dosis que por sí solas bastarían singular y centrarla en uno hipoté- nales a la causalidad. La causalidad,
dificultades de distinto tipo: para provocar la muerte. Para salvar tico, que nunca existió realmente, y se dice, sería un primer filtro de re-
la fórmula en este tipo de casos se respecto del cual, como es natural, levancia en la determinación de la
Desde un punto de vista ló- emplea la variante de que los facto- todo juicio es de base especulativa, qesponsabilidad. A la hora, sin em-
gico, la aplicación de su fórmula res que pueden suprimirse alterna- intuitiva y no empírica (al respecto bargo, de determinar cuáles serían
contrafáctica conduce a resultados tiva pero no cumulativamente sin referencias en HERNÁNDEZ, 2006, esas consideraciones adicionales, se
insostenibles cuando hay causas de que decaiga el resultado son todos 15). De ahí que, como alternativa o separan las aguas.
reemplazo o de reserva, como la en- condición de dicho resultado (GA- complemento de una fórmula que
fermedad o el pelotón de fusilamien- RRIDO, II, 83; POLITOFF / MATUS / sólo tiene cierto valor heurístico que Para un sector que fue muy ma-
to respecto del disparo al moribundo RAMÍREZ, PG, 177 s.; VARGAS, 54). no debe sobrevalorarse, haya tenido yoritario en otra época bastaba con
o al condenado a muerte. Como la Breves referencias al estado de la dis- alguna acogida la tesis de la condi- la consideración del dolo o de la cul-
práctica de la supresión mental hi- cusión en torno a la conditio en este ción ajustada a leyes (de la natura- pa del sujeto (si bien suelen aludir
potética en tales casos conduciría al plano, en HERNÁNDEZ, 2006, 14 s. leza), conforme a la cual la causa es también a la tipicidad y a la antiju-
resultado absurdo de que el que dis- aquella condición unida al resultado ridicidad, no esbozan sobre esa base
para no causa la muerte, se ha debi- Desde un punto de vista prác- a través de una cadena ininterrum- límites específicos para excluir la re-
do aclarar que el resultado relevante tico, la definición lógica de un pida de eslabones que responden a levancia jurídica de un nexo causal,
para los efectos del ejercicio es aquél concepto de causa no libera de la leyes causales (HERNÁNDEZ, 2006, de modo que el criterio de relevancia
"en su configuración concreta", esto comprobación de los presupuestos 15 con nota 38; VARGAS, 55 s.). se restringe en los hechos al dolo o la
es, en el momento y en la forma en fácticos de la misma, de modo que el culpa; tal es el caso de DRAPKIN, 72
que efectivamente acaeció (NOVOA, empleo de la fórmula de la conditio Por último, la crítica clásica con- s.; ORTIZ Mtncoz, Curso, 83 ss.; LA-
r, 279; COUSIÑO, l, 355, ambos sin no sólo supone tener ya probado lo tra la doctrina de la conditio apunta BATUT, t, 80; NOVOA, l, 278 s., 288;
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

COUSIÑO, 1, 358 ss.). Contra esto se que quedan descartados los antece- risprudencia no dudaba en conde- seguir otra, igualmente determina-
ha hecho valer que en algunos casos dentes y consecuencias extraordi- nar sólo por homicidio frustrado (o da, de un modo necesario y natural"
podrá haber dolo o culpa, sin que narios (extratípicos) no dominados simplemente por lesiones, como se (DRAPKIN, 38) y que sin duda aludía a
por eso parezca menos descabella- por el agente ... La delimitación de puede ver en la jurisprudencia más las llamadas concausas. En efecto, en
do imputarle el resultado al sujeto lo que queda comprendido en la ac- antigua) en casos en que el dolo del su inciso segundo N° 2 el Art. 126
(CURY, 295), lo que conduce a una ción típica es, pues, una valoración agente que causaba la muerte de la CPP 1906 mandaba a los médicos
discusión sobre los alcances del con- jurídica hecha sobre la base de la ex- víctima era evidente, a condición de que practicaran una autopsia que es-
cepto de dolo y la distinción entre periencia" (65). que la concausa haya sido extraña a pecificaran, en caso de lesiones resul-
"querer" la realización típica y sim- la conducta del sujeto, relativamen- tado de algún acto de tercero, si "la
plemente "desearla". Se critica, por Estas últimas reflexiones, que te imprevisible y no conocida por muerte ha sido la consecuencia nece-
último, que el filtro subjetivo no es inauguran en Chile (1971) el enfo- éste (SCA Concepción, GT 1947-1, saria de tal acto, o si han contribuido
aplicable respecto de delitos califi- que propio de lo que en la actualidad N° 65, 409; SCA Santiago, GT a ella alguna.particularidad inherente
cados por el resultado (CURY, 295), se conoce como imputación objeti- 1947-Il, N° 69, 394; SCA Santia- a la persona, o un estado especial de
aunque parece excesivo reprocharle va del resultado, se enmarcaban en go, GT 1948-1, N° 56, 310; SCA la misma, o circunstancias accidenta-
especialmente a una doctrina causal el contexto del estudio tradicional Talca, GT 1931-Il, N° 107, 500; les, o en general cualquiera otra causa
que no "corrija" una forma de tipifi- de las llamadas "concausas" (más es- SCA Santiago RCP T. VI, 341; ayudada eficazmente por el acto del
caciónque vulnera manifiestamente pecíficamente, del llamado "homi- RCP T. X, 63; RD] T. LX, 2-4, tercero". Para algunos esta distin-
el principio de culpabilidad. cidio concausal"), esto es, de condi- 77; al respecto, en el contexto del ., entre causa y "ayuda eficaz" a 1a
cron
ciones preexistentes, concomitantes homicidio, véase LABATuT Il, 163; misma al menos volvía a la doctrina
Otros, en cambio, van enten- o sobrevinientes que interferirían en GARRIDO, 1994, 53 ss.; véanse tam- de la conditio incompatible con la
diendo crecientemente que la rele- la relación entre conducta y resulta- bién las sentencias citadas por ET- Ley chilena (ETcHEBERRY, 1, 195 s.,
vancia jurídica del nexo causal debe do, provocando éste con cierta pre- CHEBERRY, DP], 1, 120 ss.). con razones adicionales). Algunos fa-
determinarse antes, en el plano ob- ponderancia sobre aquélla. Mien- llos relativamente antiguos sugieren
jetivo, a partir de una valoración so- tras la tesis doctrinaria dominante a En apoyo de la jurisprudencia efectiva adhesión a esta doctrina de
cial de la misma. En este punto tien- la fecha declaraba que las concausas parecía venir el antiguo Art. 126 la causa necesaria (véase la jurispru-
den a coincidir con los partidarios no podían afectar el carácter causal CPP 1906 (originalmente Art.147), dencia citada por COUSIÑO, 1, 365
de las tesis individualizadoras, aun- de la conducta del sujeto, sin per- que si bien, según opinión domi- con nota al pie N° 660).
que reconociendo que con ello no juicio de que éste en definitiva no nante, no consagraba ningún con-
están hablando de causalidad, sino fuera responsable por el resultado cepto de causalidad (DRAPKIN, 41 y Es posible que se pudiera arribar
de criterios normativos de tipicidad causado por falta de dolo o culpa ss.; WATUT, 1, 81; Novox, 1, 288; a la misma conclusión argumentan-
(tal es el caso de POLITOFF I GRIS OLÍA (SEPÚLVEDA, 32; DRAPKIN, 106; muy ETCHEBERRY,I, 196; CURY, 297; GA- do en el plano subjetivo con la falta
I BUSTOS, 65). De este modo sólo se claros ORTIZ MUÑoz, Curso, 71 ss., RRIDO, 1994, 50; NAQUlRA, 107), de dolo por error de tipo, concre-
consideran típicas ciertas acciones, 82 s.; YCOUSIÑO, 1, 359; menos cla- con su referencia a las "consecuencias tamente, por una discrepancia rele-
no todas las susceptibles de conec- ro LABATuT, 1, 80, Y contradictorio necesarias" de un acto dio pie para la vante entre el curso causal previsto
tarse causalmente con el resultado además con 129 y LABATuT, Il, 163: llamada doctrina de la causa necesa- y el curso causal real ("error sobre el
(64). Se trata siempre de "delimitar en algunos casos la concausa puede ria, conforme a la cual "causa es una curso causal", infra). Sin embargo,
el-ámbito de la acción típica, de la "interrumpir" el nexo causal), la ju- situación determinada a la que debe el domicilio dogmático en el que
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ART. lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. lo

se ha tematizada el asunto en Chile extraordinarias que no son de las que confianza, prohibición de retroceso, crear un riesgo prohibido (jurídi-
en los últimos años no ha sido ése, la experiencia común señala como etc.) yen otras latitudes se ha discu- camente desaprobado o típicamen-
sino el del tipo objetivo. Lo que en acompañantes normales de una ac- tido intensamente sobre la pertinen- te relevante) de producción de un
un comienzo era interrupción del ción determinada" (POLITOFF / GRI- cia de aplicar dichos conceptos a los resultado típico. En ,,términos po-
nexo causal por una concausa dio SOLÍA / Busros, 64; también GARRI- delitos dolosos, sin perjuicio de lo sitivos, la creación de un riesgo en
paso, como se dijo, a un conjunto DO, II, 82, Y su ejemplo del herido cual, al parecer, primaría en Chile la cuanto tal se verifica de la mano de
de criterios normativos para enjui- que muere camino al hospital en visión de que se trata de un examen los criterios que en su momento
ciar la relevancia típica de un nexo un accidente de tránsito, aunque lo de relevancia común tanto a delitos desarrollara la doctrina de la cau-
causal ya constatado de acuerdo con menciona impropiamente como un como a cuasidelitos. Como se sabe, salidad adecuada ("pronóstico ob-
la doctrina de la conditio. Se empieza caso de prohibición de retroceso). la denominación "imputación ob- jetivo posterior"): crea un riesgo de
a hablar así de una "prohibición de jetiva" ya no se emplea sólo como resultado la conducta respecto de
retroceso", entendida como laprohi- Estos desarrollos encuentran una cuestión atingente a la relación la cual, apreciada en perspectiva ex
bición de retroceder en la búsqueda amplia acogida en la doctrina de la entre conducta y resultado, sino que ante por un observador promedio,
de responsabilidad hasta condiciones imputación objetiva del resultado, aspira, para bien o para mal, a con- razonable y prudente, sobre la base
previas (concretamente la conducta que empieza a difundirse en nues- vertirse en una teoría general de la de la experiencia general y teniendo
del sujeto) ajenas al concreto contex- tro medio a partir de la década de relevancia típica. A continuación se en cuenta las circunstancias cono-
to de la situación en que se produjo 1990 y que en la actualidad consti- expondrá, a la luz de las tomas de cidas y cognoscibles de la situación
el resultado (cfr. POLITOFF / GRISOLÍA tuye la aproximación dominante al posición existentes entre nosotros, concreta, también los llamados co-
/ Bustos, 64, quienes si bien propo- problema del vínculo entre conduc- la cuestión original referida a la re- nocimientos especiales del autor, se
nen el caso indiscutido de la víctima ta y resultado. En su recepción ini- levancia del nexo causal, para luego puede prever razonablemente que se
que termina suicidándose, se cuidan cial y más extendida, la imputación abordar el estado de las opiniones siga la producción del resultado (así
de no explicitar la nota subjetiva ca- objetiva del resultado no sustituye respecto de las nuevas pretensiones NAQUIRA, 109, 104; véase también
racterística de la versión original de el examen de causalidad, sino que de la imputación objetiva. POLITOFF, 210, 205; Y REYES, 62).
la fórmula, como es que lo que no valora el nexo causal previamente De este modo se niega la relevancia
se puede traspasar en la búsqueda comprobado (para algunos lo com- En lo fundamental, la imputa- objetiva de la conducta en los ejem-
retrospectiva de responsabilidad es plementa o corrige) y le atribuye re- ción objetiva del resultado supone plos clásicos del que envía a otro a
la intervención libre y consciente de levancia típica (o no) desde el pun- que la conducta en cuestión haya dar un paseo al bosque en noche de
un tercero, (cfr. NOVOA, I, 287), tal to de vista de los fines del derecho creado un riesgo prohibido y que tormenta eléctrica o le regala un bo-
vez para evitar la crítica de mezclar penal (cfr. GARRIDO, II, 88; CURY, este riesgo se realice precisamente en leto aéreo con el propósito de que
lo objetivo con lo subjetivo, (cfr. 300; ETCHEBERRY, I, 197; NAQUlRA, el resultado. De esta idea central flu- muera por un rayo o por la caída
COUSIÑO, I, 358; todavía GARRIDO, 108; POLITOFF, 209; POLITOFF / MA- yen dos grupos de exigencias, uno del avión, entre otros similares (GA-
1994, 53), crítica en todo caso im- TUS / RAMÍREZ, PG, 178 s.; VARGAS, dirigido a la conducta y el otro al RRIDO, II, 90; NAQUIRA, 105, sólo a
pertinente porque lo subjetivo en un 62). Muchos de los conceptos que se resultado mismo: propósito de la doctrina de la ade-
tercero es dato objetivo para la res- emplean en este contexto ya habían cuación; VARGAS, 64; en términos
ponsabilidad del sujeto en cuestión), sido desarrollados, especialmente en En lo que concierne a la con- equívocos POLITOFF, 211; POLITOFF
así como se tiende a excluir "las con- la dogmática de los delitos culpo- ducta (la también llamada impu- / MATUS / RAMÍREZ, PG, 180; YRE-
diciones sobrevinientes, de tal manera sos (riesgo permitido, principio de tación de la conducta), ésta debe YES, 65, cuando afirman que la im-
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

putación objetiva decae por falta de mientas especiales que hubiera po- de muerte). En cambio, si el acusa- GAS, 66, 88; REYES, 67). Se acepta
materialización de la clase de riesgo seído el sujeto, lo que si bien parece do hubiera conocido la enfermedad, entonces la creación de tales riesgos,
prohibido, que atinge a un estadio conciliable con el carácter "objetivo" probablemente para ambos puntos en la medida en que se mantengan
posterior de análisis, cuando en rigor de la imputación objetiva (el cono- de vista hubiera habido un homici- dentro de ciertos límites que se ex-
simplemente no se ha creado ningún cimiento no se analiza todavía desde dio doloso. presan, por lo general, en las regla-
riesgo). Se ha discutido si esta fór- la perspectiva de la imputación sub- mentaciones que rigen en cada acti-
mula puede conducir a la atipicidad, jetiva, sino sólo como dato para un El riesgo relevante es el prohi- vidad (BUSTOS, 1995, 67; GARRIDO,
por ejemplo, del que dispara a otro examen objetivo de la situación de bido o jurídicamente desaprobado. II, 89 s.; POLITOFF, 211; más clara-
desde muy larga distancia, con posi- riesgo), no deja de generar dudas en No es el caso del riesgo permitido, mente VARGAS, 66). Puntualmente,
bilidades apenas remotas de alcanzar cuanto a su efectiva diferencia con el afirmación sin duda tautológica, a la superación de dichos límites se
su objetivo. Entre nosotros al parecer dolo y, en último término, sobre las pero con la que se quiere indicar le ha dado el nombre de "aumento
la única toma de posición es en sen- posibilidades del filtro que represen- que hay ámbitos de actividad en los del riesgo" (GARRIDO, II, 90), lo que
tido negativo (NAQUIRA, 111 s.), pri- ta la imputación objetiva (sobre los que es perfectamente posible apre- puede llevar a confundir este punto
mero sugiriendo que, a diferencia de límites de la pretensión de pura ob- ciar la creación de riesgos relevantes completamente pacífico con la muy
lo que ocurriría con el obsequio del jetividad, ROJAS, 244 ss.). Es intere- de acuerdo con la fórmula recién es- polémica doctrina del "incremento
boleto, aquí tal vez sí podría haber sante ver cómo se resolvió el caso que bozada, no obstante lo cual porra- del riesgo" (infta), cuyo posible ám-
un mínimo control sobre el curso parece extraído de manual resuelto zones de conveniencia (o al menos bito de aplicación se ubica en el si-
causal, posible argumento que, sin por la Corte Marcial en Contra José de tolerancia) social no se les con- guiente nivel de análisis (exigencias
embargo, cede en seguida en favor Miguel Cano Jurado (1955): en el siderará típicos. Tal es el caso, por al resultado). Debe reconocerse que
del peso del dolo directo, lo que, por contexto de una reyerta, el imputado ejemplo, del tráfico rodado, de las la delimitación entre una conducta
lo demás, no es inusual en el debate le propina una bofetada en la boca a intervenciones quirúrgicas, del de- que simplemente no crea un riesgo
comparado. Al respecto cabría consi- la víctima, provocándole un peque- sarrollo de la industria farmacéutica y aquélla que crea uno permitido
derar como alternativa, para resolver ño sangramiento, que, sin embargo, o de las faenas industriales en gene- puede ser sutil y '€lependerá de la
en el mismo sentido pero en el plano resultó mortal por la falta de coa- ral o de ciertas prácticas deportivas mayor o menor capacidad lesiva que
objetivo, que más que la presencia o gulación debida a la hemofilia que y recreacionales, actividades que co- se le atribuya a la actividad en cues-
ausencia de dolo directo lo decisivo padecía y que era desconocida para nocidamente generan riesgos de re- tión, como lo muestra, por ejemplo,
es el empleo de un método general- el acusado. El tribunal consideró la sultados típicos (muertes o lesiones que CURY, 301, ubique el ejemplo
mente idóneo para la producción bofetada como causa de la muerte, por accidente, efectos secundarios, del sobrino que obsequia un bole-
del resultado y que sólo en virtud pero sólo condenó por lesiones leves etc.), pero sin las cuales probable- to aéreo a su tío en el plano de un
de las circunstancias concretas del por ausencia de dolo respecto de ese mente no podría desenvolverse la riesgo efectivamente creado, aunque
caso sus posibilidades de éxito pare- resultado (citado por ETCHEBERRY, vida social o al menos no en los tér- permitido; con todo, la discrepancia
cen insignificantes, pero de ningún DPJ, 1, 133, 277 s.). Conforme a minos actuales (NOVOA, 1, 511: "ac- en casos puntuales carece de conse-
modo inexistentes, diferencia que la doctrina de la imputación objeti- tividades socialmente útiles"; CURY, cuencias prácticas. Se puede discutir
justificaría normativamente un ré- va el resultado sería el mismo, pero 340; COUSIÑO, 1, 826 ss.; GARRIDO, si el riesgo permitido no es, en rigor,
gimen diferente. Como se ha dicho, por negación de la imputación obje- II, 89, 217 s.; NAQUIRA, 110 s., una causa de justificación o un con-
en el "pronóstico objetivo posterior" tiva de la muerte a la bofetada (por quien habla de creación de riesgos junto de hipótesis que se expresan,
se consideran también los conoci- no creación de un riesgo prohibido de necesaria utilidad social; VAR- sobre la base de sus respectivas re-
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ART. lo CÓDlGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. lo

gulaciones, en la causa de ejercicio las llamas que consumen la casa lo nos vitales, desangramiento, etc., se produce en el mismo, de modo
legítimo de un derecho del Art. 10 lanza por la ventana hacia la calle, de modo que si la víctima muere que si la muerte se produce en esas
N° 10 (ver infta), aunque el efecto ocasionándole diversas fracturas. En precisamente a consecuencia de la circunstancias no le será imputable
legitimador de ámbitos completos esta hipótesis habría que afirmar la perforación o destrucción de órga- a la conducta, por mucho que ésta
de actividad en su desarrollo normal imputación objetiva de las lesiones nos vitales provocada por el disparo, haya creado un riesgo significativo
sugiere en efecto exclusión de su ti- a la conducta, sin perjuicio de que entonces el resultado es realización de muerte. La importancia de una
picidad. se reconozca una causa de justifica- del riesgo prohibido creado por la determinación cuidadosa del tipo o
ción. Las dudas respecto del dolo en conducta y debe, en consecuencia, clase de resultados y de cursos cau-
Por último, no importaría este último caso, pero también en imputársele a ella. Pero éste no es sales que razonablemente se corres-
creación de un riesgo prohibido la casos de genuina disminución del siempre el caso. ponde con un cierto tipo o clase de
disminución del mismo, que se da riesgo (cfr. CURY, 301; NAQUIRA, riesgo es evidente. La imputación
cuando la conducta desplaza par- 110) no parecen atendibles, no al La constelación básica en que del resultado no se excluye simple-
cialmente el curso causal lesivo, menos desde el punto de vista do- no se cumple el requisito es aquélla mente porque éste no haya sido el
evitando una lesión mayor, pero minante que sostiene el concepto de en que el resultado concreto no es resultado más obvio o habitual o
no toda lesión. Desde un punto de dolo neutro (al respecto, infta). materialización del tipo o clase de no se haya arribado a él del modd
vista causal, la conducta ha causado riesgo creado por la conducta (Bus- más obvio o habitual, sino sólo por-
la lesión efectivamente producida, En lo que concierne ahora al re- TOS, 1995, 79; NAQUIRA, 113 s.; que es un resultado (o porque se
pero se considera valorativamente sultado (la llamada imputación del POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, ha producido al cabo de un curso
absurdo imputársela a quien de ese resultado), debe verificarse que éste 179; CURY, 302 s.; GARRIDO, II, causal) que no se corresponde ra-
modo evitó la lesión mayor. El ejem- constituye (una) realización, con- 92 s., bajo la denominación "prin- zonablemente con el tipo o clase de
plo clásico es el del que, para evitar creción o materialización del riesgo cipio de adecuación"). Si riesgo es resultados o cursos causales propios
que el ladrillo caiga en la cabeza del prohibido creado por la conducta pronóstico de resultado lesivo (y de un determinado riesgo. Así, por
peatón, lo empuja y logra que sólo (NAQUIRA, 112; REYEs, 68), es decir, del curso causal que conduce a él), ejemplo, entre los riesgos que crea
le caiga en el hombro (GARRIDO, II, debe verificarse ahora ex post que el cada riesgo está asociado a cierto un disparo a quemarropa se cuentan
90 s.; CURY, 300 s.; BUSTOS, 1995, resultado en su configuración con- tipo o clase de resultados y a cierto también, al menos en principio, el
66; NAQUIRA, 110; POLITOFF, 211; creta (esto es, incluyendo el curso tipo o clase de cursos causales inhe- de morir por negligencia médica en
POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, causal concreto que condujo a él) rentes a él, en el sentido de ser ra- la operación de emergencia a que se
180; VARGAS, 65; REYEs, 63). De- se corresponde efectivamente con el zonablemente previsibles conforme debe ser sometido (en ese sentido,
bería aclararse, sin embargo, que riesgo creado ex ante, que existe una a la experiencia general. Volviendo POLITOFF, 210 YPOLITOFF / MATUS /
el criterio sólo se aplica en caso de verdadera "relación de riesgo" entre al ejemplo del disparo a quemarro- RAMfREZ, PG, 179), el de morir por
disminución de un riesgo determi- conducta y resultado (VARGAS, 68). pa, se decía que éste creaba el riesgo falta de atención médica (otra opi-
nado, no del reemplazo de éste por Esto será probablemente lo nor- prohibido de morir a consecuencia nión en este punto específico, VAR-
otro de consecuencias menos graves mal: el que le dispara a quemarropa de la perforación o destrucción de GAS, 68) o aun el de morir por una
(implícito al menos en la explica- a otro crea el riesgo prohibido de órganos vitales, etc., pero, desde infección intrahospitalaria, pues se
ción de VARGAS, 65; incorrecto, sin muerte de la víctima a consecuen- luego, no el riesgo de morir en un trata de riesgos que conforme a la
embargo, REYEs, 64), como en el del cia de, entre otras posibilidades, la accidente automovilístico camino al experiencia general son inheren-
bombero que para salvar al niño de perforación o destrucción de órga- hospital o en el incendio que luego tes a la contingencia de ser herido
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C6DIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°
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gravemente. El desarrollo detallado del resultado a la conducta del ciclis- LICH, 2004, 276 ss.), aquí se prefiere culpa). Por otro lado, evidentemente
de estas ideas básicas se encuentra ta de atrás, ésta se niega aduciendo presentar la cuestión de la contribu- nadie duda de la imputación cuando
pendiente en nuestra literatura. Los que el fin de protección de la norma ción de la víctima a su eventual le- existe certeza de que el resultado no
resultados prácticos probablemente que ordena conducir con luces en la sión bajo el concepto de "ámbito de se hubiera producido si se hubiera
coincidan con los que se obtenían noche es, en efecto, evitar acciden- imputación a la víctima" Unfta). actuado correctamente. La cuestión
en el tratamiento jurisprudencial de tes carreteros, pero específicamente debatida es, entonces, cómo se debe
las llamadas concausas. accidentes que son consecuencia Por último, se discute si puede proceder cuando no existe certeza ni
de que el conductor no pueda ver tener influencia en la imputación del en un sentido ni en otro. Mientras
Si bien algunos autores no lo los obstáculos del camino o que los resultado la consideración de cursos para algunos basta con la posibili-
distinguen del análisis por tipo o otros conductores no lo puedan ver causales hipotéticos, no obstante dad de que el resultado se hubiera
clase de riesgo que se acaba de es- a él, no accidentes derivados de que que en general se niega su relevan- podido evitar de haberse observa-
bozar (NAQUIRA, 112 ss.; CURY, 302 otros conductores no se vean entre cia y sólo se presta atención al resul- do un comportamiento correcto
s.), es posible que el recurso allla- sí (CURY, 302; BUSTOS, 1995, 68; tado en su concreta configuración para afirmar la imputación obje-
mado fin o esfera de protección de NAQUIRA, 113; VARGAS, 68; REYES, (recuérdese el tratamiento de las lla- tiva (explícitamente, GARRIDO, Il,
la norma sólo sea indispensable en 71 s.). Los límites son en todo caso madas causas de reemplazo o de re- 221; aparentemente NAQUIRA, 116
casos en que, conforme al examen fluidos, como lo muestra también la serva, supra). Con todo, ha suscitado s., sin pronunciarse en cambio en
precedente, pueda ser dudoso si el discusión comparada. dudas una variante específica de los 183 s.; COUSIÑO, 1, 856 s. con nota
resultado o curso causal concreto mismos, el llamado comportamien- N° 1777, si bien en 870 concluye
se corresponde o no con el riesgo, Bajo el rótulo de "alcance del to alternativo ajustado a deber o a sin pronunciarse sobre la incerti-
no tanto porque el mero pronóstico tipo" y a partir de la atipicidad de derecho, esto es, la hipótesis sobre dumbre: se debe "establecer si dicho
de resultado lo sea, sino por razones la inducción y del auxilio al suicidio qué hubiera ocurrido si el sujeto que resultado se habría producido de to-
normativas (básicamente, referidas a en el derecho alemán, un sector de se ha comportado indebidamente (y das maneras, aun en el supuesto de
la delimitación de esferas de respon- la literatura alemana ha tematizada con ello ha creado un riesgo prohibi- obrar conforme al deber"; y BUSTOS,
sabilidad) que parecen oponerse a la como un problema de imputación do de resultado) se hubiera compor- 1995, 79 s. con nota N° 54, si bien
imputación del resultado. Se trataría objetiva del resultado situaciones de tado correctamente. Al respecto, pa- los términos de la referencia a GA-
de un criterio para precisar normati- cooperación en una autopuesta en rece haber acuerdo en cuanto a que RRIDO generan cierta confusión; era
vamente el tipo o clase de riesgo con peligro y de heteropuesta en peligro la imputación del resultado debe de- en todo caso más reticente antes en
el que debe corresponderse el resul- con conciencia del mismo por par- caer cuando con seguridad (probabi- BUSTOS, 1967, 75 s.; no se pronuncia
tado. Es lo que sugiere el ejemplo te del titular del bien jurídico. En lidad rayana en la certeza) el resul- REYES, 73 s.), otros se manifiestan en
clásico de los ciclistas que se despla- parte esa discusión ha sido recibida tado se hubiera producido de igual contra (CURY, 302; VARGAS, 2008,
zan de noche sin luces, a consecuen- entre nosotros (REYES, 74 ss.), pero modo con una conducta correcta 244, criticando la SCS de 20 de no-
cia de lo cual el que va adelante co- en la medida en que se basa en una (NAQUIRA, 116; GARRIDO, Il, 220 s.; viembre de 2007 [N° LegalPublis-
lisiona de frente con otro vehículo y situación legal no comparable (en BUSTOS, 1995, 79 s.; POLITOFF / MA- hing: 37774], que confirma un fallo
muere, lo que no hubiera ocurrido si Chile rige el Art. 393) y que sugiere TUS / RAMfREZ, PG, 286, quienes, si del TOP de Arica que resuelve "que
al menos el ciclista de atrás hubiera más bien la delimitación de ámbitos bien tratan el asunto a propósito de no se requiere certeza del resultado si
llevado las luces encendidas. Cuan- de responsabilidad antes que la im- la imputación objetiva en los delitos la imprudencia aumenta el riesgo",
do se plantea la posible imputación putación de resultados (cfr. MAÑA- culposos, sugieren exclusión de la lo que, a su juicio, "no significa que
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ART.lo C6DIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.lo

el resultado sea necesariamente con- deber. Con todo, la Corte Suprema En lo que concierne ahora a la Tanto desde la perspectiva <fel
creción de ese riesgo y no de otro"), parece adoptar la doctrina del incre- relación que debe existir entre omi- comportamiento alternativo a deber
si bien específicamente a propósito mento del riesgo en un caso en que sión y resultado típico en los delitos como de la imputación del resulta-
de su rechazo a la doctrina del in- un sujeto que conducía su vehículo impropios de omisión, la opinión do en las omisiones es relevante la
cremento del riesgo (o también lla- con el sistema de frenos en mal esta- ampliamente mayoritaria (con ex- SCS de 28 de enero de 1999 (Cita
mada, impropiamente, "aumento do atropella y da muerte a un niño cepción de COUSIÑO, 1, 382, 392, Microjuris: MJJ1019), que versa
del riesgo permitido", cfr. CURY, que cruza intempestivamente la cal- quien, sin embargo, arriba a resul- sobre el médico de turno que no se
301; NAQUIRA, 115; en circunstan- zada, planteándose la duda sobre si tados equivalentes de la mano de su encuentra en el recinto hospitalario,
cias que lo que se crea o aumenta es, el resultado se hubiera producido de concepción lógica de la causalidad) sino que atiende por teléfono y que,
sin duda, un riesgo prohibido) que, todos modos con un sistema de fre- entiende que no es posible hablar requerida su presencia por los pa-
como se sabe, favorece la imputa- nos en buenas condiciones. Contra de un genuino nexo de causalidad, dres del paciente (niño de dos años),
ción objetiva aun en caso de incer- el parecer de la Corte de Antofagas- sino, a lo más, de una "causalidad intranquilos porque el tratamiento
tidumbre, considerando suficiente ta, para la Corte Suprema bastó para hipotética' como filtro de relevancia prescrito no parece dar resultado al-
que el agente con su conducta haya afirmar la imputación objetiva (en y criterio normativo de atribución, guno, no asiste al centro ni revisa al
incrementado el riesgo de lesión. No rigor: la culpa) la circunstancia de en términos de que si agregada hi- niño cuando sus padres lo llevan a
es evidente, en todo caso, que la opi- conducir con frenos en mal estado en potéticamente la actividad debida su casa. El niño muere algunas ho-
nión favorable a la imputación obje- el radio urbano, por el "incremento el resultado, con una probabili- ras después, en circunstancias que
tiva en estos casos adhiera realmente del riesgo permitido por el derecho" dad rayana en la certeza, se hubie- probablemente se hubiera podido
a la doctrina del incremento del ries- que representaba (SCS de 12 de no- ra producido de todos modos, no evitar ese desenlace con diagnóstico
go (así, por ejemplo, COUSIÑO 1, 862 viembre de 2003, considerando 2 0 se puede imputar dicho resultado oportuno. La Corte califica los he-
s. es explícitamente contrario a ella; de la sentencia de reemplazo). Más a la omisión (BUSTOS / FLISfISCH / chos como cuasidelito de homicidio
parece compartirla en cambio NA- aún, en un obiter dictum llega in- POLITOFF, 173; LABATUT, 1, 81; No- por omisión (sugiere incluso la posi-
QUIRA, 116 s.), pues parece compa- cluso a decir que lo mismo habría VOA, 1, 292; NOVOA, 1984, 163 ss.; bilidad de dolo eventual), y declara,
tible con una postura que se limite a de regir aunque constara que el ac- NOVOA, 1987, 101 s.; GARRIDO, II, respecto del grado de certeza nece-
recordar que no es posible exigir cer- cidente de todos modos se hubiera 247; POLITOFF, 215 s.; POLITOFF / sario para imputarle el resultado a
tezas ahí donde no las puede haber producido en caso de haber estado MATUS / RAMÍREZ, PG, 181; VAR- la falta de asistencia, lo siguiente:
(contextualmente la afirmación de los frenos en buen estado, "pues esta GAS, 34; en principio CURY, 684 s., "se ha establecido, y sobre la base
GARRIDO, II, 221 puede entenderse clase de razonamientos basados en si bien sugiere luego la suficiencia de diversos informes especializados,
en ese sentido), sin que sea claro que hipótesis no pueden alterar la reali- de la posición de garante; aunque que la muerte del menor era, razo-
sus partidarios estén de acuerdo en dad del exceso de riesgo creado por escéptico, también ETCHEBERRY, 1, nablemente, evitable. La posibilidad
imputar objetivamente el resultado el autor del hecho imprudente", con 202 s., parece terminar aceptando de que hubiese muerto aun en caso
cuando en la especie se dan circuns- lo cual va mucho más allá de lo que una fundamentación normativa del de un tratamiento médico oportu-
tancias particulares que le dan plau- indica la doctrina del incremento castigo). En lo demás se aplican cum no y diligente no exime al médico
sibilidad (esto es, más allá de meras del riesgo y asume una tesis radical y grano salis los conceptos de la impu- negligente de sus responsabilidades.
dudas teóricas que son inevitables) marginal en la discusión comparada tación objetiva (GARRIDO, II, 248; Sobre esta especie de sempiterna in-
a la hipótesis de la inutilidad pun- (véase comentario crítico de Cox, POLITOFF, 216 s.; POLITOFF l. MATus certeza sobre el futuro del paciente
tual del comportamiento ajustado a 230 ss.). / RAMÍREZ, PG, 181 s.) desatendido, nunca podría afirmar-
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ART.1° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.1 o

se la negligencia médica y casos tan ral, VAN WEEZEL, 2008 e, 41 ss.; de riesgo permitido; BUSTOS, 1995, ella. Conforme a la formulación
groseros como éste deberían ser im- MAÑALICH, 2005, 393; PIÑA, 2005 67; FERNÁNDEZ, 2002, 115 ss.; VAR- más divulgada, no puede imputarse
punes sólo por falta de certeza so- a, 347 ss.; REYES, 92 ss.). Este des- GAS, 86; VARGAS, 2010 a, 118 ss.; responsabilidad a quien se ha limi-
bre el futuro. El derecho no es una plazamiento en el foco de interés ha ROSAS, 22 ss.; PIÑA, 2005 a, 377 ss.; tado a realizar una conducta con-
ciencia exacta, sino una que se basa incidido en la recepción en nuestro PIÑA, 2005 b, 55 s.; REYES, 110 ss.). forme a rol, sin instrumentalización
en lo razonable y en lo que es justo ... medio de criterios limitadores de la Ejemplo estándar es el del cirujano del mismo para fines delictivos, con
y, razonablemente, puede pensarse relevancia penal de la conducta, es- que puede confiar en que el personal independencia del conocimiento
que la muerte del menor pudo ha- pecíficamente por la vía de la delimi- competente ha desinfectado correc- que tenga al respecto (PIÑA, 2005
berse evitado en caso de un actuar tación de ámbitos de competencia tamente el material quirúrgico antes a, 362 ss.; REYES, 132 ss.), como se-
diligente. No se pida demostracio- o responsabilidad, entre los que se de la operación, o el del conductor ría, por ejemplo, el del taxista que
nes irrefutables en el campo de la cuentan el principio de confianza, la que puede pasar sin detenerse por se limita a prestar el mismo servicio
causalidad cuando se sancionan las (nueva) prohibición de regreso o de un cruce cuando tiene luz verde en de transporte que ofrece y presta a
omisiones, porque ello escapa de la retroceso y el ámbito de imputación el semáforo, pues puede confiar en cualquier posible pasajero, con lo
ciencia del derecho, que juzga no a la víctima. Se trata en general de que los conductores que tienen luz cual, sin embargo, contribuye obje-
con la precisión de las ciencias lla- criterios de relevancia que ya habían roja la respetarán. El principio re- tivamente a la comisión de delitos
madas exactas, sino con el sentido sido desarrollados en el contexto de conoce como límites la situación en y tiene casualmente conocimiento
común y la razonabilidad que en los delitos culposos (de ahí que se que las circunstancias concretas im- de ello. Se trata probablemente de la
la conducta del juzgado se echó de cite a autores que no compartieron piden seguir confiando, como es el institución más polémica y resistida
menos y que pudo haber significa- ni necesariamente compartan este caso en que consta o hay indicios de de la actual teoría de la imputación
do, de estar presente, la vida de un desplazamiento), pero que ahora re- un comportamiento incorrecto por objetiva y, en rigor, no ha sido real-
niño" (considerando 2 0 ) . claman -no sin resistencia puntual- parte de otros (CURY, 338; REYES, mente objeto de discusión en Chile.
vigencia general. Se habla también 121 s.; PIÑA, 2005 a, 386; y PIÑA, A diferencia de las' otras institucio-
Hasta aquí la presentación de de riesgo permitido, concepto que, 2005 b, 57 s., restringiendo sin em- nes en comento, parece improbable
la doctrina de la imputación obje- sin embargo, ya ha sido presentado bargo el límite a los casos en que se su aceptación jurisprudencial.
tiva en nuestro medio, entendida, (supra). tiene posición de garante), o el de
conforme a su formulación original, personas respecto de las cuales no se El llamado ámbito de imputa-
como imputación objetiva del resul- Conforme al llamado princi- puede contar con la corrección de su ción a la víctima se deriva del prin-
tado. En la actualidad, sin embargo, pio de confianza, los sujetos pueden comportamiento por razones cons- cipio de autorresponsabilidad, esto
el interés parece haberse desplazado contar con que el resto se compor- titucionales, de incapacidad (CURY, es, del principio conforme al cual
desde la conexión entre conducta tará correctamente, de modo que no 337 s.; REYES, 123 s.). cada uno es responsable sólo de sus
y resultado hacia los presupuestos le son imputables las consecuencias propios actos y no de los actos de
de la tipicidad de la conducta en indeseables de su conducta que se En su versión actual, la prohi- terceros, lo que en su dimensión
cuanto tal, con independencia de su basan exclusivamente en la defrau- bición de regreso o de retroceso es positiva implica que en principio
posible conexión con un resultado, dación de dicha confianza (ETCHE- un criterio para desvincular obje- es uno y no el resto el responsable
con lo cual la imputación objetiva BERRY, 1, 317; CURY, 1978-1981, tivamente una conducta de la rea- de sus propios actos. A partir de
pasa a ser una doctrina pertinente 104 s.; CURY, 337 s.; GARRIDO, II, lización de un hecho delictivo por esta premisa fundamental, en casos
para todo tipo de delitos (en gene- 218, si bien bajo el concepto general parte de otro que se aprovecha de en que la víctima ha contribuido
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo

conjuntamente con un tercero a la 1999 Y la SCS de 5 de octubre de de ese bien jurídico, los siguientes: DO, II, 96, 98; NAQUIRA, 123; Po-
puesta en peligro del bien jurídico 1992, donde se prescinde del factor que la actividad permanezca en el LITOFF, 342; POLITOFF / MATUS /
en cuestión, se ha venido discutien- velocidad en la conducción del im- ámbito de lo organizado conjunta- RAMÍREZ, PG, 255; VARGAS, 71). A
do intensamente si y en qué medida putado, en atención a que el riesgo mente por autor y víctima, que la pesar de la ausencia de una defini-
dicha contribución, esa "autolesión" en cuestión lo había creado la víc- conducta de la víctima no haya sido ción legal de dolo, la exigencia de
o "autopuesta en peligro", puede tima, en el primer caso el riesgo de instrumentalizada por el autor, por ambos elementos se puede fundar
eximir de responsabilidad al terce- atropellamiento al cruzar intempes- carecer ésta de responsabilidad o de en distintos pasajes de la ley: para
ro (al respecto, PIÑA, 2005 b, 64; tivamente la calzada, en el segundo, la base cognitiva necesarias para po- el elemento cognitivo o intelectual
MAÑALICH, 2005, 396; MAÑALICH, al bloquearle el paso preferente al der ser considerada (aurorresponsa- cuenta la regla de la oración final
2004,274 ss.; REYES, 137 ss.). Hasta imputado (ambas sentencias citadas ble y que el otro no tenga un deber del inciso tercero del Art. 10, que
hace poco, la Ley chilena contenía por MERA / CASTRO, 302 s. y 436, de protección específico frente a los prescribe que en los casos en que el
en el inciso cuarto del Art. 492 una respectivamente); sobre la base del bienes de la víctima (PIÑA, 2005 b, mal del delito recaiga sobre persona
presunción de "culpabilidad" del mismo tipo de examen (en el que 64 s.; MAÑALICH, 2004, 278 ss.; RE- distinta de la que se quería ofender
peatón víctima de un accidente de destaca el criterio de la "necesidad YES, 149 ss.). "no se tomarán en consideración las
tránsito (cuando el accidente se pro- de la conducta para explicar razo- circunstancias, no conocidas por el
ducía fuera de la zona de cruce de nablemente la forma en que se ha DOLO delincuente, que agravarían su res-
calzadas), disposición que servía de producido el resultado"), pero con ponsabilidad", la regulación del en-
argumento de texto para una libera- un resultado diferente, la SCS de Al margen de la discusión sobre cubrimiento del Art, 17, que exige
ción de responsabilidad del agente 22 de abril de 1998 concluye que si el objeto del Art. 1°, que es, como "conocimiento de la perpetración
(MAÑALICH, 2005, 395). Con todo, bien la víctima conducía a exceso de se ha dicho, fundamentalmente una de un crimen o de un de-
y sin perjuicio de que se niegue la velocidad, aunque no hubiese sido discusión sobre si la voz "voluntaria" lito o de los actos ejecutados para
existencia de una "compensación de el caso, de todos modos se hubiese debe entenderse o no, al menos en llevarlo a cabo" o, especialmente,
culpas" en materia penal al modo producido el accidente y su muer- parte, como sinónimo de dolo, tér- la regulación del inciso segundo del
del Art, 2330 CC (LABATUT, 1, 125; te, porque la maniobra sorpresiva mino que la Ley recién emplea en Art. 64, relativo al efecto de las cir-
NOVOA, 1, 515; ETCHEBERRY, 1, 323; del imputado, de virar y obstruir el Art, 2° (supra), parece ser éste el cunstancias modificatorias objetivas
NAQUIRA, 191 s.; POLITOFF, 391 la vía del otro conductor, "con una lugar adecuado para tratar del dolo o materiales, las que "servirán para
s.; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, probabilidad rayana en la certeza" como la regla general en materia de atenuar o agravar la responsabili-
PG, 289 s.; en la jurisprudencia, la no le hubiera permitido reaccionar exigencias subjetivas de la responsa- dad únicamente de los que tuvieren
siempre citada SCA Talca de 17 de (citada por MERA / CASTRO, 299 bilidad penal en el derecho chileno. conocimiento de ellas antes o en el
septiembre de 1952, RDJ T. XLIX, ss.). Desde un punto de vista doc- momento de la acción o de su co-
2-4, 247), con relativa frecuencia la trinario se aceptan como requisitos La doctrina chilena abraza un operación para el delito"; para el
jurisprudencia libera de responsabi- para una imputación preferente a la concepto dual de dolo, entendiendo elemento volitivo, al menos para un
lidad al sujeto que causa un resul- víctima, en base a su autorresponsa- por tal conocimiento y voluntad de sector de la doctrina, el uso de la voz
tado lesivo en circunstancias que la bilidad en casos en que la víctima ti- realización del hecho típico (LABA- "voluntariaís)" (Art, 1°), el empleo
víctima se expuso imprudentemen- tular de un bien jurídico emprende TUT, 1, 119; NOVOA, 1, 466; ETCHE- del vocablo "malicia" como sinóni-
te al mismo. En ese sentido pueden conjuntamente con otro una activi- BERRY, 1, 292; CURY, 303; COUSIÑO, mo de intención (Art, 2° Y 490) y,
destacarse la SCS de 22 de julio de dad que puede producir una lesión 1, 672 s.: DEL VILLAR, 176; GARRI- sin duda, el uso de giros como "se
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ART. lo CÓD1GO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. lo

proponía ofender" (Art. 1° inciso 1, 681 ss.; CURY, 307; DEL VILLAR, POLITOFF, 344; POLITOFF / MATUS / POLITOFF, 345; POLITOFF / MATUS /
tercero), "causas independientes de 176; GARRIDO, 11, 98; NAQUIRA, RAMÍREZ, PG, 258 s.). En términos RAMÍREZ, PG, 259).
su voluntad" (Art, 7°), "resuelto a 124; POLITOFF, 348 ss.; POLITOFF / similares, se entiende que el cono-
cometer" (Art, 8°) (sobre esto con MATus / RAMÍREZ, PG, 264 ss.; VAR- cimiento propio del dolo no supo- En la actualidad es ampliamen-
detalle NOVOA, 1, 470 ss.). GAS, 71), sobre cuyo grado de preci- ne una atención especial ni menos te dominante la opinión conforme
sión. para los efectos del dolo se vol- una reflexión al respecto, bastando a la cual el dolo no requiere cono-
En lo que concierne al conoci- verá luego a propósito del llamado con una percepción meramente su- cimiento del carácter antijurídico o
miento o representación (elemento "error sobre el curso causal" (infra). perficial para tener el hecho o cir- ilícito del hecho, lo que supone el
cognoscitivo o intelectual del dolo), En síntesis, el dolo requiere que el cunstancia como "ca-conocido" abandono de una concepción del
al menos existe pleno acuerdo en sujeto advierta que está matando, (NAQUIRA, 125 s.; GARRIDO, 11, 99; dolo como "dolo malo" en favor de
cuanto a que el dolo requiere que que está matando a su hijo, que se POLITOFF, 345; POLITOFF / MATUS / un dolo natural o neutro (COUSI-
el sujeto advierta en su conducta y está apropiando de una cosa mueble RAMÍREZ, PG, 257 s.: CURY, 308 ha- ÑO, 1, 674, 688 ss.; CURY, 305, 309;
en las circunstancias en que ésta se ajena sin la voluntad de su dueño, bla de elementos que se encuentran GARRIDO, 11, 97; POLITOFF, 340 s.,
desarrolla todas las notas que son que está accediendo carnalmente a "en la periferia" de la conciencia del 344; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
relevantes desde el punto de vis- una persona menor de 14 años, que sujeto). Con todo, el conocimien- PG, 255; VARGAS, 69 s.; tácitamen-
ta del tipo penal (LABATuT, 1, 119; está destruyendo una cosa ajena, to así entendido debe ser efectivo te, NAQUIRA, 123 ss.; ya sostenía
NOVOA, 1, 474; ETCHEBERRY, 1, 292 etc. Tratándose de tipos penales con y no meramente potencial, esto es, con claridad un concepto neutro
s.; COUSIÑO, 1, 676; CURY, 307 s.; elementos normativos, basta con no basta con que se haya podido o de dolo ORTIZ MUÑoz, Nociones 1,
DEL VILLAR, 176; GARRIDO, 11, 98; una "valoración paralela en la esfera debido saber, sino que debe haberse 66 s.; y ORTIZ MUÑoz, Curso, 145
NAQUIRA, 124; POLITOFF, 342 s.; del profano", esto es, con apreciar sabido realmente (explícitamente, s., si bien le preocupaba la ausencia
POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, en el hecho un significado especial GARRIDO, 11, 99; NAQUIRA, 126; de un tratamiento eximente de res-
257; VARGAS, 71). El posible cono- que corresponda aproximadamente POLITOFF, 345; POLITOFF / MATUS ponsabilidad para los casos de error
cimiento de circunstancias irrele- a la valoración jurídica o cultural / RAMÍREZ, PG, 257; VARGAS, 71). de prohibición, tratamiento que a
vantes para el tipo es también irrele- expresada en la exigencia típica. Así, Y debe ser actual, en el sentido de su juicio debería estar vinculado a
vante (NOVOA, 1, 474; ETCHEBERRY, por ejemplo, si el sujeto falsifica un coetáneo a la realización de la con- una exención o anulación del dolo).
1, 293 s.). En los delitos de resulta- instrumento público, basta con que ducta, aunque se haya originado Con todo, la tesis contraria tuvo
do, debe, además, representarse que advierta que el escrito que está alte- con anterioridad a la misma (CURY, un claro predominio hasta los últi-
entre las posibles consecuencias de rando no es uno cualquiera, sino que 309, argumentando con la regla del mos lustros del siglo XX y mantiene
su conducta se encuentra el resulta- proviene "del Estado", es "oficial" y inciso segundo del Art. 64; NAQUI- cierta influencia (LABATUT, 1, 119;
do típico (LABATUT, 1, 119; NOVOA, tiene un valor especial (LABATUT, 1, RA, 127; POLITOFF, 345 s.; POLITOFF NOVOA, 1, 466 s., 477 ss.; ETcHE-
1, 475; ETCHEBERRY, 1, 293; COUSI- 119 s.; NOVOA, 1,478 s., 482, si bien / MATUS / RAMÍREZ, PG, 259; VAR- BERRY, 1, 295 s., 307 s.; DELVILLAR,
ÑO, 1, 680; CURY, 307; DEL VILLAR, ambos sólo con referencia al cono- GAS, 71). En otras palabras, no es 177; ORTIZ QUIROGA, 2010, 287
176; GARRIDO, 11, 98; NAQUIRA, cimiento del carácter ilícito del he- dolo ni el llamado dolus antecedens ss.). Detrás de este desplazamiento,
124; VARGAS, 71), representación cho; sugiere un conocimiento lego (fundado en conocimiento previo a que responde al debate en torno a la
que supone, sin duda, la de un cier- de las circunstancias típicas ETcHE- la conducta) ni el dolus subsequens función del conocimiento de la an-
to curso causal (NOVOA, 1, 475 s.; BERRY, 1, 293; claramente COUSIÑO, (fundado en conocimiento poste- tijuridicidad en la configuración del
ETCHEBERRY, 1, 292, 295; COUSIÑO, 1,676; CURY, 308; NAQUIRA, 126 s.; rior a la conducta) (expresamente, delito, entre partidarios de la "teoría
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ART. ]0 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. ]0

del dolo" y los de la "teoría de la cul- un concepto tan exigente de dolo como dominante pero no la acoge que también puede ser de hecho .
pabilidad", no subyacen en absoluto con pleno reconocimiento de tales ETCHEBERRY 1, 333), entendiéndo- (equivocarse de persona a la hora de
sólo opciones sistemáticas o de ín- consecuencias prácticas. Sobre esto se que lo decisivo no es el carácter cumplir una orden de detención o
dole teórica, pues si el dolo efecti- se volverá con detalle a propósito fáctico o jurídico del error, sino si creer que lo están atacando cuando
vamente requiere conocimiento de del error de prohibición (infra). éste recae sobre el objeto de la valo- en realidad lo quieren abrazar). En
la antijuridicidad del hecho -cono- ración (la conducta del sujeto en sus la medida, sin embargo, en que es-
cimiento que, según se ha dicho, En la medida en que el dolo circunstancias concretas) o sobre la tos últimos casos (de error sobre los
debe ser actual y no meramente exige conocimiento o al menos re- valoración del objeto (la valoración presupuestos fácticos de una causa
potencial-, en caso de faltar, aun presentación, su ausencia (igno- que hace el ordenamiento jurídico de justificación) son equiparados
cuando sea por causas impurables rancia o error) debe implicar, bajo de dicha conducta). Este desplaza- por algunos a hipótesis de error de
al propio sujeto, sólo daría lugar a ciertas circunstancias, también au- miento no implica, en consecuencia, tipo o al menos tratados como tal
una condena a título culposo y esto sencia de dolo. Terminológicamen- un mero cambio de denominación (infra), debe reconocerse una cierta
sólo en los pocos casos en que la te, el asunto ha sido tematizada bajo (así, sin embargo, SCHWEITZER, 50; pervivencia de la vieja distinción.
Ley considera un correlato impru- el concepto de error. La distinción DEL VILLAR, 188 s.; y recientemen-
dente para el delito doloso. Duran- tradicional entre error de hecho y te, sobre otra base conceptual, MA- El error de tipo recae sobre los
te mucho tiempo los partidarios de error de derecho (DEL Río, 51 ss.; ÑALICH, 2005, 449, quien a partir elementos objetivos del tipo penal,
esta posición pudieron eludir dicha LABATuT, 1, 131; NOVOA, 1, 536 ss.; de la distinción entre hecho bruto de modo que lo hay cuando el suje-
consecuencia apelando a la presun,.. SCHWEITZER, 50, 57 ss.; DEL VILLAR, y hecho institucional sostiene que to no advierte en su hecho alguno de
ción de derecho de conocimiento 188 s., los tres últimos mencionan los errores sobre elementos norma- tales elementos objetivos (CURY, 309
de la Ley (especialmente consciente ya la distinción entre error de tipo y tivos del tipo serían errores de he- s.; COUSIÑO, lII, 174 ss.; GARRIDO,
de la conexión entre ambas cuestio- de prohibición), ha sido ampliamen- cho, concretamente errores que re- n, 118, 120 s.; NAQUIRA, 129; Po-
nes NOVOA, 1, 479 ss.; por su parte te desplazada por la existente entre caen sobre un hecho institucional), LITOFF, 342; VARGAS, 91, 93). Cada
LABATuT, 1, 120, 131 le niega va- error de tipo y error de prohibición porque un error de tipo puede ser tipo penal, al definir sus exigencias
lor excluyente del dolo a las dudas (si bien hablaba de error de hecho tanto un error de hecho (creer que objetivas, define al mismo tiempo los
jurídicas y confirma la irrelevan- y error de derecho, la exposición de se dispara sobre un arbusto o que alcances del dolo a su respecto y los
cia del error de derecho; lo último ORTIZ MUÑoz, Nociones 1, 65 ss.; y se accede carnalmente a una per- elementos sobre los cuales puede ha-
hace también DEL VILLAR,189), ORTIZ MUÑoz, Curso, 143 ss. gira sona mayor de 14 años cuando no ber un error relevante. De este modo,
no sin paradoja, porque con ello le manifiestamente, aunque sin nom- es el caso) como de derecho (creer no tiene sentido hablar en abstracto
quitaban todo efecto práctico a su brarla, en torno a la distinción entre que se es dueño de la cosa prestada de la relevancia de un error sobre cir-
exigente concepto de dolo. En la error de tipo y error de prohibición; y no devuelta por más de un año) y cunstancias tales como la identidad
actualidad, sin embargo, desde que explícitamente CURY, 310 s.; COUSI- lo mismo rige para el error de pro- del objeto o del sujeto afectado o las
se le reconoce cierto efecto eximen- ÑO, 1, 684 s.; COUSIÑO, IlI, 169 ss., hibición, que generalmente será de de tiempo y lugar, pues todo depen-
te al error de prohibición (infra) , 160 ss.; RrVACOBA, 97 s.; GARRIDO, derecho (ignorar que como emplea- derá de que el tipo en cuestión haya
las consecuencias prácticas de la Il, 118 ss.; NAQUIRA, 129 ss., 133 s.; do público no se pueden comprar recogido o no dichas circunstancias
disyuntiva son enormes e ineludi- POLITOFF, 342 s., 440 ss.; POLITOFF / insumas al cónyuge o que uno no como elemento objetivo del mismo.
bles. Hasta donde se ve, sólo ET- MATUS / RAMfREZ, PG, 256, 261 ss., , se puede apropiar de las cosas per- Así, por ejemplo, para muchos tipos
CHEBERRY, 1, 336 ss., mantiene hoy 323 ss.; VARGAS, 91 ss.; la designa f\ didas que arroja un naufragio), pero penales la identidad de la víctima es
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNOEZ ART.lo

irrelevante, pero es relevante para el considerar simplemente que cada "fi- Las principales dudas en mate- curso causal, con lo cual cualquier
parricidio (Art. 390), en tanto que gura" define su propio dolo). ria de error de tipo se han genera- discrepancia al respecto no podría
las circunstancias de tiempo son por do en el contexto de los delitos de constituir error de tipo. A pesar de
regla general intrascendentes, pero El efecto del error de tipo es resultado, a propósito del llamado una importante coincidencia en los
son muy importantes para el infanti- siempre el mismo: excluye el dolo y "error sobre el curso causal", esto es, resultados prácticos, no es ésta, sin
cidio (Art, 394) y las de lugar suelen esto con total independencia de su la discrepancia entre el curso cau- embargo, la opinión dominante en
también ser irrelevantes, pero no lo carácter vencible o invencible (evi- sal previsto por el sujeto y el curso la doctrina chilena, que menciona
son para ciertas hipótesis de desaca- table o inevitable), distinción esta causal que efectivamente ha condu- invariablemente el curso causal (y
tos contra la autoridad (Art. 264) o última que sólo es relevante para los cido al resultado. La cuestión es si no sólo el resultado típico) como
para el robo con fuerza en las cosas efectos de una posible punición del esa discrepancia constituye o no -y, uno de los elementos que deben ser
(Arts. 440, 442 y 443). En síntesis, hecho en virtud de un tipo culpo- en caso afirmativo, bajo qué condi- abarcados por el aspecto cognos-
es error de tipo el que recae sobre un so (CURY, 311, 315; ETCHEBERRY, I, ciones- error de tipo que, como tal, citivo del dolo (NOVOA, I, 475 s.;
aspecto relevante para el tipo en cues- 339; GARRIDO, n, 122; NAQUIRA, excluye el dolo al menos de ETCHEBERRY, I, 293, 295; COUSIÑO,
tión; no lo es y carece de todo interés 134; POLITOFF, 342; POLITOFF / MA- la realización del resultado. Si en el I, 681 ss.; CURY, 307; DEL VILLAR,
para el análisis del dolo el que recae TUS / RAMÍREZ, PG, 256; VARGAS, caso concreto se tratara de un curso 176; GARRIDO, Il, 98; NAQUIRA,
sobre cualquier otro aspecto. De ahí 92; sobre la base de la distinción causal de tal modo ajeno al tipo o 124; POLITOFF, 348 ss.; POLITOFF /
la escasa utilidad de la distinción en- entre error de hecho y error de de- clase de riesgo generado por la con- MATUS / RAMÍREZ, PG, 264 ss.; VAR-
tre error esencial y error accidental o recho NOVOA, I, 540 s., 546; y DEL ducta que permitiera ya excluir la GAS, 71). Con todo, a la hora de pre-
no esencial, que no aporta nada a la VILLAR, 191). Debe reconocerse, sin imputación objetiva del resultado, cisar el grado de acierto de la repre-
definición del error de tipo (CURY, embargo, que la última afirmación no sería necesario plantearse la cues- sentación nadie sostiene una tesis
311; con todo, emplean la distin- relativa al efecto invariablemente tión (en esos casos se concentra, con exigente al respecto y las opiniones
ción, aunque ninguno con conse- excluyente del dolo de todo error otra terminología, COUSIÑO, I, 681 oscilan entre quienes hacen bastar la
cuencias prácticas, GARRIDO, Il, 121; de tipo, cualesquiera que sean sus ss.). Para al amplio campo restante, simple representación de la "virtud
NAQUIRA, 128 s.; NOVOA, I, 541; DEL circunstancias, aunque impecable en cambio, se trata de una cuestión causal" de la conducta (ETCHEBERRY,
VILLAR, 190; y especialmente ETCHE- en lo conceptual, se ve matizada extremadamente ardua. Una pri-vI, 295, 342 s.) y una mayoría que se
BERRY, I, 336, quien de la mano de por una práctica que simplemente mera posibilidad conceptual con- satisface con una representación del
una clásicadistinción belingiana con- no se toma en serio las alegaciones siste en negarle relevancia típica a curso causal en sus rasgos esenciales
sidera esencial el que recae sobre un de errores crasos, sin que sea del la forma que adopte el curso causal (POLITOFF, 348; POLITOFF / MATUS
elemento constitutivo del tipo y no todo claro si detrás de dicha prác- concreto, entendiendo que lo rele- / RAMÍREZ, PG, 264; NAQUIRA, 129
esencial el que recae sobre un elemen- tica subyacen consideraciones ex- vante es la conducta, el resultado y s.; GARRIDO, Il, 122; tácitamente
to de la figura delictiva específica, con clusivamente probatorias, o si, por un nexo causal, pero no las caracte- NOVOA, I, 543 s.; COUSIÑO, l, 681;
el propósito de afirmar que subsiste el contrario, se esconde una idea de rísticas particulares de este último, CURY, 313 y VARGAS, 94), de donde
el dolo en el segundo caso, aunque fondo no explicitada, como es la de de este modo, el dolo sólo exigiría se sigue como opinión ampliamente
reconociendo que será el dolo propio que el error craso, aunque conste, conocimiento de la conducta y re- dominante que sólo cuentan como
de otra figura, v. gr. de homicidio y no merece consideración (al respec- presentación del resultado como error de tipo (excluyente, en conse-
no de parricidio; esta distinción re- to se volverá sobre la tendencia a la consecuencia de la misma, pero cuencia, del dolo) las discrepancias
sulta superflua y engorrosa alIado de normativización del dolo, infra). no una correcta representación del esenciales (que serán la excepción)
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

entre el curso causal representado y quisitos de la culpa y estar tipificada la posición contraria de GARRIDO, ser irrelevante para los tipos penales
el curso causal efectivamente acaeci- especialmente la realización culpo- II, 126 s., pueda entenderse en este (matar a Pedro creyendo que es Pa-
do, lo que suele denominarse tam- sa (SCHWEITZER, 55; ETCHEBERRY, sentido, pues el autor no se niega blo, robarle a Juan pensando que es
bién desviación esencial del curso 1, 342; NAQU1RA, 132; POLITOFF, absolutamente a considerar un con- Diego), es por regla general también
causal (NOVOA, 1, 543 s.; COUSIÑO, 351; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, curso de delitos, sino sólo a hacerlo irrelevante, y no para el aberratio
1, 681; CURY, 312 s.; GARRIDO, II, PG, 266; VARGAS, 95). Se discute, cuando la desviación del curso cau- ictus (NOVOA, 1, 545; SCHWEITZER,
122 s.; NAQUlRA, 130; POLITOFF, en cambio, la solución cuando los sal es insignificante (sin perjuicio de 54; RrVACOBA, 96 s.; COUSIÑO, III,
348; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, resultados son equivalentes. Si bien su comprensión del inciso tercero 167 ss., si bien reconoce que por su
PG, 264 s.; VARGAS, 94; en contra el agente ha previsto matar o herir como una regla aplicable al aberra- redacción podría abarcar ambas hi-
ETCHEBERRY, 1, 295, 342 s., quien a otro y es precisamente lo que ha tio ictus, ver infta). Otro sector de pótesis; aparentemente DEL VILLAR,
considera irrelevante cualquier des- hecho, una posición que parece ser la doctrina, en cambio, está por la 190 s.; y desde luego quienes ven en
viación). En Chile se han discutido mayoritaria en la literatura entiende negación del error de tipo, la consi- el aberratio ictus un caso de error de
especialmente los casos de aberratio que debe darse valor al objeto con- guiente afirmación del dolo y la pu- tipo: CURY, 312, 314; POLITOFF /
ictus y de consumación retardada. creto de la conducta, que no puede nición a título de delito consumado, GRISOLÍA / BUSTOS, 135; POLITOFF,
ser reemplazado para estos efectos haciendo valer el carácter genérico y 352; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
Por aberratio ictus o error en el por cualquier objeto equivalente, y abstracto de la determinación del PG, 267; VARGAS, 93 s.; tácitamente
golpe se entiende la situación en que aceptarse que el objeto afectado (nó- objeto en los tipos penales (ORTIZ BUSTOS / CAJ,3ALLERO, Comentario,
el agente dirige su conducta contra tese: no su identidad, sino el objeto MUÑoz, Curso, 146 s.; LABATuT, 1, 59). Si bien el uso de los términos no
un objeto determinado, pero el re- mismo) no es aquél contra el que se 131; ETCHEBERRY, 1, 341 s., RrVACO- es unívoco, la Comisión Redactora
sultado, en virtud de una desviación dirigió la conducta dolosa del agen- BA, 97; aparentemente SCHWEITZER, parecía discurrir exclusivamente so-
del curso causal previsto, se realiza te, de modo que la solución debería 55). En todo caso, con independen- bre casos de error en la identidad de
en un objeto distinto, como ocurre, ser la misma (CURY, 313; POLITOFF cia de la postura que se tenga sobre la víctima (en la sesión 116, de 14
por ejemplo, cuando le dispara a un / GRISOLÍA / BUSTOS, 135; POLITOFF, el fondo del asunto, el sector am- de marzo de 1873, se discute funda-
sujeto que se encuentra a su izquier- 351 s.; POLITOFF / MATUS / RAMÍ- pliamente mayoritario de la literatu- mentalmente de hechos "cometidos
da y, por impericia, por un movi- REZ, PG, 266 s.; BUSTOS / CABALLE- ra entiende que el asunto no viene equivocadamente contra una perso-
miento inesperado o por un defecto RO, Comentario, 59; aparentemente resuelto legalmente por la regla de la na distinta de aquella contra quien
del arma, termina hiriendo o ma- también COUSIÑO, III, 181; Y VAR- primera parte del inciso tercero ("El se había intentado obrar", como el
tando a uno que está a su derecha. GAS, 94; no se pronuncian NOVOA, que cometiere delito será responsa- caso del que "creyendo matar a un
Cuando el resultado previsto y el 1, 544 s. ni NAQUIRA, 131 s.) esto, ble de él e incurrirá en la pena que estraño mata a su padre", Actas,
resultado efectivamente provocado por cierto, a condición de que no se la Ley señale, aunque el mal recaiga 212; lo mismo rige para VERA, 84,
no son equivalentes (muerte de uno pueda afirmar dolo también respec- sobre persona distinta de aquella a que ponía un claro ejemplo de error
vs. lesión de otro), existe acuerdo en to del resultado efectivamente pro- quien se proponía ofender"), regla in persona). Con todo, un sector
negar el dolo respecto del resultado vocado (así POLITOFF, 352; POLITOFF que regiría sólo para el error in per- minoritario sostiene que el precepto
provocado y eventualmente consi- / MATUS / RAMÍREZ, PG, 267), como sona, esto es, para una variante espe- se refiere a ambas hipótesis (antigua-
derar un concurso (ideal) entre un ocurre cuando la disposición de los cífica del error sobre la identidad del mente FERNÁNDEZ 1, 65 s., aunque
delito doloso no consumado y un sujetos hace altamente previsible el objeto (error in persona velobjecto) y sólo por la jurisprudencia que cita-
cuasidelito, en caso de darse los re- resultado provocado. Es posible que que, en cuanto dicha identidad suele ba con tácita aprobación; FUENSALI-
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ART. }o CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. }o

DA, I, 10 s., cuando hablaba de una 27 de noviembre de 1996 (Gaceta y que sólo se discutiera si le cabía del que derriba a otro de un balazo
"causa estraña"; al parecer también Jurídica N° 197 [1996]), 152; Cita eventualmente culpa en ese resulta- y, creyéndolo muerto, arroja al río
BAÑADOS, 13; modernamente, u- Microjuris: MJJ1091) entiende que do (hipótesis que el voto de mayoría lo que cree un cadáver, provocando
BATUT, r, 132; ETCHEBERRY, r, 342; el uso de un arma de fuego contra un negó por considerarlo imprevisible), en definitiva la muerte de la víctima
GARRIDO, Il, 127). Es incorrecta, en contrincante hace responsable por el lo que a todas luces implica un re- por inmersión. Un sector relevante
consecuencia, la descripción del es- resultado efectivamente causado (de chazo de la tesis de la irrelevancia de nuestra literatura ve en estos casos
tado de la cuestión en la doctrina en lesiones graves), aunque éste haya del aberratio ietus (debe reconocerse un error de tipo y la posibilidad de
NAQUlRA, 131. recaído sobre un tercero (una mujer que en la especie se podía dudar del un concurso entre un delitodoloso
que iba pasando por el lugar), todo dolo homicida respecto del asaltan- frustrado y un delito culposo (No-
En la jurisprudencia, en cam- esto de acuerdo con el inciso tercero te, pues el comerciante le disparó a VOA, I, 544; CURY, 315; POLITOFF,
bio, ha sido dominante la tesis de la del Art. 1° (hay voto en contra del los pies, pero esto no altera el razo- 350 s.; POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ,
irrelevancia del aberratio ietus, con o abogado integrante Künsemüller, namiento: nadie sostuvo tampoco PG, 266; aparentemente, COUSIÑO,
sin invocación del inciso tercero del quien entiende que no es aplicable unas lesiones dolosas o un homici- Hl, 181; no se pronuncian GARRIDO,
Art. 1°, como se desprende de los el inciso tercero y que el caso debe dio preterintencional). Casos como Il, 128 ni NAQUlRA, 133). En contra
fallos citados por ETCHEBERRY DPJ, resolverse como un concurso ideal éste deberían inclinar la balanza en VARGAS, 95 s., quien no cree posi-
r, 292 ss., y ETCHEBERRY DPJ, IV; 97 de acuerdo con el Art. 75), y, muy favor de su reconocimiento como ble un concurso de delitos contra
s., si bien en varios casos es posible similar, la SCA San Miguel de 27 error de tipo. el mismo bien jurídico y la misma
compartir la conclusión de los mis- de agosto de 1990 (Gaceta Jurídica víctima. En cambio, no se ha dis-
mos por parecer plausible una im- N° 122 [1990], 75, también con Los casos de "consumación cutido mayormente la hipótesis in-
putación del resultado provocado a prevención del abogado Künsernü- retardada", conocidos en nues- versa de "consumación anticipada",
título de dolo eventual. Más recien- ller). Un caso muy interesante es el tro medio como casos de "dolo de como el caso de quien quiere matar
temente, la SCA Santiago de 4 de resuelto por la SCA San Miguel de Weber" (o de "dolus generalis", cfr. a otro aparentando un accidente de
noviembre de 1993 (Cita Microju- 15 de abril de 2005 (Cita Westlaw COUSIÑO, r, 685; GARRIDO, u, 127 tránsito, para lo cual lo duerme con
ris: MJJ2578), donde se resolvió lo Chile: CLlJURll175/200S), en que s.; NAQUlRA, 133; POLITOFF, 349; un narcótico antes de subirlo al au-
mismo en el caso de un sujeto que, el comerciante que es víctima de un POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ, PG, tomóvil y lanzarlo a un acantilado,
encontrándose arriba de un micro- asalto en su local repele a balazos a 265, denominación que, sin em- sin percatarse que la víctima muere
bús donde viajaban otras personas, los asaltantes. De ese modo hiere a bargo, se identifica a priori con una antes a consecuencia de una sobre-
le disparó a un policía que pretendía uno de ellos, pero la bala no queda determinada solución del problema, dosis del narcótico (sólo enuncia el
aprehenderlo, hiriéndolo a él, pero alojada en su cuerpo, sino que sigue pues la noción de dolus generalis se problema como "acto preparatorio
también a un pasajero del bus que su curso y mata a un tercero inocen- usa precisamente para negarle toda que consuma el delito", sin pronun-
resultó muerto. La Corte aplica en te, respecto de quien, desde luego, relevancia a las desviaciones que ciarse, GARRIDO, Il, 128 s.). Tanto
principio el mismo razonamiento, no lo ampara la legítima defensa. pueda sufrir el plan del autor), son en uno como en otro caso el sujeto
sin perj uicio de agregar consideracio- Es llamativo que nadie sugiriera en aquéllos en los que el sujeto cree consuma el delito sin saberlo, lo que
nes tendientes a fundar que respecto este contexto que el comerciante erróneamente haber consumado su si bien podrá ser indiferente tratán-
de la muerte del pasajero existía al hubiera obrado con dolo homicida delito, en circunstancias que sólo lo dose de una sucesión de conductas,
menos dolo eventual (consideran- respecto de la víctima, no obstante hace, sin advertirlo, a través de actos todas ellas encaminadas subjetiva-
dos 2° y 3°); la SCA San Miguel de que quiso matar a otro y mató a otro posteriores. Es el caso, por ejemplo, mente al resultado (es irrelevante,
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ART.]" CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.]"

en efecto, que no se advierta si la maría su proceder. No obstante tra- en cuanto a que el conocimiento de tuación de legítima defensa, el mí-
víctima muere al primer o al décimo tarse de un error que recae sobre la la antijuridicidad no es requisito del nimo de la pena se reduce al menos
balazo), no lo es respecto de con- valoración jurídica de la conducta, dolo (supra), sino sólo de la culpabi- en tres grados, en tanto que el inten-
ductas percibidas con un sentido en cuanto tiene una base fáctica lidad en sentido restringido, no son to de darle muerte es atípico), con-
diferente (ocultar un cadáver, dopar constituye un "error de hecho", lo pocos (en la literatura comparada forme a la "teoría estricta", si bien el
a una persona), con la consecuencia que permitía reconocerle carácter son mayoría) los partidarios de la error invencible exime de responsa-
de que no es posible apreciar dolo a eximente o al menos una atenuación teoría de la culpabilidad que reco- bilidad, el dolo queda siempre inal-
ese respecto (a reserva, desde luego, significativa en la época en que no se nocen la singularidad de este tipo de terado, de modo que en caso de
que el dolo se pueda fundar autó- reconocía efecto eximente al error error y proponen para él, por diver- error vencible corresponde el casti-
nomamente conforme a las reglas de derecho. Si el error era invencible sas vías, el mismo tratamiento del go a título doloso, a lo más con una
generales). La referencia a un dolus o inevitable, se excluía completa- error de tipo, en lo que genérica- atenuante de fundamento incierto
generalis esconde que se hace bastar mente la responsabilidad; si era ven- mente se conoce como "teoría limi- (infta). Adhiere en Chile a una teo-
o bien un dolusantecedens o bien un cible o evitable se excluía sólo el tada de la culpabilidad", opuesta a ría estricta de la culpabilidad un
dolus subsequens, es decir, algo que dolo y subsistía la culpa, eventual- la "teoría estricta de la culpabilidad", grupo significativo de autores que
en rigor no constituye dolo. La po- mente punible (LABATuT, I, 131, que trata estos supuestos como de hasta hace poco podía considerarse
sibilidad de un concurso dependerá 102; Novox, I, 541, 551 s.). Con la error de prohibición. La disputa no mayoritario entre quienes le recono-
de las circunstancias del caso con- superación de la distinción entre es en absoluto de mero interés teóri- cían valor al error de prohibición
creto. error de hecho y error de derecho y co, pues mientras conforme a la (COUSIÑO, lII, 203; GARRIDO, n,
su reemplazo por la que distingue "teoría limitada" en estos casos se 306 s.; BULLEMORE / MAcKINNoN,
Un grupo de casos que suscita entre error de tipo y error de prohi- excluye siempre el dolo y sólo queda 2005, 104 ss. y passim; aparente-
especiales dudas sobre su adecuado bición, así como con el reconoci- subsistente la culpa, cuya relevancia mente también, aunque con exten-
tratamiento sistemático y, con ello, miento de cierto efecto eximente de penal es excepcional, supeditada sas reflexiones que sugieren un trato
sobre sus consecuencias, es el error este último, se plantea la cuestión además en los delitos de resultado a diferenciado, NAQUIRA, 401 ss., 403,
sobre los presupuestos objetivos o sobre si el error sobre los presupues- la efectiva producción del resultado 404, 411; no se pronuncia VARGAS,
fácticos de una causa de justifica- tos objetivos de una causa de justifi- típico (BULLEMORE / MACKINNON, 135 s.), si bien en los últimos años
ción, cuyo ejemplo paradigmático cación debe tratarse como un error 2005, 106) y conducente, en todo las distintas variantes de la "teoría
es la llamada legítima defensa pu- de tipo que excluye el dolo (y deja caso, a penas significativamente más limitada" (una presentación de las
tativa (el sujeto cree erróneamente eventualmente subsistente la culpa) bajas (así, por ejemplo, restaría mismas en MAÑALICH, 2003, 148
que está siendo atacado y se defien- o como un error de prohibición que, siempre impune el policía que de- ss.) han ganado adeptos en nuestro
de en la convicción de estar ampara- como se verá (infta), deja inaltera- tiene a una persona o allana una casa medio (resueltamente, POLITOFF,
do por la legítima defensa), pero dos esos extremos y sólo tiene efec- creyendo erróneamente en la exis- 442 ss.; POLITOFF / MATUS / RAMÍ-
que tiene alcances mucho más am- tos sobre la culpabilidad en sentido tencia de la orden judicial o equivo- REZ, PG, 268 s., 329 s.; SOTO, 253;
plios, pues abarca todos los casos en restringido. El asunto va más allá de cándose de persona o casa, aunque Couso, 502; MAÑALICH, 2003, 161
que el agente realiza una conducta la polémica entre partidarios de la el error sea plenamente imputable a ss.; y ahora también, luego de adhe-
típica, creyendo erróneamente que teoría del dolo y partidarios de la su propio descuido; en el caso en rir por largos años a la "teoría estric-
se dan en el hecho los requisitos fác- teoría de la culpabilidad, pues aun- que se da muerte a otro creyendo ta", CURY, 443 s., 448). Sin perjui-
ticos de una causa legal que legiti- que hoy exista acuerdo mayoritario erróneamente que se está en una si- cio del propósito de evitar posibles
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HÉCTOR HERNANoEZ ART. 10
ART.1° CÓDIGO PENAL COMENTADO

lagunas de punibilidad, las razones lorativo y atienden a la similitud ceptual, en ausencia de adherentes que en un caso impertinente, porque
de la "teoría estricta" son de natura- existente entre este error y el error de la doctrina de los elementos ne- el error del sujeto no versaba sobre
leza principalmente conceptual: el de tipo, en cuanto ambas hipótesis gativos del tipo entre nosotros, se ha un aspecto fáctico subyacente (sabía
sujeto advierte en su hecho todo lo implican un defecto de percepción y sostenido, sin embargo, (a partir de que se había vendido y transferido
que es relevante para el tipo (sabe no de valoración (POLITOFF, 442; una reconstrucción analítica de los su auto y que sólo no se le había pa-
que está matando, sabe que está en- CURY, 444; "error sobre los hechos" requisitos de la imputación del in- gado el precio), sino sobre la existen-
trando a la casa sin el acuerdo del en POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, justo (primer nivel de imputación) cia de una causa de justificación
titular, etc.) y sólo yerra respecto de 268), con lo cual la motivación del que todo error que excluye el cono- (creer que el incumplimiento lo fa-
la valoración jurídica del mismo sujeto ha sido valorativamente co- cimiento fáctico que es necesario cultaba para sustraer el vehículo).
(cree erróneamente que el derecho rrecta, "leal con el derecho" (POLI- para la evitación intencional de la
lo respalda), de modo que no puede TOFF, 442; CURY, 444, 448; MAÑA- realización del tipo excluye sin más La exclusión del dolo en virtud
hablarse de error de tipo ni de au- LICH, 2003, 161 s.). Ahora bien, el dolo, y tal sería el caso (concep- del error de tipo puede ser parcial,
sencia de dolo (ya ORTIZ MUÑoz, mientras la mayoría de los autores tualmente, no por vía valorativa) del excluyendo la tipicidad bajo un
Nociones, 1, 66; y ORTIZ MUÑoz, contrarios a la "teoría estricta" (Po- error sobre los presupuestos fácticos tipo determinado, pero no necesa-
Curso, 145; CURY, 444, 448; GA- LITOFF, 445; POLITOFF / MATUS / RA- de una causa de justificación (MAÑA- riamente respecto de cualquier otro
RRIDO, Il, 306 con nota N° 542; MÍREZ, PG, 268; YMAÑALICH, 2003, LICH, 2005, 449). En la jurispruden- tipo, pues puede ser que se den los
NAQUIRA, 403 s.; BULLEMORE / MAC- 161; en principio SOTO, 253), en cia, la "teoría estricta" ha recibido requisitos de un tipo más genérico:
KINNON, 2005, 98 s.), afirmación abierta aplicación de la "teoría limi- aplicación sólo puntualmente, en la así, el que ignora que mata a su padre
esta última que es relevante porque tada de la culpabilidad en sentido SCS de 4 de agosto de 1998 (Gaceta no tiene dolo de parricidio ni pue-
permite afirmar, además, la antijuri- estricto", equiparan derechamente jurídica N° 218 [1998], 96; Cita de, en consecuencia, ser castigado a
dicidad de la conducta y, con ello, el error sobre los presupuestos obje- WestlawChile: CL/JUR/116/1998), ese título, pero sí puede ser castiga-
permite la legítima defensa en su tivos de la causa de justificación al caso legítima defensa putativa que do a título de homicidio, porque sí
contra (en cuanto "agresiónilegíti- error de tipo, con la consecuente ex- inaugura el reconocimiento juris- tiene dolo de matar a otro. E inclu-
ma": GARRIDO, Il, 306; Y BULLEMO- clusión del dolo, CURY, 444, 448 prudencial del efecto eximente del so respecto del mismo tipo penal,
RE / MAcKINNON, 2005, 105; si bien mantiene una "teoría de la culpabi- error de prohibición. Mayoritaria- puede ocurrir que el sujeto tenga el
no parece ser obstáculo para la legí- lidad que remite a las consecuencias mente, en cambio, se aprecia un dolo respectivo al iniciar o incluso
tima defensa la ausencia de dolo, jurídicas" o "teoría de la culpabili- error excluyente del dolo (y even- al completar la conducta, pero no lo
véase Comentario alArt. 10 N° 4) y dad dependiente", que no excluye el tualmente de la culpa), aunque no mantenga hasta la consumación del
la punibilidad de la participación de dolo (con lo cual se resuelve el pro- necesariamente por apego a una delito, que es lo que ocurre en los
terceros que conocen las verdaderas blema de la participación de terce- "teoría limitada", sino simplemente casos recién vistos de error sobre el
circunstancias (de acuerdo con la ros conscientes), sino que sólo se por aplicación de las ideas tradicio- curso causal o en casos en que por
llamada "accesoriedad media" vi- remite a los efectos del error de tipo nales sobre el error de hecho. La pro- cualquier razón el sujeto deja de ad-
gente en Chile, CURY, 448; BULLE- in puneto punibilidad: exención de pia Corte Suprema dio luego paso vertir que está cometiendo el delito,
MORE / MAcKINNON, 2005, 105 s.; responsabilidad si es invencible, pu- hacia una variante de la teoría limi- como cuando cree erróneamente
véase Comentario al Art, 14). Las nición a título de culpa si es venci- tada, en la SCS de 27 de octubre de que la persona a la que pretende
razones de la "teoría limitada" han ble y existe tipo culposo aplicable. 2005 (Gaceta Jurídica N° 304, 216; acceder carnalmente mediante in-
sido principalmente de carácter va- Desde un punto de vista más con- N° Legal Publishing: 33089), aun- timidación, en realidad consiente

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ART. lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo

en la cópula sexual. En todos estos volitivo del dolo) (LABATUT, 1, 119 nónimo de dolo directo (LABATUT, ClplO, se trata de una clasificación
casos la consecuencia es que el dolo s.; NOVOA, 1, 474 s.; CURY, 315; 1, 122, 154), aquí interesa destacar meramente fenomenológica, pues
inicial sólo permite fundar el castigo COUSIÑO, 1, 685 ss.; GARRIDO, II, este alcance elemental del concepto si es cierto que todas las especies sa-
por una tentativa o delito frustrado, 99 s.; NAQUIRA, 138; POLITOFF, 355 de dolo, porque no siempre ha sido tisfacen las exigencias del concepto
pero no por el delito objetivamente ss.; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, respetado, como lo muestra la prác- de dolo, entonces debería estarse
consumado. PG, 270 s.; VARGAS, 71 s.; en el tica jurisprudencial (yen la doctrina siempre única y exclusivamente a la
mismo sentido, ETCHEBERRY, 1, 296 NOVOA, 1945, 189 Ypassim, si bien especie más elemental, sobre todo si
No han sido objeto de discu- ss. quien habla de "ánimo", enten- luego rectificó su punto de vista), la Ley no hace distingos a la hora
sión en nuestro medio los casos en diendo por tal intención o acepta- afortunadamente superada, de ha- de establecer la pena de los delitos
los que el sujeto cree concurrentes ción). Si bien los alcances concretos cer bastar como dolo de un delito dolosos. Si, no obstante, la clasifi-
los requisitos de un determinado acordados a la exigencia no siempre el propio de una figura de base me- cación conserva su importancia es
tipo penal cuando en realidad se parecen consistentes con los térmi- nos grave, tal como ocurrió en una porque se reconoce mayoritaria-
dan los de otro, en circunstancias en nos de su enunciación (una síntesis época con el delito de homicidio, mente la existencia de casos en los
que ambos tipos no se encuentran de las críticas en OSSAND6N, 2010, respecto del cual algunos tribuna- que la Ley exigiría (o excluiría) una
en una relación de género a espe- 442 ss.), a lo que se volverá luego les se limitaban a constatar un dolo forma específica de dolo (infra).
cie (homicidio y parricidio, hurto de repasar la clasificación del dolo genérico de dañar o maltratar para
y robo con fuerza) ni de estar uno (infra), en nuestro medio las tomas condenar por homicidio doloso si Se habla de dolo directo (a ve-
comprendido en el otro (lesiones y de posición en favor de un modelo se verificaba la muerte, alegando ces también: dolo stricto sensu, dolo
homicidio, abusos sexuales y viola- monista basado exclusivamente en que la Ley no exigía "dolo específi- directo de primer grado o simple-
ción). Tal es el caso del sujeto que el elemento intelectual se han man- co" de matar (al respecto, POLITOFF mente dolo de primer grado o in-
entra a robar mediante escalamiento tenido más bien aisladas (véase, sin / GRIS OLÍA / BUSTOS, 70 s.; GARRI- tención) cuando el sujeto persigue
en un lugar que cree no habitado en embargo, PRAMBS, 142 ss.). DO, 1994, 63, todos con referencias la realización del tipo, ése es su pro-
circunstancias que es un lugar ha- jurisprudenciales). Más allá de estos pósito, objetivo o intención (ORTIZ
bitado. Que no se le puede castigar Tal como ocurre con el elemen- extremos, qué debe entenderse en MUÑoz, Nociones, 64; ORTIZ Mu-
por el delito más grave en que ha to intelectual, la voluntad de reali- concreto por manifestación de vo- ÑOZ, Curso, 140; LABATUT, 1, 121;
incurrido se funda fácilmente de la zación propia del dolo dice siempre luntad suficiente a los efectos del NOVOA, 1, 485 s.; ETCHEBERRY, 1,
mano del error de tipo; lo complejo relación con un tipo determinado: dolo se aprecia mejor de la mano de 297, 301; CURY, 316; COUSIÑO, 1,
es cómo justificar un castigo a título no existe en consecuencia un dolo la clasificación del dolo. 697 ss.; DEL VILLAR, 177; GARRIDO,
de delito consumado por el delito genérico, el dolo es siempre espe- II, 101; NAQUIRA, 139; POLITOFF,
menos grave que quería cometer si cífico, propio de cada tipo penal A partir de la concepción dual 359 s.; POLITOFF / MATUS / RAMÍ-
objetivamente no lo ha cometido. (COUSIÑO, 1, 607 s.). Si bien la ex- del dolo se construye una clasifica- REZ, PG, 275; VARGAS, 72 s.), como
presión "dolo específico" se ha usa- ción del mismo que atiende a si en el el caso de quien dispara a su enemi-
Junto con el conocimiento o do en el pasado en otros sentidos, caso concreto predomina el elemen- go precisamente para matarlo. En
representación de la realización por ejemplo, como denominación to intelectual o el elemento volitivo, este caso existe un claro predominio
del tipo, según el modelo dual do- de los elementos subjetivos del tipo y que distingue entre dolo directo, del elemento volitivo, al punto de
minante el dolo requiere, además, distintos del dolo (ETcHEBERRY, 1, dolo de las consecuencias seguras o sostenerse la irrelevancia de la repre-
voluntad de realización (elemento 301 s.; POLITOFF, 373) o como si- necesarias y dolo eventual. En prin- sentación (CURY, 316), lo que, sin
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

embargo, no parece correcto, pues litas de resultado, ámbito en el cual necesarias cuenta como tal para esos "voluntad de evitación", en último
verdadera voluntad (y no mero de- el resultado se puede dar por seguro efectos. término parece hacer bastar la mera
seo) supone una representación si- o necesario sólo en contadas ocasio- indiferencia). Consecuentemente,
quiera mínima de la posibilidad de nes, tratándose de delitos de mera Por dolo eventual se entiende habría sólo culpa con representa-
realización (así, COUSIÑO, 1, 698 s., actividad es simplemente indiscu- una situación en la que el sujeto ción y no dolo eventual cuando el
quien exige representación de la rea- tible: la realización de la conducta no persigue la realización del tipo agente "rechaza" la posibilidad re-
lización al menos como probable, con conocimiento de sus circuns- ni se la representa como segura o presentada de realización típica, de
restándole luego relevancia sólo a la tancias es expresión inequívoca de necesaria, sino simplemente como modo paradigmático porque confía
graduación; parecido GARRIDO, II, voluntad de realización de la misma. posible, no obstante lo cual actúa. sobre bases mínimamente racionales
101; NAQUIRA, 139; POLITOFF, 359 Así, no es posible decir que el sujeto Tanto para distinguir estos supues- (sólo NOVOA, 1, 508 hacía bastar la
s.; ETCHEBERRY, 1, 297, 301). que accede carnalmente a una niña tos de los de culpa con representa- mera esperanza en el azar) en que su
de 13 años conociendo este último ción o culpa consciente, como para conducta no la acarreará (ETCHEBE-
Por dolo de las consecuencias dato no ha "querido" acceder car- observar las exigencias del modelo RRY, 1,298 s.; COUSIÑO, 1968, 117;
necesarias o seguras (a veces tam- nalmente a una persona menor de dual de dolo, se exige una nota de COUSIÑO, 1, 721; NAQUIRA, 145; en
bién: dolo indirecto, dolo mediato 14 años; como no es posible soste- voluntariedad, mayoritariamente la el mismo sentido de exigir una con-
o dolo directo de segundo grado) se ner que no ha "querido" prestar fal- aceptación (consentimiento, apro- fianza con fundamentos razonables
entiende la situación en que el suje- so testimonio el que con conciencia bación, asunción, resignación, etc.) la lectura práctica de la "segunda
to se representa como consecuencia de estar declarando como testigo en de la posibilidad representada de fórmula de Frank" -sea que ocu-
necesaria o segura de su actuación juicio afirma hechos que sabe falsos. realización típica (LABATuT, 1, 121; rra o no, de todos modos actúo-
la realización del tipo, no obstante Mientras para algunos el dolo de las NOVOA, 1, 487 ss.; ETCHEBERRY, 1, de POLITOFF, 366 s.; y POLITOFF /
.
lo cual obra (LABATOT, 1, 121; No- consecuencias seguras o necesanas
. 297 s., 301; DEL VILLAR, 178; NA- MATUS / RAM fREZ, PG, 278 s.; por
VOA, 1, 486; CURY, 316 s.; COUSIÑO, no es más que una variante del dolo QUlRA, 144; POLITOFF, 368; POLI- su parte, GARRIDO, II, 103, requiere
1, 703 ss.; DEL VILLAR, 177 s.; GA- directo (LABAToT, 1, 121; NOVOA, 1, TOFF / MATus / RAMfREZ, PG, 277; un "comportamiento externo com-
RRIDO, II, 102; NAQUIRA, 139; Po- 487; CURY, 317; DEL VILLAR, 178; VARGAS, 74; CURY, 317 s., si bien patible", no lo requiere-en cambio
LITOFF / MATOS / RAMfREZ, PG, 275 POLITOFF, 361; POLITOFF / MATus / luego parece adherir a la exigencia en 106).
s.; VARGAS, 73 s.), como el caso de RAMfREZ, PG, 276), otros lo ven más específica de que la no aceptación
quien pone una bomba en un avión como una forma de dolo eventual se exprese en una "voluntad de evi- La jurisprudencia mantiene en
para que estalle en vuelo y sólo per- (ETCHEBERRY,1, 297 s., 301; COUSI- tación", 321; COUSIÑO, 1968, 117; principio el mismo criterio. En lo
sigue la muerte de un pasajero y no ÑO, 1, 701 ss., 709 lo ve como una más específicamente, en COUSIÑO, conceptual, es importante la SCS
la de todos. Se habla en estos casos de las formas, junto al dolo even- 1, 721, parece exigir que el sujeto de 21 de abril de 1960 en Contra
de predominio de la representación, tual, de dolo lato sensu), discusión "cuente" con la realización típica, Emma Guerra Ibarra (RCP T. XIX
sin perjuicio de que, a la luz de la que no es irrelevante si se tiene en lo que no se da cuando "confía" so- [1960], 81; citada también por ET-
misma, la voluntad de realización cuenta que, conforme a la opinión bre bases mínimamente racionales CHEBERRY, DPJ, 1, 282 ss.), en un
expresada en la propia conducta dominante, la Ley exigiría en algu- en que ésta no se producirá; por su caso de aborto que se complica y
resulte innegable (NOVOA, 1, 486; nos casos dolo directo (infta) , con parte, GARRIDO, II, 102 s., 104 ss., culmina con la muerte de la mujer
POLITOFF / MATOS / RAMfREZ, PG, lo cual se plantea la cuestión de si el si bien habla también de aceptación embarazada, porque si bien niega
275 s.). Si esto es así respecto de de- dolo de las consecuencias seguras o e incluso sugiere la exigencia de una precisamente el dolo respecto de
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

este último resultado, parece ser el tación, como es el caso en la SCS de persona que se encontraba en su rio de una antigua pareja que ahora
primer caso en que la Corte Supre- 3 de septiembre de 1966 en Contra casa. Además de no comerlo todo, convive y tiene hijos con otro hom-
ma se pronuncia sobre las exigencias Sergio Pinuer Casanova y otros, caso la novia vomitó buena parte de lo bre. Al oír ruidos y percatarse que el
conceptuales del dolo eventual, en de robo con homicidio en que uno comido, lo que permitió que no se conviviente de la mujer había des-
los siguientes términos: "existe dolo de los sujetos, que había interveni- produjera el aborto, pero tanto ella pertado decide escapar por un estre-
eventual cuando el sujeto se repre- do como vigilante, alega no haber como la otra persona sí sufrieron cho pasillo a oscuras en el que podía
senta la posibilidad de un resultado participado del dolo homicida. La daños neurológicos irreversibles que ver siluetas de personas, blandiendo
que no se proponía causar; pero que, Corte, probablemente influida por comprometieron su capacidad labo- en forma de "barrido" un cuchillo
en definitiva, lo acepta (lo ratifica) su tradición de no hacer distingos ral. Se le condenó por aborto frus- de grandes proporciones, ocasio-
para el caso de que tal evento llegara entre copartícipes, especialmente trado y lesiones graves del Art, 397 nándole al pasar un gran corte en el
a producirse. Se lo distingue de la en materia de robo calificado (véase N° 1 respecto de las dos mujeres. brazo al conviviente, que le provocó
llamada 'culpa con representación', Comentario al Art. 14), define dolo La Corte consideró que el sujeto no la muerte. A la representación de un
en que, en ésta, el sujeto si bien pre- eventual simplemente como aquél pudo sino actuar con dolo eventual alto grado de probabilidad la Corte
vé o se representa un posible evento, que existe cuando se sabe que existe respecto de la otra persona (el fallo agrega que el sujeto dejó entregada
no lo ratifica, pues confía en que no la posibilidad de que el hecho ocu- no se detiene mayormente en las le- la no producción del resultado mor-
sucederá. Así, por ejemplo, en el caso rra, que es lo que ocurriría en la espe- siones a su novia), pues conocía per- tal al azar (considerando 3 0 ) , lo que
de que se trata, existiría dolo even- cie, de modo que rechaza el recurso. fectamente las rutinas de la casa, de no se condice con sus declaraciones
tual, con respecto al homicidio, si la Como destaca y comprueba ETCHE- modo que al realizar el envío como en cuanto a no haber querido el re-
reo, al dirigir su voluntad hacia el BERRY, DP], IV; 69 ss., ya en la déca- lo hizo no pudo sino representarse sultado: pudo no haberlo deseado,
delito de aborto, se representó como da de 1970 parece bien incorporada "el efecto típico como posibilidad pero los deseos que no se exteriori-
posible la muerte de la víctima, que a la jurisprudencia la noción de dolo de su acción, pero la lleva a cabo zan en conductas concordantes, en
no deseaba causar; pero que aceptó, eventual, en general con referencia a sin adoptar medidas para evitarlo o este caso en una conducta de evita-
o se conformó si la muerte llegara un momento volitivo, si bien mu- mantiene una actitud de indiferen- ción, son irrelevantes para el dere-
a producirse. Y, existiría culpa con chas veces simplemente deducido cia para con tal posibilidad" (con- cho (considerando 4 0 ) .
representación (en nuestro Código del hecho de la representación. Más siderando 90 ) . De gran interés es la
Penal queda comprendida en el cua- recientemente, entre muchas otras, SCS de 25 de abril de 1998 (Cita En síntesis, en la actualidad se
sidelito), si la autora, al prever o re- se pueden citar las siguientes: SCS Microjuris: MJJ644), en que se reconoce pacíficamente que la fi-
presentarse el posible resultado de la de 17 de septiembre de 1996 (Cita afirma el dolo eventual sin invocar gura del dolo eventual tiene cabida
muerte, no lo aceptó. Como se ve, Microjuris: MJJ1045), se afirma la ningún momento volitivo (aunque en la legislación chilena (todavía en
adquiere fundamental importancia, concurrencia de dolo eventual en el éste podría colegirse de la misma ar- contra LABATuT, 1, 122 s., y con du-
para determinar el dolo eventual, la caso de un sujeto que, con el obje- gumentación), sino sólo la necesaria das Noves, 1, 490 s.; totalmente a
ratificación por parte del sujeto, del to de provocarle un aborto a su no- representación de una alta probabi- favor ETCHEBERRY, 1, 305 ss.; COUSI-
posible resultado, en el momento de via embarazada le envía un pastel lidad de resultado (sin llegar, em- ÑO, 1968, 125 ss.; COUSIÑO, 1, 762
la manifestación de voluntad". Hay envenenado (por las características pero, a una situación de dolo de las ss.; RIvACOBA, 74.; CURY, 321 s.; ya
otros fallos, sin embargo, en que toxicológicas del envío se descartó consecuencias necesarias o seguras). ni siquiera se lo cuestionan GARRI-
parece adherirse más bien a un con- el propósito homicida), del que no El caso es el siguiente: el sujeto se DO, 11, 104; NAQUIRA, 139 ss.; Po-
cepto para el que basta la represen- sólo comió ella, sino también otra encuentra de noche en el dormito- LITOFF, 371 s.; POLITOFF / MATus /
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ART.lO CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lO

RAMÍREZ, PG, 276 s., donde en for- que con reservas, COUSIÑO, 1, 769 COUSIÑO, 1968, 125 ss. (y COUSI- nado de conservar la expresión res-
ma de notas al pie, N° 297 Y299, se s.; más enfáticos POLITOFF, 339 s., ÑO, 1, 769 s.) por demostrar la com- pondió al objetivo de excluir de ese
da noticia de la discusión durante la 370; POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ, patibilidad del dolo eventual con modo la suficiencia del dolo even-
primera mitad del siglo XX, que hoy PG, 255, 279 s.), que no han tenido la Ley chilena en una época en que tual (Informe de la Comisión de
se da por superada; sólo sugiere algo mucho eco en la literatura de la par- esto era todavía disputado, contexto Constitución, Legislación, Justicia
distinto MEDINA, 221). Lo mismo te general, sea porque se les atribu- en el cual desarrolló, aunque sin ma- y Reglamento del Senado, de 28 de
rige, como se ha visto, para la juris- ye en general una función diferente yor fundamentación, el argumento abril de 2003, 76 ss.). Una tenden-
prudencia. Siendo la forma menos (reiteración de la exigencia de dolo de que "si la Ley ha necesitado de cia similar se encuentra también en
exigente de dolo, pues no requiere en ETCHEBERRY, 1, 305; sinónimos tipos especiales, referidos exclusi- la jurisprudencia, si bien ésta sólo
ni propósito ni conocimiento segu- de dolo en GARRIDO, I1, 106; ex- vamente al dolo directo, es porque se puede abordar en los Comenta-
ro de realización, el dolo eventual cepción a la presunción de volun- la regla general es que, en todos los rios a la parte especial. Baste aquí
constituye la forma básica del dolo tariedad del inciso segundo en LA- demás tipos, es admisible cualquier mencionar la SCS de 24 de junio
en nuestro derecho (HERNANDEZ, BATUT,I, 154; AMUNÁTEGUI, 59, 63 forma de dolo, incluido el eventual" de 2004 (Cita Westlaw Chile.. eL!
2005, 336; MAÑALICH, 2005, 403; s.; ETCHEBERRY, I, 310; DEL VILLAR, (COUSIÑO, 1968, 127; argumenta- JURl151/2004), que compartió el
CURY, 2010, 89 ss.). 179), sea porque aun admitiendo ción calificada de decisiva por R1VA- criterio del condenado por el delito
puntualmente el efecto de exclusión COBA, 74). Advirtiendo de la fragi- informático previsto en el Art. 1° de
Si no obstante no se puede del dolo eventual, se previene con- lidad de la tesis excluyente del dolo la Ley N° 19.223 en cuanto a que
prescindir de las formas más exi- tra la generalización a partir de ex- eventual, se han levantado en el úl- la expresión "maliciosamente" em-
gentes, que en principio devendrían presiones que el legislador usa muy timo tiempo opiniones enérgicas en pleada en el mismo implicaba, de
superfluas, es sólo porque se suele descuidadamente (Novox, I, 471 s.; su contra (HERNANDEZ, 2005, 329 acuerdo con la historia fidedigna del
entender que a través del empleo de similar en una primera época POLI- ss.; OSSAND6N, 2010, 426 ss.). Con establecimiento de la ley, una exi-
expresiones como "a sabiendas", "sa- TOFF, 1965, 96). En abono de esta todo, en la práctica el argumento gencia de dolo directo, sin perjuicio
biendo", "constándole", "conocien- tesis habla la detallada revisión de ha ganado fuerza en la medida en de tenerlo luego por suficientemente
do", "con conocimiento de causa", y AMUNÁTEGUI, 38 ss., 42 ss., 61 ss., que es asumido por el legislador en acreditado (véase comentario crítico
otras como "maliciosamente" o "con quien concluye que con este tipo de la elaboración de leyes más recientes de MAÑALICH, 2005, 403 s.).
malicia" la Ley o bien impone la exi- expresiones se quiso o bien dejar sin que tipifican delitos y emplean este
gencia de dolo directo o dolo de las efecto la presunción de voluntarie- tipo de expresiones, como es el caso, En lo que concierne ahora al
consecuencias seguras o necesarias, dad del inciso segundo (sobre ello por ejemplo, de la Ley N° 19.913, dolo en los delitos de omisión, rige
o bien, al menos, excluye la posibi- infra), o bien simplemente designar de 18 de diciembre de 2003, que fundamentalmente lo mismo que
lidad de realización con dolo even- o recalcar el carácter doloso de la crea la Unidad de Análisis financie- se ha venido reseñando. Desde un
tual. Si bien se trata de una cuestión conducta, como salia hacer el códi- ro y modifica diversas disposiciones punto de vista cognitivo, el dolo
de parte especial, como lo prueba la go belga, pero en ningún caso excluir en materia de lavado y blanqueo de supone que el sujeto advierta la
disparidad de pareceres una vez que formas de dolo que ni siquiera eran activos: a propósito de la expresión concurrencia de todas las circuns-
se abordan las hipótesis particulares, conocidas al momento de redactarse "a sabiendas" que emplea la letra a) tancias objetivas en virtud de las
existe una cierta tendencia a genera- el Código. Al parecer, la tesis de la del inciso primero del Art. 27 (ori- cuales tiene el deber de actuar (por
lizar el alcance de dichas expresio- exclusión general del dolo eventual ginalmente Art, 19) al tipificar el ejemplo, para el Art. 494 N° 14,
nes en el sentido indicado (así, aun- tiene su origen en los esfuerzos de lavado de dinero, la decisión del Se- la presencia en despoblado de una
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ART.1° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.1°

persona herida que necesita ayuda y reemplazante se haya atrasado, caso simplemente contradictoria. La si- a la hora de afirmar la concurrencia
la ausencia de circunstancias que le en el cual no se excluye el dolo y sólo tuación es idéntica a la que se da en de dolo en las omisiones es el mismo
impliquen detrimento si la asiste). puede apreciarse un error de prohi- los delitos comisivos de mera activi- que se da en el campo de los delitos
En los delitos de omisión impropia bición (NOVOA, 1987, 103; GARRI- dad, en los cuales la realización de comisivos (así también en lo fun-
esto implica que además de la situa- DO, II, 244, aunque contradictorio la actividad en conocimiento de sus damental POLITOFF, 357 s., Y POLI-
ción de riesgo que debe conjurar con 241, donde en un ejemplo de circunstancias ahorra mayores discu- TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 274).
(10 que supone representación de la omisión propia menciona el deber siones sobre el dolo. Si en estos casos Además de la discusión teórica que
posible producción del resultado y como objeto del conocimiento; de realmente se prescinde del elemento suscitó un sector del finalismo al ne-
conciencia de la ausencia de facto- otra opinión POLITOFF / MATUS / volitivo o más bien se le entiende in- gar la posibilidad conceptual de un
res que le impidan actuar) conozca RAMÍREZ, PG, 260 con nota al pie herente a la conducta omisiva, es una genuino dolo en las omisiones (tesis
también las circunstancias objetivas N° 240). Desde el punto de vista del cuestión en último término termino- asumida entre nosotros en parte por
que lo erigen en garante. De este elemento volitivo, cabe hacer ciertas lógica que no afecta el punto central: CURY, 676, 679: al no haber hecho
modo, quien cree erróneamente que precisiones respecto de afirmacio- no hay equiparación de ningún tipo voluntario, sino uno causal en que
la persona herida en despoblado está nes que, fuera de contexto, pueden entre dolo y mera representación no se hizo intervenir una voluntad
muerta o que no puede acercarse a provocar confusión en la práctica. del riesgo. Tratándose ahora de de- que era hábil para modificarlo, no
ella por riesgo de derrumbe incurre No es inusual que en la literatura litos de omisión impropia el asunto habría dolo, sino un "no-dolo"; re-
en error de tipo que excluye el dolo se diga que el dolo en la omisión se es tanto más evidente, porque aquí chazada en cambio por COUSIÑO, 1,
y sólo deja subsistente la posible res- satisface con el puro conocimiento la omisión con representación de la 737 ss.), la verdadera discusión prác-
ponsabilidad a título de cuasidelito de la situación que obliga a actuar, posibilidad del resultado por regla tica en la literatura comparada (en
si existe el respectivo tipo culposo. sin necesidad de elemento volitivo general no dice nada definitivo so- ese sentido es imprecisa la descrip-
Lo mismo rige para el padre que no (GARRIDO, II, 241; lo sugieren Bus- bre la disposición del sujeto hacia tal ción de POLITOFF, 357 s.; POLITOFF
ve que su hijo pequeño ha caído a TOS / CABALLERO, Comentario, 60), resultado, salvo en los casos en que / MATUS / RAMÍREZ, PG, 274), gira
la piscina o que viendo a un niño lo que algún lector desprevenido éste aparezca como seguro o nece- fundamentalmente en torno a si el
en situación de peligro en medio podría interpretar erróneamente sario. Así, el padre que, por pereza dolo del omitente supone que éste,
de una multitud no advierte, sin como una equiparación entre dolo y basado en la experiencia con sus además de conocer los presupuestos
embargo, que es su hijo (cfr. CURY, y mera representación del riesgo en otros hijos, no se levanta en la no- de su deber de garante y la situación
679; NOVOA, 1987, 102 s.; GARRI- el ámbito de los delitos de omisión. che a administrarle la medicina a su de peligro para el bien jurídico (iY
DO, u, 241, 244; POLITOFF / MATUS Desde luego debe tenerse en cuenta hijo de pocos meses, no obstante las de querer o aceptar la producción
/ RAMÍREZ, PG, 260). Distinto es el que la afirmación sólo podría tener estrictas instrucciones del médico, del resultado!), debe "querer rea-
caso cuando, en conocimiento de las alguna validez respecto de los deli- muy probablemente sólo ha actuado lizar" su omisión en cuanto tal, lo
circunstancias objetivas que fundan tos de omisión propia (así, expresa- con culpa respecto del agravamiento que supondría que se represente la
la posición de garante, el sujeto cree mente, GARRIDO, II, 241), pues en y eventual muerte del lactante, en conducta que en definitiva omite
erróneamente que no tiene el deber la medida en que sólo exigen la no tanto que nadie dudaría de su dolo (una determinada forma de evitar
de evitar el resultado, como sería el realización de la conducta debida si con pleno conocimiento deja que el resultado) y la posibilidad de lle-
caso de la enfermera de turno que la pretensión de falta de voluntad el niño se coma todo el veneno para varla a cabo, para luego decidirse a
entiende que su deber termina a la cuando se ha conocido la situación ratones que encontró en la despen- no realizarla, lo que muy probable-
hora de cambio de turno, aunque su y, no obstante, no se ha actuado es sa. Como se ve, el tipo de discusión mente no se dará si el sujeto quie-
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CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.!O
ART.!o

re la producción del resultado o si omitida [impedir el resultado] le era que, en rigor, en todos esos casos la prenslOn normativa del dolo hace
éste lo deja impasible. De ahí que posible y de realizarse habría evitado voluntad de realización del tipo se patentes las cuestiones valorativas y
la opinión ampliamente mayoritaria el resultado"), en la medida en que desprende sin más y de modo irre- políticas subyacentes en su afirma-
prescinda en mayor o menor medi- no derivan de dicha exigencia nin- futable de la realización consciente ción es posible que no tenga sólo
da de esa exigencia volitiva específi- guna consecuencia problemática, se de la conducta. Sí lo es, en cambio, consecuencias explicativas o siste-
ca, lo que, sin embargo, nada tiene puede suponer que en los hechos le que en materia de dolo eventual la máticas, sino también prácticas.
que ver con equiparar sin más el asignan un sentido muy débil (cfr. exigencia volitiva, aunque en gene-
dolo con la mera representación del POLITOFF, 358; POLITOFF / MATUS ral no haya quedado reducida entre Hay ámbitos en los que el con-
riesgo en los delitos de omisión. Es / RAMfREZ, PG, 274), coincidente nosotros a mera indiferencia, suele cepto normativo de dolo sólo pa-
en ese contexto en que deben enten- con la fórmula provisoria que aquí identificarse con la resignación u rece ofrecer mejores explicaciones
derse las afirmaciones de CURY, 676, se propone. Por último, también en otra actitud emocional, lo que no para prácticas asentadas del modelo
679, en cuanto a que no se requiere los delitos de omisión puede darse sólo parece estar por debajo de una dual que, en cuanto afectan casos
voluntad actual de no actuar, como dolo directo, dolo de las consecuen- genuina exigencia volitiva, sino que extremos, se perciben como compa-
tampoco se requiere conciencia de cias necesarias o seguras y dolo even- también favorece que se termine re- tibles con las premisas del mismo.
contar ni con dominio final ni con tual (COUSIÑO, 1, 745 s.; POLITOFF / solviendo, de modo no legitimable, En efecto, hay buenas razones para
"capacidad de planeamiento" (la MATUS / RAMfREZ, PG, 261). en base al carácter del sujeto (Os- pensar que detrás del escepticismo
capacidad de reconocer un camino SAND6N, 2010, 442 s.). judicial frente a los errores groseros
para evitar el resultado) ni con la ca- No obstante este relativo con- de tipo (supra), o del rechazo del
pacidad física para seguirlo. Como senso en torno al concepto dual de Desde otra perspectiva y más dolo eventual sólo en la medida en
se habrá notado, aquí se privilegia dolo y sus alcances, también en Chi- allá del aspecto estrictamente proba- que la "confianza" del agente pue-
una exigencia mínima en términos le se han hecho sentir en los últimos torio (la aceptación de que el dolo da todavía considerarse socialmente
de lo que podría llamarse una "con- años las críticas que se le dirigen a sólo se puede inferir de las circuns- racional (supra), de lo cual el dolo
ciencia negativa", esto es, la concien- dicha concepción en el debate com- tancias objetivas del hecho), se va de las consecuencias seguras o ne-
cia de no concurrir obstáculos para parado, por más que la tesis monista aceptando de modo creciente que cesarias no es más que su máxima
la actuación evitadora del resultado. que identifica dolo con conocimien- el dolo, más que un fenómeno psí- expresión formalizada, no hay en
Si bien parte de nuestra literatu- to no haya tenido mayor acogida. quico a comprobar empíricamente, rigor una convicción (o si la hay
ra parece exigir más (GARRIDO, II, Al respecto, sin embargo, no pare- es una atribución, un conocimiento no es relevante para la decisión)
241, exige que el sujeto sepa "cuál es ce realmente problemático que en y una voluntad que se atribuyen, es sobre lo que el sujeto realmente se
la acción que se espera de él", aun- grupos completos de casos el dolo se decir, un concepto adscriptivo y no representó ni menos sobre su ac-
que para delitos de omisión propia, afirme con la sola constatación del descriptivo (MAÑALICH, 2005, 405; titud hacia dicha representación,
para los cuales, en efecto, muchas conocimiento de las circunstancias VAN WEEZEL, 2007, 60; y especial- sino, simplemente, una valoración
veces la conducta esperada está de- por parte del agente, como ocurre mente OSSAND6N, 2008, 68 ss.; des- de su conducta desde el punto de
terminada de antemano; POLITOFF / con los delitos de mera actividad, de la perspectiva refleja de la mayor vista de parámetros socialmente
MATUS / RAMfREZ, PG, 260 exigen los delitos de omisión propia (su- o menor tolerancia hacia el error compartidos de exigibilidad. En ese
positivamente que "sepa que tiene pra) o en las hipótesis de dolo de las extensamente, VAN WEEZEL, 2008 sentido, la propuesta de considerar
la posibilidad de evitar el resultado", consecuencias seguras o necesarias a, 47 ss.; VAN WEEZEL, 2008 b, 361 dolo en casos de "ignorancia o ce-
y -NOVOA, 1987, 102 "que la acción (OSSAND6N, 2010, 442 s.), por- ss.). En la medida en que esta cam- guera deliberada", esto es, la willfull
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ART.1° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.1°

blindness del derecho anglosajón mucho más alto de lo que, desde nica, donde muere a pesar de los letín del Ministerio Público N° 30
(OSSAND6N, 2008, 80 ss.), que no una perspectiva de merecimiento esfuerzos por reanimarlo. En rigor, [marzo de 2007], 96 ss., recurso
es muy diferente al reconocimiento de pena, se puede aceptar" (Os- la Corte no hace más que aplicar el de nulidad rechazado con fecha 11
de un dolus indirectus, entendido SAND6N, 2010, 443) o que la rigi- concepto de dolo totalmente do- de diciembre de 2006). En sentido
como consecuencia de la irrelevan- dez de los efectos del error de tipo minante en la literatura chilena al totalmente inverso, aunque desde
cia de la ignorantia crassa et supina los hagan "demasiado blandos", concluir, luego de sintetizar dicho otro punto de partida, se ha plan-
(VAN WEEZEL, 2008 b, 365), o la porque premian al desconsidera- concepto, que "en e1 caso en estu- teado una aplicación restrictiva del
propuesta de someter la alegación do (VAN WEEZEL, 2008 b, 361). dio, dada la calidad de la acusada dolo eventual, en términos de que
de toda forma de desconocimiento Mientras en otros países eso puede y las circunstancias en que se des- en caso de duda deba optarse por
(cualquiera sea su objeto: de tipo ser simple constatación que sirve empeñaban ambos enjuiciados, si la culpa y debe, en todo caso, consi-
o de prohibición) a un control de de argumento empírico contra la bien debieron representarse como derarse la menor gravedad del dolo
razonabilidad previo a la imputa- vigencia del modelo (los autores posible el resultado lesivo finalmen- eventual en la determinación de la
ción de dolo o culpa (VAN WEEZEL, mencionados citan al respecto ex- te ocurrido, no es factible arribar a pena (POLITOFF, 370 s.; POLITOFF /
2008 a, 52 ss.; VAN WEEZEL, 2008 clusivamente literatura española y la íntima convicción de que al obrar MATus / RAMÍREZ, PG, 279 s., sobre
b, 364 ss.), no necesariamente de- alemana), en el caso chileno la si- como lo hicieron, desentendiéndo- la base, además, del supuesto reco-
ben conducir a ampliaciones del tuación parece ser todavía distinta se de la situación delicada que afec- nocimiento general del principio
ámbito de aplicación del dolo. Más en los casos equívocos, aunque las taba al menor, tomaron seriamente in dubio mitius; critico sobre esto
bien al contrario, en cuanto trans- presiones por mayor punición son en cuenta la posibilidad del deceso último PIÑA, 2011, 82). Con plena
parentan prácticas preexistentes, ostensibles. Las reacciones airadas y la acogieron en su voluntad de conciencia de esta tensión y como
podrian favorecer su control. No que provocó incluso en el mundo realización, evidenciando total in- un mecanismo para sorteada se ha
puede desconocerse, sin embar- académico la aún reciente SCS de 2 diferencia por la suerte de los bienes valorado positivamente de legeferen-
go, que el paso de la constatación de julio de 2009 (Cita Microjuris: jurídicos involucrados en el entorno da la posible introducción de una
(inferencia, por ilusoria que pueda MJJ20163), que apreció sólo culpa de peligro objetivamente existente" figura intermedia entre el dolo y la
parecer) de ciertos datos psíquicos con representación y no dolo en un (considerando 140 ) (véaseel comen- culpa, por ejemplo en la línea de la
a la abierta valoración de la exigi- caso extremo de imprudencia, es un tario de PIÑA, 2011, 75 ss.). Que recklessness (despreocupación por las
bilidad del sujeto libera de trabas ejemplo de las presiones a las que se las presiones pueden tener éxito lo consecuencias) del derecho anglo-
(tal vez conceptualmente inconsis- ve sometido el modelo dual. En la muestra otro fallo relativamente re- sajón (POLITOFF, 369; FERNÁNDEZ,
tentes, pero operativas) la aprecia- especie, los encargados de una sala ciente en que, de modo inédito en el 2002, 114). Como se ve, si bien se
ción del dolo, permitiendo que se cuna le cubren la boca con una cin- contexto de intervenciones médicas cuenta con una posición dominante
eleve la vara de la exigibilidad, con ta adhesiva a un lactante de 7 meses lícitas, se afirma que el facultativo bien asentada en materia de dolo,
efectos relevantes en el ámbito de para que deje de llorar (burlándose ha actuado con dolo eventual aten- ésta se está viendo sometida, tal vez
los casos simplemente equívocos. además de él, lo que con seguridad dida su extrema falta de cuidado en de modo inédito, a criticas y presio-
No es casual que sea precisamente alimentó también la polémica), la práctica de una operación de ci- nes que ponen a prueba su capaci-
desde perspectiva normativista que dejándolo luego acostado en una rugía estética (condena del médico dad para mantenerse conceptual-
se le reproche al modelo dual poner cuna, sin retirarle la cinta; un par Galo Andrade, sentencia del 2 0 Tri- mente y, sobre todo, para preservar
"demasiado alto el límite entre el de horas después advierten que está bunal Oral en lo Penal de Santiago, sus límites conocidos. Aquí se apoya
dolo y la imprudencia, desde luego inconsciente y lo llevan a una clí- de 28 de noviembre de 2006, Bo- esa preservación.
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ART.lo C6DIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

PRESUNCIÓN DE VOLUNTARIEDAD de causa", "maliciosamente", etc., KÜNSEMÜLLER, 2001, 263; MAÑA- Ministerio Público) de investigar
con independencia de que se vea en LICH, 2005,400), sea sólo de la im- con igual celo tanto los hechos y cir-
Conforme al inciso segundo, las ello simultáneamente una exigencia putabilidad y del conocimiento de cunstancias que establecen y agra-
acciones u omisiones penadas por la de dolo directo (supra) (LABATUT, la antijuridicidad (BUSTOS / SOTO, van la responsabilidad del imputado
Ley se reputan siempre voluntarias, I, 154; AMUNATEGUI, 59, 63 s.; ET- 259) o, por último, sea sólo del co- como los que lo eximen de ella o la
a no ser que conste lo contrario. Los CHEBERRY, 1, 310; DEL VILLAR, 179; nocimiento de la antijuridicidad de extingan o atenúen (Art, 109 CPP
alcances de la presunción simple- en contra COUSIÑO, I, 759; en la la conducta (CURY, 306 s.; GARRI- 1906; Art. 3° LOCMP) (Novox, I,
mente legal están indisolublemente jurisprudencia más reciente acogen DO, II, 107 s.; BUSTOS / CABALLERO, 492; ETCHEBERRY, I, 309 s.), lo que,
unidos al alcance que se le dé a la esa restricción, entre otras, la SCA Comentario, 54). Y como se puede sin embargo, no parecía en absoluto
voz voluntaria que se encuentra tan- Santiago de 23 de marzo de 1990 ver, ya no es en absoluto claro ha- suficiente, pues cuando por cual-
to en el inciso primero como en este (RDJT. LXXXVII, 2-4,16); laSCA blar a su respecto de una "opinión quier motivo no conste lo contra-
inciso segundo (al respecto supra). Santiago de 19 de junio de 1985 minoritaria" . rio, debiera en principio darse por
(Gaceta Jurídica N° 60 [1985], acreditado el dolo, precisamente en
La opinión que hasta hace al- 106). En cambio, no obstante un Tanto o más importante es di- virtud de la presunción (RIVACOBA,
gunos años podía considerarse do- fallo puntual (la ya citada SCS de lucidar los alcances de la presun- 87 s.). Otros autores hacían valer el
minante en la literatura entiende 21 de abril de 1960, RCP T. XIX ción, cualquiera que sea su objeto Art, 456 bis CPP 1906, que supe-
que la expresión voluntaria hace [1960], 81), parece admitirse que preciso. Los únicos que tradicional- ditaba cualquier condena a que el
referencia al dolo (sea que se refie- la presunción rige también respec- mente se han preocupado del pun- tribunal adquiriera la convicción de
ra exclusivamente al dolo, sea que to del dolo eventual (así COUSIÑO, to son quienes asumen estar frente que realmente había hecho y parti-
se refiera también a otros requisitos I, 759; en la jurisprudencia la SCA a una presunción de dolo, preci- cipación punible, lo que si bien no
de la responsabilidad), con lo cual San Miguel de 8 de abril de 1992, samente por las ácidas críticas que derogaba la presunción (en el mis-
la presunción es al menos también RDJ T. LXXXIX, 2-4, 60). se levantan contra la existencia de mo sentido Novox, I, 491 con nota
una presunción de dolo (LABATuT, I, una tal presunción (CURY, 306 s.; al pie N° 42) al menos la atenuaba
154; Novox, I, 491 ss.; ETCHEBERRY, Por su parte, si se prescinde de COUSIÑO, 1, 761; RIvACOBA, 86 ss.; o mitigaba "hasta el extremo de que
I, 303, 309; COUSIÑO, I, 754; RIVA- ORTIZ MUÑoz, que entendía presu- GARRIDO, II, 107; KÜNSEMÜLLER, ella pierde su obligatoriedad", en el
COBA, 86 s.; POLITOFF, 374, 341 s.). mida la simple voluntad de acción u 2001, 261 ss.; GuzMÁN DALBORA, sentido de que los jueces pueden dar
Así lo ha entendido también la juris- omisión (ORTIZ MUÑoz, I, 214 s.), 9 ss.). Debe considerarse, sin em- por establecido el dolo en virtud de
prudencia mayoritariamente, como todas las tesis que niegan que se trate bargo, que las mismas críticas se le la presunción o pueden prescindir
lo comprueba una revisión de los de una presunción de dolo asumen pueden dirigir, a lo más atenuadas, de ella, en ambos casos sin violar la
fallos citados por ETCHEBERRY, DPJ, encontrarse frente a una presunción a una presunción amplia o restrin- Ley (COUSIÑO, I, 760 s.; también
I, 240 s., y ETCHEBERRY, DPJ, IV; de los presupuestos de la culpabili- gida de culpabilidad (ETCHEBERRY, POLITOFF, 370, 374, afirmando que
67 s, Esto no regiría, sin embargo, dad, sea de todos ellos, esto es, de 1, 311; similar RIVACOBA, 87). Al- la importancia práctica de la pre-
en los casos en que se asume que la la imputabilidad, la exigibilidad y gunos de los defensores de la pre- sunción sería "insignificante, si es
Ley exige la efectiva comprobación el conocimiento de la antijuridici- sunción procuraban demostrar que que tiene alguna"). En la medida,
de un conocimiento o propósito es- dad (NAQUIRA, 151, 411; en prin- ésta no implicaba una inversión de sin embargo, en que la presunción
pecífico, a través de términos como cipio con el mismo alcance amplio la carga de la prueba, apelando al permite al juez asilarse en ella en
'\1 sabiendas", "con conocimiento MERA, 116 con nota N° 116, 178; deber del juez instructor (ahora: del caso de duda, no se disipa realmente
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNOEZ ART. l°

el problema normativo (en términos enjuiciamiento a que se sujeta este bia, sin embargo, con la entrada en a rendir plena prueba de la ausencia
similares GUZMÁN DALBORA, 9 ss.). proceso- declara que 'el juez debe vigencia en Chile del Pacto Interna- de culpabilidad como única vía de
Tal vez algo distinto podría decirse investigar, con igual celo, no sólo cional de Derechos Civiles y Políti- absolución, porque el tribunal que
hoya propósito del Art. 340 Cl'I; los hechos y circunstancias que esta- cos (29 de abril de 1989) y, especial- resolviera de ese modo sin plena
que a la fórmula del Art. 456 bis blecen y agravan la responsabilidad mente, de la Convención Americana prueba incurriría en infracción de
CPP 1906 agrega ahora un estándar de los inculpados, sino también los de Derechos Humanos (5 de enero ley).
de prueba, concretamente, que la que les eximan de ella o la extingan de 1991) con su sistema institu-
convicción debe adquirirse "más allá o atenúen'. A su vez, el artículo 456 cional de protección, instrumentos Ante esto cabe considerar de-
de toda duda razonable" (así, ORTIZ, del mismo texto, aplicado al caso de 1:i que consagran inequívocamente el rechamente la inconstitucionalidad
2010,285 s.). autos, prescribe que 'nadie puede ser referido principio (Arts. 14.2 y 8.2, de la presunción (como ha propues-
condenado por delito sino cuando el respectivamente). Porque si se asu- to GuzMÁN DALBoRA, 9 ss.) o bien
Esto es lo que parece no ver el tribunal que lo juzgue haya adquiri- me, de acuerdo con una extendida interpretarla de un modo confor-
Tribunal Constitucional, que en do, por los medios de prueba legal, interpretación del inciso segundo me con la presunción de inocencia.
su reciente SCT de 20 de mayo de la convicción de que realmente se ha del Art. 5° CPR, aunque todavía no Esto es lo que, luego de asumir la
2010 (Rol N° 1352-2009), donde, cometido un hecho punible y que admitida por el Tribunal Constitu- validez general de las presunciones
si bien elude pronunciarse sobre la en él ha correspondido al procesado cional, que tal consagración tiene legales de responsabilidad penal, in-
jerarquía normativa de la presun- una participación culpable y penada rango constitucional y se prescin- tenta MENESES, 76 s., al exigir a su
ción de inocencia y su efecto en la. por la ley'" (considerando 48°). de de interpretaciones de la misma respecto fuente legal, interpretación
carga de la prueba (considerandos que anulan su carácter de garantía restrictiva y, especialmente, que su
44° a 46°), se apura en declarar: En todo caso, la cuestión se ha ante el legislador (como ocurre con refutación pueda operar por modus
"Que la presunción de voluntarie- agudizado los últimos años por el MATus, 329, al ver en la referencia tollens, es decir, bastando una única
dad, cualquiera sea el alcance que se reconocimiento internacional del de los instrumentos internacionales prueba de la defensa para volver al
le otorgue, no se opone al principio principio de la presunción de ino- a la legalidad del establecimiento régimen general de prueba de cargo
o estado de inocencia, por cuanto cencia. Ante el silencio de los sucesi- de la culpabilidad una autorización de la acusación. Siempre en esta se-
su aplicación no representa una in- vos textos constitucionales chilenos genérica al legislador para invertir la gunda línea, pero con alcances más
versión de la carga de la prueba -en al respecto, las primeras referencias carga de la prueba), todo parece in- amplios, seaque seniegue su genuino
términos de que incumba al impu- al principio no pasaban de ser in- dicar que la presunción del inciso se- carácter de presunción (GALLAHER,
tado acreditar su inocencia-, aten- vocaciones de política criminal con gundo, al menos en su comprensión 11 ss.; en contra MAÑALICH, 2005,
dida la aplicación imperativa en el sustento incierto en el derecho inter- tradicional, entra en abierta colisión 401, en una discusión totalmente
procedimiento penal, tanto en las nacional (ya ORTIZ MUÑoz, Nocio- con el principio (en contra PRAMBS, subordinada a las definiciones to-
fases de instrucción como de acusa- nes 1, 216 construía a partir del CPP 86 ss., quien defiende enérgicamen- madas como punto de partida), sea
ción, de preceptos que imponen el 1906, influido a su juicio por la De- te, incluso con rango constitucional que simplemente se le compatibilice
deber al juez de establecer la parti- claración de Derechos del Hombre [fundado en el reconocimiento de la con la garantía, se puede sostener
cipación culpable del inculpado. En y del Ciudadano de 1793; en tan- libertad y dignidad del sujeto], una que la función del inciso segundo
efecto, el artículo 109 del Código to que COUSIÑO, 1, 761 invocaba el presunción de culpabilidad en senti- no es otra que liberar de una supues-
de Procedimiento Penal -cuerpo Art. 11.1 Declaración Universal de do estricto [con exclusión del dolo] ta carga de demostrar la ausencia de
legal que contiene las normas de los Derechos Humanos). Esto cam- sin matices, que obliga a la defensa factores negativos (impeditivos o ex-
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tintivos) de responsabilidad que no hacen y quieren hacerlo (NOVOA, 1, eximentes), con independencia de tenga un correlato en dicho tipo ob-
vengan sugeridos por el conjunto 492; ETcHEBERRY, 1, 310 s.). La dife- la existencia y los alcances del inciso jetivo, es decir, toda exigencia sub-
de la prueba rendida, carga que de rencia radica en que, entendida sin segundo. Específicamente en mate- jetiva que a la vez no sea exigencia
ser efectiva prácticamente impediría matices, la presunción obliga a ren- ria de dolo, sin embargo, la solución objetiva, no pertenece al dolo (aun-
condenar en cualquier caso (GALLA- dir prueba plena en contrario para 'o debería ser distinta cuando la con- que sí al tipo subjetivo), sino que
HER, 59). Sólo cuando surgen dudas evitar su efecto (así PRAMBS, 86 ss., ducta en cuanto tal, objetivamente constituye un elemento subjetivo
plausibles sobre la posibilidad de su con notas al pie N° 160 Y N° 165), considerada, no dice nada respecto del tipo o del injusto. En la actua-
existencia, entonces debe acreditar- en circunstancias que para la tesis del conocimiento y voluntad rele- lidad la existencia de estos elemen-
se especialmente que no concurren, que se viene exponiendo basta con vantes, como ocurre con la tipifi- tos subjetivos distintos del dolo que
con la consecuencia de que si no lo- generar una duda razonable, que de cación de conductas neutrales que vienen exigidos por el tipo (no por
gra disiparse la duda debe absolver- no ser disipada debe conducir a la sólo son delictivas cuando se tiene la culpabilidad, incluso para quienes
se, precisamente por aplicación del absolución (GALLAHER, 68 s.). En conocimiento de ciertas circuns- ubican el dolo en la culpabilidad) se
principio in dubio pro reo (GALLA- la medida en que la potencial carga tancias (v, gr. la receptación, que reconoce en forma unánime (AMu-
HER, 59 s., 62 s., 68 s.; MAÑALICH, probatoria de la defensa que implica básicamente consiste en celebrar y NATEGUI, 17 s.; UBATUT, 1, 88; No-
2005,402 s.). Esto explica que coti- esta lectura se limita a la de hacer mí- ejecutar contratos respecto de cosas VOA, 1, 304; ETCHEBERRY, 1, 221 s.;
dianamente se impongan condenas nimamente plausible (no a probar) muebles). En tales casos, debe ser DEL VILLAR, 103 s.; CURY, 322 ss.;
sobre la base exclusiva de la prueba una hipótesis excepcional cuando el tarea del Ministerio Público, desde COUSIÑO, 1, 579 ss.; GARRIDO, 11,
sobre la efectiva realización del he- conjunto de la prueba ni siquiera la el inicio, aportar prueba bastante de 108 ss.; NAQUIRA, 152 ss.; POLITOFF,
cho objetivamente descrito en la ley, sugiere, no parece vulnerarse la pre- la concurrencia del dolo (concreta- 1965,83 ss. y passim; POLITOFF, 223
sin que por regla general se haya dis- sunción de inocencia (MATUS, 324 mente, acreditar circunstancias que ss.; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ,
cutido en el juicio una posible legí- s., 330; desde el punto de vista del conforme a la experiencia común PG, 191 ss.; VARGAS, 76).
tima defensa o la inimputabilidad o principio de culpabilidad, MAÑA- son indicativas de conocimiento del
el error de tipo o de prohibición del LICH, 2005, 402 s., ambos con re- origen ilícito de las especies) (HER- Es posible atribuirles distintas
agente, a menos, claro está, que el ferencias al derecho comparado, en NÁNDEZ, 2005, 352 s.). Por ser lo funciones a estos elementos, lo que
caso, directamente o por la actividad particular a la distinción del dere- delictivo lo excepcional en este tipo ha dado lugar a diversas clasificacio-
de la defensa, sugiera una duda al cho angloamericano entre carga de de casos, esto es, por parecer de an- nes de los tipos penales que los con-
respecto (GALLAHER, 59 s.; HERNÁN- producción y carga de persuación temano que se da "lo contrario", el tienen, más allá de la denominación
DEZ, 2005, 351 s.; MATUS, 324). Lo en materia probatoria; no lo consi- inciso segundo no puede liberar de común de "tipos anormales" que
excepcional puede suponerse ausen- dera suficiente, sin embargo, KÜN- esa carga ni siquiera prima jade. solía emplear la literatura que con-
te como lo normal puede suponerse SEMÜLLER, 2001, 266). En cuanto centraba las exigencias subjetivas en
presente (al modo de una "verdad corresponde a la práctica universal ELEMENTOS SUBJETIVOS DEL TIPO la culpabilidad (WATUT, 1, 88; No-
interina o provisional", GALLAHER, en relación con los factores negati- O DEL INJUSTO (DISTINTOS DEL DOLO) VOA, 1, 302 s.; DEL VILLAR, 100, 103;
72, 74 ss.), lo que sugiere una níti- vos de responsabilidad, debiera regir POLITOFF, 1965,84). La clasificación
da coincidencia con los defensores no sólo para la voluntariedad, cual- En cuanto el dolo tiene como que mayor acogida ha tenido en
de la presunción, pues se acepta que quiera que sea el contenido que se objeto de referencia una conducta nuestro medio (para otras, exhaus-
corresponde a la normalidad de la le asigne, sino para todo factor ne- que realiza el tipo objetivo de un de- tivamente, COUSIÑO, 1, 585 ss., 593
vida que las personas sepan lo que gativo (desde luego, para todas las lito, toda exigencia subjetiva que no ss.) es la que distingue, al margen de
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cierto desorden terminológico entre facilita en los términos del Art, 411 ver", Sentencias destacadas [Libertad elementos subjetivos no pueden
"delitos de intención" (o "de tenden- ter ejerzan la prostitución: no es ne- y Desarrollo] 2004, 197 [205 ss.]), realizarse con dolo eventual). Si esto
cia interna trascendente") y "delitos cesario que efectivamente alcancen no sólo porque la Ley no explicita implica necesariamente excluir la
.o
de tendencia" (o "de tendencia inter- a ejercerla, pero sí lo es que se haya ninguna exigencia al respecto (en la actitud propia del dolo de las con-
na intensificada"). En los primeros, la actuado "para que ejerzan la prosti- actualidad, el Art. 366 quater es una secuencias seguras o necesarias, tal
exigencia subjetiva consiste en obrar tución en el territorio nacional o en excepción, aunque podría sostenerse como algunos sostienen en la litera-
con la finalidad de alcanzar algo que el extranjero") (así, POLITOFF, 1965, que se trata de un delito de resulta- tura comparada, es algo que no se
se encuentra más allá de la realiza- 105 ss.; POLITOFF, 226 ss.; POLITOFF do cortado), sino además por razones ha discutido en Chile.
ción íntegra del tipo objetivo, gene- / MATUS / RAMfREZ, PG, 192; COUSI-·· materiales, no en último término por
ralmente para precisar el sentido de la Ño I, 585; NAQUIRA, 154). En los se- las dudas sobre la legitimidad de una ERROR DE PROHIBICIÓN
realización típica en un contexto de gundos ("delitos de tendencia" o "de fundamentación de lo típico en base
adelantamiento de la relevancia penal tendencia interna intensificada"), en a un ánimo. Como sea, no debe so- En la actualidad existe con-
objetiva de la conducta (GARRIDO, JI, cambio, un cierto ánimo del sujeto breestimarse el valor de estas clasifi- senso doctrinario en cuanto a que
110; NAQUlRA, 153 s.; POLITOFF, 225 sería lo que le da sentido delictivo caciones, que, además, ofrecen pro- el conocimiento del carácter ilícito
ss.; VARGAS, 76; CURY, 325 s. los co- a una conducta que de lo contrario blemas de delimitación en los casos del hecho es, en una medida por
noce genéricamente como "delitos de resultaría irrelevante por su carác- concretos. precisar, requisito de la responsabi-
resultado cortado"). Se distingue en ter equívoco, como ocurriría, por lidad penal y que consecuentemen-
este primer grupo entre "delitos mu- ejemplo, con los abusos sexuales del Lo que sí es muy relevante es te su ausencia, que hoy se designa
tilados en dos actos", que son aqué- Arr, 366 ("ánimo lascivo"? o las in- que la ausencia del respectivo ele- en forma unánime con el término
llos en los que lo que está más allá de jurias del Art. 416 (animus injurian- mento subjetivo del tipo conlleva error de prohibición (ver supra),
la realización del tipo objetivo es otro dt) (ETCHEBERRY, I, 221 s.; POLITOFF, sin más que decaiga la tipicidad de exime bajo ciertas condiciones de
acto del propio agente, acto adicional 1965, 109 ss.; POLITOFF, 230 ss.; Po- la conducta, sin perjuicio de la po- tal responsabilidad (BUSTOS / SOTO,
que, sin embargo, no se exige en el LITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 193 sible realización de otro tipo sin esa 264; SCHWEITZER, 78 ss., 115 ss.
plano objetivo, sino sólo como objeto s.; GARRIDO, JI, 110; CURY, 325 s.). El exigencia adicional (explícitamente, [todavía bajo el nombre "error de
de un propósito (por ejemplo, la exi- reconocimiento de este último grupo GARRIDO, JI, 109; NAQUIRA, 155 s.). derecho"]; ORTIZ QUIROGA 1966,
gencia de un rescate en la figura cali- es problemático en la medida en que En la medida en que la finalidad o 108 ss.; CURY, 445 ss.; RrVACOBA,
ficada de secuestro del inciso tercero se disputa con buenas razones que ánimo específico requerido por la 98 ss.; COUSIÑO, I, 690; COUSIÑO,
del Art, 141: no es necesario que se en los ejemplos realmente se exija un Leyes algo que simplemente se da lII, 164 s.; GARRIDO, Il, 300 ss.; ET-
alcance a exigir efectivamente, pero sí ánimo especial (por sólo mencionar o no se da, no parece haber espacio CHEBERRY, I, 338; NAQUIRA, 409 ss.;
es necesario que se haya secuestrado un par de opiniones disidentes [para para construir una clasificación por POLITOFF, 450 ss.; POLITOFF / MA-
" parabo tener un rescate") ; y "del'iros el detalle debe verse el Comentario grados paralela a la del dolo ni, con TUS / RAMfREZ, 323 ss.; MERA, 115
de resultado cortado", en los que lo respectivo]: para los abusos sexuales ello, para algo así como un elemen- s.; SOTO, 234 ss.; BUSTOS / CABALLE-
que está más allá de la realización del RODRíGUEZ COLLAO, Luis: Delitos to subjetivo "eventual" sino sólo RO, Comentario, 56 ss.; KüNSEMÜ-
tipo objetivo consiste en algo distin- sexuales, Editorial Jurídica de Chile, para un actitud equivalente a la del LLER, 2004, 9 ss.), al punto que la
to de la conducta del propio sujeto Santiago 2000, 212 s.; para las inju- dolo directo (a eso parecen referirse literatura más reciente ni siquiera
(por ejemplo, que las personas cuya rias FERNANDEZ, Álvaro: "Rechazo de POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, tematiza el asunto y simplemente
entrada o salida del país se favorece o desafuero: asunto de fondo sin resol- 194 cuando dicen que los tipos con lo asume como punto de partida
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HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lO
ART. l° CÓDlGO PENAL COMENTADO

indudable de sus reflexiones especí- que le acordaban efecto eximente ilícito del hecho (BUSTOS / SOTO, ma afirma decididamente el efecto
ficas (cfr. MAÑALICH, 2003, 147 ss.; al error de derecho y que por su ca- 264; CURY, 446; GARRIDO, II, 308; eximente del error de prohibición
VAN WEEZEL, 2008 a, 5 ss.; VARGAS, rácter excepcional parecían confir- MERA, 116 con nota al pie N° 116; invencible a partir de las SCS de 4
132 ss.). Hasta mediados del siglo mar la regla (tales como el Art. 207 NAQUIRA, 411; ETCHEBERRY, I, 338; de agosto de 1998 (Gaceta Jurídica
XX, sin embargo, prevalecía en la del Código de Justicia Militar, el KÜNSEMÜLLER, 2004, 13), las causas N° 218 [1998], 96; Cita Westlaw
literatura el dogma error iuris nocet Art. 110 del Código Tributario o el de inimputabilidad entendidas como Chile: CL/JURl116/1998) y SCS
o error iuris non excusat, (DEL Río, Art. 19 de la Ley N° 18.287 sobre hipótesis de incapacidad de conocer de 23 de marzo de 1999 (Fallos del
II, 13 s., 52; UBATUT, I, 43 s., 131; procedimiento ante los Juzgados y comprender lo injusto, de donde se Mes N° 484 [1999], 187). La refe-
NOVOA, I, 537 ss.; DEL VILLAR, 189, de Policía Local). Las razones para seguiría a flrtiori la misma solución rencia conjunta a ambas es necesaria
todos ellos con la denominación la superación del dogma se derivan para casos comprobados de la misma porque, al margen de la trascenden-
"error de derecho"). Las razones tra- sobre todo del principio de culpabi- incapacidad por otras causas (NAQUI- tal declaración sobre los efectos del
dicionales del dogma descansaban lidad (GARRIDO, II, 302: "responsa- RA, 410; sólo respecto de la inimpu- error de prohibición, en el primer
básicamente en los Arts. 7 0 y 80 del bilidad objetiva'; POLITOFF, 461 s.; tabilidad por minoría de edad CURY, caso se trataba de un error sobre los
Código Civil (conforme a los cua- POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 445 y KÜNSEMÜLLER, 2004, 13); y, presupuestos objetivos o fácticos de
les la Ley desde su publicación en el 327 s.; KÜNSEMÜLLER, 2004, 9 ss.) por último, la prohibición constitu- una causa de justificación (situación
Diario Oficial se entiende conocida y, desde un punto de vista estric- cional de presunciones de derecho de legítima defensa putativa), de
de todos y es obligatoria, de modo tamente dogmático, de la vigencia de la responsabilidad penal (Art. 19 suerte que de todos modos se podría
que nadie puede alegar ignorancia preferente de los principios y reglas N° 3 inciso sexto CPR) , cual sería haber llegado al mismo resultado sin
de la Ley después de que ésta haya del derecho penal por sobre los del precisamente el caso de la irrelevan- una postura fuerte sobre el error de
entrado en vigencia), en la suerte derecho civil, entre otras razones, cia absoluta de cualquier alegación prohibición, fuera al modo tradicio-
corrida por la propuesta del comi- por expreso mandato del Art. 4 0 del de ignorancia al respecto (COUSIÑO, nal tratándolo como error de hecho,
sionado Fabres en orden a diferir la Código Civil (SCHWEITZER, 100 ss., III, 164 s.; CURY, 446 s.; MERA, 115 fuera de acuerdo con ese importante
obligatoriedad de las faltas para los ORTIZ QUIROGA, 1966, 110; RrVA- s.; NAQUIRA, 409 s.; ETCHEBERRY, sector de la doctrina que lo trata en
extranjeros recién llegados al país, COBA, 100), la existencia de referen- II, 338; KÜNSEMüLLER, 2004, 13 definitiva como un error de tipo (al
rechazada precisamente porque vul- cias expresas a errores excusables de s.; SOTO, 41 s., quien, sin embargo, respecto supra). De ahí la importan-
neraría el principio del conocimien- derecho en materia penal, por aña- pone en evidencia la circularidad del cia del segundo fallo, recaído en un
to general de la Ley (sesión 117, de didura algunas respecto de juristas, argumento y la necesidad de su re- caso de error de prohibición directo
17 de marzo de 1873, Actas, 213), como son los tipos de prevaricación forzamiento a través de reflexiones en el que el alcalde de una pequeña
en la existencia de proyectos de co- de los Arts. 224 y 225 (SCHWEIT- adicionales) . localidad declara, convincentemen-
dificación penal que contemplaban ZER, 107 s.; ORTIZ QUIROGA, 1966, te a juicio de la mayoría de la sala,
el efecto eximente del error de pro- 108; CURY, 446; GARRIDO, II, 307 La jurisprudencia ha ido supe- ignorar completamente (y estar en
hibición excusable, pero que nunca s.; NAQUIRA, 410 s.; POLITOFF, 459; rando el dogma recién en los últimos la imposibilidad de salir de su igno-
llegaron a ser Ley (tales como el Pro- KÜNSEMÜLLER, 2004, 13), la inteli- 15 años. Luego de fallos aislados a rancia) que constituía un hecho ilíci-
yecto Fontecilla de 1929, Art. 11; gencia de la presunción de volun- nivel de Cortes de Apelaciones (en- to comprar por y para el municipio
el Proyecto Ortiz-von Bohlen de tariedad (supra) al menos en parte, tre ellas, la destacada SCA Santiago -bienes a parientes suyos (Art. 240).
1929, Art. 19), así como, por úl- como presunción (simplemente de 18 de enero de 1972, RCP T. En ambos casos el razonamiento de
timo, en la existencia de normas legal) de conocimiento del carácter XXXI [1972], 42), la Corte Supre- la Corte es el mismo: que no son
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ART.!" C6DIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.!"

pertinentes las reglas del Código ejecutando un acto lícito en la per- mucho que, sorpresiva y contradic- fácticos u objetivos de una causa de
Civil, que la voluntariedad a que se sona de la menor, sino más bien en toriamente, aparezcan luego como justificación; la SCS de 9 de enero
refiere el Art. 1° supone libertad que el simple desconocimiento de que . una presunción meramente legal de de 2006 (Cita Westlaw Chile: CL!
sólo puede tener el que está en con- la sola edad de la menor era deter- conocimiento) causan perplejidad y JURl490512006), donde se reitera
diciones de saber que está haciendo minante del delito, lo que equivale siembran dudas sobre la convicción el efecto eximente del error de pro-
algo ilícito, a lo que se agrega el ran- a alegar la ignorancia de la norma con que se asume el efecto eximen- hibición invencible, sin perjuicio de
go constitucional que se le atribuye invocada en el considerando ante- te del error de prohibición (véase que en la especie se considere inve-
al principio de culpabilidad por la rior para tipificar el delito de vio- también el detallado comentario de rosímil la alegación de un tal error
vía de la prohibición de presumir de lación, alegación que expresamente MAÑALICH, 2005, 454 ss.). En ese por parte de la mujer que vendía las
derecho la responsabilidad penal. se encuentra prohibida después que sentido es sin duda más coherente anfetaminas que recibía para el tra-
la Ley ha entrado en vigencia con- la SCA Santiago de 12 de enero de tamiento de su hijo; la SCS de 11
Desde entonces este reconoci- forme lo sanciona el artículo 8 0 del 2007 (N° Legal Publishing: 35921), de septiembre de 2006 (N° Legal
miento se ha extendido y en bue- Código Civil, siendo obligatoria y que simplemente considera vencible Publishing: 35200), donde se insiste
na medida puede decirse que, al se presume su conocimiento desde el error de prohibición del sujeto de en lo mismo, sin perjuicio de con-
menos conceptualmente, el error que ha sido publicada en el Dia- 19 años que accede carnalmente a siderar inaceptable la alegación de
de prohibición y su relativo efecto rio Oficial (artículo 7 0 inciso lo). una niña de 11, no obstante la exis- ignorancia del alcalde y juez de po-
eximente de responsabilidad ya es Luego, esta presunción obligaba a tencia de una relación de pololeo licía local que otorgaba ilegalmente
elemento constitutivo del derecho la defensa a probar de contrario el conocida y aceptada por el entorno permisos provisorios de conducción
penal chileno. Hay por cierto retro- desconocimiento real por parte del familiar de ésta (que la Corte con- (considerando 12, donde perturba,
cesos lamentables, como la SCS de encausado que la minoridad de la sidera insuficiente con una curiosa nuevamente, la referencia al Código
21 de diciembre de 2004 en Contra ofendida era constitutiva de delito distinción entre pololeo y sexuali- Civil).
Guerra Santana, 6scar (N° Legal y al no hacerlo no corresponde su dad, considerando 130).
Publishing: 31621; Cita Microjuris: aceptación" (considerando 50). Es Un ámbito importante de
MJJ8854), en el caso de un sujeto cierto que la última afirmación per- Pueden citarse, además, la SCS aplicación lo ha ofrecido el delito
acusado por el delito de violación mite suponer que, en rigor, la Corte de 27 de octubre de 2005 (Gace- de desacato del inciso segundo del
impropia que declara haber igno- entiende que es tarea de la defensa ta Jurídica N° 304, 216; N° Legal Art. 240 del Código de Procedi-
rado que la sola edad de la pareja fundar razonablemente la plausibi- Publishing: 33089), un caso nítido miento Civil, en el contexto de cau-
sexual podía bastar para configurar lidad del error de prohibición (véase de asunción errónea de una causa sas por violencia intrafamiliar. Se
un delito. Luego de insistir en el lo dicho supra a propósito de la pre- de justificación inexistente (sujeto trata de situaciones en las cuales se
concepto de error de prohibición sunción de voluntariedad) y que esto defraudado que entiende que tiene ha dispuesto judicialmente la pro-
como aquél en que incurre quien no ha ocurrido en grado suficiente derecho a recuperar mediante sus- hibición de acercarse a la víctima,
cree erróneamente que su conduc- en la especie, pero es innegable que tracción el automóvil cuya compra- prohibición que se ha infringido
ta es lícita y los distintos supuestos la ininteligible distinción con que venta y tradición, ya perfeccionadas, con el consentimiento y, en algu-
en que esto puede ocurrir, la Corte se pretende excluir el caso concreto había encargado, sin que le pagaran nos casos, incluso por iniciativa de
da un giro insólito y declara que "la del ámbito del error de prohibición el precio) que, sin embargo, fue cali- la persona protegida, lo que no obs-
defensa no se funda precisamente en y, sobre todo, la invocación de las ficado por la Corte como uno sobre ta a la aparición del delito pero le
la conciencia del defendido de estar disposiciones del Código Civil (por la concurrencia de los presupuestos da plausibilidad a una alegación de
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ART.lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

error de prohibición por el funda- deja inalterados el dolo o la culpa metáfora del reconocimiento de la Esta visión sistemática es la que
mento abstracto del delito. En ese y sólo repercute en la culpabilidad "imputación extraordinaria" por un se expresa en lo fundamental en
sentido se pueden citar, por su clari- entendida como algo distinto o al déficit imputable al propio sujeto; los fallos de la Corte Suprema que
dad conceptual, la SCA San Miguel menos más amplio (CURY, 443 s., de otra opinión sólo COUSIÑO, III, inauguran el reconocimiento juris-
de 23 de abril de 2008 (N° Legal 448; COUSIÑO, III, 203; GARRIDO, 191 ss., 197 s., para quien todo error prudencial del efecto eximente del
Publishing: 38889) y, con mayor o II, 304 ss.; NAQUIRA, 411 s.; VAR- de prohibición excluye la culpabili- error de prohibición (supra), y se ex-
menor pulcritud sistemática, entre GAS, 135; MAÑALICH, 2005, 450 s.; dad y obliga a absolver). De no ser presa también en la jurisprudencia
otras, SCA Talca de 23 de diciembre BULLEMORE / MACKrNNoN, 2005, ése el caso, subsistiría la culpabili- posterior del mismo tribunal y en
de 2008 (Cita Westlaw Chile: CL! 98 ss.; tácitamente KÜNSEMÜLLER, dad y la punibilidad por el hecho la de muchas Cortes de Apelacio-
]UR/4387/2008), SCA Temuco de 2004, 18 ss.; también para quienes doloso o culposo, a lo más con una nes. Debe advertirse, sin embargo,
8 de octubre de 2010 (Cita West- sitúan el dolo en la culpabilidad, atenuación de la pena, atenuación que en muchos casos la absolución
law Chile: CL!]UR/824912010); como es el caso de POLITOFF, 451 para la cual se ha propuesto aplicar se funda en vagas referencias a la
y SCA Talca de 17 de junio de ss.; Y POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, analógicamente el Art, 11 N° 1, la ausencia de dolo (así, incluso, la
2010 (Cita Westlaw Chile: CL! PG, 326). A diferencia de lo que se llamada "eximente incompleta", en citada SCS de 12 de diciembre de
]UR/338912010). También en un exige unánimemente en materia de relación con el Art. 10 N° 1 (CURY, 2006 [Cita Westlaw Chile: CL!
caso de desacato, aunque no en un dolo, para la opinión dominante el 448; POLITOFF, 462; POLITOFF / MA- ]UR/3943/2006]), aunque sin que
contexto de violencia intrafamiliar, conocimiento del carácter injusto TUS / RAMÍREZ, PG, 328; por una eso implique, en absoluto, adhesión
sino en el de una medida cautelar del hecho que se requiere para afir- aplicación analógica del Art. 11 a la llamada "teoría del dolo", sino
que prohibía al sujeto intervenir mar la culpabilidad no necesitaría N° 1 pero sin identificar la eximen- simplemente divorcio entre elabo-
con voz y voto en una junta de ac- ser un conocimiento efectivo o ac- te de referencia GARRIDO, II, 308 s.; ración sistemática y decisión en el
cionistas, la SCS de 12 de diciembre tual, sino que bastaría con un co- Y NAQUIRA, 411 s.; en contra de la caso concreto.
de 2006 (Cita Westlaw Chile: CL! nocimiento potencial o virtual (que posible aplicación del Art. 11 N° 1
]UR/3943/2006) . en rigor no es conocimiento sino ETcHEBERRY, I, 340 con nota al pie Hay, con todo, genuinos par-
posibilidad o, más bien, deber de N° 1; habla simplemente de una tidarios de la llamada "teoría del
Entre quienes le acuerdan efecto conocer), de modo que sólo exclui- atenuante, sin identificarla, VARGAS, dolo", que entienden que el error
eximente bajo ciertas circunstancias ría la culpabilidad el error de pro- 135). No se conocen sentencias de sobre la ilicitud excluye el dolo
al error de prohibición, la gran ma- hibición invencible, insuperable o tribunales superiores que hayan (SCHWEITZER, 71 ss., 115; ETCHE-
yoría entiende que el conocimiento excusable (CURY, 436, 443 s., 448; aplicado la atenuación analógica BERRY, I, 335, 337 ss.; ORTIZ QUI-
del carácter ilícito del hecho no es tácitamente RIVACOBA, 101; GARRI- propuesta: en caso de error vencible ROGA, 2010, 289 ss.; PRAMBS, 112
requisito del dolo sino sólo de la DO, II, 276, 305 ss.; NAQUlRA, 394 simplemente se rechaza la solicitud ss.), si bien con diferencias muy
culpabilidad, conforme a la llama- s., 411 s.; POLITOFF, 446 ss., 462, de absolución, sin mayores comen- importantes. Mientras SCHWEIT-
da "teoría de la culpabilidad" (sobre con énfasis en el "deber de com- tarios sobre un efecto especial sobre ZER, 79 s., 116, preocupado por
las diferencias entre la teoría "es- prender" la ilicitud de la conducta; la pena (una excepción, aunque en conciliar un cierto efecto eximente
tricta" de la culpabilidad y la teoría POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, definitiva resuelve el asunto en otra del error de derecho con la segu-
"limitada" de la culpabilidad, irre- 323 s., 327 s.; VARGAS, 132, 135; sede, es la SCS de 27 de octubre ridad de la sociedad, no sólo deja-
levante en este contexto, supra), de MAÑALICH 2005, 452 s., para quien de 2005 [Gaceta Jurídica N° 304, ba subsistente el castigo por culpa
modo que el error de prohibición el "conocimiento potencial" es una 216], que se analiza ínfta). cuando existía el respectivo tipo
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lo

culposo (si bien en términos algo ba SCHWEITZER (y llegan PRAMBS y nocet, no ha estado exento de crí- ÑO, III, 162 s.; en la jurispruden-
ambiguos: 80, 116), sino que para ORTIZ QmROGA) eran relativamen- ticas, particularmente, a propósito cia SCA Chillán de 18 de mayo de
casos de errores poco tolerables te coincidentes con los de la actual de su aplicación en ámbitos carac- 1938, RCPT. IV [1938], 439; SCA
abogaba por "reemplazar" el dolo opinión dominante que abraza la terizados por una regulación tupida Santiago de 17 de mayo de 1943,
(que siempre decaía) por la "ceguera teoría de la culpabilidad, pues sólo y compleja (sin perjuicio de que la GT 1943-I, 232; expresamente en
jurídica' u "hostilidad hacia el de- se excluiría la sanción por el delito participación en tales ámbitos pa- contra NOVOA, I, 539; CURY, 438
recho" y aplicar la misma pena del doloso en casos de errores invenci- rece imponer precisamente mayo- s.), que se aplicaba, con idénticos
delito doloso en una variante de la bles o inexcusables, en tanto que res deberes de comprobación de su resultados prácticos, a casos que
llamada "teoría limitada del dolo" los efectos de la tesis de ETCHEBE- conformidad con el ordenamiento hoy probablemente se considera-
(muy similar hoy PRAMBS, 148 con RRY coinciden con los propugnados vigente), de modo que 10 que en rían de error sobre elementos nor-
notas al pie N° 312 y N° 313: la por COUSIÑO, en cuanto cualquier una época eran ejemplos en favor mativos del tipo. Late también bajo
prohibición de violar leyes penales error de prohibición conduce siem- de acordarle al error de prohibición la discusión del tratamiento que
se entiende conocida por todos, las pre a la absolución. algún efecto eximente siquiera mí- debe darse al error sobre la norma
posibles excepciones se someten al nimo, en la actualidad, reconoci- de complemento (su existencia y
parámetro de la "ceguera jurídica"; En la medida en que ni la te- do en buena medida ese efecto en alcances) de una Ley penal en blan-
en definitiva, también ORTIZ Qur- sis de COUSIÑO ni la de ETCHEBE- general, se usan como ejemplos en co. En la medida en que se trata del
ROGA, 2010, 282, 292 s., quien si RRY han tenido mayor eco, queda favor de un tratamiento más bené- complemento de la conminación
bien exige conocimiento efectivo de manifiesto que el régimen del volo (más cercano o incluso idén- penal parece natural entender que
de la antijuridicidad, da a enten- error de prohibición es, al menos en tico al del error de tipo) de dicho se trata de un error de prohibición
der, conforme con ello, que en ca- 10 conceptual, considerablemente error. Un aspecto central del cues- (así, CURY, 1988, 128 s.; sin con-
sos poco plausibles los jueces sim- más severo que el del error de tipo: tionamiento es la dificultad para siderarlo satisfactorio VAN WEEZEL,
plemente no prestarán oídos a la mientras este último excluye siem- delimitar con precisión entre error 2007, 37), sin perjuicio de que la
alegación de error), ETcHEBERRY, I, pre el dolo y deja subsistente sólo la sobre un elemento normativo del remisión normativa explícita pro-
340 no pone restricciones a la ex- posibilidad de sanción por la impru- tipo (error de tipo, supra) y error de pia de la Ley penal en blanco no
clusión del dolo y ni siquiera deja dencia en los casos excepcionales en prohibición (VAN WEEZEL, 2007, parezca esencialmente distinta de la
subsistente la responsabilidad cul- que la Ley prevé el correspondiente 36; VAN WEEZEL, 2008 b, 362). La remisión implícita en los llamados
posa, por faltar a su juicio el nexo tipo culposo, el error de prohibi- dificultad se manifestaba ya en la elementos normativos del tipo. Apa-
causal entre el error y el resultado ción sólo exime de responsabilidad relativa acogida que tuvo también rentemente 10 ve así COUSIÑO, III,
ya que no constaría que el agente cuando es invencible (insuperable, ,
jj' en Chile la tesis que trataba como 162 s., quien de la mano del ejem-
se hubiese abstenido de actuar de inevitable o excusable), dando lugar error "de hecho" la ignorancia so- plo de la "moneda que tenga curso
haber conocido lo injusto de su he- en cualquier otro caso (a lo más y bre una Ley extrapenal (LABATUT, I, legal" del Art. 162 entiende que se
cho (aunque recientemente parece con muchas dudas) a una posible 43, como un caso distinto al de las trata de un error de tipo. La misma
cambiar de opinión en ETCHEBE- atenuación analógica. regulaciones especiales en materia solución, pero a partir del carácter
RRY, 2010, 107). De este modo, de error, como la del Art. 110 del técnico-formalista que le atribu-
aunque desde puntos de partida Este distinto trato, que sin Código Tributario; SCHWEITZER, yen a las normas de complemento
totalmente contrapuestos, los re-
sultados prácticos a los que llega-
duda guarda relación con los temo-
res subyacentes al dogma erroriuris
11.
¡
43, aunque sólo como "solución
transitoria'; parcialmente, COUSI-
y del consiguiente menoscabo de
la garantía de lex certa, proponen
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HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°
ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO

POLITOFF, 458 (por vía analógica) y sin conocimiento de una regulación, fallos citados en materia de desacato en general prohibida por el orde-
POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ, PG, esto es, la vieja distinción entre de- en contextos de violencia intrafami- namiento jurídico (v.gr. ignora que
336. A partir de estas dificultades, litos mala in se y delitos mala probi- liar), como la aparición de situacio- no se puede conducir un vehículo
así como de la impresión de un régi- bita (NAQUIRA, 398; POLITOFF, 452; nes cuya subsunción es dudosa por- de transporte escolar sin contar
men excesivamente rígido que pue- POLITOFF I MATus 1 RAMÍREZ, PG, que se alejan significativamente del con una determinada licencia de
de resultar demasiado severo con el 336 s.; MANALICH, 2005, 460). Asi- núcleo de significado reconocido del conducir) (COUSINO, lII, 187 habla
error de prohibición, a la vez que mismo, parece haberse impuesto un tipo penal en cuestión y de su casuís-de error de prohibición "propio";
demasiado indulgente con el error criterio individualizador, que atien- tica tradicional. Mientras lo primero CURY, 440; POLITOFF, 456; y POLI-
de tipo (supra), VAN WEEZEL, 2008 de a las posibilidades reales del suje- no parece favorecer la exculpación TOFF I Mxrus I RAMÍREZ, PG, 334
a, 52 ss. (también en VAN WEEZEL, to particular en su situación concre- de quienes se desempeñan normal- hablan de "error de subsunción";
2008 b, 365 ss.) ha propuesto, si ta (NAQUIRA, 398 ss.; KÜNSEMÜLLER, mente en el respectivo ámbito de GARRIDO, lI, 302; NAQUIRA, 396;
bien sin eco aparente, prescindir 2004,22 s.) y que toma distancia de actividad, lo segundo, en cambio, MANALICH, 2005, 447; VARGAS,
de la distinción basada en el obje- posturas que en el derecho campa.,. parece atendible incluso respecto 134). Hay error de prohibición in-
to del error y someter todo error rada imponen al sujeto exigencias de especialistas. Relevantes para un directo (o "impropio" o "de permi-
a un mismo examen previo de ra- exageradas de comprobación, al enjuiciamiento parecen ser factores sión") cuando el sujeto sabe que en
zonabilidad (que atendiendo a los punto de no considerar suficiente la tales como: medida en que el tenor general su conducta se encuentra
distintos grados de déficit de mo- consulta seria a especialistas o inclu- literal de la norma sugiere la inclu- prohibida, pero cree erróneamente
tivación que puede expresar el des- so a la autoridad (NAQUIRA, 398 s.; sión de la conducta en cuestión, me- que en particular se encuentra justi-
conocimiento conduce a distinguir POLITOFF, 453; POLITOFF I MATUS I dida en que la conducta en cuestión ficada, sea en virtud de una causa de
entre verdadero error eximente, y RAMÍREZ, PG, 332). Más allá de es- guarda semejanza con las conductas justificación inexistente (cree, por
mero desconocimiento no eximen- tos márgenes, sin embargo, se echa inequívocamente comprendidas en ejemplo, en un supuesto derecho a
te) antes de resolver sobre la concu- de menos el desarrollo de criterios de la norma, existencia de una mínima vengarse del adulterio) (COUSINO,
rrencia de dolo o culpa y sobre la orientación. Al respecto, pueden al práctica jurisprudencial de inclusión lIl, 187; CURY, 440; GARRIDO, lI,
culpabilidad. menos identificarse como principa- de ese tipo de conductas en la nor- 302 s.; NAQUIRA, 397; POLITOFF,
les contextos de aparición plausible ma, grado de habitualidad con que 456; POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ,
A los efectos de determinar si el de un error de prohibición (prescin- se realiza la conducta sin consecuen- PG, 335; MANALICH, 2005, 448;
error de prohibición ha sido vencible diendo del caso polémico de error cias penales, grado de naturalidad VARGAS, 134), sea en virtud de una
o invencible (insuperable, inevita- sobre los presupuestos objetivos de con la que en el medio se recibe la causa de justificación existente pero
ble, excusable), se aprecia en general una causa de justificación) tanto la conducta (en particular, reacción de que tiene alcances distintos o más
que lo segundo es menos plausible existencia de regulaciones poco acce- instancias oficiales competentes ante restringidos que los que él le asigna
(cuando no abiertamente descarta- sibles (sea por su abundancia y dis- la existencia de la conducta). (cree, por ejemplo, que la facultad
do) tratándose de errores directos persión) o poco comprensibles (sea de detener al delincuente rige más
(infta) concernientes a delitos del por su carácter técnico y especializa- El error de prohibición se sue- allá de la situación de flagrancia)
núcleo tradicional del derecho pe- do, sea, no obstante la generalidad le clasificar en directo e indirecto. (COUSINO, IlI, 187; CURY, 440
nal, en tanto que resulta creciente- de su ámbito de aplicación, por el Hay error de prohibición directo habla de "error de interpretación";
mente atendible en áreas en que lo uso de conceptos de fuerte conteni- cuando el agente simplemente ig- GARRIDO, n, 303; NAQUIRA, 397;
prohibido es difícilmente apreciable do institucional, como ocurre en los nora que su conducta se encuentra POLITOFF, 456; POLITOFF I MATUS
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ART. l° CÓDlGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. l°

/ RAMÍREZ, PG, 335; MAÑALICH, dencia acogió excepcionalmente la lleva. Como se ve, el sujeto conoce dad de la atenuación propuesta por
2005, 448; VARGAS, 134), sea en teoría estricta en la célebre SCS de completamente la situación fáctica la doctrina), por lo que se prefirió
virtud de una causa de justificación 4 de agosto de 1998 (GacetaJurídi- y sólo yerra en cuanto a creer que el tratarlo "como si fuera impruden-
existente y correctamente entendi- ca N° 218 [1998], 96; Cita West- incumplimiento de que era víctima te" con la consecuente impunidad
da, pero cuyos presupuestos objeti- law Chile: CL/JUR/116/l998), lo facultaba para hacerse justicia por ausencia de tipo imprudente
vos o fácticos no se dan en el caso caso de legítima defensa putativa de propia mano. De hecho, el fa- de hurto (considerando 14°).
concreto (cree, por ejemplo, que lo en que se califica el error del sujeto llo no sugiere de ningún modo que
están agrediendo ilegítimamente, como error de prohibición, aunque el sujeto creyera que todavía no se Respecto de si el conocimiento
eh circunstancias que quieren feli- sin consecuencias prácticas rele- había vendido el auto o algo por el que requiere la culpabilidad es un
citarlo por su cumpleaños) (COUSI- vantes, porque se consideró que era estilo, sino, precisamente, que "la conocimiento relativo específica-
ÑO, IJI, 187; CURY, 440; GARRIDO, un error invencible que de todos compleja trama de circunstancias mente a la antijuridicidad "penal"
JI, 303; NAQUIRA, 397; MAÑALICH, modos conducía a la absolución. fácticas que precedieron a la ejecu- del hecho o si, por el contrario, basta
2005,448; VARGAS, 134). Posteriormente, en cambio, la SCS ción de su comportamiento típico, con un conocimiento general de su
de 27 de octubre de 2005 (Gaceta incrementada por la intervención carácter ilícito (por ejemplo, para el
Como se recordará (supra), la Jurídica N° 304, 216; N° Legal Pu- casi con toda seguridad fraudu- derecho administrativo o, incluso,
calificación jurídica de este último blishing: 33089), da el paso hacia lenta de terceros intermediarios, para el derecho civil), la opinión do-
supuesto ha sido muy debatida, una variante de la teoría limitada, lo condujo a la creencia errada de minante en nuestro medio se inclina
pues mientras para los partidarios aunque en un caso que, en rigor, que, como el automóvil que había por lo segundo (tácitamente, COUSI-
de la "teoría estricta de la culpabili- es impertinente, porque, contra lo ordenado vender no le había sido ÑO, lII, 158 ss.; si bien concede que
dad" constituye, en efecto, un caso que sostiene la Corte, no es un error efectivamente pagado, el ordena- el asunto es "discutible", CURY, 433;
de error de prohibición (COUSI- sobre los presupuestos objetivos o miento lo facultaba para obtener más resueltamente POLITOFF, 452 s.;
ÑO, JII, 203; GARRIDO, JI, 306 s.; fácticos de una causa de justifica- la solución de la deuda sustrayen- Y POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
BULLEMORE / MACKINNON, 2005, ción, sino lisa y llanamente uno so- do el vehículo de quien detentaba 332 s.; MAÑALICH, 2005, 451 s.; una
104 ss. y passim; aparentemente bre la existencia de una tal causa de su posesión, al obrar así, pensaba tesis intermedia mantiene VAN WEE-
también NAQUIRA, 401 ss., 403, justificación aplicable a unos ejercitar legítimamente un derecho ZEL, 2008 a, 70, en cuanto exige con-
404, 411), para los partidarios de supuestos claramente conoci<fgs. y, en consecuencia, se creía cubier- ciencia del carácter punitivo, aunque
la "teoría limitada de la culpabi- El caso es el siguiente: el dueño de to por la causal de justificación a no necesariamente penal, de la pro-
lidad" se trata de un supuesto de un automóvil encarga la venta del que se refiere el artículo ION° 10 hibición infringida), sin perjuicio de
error de tipo (POLITOFF, 445; POLI- mismo, lo que efectivamente ocu- del Código Penal" (considerando haberse sostenido también la tesis
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 268; rre pero sin que se le pague luego 12°). La única explicación del fallo contraria con base más que atendible
YMAÑALICH, 2003, 161; en princi- el precio de la compraventa. Ante hay que verla en la imposibilidad en el fundamento mismo del efecto
pio SOTO, 253) o, en todo caso, de esta situación, el antiguo propieta- de considerar invencible el error eximente del error de prohibición en
un error de prohibición que debe rio averigua dónde se encuentra el en la especie (10 que se rechaza en materia penal (NAQUIRA, 395; y es-
ser tratado como un error de tipo, vehículo y, creyendo tener derecho considerando 13°), pero, al mismo pecialmente Couso, 486 ss., como
conforme a la llamada "teoría que a recuperarlo por el incumplimien- tiempo, en la resistencia a aplicar consecuencia natural de su acepta-
remite a las consecuencias jurídi- to de sus mandatarios, aprovecha la pena del delito doloso (proba- ción de la "asunción de pena" como
cas" (CURY, 444, 448). La jurispru- que tiene la llave original y se lo blemente se habrá visto la fragili- fundamento de la culpabilidad).
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ART. lo CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. lo

ERRORES "AL REVÉS" evento de ser efectivamente punible tigado como homicida, porque solo sólo prevalecería en casos de desco-
dicha ejecución imperfecta, debería en este grado de delito concurren la nocimiento de "circunstancias ate-
En el contexto del error de tipo resolverse el concurso al menos apa- voluntad i accion del delincuente, nuantes" referidas a la identidad del
la literatura suele referirse también rente con el delito menos grave. requisitos indispensables para que ofendido (así CURY, 312; sólo afir-
al "error de tipo al revés en perjuicio el delito exista" (Actas, 212). De lo ma la regla general, en cambio, sin
del agente" (CURY, 309 s.; GARRIDO, Al respecto, siembra dudas la anterior se desprende que por "cir- hacerse cargo de la excepción NA-
Il, 121), esto es, una situación en la regla de la parte final de la segun- cunstancias" la Ley también entien- QUIRA, 137). Esto no significa que
que el sujeto cree estar realizando da oración del inciso tercero, donde de elementos típicos (POLITOFF / la regla, su significado político y los
un tipo penal en circunstancias en luego de afirmarse la irrelevancia del GRISOLÍA / Busros, 97 s.; POLITOFF / razonamientos de la Comisión Re-
que por faltar algún requisito típico error in persona (supra) se dispone, MATUS / RAMÍREZ, PG,.263 s.; VAN dactora no deban tenerse en cuenta,
en verdad no realiza ninguno o sólo no obstante, que no se tomarán en WEEZEL 2008 a, 21 s., con argumen- por ejemplo, a la hora de analizar el
realiza uno menos grave. Tal sería cuenta las circunstancias "no cono- tos adicionales; sólo a flrtiori CURY, tratamiento de la tentativa inidónea
el caso, por ejemplo, del sujeto que cidas" por el agente que agravarían 312), al menos aquéllos que sirven (así VAN WEEZEL 2008 a, 22 s. con
cree acceder carnalmente a una per- su responsabilidad, "pero sí aquellas para graduar la pena, lo que podría nota al pie N° 50), sino simplemen-
sona de 13 años en circunstancias que la atenúen", lo que implica una sugerir consecuencias sistemáticas te reconocer su acotado campo de
que es mayor de 14 o la del suje- solución muy distinta, concreta- generales. No parece, sin embargo, aplicación.
to que entiende estar matando a su mente, que para la atenuación sólo que se pueda generalizar esta "muy
padre cuando en realidad está ma- es relevante la concurrencia de sus laudable concesión al principio de En el plano del error de prohibi-
tando a un extraño. Considerando presupuestos objetivos: el error de humanidad" (POLITOFF / MATUS ción también puede darse un error al
exclusivamente los principios y re- tipo al revés no perjudica al agen- / RAMÍREZ, PG, 263; para CURY, revés, que puede ser directo (el sujeto
glas sobre conocimiento y error ana- te. Es relevante tener presente que 312, en cambio, "pura indulgencia cree erróneamente que el adulterio es
lizados hasta aquí, en el primer tipo esta redacción se adoptó en la sesión legislativa"), en la medida en que delito) o indirecto, sea por descono-
de casos (falsa representación de la 116 de la Comisión Redactora, de contradice la que parece ser la regla cimiento o errónea interpretación de
realización de un tipo) se darían los 14 de marzo de 1873, para consig- general (porque se refiere a todas las una causa de justificación (el sujeto
presupuestos de una tentativa o de nar expresamente su inteligencia, en "circunstancias", no sólo a aquéllas ignora que tiene derecho a detener
un delito frustrado (CURY, 309 s.; términos de que "si el delito efectivo fundadas en la identidad del ofen- al maleante en caso de flagrancia o
GARRIDO, II, 121), las más de las fuese menor que el que se pensó co- dido) consagrada en el inciso segun- ignora que, bajo ciertos supuestos,
veces, sin embargo (a menos que el meter, únicamente se aplique la pena do del Art, 64, que dispone que las todavía hay flagrancia cuando ya se
"error al revés" recaiga sobre el curso merecida por el hecho real. Así, por circunstancias modificatorias, espe- ha alejado del lugar), sea por des-
causal), de una "tentativa inidónea" , ejemplo, si álguien creyendo matar cialmente las atenuantes, que son conocimiento de los presupuestos
sobre cuyo tratamiento en el dere- a un estrafio mata a su padre no se le las que interesan aquí, aminoran la objetivos o fácticos de la misma (el
cho chileno se discute en el Comen- impondrá la pena de parricidio sino responsabilidad "únicamente de los sujeto ignora que la persona a quien
tario al Art. 7 0 • En el segundo caso la de simple homicidio, porque solo que tuvieren conocimiento de ellas detiene por puro capricho acaba de
(falsa representación de estar reali- para éste ha habido accion i volun- antes o en el momento de la acción cometer un delito). En el primer
zando un tipo más grave) también tad de su parte: del mismo modo, o de su cooperación para el delito". grupo de casos (error al revés direc-
se da la ejecución imperfecta del de- el que intentando matar a su padre, La regla del inciso tercero, entonces, to) se habla entre nosotros de "delito
litó más grave, pero además, en el mata a un estraño, será tambien cas- de acuerdo con su objeto específico, putativo o imaginario" y de modo
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ART. l° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

aparentemente unánime se le acuer- haber sido la postura de COUSIÑO, desvalor no sería un elemento de que implicaría considerar de modo
da impunidad (NOVOA, I, 540; ET- II, 137 ss.; expone las posibles solu- base de aquéllos indispensables para tan relevante el desvalor de resulta-
CHEBERRY, II, 68; GARRIDO, II, 382 ciones pero no se pronuncia NAQUI- la aplicación de la llamada eximente do, en circunstancias en que las cau-
s.; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, RA, 216 ss.; tampoco lo hace VARGAS, incompleta. De este modo, CURYen- sas de justificación representan tipos
378; tácitamente, LABATuT, I, 131, 112 s.), si bien quienes se han pro- tiende resolver tres problemas de su de resultado cortado "al revés", para
190); en el segundo grupo (error al nunciado explícitamente entre noso- postura anterior: el ya mencionado los cuales la efectiva evitación del
revés indirecto por desconocimiento tros desde esta posición consideran problema de la "tentativa in idónea" , mal contra el que se dirige la causa
o errónea interpretación de una cau- que la ejecución ha sido imperfecta, la inaplicabilidad de la solución tra- de justificación es secundaria, de-
sa de justificación), si bien no parece esto es, que sólo ha habido tentativa tándose de conductas (objetiva pero biendo regir lo mismo para los casos
haber pronunciamientos al respecto, o delito frustrado, porque si bien se no subjetivamente justificadas) de en que falta el elemento subjetivo de
la misma solución debería concitar da el desvalor de acción, el desvalor carácter culposo y la incongruencia la causa de justificación.
acuerdo, al menos cuando el sujeto de resultado ha decaído al estar au-
actúa subjetivamente "en el sentido" torizada objetivamente la afectación
de la causa de justificación (el sujeto del bien jurídico (CURY, 367; GARRI.,.
quiere detener al delincuente preci- DO, II, 153; MAÑALICH 2003, 163). Artículo 2°. Las acciones u omisiones que cometidas con dolo
samente porque ha delinquido); en Al respecto, se ha objetado que, en o malicia importarían un delito, constituyen cuasidelito si sólo hay
el tercer grupo (yen los casos del se- la medida en que parecería tratarse culpa en el que las comete.
gundo en que el sujeto no actúa sub- siempre de una "tentativa inidónea" BmuoGRAFíA: BUSTOS, Juan: Culpa y finalidad, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1967; BUSTOS,
jetivamente en el sentido de la causa (lo niega en todo caso GARRIDO, II, Juan: El delito culposo, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1995; BUSTOS, Juan / CABAllERO,
Felipe: "Comentario al artículo 2°", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 60-62; CAMPOS, Jaime:
de justificación), la solución depen- 153), la solución terminaría siendo "La responsabilidad médica de carácter culposo en la legislación y jurisprudencia", Revista
derá de la función que se le asigne la misma que rige para el error de de Ciencias Penales T. XXXVII (1978-1981), 107-129; CURY, Enrique: "Contribución al estu-
al factor subjetivo en las causas de tipo al revés (POLITOFF 1996, l Oüs., dio de la responsabilidad médica por hechos culposos (cuasidelitos)", Revista de Ciencias
Penales T. XXXVII (1978-1981), 97-105; FERNÁNDEZ, José Ángel: "El delito imprudente: la de-
justificación: para quienes sosten- POLITOFF, 276 s.; MAÑALICH 2003, terminación de la diligencia debida en el seno de las organizaciones", Revista de Derecho
gan un punto de vista estrictamen- 163). Un último impulso a la discu- (UACh), Vol. XIII (2002), 101-121; HERNÁNDEZ, Héctor: "Apuntes sobre la responsabilidad pe-
sión lo ha dado recientemente CURY nal (imprudente) de los directivos de empresa", Revista Estudios de la Justicia N° 10 (2008),
te objetivo habrá un hecho impune 175-198; HERRERA, S.: De los cuasidelitos, Líbrotec, Concepción 1966; HORVITZ, María Inés: "Au-
en razón de la justificación (NOVOA, 2011,662 ss., quien abandonando la toría y participación en el delito imprudente", Revista Estudios de la Justicia N° 10 (2008),
I, 317 ss., 331 s. [no es efectivo, en posición que había mantenido hasta 143-155; KüNSEMÜIlER, Carlos: "Responsabilidad penal del acto médico", Revista Chilena de
Derecho, Vol. 13 N° 2 (1986), 259-269; KüNSRlÜIlER, Carlos: "Las hipótesis preterintenciona-
consecuencia, que no se pronuncia- ahora propone castigar a título de les", Gaceta Jurídica N° 204 (1997),7-14; MAÑAUCH, Juan Pablo: "Condiciones generales de
ra, como le reprochaba COUSIÑO, II, delito consumado pero con una ate- la punibilidad", Revista de Derecho (UAl) N° 2 (2005), 387-481; ORTIZ QumOGA, Luis: Teoría
138]; ETCHEBERRY, l, 236 s.; implí- nuación significativa de pena a través sobre las hipótesis preterintencionales, Universitaria, Santiago 1959; RODRíGUEZ DEvESA, José
María: "Cuasidelitos y delitos culposos en el Código penal chileno", en RrvACOBA, Manuel de
citamente, por su crítica general a la de la aplicación del Art. 11 N° 1, en- (editor): Actas de las Jornadas Internacionales de Derecho penal en celebración del Cente-
exigencia de elementos subjetivos de tendiendo que el déficit de desvalor nario del Código penal chileno, Edeval, Valparaíso 1975, pp. 127-139; ROSAS, Juan Ignacio:
de resultado no es suficiente como "La delimitación del deber de cuidado en la imputación de responsabilidad penal por im-
la justificación, POLITOFF 1996, 69 prudencia médica", Doctrina y Jurisprudencia Penal N° 5 (2011), 3-34; SAEz, Julio: "Algunos
ss.; y POLITOFF, 261 ss.); para los que para eximir de responsabilidad penal problemas jurídico-prácticos que presentan los delitos culposos", Revista de Derecho (U.de
sostienen una tesis subjetiva debería pero sí para una importante atenua- Concepción) N° 175 (1984), 75-89; VAN WEEZEL, Alex: "Parámetros para el enjuiciamiento de
la infracción al deber de cuidado en los delitos imprudentes", Revista Chilena de Derecho,
haber un hecho plenamente punible ción, y afirmando (explícitamente Vol. 26 N° 2 (1999), 323-336; VARGAS, Tatiana: "La imprudencia médica. Algunos problemas
(aunque no se pronuncia, tal debería contra NAQUIRA, 217), que dicho de imputación de lo injusto penal", Revista de Derecho (UCN), Año 17 N° 2 (2010), 99-132.

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ART.2° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

COMENTARIO y cuasidelito y de definir este tipo dato del Art. 10 N° 13, la Ley pre-
Héctor Herndndez específico de supuestos para los que vea de modo expreso la punibilidad
se consideraban penas (Actas, 215 a título de culpa (lo que para algu-
El Art. 2° es el resultado tanto marzo, con el acuerdo adicional y s.), raíones ciertamente impertinen- nos ya no será un asunto de tipi-
de los afanes definitorios de la Comi- capital de que la definición aclarara tes respecto de la objeción, pero que cidad sino de culpabilidad) y que,
sión Redactora como, especialmen- "que no todo delito convertido en bastaron para mantener la decisión por último, se dé específicamente la
te, del acuerdo en su seno en torno cuasi-delito por haber en él culpa i inicial. La redacción final se debe a precisa forma de culpa (impruden-
a establecer en el derecho chileno, a no dolo, deba siempre llevar pena, la propuesta presentada por el pro- cia temeraria, negligencia culpable,
diferencia de lo que regía en el Có- sino solamente aquellos que de un pio Renjifo en la sesión siguiente, de negligencia inexcusable, etc.) que
digo español, un sistema de numerus modo espreso castigue la lei", razón 24 de marzo, yen la que destaca la para ese caso prevé la ley. A lo an-
clausus en materia de cuasidelitos. por la cual, junto con aprobarse supresión del inciso segundo, cuyo terior deben agregarse los restantes
Ya en la temprana sesión 3 a , de 30 como inciso primero el texto que contenido, sin embargo, queda obli- presupuestos reconocidos de la res-
de abril de 1870, luego de aprobarse llegada a ser ley, se consideró un in- cuamente recogido en el Art. 4° de ponsabilidad en materia de antijuri-
la definición de delito, se consignó ciso segundo del siguiente tenor: "El la misma propuesta y especialmen- dicidad y de culpabilidad, que rigen
a indicación del comisionado Fabres cuasi-delito solo se pena en los casos te en el que llegada a ser el Art. 10 tanto para los delitos como para los
que "no obstante esta definición, si espresamente determinados por la N° 13, introducido, una vez más, a cuasidelitos. Para las cuestiones que
después se creía necesario definir el lei" (Actas, 212 s.). Como se recor- indicación del comisionado Fabres, conciernen a la ausencia de conduc-
cuasi delito en materia criminal, se dará (véase Comentario al Art. 1°), ambos aprobados en la misma se- ta, a la omisión, a la causalidad y a
procederá a ello" (Actas, 5). Bien en la sesión 120, de 21 de marzo, sión (Actas, 217). la imputación objetiva en los cua-
avanzada la elaboración del pro- el comisionado Renjifo objetó la sidelitos se remite en lo pertinen-
yecto, en su "Revisación", el propio decisión, tanto porque a su juicio El concepto legal de cuasideli- te al Comentario al Art, 1°. En lo
Fabres propuso en la sesión 116, de la definición de delito del Art. 1° sí to es fundamentalmente negativo, concerniente a la antijuridicidad se
14 de marzo de 1873, que en otro contenía al cuasidelito, pero tam- en cuanto lo primero que exige es remite a los comentarios al Art, 10
inciso del Art, 1° o en disposición bién y especialmente por considerar que no medie dolo. Sólo bajo ese N° 4, N° 5 y N° 6 (legítima defen-
aparte se definiera el cuasidelito inconveniente el sistema de numerus supuesto se pasa a considerar la sa), al Art. ION ° 7 (estado de nece-
que, a su juicio, no estaba incluido clausus (a su juicio, por ejemplo, esto exigencia positiva consistente en sidad justificante) y alArt. 10 N° 10
en el concepto de delito del Art, 1° hada impracticable el castigo de la que en vez de do1o concurra «so'1o" (ejercicio legítimo de un derecho y
porque en vez de voluntad o malicia mayoda de las faltas), en razón de culpa. Desde luego, la presencia de cumplimiento de un deber), en tan-
el cuasidelito exigía imprudencia o lo cual propuso eliminar la defini- culpa no basta por sí sola para que to que en materia de culpabilidad a
culpa, "i como en el presente Códi- ción acordada y sustituirla por una haya cuasidelito. Ya en el plano de los comentarios al Art. 10 N° 1 Y
go se designan castigos para algunos regla general en virtud de la cual la tipicidad se requiere que la con- N° 2 (inimputabilidad), al Arr, 10
actos u omisiones de esta naturale- la ausencia de dolo operara "como ducta externamente considerada sea N° 9 (fuerza irresistible y miedo in-
za, es indispensable comprenderlo circunstancia que atenúa o exime la subsumible en algún tipo penal, por superable) y al Art. 10 N° 11 (esta-
en las enumeraciones de las materias responsabilidad, salvo cuando la lei regla generalísima en algún tipo de do de necesidad exculpante). Para la
que van a estar sometidas a la acción pena espresamente la culpa', lo que resultado (disposiciones como la del antijuridicidad y la culpabilidad en
de la lei penal", lo que fue aproba- fue rechazado por la necesidad de Art, 494 N° 10 son totalmente ex- casos de omisión culposa, se remi-
do' en la sesión siguiente, de 17 de mantener la distinción entre delito cepcionales), que además, por man- te al comentario al Art. 10 N° 12.
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ART.2° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

Por último, la división de los cuasi- cuestión de las capacidades persona- ción del curso causal hacia el daño, rescencias, semillas u otras partes
delitos en atención a su gravedad se les del sujeto) y antes quienes, aun- no puede desconocer que la llamada activas..."), entre otros. Si bien el
trata en el Comentario al Art, 4 0 , el que sin consecuencias sistemáticas, "finalidad potencial" sólo obtiene primer y el tercer ejemplo podrían
caso fortuito como límite inferior de identificaban como momento sub- su contenido y relevancia a la luz de admitir una lectura que los presen-
los cuasidelitos en los comentarios a jetivo propio de la culpa la imprevi- un deber de cuidado (332 s.), que se tara como delitos dolosos de peligro
los Arts, 10 N° 8 Y 71, Yla revisión sión de lo previsible o el rechazo de construye fundamentalmente, tam- (dolosos respecto de la conducta
específica del numerus clausus que lo previsto, pero que luego debían bién para CURY, a partir de la previ- concreta, "culposos" sólo respecto
rige en Chile en materia de cuaside- reconocer que esa formulación sólo sibilidad del daño (336 ss.). de un posible resultado que, sin em-
litos se aborda en el Comentario al tiene sentido bajo la aceptación im- bargo, no exige la ley), el segundo
Art. 10 N° 13. plícita de la existencia de un cierto Por regla generalísima, el cua- demuestra que la culpa no necesita
deber de previsión y de comporta- sidelito requiere, además de una estar referida a un resultado, sino en
Al margen de las disputas siste- miento conforme a la misma, lo qUt; conducta culposa o imprudente, la rigor sólo a la realización del tipo,
máticas, existe amplio acuerdo en la explícita o implícitamente viene a producción de un resultado típico, sea éste de resultado o de mera acti-
actualidad en cuanto a que lo cons- ser lo mismo que un cierto deber de al punto que para muchos esta úl- vidad. Es lo que ocurriría también,
titutivo de la culpa como nota de cuidado (LABATUT, 1, 124; NOVOA, tima exigencia parece ser un presu- por ejemplo, si en el contexto de la
la conducta es la infracción de un 1, 494, 496, 501, 504; ETCHEBE- puesto conceptual del mismo (cfr. violación impropia del Art. 362 el
deber de cuidado. Es lo que sostiene RRY, 1, 314, todos con referencias a NOVOA, 1, 502; HERRERA, 166, 169; legislador no quisiera tolerar la falta
un sector relevante de la literatura una mixtura entre lo psicológico y CAMPOS, 109). Sin embargo, esto de cuidado al comprobar la edad de
que sitúa la culpa en la tipicidad y le lo normativo que sería lo propio de no es así, desde luego porque ya el la pareja sexual. Las razones contra
atribuye un carácter exclusiva o pre- una concepción normativa de la cul- derecho vigente conoce delitos im- la proliferación de cuasidelitos de
dominantemente objetivo (COUSI- pabilidad aplicada a la culpa; de al- prudentes de mera actividad, como mera actividad son exclusivamente
ÑO, 1, 815 ss.; GARRIDO, II, 208 s., gún modo se emparientan con ellos la falta del Art. 494 N° 10 ("El mé- de carácter político-criminal.
214.; Busros, 1995,24 s.; NÁQUIRA, FERNÁNDEZ, 2002, 109; Y VARGAS, dico, cirujano, farmacéutico, den-
160,166,174 s.; FERNÁNDEZ, 2002, 77 s. 88 s.; también VARGAS, 2010, tista o matrona que incurriere en Con estos elementos, se aborda
105; ROSAS, 5 s.; y, sin perjuicio de 105, 124, quienes luego de definir descuido culpable en el desempeño ahora el análisis de la conducta cul-
lo que se dice luego, CURY, 1978- la culpa como inobservancia del cui- de su profesión, sin causar daño a posa, tanto en su vertiente objetiva
1981, 98 s.: "es el modo de realiza- dado debido la califican de elemen- las personas") o los simples delitos como subjetiva, y del resultado típi-
ción de la tal acción"; en principio to subjetivo). Por último, lo acepta del Art. 224 N° 1 ("Cuando por co en los cuasidelitos:
también MAÑALICH, 406 ss.), pero tácitamente también CURY, 331 ss., negligencia o ignorancia inexcusa-
también quienes, situando la culpa quien, si bien se empeña en ofrecer bles dictaren sentencia manifiesta- La conducta debe realizar las
en la culpabilidad, asumen que la un concepto ontológico y subjetivo mente injusta en causa criminal") exigencias objetivas de la descrip-
infracción del deber de cuidado in- de culpa en la línea del primer fina- o del inciso segundo del Art. 10 de ción conductual de un tipo penal
herente a la culpa pertenece en rigor lismo (sobre ello con detalle BUSTOS, la Ley N° 20.000 ("Si, por impru- que admite realización culposa o
a la antijuridicidad (POLITOFF, 379 1967,35 ss.), conforme al cual obra dencia o negligencia culpable, aban- imprudente, por ejemplo, las que
s.; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, con culpa quien omite imprimir a donare [en los supuestos del inciso impone el delito de homicidio. Adi-
PG, 282 ss., quedando como par- su acción la dirección final de que primero] en lugares de fácil acceso cionalmente, como se ha dicho, se
te del juicio de culpabilidad sólo la era capaz, permitiendo así la desvía- . al público plantas, sus rastrojos, flo- requiere que se haga con infracción
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de un deber de cuidado. Si dicha in- subjetivo y deber objetivo de cuida- el título "elemento objetivo-norma- obligatorias para quien, con infrac-
fracción del deber de cuidado es un do, que aquí se elude por las confu- tivo conductual"; NAQUIRA, 177 s.; ción del deber interno, no advirtió
elemento adicional común del tipo siones conceptuales que anuncia): FERNÁNDEZ,2002,112;VARGAS,85; un riesgo previsible. No otra cosa es
objetivo de todos los cuasidelitos o ROSAS, 9; aparentemente también la llamada culpa sin representación
sólo un presupuesto para la impu- El primero es el deber de prever CURY, 339, bajo el rótulo "cuidado o inconsciente. No es exacto, en
tación de responsabilidad en casos la posible producción del daño. Exis- exigido", si bien tematiza básica- consecuencia, que el deber externo
de realización objetiva del tipo pero te acuerdo, en todo caso, en cuanto mente los límites de la adecuación consista en comportarse a la altura
con ausencia de dolo (MAÑALICH, a que este deber rige sólo respecto social o riesgo permitido), el deber del riesgo previsto, porque dicho
406) es una cuestión discutible, de lo que se puede prever, esto es, de informarse y prepararse especial- deber rige aun cuando no se haya
que, en todo caso, se verifica mayo- respecto de lo que es objetivamente mente antes de empezar a realizar previsto riesgo alguno. Esta relativa
ritariamente en el plano objetivo y previsible (WATUT, 1, 123 s.; No- cierto tipo de conductas que no se independencia de ambos deberes se
no subjetivo (al margen de si se hace VOA, 1, 496, 504 s.; ETCHEBERRY, 1, han realizado antes (GARRIDO, II, ve confirmada por el hecho de que
con arreglo a un criterio generaliza- 314 s.; COUSIÑO, 1, 794 s.; CURY, 220; NAQUIRA, 177; ROSAS, 8) y, en se puede ser prudente en situacio-
dor o individualizador, infta). 1978-1981, 101; CURY, 336 s., bajo algunos casos, simplemente el deber nes de riesgo sin siquiera sospechar-
el título "atención exigida" como de abstenerse de la actividad peli- lo (así, por ejemplo, VARGAS, 2010,
Existe cierto acuerdo en cuanto "criterio auxiliar"; GARRIDO, II, 219; grosa que no se está en condiciones 125).
a que el deber de cuidado fluye del BUSTOS, 1995, 43 ss., bajo el título de realizar en forma segura (CURY,
conjunto del ordenamiento jurídi- "elemento objetivo-normativo in- 1978-1981, 105, aludiendo, para Para la concrecion de los de-
co como un medio de salvaguarda telectual"; NAQUIRA, 175 s.; ROSAS, el ámbito médico, a la indispensa- beres de cuidado externo resultan
de bienes jurídicos y contraparti- 8; VARGAS, 85, Y antes 78, si bien ble ponderación entre riesgo y ne- fundamentales, al menos como
da de la libertad de que gozan los con ejemplos que aluden a lo que se cesidad; GARRIDO, II, 219; BUSTOS, orientación inicial, las prescripcio-
individuos (NOVOA, 1, 495 s., 506 conoce como deber de cuidado ex- 1995, 46; NAQUIRA, 177; ROSAS, 8; nes estatales que pudieran regular
s.; CURY, 332 s.; COUSIÑO, 1, 817). terno; también VARGAS, 2010, 124 aparentemente ya NOVOA, 1, 494). la actividad desde el punto de vista
Usando una terminología que, aun- s.), lo que se determina en primera de la prevención de posibles daños
que no compartida unánimemente, línea en base a la experiencia común La relación entre ambas mani- (NOVOA, 1,511; ETCHEBERRY, 1, 316;
ha hecho cierta fortuna en nuestra (NOVOA, 1, 505; ETCHEBERRY, 1, 315; festaciones del deber de cuidado ha BUSTOS, 1995,47; NAQUIRA, 177 s.;
literatura (GARRIDO, II, 219 s.; NA- BUSTOS, 1995,44 s., con expresa re- dado lugar a ciertos equívocos que FERNANDEZ, 2002, 111), así como
QUIRA, 175 ss.; VARGAS, 85; ROSAS, ferencia a la aplicación de la "teoría es necesario precisar. Se ha dicho fuentes normativas no estatales y
7 s.) y, en todo caso, sirve bien para de la adecuación'). que el deber externo tiene como descentralizadas, como las prescrip-
sistematizar conclusiones que sí presupuesto el deber interno (Ro- ciones de la llamada lex artis o, en
parecen concitar consenso, se pue- El segundo es el deber de adop- SAS, 8), lo que es sin duda cierto general, reglas técnicas o incluso éti-
den distinguir dos dimensiones en tar medidas y resguardos adecuados en el sentido de que no se pueden cas tendientes a la reducción o con-
el deber de cuidado, a partir de las y exigibles en atención a la naturale- exigir medidas de control del ries- trol de riesgos (ETCHEBERRY, 1, 316;
cuales se puede hablar de un deber za y circunstancias de la actividad en go a quien no lo ha previsto por ser BUSTOS, 1995,47 ss., quien incluye
de cuidado interno y de un deber cuestión para conjurar el riesgo de sencillamente imprevisible, pero no expresamente normas pertinentes
de cuidado externo (se emplea en daño (ETCHEBERRY, 1, 315; GARRIDO, parece serlo, en cambio, en el senti- contenidas en contratos y convenios
el mismo sentido el binomio deber II, 219 s.; BUSTOS, 1995,46 ss., bajo do de que dichas medidas no sean colectivos de distinto tipo; NAQUI-
lID III
ART.2° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

RA, 177 s.; FERNANDEZ, 2002, 111; referencia expresa a la llamada lex aun cuando sea (sólo) teóricamen- lo que incluye también, entre otros
VARGAS, 86; VARGAS, 2010, 113 s.; artis ad hoc). Más problemática es, te previsible la producción de un elementos, la posesión o ausencia de
por su parte, CURY, 337 menciona sin embargo, la afirmación inversa, resultado lesivo, de modo que, por conocimientos especiales por par-
la lex artis entre los elementos que en cuanto a que el cumplimiento ejemplo, no actúa con infracción te del sujeto (ETCHEBERRY, 1, 315;
sirven de apoyo al deber de previ- escrupuloso de las reglamentaciones del deber de cuidado quien no re- CURY, 331, 334 s.: hombre medio
sión, pero de un modo que sugie- o de la lex artis no excluya necesa- duce la velocidad al llegar a un cruce "empírico", no ideal; GARRIDO, II,
re aplicación más bien respecto del riamente la infracción del deber de en el que tiene paso preferente, no 216; NAQUIRA, 175 s., 181: hombre
deber de comportarse conforme a la cuidado (NOVOA, 1, 511; obstante que es sabido que los otros medio, razonable y prudente, en el
previsión; una buena revisión de los RRY, 1, 316, con referencia a normas conductores no siempre respetan ámbito determinado de riesgo; FER-
deberes propios de la lex artis médi- de la legislación del tránsito que es- las reglas (en contra ETCHEBERRY, 1, NÁNDEZ, 2002, 110 s.; Vargas, 86;
ca en ROSAS, 15 ss.). tablecen deberes residuales de actua- 317, si bien a propósito del princi- VARGAS, 2010, 115 ss.), de modo
ción prudente; CURY, 342), lo que pio de confianza). que indudablemente no se le exige
A propósito de las regulacio- pareciera comprometer el sentido lo mismo a un lego que a un profe-
nes de las actividades peligrosas se útil del llamado "riesgo permiti- La cuestión más debatida en sional, entre profesionales no se les
ha planteado que éstas son, aunque do" (véase Comentario al Art, 10), torno al deber de cuidado y su in- exige lo mismo a los que sólo tienen
importantes, sólo una orientación consistente, precisamente, en la po- fracción es el del parámetro que formación general que a los especia-
inicial, pues siempre el deber de sibilidad de descansar de un modo debe emplearse para su enjuicia- listas, como tampoco se le exige lo
cuidado debe establecerse sobre la legítimo en el cumplimiento de los miento, en concreto si debe estarse mismo al bisoño que al experimen-
base de las circunstancias del caso estándares generales de cuidado para a lo previsible y exigible conforme tado; se trata en consecuencia de la
concreto no previstas necesariamen- apartar de sí una posible responsabi- a un criterio generalizador, aplica- imagen de un sujeto perteneciente
te por la norma. Esto es lo que ex- lidad penal (abiertamente en contra ble a cualquiera que se encuentre al mismo círculo del agente, con sus
plica que, por ejemplo, la infracción de esta limitación del riesgo perrni- en la misma situación del sujeto o mismas condiciones objetivas. Con
de las reglamentaciones del tránsito tido MAÑALICH, 412 s.). Probable- si, por el contrario, deben ser deci- esto, la diferencia con los partida-
no implique per se infracción del de- mente se pueda llegar a un punto sivas las posibilidades concretas del rios de un criterio individualizador
ber de cuidado respecto de un riesgo razonable de equilibrio entendien- agente. Al respecto cabría precisar, (LABATUT,I, 125; BUSTOS, 1995,40
determinado (NOVOA, 1, 512; CURY, do que el cumplimiento del están- sin embargo, que salvo la opción s.; VAN WEEZEL, 328 ss. y passim;
342; BUSTOS, 1995, 54; NAQUIRA, dar general de cuidado no libera de sin matices de NOVOA, 1, 505, 507 POLITOFF, 377; POLITOFF / MATUS
178; MAÑALICH, 412, 416), lo que, responsabilidad cuando en el hecho por un juicio objetivo respecto de lo / RAMÍREZ, PG, 288; ROSAS, 10 s.,
por lo demás, viene confirmado por se dan actualmente circunstancias que sería previsible para un "sujeto 14) se reduce fundamentalmente a
el Art. 492 que distingue entre la objetivas bajo las cuales su acata- imputable común" (sin perjuicio de la pregunta de si deben considerarse
"infracción de los reglamentos" y miento aumenta el riesgo que está la posibilidad de una consideración las características o capacidades in-
la "mera imprudencia y negligen- llamado a reducir, como sería, por del caso concreto a la luz del juicio natas del sujeto (CURY, 335 se refie-
cia", tal como tampoco lo implica ejemplo, la presencia ostensible de de exigibilidad), en general los auto- re a las dotes naturales y, en general,
sin más apartarse puntualmente de peatones en la calzada (como en el res que favorecen un criterio obje- a todo lo que no se ha adquirido
la lex artis (CURY, 1978-1981, 104; ejemplo propuesto por CURY, 342), tivo asumen que éste debe aplicarse voluntariamente; NAQUIRA, 182 ha-
NAQUIRA, 178; VARGAS, 2010, 114; manteniendo en cambio su amplio teniendo en consideración las cir- bla de capacidades no transferibles;
Y ROSAS, 14, los dos últimos con efecto liberador en los demás casos, cunstancias de la situación concreta, GARRIOO, II, 216 excluye las des-
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trezas sin distinción, aunque pro- por lo segundo (CURY, 1978-1981, LITOFF, 379 s.; POLITOFF / MATUS / pa "leve". La discusión ha girado en
bablemente se está refiriendo a las 102 s., además con razones prácti- RAMfREZ, PG, 283 s.). torno al grupo al que remiten los
destrezas naturales, no a las apren- cas: vaguedad de los atributos ex- adjetivos que emplea la ley, a saber
didas). Más aún, es opinión mayo- cepcionales y principio de tipicidad; Al tipificar los cuasidelitos la cetemerano,
.))"""
mero, cu1pa bl" e e
ritaria, incluyendo partidarios de un GARRIDO, II, 216; NAQUIRA, 181 S,; Ley no ha empleado siempre los "inexcusable". Respecto del primer
criterio individualizador, en cuanto Y tácitamente los demás partidarios mismos términos, lo que sugiere grupo parece existir pleno acuerdo
a que los defectos individuales no del criterio generalizador), sin per- que detrás de ellos subyacen dife- en cuanto a que lo integran los casos
obstan a considerar la infracción del juicio de que la tesis contraria haya rentes clases de culpa y, consecuen- de imprudencia "temeraria" a que se
deber de cuidado por parte de quien ido ganando fuerza en los últimos temente, diferentes exigencias tí- refiere el Art. 490 (ETcHEBERRY, IV;
los padece, quien, por lo mismo, en años (desde Busros, 1995, 41 con picas. SI bien la doctrina ha solido 344; CURY, 345; GARRIDO, II, 224;
rigor está obligado a abstenerse o a nota al pie N° 26, donde trae a cola- distinguir conceptualmente entre NAQUIRA, 167; POLITOFF, 384; POLI-
adoptar medidas especiales (Bus- ción el ejemplo del campeón de na- imprudencia como culpa activa y TOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 293;
TOS, 1995,40 s.; FERNANDEZ, 2002, tación que trabaja como salvavidas y negligencia, descuido o abandono Busros, 1995,50; MAÑALICH, 416),
110; ROSAS, 11; POLITOFF, 377; en que puede nadar mucho más rápido como culpa pasiva, además de la a lo que algunos autores agregan los
tanto que en POLITOFF / MATUS / que sus colegas, y a pesar de adop- . . " . .
impenCIa o ignoranCIa como im- casos en que la Ley exige negligen-
RAMfREZ, PG, 288 sugestivamente tar, como se dijo, el criterio gene- prudencia o negligencia en el ámbi- cia, ignorancia o abandono "inexcu-
se lee: "Si hubiéramos de juzgar los ralizador respecto de quienes están to profesional (cfr. UBATUT, I, 126; sable", como ocurre en los Arts. 224
hechos culposos a la luz de lo que por debajodel estándar general; más NOVOA, I, 508 ss.; ETCHEBERRY, I, N° 1,225,228 inciso segundo, 229,
afirman quienes incurren en ellos, amplia y detalladamente VAN WEE- 319 s.), todo indica que tales distin- 234 Y 289 inciso segundo (BUSTOS,
deberíamos forzosamente concluir, ZEL, 328 ss. y passim, quien, a partir ciones, aunque con cierto reflejo en 1995, 55; POLITOFF / MATUS / RA-
en la mayor parte de los casos, que del momento omisivo inherente a la la ley, no condicionan en realidad MfREZ, PG, 293). Respecto del se-
el resultado no les fue posible prever imprudencia en los casos en que se su ámbito de aplicación, de suerte gundo grupo, en cambio, sólo existe
o, previéndolo, no les fue posible ha emprendido una actividad peli- que puede asumirse que con ellas se consenso en cuanto a que abarca la
evitarlo, de donde se seguiría la im- grosa, propone aplicar el criterio de designa siempre, indistintamente, "mera" imprudencia o negligencia
punidad absoluta de esta clase de de- la capacidad [individual] de acción el mismo objeto genérico, esto es, del Art, 492 (ETcHEBERRY, IV; 345
litos"; en contra VAN WEEZEL, 327, propio de la omisión para enjuiciar la infracción del deber de cuidado s.; CURY, 345; GARRIDO, II, 224 s.;
329 s., 335; adhiere ROSAS, 11), de la infracción del deber de cuidado, (CURY, 345; COUSIÑO, I, 553 s.; GA- Bnsros, 1995, 51; POLITOFF, 384;
modo que la pregunta es fundamen- tanto en favor como, eventualmen- RRIDO, II, 226; Bustos, 1995, 49; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG,
talmente si al sujeto excepcional en te, en contra el sujeto [330 a 332, VARGAS, 83). Las diferencias rele- 293; MAÑALICH, 416; aparentemen-
razón de sus dotes innatas debe exi- 334 s.]; también ROSAS, 10 s., 14). vantes corresponden más bien a la te NAQUIRA, 169). Más allá de este
gírsele un cuidado acorde a esa ex- En todo caso, las capacidades del intensidad de la culpa o, en térmi- acuerdo se discute el alcance de ex-
cepcionalidad o si, por el contrario, sujeto que en definitiva no se con- nos inversos, al grado de cuidado presiones tales como negligencia,
le basta para eximirse de responsa- sideren para los efectos de la deter- exigido en cada caso. En general, descuido, imprudencia o ignorancia
bilidad con el rendimiento exigible minación del deber de cuidado y su se acepta la existencia de dos gran- "culpable" (Arts. 302, 337 inciso se-
a cualquiera de su grupo de perte- infracción recibirían consideración des grupos de culpa relevante para gundo, 491, 494 N° 10,495 N 21,
nencia en circunstancias análogas. en sede de culpabilidad (N OVOA, I, el derecho penal: por una parte una 329). Mientras algunos autores con-
La opinión dominante parece estar 507; CURY, 340; NAQUIRA, 182; Po- cu 1pa "grave" y1por a otra una cu 1- sideran que se trata de hipótesis de
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ART. 2° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

culpa leve (respecto del Art. 491, al riesgo penal, pueden ser sin duda mismo artículo donde se regula (y a la falta de aceptación de la realiza-
poniendo énfasis en el especial cui- atendibles desde la perspectiva de con términos equivalentes) ni más ción del tipo (UBATUT, 1, 126; No-
dado que exige la posición y activi- la elaboración de una buena "polí- ni menos que la situación del due- VOA, 1, 507 s.; ETCHEBERRY, 1, 317
dad del sujeto, CURY, 345; GARRIDO, tica pública" sobre negligencia mé- ño de animales feroces, respecto de s.; CURY, 336 s.; DEL VILLAR, 182 s.;
Il, 224 s.; aparentemente NÁQUI- dica, que asuma con realismo que quien, por cierto, nadie querría es- GARRIDO, n, 226; Busros, 1995, 58
RA, 169; críticamente FERNÁNDEZ, tal vez sea socialmente preferible tablecer un régimen más benigno. ss.; NÁQUIRA, 166 s.; POLITOFF, 385;
2002, 112 s.), otros mantienen que una mayor tolerancia al respecto, Más bien al contrario, la coinciden- POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG,
el calificativo precisamente indi- pero valorativamente no se aprecia cia parece confirmar la idea de que 287; VARGAS, 83 s.). Véase, además,
caría una diferencia respecto de la cómo podrían justificar un régimen ambas situaciones encierran riesgos Comentario al Art. 10 •
"mera" imprudencia, de modo que más benigno ni menos un régimen especiales que requieren cuidados
configurarían hipótesis del primer privilegiado en comparación con especiales (que es lo mismo que pasa En lo que concierne ahora a lo
grupo (LABATuT, 1, 125; POLITOFF, otras actividades a las que es inhe- con las actividades especialmen- "subjetivo" de la conducta culposa
385; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, rente un cierto riesgo para la vida, te reguladas por reglamentos), de o imprudente, este aspecto pare-
PG, 293, en el primer caso con ar- la integridad corporal o la salud de modo que quienes se encuentran en ce quedar reducido básicamente al
gumentos político-criminales con- las personas, las que, por lo mismo, la situación descrita por la Ley de- conocimiento y voluntad de realiza-
tra un régimen muy severo de res- suelen estar sujetas a "reglamentos" ben responder por la culpa "leve". ción de la conducta en cuanto tal,
ponsabilidad profesional; Busros, en los términos del Art. 492, ámbi- Por último, se acepta ampliamente pero sin representarse o, en caso de
1995, 55 s.; y en cuanto adhiere a to en el cual, en caso de infracción que por debajo de la culpa "leve" no representación, sin aceptar la realiza-
él, MAÑALICH, 416) Y otros, en fin, de los mismos, basta la culpa "leve" habría culpa relevante para el dere- ción del tipo penal, esto es, en otras
que se trata de un grado intermedio para fundar responsabilidad penal cho penal (LABATUT, 1, 125; Bustos, palabras, con "error de tipo" o sin
entre la imprudencia temeraria y (nótese, por lo demás, que a la lex 1995, 51; POLITOFF, 382; POLITOFF dolo (NOVOA, 1, 503 s.; ETCHEBE-
la mera imprudencia o negligencia artis se le han atribuido básicamente / MATUS / RAMfREZ, PG, 289; FER- RRY, 1, 317; GARRIDO, n, 214, 217;
(respecto del Art. 491 ETCHEBERRY, las mismas funciones que a las re- NÁNDEZ, 2002, 111; sólo tenden- NÁQUIRA, 171 s.; FERNÁNDEZ, 2002,
IV; 345). Si bien no es posible pro- glamentaciones estatales en materia cialmente NOVOA, 1, 510). 109). Puntualmente se ha exigido,
nunciarse aquí sobre todos los ca- de imprudencia). Desde un punto además del conocimiento de la con-
sos, al menos respecto del Art. 491 de vista estrictamente dogmático, Doctrinariamente, la distinción ducta, conocimiento de "los riesgos
puede hacerse presente que quienes tiene poco sentido que la Ley haya más relevante es la que se hace entre que ella implica" (BUSTOS, 1995,41
quieren reducir el deber de cuidado establecido una regulación especial culpa con representación (o cons- s.; similar NÁQUIRA, 171), lo que,
de los profesionales de la salud no para 1a cu1pa "grave" de estos pro- ciente) y culpa sin representación (o sin embargo, a primera vista parece
pueden negar que el específico y de- fesionales en el mismo Título X, en inconsciente), no porque conlleve incompatible con el unánime reco-
licado objeto de la actividad de éstos circunstancias que bastaba la im- un distinto trato (a pesar de que ha nocimiento (también, por cierto, de
justifica más bien un deber de cui- prudencia temeraria del Art, 490, existido alguna discusión al respec- parte de estos autores) de una culpa
dado mayor que el que se le impone que rige para cualquiera. Se podrá to no se ha impuesto un trato di- sin representación y amenaza con
a otros profesionales, no uno menor. decir que con esto se quería despe- ferenciado), sino porque la primera convertir el delito culposo en un
Las razones político-criminales en jar cualquier duda al respecto, pero plantea la delicada cuestión de deli- delito doloso de peligro. Si en este
contra, basadas en último término es poco plausible que, si tal era el mitación con el dolo eventual, que contexto la finalidad concreta del
en la mayor exposición estadística caso, la Ley lo hubiera hecho en el se resuelve en general con apelación agente es jurídicamente irrelevante
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ART.2° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

(en ese sentido GARRIDO, II, 209; BERRY, 1, 322 con nota al pie N° 3; La conexion que debe darse darse a los casos en que una sola
NOVOA, I, 504), es una cuestión COUSIÑO, 1, 841 ss.; GARRIDO, II, entre conducta culposa y resul- conducta culposa ocasiona más de
meramente semántica, pues quienes 221; BUSTOS, 1995, 78 s.; NAQUIRA, tado típico en los cuasidelitos no un resultado típico, por ejemplo,
defienden la importancia de la fina- 188 s.; POLITOFF, 376), en general se presenta diferencias con lo ya di- cuando una conducción impruden-
lidad concreta en rigor se limitan a reconoce en los cuasidelitos un claro cho respecto de los delitos dolosos te provoca un accidente de tránsito
exigir que la conducta que se mide predominio del desvalor de acción (véase Comentario al Art. 1°). La donde mueren o sufren lesiones
con la vara del deber de cuidado y no son pocos los que le atribuyen afirmación habitual en la litera- dos o más personas. Tratándose de
tenga una finalidad (cfr. BUSTOS, una importancia mínima al desvalor tura relativa a los cuasidelitos en bienes jurídicos personalísimos, si
1967, 43 s., 64; BUSTOS, 1995, 38; de resultado (muy claro COUSIÑO, 1, cuanto a que sólo se puede hablar mediara dolo probablemente na-
NAQUIRA 171). 840, 844; Y al hacerse cargo de los de culpa si el resultado es evitable die dudaría de la concurrencia de
cuasidelitos con resultado múltiple (GARRIDO, II, 218; POLITOFF, 478; tantos delitos como víctimas, los
Analizados los presupuestos de ETCHEBERRY, 1, 322 s.; Y GARRIDO, POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, que en principio deberían tratarse
la conducta culposa, debe abordarse II, 228, al respecto ínfra), aunque sin 284) no es más que una manera como un concurso ideal homogé-
brevemente la situación del resulta- llegar a plantear derechamente que diferente de referirse a los criterios neo (véase Comentario al Art. 75).
do típico en los cuasidelitos, no en el resultado sea de una condición de la imputación objetiva del resul- En materia de cuasidelitos, sin
cuanto tal, porque en rigor no pre- objetiva de punibilidad (como sólo tado, criterios que según opinión embargo, la cuestión ha sido muy
senta en esta materia ninguna dife- hace CURY, 346 s.). Una perspectiva pacífica en la actualidad reciben discutida. A partir del predominio
rencia apreciable en comparación distinta se abre, por cierto, si se sigue plena aplicación en el ámbito de casi absoluto que le asignan al des-
con lo dicho a propósito del delito el planteamiento conforme al cual la los delitos culposos (FERNANDEZ, valor de resultado, un sector rele-
doloso, sino por su significación infracción del deber de cuidado no 2002, 107; VARGAS, 2010, 122). vante de la literatura sostiene que
para la estructura de los cuasidelitos. es propiamente la conducta típica, Más aún, no es casual que histó- en estos casos se ha cometido un
Por regla generallsima los cuasideli- sino sólo la razón de la imputación ricamente esos criterios se hayan único cuasidelito con pluralidad de
tos requieren de un resultado, con- del delito de resultado en ausencia desarrollado antes precisamente en resultados, precisamente porque se
cretamente un resultado lesivo. En de dolo (MAÑALICH, 406). En todo el campo de los cuasidelitos, don- ha infringido una única vez el deber
la medida, sin embargo, en que se ha caso y sin menospreciar la impor- de la ausencia de dolo que presida de cuidado (ETCHEBERRY, r, 322 s.;
definido la culpa como infracción de tancia conceptual y de leg« ferenda la conducta (y los cursos causales GARRIDO, II, 228; CURY, 665). En
un deber de cuidado que se verifica del asunto, en la medida en que que ésta genere) aumenta las posi- cambio, otro sector de la doctrina
exclusivamente con la conducta y no por ausencia de dolo la distinción bilidades de resultados azarosos, ni hace valer tanto el desvalor de re-
con el resultado no querido ni, a ve- no tiene consecuencias en materia que la mayor resistencia contra la sultado expresado en la pluralidad
ces, siquiera previsto, existen dudas de íter crímínís (no es posible una teoría de la imputación objetiva se de víctimas y la letra del Art, 75
sobre su verdadero significado dog- tentativa ni un delito frustrado sin haya dado a propósito de los deli- (BUSTOS, 1995, 114 s.), así como
mático. Y si bien la inmensa mayoría dolo, véase Comentario al Art. 7°) tos dolosos. la circunstancia de que el derecho
de los autores chilenos considera que y en que nadie discute que el re- chileno no castiga la culpa en sí,
el resultado es un elemento del tipo, sultado concreto debió haber sido La discusión sobre el significa- sino la realización culposa de tipos
esto es, que los cuasidelitos son ge- al menos previsible (así también do dogmático del resultado en los penales, a lo que se suma que en los
nuinos delitos de resultado (NOVOA, CURY, 346 s.), sus consecuencias cuasidelitos (supra) repercute direc- llamados tipos resultativos la con-
1, 502 con nota al pie N° 58; ETCHE- son muy modestas. tamente en el tratamiento que debe ducta es más bien neutra y se define
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ART. 2° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

en rigor por el resultado (NAQUIRA, grave no está abarcado por el dolo bastante' tiempo la jurisprudencia ordinariamente no son aptos para
190 s.), para afirmar la existencia de del agente, simplemente no proce- osciló entre condenar sin más por el provocar la muerte, resolvió la SCA
tantos cuasidelitos como resultados de que se le haga responsable por delito más grave como si fuera dolo- Santiago en Contra Juan Bautista
típicos imputables haya. A pesar de él a título doloso, subsistiendo sólo so, castigar sólo por el delito doloso Castro O rellana (1964) y en Contra
cierta dispersión, este último pare- la posibilidad de una imputación de base, castigar sólo por el delito José Santiago Hidalgo Roa (1965)
ce ser el criterio dominante en la a título de culpa si se reúnen en culposo más grave o, en fin, castigar (todas ellas citadas por ETCHEBERRY,
jurisprudencia (véase Comentario la especie los requisitos preceden- por ambos delitos en concurso, dis- DPJ, I, 279 ss.). La sentencia de la
al Art. 75). temente indicados. En caso afir- persión que en parte se aprecia aún Corte Marcial en Contra Juan Dlloa
mativo, se verificaría un concurso en ETCHEBERRY, DPJ, IV; 92 ss. En Bao (1959), condena al carabine-
Por último, cabe referirse si- ideal heterogéneo entre un delito la actualidad, sin embargo, parece ro que queriendo herir al prófugo
quiera brevemente al llamado "de- doloso y un cuasidelito, concurso asentada la última solución, y en para poder capturarlo lo mata de
lito preterintencional", un asunto que debe ser tratado en principio particular, que el delito más grave un balazo (citada por ETCHEBERRY,
que concitó durante mucho tiem- conforme a lo previsto en el Art. 75 sólo se puede castigar a título dolo- DPJ, I, 279). Por su parte, la Cor-
po gran interés en nuestra literatu- (véase Comentario al Art. 75); en so cuando efectivamente (discusión te Suprema empieza a pronunciarse
ra a pesar de que, en rigor, al no caso contrario sólo cabe sancto- sobre la prueba del dolo median- en ese sentido a propósito de casos
existir en el Código chileno una nar por el delito doloso. Ésta es la te) se puede afirmar siquiera dolo de aborto seguido de la muerte de
regulación especial al respecto, su opinión ampliamente dominan- eventual en la especie (sobre esto la embarazada. La SCS en Contra
tratamiento debe quedar simple- te entre nosotros (aparentemente, último, a modo ejemplar, véanse Teresa Riveros y otras (1955) re-
mente entregado al juego de las aunque confuso, LABATUT, I, 128: las sentencias citadas por ETCHEBE- suelve que existe concurso entre
reglas generales. Por delito preter- "esta teoría, que peca de acientífica, RRY, DPJ, I, 269 ss. con comentario aborto doloso y cuasidelito de ho-
intencional se entiende una situa- pero que nosotros debemos aceptar de síntesis en 272; y ETCHEBERRY, micidio porque las imputadas sólo
ción en la que el agente con dolo a falta de Ley que solucione el pro- DPJ, IV; 93 ss.). En la SCA San- perseguían provocar el primero y
de cometer un delito determinado, blema"; tendencialmente NOVOA, I, tiago en Contra Raúl Bontá Pén- que apenas advirtieron un riesgo de
termina cometiendo uno más grave 520; ORTlZ QUIROGA, 96; ETCHE- dola (1953) se aprecia un concurso muerte hicieron todo a su alcance
no abarcado por su dolo, esto es, BERRY I, 326; CURY, 350; GARRIDO, entre lesiones graves y cuasidelito por evitarlo, muy similar a la SCS
"más allá de su intención" (praeter II, 230; DEL VILLAR, 184; NAQUIRA, de parricidio en un caso en que el de 21 de abril de 1960 en Contra
intentionem). Pues bien, lasolu- 211; POLlTOFF / GRISOLfA / BUSTOS, marido, en un arrebato frente a una Emma Guerra Ibarra (RCP T. XIX
ción se desprende precisamente del 76 s.; POLlTOFF, 335 s.; POLlTOFF / "insolencia" de ésta, le da un fuer- [1960], 81), en donde se declara:
Art, 2°, que aclara que el derecho MATUS / RAMfREZ, PG, 273; KÜN- te golpe en el abdomen a su mujer "No puede desconocerse pues, que
chileno sólo conoce delitos y cua- SEMÜLLER, 1997, 9 ss.; BUSTOS / que termina muriendo, resultando en nuestro derecho tiene cabida el
sidelitos, esto es, hechos punibles CABALLERO, Comentario, 61 s.). claro a juicio de los sentenciadores delito preterintencional, que no es
cometidos o bien con dolo o bien, que lo hizo sin dolo homicida, pues otra cosa, como ya se dijo, que un
en los casos expresamente seña- Más allá de las vacilaciones del sólo quería "castigarla" y no previó concurso entre dolo y culpa; dolo
lados por la Ley (Art, 10 N° 13), pasado, ésta sería la solución que (aunque debía haberlo hecho por la con respecto al resultado que se
con culpa: tertium non datur (Bus- hoy acoge mayoritariamente la ju- zona delicada en que la golpeó) las quiso causar, culpa en lo referente
TOS / CABALLERO, Comentario, 60). risprudencia. Como muestra ET- consecuencias. En sentido similar, a las consecuencias no queridas"
Co-nsecuentemente, si el hecho más CHEBERRY, DPJ, I, 268 ss., durante en casos de golpes con objetos que (ambas citadas por ETCHEBERRY,
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HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.3°
ART.2° CÓDIGO PENAL COMENTADO

conducta se produjera un daño fí- puntapié a otro en el pecho, a con-


DPJ, 1, 281 ss.). Más reciente- pierna a otro, que luego muere a
sico generador de un riesgo vital... secuencia de lo cual éste cae sobre el
mente, la SCA Santiago de 23 de consecuencia de la misma. La Cor-
por lo cual no puede atribuirse al pavimento de la calzada, golpeán-
septiembre de 1993 (Cita Westlaw te considera que de las circunstan-
encausado responsabilidad en su dose mortalmente la cabeza. De
Chile: CLlJURl14211993) aprecia cias del hecho no se deduce dolo de
muerte ni siquiera a título de culpa, este modo, la Corte se desentiende
un concurso entre lesiones graves y matar, sino sólo de lesionar, sin per-
ya que nadie puede razonablemente completamente de la conducta do-
cuasidelito de homicidio en el caso juicio de considerar previsible este
último resultado. Como comenta- prever que al dar a otro un simple losa del sujeto.
de los sujetos que, ebrios, golpea-
ron con pies y manos a otro ebrio rio crítico puede apuntarse que la empujón se causará su deceso". En
este contexto es excepcional la SCA La casuística de los cuasidelitos
que luego murió a causa de una as- fundamentación de estas sentencias
Santiago de 18 de octubre de 1999 por áreas de actividad (tráfico roda-
fixia por aspiración de vómito. De suele agotarse en la demostración
(Gaceta Jurídica N° 232 [1999), do, negligencia médica, accidentes
la circunstancia de que los sujetos de la ausencia de dolo, aportando
167), que aprecia sólo un cuaside- laborales, etc.) se abordará a propó-
no hubieran hecho uso de ningún apenas argumentos que sostengan
lito de homicidio en el caso de un sito de los tipos culposos particula-
arma ni le hubieran provocado he- la afirmación de un grado relevante
sujeto que en medio de una riña en res, especialmente a propósito del
ridas mortales la Corte deduce que de culpa, lo que permite sospechar
una cierta identificación automá- la vía pública le propina un fuerte análisis del Título X del Libro n.
sólo tenían dolo de lesionar y no de
matar. La SCA Temuco, de 25 de tica entre resultado lesivo y culpa,
julio de 2006 (Cita Westlaw Chile: sólo explicable en virtud del hecho
CLlJURl2006), que simplemente doloso de base. Excepción a la ten-
confirma sentencia dictada en pro- dencia percibida es la SCS de 27 Artículo 3 0 • Los delitos, atendida su gravedad, se dividen en
cedimiento abreviado, declara, no de enero de 1998 (Gaceta Jurídica crímenes, simples delitos y faltas y se califican de tales según la
obstante, que la solución del delito N° 211 [1998), 229), que califica pena que les está asignada en la escala general del artículo 21.
preterintencional en la Ley chilena los hechos exclusivamente como le- BIBUOGRAFIA: BUSTos, Juan / CABALLERO, Felipe: "Comentario al artículo 3°", en POUTOFF / ORTIZ,
se encuentra en el Art. 75. La Corte siones graves, por considerar que la Comentario, pp. 64-66; GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario al artículo 94", en Pou-
TOfF / ORTIZ, Comentario, pp. 465-469; GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario al artículo
estima que es del todo improbable muerte de la víctima era del todo 105", en POUTOfF / ORTIZ, Comentario, pp. 483-487; MATus, jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex:
que el interviniente en una riña se imprevisible. Se trataba de un ebrio "Comentario al Art. 70", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 375-378; YUSEfF, Gonzalo: La
prescripción penal, 3° edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2005.
hubiera representado el desenlace que se encontraba en la vía pública
mortal, lo que excluye el dolo ho- y que aparentemente habría insul-
micida, sin perjuicio de conside- tado a un grupo de personas, razón
rar temerariamente imprudente su por la cual recibió un empujón. Al COMENTARIO
conducta. Por último, la SCS de caer al suelo se le produce un TEC Héctor Herndndez
17 de agosto de 2005 (Cita West- complicado que le provoca la muer-
law Chile: CLlJURl2676/2005), te un par de días después. Señala la
aprecia un concurso entre lesiones Corte que de estos hechos "no es El Art. 3 0 corresponde a una a la gravedad de la infracción ha-
graves y cuasidelito de homicidio, posible deducir que el autor se haya redacción propuesta por el comi- bía sido acordada con bastante
representado y, por consiguiente, sionado Renjifo (sesión 121, de anterioridad, a propuesta del co-
a resolver conforme al Art. 75, en
querido o siquiera aceptado en su 24 de marzo de 1873, Actas, 217). misionado Fabres, en la sesión 5a ,
el caso de un sujeto que con arma
La división tripartita en atención de 7 de mayo de 1870 (Actas, 8),
blanca le infiere una herida en la voluntad que a consecuencia de su
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ART.3° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 3°

si bien reemplazándose a propues- infracciones de la lei penal se cali- s.; POLITOFF / MATus / RAMÍREZ, se construye a partir de la combina-
ta del comisionado Ábalos la divi- fican según la pena que respectiva- PG, 159; BUSTOS / CABALLERO, Co- ción de los marcos penales de la parte
sión en "crímenes, delitos i faltas" mente les corresponde en la escala mentario, 64; YUSEFF, 102 s.; por el especial con unas cláusulas generales
por la división en "delitos graves jeneral del Art, 19 [que llegó a ser contrario, en favor de atender a la de conversión penológica (Arts. 51
o crímenes, simplemente delitos i Art. 21], salvo los cuasi-delitos que pena concreta, al menos en tanto se a 54), sin que se oponga a esto que
faltas", pues aquélla contradecía, se califican i penan en los casos es- pueda predecir con cierta seguridad, el Art. 50 disponga que la pena de-
como hizo presente el comisiona- peciales que determina este Códi- GUZMÁN DALBORA, Comentario, p. signada por la Ley a un delito es la
do Reyes, la definición de delito ya go" (Actas, 215). 467, en relación con la prescripción del delito consumado, pues se trata
aprobada para el Art, 10. Con esto, de la acción penal). Por pena en abs- sólo de una regla para interpretar el
no obstante trabajar sobre la base La división de los delitos en tracto se entiende mayoritariamente alcance de los marcos penales de la
del Art. 6° del Código español, la atención a su gravedad es estricta- la del autor del delito consumado parte especial, que nada dice sobre
Comisión abandonaba sin mayo- mente formal, pues depende sólo de (CURY, 249; POLITOFF, 176; POLI- el carácter abstracto o concreto de
res explicaciones la terminología la ubicación de las penas asignadas TOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 159), una pena.
de éste, que distinguía entre deli- al mismo en la escala general del lo que, sin embargo, es discutible,
tos graves} delitos menos graves y Art, 21, donde se ha establecido la pues en las formas imperfectas de Cuando el delito tiene asig-
faltas, abandono que se extendió distinción entre penas de crimen, ejecución y en las formas accesorias nada mas de una pena y éstas co-
luego a las definiciones de cada penas de simple delito y penas de de intervención en el delito no equi- rresponden a distintas categorías
categoría, porque las peninsulares falta. Así, si un delito tiene asigna- paradas penológicamente a la auto- se plantea la cuestión de cuál de
no guardaban concordancia con da, por ejemplo, una pena de presi- ría, más que el simple resultado de ellas debe considerarse para estos
la clasificación de las penas que se dio menor en su grado medio o de una rebaja de pena en atención a las efectos. En general, nunca se ha
quenan, esta blecer. "Por esta razon
, presidio menor en su grado medio circunstancias del caso concreto, se dudado en acudir a la regla que
el señor Reyes propuso, que en las a máximo, es un simple delito por- puede decir que se trata de la pena al respecto prevé el Art. 94 a pro-
definiciones de delitos no se con- que esas penas son penas de simple que en abstracto le asigna la Ley a pósito de la prescripción de la ac-
signasen esas definiciones jenera- delito de acuerdo con dicha escala. los tipos subordinados de tentati- ción penal o del delito, y que en
les, sino que se hiciese referencia a De la referencia a la pena "asignada" va, delito frustrado, complicidad su versión original disponía que en
los artículos del Código que con- en la Ley se desprende que se tra- y encubrimiento (así YUSEFF, 103: caso de penas compuestás siempre
signen las penas con que se casti- ta de la pena que en abstracto co- marco penal propio). A diferencia debía estarse a la mayor, regla que
guen unos i otros delitos" (Actas, rresponde al delito, no de la pena de lo que ocurre con las circunstan- no ocasionaba ninguna dificultad
8). Por último, en la sesión 119, que, en atención a las circunstancias cias atenuantes, en ninguno de estos tratándose de penas de la misma
de 19 de marzo de 1873, "se hizo del caso, pueda corresponderle en casos el sujeto ha realizado el tipo naturaleza (por ejemplo, dos o más
notar que era defectuosa la califi- concreto, de modo que, por ejem- penal: la punibilidad se funda exclu- grados de una pena privativa o res-
cación de los delitos [del Art, 8°, plo, un homicidio simple (Art. 391 sivamente en la realización de otro trictiva de libertad), pero que a la
que llegaría a ser Art. 3°], porque N° 2) seguirá siendo un crimen, tipo penal, que se construye a partir hora de confrontar penas de distinta
se refiere a penas que pueden apli- aunque en concreto, por aplicación de la combinación de unas cláusulas naturaleza podía conducir a resulta-
carse indistintamente a todos" y de atenuantes, le corresponda una generales de extensión de la punibi- dos valorativamente insatisfactorios
se aceptó una redacción propuesta pena de simple delito (ETCHEBERRY, lidad (Arts. 7°, 16 y 17) con los ti- (como, por ejemplo, que en virtud
por el comisionado Fabres: "Las r, 172; CURY, 249; POLITOFF, 176 pos de la parte especial, y cuya pena de su ubicación en la escala general
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ART.3° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNOEZ ART. 3°

del Art. 21 una restricción de li- castigan con la pena de presidio Tributario, entendiéndolo como libertad, esto es, que debe estarse a
bertad e incluso una inhabilitación menor en su grado máximo (pena simple delito, en circunstancias que la pena mayor, toda vez que no se
tuviera más peso que una privación de simple delito) a presidio mayor tiene asignada la pena de presidio divisa por qué habría de adoptarse
de libertad). Con seguridad fue eso en su grado mínimo (pena de cri- menor en su grado máximo a pre- una posición distinta en uno y otro
lo que llevó al legislador militar a men). Si bien la ausencia de regla sidio mayor en su grado mínimo. caso, siendo de advertir que un cri-
modificar el Art. 94 en el contexto legal podría sugerir contrario sensu La Corte resolvió: "4°. Que si bien terio igualitario fue el que se aplicó
de la Ley N° 18.857, de 6 de di- precisamente la solución inversa, es cierto que la modificación que el por más de un siglo en la vigencia
ciembre de 1989, en términos de esto es, que para la calificación en Art. 19 de la Ley N° 18.857 de 6 del Código Penal, sin que se pen-
que ahora en caso de penas com- estos casos fuera determinante la de diciembre de 1989 introdujo al sare en la necesidad de reformar-
puestas "se estará a la privativa de pena menor (con lo cual el delito Art. 94 del Código Penal no pre- lo" (SCS de 9 de octubre de 1995,
libertad", lo que si bien no resuelve del ejemplo sería un simple deli- cisó, expresamente, como lo hacía Gaceta Jurídica N° 184 [1995],
los problemas que probablemente to), la opinión al parecer unánime el texto primitivo, que tratándose 125 s).
se suscitan en la comparación entre sigue manteniendo el carácter de- de una pena compuesta, cualquie-
penas restrictivas de libertad y pe- cisivo de la pena mayor, sin siquie- ra que fuere, para los efectos de la Para los delitos que tienen asig-
nas privativas de derechos (por eso ra tomar nota de la modificación prescripción, debía estarse a la pena nada como pena única la de multa,
GARRIDO, I, 390 propone equiparar legislativa (cfr. CURY, 249; BUSTOS mayor, cabe observar que no existe en la medida en que en la escala del
para estos efectos las penas restric- / CABALLERO, Comentario, 65; en la historia del establecimiento de Art. 21 esta pena aparece como una
tivas de libertad con las privativas GUZMÁN DALBORA, Comentario, esa Ley ninguna razón que hiciere pena común a los crímenes, simples
de libertad), sí al menos reconoce 468; sólo GARRIDO, 1, 390 mencio- suponer un cambio de criterio del delitos y faltas, se sostiene mayori-
la mayor gravedad que se le asigna na críticamente el cambio, aunque legislador. Fluye de la modificación tariamente que la categoría a que
a la pena privativa de libertad por mantiene sin más la misma solu- legal que lo que se quiso aclarar fue pertenece debe obtenerse del inciso
sobre todo el resto, sin contar con ción). que en el caso de penas compuestas sexto del Art. 25, donde se señalan
que se trata de la pena de mayor en que concurran penas privativas los límites que, en principio, deben
aplicación. El problema de la mo- En la jurisprudencia se aprecia de libertad y penas que no tuvieran reconocer las multas de cada cate-
dificación es que para referirse al lo mismo, en algunos casos inclu- dicho carácter, para el cómputo de goría (ETCHEBERRY, I, 172; CURY,
resto de los casos la Ley dispone so citando la disposición original la prescripción de la acción penal 248; POLlTOFF, 177; BUSTOS / CA-
ahora que "si no se impusieren pe- como si no se hubiera modificado debe estarse al correspondiente a BALLERO, Comentario, 65). De este
nas privativas de libertad, se estará (así, por ejemplo, SCS de 4 de di- las penas privativas de libertad. De modo, por ejemplo, si un delito tie-
a la mayor", con lo cual deja fuera ciembre de 1991, Gaceta Jurídica este modo, al no indicarse ahora, ne asignada como pena única una
de su campo de aplicación el caso N° 138 [1992], 67, 69). La Corte expresamente, qué ocurre cuando multa de 21 a 30 UTM, que excede
de mayor ocurrencia práctica, cual Suprema se hizo cargo del asunto las penas compuestas lo fueren por el límite para las multas de simple
es el del delito que tiene asignadas al acoger un recurso de queja inter- distintos grados de penas privativas delito y está dentro de los límites
penas privativas de libertad que en puesto por el Servicio de Impuestos de libertad, debe concluirse que su previstos para las multas de crimen,
parte pertenecen a una categoría y Internos contra los ministros de la situación debe resolverse igual a la debe considerársele crimen. Ya el
en parte a otra, como ocurre, por Corte de Copiapó que concedieron que el Art, 19 de la Ley N° 18.857 ejemplo debería sugerir, sin embar-
ejemplo, con los abusos sexuales la media prescripción respecto del contempló para idéntico caso res- go, que la solución que a primera
impropios (Art. 366 bis), que se delito del Art. 97 N° 4 del Código pecto de las penas no privativas de vista parece muy plausible es difí-
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ART.3° CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.3°

cilmente aceptable. Que un delito Por su parte, es notorio que el inciso multa debería estarse, en primer lu- La relevancia práctica de la di-
al que se le asigna esa misma multa sexto del Art, 25 no señala que una gar, al carácter que les asigna la pro- visión es significativa (al respecto
conjuntamente con la pena de pre- multa de cierta cuantía sea pena de pia ley, como ocurre, por ejemplo, LABATUT, 1, 162 s.; NOVOA, 1, 239,
sidio menor en su grado máximo crimen, simple delito o falta, sino con las faltas de los Arts. 494, 495 241 s.; ETCHEBERRY, 1, 172; CURY,
(v, gr. Art. 467) sea un simple deli- algo muy distinto, como es la cuan- y 496; donde ello no es posible, y 249 s.; COUSIÑO, 1, 305 s.; POLI-
to, en tanto que un delito que sólo tía máxima que, en principio, debe ante la imposibilidad de no calificar TOFF, 177, 179; POLITOFF / MA-
acarrea la multa sea un crimen no tener la multa respecto de cada ca- al delito en cuestión, se debe buscar TUS / RAMÍREZ, PG, 160; BUSTOS
es en absoluto concordante con las tegoría delictiva. En rigor, se trata apoyo en disposiciones impertinen- / CABALLERO, Comentario, 65).
valoraciones de la Ley (lo han he- de una regla programática de orien- tes pero que expresan las valoracio- Muchas diferencias simplemen-
cho presente respecto de la califica- tación para el propio legislador (en nes de la ley. No puede ser punto te fluyen de hecho de la distinta
ción de un hecho como delito san- cuanto tal ilusoria, pero en ningún de partida el ya mencionado inciso gravedad de cada categoría, pero
cionado con pena aflictiva MATUS caso la única en su especie), como sexto del Art. 25 porque, en la me- en algunos casos se trata de con-
/ VAN WEEZEL, Comentario, 376, se reconoce luego al declararse, dida en que permite que delitos que secuencias previstas especialmente
destacando la SCS de 8 de octubre como si fuese necesario, que estos sólo acarrean pena de multa puedan por la ley. Entre las más importan-
de 1941 que lo niega [GT 1941-II, "límites" rigen "sin perjuicio de que ser considerados crímenes, contra- tes se cuentan las siguientes: a) La
241], que rectifica lo resuelto antes en determinadas infracciones, aten- dice las valoraciones que la propia jurisdicción chilena sobre delitos
en SCS de 19 de julio de 1937 [GT dida su gravedad, se contemplen Ley ha expresado, por ejemplo, en el perpetrados fuera del territorio de
1937-II, 493]). Visto con mayor multas de cuantía superior". Más Art. 59, donde la multa es considera- la República se extiende en princi-
atención, pareciera más bien que las aún, esta última fórmula vuelve a da la pena inmediatamente inferior pio sólo a ciertos crímenes y sim-
multas no son determinantes para la sugerir que la excepción a la regla a la última en todas las escalas gra- ples delitos, no a faltas (Art. 6° y
fijación de la categoría de un delito. no altera el carácter de crimen, sim- duales establecidas en dicho artículo Art, 6° del Código Orgánico de
Desde luego, porque a su respecto ple delito o falta de la infracción, (lo que reitera el inciso tercero del Tribunales); b) La tentativa y el de-
no puede tener realmente aplica- carácter que, en consecuencia, no Art. 77), de modo que, siendo en lito frustrado en principio sólo son
ción la regla del Art. 3°, ya que en se funda en la multa. Si esto es así, todas las escalas graduales la última punibles tratándose de crímenes y
rigor sólo están mencionadas, pero la determinación de la categoría a pena una pena de falta (escala N° 1) simples delitos (Art. 7°), no de las
no integradas (no ocupan un lu- la que pertenece un delito que tie- o de simple delito (escalas N° 2 a faltas (Art. 9°, sin perjuicio de la
gar ordinal) en la escala general del ne asignada pena de multa debería N° 5), no resulta plausible que en excepción prevista en el Art. 494
Art. 21, que es lo único útil para operar de otro modo. Aquí se puede otros contextos, cualquiera que sea bis para el llamado hurto-falta no
los efectos del Art. 3°. El legisla- hacer la siguiente propuesta: tratán- su cuantía, la multa como pena consumado); e) En principio, la
dor perfectamente hubiera podido dose de delitos que tienen asignada única pueda ser pena de crimen, represión excepcional de la propo-
ubicar las multas según su cuantía una pena de multa conjuntamente sino sólo de falta o de simple delito. sición y conspiración para cometer
en dicha escala, pero en vez de eso, con otras penas, la determinación Es en este contexto donde se puede delito sólo procede respecto de crí-
sólo ha indicado que son una pena de la categoría del delito debería de- recurrir parcialmente al inciso sexto menes y simples delitos, no de fal-
común a todas las categorías, con lo pender exclusivamente de esas otras del Art. 25 como orientación: si la tas (Art. 8°); d) La penalidad de la
cual al mismo tiempo sugiere que penas, en los términos ya mencio- multa no excede de 4 UTM el de- complicidad se regula de un modo
dichas categorías se determinan con nados (supra); tratándose de delitos lito será una falta, si excede de ese distinto según se trate de críme-
independencia de la pena de multa. que sólo tienen asignada la pena de límite será un simple delito. nes o simples delitos (Art. 51) o
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HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.4°


ART. 3 0 CÚDIGO PENAL COMENTADO

de faltas (Art, 498); e) Sólo es pu- pie N° 94; GuzMÁN DALBORA, Co- Artículo 4°. La dwisión de los delitos es aplicable a los cuaside-
nible el encubrimiento de críme- mentario, 485: "en las faltas, es sabi- litos que se califican y penan en los casos especiales que determina
nes o simples delitos, no de faltas do, no hay reincidencia") y no que este Código.
(Art. 17); f) El comiso se regula de jamás prescriben para esos efectos BIBUOGRAFÍA: BUSTOS, Juan / CABALLERO, Felipe: "Comentario al artículo 4°", en POUTOFF / OR-
modo diferente según se trate de (así, sin embargo, COUSIÑO, 1, 306). TIZ, Comentario, p. 66.
crímenes o simples delitos por una Véase en lo pertinente, Comentario
parte (Art. 31), Y faltas por la otra al Art. 12.
(Arts. 499 y 500); g) Los plazos de COMENTARIO
prescripción de la acción penal o Adicionalmente, muchas dis- Héctor Herndndez
del delito son distintos: los críme- posiciones de la parte especial con-
nes prescriben en 15 o en 10 años, tienen entre sus elementos típicos
los simples delitos en 5 años y las El Art. 4° corresponde a una re- el plan adoptado para fijar los actos
referencias a estas categorías delicti-
faltas en seis meses (Art, 94), dife- vas. Tal es el caso, entre otros, de los dacción propuesta por el comisionado sometidos a la lei penal, puede servir
rencias que rigen también para la Renjifo (sesión 121, de 24 de marzo también para determinar cuándo un
Arts. 152,206,207,211,249,250,
prescripción de la pena (Art. 97); de 1873, Actas, 217), luego de que en cuasi-delito produce los efectos que
270, 293, 294, 295, 295 bis, 413,
h) Sólo la perpetración de un nue- la sesión 119, de 19 de marzo de 1873, corresponden a los crímenes respecto
414,417,490 y492.
vo crimen o simple delito inte- se hubiera criticado la calificación de de los derechos políticos i civiles" (Ac-
rrumpe la prescripción de la acción los delitos del Art. 8° (que llegaría a tas,304).
Desde un punto de vista proce-
penal o del delito (Art. 96) o de la sal, la diferencia es relevante porque ser Art. 3°), entre otras razones, "por-
pena (Art. 99), no la comisión de que no se mencionan los cuasi-delitos En todo lo concerniente a la di-
existen importantes restricciones
una falta; i) La media prescripción a las medidas cautelares persona- que deben formar una categoría apar- visión de los delitos en cuanto tal,
o prescripción gradual no opera les en materia de faltas (Art. 124 te", oportunidad en que se aceptó una véase el Comentario al Art. 3°.
respecto de las faltas (Art. 103). CPP), porque el juicio conforme al redacción propuesta por el comisio-
procedimiento simplificado, que es nado Fabres: "Las infracciones de la Los cuasidelitos previstos en la
En materia de reincidencia, el de mayor aplicación práctica, no lei penal se califican según la pena que legislación chilena vigente son sim-
si bien las disposiciones pertinen- es procedente respecto de crímenes, respectivamente les corresponde en la ples delitos (regla generalísima: por
tes (Art, 12 N° 15 Y N° 16) supo- sino sólo para faltas (para las cuales escala jeneral del Art. 19 [que llegó ejemplo, todos los configurados a
nen simplemente condenas previas es obligatorio) y para simples delitos a ser Art, 21], salvo los cuasi-delitos partir del Art. 490) o faltas (como
por "delitos", del hecho de que respecto de los cuales el Ministerio que se califican i penan en los casos la del Art. 494 N° 10 o la del 495
el Art. 104 al regular la llamada Público requiera una pena que no especiales que determina este Códi- N° 21). Por el contrario, contra lo
"prescripción de la reincidencia" no exceda de presidio o reclusión me- go" (Actas, 215). Por último, en la que se suele decir, el Art. 224 N° 1
considere las faltas se desprendería nor en su grado mínimo (Art. 388 sesión 168, de 1 de octubre de 1873, constituye un simple delito y no un
a flrtiorí que no cuentan para los CPP), porque en este mismo pro- el comisionado Reyes planteó la po- crimen, porque tiene prevista una
efectos de la agravante (LABATuT 1, cedimiento la suspensión de la im- sibilidad de suprimir el artículo "por pena privativa de libertad de simple
230 s.; ETCHEBERRY, II, 33, variando posición de la condena sólo procede no tener ningún alcance práctico", delito, que es la determinante para
su opinión anterior; POLITOFF / MA- respecto de faltas (Art. 398 CPP), pero se resolvió conservarlo, "porque estos efectos (véase Comentario al
TUS / RAMÍREZ, PG, 519 con nota al entre otras. además de que esa disposición adara Art.3°).
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ART. 5° CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.5°

El Art. 4 0 es relevante, además, mencionar que los cuasidelitos "se dad de la Ley penal chilena para del Estado acreditante, caso en que
por ser el primer precepto del Có- penan en los casos especiales que todos los habitantes, por el Art, 50, la Ley y la jurisdicción penal chile-
digo que, si bien de un modo obli- determina este Código"), aspecto primera frase ("La Ley penal chile- na sí son aplicables), así como por
cuo, consagra el sistema de numerus que, sin embargo, será tratado con na es obligatoria para todos los ha- la Convención de Viena sobre Re-
clausus en materia de cuasidelitos detalle en el Comentario al Art. 10 bitantes de la República, inclusos laciones Consulares (promulgada
que rige en nuestro derecho (al N° 13. los extranjeros"). El principio que por D.S. N° 709, publicado en el
somete a la Ley penal chilena y a la DO el 5 de marzo de 1968), que
jurisdicción de los tribunales chi- concede inviolabilidad personal re-
lenos con competencia penal a to- lativa por los delitos cometidos en
COMENTARIO PREVIO ALOS ARTS. 50 y 6 0* dos los habitantes de la República ejercicio de sus funciones con-
Jaime Couso no admite excepciones personales, sulares (v., por todos, ETCHEBERRY,
sino sólo algunas que atienden a la I, 151-152; v. también POLITOFF /
BIBUOGRAFlA: POLlTOFF, Sergio / MArus, lean Pierre: "Comentario a los Artículos 5° a 9°", en función desempeñada por ciertos MATUS, Comentario, 70, con refe-
POLlTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 67-92. individuos (CURY, 236; GARRIDO, rencias a la asimilación hecha en-
I, 122), Y que la doctrina suele cla- tre los funcionarios diplomáticos
INTRODUCCIÓN se limita a examinar las normas del sificar en excepciones "de derecho y los funcionarios de organismos
Cl; añadiendo tan solo las mínimas internacional" y excepciones "de internacionales). Las excepciones
Como apuntan con razón Po- referencias necesarias a las de otros derecho interno": Las excepciones de derecho interno, están contem-
LITOFF / MATUS, Comentario, 67, cuerpos legales, para su estudio por de derecho internacional están con- pladas por el Art. 61, inc. 10 , de la
estas disposiciones regulan de ma- el lector. templadas por los Arts. 297 Y 298 CPR (en los mismos establecidos,
nera fragmentaria la aplicación de del Código de Bustamante y por la antes de la reforma de 2005, por
la Ley penal en cuanto a las perso- APLICACIÓN DE LA LEY EN CUAN- Convención de Viena sobre Rela- el Art. 58), que concede inmuni-
nas y sus efectos en el espacio, ma- TO ALAS PERSONAS ciones Diplomáticas (promulgada dad parlamentaria a los diputados
terias cuya regulación global sólo por D.S. N° 666, publicado en el y senadores "por las opiniones que
resulta comprensible a través de En relación con la aplicación de DO el 4 de marzo de 1968), que manifiesten y los votos que emi-
su relación con disposiciones de la Leypenal en cuanto a las personas, conceden inmunidad de jurisdic- tan en el desempeño de sus cargos,
otros cuerpos legales, especialmen- el principio general de igualdad de ción a favor de los Jefes de Estado en sesiones de sala o de comisión"
te las disposiciones de la CPR, el todos los habitantes (no sólo los extranjeros que se encuentre de vi- (inmunidad que, como advierte
COT, el Código de Bustamante y chilenos) ante la ley, consagrado sita -sin importar si es visita oficial ETCHEBERRY, I, 154, no debe con-
el CJM. Un examen sistemático de en el Art. 19, N° 30 , de la CPR, o no- en el territorio nacional, así fundirse con el fueroparlamentario,
tales disposiciones excede las pre- se hace explícito en materia penal, como a los representantes diplomá- actualmente está contemplado el
tensiones de este comentario, que como un principio de obligatorie- ticos extranjeros y al personal ofi- Art. 61, inc. 2 0 , de la CPR, "que
cial a su servicio y miembros de su es sólo una exigencia procesal y no
familia que sean extranjeros (inmu- una exención substancial"); por el
* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de este comentario, por nidad diplomática que es renuncia- Art. 324, inc. 2 0 del COT, en re-
parte de los ayudantes de investigación Sabrina Perret y Nicolás Soto, de la Facultad ble por los diplomáticos, funciona- lación con el Art. 79 de la CPR
de Derecho de la Universidad Diego Portales. rios y familiares, con autorización (idéntico al Art. 76 del texto previo
132 133
ART.5° CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.5°

a la reforma de 2005), que exime de los tribunales chilenos, el juicio Artículo 5°, La Ley penal chilena es obligatoria para todos los
a los miembros de la Corte Supre- político del Presidente de la Repú- habitantes de la República, inclusos los extranjeros. Los delitos co-
ma de responsabilidad por "falta de blica, regulado por los Arts. 52, metidos dentro del mar territorial o adyacente quedan sometidos a
observancia de la leyes que reglan N° 2), letra a) y 53, N° 1), de la las prescripciones de este Código. .
el procedimiento [o por] denega- CPR, que, como indica ETCHEBE-
BIBliOGRAFÍA: CÁRDENAS, Claudia (2008), "El lugar de eomístón de los denominados ciber-
ción [o] torcida administración de RRY, es un "privilegio procesal" y delitos", en Polít. crim., N° 6,2008, A2-6, en http://www.politicacriminal.cl/
la justicia", norma cuya constitu- no uno "sustantivo", así como de- n_06/a_2_6.pdf, visitadaell5 de junio de 20; CÁRDENAS, Claudia (2010), "La Cooperación
cionalidad es rechazada categórica- terminados "ante-juicios" o pro- de los Estados conla CortePenal Internacional a la luz del principio de complementarie-
dad", en Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXXN
mente por ETCHEBERRY 1, 154-155, cedimientos previos establecidos (Valparaíso, Chile, ler Semestrede 2010); POurOFF, Sergio / Mvrus, lean Pierre: "Comenta-
Y CURY, 238-239, argumentando para poder juzgar penalmente a de- rio a los Artículos 5° a 9°", en POurOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 67-92.
que ello es aún más indiscutible terminadas autoridades, como los
bajo el texto de la CPR de 1980, diputados, senadores, intendentes
COMENTARIO
dado que contraviene lo dispuesto y gobernadores, miembros del Tri-
en el inc. 1° del (actual) Art. 79 bunal Constitucional, entre otros Jaime Couso
de la CPR, que precisamente hace (ETCHEBERRY, 1, 155-156; v. tam-
responsables a todos los jueces por bién, GARRIDO, 1, 126-128). LA OBLIGATORIEDAD DE LA tos a la Ley chilena en la medida que
tales delitos (junto al cohecho y a LEY PENAL PARA TODOS LOS HABITAN- han cometido el delito en el territo-
la prevaricación, en general), lo que EFECTOS DE LA LEY PENAL EN EL TES. REMISIÓN rio de Chile, GARRIDO, 1, 131.
no se ve excepcionado por el inc. 2° ESPACIO
del mismo precepto, que solamente V. supra, "Comentario previo a Para estos efectos, se entiende
delega a la Ley la determinación de Los detalles de esta materia se los Arts. 5° y 6°". por territorio chileno el territorio na-
"los casos y el modo de hacer efec- examinan más abajo, al comentar tural (GARRIDO, 1, p. 131; CURY, 209;
tiva esta responsabilidad" (cfr., en el Art. 5°, que establece la regla ge- APLICACIÓN TERRITORIAL DE LA en cambio, ETCHEBERRY, siguiendo a
cambio, COUSIÑO, 1, 154 Yss., des- neral, de la aplícación territorial de LEY CHILENA SOLER, implícitamente se aparta de
cartando que la norma sea incons- la Ley penal chilena (cuyo detalle, esta denominación y aclara que el
titucional, con argumentos que, con todo, es también abordado por Principio de territorialídad y concepto de territorio es "jurídico"),
aunque referidos a la Constitución disposiciones referidas al "territo- concepto de territorio que abarca el terrestre, el marítimo y
Política de 1925, son aplicables, rio ficto", como algunos numerales el aéreo, definidos, en términos ge-
como sostiene ETCHEBERRY 1, 155 del Art. 6° del COT); y el Art. 6°, Hay acuerdo en entender que nerales, por la superficie terrestre
Y n. 1, a la actual CPR; cfr., por su que se refiere, genéricamente, a esta disposición consagra el prin- dentro de los límites en que Chile
parte, GARRIDO, 1, 125, Y POLITOFF la aplicación extraterritorial de la cipio de territorialidad en materia ejerce soberanía, incluido el subsue-
/ MATUS, Comentario, 69-70, me- Ley penal chilena (cuya regulación de efectos de la Ley en el espacio, si lo (territorio terrestre), así como por
nos categóricos, y sin pronunciarse casuística también es desarrollada, bien ello resulta sólo implícitamente la porción de mar que el Art. 593
claramente a favor o en contra). En especialmente, por otros numerales de la referencia a los "habitantes" y del Código Civil define como mar
cambio, no deben considerarse ex- del Art. 6° del COT, sin perjuicio a "los delitos cometidos en el mar territorial o adyacente, y su suelo Y
cepciones a la aplicación igualitaria de las disposiciones de algunas le- territorial o adyacente", dando a en- subsuelo, incluida, según opinión
de la Ley penal y de la jurisdicción yes especiales). tender que los primeros están suje- mayoritaria, la zona económica ex-
134 135
......-

ART.5° CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 5°

elusiva para los efectos de los delitos COUSIÑO Y CURY, a delitos comunes a incluir, en todo caso, al lugar en territorial de los tribunales chilenos]
señalados en el Art. 593, POLITOFF / y militares, por igual, ya no corres- que se produce sólo una parte del,,, [... ] obligan al Estado chileno a in-
MATus, Comentario, 71, (territorio ponden después de esa reforma). curso causal, en estos casos, donde éY" vestigar y juzgar el hecho a través de
marítimo), y el espacio aéreo que se servidor se encuentra alojado, pero sus tribunales" (setencia de la Corte
encuentra sobre el territorio nacio- Lugarde comisión del delito no se realiza la acción ni se produce Suprema, Rol N° 4376-2000, de 28
nal, para efectos prácticos (como el resultado), lo que podría condu- de diciembre de 2000 (extradición),
indica ETCHEBERRY, 1, 120) hasta Para resolver si un delito se ha cir a aplicar, de facto, una suerte de N° ID LegalPublishing: 17823).
donde puedan circular aeronaves cometido en territorio chileno, es principio de universalidad, en casos
(territorio aéreo); y el territorio ficto, necesario contar con un criterio que en que materialmente no se justifica, Jurisdicción complementaria de
que incluye las naves y aeronaves defina el lugar de comisión del deli- al tiempo que aumenta el peligro de la Corte PenalInternacional
chilenas (con "bandera chilena') en to. La doctrina reconoce tres teorías desconocimiento de las excepciones
aguas o espacio aéreo internacionales para este objeto: la teoría del resul- de ne bis in idem y litis pendencia, El principiode territorialidad no
(Art. 6°, N° 4°, del COT; y Art. 5°, tado, que atiende al lugar en que se que todavía no gozan de suficiente se ve afectado en modo alguno por
inc. 1°, del Código Aeronáutico), o produjo la consumación del delito; reconocimiento a nivel comparado la ratificación por parte de Chile del
incluso, por excepción, extranjeros, la teoría de la actividad, que atiende (CÁRDENAS, 2008,1-14, 11 Yss). Estatuto de Roma, que establece la
si se trata de un delito que pudiese al lugar en que se dio principio a la Corte Penal Internacional (CPI),
quedar sin sanción (Art. 3° del D.L. ejecución de la conducta típica; y la En la jurisprudencia, una de- desde que ese tratado entrega al CPI
N° 2.222, de 21 de mayo de 1978, teoría de la ubicuidad, que entiende cisión de la Corte Suprema rechazó una jurisdicción únicamente subsi-
que sustituye la Ley de Navegación; y cometido el delito en cualquier país la solicitud de extradición formula- diaria (complementaria) a la de los
Art, 5°, inc. 2°, del Código Aeronáu- en que se haya realizado algún acto da desde Italia a Chile, respecto de tribunales chilenos, para conocer
tico), así como la naves y aeronaves ejecutivo o en que se haya producido un individuo imputado por delitos y juzgar los crímenes de Derecho
"de guerra' o militares, en cualquier el resultado (por todos, CURY, 213). de tráfico de drogas, considerando internacional cometidos en terri-
lugar en que se encuentren Art, 6°, En Chile recibe apoyo mayoritario la que "el acto de entrega se refiere torio chileno, jurisdicción que, por
N0 4°, del COT; y Art. 2°, inc. 2°, teoría de la ubicuidad (así, ya No- al partícipe que enviaba la droga a tanto, la CPI sólo puede ejercer en
del Código Aeronáutico), ETcHEBE- VOA, 1, 162-163; CURY, 213; POLI- Italia desde Santiago de Chile, de caso de que los tribunales chilenos
RRY,I, 121-123), Y al territorio ocu- TOFF, 120; , en cambio, a favor de modo que es evidente que el deli- no puedan o no quieran juzgar uno
pado por fuerzas armadas chilenas, la teoría de la actividad, ETCHEBERRY, to, de configurarse, habría tenido su de esos crímenes (que, de hecho,
en este último caso, sólo respecto de 11, 72). Recientemente, analizando inicio dentro del territorio del esta- fueron tipificados expresamente
delitos de jurisdicción militar no así, especialmente la situación de delitos do requerido, que es el lugar desde para efectos del derecho interno
respecto de delitos comunes (Art. 3°, cometidos a través de internet (ciber- donde se habría efectuado el envío por la Ley N° 20.357, de 18 de ju-
inc. 2°, N° 1°, del Código de Justi- delitos), Cárdenas advierte sobre los del estupefaciente", lo que permitió lio de 2009), lo que además da cum-
cia Militar; y v. GARRIDO, 1, 135, ha- peligros a que conduce el criterio de afirmar la competencia territorial plimiento a lo dispuesto por el inc.
ciendo alusión a la modificación in- la ubicuidad, si se tiene en cuenta la de Chile para conocer el asunto, y, 2° de la Disposición 24 a Transitoria
troducida en 1980 a esa disposición interpretación cada vez más extensi- "como se trata de normas de orden de la CPR (introducida por la refor-
por el D.L. N° 3.425, y advirtiendo, va que se está dando, a nivel compa- público [las que tipifican los hechos ma constitucional de 20 de mayo
con razón, que las referencias hechas rado, a los conceptos de lugar de la en el ordenamiento jurídico chile- de 2009, que permitió al Estado de
en las obras de NOVOA, ETCHEBERRY, acción y del resultado (sin que llegue no, y as que establecen jurisdicción Chile ratificar el Estatuto de Roma),
136 137
ART.6° CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.6°

que dispone: "[...] Chile reafirma Roma que creó la Corte Penal In- chilenos jurisdicción extraterritorial Principio de interés real o defensa
su facultad preferente para ejercer su ternacional" (sobre el principio de respecto de los delitos de produc-
jurisdicción penal en relación con la complementariedad de la jurisdic- ción, distribución o almacenamien- En este caso, los tribunales chi-
jurisdicción de la Corte. Esta última ción de la CPI, cfr., recientemente, to de material pornográfico infantil lenos tienen jurisdicción extraterrito-
será subsidiaria de la primera, en los CÁRDENAS, 2010, 281 - 304). y de promoción y facilitación de la rial respecto de delitos que "lesio-
términos previstos en el Estatuto de prostitución de menores de edad nan intereses nacionales de carácter
"cuando pusieren en peligro o le- público" (CURY, 215), como en los
sionaren la indemnidad o la liber- casos contemplados por el Art. 6°,
tad sexual de algún chileno o fue- numerales 1°, 2°, 3° (en este caso,
Artículo 6°. Los crímenes o simples delitos perpetrados fuera ren cometidos por un chileno o por se entiende incluido dentro de
del territorio de la República por chilenos o por extranjeros, no se- una persona que tuviere residencia los delitos contra "la salud de los
rán castigados en Chile sino en los casos determinados por la ley. habitual en Chile; y [... ] cuando habitantes", el tráfico de drogas,
el material pornográfico objeto de por disposición del Art. 65 de la
la conducta hubiere sido elaborado Ley N° 20.000, de 16 de febrero de
COMENTARIO
utilizando chilenos menores de die- 2005 1) y 5°, del COTo
Jaime Couso ciocho años".
En la jurisprudencia, una de-
PRINCIPIOS QUE DETERMINAN APLI- chilenos (personalidad activa) o en Otra hipótesis de aplicación cisión de la Corte de Apelaciones
CACIÓN EXTRATERRITORIAL DE LA LEY PE- contra de una víctima o de un bien del principio de personalidad acti- de Santiago niega, con razón, que
NAL CHILENA. PRINCIPALES HIPÓTESIS jurídico chilenos (personalidad pa- va, reconocida por ETCHEBERRY, I, se esté dando aplicación extraterri-
siva). El Art. 6°, N° 6°, del COT 126, se daría en ciertos casos por torial a la Ley penal chilena por el
La Ley penal chilena, excep- establece una hipótesis que combina aplicación del Art, 345 del Código tribunal que procesó a unos extran-
cionalmente, también se aplica a ambos principios, cuando dispone de Bustamante, que junto con esta- jeros, que, para sacar provecho de
delitos cometidos en el extranjero, que quedan sometidos a la jurisdic- blecer que un Estado parte no está capitales obtenidos por delitos de
en determinadas hipótesis señaladas ción chilena los delitos (perpetrados obligado a entregar a sus naciona- tráfico de drogas cometidos en el
por la ley, que, conforme a la doc- fuera del territorio) cometidos por les cuando otro Estado solicite su extranjero, constituyeron socieda-
trina, responden a ciertos principios chilenos contra chilenos si el cul- extradición, sí exige al primero, en des en Chile, donde también abrie-
comunes en el derecho comparado e pable regresa a Chile sin haber sido caso de negarse a ello, que lo juzgue ron cuentas bancarias, transfirieron
internacional. juzgado por la autoridad del país en por medio de sus propios tribuna- fondos y realizaron operaciones co-
que delinquió" (CURY, 214; si bien les (en aplicación del principio aut merciales, todo lo cual se consideró
Principio de personalidad o na- ETCHEBERRY, I, 125, lo considera un dedere aut indicare, "o extraditar, o constitutivo de delitos de blanqueo
cionalidad caso de aplicación del principio real juzgar"). de bienes, del Art. 12 de la Ley
o de defensa). Una situación similar
En este caso, la aplicación de es la del N° 10 del mismo artícu-
Si bien lo propio había dispuesto ya el Art. 55 del DFL 1, de Justicia (publicado
la Ley chilena y la jurisdicción de lo (numeral agregado por la Ley el 18.10.1995), que fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley
los tribunales chilenos, se extien- N° 19.927, de 14 de enero de N° 19.366, de 30 de enero de 1995 (la antigua Ley de Drogas), en relación con los
de a ciertos delitos cometidos por 2004), que entrega a los tribunales delitos contemplados en ella.
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.....- -- --------------------------------------

C6DIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.7°

N° 19.366, Y de asociación ilíci- Principio de universalidad COMENTARIO


ta para cometer algún delito de la Jorge Mera
misma ley, contemplado por su En este caso, los tribunales
Art. 22, cometidos dentro del te- chilenos tienen jurisdicción extra-
LA TENTATIVA concreto a la actividad a que alude
rritorio nacional (sentencia de la territorial respecto de delitos que
el verbo rector del tipo principal,
Corte de Apelaciones de Santiago, afectan a intereses de toda la huma-
La tentativa se integra con ele- agregando que uno de los bene-
en causas Rol N° 7561-07, Rol nidad, como ocurriría con el deli-
mentos de carácter objetivo y subje- ficios aportados por la teoría de la
N° 7660-07, YRol N° 7661-07, de to de piratería (Art. 6 0 , N° 7 0 , del
tivo, que se pasan a analizar a con- tipicidad es el de haber aclarado la
10 de enero de 200S, Zadi Desme COT) y con los delitos comprendi-
tinuación: dificil problemática que plantea la
Hurtado, Máximo y otros (recur- dos en los tratados celebrados con
diferenciación de los actos ejecuti-
so dé. amparo), Cita Microjuris: otras potencias (Art. 6 0 , N° So, del
Elementos objetivos de la tenta- vos de los simplemente preparato-
M]CH_M]J15310). COT).
tiva rios. En opinión de ETCHEBERRY, 11,
60 s., el problema del "comienzo de
Un primer problema, en rela- ejecución" también debe resolverse
Artículo 7°. Son punibles, no sólo el crimen o simple delito ción con sus elementos objetivos, teniendo presente "las exigencias
consumado, sino el frustrado y la tentativa. consiste en precisar lo que debe en- de la figura legal en cuanto al verbo
Hay crimen o simple delito frustrado cuando el delincuente tenderse, en la definición legal de la rector y al resultado, agregando que
pone de su parte todo lo necesario para que el crimen o simple tentativa, por dar principio a la eje- los autores modernos, siguiendo la
cución del crimen o simple delito. Las doctrina de BELING, se inclinan más
delito se consume y esto no se verifica por causas independientes
opiniones se encuentran divididas por considerar este problema dentro
de su voluntad.
en nuestra doctrina, entre quienes de la doctrina del tipo, por lo que
Hay tentativa cuando el culpable da principio a la ejecución adhieren al modelo objetivo for- debería por tanto atenderse primor-
del crimen o simple delito por hechos directos, pero faltan uno o mal de BELING, exigiendo que debe dialmente a la acción descrita en
más para su complemento. darse comienzo a la ejecución de la cada figura delictiva, y examinarse
BmuoGRAFÍA: CURY, Enrique: "Desistimiento y arrepentimiento activo", Revista de Ciencias "acción típica", Y los que sostienen la cuestión del "comienzo de ejecu-
Penales, T. XXX (1971),115-141; GARRIDO, Mario: Etapas de ejecución del delito. Autoría y
participación, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1984; NÁQUlRA, Jaime: "¿Tentativa con que basta la exteriorización de la vo- ción" en relación con el verbo rector
dolo eventual?", en RODRlGUEZ, Luis (coordinador): Delito, pena y proceso. Libro homenaje a luntad delictiva por hechos directos de aquélla. La expresión de nuestra
la memoria del Prof. Tito Solari Peralta, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2008, pp. 269- que representen un peligro para el Ley ("da principio a la ejecución del
281; POUfOFF, Sergio: Los actos preparatorios del delito. Tentativa y Frustración, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago 1999; POUfOFF, Sergio / Mxrus, jean Pierre: "Comentario a los bien jurídico protegido. crimen o simple delito"), continúa
artículos 5° a 9°", en POIlTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 67-92 2 • este autor, parece inclinarse más por
Por el modelo objetivo for- una exigencia de carácter objetivo,
mal está en primer lugar LABATUT, referida a la materialidad del delito
1, lS4, para quien el principio de intentado, que a la exteriorización
En la medida en que dicho comentario coincide en general con el capítulo correspon- ejecución de un delito es cuestión inequívoca de una voluntad delic-
diente de la obra general de POLITOFF, MATUS y RAMfREZ, sólo será citado excepcio- que debe resolverse con criterio ob- tiva. También adhiere al modelo
nalmente, cuando se aparte de un modo relevante de dicha obra general. jetivo, con referencia en cada caso objetivo formal DEL VILLAR, 204, al
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ART.7° CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.7°

afirmar que la ejecución del hecho la precisión de sus límites. La ten- constituyen tentativa (Art. 7°), re- deben estar, a su vez, dirigidos a su
está referida al verbo rector, lo que tativa comenzaría con aquella acti- chazando, coherentemente con su concreción; análisis que debe hacer-
significa que el agente debe realizar vidad con la cual el autor, según su posición, la teoría formal de BE- se con los ojos del sujeto, esto es,
hechos que están encaminados, pre- plan delictivo, se pone en relación LING, porque restringe el campo de cuando conforme a su plan y a la
cisamente, a la concreción del ver- inmediata con la realización del tipo la tentativa, aproximándolo en ex- visión que tenía de la realidad cir-
bo rector. Por su parte CURY, 550, delictivo. tremo al de la consumación (ya que cundante en el momento de realizar
559 s., quien adhiere con matices según este sistema habría tentativa el acto, ese acto constituía para él
al modelo objetivo formal, piensa Por el contrario, N OVOA, Il, 122, de homicidio sólo cuando se prin- un principiar la comisión del delito,
que la expresión "da principio a la 117, apartándose del modelo for- cipia a dar muerte, o sea cuando el siendo lo sostenido consecuencia de
ejecución", equivale a decir que la mal, considera que la tentativa es un arma o instrumento es empleado en las expresiones usadas por el Art. 7°:
tentativa se configura cuando el su- proceso causal apto para producir el contra de la víctima), dejando como "cuando el culpable da principio ... ",
jeto ha iniciado la realización de la hecho típico, que se interrumpe por acto preparatorio buena parte de "cuando el delincuente pone de su
acción típica, pero no ha llegado a un impedimento ajeno a la volun- las actividades que son acreedoras parte todo lo necesario ... ", de don-
completarla, radicando la cuestión tad del sujeto activo, y basta probar de sanción (GARRIDO, Il, 343, 354 de se deduciría que es su voluntad,
fundamental en determinar cuán- que hay un curso causal apto y diri- s.). Según GARRIDO, Il, 358 s., care- su visión la que prima. Por último,
do ha comenzado la ejecución del gido al delito para que la tentativa ce de consistencia la afirmación- de POLITOFF / MATUS/ RAMÍREZ, PG,
hecho punible respectivo y cuándo, aparezca, siendo uno de los medios que el Art. 7° hace referencia a los 379, consideran que se da principio
por la inversa, los actos ejecutados de probar esa dirección el rumbo in- actos ejecutivos, pues este precepto de ejecución de un crimen o simple
deben sindicarse sólo como prepa- equívoco de la actuación, por lo que en parte alguna alude a "actos ejecu- delito cuando la realización del plan
ratorios. Después de examinar las para entrar a la esfera de la punibi- tivos", sino que lo que exige es que del aut9r representa, para un ter-
distintas teorías que se han elabora- lidad de los actos externos dirigidos se principie la ejecución del delito, cero imparcial, un peligro para un
do para distinguir entre los actos de a la realización de un delito, deberá noción más amplia y que debe ser bien jurídico concreto, ejecutado
ejecución constitutivos de tentativa exteriorizarse el propósito criminal interpretada conforme a principios mediante hechos directos, esto es,
y los actos preparatorios, termina y ser aptos para la realización del fin sistemáticos y no de índole natu- objetivamente idóneos para causar
inclinándose por la que llama teoría propuesto. Por su parte, GARRlDO, ralística o histórica, agregando que el resultado típico, por lo que aun-
subjetiva limitada, la que, en lo fun- Il, 342 Yss., considera que la distin- sólo se considerará que se inicia la que no es necesaria la realización de
damental, coincidiría con la teoría ción entre actos preparatorios y de ejecución del delito cuando existe la algún "elemento del tipo legal" para
formal de BELING, por lo que está de ejecución es inútil y ajena a nuestra determinación del sujeto de come- configurar la tentativa (modelo ob-
acuerdo, en consecuencia, en que la ley,y sostiene que, una vez que se lle- terlo, cuando el dolo está formado jetivo formal), tampoco es suficien-
tentativa comienza cuando el sujeto ga al momento de adoptar la "reso- en la mente del autor, cuando hay te la sola "representación del autor"
principia a ejecutar, de acuerdo con lución delictiva', cualquier acto ten- voluntad de concretar el hecho in- (modelo subjetivo). A modo ejem-
su plan individual, la conducta des- diente a su concreción se constituye justo en una forma dada y confor- plar, puede citarse SCA San Mi-
crita por el tipo de delito consuma- en acto de iniciación del delito, en me a un plan predeterminado, por guel de 18 de marzo de 2008 (Rol
do, pero introduce modificaciones comienzo de su ejecución, aunque lo que para que pueda existir ten- N° 1.068-2007), donde se sostiene
significativas en el procedimiento no siempre punible, puesto que sólo tativa, el sujeto debe realizar actos que "se consideran actos ejecutivos
para determinar el contenido de tienen significado jurídico-penal los que exterioricen esa determinación del delito, aquellos que suponen
ese tipo y, consiguientemente, en que son "directos", porque ellos sí -su dolo- hacia el delito, actos que una puesta en peligro, siquiera re-
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ART.7° CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.7°

moto para el bien jurídico, incluso cucion o al principio de ejecución actos que merecen, de acuerdo con ejecución del delito, nos parece que
cuando no constituyen estrictamen- (sesión 4° de la Comisión Redac- la percepción pública y acaso con aquél sólo podría tenerse presente
te la realización de la acción típica, tora). Especial importancia tiene el el sentido común, sanción penal, para limitar y no para ampliar el
siempre que se encuentren en inme- Código Penal francés de 1810, el pero que de aceptarse aquella doc- campo de la tentativa. Es preciso,
diata conexión, de espacio, tiempo y que en su Art. 2° se refiere al com- trina tendrían que quedar excluidos dado el sistema de nuestro Código
consumación con el ilícito de que se mencement d' exécution. Por su parte, del castigo penal por constituir sólo Penal, que objetivamente la acción
trata (considerando 3°). el principal modelo de la Comisión actos preparatorios. Sin perjuicio de comienzo de ejecución
Redactora fue, como se sabe, el Có- la parte de razón que pudiere asis- acción típica. Si se trata de ac-
A nuestro juicio, dar "principio digo español de 1848, que también tir, desde el punto de vista político- tividades anteriores a dicho comien-
a la ejecución del crimen o simple exige, para la existencia de la tenta- criminal, a esta posición, creemos zo (es decir, de actos preparatorios),
delito por hechos directos" significa tiva, el comienzo de ejecución, en- que la fórmula del Código chileno ellas jamás podrían constituir tenta-
dar comienzo o inicio a la ejecución tendido tradicionalmente como co- tocante al principio de ejecución tiva, por mucho que de acuerdo con
de la acción típica, cuestión que no mienzo de la ejecución de la accion . dice relación con la acción típica, el plan del autor estuviesen encami-
puede, obviamente, determinarse en típica, interpretación que se refuerza por lo que el respeto del principio nadas a la consumación del delito
abstracto, sino que debe ser estable- con la influencia que ha llegado a te- de legalidad impide, a nuestro jui- y fuesen idóneas para ello. Pero a
cida por el juez, teniendo en consi- ner en esta materia la teoría formal cio, que se consideren como actos la inversa, tratándose de actos que
deración tanto los hechos concretos de BELING. Nos parece que la exi- ejecutivos de la tentativa, acciones objetivamente constituyen un prin-
de que se trate y sus circunstancias, gencia legal de que el principio de que, aunque idóneas y encaminadas cipio de ejecución del hecho típico,
como el correspondiente tipo legal, ejecución se lleve a cabo mediante claramente a la consumación del bien podría ocurrir que no constitu-
en particular, el verbo rector y, en "hechos directos" resulta más cohe- delito, no constituyen propiamente yeran tentativa si es que, conforme
otros casos, como sucede por ejem- rente con dicha interpretación. un comienzo de ejecución del tipo al plan del autor, no apuntaban a la
plo con algunos delitos complejos legal. La ampliación de la tentativa realización del tipo legal. En efecto,
(v, gr., violación con fuerza), el me- Detrás de la discusión dogmáti- a hechos anteriores al principio de en tal caso, no se trataría de hechos
dio de comisión. Adherimos, pues, ca sobre el significado de la fórmula la realización del tipo legal debiera directos, esto es, como lo entiende
a una concepción formal objetiva, legal ("dar principio a la ejecución ser objeto de una reforma legal-de nuestra doctrina, de actos encami-
que es la que parece seguir nuestro del crimen o simple delito por he- estimárselo necesario-, pero no nos nados a la realización del tipo legal.
Código Penal. chos directos") subyace, por cierto, parece que las supuestas (o reales)
una decisión político-criminal, rela- consideraciones político-criminales La opinión ampliamente do-
Los antecedentes históricos co- tiva al ámbito de la punibilidad de la para proceder a dicha extensión minante considera que los hechos
rroboran esta conclusión. En efecto, tentativa. La interpretación más res- puedan ser satisfechas por la vía de constitutivos de tentativa deben ser
como lo señala Novox, II, 115, la trictiva, propia de la teoría formal, una interpretación extensiva, con- idóneos, adecuados para la consu-
definición de tentativa del Código referida al comienzo de la realiza- traria a la garantía constitucional de mación del delito, lo que se deduci-
fue elaborada por el miembro de la ción de la acción típica, y que parece la reserva legal. ría de la exigencia legal relativa a que
Comisión Redactora don Manuel la más garantista y consistente con dichos actos deben ser "directos".
Rengifo, teniendo a la vista los có- el principio de legalidad, es resistida En lo que dice relación con la
digos penales de Francia, Bélgica y por quienes consideran que con an- consideración del plan del autor en Según WATUT, 1, 184 s., para
Nápoles, que aluden a actos de eje- terioridad a dicho comienzo existen vistas a determinar el comienzo de tener carácter ejecutivo, es ineludi-
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1

ART.7° CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.7°

ble que la actividad realizada pueda el acto siempre tendría aptitud para y es apto o idóneo para lograrlo. En mente formales, no descomponi-
merecer el calificativo de adecuada al alcanzar el resultado injusto. Por relación con el primer punto, sostie- bles en actos separados. Similar es
fin delictivo que persigue el sujeto, "actos directos" entiende Novox, Il, ne este autor, el acto, conforme al el parecer de LABATuT, 1, 182 s.: es
que los actos ejecutados sean aptos 123, aquellos encaminados derecha- plan y circunstancias concurrentes, presupuesto de la tentativa que la
para producir el resultado criminal, mente a la consumación del delito, debe aparecer categóricamente en- actividad dirigida al resultado anti-
lo que se desprende de la Ley mis- lo que supone también que sean caminado a la ejecución del jurídico sea fraccionable, susceptible
ma, que exige hechos directamente adecuados para llegar hasta ella. En apreciación que es de orden objef1- de fragmentarse en etapas sucesivas.
encaminados a la obtención de la similar sentido se pronuncian POLI- va, debiendo el tribunal ponerse en Por falta de este requisito sine qua
finalidad perseguida, radicando la TOFF / MATUS, Comentario, 82: la el lugar de un tercero imparcial y non carecen de tentativa los delitos
dificultad en saber si la conducta exigencia de hechos directos impli- analizar la situación en una perspec- de simple omisión (no los de comi-
poseía aptitud causal para producir ca que sean objetivamente idóneos tiva ex ante (GARRIDO, Il, 360). Se sión por omisión), los llamados de
el resultado que no se realizó, lo que para causar el resultado típico. En vincula la idoneidad del acto con la posición, como mantenerse en mo-
se averigua recurriendo a un juicio opinión de ETCHEBERRY, Il, 62, los exigencia de que sea directo, porque rada ajena contra la voluntad del
a posteriori, pero que se supone for- hechos deben ser idóneos para la ob- aquel que no lo sea, no puede en morador, los formales de pura acti-
mulado con anterioridad; como el tención del resultado. A su juicio, ningún caso dirigirse derechamente vidad, denominados también uni-
resultado no se ha producido, no no lo exige expresamente el tex- a la ejecución del delito, considera- subsistentes (amenazas, calumnias e
queda otro camino que pronosti- to legal, pero ello se desprende de do ese acto con objetividad. Se trata injurias verbales) y los de consuma-
carla. A este respecto, sostiene ET- la definición de tentativa, pues no de un juicio de previsibilidad obje- ción anticipada. Novox, Il, 119, es
CHEBERRY, Il, 61 s., que la tentativa puede decirse que ha comenzado a tiva considerando el plan del autor del mismo parecer, poniendo como
requiere de la virtud causal del acto ejecutar, que está ejecutando, una (GARRIDO, Il, 360). ejemplos de delitos que no admiti-
ejecutado con relación al resultado, acción penada por la Ley (cualquie- rían la tentativa, la omisión simple
apreciada según la previsibilidad ra que sea su intención) quien rea- Para ETCHEBERRY, Il, 58, la fór- y las injurias verbales.
objetiva de este último, situándo- liza actos que jamás podrían llegar mula "comienzo de ejecución" im-
nos en el momento y circunstancias a producir el resultado constitutivo plica que la tentativa sólo es dable Discrepamos de esta pOSICIono
del acto realizado. Sobre la referida de tal acción penada por la ley. Para cuando se trata de un delito que La tentativa cabe tanto en los deli-
aptitud causal, afirma GARRIDO, Il, GARRIDO, la exigencia de que los he- pueda cronológicamente descom- tos materiales como en los forma-
360, que ella debe establecerse con chos ejecutados sean "directos" en ponerse en etapas, un "comienzo" y les, aunque la acción típica, en este
un juicio de experiencia, aunque en relación con la concreción del de- un "fin", por lo que podrá hablarse último caso, no conste de varios ac-
el hecho haya fracasado como cau- lito limita el concepto de tentativa, de tentativa en los delitos materia- tos externamente apreciables como
sa. Esta apreciación debe hacerse puesto que no se inicia la realización les o de resultado (sean de comi- distintos y separados en el tiempo.
considerando el plan del sujeto y la del hecho con cualquier actividad sión o de comisión por omisión) Nuestra Ley no contiene dicha exi-
forma como tenía pensado actuar, exteriorizada por el autor para co- y en aquellos delitos formales que gencia. Así, por ejemplo, en la viola-
pero con criterio objetivo sobre la meterlo, debe tratarse de una acti- constan de varios actos externa- ción impropia o en la violación que
posibilidad de las consecuencias de vidad que "directamente" se vincule mente apreciables como distintos y se comete con una persona privada
su acción, sin tomar en cuenta las con su concreción; el acto tendrá la separados en el tiempo. No habrá de sentido, es perfectamente conce-
circunstancias extraordinarias, pues calidad de directo cuando se dirige tentativa en los delitos de omisión bible la tentativa, por más que no se
si se hiciera con los ojos del autor, rectamente a la ejecución del delito simple ni en los demás estricta- trate de acciones que sean fracciona-
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CÓDIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART.7°
ART.7°

bles, en el sentido de esta discusión. Elemento subjetivo de la tentativa CURY, 562 s., observa que la ten- calificados por el resultado. Asimis-
Basta, como en el homicidio (en que tativa implica, por definición, una mo, LABATuT, 1, 185, sostiene que la
tampoco la acción sería fraccionable, En lo tocante al elemento sub- búsqueda del hech!\lJI.típico, cuya tentativa requiere dolo directo o in-
desde el punto de vista criticado), con jetivo de la tentativa, existe en gene- realización es puesta"por el autor tención criminal para su existencia,
que la acción pueda tener un princi- ral, acuerdo en la doctrina en que no como el objetivo directo de su ac- y por consiguiente, no existe en los
pio y un fin, esto es, que admita una existe un "dolo de tentativa", puesto tividad, lo que es incompatible con cuasidelitos ni en los .delitos preter-
realización incompleta: que se haya que, como lo señala CURY, 562, el el dolo eventual; ya que éste supone intencionales. Por su parte, Novox,
dado principio a la misma por hechos dolo es común a la tentativa y a la una pura actitud de aceptación res- II, 127, señala que la generalidad de
directos, pero falten uno o más para consumación: sólo quien querfa con- pecto de un resultado que el sujeto la doctrina acepta que para la puni-
su complemento. De modo que per- sumar incurre en tentativa punible; toma como suyo para el caso hi- bilidad de la tentativa basta con que
fectamente puede haber tentativa de el propósito de ejecutar nada más potético de que se produzca, agre- concurra el dolo eventual, concor-
amenazasy de injurias y calumnias. que una parte de la acción típica gando que la Ley en vigor excluye dando, al parecer, con esta opinión
no es suficiente para fundamentar la posibilidad de una tentativa co- y agregando que, en cambio, unifor-
Finalmente, en lo que concierne el castigo, al menos a ese título. De metida con dolo eventual, pues el memente se admite también que la
a su faz objetiva, la tentativa requiere la misma opinión es GARRIDO, II, Art. 7° inciso tercero exige que se tentativa no es compatible con los
de un requisito de índole negativa, 353: el dolo en el delito intentado haya dado principio a la ejecución delitos culposos, puesto que en és-
a saber, que falte uno o más hechos requiere de una voluntad dirigida a mediante hechos directos, lo que sig- tos no hay una voluntad dirigida al
para el complemento de la acción la consumación del delito cuando el nifica que los actos realizados deben resultado que habría de surgir de la
típica. A este respecto, anota ETCHE- sujeto inicia su ejecución, o sea, una estar orientados a la consumación actividad que se realiza, lo cual no
BERRY, II, 62, que para la producción voluntad igual a la del delito con- del delito, siendo esta una caracte- obsta a que, excepcionalmente, se
del resultado deben faltar todavía sumado, pues no habría dolo si hu- rística que sólo puede otorgarles la mencionen casos en que una acción
uno o más actos. No basta con que biese voluntad únicamente para ini- concurrencia del dolo directo. Por puramente culposa que lleva a un fin
el resultado no se haya verificado, ciar el hecho y no para consumarlo. las mismas razones, no cabe la ten- determinado pueda ser interrumpi-
porque esto ocurre también en el de- Novox, II, 126, comparte el mismo tativa culposa, como tampoco la de da en su desarrollo.
lito frustrado; es necesario que el de- parecer: el dolo ha de ser para con- un delito preterintencional o califi-
lincuente todavía no haya realizado sumar y no para quedar en grado de cado por el resultado ni en los tipos En opinión de GARRlDO, II,
los actos que él debía ejecutarpara la tentativa. En el mismo sentido se que contienen condiciones objetivas 352, en cambio, no se divisa obstá-
producción del resultado. Por su par- pronuncia VARGAS, 213, quien sos- de punibilidad. También ETCHEBE- culo para la existencia de tentativa o
te, POLlTOFF / MATUS, Comentario, tiene que la tentativa exige dolo de RRY, II, 64 S., cree que en la tentativa frustración con dolo eventual, pero
82, afirman que faltan hechos para el delito consumado, por lo que el co- se requiere dolo directo, ya que el la culpa no es posible en la tentati-
complemento de un crimen o sim- nocimiento y la voluntad se han de texto legal sería claro al requerir que va, pues el que actúa sin el cuidado
ple delito cuando no se han llevado dirigir al delito consumado. existan hechos directos, o sea, diri- debido no persigue cometer un de-
a cabo todos los actos que objetiva- gidos hacia el resultado, por lo que lito, lo que es esencial a la tentativa.
mente conducirían a la realización En cuanto a si puede concebir- quedarían excluidos del ámbito de La naturaleza del dolo exigido en la
del tipo legal, con independencia de se una tentativa cometida con dolo la tentativa los cuasidelitos, los casos tentativa no es abordado derecha-
la representación del autor y de sus eventual, la mayoría de nuestra doc- de responsabilidad objetiva, los deli- mente en POLlTOFF / MATUS / RA-
posibilidades de acción. trina rechaza esta posibilidad. Así, tos preterintencionales y los delitos MÍREZ, PG, 380, los que se limitan

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a consignar que la posibilidad de implicaría ampliar sobremanera las del hecho típico 'puede originarse en LITOFF / MATUS/ RAMfREZ,PG, 382,
admitir tentativa con dolo eventual hipótesis de punibilidad, en espe- causas independientes o dependien- para quienes la impunidad nose ex-
es discutida en la doctrina nacional, cial en los casos en que el legisla- tes de la voluntad del sujeto. En el tiende a los hechos constitutivos de
aunque pueden ofrecerse un par de dor no ha sancionado la conducta primer caso, la tentativa es punible, delitos consumados subyacentes a la
casos concretos en que parece dificil imprudente. Por su parte, VARGAS; en el segundo no, pues en tal evento tentativa desistida, la llamada ten-
no admitirla, como el envío de una 213 piensa que la expresión "hechos existe un desistimiento voluntario. tativa "cualificada": el desistimiento
torta envenenada a una familia, la directos" no implica la exigencia de El fundamento legal de la impuni- de la violación no obsta a la puni-
representación de la menor de edad dolo directo, puesto que el princi- dad del desistimiento voluntario de bilidad de las lesiones corporales ya
de la persona con que se pretende pio de ejecución ha de referirse al la tentativa se encuentra en la defini- causadas a la víctima para vencer
yacer en la violación impropia y la dolo del tipo respectivo, que puede ción del delito frustrado contenida su resistencia; el que se desiste del
puesta de un artefacto explosivo en no requerir del dolo directo. en el Arr, 7°, conforme con la cual, homicidio no queda liberado de la
un transporte colectivo, siendo en si la consumación del delito no se pena por posesión ilegal del arma de
cambio, uniforme la doctrina que Finalmente, en lo que se refiere verifica por una causa dependiente fuego con que intentaba ultimar a
excluye la tentativa en los delitos a la faz subjetiva de la tentativa, la de la voluntad del autor (como se- su víctima.
culposos (en el mismo sentido, Po- doctrina concuerda en que deben ría el desistimiento voluntario), no
LITOFF / MATUS, Comentario, 83). darse también los demás elementos existe delito frustrado ni, por con- ¿Qué significa que el desisti-
Por su parte NAQUIRA, 2008, 276 subjetivos del tipo distintos del dolo siguiente, responsabilidad penal. Y miento deba ser voluntario? La doc-
SS., considera que de acuerdo con (elementos subjetivos del injusto) como lo expresa CURY, 567, si esto trina, de acuerdo con la conocida
la legislación vigente la tentativa cuando son exigidos por la correspon- es así en los casos de frustración, con "fórmula de FRANK" (el desistimien-
no requiere de dolo directo y puede diente figura de consumación". Así mayor razón ha de afirmarse para la to es voluntario si el sujeto se dice:
ser cometida con dolo eventual, re- se manifiesta CURY, 563. Del mismo tentativa en la que el culpable se de- "no deseo llegar al final, aunque po-
futando la interpretación que de la parecer es GARRIDO, II, 352, quien tiene de propia iniciativa cuando ni dría lograrlo"), sostiene que el desis-
expresión "hechos directos" hace un afirma que también deben concurrir siquiera ha ejecutado todos los actos timiento es voluntario cuando el su-
sector de la doctrina nacional (en el los elementos subjetivos del injusto necesarios para la complernentación' jeto no persevera en la realización de
sentido de actos orientados a la con- que requieren ciertos tipos para que de la conducta típica. la acción (se abstiene de proseguir
sumación), puesto que a su juicio pueda haber tentativa o frustración, ejecutándola), en circunstancias de
aquélla tiene un carácter predomi- como sucede con el ánimo de lucro Por cierto, si los actos que el que habría podido hacerlo y consu-
nantemente objetivo, dice relación en el hurto y el robo. agente alcanzó a realizar configuran mar el delito con posibilidades de
con la tipicidad objetiva de la tenta- de por sí un hecho punible, se los éxito, independientemente de los
tiva, con la concreción material del EL DESISTIMIENTO EN LA TENTA- castigará a ese título, de modo que si motivos que le asistan, los cuales no
delito en el mundo externo. Sin em- TIVA el que intentando robar penetró a la tienen que corresponder a conside-
bargo, de lege ferenda se manifiesta casa por la ventana, fracturándola, y raciones éticas o altruistas.
partidario de limitar la punibilidad En la tentativa, la acción se en- luego se desistió, no será castigado
de la tentativa sólo a la realizada con cuentra incompleta. Como lo dice por la tentativa de robo, pero sí por NOVOA, II, 138 s., señala que el
dolo directo, por razones de política el Código, faltan uno o más hechos la violación de morada y por los da- desistimiento voluntario no nece-
criminal, acotando que la sanción para el complemento de la ejecu- ños que ocasionó (CURY, 571). En sita provenir de un móvil bueno o
de la tentativa con dolo eventual ción del delito. La no consumación el mismo sentido se pronuncian Po- ético, por lo que no solamente un
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auténtico arrepentimiento del pro- tario si el autor, aunque considera ye la del abandono. nuncia definitiva a la conclusión de
pósito delictuoso, sino también el el resultado todavía posible, por GARRIDO, II, 370, aunque prefiere la actividad punible, por lo que es
miedo a la pena, la desilusión sobre motivos propios (autónomos) no emplear el término "espontáneo" en incompatible con una interrupción
las ventajas que proporcionaría el quiere ya alcanzar el resultado que lugar de "voluntario (sólo para pre- de la actividad tendiente al delito
delito proyectado y la repugnancia perseguía, con independencia del cisar mejor la noción, pues a su jui- con miras a reiniciarla más adelante
que provoque la acción delictuosa, juicio ético que pueda hacerse sobre cio, cuando el delincuente abandona en condiciones más favorables; en
bastan para aceptar su existencia y dichos motivos, surtiendo sus efec- la realización de la acción iniciada tal caso habría mera postergación de
sus efectos. ETCHEBERRY, II, 63 S., tos el desistimiento aun cuando esté porque la policía se acerca, lo hace la resolución delictuosa. Comparte
también piensa que la voluntariedad motivado por la sola conveniencia también voluntariamente), le asigna este parecer, GARRIDO, II, 370 S.,
del desistimiento no precisa que sea del autor; en tanto que, al contrario, a aquél el mismo significado de este quien sostiene que subjetivamente
motivado por razones morales, por no hay desistimiento si la posibilidad último: el desistimiento es "espontá- el autor debe tener la voluntad de
un arrepentimiento ético. Puede ser de elección del autor ha desapare- neo", según su parecer, siempre que abandonar de manera definitiva la
incluso por temor a ser descubier- cido y, aunque quisiera, no puede el realizador esté en condiciones de ejecución del delito, por lo que la
to o a fallar en las últimas etapas de consumar el delito. continuar con la acción con posibi- suspensión de su realización para
realización del intento. De mismo lidades de éxito. continuarla en una mejor oportuni-
parecer es GARRIDO, II, 370, para Basta con que el desistimiento dad no es desistimiento. De la mis-
quien el desistimiento es volunta- sea voluntario, no se requiere que, Se discute si el desistimiento ma opinión son POLITOFF I MATUS I
rio, aunque no esté respaldado por ademásc
emas, sea "espontaneo.
, " C omo 1o debe ser "definitivo". En opinión RAMfREZ, PG, 381, los que afirman
fines altruistas o por motivos éticos; explica CURY, 570 s., la espontanei- de ETCHEBERRY, II, 63 s., el desis- que no hay desistimiento si los ac-
pudiendo responder al miedo, a los dad supone que la voluntad se de- timiento voluntario es compatible tos hasta entonces realizados por el
ruegos de la víctima o a cualquier termina sin la intervención de fac- con mantener la determinación de hechor siguen siendo eficaces para
otra circunstancia, siempre que el tores internos, lo que no es exigible, renovar el intento en circunstancias proseguir la acción punible, sólo
realizador esté en condiciones de no obstando por consiguiente a la futuras más propicias. Del mismo pospuesta hasta mejor momento
continuar con la acción con po- voluntariedad que el sujeto desis- parecer es CURY, 571, para quien (por ejemplo, el ladrón que deja ins-
sibilidades de éxito. Por su parte, ta cediendo al ruego o insinuación el desistimiento seguiría siendo vo- talada una escalera para entrar a un
CURY, 570, afirma que la volunta- de otro. Asimismo, es indiferente luntario y la tentativa, por lo tanto, edificio la noche siguiente).
riedad exigida para el desistimiento que el autor sea descubierto por la impune, aunque el autor que ha
implica tan sólo que el agente se propia víctima o por un tercero si, a abandonado la realización de la ac- Se discute en la doctrina si el
abstiene de proseguir ejecutando la pesar de ello, cree que aún le es po- ción típica no renuncie en definitiva desistimiento voluntario de uno
acción, aun cuando considera posi- sible consumar. Del mismo modo se al propósito de delinquir e incluso de los intervinientes favorece a los
ble la consumación de acuerdo con resuelven las hipótesis en que el su- tenga una vaga decisión de reinci- restantes. En opinión de POLITOFF I
su representación, por lo que la vo- jeto abandona porque le es ofrecida dir cuando las circunstancias le sean MATUS I RAMfREZ, PG, 382, la im-
luntad de desistir es independiente la posibilidad de alcanzar "por vía más favorables. punidad del desistimiento volun-
de los motivos y no se requiere que legal" el provecho que esperaba de tario constituiría una excusa legal
descanse en consideraciones éticas. la consumación. El hecho de que lo Discrepa de este parecer No- absolutoria, por lo que eximiría de
Para POLITOFF I MATUS I RAMfREZ, realice a causa de promesas que pue- VOA, II, 138, para quien el desisti- pena por los hechos que constituyen la
PG, 381, el desistimiento es volun- den ser incluso engañosas no exclu- miento voluntario supone una re- tentativa a quien desiste, pero no a
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JORGE MERA ART.7°
ART.7° CÓDIGO PENAL COMENTADO

los partícipes en que no concurre, y los conspiradores es insuficiente el a cabo por "hechos directos", lo que la denominada tentativa ridícula,
en caso de coparticipación el partíci- mero abandono del plan delictivo; supondría su aptitud para consumar irreal o supersticiosa que consiste en
pe que se desiste debe abstenerse de requiere, además, que realice accio- el acto típico. pretender cometer el delito por me-
contribuir al hecho o anular su con- nes dirigidas precisamente a evitar la dios que para cualquier observador
tribución anterior, si esta puede se- consumación del delito proyectado. Pero también en opinión de carecen totalmente de posibilidad
guir teniendo eficacia causal con in- Si esto es así respecto del conspira- LABATUT,I, 189 s., la tentativa abso- causal para lograr la consumación,
dependencia de la voluntad del que dor y del proponente, con mayor lutamente inidónea, ya sea por el ob- como son las oraciones, la magia,
se desiste. CURY, 570, por su parte, fundamento lo será para uno de los jeto ("practicar maniobras abortivas amuletos o sistemas análogos.
sostiene que aquél de entre los par- correalizadores del hecho. en una mujer que no está encinta")
ticipantes que desiste debe retirar su o por los medios ("pretender enve- Una posición discrepante en
contribución a la tarea común en el Según NOVOA, II, 139, en el nenar a una persona suministrándo- la doctrina nacional, que postula la
evento de que ya la haya realizado; caso de delito perpetrado por varios le azúcar en lugar de arsénico"), es punibilidad de la tentativa inidónea,
en cambio, si aún no lo ha hecho, le sujetos, el desistimiento solamente impune, porque en caso contrario incluida la absoluta, es la de CURY,
basta con abstenerse de efectuarla. excluirá la tentativa si proviene de la represión recaería sobre la mera 576 ss. Partiendo de la base de que
todos ellos, a menos que uno desista voluntad criminal. Por su parte, ET- la antijuridicidad de la tentativa y el
Más exigente sobre este parti- individualmente y al mismo tiempo CHEBERRY, II, 67, de acuerdo con el delito frustrado se caracteriza, fun-
cular es GARRIDO, II, 369 s., quien impida que los demás aprovechen criterio tradicional, sostiene que la damentalmente, por el desvalor de
piensa que si uno de los coautores de la contribución que a él corres- impunidad del delito imposible se acción, sostiene que es tentativa pu-
ya ha ejecutado la parte de la acti- pondía en el acto conjunto, caso en fundamenta en la inexistencia del nible no sólo aquella que se ejecuta
vidad que en la división del trabajo el cual él solo será favorecido. "peligro corrido"; si los actos no eran con medios idóneos para alcanzar el
le correspondía y con posterioridad idóneos causalmente para lograr el resultado típico y contra un objeto
se arrepiente de su intervención, La tentativa inidónea resultado, nunca existió peligro de material susceptible de ser lesionado
para que su nueva posición frente que éste se verificara. Para GARRIDO, por el ataque, sino también la que,
al delito tenga consecuencia jurídi- La mayoría de nuestra doctrina II, 380, la tentativa absolutamente a la inversa, se realiza con medios
ca liberadora de pena debe, además, considera que la tentativa absoluta- inidónea, ya sea porque los medios inidóneos o contra un objeto inexis-
evitar que el hecho se consume; o mente inidónea (delito imposible) empleados son totalmente inade- tente, puesto que debe ser sanciona-
sea, en este caso correspondería es impune, puesto que uno de los cuados para lograr la consumación da toda actualización de la voluntad
aplicar los principios que rigen el requisitos de la tentativa es precisa- del delito (pretender hacer abortar que signifique la iniciación o ejecu-
arrepentimiento en el delito frus- mente la idoneidad de los actos rea- con una infusión de té) o porque el ción parcial de la forma de conducta
trado (desistimiento activo) o por lizados para lograr la consumación. bien objeto del ataque es inexisten- prohibida por el tipo de injusto si,
lo menos lograr la anulación de su Se ha visto que autores como No- te en la realidad (pretender matar a atendidas las circunstancias cognos-
aporte, conclusión que encontra- VOA, GARRIDO Y POLITOFF / MATUS una persona que ya falleció), es atí- cibles para un observador razonable,
ría respaldo en el Art. 8°, toda vez / RAMÍREZ sostienen que dicha ido- pica e impune conforme al Art, 7°, es capaz de disminuir el respeto del
que en el caso de la proposición y la neidad es una exigencia que se deriva porque los actos en que consiste grupo social por los valores elemen-
conspiración (que son etapas previas de la propia definición de tentativa, nunca pueden calificarse de hechos tales de acción, o de quebrantar su
a la coautoría), para el arrepenti- de acuerdo con la cual el principio directos, quedando comprendida en confianza en el sistema de protección
miento del proponente o de uno de de ejecución del delito debe llevarse la tentativa absolutamente inidónea que se les ha otorgado (CURY, 580).
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CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA
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casos de verdadera imposibilidad, tentativa absolutamente inidónea, en


En lo que se refiere a la tentativa como el objeto material en contra
tal como la general, cuando mediante un juicio
inidónea relativa, la mayoría opina del cual se dirige el ataque, sin per-
el hecho no sería típico (faltaría un ex ante, colocándose el juzgador en
que es punible. Así lo estima WA- juicio de que el hecho se frustre por-
elemento del tipo legal). Nada dice el momento de la acción y tomando
TUT,I, 189 s., debido a la existencia que el autor incurre en error (error
este autor respecto de los casos de en cuenta las circunstancias concre-
de un peligro objetivo, se trate de de tipo al revés) al creer que se da-
in idoneidad absoluta de los medios. tas y todos los elementos que habían
inidoneidad del objeto (quien "in- ban, en el momento y circunstancias
y respecto de la inidoneidad relati- podido estar en conocimiento del
tenta sustraer el dinero que supone de actuar, la idoneidad del medio o
va, no queda claro su parecer respec- agente, se concluye que respecto al
existente en una caja de caudales, la presencia del objeto agredido, lo
to de su punibilidad. El criterio que hecho concreto de que se trata, falta
pero que fue retirado con anterio- que no era así.
propone para apreciar en estos casos o es inexistente el objeto de la acción,
ridad") o de los medios ("se preten-
la idoneidad del hecho (la previsi- el medio empleado es absolutamente
de envenenar empleando un medio ETCHEBERRY, II, 68 (que no se
bilidad objetiva en el momento en ineficaz para conseguir el fin a que se
idóneo, pero en cantidad insuficien- vale de la terminología tradicional,
que se desarrolla la acción) debería le destina, o falta en el sujeto activo
te para causar la muerte o el veneno referida a la tentativa inidónea ab-
conducir más bien a la impunidad. una característica personal estableci-
no produce efecto por inmunidad soluta y relativa, pero que parece
En efecto, para un observador ob- da en la ley: "un hombre que hiere a
de la víctima"). GARRIDO, II, 380, discurrir sobre esa misma lógica)
jetivo que aprecie la situación' de un muerto creyéndolo dormido; otro
por su parte, considera también que señala que existe verdadera impo-
acuerdo con la experiencia general, que administra una sustancia inofen-
la tentativa relativamente inidónea sibilidad cuando falta un elemento
no es previsible objetivamente que siva creyéndola venenosa; y un terce-
es punible, y se presenta cuando o circunstancia incluido en la des-
se produzca la muerte (en el caso de ro que intenta sustraer una especie de
los medios que ha usado el sujeto cripción típica de la figura: se inten-
la dosis insuficiente de veneno) ni su patrimonio creyéndola ajena, no
activo, siendo intrínsecamente ap- ta dar muerte a un cadáver o hacer
la apropiación de la cosa ajena en el pueden ser castigados como reos de
tos para alcanzar la consumación abortar a una mujer que no está
caso de encontrarse el bolsillo vacío. tentativa' (la cita es a FUENSALIDA). Si
del delito, no lo son en el momen- embarazada (caso en el cual el deli-
Más bien, en ambos casos, no sólo bien los ejemplos corresponden a la
to de actuar por las circunstancias to es imposible), en tanto que si se
es previsible objetivamente que no inidoneidad absoluta, el énfasis que
concretas concurrentes (disparar un intenta dar muerte a otro mediante
se produzcan esos resultados, sino estos autores ponen en la considera-
balazo al sujeto que está protegido veneno, pero no se emplea la dosis
que ello no es realmente posible, en ción de "las circunstancias concretas
por un chaleco antibala) y cuando, suficiente, o se intenta hurtar el di-
las circunstancias en que se desarro- y todos los elementos que habían
existiendo el objeto de la agresión, nero ajeno y se introduce la mano
llaron dichas acciones. podido estar en conocimiento del
por circunstancias accidentales no en un bolsillo vacío, el delito no era
agente", como asimismo en el "he-
se encuentra en el lugar del ataque imposible; era posible, pero falta-
El parecer de POLlTOFF / Mxrus cho concreto de que se trata", surge
(se dispara para herir a una perso- ron factores causales o condiciones
/ RAMÍREZ, PG, 378, en lo que res- la duda de si los casos (o al menos al-
na mientras duerme en su lecho, en que transformaran la posibilidad en
pecta a la tentativa inidónea relativa, gunos de ellos) de tentativa inidónea
circunstancias que ésta lo acaba de realidad, lo que debe juzgarse con el
no queda claro, puesto que sólo se relativa se encuentran comprendidos
abandonar). Basa su parecer en el criterio de la previsibilidad objetiva
refieren a la absoluta, pero concebida en la fórmula propuesta. Así, en el
hecho de que en estos casos existían en el momento en que se desarro-
de tal modo, que bien podrían caber caso de que se introduzca la mano
los elementos fundamentales reque- lla la acción y apreciar así la vero-
en ella todos los casos de inidonei- en un bolsillo vacío, con el fin de
ridos por el tipo: el medio apto en similitud o probabilidad de que el
dad. Es así que sostienen que hay sustraer las monedas que se supone
sí mismo para lograr el resultado, evento ocurra en el futuro. En los
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se encuentran en él, lo que ocurre es Los argumentos aducidos no cias especiales desconocidas), una implica realizar una interpretación
que el objeto material de la acción es resultan convincentes. El Art, 7° voluntad que mostró la "rebeldía" o extensiva del Art. 7° inciso 3°, con-
inexistente si se consideran, como lo inciso 3° no exige que el medio em- "deslealtad" del hechor con el orde- traria al principio de reserva legal,
plantean POLITOFF I MATUS I RAMf- pleado "sea apto en sí mismo para namiento jurídico, influya en algu- basada, como dijimos, en conside-
REZ, las circunstancias y el hecho con- lograr el resultado". Más bien, como nos sectores en el sentido de abogar raciones político-criminales asocia-
creto de que se trata. Simplemente antes se dijo, la exigencia de que el por el castigo de la tentativa relati- das al merecimiento de pena, a la,
era imposible apropiarse de moneda comienzo de ejecución se realice vamente inidónea. Con todo, nos defensa social, al reforzamiento de
alguna. Lo mismo ocurre en el caso mediante hechos directos, sugeriría parece que nuestra ley, al exigir que la estabilidad y eficacia del sistema
de que se suministre una dosis insu- que el medio debe ser idóneo, con- se de principio a la ejecución del de- normativo y a la peligrosidad exte-
ficiente de veneno a una persona con siderando las circunstancias concre- lito por "hechos directos", lo que ha riorizada por el hechor.
el propósito de matarla. El medio, en tas del hecho y no en abstracto. En querido significar (entre otras cosas,
tal supuesto (no en otro, sino que en cuanto al objeto material en contra como antes se vio) es que los hechos A este respecto, señala NOVOA,
ése) "es absolutamente ineficaz para del cual se dirige el ataque, no pare- sean idóneos para consumar el deli- Il, 131 que una consideración váli-
conseguir el fin a que se le destina". ce que pueda afirmarse que él existe to en el caso concreto de que se tra- da para autorizar la punibilidad de
si la persona en contra de la cual se ta, considerando las circunstancias estas tentativas inidóneas (se refiere
En los ejemplos de inidonei- dispara no estaba en su lecho sino reales efectivamente verificadas y ha a las relativas) es, por ejemplo, la
dad relativa que ofrece la doctri- que en otro lugar. El hecho en estos las circunstancias hipotéticas que impresión que los demás miembros
na (LABATUT, GARRIDO) pareciera supuestos no se frustra (como su- hubiesen podido tener lugar en otro de la sociedad reciben acerca de que
que los bienes jurídicos protegidos pone GARRIDO), pues la frustración contexto factual. Por otra parte, los habría un ataque en contra del or-
(propiedad en el hurto, vida en el requiere que la acción que el suje- hechos, para ser directos, además de denamiento jurídico (VON BAR), y
homicidio), no corrieron un "peli- to ha realizado completamente se idóneos, deben estar objetivamente que una conmoción de esa clase y
gro objetivo", puesto que en nin- encamine y sea objetivamente apta encaminados, dirigidos a la consu- la consiguiente pérdida de la segu-
guno de esos casos, atendidas las para consumar el delito, lo que no mación del delito, Ytal no es el caso ridad jurídica colectiva, constituyen
circunstancias reales y concretas de ocurre en la tentativa inidónea re- de los ejemplos de tentativa relati- por sí mismas un mal social que la
su comisión, el delito pudo llegar a lativa, en que el delito representado vamente inidónea que se proponen: Ley puede precaver disponiendo
consumarse. Ello sólo habría sido por el autor (que es el único perti- quien vierte en la bebida de otro aplicación de pena a quien lo pro-
posible si el dinero no hubiese sido nente de considerar) nunca pudo una dosis insuficiente de veneno no mueve. NOVOA, Il, 132, asume la
retirado con anterioridad de la caja consumarse. realiza un hecho (objetivamente, no tensión que se produce, en el caso de
de caudales (¡pero lo fue!) o si la subjetivamente) dirigido a consu- la tentativa inidónea relativa, entre
dosis de veneno hubiera sido sufi- Puede ser que consideraciones mar el homicidio. Objetivamente, el rigor de los conceptos jurídicos y
ciente para causar la muerte (¡pero político-criminales como la "peli- dicho hecho está encaminado a cau- las necesidades de la política crimi-
no lo era!). Castigar como tentati- grosidad" o la exteriorización de sar probablemente lesiones, mas no nal, decidiendo el asunto a favor de
va tales supuestos y, en general, los una "voluntad criminal" que no la muerte de la pretendida víctima. esta última. Por una parte, sostiene
casos de tentativa inidónea relativa se concretó en el correspondien- que en tales casos, "conceptualmen-
que propone la doctrina, importa- te hecho típico (debido no a una Creemos que la valoración de te debe rechazarse la existencia de
ría precisamente sancionar "la mera imposibilidad intrínseca, sino que la idoneidad del objeto material y una tentativa por falta de un curso
voluntad criminal". sólo en atención a las circunstan- de los medios, hecha en abstracto, causal apto para llegar al término
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buscado por el sujeto activo" y, por en cambio, quedaría sujeto a deba- EL DELITO FRUSTRADO 564 S., señala que es objeto de du-
la otra, señala que, "(sjin embargo, te el valor de tal argumento en rela- das la cuestión de cuándo esto ha
consideraciones diversas podrían ción con hechos en los que se esti- A diferencia de la tentativa, ocurrido, advirtiendo que sobre el
aconsejar la adopción de medidas de me que hay inidoneidad puramente en el delito frustrado la acción se particular existen dos teorías: una,
carácter penal, especialmente en los relativa de los medios o del objeto, encuentra completamente realiza- defendida fundamentalmente por
casos en que con leves variaciones particularmente cuando, por las da y lo que falta es la producción CARRARA, de acuerdo con la cual
de circunstancias el intento hubiera circunstancias del caso, la opinión del resultado, el que no se verifica el sujeto ha realizado toda la ac-
sido realizable (pues no es igual que común aprecie en ellos un peligro por causas independientes de la vo- ción típica cuando objetivamente
el sujeto pasivo estuviese en el ejem- grave para el bien jurídico en jue- luntad del sujeto. En consecuencia, ha ejecutado todos los actos de la
plo del disparo al lecho, en la pieza go. NOVOA, Il, 134, 135 s. alude a el delito frustrado sólo cabe en los descripción típica, independiente-
de baño contigua o que estuviese un interesante antecedente legis- delitos materiales, aquellos en que mente de la apreciación del sujeto;
en otra ciudad), ya que la alarma lativo en esta materia, el que, em- el tipo legal requiere la produc- y la otra, a la que CURY adhiere
social que él podría causar bastaría pero, como se verá, dejaría la duda ción de un resultado. Así lo reco- apartándose del parecer de nuestra
para fundamentar una sanción". Y sobre la punibilidad de la tentativa noce nuestra doctrina (LABATUT, 1, doctrina, que sostiene que el sujeto
concluye: "hemos de reconocer que relativamente inidónea, no así de la 188; NOVOA, II, 125; ETCHEBERRY, ha ejecutado toda la acción cuan-
consideraciones prácticas ajenas a absolutamente inidónea: el Art. 33 II, 65 s.; CURY, 565; GARRiDO, II, do, desde el punto de vista de su re-
la tentativa, especialmente la alar- de la Ley N° 11.625, que contiene 349; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, presentación, con el conocimiento
ma social que el hecho provoca y la una manifiesta referencia al delito PG, 383; en sentido similar, el fa- de que dispone en el momento de
peligrosidad revelada por el agente, imposible cuando alude a hechos llo del Tribunal del Juicio Oral de obrar, ésta se encuentra concluida.
extienden la punibilidad, bajo el tí- comprobados "no constitutivos de La Serena, de 19 de agosto de 2007 Critica el criterio objetivo porque
tulo de tentativa (relativamente ini- delito por falta de idoneidad del [RIT, 53, 2007], sostiene que "el considera que la realidad pone de
dónea por lo general) a los hechos medio empleado o de inexistencia delito de estupro se consuma en el manifiesto que si el autor hubiese
que no deben formar parte del con- del objeto", lo que envuelve la clara momento en que se perfecciona el ejecutado objetivamente toda la
cepto jurídico de tentativa. Ejemplo afirmación de que el delito imposi- acceso carnal, siendo inadmisible la acción descrita por el tipo, el re-
de esta clase es el del ratero que mete ble no origina responsabilidad legal figura del delito frustrado, ya que sultado se habría producido, por
la mano en el bolsillo de otro, para en los dos casos que él señala, pero al realizarse todos los actos, este de- lo que no hay ningún sofisma en
sustraerle dinero, pero el bolsillo está no puede pretenderse que su tenor lito se consumaría, pero sí es posi- la afirmación, destacada por JIMÉ-
vacío" (NOVOA, Il, 133 ss.). dé solución a los problemas del de- ble castigar en grado de tentativa" NEZ de AsÚA, de que quien dispara
lito imposible, porque siempre po- [considerando 8 0 ] ) . a quemarropa sobre su enemigo y
Al tratar derechamente el tema drá argumentarse que la inidonei- a pesar de ello no consiguió darle
en la legislación chilena y tras reco- dad del medio es aquélla que mira El tratamiento del delito frus- muerte, no ha realizado objetiva-
nocer la impunidad de la tentativa a la aptitud del medio en sí mismo trado en nuestra doctrina es más mente toda la acción típica, pues
absolutamente idinónea (porque la y no en las circunstancias concretas bien parco. ésta exigía que se apuntara bien.
punibilidad de la tentativa exigiría del hecho, y que la inexistencia del De este modo, el delito frustrado
la realización de actos adecuados objeto se refiere a su ausencia abso- En cuanto al elemento objeti- será algo imposible, ya que su con-
para culminar en una consuma- luta y no a su presencia en lugar di- vo del delito frustrado (realización cepto implica un elemento de la
ción), el mismo autor agrega que, ferente de donde lo creía el sujeto. total de la acción típica), CURY, consumación (CURY, 564).
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ART.7° CÓDIGO PENAL COMENTADO

Discrepamos de este parecer. POLITOFF I MATUS I RAMfREZ, PG, fundamental que el efecto injusto retardado de relojería, se arrepiente,
Quien da a beber a otro una bebi- 383). sea impedido por del au- entra nuevamente al recinto, lesio-
da envenenada con una dosis mortal tor) y POLITOFF I MATUS I RAMfREZ, nando a un guardia que trata de im-
y la muerte no se produce por una El desistimiento voluntario es PG, 384: -Ia no consumación, esto pedir su reingreso al lugar: el autor
causa independiente de la voluntad impune, lo que se deduce de la pro- es, la evitación del resultado, debe "queda liberado de pena en relación
del hechor (ya sea porque él mismo pia definición legal del delito frus- ser el fruto exclusivo de la propia ac- a la colocación de la bomba, pero
o un tercero suministra el antídoto trado. Como la acción se encuentra tividad del actor, sea que lo haga por responde por el atentado consuma-
eficaz) ha realizado objetivamente completamente realizada, no basta sí mismo, sea que obtenga el con- do en contra del vigilante.
toda la acción típica. En contra de con abandonar su realización, con curso de terceros para ello.
lo que piensa CURY, nos parece que "dejar de hacer", es preciso que el CURY, 572, reconociendo que
de la misma definición de delito sujeto realice un comportamiento La doctrina concuerda en que el de acuerdo con nuestra Ley el desis-
frustrado que da el Art. 7° inciso 2° activo con el fin de evitar la produc- desistimiento voluntario en el delito timiento sólo excluye la punibilidad
(que exige que el sujeto ponga de su ción del resultado. El desistimiento frustrado debe ser eficaz para produ- por el delito frustrado si el sujeto ha
parte todo lo necesario para que el (que algunos erróneamente llaman cir el efecto de la impunidad. Esto logrado impedir el resultado típico,
delito se consume), se desprende cla- "arrepentimiento") debe ser, pues, es, la actividad del agente debe efec- considera, con razón, que en este
ramente que la frustración exige que activo. En esto existe acuerdo en tivamente evitar el resultado, lo que punto la Ley crea una verdadera
la acción típica se encuentre com- nuestra doctrina. se deduce de la propia definición de irresponsabilidad objetiva (citando
pletamente realizada en la realidad delito frustrado, la que exige que el en el mismo sentido a MAuRAcH),
objetiva, independientemente de la En relación con los elemen- resultado "no se verifique". En con- que importa una supervivencia del
representación del sujeto. Si éste creetos objetivos del desistimiento en secuencia, si a pesar de los esfuerzos versari in re illicita, lo que provoca-
haber realizado completamente la el delito frustrado, observa correc- del autor el resultado se produce, ría "un sentimiento de repugnancia
acción, pero ello no es así, incurrirá tamente CURY, 567, que quien se existe responsabilidad penal (CURY, natural", obedeciendo al cual se ha
en tentativa, mas no en delito frus- desiste puede obrar por sí mismo o 572; GARRIDO, II, 371 s.; POLITOFF I suprimido o atenuado (la exigencia
trado. Se trataría de un error de tipo provocando la intervención de ter- MATUS I RAMfREZ, PG, 384). En tal de la eficacia) en los textos legales
al revés, impune en nuestro sistema. ceros, siendo en este último caso, evento podría operar, en su caso, la más modernos.
La tentativa, precisamente, termina lo importante que la actividad del atenuante del Art. 11 N° 7° (CURY,
antes de que la acción se encuentre tercero haya sido determinada por 572 s.; GARRIDO, II, 372; POLITOFF Sobre la base de distinguir en-
completamente realizada. Si ocurre el autor mediante su obrar, por lo I MATUS I RAMfREZ, PG, 384). En tre desistimiento absolutorio (excusa
esto último, el delito se encontrará que sería insuficiente no entorpecer opinión de GARRIDO, II, 373, la ac- legal absolutoria fundada en razones
consumado, en los tipos formales, y la tarea salvadora que otro empren- ción evitadora del resultado "puede prácticas: proteger a la víctima), que
frustrado, en los materiales. dió espontáneamente. En el mismo ser en sí misma un delito", sin perder debe ser eficaz para acarrear la im-
sentido se pronuncian GARRIDO, II, por ello "su característica liberadora punidad, y desistimiento exculpante
En cuanto al elemento subjeti- 372 (la actividad de impedición del de la sanción que correspondería al (arrepentimiento activo basado en
vo del delito frustrado, él no presen- resultado puede ser realizada tanto resultado típico evitado". Propone el motivos valiosos), CURY, 1971, 116
ta problemas. La doctrina coincide personalmente por el sujeto activo, ejemplo de quien habiendo coloca- ss. sostiene que en este último caso
en que es el mismo de la tentativa como por terceros a requerimiento do en las graderías de un estadio un el autor debe permanecer impune,
(CURY, 565; ETCHEBERRY, II, 65; del propio delincuente, siendo lo poderoso explosivo con un sistema aunque se produzca el resultado, si
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es que ha realizado un esfuerzo serio fuerzas tuvieron las exigentes carac- Artículo conspiración y proposición para cometer un
y celoso para impedirlo, agotando terísticas antes anotadas. Atendien- crimen o un simple delito, sólo son punibles en los casos en que la
al efecto todos los recursos a su al- do al fundamento político-criminal Ley las pena especialmente.
cance y demostrando así un interés de la impunidad del desistimiento La conspiración existe cuando dos o más personas se concier-
realmente excepcional en evitar la (incentivo referido a la protección tan para la ejecución del crimen o simple delito.
consumación, pues la voluntad de de los intereses de la víctima), nos
La proposición se verifica cuando el que ha resuelto cometer
delinquir estaría, en dicha situación, parece que lo decisivo no debe ser el
motivada de manera "muy anormal". "entusiasmo" con que el autor realiza
un crimen o un simple delito, propone su ejecución a otra u otras
Lo que a su juicio debe ponderarse la acción salvadora, sino la circuns- personas.
en el arrepentimiento activo excul- tancia objetiva de haber contribuido Exime de toda pena por la conspiración o proposición para
pante no es la actividad impeditiva de un manera determinante a la evi- cometer un crimen o un simple delito, el desistimiento de la ejecu-
en sí misma, sino lo que revela, a tación del resultado. Si eso es así, el ción de éstos antes de principiar a ponerlos por obra y de iniciarse
saber, una manifestación externa de resultado no se habrá verificado por procedimiento judicial contra el culpable, con tal que denuncie a
que la acción ejecutiva, aunque típi- causas dependientes de la voluntad la autoridad pública el plan y sus circunstancias.
ca y antijurídica, no era culpable. del sujeto y no habrá, por tanto, de- BIBIlOGRAFIA: GARRIDO, Mario: Etapas de ejecución del delito. Autoría y participación, Edito-
lito frustrado. Por razones similares rial Jurídica de Chile, Santiago 1984; POUTOFF, Sergio: "La conspiración para cometer deli- \
En relación con los esfuerzos ne- no compartimos el parecer de que tos previstos en la Ley sobre tráfico de estupefacientes", en POUTOFF, Sergio / Mxrus, Iean
Pierre (coordirIadores): Tratamiento penal del tráfico ilícito de estupefacientes, ConoSur,
cesarios para evitar el resultado típi- la no consumación deba ser siempre Santiago 1998, pp. 89-109; POUTOFF, Sergio: Los actos preparatorios del delito. Tentativa y
co, constitutivos del desistimiento "el fruto exclusivo de la propia activi- Frustración, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1999; POUTOFF, Sergio / MArus, Jean Pie-
rre: "Comentario a los artículos 5° a 9°", en POLlTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 67-92 3 •
activo que libera de pena en el delito dad del actor, sea que lo haga por sí
frustrado, la doctrina señala que ellos mismo, sea que obtenga el concurso
deben ser "serios, firmes y decididos" de terceros para ello... " (POLITOFF /
(POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, MATUS / RAMfREZ, PG, 384, el des- COMENTARIO
384, quienes citan en el mismo sen- tacado es nuestro). Si el autor del Jorge Mera
tido a POLITOFF, 1999,254). envenenamiento, percatándose de
que un tercero que actúa espontá- rizan la voluntad de delinquir, pero
LA PROPOSICIÓN
Esta afirmación debe ser ma- neamente con el fin de salvar la vida que no representan aún el principio
tizada. Desde luego, como se dijo, de la víctima le suministra un antí- de ejecución del delito. Los actos
La proposición, lo mismo que la
aunque dichos esfuerzos tengan ese doto insuficiente, y toma la inicia- preparatorios son generalmente im-
conspiración, constituyen actos pre-
carácter y no obstante ello el resulta- tiva de suministrarle él mismo otra punes. Excepcionalmente, se castiga
paratorios, esto es, comportamientos
do de todos modos se verifica, el de- dosis que sumada a la anterior le sal- la proposición y la conspiración para
externos, como, por ejemplo, com-
lito frustrado debe sancionarse. Por va la vida a aquélla, nos parece que cometer determinados delitos con-
prar el arma homicida, que exterio-
otra parte, si el resultado se evita de- el hecho debiera calificarse como un
bido a la intervención del autor, ha- desistimiento eficaz, aunque la evi-
brá de examinarse si realmente la no tación de la muerte no sea producto En la medida en que dicho comentario coincide en general con el capítulo correspon-
consumación es atribuible a aquélla, exclusivo dela intervención del au- diente de la obra general de POLITOFF, MATUS y RAMfREZ, sólo será citado excepcio-
pasando a segundo plano si los es- toI. Basta con que sea "fie caz". nalmente, cuando se aparte de un modo relevante de dicha obra general.
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tra la seguridad exterior del Estado con otro acerca de la conveniencia o sejos, conversaciones, divagaciones participación criminal, si el delito
(Art, 111 YArt. 250 del Código de inconveniencia de cometer el delito. o actos de brabuconería, como tam- efectivamente se lleva a cabo. En tal
Justicia Militar) y contra su seguri- En el mismo sentido se pronuncian poco en la invitación a participar en caso, el proponente responde como
dad interior (Art. 125). El Código NOVOA, I1, 114 Y POLITOFF / MATus el delito que el invitante se prop9,ve instigador (la instigación absorbe a
de Justicia Militar castiga también la / RAMÍREZ, PG 388, señalando estos cometer, pues la proposición la proposición). En lo que sí debe
proposición y conspiración para co- últimos que tampoco hay proposi- que la persona a quien va dirigida la repararse es que, enel evento de que
meter sedición y motín (Art. 279). ción "si se trata de inducir a otro a propuesta ejecutará materialmente el instigado no ejecute el delito o
En términos más generales, la. cometer un delito imposible". el delito. cometa otro diferente (instigación
Ley N° 12.927 sobre Seguridad del fracasada), podría darse el caso de
Estado (Art. 23) Yla Ley N° 18.314 En cuanto a la naturaleza de la Existe, como se aprecia, una dis- que el hecho mismo de la instiga-
sobre Conductas terroristas (Art. 7°) proposición, ésta no se satisface por crepancia de pareceres respecto de ción constituya proposición.
establecen el castigo para la propo- el simple hecho de manifestar a otro lo que se solicita a quien va dirigi-
sición y la conspiración para todos la resolución de cometer un delito. da la proposición. ETCHEBERRY cree En cuanto a la posición de Po-
los delitos en ellas contemplados. Para ETCHEBERRY, I1, 55, la propo- que lo solicitado es alguna forma de LITOFF / MATUS / RAMÍREZ, al parecer
Además, como lo señalan POLITOFF / sición implica solicitar a otro algu- cooperación o participación en el excluiría los casos de proposición de
MATus / RAMÍREZ, PG 386, por dis- na forma de cooperación o partici- delito, mientras POLITOFF / MATus / realización conjunta del delito con el
cutibles razones preventivas, la pe- pación en un delito, por lo que no RAMÍREZ piensan, en cambio, que la proponente (coautoría), que a nues-
nalidad de la conspiración se ha am- es "proponer" la simple petición de proposición supone que la persona a tro juicio quedan comprendidos en
pliado fuera del ámbito de los delitos consejo o parecer ajeno, precisando quien va dirigida la propuesta ejecu-. la definición legal de "proposición".
políticos a los delitos de tráfico ilícito que la proposición puede consistir en tará materialmente el delito. El proponente ha resuelto cometer
de estupefacientes, por disposición solicitar el auxilio ajeno para realizar el delito, por lo que debe entender-
del Art. 17 de la Ley N° 20.000, que el mismo proponente la acción delic- La posición de ETcHEBERRY in- se que la proposición, en una de sus
regla la materia. Como también lo tiva, o bien, en instigar a otro para cluye dentro de la proposición la hipótesis, es para cometer el delito
advierten estos autores, la penalidad que realice la acción, caso en el cual, solicitud de cualquier forma de par- conjuntamente con la persona a la
por la proposición y la conspiración si la proposición es aceptada y el deli- ticipación, lo que no se compadece que va dirigida la proposición. De
se encuentra determinada en cada to llega a ejecutarse, la proposición se con el texto legal, de acuerdo con el otro lado, no siempre la proposi-
caso especial, por la Ley que esta- pasará a llamar inducción, que entre cual lo que se propone a otra u otras ción es para que la persona a quien
blece su castigo (POLITOFF / MATus nosotros tiene la pena de la autoría personas es "la ejecución" del cri- va dirigida "ejecute materialmente
/ RAMÍREZ, PG 386). (véase Comentario alArt. 15). men o simple delito. Así, no habría el delito". Debe incluirse también el
proposición si lo que se propone a caso de que se proponga a otro que
La proposición, como lo señala En opinión de POLITOFF / MA- otro es que instigue a un tercero a ejecute el delito no como autor ma-
el Art. 8°, supone la resolución de co- TUS / RAMÍREZ, PG, 388, debe tratar- cometer el delito o que coopere en terial, sino como autor mediato.
meter el crimen o simple delito (no se de una proposición seria para que su ejecución. Por otra parte, la hi-
cabe, por tanto, la proposición res- otro ejecute un delito determinado, pótesis de la instigación (que si bien Para que exista proposición,
pecto de las faltas), por lo que, como por lo que no hay proposición en la se verifica, lo mismo que la proposi- no basta con que el que ha resuel-
acota ETCHEBERRY, I1, 55, no la cons- simple provocación genérica a co- ción, antes de la ejecución del deli- to cometer un delito determinado
tituye todavía la simple deliberación meter delitos, ni en los meros con- to) tiene autonomía como forma de proponga seriamente su ejecución a
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ART.8° CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.8°

otro, solicitándole una concreta for- se convierta en una auténtica cons- Un punto que no aparece sufi- proposición y el que apunta a la eje-
ma de intervención en el mismo; se piración, caso en el cual esta última cientemente clarificado en nuestra
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cgclOn, por otra u otras personas
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requiere, además, que el proponen- absorberá a la proposición. En caso doctrina es el del sujeto activo de del delito propuesto", de donde se
te comunique, a quien va dirigida la de que la proposición aceptada lle- la proposición. A nuestro juicio, no seguiría que en los casos del "agente
proposición, el plan delictivo y sus gue a constituir una "instigación" cabe duda de que es sólo el propo- provocador" (figura reconocida en
circunstancias. Esto se deduce clara- es perfectamente posible que, no nente, él es el que hace la propo- el Art. 25 de la Ley N° 20.000 sobre
mente de una de las exigencias para obstante ello, sea sancionable como sición. La proposición se verifica sustancias psicotrópicas y estupefa-
que el desistimiento de la ejecución tal proposición (y no como conspi- cuando el que ha resuelto cometer cientes, discutiéndose su aplicación
del delito exima de pena por la pro- ración, por falta de concierto pre- el crimen o simple delito, propone a a otros delitos), faltaría, de parte de
posición para cometerlo: el culpable, vio). Esto ocurrirá en el evento de otra u otras personas su ejecución. Laéste, el doble dolo antes aludido,
dice el inciso final del Art. 8°, debe que el aceptante (el instigado) no tipicidad de la proposición supone pues aquél no pretende que el delito
denunciar a la autoridad pública el cometa el delito propuesto (insti- por parte del sujeto activo, que éste propuesto se ejecute, sino al contra-
plan y sus circunstancias. gado) ni dé principio a su ejecu- haya resuelto cometer el delito, en rio, lo que persigue es su evitación,
ción, o cometa otro diferente (por primer lugar, y proponga a otros su que no pase más allá de la fase de
La proposición se sanciona por ejemplo, lesiones u homicidio en ejecución, en segundo término. En tentativa. La conclusión nos parece
sí misma; no supone la aceptación lugar de amenazas, que fue el de- consecuencia, no pueden ser sancio- acertada, no así su fundamento. No
por parte de la persona que la re- lito propuesto). En tales casos, no nados por la "proposición", aquellas resulta apropiado hablar de doble
cibe (ETcHEBERRY, II, 55). Si esta cabría sancionar al proponente personas a quienes ésta va dirigida y dolo. El dolo exigido en la propo-
última se produce, habrá, por lo (instigador), debido al principio de la aceptan. Pese a la aceptación, es sición está referido a esta última y,
general, conspiración, y, en otros exterioridad y accesoriedad, como obvio que ellos no son los que han por la naturaleza de esta figura, debe
casos, instigación. En opinión de instigador de un delito que no se resuelto cometer el delito y menos ser, obviamente, directo. Hablar de
POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, ha cometido ni comenzado a come- los que proponen a otro ejecutarlo. dolo respecto del delito propuesto,
388, la proposición debe fracasar ter (en el mismo sentido, POLITOFF Esta precisión, que puede parecer no parece adecuado: el dolo siempre
para no convertirse en inducción, / MATUS / RAMfREZ PG, 387, para innecesaria, cobra importancia a los está referido a la "realización" de las
agregando que hay un fracaso de la quienes la "proposición" consiste efectos de determinar el alcance de circunstancias objetivas del tipo le-
proposición cuando el destinatario en una inducción fracasada), pero la exención de pena por la proposi- gal (saber que se estdn realizando y
no acepta la proposición; cuando, sí procedería el castigo por la pro- ción a que da lugar el desistimiento quererlo), yen el caso de la propo-
aunque la acepte, no va más allá de posición. Por otra parte, si quien de la ejecución del delito, a la que sición, el delito objeto de la misma
los actos materiales de preparación, ha aceptado la propuesta comete luego nos referiremos. no se está realizando y quizás nunca
sin dar comienzo a la ejecución, y el delito objeto de la misma (o da se lo cometa. Lo que sí es efectivo
cuando, habiendo dado comienzo principio a su ejecución) y se trata En lo que se refiere al elemen- es que el proponente evidentemen-
a la ejecución, se desiste voluntaria- de una verdadera "instigación", el to subjetivo de la "proposición", te pretende que el delito propuesto
mente de ésta. proponente responderá como "ins- POLITOFF / MATUS / RAMfREZ PG, se ejecute (para eso hace la proposi-
tigador" del delito cometido (o de 388 s. sostienen que el proponente ción), y este elemento es el que falta
Pensamos que la aceptación de la tentativa del mismo) y no como debe haber formulado su proposi- en el caso del "agente provocador"
la proposición no impide que ésta autor de la proposición, la que es ción delictiva con un doble dolo: "el (sobre esto, véase también Comen-
se configure, salvo, por cierto, que absorbida por la instigación. que acompaña al hecho mismo de la tario al Art, 15).
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Eximente depena por la proposi- todo no ha pasado más allá de una ratorios, el desistimiento supone el inciso 4° del Art. 8°, sino por dos
ción y conspiración en caso de desisti- proposición aceptada no constituti- abandono de los mismos. posibles razones: (i) los actos prepa-
miento de la ejecución del delito. va de "conspiración", como sería el ratorios no son por lo general puni-
caso de una instigación fracasada), ¿A quién beneficia la exención bles, y (ii) en caso de que lo sean,
De acuerdo con el texto de la el desistimiento, podría argüirse, se- de pena? Pensamos que sólo al autor el desistimiento voluntario de los
ley, la exención de pena por la pro- ría inconcebible, toda vez que sólo de la proposición. Así se deduce del mismos acarrea sin duda la impuni-
posición (y por la conspiración) des- cabe desistirse de aquello que se ha texto de la ley. La eximente de pena dad (si esto es así en la tentativa y
cansa sobre dos supuestos fácticos, comenzado a realizar (aun al nivel en caso de desistimiento se refiere a el delito frustrado, con mayor razón
como son (i) el hecho de desistirse de los actos preparatorios), abando- la proposición para cometer un deli- tratándose de actos preparatorios).
el culpable de la ejecución del de- nando su ejecución. Sin embargo, to, por lo que sólo puede alcanzar al
lito objeto de la proposición antes creemos que también existe desis- autor de la misma. Discrepamos de La eximente de pena por la pro-
de principiar a ponerlo por obra y timiento de la ejecución del delito, GARRIDO, Il, 374, quien piensa que posición o conspiración para come-
de iniciarse procedimiento judicial por el solo hecho de renunciar a el desistimiento de la comisión del ter un crimen o un simple delito, en
en su contra, y (ii) el de denunciar su realización, aunque no se hayan delito "libera de pena a cualquiera caso de desistimiento de su ejecu-
a la autoridad pública el plan y sus emprendido todavía actos prepara- de los intervinientes", En realidad, el ción antes de principiar a ponerlos
circunstancias. torios. El propósito de no cometer problema no existe. Quien acepta la por obra, ha sido entendida de dis-
el delito propuesto califica como de- proposición y se desiste voluntaria- tintas formas por nuestra doctrina.
Como lo ha destacado nuestra sistimiento. La situación es diferen- mente de los actos preparatorios del Para ETCHEBERRY, Il, 56, la dispo-
doctrina, es imposible concebir un te a la que se presenta en la tentativa delito objeto de aquélla, no podría sición del inciso final del Art, 8° es
desistimiento de la proposición mis- y la frustración, en que se ha prin- ser castigado como autor de "propo- "prácticamente inaplicable" a la pro-
ma, puesto que si ya está hecha, no cipiado a ejecutar la acción típica sición" para cometer un delito, pues posición, porque si la proposición
es dable cesar en ella ni deshacerla o ésta se encuentra completamente no es él quien ha hecho la proposi- es aceptada estaríamos frente a una
(ETcHEBERRY, Il, 56, citando a Gan- realizada y sólo falta el resultado. En ción, sino la persona a quien ésta va "conspiración", no a una proposición
darillas, sesión 119 de la Comisión esos casos, el desistimiento se tradu- dirigida. Y esta última no calza con y si, por el contrario, la proposición
Redactora; GARRIDO Il, 374 s.), de ce en un abandono de la acción o en el concepto legal de proposición: su- es rechazada, habría sólo dos posi-
lo que se trata es de desistir de la una actividad dirigida a la evitación jeto activo de la misma es el propo- bilidades: o el denunciante es quien
ejecución del delito, antes de que del resultado. La proposición, en nente, el que ha resuelto cometer un rechazó la proposición "yen tal caso
exista tentativa (ETCHEBERRY, Il, 56; cambio, se sanciona por sí misma, delito y propone su ejecución a otra no se advierte por qué habría de exi-
GARRIDO, u, 375). ni siquiera requiere de la aceptación. u otras personas, y no el receptor de mirse de pena al proponente", o es el
Por otra parte, si el delito propuesto la propuesta delictiva. Por otra parte, proponente mismo, y en ese evento
El desistimiento de la ejecución ha principiado a ponerse por obra, este último, en caso de que se desis- se producirá la situación que Gan-
del delito debe tener lugar antes de el autor de la tentativa o frustración ta voluntariamente de los actos pre- darillas temía: "no habrá peligro en
principiar a ponerlo por obra. ¿Sig- del mismo, que se desiste volunta- paratorios de la ejecución del delito hacer proposiciones criminales, pues
nifica esto que debe existir un aban- riamente, estará exento de pena, objeto de la proposición (en caso de si éstas no son aceptadas, siempre el
dono voluntario de los actos prepa- de acuerdo con las reglas generales. que se encuentren sancionados), está proponente podría ponerse a salvo
ratorios del delito en cuestión? Si Por cierto que, en caso de haberse exento de responsabilidad penal por denunciándose inmediatamente a la
no se ha llegado a la fase externa (y comenzado a realizar actos prepa- dichos actos, no por aplicación del autoridad y quedando impune".
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ART.8° CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.8°

En nuestra opinión, el inciso fi- Respecto de los primeros (propo- nente que induce eficazmente al que dos o más personas que la constitu-
sición condicionada, no recibida o in-
nal del Art. 8° sí puede resultar apli- recibe la proposición a desistir de la ye se refiere a "la ejecución del cri-
cable, pero sólo al proponente. La completa), se confunde, a nuestro jui- ejecución del delito después de dar- men o simple delito". En opinión
exención de pena se refiere a la pro- cio, el desistimiento de la proposición se comienzo a ésta, pero"ootes de su de POLITOFF / MATUS / RAMfREZ,
posición y el proponente es, como con el desistimiento de la ejecución consumación, también se beneficia PG, 391 s., todos los partícipes en
antes se señaló, el único sujeto acti-del delito objeto de la proposición. Es del desistimiento del delito tentado la conspiración deberían tomar par-
vo de la misma, quien podría tener, este Ultimo desistimiento el que libera a que colaboró". Pero ello no tiene te en la ejecución del delito para
desde luego, buenos motivos para de responsabilidad penal por la pro- relación alguna con la eximente de que se conspira, excluyéndose así la
desistirse de la ejecución del delito posición. Si el proponente se desiste pena establecida en el inciso final del llamada "conspiración en cadena"
propuesto. Por cierto, en el caso de de la proposición misma, obviamen- Art, 8°, por la proposición para eje- y, particularmente, la conspiración
haber realizado actos preparatorios te no tendrá responsabilidad penal, cutar un delito (no por la ejecución para la inducción, puesto que la
que se encuentren penados. Yaun- de acuerdo con el criterio general del del delito propuesto), que exigeel de- inducción no es un acto de ejecu-
que no lo estén, podría estar intere- Código (incluso el desistimiento vo- sistimiento de su ejecución antes de ción, como también la inducción a
sado en liberarse de pena por la pro- luntario del delito frustrado acarrea principiar a ponerlo por obra; la im- la conspiración, complicidad, tenta-
posición, desistiéndose de cometer la impunidad). Es lo que ocurre, por punidad, en el caso planteado, se de- tiva o encubrimiento de la misma,
el delito propuesto y denunciando ejemplo, en el caso de la proposición riva del desistimiento de la tentativa, ya que se trata de un anticipo de la
el plan y sus circunstancias. El te- no recibida propuesto por dichos esto es, el abandono de la acción que punibilidad especialmente regulado.
mor de Gandarillas no se encuentra autores: "en tanto la proposición no se había comenzado a ejecutar con el Concordamos con este parecer: la
justificado, desde una perspectiva llegue a su destinatario..., el propo- fin de consumar el delito. La misma inducción es para ejecutar el hecho
político-criminal: por el contrario, nente puede desistirse evitando que confusión se advierte en otro de los típico; la cómplices cooperan a la
parece deseable que los que han he- la proposición llegue a su destino...". casos de proposición perfeccionada ejecución del hecho típico; y el en-
cho proposiciones delictivas se de- En tal caso, la impunidad del propo- que se plantean: "El proponente que cubrimiento supone el conocimien-
sistan de las mismas, denunciando nente no se funda en el inciso final del induce eficazmente al que recibe la to de la perpetración de un crimen o
el plan y sus circunstancias. Art. 8° (porque no se da el supuesto proposición a desistir de la ejecución simple delito o de los actos ejecuta-
por éste exigido: el desistimiento de la del delito, antes de dar comienzo a dos para llevarlo a cabo (tentativa),
POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, ejecución del delito propuesto y no el ésta, se beneficia de la impunidad por lo que se excluye la posibilidad
PG, 390 s., con el objeto de hacer desistimiento de la proposición), sino que resulta de no dar comienzo a la de que se refiera a una conspiración,
aplicable la disposición del inciso en la aplicación de las reglas generales ejecución del delito". De nuevo se acto preparatorio anterior a la ten-
final del Art. 8° (en concordancia sobre el desistimiento. trata de una situación distinta a la tativa.
con la idea implícita, segun estos examinada: el desistimiento como
autores, del arrepentimiento activo En lb que se refiere a los tres ca- exención de pena por la proposición, La conspiración supone un
eficaz que aquélla conlleva y con las sos de proposición perfeccionada que no por el delito propuesto. "concierto", esto es, un "acuerdo
exigencias del desistimiento en la se proponen, en uno de ellos (desisti- activo, no de simple aquiescencia,
tentativa), distinguen los casos en miento activo eficaz, después de dar LA CONSPIRACIÓN sino determinándose la forma de
que la proposición no se ha perfec- comienzo a la ejecución del delito cooperación de todos los concerta-
cionado y aquellos en que sí esto ha propuesto), se produce, asimismo, la De conformidad con la defini- dos", por lo que la mera aprobación,
ocurrido. confusión antes anotada: "El propo- ción del Art. 8°, el concierto entre o aun el consejo, no pueden cons-
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ART.8° CÚDIGO PENAL COMENTADO

tituir todavía concierto, pero puede a otro que lo lleve al lugar donde se pias del desistimiento del delito ETCHEBERRY, Il, 57, reconocien-
ya serlo el convenir en una simple cometerá el crimen, en cuya ejecu- frustrado. A mi¿ttro juicio, basta do que el tenor de la Ley no aclara
actitud pasiva, como no impedir la ción ese otro no tomará parte), en con renunciar a la ejecución del de- la duda, plantea la cuestión de "si en
sublevación o no denunciar algunos un sentido diferente al señalado, lito y, en el caso de que se hayan caso de ser uno de los concertados el
hechos (ETcHEBERRY, Il, 56). En no constituye conspiración. Siendo comenzado a realizar actos prepa- que delata, los demás también apro-
opinión de POLITOFF / MATUS/ RA- el punto discutible, nos inclinamos ratorios, es necesario el abandono vecharían de la impunidad". En su
MÍREZ, PG 392, se requiere un acuer- por la opinión de POLITOFF / MA- de los mismos, no persistir en ellos. opinión, por la razón de ser de la
do acerca del lugar, modo y tiempo TUS / RAMÍREZ: la excepcionalidad No es aceptable que el desistimien- causal y por la similitud con la regla
de ejecutar un delito determinado y del castigo de la conspiración, que to de la ejecución del delito obje- establecida respecto de las asociacio-
la decisión seria de ponerlo por obra, constituye un notable anticipo de to del concierto constitutivo de la nes ilícitas, de un tenor casi idénti-
aunque no es necesario un acuerdo la punibilidad, aconseja, en aras del conspiración tenga más exigencias co (Art. 295), la eximente beneficia
acerca de todos y cada uno de los cabal respeto del principio de re- que el desistimiento de la tentativa. sólo al delator.
detalles de su ejecución. La seriedad serva legal, interpretaciones restric- Respecto de la denuncia del plan y
del acuerdo excluye de la conspira- tivas, que excluyan el riesgo de ex- sus circunstancias, se trata de una La doctrina nacional ha llama-
ción "el concierto que tenga lugar tender la aplicación de esta figura a exigencia de la Ley para que se apli- do la atención sobre la diferencia
con un agente encubierto o con otra situaciones no incluidas claramente que la eximente de pena por el de- entre la "conspiración" y el delito
persona que tenga también el pro- en la misma. sistimiento mencionado en todos de asociación ilícita (sancionado
pósito de evitar el delito" (POLITOFF los casos en que ésta tiene lugar, en el Código, Arts. 292 y ss. y en
/ MATUS / RAMÍREZ, PG 392 s.). En lo que dice relación con la y no sólo para el evento de que al las leyes sobre conductas terroris-
eximente de pena por la conspira- conspirador "arrepentido" se le haya tas (Ley N° 18.314) Y sobre tráfico
El objeto del concierto debe ción, originada en el desistimien- escapado el hecho de las manos. ilícito de estupefacientes y sustan-
ser para la ejecución del delito. Las to de la ejecución del delito, antes cias psicatrópicas (Ley N° 20.000).
opiniones se dividen respecto del de principiar a ponerlo por obra, Lo mismo que en la proposi- Según ETCHEBERRY, Il, 56, la dife-
contenido preciso del acuerdo. Para POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, ción, tampoco cabe desistimiento rencia parece radicar en una mayor
ETCHEBERRY, según se vio, debe de- 393 sostienen que no basta el arre- de la conspiración misma. Produ- permanencia de esta última, y en
terminarse la forma de cooperación pentimiento del conspirador: "debe cido el concierto, la conspiración se un mayor grado de organización en
de cada uno de los concertados. Po- realizar los esfuerzos suficientes y encuentra perfeccionada, por lo que rangos y jerarquías de mando. Simi-
LITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 392, eficaces, 'en sentido contrario', para no es posible desistirse de la misma. lar es el parecer de la jurisprudencia:
son de otro parecer: el concierto impedir que se dé comienzo a la La impunidad de la conspiración la asociación ilícita requiere de una
debe ser para ca-ejecutar un crimen ejecución del delito; obtener el de- deriva de otra circunstancia: del de- organización con cierta estructura
o un simple delito, en el sentido del sistimiento de quienes ya han dado sistimiento de la ejecución del delito jerárquica y con un carácter perma-
Art. 15 N° 1, lo que significa, bási- comienzo a la ejecución del delito, objeto del concierto antes de princi- nente (véanse SCS de 19 de julio
camente, división del trabajo entre pero aún no llegan a consumarlo; piar a ponerlo por obra y de que se de 1978, RD] T. LXXV; 2-4, 228;
personas de igual rango, por lo que o, si el hecho se le ha 'escapado de inicie procedimiento judicial contra Y SCA Punta Arenas de 15 de sep-
el acuerdo para cooperar en la co- las manos', denunciar el plan y sus el culpable, con tal que denuncie a tiembre de 1993, RD] T. XC, 2-4,
misión de un delito de una manera circunstancias a la autoridad". Nos la autoridad pública el plan y sus 228, también citadas por POLIToFFj
., . circunstancias. MATUS / RAMÍREZ, PG, 393).
subordinada (por ejemplo, solicitar parecen exrgencias excesrvas, pro-
174 175
CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 10 N° 1
ARTS. 9° - 10 N° 1

Jurisprudencia en el nuevo sistema de justicia criminal, Librotecnia, 2° edícíón, Santiago


Artículo 9°. Las faltas sólo se castigan cuando han sido consu- 2006; CIllERO, M.: "Comentario al artículo 10 N° 2 Y N° 3", en POLlTOFF / ORTIZ, Comentario,
pp. 109-126; DEMETRJO CRESPO: "La actio libera in causa: ¿una excepción al principio de
madas. culpabilidad por el hecho?, en ARROYO / BERDUGO (coordinadores): Homenaje al Dr. Marino
BmuoGRAFíA: POLlTOFF, Sergio / Mxrus, jean Pierre: "Comentario a los artículos 5° a 9°", en Barbero Santos, Universidad de Salamanca - Universidad de Castilla La Mancha Cuenca
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 67-92 4 • 2001; DUCE, M.: "La prueba pericial y su admisibilidad a juicio oral en el nuevd
penal", Revista Procesal Penal N° 35 (2005), 11-45; FALCONE, D.: "Una mirada crítica a la
regulación de las medidas de seguridad en Chile", en RDUCV,T. XXIX-II (2007); HERNÁNDEZ,
H.: "El régimen de la autointoxicación plena en el Derecho Penal chileno: deuda pen-
diente con el principio de culpabilidad", Revista de Estudios de la Justicia N° 9 (2007);
COMENTARIO
MArus, ].P.: "El positivismo en el Derecho penal chileno. Análisis sincrónico y diacrónico
de una doctrina de principios del Siglo XX que se mantiene vigente", Revista de Derecho
Jorge Mera (Valdivia), Vol. XXN° 1 (2007), 175-203; MUÑoz CONDE, F.: "Las Medidas de Seguridad en el
Código Penal de 1995", Cuadernos de Derecho Judicial N° 24 (1996),301-322; NAQUIRA
].: "Comentario al artículo 10 N° 1", en POLlTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 101-107; NAQUIRA:
Como lo señalan POLITOFF / ciendo el criterio referido, el Art. 494 ].: "Imputabilidad e Inimputabilidad en el sistema jurídico penal chileno", en I Jornadas
MATUS, Comentario, 92, esta dis- bis establece que el hurto que recae de Psicología y Psiquiatría Forense, Facultad de Derecho, PUC, Santiago, 1984; Pozo, N.:
sobre una cosa cuyo valor no pasa de Imputabilidad penal y mente, Universidad Arcis, Santiago 2010; PRAMBS, C.; El tipo de cul-
posición recoge un sano criterio de pabilidad en el Código Penal chileno, Metropolitana, Santiago, 2005; QUINTERO OUVARES, G.:
política criminal, compartido por lo media unidad tributaria (el llamado Locos y culpables, Aranzadi, Madrid 1999; RODRíGUEZ, L. / DELA FUENTE, F.: "El principio de
demás por la mayoría de las legisla- hurto-falta), se castigará con multa culpabilidad en la Constitución de 1980", RDUCV, T. XIII (1989-1990); SAUNAS, M. 1.: Teo-
de una a cuatro unidades tributarias ría y práctica psicológica en el ámbito jurídico, EOS, Madrid 2010; URRA, ].: "Confluencia
ciones de nuestra órbita cultural, al entre Psicología y Derecho", en URRA,]. (comp.): Tratado de Psicología Forense, Siglo XXI,
no exacerbar la represión penal más mensuales (conmutable por trabajos Madrid 2002.
allá de los hechos que causan verda- en beneficio de la comunidad), si se
dero daño a la sociedad. Contradi- encuentra en grado de frustrado.
COMENTARIO

Miguel Cillero
§ 2. De las circunstancias que eximen de responsabilidad criminal
ANTECEDENTES GENERALES embargo, como es sabido, entre los
Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal: autores nacionales existen diferentes
1. El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo Desde un punto de vista sistemá- posiciones sobre la imputabilidad y la
lúcido, yel que, por cualquier causa independiente de su voluntad, tico, se encuentra ampliamente ad- culpabilidad, a las que se hará referen-
se halla privado totalmente de razón. mitido en la doctrina que el Art. 10 cia sólo en la medida que ello sea re-
BmuoGRAFíA: ALVARADO, ].: "El proyecto de Código penal de 1844, de Sílvela, y el Código N° 1 del Código Penal constituye levante para el análisis o la compren-
penal del protectorado español en Marruecos", UNED, Boletín de la Facultad de Derecho, una causa de exculpación, fundada sión de la doctrina y jurisprudencia
N0 1, 1992; BUSTOS, J / HORMAZÁBAL, H.: "Las Medidas de Seguridad", en Lecciones de Dere-
cho Penal, N° 25, en BUSTOS, ].: Obras Completas, T. I (Derecho Penal, Parte General), Ara, en la inimputabilidad del sujetos. Sin relativa a esta disposición legal.
Lima, 2004; BUSTOS, J.: "La Imputabilidad en un Estado de Derecho", en Control Social y
Sistema Penal, PPU, Barcelona 1987; CARNEVAU, R.: "La ciencia penal italiana y su influen-
cia en Chile", Política Criminal, N° 6 2008, A4-6; CERDA, R. / HEIThIOSILLA, F.: Código Penal.
NOVOA, 1, 429: señala que "esta ausencia de aptitudes psíquicas indispensables para
hallarse en posibilidad de conocer el deber jurídico y de ajustar a él su comportamiento,
4 En la medida en que dicho comentario coincide en general con el capítulo correspon-
llevó al legislador a disponer, en tales casos, la irresponsabilidad penal, con lo cual, sin
diente de la obra general de POLlTOFF, MATUS y RAMfREZ, sólo será citado excepcio-
decirlo expresamente, consagró una causa de inimputabilidad".
nalmente, cuando se aparte de un modo relevante de dicha obra general.
177
176
ART. ION" 1 C6DIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. ION" I

Para la doctrina nacional ma- la imputabilidad es un presupues- En principio, la doctrina sos- esa condición afectó de un modo
yoritaria, la imputabilidad es la to de la culpabilidad o uno de los tiene que la LeYlypone que todos relevante la conducta materia del
capacidad de conocer lo injusto y de elementos que la integran, no tie- los sujetos poseen capacidad de enjuiciamiento.
determinarse según ese conocimiento ne mayor relevancia para este co- culpabilidad, salvo que la propia
o, dicho sintéticamente, imputa- mentario, ya que, tanto en un caso Ley establezca una excepción o cau- Sobre estas opciones, la Ley re-
bilidad es capacidad de culpabili- como en otro, no existiendo impu- sa de inimputabilidad", La Ley al cientemente ha tomado una po-
dad: En términos más generales, tabilidad, no tiene sentido exami- establecer las causas de inimputa- sición clara en relación a la exen-
ETcHEBERRY, I, 279, señala que los nar los demás elementos del juicio bilidad lo hace de un modo gene- ción de responsabilidad por la edad
casos de inimputabilidad, pueden de culpabilidad, por lo que su efec- ral (NAQUIRA, Comentario, 192), (Art. 10 N° 2), ya que ha establecido
sintetizarse en la fórmula tradicio- to eximente es indiferente de la po- estableciendo una presunción que barreras cronológicas de presunción
nal falta de mente sana y madura". sición sistemática que se le otorgue no puede estar referida a una situa- de falta de imputabilidad (inferio-
El debate doctrinario acerca de si a sus elementos? ción específica, dejando abierto el res y superiores) que son de carác-
debate de la forma en que esa con- ter objetivo, general y absoluto, a
CURY, 402, en un sentido similar NÁQUlRA, Comentario, 102; GARRIDO, II, 208; dición general puede o no afectar diferencia del sistema anterior de
POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 294; BULLERMORE / MACKINNON, II, 83. Un matiz, -y con qué nivel de intensidad- la discernimiento, que no sólo consti-
lo presenta DEL Río II, 104, que si bien señala que el l O N° 1 se remite a un criterio
conducta del sujeto, dando lugar a tuía una excepción al límite de edad
clásico, hay que considerar la perspectiva positiva: así acepta "que las circunstancias de
inimputabilidad se fundan en la incapacidad del sujeto para responder de sus actos, diferentes posiciones acerca de si es en ciertos tramos, sino que se refe-
es decir, dentro del criterio clásico de nuestra legislación, en la falta del libre arbitrio suficiente para afirmar la inimpu- ría a la capacidad concreta con que
humano en la perpetración del hecho delictuoso", pero la critica al resaltar que se debe tabilidad que el sujeto se encuentre hubiere actuado la persona ,menor
concebir "la imputabilidad como la capacidad del sujeto para responder por sus actos" en la hipótesis legal de inimpurabi- de edad en el hecho específico ma-
y sostener, en consecuencia, que "dentro del criterio positivo, la cuestión sólo tiene una lidad, o es necesario, además, que teria del juicio", En cambio, en los
importancia relativa, porque sea o no imputable el individuo, la sociedad toma medidas
se establezca fehacientemente que supuestos contenidos en el Art. 10
respecto de él desde el momento que es peligroso" (123). Una posición diferente desde
la perspectiva dogmática, la parece sostener PRAMBS, 167 con nota 360, quien sostiene
que "la enfermedad mental puede ser causal de falta de injusto o de culpabilidad, según
cuál sea la facultad afectada: la cognoscitiva o la volitiva, respectivamente". Esta posición ETCHEBERRY, I, 279 desarrolla el punto citando a Pedro Javier FERNÁNDEZ, que en sus
tiene relevancia práctica para el autor, en la medida que la procedencia de las medidas comentarios sostiene que el estado normal del hombre es "ser libre" (1899), por lo
de seguridad para los enajenados mentales declarados inculpables, exige la existencia que concluye que el estudio de la imputabilidad se reduce, en la práctica, "al análisis
del hecho "típico y antijurídico" (168-169) y señala que en la doctrina mayoritaria de los estados de excepción, en los cuales falta la imputabilidad (causales de inimpu-
que no atiende a esta diferencia, "se ignora que la incapacidad cognoscitiva no puede tabilidad).
fundamentar una medida de seguridad, porque ella elimina el injusto, precisamente, Véase en este sentido, el Comentario al artículo 10 N° 2. De todos modos debe ad-
o por error de tipo o por error de prohibición" (170, nota 371). vertirse que se trata, en el caso de las personas menores de ciertas edades, de una pre-
POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 296. Igualmente le restan relevancia general a esta sunción de inimputabilidad (como adolescentes y como adultos) y no de presunciones
distinción CURY, 403 señalando que "lo que es presupuesto es también característica", de imputabilidad, que puedan llegar a entenderse como vulneratorias de la prohibición
ETCHEBERRY, I, 277, plantea que: si bien es un presupuesto que no debería estudiarse constitucional de que la ley presuma de derecho la responsabilidad penal (art, 19 N° 3
en la teoría del delito sino en la "parte dedicada al delincuente", por su estrecho vínculo inciso 6° CPR). Véase en general sobre esto a RODRfGUEZ / DE LA FUENTE, 125-153,
con la culpabilidad y "no deseando innovar en orden clásico de la sistematización", quienes entienden que la prohibición constitucional impide presumir cualquiera de los
examina la imputabilidad en el marco de la teoría del delito y, específicamente, de elementos del delito, incluida la culpabilidad (144), interpretación que, sin embargo,
la culpabilidad. A la misma conclusión luego de analizar la evolución de la doctrina no es mayoritaria en la doctrina nacional y que requiere probablemente de un largo
alemana y española arriba Pozo, 46. trabajo doctrinal, legislativo y jurisprudencial para asentarse en el derecho chileno.
178 179
CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO 1,) ÁRT. lO N° 1
ART. lO N° 1
-,":,}

N° 1, la discusión sobre si basta la que el estudio de las enajenaciones ámbito de las privaciones tempora- blema ha sido explicar y compren-
constatación de la perturbación mentales desde un punto de vista les de razón!". der la cuestión de la imputabilidad
psiquiátrica o es necesario agregar médico se desarrolla por la psiquia- y de la culpabilidad como piezas de
elementos de valoración o psicoló- tría, mientras que desde un punto La legislación ha pretendido un sistema dogmdtico compuesto de
gicos relativos al hecho concreto es de vista "jurídico, o, más bien di- hacerse cargo de identificar, para fundamentos, presupuestos y lími-
más compleja, no admitiendo res- cho, de sus consecuencias jurídi- efectos jurídico-penales, los límites tes al poder punitivo enmarcadas en
puestas tajantes, según se analizará cas, en la medicina lega!', posición entre normalidad y anormalidad, la teoría del delito!', que deben es-
seguidamente cuando examinemos muy difundida por el positivismo cuestión que presenta una gran flui- tructurarse y aprehenderse desde un
las diferentes hipótesis que contiene criminológico y sus seguidores pos- dez conceptual y dificultad teórica punto de vista jurídico.
la disposición. teriores, en cuanto sostenían haber (CURY, 414). En este sentido, pese
desarrollado una disciplina dotada a la brevedad y necesaria generali- Esta posición fue desafiada por
Antes de pasar al análisis espe- de cierta autonomía, respecto de dad de este comentario, me parece el positivismo naturalista, que trazó
cífico de la normativa vigente y de la psiquiatría médica, posición que imprescindible someter a un breve una distinción entre delincuentes y
los desarrollos doctrinales sobre la hoy parece más bien abandonada, análisis algunos problemas teóricos no delincuentes basada en las causas
materia, resulta importante destacar por las modernas concepciones sobre la delimitación de los límites del delito y la peligrosidad del suje-
que la legislación nacional muestra acerca de la psicología y psiquiatría entre normalidad y anormalidad to, por medio de un método deriva-
un importante retraso respecto a las forense, o de la psicología jurídica, que han influido en la legislación do de las ciencias naturales'". De un
actuales concepciones jurídicas y de que se definen por la confluencia de chilena. modo muy general, se puede afirmar
la evolución de la psiquiatría y la dos ámbitos de saberes, en este sen- que de este debate surgió como so-
psicología contemporánea. Por esta tido, véanse los trabajos de URRA y Una de las formas en que el lución de compromiso un Derecho
razón, la fórmula legal, anclada to- SALINAS. Derecho se ha aproximado al pro- penal de doble vía, que estableció
davía en la legislación decimonóni-
ca, exige un permanente esfuerzo de Aunque resulta razonable con-
la doctrina y la jurisprudencia para siderar que en esta materia, de suyo
\0
Por ello, el Anteproyecto de Código Penal emanado del Foro Penal (''Anteproyecto
de Código Penal Chileno de 2005, elaborado por la Comisión Foro Penal", en Po-
adaptar la interpretación de la Ley a cambiante, la legislación no puede
lftica Criminal. N° 1, DI, p. 1-92), proponía la siguiente fórmula: "Están exentos
las actuales concepciones. pretender recoger con exactitud e de responsabilidad criminal: 1°. El enajenado mental y el que por cualquiera otra
inmediatez los avances del cono- anomalía grave sea incapaz de comprender la ilicitud del hecho o de actuar conforme
Una obra reciente sobre el cimiento científico y técnico, así a esa comprensión. 2°. El que, en forma transitoria, se halla privado totalmente de

I
tema, que actualiza la discusión en como las nuevas concepciones ju- razón, siempre que dicho estado no se lo haya provocado para cometer el delito, ni su
relación al Código Penal chileno, rídicas sobre la materia, el retraso perpetración le haya sido previsible al momento de ponerse voluntariamente en dicha
es la de Pozo, 70-87, especialmen- del Código es tan evidente, que se condición... ".
II
Enfoque que ha sido llamado jurídico puro, véase QUINTERO, 19-26.
te en relación con los avances de las justifica plenamente impulsar una 12 Véase la influencia del positivismo en Chile en MATUS, 175-203; CARNEVALl, 1-19. En
neurociencias. Una completa ex- reforma que adapte la legislación

1
nuestra doctrina DEL Río, I1,221, explica que para la escuela positiva (particularmente
plicación del estado de la cuestión nacional a los actuales conocimien- haciendo referencia a FERRl) por "tipo criminal" debe entenderse el individuo "en quien

!.•
médico-legal a comienzos del siglo tos y permita resolver problemas las anomalías atávicas, degenerativas o patológicas, se encuentran en mayor número
XX se encuentra en DEL Río, II, jurídicos que permanecen en la in- l... que entre los no delincuentes, de las mismas clases sociales y de igual origen étnico",
107-127, en que el autor destaca certidumbre, especialmente en el .'$ (sujetos) que tienen una predisposición al delito" .
iI
.• .
180 f 181

11

L
ART. 10 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO .. ART. ION° 1
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como consecuencias jurídico-pena- sibilidad de peritajes a juicio corre Estas construcciones natura- Art. 10 N° 1 del Código Penal, que
les de los no culpables, las medidas el riesgo de utilizar el conocimiento listas, deben confrontarse con la contiene dos hipótesis, que si bien
de seguridad13. experto como forma de sustituir el "idea del ser humano" que subyace tienen la privación de razón como
trabajo que nuestros sistemas institu- al Estado de Derecho. Es esta idea un elemento en común, se pueden
El positivismo pretendió trazar cionales le asignan exclusivamente a de persona la que "acepta, (y) pro- diferenciar por su permanencia en el
la separación entre la normalidad y los jueces, sin que ese conocimiento tege el Derecho penal y en la que se tiempo y su origen patológico, lo que
la anormalidad de un modo científi- experto sea objeto de los resguardos plasma la relación entre la persona y justifica y aconseja un tratamiento
co natural que dejó huellas profun- y procedimientos establecidos para el orden jurídico" (QUINTERO, 20). separado. Como señala NOVOA, 1,
das en nuestra doctrina, que, en par- asegurar la calidad, independencia Esta visión, basada en la igualdad 426, en elArt. 10 N° 1 se compren-
te, todavía tiende a entregar el juicio e imparcialidad del trabajo judicial" de todos los seres humanos, exige den dos hipótesis diferentes, en pri-
sobre la imputabilidad a la ciencia (DUCE, 11 a 45, nota 7). comprender las particularidades del mer lugar la enajenación mental y,
médica a través de un peritaje foren- sujeto para emitir un juicio persona- en segundo término, la privación de
se. Se pretende de ese modo que el Según PRAMBS, de este modo se lizado sobre su actuar. razón transitoria, sin embargo, am-
pronunciamiento pericial (científico ignora "que el trastorno mental es bas hipótesis tienen en común una
natural) se convierta en un sustitutouna causa de inculpabilidad, como Por ello, se afirma con razón alteración de las condiciones men-
del razonamiento jurídico que debe cualquier otra; es un concepto jurí- que una concepción crítica, debe tales normales de los sujetos.
ser realizado por el juez. dico sistemático, una categoría jurí- cuestionar la dualidad imputa-
dica, y no médico naturalista", que se bilidad / inimputabilidad, confron- INIMPUTABILIDAD POR LOCURA O
Como señala DUCE, refirién- encuentra definida normativamente tándola con el reconocimiento de la DEMENCIA. LA ENAJENACIÓN MENTAL
dose específicamente a los peritajes en el Código penal y Procesal penal dignidad humana y la protección del
sobre la imputabilidad del acusa- (PRAMBS, 171-172 y 174-175), Y orden social democrático que exige El Código Penal chileno siguió
do, "la opinión experta comienza a que exige que la "locura o demencia necesariamente respetar la diversidad los criterios de la escuela clásica,
utilizarse crecientemente para sus- o trastorno mental transitorio -para de las personas y evitar las clasifica- según la cual el libre albedrío y la
tituir el trabajo de razonamiento y ser calificada como causa de incul- ciones de base naturalista (véase Bus- responsabilidad moral servían de
construcción de la verdad procesal pabilidad- habrá de afectar la capa- TOS, 1987,282-283 YPRAMBS, 176). fundamento a la responsabilidad
encargadas a los jueces", señalando cidad volitiva del sujeto en el grado criminal. Tuvo como referencia al
que "una política abierta de admi- que exige la ley"!", Esta tarea, que en gran parte ya Código Penal español de 1850 que
ha sido abordada en la legislación dispone que están exentos de res-
13 El origen del sistema dualista se sitúa en el Anteproyecto de Código Penal suizo de y parte de la doctrina nacional en ponsabilidad criminal el loco o de-
1893 inspirado en el pensamiento de C. STOOS. Véase MUÑoz CONDE, 304, aunque el ámbito de las personas menores mente, a no ser que haya obrado en
ciertamente encuentra precedentes anteriores en la doctrina. El sistema dualista busca de edad, todavía se encuentra pen- un intervalo de razón (un análisis
compatibilizar una justificación sistemática de la respuesta penal y las exigencias de- diente en el de la inimputabilidad histórico en NAQUIRA, 1984, 1-3).
rivadas de la categoría culpabilidad, siendo, una "solución de compromiso" BUSTOS / en razón de la privación de la razón,
HORMAZÁBAL,722. tanto permanente como temporal. En general, la doctrina señala
14 PRAMBS, 176, el autor sostiene que el uso de los conocimientos científicos no puede
determinar la interpretación constitucional y legal, por ello, estos conocimientos deben
que la legislación comparada ha re-
adaptarse al respeto que la Constitución exige a la igualdad entre todas las personas y Hecha esta aclaración concep- currido a tres fórmulas para estable-
el respeto a la dignidad humana. tual, se puede pasar a analizar el cer esta causa de inimputabilidad:
182 183
----------

ART. 10 Na 1 CÚDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. lONa 1

+'P.'-,

a) psiquiátrica o biológica pura, b) anomalía, no estaba en condiciones ideas eri la locura, demen- doctrina ha centrado su análisis en
psicológica, y e) mixta. Entre estas de comprender el injusto de su acción cia o privación total de razón", plan- el alcance de los términos loco o de-
alternativas DEL VILLAR, 162, señala y de determinar su voluntad de acuer- tea que estas alteraciones tengan una mente, tanto en su sentido técnico
que la Ley penal chilena ha optado do a su comprensión'l". Esta posición envergadura suficiente que permita como en el uso común del lengua-
por la primera, limitándose a enun- mixta aparece como mayoritaria en la afirmar la existencia de un compro- je. NOVOA, 1, 429, sostiene que en
ciar la anormalidad del sujeto. LABA- doctrina y jurisprudencia nacional, miso psíquico (cognitivo o volitivo) la terminología de la época en que
TUT, Il, 134-135 refiere a una juris- y como dice CURY, 416, más allá de en el comportamiento concreto. se dictó el Código Penal, la locura
prudencia en que pareciera primar algunas hipótesis particulares, "lo im- o demencia designaba a las personas
un criterio mixto, aunque termina portante es que en el estado actual de Esta interpretación también re- que han perdido el juicio o carecen
señalando que tal vez el método más la doctrina y de la jurisprudencia, los sulta concordante con la referencia de él, es decir, personas con una gra-
científico es el criterio psicológico, enfermos mentales y anormales no específica que hace el legislador a la ve alteración mental, permanente
según el cual lo que exime de la res- serán declarados locos y dementes, actuación del sujeto al referirse a los en el tiempo y de índole morbosa,
ponsabilidad, "no es la enfermedad sino cuando se haya establecido con- intervalos lúcidos y guarda corres- que impide su adaptación al am-
mental, sino las perturbaciones psí- cretamente que al obrar estaban pri- pondencia con la anterior fórmu- biente social corriente, expresiones
quicas que le impiden al sujeto con- vados de capacidad para comprender la de inimputabilidad por falta de similares que también contendía
ducirse norrnalmente'T'. la antijuridicidad de su acto y auto de- discernimiento de los menores de el Código Civil dictado unos años
terminarse en consecuencia". edad, que exigía haberpuesto en obra antes. Para NOVOA, 1, 429, ellegis-
POLITOFF / MArus / RAMÍREZ, PG, esa capacidad en el acto concreto que lador habría querido consignar esta
298, plantean que es necesario decidir En el mismo sentido, NAQUIRA, se está juzgando". expresión para aquellos casos en que
si para eximir la responsabilidad basta Comentario, 102 17, sostiene que si los individuos debido a alguna pa-
con constatar la existencia de la anor- bien en principio la doctrina reco- Luego de planteada la cuestión tología presentan una insuficiencia
malidad orgánico-psiquiátrica o es noce que "el legislador establece una sistemática, es necesario abordar o alteración grave de su mente, al
necesario, además, como lo indican presunción de derecho de inimpu- el problema de la imprecisión de punto que estarían faltos de razón o
las fórmulas mixtas, determinar "si tabilidad", asumiendo un criterio los términos de locura o demen- de voluntad.
el hechor, como consecuencia de su psiquiátrico, luego al desarrollar "las cia, siendo necesario distinguir su
sentido científico o técnico, del uso ETCHEBERRY, 1, 280, por su par-
15 coloquial o común. Pero aun en el te, señala que la Ley no ha querido
La sentencia más relevante que cita LABATUT, es la que dispone que "no procede eximir
de responsabilidad criminal, aplicando el arto 10 N° 1 del Código Penal, si el incul- caso del lenguaje científico, nos en- otorgar ningún significado técnico
pado, no obstante su condición de epiléptico, obró en la comisión del delito con el contramos con una relativa impre- preciso a estas expresiones. Sería uno
discernimiento suficiente para apreciar la licitud o ilicitud de sus acciones y comprender cisión de los términos que es puesta de los casos en que no corresponde
la responsabilidad que éstas le imponían", SCA Concepción de 30 de junio de 1951, de manifiesto en detalle por CURY. interpretar las palabras de acuerdo a
RD], T. XLVIII, 2-4, 121. la regla de interpretación que alude
16
POLlTOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 298, afirmando que la posición mixta es la domi-
Respecto a la primera parte del al sentido técnico de una ciencia o
nante en la doctrina nacional y haciendo referencia a la actualidad de esta cuestión en
la doctrina comparada refiriendo a ]ESCHEK ya ROXIN. referido numeral 1 del Art. 10, la arte, porque aparece claramente que
17
Citando como ejemplos la definición de NOVOA citada supray la referencia de ETCHE-
BERRYa que por la enfermedad el sujeto no podría dirigir su conducta de acuerdo con
las exigencias ordinarias del derecho. 18 Ver en este sentido CILLERO, Comentario, 117-118.
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MIGUEL CILLERO ART. ION° 1
ART. 10 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO

se han tomado en un sentido natu- gicos del individuo, que lo colocan en que locura o demencia alude a los
progresiva que permita comprender
conflicto con el ambiente y le impiden enfermos mentales que carecen de
ral y obvio, y según el uso general en él toda forma de enajenación, re-
una adaptación a la vida social". Para tal claridad en su razón o juicio. Por
de las mismas palabras que, agrega conocida por la siquiatría.
fundamentar su posición, ETCHEBERRY tanto, no toda enfermedad mental
el autor, aún seguiría siendo aproxi-
madamente el mismo que tenía ala -junto con aludir al significado de las implica imputabilidad.
POLITOFF / MATUS / RAMIREZ,
época de promulgación del Código PG, 297-298, coinciden con el resto palabras en tiempo de su redacción-
(en un sentido similar, NAQUIRA, señala que el Art. 10 N° 1 equipara el GARRIDO fundamenta la inter-
de la doctrina en que de las expresio-
1984,2-3, citando a PACHECO). caso del loco o demente con aquella pretación anterior en los Arts. 682
nes loco o demente, a través de una
interpretación progresiva, debe con- persona sana que por causas ajenas a y siguientes del antiguo Código de
su voluntad se "halla privado total- Procedimiento Penal. Con esto afir-
CURY, 414, pone énfasis en que cluirse que quedan comprendidos
mente de razón". ma que locura o demencia no deben
las expresiones locura o demencia ca- los que han obrado bajo la influencia
entenderse como expresiones médi-
recen de sentido preciso, mientras de cualquier enajenación mental. Lo
que GARRIDO, II, 281 sostiene que que a juicio de los autores habría que- El concepto de privación de co-psiquiátricas, sino en su sentido
no existen afecciones en la psiquia- dado zanjado con la introducción del razón, entonces, no es equivalente normativo, que consiste en una am-
tría que calcen en tales expresiones. Título III del Libro IV del Código a falta de inteligencia, ya que ésta plia alteración de las facultades in-
La doctrina está de acuerdo en que de Procedimiento Penal (1906) "De no faltaría de forma absoluta en las telectivas y volitivas de una persona
en la actualidad los términos en co- las medidas aplicables a los enajena- enfermedades mentales, sino que de cierta intensidad, más o menos
mento parecen aludir a la idea de dos mentales". Terminología que se es más bien el adecuado funciona- permanente.
enajenación mental, este concepto mantuvo en el Libro IV Título VII miento de todos los aspectos de la
designaría o, más bien, interpretaría del vigente Código Procesal Penal, psiquis: inteligencia, voluntad, sen- A juicio de CURY, 415-416, las
el sentido de las expresiones locura o que dispone en su Art. 455 que "en sibilidad y memoria. Es loco o de- diversas anomalías conocidas por
demencia empleadas en la época de el proceso penal sólo podrá aplicarse mente entonces, para ETCHEBERRY, la psiquiatría corresponden exacta-
promulgación del Código. una medida de seguridad al enajena- quien presenta una alteración pro- mente al contenido de las antiguas
do mental que hubiere realizado un funda de sus facultades psíquicas, nociones de locura o demencia y de-
NOVOA, I, 429 pone de mani- hecho típico y antijurídico". a tal grado que no puede dirigir su ben buscarse las que coinciden con
fiesto que la psiquiatría actual (a su conducta de acuerdo con las exigen- la idea que quiso expresar la norma.
cias ordinarias del derecho. Por esta razón, la interpretación de
época) no emplea las palabras loco o ETCHEBERRY, I, 280, asimismo,
demente con el mismo significado, sostiene que en la actualidad es pre- las palabras debe efectuarse en rela-
lo que, de no mediar una actualiza- ferible utilizar el concepto de enajena- Para GARRIDO, II, 281-282, el ción con la idea de privación total
ción de los conceptos puede inducir do mental que es una "expresión más elemento central reside en la luci- de razón usada por el Art. ION° 1
a "yerro hermenéutico". Igual orien- acorde con las denominaciones psi- dez. Sostiene el autor que el sentido parte final. Supone el autor que la
tación sigue LABATuT, I, 136, quien quiátricas modernas". Para delimitar de la disposición queda reducido identidad de consecuencias jurídi-
concuerda en que los términos fue- el contenido de la enajenación men- exclusivamente a los enfermos que cas de las dos situaciones del N° 1
ron utilizados de acuerdo al concep- tal, propone entenderla como las más sufren anomalías de orden patológi- se debe a que ambas perturban las
to que se utilizaba a la época de pro- graves enfermedades psíquicas, "que co o psicológico que afectan la luci- funciones psíquicas del sujeto de
mulgación del Código, por lo que imposibilitan o perturban en tal alto dez. Esta última sería para el autor la misma forma. La locura y la de-
procede hacer una interpretación grado los principales procesos psicoló- claridad de razonamiento, por lo mencia serán estados patológicos de
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ART. 10 N° I CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 10 N° I

carácter durable, y se entenderá que circunscribe la inimputabilidad por En síntesis, en la mayoría de la teración produce en el sujeto" cues-
la privación total de razón se produ- falta de salud mental, a los casos más doctrina nacional la inimputabili- tión jurídica que debe ser valorada
ce cuando el sujeto no es capaz de graves de enfermedades psíquicas, dad por enajenación mental requiere judicialmente, a la que la pericia
comprender lo injusto de su actuar trastornos más graves, que imposibi- la existencia de un "presupuesto psi- psiquiátrica y el tipo de enfermedad
y de auto determinarse. No obstan- litan a tan alto nivel los principales copatológico" -enajenación mental sólo le deben servir de apoyo'".
te lo señalado, CURY, 416, reconoce procesos psicológicos del individuo, causada por una enfermedad- que
que los conceptos conservan una que lo sitúan en conflicto con el am- produzca un efecto en la conducta En el mismo sentido se plan-
considerable indefinición. biente e impiden su adaptación a la del sujeto (efecto psicológico-jurídi- tea PRAMBS, para quien si bien en la
vida social (NOVOA, I, 435). co) (NAQUlRA, Comentario, 104). legislación chilena "la locura exige
Otro elemento que ha cobrado base morbosa o patológica ... ello no
relevanciaen la doctrina al momento Asimismo, se plantean dudas En conclusión, más que una es suficiente", ya que no basta con el
de analizar la locura o demencia dice acerca de si es suficiente para eximir separación entre sujetos normales peritaje médico, sino que es necesa-
relación con cuáles enfermedades de responsabilidad penal, la consta- y enfermos (distinción derivada de rio el pronunciamiento judicial ba-
quedarían comprendidas en esta ex- tación de la anomalía psíquica, de la idea de raigambre positivista de sado en la valoración jurídica de los
culpante. No obstante, que parte im- acuerdo a la formula orgdnico-psi- inimputabilidad como una condi- antecedentes (PRAMBS, 176-177)21.
portante de la doctrina parece seguir quidtrica, o si, de acuerdo como lo ción del delincuente), lo decisivo
un criterio jurídico, por el cual la señalan las fórmulas mixtas, se debe para establecer la inimputabilidad Por ello tampoco tienen senti-
enfermedad puntual que puede pa- determinar si el autor como conse- es la valoración del "efecto que la al- do en este enfoque los planteamien-
decer el imputado es irrelevante, sólocuencia de su anomalía, no estaba
importa el grado de afectación sobre en condiciones de comprender el Continuación nota 19
el sujeto más que de cuál se trate. injusto de su acción y determinar esta posición: "Las expresiones loco o demente, empleadas en el artículo 10 N° 1 de
su voluntad según esa comprensión. nuestro Código Punitivo, que corresponden al más amplio espectro de enajenación
NOVOA postula que: a) hay un POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, mental, sólo deben considerarse incluidos en tal estado a los que sufren de graves per-
gran número de anormalidades psí- 298, indican que la orientación de turbaciones psíquicas en el sentido de alterarle profundamente las funciones mentales
de una persona en términos de imposibilitarle la adaptación de su conducta a la vida
quicas, de mayor o menor entidad, la doctrina y la jurisprudencia sería social. Ahora bien, para que se produzca el efecto eximente resulta necesario que la
que tienen características y manifes- hacia esta fórmula mixta, aduciendo enfermedad mental actúe sobre la inteligencia o bien sobre la voluntad, suprimiendo
taciones muy diversas y que caben para ello la ya citada SCA Concep- en el primer caso la capacidad de entender, o anulando en el segundo la libertad de
bajo el rubro general de enferme- ción de 30 de junio de 1951, que querer". SCA Valparaíso, de 23 de diciembre de 2003, Rol N° 8670-2003.
dades mentales; b) que dentro del exige -en el caso de la epilepsia- no 20 Al reconocer esta diferencia, entre enfermedad mental y alteración penalmente relevante
Código Penal, solamente ha de ser sólo la presencia de la enfermedad, de la conducta, se renuncia indirectamente en el marco del Derecho penal a "agrupar a
las personas en normales y anormales apriori': sigo en esto a QUINTERO, 42 Ya BUSTOS,
tenido como inimputable el loco o sino que también que ésta haya in-
1987.
demente, entendido como el enaje- fluido en el discernimiento con que 21 Pese a una referencia errada a una de las normas aplicables, el autor desarrolla su
nado mental. El autor, acto seguido, habría actuado el sujeto!", argumento, a partir de la exigencia del arto 458 de solicitar el informe psiquiátrico y
la valoración de los antecedentes que debe hacer el juez según lo dispone el art. 462,
que "establece la posibilidad de que el juez, a pesar del informe médico, no tenga la
19
En sentido similar, NAQUlRA, Comentario, 104, con referencias jurisprudenciales. certeza de la afectación penal de las facultades del sujeto, lo que nos indica que la ley
Un fallo relativamente reciente de la Corte de Apelaciones de Valparaíso reafirma exige algo más que la base morbosa".
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tos doctrinales que afirman que la al avance permanente de la psiquia- enfoque.yu buen ejemplo es la cau- cia, por lo cual sería un error del
Ley presume la inimputabilidad de tría. Actualmente, la clasificación sa RIT 150-2005 del Tribunal Oral legislador. NAQUIRA, 362-364, en
los locos, los dementes o los ena- científicamente más relevante es de Antofagasta (13 de octubre de cambio, sostiene que "el legislador,
jenados mentales, ya que ésta debe el Manual diagnóstico y estadístico 2005, citada por CERDA! HERMOS1- acertada o equivocadamente, para
ser resuelta jurídicamente y no en de los trastornos mentales, conocido LLA, 32-41), en que se establece por bien o para mal, estableció una ex-
base a criterios médico naturalistas por sus siglas en inglés DSM-IVTR el peritaje psiquiátrico que el impu- cepción". Además, señala que el es-
que son ajenos a nuestra legislación. (Diagnostic and Statistical Manual tado de homicidio, según la termi- tado del conocimiento científico no
El Código Penal se rige en materia ofMental Disorders, de la American nología del DSM-4, padece de un es tan determinante, y que "siempre
de imputabilidad por un enfoque Psychiatric Association). También la trastorno delirante de tipo celotípi- es necesario investigar caso a caso".
normativo, que, como concuerda la Organización Mundial de la Salud ca y que en el momento de los he- Una persona, sostiene el autor, se
doctrina, usa estos términos según recomienda el uso de la Clasificación os "curso un estad
chos i"
o crepuscu ar , "califica de inimputable porque se
su uso común y no se restringe a su Internacional de las enfermedades situación esta última que además es encuentra en una situación, perma-
significado científico técnico, por lo (CIE-lO). Con estos instrumentos ratificada por el examen psicológico nente o transitoria, en la cual carece
que es necesario valorar el caso, y no la psiquiatría forense es capaz de en- realizado a través del test de Rors- de la capacidad para conocer el in-
es posible declarar su inimputabili- tregar pericias basadas en evidencia chard por la psicóloga de la defensa. justo de su actuar, o bien para auto-
dad a priori, por el solo hecho de científica, que sirven de base para la El Tribunal razona frente a estos pe- determinarse conforme a derecho".
existir esa base morbosa o patológi- valoración jurídica sobre la imputa- ritajes, señalando que trastorno de- Si éste es el elemento decisivo, la
ca22 • bilidad. Por ello, resulta irrelevante lirante celotípico, "corresponde, en supuesta normalidad o anormalidad
referirse a las clasificaciones tradi- la nomenclatura del Código Penal, a (enfermedad) del sujeto no llega a
El problema de la identifica- cionales de las enfermedades men- la locura. Adicionalmente, el tribu- tener relevancia.
ción de los presupuestos patológicos tales recogidas en gran parte de las nal señala que "ya el estado crepus-
es una materia de la psiquiatría fo- obras penales tradicionales (un tra- cular ... nos lleva de todas formas a DEL Río, Il, 128, por su par-
rense, pero que ha dado lugar a una tamiento actualizado sobre el tema la absolución, pues en la intensidad te, hacía presente los cambios en
amplia descripción terminológica en Pozo). del nivel de afectación de la concien- la ciencia médica sobre el tema y
en la doctrina penal nacional. Sin cia, particularmente de su capacidad aconsejaba, siguiendo el criterio de
embargo, estas descripciones rápi- En la más reciente jurispruden- reflexiva, sólo podría concluirse que la anormalidad, que "en los casos
damente quedan obsoletas debido cia nacional, también se adopta este el acusado obró totalmente privado , de duda debe recurrirse siempre al
de razón". perito para que determine, con tan-
ta precisión como sea posible, si la
22 PRAMBS, 175, nota 386, plantea que tal pretensión resultaría además contraria a la Un problema adicional lo plan- forma de enajenación mental que
Constitución y afirma que el Código Penal al considerar los intervalos lúcidos, está tea la referencia a los intervalos lú- motiva la consulta, admite los lla-
exigiendo que los trastornos mentales permanentes o transitorios "eximirán de res-
cidos. Para algunos autores, este mados intervalos lúcidos". N OVOA,
ponsabilidad penal cuando el hecho fue cometido por el sujeto teniendo su capacidad
volitiva anulada o afectada de manera grave. También a favor de una fórmula mixta
problema debe resolverse desde un 1,438, señala que las rudimentarias
Pozo, 68, quien afirma que "la imputabilidad busca rastrear la capacidad personal de punto de vista del estado del conoci- nociones psiquiátricas de la época
culpa, por el cual los límites de los efectos psicológicos no pueden considerarse rígidos. miento médico psiquiátrico. CURY, permiten explicar su referencia. Las
En consecuencia, un oligofrénico podrá ser perfectamente imputable si su insuficiencia 416 sostiene que en la actualidad califica de rudimentarias, porque si
de facultades le permitió comprender y dirigir su conducta". la psiquiatría no acepta su existen- bien la psiquiatría moderna corn-
190 191
....

ART. 10 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 10 N° 1

prueba rerrustones temporales de hombre normal, cuestión que debe- es posible pasar a valorarlas de un exige una evidencia muy consistente
los síntomas morbosos en algunos rá probarse con la pericia respectiva, modo más específico, entendiendo para afirmar la existencia de la im-
casos de enajenaciones mentales, se debe considerárselo capaz de respon- que no es suficiente señalar que para putabilidad, pese a la presencia de
opone a admitir que durante el pe- sabilidad penal, aun cuando exista parte importantéxie la doctrina ju- un trastorno mental permanente.
ríodo aparentemente normal haya sospecha de un proceso morboso que rídica, habría médica de
desaparecido la enfermedad, lo que vuelva a aflorar en el futuro". Pese a que éstos no pueden existir desde el Esta evidencia científica parece
sucede es que durante ese tiempo se esta posición, de legeferenda, N OVOA punto de vista científico. no existir, por lo que de constar por
han eliminado las manifestaciones declara su adhesión a la idea de im- el informe médico forense que el su-
exteriores. ETCHBERRY, 1, 282; DEL putabilidaddisminuida, para resolver Dado el carácter restrictivo que jeto padece algunas de las restrictivas
VILLAR, 166-167 Y GARRIDO, II, estos casos de semielienación. actualmente le otorga la doctrina y enfermedades que son categorizadas
284, concuerdan en que la psiquia- la jurisprudencia, al anteriormente como aquellas enajenaciones men-
tría ha rechazado este concepto y En la misma línea, DEL VILLAR, amplio concepto de locura o de- tales que justifican la inimputabili-
que de lo único que se puede hablar 167 acepta la posibilidad de respon- mencia, o siguiendo la terminología dad, resulta conveniente por razones
es que durante un intervalo hayan sabilizar al agente, "cuando incurre dominante, a las alteraciones psíqui- de garantía y seguridad jurídica que
desaparecido los síntomas externos en la conducta en circunstancias que cas que constituirían la enajenación el sujeto sea eximido de responsabi-
de la enfermedad, pero que de todos está disimulada si no oculta la falla mental, no parece quedar mucho lidad, sin entrar a examinar los posi-
modos ésta persiste. PRAMBS, 175, psíquica morbosa que lo aqueja'. espacio para los llamados intervalos bles intervalos lúcidos, ya que estos
nota 386 por el contrario, "afirma ETCHEBERRY, 1, 283 también critica lúcidos. no son posibles de acreditar desde la
que la ciencia psiquiátrica no duda la fórmula, señalando que "aún den- perspectiva científica.
en admitirlo", argumento que le sir- tro de las concepciones de la época Si se exige para reconocerla
ve para avalar su posición respecto a no fue muy afortunada la mención eficacia exculpatoria de la enajena- Más aún, parece haber en la
la necesidad de un análisis jurídico hecha por el Código Penal a los 'in- ción, que las alteraciones a la salud doctrina mayoritaria, que es muy
sobre los efectos de la patología en la tervalos lúcidos', ya que en materia mental sean graves, permanentes e restrictiva de la causal de inimpu-
conducta concreta que se enjuicia. civil, declarado interdicto un de- idóneas para afectar de un modo tabilidad por enajenación mental,
mente, sus' actos son nulos, aunque determinante y constante las facul- una contradicción en los términos
NOVOA, 1, 438 no obstante lo se pretenda que los ha realizado en tades volitivas y cognitivas del su- al exigir una envergadura tan impor-
señalado, atendido a la fuerza obli- . un intervalo lúcido", aunque tam- jeto, parece coherente sostener una tante a la alteración y luego sostener
gatoria de la fórmula legal propone bién señala que "parece demasiado posición como la de CURY, de exigir que esta enfermedad no altera todo
un criterio jurídico al respecto. Cri- forzado considerar exento de res- una evidencia científica muy consis- el comportamiento del sujeto, pu-
terio que, a su juicio, debe descansar ponsabilidad penal al epiléptico que tente como para reducir aún más el diendo suspender su manifestación
en que el legislador asienta la idea de lejos de una crisis, gira un cheque sin espectro de aplicación por la vía de durante intervalos lúcidos.
imputabilidad, en la presencia en el fondos, o al ciclotímico que, dentro afirmar que si bien el sujeto padece
sujeto de los procesos psíquicos in- de sus períodos de alteración, come- alguna enfermedad mental, ha ac- Distinta es la situación si el
telectivos y volitivos. Es decir, para te un acto de contrabando". tuado en un intervalo lúcido. Es de- componente biológico o psiquiátri-
NOVOA, "si el individuo está en con- cir, para ponderar adecuadamente co de la fórmula legal es entendido
diciones de ejercitar esas actividades Vistas las dos posiciones so- la cuestión, se debe considerar tam- de un modo más flexible o menos
en condiciones equivalentes a un bre los llamados intervalos lúcidos, bién un argumento de garantla, que exigente, de modo tal que pudieran'
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MIGUEL CILLERO ART. 10 N° 1
ART. 10 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO

subsumirse en él alteraciones transi- blemas terminológicos y sistemá- da en el Art. ION o 1 del Código penal a un inimputable por enaje-
torias a la salud mental y fuera nece- ticos expuestos, parece existir un Penal que tienen como presupuesto nación, a la que denomina medida
sario entrar a examinar el concreto cierto consenso en la doctrina y la no sólo de la comisión de un he- de seguridad y que se encuentra, sin
estado de lucidez del sujeto, cuestión jurisprudencia nacional en que para cho típico y antijurídico, sino que embargo, modulada en su extensión
que claramente se encuentra abierto que proceda la exención por enaje- además se requiere que exista una y naturaleza por la pena abstracta
en otras fórmulas legales, como la nación mental, se requiere la concu- necesidad de intervención
e,?
debida- mínima que se le hubiere podido
española, que no exigen ya la ena- rrencia de un presupuesto psiquiá- mente acreditada por-las razones es- imponer al delito por el que se for-
jenación y en las tesis minoritarias trico de base orgánica, de carácter tablecidas en la ley. Las medidas de malizó o condenó al sujeto.
de interpretación de la Ley nacional más o menos permanente, unido a seguridad pueden ser privativas de
sostenidas por Pozo y PRAMBS. una alteración de las facultades cog- libertad o no privativas de ésta y de- PRIVACIÓN TOTAL DE RAZÓN POR
nitivas y volitivas. berán efectuarse en establecimiento CAUSA INDEPENDIENTE DE LA VOLUN-
Probablemente, una nueva for- o a través de procedimientos de TAD DEL AUTOR (ART. 10 N° 1, SE-
mulación legislativa, asumiendo Finalmente, para poder entre- tipo sanitario, orientadas a fines GUNDA PARTE)
tajantemente la fórmula mixta que gar una visión general sobre los efec- terapéuticos (en el mismo sentido,
exige una valoración jurídica, no na- tos de la enajenación mental, se hará POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, Este supuesto normativo parte
turalista y centrada en la conducta una breve referencia descriptiva a las 304-305; en relación a la normativa de la base de que se trata de una pri-
concreta, pueda terminar por escla- consecuencias jurídico penales que anterior CURY, 418-419; un análisis vación temporal de razón, ya que de
recer el problema, mientras ello no se derivan para el enajenado. en profundidad y crítico en FALCO- otro modo se asimilaría a la enaje-
ocurra, hay buenos argumentos de NE,235-256). nación tratada en la primera parte
garantía para restringir el uso del cri- El título VII del Libro IV del del numeral en comento (ETCHE-
terio de los intervalos lúcidos como Código Procesal Penal establece las La extensión de las medidas BERRY, I, 285). CURY, 422, define la
una forma de limitar aún más los medidas de seguridad que se pueden de seguridad será determinada por privación total y transitoria de razón
casos de inimputabilidad. Sin em- imponer a los enajenados mentales el tiempo en que "subsistieren las como una "incapacidad temporal
bargo, su consagración legal otorga que hubieren realizado un hecho condiciones que las hubieren hecho para comprender lo injusto del ac-
también buenos argumentos para típico y antijurídico (Art. 455), dis- necesarias, y en ningún caso podrán tuar y autodeterminarse conforme a
avanzar hacia interpretaciones que poniendo, seguidamente, que "éstas extenderse más allá de la sanción esa comprensión, debido a una cau-
permitan una ampliación de los con- procederán siempre que existieren restrictiva o privativa de libertad sa exogena o en d
I ' " . Ad emas,
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ceptos a caso, como el que se citó, antecedentes calificados que permi- que hubiere podido imponérsele o la Ley exige que la privación total y
en que la jurisprudencia termina asi- tieren presumir que atentará contra del tiempo que correspondiere a la transitoria de razón, para eximir de
milando los estados crepusculares a sí mismo o contra otras personas". pena mínima probable, el que será responsabilidad penal, debe tener su
la enajenación mental, ya no por su señalado por el tribunal en su fallo" origen en una causa independiente
caracterización patológica, sino que De estas disposiciones se des- (Art. 481 del CPP). de la voluntad del actor.
por los efectos que produce en el ac- prende que se trata de medidas de
tuar concreto que se enjuicia. seguridad post-delictuales, aplica- En consecuencia, respecto del Ausencia de voluntad, transito-
bles únicamente a personas eximi- enajenado mental, el Derecho penal riedad de la alteración y privación
En síntesis, de lo expuesto se das de responsabilidad penal por la chileno establece la posibilidad de total de razón en el momento del
desprende que más allá de los pro- causal de inimputabilidad conteni- imponer una consecuencia jurídico acto, son los requisitos copulativos
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ART. lO N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 10N° 1

requeridos por la ley23. A partir de de provocar problemas temporales transitoria de razón puede deberse Sin alterar esta interpretación se
estos elementos, la doctrina nacional relativos a la consideración del dolo, a fenómenos fisiológicos normales, acepta como excepción el caso del
ha identificado diversos problemas, de la culpa y de la imputabilidad": como el sueño; o a fenómenos arti- alcoholismo crónico, que es recon-
siendo los más complejos los relativos ficialmente provocados por sustan- ducido a la enajenación mental por
a la intoxicación y autointoxicación, Como señala HERNÁNDEZ, 11, el cias u operaciones especiales, como considerarlo una psicosis alcohólica
es decir, escenarios en que el sujeto Código Penal chileno, a diferencia del la narcosis y láP-Ripnosis; o a causas (NOVOA, I, 450-451), "matiz impor-
llega a encontrarse en situación de Código Penal español de 1850, a ins- patológicas de características princi- tante, pero más bien marginal, que
privación total de razón por un acto tancias del Comisionado Altamirano palmente somáticas, que no pueden no hace más que resaltar la extraor-
voluntario, negligente o fortuito. y siguiendo a PACHECO, estableció el ser incluidas propiamente en el con- dinaria dureza del derecho vigente"
trastorno mental transitorio como cepto de enfermedad mental, como (HERNÁNDEZ, 14).
Esta disposición ha presentado eximente de responsabilidad penal", son el desmayo y las fiebres de ori-
interés para la doctrina debido a que gen infeccioso; o la predisposición Como señala HERNÁNDEZ, 12,
en gran parte de los delitos de resul- El concepto de trastorno men- anormal del individuo, como el so- con amplias referencias bibliográfi-
tado material, no existe coincidencia tal transitorio es de carácter difuso nambulismo" . cas a la doctrina nacional, en aten-
cronológica entre el momento de la y de gran amplitud. NOVOA, t, 443, ción a esta regulación, sólo la in-
actuación y del resultado, lo que pue- sostiene que "una privación total y Sin embargo, más allá de si- toxicación plena involuntaria puede
tuaciones particulares, como son el eximir de responsabilidad penal,
sueño, la hipnosis o el sonambu- lo que lleva a una coincidencia de
23 NOVOA, 1, 443, señala que se debe concluir que la "privación total de razón indicada lismo, ETCHEBERRY, I, 285, plantea la doctrina en que sean sólo la in-
ha de ser transitoria y no originada en enfermedad mental propiamente dicha". que la "fórmula por causa indepen- toxicación forzada o fortuita las que
24 COUS1ÑO, 1, 524-526, citando a MANZINI, señala que "el problema se produce por diente a su voluntad" se agregó en tienen la virtualidad de eximir de
hechos libremente queridos, pero verificados mientras el autor se encuentra en estado la Ley "para excluir de este benefi- responsabilidad penal.
de inimputabilidad".
25
cio al ebrio". En el mismo sentido
HERNÁNDEZ y COUSIÑO, destacan como precedente que el primer Código Penal español
-de 1822- sí contemplaba la eximente. En efecto el art. 26 establecía, luego de referirse se sostiene que frente a la ebriedad Esta formulación legislativa ha
a la inimputabilidad de las personas menores de edad: "Tampoco se puede tener por en Chile "se admite implícitamente sido criticada por la doctrina, en
delincuente ni culpable al que comete la acción hallándose dormido, en estado de de- una solución que tiene aún mayor razón que afectaría el principio de
mencia, delirio, privado del uso de su razón de cualquiera otra manera independiente amplitud que la de actiones liberae culpabilidad, siendo necesaria su
de su voluntad. La embriaguez voluntaria y cualquiera otra privación alteración de la in causa, ya que hace imputable al modificación, destacando en ese
razón de la misma clase no serán nunca disculpa del delito que se cometa en este estado,
ni por ella se disminuirá la pena respectiva". De este modo, la disposición al igual que
privado voluntariamente de razón, sentido los esfuerzos de GARRIDO,
el Código Penal chileno de 1874, establecía la eximente, pero además regulaba expresa;. por los delitos que cometa, aun II, 289-293, por señalar que, salvo
mente que la situación de la embriaguez voluntaria, u otras circunstancias de la misma cuando el susodicho estado no se en el caso de la actio libera in causa,
clase, no caben dentro de ésta, aunque en Chile se dejó expresamente advertencia en haya procurado con el propósito de es posible sostener la inimputabili-
actas sobre evitar los abusos como en los casos de ebriedad. La discusión en España no delinquir" (ETcHEBERRY, I, 526)26. dad por embriaguez dolosa, y que
se detuvo, véase su desarrollo en ALVARADO, especialmente el epígrafe titulado Circuns-
tancias modificativas de la responsabilidad criminal, pp. 97-100. Asimismo, la falta de
26
una norma legal expresa, ha dado lugar a que GARRIDO, Il, 290, reste relevancia a la En sentido semejante sobre lo superfluo de la discusión doctrinaria, la opinión de
interpretación histórica y plantea que la interpretación debe centrarse en la literalidad COUSIÑO, 1, 540, quien sostiene que "la embriaguez, o cualquier otro estado de priva-
del texto, ya que "lo que aprobó el legislador fue el precepto, no la opinión". ción total de razón, voluntarios no empecen a la responsabilidad".

196 197
ART. 10N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 10N° 1

también es posible encontrar en la de manifiesto la necesidad de com- El modelo de la tipicidad pre- tiva de la teoría de la imputación
fórmula legal espacio para la atenua- patibilizar esa interpretación con el tende fundar la punibilidad en la objetiva.
ción de responsabilidad en el caso respeto al principio de culpabilidad, existencia del acto de provocación
de la embriaguez culposa. tarea que se encuentra pendiente en previa del estado defectuoso (actio De este modo y en eso con-
nuestra legislación y jurisprudencia praecedens), acto que puede ser con- cuerda con la doctrina nacional, en
Como advierte el propio HER- y que parece no haber merecido ma- siderado plenamente imputable de el modelo de la tipicidad se requiere
NÁNDEZ, el estado de situación de la yor atención por parte de la doctri- dolo o culpaL*pbsición que parecen que el dolo recaiga tanto "sobre la
discusión doctrinaria denota que "sea na nacional. seguir la mayor parte de los autores provocación del estado defectuoso
de lege lata, sea de lege ferenda, unos nacionales que le dan relevancia a la como la ulterior realización, en ese
y otros están porque se reconozca al En síntesis, HERNÁNDEZ sostiene teoría29 • estado, del tipo objetivo de un deli-
menos como principio general el ca- que los dos modelos tradicionales de to ("doble dolo") (HERNÁNDEZ, 33;
rácter de inimputable y, consecuen- abordar el problema (el de la excep- HERNÁNDEZ advierte que el en igual sentido, POLITOFF / MATUS
temente, la exención de responsabi- ción y el de la tipicidad), no logran riesgo de esta posición es una / RAMÍREZ, PG, 314 y GARRIDO, II,
lidad penal de quien se encuentra en resolver adecuadamente el problema asunción acrítica del modelo, pese 292-293).
una situación de intoxicación plena de conciliar el tratamiento de la au- a que sus postulados son correctos.
cualquiera sea su origen, y todo esto, tointoxicación pleno con las exigen- Por ello, la responsabilidad penal Enfoque que resulta adecuado a
se entiende hoy en forma mayoritaria, cias del principio de culpabilidad. se encontrará legítimamente fun- las exigencias de la culpabilidad, por
impuesto por el principio de culpabi- dada siempre que se asegure que lo que resulta en general correcto, y
lidad". Asimismo, la mayoría parece El modelo de la excepción, se "la actio praecedens efectivamente al cual se arriba, como bien señala
encontrar en la doctrina de la actio identifica plenamente con la doctrina reúna en sí misma todos los requi- HERNÁNDEZ, según los criterios ge-
libera in causa, una forma de resolver de la actio libera in causa, y sostiene sitos que legitiman la sanción pe- nerales de imputación, omitiendo el
la compatibilización del principio de precisamente que se trata de un caso nal" (HERNÁNDEZ, 28). Con todo, recurso a la doctrina de la actio libera
culpabilidad con la regulación de la en que se excepciona el principio de igualmente postula, como se verá in causa. En este sentido parece con-
autointoxicaciórr". culpabilidad para. evitar el abuso y más adelante, serias objeciones a cordar con CURY y de alguna forma
consecuente fraude a la ley. Este mo- su aplicación práctica y a su legi- con COUSIÑO, quien además de aler-
Este relativo consenso en la delo ha sido objetado por vulnerar timidad desde un punto de vista tar por los posibles riesgos que esta
doctrina nacional, que como se dijo los principios de culpabilidad, par- político criminal desde la perspec- doctrina presenta para el principio
se matiza en algunos casos con ape- ticularmente en países como Chile,
laciones a la doctrina de la actio li- que le han otorgado reconocimiento
bera in causa, es puesto en duda por constitucional al principio de culpa- Continuación nota 28
el trabajo de HERNÁNDEZ, que pone bilidad (HERNÁNDEZ, 24)28. otras la opinión de HIRSCH, vulnera los principios de culpabilidad, coincidencia (entre
culpabilidad y hecho) y legalidad (996).
29
HERNANDEZ, 27; POLlTOFF / MATUS / RAMlREZ, PG, 310: que señalan que se "traslada
27 Conocida es la opinión discordante de CURY, 412-413, para quien esta doctrina no el reproche penal a un momento anterior al momento en que el hecho legalmente
tiene mayor aplicación ni utilidad, y la de COUS1ÑO, 1, 540-541, que la considera descrito tuvo lugar, en rigor, al momento en que sucedieron acciones preparatorias";
superflua. véase una completa explicación en DEMETRlO, 998-1002, quien estima correcto este
28 Una explicación global de estas posiciones con amplias referencias a la doctrina ale- modelo, limitando su aplicación de acuerdo a las críticas que se le pueden hacer a sus
mana y española en DEMETRlO, 995-996, quien afirma que esta tesis, citando entre fundamentos.

198 199
ART. lO N° I CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.IONo2

de la culpabilidad, la estima super- de las veces esto resultará altamen- amplia inseguridad jurídica o una a las reglas generales de la imputa-
flua (COUSIÑO, 1, 534, 540). te problemático" (HERNÁNDEZ, 35). simple concesión a los afanes puni- ción, pero se corre el riesgo de una
Por ello, afirma, "sólo parece posible tivos dominantes frente a este tipo aplicación "inercial" de la doctrina
En síntesis, la interpretación hablar de la creación de un riesgo de materias, amparado en la actual de la actio libera in causa, lesio-
de la exención de responsabilidad prohibido en casos muy especiales, fórmula del Art.1JO' N° 1 y las in- nando el principio de culpabilidad
criminal por la privación total de que combinen tanto un grado sig- terpretaciones que la doctrina y la (HERNÁNDEZ, 38-39). Frente a ello,
la razón por causa independiente nificativo de regularidad al tipo de legislación han desarrollado. postula HERNÁNDEZ, se podría hacer
de la voluntad del autor, en el ám- comportamientos a que conducen necesaria una regulación expresa,
bito de la autointoxicación, nos lle- estados de autointoxicación plena Por ello, HERNÁNDEZ sugiere por la vía de regular un delito de pe-
va a aceptar que, por exigencias del de características similares, sea en dos soluciones posibles, una, man- ligro abstracto, inspirado en algunos
principio de culpabilidad y en apli- general, sea en particular, respecto tener la aplicación de las reglas ge- ejemplos de legislación comparada,
cación de consideraciones generales del agente, así como un contexto nerales estableciendo el silencio de propuesta que excede la valoración
sobre imputación. y tipicidad, sólo situacional que reduzca o manten- la ley, es decir, que no se adhiera de este comentario y que exige una
no sería aplicable -o dicho directa- ga relativamente estables las múlti- explícitamente a la teoría de la tipi- consideración específica, en algún
mente, sería punible- en aquellos ples variables que pueden incidir en cidad y que se deje la materia sujeta trabajo monográfico.
casos en que el estado defectuoso ha el desarrollo de la conducta de un
sido preordenado dolosamente para inimputable" (HERNÁNDEZ, 36).
ejecutar, en ese estado, la conducta
punible. Estas dificultades, puestas co- Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
rrectamente de manifiesto por el [oo.]
Sin embargo y este parece ser autor, obligan si se requiere regular 2. El menor de dieciocho años. La responsabilidad de los me-
el aporte más novedoso del trabajo normativamente, a que el legisla- nores de dieciocho años y mayores de catorce se regulará por lo
de HERNÁNDEZ, esta conclusión o dor realice un juicio ex ante sobre dispuesto en la Ley de responsabilidad penal juvenil.
modelo de interpretación, encuen- los peligros de la autointoxicación
BmuoGRAFíA: BASCUÑÁN VALDÉS, A y colaboradores: La responsabilidad penal del menor, Ins-
tra límites operativos relevantes que que resulta altamente controvertible tituto de Docencia e Investigación Jurídica, Facultad de Derecho Universidad de Chile,
surgen, principalmente, de las exi- desde la perspectiva de la legitima- Santiago 1974; BERRlOS, G. / DÍAZ, A / G6MEZ, A: "Justicia Militar y Adolescentes. un nuevo
ción de la responsabilidad penal y escenario tras la vigencia de la Ley 20.084", en AA. W.: Estudios de Derecho penal juvenil,
gencias que se derivan de la teoría Defensoría Penal Pública, Santiago 2009; BUSTOS, J,: "Hacia la desmítificación de la facultad
de la imputación objetiva. En pala- que pude llevar, opción que HER- reformadora en el Derecho de menores: por un Derecho penal de menores", en BUSTOS, J,
bras del autor: "para afirmar la res- NÁNDEZ no parece desechar, al esta- (director): Un derecho penal del menor, Santiago 1992; BUSTOS, J,: Derecho penal del niño-
adolescente, Ediciones Jurídicas de Santiago, Santiago 2007; BUSTOS, J,: "Imputabilidad y
ponsabilidad penal en estos casos se blecimiento de un delito de peligro edad penal", en Libro Homenaje a Antonio Beristain, Instituto Vasco de Crimínología, Do-
debe comprobar en primer término abstracto. De otro modo, el juicio nostia - San Sebastián 1989; CHAN, G.: "El concepto de capacidad de culpabilidad (imputa-
que la provocación del estado defec- ex ante, quedará entregado al Juez, bilidad) en el Derecho penal juvenil alemán", Revista Estudios de la Niñez y Adolescencia,
3, 2009; CIllERO, M.: "Adolescentes y sistema penal. Proposiciones desde la Convención so-
tuoso ha creado un riesgo prohibi- en el ámbito de la consideración de bre Derechos del Niño", Revista Justicia y Derechos del Niño, N° 2, 2000; CIllERO, M.: "Nulla
do de consumación del tipo penal acuerdos a las reglas generales de la poena sine culpa", en AA. W.: Adolescentes y responsabilidad penal, Ad-Hoc, Buenos Aires
en cuestión y que el resultado típi- concurrencia o no de los requisitos 2001; CILLERO, M.: "Comentario al artículo 10 N° 2 YN° 3", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario,
pp. 109-126; CIllERO, M.: "Evolución histórica de la consideración jurídica de la infancia en
co importa la actualización de ese y presupuestos de la imputación ob- Chile", en PILOTTI, F. (compilador): Infancia en riesgo y políticas sociales en Chile, UN, Mon-
preciso riesgo prohibido. Y las más jetiva, lo que arriesga también una tevideo 1994; Couso, J,: Fundamentos del derecho penal de culpabilidad, Tirant Lo Blanch,

200 201
ART.lON°2 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO

Valencia 2006; Causo, J,: "Notas acerca del debate político criminal sobre las finalidades de sostuvo que la minoría de edad era ción del menor a la del enajenado
las medidas en la Justicia (penal) de adolescentes en Alemania, España, Estados Unidos,
Inglaterra y Chile", en AA. W.: De la tutela a la justicia, U. de Chile / UNICEF, Santiago una causa de in imputabilidad, que mental, fundamentando la exención
1999, pp. 11-74; MATUS, J,P.: "El positivismo en el Derecho penal chileno. Análisis sincró- combinaba una presunción de dere- de responsabilidad penal en que la
nico y diacrónico de una doctrina de principios del siglo XX que se mantiene vigente",
Revista de Derecho (Valdivía), Vol XX N° 1 (2007), 175-203.
cho para los menores de 16 años y persona menor de edad carece de
una presunción legal para los mayo- plenas facultades para comprender
res de dieciséis y menores de diecio- lo ilícito y actuar de acuerdo a di-
cho años que quedaba condicionada cha comprensión. Si bien esta in-
COMENTARIO al pronunciamiento judicial sobre el terpretación era la más razonable,
Miguel Cillero discernimiento. CURY, 55, señala había sido matizada por parte de la
que "el hecho que el Art. 10 N° 3 doctrina y la jurisprudencia desde
ANTECEDENTES PREVIOS do por la Ley N° 20.084, que esta- haga depender del discernimien- la entrada en vigencia de la Ley de
blece un de responsabilidad to la responsabilidad del mayor de Protección de Menores de 1928 y
La consideración de la minoría de los adolescentes por infracciones dieciséis y menor de dieciocho años, sus modificaciones posteriores, que
a la Ley penal, cuerpo legal que en demuestra que la Ley vincula esa de- estableció medidas de protección
de edad como una causa de exen-
su Art, 60 b) introdujo la actual re- cisión precisamente a la capacidad impuestas por los Jueces de Meno-
ción de responsabilidad penal tiene
dacción delArt. 10 N0 2 31 • de entender y querer", posición que res como consecuencias jurídicas
larga data en la legislación chilena.
también es sostenida, entre otros, a los actos realizados por personas
Hasta el año 2007, el Código Penal,
La reciente modificación, no ha por POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ, menores de edad inirnputables,
siguiendo la tradición decimonó-
PG, 317-318 y nota 425; Novox,
nica, utilizaba conjuntamente un sido objeto de una mayor discusión
1, 457-459, poniendo énfasis en el La reforma del año 1928, que
criterio cronológico, según el cual doctrinaria o jurisprudencial, pese
elemento cognitivo por sobre el vo- si bien se inspiró movimiento global
se excluía de responsabilidad penal a que constituye una reforma tras-
litivo; ETCHEBERRY, 1, 288-290. que estableció la Justicia especial de
a los menores de dieciséis años, y un cendente desde el punto de vista de
menores en occidente, a diferencia
criterio psicológico que exigía para la teoría de la culpabilidad, ya que
En este sentido, se sostenía que de ellos, no puso término al sistema
eximir de responsabilidad un pro- con ella se establece un Derecho
el Código Penal seguía la doctrina de discernimiento y no estableció
nunciamiento judicial previo sobre penal de adolescentes especial, que
de la in imputabilidad en sentido un límite cronológico absoluto para
el discernimiento con que habrían es también Derecho penal de la cul-
estricto'", que asimilan la condi- establecer la falta de capacidad de
actuado los mayores de esa edad y pabilidadv, En efecto, la doctrina
menores de dieciocho años'". Ese nacional, apoyada en la anterior re-
sistema fue radicalmente modifica- dacción de los Arts. 10 N° 2 y N° 3,
Continuación nota 32
CILLERO, Comentario, 109-126 y CILLERO, 2001. Una posición diferente en MATUS
175-20.3: sostiene que el Derecho penal de adolescentes chilenos es un reflejo
30 Véase el desarrollo histórico hasta antes de la reforma introducida por la Ley N° 20.084 del pO.SltlVISmO y se fundamenta en la peligrosidad, afirmando que la "imputabilidad
que entró en vigencia en junio de 2007, CILLERO; Comentario, 109-126. a partlf de los 14 años no se discute" (195) y que las medidas (para adolescentes) se
31 La Ley N° 20.084 de 7 de diciembre de 2005, sólo entraría en vigencia en junio de fundamentan en la peligrosidad del autor (191).
33
2007, por lo que el sistema de discernimiento se aplicó hasta esa fecha. Esta doctrina es conocida también como doctrina deldiscernimiento o, más en general,
32 En un sentido doctrinario general sobre este punto sin referencias a la ley chilena, véase como de incapacidaddeculpabilidad. Véase más ampliamente esta discusión doctrinaria
el completo tratamiento de Causo 2006,446-486, CHAN, 75-104. en CILLERO, 2001, 72-84, 79.

202 203
ART. 10 N° 2 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.fo No 2

':1

culpabilidad en razón de la edad. jurídica que producía y la excesiva texto constitucional, convirdéhdo- mayoría de edad penal, esto es, eli-
Estas modificaciones legales dieron discrecionalidad que otorgaba a los se la minoría de edad en fuente de minó toda excepción fundada en
pie a que se planteara en Chile una jueces, lo que redundó en decisiones estigmatización y al menor en un la declaración judicial sobre el dis-
interpretación sobre el discerni- judiciales muy desiguales'", "objeto de la tutela del Estado". El cernimiento que pudiere permitir
miento que BASCUÑÁN caracterizó Derecho penal de adolescentes, en- declarar la responsabilidad penal
como criterio de utilidad social. Esta La doctrina nacional, con fuerte tonces, supone la existencia de un de adultos a una persona menor de
interpretación acogió lo que se pue- influencia de la española (véaseBus- sujeto responsable, pero esa respon- dieciocho años. En este sentido, la
de denominar una consideración de TOS, 1989,471-482), desarrolló una sabilidad debe obedecer a las parti- modificación legal elevó de 16 a 18
la edad penal como una barrera o importante crítica tanto a la con- cularidades de su desarrollo personal años la edad en que se alcanza la
frontera político criminal entre dos cepción de inimputabilidad clásica, y social. mayoría de edad penal, si entende-
sistemas de consecuencias jurídicas como a la de readaptación social de mos por esta última, aquella edad en
-las aplicables a los menores y las raigambre positivista-peligrosista, Este desarrollo doctrinario en- que una persona puede ser juzgada y
que se imponen a los adultos-, sos- comenzando a' decantarse a favor cuentra normativos condenada de acuerdo a la legisla-
teniéndose que debe reinterpretarse de la creación de un derecho penal en el ordenamiento jurídico chileno ción penal general o de adultos.
el discernimiento desde una pers- juvenil especial, que reconoce en el en la Convención sobre los Dere-
adolescente una especial capacidad chos del Niño, ratificada en agosto El tenor de la disposición es
pectiva de peligrosidad y capacidad
de culpabilidad y contempla con- de 1990, texto que contiene las ba- claro en cuanto a establecer la exen-
de readaptación social. En síntesis,
secuencias jurídicas diferentes a las ses de un sistema de responsabilidad ción de toda persona menor de die-
esta doctrina pretende abandonar la
que se les imponen a los adultos (en penal juvenil y obliga a los Estados ciocho años de la responsabilidad
comprensión de la minoría de edad
Partes a establecer un sistema de jus- criminal del Código Penal, y que su
como un problema de capacidad de esa posición CILLERO, 2001; Causo,
ticia especializado (véase CILLERO, eventual responsabilidad se regula
culpabilidad y atender a criterios 1999, 11-74).
1994). en una Ley especial. De este modo,
basados en los fines educativos y de
las normas de la sobre
readaptación social. El argumento central, como
Estas ideas sirvieron de base a la los derechos del niño y el texto le-
sostiene BUSTOS, 1989, 471-472,es
actual formulación del Art. 10 N° 2 gal que las desarrollan, reconocen el
La dualidad de visiones e inter- que "toda persona es responsable, lo
del Código Penal, que ahora se pa- derecho de la persona menor de 18
pretaciones, unidas a la dificultad que es inherente a la dignidad de la
san a comentar en detalle. años a no ser juzgado y sancionado
para determinar con relativa certeza persona", ningún deber de protec-
como adulto, cuestión que ha sido
la capacidad de discernimiento con ción o pretensión educativa de las
LA ELEVACIÓN DE LA MAYORÍA DE también definida de ese modo por
que habría actuado la persona me- personas menores de edad puede EDAD PENAL YEL ESTABLECIMIENTO DE la jurisprudencia.
nor de edad, llevaron a que el siste- significar su consideración o trans- UN LíMITE INFERIOR DE RESPONSABILI-
ma de discernimiento fuera amplia- formación en "sujetos diferentes, no DAD PENAL ADOLESCENTE Así lo ha entendido la Corte Su-
mente criticado por la inseguridad personas", porque ello vulneraría el prema, al señalar "que de conformi-
La reforma introducida al dad a lo prevenido en el artículo 10
34 Para GARRIDO, la "praxis judicial mantiene una posición mixta: considera tanto la
Art. 10 del Código Penal por la Ley N° 2 del Código Penal, los menores
capacidad intelectual del menor para comprender la trascendencia jurídica de su acto, N° 20.084 estableció los 18 años de dieciocho años están exentos de
como sus posibilidades de readaptación" (GARRIDO, JI, 227). como un nuevo límite absoluto de responsabilidad penal" y que por ello
204 205
[ I

CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. IONo2

• • • C(

corresponde juzgarlos y sancionarlos cia, respecto a la relación entre nacional a este punto, aborda la in- conClenCla- que en conjunto, no
de acuerdo a la Ley N° 20.084, "que edad y responsabilidad penal en terpretación del Art. 10 N° 2 desde s<2il anómalas ni implican que tales
fue dictada en cumplimiento de lo nuestro sistema legal se establecen la teoría del sujeto responsable, se- no tengan capacidad de
ordenado en la Convención de los tres etapas: ñalando que es inherente a toda per- entender y querer normativamente
Derechos del Niño, por la cual los sona ser considerado responsable, conforme a su racionalidad" y que
Estados Partes se obligaron a tomar i) una exención total de la res- por lo que negar la responsabilidad el sistema debe asumir en el marco
las medidas apropiadas para promo- ponsabilidad penal de los menores de un niño es "negar su carácter de de las diferencias existentes en una
ver el establecimiento de procedi- de 13 años; persona y transgredir los derechos sociedad plural y desigual (BUSTOS,
mientos, autoridades e institucio- fundamentales establecidos en la 2007,37-38).
nes penales especiales" (SCS, Res. ii) las personas entre los 14 y 18 Constitución Política'. La cuestión
años de edad pueden responder pe- es determinar "el tipo de respuestas El segundo nivel que reconoce
30268, 2007).
que son exigibles conforme a su de- BUSTOS es el de la "exigibilidad de
nalmente como adolescentes, pero
sarrollo y formación". la conciencia del injusto", es decir,
Despejado el punto sobre el lí- se excluye la responsabilidad penal
atender a si el adolescente "estaba
mite de la mayoría de edad penal, la de adultos, y
Con este acercamiento, el aná- en condiciones de tener conciencia
Ley establece un tramo de edad de
lisis de la capacidad individual. de de afectar un bien jurídico", lo que
responsabilidad penal especial que iii) los mayores de 18 años
la persona menor de edad de com- constituye una exigencia mayor al
se extiende para personas entre los responden penalmente sólo como
prender y querer normativamente mero conocimiento, sino una "in-
14 y los 18 años de edad, a las que adultos".
(imputabilidad en sentido tradicio- ternalización" cultural más profun-
la Ley denomina adolescentes. Al
nal), debe desplazarse a un examen da. Al examinar la "conciencia del
interior de esta franja, los adoles- Como se dijo, la doctrina y la
más complejo que BUSTOS divide injusto, lo que se pretende indagar
centes, quedan sometidos a un ré- jurisprudencia nacional se han ocu-
en tres niveles: un primer nivel está es si lo prohibido es parte del pro-
gimen especial de responsabilidad pado escasamente de esta modifica- dado por una exigibilidad sistémica ceso de elaboración interna del ado-
penal, distinto al de los adultos. ción, siendo lo más relevante a nivel que remite a la "capacidad del sis- lescente o la persona en general. No
de jurisprudencia el señalamiento tema como tal para exigir una res- es por consiguiente una cuestión de
El límite inferior de los 14 de que se trata de dos sistemas to- puesta determinada", considerando conocimiento, sino del proceso de
años, responde a la obligación es- talmente separados, pero no se ha circunstancias concretas de vida del internalización de valores" (BUSTOS,
tablecida en la Convención sobre abordado la cuestión sistemática adolescente, como sus diferencias 2007,39).
los Derechos del Niño de estable- sobre la cuestión de la capacidad de culturales (indígenas o pertene-
cer una edad mínima a partir de la culpabilidad. cientes a subculturas), su vulnera- Finalmente, el tercer nivel iden-
cual se presume que los niños son bilidad social, sea por pobreza o in- tificado por BUSTOS, señala que debe
incapaces de infringir las leyes pe- BUSTOS, 2007, 36, en una de migración que de no considerarse ser exigible al adolescente que su
nales (Art. 40.3.a). En consecuen- las pocas referencias de la doctrina puede llevar a una criminalización conducta se adecue a su "conciencia
selectiva y discriminatoria de esas de lo prohibido", de modo tal que la
formas de vida; u otras situaciones, exigencia no vaya más allá de la ca-
35 A diferencia de otros países como Alemania, no se establece en Chile la posibilidad
que personas mayores de 18 años puedan ser juzgados y sancionados de acuerdo con que pueden afectar la exigibilidad pacidad de respuesta del adolescente
la ley de responsabilidad penal de los adolescentes. -como el caso de los objetores de (BUSTOS, 2007, 40).

206 207
I

ART.lON°2 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 10 Nos. 3 - 4

Como puede observarse, la teo- de la propia persecución o sanción N° 20.084 que establece un sistema torce añ;i:>s el Estado renuncia a toda
ría de BUSTOS, se aleja bastante de penal. En este sentido, nos parece de responsabilidad de los adolescen- forma i'ntervención coactiva en el
los conceptos reduccionistas de la que la interpretación más razonable tes por infracciones a la Ley penal supuesto de comisión de delito" (His-
imputabilidad y la responsabilidad de la exención de responsabilidad (Mensaje 68.347), establecido expre- toria de la Ley N° 20.084, p.11), con
penal de adolescentes de contenido penal de las personas menores de samente que "se ha decidido fijar este lo cual queda claro que se renuncia a
clásico (discernimiento como ca- dieciocho años, es aquella que con- límite en los catorce años siguiendo toda forma de ejercicio de las faculta-
pacidad de conocer y querer como sidera que estamos en presencia de las tendencias del derecho compara- des de persecución y sanción penal.
una facultad individual de juicio) una distinción de dos tipos de res- do y la posición de la doctrina que Esta posición del Estado deberá re-
y de los enfoques naturalistas de la ponsabilidad penal, y que cada una recomienda no fijar este límite a una flejarse en la legislación y práctica ju-
imputabilidad, como resultado de de ellas supone una capacidad de edad muy temprana". Para establecer dicial y administrativa contenida en
un análisis psiquiátrico o psicoló- culpabilidad específica, pero cuyos claramente las consecuencias de esta la legislación especial de protección
gico, sino que exigen un abordaje límites cronológicos son estableci- posición se señala que "bajo los ca- de niños y adolescentes.
mixto de tipo "científico natural y dos legalmente. En este sentido, en
normativo" que examine elementos ambos casos estamos en presencia
individuales y sociales y que atienda de un Derecho penal de la culpabi-
a la capacidad de exigibilidad y de lidad (CILLERO, 2001; Causo, 1999 Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
respuesta del sujeto en relación al y Causo, 2006). [ ...]
hecho realizado y no desde su per- 3. Derogado.
sonalidad o circunstancias generales El límite inferior de la respon-
de vida (CILLERO, 2000, 120; YBus- sabilidad penal del adolescente, fija-
TOS, 1989,472-476). do por el Art. 10 N° 2 a los 14 años Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
en concordancia con el Art. 3° de [ ...]
En ese sentido, la separación la Ley N° 20.084, marca una nueva
4. El que obra en defensa de su persona o derechos, siempre
entre responsabilidad penal de adul- frontera bajo la cual la Ley presume
que no se dan los presupuestos jurí-
que concurran las circunstancias siguientes:
tos y de adolescentes encuentra su
fundamento último en la concu- dicos, de exigibilidad y político cri- Primera. Agresión ilegítima.
rrencia de razones jurídicas genera- minales para poder imponer forma Segunda. Necesidad racional del medio empleado para impe-
les que le reconocen su carácter de alguna de respuesta penal, debiendo dirla o repelerla.
personas con derechos y capacidad operar, de ser necesario, mecanis- Tercera. Falta de provocación suficiente por parte del que se
de responder de sus actos; en que al mos específicos de protección de los defiende.
adolescente le era exigible en las tres derechos de la infancia, de acuerdo -amuoGRAFíA: GUZMÁN DALBoRA, JoséLuis (2010): "Dignidad humana y "moderatio" enla legí-
dimensiones expuestas una conduc- con las reglas generales de esas polí- tima defensa", en él mismo, Cultura y delito (Bogotá, P. Univ. Iaveríana- Temis); COUSIÑO,
ticas e intervenciones sociales. Luis: "Los integrantes subjetivos de la justificación", en RCP, 1974, t. XXXIII; MAÑALICH,
ta adecuada a derecho; y, finalmen- JuanPablo, "Consideraciones acerca del error sobrela concurrencia de los presupuestos
te, por consideraciones político- objetivos de las causas de justificación", en REJ, N° 3, Año 2003; ORTIZ MUÑoz, Pedro,
criminales que hacen necesario un Esta posición queda de ma- "Provocación, Agresión y Defensa", en RCP, 1946, t. IX; POUTOFF, Sergio (1996), "El papel
delfactorsubjetivo enlas causas de justificación", en AAW, Política Criminal y Reforma
tratamiento penal diferenciado, que nifiesto del Mensaje con que se Penal (Santiago, Conosur); POIlTOFF, Sergio / Mxrns, Jean Pierre: "Comentario al Art. 10,
incluye en ciertos casos la inhibición dio inicio a la. discusión de la Ley N°s 4° a 7°", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 127-144.

208 209
ART. 10 N° 4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 10 N° 4

COMENTARIO* MÍREZ, PG, p. 214; POLITOFF / MA- ser agredidos antijurídicamente y


TUS, Comentario, 128), que suele que, por tanto, no autoriza la legí-
Jaime Couso tima defensa'), en mi opinión, no
fundamentarse en que el interés del
ilegítimamente agredido es prepon- deben entenderse en el sentido de
GÉNESIS y MODIFICACIONES justificación y causas de exclusión de derante frente al interés de su injus- que, conforme a su naturaleza, ha-
la culpabilidad y de exculpación, la to agresor, de modo que es legítimo bría derechos o bienes no defendibles,
Tomada del Art. 8° del CP es- distinción, que goza de plena acep- preservarlo por medio de la defensa sino en el sentido de que, frente a
pañol (FUENSALIDA, 1, 53), la dispo- tación por parte de la doctrina y la (ETCHEBERRY, 1, 249; CURY, 372; así, agresiones insignificantes o irrele-
sición sólo ha sido modificada en jurisprudencia, ha sido entretanto también, ya COUSIÑO, n, 192), que vantes no cabe la defensa, sino en la
1992 (Ley N° 19.164, de 2 de sep- reconocida implícitamente por el se presenta entonces como un acto medida que sea posible a través de
tiembre de 1992) para derogar su legislador, cuando en el Art. 455 racionalmente necesario, y autori- medios muy poco perjudiciales (lo
párrafo segundo, en que se regulaba del CPP exige, para que pueda im- zado por el ordenamiento jurídico que se relaciona más bien, con la
la legítima defensa privilegiada, queponerse una medida de seguridad al (en ese sentido, POLITOFF, 279; con exigencia de proporcionalidad entre
simultáneamente fue agregado, con enajenado exento de responsabilidad matices, CURY, 372; una fundamen- los intereses en juego, como se verá
modificaciones, como nuevo párra- criminal por el Art. 10, N° 1°, del tación ligeramente distinta parece a continuación). Con todo, fuera de
fo segundo del numeral 6° del mis- Cl; que éste haya incurrido en un ser la que se centra en el principio la cuestión de la insignificancia o irre-
mo artículo 10, de modo de hacer "hecho típico y antijurídico", lo que de autoprotección, en GARRIDO, Il, levancia de ciertas agresiones, se dis-
extensible el privilegio también a lano ocurriría si obra legítimamente. 165). cute si cabe, y bajo qué condiciones,
defensa de parientes y de terceros. y precisamente, como se reconoce legítima defensa respecto de bienes
desde hace décadas'", la legítima de- jurídicos supraindividuales, posibili-
Sobre los bienes defendibles,
GENERALIDADES. FUNDAMENTO, fensa constituye una causa de justi- en principio hay acuerdo en que dad que tiende a aceptarse "siempre
BIENES DEFENDIBLES Y LíMITES ÉTICO ficación del hecho típico (COUSIÑO, la Ley no impone restricciones, de que tengan un carácter individual"
SOCIALES DE LA LEGíTIMA DEFENSA n, 179.; NOVOA, 1, 329; LABATuT, 1, modo que puede defenderse toda (GARRIDO, Il, 167, ejemplificando
93; ETCHEBERRY, 1, 250; CURY, 372;
°
Aunque el Art, 1 no distin- GARRIDO, rr, 165-166; POLITOFF,
gue explícitamente entre causales de 278-279; POLITOFF / MATUS / RA-
clase de "derechos" (CURY, 374), y
las restricciones que algunos autores
con el derecho a vivir en un medio
ambiente libre de contaminación,
señalan (no cabe defensa en contra respecto del cual "cualquier persona
de meros "actos impertinentes", puede defender su propio derecho
sino que debe tratarse de "verdade- o el de otro a un ambiente sano";
* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de este comentario, por
parte de la ayudante de investigación Sabrina Perret, de la Facultad de Derecho de la ras agresiones" , conforme plantea cfr. también POLITOFF / MATUS, Co-
Universidad Diego Portales. ETCHEBERRY, 1, 375; mientras que mentario, 129, al parecer admitien-
36 En doctrina, hace prácticamente un siglo; v. por ej., ya en 1933, ORTlZ MUÑoz, 1, COUSIÑO, Il, 220, si bien entiende do también la defensa de "bienes de
13-14, definiendo al delito como "hecho ilícito y culpable" y distinguiendo entre que todos los bienes son defendi- carácter social", como "el derecho a
circunstancias que excluyen la ilicitud, como la legitima defensa (38-43), y las que bles, en p. 261, echando mano del vivir en un medio ambiente libre de
excluyen la "imputación del delito contenida en el juicio de culpabilidad", sea por
principio de insignificancia -toma- contaminación", por ej. para "impe-
falta de imputabilidad, o por falta de imputación al hecho (54), como en el caso
las "incapacidades" (61, que excluyen la imputabilidad; el en can::blO do tempranamente de ROXIN- afir- dir que se vierta una substancia ma-
a identificar claramente como exculpantes, por ej., a la fuerza irresistible o el miedo ma que "hay bienes jurídicos que nifiestamente tóxica en un canal de
insuperable). por su escasísimo valor no pueden regadío, cuando hay tiempo para
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CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo

requerir la intervención de la fuerza la denuncia)-, o si la defensa no es que la agresión sea grave), pues no que sostuve hasta la edición anterior,
pública"; v. también, CURY, 374, ad- estrictamente necesaria para la pro- tendrían apoyo en el texto legal (por hay que convenir en que la agresión
mitiendo la defensa de bienes jurídi- tección del interés del injustamente contraste con la situación del estado debe revestir una cierta gravedad. La
cos comunes o del Estado, "siempre agredido, cuando en condiciones de de necesidadjustificante, para el cual vida en sociedad requiere de los par-
que se trate de bienes jurídicos indi- eludir la agresión, en lugar de impe- el Art. 10, N° 7°, precisamente exi- ticipantes en ella una actitud solida-
viduales, como la propiedad u otros dirla o repelerla -lo que impondría ge que el mal evitado sea mayor que ria, que evite reaccionar contra las
semejantes"). al agredido un deber de elusión de la el causado), otra doctrina, que pa- molestias reducidas o generalmente
agresión, especialmente "en casos ex- rece actualmente mayoritaria, tien- toleradas[ ... ]"; Guzmán Dalbora,
En relación con los límites de cepcionales de agresiones puntuales, de a poner límites a la justificación 132, derivando del principio consti-
esta autorización del injustamente sin pronóstico de reiteración, fren- de ataques graves a bienes jurídicos tucional de dignidad la prohibición
agredido a defenderse, y fuera de te a las cuales la elusión se presenta como la vida, a lo menos cuando de "una defensa mortal desarrollada
los requisitos expresados por la ley, como una salida airosa' (POLITOFF, por medio de ellas se quiere impe- en la necesidad de salvar intereses
desde hace un tiempo se viene plan- 281, citando textualmente a BALDÓ dir o repeler ataques insignificantes insignificantes") .
teando que la legítima defensa está UVILLA), dejando a la defensa como a bienes menos relevantes, como la
sujeta a ciertas restricciones ético so- un recurso subsidiario, para el caso propiedad (cfr., fuera de POLITOFF, En relación con la exigencia de
ciales (v, POLITOFF, 279-282), como de que no sea posible la elusión. 280; NOVOA, I, 344-345, para quien subsidiariedad de la defensa, parece
la proporcionalidad y la subsidiarie- "[n)uestro texto legal no decide el mayoritaria la doctrina que la re-
dad. Esas restricciones ético sociales se Por lo que respecta a la exigen- problema, pero Huye de la Ley que chaza como requisito general de la
fundan en un cierto deber de soli- cia de proporcionalidad entre los bie- tal conducta defensiva no estaría legítima defensa, destacando que la
daridad minima, incluso frente a los nes jurídicos o intereses en juego, si justificada. Una solución contraria regulación legal de esta justificante
derechos más básicos del agresor (en bien parte de la doctrina nacional socavaría todo el ordenamiento ju- nada dice al respecto, a diferencia de
particular, su vida), y quieren evitar ha tendido a rechazarla (v., por. ej., rídico vigente, que establece una je- la regulación del estado de necesidad
los riesgos de un abuso del derecho, COUSIÑO, II, 273-274 -"el principio rarquía de bienes y que reconoce va- justificante (en efecto, el Art. 10,
descartando la legitimidad de la del balanceamiento de los bienes no lores morales cristianos de eminente N° 7°, sí exige, para justificar al he-
defensa, aún frente a una agresión puede aplicarse en el ejercicio del categoría, entre los que se cuenta a cho típico realizado para evitar un
ilegítima que no puede impedirse derecho de protección de los bienes caridad"; ETCHEBERRY, I, 255, de- mal mayor, "que no haya otro medio
o repelerse por otros medios menos amagados por la agresión antijurídi- duciendo del debate producido en practicable y menos perjudicial para
perjudiciales para el agresor, si ella ca en que prima otro concepto supe- la Comisión Redactora del CP la evitarlo [el mal)"), de modo que no
resulta desproporcionada en atención rior [...]: de que "el derecho jamás conclusión de que "[e]llo, aunque está obligado a eludir la agresión, y
a la importancia de los bienes juri- debe ceder ante lo injusto", si bien de forma no muy explícita, parece todavía tendría derecho a defender-
dicos o de los intereses en juego -lo algunas restricciones admite, no indicar que en el pensamiento del se, incluso echando mano de la vida
que impondría el deber de soportar para negar la defensa, pero sí para legislador la naturaleza del bien jurí- del agresor, si ese medio es racional-
ciertas agresiones menores, por ej., a moderar los medios "cuando la des- dico atacado debe entrar a determi- mente necesario, pues no cuenta con
la propiedad, si el único medio para proporción de los bienes es intole- nar también la necesidad del medio uno menos lesivo, aun si le quedaba
repelerla es, por ej., echar mano de rable"; v. también CURY, hasta la 2° empleado para defenderse; actual- la alternativa de huir, pues el agredi-
la vida del agresor (caso en que sólo edición de su obra Derecho Penal, mente también, CURY, 374 y n. 80, do no estaría obligado a una "huida
se podrá reaccionar expost mediante I, 367, rechazando la exigencia de admitiendo ahora que "[cjontra lo vergonzosa', y "ante el injusto -de la
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ART.IONo4 C6DIGO PENAL COMENTADO JAIME couso ART.IONo4

agresión- nadie está obligado a ce- y agregando el caso de la agresión como casos de agresión, no sólo los rios de delito que amenace algún
der" (CURY, 368; cfr., por su parte, meramente imprudente; NOVOA, 1, comportamientos humanos activos, bien jurídico, si el delito sobreven-
GARRIDO, II, 173-174, destacando 350-351, añadiendo el caso de la sino también los omisiuos (COUSIÑO, drá de inmediato"). En doctrina se
que ello obligaría al agredido a so- agresión -evitable- proveniente de II, 245-246; NOVOA, 1, 337; CURY, ha discutido si es posible resistir los
portar una coacción, y que "la legí- un pariente, ejemplificando en con- 373; ETCHEBERRY, 1, 253; POLlTOFF, actos de la autoridad que se excedan
tima defensa consiste en repeler la creto con el hijo que puede eludir, 282), además, no sólo los compor- de la esfera de sus atribuciones, y,
agresión, no en evitarla"; ETCHEBE- en lugar de repeler, la agresión de tamientos dolosos, sino también por ello, sean antijurídicos; en tal
RRY, 1, 256: "[e]n principio, puede su violento padre; más amplio en la los imprudentes (COUSIÑO, II, 251; caso, admiten expresamente la legí-
afirmarse que la legítima defensa, a exigencia de un deber elusián, como CURY, 373; ETCHEBERRY, 1, 253; Po- tima defensa en contra de los actos
diferencia del estado de necesidad, se vio, POLlTOFF, 280-281). LlTOFF,282-283) o, incluso, los co- de la autoridad arbitrarios o injus-
no es subsidiaria, o sea, no es pre- metidos sin dolo ni culpa (NOVOA, tos, NOVOA, 1, 341, rechazando una
ciso, para poder defenderse legíti- REQUISITOS DE LA LEGíTIMA DE- 1, 340, pone el ejemplo de agresiones supuesta presunción de legitimidad
mamente, que la densa sea el único FENSA ilegitimas las que no son "culpables", de los actos de la autoridad; CURY,
medio posible de salvación del bien por ej., la "del que obra por error 373, enfatizando que, para actuar lí-
atacado"). Sin embargo, y aun cuan- i) Agresión ilegitima esencial"; en el mismo sentido, Po- citamente, la autoridad no sólo debe
do se admita que la exigencia lite- LlTOFF / MATUS, Comentario, 130, actuar dentro de la esfera formal de
ral de la circunstancia segunda del Superada ya hace décadas una incluyen a la agresión "enteramente sus atribuciones, sino también de la
numeral 4° del Art, 10 no se refiere concepción restringida de la agresión, inculpable"; implícitamente tam- material; aparentemente de acuerdo
a la necesidad racional de la defensa que la identificaba con un "acometi- bién ETCHEBERRY, 1, 253, al referirse con él, GARRIDO, II, 172. La juris-
(la defensa no tendría que ser nece- miento de obra" (v, en ese sentido genéricamente, a la agresión "no cul- prudencia de la Corte Suprema en
saria, bastaría con que fuese legiti- FUENSALIDA, 1, 53; cfr., en cambio, pable" de quien "erróneamente cree alguna ocasión se ha pronunciado
ma), sino a la necesidad racional del la noción mucho más amplia, cer- no estar agrediendo", con lo que, en sobre el asunto y también ha resuel-
medio empleado para defenderse, ya cana a la actual, de ORTIZ MUÑoz, su sistemática, excluye también, ne- to afirmativamente la cuestión, re-
goza de amplia aceptación el crite- 1, 1933, 44), en la actualidad se cesariamente, la culpa; en cambio, conociendo al particular el derecho
rio según el cual el deber de elusión entiende que constituye agresión, GARRIDO, II, 169-170 sólo admite la de resistir un allanamiento policial
-de "una digna retirada", se suele en principio, cualquier "conducta posibilidad de legítima defensa fren- en lugar distinto del señalado por la
decir, parafraseando a MEZGER- sí humana que lesiona o pone en pe- te a una agresión activa y dolosa). orden judicial y en día inhábil (sen-
existiría respecto de las agresiories ligro un bien jurídico" (ETCHEBERRY, tencia de la Corte Suprema, de 29
protagonizadas por un inimputable, 1, 253; cfr. también, muy similar, La ilegitimidad de la agresión, de mayo de 1941, en GT, 1941, pri-
de modo que "la. defensa en estos NOVOA, 1, 336; POLlTOFF, 282), por su parte, se ve satisfecha con su mer semestre, pág. 191, citada por
casos sólo es procedente ante la im- excluyéndose de esa definición los carácter antijurídico, sin necesidad NOVOA, 1, 341 y n. 23).
posibilidad de evitar la agresión por ataques de los animales, salvo cuan- de que se trate de una acción delic-
medios no defensivos" (GARRIDO, do "el real agresor es el ser humano, tiva; ni siquiera, de una típica (ET- También hay acuerdo concep-
II, 174; en el mismo sentido, CURY, que se aprovecha de estos medios CHEBERRY, 1, 253; GARRIDO, II, 171; tual en que la agresión debe ser real,
375, refiriéndose, en particular, a las para lesionar la persona o bienes del NOVOA, 1, 340, poniendo como no pudiendo justificarse la legitima
agresiones procedentes de un niño, defensor" (COUSIÑO, II, 247). Se ejemplo de agresiones ilegitimas, ya defensa putativa, es decir, la realiza-
un "enfermo mental" o un ebrio, tiende a admitir, para estos efectos, actuales, "algunos actos preparato- da bajo la creencia errónea de que se
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CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.lONo4

era objeto de una agresión, que sólo octubre de 2004, contra Marcos Joel parece aceptar, sin embargo, de mal- real y que tampoco puede concurrir
se imaginó, si bien es objeto de dis- Fernández Mancada (Casación en el nera amplia, la justificación por ejer- la atenuante por eximente incom-
cusión cuál debe ser el criterio para Fondo criminal), N° ID LegalPublis- cicio legítimo de un derecho); por pleta del Art. 11 N° 1 (sentencia de
apreciar si la agresión era real o no hing: 31069). su parte, Novox, I, 351, YWATUT, la Corté de Apelaciones de Arica,
(v, infra, el apartado "Error en los l, 96, consideran justificados, por Rol N° 63-2008, de 4 de agosto de
presupuestos fácticos... "). Se ha debatido si satisfacen el legítima defensa, los dispositivos que 2008, contra María Dolores Gómez
requisito de actualidad o inminencia se activan automáticamente frente a Jirón (nulidad penal), N° ID Legal-
La agresión real, por último, las defensas consistentes en obstácu- una agresión ilegítima y, por estado Publishing: 39534).
como lo sugieren lasexpresiones "im- los físicos o en dispositivos automá- de necesidad justificante, los meros
pedirla" o repelerla" (ETcHEBERRY, I, ticos (los denominados "ofendícu- obstáculos que, sin actuar positiva- ii) Necesidad racional del medio
254), debe ser actual o inminente. La los"), permanentemente dispuestos mente contra terceros, están simple- empleado para impedirla o repelerla
agresiónque seesperaen elfuturo más para actuar como medio para impe- mente dispuestos en un predio para
o menos próximo, pero que todavía dir o repeler el escalamiento o ingre- cerrarlos de manera segura. Si, como ya se vio, la necesidad
no es inminente, así como la que ya so no consentido a la propiedad aje- racional de la defensa no es un re-
se produjo y se agotó (el exceso exten- na, cuestión respondida de manera Por último, y si bien suele tra- quisito impuesto expresamente por
sivo en la legítima defensa; v. infra, afirmativa, por CURY, 375, si bien tarse como un requisito de la defen- la Ley (pero sí puede derivarse de
"Exceso en la legítima defensa... "), con importantes restricciones res- sa y no de la agresión ilegítima, hay las restricciones ético sociales, cuan-
no satisfacen este requisito (cfr., por pecto de la justificación de los me- acuerdo en que no está legitimada do puede afirmarse un deber de
todos, CURY, 373-374; Novox, I, canismos automáticos de defensa, por la justificante de legítima defen- elusión), la circunstancia segunda
339-340). En todo caso, como se sólo si se trata de evitar un peligro sa la lesión del derecho de un ter- del numeral 4° del Art. 10 sí exige,
dijo, se admite que puede ser inmi- común, por ejemplo, el ingreso no cero (por todos, CURY, 376), pues, expresamente, la necesidad racional
nente la agresión que está en acto pre- autorizado a depósitos de explosivos; en realidad, en mi opinión, en este del medio empleado para impedir o
paratorio (Noves, I, 340; POLITOFF, y negativa, por COUSIÑO, n, 283- caso falta la agresión ilegítima pro- repeler la agresión ..(cfr., en cambio,
283), pero en todo caso, esté en esa 286, argumentando especialmente veniente de este tercero. Sólo es po- GARRIDO, Il, 173, confundiendo
fase preparatoria o en tentativa, no es a partir de la imposibilidad de afir- sible defenderse de quien realiza la la necesidad del medio con la de la
inminente la agresión que constituye mar la existencia del dnimo defensivo agresión. defensa -pese a rechazar, en princi-
o constituiría una tentativa inidónea en la persona que se defiende, en el pio, la exigencia de subsidiariedad
(POLITOFF, ibídem; en realidad, en momento en que opera la defensa o La falta del requisito de la agre- de la defensa-). Así, esta exigencia
mi opinión, porque no constituiría se activa automáticamente el dispo- sión ilegítima impide, además, re- impone al injustamente agredido
una agresión real, a partir de una sitivo, si bien admite la posibilidad conocer la atenuante de legítima escoger, de entre todos los medios
valoración objetiva). La jurispru- de una justificación limitada de los defensa incompleta, pues se trata de disponibles para impedir o repeler la
dencia ha reconocido el requisito de obstáculos físicos -no de los dispo- un requisito esencial de la justifican- agresión, el menos lesivo (la "forma
actualidad, negándole la justificante sitivos automáticos- por "ejercicio te (v, infra, "Exceso en la legítima menos enérgica de defenderse", se-
a quien, tras sufrir un robo, persigue legítimo de un derecho", conforme defensa ... "). En la jurisprudencia, gún CURY, 375; "aquél [medio] que
a los malhechores por la calle, dispa- al Art, 10, N° 10; también niegan la una decisión de corte de apelaciones sea suficiente, desechando el super-
rándoles (sentencia de la Corte Su- inminencia de la agresión, POLITOFF, ha reconocido que no concurre la Huo", según Noves, I, 342). Laju-
prema, Rol N° 199-2003, de 12 de 283-284, y GARRIDO, n, 170, quien eximente si es que no hay agresión risprudencia de la Corte Suprema ha
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ART. 10 N° 4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO

sostenido, en el mismo sentido, que que, con razón, debe llevar a recha- tra Juan Carlos Kaschel Hitschfeld de esa naturaleza, a la hora de valorar
la racionalidad requiere la necesidad zar equivalencia, o incluso propor- (Recurso de Casación en el Fondo la necesidad racional del medio, en
del medio empleado, en el sentido cionalidad abstracta, entre el medio criminal), N° ID LegalPublishing: la medida que la exigencia de selec-
de que el sujeto no disponga de otra con que se agrede y el que se emplea 18488). cionar el medio "menos enérgico" se
forma menos enérgica para defen- para la defensa, como la jurispru- debe entender referida, en cualquier
derse con éxito (sentencia de la Cor- dencia, sin embargo, con frecuencia La necesidad racional del medio caso, a uno que permita "defenderse
te Suprema, Rol N° 4336-2000, lo hace (según reseña críticamente se evalúa objetivamente, atendiendo con éxito" (CURY, 375), lo que deja
de 9 de abril de 2001, contra Juan Novox, 1, 342, quien incluye, entre a las características reales de la agre- un margen de apreciación, desde una
Carlos Kaschel Hitschfeld (Recurso las circunstancias que deben tenerse sión sufrida, y no a las característi- perspectiva racional, debiendo des-
de Casación en el Fondo criminal), en cuenta para decidir si el medio cas imaginadas por el autor, en su cartarse sólo las asunciones irraciona-
N° ID LegalPublishing: 18488), y era racionalmente necesario: "lo im- alteración anímica por mucho que, les (justamente las que corresponden
que la racionalidad del medio em- previsto del ataque, la superioridad si las cosas hubieran sido como él se a "situaciones imaginarias que, en
pleado se derivaba de su razonabi- física marcada del agresor, la inamo- las imaginó, el medio que escogió su excitación, puedan inducirlo [al
lidad, así como del hecho de que el vilidad del agredido, la rapidez con habría sido racionalmente necesario agredido] a actuar de una determi-
imputado intentó utilizar otros me- que éste deba reaccionar, la dificul- (CURY 375), Sin embargo, la nece- nada manera'; CURY, ibídem). Todo
dios para repeler la agresión ilegíti- tad de poner en uso inmediato otros sidad racional de la defensa debe ello parece muy bien expresado por
ma (sentencia de la Corte Suprema, medios de defensa, la presencia de afirmarse, aun si más tarde (después Novox, cuando argumenta que "la
Rol N° 2594-2003, de 16 de enero personas que puedan auxiliar, la de que la reacción defensiva ya se racionalidad ha de ser apreciada se-
de 2006, Contra Claudia Andrés hora y el lugar, etc."). En el mismo produjo) se comprobó que las cosas gún la reacción que un sujeto razo-
Sepúlveda Hernández (Casación sentido ha destacado la jurispru- eran distintas de lo que parecían, si nable habría tenido en el momento
en la Forma y el Fondo criminal), dencia, que la racionalidad no debe "la producción del daño inmediato, mismo de la agresión y no conforme
N° ID LegalPublishing: 33737). entenderse como equivalencia ma- o en un momento posterior (peligro a lo que a posteriori pueda lucubrar-
temática, sino como razonabilidad continuado), aparece tan probable se en la apacible tranquilidad de· un
En todo caso, la posibilidad de del medio empleado en virtud de que, razonablemente, hay que adop- gabinete" NOVOA, 1, 343).
disponer concretamente de un me- las circunstancias del caso concreto tar en seguida las medidas precisas
dio menos lesivo exigevalorar, como (sentencia de la Corte Suprema, Rol para la protección del bien jurídico La falta de necesidad racional
señala CURY, "la totalidad de la reac- N°, 6466-2005, de 3 de mayo de amenazado" (en ese sentido, POL!- del medio empleado se considera
ción [defensiva]", teniendo en cuen- 2007, Contra José Simón Villarro- TOFF, 286, recurriendo por excep- como un exceso intensivo en la legí-
ta circunstancias que, excepcional- el Torres, N° ID .LegalPublishing: ción a "una consideración objetiva tima defensa, y constituye una legí-
mente, pueden hacer racionalmente 36297; sentencia de la Corte Supre- ex ante" -pese a que, ¡a diferencia de tima defensa incompleta (v, infra,
necesario un medio que, bajo cir- ma, Rol 2594-2003, de 16 enero de CURY!- defiende por regla general un "Exceso en la legítima defensa... ").
cunstancias distintas, sería excesivo 2006, Contra Claudia Andrés Se- criterio objetivo expost para decidir
(CURY 374, argumentando que "el púlveda Hernández (Casación en la la realidad de la agresión, cfr. infra, iii) Falta deprovocación suficien-
viejecillo raquítico que es atacado a Forma y el Fondo criminal), N° ID "El error en los presupuestos fácti- teporparte del que se defiende
puño limpio por un fornido moce- LegalPublishing: 33737; sentencia cos, , ,"). Por lo demás, también en
tón, puede echar mano de un arma de la Corte Suprema, Rol N° 4336- el planteamiento de CURY puede en- Con este requisito se quiere de-
de fuego para defenderse"), criterio 2000, de 9 de abril de 2001, con- contrarse base para una matización jar fuera del ámbito de la legítima
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CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO

defensa a quien, siendo objeto de requisitos), caso en que el provoca- sión de otro, para prefigurar artifi- incompleta (v, infra, "Exceso en la
una agresión ilegítima, con su con- dor-agresor ni siquiera queda ampa- cialmente en su favor una supuesta legítima defensa... "), e incluso, si
ducta ha provocado suficientemente rado por una atenuante de legítima situación de legítima defensa, que le con ello quiere alejar graves riesgos
dicha agresión. Pero la provocación defensa incompleta. En ese sentido, permita dar muerte o herir impune- para su vida o integridad física, po-
a la que aquí se alude no es, a su es provocación sólo la conducta que mente a su agresor, pues en tal caso dría llegar a ser exculpado por inexi-
vez, agresión en el sentido de la le- hace "explicable, natural" la agre- no hay defensa por parte del provo- gibilidadde otraconducta (POLITOFF,
gítima defensa (Novox, 1, 347-348; sión de quien es provocado, no la cador intencional, sino pura agre- 285; en el mismo sentido, POLITOFF
v. también, en detalle, COUSIÑO, II, que la convierte en legítima" Es sión antijurídica (y faltaría, incluso, / MATUS, Comentario, 132; la ex-
292-294; cfr., en cambio, precisa- cierto, sin embargo, que la provoca- la ilegitimidad de agresión desple- culpante de inexigibilidad, en tal
mente haciendo esa identificación, ción, aun cuando califique de agre- gada en su contra; v. COUSIÑO, II, caso, podría basarse en el Art. 10,
erróneamente en mi opinión, OR- sión (ilegítima), no necesariamente 302). De modo que, en este caso, N° 9°).
TIZ MUÑoz, 126-128) es decir, con excluirá aquel primer requisito de tampoco concurre la atenuante de
este tercer requisito de la legítima la legítima defensa (sólo excluirá el legítima defensa incompleta a favor EL ELEMENTO SUBJETIVO DE LA
defensa no se trata de dejar fuera tercero), si por ej., la defensa-agresión del "provocador intencional" que se LEGÍTIMA DEFENSA
del ámbito de la justificante a quien desplegada por el primer agredido defiende.
está, él primero, agrediendo (ilegí- se vuelve, pese a todo, ilegítima, por Aunque el asunto ha tenido, en
timamente) a quien en seguida lo incurrir éste en un exceso intensivo; Es provocación suficiente la quegeneral, un interés más bien teórico
agredirá a él, pues, en general, en tal pero lo que importa es que, para ca- "baste para explicar humanamente (ETCHEBERRY, 1, 235, no había iden-
caso aquel primer agresor (que no se- lificar como un acto de provocación, el ataque que el provocado descarga tificado, hasta ese entonces, casos
ría un simple provocador) ya quedará la conducta del que se defiende no en seguida sobre su provocador", sin jurisprudenciales en que se negara
fuera del ámbito de la legítima de- tiene por qué llegar al punto de ser la legítima defensa por faltar este
llegar a justificarla, "sino solamente
fensa, por faltar el primer requisito una agresión ilegítirJ?a. a hacerla en parte excusable" (N 0- elemento; lo propio señala Novox,
y fundamental de esta justificante: VOA, 1, 347), lo que se aprecia, no 1, 332), se discute si la justificante
una agresión ilegitima, si, en efecto, Fuera de ello, con razón des- en abstracto, sino en relación con lade legítima defensa exige un elemento
su primera agresión "provoca" a su carta COUSIÑO, II, 295-302 que agresión de la que el provocador ter-subjetivo, es decir, en primer lugar,
vez, de parte del primer agredido, constituya una mera provocación la minó siendo objeto (ibídem). Si no si la acción típica, objetivamente
una agresión legítima, amparada en denominada "provocación intencio- llega a ser suficiente en ese sentido,
necesaria para impedir o repeler una
la legítima defensa (en caso de que nal", es decir, la conducta de quien la provocación de menor entidad e agresión ilegítima, necesita haber
concurran a favor de éste los demás deliberadamente "provoca' la importancia deja plenamente sub- sido ejecutada con conocimiento y
sistente la legítima defensa del "pro-
voluntad de que justamente con ella
vocador", se está repeliendo una agresión y si,
37
En un sentido similar, ETCHEBERRY, 1, 257, quien sin embargo, al decir "no es preciso en segundo lugar, debe además el
que la provocación llegue a hacer legítima la agresión" induce a error, pues el caso es
En todo caso, aun si se ha pro- autor tener una motivación defen-
que la provocación no puede ser de tal naturaleza que haga legítima la agresión, caso en
que dejaría de ser "mera provocación", y se convertiría en agresión ilegítima, que, por vocado suficientemente la agresión, siva (un dnimo de defensa) -o exclu-
convertir en legítima a la defensa-agresión de su contradictor, deja al autor de aquella el provocador que se defiende de una sivamente defensiva-; la alternativa
fuera de la legítima defensa por faltar el primer requisito -no el tercero- de la legítima agresión todavía ilegítima, cuenta sería admitir que también queden
defensa. con la atenuante de legítima defensa justificadas por legítima defensa, por
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ART.IONo4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.IONo4

una parte, la conducta típica que ca- defenderse", pero sin llegar a exigirse EXCESO EN LA LEGíTIMA DEFENSA En cambio, tanto en el caso de
sualmente impide una agresión in- un "ánimo defensivo", sino cuando Y DEFENSA INCOMPLETA exceso intensivo (por falta de nece-
minente, sin que el autor supiese de la Ley lo exige, como en la legítima sidad racional del medio empleado
ella, y, por otra parte, la acción de- definsa de parientes (CURY, 366-367; Como se dijo, la falta del re- para impedir o repeler la agresión),
fensiva motivada por resentimiento GARRIDO, n, 174-175; COUSIÑO, n, quisito de la agresión ilegítima (sea a como en aquél en que quien se de-
o venganza por parte de quien, por 146, reproduciendo textualmente lo causa de que no es real, sea porque fiende provocó suficientemente la
ej., "tuvo la fortuna" de ser agredi- que ya planteara en COUSIÑO, 26- es remota o está agotada, sea por- agresión, sí cabe aplicar la atenuante
do por su enemigo, encontrándose 33). POLITOFF argumenta que, en que no es ilegítima), es considera- de legítima defensa incompleta, de
así con una oportunidad para saldar Chile, esta tesis finalmente condu- da, con razón, como un obstáculo, conformidad con el Arts. 11, N° 1°,
cuentas impunemente. ce a los mismos resultados prácticos no sólo para justificar la conducta, en relación con el Art. 10, N° 4°, y,
que la primera concepción, pues, en sino incluso para reconocer la ate- normalmente, con el especial efecto
Una primera concepción, soste- primer lugar, en caso de que falte la nuante de justificante incompleta atenuatorio del Art. 73.
nida por ETCHEBERRY, 1, 234-237 y finalidad o voluntad defensiva no (del Art. 11, N° 1, en relación con
250-251; POLITOFF, 261 yss.; v. tam- cabe sino reconocer en el hecho una elArt. 10, N° 4°, y el Art. 73), pues EL ERROR EN LOS PRESUPUESTOS
bién ya NOVOA, 1, 331-332, y que tentativa inidónea (pues el autor ha se trata de un requisito esencial, sin FÁCTICOS DE LA LEGíTIMA DEFENSA.
destaca que el legislador sólo en casos querido producir un resultado anti- el cual ni siquiera cabe hablar de LEGíTIMA DEFENSA PUTATIVA
puntuales exige un elemento subjeti- jurídico, pero su intento estaba des- definsa (sin agresión, sencillamente
vo en las justificantes (al descartar la de un principio destinado al (racaso, no hay defensa; en ese sentido, Po- Quien comete una acción típica
justificación en la legítima definsa de pues, sin quererlo él, las circunstan- LITOFF, 288). Esta conclusión, que en reacción a lo que ante sus senti-
terceros, delArt. 1O,N° 6°, cuando la cias necesariamente lo llevan a pro- POLITOFF, 288, así como POLITOFF dos se presenta como una agresión
motivación, en lugar de defensiva, es ducir un resultado aprobado por el / MATUS, Comentario, 133, expre- inminente, para luego descubrir
de "venganza, resentimiento u otro derecho) y, en segundo lugar, confor- samente extienden al caso del exceso que, en realidad, la agresión no era
motivo ilegítimo") rechaza la exigen- me a la opinión ampliamente mayo- extensivo, parece ser rechazada, en real sino sólo aparente, no está, en
cia, tanto de conocimiento, cuanto ritaria en Chile, la tentativa inidónea cambio, para tal hipótesis, por GA- principio, amparado por la legítima
de una motivación o "ánimo" defen- es impune (POLITOFF, 274-276; en el RRIDO, n, 151, 153, 168, quien, no definsa, sino que actúa bajo una de-
sivo, aceptando la justificación de la mismo sentido, POLITOFF / MATUS, obstante admitir que la agresión es fensa putativa, debida a su error so-
conducta que objetivamente produ- Comentario, 132; v. también, ya el "requisito substancial" de la legíti- bre la concurrencia de un presupuesto
ce un estado aprobado por el derecho mismo POLITOFF, 1996,26 Yss.; sin ma defensa, sin la cual no puede ha- fiictico de la legítima defensa, en ese
(en este caso, la injusta agresión fue embargo, en la actualidad es a lo me- ber justificación incompleta, afirma caso precisamente el presupuesto:
repelida con un medio racionalmen- nos discutible que la impunidad de que la "defensa" efectuada en exceso agresión ilegítima (real). Sin embar-
te necesario). Frente a esa concepción la tentativa inidónea sea una cues- extensivo puede constituir una ate- go, se ha discutido, a propósito de la
se eleva la tesis que exige en el autor tión pacífica en Chile, v. MAÑALICH, nuante de justificante incompleta exigencia de que la agresión sea real,
de la reacción defensiva, a lo menos, 161, inclinándose también por la (entendiendo, al parecer, que en tal cuál es el criterio para decidir si se
conocimiento y voluntad de que con conclusión de la tentativa inidónea, caso sí se está ante una verdadera puede tener por real lo que, en sus
ella efectivamente se está impidiendo pero advirtiendo precisamente que agresión, sólo que ya había pasado apariencias, se presentaba como una
o repeliendo la agresión, es decir, con su punibilidad "es aún una cuestión al momento de la defensa; v. GARRI- agresión. POLITOFF, 286, aboga, en
"finalidad defensiva" o "voluntad de incierta") . DO, n, 151-152, 180). principio, por un criterio objetivo
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ART. 10 N° 4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.lONo4

ex post, más coherente con la natu- su parte, al rechazar, sin ningún gé- el Ministro Enrique CURY) , negan- dir la realidad de la agresión para el
raleza objetiva del juicio de ilicitud; nero de distinciones, la justificación do que constituya una agresión real tribunal se traducía en la diferencia
conforme a tal criterio -habría que cuando "hay sólo una apariencia de la que "fue sólo aparente", por más entre justificar su conducta o sólo
concluir- la cuestión se decide una agresión" (ETcHEBERRY, 1, 253; cfr., que el error en que esa apariencia exculparla, lo que no tenía diferen-
vez que el hecho ya se produjo, con siguiéndolo, GARRIDO, I1, 170), pa- se funda fuese invencible, como se cias respecto de la punibilidad de la
todos los elementos de juicio dispo- rece apegarse a una consideración le consideró en la misma sentencia, misma, pero sí podría tenerla para
nibles por el tribunal, incluso los que objetiva ex post. CURY, por último, pues "la efectividad de la agresión otros efectos (por ej., la tendría para
el autor ex ante no podría haber co- aboga abiertamente por emplear un esto es, su realidad se ha de juzgar afirmar de la ilicitud de esa prime-
nocido; sin embargo, como se vio al criterio objetivo ex ante: "[l]a agre- objetivamente, vale decir, con inde- ra conducta activa, y de ese modo
tratar sobre la necesidad racional del sión ha de ser real, esto es, ha de pendencia del conocimiento que los fundamentar la existencia de una
medio), POLITOFF admite que debe existir como tal según una conside- intervinientes tienen o pueden te- posición de garante por injerencia,
emplearse una perspectiva objetiva ración ex-ante, es decir, teniendo en ner de la situación" (en este caso, la que no se daría en cambio -según
ex ante para resolver si las medidas cuenta lo que para el autor aparecía agresión se consideró sólo aparente, el propio CURY 683 39- si la acción
defensivas adoptadas eran racional- como tal en el momento de deci- pues "el arma empleada por Valle- previa creadora del peligro se consi-
mente necesarias, lo que debería lle- dirse a defenderse, atendida su po- jos para amenazar al hijo de Castro deraba justificada, luego, era lícita).
var, entonces, a tomar en cuenta los sición en el contexto de los hechos y se encontraba con el seguro puesto
elementos de juicio con que el au- los conocimientos de que disponía y, en esas condiciones, no podía ser Con independencia de la cues-
tor contaba, y que razonablemente sobre la situación", pero "[qjuien disparada ni, en consecuencia, he- tión del criterio que deba emplearse
también habrían sido determinantes reacciona frente a una agresión que rir o matar"). En todo caso, en esta para apreciar la realidad de la agre-
para cualquier otro en su lugar, por desde dicho punto de vista no puede misma decisión, al autor se le excul- sión, o, mirado desde otro punto de
más que las cosas se descubran, más ser sino apreciada como imaginaria pó por su acción típica y antijurídica vista, para decidir si estamos ante una
tarde, distintas a como objetivamen- o aparente, no actúa justificado por (no se la justificó) , precisamente por auténtica legítima defensa o ante una
te (el juicio es objetivo ex ante, no legítima defensa" (CURY 373)38, considerarse a su error "invencible", defensa putativa, también se. discute
subjetivo ex ante) aparentaban serlo
lo que demuestra que la diferencia cuál es el efecto de la defensa pu-
(si bien esta matización la introduce A nivel de la jurisprudencia, la entre emplear un criterio objetivo ex tativa, es decir, de la que no justifica
POLITOFF para decidir la necesidad Corte Suprema tuvo oportunidad de post y uno objetivo ex ante para deci- la conducta por haber reaccionado
racional del medio, y no explícita- pronunciarse sobre la cuestión explí-
mente para decidir la realidad de la citamente en 1998 (sentencia de la
agresión -cuestiones en principio Corte Suprema, Rol N°1.338-98, de 39
Punto de vista que se aparta, con todo, del que sigue la sentencia que se comenta,
separables-, en la práctica lo hace 4 agosto de 1998 (sentencia de casa- para la cual, es suficiente, para tener que responder por el actuar precedente creador
de una forma que envuelve a las ción en el fondo y de reemplazo), el del peligro -en este caso, por homicidio por omisión-; si "quien ejecuta un acto no
dos cuestiones). ETCHEBERRY, por Carlos Castro Muñoz, redactada por culpable -e, incluso, justificado- sabe que su conducta es, en general, injusta (reprobada
por el derecho, anormal), y que sólo a causa de circunstancias especiales se encuentra
disculpada -como en el caso de autos- o justificada -supuesto que concurriera, cosa
que aquí no ocurre, una auténtica causal de justificación-" (Considerando 18° de la
38 Criterio que, sin embargo, contrasta notablemente con el que el propio CURY emplea sentencia de reemplazo), dejando a salvo entonces la posibilidad de que, quien realmente
como redactor de un conocido fallo de la Corte Suprema sobre la materia (v, infra, en actuó bajo legítima defensa, de todos modos responda por homicidio por omisión, lo
el texto principal), que, en mi opinión, no se justifica.
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ART. 10 No4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART. 10 Nos. 5 - 6

frente a lo que no era una agresión moderada de la culpabilidad, que ac- Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
real, sino una aparente. En Chile, tualmente parece gozar de un amplio [ ... ]
fundamentalmente dos soluciones respaldo (que también se expresó en 5. El que obra en defensa de la persona o derechos de su cón-
han sido defendidas, cada una apo- la postura prácticamente unánime yuge, de sus parientes consanguíneos legítimos en toda la línea
yada en una concepción sistemática del Foro Penal al aprobar el Art. 3° recta y en la colateral hasta el cuarto grado inclusive, de sus afines
distinta. Así, mientras para la teoría del Anteproyecto de CP del 2005 40) legítimos en toda la línea recta y en la colateral hasta el segundo
extrema de la. culpabilidad el error so- esa especie de error en todo caso
grado inclusive, de sus padres o hijos naturales o ilegítimos recono-
bre la concurrencia de los presupues- hace desaparecer el dolo, y conduce
tos fácticos de la legítima defensa (y por ello a la impunidad, si el error
cidos, siempre que concurran la primera y segunda circunstancias
de cualquier causa de justificación, es invencible, o a castigar sólo por prescritas en el número anterior, y la de que, en caso de haber pre-
en general) no afecta en nada al ca- un cuasidelito si el error es vencible cedido provocación de parte del acometido, no tuviere participa-
rácter doloso de la conducta (que y, para la figura típica de que se tra- ción en ella el defensor.
se ha examinado en un estadio pre- ta, la Ley sanciona expresamente la 6. El que obra en defensa de la persona y derechos de un ex-
vio, al decidir la tipicidad subjetiva), forma culposa -exigencia que se des- traño, siempre que concurran las circunstancias expresadas en el
sino que sólo excluye la culpabilidad prende delArt. 10, N° 13- (NOVOA, número anterior y la de que el defensor no sea impulsado por ven-
-cuando es un error invencible- o 1,541,551-552; en lo esencial, en el . ganza, resentimiento u otro motivo ilegítimo.
apenas la atenúa, dejando plena- mismo sentido, ETCHEBERRY, 1, 253, Se presumirá legalmente que concurren las circunstancias pre-
mente subsistente el castigo a títu- 339; POLITOFF, 444-445; MAÑALICH, vistas en este número y en los números 4. y 5. precedentes, cual-
lo de dolo -si es un error vencible- 145, 157, 159-160; en los resultados
quiera que sea el daño que se ocasione al agresor, respecto de aquel
(GARRIDO, Il, 305-309, rechazando también es similar, actualmente, el
la teoría limitada de la culpabilidad punto de vista de CURY, 444 y 448, que rechaza el escalamiento en los términos indicados en el núme-
en n. 306, y defendiendo la teoría acogiendo la variante denominada ro 1. del artículo 440 de este Código, en una casa, departamento
extrema, y fundando la atenuación "teoría de la culpabilidad que remi- u oficina habitados, o en sus dependencias, o, si es de noche, en
de pena directamente en el Art. 11, te a las consecuencias jurídicas", y un local comercial o industrial y del que impida o trate de impedir
N° 1°; también acoge esta versión de apartándose de la teoría extrema de la consumación de los delitos señalados en los artículos 141, 142,
la teoría de la culpabilidad NAQUIRA, la culpabilidad que había defendido 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 436 de este Código.
409 y ss.), para la teoría limitada o en ediciones anteriores de su obra). BIBUOGRAFlA: POUTOFF, SERGIO / MArus, lEAN PIERRE: "Comentario al Art. la, N°s 4° a 70 " , en
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 127-144

40 V. "Materiales de Discusión presentados a la Comisión Foro Penal, Parte General",


Polít. crim, N° 1, D2, p. 1-223. El texto delArt. 3° del Anteproyecto de CP de 2005, COMENTARIO
aprobado por el Foro Penal es el siguiente:
"Art. 3°. El error sobre la concurrencia en el hecho de un elemento integrante de la Jaime Couso
descripción legal del delito excluye el dolo respecto del mismo. Si el error es evitable,
el hecho se sancionará a título de imprudencia, si procede. GÉNESIS y MODIFICACIONES español (FUENSALIDA, 1, 56), pero
"Lo dispuesto en el inciso anterior se aplicará también al error sobre la concurrencia
de un presupuesto de las causas de justificación de la conducta.
el segundo párrafo del numeral 6°
"Las circunstancias desconocidas por el sujeto no se considerarán para agravar o calificar Ambos numerales también (traído, con modificaciones, como
su responsabilidad penal, pero sí para atenuada o privilegiada'. fueron tomados del Art. 8° del CP se verá, del primitivo numeral 4°)
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CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO

se tomó del CP belga (GARRIDO, falte en este caso una referencia ex- del parentesco POLITOFF / MATUS, La jurisprudencia ha sosteni-
I1, 179). El numeral 6° ha sido presa de la Ley en tal sentido, de Comentario, 138 41) . do, en este sentido, que para re-
modificada en dos oportunidades: todos modos debe entenderse tam- solver que en una situación dada
en 1992, la Ley N° 19.164 (de 2 bién aquí (como, por expresa dis- En el caso de la defensa de ex- no concurre este requisito de la le-
de septiembre de 1992), agregó a posición de la ley, ocurre en el caso traños, la Ley excluye la legitimi- gítima defensa, establecido por el
dicho numeral su actual párrafo de la legítima defensa propia) que dad de la defensa cuando el autor N° 6° del Art. 10 del Código Pe-
segundo, que regula la legítima de- la provocación previa sólo excluye obra impulsado por "motivos ile- nal, es preciso entender acreditado
fensa privilegiada (y que la misma la posibilidad de invocar legítima gítimos", como la venganza y el que el único motivo que empujó
Ley eliminó del numeral 40), de defensa si es suficiente, de modo resentimiento, elemento subjetivo al sujeto a actuar defensivamente
modo de hacer extensible el privi- que no cualquier provocación priva referido a los móviles del autor de fue el "resentimiento" o la "ven-
legio a las tres hipótesis de legíti- al tercero de la posibilidad de de- la defensa que es objeto de críti- ganza"; en cambio, si el procesado
ma defensa: propia, de parientes y fender legítimamente al agredido, ca (CURY, 376; POLITOFF, 290), obró también, y primordialmente,
de terceros; y, posteriormente, en pues la misma razón se da aquí que pero que no parece tener impor- porque conociendo la agresión ile-
2008, la Ley N° 20.253 (de 14 de en el caso de la legítima defensa tancia práctica (en general, sobre gítima dirigida en contra del terce-
marzo de 2008) lo modificó para propia (POLITOFF / MATUS, Comen- la irrelevancia práctica, a nivel de ro, tenía la voluntad de intervenir
incluir, dentro del listado de deli- tario, 138). la jurisprudencia, de la exigencia para hacerla fracasar, hay que ne-
tos cuyo impedimento queda cu- de elementos subjetivos de la le- gar que su conducta haya sido "im-
bierto por el privilegio, los abusos Si bien la referencia a las for- gítima defensa, v. supra, Art. 10, pulsada" por el motivo ilegítimo y
sexuales calificados del Art 365 bis mas y grados de parentesco a que N° 4°). En todo caso, como con tiene que concederse la justificante
(adecuando, además, las antiguas hace referencia el numeral 5° no razón advierten POLITOFF / MATUS, (sentencia de la Corte Suprema,
referencias a la violación y a la vio- fue modificada expresamente por Comentario, 140), la referencia a Rol N° 3898-2002, de 27 de julio
lación sodomítica a la nueva siste- la Ley N° 19.585 (de 26 de octu- este tipo de móviles sólo conduce de 2004, contra Ricardo Figueroa
mática de los delitos sexuales). bre de 1998), que derogó la dis- a negar la legítima defensa cuando Martínez (Casación en la Forma
tinción entre filiación legítima e el autor haya obrado impulsado criminal), N° ID LegalPublishing:
LEGÍTIMA DEFENSA DE TERCEROS: ilegítima, dado el alcance general exclusivamente por esas motiva- 30579).
PMUENTESYEXTRAÑOS de esa modificación, tácitamente ciones y no simplemente, cuando,
también alcanza a la legítima de- además de un genuino interés en Fuera de ello, ETCHEBERRY ad-
En principio, los mismos re- fensa de parientes, que cubre en- salvar al agredido, el autor ali- vierte que el tercero cuyos derechos
quisitos establecidos para la legíti- tonces, a la defensa de: el cónyuge, mente, adicionalmente, venganza, se puede legítimamente defender,
ma defensa propia rigen para la de los parientes consanguíneos en la resentimiento u otra motivación si bien debe ser un titular concreto,
terceros, sean parientes (numeral línea recta y en la colateral hasta el "ilegítima" . de modo que no cabe defender bie-
5°) o extraños (numeral 60), inclu- cuarto grado inclusive, los parien-
so la exigencia de que a la agresión tes afines en toda la línea recta y en 41
Pero es errónea la referencia, por parte de los autores, a la consanguinidad sólo hasta el
no haya precedido provocación por la colateral hasta el segundo grado segundo grado -siendo que la regla la abarca hasta el cuarto grado- y parece preferible
parte del defensor, quien en este inclusive, y los hijos (correctamen- hacer expresa mención de los hijos, y no simplemente de los parientes consanguíneos
caso, sin embargo, no es el mismo te hacen valer para la legítima de- "en toda la línea recta', para dejar en claro que se incluye también a los adoptivos -y
que el agredido; además, aunque fensa la modificación de las reglas no sólo los hijos ligados por vínculo de consanguinidad.

228 229

.1
C6DIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART. 10 N° 6

nes comunes (como la fe pública), sunción simplemente legal (que ad- el caso del escalamiento, sino que lamiento o la comisión de uno de
que justamente no tienen un titular mite prueba en contrario) de con- la urgencia del objetivo impide cal- los delitos que se quiso impedir, y
determinado, perfectamente puede currencia de las circunstancias de cular y decidir racionalmente la in- exigir la prueba de que hubo una
tratarse de una persona jurídica (ET- la legítima defensa genera, a lo me- tensidad de la defensa necesaria-). agresión ilegítima, no se justifica,
CHEBERRY, 1, 258, quien en este lu- nos, dos discusiones. La primera La segunda discusión se refiere a pues es perfectamente posible exi-
gar también argumenta que cabe la discusión se refiere a los requisitos qué exactamente es lo que se presu- gir sólo lo primero, presumiendo,
defensa de un "tercero" en contra de específicos de cada una de las tres me concurrente: si acaso todos los por ej., que el escalamiento no es-
sí mismo, si se trata de un caso de situaciones cubiertas por el privile- requisitos de la legítima defensa taba justificado, presunción que,
auto agresión que no se refiera a bie- gio, en particular, si acaso, la terce- (así, GARRIDO, Il, 176, si bien des- sin embargo, luego podría vencerse
nes jurídicos disponibles, cuestión, ra de esas situaciones (la de quien tacando que debe comprobarse el demostrando que quien escaló lo
en mi opinión, francamente dudo- impide o procura impedir alguno presupuesto fáctico de la aplicación hizo en estado de necesidad justifi-
sa, pues en tal caso por definición de los delitos listados por la dispo- de la presunción, a saber, que efec- cante o en ejercicio legítimo de un
no puede conferirse prima facie, sición) también está sujeta a la tivamente hubo un escalamiento o derecho (así lo sugiere GARRIDO,
como lo supone la estructura de la condición de que ello ocurra de si se estaba ejecutando uno de los Il, 176). En segundo lugar, tras la
legítima defensa, mayor valor a los noche (como lo suponen GARRIDO, delitos que la defensa estuvo dirigi- reforma de 1992, el argumento ad
intereses del injustamente agredi- Il, 167; POLITOFF, 292; POLITOFF / da a impedir), si a todos menos a-la absurdum de CURY, PG, 377, con-
do que a los del injusto agresor y, MATUS, Comentario, 136; POLI- existencia de una agresión ilegítima forme al cual la presunción de la
por el contrario, debe partirse de la TOFF / MATUS / RAMíREZ, PG, 226), (así, ETCHEBERRY, 1, 260, para ilegitimidad de la agresión podría
base del mayor peso de los intere- o si acaso la referencia a la noctur- quien precisamente la exigencia llevar "[a]l absurdo de afirmar que
ses que el afectado, en el uso de su nidad se entiende formulada sólo que haya escalamiento o la ejecu- obra en legítima defensa el que,
autonomía, prioriza, por sobre los para la segunda de aquellas situa- ción de alguno de aquellos delitos con el objeto de evitar su propia
que él mismo ha elegido sacrificar, ciones (la de rechazar el escala- equivale a la exigencia de agresión captura, da muerte al policía que
lo que relega la -Iegitirnidad de una miento en locales comerciales o ilegítima, cuya existencia ya no se premunido de orden judicial com-
intervención paternalista a casos ex- industriales), mientras que la terce- estaría presumiendo; en el mismo petente, descerraja la puerta de la
tremos, en los datos objetivos hagan ra se encuentra cubierta sin restric- sentido, POLITOFF / MATUS, Co- casa en que se ha refugiado para
dudar de que la autoagresión refleje ción respecto del horario en que se mentario, 135) o si sólo a la necesi- huir de la justicia y de la que se
una decisión autónoma). impida la comisión de tales delitos dad racional de la reacción defensiva niega a salir" no actualmente tiene
(como lo sostienen ETCHEBERRY, 1, (así, CURY, 261, interpretando de aplicación, pues la presunción sim-
LEGíTIMA DEFENSA PRIVILEGIADA 259 Y n. 1; CURY, 377; a quienes tal modo la referencia legal a que la plemente legal (si algo quedó en cla-
en mi opinión da la razón el tenor presunción opera "cualquiera que ro después de 1992 es que no se
Tras la modificación sufrida literal de la disposición y también sea el daño que se ocasione al agre- trata de una presunción de derecho,
por la regulación de la legítima de- su sentido -¿en qué puede cambiar sor). En mi opinión, en primer lu- caso en el que el argumento de
fensa en 1992 la legítima defensa las cosas que se impida una viola- gar, la identificación propuesta por CURY tendría plena validez) de ile-
privilegiada puede ser invocada ción o un homicidio de día en vez ETCHEBERRY (casi como una cues- gitimidad de la agresión, deja per-
para las tres especies de defensa le- de por la noche?, el asunto aquí no tión de estructura lógica de la nor- fectamente a salvo la posibilidad
gitimada por el CP: la propia, la de parece ser que la noche hace más ma, v. ETCHEBERRY, 1, 260) entre de que, con los antecedentes que
parientes y la de extraños. La pre- difícil estimar el peligro, como en exigir la prueba de que hubo esca- proporcione el fiscal, se supere la
230 231
ART.IDNo6 C6DIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO

presunclOn con cualquier eviden- tamente un escalamiento en su demostrar que un primer disparo porque la CPR ampara la vida de
cia convincente de que el escala- casa, que él pruebe positivamente de advertencia, omitido en este todos, también del delincuente).
miento era legítimo (lo que podría que el escalador no estaba actuan- caso, era un medio suficiente para Una alternativa a esa interpreta-
ocurrir ya en la audiencia de for- do ilegítimamente y que él, por su intentar repeler el escalamiento, de ción (que no parece del todo defe-
malización y de solicitud de medi- parte, no provocó la agresión sufi- modo que no era racionalmente rente con la decisión legislativa de
das cautelares si, en el ejemplo pro- cienternentei: ¿y cabría condenarlo necesario disparar al cuerpo en pri- zanjar la duda que antes existía so-
puesto por CURY, el fiscal acompaña si no demuestra que no contaba mer lugar; en el primer caso está bre la naturaleza de la presunción,
copia de la orden de detención o con otro medio menos perjudicial, venciendo la presunción simple- resolviendo que justamente se trata
de registro). Así las cosas, tendría que convirtiese en. racionalmente mente legal; en el segundo caso de una presunción simplemente le-
razón GARRIDO, Il, 178-179, cuan- innecesario el que él empleó? Por está cumpliendo con su tarea de gal), es entender que la presunción
do entiende que la disposición otra parte, si el privilegio no parece probar los hechos en que se funda de legitimidad de la defensa, orien-
conduce a justificar la conducta de hacer diferencia en ese sentido (con la acusación. El privilegio, en esa tada como estuvo a facilitar la de-
quien rechaza un escalamiento o la o sin él, es la acusación la de que comparación, tiende a desvanecer- fensa de quien se encuentra en si-
comisión de los delitos, por medio debe probar los hechos que alega), se. Acaso por esa ineficacia práctica tuaciones que paradigmáticamente
de una acción típica, si la acusación tampoco es claro que la haga para a que conduce la decisión legislati- (para el observador medio) son
no logra comprobar que el escala- mejorar la posición del autor fren- va (de 1992) de convertir el privi- consideradas agresivas y necesita-
miento (o la comisión del hecho te a la evidencia que la acusación legio en una presunción simple- das, para ser eficaces, de una rápida
típico -si por ejemplo, el homici- logre reunir para comprobar que la mente legal, pero también apoyados reacción (en ese sentido, ETCHEBE-
dio impedido se estaba a punto de agresión no era ilegítima o que el en la referencia expresa de la dispo- RRY, I, 260), objetivamente tiene el
cometer en legítima defensa-) es- medio no era racionalmente nece- sición a que la presunción rige sentido de decidir la cuestión de la
taba justificado, o que el medio sario: si se compara la situación de "cualquiera que sea el daño que se ilegitimidad de la agresión y de la
empleado no era, a fin de cuentas, quien rechaza con un disparo ho- ocasione al defensor", ETCHEBERRY, necesidad del medio de defensa,
racionalmente necesario, o que el micida el escalamiento efectuado 1, 260 Y n. 1 y GARRIDO, n, 178- desde una perspectiva objetiva ex
autor, en realidad, sí había provo- de día por un desconocido en su 179) entienden que, precisamente ante algo particular: la decisión de
cado de modo suficiente la agresión. oficina (situación cubierta por el en lo que respecta a la necesidad ra- si la agresión era ilegítima y de si el
La duda, en este caso (lejos de los privilegio) con la situación de cionalel medio, la presunción opera medio empleado era racionalmente
temores de CURY de que el privile- quien rechaza con un disparo ho- virtualmente como una presunción necesario se debe resolver con los
gio podría resultar excesivo), es si micida el escalamiento efectuado de derecho, pues, en definitiva, "no elementos de juicio que tenía el au-
acaso tiene algún efecto (el propio de día por un desconocido en su se exige el requisito de la necesi- tor, valorados por un observador
CURY, 377, advierte la cuestión, local comercial (situación no cu- dad racional del medio empleado, racional, pero que cuenta con una
que vincula a la introducción de la bierta con el privilegio), el Minis- ni cabe plantearse el problema del autorización expresa del legislador
presunción de inocencia por el CPP; terio Público, respecto de ambos, exceso en la defensa: ésta nunca para intentar una defensa eficaz y
específicamente respecto del requi- con un sencillo análisis del contex- será excesiva' (ETCHEBERRY, I, 260 oportuna si no caben dudas sobre
sito de necesidad racional del me- to en que se produjo el hecho y la Y n. 1 -la negrilla está en el origi- los presupuestos de hecho exigidos
dio); pues, aun sin la existencia de verificación de que el autor conta- nal-, citando a GARRIDO en el mis- por la disposición, en cada una de
la legítima defensa privilegiada, ¿ca- ba con más municiones, puede mo sentido, quien sin embargo, las tres situaciones abarcadas por el
bría exigir a quien rechaza violen- convincentemente argumentar y critica la decisión del legislador, privilegio.
232 233
ART.lONo7 CODIGO PENALCOMENTADO JAIMECOUSO ART.lON°7

Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal: distingue entre justificantes y exculpan- del interés de un tratamiento separado
tes, y que materialmente hay razones de la eximente del Art, 10, N° 7°.
[ ...]
para considerar justificadas conductas
7. El que para evitar un mal ejecuta un hecho que produzca
que exceden de los límites del nume- Con todo, y dado que aún no
daño en la propiedad ajena, siempre que concurran las circunstan-
ral 7°, no puede descartarse tratar a la contamos con el necesario desarrollo
cias siguientes: . . " eximente del numeral 11 como justi- doctrinario y jurisprudencial de este
1a. Realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar,' ficante cuando el mal causado es me- nuevo capítulo del tratamiento legis-
2 a . Que sea mayor que el causado para evitarlo. nor que el evitado, pero distinto de los lativo de las eximentes, y de las rela-
3a . Que no haya otro medio practicable y menos perjudicial que quedan abarcados por el numeral ciones entre justificantes y exculpantes,
para impedirlo. 7°), el tratamiento de los contornos es obligada siquiera una mención sin-
BIBUOGRAFÍA:TAJA JAPAZ, Alberto (1987), "La estructura objetiva del injusto aplicada al del estado de necesidad del numeral 7° tética a las cuestiones que tradicional-
estado de necesidad", en Revista Chilena de Derecho, Vol. 14, 1987. en buena medida pierde importancia mente ha planteado la interpretación
práctica y exige un tratamiento unita- del numeral 7° delArt. 10 (sesigue, en
rio con los del numeral 11°, lo que, lo fundamental, el esquema propues-
COMENTARlO sin embargo, excede de las posibilida- to por la obra de CURY, 378-381).
des de esta obra. Por ejemplo, ¿tiene
Jaime Couso sentido seguir planteando la cuestión LA SITUACIÓN DE NECESIDAD
de los bienes sacrificabIes y de la pro-
GENERALIDADES. FUNDAMENTO necesidad exculpante -reconociéndose porcionalidad en los mismos términos El mal que se debe buscar evitar,
y RELACIÓN CON EL ART. 10, N° 11, una justificante cuando se causa un que hasta ahora si, aun cuando se le- para que sea aplicable la justificante,
y NECESIDAD DE UNA REVISIÓN MONO- mal menor y, en su caso, una excul- sione bienes distintos de la propiedad es definido en términos de "un peligro
GRÁFICA DE LA MATERIA pante, cuando se causa un mal igual y la inviolabilidad de la morada, e in- para un bien jurídicamente reconoci-
o mayor que el que se evita-, eximente cluso si el mal causado es ligeramente do y protegido" (ETCHEBERRY, 1, 264;
Como fundamento del estado de que, hasta hace poco, no tenía consa- superior que el evitado, la exención de similar, CURY, 378; por su parte, GA-
necesidad justificante se suele invocar, gración expresa en nuestra legislación, responsabilidad criminal es perfecta- RRIDO, II, 183, lo ve como un peligro
al igual que respecto de la legítima si bien la posibilidad de considerar su mente factible? (en el primer caso, es para una persona o sus derechos, lo que
defensa, el principio del interésprepon- efecto exculpante se admitía dentro argumentable, por estar justificada la parece restringir la noción más allá de
derante que legitima su preservación, del ámbito del numeral 9° del Art. 10 conducta; mientras que en el segun- lo deseable, pues parece cerrar la puer-
en este caso, por medio de la produc- (fuerza moral irresistible o miedo in- do, por falta de culpabilidad de su au- ta a la protección de intereses colec-
ción de un mal menor (ETCHEBERRY, 1, superable). Con la reciente introduc- tor"), es una pregunta que hace dudar tivos o bienes de uso común, siendo
249; CURY, 372, 377). El tratamiento ción, por la Ley N° 20.480 (de 12 de
doctrinario del estado de necesidadjus- diciembre de 2010), en el numeral 11 42
Si bien incluso es argumentable la desaparición de la "antijuridicidad penal' (y no
tificante ha estado cruzado por lo aco- del Art. 10, de una eximente estado de
simplemente de la culpabilidad) en el segundo caso, especialmente si se trata de la
tado de su ámbito de aplicación (sólo necesidad mucho más amplia que la exención de responsabilidad penal, no de quien está amenazado personalmente por el
permite sacrificar la propiedad o la in- del numeral 7°, Y cuya naturaleza no mal, sino del tercero (quien queda abarcado por la eximente en atención a circunstan-
violabilidad de la morada), así como está clara (¿sólo exculpante o en parte cias objetivas, no a que lo afecte un "contexto motivacional anormal", de modo que
por su comparación con el estado de justificante?: dado que el Art, lOna es francamente dudoso que esté afectado por una situación de menor culpabilidad).

234 235
-
ART.lO N° 7 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO

que la disposición-con una redacción ducción de un daño en la propiedad do tiene en comparación con uno ELEMENTOS SUBJETIVOS DE LA
diversade la de la legítima defensa- no ajena, si bien hay acuerdo en que con suntuario, pero con mayor valor de JUS'tiFteANTE y ESTADO DE NECESIDAD
parece cerrarla). Puede ser de origen ello se hace referencia a "todo bien de cambio, para otro de los afectados; PUTATIVO
natural (incluidos los ataques de los significación patrimonial" (ETCHEBE- consideración, en mi opinión, dis-
animales) o humano, como en el caso RRY, 1,264). La referencia alArt. 145, cutible, si, sin necesidad de recurrir En relación con la exigencia o
en que el ilegítimamente agredido no que se considera normalmente como al castigo penal de quien, por necesi- no de un elemento subjetivo, la dis-
se defiende en contra de su agresor, una suerte de extensión del estado de dad, adopta la decisión de salvar un cusión doctrinaria a que se hizo refe-
sino que recurre a una acción salvado- necesidad justificante a los atentados bien propio por pura racionalidad rencia (supra, Art, 10, N° 4°) a pro-
ra que provoca un mal en un tercero en contra de la inviolabilidad de la económica, se admite jurídicamente pósito de la legítima defensa se aplica
(en su propiedad, en este caso;v, CURY, morada, es materialmente correcta la procedencia de la compensación también al estado de necesidad justi-
378); el mal incluso podría provenir pero dogmáticamente imprecisa, en económica al tercero inocente, a ficante (v; supra, Art, 10, N° 4°), con
de la misma persona que luego actúa la medida que los requisitos no apa- menos que con esta restricción se las mismas posturas defendiendo,
por necesidad, siempre que la futura recen formulados de la misma forma esté pensando precisamente en el respectivamente, la necesidad de una
lesión de la propiedad ajena no haya (de hecho, son menos exigentes en el valor subjetivo que para éste pueda finalidad, no ya defensiva, pero sí de
estado abarcadapor su dolo o su culpa Art. 145 que no exige expresamente tener aquello que representa toda su evitación del mal (v., por ej., GARRI-
(CURY, 378). subsidiariedad, en cambio, la propor- fortuna, lo que sugiere que sí im- DO, II, 189; cfr. también, en detalle,
cionalidad está implícitamente exi- porta el valor subjetivo -reconocible TALA, 313-333), y la suficiencia de
En cualquier caso debe tratarse gida por la gravedad del mal que se por el autor- que el tercero inocente una evitación objetiva del mal, por
de un mal real (actual o inminente; debe buscar evitar o por la importan- atribuye a sus bienes, pero no el valor más que el autor de la acción típica
v. GARRIDO, II, 185) pero, a diferen- cia de los intereses a los que se debe subjetivo que el autor atribuye a los (de daños o de violación de morada)
cia del caso de la legítima defensa, pretender prestar algún auxilio). suyos -criterio que no deja de tener no haya estado consciente de estar
no tiene por qué ser ilegítimo (ob- algún sentido, si se rechaza imponer cooperando "a la producción de un
viamente esa calificación sobra para Proporcionalidad un principio de absoluta solidaridad resultado querido por la ley" (ET-
los hechos de la naturaleza). Tampo- colectiva con el acaso que recae en CHEBERRY, 1, 237, si bien admitiendo
co exige la disposición que se trate La decisión de si el mal causado un individuo-). que en el caso del Art. 10, N° 7°, el
de un malgrave (lo que ahora queda es -como lo exige la disposición- argumento de texto a favor de la exi-
más claro, por contraste con la exi- menor que el evitado se adopta, se- Subsidiariedad gencia de finalidad en el sentido de
gencia que en tal sentido sí plantea gún CURY, PG, 380 desde una pers- la justificante -basado en la expre-
el nuevo numeral 11 del Art. 10). pectiva jurídica (según la valoración Cuando la Ley exige que no sión "Iell que para evitar un mal"-
que el derecho hace de cada mal -o haya un medio practicable y me- parece ofrecer mejor base que el que
ELSACRIFICIO NECESARIO del respectivo bien-), objetiva (sin nos perjudicial para impedir el mal, se invoca para la legítima defensa-
atender al valor subjetivo o personal debe entenderse que las posibilida- "[e]l que obra en defensa"-).
Bienes jurídicos susceptibles de ser de ciertos bienes o intereses para el des meramente teóricas no privan
sacrificados . autor) y relativa (considerando ob- de la justificación a quien optó por Por su parte, la acción de quien
jetivamente el mayor valor de uso sacrificar un interés ajeno, si concre- erróneamente supone la existencia
Conforme al numeral 7° la ne- que, por ejemplo, un bien que re- tamente no podía disponer de ese de un mal inminente que no es tal
cesidad sólo puede justificar la pro- presenta toda la fortuna del afecta- otro medio sólo accesible en teoría. actúa en estado de necesidadputativo
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,i
I
CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ

como consecuencia de un error sobre entre la justificación a efectos penales aquella redistribución, extrema la so- guno de los requisitos listados en
los presupuestos fdcticos de la concu- y a efectos civiles (la primera lidaridad al punto de convertirla en numeral 7° del Art, 10 conduce a
rrencia de la justificante de estado de a que un hecho no necesita o no una total injusticia. una atenuante de eximente incom-
de necesidad, sometido a la misma merece ser prevenido por medio de pleta, del Art. 11, N° 1, en relación
discusión y las mismas soluciones la utilización de la herramienta pe- JUSTIFICANTE INCOMPLETA con el Art. 73 (POLITOFF, 300). Así
ya analizadas (supra, Art. 10, N° 4°) nal, lo que ciertamente no dice nada también lo ha entendido, en la ju-
para la legítima defensa putativa. sobre la procedencia de reparar civil- Como destaca POLITOFF, a risprudencia, una decisión de cor-
mente el daño; de allí que pueda ha- condición de que concurra el "re- te de apelaciones (sentencia de la
EFECTOS CIVILES DEL ESTADO DE blarse -como ocurre en cierta doctri- quisito esencial" de esta justifi- Corte de Apelaciones de Copiapó,
NECESIDAD na española y alemana- de causas de cante, consistente en "la situación Rol N° 73139, 27 de julio de 2000
exclusión de la antijuridicidad penal) de necesidad, esto es, el mal que se (recurso de apelación), N° ID Le-
Frente a la concepción que in- aun si la acción se justifica a efectos trata de evitar", la ausencia de al- galPublishing: 19534).
voca la unidad del ordenamiento ju- penales, por ser racionalmente nece-
ridico para rechazar la posibilidad de sario el sacrificio de un bien ajeno de
considerar un ilícito civil, que dé lu- menor valor, para salvar uno propio
gar a indemnización de perjuicios, lo de mayor valor, la responsabilidad Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
que ante la Ley penal está justificado civil puede mantenerse, no realmen- [ ...]
-en este caso, la producción de un te por solidaridad con el titular del 8. El que con ocasión de ejecutar un acto lícito, con la debida
mal necesario conforme al Art, 10, bien sacrificado, sino porque de lo diligencia, causa un mal por mero accidente.
N° 7°- (ETCHEBERRY, r, 269, admi- contrario se le estaría imponiendo BIBUOGRAFÍA: BUSTOS, Juan: El delito culposo, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1995; COL-
tiendo sólo una excepción, contem- injustificadamente la carga de so- VIN,Alberto: "Algunas eximentes de responsabilidad en el Código penal chileno", Revista
de Derecho (U. Concepción) N° 162 (1974), 7-23; 1ABATUT, Gustavo: Derecho penal. Parte
plada por los principios y reglas del portar unos costos que el acaso puso general, Editorial Jurídica de Chile, 3 a edición, Santiago 1958; MATUS, Iean Pierre / VAN
Derecho civil, cuando ha habido en- sobre los hombros de otro y que, sin WEEZEL, Alex: "Comentario al artículo 71", en POUTOFF / ORTlZ, Comentario, pp. 378 Y ss.;
riquecimiento sin causa; en el mismo . fundamento, se estarían reasignando MERA, Jorge: Derechos Humanos en el derecho penal chileno, ConoSur, Santiago 1998;
NAQUIRA, Jaime: "Comentario al articulo la N° 8", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 145-
sentido, CURY, 381), otra posición completamente en perjuicio suyo; si 147; RIVACOBA, Manuel de: "El principio de culpabilidad en el Código penal chileno", en
sostiene que, por equidad (N OVOA, la justificación penal del sacrificio de RIvACOBA, Manuel de (editor): Actas de las Jornadas Internacionales de Derecho penal en
celebración del Centenario del Código penal chileno, Edeval, Valparaíso 1975, pp. 49-126;
I, 363-364) o sobre la base de la res- su bien ya refleja un cierto nivel de SOLARI, Tito: "Versan in re íllícíta", Revista de Derecho (UCV) N° 1 (1977), 245-265.
ponsabilidad objetiva del causante del solidaridad con aquél en quien reca-
riesgo (POLITOFF, 296, invocando yeron los costos (pues, si se respectó
también la equidad y el principio de la exigencia de que el mal produci- COMENTARIO
solidaridad humana) sí corresponde- do fuese menor, aquellos costos se
ría indemnizar al tercero inocente (lo vieron reducidos, al punto de que al Héctor Herndndez
que ya se apreciaría en ciertos ámbitos afectado la indemnización de perjui-
como en materia de navegación aérea cios, en principio, de todos modos, El N° 8 está tomado literalmen- culpa ni intención de causarlo". Fue
y de seguridad nuclear; v. POLITOFF, le resulta menos costosa que haber te del N° 8 del Art. 8° del Código aprobado inicialmente sin esa supre-
296 y n. 162). En mi opinión, no soportado el mal), liberar al afecta- español de 1850, si bien en Chile se sión y sin ninguna discusión en la
siendo indispensable la coincidencia do por completo de ellos, operando suprimió la frase final "sin la menor sesión 6 a de la Comisión Redactora,
238 239
ART.IONo8 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 8

de 10 de mayo de 1870 (Actas, 10). (o del Art. 2°, para aquellos autores se produjo con ocasión de un acto base del caso fortuito debía impo-
La supresión se acordó en la sesión que domicilian la exigencia gene- lícito (ETcHEBERRY, DP], 1, 285; So- nerse la pena correspondiente al de-
121, de 24 de marzo de 1873, "por ral de dolo en este último artículo, LAR!, 263; NAQUIRA, 204; NAQUIRA, lito doloso (tácitamente DEL Río, 11,
considerarse [las palabras en cues- véase Comentario al Art. 1°), en Comentario, 146). En la medida, 184, pues si bien sostenía en general
tión] redundantes e incluidas en las tanto que la atipicidad por ausencia sin embargo, en que, como se verá, el castigo a título culposo por man-
que preceden" (Actas, 218). de culpa es una consecuencia tanto se termina negando la procedencia dato, que él veía incondicionado, del
del sistema de numerus clausus que de los únicos posibles efectos del Art. 71, esto regía "salvo [si falta] el
El precepto quiere regular el al respecto conoce el derecho chi- precepto que se apartarían de lo que primero, que no puede faltar", de
llamado "caso fortuito", esto es, la leno (véase Comentario al Art. 10 resulta de la simple aplicación de las donde se colige que para estos ca-
situación en que se ocasiona un mal N° 13), como de las exigencias ex- reglas generales sobre dolo y culpa, sos preveía el castigo a título dolo-
no imputable ni a dolo ni a culpa presas de imprudencia o negligencia simplemente se confirma su inutili- so; recién en DEL Río, Elementos,
del sujeto. La exclusión del dolo era que imponen los casosespecialmente dad e inconveniencia. 151; y DEL Río, Manual, 173 viene
más clara en el modelo español (que tipificados de conducta culposa rele- a sostener una versión atenuada del
exigía que no hubiese habido "inten- vante. Como ha dicho ETCHEBERRY, Porque, en efecto, el N° 8 ha versari al afirmar la aplicación sin
ción de causarlo"), pero se despren- DP], 1, 284 s.: "La verdad es que el sido un factor perturbador para la restricciones del Art. 71; y al menos
de en todo caso de la circunstancia caso fortuito no es una situación ex- interpretación del derecho penal hasta su 3° edición, LABATuT, 1958,
de haberse causado el mal "por mero cepcional y que exija la concurrencia chileno, no desde luego en lo que 172, quien luego de sostener que
accidente". La exclusión de la culpa positiva de determinados requisitos concierne a sus notas negativas im- si el acto inicial era ilícito se estaba
fluye, además, de la circunstancia para eximir de responsabilidad, sino plícitas (ausencia de dolo y culpa), en presencia de un delito, agregaba
de provenir el mal de una conducta que, por el contrario, es un evento que no generan ninguna dificultad que para aplicar la regla del Arr, 71
realizada "con la debida diligencia'. de carácter puramente negativo en y respecto de las cuales reina una debía darse el requisito de la licitud,
cuanto a su naturaleza frente al dolo interpretación pacífica, sino por la "que por ser el alma de la eximente
El caso fortuito es una cau- y la culpa. Esto es, establecida la re- exigencia positiva de que el acto con nunca puede faltar"). En la medida,
sa de atipicidad (o de ausencia de lación de causalidad entre la acción ocasión del cual se causa un mal por sin embargo, en que las tipificacio-
culpabilidad, según las preferencias y el evento más grave, si no hay dolo mero accidente deba ser un "acto nes particulares de los cuasidelitos
sistemáticas) de la conducta por au- ni culpa se tratará sin más de un caso lícito". De esta exigencia se puede exigen expresamente la concurrencia
sencia de dolo. y culpa .. Por lo mis- fortuito, sin que sea necesario deter- desprender, contrario sensu, que el de cierta forma de culpa, la atipici-
mo, su consideración especial en el minar si concurren otros requisitos que ejecuta un acto ilícito responde dad de la conducta en relación con el
Art, 10 como causa eximente de res- positivos señalados por la ley. Como penalmente por todos los males que resultado vendrá dada simplemente
ponsabilidad es totalmente super- la punibilidad supone dolo o culpa, ocasione con ocasión del mismo, de la ausencia de requisitos típicos,
flua (abiertamente ya FUENSALIDA, la ausencia de éstos determina la im- aunque haya actuado con la debida por mucho que, efectivamente, no
1, 60; en la actualidad BUSTOS, 65), punibilidad a título de caso fortuito". diligencia y el mal se produzca por concurra el "caso fortuito" del N° 8.
porque la atipicidad (o ausencia de Esta constatación lleva a algunos au- mero accidente, es decir, una consa- Se trata, en realidad, de dos momen-
culpabilidad) de la conducta por fal- tores a aclarar que el N° 8 no se hace gración del versari in reillicita. Es así tos vinculados pero distintos: por un
ta de dolo como exigencia subjetiva cargo de todas las hipótesis de caso como, en efecto, se llegó a afirmar lado, una conducta ilícita (con o sin
general se desprende directamente fortuito, sino sólo de una, de aqué- entre nosotros que cuando no se relevancia penal) y, por el otro, la
de la definición de delito del Art. 1° lla en que el resultado imprevisible daba el requisito de acto lícito como producción de un resultado típico,
240 241
ART. 10 N° 8 CÚDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lONo9

cada uno con sus propias exigencias concurra (DEL Río, Elementos, 151; VIN, 21), tesis que, sin embargo, no
estrecho espacio del N° 8 Y man-
en cuanto a dolo o culpa, de modo DEL Río, Manual, 173: "se conside- se puede compartir porque sigue en
tiene un concepto amplio de caso
que es perfectamente posible que la rará el hecho como perpetrado con pie que la ilicitud del hecho inicial
fortuito que lo trasciende y que se
conducta sea incluso delictiva y que,imprudencia temeraria, y se castiga- nada dice sobre el requisito legal de
identifica con la ausencia de culpa.
sin embargo, la producción del re- rá como cuasidelito, si afecta a las Particularmente relevante es la ses
culpa respecto del mal que se causa.
sultado sea atípica por falta de dolopersonas"; lo sugiere también DEL El N° 8 no aporta fundamento legal
en Contra Juan Pastene Guerrero
o culpa (NOVOA, I, 411, 502 s.; So- VILLAR, 244). La opinión amplia- para hacer responder por males cau-
(1963), un caso en el que imputa-
LARI, 261 ss.; tácitamente también mente dominante entiende, sin em- sados por mero accidente y sin cul-
do y víctima caen abrazados al sue-
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, bargo, que el mandato del Art. 71 pa, por mucho que la conducta en lo, circunstancia en que se dispara
379; se limita a declarar "amplia- es simplemente a que "se observe" cuestión haya sido punible, como el arma que el primero tenía entre
mente superada" la interpretación lo previsto en el Art. 490, es decir, sería el caso del conductor que aca-
sus ropas, hiriendo a la segunda.
del precepto en la línea del versari a que se verifique si en el caso con- ba de robar el vehículo o que trans-
La Corte rechaza explícitamente
MERA, 161), como lo confirma la creto se dan o no los requisitos del porta en él drogas o a una persona
la doctrina del versari in re illicita
existencia del Art, 492, que al exi- cuasidelito, en modo alguno a que secuestrada y que conduciendo de (la califica de anacrónica) y declara
gir "infracción de los reglamentos" se sancione como cuasidelito algo modo atento y cuidadoso ocasiona que la tenencia ilegal del arma no
supone por definición una conduc- que no lo es (ya VERA, 239: "No es obstáculo para liberar de respon-
la muerte del peatón que cruza "de
basta establecer que si no hai escusa
ta inicial ilícita y que, no obstante, modo completamente intempestivo sabilidad al imputado, pues en un
cuando produce un resultado lesi- del delito, se nos presenta entonces la calzada. Por supuesto tendrá que
derecho penal basado en el princi-
vo sin dolo pero con culpa, para la de lleno el cuasidelito"; NOVOA, I, responder por tales delitos, pero no
pio de culpabilidad sólo se pueden
Ley constituye una hipótesis cua- 515; ETCHEBERRY, I, 329 s.; MA- por las consecuencias lesivas de su
imputar hechos dolosos o culposos,
sidelictiva (NOVOA, I, 503; SOLARI, COBA, 77 s.; SOLARI, 260 s.; CURY, conducción que no sean imputablesno siendo imputable lo que va más
264 s.; CURY, 343; GARRIDO, II, 343 s.; GARRIDO, II, 233; NAQUIRA, ni a dolo ni a culpa. allá, esto es, el caso fortuito (cita-
233; POLITOFF, 332). 205 s.; NAQUIRA, Comentario, 146; da por ETCHEBERRY, DPJ, I, 286 s.;
POLITOFF, 332; POLITOFF / MATUS Afortunadamente, la jurispru- véanse las otras sentencias citadas
El Art, 71 introduce una com- / RAMfREZ, PG, 251; MATUS / VAN dencia no se ha encerrado en el por el mismo autor).
plicación al disponer que cuando WEEZEL, Comentario, 379; ahora
no concurran todos los requisitos también LABATUT, I, 130).
del N° 8 "se observará lo dispuesto
en el artículo 490", con lo cual, si Puntualmente, se ha querido Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
bien se confirma legalmente que la rescatar al menos en parte la aplica- [ ... ]
producción del resultado nunca po- ción del N° 8, afirmando que por 9. El que obra violentado por una fuerza irresistible o impulsa-
drá ser tratada como dolosa, sugiere "acto lícito" debe entenderse uno do por un miedo insuperable.
al mismo tiempo que el incumpli- no punible, de modo que sólo la BmuoGRAFlA: ARIAS, Antonio: El miedo insuperable y la fuerza o violencia moral e irresisti-
miento de los requisitos del N° 8 conducta ilícita constitutiva de de- ble, Ediar-ConoSur, Santiago 1984; COLVIN, Alberto: "Algunas eximentes de responsabili-
conduce siempre y en todo caso a lito sería obstáculo para el recono- dad en el Código penal chileno", Revista de Derecho (D. Concepción) N° 162 (1974), 7-23;
Couso, Jaime: Fundamentos del derecho penal de culpabilidad, Tirant lo Blanch, Valencia
la responsabilidad por culpa, esto cimiento del caso fortuito, no así las 2006; FONTECILLA, Rafael: "Los problemas jurídicos de las causas supralegales en materia
es, aun cuando en la especie ésta no contravenciones extrapenales (COL- penal", en AA. W.: Estudios jurídicos en homenaje al Prof. Luis ]iménez de Asúa, Abeledo-

242 243
--- ,'",

ART.IONo9 C6DIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 9

Perrot, Buenos Aires 1964, pp. 662-703;, GARCIA, María Paulína: El estado de necesidad en res agregan a los casos de visabsoluta en sentido físico (sólo COUSIÑO,
materia penal, ConoSur, Santiago 1999; HERNÁNDEZ, Héctor: Las drogas ilegales en el dere-
cho penal chileno (tesis PUC inédita), Santiago 1992; KüNSR!ÜLLER, Carlos: Culpabilidad y hipótesis de vis compulsiva, pero ex- lII, 244; en contra ETCHEBERRY, I,
pena, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2001; MAÑAUCH, JuanPablo: "Miedo insuperable clusivamente de aquélla que se ejer- 349; CURY, 455; GARRIDO, u, 313;
y obediencia jerárquica", Revista de Derecho (UACh), Vol. XXI N° 1 (2008),61-73; MERA, ce mediante el uso de violencia físi-
Jorge: Derechos Humanos en el derecho penal chileno, ConoSur, Santiago 1998; NÁQUIRA, POLITOFF, 469; POLITOFF / MATUS /
Jaime: "Comentario al artículo 10 N° 9", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 147-151; ca (Novox, I, 270; COUSIÑO, l, 505 RAMÍREZ, PG, 431 con nota al pie
PEÑA, Silvia: Der entschuldigende Notstand (tesis doctoral), Tübingen 1979; P¡w.ffiS, Clau- s.; COUSIÑO, lII, 243 s.). Un tercer N° 487; A1uAs, 109 s.; GARCÍA,259
dio: El tipo de culpabilidad en el Código penal chileno, Metropolitana, Santiago 2005; RI-
VACOBA, Manuel de: "El principio de culpabilidad en el Código penal chileno", en RIvACOBA, grupo de autores entiende que la ss.; PRAMBS, 230), fundamental-
Manuel de (editor): Actas de las Jornadas Internacionales de Derecho penal en celebración eximente resulta aplicable tanto a la mente al origen del precepto en el
del Centenario del Código penal chileno, Edeval, Valparaíso 1975, pp. 49-126; VIAL, Víctor:
La no exigibilidad de otra conducta como causa de exclusión de la culpabilidad, Editorial
vis absoluta como a cualquier forma derecho español, donde la conside-
Jurídica de Chile, Santiago 1969. de vis compulsiva; esto es, también a ración separadade la fuerza irresisti-
la llamada fuerza moral (VERA, 105; ble y del miedo insuperable habría
FERNANDEZ, I, 96; DEL Río, Il, 186; hecho patente que las hipótesis re-
COMENTARIO DEL Río, Manual, 165 s.; ETCHEBE- levantes de "fuerza moral" estaban
RRY, I, 208, 349 s.; DEL VILLAR, 92, representadas sólo por el segundo,
Héctor Herndndez
193; A1uAs, 98 ss.; GARCÍA, 259 ss., que es como lo interpretó siempre
269; PRAMBS, 229 s.), en tanto que pacíficamente la doctrina y la ju-
El N° 9 reúne en una sola dis- rable se refiriera a "un mal mayor", en la literatura más reciente parece risprudencia peninsular (NOVOA, I,
posición las eximentes del N° 9 ("El aunque con seguridad influyeron las imponerse el criterio de considerar 269 s.; COUSIÑO, I, 507 s.; PEÑA,
que obra violentado por una fuerza críticas de PACHECO I, 172 s. comprendida sólo la vis compulsiva, 195 s.). Al margen de si pueden
irresistible") y del N° 10 ("El que cualquiera que sea el medio emplea- extraerse consecuencias interpreta-
obra impulsado por miedo insupe- La primera parte del precepto, do para ejercerla, es decir, también, tivas' en contrario de la fusión en la
rable de un mal mayor") del Código referida al que "obra violentado por ,por cierto, cualquier forma de fuer- Ley chilena de ambas hipótesis en
español de 1850, decisión proba- una fuerza irresistible", ha sido ob- za moral (CURY, 272, 454 ss.; GA- una (según COUSIÑO, I, 507, ésta se
blemente influida por la propuesta jeto de una intensa discusión. Lo RRIDO, Il, 5'1, 313 s.; NAQUIRA, 57 explica fácilmente luego de que, con
del comisionado Renjifo en orden a primero que se discute es qué debe s., 427 ss.; NAQUIRA, Comentario, la supresiónde la exigencia de evitar
adoptar como modelo el N° 3 del entenderse por fuerza para estos 148; VARGAS, 23, 138 s.; en princi- un mal mayor en el miedo insupe-
Art. 10 del Código del Brasil ("Los efectos. Algunos autores han enten- pio también, aunque no se pronun- rable, ya no hubiera razones para
que cometan crímenes impulsados dido que el precepto alude exclusi- cian sobre una posible aplicación a una regulación separada; no obstan-
por una fuerza o un miedo irresis- vamente a la fuerza física (la fuerza casos de vis absoluta,PoLIToFF, 466 te lo cual Novox, I, 269, reconoce
tible"), la que si bien no fue acogi- moral relevante sería el miedo insu- ss.; POLITOFF /MATUS / RAMÍREZ, que la fusión se verificó "sin captar
da, sí al menos pudo haber llevado perable) entendida como vis absolu- PG, 340 ss.). Los partidarios de res- el fundamento de la separación de
a fundir en un solo precepto ambas ta, con lo cual quedaría reducido a tringir la aplicación de la eximente esas dos eximentes"), el argumento
situaciones (cfr. sesión 7 a , de 14 de una hipótesis de falta de conducta a casos de fuerza física (sólo absolu- no ha tenido mayor repercusión, al
mayo de 1870, Actas, 11). No que- (LABATUT, I, 83 s., 149; RrVACOBA, ta o también compulsiva) recurren, punto que los partidarios de la tesis
dó, en cambio, ninguna constancia 101, 103; COLVIN, 10 s., 20; PEÑA, al margen de la aislada pretensión contraria o no se hacen cargo de él o
de las razones por las que se suprimió 196; antes tácitamente FUENSALIDA, lexicográfica de que "fuerza" y "vio- se limitan a calificar de "incompren-
la exigencia de que el miedo insupe- I, 61; Y BAÑADOS, 34). Otros auto- lentado" sólo se pueden entender sible" la opinión dominante en Es-
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ART. 10 N° 9 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 9

paña (MERA, 168), centrándose en se verá, mantiene un concepto muy sólo respecto de la vis compulsiva fí- recogidos por el N° 4 y el N° 5 del
todo caso en atacar las consecuen- amplio de miedo), contra lo cual, sica, COUSIÑO, III, 243: "coacción" Art. 11 (CURY, 457; GARCfA, 276,
cias de una interpretación en ese por diferencia de grado, nada diría debida "a causas orgánicas propias"; aunque en contradicción con 286),
sentido. Desde luego, se considera la existencia de "atenuantes pasiona- en principio también GARCfA, 271, en tanto que otros, al menos en
absurdo restringir casi hasta la insig- les" como las del Art. 11 Nos. 3, 4 y 285, aunque sugiere lo contrario principio, atienden exclusivamente
nificancia la disposición legal, lo que 5 (ETCHEBERRY, I, 349; CURY, 456; en 269; abiertamente en contra a la intensidad del impulso (ETCHE-
es especialmente válido para quienes GARRIDO, II, 314; POLITOFF, 469; Novox, I, 268; al parecer también BERRY,1, 349 s.; GARRIDO, II, 315 s.,
pretenden restringirla a hipótesis de POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, VARGAS, 138 s., quien insiste en un quien lo expresa en términos de la
vis absoluta, cuya irrelevancia penal 342, final de la nota al pie N° 487). acto de "presión" sobre el sujeto). Se "moralidad" de la fuerza; POLITOFF,
no requeriría la previsión de una exi- Como se ve, la opinión ampliamen- comprenderá que la distinción sólo 476; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ,
mente, pues en ausencia de conduc- te dominante en la literatura actual es relevante para el examen de casos PG, 344). Ante la objeción obvia de
ta simplemente decae el concepto no duda en ver en el N° 9 una refe- en que tales factores endógenos ac- que muchos delitos sólo se pueden
de delito del Art, 1°: sólo requieren rencia a la viscompulsiva por medios túan de modo espontáneo, con total entender como fruto de pasiones de
ser exentas de responsabilidad las físicos o morales, subsistiendo cierta prescindencia de estímulos externos ese tipo, algunos autores excluyen
conductas (CURY, 455; ARIAs, 104 ambigüedad sólo en cuanto a si es identificables, casos en los que, sin las pasiones o impulsos "propiamen-
ss.; GARRIDO, II, 313 s.; NAQUIRA, posible aplicarlo también a supues- embargo, la plausibilidad de la ale- te delictivos" (POLITOFF, 470, 476;
428 s.; NAQUIRA, Comentario, 148; tos de vis absoluta, lo que en todo gación de fuerza irresistible resulta POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG,
POLITOFF, 468; POLITOFF / MATUS / caso, si bien las mejores razones pa- escasa por la ausencia de puntos ob- 344), aunque sin mayores precisio-
RAMfREZ, PG, 341 s.; VARGAS, 138). recen militar parla negativa (ésa pa- jetivos de apoyo y debería dar paso nes. Probablemente se quiere aludir
Por otra parte, no ha parecido sufi- rece ser la actual opinión dominan- más bien a un examen de imputa- con ello a la exigencia de que se den
ciente el recurso al miedo insupera- te), no tiene mayores consecuencias bilidad. Con todo, esta referencia a en la especie estímulos extraordina-
ble, pues sin duda son imaginables prácticas por la muy rara ocurrencia los factores endógenos se vincula a rios que expliquen la aparición y el .
situaciones extremas que en rigor de tales supuestos. la cuestión sobre el tipo de pasiones grado superlativo de la pasión. Con
no producen miedo yen las que es que pueden considerarse relevantes todo, al menos parece existir acuer-
igualmente inexigible que el sujeto Desde otra perspectiva, aunque para el examen jurídico de los ca- do en que, entendida como fórmula
se comporte de acuerdo con el dere- el concepto de vis compulsiva parece sos. Ordenados de acuerdo con la amplia de viscompulsiva, la fuerza no
cho (ETCHEBERRY, I, 349; CURY, 455 sugerir la idea de una fuerza ejer- distinción propuesta por POLITOFF, se identifica con el miedo, sino que
s.; GARRIDO, II, 314; POLITOFF, 469; cida por factores exógenos sobre la 475 s., entre pasiones débiles o asté- trasciende de él y abarca otras formas
POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, voluntad del sujeto (tal vez por lo nicas (como el miedo, la confusión de conmoción anímica que puedan
342, continuación de la nota al pie mismo algunos no emplean ese con- o la desesperación) y pasiones fuer- comprometer la capacidad de au-
N° 487; lo reconoce RIVACOBA, 104 cepto, cfr. CURY, 454 ss.; POLITOFF, tes (como la indignación o la ira), todeterminación del sujeto (CURY,
ss., quien, sin embargo, prefiere la 469 ss.), la tendencia es a reconocer algunos autores consideran relevan- 457, si bien restringido a impulsos
supralegalidad a la "desfiguración" un concepto amplio de fuerza que tes sólo las primeras, entendiendo análogos a los casos convencional-
de la fuerza irresistible; también por incluye el compromiso de la volun- que las pasiones fuertes como la ira mente admitidos de inexigibilidad;
una eximente supralegal VIAL, 52 s.; tad también por factores endóge- y el impulso vindicativo están ex- sin esa restricción POLITOFF, 472,
en cambio, debería estar en contra nos (CURY, 456; GARRIDO, II, 314 presamente excluidos del N° 9 del 475 s.; en contra sólo debería estar
NAQUIRA, 424, 432 s., quien, como s.; POLITOFF, 474; también, aunque Art. lOen la medida en que están NAQUIRA, 424, 432 s., quien, como
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se verá, mantiene un concepto muy ría, en cambio, sin esa limitación. derara que había actuado violentado tra José Segundo Osario (1951), el
amplio de miedo). Esta amplitud Entre las primeras se puede citar la por una fuerza irresistible. A pesar imputado y su padre salen de una
ha permitido afirmar que la fuerza SCA Temuco en Contra Carlos Vila de que reconoce en principio la po- quinta de recreo a corta distancia de
irresistible puede cumplir la función Núñez (1936), donde se lee: "La sibilidad de aplicar la eximente en un sujeto que momentos antes de
de cláusula general de inexigibilidad fuerza irresistible del artículo 10 casos similares, no resolvió del mis-salir había tenido un altercado con
de otra conducta en el derecho chi- N° 9 consiste en la coacción mate- mo modo la SCSen Contra Cleria un garzón del local y que de impro-
leno (cfr. CURY, 456 s.; MERA, 170 rialo moral ejercida por un tercero Gutiérrez Palavecinos (1968), caso viso se da vuelta y dispara hacia la
s.; tendencialmente POLITOFF, 472 sobre el agente del delito, y no en en que la mujer da muerte a su ma- quinta, hiriendo de muerte al padre
s., 493; Y POLITOFF / MATus / RA- la excitación psíquica que en éste rido "en un estado pasional de gran del imputado, quien reacciona enfu-
MÍREZ, PG, 359), sin necesidad de produce la presencia o actitudes del exaltación, con estrechamiento de la recido, se abalanza sobre el asesino y
acudir a eximentes supralegales (por ofendido, por poderosos que sean conciencia vigilante y moral" pro- lo mata con un cuchillo. También
esta vía, sin embargo, FONTECILLA, los motivos de resentimiento que le ducido por las relaciones sexuales en este caso la Corte entiende que
695, 701; VIAL, 52 s.; RrVACOBA, impulsan" (citada por ETCHEBERRY, que el occiso mantenía con la hija se trata de una reacción normal ante
105 s.; COUSIÑO, lIl, 248 ss., "in- DPJ, 1, 309), a la que ha adheri- menor de ambos y los continuos un hecho que lo privó de racionali-
tralegales"), lo que al menos, por lo do al pie de la letra la reciente SCA castigos a que la sometía, enten- dad. En la SCA Santiago en Contra
dicho, resulta plausible respecto de Concepción, de 10 de enero de diendo la Corte que, sin embargo, Washington Courbis Otero (1955),
las hipótesis de inexigibilidad con- 2008 (N° LegalPublishing: 38156), dicho estado carecía de la intensidadel imputado mató al seductor de su
sistentes en una conmoción aními- agregando que, por lo mismo, "la suficiente como para ser considera- hija, casada con otro hombre, im-
ca. Si es posible sostenerlo más allá eximente invocada no puede pros- do irresistible. pulsado por la indignación que le
de ese ámbito es altamente discuti- perar, puesto que se funda en im- produjo la actitud cínica del sujeto,
ble y será abordado luego, a propó- pulsos de orden moral que pueden Que la reacción a un hecho quien se jactaba del hecho y se bur-
sito del llamado estado de necesidad ser constitutivos de circunstancias que provoca gran impacto emocio- laba de la familia ofendida, violen-
exculpante (infta). atenuantes" (considerando 2 0 ) . nal pueda quedar cubierta por la cia moral que, a juicio de la Corte,
eximente de fuerza irresistible ha fue de tal magnitud que lo arrastró
La jurisprudencia, si bien va- En términos más amplios sepue- quedado demostrado en la SCA de modo irresistible a cometer el de-
cilante, ha aceptado mayoritaria- de citar la SCA Santiago en Contra Santiago en Contra Juan Hernán- lito. Distinto fue el caso resuelto por
mente y desde antiguo que la fuerza Desiderio Argandoña Pérez (1943), dez Guajardo (1950): el imputado la SCS en Contra Celestino Herrera
irresistible puede ser también fuerza por la que se absolvió al sujeto que llega al lugar de los hechos cuando (1967), pues no puede considerarse
moral irresistible (referencias a fallos había matado a su mujer teniendo el ofendido acababa de matar a su irresistible la fuerza que provocó en
en el sentido minoritario opuesto, en cuenta que ésta lo engañaba con padre, ante lo cual lo persigue y al el imputado la presencia del ofendi-
que restringen la fuerza irresistible a distintos hombres y lo hacía objeto alcanzarlo lo agrede. Si bien ya no do en la habitación de su hija, con-
la fuerza física en ETCHEBERRY, DPJ, de constantes provocaciones y veja- podía hablarse de legítima defensa, siderando que conocía y aceptaba
1, 307 ss.; y COUSIÑO, 1, 509 con ciones, especialmente el día de los la Corte entiende que la conducta las relaciones de ésta con aquél, que
nota al pie N° 1003), en algunos hechos, lo que unido a unos infor- del imputado es una reacción natu- sabía que ella estaba embarazada del
casos restringiendo el concepto a la mes médicos que daban cuenta de ral, incontrolable y humanamente mismo y que había tenido dos hi-
fuerza moral externa (excluyendo una personalidad propensa a accesos comprensible, razón por la cual lo jos de padres distintos y conocidos
pasiones o emociones), en la mayo- de violencia determinó que se consi- absuelve. En la SCA Talca en Con- suyos (todas citadas por ETCHEBE-
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RRY, DPJ, r, 311, 313; Y DPJ, IV; de la pareja los que habrían llevado ducta normal. En el presente caso, transcurso del tiempo [la relación
106). Pero también se ha acogido la a la comisión del delito. Si bien la hay prueba suficiente para acreditar se habría verificado tiempo atrás],
eximente en casos en que el hecho eximente prácticamente no se ha que entre la querellante... y el cón- resultando así que para el hombre
que impacta al sujeto no parece te- acogido, al menos parece claro que yuge de la procesada... existía una común es posible exigir en estas cir-
ner tanta entidad, como ocurre en la la jurisprudencia estaría dispuesta a relación de carácter amoroso... Sin cunstancias una reflexión del acto a
SCS en Contra Juan Izquierdo Her- hacerlo si las circunstancias concre- embargo, esa falta del deber de fide- ejecutar" (considerando 4°).
nández (1946), donde el empujón tas hicieran explicable la reacción lidad, no aparece bastante para crear
que le da a la pasada el amante de del sujeto. Así, se puede citar la SCA en la reo una situación emocional De gran importancia conceptual
su mujer, de la cual estaba separado, Santiago en Contra Miguel Abra- tan fuerte que alcance al nivel de ser es la vieja SCA Valparaíso en Con-
en un Juzgado de Menores al que ham González Díaz (1963) y la SCS irresistible, si se considera la forma tra Abelardo Lazcano (1896), pues
habían concurrido a un comparen- en Castillo, Juan contra Barrios, como ocurrió el suceso, en cuanto tematiza los efectos del alcoholismo
do fue considerado suficiente para José Geranuel (1954), que rechazan fue la propia procesada, la que se no sólo en sede de imputabilidad (al
eximirlo de responsabilidad por ha- la eximente fundada en la infideli- dirigió a la casa de la ofendida, en respecto en general véase Comenta-
ber reaccionado disparándole e hi- dad real o presunta de la pareja por la noche para sorprender y tratar rio al Art. ION° 1), sino también de
riéndolo de gravedad; o en la SCA no haber alcanzado en concreto la de enfrentar a ésta y al no lograrlo fuerza irresistible, un examen que se
Santiago en Contra Benito Jerez intensidad requerida por aquélla provocó los daños que son materia echa de menos en la jurisprudencia
(1959), en que bastó que el vecino, (ambas citadas por ETCHEBERRY, de esta investigación" (considerando más actual. El fallo reconoce que en
interviniendo en una pelea entre DPJ, r, 314, 315 s.). Más reciente- 2°). En la misma línea, la SCS de un cierto nivel (que no aprecia en
su perro y el perro del imputado, mente, la SCA Santiago, de 27 de 30 de abril de 1997 (Cita Westlaw el caso concreto) el delírium tremens
hubiera golpeado al último can de- mayo de 1993 (Cita Westlaw Chile: Chile: CLlJUR/55/1997) rechaza el como puede calificarse como una tal
jándolo desfallecido y con una pata CLlJUR/150/1993), donde se lee: recurso de casación en el fondo con- fuerza irresistible (citado por ETcHE-
quebrada para considerar que había "Que aceptando esta Corte que la tra una sentencia que no apreció la BERRY, DPJ, r, 317). El razonamien-
obrado violentado por una fuerza eximente de la fuerza irresistible, por eximente de fuerza irresistible en un to puede trasladarse a todos los casos
irresistible al golpear al vecino con no estar limitada legalmente, inclu- caso en que se alegó la reacción de de síndrome de abstinencia respecto
una olla, fundada en el impulso ye la moral o psicológica, ya que no celos ante un acto de infidelidad, con del alcoholo de otras drogas, sin ne-
por defender a un animal domésti- se ve inconveniente para considerar argumentos que confirman la even- cesidad de una disposición específi-
co "universalmente querido por su a un estímulo emocional que tenga tual procedencia de la eximente por ca como la de la segunda parte del
lealtad hacia el hombre" (nótese que el carácter de irresistible, similar al este tipo de razones, a saber "que no N° 2 delArt. 20 del Código español
la aceptación de la fuerza irresistible que se expresa para el miedo insu- escapa a un entendimiento medio de 1995 (que, con dudoso acier-
fue a mayor abundamiento, porque perable. Sin embargo, es evidente que el dolor y ofuscación connatu- to sistemático, pues lo mezcla con
incluso se había acogido la eximente que para aceptar la eximente... debe rales al conocimiento concreto que las hipótesis de intoxicación plena,
de legítima defensa [de la propie- aparecer claramente establecido en se tiene de un evento de infidelidad exime de responsabilidad al que "se
dad]) (ambas citadas por ETcHEBE- autos que esa fuerza que proviene de conyugal se producen en mayor me- halle bajo la influencia de un sín-
RRY, DPJ, u, 313). emociones exacerbadas de dolor, ce- dida precisamente en ese momento, drome de abstinencia, a causa de su
los, etc., debe alcanzar un grado de llegando en ocasiones a obnubilar la dependencia de tales sustancias, que
Se han discutido varios casos en ser insuperable, o sea, imposible de voluntad y el entendimiento, em- le impida comprender la ilicitud del
que son los celos ante la infidelidad controlar por una persona de con- pero naturalmente decrecen con el hecho o actuar conforme a esa cam-
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prensión"), en atención a los alcan- carencias económicas la llegada de la variable costumbre indígena en te PRAMBS, 233; VARGAS, 138; por
ces amplios que se le reconocen a su tercer hijo sin que hubiera podi- el juicio de culpabilidad (en sede de el contrario, veía en el miedo una
la eximente de fuerza irresistible en do prepararle la ropa necesaria (cita- exigibilidad, no de imputabilidad causa de inimputabilidad DEL Rro,
nuestro derecho (al respecto, HER- da por ETCHEBERRY, I, 103). como era propio de una caracteriza- Il, 185; ambiguo en cambio en DEL
NÁNDEZ, 341 y ss.). ción tradicional del indígena como Rto, Manual, 167). De este modo,
y no puede dejar de citarse, incapaz), cuatro décadas antes de su se pueden tratar .conjuntamente al
Hay una serie de fallos en que como paradigmática de la tenden- reconocimiento por el Arr, 54 de la final, además de la delimitación en-
se ha discutido la procedencia de la cia jurisprudencial, la célebre SCA Ley N° 19.253, que dispone que en tre ambas hipótesis, los presupues-
eximente de fuerza irresistible en ca- Valdivia de 7 de diciembre de 1953, lo penal, "se la considerará [la cos- tos específicos de la inexigibilidad
sos de "hurto famélico", entendien- aprobando sentencia del 2° Juzga- tumbre indígena] cuando ello pu- de otra conducta en el N° 9.
do que (al margen de que en algún do de Letras de Valdivia en Contra diere servir como antecedente para
caso no se dé dicho presupuesto) la Juana Catrilaf (RDJ T. LII, 2-4, 85, la aplicación de una eximente o ate- Por miedo se entiende, en ge-
pobreza extrema y el hambre aguda también citada por ETCHEBERRY, nuante de responsabilidad". neral, un estado de perturbación
y pertinaz del imputado y de su fa- I, 312), en que, en el contexto de anímica más o menos profunda,
milia pueden alcanzar un grado tal creencias del pueblo mapuche, la En la medida en que la opinión provocada por la previsión del acae-
que lo impulsen a la comisión del imputada mata a su abuela a quien mayoritaria sitúa la fuerza irresistible cimiento actual o inminente de un
delito violentando su voluntad en le atribuye la calidad de bruja y de (al menos también) en el campo de mal grave (cfr. LABATuT, I, 149;
los términos del N° 9: así la SCA haber matado con sus maleficios a la exclusión de la culpabilidad por NOVOA, r, 565; ETCHEBERRY, r, 347;
Concepción en Contra Luis Alberto un hijo de la imputada a sus cuatro inexigibilidad de otra conducta, pa- VIAL, 48; CURY, 458; DEL VILLAR,
Pérez y otra (1937), la SCA Valdivia tías y a su madre, así como de te- rece conveniente interrumpir aquí 192; COUSIÑO, Ill, 246; GARRIDO,
en Contra Cristina Limarie (1932), nerla a ella muy enferma. Ante esta su tratamiento y proceder al análisis Il, 316; POLITOFF, 478; POLITOFF /
la SCA Valdivia en Contra Domin- situación decide encararla y exigirle de los aspectos fundamentales de la MATUS / RAMfREZ, PG, 346 s.; VAR-
go Mora Véjar (1938) y la SCA Tal- que le entregue una piedra empleada segunda parte del N° 9, esto es, la GAS, 139;AR1AS, 8, 55; GARctA, 315),
ca en Contra María Cristina Moya en sus brujerías. Al negarse la abuela situación del que obra "impulsado aunque la previsión no sea correcta,
(1943) (todas citadas por ETCHEBE- e injuriarla, la imputada la derriba por un miedo insuperable", respecto es decir, aunque el peligro del mal no
RRY, DPJ, I, 314 s.). Se suma la SCA con un golpe de palo y en el suelo de cuyo carácter de causa de excul- sea real (LABATuT, I, 149; NOVOA, I,
Santiago en Contra José Espinoza la mata golpeándole la cabeza con pación también por inexigibilidad 565: "mal real o imaginario"; CURY,
y Carlos Araneda (1970), por la una piedra, luego de lo cual bebe de existe en la actualidad pleno acuer- 458; GARRIDO, Il, 317; POLITOFF,
que se absuelve a los imputados del su sangre y siente inmediato alivio. do (LABATUT, I, 149; NOVOA, I, 566; 482 s.; POLITOFF / MATus / RAMfREZ,
hurto de unas botellas de licor del Del fallo se desprende que las creen- ETCHEBERRY, r, 347 s.; VIAL, 47; PG, 348 s.; ARIAs, 55; GARctA, 315;
establecimiento comercial en que cias ancestrales unidas a las circuns- CURY, 458; RrVACOBA, 101; COLVIN, PRAMBS, 238, 248 s.; aunque des-
trabajaban, al segundo por estado tancias concretas de la imputada 20; PEÑA, 198; DEL VILLAR, 192; de otro punto de partida también
de necesidad del Art. 10 N° 7 (por (desgracias familiares, enfermedad ARIAS, 60; GARRIDO, Il, 312; COUSI- NAQUIRA, 424), si bien respecto de
el extremo desamparo y miseria en propia) configuraban una situación ÑO, m, 245; NAQUIRA, 323; NA- este último punto un sector de la
que vivía), y al primero por fuerza que la impulsó irresistiblemente a QUIRA, Comentario, 147; POLITOFF, doctrina se remite a las reglas sobre
irresistible, fundada en la angustia cometer el delito. Tiene, además, el 466; POLITOFF / MATus / RAMfREZ, error y niega la eximente cuando el
que le provocaba en medio de sus gran mérito de haber incorporado PG, 338; GARCtA, 316; tácitamen- error ha sido vencible (CURY, 458;
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GARCfA, 347 s.; aunque no explíci- En la jurisprudencia los casos mediante una acción de protección Situadas ambas hipótesis del
tamente, en principio GARRIDO, Il, de miedo insuperable más frecuen- constitucional), por no compade- N° 9 (una exclusivamente, la otra
316; enérgicamente en contra Po- tes son casos de amenaza o intimi- cerse con la moral institucional su al menos también) por la opinión
LITOFF, 482 s.; POLITOFF I MATUS dación (véanselos fallos citados por matrimonio con una mujer que, dominante en el ámbito de la inexi-
I RAMÍREZ, PG, 348 s.; y PRAMBS, ETCHEBERRY, DPJ, 1, 319 s.). Pero entre otras circunstancias familiares, gibilidad de otra conducta, se plan-
248 s.), discusión que parece no ser hay también casos en que se aprecia era madre de un niño extramatrimo- tea el problema (que no tienen los
más que proyección de aquella otra el miedo insuperable, no obstante nial con otro hombre. En el proceso partidarios de la tesis restrictiva en
sobre el carácter individualizador o ser dudosa la delimitación con la queda demostrado que la imputada materia de fuerza irresistible, supra)
generalizador del juicio de exigibili- fuerza irresistible en la forma amplia no perseguía ningún beneficio inde- de la delimitación entre la fuerza
dad (al respecto infta). Existe cierto en que ésta'se comprendA' e. SI, en un bido ni perjudicar al verdadero pa- irresistible y el miedo insuperable.
acuerdo en cuanto a que la eximente caso semejante a los de "hurto famé- dre del niño, sino únicamente sal- Si bien las consecuencias prácticas
no requiere (y más bien se opone a) lico" mencionados a propósito de la var la carrera de su futuro marido, de la cuestión son modestas, al pun-
que el miedo alcance una intensidad primera parte, la SCA Concepción amenazada por unas exigencias que to que en el foro suelan ser invoca-
tal que llegue a alterar la conciencia de 9 de junio de 2006 (Cita West- el fallo (en concordancia con el fallo das ambas conjuntamente y hasta
del sujeto (como en los casos de pá- law Chile: CLlJURl160212006) de protección paralelo) califica de como si fueran una única eximente,
nico o terror), caso en el cual debe- exime de responsabilidad por miedo vulneratorias de derechos. Y conclu- desde un punto de vista conceptual
ría indagarse más bien una causa de insuperable al camionero que, ha- ye: "Que, a juicio de esta Corte, ese la solución dista de ser evidente. La
inimputabilidad, concretamente una biéndole representado a su patrón entorno de exigencias derivadas de lectura más sencilla y plausible con-
hipótesis de privación total de razón las malas condiciones del vehículo una moral institucional particular, siste en ver en el miedo insuperable
del N° 1 (NOVOA, 1, 565; VIAL, 48; en que se desempeñaba, emprende vinculadas a sanciones disciplinarias una especie del género fuerza irre-
ETCHEBERRY, 1, 348; CURY, 458; GA- el viaje en que se produce el acci- y profesionales es el único escena- sistible, lo que es coherente con la
RRIDO, Il, 317; PEÑA, 197 s.; ARIAs, dente ante la amenaza de despido rio intelectual que permite explicar idea (supra) de la fuerza irresistible
55; GARCfA, 315; POLITOFF, 478; Po- en una región con altos niveles de la conducta de la imputada Pamela como cláusula general en materia
LITOFF I MATus I RAMÍREZ, PG, 347; desempleo. La interesante SCA Val- Segura Vidal y de su coimputado de inexigibilidad de otra conducta
aunque desde otro punto de partida divia de 2007 (Cita Westlaw Chile: Cristián Urrutia. Sin él, esto es, sin (expresamente GARCfA, 271 s.; lo
también NAQUIRA, 425 s.; contra- CLlJURl2007) exime de responsa- la creencia de que obrando como sugieren CURY, 456 s.; Y POLITOFF,
dictorio LABATUT, 1, 149). Aislada- bilidad por el delito de usurpación obraron podrían atenuar la reacción 472 s.; desde otro punto de partida
mente se ha sostenido un concepto de estado civil, también por miedo institucional a la falta moral y a la también COUSIÑO, Ill, 245). Con
de miedo que prescinde de una per- insuperable, a la mujer que inscribió tacha familiar, resulta absolutamen- todo, NAQUIRA, 430, 433 s.; NAQUI-
turbación o conmoción anímica y a un hijo de otro padre como hijo te incomprensible la comisión de RA, Comentario, 148, ha planteado
que simplemente lo identifica con de su futuro marido (lo hizo junto los hechos de la causa", lo que a su una distinción en el plano tempo-
la representación atendible de que con él), movida por el temor cierto juicio configura la eximente de mie- ral y en el de la posible víctima del
acaezca un mal inminente que no de que éste, funcionario de Carabi- do insuperable, calificación dudosa, mal: mientras la fuerza irresistible
es exigible soportar (NAQUIRA, 424, neros de Chile, perdiera su trabajo, pues los hechos parecen configurar es "vis compulsiva actual", esto es,
432 s.), con lo cual se produce un único sustento de la familia y, en un "estado de necesidad exculpante" violencia física o psicológica ejer-
importante grado de equiparación fin, su carrera (lo que en definitiva que se encuadra mejor bajo el con- cida actualmente sobre el agente
entre la fuerza y el miedo. ocurrió, si bien fue luego revertido cepto de fuerza irresistible. (no sobre un tercero) y respecto de
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ART.IONo9 CÓDIGC¡' PENAL COMENTADO. HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 9

la cual su conducta representa la puedan provocar, de modo que a inexigibilidad en general: VIAL, 34, Actas, 11) como lo que sugería el
respuesta para ponerle término, el su respecto la eximente, si bien no refiriéndose a un criterio "objetivo" modelo español que, como se dijo,
miedo insuperable está referido a la cede en términos absolutos, sí al que debería primar sobre el otro hablaba del miedo insuperable a "un
amenaza de un mal (para el agente o menos queda sometida a un grado "subjetivo"; GARRIDO II, 277; Y es- mal mayor" (en esa línea FUENSALI-
para un tercero) no actual sino sólo mayor de exigencia (ETcHEBERRY, I, pecialmente CURY, 450, al validar el DA, I, 61 ss.; YBAÑADOS, 34 s., quien
inminente, distinción que fluiría de 348, 350; CURY, 458 s.; GARRIDO, desprestigio en que cayó en su mo- luego de echar de menos la referen-
la circunstancia de que quien obra II, 316, 318; NAQUIRA, 426 s., 431; mento en la discusión comparada cia a "un mal igualo mayor" agrega
bajo la presión de una amenaza no GARCÍA, 288, 319, 324; POLITOFF, una exigibilidad entendida en tér- que "la amenaza que debe constituir
obra en rigor "violentado" sino sólo 479 s., 481; POLITOFF / MATUS / minos estrictamente individuales, si ese miedo insuperable, tiene que
"atemorizado"; y como para este au- RAMfREZ, PG, 347). Esto conecta bien sus razones principales serían la ser tan poderosa, de tal inminencia,
tor fuerza y miedo se identifican en nítidamente con la cuestión central indemostrabilidad de la medida de que pueda sostenerse que la mayoría
todo menos en este aspecto temporal en cuanto a la vara con que ha de libertad con que ha actuado el su- de los hombres no pudieran resistir
y en la posible víctima del mal (en evaluarse el carácter "irresistible" o jeto [405] y, al parecer, los riesgos a ella").
la fuerza sólo el agente, en el mie- "insuperable" del estímulo (así lo de abuso de una indagación en sus
do cualquiera), puede concluir que ve certeramente DEL VILLAR, 193), circunstancias personales [451]; res- A favor en cambio de un cri-
el miedo es el género y la fuerza es esto es, la pregunta por la medida de pecto de la fuerza irresistible: CURY, terio individualizador que atienda
la especie (NAQUlRA, 433 s.; NAQUI- la exigibilidad. 457; GARCÍA, 288; ETCHEBERRY, I, a las circunstancias y características
RA, Comentario, 151). Por último, 350; respecto del miedo insupera- del sujeto se expresa un sector de
se ha sostenido también, con un La calificación como "irresisti- ble: NOVOA, I, 565; ETCHEBERRY, I, la literatura que hoy incluso parece
razonamiento que, sin embargo, no ble" de la fuerza y como "insupera- 348; COLVIN, 20; DEL VILLAR, 192; ser mayoritario (para la exigibilidad
hemos logrado comprender, que el ble" del miedo aluden, sin duda, a GARRIDO, II, 317 s.; GARCÍA, 320 en general: MERA, 172 ss.; KÜNSE-
miedo insuperable sería una excul- estímulos muy poderosos que com- ss.; MAÑALICH, 2008, 65 ss.), posi- MÜLLER, 189 ss.; Couso, 104 ss.;
pante subsidiaria respecto de todas prometen la capacidad de autode- ción a la que cabe adscribir también 321 ss.; para la fuerza irresistible:
las demás exculpantes no constitu- terminación del sujeto de un modo a los autores que, sobre todo duran- POLITOFF, 473 s., 476 s.; POLITOFF l ,
tivas de locura 'o demencia (PRAMBS, tal que ya no es legítimo dirigirle un te las primeras décadas de vigencia MATUS / RAMfREZ, PG, 343 s.; NA-
231 con nota al pie N° 514, 232, reproche por su conducta ilícita. A del Código, procuraban objetivar el QUIRA, 430 s.; NAQUlRA, Comenta-
234,250). partir de este punto, sin embargo, se N° 9, especialmente el miedo insu- rio, 149; PRAMBS, 231; VARGAS, 139;
discute intensamente el parámetro perable, interpretándolo en la lógica para el miedo insuperable: aparente-
Tanto para la fuerza irresistible que debe aplicarse para determinar del estado de necesidad, teniendo mente WATUT, I, 149 s.; COUSIÑO,
como para el miedo insuperable cuándo puede ser éste el caso. para ello presente tanto la crítica de III, 245; POLITOFF, 481 s.; POLITOFF
parece haber acuerdo en cuanto a excesiva vaguedad denunciada ya en / MATUS / RAMfREZ, PG, 347; NA-
que habría sujetos que por el tipo Un sector de la doctrina man- la Comisión Redactora ("El señor QUIRA, 426; NAQUIRA, Comentario,
de actividad que realizan (soldados, tiene que debe aplicarse un criterio Gandarillas dice que deberia quitar- 149; PRAMBS, 233; VARGAS, 139;
policías, personal de rescate, etc.) objetivo general, entendiendo por se la palabra miedo que, a mas de lle- también CURY, 458, está dispuesto
tendrían el deber de resistir la fuer- "irresistible" e "insuperable" aque- varla solo dos Códigos, es demasia- a un grado mayor de individualiza-
za o el miedo que situaciones ordi- llo que tampoco el "hombre me- do vaga, relativa e indeterminada", ción, sin explicitación de sus límites
narias inherentes a tales actividades dio" podría soportar (respecto de la sesión 7°, de 14 de mayo de 1870, ni de su compatibilidad con el cri-
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......

ART. 10 N° 9 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lONo9

terio generalizador que defiende en vamente sobre la base de una con- a ese tipo de hipótesis, aunque por días en presencia de su madre; GA-
lo demás). moción anímica, de modo que, en cierto lo normal será que coincidan. RRIDO, II, 315, se refiere al que huye
principio, no podría tener aplica- En efecto, el estado de necesidad de un edificio en llamas; este último
Como es obvio, ésta no es más ción en casos en que el sujeto actúa exculpante se da cuando para sal- autor tiene el cuidado, además, de
que una manifestación de la dispu- de modo frío y racional, libre de var un determinado bien jurídico se decir que bajo la fuerza irresistible se
ta más general sobre el criterio ge- toda angustia o conmoción. Esta debe sacrificar otro de igual valor o, comprende "en parte" esta institu-
neralizador o individualizador que apariencia se ve confirmada por la en general, se obra sin que se den ción; distinto, en cambio, el recurso
debe regir el juicio de exigibilidad, jurisprudencia chilena, que, como los requisitos del estado de necesi- al deber religioso de Antígona en
donde se mezclan y enfrentan fun- se ha visto, exhibe sólo casos de dad justificante del N° 7, lo que por POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
damentalmente consideraciones so- conmoción anímica (algún caso es- cierto se puede hacer también con 343 con nota al pie N° 494). Sólo el
bre el sentido del principio de cul- pecífico puede provocar dudas, pero ánimo frío (más aún, en ciertos ca- concepto amplio de miedo insupe-
pabilidad y la vigencia práctica del en general se deja interpretar tam- sos la "sangre fría" será indispensa- rable de NAQUIRA, 424, 432 s., su-
derecho penal. Aquí se sostiene un bién de ese modo), y por parte de ble), como es el caso del sujeto que pone, a pesar de la enorme conno-
criterio generalizador, que conside- la literatura que pone de manifiesto para rescatar a la niña atrapada por tación anímica de ese término, una
ra el rol y el grupo de pertenencia esa limitación del miedo insupera- unos escombros en medio de la cre- abierta prescindencia de toda forma
del sujeto pero que los valora desde ble (NOVOA, 1, 566; RrvACOBA, 104; cida del río, en ausencia de alterna- de conmoción psíquica. De ahí que,
una perspectiva general. El amplio PEÑA, 200 s.; COUSIÑO, III,249),10 tivas practicables, le corta la pierna aun cuando se pueda compartir que
reconocimiento de parámetros de que desde esta perspectiva específica y la libera poco antes de que el agua la lacónica fórmula chilena tiene la
exigibilidad diferenciados por rol debería regir también para la fuerza la cubra y ahogue, o del andinista ventaja de no estar sujeta a requisi-
no es más que una forma de acepta- irresistible. Con todo, en la medida experimentado que en un ascenso tos que ocasionalmente limitan in-
ción de la misma idea. Ahora bien, en que a partir de la gran exten- en cardada, ante la imposibilidad debidamente el alcance del estado
como lo que hay que evaluar es la sión acordada mayoritariamente a de auxiliar a su compañero y ante la de necesidad exculpante en el dere-
aceptabilidad como excusa de una la fuerza irresistible algunos autores inminencia de su propia caída, corta cho comparado (POLITOFF, 472 s.),
situación extraordinaria que afecta cobijan bajo esta eximente los casos la cuerda y lo deja caer. Si realmen- no es evidente que en este aspecto
gravemente la capacidad de motiva- del llamado "estado de necesidad ex- te estos autores le dan ese alcance a crucial sea realmente suficiente (es-
ción normal del sujeto, entonces es culpante" (CURY, 456 s.; GARRIDO, la fuerza irresistible es dudoso (sal- céptica también FUENTES, 36, aun-
indiferente si dicha situación se da II, 315; POLITOFF, 471 ss.; POLITOFF vo en el caso de POLITOFF / MATUS que sin mencionar los casos que a
efectivamente o no, por lo que no / MATUS / RAMÍREZ, PG, 345; GAR- / RAMÍREZ, PG, 345), tanto por los su juicio podrían quedar fuera del
parece pertinente, en ausencia de re- cÍA, 242 ss.; también, si bien bajo términos en que definen la eximente N° 9). Es posible que estas dudas se
gulación legal al respecto, distinguir el concepto de miedo insuperable, (CURY, 456, exige "un estado grave decanten en un sentido o en otro a
si el posible error al respecto ha sido NAQUIRA, 433 [sólo tácitamente]; de conmoción psíquica") como por la luz del nuevo N° 11, introducido
o no evitable. y VARGAS, 139), sugieren al mismo los ejemplos que dan, los que de mediante el N° 1 del Art. 1° de la
tiempo la prescindencia de una es- ningún modo excluyen la posibili- Ley N° 20.480, de 18 de diciembre
Por último, de las definicio- pecial conmoción anímica (explícito dad de un estado de conmoción psí- de 2010 Y que parece hacerse cargo
nes iniciales parecería desprenderse sólo POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, quica (POLITOFF, 473, pone el ejem- precisamente del estado de necesi-
que el N° 9, entendido como vis PG, 345), en cuanto dicho instituto plo de la amenaza de quebrarle los dad exculpante. Al respecto véase el
compulsiva, está construido exclusi- no está necesariamente circunscrito brazos y las piernas a dos niños ju- Comentario al Art, 10 N° 11.
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ART. 10 N° 10 CÓDIGO PENAL COMENTADG JAIMECOUSO ART. 10 N° 10

Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal: impongan el deber de, o autoricen ejercer legítimamente un derecho,
[... ] para, realizar de una acción típica, en el sentido del Art. 10, N° 10, en
10. El que obra en cumplimiento de un deber o en el ejercicio al hacer explícito en el campo de la este caso particular, al emplear sus-
legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo. valoración jurídico-penal que una tancias estupefacientes en un rito re-
ponderación de intereses puede ex- ligioso y cultural propio de la etnia a
BIBUOGRAFÍA: RJvACOBA y RJvACOBA, Manuel (1967), "La obediencia jerárquica en el Derecho
penal chileno", en RCP, XXVI; POllrOFF, SERGIO I MATUS, lEAN PIERRE: "Comentario al Art. 10, tenderse, con eficacia, más allá de la que pertenece).
N° 10", en POUTOFF I ORTIZ, Comentario, pp. 153-157. los casos en que una norma legal es-
pecial ha resuelto el conflicto. CUMPLIMIENTO DE UN DEBER

COMENTARIO' Sobre la cuestión de los elemen- Los deberes cuyo cumplimiento


tos subjetivos de la justificante, en justifica la ejecución de una acción
Jaime Couso general se reproduce el debate del típica normalmente se imponen a
que ya se dio cuenta para el caso de funcionarios públicos (POLITOFF I
GENERALIDADES quen excepcionalmente la ejecución la legítima defensa (supra, Art, 10, MATUS, Comentario, 154), pero
de una conducta típica (POLITOFF, N° 40). En relación con el error también hay casos paradigmáticos
Estas causales de justificación, a 301), o, en todo caso, para dejar en sobre la concurrencia de los presu- de deberes que afectan a particula-
las que también se suele fundamen- claro que los conflictos entre leyes puestos fácticos de esta justificante res, como el caso citado por Novox,
tar a partir del principio del interés penales generales y leyes no pena- también son válidas las referencias I, 372) del deber de todo aquél lla-
preponderante (ETCHEBERRY, I, 242; les especiales, se resuelven a favor ofrecidas en ese lugar (en todo caso, mado a declarar en causa criminal,
CURY, 381), en general incluyen, se- de las segundas (GARRIDO, II, 194- como se resuelve en una decisión de decir la verdad, aun cuando ello
gún ETCHEBERRY, I, 243, determina- 195). Sin embargo, especialmente de corte de apelaciones, si el error resulte lesivo para el honor de una
das de conflicto de intereses que la en relación con el ejercicio legítimo invencible no recae sobre la con- persona (declaraciones injuriosas).
Ley ha resuelto por anticipado, en de un derecho, la posibilidad de jus- currencia de los presupuestos fác-
diversas disposiciones especiales del tificar acciones típicas cometidas en ticos, sino sobre el alcance de una Según ETCHEBERRY, I, 243), para
ordenamiento jurídico, de modo ejercicio de un derecho deducible justificante, la teoría limitada de la que el cumplimiento del deber jus-
que, para algunos autores, la refe- de normas consuetudinarias o reco- culpabilidad conduce sólo a excul- tifique debe tratarse de un deber ju-
rencia genérica contenida aquí, en el nocido mediante una interpretación par al autor, no a negar el carácter rídico (no uno de otra clase; v. tam-
numeral 10° del Art, 10 casi se ha- analógica (v, CURY, 382) da cuenta doloso y culposo de la conducta; bién, más en detalle, GARRIDO, II,
ría por conveniencia "pedagógica", de una función que va más allá de así, por todos, CURY, 440, 443-444, 195), que puede ser substancial -la
para "advertir" al juez penal sobre la meramente pedagógica, o incluso y la sentencia de la Corte de Apela- Ley directamente impone la conduc-
la posibilidad de que normas extra- de la de resolver conflictos con le- ciones de Antofagasta, Rol N° 250- ta debida- o formal-la Ley instituye
penales en el caso concreto justifi- yes extrapenales que expresamente 2007, 30 de noviembre de 2007, una autoridad con potestad para de-
contra Lourdes Aurelia Huagama finir la conducta debida, autoridad
Choque, (nulidad penal), N° ID a la que se debe obediencia-. En el
* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de este comentario, por LegalPublishing: 37829, que califi- segundo caso, el cumplimiento de
parte de la ayudante de investigación Sabrina Perret, de la Facultad de Derecho de la ca como un error deprohibición, ex- órdenes impartidas por un superior,
Universidad Diego Portales. culpante, la conducta de quien creía por ej., en la jerarquía militar, es cau-
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ART. 10 N° 10 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART. 10N° 10

sal de justificación, si la orden, no aplicable cuando la conducta orde- precisamente en cualquier ejercicio torizada -y que constituiría un caso
obstante típica, es lícita; las órdenes nada tiende a la perpetración de un de valoración acerca de la posible de ejercicio del derecho legal de reten-
antijurídicas, en cambio, nunca jus- delito, si es que el subalterno cumple justificación de la ejecución de una ción- por los Arts. 2234 y 2235 del
tifican la conducta, pero pueden ex- con los requisitos de la obediencia re- acción típica estaría en juego resol- Código Civil. En cambio, ya no pue-
culpar a quien las cumple, bajo cier- flexiva la representó ante su superior ver un conflicto de intereses de esa de seguir citándose como ejemplo la
tas condiciones estrictas, conforme y éste, aun así, insistió -pero sin con- naturaleza) . conducta constitutiva del delito de
al sistema de obediencia reflexiva (v, cluir si con ello venía a justificar la lesiones (menos graves o leves), bajo la
Art. 10, N° 9; ETCHEBERRY, I, 243; conducta o si sólo a exculparla-), EJERCICIO LEGÍTIMO DE UN DE- suposición de que estaría autorizada
v., en detalle, ya de RrvACOBA, 239- RECHO por el ejercicio de la [acultad parental
284, 275; así también lo entiende, El deber, además, debe ordenar de corrección y castigo, especialmente,
en la jurisprudencia, la sentencia de directamente la ejecución de la ac- En este lugar se suele citar casos luego de las sucesivas modificaciones
la Corte de Apelaciones de Santiago, ción típica o debe imponer un deber en que la Ley expresamente autoriza sufridas por el Art. 234 del Código
Rol N° 13447-2006, de 10 de enero de tal naturaleza que, ordinariamen- o faculta la realización de conduc- Civil que, luego de haber eliminado
de 2008, Hiram Villagra Castro con te, debe ser cumplido realizando ta- tas que son típicas ante el Derecho la referencia al castigo (manteniendo
Juan Manuel Guillermo Contreras les acciones típicas (como el ejerci- penal (v, ETCHEBERRY, II, 244; Po- sólo una facultad de corrección de los
Sepúlveda; Marcelo Luis Manuel cio de la fuerza que ordinariamente LITOFF, 304-305), como por ejem- hijos, que "no menoscabe su salud
Moren Brito (recurso de apelación), tendrá que ejercer la autoridad poli- plo: la del padre o madre que revisa ni desarrollo personal"), finalmente
N° ID LegalPublishing: 3832, que cial que tiene orden de detener a una la correspondencia o los papeles de incluyó (por Ley N° 20.286, de 15
sostuvo que la justificante no concu- persona, si ésta se resiste) (ETCHEBE- los hijos menores que se hallen bajo de septiembre de 2008) una prohi-
rre si "los autores concretan una con- RRY, I, 243). En caso de colisión de su dependencia, conducta típica de bición expresa de "toda forma de
ducta reñida con la juridicidad, es deberes, el deber especial prevalece violación de correspondencia, según el maltrato físico y sicológico".
decir, si actúan antijurídicamente"; sobre el deber general y, no siendo Art, 146, inc. 1°, pero expresamente
cfr., sin embargo, la sentencia de la aplicable este criterio, se debe aten- autorizada por el inciso 2° de la mis- En todo caso, como se señaló al
Corte Suprema, Rol N° 6308-2007, der a la jerarquía de los deberes en ma disposición (dando a entender introducir esta materia, más allá de
de 8 de septiembre de 2008, contra colisión (ETcHEBERRY, I, 244). En que no bastaría la invocación genéri- los casos en que la Ley expresamen-
Luis Arturo Sanhueza Ros y otros todo caso, la justificación está sujeta ca de las potestades que a los padres te autoriza la realización de una con-
(casación en la forma y en el fondo a que se cumpla con ciertos criterios confiere su responsabilidad legal por ducta típica, la justificante de ejerci-
criminal), N° ID LegalPublishing: de adecuación y proporcionalidad el cuidado personal y educación de cio legítimo de un derecho abarcaría,
39828, que indirectamente aparece (POLITOFF, 302, siendo implícita, los hijos, del Art. 224 del Código según alguna doctrina (CURY, 382),
haciendo suya, en el considerando también, la exigencia de necesidad), Civil); o la retención de la cosa de- la realización de acciones típicas en
8° de la sentencia de reemplazo, una como por lo demás se entiende, en positada, por parte del depositario, ejercicio de un derecho deducido de
consideración obiter dictum -pues, Derecho público, que corresponde a título de compensación de las normas consuetudinarias o recono-
finalmente, la eximente se rechazó a las exigencias de toda resolución expensas que haya hecho para con- cido mediante una interpretación
de todos modos- realizada por la de una colisión de intereses por me- servación de la cosa, conducta que analógica.
sentencia de primera instancia en su dio de la afirmación de que uno de realizaría el tipo de la apropiación
considerando 33°, conforme a la cual ellos tiene precedencia y justifica un indebida (delArt. 470, N° 1°, del Cualquiera que sea el origen del
la eximente del Art. 10, N° 10, era sacrificio relativo del otro interés (y CP), pero que está expresamente au- derecho invocado, sólo operaría la
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ART. 10 N° 10 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 10 N° 10

justificante si su ejercicio es, como esta causal de justificación, NOVOA, reglas de la lexartis (v., por ej., GA- ción de la gestación). Sin perjuicio
lo exige la disposición comentada, 1, 376-377). RRIDO, II, 203). de ello, la reciente introducción de
legítimo, lo que se entiende en el una nueva eximente de estado de ne-
sentido de excluir el abuso del dere- EJERCICIO LEGÍTIMO DE UNA AU- En cambio, si la actividad mé- cesidad del numeral 11, del Art, 10,
cho (CURY, 382; POLITOFF, 305). TORIDAD, OFICIO O CARGO dica no está destinada a salvar o cuya naturaleza de (sólo) exculpan-
proteger la salud del mismo indi- te o (también, para ciertas hipóte-
Por último, según ETCHEBERRY, Para CURY, 382, en este caso no viduo a quien se somete al riesgo, sis, de) justificante debe ser objeto
el ejercicio del derecho no es legítimo se trata más que de especificaciones como paradigmáticamente ocurre de análisis monográfico, más allá de
cuando se traduce en un acto de jus- de la misma idea subyacente al ejer- en una interrupción del embarazo que evidentemente permite eximir
ticiapor manopropia consistente en cicio legítimo del derecho (en sentido para protección de la vida o salud de responsabilidad criminal las con-
la reparación de un menoscabo del similar, ETCHEBERRY, 1, 247). de la embarazada, la cuestión nece- ductas constitutivas de aborto tera-
propio derecho (en cambio, sí sería sariamente se plantea en términos péutico (no sólo de la madre, sino,
legítima la mera conservación del Un caso ordinariamente inclui- de justificación o no de la realiza- claramente, del médico), plantea la
derecho frente a una perturbación, do en el ámbito de esta justificante ción de una acción -indudablemen- cuestión de si no cabe ahora enten-
pero bajo las reglas de la legítima es el ejercicio de la actividad médica te- típica, en este caso, del delito de der directamente justificado el abor-
defensa o del estado de necesidadjus- (como ejercicio legítimo del "oficio" aborto. Yel caso es que, aun tras la to terapéutico para salvar la vida
tificante), violento o -aún si no es o profesión), típicamente a través derogación del Art. 119 del Código de la embarazada, ya directamente
violento- destinado a incorporar al de intervenciones quirúrgicas, si Sanitario (por Ley N° 18.826, de por efecto de ese numeral 11, del
patrimonio, por ocupación, un de- bien frente al planteamiento tradi- 1989), que contemplaba una justi- Art. 10 (como una hipótesis en
recho que no se tiene, como en el cional que entiende realizadas unas ficante especial para el aborto tera- que, todavía, el mal causado es me-
caso de quien hurta al deudor para lesiones típicas, pero justificadas (así, péutico, sigue siendo perfectamente nor que el evitado), e incluso, en su
hacerse pago de su crédito (ETcHE- por todos, ETCHEBERRY, 1, 248), es argumentable que la justificante ge- caso, si no cabe postular una justi-
BERRY, 1, 245-246, llegando, sin cada vez más frecuente, de la mano nérica de ejercicio legítimo de lapro- ficación aun más amplia del aborto
embargo, a conclusiones sistemá- de la teoría de la imputación obje- fesión (oficio) abarca de todos mo- terapéutico, por ejemplo, también
ticas insatisfactorias, al tener por tiva, en general, y de la noción del dos, justificándola, la intervención del que -es necesario para proteger
realizado el delito hurto, si falta la riesgo permitido, en particular, el abortiva necesaria para salvar a la a la embarazada de un grave mal
violencia, pese a que la sustracción planteamiento doctrinario (y, pau- embarazada de un peligro de muer- para su salud (no para su vida), si
es violenta solamente sería constitu- latinamente, jurisprudencial) que te (v, la convincente exposición de valorativamente aún cabe conside-
tiva de la falta del Art. 494, N° 20; derechamente entiende excluida la POLITOFF / MATUS I RAMÍREZ, PE, rar que una grave enfermedad de
más coherente sistemáticamente es, tipicidad, si la actividad o interven- 96-97, citando además la declara- la embarazada (por ej., una que la
en cambio, la conclusión de CURY, ción médica, dirigida a preservar o ción del Departamento de Ética del puede hacer perder sus órganos re-
de considerar atípica, aunque de mejorar la salud del mismo indivi- Consejo General del Colegio Mé- productivos, como consecuencia de
todos modos ilícita, la conducta de duo al que se infieren las "heridas", dico de Chile, de febrero de 2003, una infección) como un mal mayor
quien, sin violencia, sustrae de su efectivamente se desarrolló dentro que avala científicamente la exis- al producido con el aborto (caso en
deudor especies necesarias para ha- de los márgenes del riesgo permiti- tencia de situaciones en que, para que, de nuevo, viene al caso una
cerse pago; v. también, sobre la jus- do, lo que en buena medida se hace la protección de la vida de la emba- justificación, y no una mera exculpa-
ticiaporpropiamano, a propósito de depender del cumplimiento de las razada, sólo es indicada la interrup- ción de la conducta).
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....
ART. ID N° 11 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10N° 11

El caso de las lesiones deporti- bién se convierte, a fin de cuentas, COMENTARIO


vas, al que se suele dar tratamiento en una cuestión de delimitación del Héctor Hernández
separado en el seno de esta causal de riesgo permitido, para efectos de
justificación, en mi opinión, bajo la negar o afirmar la tipicidad (no la
influencia de la teoría de la imputa- antijuridicidad), con lo que devie- El N° 11 original ("El mari- Diputados, Dip. Ord. 1952, T. II,
ción objetiva -yen estrecha vincu- ne un problema de Parte Especial, do que en el acto de sorprender a p. 2048, sesión 45 ordinaria de 19
lación con la cuestión del valor del que corresponde tratar justamente a su mujer infraganti en el delito de de agosto de 1952).
consentimiento del ofendido- tam- propósito del delito de lesiones. adulterio, da muerte, hiere o mal-
trata a ella y a su cómplice; con tal El actual N° 11 fue introducido
que la mala conducta de aquél no mediante el N° 1 del Art. 10 de la
haga excusable la falta de ésta. Si Ley N° 20.480, de 18 de diciembre
sólo diere muerte, hiriere o mal- de2010. Objeto principal de las mo-
Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
tratare a uno de ellos, subsistirá no ciones que dieron inicio al trámite
[ ... ] legislativo (Boletines 4937 y 5308
obstante la exención de responsabi-
11. El que obra para evitar un mal grave para su persona o de- lidad criminal respecto del marido, refundidos) era mejorar la situación
recho o los de un tercero, siempre que concurran las circunstancias a menos de constar que intencio- de la mujer víctima de violencia in-
sIgUIentes: nalmente obró así o que las cir- trafamiliar, contexto en el cual pre-
1a. Actualidad o inminencia del mal que se trata de evitar. cunstancias del hecho lo revelen") ocupaba también que no hubiera
2 a . Que no exista otro medio practicable y menos perjudicial fue polémico y resistido desde su mecanismos legales que valoraran
para evitarlo. nacimiento (véanse sesiones 7 a , 8a su especial situación de víctima para
3 a . Que el mal causado no sea sustancialmente superior al que y 9 a de la Comisión Redactora, de el caso que cometiera delito contra
14, 17 Y21 de mayo de 1870, res- quien ejercía dicha violencia intra-
se evita.
pectivamente, Actas, 11 ss.; fue el familiar. Contra lo que este contex-
4 a . Que el sacrificio del bien amenazado por el mal no pueda
único supuesto del Art. 10 discu- to podía sugerir, desde un principio
ser razonablemente exigido al que lo aparta de sí o, en su caso, a tido especialmente en el Congreso se estuvo por resolver el asunto en
aquel de quien se lo aparta siempre que ello estuviese o pudiese Nacional, véase al respecto FUEN- el campo de las eximentes de res-
estar en conocimiento del que actúa. SALIDA, I, 64 ss.; véase también ponsabilidad genéricas del Art, 10
MATERIALES:Biblioteca del Congreso Nacional: "Historia de la Ley N° 20.480, modifica el VERA, 107 s.; FERNÁNDEZ, I, 98 s.; Y sin ninguna referencia al proble-
Código Penal y la Ley N° 20.066 sobre Violencia Intrafamiliar, estableciendo el'femicidio', BAÑADOS, 36; DEL Río, II, 198 ss.; ma específico que se quería abor-
aumentando las penas aplicables a este delito y reforma las normas sobre parricidio", DEL Río, Manual, 170 s.), sien- dar. Es así como la segunda mo-
2010 (los documentos no se citan conforme a su paginación original, sino de acuerdo con
la paginación correlativa dada en este texto). do derogado finalmente mediante ción en cuestión, de los Diputados
Ley N° 11.183, de 10 de junio de Burgos y otros, de 5 de septiembre
BIBliOGRAFÍA: Couso, Jaime: Fundamentos del derecho penal de culpabilidad, Tirant lo
1953 (a partir de una moción de de 2007, contemplaba trasladar
Blanch, Valencia 2006; FONTECIUA, Rafael: "Los problemas juridicos de las causas suprale-
gales en materia penal", en AA. W.: Estudios jurídicos en homenaje al Prof. Luis ]iménez la Diputada Inés Enríquez, véase el miedo insuperable al N° 10 (y
de Asúa, Abeledo-Perrot, Buenos Aires 1964, pp. 662-703; FUENTES, Danae: La ponderación al respecto Segundo Informe de la el N° 10 al N° 11) Y agregar en el
de los males en el estado de necesidad, LegalPublishing, Santiago 2009; GARCÍA, María Pau- Comisión de Constitución, Legis- N° 91a exigencia de que quien obra
lina: El estado de necesidad en materia penal, ConoSur, Santiago 1999; PEÑA, Silvia: Der
entschuldigende Notstand (tesis doctoral), Tübingen 1979. lación y Justicia de la Cámara de violentado por una fuerza irresisti-
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ART. 10 N° 11 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. 10 N° 11

ble lo hiciera "bajo la amenaza de de Diputados de incluir el estado legislativos se puedan lograr con tario al Arr, 10 N° 7), el obstáculo
sufrir un mal grave e inminente" de necesidad exculpan te, tal como la norma aprobada. Al margen de permanece intacto. Más aún, en-
(25). Durante la tramitación en la se hace, entre otras codificaciones, cualquier valoración de dichos pro- tendiendo que el "mal" en cuestión
Cámara de Diputados, sin embar- en el § 35 del Código alemán o en pósitos, si de lo que se trataba era de es una nueva agresión de parte del
go, se optó por introducir un tercer Art, 54 del Código italiano. Reco- permitir de un modo relativamente maltratador, si efectivamente ésta
supuesto en el N° 9, junto con la noció, sin embargo, la insuficien- expedito la exención de responsa- pudiera considerarse actual o inmi-
fuerza irresistible y el miedo insupe- cia técnica de la propuesta, ante lo bilidad de la mujer que, cansada nente, lo que correspondería sería
rable, consistente, precisamente, en cual propuso una nueva redacción de los graves maltratos acumulados aplicar derechamente la legítima
obrar "bajo la amenaza de un mal que, manifiestamente construida a y temerosa de ser víctima en cual- defensa con efecto justificante, no
grave e inminente" (Informe de la partir de los mismos requisitos del quier momento de nuevos maltra- un estado de necesidad que al pa-
Comisión de Familia de la Cámara, estado de necesidad justificante del tos, ataca a quien la ha martirizado recer sólo tiene efecto exculpante
de 16 de abril de 2008, 111 s.; ra- N° 7, agrega las notas extraordina- sistemáticamente, lo pertinente era y está sometido, además, a restric-
tificado por el Informe de la Comi- rias propias del estado de necesidad construir una variante privilegiada ciones que, como el carácter subsi-
sión de Constitución, Legislación y exculpante (Informe de 4 de octu- de la legítima defensa, en términos diario, no rigen para aquélla (véase
Justicia de la Cámara, de 6 de agos- bre de 2010,448 s.). No obstante de relativizar la exigencia de actua- Comentario al Art. 10 N° 4). Por
to de 2008, donde se hizo constar las dudas sobre la conveniencia de lidado inminencia que unánime- cierto no se puede descartar que, no
"que esta modificación actualizaba resolver una cuestión general tan mente se exige para la "agresión obstante la ausencia de este requi-
las disposiciones del Código, con- delicada en un contexto coyuntural ilegítima" que es presupuesto de di- sito de actualidad o inminencia, la
sagrando lo que la doctrina conoce (450 ss.), se terminó aprobando la cha eximente, exigencia que consti- situación de la mujer sea tan deses-
como estado de necesidadexculpan- propuesta del Prof. Cury, con mo- tuye el gran obstáculo técnico para perada que le resulte inexigible un
te", 189), redacción que se mantuvo dificaciones muy menores en orden la absolución de mujeres que, des- comportamiento distinto y que se
inalterada hasta que la Comisión de a recalcar la idea de que la eximente de el punto de vista de las valora- le pueda absolver por ello, pero si
Constitución, Legislación, Justicia no podía amparar desproporciones ciones sociales actuales, al atacarlo esto ocurre no será probablemente
y Reglamento del Senado, en su se- muy significativas entre el daño evi- cuando no las está agrediendo ni por el nuevo N° 11, sino por el vie-
gundo informe de 13 de octubre de tado y el daño provocado (453 s., está en condiciones de reaccionar, jo N° 9, a través de la fuerza irresis-
2009 la suprimió, en parte porque concretamente la circunstancia 3 a ) . no hacen más que "defenderse" de tible o del miedo insuperable (véase
se le entendía redundante respecto Hasta donde se puede ver ni la li- él en un sentido laxo. Pues bien, en Comentario al Art. 10 N° 9), con
de los supuestos ya recogidos en el teratura ni la jurisprudencia se han la medida en que el nuevo N° 11 lo cual, al menos desde este punto
N° 9, en parte porque la formula- hecho cargo todavía del precepto, exige expresamente "actualidad o de vista, la nueva eximente resulta
ción propuesta no expresaba por de modo que sólo se pueden ha- inminencia del mal que se trata superflua. Desde la perspectiva de
sí sola la gravedad necesaria para cer algunos primeros comentarios de evitar", sin que, por otra parte, la mujer maltratada lo único que
tener por no exigible la conducta a partir de los antecedentes de su haya ninguna razón para que dicha puede esperarse del malogrado in-
conforme a derecho (340 s., se oyó gestación y de la sola formulación exigencia se entienda de un modo tento legislativo es que ponga de
especialmente al Prof. Juan Domin- legal. distinto a como se entiende en el relieve el problema y genere una re-
go Acosta). En Comisión Mixta el estado de necesidad justificante o flexión sobre la forma de abordarlo
Prof. Enrique Cury valoró favora- Lo primero que cabe destacar en la legítima defensa (véase Co- eficazmente, sea dentro del marco
blemente el propósito de la Cámara es que no parece que los propósitos mentario al Art, ION° 4 y Comen- del derecho vigente sin desdibujar
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ART. 10 N° 11 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. 10 N° 11

los delicados contornos de las insti- de necesidad exculpan te, fundado mente a la idea de inexigibilidad, sea compatible con la idea de inexi-
tuciones dogmáticas, sea a través de exclusivamente en el carácter ex- que, cumplida la exigencia de sub- gibilidad de otra conducta debería
una intervención legislativa equili- traordinario de la situación y no sidiariedad de la circunstancia 2 a , ser evidente para todos aquéllos
brada y realmente orientada al ob- en el real impacto emocional de la estaría fuera de lugar si se tratara que ven hipótesis de inexigibilidad
jetivo. misma en el sujeto, lo que se hace de una genuina causa justificante; en el encubrimiento de parientes
tanto más patente cuando se aprecia lo primero, porque al menos des- (Art. 17) o en ciertas hipótesis de
La verdadera importancia del que la eximente favorece también a de el punto de vista de la "teoría obediencia jerárquica, donde se
precepto radica, entonces, en la in- terceros que no necesitan tener nin- de la diferenciación", ampliamente opera del mismo modo. Es tam-
troducción de una cláusula general gún vínculo especial con la persona dominante en el debate comparado bién, si se permite una referencia
y relativamente explicita de estado sobre la que se cierne en mal. En la (al respecto Couso, 523, con mati- excepcional a literatura extranjera,
de necesidad exculpante. Si bien medida, además, en que se ha man- ces), sólo puede estar justificada la lo que se sostiene mayoritariamen-
no pocos autores entendían que tenido inalterada la vieja eximente irrogación de un mal menor al que te en Alemania respecto del § 35
esta institución ya tenía cabida en del N° 9, no se aprecia que pueda se evita (ya FONTECILLA, 690, 702), StGB (por todos, ]ESCHECK, Hans-
nuestro derecho bajo el concepto de haber "pérdida" de aplicación de la a lo que en el caso chileno se suma Heinrich / Weigend, Thomas: Le-
fuerza irresistible del N° 9 (CURY, misma en su dominio indiscutido, que la eximente no sólo procede hrbuch des Strafrechts AT, 5. Aufl.,
456 s.; GARRIDO, II, 315; POLI- que es el de la grave conmoción psí- ante igualdad de males, sino inclu- Duncker & Humblot, Berlin 1996,
TOFF, 471 ss.; POLITOFF / MATUS / quica del sujeto. so cuando se ocasiona un mal ma- p. 477 s.), que tuvo indudable in-
RAMÍREZ, PG, 345; GARCÍA, 242 ss.; yor, aunque no "sustancialmente fluencia en el concepto que subyace
también, si bien bajo el concepto de Que no se trata de una causa superior", que el que se evita. Con al N° 11. Por esto, el nuevo N° 11
miedo insuperable, NAQUIRA, 433 de justificación fluye no sólo de todo, aun cuando se esté de acuer- parece ser, en efecto, una fórmula
[sólo tácitamente]; y VARGAS, 139), las afirmaciones hechas durante la do con la diferenciación, provocan de estado de necesidad exculpante.
como se decía en el comentario a tramitación legislativa (supra), sino dudas los casos en que se ocasiona Las dudas subsistentes las genera
ese artículo, no es evidente que éste también de la subsistencia del es- un mal menor al evitado pero fuera la amplitud con que se reconoce el
pueda alcanzar todas las hipótesis tado de necesidad regulado en el de los limites del N° 7, respecto de efecto eximente respecto de terce-
de estado de necesidad exculpante, N° 7, que sugiere que más que la los cuales el argumento contra su ros.
concretamente, que abarque tam- mera arnpliación de una causa de carácter justificante sólo descansa
bién las situaciones extraordinarias justificación preexistente se quiso en lo que también podría ser mero Es notorio que estructuralmente
en que, sin embargo, no se aprecie establecer algo de naturaleza dife- descuido legislativo. Desde la pers- la eximente se ha construido a ima-
una "grave conmoción anímica" en rente, así como de las exigencias pectiva ahora del reconocimiento gen y semejanza del N° 7, aunque
el agente. De ahí que la nueva exi- de las circunstancias 3 a y 4 a , esto de una causa se exculpación, que can alteraciones que no conciernen
mente, a pesar de que para algunos es, que el mal causado "no sea sus- este tipo de fundamento, que de sólo a las diferencias fundamentales
pudiera representar, por los requi- tancialmente superior al que se algún modo "objetiviza' lo que a entre ambas instituciones, sino tam-
sitos que impone, una restricción evita" y que el sacrificio del bien partir de la valoración de circuns- bién a detalles no necesariamente
de los alcances de una figura que amenazado no sea exigible. Lo se- tancias extraordinarias se puede intrascendentes.
hasta ahora no los tenía, en los he- gundo porque, sin perjuicio de las considerar una motivación anor-
chos probablemente sea el acta de precisiones que luego se hacen al mal (aunque en el caso concreto no El sujeto debe obrar para evitar
nacimiento de un genuino estado respecto (infra), remite manifiesta- afecte emocionalmente al sujeto), un mal. Que se trate de un mal para
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ART. 10N° 11 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNOEZ ART. 10 N° 11

su persona o derecho o para la perso- consagra el carácter subsidiario del dos los demás requisitos, está exento etc.). Si bien debe reconocerse que,
na o derecho de un tercero, exigencia estado de necesidad. Respecto de de responsabilidad criminal el que saliendo del ámbito en que está en
desconocida por el N° 7 Y más bien estos requisitos se puede remitir al mata a otro para salvar su propia juego la vida, no existe mayor cla-
propia de la legítima defensa, aunque Comentario al Art. 10 N° 4. vida o la de un tercero y el que (con ridad respecto de la jerarquía que
en este caso sin requisitos diferencia- independencia de cualquier debate le corresponde a cada bien jurídico,
dos, era probablemente innecesario, El núcleo de la nueva eximente sobre si se trata de bienes jurídi- menos aún si, además, se introduce
a menos que se entienda que tiene se encuentra en los requisitos previs- cos de igual jerarquía, debate que la variable del grado de afectación
por función restringir el ámbito de tos en las circunstancias 3a y 4 a • aquí resulta superfluo) provoca un (¿es más grave sufrir una herida que
aplicación de la eximente a la pre- aborto para evitar la muerte de la privar de libertad por unas horas a
servación de bienes jurídicos indivi- Conforme a la primera se re- mujer embarazada, entre otros ca- alguien o sufrir una mutilación que
duales, con lo cual, por ejemplo, no quiere que "el mal causado no sea sos. Tratándose de un bien jurídico violar a alguien?), que la eximente
procedería la eximente si de lo que se sustancialmente superior al que se que admite grados diversos de afec- proceda incluso cuando el mal cau-
trata es de evitar un gran daño am- evita", con lo cual, como se ha di- tación, como es el caso de la salud sado es superior al que se quería evi-
biental. Adicionalmente, la Ley exi- cho, se abandona el campo de la jus- individual, la propiedad o la liber- tar, con tal que no lo sea "sustancial-
ge que el mal sea "grave", exigencia tificación, que sólo permite la irro- tad ambulatoria, debe estarse a la mente" permite un amplio margen
también desconocida por el N° 7 Y gación de un mal menor, y se asume intensidad de la afectación concreta de apreciación judicial, porque sin
que, reforzando la idea de que se la posibilidad de eximir de respon- en comparación con la afectación duda lo "sustancial" no está referido
trata de una causa de exculpación, sabilidad penal, por un déficit de que se trataba de evitar.Ahora bien, a la distinta jerarquía de lo que está
restringe indudablemente su campo culpabilidad, cuando se ocasiona un si esto rige ante igualdad de males, en juego, que es un presupuesto ya
de aplicación. Sólo un mal signifi- mal de igual jerarquía que el que se con mayor razón procede aplicar la asumido explícitamente por la ley,
cativo para la persona o derecho de quiere evitar, o aun cuando se oca- eximente si el bien jurídico afecta- sino a la importancia de la distancia
un sujeto, de acuerdo con un pará- siona un mal mayor, con tal que do es de menor jerarquía que el que que existe entre la posición ordinal
metro objetivo que tome en cuenta no sea "sustancialmente superior". se trata de proteger y no existe una de cada valor en la escala jerárquica.
las circunstancias del caso concreto, Si bien lo que debe ponderarse son diferencia tal en el grado concreto En otras palabras, no es razón sufi-
puede servir de base para la eximen- "males" y no bienes jurídicos con- de afectación que permita reempla- ciente para negar el requisito que los
te, lo que concuerda, además, con siderados en abstracto (véase al res- zar el criterio del bien jurídico a la males en cuestión estén en distintos
el requisito de "razonable inexigibi- pecto Comentario al Art. 10 N° 7; hora de identificar el mal menor. peldaños, sino sólo que sus respecti-
lidad" de la circunstancia 4 a . así como las explicaciones de FUEN- Así, dados los demás requisitos, está vos peldaños estén significativamen-
TES, 83 ss.) resulta evidente que el exento de responsabilidad criminal te alejados. Una interpretación que
En términos muy similares' a primer criterio a tener en cuenta es el que lesiona para salvar la vida de absolutice la diferencia jerárquica
los del N° 7, aunque no idénticos, el de los bienes jurídicos en juego, otro (v, gr. un trasplante forzado de en cuanto tal no parece compatible
se exige que el mal sea actual o in- de modo que al menos tratándose un órgano no vital), el que detiene con la letra de la ley. Para graficar-
minente (circunstancia 1a) y que no de situaciones de conflicto referidas o encierra a otro con el mismo fin lo con un ejemplo deliberadamente
exista otro medio practicable y me- al mismo bien jurídico y al mismo y el que intimidado (en concreto polémico: es perfectamente posible
nos perjudicial para evitarlo que la nivel de intensidad de afectación bajo amenaza de muerte) comete que, dados los demás requisitos, el
conducta del sujeto (circunstancia del mismo no debería dudarse de la un delito distinto del homicidio que practica un aborto para evitar
2 a ) , con lo mal, también aquí, se procedencia de la eximente. Así, da- (violación, mutilaciones, secuestro, un menoscabo grave de la salud de
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ART. ID N° 11 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 11

la mujer embarazada esté amparado la fórmula es una referencia a facto- causado el peligro o se encuentre sión algo enigmática que sugiere
por el N° 11. res objetivos que excluyen en gene- en una posición jurídica especial la imposición de un deber de dili-
ralla exigibilidad de otra conducta que lo obliga a soportarlo. Lo que gencia al respecto, de modo que no
Desde esta perspectiva, la co- y que, si bien no están explicitados, coincide, por último, con la única estaría exento de responsabilidad
rrecta interpretación de la circuns- son susceptibles de descubrimiento propuesta previa de regulación legal el que obra en favor de un tercero
tancia 4 a , que lamentablemente des- por vía interpretativa. Entendida de del estado de necesidad exculpante "debiendo saber" que a éste le era
taca por su ambigüedad, tendrá una este modo, la circunstancia 4 a cum- que conocemos en nuestro derecho, exigible el sacrificio del bien. Debe
importancia superlativa. En lo me- pliría en el derecho chileno la mis- la que hiciera en su tesis doctoral entenderse que en este caso la exi-
dular, la Ley exige que "el sacrificio ma función restrictiva del estado de alemana PEÑA, 204. Aquí se favore- mente favorece exclusivamente al
del bien amenazado por el mal no necesidad que, por ejemplo, cumple ce, indudablemente, una lectura del agente, no al amenazado por el mal
pueda ser razonablemente exigido al en España la exigencia de que la si- precepto en estos mismos términos. a quien es exigible el sacrificio para
que lo aparta de sí". La referencia a tuación de necesidad no haya sido Sin duda hubiera sido preferible el evento que de algún modo inter-
lo "razonablemente exigible" consti- provocada intencionalmente por el una formulación legal más nítida venga en el hecho ilícito, por ejem-
tuye sin duda una referencia a la exi- sujeto o que el necesitado no ten- en este sentido, pero a la luz de los plo, induciendo al agente o pres-
gibilidad de otra conducta, lo que, ga, por su oficio o cargo, obligación modelos disponibles, del estado de tándole ayuda. En algunos casos
sin embargo, puede entenderse de de sacrificarse (Art. 20.5, segundo la discusión comparada y del con- podrá hablarse de autoría mediata;
dos maneras muy diferentes. A pri- y tercero CP), muy similar en este trasentido que sería abrir la puerta a en otros, de una participación pu-
mera vista podría entenderse como punto a lo previsto en Italia por el una subjetivización incontrolable en nible de acuerdo con el principio
un último espacio de apreciación Art. 54 Cl; donde también se habla una eximente llamada a ser objetivi- de la accesoriedad media o limita-
judicial del caso concreto, no sujeto de modo expreso de un peligro que zación de motivaciones anormales, da (véase Comentario al Art, 14).
a mayores orientaciones normati- no haya causado voluntariamente esta lectura debería imponerse. La Esto, desde luego, sin perjuicio de
vas, algo así como una apelación a el sujeto y se excluye la aplicación exacta determinación de los factores que al amenazado pueda favorecer-
la "ernpatía" del tribunal, con toda de la disposición respecto del que objetivos que excluyen la aplicación lo alguna otra eximente.
la consiguiente subjetivización. No tiene un particular deber jurídico de la eximente será, por cierto, tarea
parece razonable, sin embargo, que de exponerse al peligro, y en Ale- de la doctrina y la jurisprudencia. Respecto de los casos de error
luego de darse el trabajo de estable- mania por el § 35 1 StGB, si bien sobre la efectiva concurrencia de
cer minuciosamente requisitos obje- éste, tal como ocurre en el caso chi- En su parte final, la circunstan- la situación de necesidad y de los
tivos para una eximente que nece- leno (10 que probablemente expli- cia 4 a dispone que cuando se obra requisitos de la eximente rige lo
sariamente debe diferenciarse de la ca la redacción de nuestro N° 11, para evitar un mal grave que se mismo que se ha dicho para la dis-
fuerza irresistible, la Ley deje luego por la influencia reconocida de la cierne sobre un tercero a quien, sin cusión equivalente en el ámbito del
entregada por completo su proce- dogmática alemana en su autor), embargo, sería razonablemente exi- N° 9 (véase Comentario al Art. 10
dencia a una suerte de "libre con- excluye en general la aplicación de gible el sacrificio del bien amena- N° 9), porque si bien aquí se trata
vicción" del tribunal. Más bien al la eximente cuando al sujeto, aten- zado, esto no obsta a la eximente, de requisitos objetivos, no puede
contrario, si se consideran especial- didas las circunstancias, se le podía a menos que el agente haya estado desconocerse que dichos requisitos
mente las regulaciones comparadas exigir que soportara el peligro, y en conocimiento de esa circuns- expresan un acuerdo respecto de
que se tuvieron en cuenta en la gé- sólo a título ejemplar se refiere a la tancia, o bien que "pudiese estar cuándo debe asumirse una motiva-
nesis de la eximente, todo indica que circunstancia de que él mismo haya en conocimiento" de ella, expre- ción anormal.
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ART. 10 N° 12 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 12

Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal: 687; COUSIÑO, 11, 446 ss.; GARRIDO, pero con exclusión del N° 10 (así
[ ...] 11, 249; POLITOFF, 310; POLITOFF / al parecer NAQUIRA, Comentario,
12. El que incurre en alguna omisión, hallándose impedido MATus / RAMfREZ, PG, 241; VARGAS, 160 s.; CURY, 687; y mucho antes
118), sin que exista, sin embargo, FUENSALIDA, 1, 76, que luego de atri-
por causa legítima o insuperable.
mucha claridad sobre los alcances buirle alcances generales señala que
Jaime: "Comentario al artículo 10 N° 12", en POUTOFF / ORTIZ, Comen-
BIBIOGRAFÍA: NÁQUIRA,
tario, pp. 159-163; PRAMBS, Claudio: El tipo de culpabilidad en el Código penal chileno, de la misma. Mientras algunos au- son "causa legítima" las justificantes
Metropolitana, Santiago 2005. tores sugieren que se trata de la úni- previstas para los delitos de acción
ca causa de justificación pertinente "en cuanto puedan ser aplicables a
para las omisiones (FERNÁNDEZ, 1, los de omisión"; lo que sería coin-
COMENTARIO 100; de modo tácito VERA, 108; cidente con la opinión de GARRIDO,
posteriormente "en principio" No- 11, 249 en cuanto a que, si bien por
Héctor Herndndez VOA, 1, 385), lo que presumiblemen- otras razones, el N° 10 no es apli-
te implicaría (aunque no lo digan cable a las omisiones). Otra forma
El N° 12 está tomado literal- todo, la opinión dominante ha en- sus defensores) una interpretación de verlo es entender que la primera
mente del N° 13 del Art. 8° del tendido, no obstante lo que sugiere amplia de la misma que recoja en parte del N° 12 se refiere exclusiva-
Código penal español de 1850. Fue el mencionado tenor literal, que son lo fundamental el contenido de las mente al problema de justificación
aprobado sin discusión como N° 11 también aplicables a las omisiones otras causas de justificación, otros específico de las omisiones que es la
en la sesión 7 a de la Comisión, de 14 las otras eximentes consagradas en entienden que las omisiones típicas "colisión de deberes" (COUSIÑO, 11,
de mayo de 1870 (Actas, 11). el artículo, con las variaciones que también pueden verse favorecidas 446 ss.; DEL VILLAR, 154; tenden-
luego se exponen. en principio por las otras causas cialmente, en cuanto único ejemplo
La existencia, la ubicación y de justificación del Art. 10 (CURY, ETCHEBERRY, 1, 248; POLITOFF, 310;
los términos de este N° 12 sugieren Respecto de la primera parte 687; GARRIDO, 11, 249; NAQUIRA, POLITOFF / MATus / RAMfREZ, PG,
que el legislador entendía necesa- del precepto, que consagra la exen- Comentario, 160; tácitamente ET- 241; VARGAS, 118; también se po-
rio regular de un modo especial la ción de responsabilidad penal por CHEBERRY, 1, 249), con lo cual surge dría mencionar a Novox, 1, 373 en
exención de responsabilidad penal una omisión de quien se halla "im- el problema de determinar el conte- razón de que su rechazo a las otras
tratándose de omisiones, probable- pedido por causa legítima", existe nido exacto de esta causa específica, causas de justificación respecto de
mente porque entendía que el tenor amplio acuerdo (a excepción sólo porque de lo contrario sería super- omisiones [385] no es categórico),
literal del resto de las eximentes del de los primeros comentaristas que flua (así la consideraba en su época entendiendo que en lo demás una
Art. 10 las hacía aplicables sólo res- o no distinguían entre justificantes BAÑADOS, 37). Una manera de verlo posible justificación descansa en los
pecto de acciones (por el uso de los o exculpantes, como FUENSALIDA; es entender que la primera parte restantes supuestos del Art, 10, in-
ver bos "borar, " «ejecutar
. "ce
, causar " 1, 76 s.; o interpretaban el precepto del N° 12 no es sino una norma cluyendo el N° 10, con lo cual se
y "cometer"). De este modo, lo que exclusivamente como una causa de equivalente al N° 10, es decir, una resuelve la situación del que, por
en el resto del artículo se regula en ausencia de conducta o de culpabili- remisión general al conjunto de las incurrir en una omisión a la cual
diversas hipótesis detalladas para dad, como VERA, 98, 108) en cuan- normas previstas en el ordenamien- tiene derecho, no puede decirse que
los delitos de acción, en el N° 12 se to a que alude a una causa de justifi- to que puedan legitimar una omi- ha estado "impedido" de actuar (ET-
recogería sintética y separadamente cación (LABATUT, 1, 150; NOVOA, 1, sión, incluyendo las genuinas causas CHEBERRY, 1, 248 s.). Aquí se favore-
para los delitos de omisión. Con 385 s.; ETCHEBERRY, 1, 248; CURY, de justificación del resto del Art. 10, ce este último entendimiento.
276 277
ART. 10 N° 12 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.10N° 12

Cualquiera que sea el alcance mente también GARRIDO, II, 207) Y 207; NAQUIRA, 269; NAQUIRA, Co- En lo que concierne a la segunda
que se le reconozca a la primera par- otros, en fin, sugieren una preferen- mentario, 161; POLITOFF / MATUS parte del precepto, referida a quien
te del N° 12, al menos existe acuer- cia general del deber de omitir (10 / RAMÍREZ, PG, 241). Lo relevante incurre en una omisión impedido
do en cuanto a que la llamada "coli- sugiere al menos NAQUIRA, 270, es la jerarquía de los deberes, no (o por causa insuperable, se ha discuti-
sión de deberes" está cubierta por éL aunque al parecer sólo respecto de no sólo) la jerarquía de los bienes do la naturaleza de la eximente. Una
Por colisión de deberes se entiende deberes que involucran bienes de jurídicos involucrados (NAQUIRA, opinión minoritaria entiende por
genéricamente (y nuestra doctrina, igual valor, como aclara luego en Comentario, 161), para lo cual de- "causa insuperable" una referencia a
a diferencia de lo que se observa en NAQUIRA, Comentario, 162). Un ben considerarse copulativamente la vis absoluta, con lo cual ve en ella
el derecho comparado, no ha res- buen ejemplo de lo discutible que los siguientes elementos: valor abs- exclusivamente una exención de res-
tringido el concepto) la situación puede resultar la decisión lo ofrece tracto relativo de los bienes jurídi- ponsabilidad por falta de conducta
en que un sujeto no puede cum- la situación del médico de urgencia cos involucrados y consecuencias (COUSIÑO, II, 446; COUSIÑO, III,
plir un deber sin dejar de cumplir que, también obligado por el secreto perjudiciales concretas probables 261 [en contradicción, sin embargo,
otro u otros. Aplicado el concepto profesional (Art. 247), no denuncia de la omisión en cada caso (con- con COUSIÑO, I, 506]; GARRIDO, II,
específicamente a la justificación de a la paciente que se ha practicado un vincentemente NAQUIRA, 269 s., 52, 250 s.). La opinión mayoritaria,
omisiones típicas se distinguen dos aborto (Arts. 175 y 177 CPP), si- quien agrega la "valorización social en cambio, a partir de unos térmi-
situaciones: tuación que aquí se considera justi- comparativa de cada involucrado nos legales mucho más amplios que
ficada por el mayor peso del secreto en el conflicto en su prospección los del N° 9 (que no se aluda a una
Por una parte, se dan casos de por sobre el deber de denuncia, que futura de deber cumplido o in- fuerza que violenta, sino en general
colisión entre deberes de actuar y se expresa en el muy distinto trata- cumplido", sin mayores explica- a una causa insuperable, el mismo
deberes de omitir, los que a veces miento penal de ambas situaciones. ciones, aunque tal vez se refiera al adjetivo que se emplea para califi-
vienen resueltos expresamente por distinto valor que el ordenamiento car el miedo) no duda en este caso
la ley, como el caso del médico que Por otra parte, se dan casos de le asigna a cada deber, por ejemplo, que se incluyen las causas insupera-
se niega a declarar como testigo en colisión entre distintos deberes de cuando distingue entre el deber de bles de carácter moral, con lo cual
causa criminal (Art. 299 CPP en re- actuar, como cuando un médico evitación del garante con el deber se trata (al menos también) de una
lación con Art, 240 Cf'C) en razón debe atender a distintos pacientes general de socorrer a otros en situa- referencia a la falta de culpabilidad
del deber que le impone el secreto en situación de grave urgencia o el ción de peligro, 269; y NAQUIRA, por inexigibilidad de otra conducta,
profesional (Arr, 247), caso expresa- salvavidas debe socorrer a distintos Comentario, 161 s.). Tratándose existiendo disenso sólo en cuanto a si
mente resuelto en el Art. 303 CPP; bañistas, en ambos casos pudiendo de deberes de igual jerarquía, las el precepto recoge, además, supues-
pero que en otras ocasiones obligan el sujeto atender o socorrer a cual- opiniones existentes entre nosotros tos de falta de conducta (NOVOA, I,
a dilucidar interpretativamente cuál quiera de ellos, pero sin posibili- coinciden en entender que el sujeto 272; ETCHEBERRY, I, 209) o si, por el
ha de ser el deber prioritario, para dad de hacerlo respecto de todos. estará justificado por sus omisiones contrario, sólo abarca supuestos de
lo cual algunos sugieren preferir el Tratándose de deberes de diversa cualquiera que haya sido el deber falta de culpabilidad (opinión ma-
deber especial por sobre el general jerarquía, la opinión dominante de actuar que en concreto cumplió yoritaria: UBATUT, I, 83, 150, 156;
(ETCHEBERRY, I, 244), mientras la entiende que el cumplimiento del (GARRIDO II, 207; POLITOFF / MA- CURY, 687; NAQUIRA, Comentario,
mayoría propone dar prioridad al deber de mayor jerarquía legiti- TUS / RAMÍREZ, PG, 241; en princi- 163; aparentemente POLITOFF, 477;
deber de mayor valor (NOVOA, I, ma la omisión respecto del deber pio también NAQUIRA, 269 s.; NA- POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
373,385; COUSIÑO, II, 448; parcial- de menor jerarquía (GARRIDO, II, QUIRA, Comentario, 161). 348; VARGAS, 21). Unos y otros,
278 279
ART. 10 N° 13 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART. 10 N° 13

sin embargo, no parecen oponerse intralegal de inexigibilidad" (COUSI- no dolo, deba siempre llevar pena, mantener el inciso segundo del
a que también sean aplicables a las ÑO, 111, 261). Por último, de acuer- sino solamente aquellos que de un Art. 2 0 originalmente previsto) la
omisiones las causas de exculpación do con lo que sugiere la sistemáti- modo espreso castigue la lei", lo quenorma más contundente parece ser
por inimputabilidad (Art. 10 N° 1 ca yen tenor literal de las distintas condujo a la aprobación de un inci- la del N° 13, la doctrina posterior
Y N° 2) o por error de prohibición hipótesis del Art. 10, también se so segundo del Art. 20 , del siguiente
suele ver en ella la base de ese sis-
(en este caso: de mandato) invenci- ha sostenido que la segunda parte tenor: "El cuasi-delito solase pena tema (DEL Río, 11, 43; FERNÁNDEZ,
ble (expresamente CURY, 687; GA- del N° 12 es una fórmula sintética en los casos espresamente determi- 2002, 104). Una disposición expre-
RRIDO 11, 250), en tanto que en lo que recoge y adapta para las omi- nados por la lei" (Actas, 213). Ese sa sobre el carácter excepcional de la
referido a los supuestos de inexigi- siones todas las causas de exculpa- inciso segundo no fue considerado punibilidad de las conductas culpo-
bilidad de otra conducta, los autores ción que rigen para las acciones, en la propuesta de redacción de los sas parece necesaria para asegurar la
que niegan que el N° 12 se refiera a esto es, la locura o demencia, la cuatro primeros articulas presen- vigencia del numerus c!ausus, pues
esos supuestos o bien hacen aplica- privación total de razón, la fuerza tada por Renjifo en la sesión 121, tal como no es necesario que en la
ble la eximente del N° 9 (GARRIDO, irresistible y el miedo insuperable aunque la idea de fondo aparecie- parte especial se reitere la exigencia
11, 251) o bien invocan una "causal (PRAMBS, 242 s.). ra oblicuamente en el Art. 40 de la de dolo, sin esta aclaración podría
misma propuesta, al hacer aplicable entenderse lo mismo para la culpa,
la división tripartita de los delitossin que la ausencia de una regula-
Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
a los cuasidelitos "que se califican ción penológica especial al respecto
[ ...]
y penan en los casos especiales que fuera un obstáculo insalvable, pues,
13. El que cometiere un cuasidelito, salvo en los casos expresa- determina este Código". Con todo, por ejemplo, podría entenderse que
mente penados por la ley. pareció necesario consagrarlo en tér-para todo cuasidelito para el que no
BIBUOGRAFÍA: FERNÁNDEZ, José Ángel: "El delito imprudente: la determinación de la diligencia minos más generales. Ambos articu- se prevea algo distinto rigieran las
debida en el seno de las organizaciones", Revista de Derecho (UACh), Vol. XIII (2002),
101-121; NAQillRA, Jaime: "Comentario al artículo 10 N° 13", en POUTOFF / ORTIZ, Comenta-
las fueron aprobados en la misma penas del Art. 490 en virtud de la
• I
rio, pp. 164; RODRíGUEZ DEVF5A, José María: "Cuasidelitos y delitos culposos en el Código sesion. remisión general del Art, 71. Por
penal chileno", en RJvACüBA, Manuel de (editor): Actas de las Jornadas Internacionales de lo mismo, no se puede compartir
Derecho penal en celebración del Centenario del Código penal chileno, Edeval, Valparaíso
1975, pp. 127-139. El precepto es la consagración el juicio de quienes opinan que se
general del sistema de numerus clau- trataría de una norma impertinente
sus que en materia de cuasidelitos o inútil (RODRÍGUEZ DEVE5A, 137 s.;
rige en el derecho penal chileno. CURY, 351).
COMENTARIO
Como la misma idea viene ya expre-
Héctor Herndndez sada de algún modo en el Art. 4 0 , Ocasionalmente se dice que elsis-
los primeros comentaristas del Có- tema acogido por la Ley chilena es, en
La disposición fue introducida marzo, a propósito de la definición digo solían considerarlo superfluo rigor, un sistema mixto o un numerus
a indicación del comisionado Fa- de cuasidelito que se introdujo a so- (VERA, 109; FERNÁNDEZ, 1, 100; clausus "imperfecto" (FERNÁNDEZ,
bres en la sesión 121 de la Comi- licitud del mismo Fabres, se había FUEN5ALIDA 1, 77; mucho más tarde 2002, 104), atendida la amplitud de
sión Redactora, de 24 de marzo de acordado que la definición aclarara RODRÍGUEZ DEVESA, 137). No obs- losArts. 490 a 492, que se remiten ge-
1873 (Actas, 217 s.). Con anterio- "que no todo delito convertido en tante, como a pesar de sus defectos néricamente a los "crímenes y simples
ridad, en la sesión 117, de 17 de cuasi-delito por haber en él culpa i (preferible hubiera sido, sin duda, delitos contra las personas". Teniendo
280 281

1
'1
ART. 11 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 1

en cuenta, sin embargo, que por tales sa debe fluir de la ley, no que ésta deba COMENTARIO
se entienden formalmente sólo los del calificar expresamente el hecho puni-
Jorge Mera
Título VIII del Libro 11 del Código, y ble como cuasidelito o delito culpo-
que además se acepta de modo pacifi- so ni que al tipificarlo deba emplear
co que no se incluyen los delitos con- ciertas expresiones sacramentales con Se trata de las llamadas eximen- 211; ETcHEBERRY, 11, 17; Y POLI-
tra el honor previstos en los párrafos tal efecto. Así, por ejemplo, si el delito tes incompletas. Pese a los términos TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 506,
6, 7 y 8 ni otros incompatibles con la de receptación del Arr, 456 bis A, en de esta disposición, existen algunas la fuerza física irresistible (incluida,
idea de ejecución culposa, como los cuanto exige que el sujeto actúe co- eximentes, que por su propia natu- en el parecer de estos autores, en el
relativos al duelo o incluso ciertas for- nociendo "o no pudiendo menos que raleza o por disposición de la pro- N° 9 del Art. 10) no sería graduable
mas de matar o lesionar que en su va- conocer" el origen ilícito de la cosa, pia ley, no pueden transformarse en (es o no es irresistible), por lo que
riante dolosa requerirían dolo directo atenuantes. En este último caso se no podría dar lugar a una eximente
puede considerarse un cuasidelito
(cfr. ETCHEBERRY, 1, 321; CURY, 345; encuentra la eximente del N° 80 del incompleta. Este criterio es contro-
en esta segunda variante dependerá
GARRIDO, 11, 225, 227; POLITOFF, Art. 10, puesto que, según lo esta- vertido, como lo señala CURY, 447
simplemente de los alcances que en
blecido en el Art. 71, "cuando no (citando a CÓRDOBA RODA YRODRÍ-
389; POLITOFF / Mxrus / RAMÍREZ, definitiva se le asignen, sin que a ello
concurran todos los requisitos que GUEZ MOURULLO). ETCHEBERRY, 11,
PG, 291; NAQUIRA, Comentario, 164; se oponga el N° 13 (de otra opinión
se exigen en el caso del número 8 0 18, extiende la improcedencia de las
FERNÁNDEZ, 2002, 104 con nota al pie GuzMÁN DALBORA, José Luis: "Luces
del articulo 10 para eximir de res- eximentes incompletas a la prevista
N° 10), resulta que dicha amplitud se y sombras en la 'nueva' disciplina de la
ponsabilidad, se observará lo dis- en la segunda parte del N° 12 del
reduce al más bien modesto reconoci- receptación en el Código penal chile-
puesto en el articulo 490". Art. 10 (omisión por causa legíti-
miento del cuasidelito de homicidio y no", Gaceta Jurídica N° 188 [1996],
ma), pues a su juicio, "en principio,
del cuasidelito de lesiones. 73 [85 con nota a pie N° 46]). Lo
Atendida su naturaleza, exis- o la Ley prohibía o impedía obrar
mismo rige para la inteligencia del
ten eximentes que no admiten gra- (eximente), o no lo impedía, y no se
Por último, la exigencia de que Art, 343, que para muchos consagra dación ni división (ni material ni divisa la atenuante", parecer del que
los cuasidelitos estén "expresamente una hipótesis de aborto culposo (véa-
intelectual o moral) y que, por lo participa CURY, 447: "es evidente
penados" por la Ley sólo significa que se al respecto, por todos, POLITOFF /
tanto, no pueden dar lugar a una que al respecto no se puede imagi-
la punibilidad de la realización culpo- GRISOLÍA / BUSTOS, 157 s.). eximente incompleta. Es el caso del nar una situación intermedia".
N° 2 0 del Art. 10: "El menor de
dieciocho años. La responsabilidad En opinión de Novox, 11, 21 en
§ 3. De las circunstancias que atenúan la responsabilidad criminal de los menores de dieciocho años y los casos de ebriedad plena culposa o
mayores de catorce se regulará por dolosa (en que concurre el requisito
BIBUOGRAFíA: Mvrus, lean Pierre: "Comentario al Art. 11", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario lo dispuesto en la Ley de responsa- de la privación total de razón, pero
pp. 165-186. '
bilidad penal juvenil". En opinión falta el de que ello se deba a una
de LABATUT, 1, 210; ETCHEBERRY, causa independiente de la voluntad
Artículo 1L Son circunstancias atenuantes: 11, 17; Y POLITOFF / MATUS / RA- del sujeto), no procede la aplicación
1a. Las expresadas en el Artículo anterior, cuando no concu- MÍREZ, PG, 506, la eximente del de la eximente incompleta, porque
rren todos los:requisitos necesarios para eximir de responsabilidad N° 13 (cuasidelito) tampoco puede aquí no cabe distinguir entre priva-
en sus respectivos casos. ser incompleta. Según LABATuT, 1, ción de razón y causa independiente
282 283
ART. 11 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 1

de la voluntad como cosas separa- también las que admiten división o minuida a causa de la anormalidad la razón, por causas independientes
bles; el hecho es uno solo, privación gradación intelectual o moral (LA- de las circunstancias concomitantes, de la voluntad del sujeto (v, gr., la
total de razón que provenga de causa BATUT, 1, 211; NOVOA, I1, 16, 17; por lo que decisivo sería cómo ellas embriaguez del sueño, la embriaguez
independiente de la voluntad, pues ETCHEBERRY, I1, 186; CURY, 477; afectan las motivaciones del agente alcohólica fortuita o forzada semi-
de otro modo se llegaría al absurdo GARRIDO, 1, 186; POLITOFF / MATus y no su realidad objetiva. plena, la intoxicación con sustancias
de considerar también atenuante / RAMÍREZ, PG, 506; DEL VILLAR, estupefacientes).
una ebriedad plena preordenada por 243; VARGAS, 154). Asimismo, hay La 1a atenuante delArt. 11, que
concurrir el requisito de la privación
consenso en que la atenuante de se examina, no presenta problemas La doctrina está de acuerdo
total de razón y faltar el otro. POLI-
las eximentes incompletas requiere en los casos de las eximentes que exi- en que la fuerza moral y el miedo
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 313, la concurrencia del requisito bási- gen requisitos expresamente enume- pueden dar lugar a una eximente
consideran que si la ebriedad plena co o esencial de dichas eximentes rados, debiendo, eso sí, como antes incompleta cuando su intensidad,
se debe a la culpa del sujeto, queda- (NOVOA, I1, 19; ETCHEBERRY, 11, se señaló, concurrir el requisito bá- siendo significativa, no alcance el
ría "subsistente la hipótesis de una 16; CURY, 477; GARRIDO, 1, 186; sico o esencial de la correspondiente grado de irresistible o insuperable,
circunstancia atenuante, con arreglo POLITOFF / MATus / RAMÍREZ, PG, eximente. Al efecto atenuatorio de respectivamente (LABATuT, 1, 211;
a la regulación prevista para las exi-
507), por ejemplo, agresión ilegíti- estas eximentes incompletas (según NOVOA, I1, 17; ETCHEBERRY, 11, 18;
mentes incompletas". En el caso de ma en la legítima defensa, realidad concurran o no la mayoría de' los CURY, 477; GARRIDO, 1, 186; POLI-
la ebriedad semiplena, capaz de ob- o peligro inminente del mal que se requisitos de la eximente), nos refe- TOFF/ MATus/ RAMÍREZ, PG, 506).
nubilar la conciencia, si es forzada o
trata de evitar en el estado de nece- riremos luego. En cuanto a la eximente de obrar en
fortuita, ha de ser tenida como una sidad, algún grado de privación de el cumplimiento de un deber o en
eximente incompleta (NOVOA, I1, razón en la enajenación mental, la Respecto de las eximentes que el ejercicio de un derecho, con ra-
20,21). CURY, 479, discrepa, al afir-existencia de un deber o de un dere- admiten gradación intelectual o mo- zón observan NOVOA y ETCHEBERRY
mar tajantemente y sin distinguir el cho, de la fuerza' o del miedo, o de ral(Art.10N°s.9,10y12),yasedijo que siendo posible en tales casos el
origen de la ebriedad que "se niega la causa que· motiva la omisión en que nuestra doctrina unánimemente exceso, configurándose, por ende,
en forma categórica la posibilidad las eximentes contempladas en los admite la posibilidad de la aplica- eventualmente la correspondiente
de contemplar una atenuante de Nos. 1°, 10, 9° y 12 del Art. 10. Al ción de la atenuante prevista en la eximente incompleta, podría ocu-
esta clase en los casos de privación respecto CURY, 477 s., sostiene que circunstancia 1a del Arr, 10. El prin- rrir, en ciertos casos, que el ejercicio
parcial de la razón causada por la "cuando el mencionado requisito cipal campo de aplicación de las exi- excesivo del derecho o del cumpli-
embriaguez" . esencial consiste en una situación mentes incompletas está constituido, miento del deber diera lugar más
objetiva, esto es, exterior al autor, como lo reconoce nuestra doctrina bien a la atenuante de obrar por
La opinión actualmente domi- como la agresión ilegítima o el mal y lo destaca ETCHEBERRY, 11, 17-18, celo de la justicia (NOVOA, 11, 20;
nante considera que pueden conver- que se trata de evitar, basta con que por la enajenación incompleta o pri- ETCHEBERRY, I1, 18). En ningún
tirse en atenuantes no sólo las exi- aparezca en la representación del suje- vación de razón no total, sino parcial, caso, como es obvio, podría apli-
mentes que contemplan requisitos to ex ante, y no es, en cambio, exi- como ocurre, entre otros supuestos, carse ambas atenuantes, en virtud
enumerados expresamente (caso en gible su concurrencia efectiva en la con la mayor parte de las psicopatías, del principio del non bis in idem.
que se habla de división material, realidad". Funda este parecer en que la debilidad mental, ciertas formas de En lo que respecta a la eximente de
como ocurre con la legítima defen- la atenuante de la eximente incom- neurosis o trastornos psicosomáticos, incurrir en una omisión hallándo-
sa y el estado de necesidad), sino pleta se basa en una exigibilidad dis- la privación temporal (y no total) de se impedido por causa insuperable
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I

ART. 11 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 Nos. 2 - 3

(Art. 10 N° 12), puede transfor- II, 130,153 ss.). Compartimos esta las eximentes incompletas se con- ción que para ellas se indica en los
marse en una atenuante "cuando opinión: si la expresión "requisitos" vierten en atenuantes simples, por Arts. 71, 72 y 73".
la causa existe (requisito esencial), utilizada en el Art. 11 N° 1° es in- oposición a la privilegiada previs-
pero no llega a la insuperabilidad" terpretada en el sentido de que com- ta en el Art. 73 (LABATUT, 1, 212; En relación con la debatida
(ETcHEBERRY, II, 18). prende a las eximentes susceptibles NOVOA, II, 18; ETcHEBERRY, II, cuestión de si las eximentes incom-
de gradación o división intelectual 19; CURY, 478; POLITOFF I MATUS pletas pueden aplicarse a los delitos
En lo que respecta al efecto ate- o moral, no se ve por qué haya de I RAMÍREZ, PG, 506.). Un parecer culposos, o son, por el contrario,
nuatorio de las eximentes incomple- hacerse una interpretación distinta distinto sostiene GARRIDO, 1, 187, propias y exclusivas de los delitos
tas, debe estarse a si concurren o no de este mismo término usado en el para quien, "las eximentes incom- dolosos, se manifiestan por la res-
el mayor número de los requisitos Art. 73. En esta disposición, el ma- pletas escapan al tratamiento gene- puesta positiva en nuestra doctrina
de las eximentes de responsabilidad yor número de los requisitos de las ral de las atenuantes, están sujetas CURY, 479; GARRIDO, 1, 187; Y MA-
penal contempladas en el Art. 10. eximentes deberá evaluarse en rela- exclusivamente a la reglamenta- TUS, Comentario, 170.
En caso positivo, se aplica el Art. 73, ción con la importancia o intensi-
debiendo imponerse la pena inferior dad que reviste el hecho o circuns-
en uno, dos o tres grados al mínimo tancia que la constituye: el trastorno
de los señalados por la ley, atendi- psíquico o la privación total y tran- Artículo 11. Son circunstancias atenuantes:
do el número y entidad de los re- sitoria de la razón, la fuerza irresisti- [ ... ]
quisitos que falten o concurran. La ble o el miedo insuperable, la causa 2a . Derogada.
opinión dominante considera que legítima o insuperable, en el caso de
la regla del Art. 73 sólo rige para una omisión. Se trata, en todos es-
las eximentes que exigen requisitos tos casos, de hechos, fenómenos o
Artículo 11. Son circunstancias atenuantes:
enumerados formalmente, esto es, circunstancias que admiten grada-
[ ... ]
la legítima defensa y el estado de ne- ción, por lo que, así como pueden
cesidad justificante (LABATUT, 1, 211 no concurrir todos los requisitos 3 a . La de haber precedido inmediatamente de parte del ofendi-
s.; NOVOA, II, 18; ETCHEBERRY, II, de la eximente (evento en que se do, provocación o amenaza proporcionada al delito.
19; CURY, 478). Disienten de este acepta que se configura la eximente
parecer GARRIDO, 1, 186 Y POLITOFF incompleta del N° 1° del Art. 11),
COMENTARIO
I MATUS I RAMÍREZ, PG, 506, para también, en otros supuestos, con la
quienes el Art. 73 también resulta misma lógica, pueden presentarse la Jorge Mera
aplicable tratándose de eximentes mayoría de ellos.
divisibles moralmente, casos en que, Esta atenuante inaugura el de "pasionales o emocionales", pues
por ejemplo, deberá atenderse a la Cuando no concurren todos elenco (compuesto también por las sólo en el caso de la del N° 5 del
intensidad de la fuerza, del temor, los requisitos necesarios para exi- circunstancias del N° 4 y del N° 5) Art. 11 se exige un estado emotivo
etc. En algunos la jurisprudencia mir de responsabilidad (y tampoco de las llamadas atenuantes "pasiona- especial (arrebato u obcecación), en
aplicó el Art, 73 a una eximente que la mayoría de ellos), se siguen las les o emocionales" fundadas en los tanto que en el caso de los N° 3 y
sólo es divisible intelectualmente reglas generales en la aplicación móviles del sujeto activo. Se ha ob- N° 4, basta con que se presenten
(véase al respecto ETCHEBERRY, DP1, de la pena (Arts. 62 ss.), esto es, jetado, con todo, la denominación los supuestos objetivos a que aluden
286 287

,1
ART. 11 N° 3 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 3

esas disposiciones, independiente- do cada una de ellas se basa en un cación o amenaza no necesitan ser ciertos presupuestos, las respuestas
mente de si ellos produjeron en el hecho diferente (CURY, 481; GARRI- reales; basta con que, atendidas las exageradas a provocaciones o ame-
sujeto alguna conmoción anímica 00,1, 188). Por otra parte, como lo circunstancias, el sujeto pueda creer nazas relativamente insignificantes
capaz de disminuir su capacidad de señala CURY, 481, aunque no suele seriamente que se lo hace víctima podrán asilarse en la eximente in-
autodeterminación conforme con destacarse, las atenuantes pasiona- de ellas (del mismo parecer MATUS, completa de 'perturbación total de
las exigencias del derecho. Con ra- les son compatibles con los delitos Comentario, 172). razón' (art, 11 N° 1°, en relación con
zón apunta CURY, 480 que "lasdis- culposos: "No hay inconveniente el Art. ION° 10, segunda parte) o en
posiciones de los Nos. 3° y 4° con- -dice este autor- para imaginar la Por exigencia legal, la víctima la atenuante del Arr, 11 N° 5. Pero
tienen una especie de presunción de realización de una conducta impru- del delito debe ser la misma persona no siempre será así" (CURY, 482).
exigibilidad disminuida que actúa dente a causa de un estado de arre- que realizó la provocación o ejecutó
en beneficio del reo", en tanto que la bato u obcecación o como respuesta la amenaza (CURY, 483; GARRIDO, 1, La exigencia de haber precedi-
atenuante del N° 5 requiere "que se proporcionada a una provocación o 189), lo que con razón critica CURY, do "inmediatamente" de parte del
acredite la conmoción anímica del amenaza o, incluso, en vindicación 483: no sería aplicable cuando el ofendido, provocación o amenaza
sujeto, lo cual puede provocar a la de una ofensa grave. Pese a que esta afectado reacciona no contra el pan- proporcionada al delito no aparece
defensa dificultades especiales". En última hipótesis será infrecuente, no dillero que lo amenazó o provocó, precisada, según ETCHEBERRY, en
el mismo sentido observa Novox, es inconcebible (A, para vengarse de sino contra su jefe que dio la orden, cuanto al tiempo, pero se relaciona
I1, 29, a propósito de la circuns- B, que lo ofendió gravemente, hace si bien reconoce que en tal caso po- con la permanencia en el ánimo del
tancia del N° 3, que la Ley supone, correr a gran velocidad el automóvil dría invocarse la 5 a circunstancia estado emocional motivado por la
concurriendo los requisitos exigi- en que viajan ambos con el propósi- atenuante, siempre, eso sí, que se provocación o amenaza, que general-
dos, que el sujeto activo ha debido to de aterrorizar a su acompañante; pruebe el estado de arrebato u ob- mente es pasajero (ETcHEBERRY, I1,
actuar en un estado emocional de
., 19). A juicio de Novox, I1, 29, 30,
se produce un accidente y B resulta cecacion.
ira o indignación, pero no exige tal gravemente lesionado)". Esta posi- dicha exigencia excluye todo tiempo
estado como requisito indispensable ción es compartida por GARRIDO, 1, En cuanto a la exigencia de la intermedio o solución de continui-
para la atenuante. También GARRI- 188. proporcionalidad que debe existir dad en el lapso entre el estímulo y
00,1, 189, considera que no se exi- entere la provocación o la amenaza la reacción delictuosa, la que debe
ge, en dicha atenuante que el sujeto Los conceptos de provocación y el delito cometido, según la doc- suceder a aquél sin tardanza. Por su
se encuentre en un estado anímico (estimular a otro para que adopte trina debe determinarse de acuerdo parte, CURY, 482, considera que el
pasional o emocional. una actitud agresiva) y de amena- con un criterio racional, teniendo en requisito de la inmediatez significa
za (la advertencia de un daño para cuenta el conjunto de las circunstan- que la provocación o amenaza "han
Existe acuerdo en que un mis- otro o un tercero vinculado) no han cias concurrentes, y objetivo, pues- de haber sido cronológicamente
mo hecho no puede dar lugar sino a presentado problemas de interpreta- to que la presunción de la Ley en el contiguas a la realización del hecho
una de estas atenuantes "pasionales ción. No se requiere que sean graves, sentido de queel autor ha obrado en punible", admitiendo, con .todo,
o emocionales", debido a su fun- basta con que sean proporcionadas un estado de perturbación anímica que "cuando los estímulos aludidos
damento común (Novox, I1, 26; con el delito cometido (Noves, I1, sólo puede construirse refiriéndola por la norma hayan ocasionado en
CURY, 481; GARRIDO, 1, 188; DEL 29, citando el parecer de la Comi- a las reacciones de un "hombre me- el sujeto un estado de alteración
VILLAR, 246). Sin embargo, es posi- sión Redactora, sesión 8a ; y CURY, dio" (CURY, 482; del mismo parecer, anímica efectivo y más duradero, él
ble apreciarlas conjuntamente cuan- 482). Según CURY, 482, la provo- MATUS, Comentario, 172 s.). "Bajo podrá asilarse en la atenuante del
288 289
CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 4

Art. 11 N° 5°, probando, eso sí, la completo a sus tendencias instin- VOA, II, 30 sostiene que ha de trans- de la justificante de la legítima de-
realidad de tal perturbación". tivas), y la situación que se presen- currir poco tiempo entre la ofensa y fensa: puesto que en la atenuante la
ta "cuando la persona ofendida ha la venganza: sólo cabe una breve di- ofensa se encuentra consumada, el
CURY, 483, señala que es de- buscado en forma deliberada es- lación entre ambas, aunque advierte afectado no la impide o repele, sino
batida la compatibilidad entre la timular sexualmente al autor más que en opinión de Pacheco es próxi- que se venga, haciendo una inad-
atenuante examinada y los delitos allá de límites razonables", even- ma la vindicación que demora dos misible "justicia de propia mano"
sexuales: "¿Puede invocarla el au- to en el que afirma (citando en el días en producirse. LABATUT, 1, 213 (en un sentido similar, GARRIDO, 1,
tor de una violación o unos abu- mismo sentido a CÓRDOBA RODA Y (citando a DEL Río), concuerda en 190). En opinión de CURY, cons-
sos deshonestos, si prueba que fue RODRíGUEZ MOURULLO) que la ate- que la calidad de próxima excluye tituyendo la atenuante un caso de
provocado por la víctima?" El au- nuante en cuestión debe ser con- el concepto de lejanía, pero es más exigibilidad disminuida, no es ne-
tor distingue entre la "provocación cedida, ya que no cabe ignorar "la amplia que la calidad de inmediata cesario que la ofensa sea real, basta
discreta" (que sería consustancial violencia de las fuerzas irracionales que exige el número anterior, pa- con que, atendidas las circunstan-
con el juego amoroso), caso en el que una actitud de esa clase puede recer que comparten ETCHEBERRY, cias, el autor haya podido verosí-
cual considera que la atenuante desencadenar en el ser humano" Il, 20 (se excluyen las ofensas muy milmente representarse su existen-
debe ser negada (pues el hombre (comparte este parecer, MATUS, remotas en el tiempo) y CURY, 456 cia (CURY, 485; del mismo parecer,
medio no debe abandonarse por Comentario, 172). (la proximidad supone cercanía MATUS, Comentario, 174).
cronológica, pero no inmediatez),
quien observa que en los casos en La ofensa debe ser grave, califi-
Artículo 11. Son circunstancias atenuantes: los que la ofensa ha ocasionado una cación que aunque vaga, como ad-
perturbación emocional efectiva y vierte NOVOA, exterioriza la volun-
[ ...]
que perdura largo tiempo, siempre tad legislativa de no beneficiar a los
4 a . La de haberse ejecutado el hecho en vindicación próxima
será posible invocar la atenuante del que reaccionan contra agravios de
de una ofensa grave causada al autor, a su cónyuge, o su convivien- N° 5°. poca importancia (NOVOA, Il, 30).
te, a sus parientes legítimos por consanguinidad o afinidad en toda ETcHEBERRY, II, 20, sostiene que la
la línea recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, a sus La expresión ofensa, concuer- ofensa deber ser "intrínsecamente"
padres o hijos naturales o ilegítimos reconocidos. da nuestra doctrina, debe enten- grave, no siendo suficiente que sea
derse en sentido amplio: no sólo proporcionada al delito, parecer
COMENTARIO la injuria sino cualquier daño o con el que concuerda CURY, 484
mal que se infiera a otro (LABATUT, y GARRIDO, 1, 190. En opinión de
Jorge Mera 1, 213; NOVOA, Il, 30; ETCHEBE- MATUS, ofensa "grave" es un cri-
RRY, Il, 20; CURY, 484; GARRIDO, men o simple delito, no las faltas
La atenuante exige, como lo de ánimo fríos (ETCHEBERRY, II, 20; 1, 190), por lo que, como anota como tampoco otra clase de trans-
reconoce nuestra doctrina, que se CURY, 484; GARRIDO, 1, 191; MA- CURY, 484, la ofensa en ciertos ca- gresiones no sancionadas penal-
haya obrado "en vindicación" de TUS, Comentario, 174). sos podría reunir las características mente (MATUS, Comentario, 174).
una ofensa grave, esto es, con un de una auténtica agresión, con ex- CURY observa, con razón, que por
propósito de venganza, el que pue- En cuanto a la exigencia de la cepción de la "actualidad", que es no exigirse proporcionalidad entre
de coexistir con una actitud o estado proximidad de la vindicación, No- lo que diferenciaría a esta atenuante la ofensa y la vindicación, al que se
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ART. 11 N° 5 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 5

venga de una ofensa grave no se le la misma. Como lo anota el autor ci- concurrir copulativamente, denun- sea negada en casos extremos en que
exige que mida sus reacciones para tado, la opinión dominante admite ciando el error en que incurrió el el arrebato o la obcecación no se han
concederle la atenuante. la compatibilidad entre el propósito legislador al emplear la conjunción producido por estímulos que "natu-
vindicativo y la frialdad de ánimo, "y", en lugar de la expresión "o" (LA- ralmente" producen estos estados
En la literatura nacional se sos- por lo que debiera concluirse que BATUT, 1, 214; NOVOA, n, 27, CURY, (en el hombre medio), sino que en
tiene que la ofensa ha de proceder de la tendencia natural a obtener ven- 486; GARRIDO, 1, 193; MATUS, Co- atención a otras motivaciones que se
la misma persona sobre la cual recae ganza basta para disminuir la exigi- mentario, 175; en contra ETcHEBE- explican por las características espe-
la acción vindicativa (ETcHEBERRY, bilidad, nd divisándose razones poi RRY, II, 21, que piensa que deben ciales (excepcionales) delsujeto (un
n, 20; GARRIDO, 1, 191). Creemos las cuales habría de requerirse una concurrir estos dos estados copula- sadomasoquista o un fetichista, en
que lleva razón CURY, 485, al dis- retorsión personal, toda vez que el tivamente. los ejemplos de CURY, 487; la avari-
crepar (citando a CÓRDOBA RODA deseo de venganza puede también cia del usurero, la lascivia del viola-
Y RODRÍGUEZ MOURULLO) de la exi- satisfacerse mediante el daño oca- El estímulo que provoca el arre- dor, el odio del asesino, en los casos
gencia de este requisito, que no lo sionado a un tercero distinto del bato o la obcecación puede ser de propuestos por ETCHEBERRY, n, 21).
señala la Ley ni puede deducirse de ofensor. cualquier índole, interno o externo. Como lo señala CURY, 487, se trata
Se ha discutido si se encuentran in- de situaciones límite, en las que no
cluidos los estímulos "ilícitos" (ci- procede la atenuante examinada, a
tándose el caso del que mata a su causa de su rareza, y no por la índole
Artículo 11. Son circunstancias atenuantes: concubina, al sorprenderla mante- éticamente más o menos reprobable
[ ...] niendo relaciones con un tercero, y del impulso a que obedeció la exci-
5a . La de obrar por estímulos tan poderosos que naturalmente otros similares). La opinión domi- tación.
hayan producido arrebato y obcecación. nante opina que sí, pues según la
Ley basta con que los estímulos sean Los estímulos deben ser pode-
poderosos y hayan naturalmente rosos, puesto que sólo los que ten-
COMENTARIO producido el arrebato o la obceca- gan esta calidad (y no una excita-
Jorge Mera ción (LABATuT, 1, 214; NOVOA, Il, ción emocional cualquiera) pueden
27; ETCHEBERRY n, 21; GARRIDO, producir los trastornos profundos
1, 192; Y CURY, 487, quien destaca, en el ánimo del sujeto constitutivos
Como ya se dijo, ésta es la única El arrebato (perturbación in- con razón, que existen motivacio- del arrebato y la obcecación (LA-
de las llamadas atenuantes emocio- tensa en la capacidad de dominio nes éticamente reprobables, como BATUT, 1, 214; NOVOA, rr, 23; ET-
nales o pasionales que requiere de la de los propios actos) y la obcecación el propósito de venganza, a las que, CHEBERRY, n, 21; GARRIDO, 1, 192).
existencia efectiva de una perturba- (alteración de las facultades intelec- sin embargo, el propio legislador les NOVOA, Il, 26, admite que los es-
ción anímica del sujeto. Como lo tuales que impiden orientar adecua- concede eficacia atenuatoria de la tímulos pueden ser "putativos",
advierte N OVOA, Il, 26, la Ley no damente la conducta) constituyen responsabilidad penal, a causa de la con tal que existan apariencias que
reclama que el estímulo sea capaz trastornos psíquicos diferentes y, en fragilidad humana, capaz de origi- muevan el ánimo del agente como
de provocar arrebato u obcecación, algunos casos antagónicos, por lo nar perturbaciones emocionales in- si correspondieran a una real causa
sino que exige claramente que los que la opinión dominante considera tensas en la mayoría de las personas, excitante de sus reacciones motoras.
haya producido. que no se trata de estados que deban 489). Distinto es que la atenuante En ese sentido, las apariencias cons-
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,1
ART. 11 N° 5 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 6

tituirfan el estímulo de la naturale- N° 1 del Art, 10, puedan estimarse tes, teóricamente, existiría la corres-
aplicable a los delitos permanentes,
za que el texto explica. CURY, 488, como atenuante constituciones psí- pondiente eximente incompleta, de- pues el estado de trastorno emocional
participa del mismo criterio: no se quicas anormales que exhiban como biendo primar, por la especialidad, sería incompatible la persisten-
precisa la realidad de los estímulos, una característica morbosa propia la la del N° 5 del Art, 11. Obviamente,cia del delito. No compartimos este
basta que existan en la represen- falta de dominio sobre las reaccio- no podrían aplicarse dos atenuantes,parecer. Como lo señala con razón
tación del agente si, atendidas las nes afectivas o instintivas. puesto que se fundan, en los supues-NOVOA, bajo un impulso emocional
circunstancias al hombre medio le tos examinados, en un mismo hecho: violento puede iniciarse la comisión
habría ocurrido otro tanto (MATus, La doctrina concuerda en que la el estímulo poderoso que provocó el de un delito permanente y, vuelta la
Comentario, 176). Ley no exige que entre el estímulo y arrebato o la obcecación. calma anímica, cesar el sujeto en su
la ejecución del delito medie un de- ejecución: no hay inconveniente en
En cuanto a la expresión "natu- terminado espacio de tiempo (LABA- Se ha sostenido (NOVOA, II, 28, que, en tal caso y respecto de lo rea-
ralmente" que emplea la ley, la doc- TUT, 1, 213; NOVOA, II, 27; ETcHE- con cita a MAGGIORE) que la ate- lizado (delito permanente), se con-
trina concuerda en que debe tratarse BERRY, II, 21; CURY, 488; GARRIDO, nuante de ímpetu pasional no sería ceda la atenuante referida.
de estímulos que, de manera regular 1, 192). Sólo importa que el estado
o común, sean capaces de provocar, de arrebato u obcecación perdure
en la generalidad de las personas, el al momento de realizarse el delito,
hombre medio, arrebato u obceca- debiendo tenerse presente que en Artículo 11. Son circunstancias atenuantes:
ción (NOVOA, II, 26; ETCHEBERRY, algunos casos dicho estado, por lo [ ...]
II, 21; CURY, 487; GARRIDO 1, 192; general pasajero, puede prolongarse 6 a . Si la conducta anterior del delincuente ha sido irreprocha-
POLITOFF/ ORTIZ, Comentario, 176, en el tiempo, evento en el que es ad- ble.
quien destaca que la doctrina ha re- misible la atenuante mientras aquél
chazado la exigencia de una supuesta se mantenga o reaparezca debido a
"inmediatez"). CURY, 487, conside- circunstancias que rememoran su COMENTARIO
ra que esta exigencia objetiviza exce- origen (NOVOA, II, 24; CURY, 488; Jorge Mera
sivamente la atenuante, impidiendo MATus, Comentario, 177).
una apreciación más individualiza- Esta atenuante, que no figura- sido entendida de diversas maneras
dora de las distintas situaciones posi- El arrebato o la obcecación ba en el Código español de 1848, por la doctrina y la jurisprudencia.
bles, aunque el defecto se encontra- pueden adquirir, como lo señala LA- fue tomada del Art. 39 N° 2 del De acuerdo con una visión, el requi-
ría, a su juicio, paliado hasta cierto BATUT, 1, .214, la intensidad de un Código austríaco de 1803, citado sito se cumple si la conducta del su-
punto mediante el reconocimiento "impulso irresistible", caso en el cual aprobatoriamente por PACHECO, lo jeto no ha contravenido los dictados
de una aptitud atenuatoria a la im- podría configurarse, dependiendo que probablemente, como conjetu- de la ley, de las convenciones sociales
putabilidad disminuida. Similar de las circunstancias, la eximente de ra ETcHEBERRY, II, 23, influyó en el o de la moral, es decir, que no pueda
predicamento sostiene NOVOA, II, la privación total y transitoria de la ánimo de la Comisión Redactora, la encontrarse en ella nada reprensible,
27: la exigencia contenida en el ad- razón o la de obrar violentado por que acabó aprobándola. ni desde el punto de vista jurídico ni
verbio "naturalmente" no impediría una fuerza moral irresistible. En el moral, no bastando una conducta
que por la vía de la aplicación del caso de que la alteración anímica no La exigencia de que la conducta simplemente "buena', sino una que
N° 1 del Art. 11, en relación con el satisfagalos requisitos de las eximen- anterior haya sido "irreprochable" ha no merezca el menor reproche o cen-
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ART. 11 N° 6 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 No6

sura, por lo que no podrá conceder- dad supone que el comportamiento pecto POLITOFF/ MATus/ RAMÍREZ, de muchos años viviendo honesta
se la atenuante a quien, por ejemplo, del agente ha respetado los requeri- PG, 509), se reitera en la SCS de 12 y humildemente se deja arrastrar
como lo ha resuelto en el pasado la mientos éticos con significación so- de noviembre de 2002 (recurso de por la tentación de apropiarse de
jurisprudencia, acostumbra embria- cial, por lo que no deben tomarse en casación en el fondo, rol 4.216-01), una suma perteneciente a su pa-
garse, vive en concubinato, mantie- consideración infracciones morales donde se afirma que a los efectos de trón, pero no el jovencito disipador
ne relaciones adúlteras o administra sin proyección sobre la convivencia, la irreprochabilidad de la conducta que incurre en la primera estafa tan
un prostíbulo (LABATuT, 1, 215; No- como, por ejemplo, consumir habi- anterior, es socialmente relevante pronto ha terminado de derrochar
VOA n, 32). tualmente literatura pornográfica 'o sólo aquello que es jurídicamente su herencia. Debe observarse, sin
no amar a sus hermanos. En cuanto a desaprobado, por lo que, para la embargo, que la disipación, como
ETCHEBERRY, Il, 23 s., precisa la ebriedad y la drogadicción, piensa concurrencia de la atenuante, basta supuesto vicio moral privado, sin
que la atenuante se integraría con que no obsta al reconocimiento de la con un extracto de filiación exento connotación ni proyección social,
un requisito negativo (no haber sido atenuante, el hecho de embriagarse de constancias condenatorias. Dis- no debiera obstar al reconocimiento
condenado con anterioridad) y uno o drogarse en la intimidad y sin pro- crepa VARGAS, 163, para quien, a los de la atenuante, según lo plantea-
positivo: que la conducta sea irre- vocar consecuencias indeseables para efectos de determinar la menor res- do, como más adelante se señala,
prochable en el campo de la moral otros integrantes del grupo social. ponsabilidad, vinculada con la con- por este mismo autor. DEL VILLAR,
y de las buenas costumbres, lo que, ducta y necesidad de pena, conviene 247, considera que "conducta irre-
sin embargo, debe entenderse en un Una tercera posición sobre el mirar no sólo el extracto de filiación, prochable" es la exenta de mácula,
sentido social, puesto que la Ley no alcance de la irreprochabilidad de sino el conjunto de antecedentes transparente, correcta y honorable,
puede inmiscuirse en la moralidad la conducta anterior es la de la Sala que fundamenten la menor pena. social y privadamente, sin que baste
privada de los ciudadanos, mientras Penal de la Corte Suprema, la que, que el individuo no haya sido con-
no repercuta en su actuación social, en SCS de 9 de marzo de 1998 (re- , En todo caso, existiría acuerdo denado anteriormente, todo lo cual
como lo es su comportamiento con curso de casación en el fondo, rol en cuanto a que en la apreciación de debe estimarse en relación al medio
su familia, vecinos, compañeros de 3.391-97) sostiene que dicha exi- la irreprochabilidad de la conducta ambiente de vida del agente.
trabajo, su relación con la autoridad gencia debe establecerse en relación debe considerarse el grado cultural
pública; otro tipo de reproches éticos a las normas jurídico-penales y no del sujeto y el ambiente en que vive. El sentido de la expresión "an-
no pueden tomarse en cuenta (ex- en relación a las normas morales o NOVOA, Il, 31 s., acota en este senti- terior", referida a la irreprochable
presa un parecer similar GARRIDO, 1, de tipo social, por lo que la irrepro- do que no se puede exigir lo mismo conducta, ha suscitado discusión en
1%). chabilidad deja de existir sólo en la al individuo culto que actúa en me- la doctrina nacional. NOVOA, Il, 32,
medida en que una sentencia con- dios socialmente favorables, que al considera que la conducta irrepro-
CURY, 491, 49, piensa que el re- denatoria, simultáneamente, haga que está sumido en la miseria y no chable debe haber existido durante
quisito de la irreprochabilidad es pu- procedente la reincidencia como ha logrado una educación mínima. toda la vida anterior del sujeto, por lo
ramente negativo, no siendo por lo circunstancia agravante, con la cual CURY, 491 s., también considera que que un delito cometido hace muchos
tanto necesario acreditar que el suje- resulta absolutamente incompatible la irreprochabilidad debe juzgarse años obsta al reconocimiento de la
to ha llevado una vida virtuosa; basta y cuyos presupuestos son exacta- con un criterio que tome en cuenta atenuante, aunque hayan transcurri-
con establecer que el autor se abstuvo mente inversos. Esta doctrina, que las circunstancias personales del su- do incluso los plazos de prescripción
siempre de obrar mal. Coincide con es la que se abre paso actualmente jeto: tiene derecho a la atenuación el de la pena. GARRIDO, 1, 195 s., piensa
ETCHEBERRYen que la irreprochabili- en nuestros tribunales (véase al res- obrero modesto que recién después que la voz "anterior" no alude a toda
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ART. 11 N° 7 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N°7

la vida previa del sujeto (la Ley no lo ción ética, como ocurre con los deli- la circunstancia anterior, del Código bilidad de abstenerse de realizar la
exigiría) y que se trata de un concepto tos culposos y las faltas, la ebriedad austríaco de 1803 (Art. 39). conducta a que se refiere la ley, el
que corresponde vincular con el caso y los delitos políticos, entre otros. autor se haya decidido libremente
individual, según las circunstancias CURY, 491, comparte este criterio Un primer punto es el relati- por ella (CURY, 494).
del agente, por lo que a un hombre (agregando ciertos delitos económi- vo al móvil del autor. La doctrina
maduro no deberían considerársele cos o tributarios), salvo de que real- considera que, atendido el funda- Se ha discutido también acerca
hechos cometidos en su juventud. mente la comisión de los menciona- mento político-criminal de la ate- de la oportunidad en que debe reali-
ETCHEBERRY, II, 24, reconociendo dos hechos punibles revelaran en nuante (proteger los intereses de la zarse la actividad que da origen a la
que la Ley no precisa el sentido de individuo una concreta inclinación víctima), la motivación del autor es atenuante. LABATuT, 1, 216, piensa
la expresión "anterior", por lo que en antisocial. indiferente, sin que se requiera el que ella debe tener lugar antes de
principio debe entenderse referida a arrepentimiento moral (LABATUT, la iniciación del proceso penal, por
toda la vida del hechor previa al de- En opinión de NOVOA, II, 33 1,216; NOVOA, II, 34; ETCHEBERRY, lo que un arrepentimiento tardío,
lito, considera, sin embargo, que es s., en caso de delitos reiterados sólo II, 26, para quien el móvil puede durante la secuela del juicio crimi-
discutible (el escueto texto legal deja cabría aplicar esta atenuante por el ser incluso el simple deseo de con- nal, únicamente servirá, a su juicio,
un gran margen para el arbitrio ju- primer delito y no por los restantes, tar con una atenuante; CURY, 494; para los efectos de la regulación de
dicial) que pueda rechazarse la ate- no siendo válido, a su juicio, el argu- GARRIDO, 1, 198). la pena, según la mayor o menor ex-
nuante por un comportamiento vi- mento de que la pena, en tales casos, tensión del mal causado por el de-
cioso en época juvenil, que luego ha pueda ser una sola, porque la pena Se ha discutido si la actividad lito. Discrepan de este parecer No-
sido completamente enmendado por única se impone para sancionar las desplegada por el autor debe ser es- VOA, II, 34; CURY, 394; y GARRIDO,
largos años, o debido a la existencia varias responsabilidades que deben pontánea, pronunciándose en sen- 1, 198, precisando que la reparación
de una condena anterior por hechos esclarecerse separadamente (adhiere tido afirmativo LABATuT, 1, 216; Y (o el intento de impedir las ulterio-
que no conllevan una gran reproba- a este criterio CURY, 492). NOVOA, II, 34, aunque al parecer res perniciosas consecuencias del
ambos autores atribuyen al térmi- mal causado) puede hacerse hasta
no el significado de "voluntariedad" antes de la dictación de la sentencia
(actuar sin presión ajena o apremio de término, por lo que no se requie-
Artículo 11. Son circunstancias atenuantes: de ninguna especie). En opinión de re que tenga lugar inmediatamente
[ ...] CURY, 493, que compartimos, no se de cometido el delito.
la. Si ha procurado con celo reparar el mal causado o impedir requiere la espontaneidad; el propó-
sus ulteriores perniciosas consecuencias. sito de reparar el mal o de impedir De acuerdo con la opinión do-
sus ulteriores perniciosas consecuen- minante, la actividad constitutiva
cias puede ser sugerido al autor por de la atenuante puede realizarla
COMENTARIO un tercero (su abogado defensor), directa y personalmente el propio
como de hecho ocurre muchas veces imputado o un tercero que obre
forgeMera en la práctica (en el mismo sentido, a sus instancias (ETcHEBERRY, II,
GARRIDO, II, 198). En cambio, sí se 25; CURY, 493; GARRIDO, 1, 198).
Tampoco figuraba en el Código la Comisión Redactora (sesión 8, de debe actuar voluntariamente, en el Discrepa de este parecer NOVOA,
español de 1848, y fue tomada por 17 de mayo de 1870), lo mismo que sentido de que existiendo la posi- II, 34, para quien sería la propia
298 299
CÓDIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART. 11 N°7

Ley la que ha señalado que la ac- tráfico ilícito de estupefacientes y la producción del resultado) o in- borrado materialmente (devolución
tividad atenuatoria ha de provenir sustancias psicotrópicas (Art. 20 de cluso el hecho de haberla iniciado de especies sustraídas, reemplazo de
del mismo delincuente y no de un la Ley N° 20.000) Ycon el robo con causen el mal al que se refiere la especies dañadas o destruidas), en
tercero. No nos parece que sea así: violencia o intimidación en las per- ley. La atenuante examinada no tanto que en otras, por su propia na-
el autor de un delito puede realizar sonas (Art. 456 bis). La jurispru- supone siempre la total realización turaleza, el daño es irreversible, caso
esfuerzos para que un tercero repare dencia ha considerado, asimismo, de la acción típica, como parecen en el cual la reparación sólo podrá
el mal causado por su hecho puni- que la atenuante tampoco procede sostenerlo POLITOFF / MATUS / RA- hacerse por vía de sustitución, in-
ble, con lo que estará cumpliendo tratándose de delitos de peligro (en MÍREZ. demnizando, por ejemplo, al lesio-
con la exigencia legal de "procu- los que, debido a su naturaleza, no nado o proporcionándole trabajo o
rar" reparar dicho mal. La Ley no se causaría el mal reclamado por la La Ley contempla dos formas medios de curación.
ha limitado la forma en que puede ley), como sería el caso del porte y alternativas de configurar la ate-
llevarse a cabo dicha actividad, y tenencia ilegal de armas (así la SCS nuante: A nuestro juicio, cuando la re-
atendido el fundamento de la mi- de 9 de junio de 1993, Fallos del paración del daño ha sido completa
norante (proteger los intereses de Mes N° 415,375). a) Procurar con celo reparar el y oportuna, esa sola circunstancia
la víctima), parece más congruente mal causado implica que se cumple con la exi-
con el mismo una interpretación La atenuante del N° 7 del gencia del celo a que se refiere la ley,
amplia sobre este punto, como la Art. 11 presupone que se haya No se exige una reparaClOn independientemente de la actitud
que hace la doctrina mayoritaria. causado un mal, lo que normal- efectiva del mal causado, basta con interna del sujeto o de que dicha
mente ocurrirá cuando el delito se procurar hacerlo, siempre que se reparación no le haya significado al-
Se ha discutido, como lo advier- encuentre consumado. La doctri- proceda con "celo", es decir, como gún esfuerzo especial o un sacrificio.
ten POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, na con razón, reconoce que la mi- lo señala la doctrina, con preocupa- Nos parece que esta es la conclusión
PG, 510, acerca de la clase de delitos norante puede también aplicarse ción, sacrificio, desplegando el au- correcta si se considera, por una par-
en que puede operar esta atenuan- en los casos en que exista a lo me- tor sus mayores posibilidades para te, el fundamento político-criminal
te, en atención a que la Ley exige la nos tentativa (ETcHEBERRY, II, 24; obtener la reparación, en términos de la atenuante (proteger los intere-
presencia de un "mal" efectivamen- CURY, 493). En opinión de POLI- de importar un esfuerzo personal ses de la víctima) y, por la otra, la
te producido (causado), inclinán- TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 510, considerable (ETcHEBERRY, II, 26; irrelevancia de los móviles del autor,
dose la jurisprudencia mayoritaria el delito cometido, en el grado CURY, 494; GARRIDO, 1, 197). Si a los que antes nos referimos.
por entender que la atenuante no es de desarrollo a que haya llegado, existe dicha actitud no importa
restrictiva y tiene, por el contrario, debe encontrarse completo en su que no se logre la reparación; la ley, Debe tenerse presente que, de
un ámbito de aplicación general, faz ejecutiva y, por tanto, haberse como lo acota CURY, 494, se con- acuerdo con lo dispuesto en el inciso
"en cuanto no hace distinción algu- ya causado un mal que reparar o tenta con menos: con la exterioriza- final del Art, 456 bis, en los delitos de
na acerca de la naturaleza del delito cuyas ulteriores perniciosas con- ción efectiva de un propósito serio, hurto y robo "no podrá estimarse que
en que puede procurarse la repara- secuencias sean evitables. Habi- sin reclamar resultados exitosos. En concurre la circunstancia atenuan-
ción" (así la SCS de 5 de junio de tualmente el "mal" se producirá cuanto a las formas que puede adop- te del N° 7° del Art. 11 por la mera
1984, Fallos del Mes N° 307, 226), con la consumación, pero pueden tar la reparación (o su intento celo- restitución a la víctima de las especies
salvo los casos expresamente exclui- existir situaciones en que ya la sola so), señala ETCHEBERRY, II, 25, que robadas o hurtadas y, en todo caso, el
dos por la ley, como ocurre con el realización de la acción (faltando a veces el mal podrá ser reparado o juez deberá considerar, especificada,
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.".
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ART. 11 N° 7 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 11 N° 7

la justificación del celo con que el de- efectivamente se impidan dichas ul- En opinión de GARRIDO, 1, comportamiento que da lugar a la
lincuente ha obrado". Por su parte, el teriores perniciosas consecuencias; 197, la alternativa examinada se atenuante debe ser igualmente exi-
Art. 456 establece: "Si antes de perse- es suficiente con que el autor procu- presenta cuando el mal causado gente en ambas alternativas: sería
guir al responsableo antes de decretar re impedirlas. no es susceptible de reparación, incomprensible que sólo en el caso
su prisión devolviere voluntariamente caso en el cual el sujeto debe pro- de la reparación del mal se requi-
la cosa robada o hurtada, no hallán- No resulta siempre fácil diferen- curar impedir sus perniciosas con- riese del "celo", en el sentido antes
dose comprendido en los casos de los ciar esta modalidad de la anterior, secuencias. Discrepamos de este explicado, en tanto que, tratándose
artículos 433 y 434 (robo calificado especialmente en los casos en que parecer. A nuestro juicio, aunque de la hipótesis de impedir las ulte-
y piratería), se le aplicará la pena in- el daño es irreversible y sólo cabe la el mal sea susceptible de repara- riores consecuencias, la Ley hubie-
mediatamente inferior en grado a la reparación por vía de sustitución: ción y el autor no la intente, de ra relajado dicha exigencia.
señalada para el delito". La notable mientras para ETCHEBERRY, II, 25, todos modos debe reconocérsele la
diferencia de trato de ambas situa- proveer a la curación del lesionado atenuante si procura impedir sus La atenuante del N° 7 del
ciones (que comparten el elemento importa una reparación, para CURY, ulteriores perniciosas consecuen- Art. 11 debe relacionarse con los
básico de la devolución de las cosas 494, es un caso en que se impiden cias. Se trata, en efecto, como se "acuerdos reparatorios" (salida al-
hurtadas o robadas, con la exclusión las ulteriores perniciosas consecuen- desprende del texto legal, de dos ternativa al juicio oral estableci-
de las provenientes de robo calificado cias del mal causado por el delito. alternativas diferentes, bastando el da en el Art. 241 CPP), que sólo
o de actos de piratería, en el caso del El punto, en verdad, no tiene im- cumplimiento de los requisitos de tienen cabida en los tres casos que
Art. 456), radica en la circunstancia portancia práctica, porque las con- una de ellas para que la atenuante señala la Ley (delitos culposos, le-
de existir o no persecución penal en secuencias son las mismas en ambos deba ser concedida. siones menos graves y delitos que
contra del imputado: si no existe, se casos. afecten bienes jurídicos disponi-
aplica el Art. 456 bis inciso final, y Dada la redacción del precep- bles de carácter patrimonial). En
la devolución no asegura ni siquiera ETCHEBERRY, n, 25, observa que, to, debe concluirse que la exigencia la práctica, la reparación del mal
la configuración de la atenuante del fuera de los casos más obvios, en que del "celo" es común a las dos alter- causado por el delito en dichos
N° 7° del Art. 11. En caso de existir se procura impedir los efectos más nativas previstas en aquél. CURY, casos la mayoría de las veces se
dicha persecución o haberse decreta- graves que puede causar el delito co- 494, parece discrepar, al señalar traducirá en el correspondiente
do prisión preventiva en contra del metido (y propone como ejemplo el que cuando el mal es susceptible acuerdo reparatorio entre el impu-
imputado, la devolución de las cosas del que habiendo envenenado el agua de reparación, se requiere que el tado y la víctima (previa la acepta-
hurtadas o robadas (exceptuadas las destinada al consumo de una pobla- autor procure con celo hacerlo, en ción de esta última y la aprobación
que señala la ley) hace obligatoria la ción, se apresura luego a advertir a los tanto que en los otros casos, debe del juez de garantía), cuyo efecto
rebaja de la pena en un grado. pobladores para que no la beban yde intentarse "seriamente" impedir las es más generoso que el reconoci-
informar a lasautoridades para que to- ulteriores consecuencias del delito. miento de una atenuante: la extin-
b) Procurar con celo impedir las men las medidas del caso),la atenuan- En realidad, puede ser que se tra- ción de la responsabilidad penal.
ulterioresperniciosas consecuencias del te puede recibir también aplicación te de una divergencia semántica Debe observarse que dichos acuer-
mal causado cuando el mal realizado tiende, por su sin mayor importancia, porque la dos entre las partes producen el
naturalezay circunstancias, a producir "seriedad" reclamada bien podría efecto indicado, cumpliéndose los
De manera similar a la alter- otros efectos, independientemente ya equivaler al "celo" exigido por la requisitos legales, aunque no exis-
nativa anterior, la Ley no exige que de la acción misma del autor. ley. En todo caso, nos parece que el ta una reparación pecuniaria.
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ART. 11 N° 8 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.]] N°9

Artículo 11. Son circunstancias atenuantes: constitutivos de su participación, 1, 203; MATUS, Comentario, 184).
[ ...] aunque se invoquen circunstancias En cambio, N OVOA, II, 36, para
8 a . Si pudiendo eludir la acción de la justicia por medio de la que eximan de responsabilidad pe- quien el fundamento principal de
fuga u ocultándose, se ha denunciado y confesado el delito. nal o la atenúen, puesto que tam- esta atenuante es favorecer al sumiso
bién en estos últimos casos se logra a la sanción penal, discrepa de este
el objetivo político-criminal tenido parecer, exigiendo que la confesión
COMENTARIO en vista por la ley, que es el de faci- no sólo comprenda la ejecución ma-
litar la acción de la justicia (ETCHE- terial del hecho sino una participa-
Jorge Mera BERRY, II, 26; CURY, 495; GARRIDO, ción culpable en el mismo).

Esta atenuante, lo mismo que que tal cosa pudiere haber ocurrido
las dos anteriores, tampoco aparecía por un lapso no determinable con
en el Código español de 1848, y fue certeza en el futuro. Artículo 11. Son circunstancias atenuantes:
tomada del citado Código austríaco [ ... ]
de 1803 y del Código español de La exigencia de que el imputa- 9 a . Si se ha colaborado sustancialmente al esclarecimiento de
1822. do "se haya denunciado" significa los hechos.
presentarse o comparecer ante la
La atenuante descansa sobre justicia, entregarse a ella, aunque el
un presupuesto fáctico, como es procedimiento penal se encuentre en COMENTARIO
el hecho de que el sujeto haya po- curso o incluso si se ha dirigido con-
Jorge Mera
dido eludir la acción de la justicia tra el autor (NOVOA II, 37; ETCHE-
mediante la fuga u ocultándose. No BERRY, II, 26; CURY, 495; GARRIDO
se exige, pues, que efectivamente se 1, 202; en opinión de VARGAS, 164, Esta atenuante fue introduci- La colaboración debe ser "sus-
haya eludido la acción de la justicia, la denuncia no se toma en sentido da por la Ley N° 19.806, de 31 de tancial", esto es, representar un
basta con que esto haya sido posi- técnico, como una de las formas de mayo de 2002, en reemplazo de la de aporte efectivo, de real impor-
ble, considerando las circunstancias iniciar el proceso penal, sino que se confesión espontánea, que, como lo tancia y significación en el escla-
del caso. CURY, 496, observa que la entiende como comparecer ante la señala CURY, 496, no se avenía con recimiento de los hechos materia
Ley no exige por parte del autor la justicia pudiendo no hacerlo). el nuevo Código Procesal Penal. de la investigación (CURY, 497;
certeza de poder eludir la acción de GARRIDO, 1, 200). En opinión de
la justicia, sino tan sólo una pro- El significado del otro requisito La colaboración a que alude la CURY, 497, el reconocimiento de
babilidad razonable de hacerlo. de la atenuante, esto es, que el im- Ley puede consistir, como señala la atenuante no exige que la cola-
ETCHEBERRY, II, 27, acota que no putado haya confesado el delito se CURY, 496, tanto en el aporte de an- boración se traduzca efectivamente
se exige tampoco que el imputado ha prestado también a discusión en tecedentes relativos al esclarecimiento en resultados concretos. Por otra
hubiera podido mantenerse oculto la doctrina y jurisprudencia. Según del hecho punible propiamente tal, parte, la motivación que tenga el
o sustraído a la acción de la justicia un sector de la doctrina, actualmen- como a la intervención que en él han sujeto que presta la mencionada
para siempre en el porvenir, bastan- te mayoritario, confesar el delito tenido el propio sujeto u otras perso- colaboración es del todo indife-
do con la perspectiva razonable de consiste en reconocer los hechos nas (asítambién GARRIDO, 1, 200). rente, por lo que no se exige arre-
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ART. 11 N° 10 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART. 11 N° 10

pentimiento ni ningún otro senti- misma, en algunos casos, puede por el legislador, por lo que aquélla consideran que esta atenuante sólo
miento altruista. constituir la colaboración sustancial resulta incompatible con otros mó- se aplica al funcionario público o al
contemplada en el N° 9 del Art.11, viles que puedan haber impulsado ejecutor de la justicia que se exceda
Se pregunta GARRIDO,!, 200 s., si realmente representa un aporte al autor (ErcHEBERRY, II, 22; CURY, en su desempeño. NOVOA discrepa
si el reconocimiento de la atenuan- de trascendencia para la investiga- 488; GARRIDO, 1, 194, quien men- de este parecer, puesto que la Ley no
te supone la confesión de su par- ción, lo que podría no ocurrir si, ciona como móviles que descartan presenta dicha limitación y puede
ticipación en los hechos por parte por ejemplo, los hechos confesados la atenuante, la piedad y el amor). aplicarse a otros casos, citando al
del imputado. Reconoce que no es estaban ya en conocimiento de los No se requiere que el sujeto actúe efecto una antigua SCA Iquique, de
un requisito de la nueva atenuante, encargados de esta última. Por otra en un estado anímico alterado, por 11 de mayo de 1921 (GT 1921-1,
aunque piensa que resulta obvio que parte, no nos parece indispensable lo que la atenuante existirá aun- 628) que reconoció la atenuante a
en la generalidad de los casos dicha la confesión para que se configure la que el hecho se realice serenamen- quien, haciendo vida marital con
confesión quedará comprendida atenuante examinada. Pese a no ha-
te (NOVOA, II, 40; ETCHEBERRY, II, la madre de un menor, castigó a
en la colaboración a que se refie- cerlo, el imputado podría de todos
22; CURY, 488; GARRIDO, 1, 194). este último (causándole lesiones
re la Ley y puede presentar interés modos colaborar sustancialmente
Como lo señala CURY, 488, a quien graves) por estimarlo autor de un
para facilitar la investigación. Esto en el esclarecimiento de los hechos,
obra por celo de la justicia sólo se le hurto. La opinión actualmente do-
es efectivamente así, aunque debe si aporta antecedentes relevantes
respecto de otros partícipes en el reprocha la forma exagerada de su minante es la de que la atenuante se
precisarse que la confesión, por sí
delito. reacción, dejándose determinar por aplica a cualquier persona, sea ésta
un mandato del derecho que va más un funcionario público o un parti-
allá de lo que este mismo desea, lo cular (CURY, 489; GARRIDO, 1, 194;
Artículo 11. Son circunstancias atenuantes: que lo lleva a violar otras normas POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
[ ... ] que ni siquiera en tal situación de- 513; DEL VILLAR, 249). En cambio,
lOa. El haber obrado por celo de la justicia. bieron se quebrantadas (del mismo ETCHEBERRY II, 22, si bien cree que
parecer participa GARRIDO, 1, 193). la atenuante no se circunscribe sólo
a los actos que se realizan dentro de
COMENTARIO Se ha discutido sobre la calidad la administración de justicia, pues-
Jorge Mera del sujeto activo susceptible de bene- to que la Comisión Redactora tuvo
ficiarse con la atenuante examinada en consideración "el mejor servicio
Esta atenuante, que no figura- no obstante el mejor servicio de un (¿un ejecutor de la justicia, un fun- de un puesto público" sin limitarse
ba en el Código español de 1848, ni puesto público" (UBATUT, 1, 217; cionario público, cualquier persona, a los cargos judiciales, pareciera ex-
en el belga ni en el austríaco (tenido NOVOA, II, 40; ETCHEBERRY, II, 21 incluso los particulares?). Como lo cluir a los particulares del ámbito de
este último especialmente presente s.; GARRIDO, 1, 193; POLITOFF / MA- señala NOVOA, II, 40, varios comen- aplicación de la atenuante.
en esta materia), fue introducida por TUS / RAMÍREZ, PG, 512 s.). taristas, apoyándose en las conside-
la Comisión Redactora (sesión 122) raciones de la Comisión Redactora Se discute el sentido de la ex-
con el objeto de beneficiar a los que El fundamento de la atenuan- (particularmente en la frase "pro- presión "justicia": ¿sólo las activida-
arrastrados por un celo exagerado te radica en el móvil del sujeto (el poniéndose no obstante el mejor des propias de la administración de
incurrían en delito, "proponiéndose celo de la justicia), estimado valioso servicio de un puesto público") justicia o cualesquiera otras que ten-
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ART. 12 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 1

gan por objeto "dar a cada cual lo por una razón justa. Más restrictiva un anciano o se da muerte a un cie- quien el agente busca la indefensión
suyo"? CURY, 489, piensa que la ex- parece ser la posición de ETCHEBE- go, como asimismo cuando el ata- de la víctima para asegurarse el re-
presión "justicia' ha sido empleada RRY, Il, 22, que la limita el celo por cado huye, tropieza y cae al suelo, a sultado de la conducta, lo que im-
en un sentido amplio que equivale a la justicia al propósito de imponer menos que el autor "se detenga en su plica un especial ánimo del sujeto,
lo justo, de donde colige, con razón, "la ley". En su opinión, el celo de impulso agresivo, ya en desarrollo, consistente en buscar circunstancias
que la atenuante debiera, en muchos la justicia supondría en el hechor el hasta que la víctima pueda poner- para prevalerse de una situación de
casos, sede reconocida al "autor por pensamiento de que su actitud es se de pie", consecuencia por demás debilidad de la víctima y no sólo
convicción", dado que éste con fre- necesaria o conveniente para que la absurda, como lo destaca POLITOFF, aprovecharse de ellas).
cuencia obra por un anhelo de ha- Ley se imponga, debiendo, por tan- 1958, 79.
cer justicia. De un parecer similar es to, rechazarse la atenuante si obra a Consecuencia de esta concep-
GARRIDO, I, 193, quien sostiene que conciencia de que su actuación es La opinión dominante y prác- ción subjetiva de la alevosía es la
ticamente unánime en el medio na- exigencia del dolo directo (LABATuT,
obrar por justicia involucra actuar superflua para dicho fin.
cional adhiere al criterio subjetivo, I, 220; CURY, 518) Y su incomu-
conforme con el cual es preciso que nicabilidad a los partícipes en los
el autor actúe "con el propósito de cuales no concurre el ánimo alevoso
§ 4. De las circunstancias que agravan la responsabilidad criminal aprovechar, para la ejecución del he- (CURY, 519; GARRIDO, I, 247).
cho punible, la situación de indefen-
BIBUOGRAFÍA: KÜNSEillÜllER, Carlos: "Comentario a los Arts. 12 y 13", en POLITOFF / ORTIZ, sión en que la víctima se encuentra Como lo precisa CURY, 518, la
Comentario, pp. 187-227; MERA, Jorge: Derechos Humanos en el Derecho Penal Chileno, o en que la ha colocado", de modo mayor parte de la doctrina que ad-
ConoSur, Santiago, 1998; POUTOFF, Sergio: "Nota a sentencia", Revista de Ciencias Penales,
T. XVII(1958),74-79. que cuando el estado de indefensión hiere a la posición subjetiva tiende
de la víctima es preexistente, habrá a negar la procedencia de la alevosía
alevosía si esa condición fue decisiva en los casos de víctimas de por sí in-
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: para la ejecución del delito, en tan- defensas (niños, inválidos, enfermos
1a. Cometer el delito contra las personas con alevosía, enten- to que si el agente habría actuado muy graves, etc.), en atención a que
diéndose que la hay cuando se obra a traición o sobre seguro. aunque la víctima hubiese tenido la se trata de circunstancias de tal ma-
posibilidad de oponer resistencia, la nera inherentes al delito, que sin su
agravante debe ser desechada (LABA- concurrencia no puede cometerse
COMENTARIO TUT, I, 220; NOVOA, Il, 44; ETCHE- (Art. 63). Sin embargo, se acepta que
BERRY, Il, 44; ETCHEBERRY, Ill, 61, concurre la agravante si el autor actúa
Jorge Mera para quien las condiciones de asegu- para sustraerse a la defensa que terce-
ramiento deben haber sido especial- ros pudieran hacer ofrecer a la vícti-
Como lo señala CURY, 517, la tre en una situación de indefensión mente buscadas o procuradas por el ma (como cuando se aleja a la perso-
cuestión más debatida en torno a real, aunque ella ni dependa de la hechor; CURY, 517 s.; GARRIDO, I, na que cuida a la criatura) o cuando
esta atenuante se refiere a su natura- voluntad del autor ni sea determi- 246 s.; POLITOFF / MATus / RAMÍ- obra a fin de debilitar aún más la
leza. Para una posición minoritaria, nante para la comisión del delito, REZ, PG, 513; POLITOFF / GRISOLÍA capacidad defensiva de la víctima,
la alevosía tiene un carácter objetivo: concurriendo, por consiguiente, la / Busros, 156; KÜNSEMÜLLER, Co- como si se da muerte al infante ofre-
basta con que la víctima se encuen- agravante si se lesiona a un niño o a mentario, 190 s.; VARGAS, 167, para ciéndole un caramelo envenenado.
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ART. 12 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 1

De acuerdo con el texto legal, (el abuso de confianza, el aprovecha- a la agravante de la alevosía, por lo TUT, I, 220 s., de discusiones: algu-
son dos las modalidades de la alevo- miento de la lealtad que la víctima que en los casos que se proponen de nos la restringen a los delitos de este
sía: obrar a traición o sobre seguro. supone de parte del victimario). Por ataques a personas que se encuentran nombre, previstos en el Título VIII
su parte, N OVOA, II, 43, señala que en la imposibilidad de defenderse del Libro II; otros la interpretan en
Célebre es la distinción de CA- obrar a traición es faltar a la lealtad. por estar atadas, dormidas o droga- sentido amplio, haciéndola extensiva
RRARA entre ocultamiento moral ("el das, debe concluirse que no concu- a todas aquellas infracciones comple-
enemigo ha escondido el ánimo hos- En lo que se refiere al "obrar rre dicha agravante, a menos, por jas en que uno de los bienes jurídicos
til, simulando amistad o disimulan- sobre seguro", se aprecian distintas' cierto, que esas circunstancias hayan que la Ley tutela es la vida o la in-
do la enemistad"), que corresponde a posiciones en nuestra doctrina so- sido procuradas por el autor del deli- tegridad corporal de la persona, op-
la hipótesis de la traición, yel oculta- bre el significado de esta expresión. to, para facilitar su ejecución. ción esta última a favor de la que se
miento material (el acecho: el autor ETCHEBERRY, III, 60; CURY, 517 Y pronuncia el autor citado, invocando
se esconde, espera a la víctima y la KÜNSEMÜLLER, Comentario, 190, Se ha discutido la relación de la las necesidades de la defensa social
ataca de improviso), que correspon- consideran se incluye aquí tanto el alevosía con la agravante de la pre- contra los delincuentes. Por su parte,
de al obrar sobre seguro, en que el ocultamiento del cuerpo (acechan- meditación. Se ha sostenido que se NOVOA, II, 46, reconociendo que el
autor se aprovecha de circunstancias za) como el ocultamiento de los me- trata de dos agravantes independien- tenor literal de la Ley "le pone tro-
materiales que facilitan la comisión dios de comisión. Un concepto más tes (la alevosía no presupone necesa- piezo a la interpretación extensiva",
del delito. En el primer caso, el autor amplio es el planteado por NOVOA, riamente la premeditación, la que pues el acuerdo de la Comisión Re-
engaña a la víctima respecto de sus II, 43 (se incluirían todos los casos debe ser conocida, esto es, como se dactora de reducir las agravantes de
verdaderas intenciones ("semejante al en que la acción delictiva tiene ase- verá en su oportunidad, encontrar- alevosíay premeditación a los delitos
reptil, que llega callado, arrastrándo- gurado el resultado por recaer sobre se acreditada) y compatibles entre sí contra las personas se adoptó cuando
se, sin anunciar su ira, sin dar lugar persona impedida para escapar al (NOVOA, II, 43, 44; CURY, 519; por ya se había redactado el Título VIII
para la defensa, como lo expresaba ataque o defenderse de él, por encon- su parte ETCHEBERRY, Ill, 61 s., con- del Libro II, piensa que, tratándose
PACHECO, citado por NOVOA, II, 46). trarse dormida, desmayada o atada) cuerda en que se trata de agravantes de la alevosía no 'debiera haber in-
La noción de CARRARA, referida al y por GARRlDO, 1, 246, para quien autónomas, pero no se pronuncia conveniente para aplicarla a todo
"ocultamiento moral", le parece in- obrar sobre seguro es el aprovecha- sobre su compatibilidad). Discrepa- hecho punible que llegue a afectar la
suficiente a CURY, 516 s., quien de- miento de condiciones de hecho que mos de esta última afirmación, toda vida o la integridad corporal de un
fine la alevosía como "el aprovecha- permiten al hechor marginar aque- vez que teniendo ambas agravantes hombre, cualquiera que sea su deno-
miento, para la ejecución del delito, llos riesgos de su persona inherentes un fundamento común (el incre- minación, parecer del que también
de la confianza que la víctima o un a la acción delictiva, que puedan mento de la indefensión de la víc- participan GARRIDO, I, 245; Y CURY,
tercero han depositado en el hechor, provenir de la probable reacción de tima), se violaría, a nuestro juicio, 519, quien precisa que la aplicación
o que éste se ha granjeado con este la víctima, proponiendo también el el principio del non bisin idem, si se de la agravante requiere que la alevo-
objeto", constituyendo un auténti- ejemplo de la agresión a una persona las aplicara conjuntamente. sía esté vinculada a la ejecución del
co "abuso de confianza', con el que dormida. Nos parece que el corree- ataque contra la vida o la integridad
es incompatible y respecto del cual to concepto de "o brar sobre seguro" La alevosía constituye una agra- corporal de la víctima.
prevalece en los delitos contra las debe ser compatibilizado con el ca- vante sólo en los delitos "contra las
personas. También GARRIDO, t, 246, rácter "subjetivo" (ánimo alevoso) personas". El alcance de esta expre- En nuestra opinión, la expresión
destaca esta modalidad de la traición que se le reconoce mayoritariamente sión es objeto, como lo señala UBA- "delitos contra las personas" debe
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ART. 12 N° 2 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 2

interpretarse restnctrvamente, en el robo, en los casos en que se ejerciere mesa) el precio o la recompensa o tigador que se vale del premio o
sentido de las infracciones contem- violencia sobre las personas, corro- también al instigador, esto es, al que promesa origina la responsabilidad
pladas en el Título VIII del Libro bora nuestra posición. El legislador paga el precio, da la recompensa o penal como coautor (Art. 15 N° 2),
II. Así lo demanda el respeto del entendió que, de no introducirse realiza la promesa. La doctrina na- por lo que no podría, ella misma,
principio de legalidad, que se opo- esta disposición, el robo con violen- cional se inclina por esta segunda agravar la responsabilidad penal sin
ne a interpretaciones analógicas o cia (que afecta la integridad corpo- solución (UBATUT, l, 222, piensa violar el principio non bis in idem.
extensivas. La historia fidedigna del ral, e incluso la vida, en el caso del que la agravante afecta a ambos, También CURY, 521, sostiene que la
establecimiento de la Ley conduce a robo con homicidio) no podría ser conforme a los principios genera- agravante sólo se aplica al autor ma-
la misma conclusión. La Comisión agravado por la concurrencia de la les de la participación; ETCHEBERRY, terial, rebatiendo el argumento que
Redactora, apartándose del Código alevosía y la premeditación. II, 35, concuerda con este parecer, afirma que el desvalor delictivo de
español de 1848, que concebía a puesto que, a su juicio, el texto de quien obra por codicia es semejante
esta agravante en forma más amplia, Debe hacerse presente, por úl- la Leyes de una clara objetividad y al de quien incurre en la cobardía de
acordó en su sesión 122 limitarla timo, que incluso UBATUT I, 221, exige sólo que "medie", esto es, que pagar a otro para que ejecute el he-
sólo a los delitos contra las personas, partidario de una interpretación intervenga un precio o recompensa; cho punible en su lugar. Tras señalar
"únicos en que puede tener lugar la amplia, señala que la agravante de la agravante sería, por lo tanto, de que la afirmación de que el inductor
alevosía" (ETCHEBERRY, II, 43), de- alevosía ni siquiera resulta aplica- carácter material, afectando tanto al obra siempre por cobardía es antoja-
biendo recordarse que, tal como ble a todos los delitos del referido que ofrece o paga el precio como al diza, agrega que, aun en los supues-
lo señala N OVOA, dicho acuerdo se Título VIII: hay que excluir el ho- que actúa movido por él; GARRIDO, tos en que ello fuere efectivo, no se
adoptó cuando ya se había redac- micidio simple, pues lo convierte en l, 224; POLlTOFF I MATus I RAMf- puede equiparar su reprochabilidad
tado el referido Título VIII. Final- calificado, a este último (por aplica- REZ, PG, 513; VARGAS, 169). (por ser cobarde, que es una debili-
mente, el hecho de que el Art. 456 ción del Art. 63) y, en atención a sus dad) con la falta de moralidad de la
bis establezca que las agravantes de la especiales características, a la riña, al NOVOA, II, 47 S., cree, por el codicia desenfrenada del que no se
alevosía (y de premeditación) serán auxilio al suicidio, al infanticidio, al contrario, que la agravante se aplica detiene siquiera ante el delito en su
aplicables, en los delitos de hurto y duelo, a la calumnia y a la injuria. sólo al primero, pues sólo en él con- deseo de medrar.
curre el móvil abyecto que sería el
fundamento de la misma (junto con A nuestro juicio, la agravante
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: el incremento de la indefensión de se aplica sólo al autor material, en
[ ...] la víctima). Se apoya, asimismo, en atención a las convincentes razones
el texto de la Ley (el adverbio "me- aducidas por los partidarios de esta
2 a . Cometerlo mediante precio, recompensa o promesa.
diante" significa "en atención o por posición, a la que antes nos referi-
razón de"), y no cabe dudar que sólo mos. No procede, por otra parte, ar-
COMENTARIO el sicario obra por razón de precio, gumentar, invocando razones mora-
recompensa o promesa, conclusión les, para equiparar el desvalor de la
JorgeMera que corrobora el texto del Art. 391 acción del instigador con la del au-
N° 1, circunstancia 2 a (matar por tor material, y concluir que siendo
Un primer problema es el de si autor material, es decir, al que re- premio o promesa remuneratoria). similares, cabe aplicar la agravante
la agravante debe aplicarse sólo al cibe o espera (en el caso de la pro- Por otra parte, la actividad del ins- a ambos, pues ello implicaría violar
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ART.12No2 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 3

el principio de legalidad al aplicar autor material estaba ya resuelto a mata a otro a cambio de una suma En cuanto a la expresión "pro-
analogía in malam partem (donde delinquir al momento de ofrecérsele de dinero, que quien lo hace, por mesa" hay amplio acuerdo en que
existe la misma razón debe existir la la recompensa (CURY, 520, citan- ejemplo, a causa de que la instiga- consiste en el ofrecimiento de un
misma disposición). do a CÓRDOBA RODA Y RODRÍGUEZ dora le ha ofrecido contraer matri- precio o recompensa futuros, según
MOURULLO; GARRIDO, I, 224), o si monio con él o porque alguien le ha la fórmula propuesta por DEL Río
Respecto de la comunicabi- con posterioridad a la ejecución del prometido promocionar y obtener (UBATUT, 1, 222; NOVOA, II, 47;
lidad de la agravante a los demás hecho un tercero recompensa al au- el reconocimiento de sus creaciones GARRIDO, I, 223; CURY, 521). Como
intervinientes que hayan tenido co- tor por haberlo ejecutado (GARRIDO, artísticas (POLlTOFF / MATus/ RA- acertadamente lo anota GARRIDO, I,
nocimiento del precio, recompen- I, 225; KÜNSEMÜLLER, Comentario, MÍREZ, PG, 514, también sostienen 225, carece de importancia que en
sa o promesa, las opiniones se en- 192). que el precio, la recompensa o pro- definitiva la promesa del precio o de
cuentran divididas. En opinión de mesa han de ser avaluables en dine- la recompensa no se cumpla, con tal
GARRIDO, r, 224; Y KÜNSEMÜLLER, El alcance de la expresión "pre- ro, excluyéndose los favores sexuales que el móvil del autor haya sido su
Comentario, 191 s., la agravante es cio" está claro en la doctrina: la re- y las recompensas meramente hono- interés en recibirlos (también KüN-
de carácter objetivo y se comunica. tribución avaluable en dinero que se ríficas). SEMÜLLER, Comentario, 192).
Según CURY, 552, en atención al paga para la comisión del delito. El
componente subjetivo que la inte- término "recompensa" ha sido inter-
gra, la agravante no se comunica a pretado por la mayoría de nuestra
los partícipes en quienes aquél no doctrina en sentido amplio, como
Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
concurre. Nos parece que ésta es la toda dádiva, prestación o satisfac- [ ...]
posición correcta, que se condice ción, aunque no sea pecuniaria, ta- 3 a . Ejecutar el delito por medio de inundación, incendio, ve-
con el fundamento de la agravante, les como honores, dignidades, em- neno u otro artificio que pueda ocasionar grandes estragos o dañar
referido a la vileza del móvil. pleos (UBATUT, I, 222; NOVOA, II, a otras personas.
47; ETcHEBERRY, II, 35; GARRIDO,
La agravante presupone la I, 223; KÜNSEMÜLLER, Comentario,
concurrencia de dos personas (ins- 192; DEL VILLAR, 257; VARGAS, 169. COMENTARIO
tigador y autor material) que reali- Por el contrario, CURY, 520, adhiere Jorge Mera
zan un pacto o acuerdo previo a la a la literatura española, para la cual
recompensa. No concurre, por ·10 la "recompensa" debe ser susceptible
tanto, la agravante si el autor abriga de una apreciación económica, toda Del texto legal ("ejecutar el de- daños o estragos se produzcan efec-
unilateralmente la esperanza de re- vez que el desvalor incrementado lito") se desprende que la agravante tivamente, bastando con la posibili-
cibir la recompensa, porque piensa que implica la conducta de quien tiene aplicación cuando se utiliza dad de que ello ocurra (NoVOA, II,
que la comisión del delito puede ser delinque por motivos lucrativos no alguno de los medios catastróficos 48; ETCHEBERRY, II, 36; CURY, 528;
satisfactoria para un tercero (ETcHE- se aprecia con la misma intensidad indicados para la comisión de un GARRIDO, 1, 226).
BERRY, II, 35; CURY, 520; GARRIDO, en el que lo hace por consideraciones delito, no cuando se emplean para
I, 225; KÜNSEMÜLLER, Comentario, de otra naturaleza, preguntándose al encubrir uno ya realizado (WATUT, Esta agravante se diferencia de
196). Tampoco debe apreciarse la efecto cómo podría sostenerse que t, 222; NOVOA II, 52; GARRIDO, r, la contemplada en el N° 10, en que
concurrencia de la atenuante si el es igualmente reprochable el que 226), Y que no es necesario que los en esta última el autor no provoca la
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ART. 12 N° 3 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA

calamidad ni usa medios aptos para miento de grandes proporciones). van que no procede la aplicación de En opinión de CURY, 529, el empleo
ocasionarla, sino que una vez ocu- Respecto del incendio, hay acuerdo esta agravante, por ser del mismo el del veneno da lugar a la aplicación
rrida ésta, aprovecha la ocasión para en que no basta con la destrucción sentido, al delito de envenenamien- de la agravante cuando, además de
delinquir (NOVOA, II, 48, 49; UBA- de una cosa mediante el fuego, sino to de comestibles, aguas u otras su uso insidioso, crea un peligro
TUT, 1, 222; CURY, 528; GARRIDO, 1, que se requiere que éste se vuelva bebidas destinadas al consumo pú- para la salud o la vida de un número
226; POLITOFF / MATus / RAMÍREZ, incontrolable, pues sólo en tal caso blico, contemplado en el Art. 315). indeterminado de personas.
PG,514). su propagación puede causar
des estragos o dañar a otras personas
En el caso de que el incendio o (ETcHEBERRY, II, 36; CURY, 528 s.;
los estragos empleados para cometer GARRIDO, 1, 226). Respecto del ve- Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
el hecho punible sean por sí mismos neno, las opiniones se encuentran [ ...]
constitutivos de delito, no concu- divididas. Para UBATUT, 1, 222, la 4 a . Aumentar deliberadamente el mal del delito causando otros
rrirá, obviamente, esta agravante razón de la agravación radica en la males innecesarios para su ejecución.
(a lo que obstaría lo dispuesto en "insidia" de este medio. Discrepa
el Art. 63), sino que corresponderá de este parecer ETcHEBERRY, II, 36,
aplicar las penas establecidas para para quien, en el caso de la agravan- COMENTARIO
los concursos de delitos, por regla te no se requiere de la "insidia", sino
general las previstas para el concurso
Jorge Mera
que basta que se trate de un medio
medial del Art. 75 (NOVOA, II, 49; "peligroso" (de similar parecer son
ETCHEBERRY, II, 35; CURY, 529). GARRIDO, 1, 226; KüNSEMÜLLER, Como lo advierten ETCHEBE- homicidio (puesto que ésta exige
Comentario, 193). Por su parte, RRY, II, 44; YCURY, 530, si los "otros aumento del "dolor" del ofendido),
La enumeración de los medios NOVOA, II, 49, sin pronunciarse so- males" a que alude la Ley consti- sí podría configurar la agravante
catastróficos que hace la Ley (inun- bre el requisito de la insidia, señala tuyen por sí mismos delitos dife- examinada, puesto que los actos
dación, incendio, veneno) es mera- que la diferencia de esta agravante rentes, no se aplica esta agravante, constitutivos de dicho descuartiza-
mente ejemplar, pues el texto legal con la calificante del homicidio ra- sino que las reglas sobre concurso miento (por ejemplo, desprender la
se vale de una cláusula analógica dica en que en este último caso el de delitos. cabeza del cuerpo o cortar los ór-
para incluir dentro de la agravante veneno se usa para dar muerte a una ganos genitales en señal de afrenta)
el empleo en la comisión del deli- o más personas determinadas, en En opinión de CURY, 530, no representan "otros males" innecesa-
to de cualquier otro artificio que tanto que en la agravante el medio son males susceptibles de originar rios para la ejecución del delito de
pueda ocasionar grandes estragos o empleado es apto para causar ma- esta agravante aquéllos de los que homicidio.
dañar a otras personas (NOVOA, II, les que sobrepasan al delito que se la víctima no puede percatarse: gol-
49; CURY, 528; KÜNSEMÜLLER, Co- quiere cometer, como, por ejemplo, pear al lesionado que se encuentra La agravante se integra con un
mentario, 193). envenenar el utensilio de cocinaen inconsciente o descuartizar el ca- elemento objetivo y otro subjetivo.
que se tiene lista la comida para toda dáver. GARRIDO, 1, 249, considera El elemento objetivo consiste en
El concepto de inundación está la familia (una opinión similar sos- que el descuartizamiento del cadá- aumentar el mal del delito causan-
claro y corresponde al sentido natu- tienen POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, ver, si bien no podría constituir la do otros males innecesarios para su
ral y obvio de la expresión (anega- PG, 514, quienes con razón obser- calificante del ensañamiento en el ejecución (LABATuT, 1,223; NOVOA,
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il
-
.,...,..-- .. ..--._-=.. .. ..

ARTo 12 N o4 CÚDlGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ARTo 12No4

n, 50; ETCHEBERRY, u, 44; CURY, ladas a la víctima porque el autor dolencias mentales, por ejemplo, integra con un elemento objetivo
530; GARRIDO, 1, 248). Como lo piensa que sólo de esa forma podrá como acota CURY, 530), caso en (el aumento de males a que se re-
expresa ETcHEBERRY, Il, 44, se trata matar a su adversario, una persona el cual, según la intensidad de la fiere la ley), considera que los males
de males correspondientes a la na- particularmente robusta. perturbación, podría existir una innecesarios adquieren relevancia
turaleza del delito realizado, pero eximente (si aquella constituyera cuando los acompaña la voluntad
que exceden en cantidad o inten- El elemento subjetivo de la una enajenación mental) o una exi- deliberada del autor de provocarlos,
sidad a los necesarios para la con- agravante se desprende del adver- mente incompleta (imputabilidad elemento subjetivo que sería el fun-
sumación del delito (en el mismo bio "deliberadamente" que usa disminuida). En opinión de CURY, damental de la agravante y que la
sentido KÜNSEMÜLLER, Comenta-
o
ley. Para algunos la deliberación 530, en este último caso, habría haría incomunicable a los demás in-
rio, 194). Novox, Il, 50, precisa supone intención o propósito de que aplicar de todos modos la agra- tervinientes. Nos parece ésta la po-
que el daño propio de cada delito, causar otros males innecesarios vante, la que podría ser compen- sición correcta, si se tiene presente
por grande que sea, no configura para la ejecución del delito (LA- sada con la eximente incompleta. que el fundamento de la agravante
esta agravante, la que requiere que BATUT, 1, 233; Novox, u, 50; y Discrepamos de esta solución. Nos es la crueldad, la absoluta falta de
el mal ocasionado supere al que es GARRIDO, 1, 248). Por su parte, parece que en caso de concurrir la piedad con que se comete el deli-
consustancial al respectivo hecho CURY, 530, interpreta la expresión eximente incompleta no cabe la to, que pueden no concurrir en el
típico, de donde se sigue que no "deliberadamente", como una ex- aplicación de la agravante exami- resto de los partícipes. Se trata, en
basta con que se ataque con saña al tensión del dolo al incremento nada, pues en tal caso el hecho de esta agravante, de una circunstancia
ofendido (causándole un gran nú- del mal y su innecesariedad. ET- causar otros males innecesarios se de carácter personal (la disposición
mero de heridas) si con ello no se CHEBERRY, Il, 44, considera que la debería, precisamente, a la imputa- moral del delincuente: aumentar
obtiene más que el propósito de he- exigencia de que el exceso sea deli- bilidad disminuida, por lo que no deliberadamente el mal del delito),
rir o matar a la víctima. CURY, 530, berado significa que sea "reflexivo, merecería, entonces, el reproche en incomunicable, de acuerdo con la
advierte, con razón, que el juicio tranquilo", excluyéndose los males el que se funda dicha agravante. regla del inciso 10 del Art. 64. Debe
sobre la innecesariedad de los ma- que resulten del ímpetu criminal o repararse, por otra parte, que el he-
les debe establecerse objetivamente de una errónea creencia en su ne- En opinión de CURY, 530 s., cho de causar otros males, innece-
y no de acuerdo a los propósitos del cesidad para la consecución del fin la agravante examinada se comuni- sarios para la ejecución del delito,
autor (concurriendo la agravante si perseguido. Por último, GARRIDO, ca a los partícipes, puesto que, sin no cuadra con los requisitos de las
este último, para satisfacer sus afa- 1, 248 considera que la agravante perjuicio de la reprochabilidad más circunstancias objetivas O mate-
nes de venganza le inflige a la vícti- no supone ni premeditación ni acentuada del autor, el fundamen- riales (que sí se comunican, siem-
ma terribles tormentos innecesarios frialdad en el hechor, el que puede to de aquélla radica en un aumen- pre que se tenga conocimiento de
para la consumación del delito), Y actuar impulsado por la ira o por to del injusto, determinado por la ellas) establecidos en el inciso 2 0 del
de manera concreta, teniendo en cualquier otra pasión. agregación de males superfluos, los Art. 64: en efecto, causar los referi-
consideración las características del cuales implican un daño mayor dos males innecesarios para la ejecu-
hecho, tal como se las representaba Como lo señala LABATUT, 1 que atenta contra los sentimientos ción de delito, constituye un hecho
ex ante el autor, por lo que no se 223, el impulso brutal en la comi- de piedad imperantes en el gru- que, por definición, no consiste,
configura la agravante si se mata "a sión de un delito puede obedecer po social. GARRIDO, 1, 250, razona por cierto, en su ejecución material,
palos", si el sujeto no disponía de a una alteración de la normalidad de un modo exactamente inverso: como tampoco representa los me-
otra arma, o si se da varias puña- psíquica (sadismo derivado de reconociendo que la agravante se dios empleados para realizarlo.
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ART.12 N° 5 CÚDlGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12N° 5

Artículo 12. Son circunstancias agravantes: tranquilo, formado anticipadamen- a una decisión ya tomada constitu-
[ ... ] te, NOVOA, II, 53, considera que no ye una contradicción y supone que
5a . En los delitos contra las personas, obrar con premeditación es un requisito indispensable de la aquélla está siendo puesta en duda y
conocida o emplear astucia, fraude o disfraz. agravante como tampoco la exis- re-tomada con cada nueva conclu-
tencia de una planificación (en tér- sión afirmativa de la meditación.
minos similares, GARRIDO, I, 209,
COMENTARIO considera que la premeditación no En realidad, CARRARA no li-
requiere una reflexión sobre los me- mita la premeditación al ánimo
Jorge Mera dios de comisión). Del mismo pa- frío y tranquilo, sino que la conci-
recer es CURY, 523 s., para quien el be de una manera más amplia, lo
Premeditación conocida El elemento cronológico consis- criterio psicológico desnaturaliza la que no siempre se tiene en cuenta
tiría en el transcurso de un espacio agravante, puesto que pre-meditar es en las críticas que se le han dirigi-
Sobre el sentido de esta agra- de tiempo razonable entre la deci- "meditar" o "reflexionar antes" y no do al llamado criterio psicológico.
vante existe una notable dispari- sión de cometer el delito y su eje- hacerlo en forma fría o con dispo- La premeditación consistiría, para
dad de opiniones en la doctrina cución, durante el cual persistiría la sición tranquila, debiendo además CARRARA, en "el propósito de ma-
nacional, tanto en lo que se refiere voluntad criminal (LABATuT, I, 223; repararse en que la frialdad en la re- tar, formado anticipadamente, con
a sus elementos como a los crite- ETCHEBERRY, II, 29; CURY, 523; GA- solución depende hasta cierto punto ánimo frío y tranquilo, buscando y
rios conforme con los cuales debe RRIDO, I, 208, quien le atribuye un del carácter del hechor, por lo que esperando la ocasión para que el cri-
ser establecida (cfr. GARRIDO, I, alcance más amplio a este elemento esta forma de concebir la agravan- men tenga buen resultado" (CARRA-
208; CURY, 523), lo que dificulta cronológico: la meditación, entre te estaría introduciendo elementos RA, Francesco: Programa de derecho
una presentación sistemática de la la decisión y la ejecución, sobre las propios del derecho penal de autor. criminal [trad. Ortega / Guerrero],
misma. En lo que sí hay consenso consecuencias que se persiguen con GARRIDO, r, 208, discrepa, porque Temis, Bogotá 1957, § 1122). Es,
es en que se trata de una agravan- la comisión del delito y los medios estima que la reflexión previa a la de- pues, la idea del "cálculo" la que
te que no se justifica y que debiera a emplear según los objetivos per- cisión (en que se ponderan los pro y explica la agravación, debido a la
ser suprimida, reemplazándosela, seguidos). GARRIDO, I, 208, anota los contra de esta última), que pue- mayor dificultad de la víctima para
de acuerdo con la tendencia del de- que este criterio cayó en descrédi- de ser más o menos prolongada, es defenderse. De ahí que POLITOFF /
recho comparado, por la de "mó- to porque hubo legislaciones y au- inherente a la mayoría de los delitos, MATus / RAMÍREZ, PG, 515, se refie-
viles bajos o abyectos" (LABATUT, tores que pretendieron determinar por lo que no se divisaría la razón ren, acertadamente, al "ánimo frío y
r, 224; ETCHEBERRY, II, 29; CURY, con precisión el tiempo mínimo de para agravar la responsabilidad pe- calculador" con que debe ejecutarse
525; GARRIDO, t, 208). la reflexión, su número de horas o nal el hecho de que la decisión haya el delito, lo cual supone una mayor
días, lo que obviamente resulta ar- tardado en tomarse un determina- indefensión de la víctima.
La doctrina ha propuesto fun- bitrario. do lapso de tiempo. Considera, en
damentalmente dos criterios para cambio, que la premeditación tiene En lo que se refiere concre-
establecer la existencia de la preme- En cuanto al llamado elemento más que ver con la reflexión sobre la tamente a los elementos que in-
ditación, que se presentan, a la vez, psicológico, defendido por CARRARA decisión ya adoptada, posición que, tegrarían la premeditación como
como elementos de la misma: el y de acuerdo con el cual la premedi- por su parte, CURY, 524, rechaza, por agravante en los delitos contra las
cronológico y el psicológico. tación requiere de un ánimo frío y considerar que una reflexión relativa personas, las opiniones de nuestra
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ART. 12 N° 5 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 5

doctrina están divididas. Para LABA- señalarse límites fijos (de la misma delitos cometidos con dolo direc- junto con el transcurso del tiempo
TUT, I, 223, se exigiría un elemento opinión KÜNSEMÜLLER, Comenta- to, pues resulta inconciliable con la y el ánimo frío y tranquilo, es nece-
"ideológico", representado por la re- rio, 195). GARRIDO, I, 209, conside- estructura del dolo eventual (CURY, sario que el sujeto haya calculado su
flexión sobre el delito y los medios ra adecuada la combinación de los 526, citando en el mismo sentido comisión, ideado un plan, planifi-
y circunstancias más adecuados a su criterios cronológico y psicológico a CÓRDOBA RODA Y a RODRíGUEZ cación que revela mayor odiosidad,
realización, y otro cronológico, que que hace ETCHEBERRY, definien- MOURULLO). pues busca facilitar la comisión del
pone de manifiesto la perseverancia do, por su parte, la premeditación delito, que la víctima tenga meno-
del impulso delictivo, y que es in- como la reflexión de la En nuestra opinión, a falta de res posibilidades de defensa). De lo
dispensable para diferenciar el acto adoptada de cometer el delito, rea- definición legal, un correcto con- contrario, no se advierte cómo po-
premeditado del simplemente deli- lizada con ánimo frío y tranquilo. cepto de premeditación (tanto más dría aumentarse la indefensión de
berado, esto es, el acto doloso co- Similar es la posición de POLITOFF / necesario si se considera que se la víctima, por el solo hecho, como
mún. NOVOA, II, 51 considera que MATUS / RAMfREZ, PG, 515, según cuestiona su fundamento y la clara hemos dicho, de que el propósito
la premeditación requiere tres ele- la cual la premeditación se integra rendencia en el derecho comparado, delictivo se mantenga en el tiempo;
mentos constitutivos: la resolución con la "firme, persistente y reflexiva avalada por la doctrina, a su supre- eso sólo demuestra que la delibe-
de cometer un delito, un intervalo decisión dirigida a cometer el deli- sión) debe construirse sobre la base ración del autor ha sido prolonga-
de tiempo entre esa resolución y la to" (que es la forma como define de su fundamento, que radica en la da, circunstancia irrelevante por sí
ejecución del hecho y la persistencia el elemento cronológico la SCS, mayor indefensión de la víctima, misma. A nuestro juicio, no basta
de la voluntad de delinquir durante RD], LVIII, 2-4, 89), Y el ánimo esto es, en un incremento del in- para que exista premeditación con
dicho intervalo. frío y calculador con que debe eje- justo, como ya lo advirtiera CARRA- cualquier cálculo o planificación; es
cutarse. RA. De ahí que la sola persistencia preciso que éste realmente suponga
ETCHEBERRY, III, 59, combina de la voluntad delictiva durante un un incremento de la indefensión
los criterios cronológico y psicoló- En opinión de CURY, 524, la tiempo determinado, por sí misma de la víctima. Sería "formalizar" de
gico (el solo transcurso del tiempo, premeditación requiere una reflexión no puede constituir la agravante de una manera inaceptable la agravante
que en todo caso sería necesario, previa a la adopción de la resolu- premeditación. Sin perjuicio de que (con todas sus consecuencias sobre
sólo denotaría "deliberación", pero ción, en el curso de la cual el sujeto deba presentarse también el elemen- la determinación de la pena) si se es-
no "premeditación", si no ha concu- pondera las ventajas o inconvenien- to cronológico, lo fundamental de la timara que cualquier planificación,
rrido, además, el ánimo tranquilo), tes que el delito presenta, seguida agravante, como también lo destaca- por torpe que sea (incluso advirtien-
sosteniendo que dentro de nues- de la persistencia firme de aquélla ra CARRARA, es e1"ca'1cu 1"o con que do a la víctima de los peligros) con-
tra Ley la premeditación supone el durante un tiempo indetermina- procede el autor, "buscando y espe- figura la agravante.
propósito tomado con ánimo frío do, pero suficiente para realizar la rando la ocasión para que el crimen
tranquilo de cometer un delito con- reflexión previa y poner además de tenga buen resultado". De ahí que La naturaleza de los móviles
tra las personas, siempre que aquél manifiesto que la decisión tomada se requiere cierta planificación, que que impulsan al autor (abyectos o
haya persistido en el espíritu del ya no es afectada por los contramo- considere los medios más adecua- altruistas) sería ajena a la agravan-
hechor desde el momento en que tivos que pueden oponérsele. La pe- dos y las demás circunstancias de las te (CURY, 524; y GARRIDO, I, 209).
se tomó la decisión hasta el instante culiaridad de los requisitos de esta cuales dependa el éxito de la empre- GARRIDO, I, 209 observa que, según
de ejecución del delito, intervalo de agravante sólo permite, sostiene sa (también VARGAS, 171, observa el criterio que denomina "sinto-
duración variable, sin que puedan con razón CURY, concebirla en los que el criterio reflexivo precisa, que mático" (adoptado por el Código
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ART. 12 N° 5 C6DIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12N° 5

suizo de 1937), la premeditación mente de la premeditación los mó- por acreditados por el solo hecho de la premeditación se haya manifesta-
debe vincularse con la motivación viles nobles o altruistas, pero, como que la decisión de delinquir se haya do en hechos externos susceptibles
del agente, de modo que será una no la define, es posible y legítimo mantenido en el tiempo, cosa, por de ser acreditados en el proceso) y
agravante cuando revele una perso- elaborar un concepto que tenga en lo demás, que ninguno de los au- considera que la expresión "cono-
nalidad peligrosa, maligna, no así cuenta la motivación del hechor y tores nacionales ha sostenido, sino cida" expresa la voluntad legislativa
en los otros casos, como ocurre en el la relacione con el fundamento de que deben manifestarse por hechos de subrayar que no puede presu-
homicidio por piedad. Por último, aquélla. No parece congruente externos acreditados en el proceso. mírsela por el hecho de que haya
POLITOFF / GRISOLÍA / Bustos, 178, el sistema de las agravantes ni, por transcurrido cierto tiempo entre el
exigen, a propósito de la calificante cierto, con el de las calificantes del Para UBATUT, I, 224, que con- momento de la ideación del delito
del homicidio, que los móviles sean homicidio, que una motivación que sidera el calificativo "redundante", y su ejecución, siendo preciso que
abyectos, excluyendo de la misma no merece una reprobación especial puesto que lo desconocido no pue- se encuentren acreditados en el pro-
el homicidio por piedad, para man- produzca el efecto de agravar la res- de operar, que la premeditación sea ceso actos del imputado en los que
tener la congruencia con el grave ponsabilidad del autor en lugar de conocida significa que ha de resultar aparezca de manifiesto la reflexión
desvalor que representan las otras disminuirla. de signos exteriores que revelen de preliminar y la efectiva permanencia
calificantes. manera inequívoca la voluntad re- de la decisión (en términos similares
La exigencia de que la premedi- flexiva de llevar a término el delito. KüNSEMÜLLER, Comentario, 196).
Por nuestra parte, nos pare- tación debe ser "conocida" ha dado En un sentido similar, Novox, II, GARRIDO, 1, 210, por su parte, se-
ce que en general los móviles que lugar a un debate un tanto artificial 55, señala que la premeditación ha ñala que la premeditación no puede
no son especialmente reprobables en nuestra doctrina, pues las posi- de manifestarse en hechos externos presumirse por el solo hecho de que
(como ocurre en el caso de la euta- ciones aparentemente distintas son, que la demuestren inequívocamen- haya transcurrido un tiempo entre
nasia activa, en que se cuenta con en el fondo, como se verá, coinci- te, concluyendo, con razón, que la adopción de la decisión y la eje-
el consentimiento del afectado) no dentes: que la premeditación sea para darla por establecida no basta cución del acto, sino que debe acre-
debieran dar lugar a esta agravante. conocida significa que los elemen- la confesión (cita al efecto una SCA ditarse la reflexión de la decisión y
La disminución de la reprochabi- tos que la integran deben estar acre- Santiago de 6 de mayo de 1944, el ánimo tranquilo que la conforma
lidad del acto compensa al incre- ditados por hechos externos en el RCP T. VII [1944], 364). A este (o sea, los elementos que a su juicio
mento del injusto que podría pre- proceso. En esto hay total acuerdo. último respecto señala CURY, 525, integran esta agravante).
sentarse eventualmente. No es éste, En lo que sí se diverge es respecto que, desde un punto de vista proce-
por cierto, el caso del homicidio por de cuáles son los elementos que in- sal, la exigencia de que la premedi- ETCHEBERRY, III, 55, discrepa
piedad, en el que supuesta la auto- tegran la premeditación (reflexión tación sea conocida enfatiza que ella del parecer anterior, pues, a su jui-
rización del titular del bien jurídico anterior o posterior a la decisión, integra el hecho punible, por lo que cio, la exigencia de que la premedi-
protegido, no se presenta el funda- permanencia de la decisión, ánimo no puede dársela por establecida con tación sea conocida no se refiere a la
mento de la agravante, pues en tal tranquilo, etc.), pero no en que el la pura confesión. CURY, 525, para necesidad de que se exteriorice o de
evento no tiene sentido preguntarse significado de la expresión "conoci- quien el requisito es un tanto "enig- que conste en el proceso, pues ello
por la indefensión de la "víctima", da" es que los elementos de la pre- mático", critica el parecer de los dos es un requisito común a las circuns-
si ella misma está de acuerdo con el meditación no pueden presumirse autores mencionados anteriormente tancias y accidentes de todo delito,
hecho o incluso lo ha solicitado. Es por la concurrencia de ciertas cir- (el sentido de la expresión no es rei- señalando que la razón de esta ex-
cierto que la Ley-no excluye expresa- cunstancias, como tampoco darse terar inútilmente la exigencia de que presión es histórica, puesto que el
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ART.12N° 5 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 5

Código español de 1822 presumía cálculo tranquilo (NOVOA, II, 55, to, Yno con la formación de la reso- bis), en el caso de los delitos com-
de derecho que concurría la preme- 56; ETCHEBERRY, III, 57; GARRIDO, lución delictiva en el autor ni con la plejos, como el robo con homicidio,
ditación si el homicidio se realiza- I, 210; CURY, 527). colaboración con el mismo. CURY, de señalar específicamente, que la
ba con alguna de las circunstancias 527, en cambio, cree que, en prin- premeditación puede ser considera-
propias del homicidio calificado, Objeto de debate ha sido la cipio, puede aplicarse la agravante da como agravante en tales casos.
presunción que fue eliminada por premeditación "condicionada" (su- al inductor, siempre que el acto de
el Código de 1848, que añadió la bordinada a un evento futuro e in- inducción haya sido precedido de Emplear astucia, fraude o disfraz
expresión "conocida" para reafirmar cierto del que depende la actuación deliberación y determinación per-
tal concepto. Sin embargo, la con- del hechor). Mientras para LABATUT, manentes. Discrepamos de este pa- Se trata de distintas formas de
secuencia de lo anterior es, precisa- I, 223 s., reconociendo que el Có- recer, pues, como se vio, la preme- "engaño", con el objeto de disimular
mente, que la premeditación debe digo no la menciona expresamente, ditación no puede sino referirse a la los verdaderos propósitos, inducien-
ser probada, debiéndose acreditar se encuentra sin duda incluida en el ejecución del delito. Y a menos que do a la víctima al error (LABATUT, I,
los elementos que la integran, por N° 5, GARRIDO, I, 210, considera fuese delito inducir a otro a ejecutar 224; NOVOA, II, 57; ETCHEBERRY,
lo que la opinión de este autor no que en estos casos no hay preme- un hecho punible, no se ve cómo el III, 36; CURY, 531; de otra opinión
diverge en el fondo de las anteriores: ditación porque tampoco hay de- inductor podría "obrar" con preme- GARRIDO, I, 228 considera que la
'( . " ..
que la premeditación sea "conocida" cisión (citando a CÓRDOBA RODA ditación. Debe repararse que, en el- astucia no requIere siempre enga-
significa que deben demostrarse los ya RODRÍGUEZ MOURULLO). Por su lenguaje del Cl; "obrar" es "ejecu- ño, pudiendo consistir en la "habi-
» •
I
hechos externos que la constituyen. parte, NOVOA, II, 60, considera que tar una aceren. lidad"). Lo mismo que la premedi-
la agravante sólo opera si el autor es- tación y la alevosía, sólo procede en
Se ha discutido la compatibili- pera que el evento futuro se produz- Dado el carácter subjetivo de la los delitos contra las personas, cir-
dad de la premeditación con las ate- ca, no así cuando se lo representa de premeditación, la opinión unánime, cunstancia que en la práctica limita
nuantes emocionales de los Nos. 3, difícil o dudosa ocurrencia, en tanto como lo consigna CURY, 526, estima su aplicación, pues normalmente el
4 y 5 del Art, 1L'Aparentemente se- que CURY, 526, adhiere al criterio que no se comunica a los partícipes empleo de la astucia, el fraude o el
rían incompatibles con la agravante de CARRARA (Programa, §1128), en qUienes no concurre. disfraz constituirá alevosía (ETCHE-
referida, sobre todo si en la preme- conforme con el cual la premedita- BERRY, II, 36; NOVOA, II, 58; CURY,
ditación se exige el "ánimo frío y ción existe cuando del evento-futuro La agravante de premeditación, 532 s.; GARRIDO I, 228 s.; KÜNSE-
tranquilo". La doctrina mayoritaria sólo depende el modo de comisión lo mismo que la de la alevosía, sólo MÜLLER, Comentario, 198).
postula, sin embargo, la compatibili- del delito, pero no si lo que se ha es aplicable en los delitos contra las
dad entre las circunstancias mencio- condicionado es su perpetración. personas, debiendo dársele a esta ex- Se discute en la doctrina si los
nadas, pues la frialdad no se refiere presión el mismo sentido señalado medios referidos deben ser idóneos
al temperamento, sino al "cálculo", Aunque el tema se ha planteado al tratar de esta última agravante. en el caso concreto, esto es, haber
que puede darse en la mente de una en la doctrina, la premeditación no DEL VILLAR, 250, considera que la conseguido efectivamente engañar a
persona apasionada o que obra bajo puede agravar la responsabilidad de agravante se aplica sólo a los delitos la víctima. En sentido afirmativo se
el influjo de un estado de exaltación los partícipes (instigadores y cómpli- enunciados en el Título VIII del pronuncia CURY, 532, posición que
emocional; el odio o el deseo de ces), toda vez que, como lo destaca Libro II del Cl; en atención, entre compartimos, pues el fundamento
venganza, pasiones intensas, serían GARRIDO, 1, 211, la agravante dice otras consideraciones, a la necesidad de la agravante es el incremento de
perfectamente compatibles con el relación con la "ejecución" del deli- que ha tenido el legislador (Art. 456 la indefensión de la víctima. GA-
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ART. 12N° 5 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 6

RRIDO, 1, 228, en cambio, sostiene nos parece que pueda extenderse su Atendido el carácter objetivo reglas generales (CURY, 532; GARRI-
que si las circunstancias examinadas finalidad al aseguramiento de la im- de la agravante, ella se comunica DO, 1, 228; KÜNSEMÜLLER, Comen-
se dan. en su materialidad concurre punidad. Del texto de la Ley ("en a los partícipes de acuerdo con las tario, 195).
la agravante, aunque el hechor no los delitos contra las personas ... em-
logre engañar a la víctima. N OVOA, plear..."), como asimismo del de las
II, 57, es de la misma opinión, pues demás agravantes relacionadas con
considera que el hecho de que el de- la realización misma del delito (que Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
lincuente disfrazado sea reconocido reiteradamente aluden a la "ejecu- [ ...]
por la víctima no impide la existen- ción del hecho"), se desprende que la 6 a . Abusar el delincuente de la superioridad de su sexo o de sus
cia de la agravante, pues la Ley no astucia, el fraude o el disfraz deben fuerzas, en términos que el ofendido no pudiera defenderse con
exige el logro pleno del propósito de ser empleados en la ejecución del
hecho punible o en la preparación
probabilidades de repeler la ofensa.
aquél.
del mismo, pero no con otras fina-
En cuanto al momento del em- lidades, como es el aseguramiento COMENTARIO
pleo de estas circunstancias y su fi- de la impunidad. La interpretación
nalidad, LABATuT, 1, 224, considera más amplia que se propone es de forgeMera
que pueden ser utilizadas tanto en la carácter analógica o cuando menos
ejecución del delito como en su pre- extensiva, e infringe a nuestro juicio No basta con el hecho objetivo bién al ensañamiento. En SCA Puer-
paración, como, por ejemplo, cuan- el principio de legalidad. Por otra de la superioridad del sujeto activo so- to Montt, de 27 de abril de 2004, se
do se atrae a una persona median- parte, debe considerarse que el afán bre la víctima. Es preciso que se abuse sostiene que "el aprovechamiento de
te engaño a un sitio determinado. de impunidad es natural y por lo de dicha superioridad. Para UBATUT, las circunstancias o elementos de que
También Novox, II, 57, considera general no agrava la responsabilidad 1, 225, es necesario que el abuso de trata [el Art. 12 N° 6], está condi-
que el engaño puede emplearse para penal, salvo en situaciones excepcio- superioridad haya sido buscado de cionado a neutralizar absolutamente
preparar o para consumar el delito. nales, como la del robo calificado y propósito en la comisión del delito, las probabilidades de defensa de la
Por su parte, CURY, 532; GARRIDO, la agravante del N° 11. esto es, que el autor se haya prevali- ofendida, en el momento mismo de
1, 228; Y LABATUT, 1, 224, incluyen do de su superioridad para ejecutar la agresión, ya sea por la inmediatez
adicionalmente la finalidad de evi- En la hipótesis del disfraz, la el delito, posición con la que con- en la acción o por la fuerza física ex-
tar la impunidad como uno de los agravante se configura sólo en el cordamos, pues, como lo reconoce la cesiva desplegada para su ejecución,
objetivos del engaño examinado. caso que su uso tenga por objeto doctrina, esta agravante se confunde la que en su caso se ve potenciada
la comisión del delito, y no si se lo con la alevosía, que exige el "ánimo por aquella aparejada a su propio
A nuestro juicio, el empleo de comete, como en el ejemplo de la alevoso", y tiene su mismo funda- sexo, más ella no se configura por
la astucia, el fraude o el disfraz debe literatura, durante una fiesta de dis- mento, es decir, el incremento de la circunstancias ajenas y anteriores que
tener por objeto sólo facilitar la fraces en la que se produce una riña indefensión de la víctima (Novox, dicen relación con la mayor o menor
ejecución del delito, incluyéndose, donde uno de los asistentes lesiona II, 58, 59; CURY, 528). ETCHEBERRY, interacción de los sujetos activos y
por tanto, la preparación del mis- o mata a otro (UBATUT, 1, 225; No- II, 37; YGARRIDO, 1, 229, consideran pasivos en sus relaciones interperso-
mo, como en el ejemplo de atraer VOA, II, 57; CURY, 532; GARRIDO, 1, que el abuso referido puede dar lugar nales cuya subjetividad no es posible
a la víctima a un sitio propicio. No 228). no sólo a la alevosía, sino que tarn- encuadrar en la agravante en comen-
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. ._ - -
1I

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ART.12 No6 C6DIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART. 12 No?


I

to" (considerando 1o). NOVOA, II, 58 de la superioridad constituirá alevo- están divididas. Mientras GARRIDO, pone la concurrencia de una acti-
entiende por abuso de la superiori- sía, evento en el cual se lo ha buscado 1, 230 cree que sí se comunica.rpor- tud subjetiva en el agente. Siendo
dad su aprovechamiento consciente depropósito para asegurar el resultado que a su juicio tiene carácter obje- el asunto dudoso, nos inclinamos,
para anular o debilitar la defensa de del acto o la impunidad del hechor, tivo, puesto que dice relación con por eso mismo, por la incomuni-
la víctima, mediante un uso exagera- de modo que parece pronunciarse en las modalidades de ejecución del cabilidad, en consideración a una
do o excesivo de los medios que le el mismo sentido de WATUT. hecho (del mismo parecer KÜNSE- aplicación estricta del principio
proporcionan la ventaja, citando en MÜLLER, Comentario, 198), CURY, de legalidad (no correr el riesgo de
el mismo sentido varios fallos de los En cuanto a la finalidad del abuso 528, por el contrario, piensa que hacer decir a la Ley más de lo que
tribunales superiores. CURY, 527, de la superioridad, la opinión domi- no, to d a vez que e1 "a buso " presu- q uiso decir).
considera que "abusar" significa "ser- nante la refiere a la ejecución del de-
virse o valerse", siendo necesario que lito, a asegurar su resultado (WATUT,
el autor contemple su superioridad I, 225; NOVOA, II, 59; CURY, 527). En
Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
como un factor decisivo para la per- cambio, ETCHEBERRY, III, 37, conside-
petración del delito. En un sentido ra que el abuso de la superioridad pue-
[ ... ]
similar se pronuncian GARRIDO, I, de también tener por objeto asegurar la. Cometer el delito con abuso de confianza.
229 (el abuso supone que el autor la impunidad del hechor. Discrepa-
se "aproveche" de su superioridad y mos de este parecer, pues del texto de
esto lo determine a cometer el deli- la Leyse desprende que la finalidad del COMENTARIO
to) y POLITOFF / MATUS / RAMíREZ, abuso de la superioridad es la perpe- Jorge Mera
PG, 517 (la superioridad respecto de tración del delito, toda vez que el efec-
la víctima debe haber sido el factor to de dicho abuso es que la víctima no
determinante en la decisión de delin- pueda defenderse con probabilidades La confianza presupone un un trato íntimo o familiar (ETcHE-
quir). ETCHEBERRY, III, 37, anota que de repeler la ofensa. Por lo demás, la vínculo por el cual se deposita una BERRY, II, 30; CURY, 501; GARRIDO
el concepto de abuso es muy impre- alevosía (y la agravante examinada es fe especial en un tercero, la que con- I, 222). En opinión de CURY, 501,
ciso en este caso, y que en la práctica una modalidad de la misma) se la em- lleva un deber de lealtad (LABATuT, la confianza a la que se refiere la
será muy difícil distinguir entre un plea para "cometer el delito". I, 225; NOVOA, II, 59; ETCHEBE- Ley no importa permanencia, basta
"))
uso y un "b" a uso , preguntanínd ose RRY, II, 30; CURY, 501; GARRIDO, con que exista.
si el que, provocado por un sujeto La Ley no restringe la agravante I, 222). No es preciso que la con-
pequeño, lo golpea con los puños y a los delitos contra las personas. Sin fianza la otorgue la víctima, puede No es suficiente que exista el
lo lesiona seriamente, porque es muy embargo, pensamos que tratándose hacerlo un tercero vinculado a ella, vínculo de la confianza entre los
corpulento ha usado o abusado de sus en verdad de una modalidad de la como un familiar o un dependiente sujetos del delito, es preciso que se
fuerzas. En todo caso, al señalar que alevosía, debe hacerse la misma exi- (CURY, 501; GARRIDO, I, 222; KÜN- abuse de la misma, esto es, que el
la agravante no se justifica, porque, gencia, en aplicación de la analogía SEMÜLLER, Comentario, 201). Tam- autor se sirva, se prevalga de ella,
salvo en el caso que la superioridad in bonam partem. poco se requiere que dicho vínculo aprovechándola para la ejecución
se emplee para aumentar innecesa- obedezca a una relación de carácter del delito (WATUT, I, 225; NOVOA,
riamente los males o sufrimientos a Respecto de la comunicabili- jurídico, pudiendo originarse en II, 59; ETCHEBERRY, II, 30; CURY,
la víctima (ensañamiento), el abuso dad de esta agravante, las opiniones una circunstancia de hecho, como 502; GARRIDO, I, 222; KÜNSEMÜ-
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ART.12No8 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 8

LLER, Comentario, 201). De acuer- compatible con el hurto doméstico BERRY 11,29 s.; CURY, 503; POLITOFF cometer el delito" (LABATuT, 1, 226;
do con el texto de la Ley "cometer delArt. 447, el que estaría erigido so- / MATUS / RAMÍREZ, PG, 516). En NOVOA, 11, 60; GARRIDO, 1, 212;
el delito con abuso de confianza"), bre una consideración puramente ob- opinión de CURY, 503, el concepto POLITOFF / MATus / RAMÍREZ, PG,
el objetivo del abuso de confianza es jetiva, referida a la facilidad de acceso de funcionario público debe ser en- 516), por lo que quedan excluidos
la ejecución del delito, por lo que no (CURY, 501). La opinión dominante tendido en el sentido del Art, 260, de la agravante otros fines, como el
concurre la agravante si el agente se discrepa de este punto de vista, pues cuyo significado es más extenso de procurarse o asegurar la impuni-
vale de ella con otros fines, como el considera que el abuso de confianza que el otorgado por el Estatuto dad u obtener un mayor provecho
de asegurar la impunidad u obtener es inherente a todas las hipótesis del Administrativo. Para GARRIDO, 1, de la ejecución del hecho punible.
un agotamiento más beneficioso del hurto agravado, lo mismo que a la 211 s., el concepto es más amplio De otro parecer 'son ETcHEBERRY,
delito (CURY, 502; GARRIDO, 1, 222). apropiación indebida, por lo que no que el del Art. 260, debiendo in- 11, 30; CURY, 503; Y KÜNSEMÜLLER,
Como lo señala CURY, 502, aplicar la procede en estos casos la aplicación cluirse, a su juicio a personalidades Comentario, 202. A nuestro juicio,
agravante a actuaciones posteriores de la agravante de cometer el delito públicas, como un presidente de el abuso del carácter público debe
a la consumación importaría "hacer con abuso de confianza (WATUT, 1, un partido político o un dirigente tener como exclusivo objeto la co-
analogía en perjuicio del reo". 226; ETCHEBERRY, 11, 30, quien inclu- de una asociación de empresarios o misión del delito o su facilitamien-
ye, además, la violación de secretos; de asalariados, puesto que realizan to, de acuerdo con el sistema ge-
En opinión de CURY, 501, no GARRIDO, 1, 222; POLITOFF / MATus funciones de trascendencia e im- neral de las agravantes del Art. 12,
constituye confianza el solo hecho de / RAMÍREZ, PG, 516; NOVOA, 11, 60, portancia pública. Discrepamos de referidas a la concurrencia de de-
permitir al autor una aproximación considera que el abuso de confianza este parecer, que importa, a nuestro terminadas circunstancias asocia-
más fácil al objeto del ataque, como es inherente al hurto calificado). juicio, una analogía in malam par- das a la "ejecución o comisión del
ocurre cuando la víctima se ve obliga- temo Como lo señala CURY, 503, la hecho o del delito". El que el N° 8
da por las circunstancias a hacerlo, sin Atendido el carácter subjetivo Ley presupone que a quien ostenta no haya empleado esos términos,
que ello importe depositar esperanza de la agravante, ella no se comunica el carácter de funcionario público no autoriza, nos parece, a realizar
alguna de lealtad en el hechor. Por lo a los partícipes (CURY, 502; GARRI- se le ha dispensado, por el hecho la interpretación extensiva de la que
anterior, le parece razonable el crite- DO, 1, 222; KüNSEMÜLLER, Comen- de investirlo como tal, una forma discrepamos.
rio según el cual esta agravante sería tario, 200). de "confianza pública", lo que no
ocurre con los casos planteados por La prevalencia, como lo des-
GARRIDO. tacan WATUT, 1, 226; CURY, 503;
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: y GARRIDO, 1, 212, supone que el
[ ... ] "Prevalerse" significa aprove- agente ponga la función pública al
8 a . Prevalerse del carácter público que tenga el culpable. charse (LABATuT, 1, 226; NOVOA, servicio de sus fines particulares, pu-
11,60; GARRIDO, 1, 212; CURY, 503, diendo en ocasiones configurarse la
quien emplea, en el mismo sentido, atenuante del N° 10 del Art, 11, si
COMENTARIO las expresiones "abusar", "servirse", se ha abusado del cargo público por
Jorge Mera "valerse") del carácter público para celo de la justicia. Con todo, aun en
cometer el delito. La opinión domi- estas situaciones puede concurrir la
Tiene "carácter público", según quien es funcionario público (LABA- nante asume que el sujeto activo se agravante, desestimándose la ate-
el parecer ampliamente dominante, TUT, 1, 226; NOVOA, 11, 60; ETcHE- prevale de su carácter público "para nuación, si el delito cometido era
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ART. 12N° 9 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12N° 10

innecesario para el cumplimiento de 212; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, a los mismos (ETcHEBERRY, Il, 37; de al propio del delito. Por su parte,
las finalidades públicas (CURY, 503). PG,516). CURY, 534; GARRIDO, 1, 231; VAR- CURY, 533, quien considera que el
GAS, 176). En opinión de CURY, 533, dolo del sujeto debe extenderse a la
La agravante, como es obvio, no . El carácter "personal" de la la ignominia puede sufrirla la propia producción de la ignominia, consi-
se aplica, de acuerdo con el Art. 63, agravante determina su incomu- víctima o un tercero, como ocurre en dera que basta con el dolo eventual.
en los delitos en los que el sujeto ac- nicabilidad a los partícipes (CURY, el ejemplo citado en la literatura, del Discrepamos de este parecer, pues la
tivo es un funcionario público (No- 504; GARRIDO, 1, 212; KÜNSEMo,- marido que es obligado a presenciar agravante requiere a nuestro juicio de
VOA, Il, 60; CURY, 504; GARRIDO, 1, LLER, Comentario, 202). la violación de su cónyuge. dolo directo. Así lo indicaría el ante-
cedente histórico antes mencionado:
En lo que respecta al elemento la Comisión Redactora modificó el
subjetivo de la agravante, se requiere texto del modelo español, especifi-
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: que la voluntad del agente esté en- cando que la simple concurrencia de
[ ... ] caminada expresamente a producir las circunstancias que añadan la ig-
9 a . Emplear medios o hacer que concurran circunstancias que el oprobio de la víctima (NOVOA, n, nominia no es suficiente, requirién-
añadan la ignominia a los efectos propios del hecho. 61), lo que se deduciría del hecho dose que el agente las haga concurrir
que la Comisión Redactora modi- ("hacer que concurran, "reza
1 e texto
ficó, en su sesión 124, el precepto legal), lo que a nuestro juicio resulta
COMENTARIO español tomado como modelo, para incompatible con el dolo eventual.
dar más relieve a la necesidad de que
forgeMera la ignominia dependa de la voluntad Dado el carácter objetivo de la
del hechor. Del mismo parecer es ET- agravante, ella se comunica a los par-
La doctrina ha destacado la si- cipio de legalidad, creemos que no CHEBERRY, Il, 37 s.: se trata, dice, de tícipes, de acuerdo con las reglasgene-
militud de esta agravante con la con- cabe aplicar ambas agravantes con- un ánimo suplementario, que se afia- rales (CURY, 533; GARRIDO, 1, 231).
templada en el N° 4: mientras en juntamente, pues se fundan, en el
esta última se causan males innecesa- fondo, en un mismo hecho, como es
rios, de carácter material, en aquella el aumento innecesario de los males
se trata de agregar un mal, también propios del delito, sean éstos mate-
Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
innecesario para la ejecución del de- riales o morales. [ ...]
lito, de carácter moral. No obstante lOa. Cometer el delito con ocasión de incendio, naufragio, sedi-
esto, para CURY, 533, ambas agra- La ignominia es el escarnio, la ción, tumulto o conmoción popular u otra calamidad o desgracia.
vantes serían compatibles, porque se afrenta de la víctima, su deshonra o
materializan en formas de ejecución humillación (LABATUT, 1, 226; No- COMENTARIO
distintas y provocan lesiones suple- VOA, Il, 61; GARRIDO, 1, 230; CURY,

I
mentarias a bienes jurídicos diferen- 533). Para ETCHEBERRY, Il, 37, la ig- forgeMera
tes. Siendo esto efectivo, nos parece nominia es la "deshonra o vergüenza
que el asunto es dudoso, por lo que, pública". No se aplica en los delitos El autor actúa "con ocasión" de medio catastrófico para la comisión
apegándonos estrictamente al prin- contra el honor, por ser inherente la calamidad y no sirviéndose del del delito, como ocurre en la agra-
334 335
ART. 12 N° 10 C6DIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 11

vante del N° 3 (Novox, II, 61; ET- desgracias colectivas, puesto que la Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
CHEBERRY, II, 38; CURY, 534; GARRI- expresión "calamidad" tiene el sen- [ ... ]
00,1,232), por lo que no es posible tido de "desgracia general", y sólo 11 a. Ejecutarlo con auxilio de gente armada o de personas que
aplicar ambas agravantes en virtud en tales casos se evidencia la razón aseguren o proporcionen la impunidad.
de los mismos hechos (ETcHEBERRY, de ser de la agravante, que residiría,
II, 38). La enumeración de las si- tanto en la mayor facilidad para co-
tuaciones catastróficas que realiza el meter el delito, como en la mayor COMENTARIO
N° 10 es meramente ejemplar (No- repugnancia del comportamiento
VOA, II, 61; CURY, 534; GARRIDO 1, de quien se aprovecha de la desgra- Jorge Mera
232; KÜNSEMÜLLER, Comentario, cia pública para delinquir, en lugar
204), extendiéndose su aplicación de excitar su sentido de humanidad Elemento común a las dos hipó- rias personas o basta con que uno
a otros casos semejantes, como te- y solidaridad (del mismo parecer tesis de la agravante es el "auxilio de lo haga. ETCHEBERRY, II, 39 Y CURY,
rremoto, inundación, epidemia, KÜNSEMÜLLER, Comentario, 204). otro". Por "auxilio" debe entender- 536 se pronuncian, acertadamente,
etc. (Novox, II, 61). En opinión de Por su parte, GARRIDO, 1, 232, opi- se cualquiera clase de cooperación, por la primera alternativa, dados los
KÜNSEMÜLLER, Comentario, 204, la na que la agravante sólo se aplica en pero referida siempre a la ejecución términos de la Ley ("gente armada",
calamidad o desgracia puede prove- caso de acontecimientos de índole misma del delito (ETcHEBERRY, II,· personas ,en tanto que GARRIDO,
"personas")
nir de fenómenos naturales, de la ac- pública, en cuanto han de afectar 39; en el mismo sentido GARRIDO, 1, 1, 233, sostiene que estas últimas
ción de terceros o del propio agente, a una cantidad indeterminada de 233. En el caso de la segunda hipó- expresiones son "neutras" en cuan-
siempre que no hayan sido provoca- personas, siendo improcedente ex- tesis (auxilio de personas que asegu- to al número de personas a las que
dos como medios ejecutivos para el tenderla a desgracias privadas como ren o proporcionen la impunidad), se refiere, comprendiendo el auxi-
delito, porque en tal caso operaría la una enfermedad o una muerte. dada su naturaleza, no se discute que lio prestado por un solo individuo,
agravante del N° 3. se requiere de acuerdo previo entre pues, a su juicio, lo trascendente es
Como lo señalan POLITOFF el autor y los que prestan el auxi- que objetivamente se dé la situación
Se ha discutido el carácter de / MATus / RAMÍREZ, PG, 517, la lio (LABATUT, 1, 227; ETcHEBERRY, de auxilio y que cumpla con las mo-
la desgracia a que se refiere la ley. Ley N° 16.282, de 28 de julio de II, 39; CURY, 537). Respecto de la dalidades descritas por la norma le-
En opinión de CURY, 534 S., ésta 1965, sobre protección ante terre- primera hipótesis (auxilio de gente gal.
puede ser pública o privada, pues- motos y otras calamidades, hace armada) las opiniones se encuentran
to que en ambos casos concurriría aplicable esta agravante a los delitos divididas. GARRIDO,!, 234 e, implí- Objeto de debate ha sido la cali-
el incremento de reprochabilidad contra las personas o la propiedad citamente, CURY, 537, no lo exigen, ficación jurídica de los auxiliadores.
que justifica la agravación, reco- cometidos dentro del área de catás- en tanto que LABATuT, 1, 227 Y ET- ParaLABATuT, 1,227, son cómplices.
nociendo que la frontera entre trofe, que haya sido declarada en ta- CHEBERRY, II, 39, consideran que Novox, II, 62, considera que en el
ellas es en la práctica muy fluida, les eventos. el concierto previo es un elemento caso de los que apoyan la comisión
no siendo posible, muchas veces, común a ambas modalidades de la del delito, encontrándose presentes
determinarlas en las situaciones La agravante, de carácter ob- agravante. y con armas, se trata de coautores de
límite. ETcHEBERRY, II, 38, por el jetivo, se comunica a los partícipes acuerdo con el N° 3 del Art, 15, en
contrario, piensa, a nuestro jui- (CURY, 533; GARRIDO, 1, 232; KÜN- Se ha discutido también si el tanto que los que dan seguridades
cio con razón, que la Ley alude a SEMÜLLER, Comentario, 202). auxilio debe ser prestado por va- o procuran medios para obtener la
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ART. 12 N° 11 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 12

impunidad, no pueden ser califica- 1,234). En relación con el concepto 517, quienes consideran, por otra comunica a los partícipes, atendida
dos como encubridores si el auxilio de arma, ha de estarse a lo estableci- parte, que esta agravante es incom-su naturaleza objetiva (LABATUT, 1,
se prestó al momento de ejecutarse do en el Art, 132 (LABATUT, 1, 226; 227; CURY, 538, GARRIDO, 1, 234 Y
patible con la del N° 3 del Art. 456
el delito. ETCHEBERRY, II, 39 s., esti- NOVOA, II, 63; ETCHEBERRY, II, 39; KÜNSEMÜLLER, Comentario, 204 s.).
bis (ser dos o más los malhechores).
ma que los que prestan el auxilio en CURY, 536; GARRIDO, 1, 234). CURY, CURY, 537 s., estima que la incom- ETCHEBERRY, II, 40, piensa que debe
la ejecución del delito previo con- 537, y GARRIDO, 1, 234, consideran distinguirse entre los intervinientes:
patibilidad con la alevosía se da sólo
cierto, aunque se limiten a presen- que la agravante se aplica sólo en el con la primera de las alternativas uno será el cabecilla o jefe y los otros
ciar el hecho, son coautores. CURY, caso que las armas sean reales, no de la agravante examinada (auxilio los auxiliadores, afectando la agravan-
536, considera que los auxiliadores aparentes, caso en el cual concurri- de gente armada), no así con la se-te al primero y no a los segundos. De
pueden ser tanto autores (en el lato ría la agravante de la "astucia" (N9 5 gunda, pues en este último caso su similar parecer son POLITOFF / MATUS
sentido del Arr, 15), como cómpli- del Art. 12), siempre que se trate de fundamento se alejaría mucho de la / RAMÍREZ, PG, 517, para quienes la
ces e, incluso, en el caso de la segun- un delito contra las personas. ratio legis de la alevosía. agravante recae sólo en el autor del
da forma adoptada por la agravante, delito y no en los partícipes, aunque
como encubridores. La segunda hipótesis no requie- De acuerdo con el parecer que también sean sancionados como au-
re que los auxiliadores se encuentren parece mayoritario la agravante se tores, de acuerdo con el Art. 15.
De acuerdo con la opinión do- armados ni que consigan la impu-
minante, la agravante se aplica sólo al nidad (ETCHEBERRY, II, 39; CURY,
autor del delito, no a los que prestan 537; GARRIDO, 1, 234). Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
el auxilio, aunque también puedan
[ ... ]
ser sancionados como "coautores", En opinión de LABATUT, 1, 226,
I2 a . Ejecutarlo de noche o en despoblado.
de acuerdo con el Art. 15 (ETCHE- la agravante examinada sería incom-
BERRY, II, 40; GARRIDO, 1, 233; Po- patible con la premeditación, la ale- El Tribunal tomará o no en consideración esta circunstancia,
LITOFF / MATus / RAMÍREZ, PG, 517; vosía y el abuso de superioridad a según la naturaleza y accidentes del delito.
CURY, 526, quien considera, sin em- que se refiere el N° 6. ETCHEBERRY,
bargo, que si los auxiliadores reali- II, 38, piensa que la incompatibili- COMENTARIO
zan también actos de ejecución del dad se da con esta última agravante,
hecho punible, nada obsta a que los y en lo que respecta a la premedita-
Jorge Mera
alcance la agravación). Por su parte, ción y la alevosía, sólo en los casos de
LABATuT, 1, 227, sostiene que esta los delitos contra las personas, con- La Ley contempla dos circuns- que el delito debe ser "ejecutado"
agravante es aplicable a todos los servando su campo de aplicación en tancias agravantes diferentes y alter- durante la noche o en despoblado,
que concurren al hecho punible. los restantes delitos. También sería nativas, no pudiendo computarse por lo que no concurrirá la agravan-
incompatible, por tratarse de una ambas, en caso de concurrir conjun- te si sólo se han realizado actos pre-
En la primera hipótesis de la circunstancia inherente, con deter- tamente (NOVOA, II, 63; CURY, 539; paratorios o de agotamiento, o una
agravante no es necesario que los minados delitos de carácter colecti- y GARRIDO, 1, 235). pura fracción de la conducta típica.
auxiliadores usen las armas, basta vo, como la sedición y la rebelión. Por la misma razón, estimamos que
con que las porten (LABATuT, 1, 226; De este último parecer participan CURY, 538, observa, con acier- no procede aplicar la agravante, si
NOVOA, II, 63; GURY, 537; GARRIDO, POLITOFF / MATus / RAMÍREZ, PG, to, que la Ley dispone expresamente las circunstancias a que se refiere la
338 339


I;.
ART. 12 N° 13
CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA
ART. 12 N° 13

COMENTARIO
Ley sólo han favorecido la impuni- Subjetivamente, es preciso que
dad, pero no han sido determinan- el agente haya procurado o tenido el Jorge Mera
tes para la "ejecución" del delito. propósito de aprovecharse de las cir-
cunstancias mencionadas (de noche
Se trata de dos alternativas que por ejemplo, cuando'se comete un de-
Por "noche" se entiende la par- o en despoblado) para cometer el de- lito desobedeciendo a la autoridad que
tienen el mismo fundamento, por lo
te del día en que predomina la os- lito (NOVOA, II, 63, 64; CURY, 539; se encuentra presente. Por autoridad
que en caso de concurrir ambas no
curidad (NOVOA II, 63; CURY, 538; GARRIDO, 1, 236; POLITOFF / MATUS . pública se entiende a quienes desem-
pueden computarse conjuntamente
GARRIDO 1, 234). Sin embargo, el / RAMÍREZ, PG, 518). KüNSEMÜLLER, peñan funciones que llevan consigo
para agravar la responsabilidad pe-
concepto no puede precisarse de Comentario, 206, señala que nuestra poder de imperio sobre los ciudadanos
nal (NOVOA, II, 65; ETCHEBERRY, II,
acuerdo con un criterio puramente jurisprudencia exige que dichas cir- (NOVOA, II, 65). Se ha discutido si se
41; Y GARRIDO 1, 237).
cronológico o astronómico (ETCHE- cunstancias hayan sido buscadas con requiere que la autoridad se encuen-
BERRY, II, 40; CURY, 538; GARRIDO, 1, "designio intencionado" para asegurar tre desempeñando sus funciones al
La agravante es incompatible
235), sino que teniendo en cuenta el los resultados de la acción criminal. momento de cometerse el delito. En
con los delitos que, por su propia
fundamento de la agravante (mayor sentido afirmativo se pronuncia CURY,
La agravante examinada tiene la naturaleza, importan atentados con-
facilidad para cometer el delito, ma- 540, sosteniendo que en caso contra-
misma naturaleza de la alevosía y no tra la autoridad, como ocurre, por
yor indefensión de la víctima), por lo rio podría aplicarse la agravante del
es más que una forma especificada de ejemplo, con las figuras de desacato
que, como lo observa CURY, 538, no ella (ETCHEBERRY, II, 40; CURY, 539; N° 18, en tanto que GARRIDO,!, 237,
(UBATUT,1, 227; NOVOA, II, 65; ET-
debe darse lugar a la agravante si el KÜNSEMÜLLER, Comentario, 206), por YKüNSEMüLLER, Comentario, 208, no
CHEBERRY, II, 40; CURY, 539; POLI-
delito se ha cometido de noche pero lo que, en nuestra opinión, resulta in- lo estiman necesario. Como ejemplo
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 518).
en un lugar iluminado, lo que se de- compatible con esta última. Tampoco de ejecutar el delito en desprecio o con
duce del propio inciso 2° del N° 12: puede aplicarse,'como lo anota ETCHE- ofensa de la autoridad pública se ha
En lo que concierne a la primera
en tal caso, en efecto, los "accidentes" BERRY, II, 40, cuando ellasea inherente mencionado el caso del que injuria al
hipótesis, como observa GARRIDO, 1,
del delito (lugar iluminado) hacen a la comisión del delito, como sucede testigo en presencia del juez (GARRIDO,
236, se requiere que el hecho, por sus
inaplicable la agravante. en el abandono de niños en lugar so- 1,236). No nos parece que se configu-
propias características, constituya un
litario (Art. 351) o en el incendio de desprecio u ofensa para la autoridad re en tal evento la agravante examina-
"Despoblado" es el lugar solita- edificio fuera de poblado (Art. 477). da: el desprecio y la ofensa son para el
pública, aunque el acto no se dirija es-
rio, desamparado, donde no se en- testigo, no para el juez
pecíficamente en su contra. En un sen-
cuentran personas en el momento del Atendido el carácter objetivo de
tido similar, CURY, 539 s., precisa que
hecho ni se espera su llegada (NOVOA, la agravante, ella se comunica a los Respecto de la segunda hipó-
el desprecio o la ofensa no implican
II, 63, CURY, 538; GARRIDO, 1, 235). partícipes (CURY, 539). tesis, anota ETCHEBERRY que la Co-
que a la realización del hecho punible
"se agregue" otro hecho atentatorio en misión Redactora acordó trasladarla
contra de la dignidad de la autoridad, a este número (figuraba separada en
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: sino que es la ejecución misma de la el Código Español), por considerar
que se trata en el fondo de la misma
[ ... ] conducta la que revela el desprecio u
ofensa a dicha autoridad, lo que po- agravante, de donde se sigue, a su jui-
13 a • Ejecutarlo en desprecio o con ofensa de la autoridad pú-
dría ocurrir, según ETCHEBERRY, II, 40, cio, que no bastaría el mero hecho de
blica o en el lugar en que se halle ejerciendo sus funciones.
341
340
ART.12N° 14 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 15
(

cometer el delito en el lugar en que a la autoridad, ETCHEBERRY, JI, 40 s. , De acuerdo con la opinión do- se cumple una condena), la agravan-
la autoridad se halla ejerciendo sus CURY, 539 s., y GARRIDO, 1, 237, con- minante, la segunda hipótesis (co- te sólo se configura en los supues-
funciones, si ello no revelara un me- sideran, a pesar de que los dos prime- meter el delito después de haberse tos de los incisos primero y final del
nosprecio de la persona constituida ros aluden respectivamente al "ánimo" quebrantado la condena anterior) Art. 91 (que se limitan a establecer
en autoridad o del cargo mismo (ET- y al "propósito", que basta con que el no puede recibir aplicación, pues el orden en que deben cumplirse las
CHEBERRY, JI, 41; del mismo parecer hechor conozca la calidad de tal de la ello importaría una violación del condenas correspondientes), y no
son CURY, 540, y GARRIDO, 1, 237). autoridad y, además, quiera ejecutar la non bis in idem, toda vez que el que- en los casos de los incisos segundo
El "lugar" a que se refiere la Leyes conducta típica, no obstante esas cir-' brantamiento de la condena consti- y tercero, que fijan una sola pena
tanto el destinado normalmente al cunstancias. Respecto de la primera tuye un delito por sí mismo, sancio- que cubre la responsabilidad penal
ejercicio de las funciones de la au- hipótesis de la agravante, NOVOA, JI, nado en el Art, 90 (ETcHEBERRY, JI, proveniente de ambos delitos, por lo
toridad como aquél en que ocasio- 65, sostiene que se exige que la comi- 31; CURY, 508 s.; GARRIDO, 1, 215; que la consideración de la agravante
nalmente las realiza (NOVOA, JI, 65; sión del delito tenga lugar con explícita KÜNSEMÜLLER, Comentario, 209 s.; del N° 14 infringiría el Art. 63 (LA-
CURY, 540; GARRIDO, 1, 237). ofensa o desprecio de la autoridad pú- en contra Novox, JI, 80, para quien BATUT, 1, 236; Novox, JI, 80, 81;
blica, en tanto que la segunda se satis- el Art. 90 no establece verdaderas CURY, 509; GARRIDO, 1, 215). Véase
Respecto del elemento subjetivo face con que el delito se perpetre en el penas, sino que medidas legales para Comentario al Art. 90.
de la agravante, se observan distintas lugar en que la autoridad se encuentra impedir nuevos quebrantamientos o
posiciones en nuestra doctrina. Mien- actualmente ejerciendo sus funciones. poner fin al cometido, que muchas Atendido el texto de la ley, la
tras POLITOFF / MArus / RAMÍREZ, PG, veces se reducen a la sustitución de agravante sólo será aplicable a los
518 sostienen que su aplicación de- Dado el carácter objetivo de la una pena por otra de más fácil vigi- condenados a una pena temporal
pende de que el delito se haya cometi- agravante, ella se comunica a los par- lancia). (privativas y restrictivas de libertad y
do en forma "deliberada" para ofender tícipes (CURY, 540; GARRIDO, 1, 237). privativas de derechos), excluyéndo-
En lo que se refiere a la primera se las penas pecuniarias (NOVOA, JI,
hipótesis (cometer el delito mientras 79 s.; CURY, 509; GARRIDO, 1, 216).

Artículo 12. Son circunstancias agravantes:


[ ...]
I4 a . Cometer el delito mientras cumple una condena o des- Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
pués de haberla quebrantado y dentro del plazo en que puede ser [ ...]
castigado por el quebrantamiento. ISa. Haber sido condenado el culpable anteriormente por de-
litos a que la Ley señale igual o mayor pena.
COMENTARIO
COMENTARIO
Jorge Mera
Jorge Mera
Esta agravante, conocida como ducida por la Comisión Redactora
"reincidencia impropia", no figura- a indicación del comisionado Fa- Este número fue modificado Ley N° 20.253, de 14 de marzo de
ba en el Código español; fue intro- bres (sesión 138). por el Art. 1°, N° 2, letra a) de la 2008, que sustituyó la expresión
342 343
r
I
1

1 ART. 12N° 15 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 15


"

"castigado", que se empleaba en el Art. 92, N° 2 (UBATUT, 1, 236; tales para los efectos de la reinciden- con el derecho penal de acto y con-
texto original, por la de "condena- NOVOA, II, 82; ETCHEBERRY, II, 31; cia, sea que uno de ellos haya moti- travenir, además, el principio del
do." KÜNSEMÜLLER, Comentario, 212). vado la condena anterior, sea que de non bisin idem (un cuestionamiento
esa clase sea el nuevo delito come- de la reincidencia como agravante
Antes de la modificación referi- se encuentra en CURY, 506 y ss., y
Los delitos precedentes deben tido. Por su parte, UBATUT, 1, 230,
da había acuerdo en la doctrina en MERA,141 s.).
tener señalada por la Ley igual o observa que la tendencia, inspirada
que para la aplicación de esta agra-
mayor pena que la asignada al nue-. en el concepto de peligrosidad, sería
vante (conocida como reincidencia En lo que respecta a las faltas,
va delito, por lo que la doctrina sos- la de excluir de la reincidencia a los
propia genérica) era necesario que se tiene que hay que estarse a la pena coincidimos con ETCHEBERRY, II,
delitos políticos y militares.
hubieren cumplido las penas anterio- abstracta establecida en la Ley y noa 32, quien acota que la Comisión
res, en atención al texto expreso del la efectivamente impuesta (UBATUT, Redactora (en atención a los ante-
Siendo efectivo que la Ley no
Art. 92, inciso primero, ya la expre- 1,236; NOVOA, II, 82; ETCHEBERRY, cedentes históricos citados por este
hace a este respecto distinciones ex-
sión castigado que usaba el propio II, 31; GARRIDO, 1, 216; CURY, 510; presas, nos parece, atendida por una autor), sólo entendió referirse a la
precepto. Actualmente basta con las POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, parte la naturaleza y fundamentos reincidencia en crímenes o simples
condenas, salvo, por supuesto, que 520; KÜNSEMÜLLER, Comentario, de la agravante de reincidencia, y delitos, y no en faltas, a lo que debe
el condenado haya sido amnistiado, 212). por la otra la índole de cierto tipo agregarse que, de incluirse las faltas
pues la amnistía extingue por com- de hechos delictivos, que la expre- en la reincidencia, ellas no prescribi-
pleto la pena y todos sus efectos. Por Objeto de debate ha sido en sión "delitos", en el contexto de la rían nunca, toda vez que el Art. 104
otra parte, los delitos por los cuales nuestra doctrina lo que debe enten- disposición, excluye a las faltas y sólo se refiere a la prescripción de los
el sujeto fue condenado anterior- derse por "delitos" para los efectos los delitos culposos, como también crímenes y simples delitos, conclu-
mente tienen que ser de una especie de la aplicación de la agravante de a los delitos militares y políticos, sión a todas luces inaceptable. Ade-
distinta a la del que ha originado la reincidencia. NOVOA observa que pues en estas infracciones, dada su más, como lo señala ETCHEBERRY,
el nuevo proceso, lo que se deduce la Ley no contiene ninguna exigen- escasa gravedad en el caso de las fal- el Decreto Ley N° 645, de 1925,
del N° 2 0 del Art. 92 (CURY, 510; cia respecto de la especie o índole tas y los cuasidelitos, o su especifi- que creó el Registro Nacional de
NOVOA, II, 82; ETCHEBERRY, II, 31). de los delitos anteriores, fuera de la cidad o motivaciones en el caso de Condenas, establece que él servirá
Al concepto de delitos de la misma de tener señalada por la Ley igual o los delitos militares y políticos, no "para comprobar la reincidencia"
especie nos referiremos al tratar de mayor pena que la prevista para el se divisa la peligrosidad o desprecio (Art. 2 0 ) , en tanto que su Art. 3 0
la reincidencia específica. nuevo delito, por lo que toda clase hacia el derecho de parte del autor , ordena inscribir todas las condenas
de hechos punibles quedaría suje- como tampoco el fracaso disuasivo "por crímenes y simples delitos",
Existe también acuerdo en que ta, en principio, a las normas sobre de la condena (fundamento actual- y no por las "faltas" (ETCHEBERRY,
la agravante se aplica sólo en el caso la reincidencia, incluidas las faltas, mente irrelevante, puesto que no se II, 33). Con todo, NOVOA, II, 106,
de una pluralidad de delitos ante- los delitos culposos, los políticos exige el cumplimiento de la pena), considera que las faltas pueden de-
riores (dos o más), a diferencia de y los militares (NOVOA, II, 82, 83, que han sido las razones que tradi- terminar la aplicación de una agra-
lo que ocurre en la agravante del 90, 104; del mismo parecer CURY, cionalmente se han esgrimido para vante de reincidencia sea que el de-
N° 16 (reincidencia específica), lo 514). Como lo advierte NOVOA, 90, justificar una agravante que es criti- lito o delitos ya sancionados hayan
que se infiere tanto del empleo del la tendencia general es no conside- cada hoy en día por la mayoría de la constituido falta, sea que constituya
plural (delitos), como del texto del rar los delitos políticos propiamente doctrina por resultar incompatible falta el nuevo delito cometido, sea
344 345
-n

ART. 12N° 15 CÓDIGO PENAL COMENTADO


"'f
I
I
]ORGEMERA ART. 12N° 16
I

que unos y otros formen entre las tes no son aplicables a los cuasideli- reincidencia, salvo los casos en que contra la Salud Pública), se tendrán
faltas. KÜNSEMÜLLER, Comentario, tos y a que la voz "delito" se emplea se opusiere la legislación local (que en cuenta las sentencias firmes dic-
212, incluye, dentro de la expresión en el Art. 2°, en sentido restrictivo, no es nuestro caso). En relación con tadas en un Estado extranjero, salvo
"delitos" que usa la ley, los crímenes, como opuesta a los cuasidelitos, por esta materia, debe tenerse presente en cuanto hubieren sido pronuncia-
simples delitos y faltas. Del mismo lo que la condena por estos últimos la Ley N° 17.155, de 11 de junio das en violación de la jurisdicción
parecer, CURY, 514. no sería suficiente para dar origen de 1969, según la cual (Art. 8°, de los tribunales nacionales.
a la reincidencia. GARRIDO, I, 221, . inc. 1o), para la determinación de
En lo que respecta a los delitos estima que no procede esta agravan- si existe reincidencia (o habituali- La agravante examinada es una
culposos, LABATUT, I, 234, Y No- te respecto de los delitos culposos, dad criminal) respecto de los delitos causa de agravación personal, inco-
VOA, Il, 90, señalan que la tenden- pues el fundamento que se tuvo contemplados en el Párrafo 14 del municable (KÜNSEMÜLLER, Comen-
cia general sería admitir la agravante para incorporar la reincidencia entre Título VI del Libro Il del Código tario, 212; CURY, 514; GARRIDO, I,
cuando la relación se produce entre las agravantes fue el de que demos- Penal (Crímenes y Simples delitos 221).
dos o más cuasidelitos, porque el traría una mayor malignidad del su-
reincidente en estos casos revela con jeto activo, lo que no sucede en los
su conducta imprudente un pro- cuasidelitos.
fundo desprecio hacia las normas Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
de convivencia social, conclusión Otra cuestión debatida, como [...]
que parece sorprendente, atendida observa LABATUT, I, 233, es la de 16 a . Haber sido condenado el culpable anteriormente por de-
la naturaleza de la culpa, incom- si procede declarar la reincidencia lito de la misma especie.
patible, como se dijo con los, por en caso de fallos emanados de tri-
lo demás discutibles, fundamentos bunales extranjeros o si únicamen-
de la agravante de la reincidencia. te deben considerarse las sentencias COMENTARIO
CURY, 513 s., que de lege ferenda es- pronunciadas por los tribunales na-
Jorge Mera
tima deseable excluir la reincidencia cionales. Este autor, lo mismo que
del catálogo de las agravantes, tanto Novox, n, 89, 90, y CURY, 513, se
para los delitos dolosos como para pronuncian en el sentido de que sí La reincidencia específica del "(s)er reincidente en delito de la
los culposos, considera, sin embar- deben considerarse las sentencias N° 16 se considera más grave que misma especie", y la doctrina estaba
go, que de acuerdo con la Ley vi- pronunciadas en el extranjero, aten- la genérica, porque basta haber sido conteste en que se requería del cum-
gente, es imposible sustraer el delito dido lo dispuesto en el Art. 310 del condenado anteriormente el culpa- plimiento de la condena por el de-
culposo a la eficacia agravatoria de Código de Derecho Internacional ble por un solo delito de la misma lito anterior (Novox, Il, 83; CURY,
la reincidencia. ETCHEBERRY, Il, 34, Privado (Código de Bustamante), especie, independientemente de la 511; GARRIDO, I, 218; KÜNSEMÜ-
fundamenta su opinión contraria de acuerdo con el cual debe ser te- distinta gravedad de ambas infrac- LLER, Comentario, 214).
a la procedencia de la reincidencia nida en cuenta la sentencia dictada ciones. Al igual que la circunstancia
tratándose de delitos culposos, aten- en un Estado extranjero contratan- 15 a , la 16 a también fue modificada Ha suscitado debate en la doc-
diendo a que en estos casos no hay te (como es el caso de nuestro país) por el Art. 1°, N° 2, letra b) de la trina nacional lo que debe enten-
una actitud de desprecio ni rebeldía para la determinación de los concep- Ley N° 20.253, de 14 de marzo de derse por "delito de la misma es-
hacia la ley, a que las demás agravan- tos legales de la reiteración y de la 2008. El texto original se refería a pecie", debiendo tenerse presente
346 347
T
,

ART. 12 N° 16 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 16

que se desestimaba la aplicación del


Art. 509 del antiguo Código de Pro-
bien jurídico comprometido por
las diversas infracciones y al móvil
I según CURY, 512, de los delitos co-
nectados de manera que la lesión de
de protección constituye un medio
de comisión sustancialmente distin-
cedimiento Penal, de acuerdo con el que generó su perpetración. ETCHE- uno de ellos supone necesariamente to del contemplado en el hurto (en
cual, para los efectos de la penali- BERRY, I1, 32, discrepa en cuanto a la del otro (parecer al que adhieren verdad, en éste no se tipifica ningún
dad de la reiteración de crímenes y considerar el móvil como un fac- GARRIDO, 1, 220; Y KÜNSEMÜLLER, medio en particular, pues la clan-
simples delitos de la misma especie, tor que incida en la calificación de Comentario, 216), por lo que el ho- destinidad puede faltar en muchos
debía entenderse por tales los que "delito de la misma especie", adhi-. micidio es de la misma especie que casos). En todo caso, el robo con
estuvieran contemplados en un mis- riendo a la opinión de CURY, 512, las lesiones corporales y la violación fuerza en las cosas en lugar habita-
mo título de la Ley penal (Código para quien la identidad de móviles de la misma especie que los abusos do no sería de la misma especie que
Penal o leyes especiales), por tratarse del autor significaría forzar excesiva- sexuales. Conforme a estos criterios, el hurto, pues en aquél se atenta no
de una regla específica aplicable sólo mente el sentido de la norma. la estafa y el robo con violencia o in- sólo en contra de la propiedad, sino
a la mencionada hipótesis de reitera- timidación (ejemplo de CURY) no se- que también de la inviolabilidad del
ción. A este respecto, existen dos cri- En opinión de la doctrina, que rían delitos de la misma especie, no hogar, e incluso, podría sostenerse,
terios, según se exija identidad abso- compartimos, son dos los elementos obstante atentar ambos en contra de tras la nueva pena establecida en la
luta (cometer el mismo delito, que que deben tenerse en cuenta para la un mismo bien jurídico, como es la Ley N° 19.449, de 8 de marzo de
habría sido el parecer de PACHECO determinación de si se trata de deli- propiedad, como tampoco lo serían 1996, en contra (potencialmente)
y FUENSALIDA) o identidad relativa. tos de la misma especie: en primer el hurto y la estafa (ejemplo de GA- de la vida e integridad corporal. En
Nuestra doctrina sigue el segundo lugar, el objeto jurídico de protec- RRIDO), por tratarse de distintas mo- el parecer de POLITOFF / MATUS /
criterio (Novox, I1, 84; CURY, 511, ción o bien jurídico y, en segundo dalidades de comisión (CURY, 512; RAMíREZ, PG, 521, lo único cierto
quien considera que la identifica- término, la forma que adopta el ata- GARRIDO, 1, 219; ETCHEBERRY, I1, en esta materia es que al menos sería
ción de "delito de la misma especie" que, es decir, los medios de comisión 32). En cambio (ejemplo de KÜNSE- de la misma especie "la caída en el
con "el mismo delito", significaría (ETcHEBERRY, I1, 32 con nota al pie MÜLLER) serían delitos de la misma mismo delito", por lo que habremos
confundir la identidad de especie N° 2, CURY, 512, GARRIDO, 1, 219 especie el hurto y el robo con fuerza de esperar una mayor decantación
con la de la tipicidad, lo que forma- Y KüNSEMÜLLER, Comentario, 215 en las cosas, por cuanto ambos tie- judicial y doctrinal para el resto de
liza exageradamente el requisito y, s.; adhiere con matices a estos cri- nen como objeto jurídico de protec- los casos.
además, no encuentra apoyo en el terios Novox, I1, 84, 85, agregando ción la propiedad y los medios típi-
texto de la ley), debiendo establecer- un tercer factor que podría determi- cos de ataque, si bien no son iguales, También han suscitado discu-
se la identidad relativa de acuerdo a nar la semejanza, como es "el áni- poseerían semejanza (en el hurto, el sión los denominados delitos "plu-
la semejanza o caracteres comunes mo perseguido por el delincuente", apoderamiento subrepticio; en el risubsistentes", esto es, aquéllos cu-
esenciales entre las correspondientes en referencia, al parecer, al móvil al robo, el apoderamiento se lleva a yos tipos legales están destinados a
infracciones, variando las opiniones que se refería LABATUT). Respecto cabo mediante la fuerza). Nos pare- .proteger dos o más bienes jurídicos,
en atención a los distintos factores de lo primero, la doctrina considera ce discutible esta conclusión, si uno como sería el caso de la malversación
que deben considerarse para deter- que son delitos de la misma especie de los criterios para decidir sobre la de caudales públicos mediante sus-
minar dicha similitud. aquéllos en los que siendo diferen- "semejanza esencial" o "naturaleza" tracción (donde se protege la propie-
tes los bienes jurídicos protegidos, de las infracciones es el medio de dad fiscal y la probidad): ¿el hurto
LABATUT, 1, 23, considera que se hallan en una situación especial ataque o comisión, pues la fuerza en y la apropiación indebida, son de la
debe atenderse a la naturaleza del de relación o vínculo, como el caso, las cosas empleada sobre los medios misma especie que dicha malversa-
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ART. 12 N° 16 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART. 12 N° 17

ción? Así lo sostienen CURY, 512; duda destacado en el mismo y que Otro problema que se ha plan- tratarse justamente de una norma es-
GARRIDO, r, 219; Y KüNSEMÜLLER, es absorbido por la malversación. teado respecto de la reincidencia es pecial (del mismo parecer, CURY, 511,
Comentario, 216 s., considerando Sin embargo, el hecho de ser la re- si puede un mismo delito dar origen quien sostiene que la reincidencia es-
estos dos últimos que cabe afirmar la ferida malversación un delito espe- a dos agravantes si se cumplen los re- pecífica desplaza a la genérica aún si
identidad de especie en el caso que cial impropio en el que el contenido quisitos de ambas. Así, por ejemplo, están basadas en hechos distintos).
el desvalor de un delito concurren- del injusto está determinado por la el caso de una persona que ha sido Por la misma razón (norma especial),
te queda claramente absorbido por posición que el sujeto activo (un condenada anteriormente por lesio- si se comete el nuevo delito mientras
el del plurisubsistente, siempre que funcionario público) ostenta en re- nes graves del N° 1° del Art, 397 y se cumple una condena (reincidencia
la modalidad de agresión al bien ju- lación con el otro bien jurídico pro- por hurto, es condenada nuevamente impropia), sólo cabría la aplicación de
rídico sea análoga. En opinión de tegido por la figura (probidad), de -s por hurto, encuadraría en las hipóte- la agravante del N° 14, Y no además la
CURY, 512, es prácticamente impo- termina, en nuestra opinión, que no sis de la reincidencia genérica (haber de los Nos. 15 y 16 del mismo artícu-
sible ofrecer una regla firme para pueda afirmarse la existencia de una sido condenada anteriormente el cul- lo, aunque concurrieran los supuestos
tales casos, por lo que el intérprete semejanza sustancial con el hurto y pable por delitos a que la Ley asigna previstos en estos últimos (WATUT,
deberá resolver cada uno de ellos la apropiación indebida, y menos igual o mayor pena) y de la específi- l, 237). Con todo, aunque este autor
teniendo en consideración la impor- aún que sean de la misma naturale- ca (haber sido condenado el culpable afirma que en principio habría que
tancia relativa que la Ley atribuye za, puesto que el autor de los men- anteriormente por delito de la mis- pronunciarse por la respuesta negativa
a los distintos bienes jurídicamente cionados delitos comunes en contra ma especie). Novox, II, 87 sostiene, (un mismo delito no puede dar lugar a
protegidos en la fundamentación del de la propiedad no infringe ningún con razón, que un mismo hecho no dos agravantes por causa de reinciden-
tipo respectivo; sólo podrá afirmar- deber especial cuando se apropia de puede dar lugar a la aplicación sino cia), agrega a continuación que puede
se la reincidencia específica cuando las cosas, siendo dicha infracción la de una sola agravante. Coincidimos suceder que el que delinque durante
el que constituye el objeto jurídico razón determinante de la construc- con este parecer, pues de lo contrario el cumplimiento de una condena o
de otro u otros delitos concurrentes ción de una figura como la de mal- se violaría el principio del non bis ín después de haberla quebrantado, haya
aparezca muy destacado en el pluri- versación de caudales públicos. ídem, que prohíbe precisamente que cumplido anteriormente otras conde-
subsistente, yel modo de ataque sea, un mismo hecho se tome en cuenta nas que permitan incluirlo en alguno
además, esencialmente semejante. Hay consenso en la doctrina dos veces para agravar la responsabi- de los dos primeros casos del Art. 92,
que resulta irrelevante para la de- lidad penal. En el caso del ejemplo evento en el cual habría incurrido en la
A nuestro juicio, y discrepando cisión de si se trata de delitos de la propuesto, en que concurren los re- circunstancia del N° 14 Y en la corres-
del parecer de los autores citados, el misma especie el grado de desarro- quisitos de ambas clases de reinciden- pondiente de los Nos. 15 y 16, según
hurto y la apropiación indebida no llo del hecho punible o la forma de cia propia, la genérica y la específica, se trate de infracciones de la misma o
son delitos de la misma especie que su intervención en el mismo, por deberá aplicarse sólo esta última, por distinta especie.
la malversación de causales públicos lo que son de la misma especie un
mediante sustracción, no obstante homicidio tentado que uno con-
que los medios de comisión sean sumado, una complicidad que una
análogos y que se proteja en ambas autoría en un robo, etc. (LABATUT, Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
infracciones la propiedad, y ésta sea, l, 231; Novox, II, 86; CURY, 513; [ ... ]
en el sentido de este último tipo le- KÜNSEMÜLLER, Comentario, 217; 17 a . Cometer el delito en lugar destinado al ejercicio de un
gal, un bien jurídico que aparece sin GARRIDO, r. 220). culto permitido en la República.
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ART. 12 N° 17 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. l2N° 18

COMENTARIO y siempre que ello no constituya al- La agravante es objetiva, por


guno de los delitos contemplados en lo que se comunica a los partícipes
forgeMera
los artículos 138 a 140. (CURY, 531; GARRIDO, 1, 238).

De acuerdo con la opinión do- dentro del alcance de esta agravan-


minante, el "lugar" al que se refiere te (en el mismo sentido, GARRIDO,
la Ley debe entenderse en sentido 1,238). Artículo 12. Son circunstancias agravantes:
amplio, siempre que se encuentre [...]
destinado al ejercicio de un culto "Culto permitido en la Re- °
I8 a . Ejecutar el hecho con ofensa desprecio del respeto que
permitido. En consecuencia, se in- pública", de acuerdo con la Cons- por la dignidad, autoridad, edad o sexo mereciere el ofendido, o en
cluyen no sólo los templos abier- titución, es todo aquel que no se su morada, cuando él no haya provocado el suceso.
tos al público, sino que también oponga a la moral, a las buenas
recintos privados, como capillas costumbres o al orden público (LA-
u oratorios (NOVOA, 1, 66; CURY, BATUT, 1, 228; ETcHEBERRY, 11, 41; COMENTARIO
540; GARRIDO, 1, 238). Sobre este CURY, 541). En cuanto al concepto
particular, LABATUT, 1, 228, plan- mismo de "culto", se sostiene que forgeMera
tea un concepto aún más amplio: éste requiere de una manifestación
cualquier sitio o lugar en el que, en de amor o adoración, o por lo me- Se contemplan aquí dos alter- fuerza en las cosas en lugar habita-
forma permanente o accidental, se nos de respeto (GARRIDO, 1, 238; nativas, que en caso de concurrir do (ETcHEBERRY, 11, 42). Este autor
desarrollen ceremonias religiosas CURY, 541), por lo que los actos simultáneamente dan origen a una señala que la agravante no se aplica
de un culto que no contravenga la de espiritismo y otros semejantes sola agravante (NOVOA, 11, 66; CURY, a la mujer, en caso de ser ésta la víc-
prohibición constitucional. Tal po- no serían un "culto" (CURY, 541; 534; GARRIDO, 1, 239). tima de la violación. Concordamos
dría ser, por ejemplo, el caso de ca- GARRIDO, 1, 238; también ETcHE- con este parecer, pero no por ser (el
lles, plazas y otros lugares públicos BERRY, 11, 41 duda de su calidad de Ejecutar el hecho con ofensa o sexo) una circunstancia inherente a
en los que se celebran ceremonias "cu 1to "). desprecio del respeto quepor la digni- la violación (actualmente no lo es);
religiosas. Sin embargo, como ob- dad, autoridad, edad o sexo mereciere sino porque el sexo del ofendido es
serva CURY, 540 s., dichos lugares Se ha discutido si es preciso el ofendido irrelevante en dicho delito.
deben entenderse excluidos de la que el delito importe una ofensa al
agravante, porque no se encuen- culto en cuestión o si basta con que Como lo señala ETCHEBERRY, Aunque el punto, en general,
tran "destinados" específicamente se cometa en un lugar destinado a esta agravante no recibe aplicación no ha sido destacado por nuestra
al ejercicio de ningún culto. ET- su ejercicio. De este último parecer cuando ella es inherente al delito: doctrina, quizás por parecer obvio,
CHEBERRY, 11, 41, estima "dudoso" son (GARRIDO, 1, 238; YCURY, 540). autoridad, en el desacato; dignidad, el elemento básico de la agravante
que tratándose de cultos que no En cambio, POLITOFF / MATus / RA- en el atentado en contra de un mi- es la falta al respeto que merece el
tienen templos especiales, sus sim- MÍREZ, PG, 518 s., sostienen que la nistro del culto; anciano o niño, en ofendido, por lo que la agravante
ples sitios ocasionales de asamblea agravante sólo procede si el lugar se el abandono de niños y personas des- no concurrirá, aun cuando el sujeto
pudieran ser considerados "lugares escoge con la intención de ofender validas; morada del ofendido, en la pasivo tenga alguna de las calidades
destinados al ejercicio de un culto" el ejercicio del culto de que se trate, violación de domicilio y el robo con previstas en la ley, si no concurre
352 353
--..,.

ART. 12 N° 18 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 18

aquélla (Novox, Il, 66; GARRIDO, 1, puede ser considerada una ofensa o las cualidades relevantes que se les difícil de conciliar, como lo señalan
239). Es preciso, pues, que el delito un desprecio del respeto que se me- atribuyen o a los cargos o funciones POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ, PG,
se ejecute en circunstancias tales que rece el ofendido; la extrema inhu- que desempeña o ha desempeña- 519, con la garantía constitucional
constituyan una ofensa o desprecio manidad que la fundamenta la hace do, la que la hace acreedora a una de la igualdad ante la ley. No hay
del respeto que merece la víctima, aplicable a toda clase de víctimas, particular consideración por parte personas más "dignas" que otras. No
en atención las calidades a que se siendo irrelevante las calidades éstas de la comunidad (NOVOA, Il, 67; existe un deber de respeto especial
refiere la ley. puedan presentar. GARRIDO, 1, 239; CURY, 541, quien por parte de todos los ciudadanos
enfatiza que la dignidad no depen- hacia las personas que tienen un
No es necesario, como con ra- Subjetivamente, en opinión de . de en ningún caso de considera- reconocimiento público de excelen-
zón lo acota CURY, 541, que se sume CURY, 541; Y GARRIDO, 1, 239, bas- ciones atingentes a la "clase social" cia, virtud o superioridad. De ahí
al delito ejecutado un ataque espe- ta con el dolo común a todo delito del ofendido). Un concepto distin- que discrepemos de quienes piensan
cial al honor, dignidad o calidad de (conocimiento o representación de to es el sugerido por ETCHEBERRY, que la dignidad del ofendido ha de
la víctima. Pero sí se requiere, por- que el hecho importa la ofensa o el Il, 41 s., para quien la "dignidad" apreciarse en comparación con la
que de lo contrario la agravante se desprecio a que alude la ley, y vo- a veces se identificará con la auto- del ofensor (LABATuT, 1, 228; CURY,
configuraría por la sola razón de luntad de realizarlo), aunque no sea ridad y en otros tendrá un sentido 541 s.). Ambos son igualmente dig-
tener la víctima las calidades men- ése el objetivo del sujeto. Nos parece diferente, como el caso de los dig- nos y no tiene el ofensor un deber
cionadas por la ley, lo que nadie ha que la figura, por su propia natura- natarios eclesiásticos o ministros de de respeto especial por el ofendido,
pretendido y no tendría sentido al- leza, no es compatible con el dolo un culto, embajadores de naciones en atención a que éste sea una per-
guno, que el hecho se ejecute, como eventual, siendo necesario el dolo extranjeras, los profesores para con sona con tales merecimientos, que
dijimos, en circunstancias tales que directo. El desvalor de acto, que es sus alumnos, los jefes para con sus goza de la consideración general.
representen la ofensa o el desprecio menor en el caso del dolo eventual, subordinados.
del respeto que merecen los ofendi- no parece ser motivo de especial Cosa distinta (ajena a la cues-
dos. Evidentemente, si al delito se reprobación si, como lo señala el Creemos que la "dignidad" a tión examinada) es que, en el ámbi-
agrega un ataque especial al honor, mismo CURY, el fundamento de la que se refiere la agravante debe te- to público o privado, exista el deber
dignidad o calidad de la víctima, agravación radicaría en la antijuridi- ner el sentido de un reconocimiento de respeto hacia otras, fundado en
ello por sí mismo hará procedente cidad incrementada por la lesión a "colectivo" a quien ostenta esta cali- vínculos de diversa naturaleza que
la agravante. POLITOFF I Mxrus/ RA- los deberes de respeto que originan dad (lo mismo que la "autoridad", nada tienen que ver. con la "digni-
MÍREZ, PG, 519, observan sobre este las calidades personales de la vícti- limitada a la pública), por lo que dad" del ofendido. La infracción, en
último particular que si se trata de ma (CURY, 542). nos parece que la falta del respeto a tales casos, de dicho deber, puede dar
alguna ofensa adicional al delito, su los profesores, a los jefes o a otras lugar a la agravación de la responsa-
distinción se hace difícil frente a la El concepto de "dignidad" ha personas, en el ámbito de las rela- bilidad penal. Es lo que ocurre en
agravante del N° 4 (ensañamiento), sido objeto de discusión. Para un ciones privadas, no puede dar lugar el caso de las lesiones menos graves
o del N° 9, de ignominia. Concor- sector de la doctrina, con distintos a la agravante. El problema radica en inferidas a guardadores, sacerdotes o
damos con este parecer en lo que matices, la dignidad consistiría en que, de acuerdo con las valoraciones maestros (Art. 401). Es significativo
respecta a la "ignominia", no así en la posición superior, el realce social ético-sociales y socio-culturales ac- que este precepto incluya en la agra-
lo que concierne al "ensañamiento", especial que se le reconoce a una tuales, la agravante examinada (por vante las lesiones menos graves infe-
pues nos parece que esta última no persona respecto de otras, debido a lo que atañe a la "dignidad"), resulta ridas a personas constituidas en dig-
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ART. 12 N° 18 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12 N° 18

nidad Oautoridad pública, de donde el término "autoridad" alude a per- sector de la doctrina, en los casos en yel ofendido tienen la misma mora-
se desprende que las otras calidades sonas que ejercen mando sobre otra que el ofensor tiene la misma calidad da, como tampo<;:o cuando el ingre-
anteriormente aludidas no constitu- en virtud de relaciones privadas, o condición que el ofendido (LA- so en la morada ajena es inherente
yen estas últimas. La expresión "dig- como pueden ser tutores, maestros, BATUT, 1, 228; Novos, 11, 66, para a la comisión del delito, como ocu-
nidad" que usa la ley, equiparándola etc., por lo que la aplicación de esta quien, "de ordinario", no habrálu- rre, por ejemplo, en la violación de
a la "autoridad" pública, debe inter- agravante no originaría conflictos gar a la agravación si el ofensor goza morada y en el robo con fuerza en
pretarse, a nuestro juicio, en el mis- con el N° 13, claramente referido de una calidad o condición igualo las cosas en lugar habitado (Novox,
mo sentido que el término tiene en el a la autoridad pública. GARRIDO, 1, . semejante a la del ofendido; GARRI- 11, 67; ETCHEBERRY, 11, 42; CURY,
N° 18, Y por tal razón está expuesta 239, es del mismo parecer. Nos pa- DO 1, 240). La conclusión, razonable 542). GARRIDO, 1, 240, extiende el
a los mismos reparos de "constitucio- rece que lleva la razón CURY, 542, en los casos en que la condición del concepto de "morada" a la pieza del
nalidad" antes mencionados. al sostener que, aunque atendible, el ofendido a la que se debe respecto es hotel o residencial donde se pernoc-
argumento de NOVOA no se deduce la edad o el sexo, no parece serlo, en ta, la pieza que se arrienda, posición
La expresión "autoridad" tam- de la voluntad de la ley, la.que debe cambio, si se trata de la calidad de que no compartimos, pues importa,
bién ha sido objeto dé debate. ET- prevalecer sobre la de su autor. "autoridad". No se divisa por qué el a nuestro juicio, una interpretación
CHEBERRY, 11, 42; YCURY, 542, pien- deber de respeto hacia la autoridad analógica de dicha expresión. LABA-
san, con razón, que tiene el mismo Las condiciones de edad y sexo no es exigible a las otras autoridades, TUT, 1, 228, considera que la palabra
significado de "autoridad pública" de la víctima (el femenino, pues- las que, por cierto, podrían cometer "morada" comprende el o los domi-
contemplado en el N° 13, radican- to que sólo las mujeres, en nuestro el delito con ofensa o desprecio del cilios del ofendido, por lo que no
do la diferencia en que mientras en medio cultural, merecerían un respe- respeto que aquélla merece. debe interpretársela como sinónimo
la agravante del N° 13 el ofendido to especial) son relativas, debiendo de casa-habitación. NOVOA cita una
por el delito es la propia autoridad, apreciarse comparativamente con las Ejecutar el hecho en la morada SCS de 28 de junio de 1953 (RCP,
en la del N° 13, se trata de un delito del sujeto activo (LABATUT, 1, 228; del ofendido al que se debe respeto, en T. XIII [1953], 108), que resolvió
diferente, en que sólo de modo adi- GARRIDO, 1, 240). En todo caso, la consideración a su dignidad, autori- que la agravante examinada no se
cional se manifiesta desprecio por agravante, en lo que se refiere a la dad, edado sexo aplica si el delito no podía ejecutarse
la autoridad. LABATUT, 1, 228, cree mujer, sólo podría concurrir cuando sino dentro de la morada del ofen-
que la expresión "autoridad" es más es un hombre el que comete el delito No basta, por cierto, con ejecu- dido, por encontrarse allí el dinero
amplia que la correspondiente del en su contra, con ofensa o desprecio tar el delito en la morada de cual- y demás especies que se proponía
. . .
qUler persona, smo que es preCISO robar el ofensor.
N° 13, porque considera en general del respeto que ella merece (Novos,
a toda autoridad (maestros, guar- 11, 67). N OVOA, 11, 67, hace presente que el hecho punible se cometa "en
dadores, etc.). Novox, 11, 67, in- que, puesto que a la mujer se la tien- la morada de la persona a la cual se La aplicación de esta segunda
vocando antecedentes históricos (la de a igualar con el hombre, hay que debe respeto" (GARRIDO, 1, 240). hipótesis de la agravante procede
Comisión Redactora acordó agregar ser muy "parco" en la aplicación de la siempre que el ofendido "no haya
la mención de la autoridad "para agravante cuando se trate de un deli- La opinión dominante entien- provocado el suceso". GARRIDO, 1,
comprender los delitos cometidos to en que una mujer sea la ofendida. de por "morada" el lugar donde ha- 241 piensa que esta exigencia nega-
en contra de los tutores, curadores bita la persona, su hogar doméstico, tiva sólo rige para esta segunda al-
o encargados de la crianza y educa- Esta primera hipótesis de la y considera que la agravante no se ternativa, no así en el caso de la pri-
ción de una persona"), sostiene que agravante no se aplicaría, según un aplica en los casos en que el ofensor mera. Discrepamos de este parecer.
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ART. 12N° 19 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 12N° 19

La redacción del precepto permite (inmediatez y suficiencia). Similar la fractura o el escalamiento se han sitio", y el escalamiento, en "saltar
colegir que se trata de una exigencia es el parecer de ETCHEBERRY, Il, 42: empleado para cometer el delito (el por cima de pared, o aunque sea
común a ambas hipótesis. En todo el ofendido debe haber provocado salir del lugar forma parte del tipo de vallado, siempre que presente
caso, de estimarse dudosa la cues- el suceso dentro de la morada, in- legal), esto es, en el curso de su eje- resistencia, y ofrezca de ordinario
tión, nos parece que procedería la mediatamente antes de que éste se cución, y no, por lo tanto, con pos- seguridad" (ETcHEBERRY, Il, 42;
analogía in bonampartem. produzca. terioridad a la consumación. CURY, 543). El fundamento de esta
segunda posición es que el alcance,
En cuanto al significado de la En opinión de CURY, 541; Y NOVOA, Il, 68, también insiste amplísimo (al considerar también
"provocación", CURY, 542; y GARRI- GARRIDO, 1, 241, la agravante del en que es indispensable que el suje- escalamiento el solo hecho de entrar
DO, 1, 240 s., estiman que es el mis- N° 18 se comunica a los partícipes; to activo se valga del escalamiento por vía no destinada al efecto), que
mo que tiene en la legítima defensa a causa de su índole objetiva. como un medio para consumar el el Art. 440 N° 1 le asigna al "escala-
delito, por lo cual, no se aplica, a su miento", es válido sólo para el delito
juicio, la agravante, al que habiendo de robo con fuerza en las cosas, y no
penetrado a lugar cerrado con un tiene vigencia general.
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: fin no delictuoso, comete dentro de
[ ...] él un delito que no se proponía eje- Ambas posiciones conducen a
19 a • Ejecutarlo por medio de fractura o escalamiento de lugar cutar cuando escaló. consecuencias prácticas diferentes.
cerrado. Así, de estarse al significado natural
Las opiniones de la doctrina de las expresiones, quedaría exclui-
respecto del significado de las expre- do de la agravante el hecho de en-
COMENTARIO siones "fractura" y "escalamiento" se trar al lugar cerrado por vía no des-
encuentran divididas. Mientras unos tinada al efecto, en los casos en que
Jorge Mera estiman que debe entendérselas en ello ocurriera sin emplear la fractura
el sentido que a la voz escalamiento (ingresar por una ventana abierta,
En cuanto a la finalidad de la quien critica que se limite la agra- le da elArt. 440 N° 1 ("cuando se por ejemplo). Conforme con este
fractura o el escalamiento, estos me- vante a los casos en que la fractura entra por vía no destinada al efec- mismo significado natural, el hecho
dios de comisión deben ser emplea- o el escalamiento tienen lugar antes to, por forado o con rompimien-' de "salir" del lugar cerrado mediante
dos, como se desprende del texto o durante la comisión del delito, es to de pared o techos, o fractura de fractura o escalamiento, constituiría
legal y lo destaca CURY, 543, para frecuente que el delito no esté con- puertas o ventanas") (LABATUT, 1, la agravante, en tanto que de estar-
"cometer" el delito, esto es, en el sumado mientras el agente no haya 228; NOVOA, Il, 68, 69; GARRIDO, 1, se al concepto de escalamiento del
curso de su ejecución, por lo que no salido del lugar cerrado, de modo 241 s.), otros consideran que debe Art. 440 N° 1 (referido sólo al in-
corresponde apreciar la agravante si que si al salir del mismo se recurre interpretárselas en su sentido natu- greso al lugar), esta última debería
se los ha utilizado para fugarse o con a dichos medios de comisión, debe- ral, como hace PACHECO, para quien desecharse. De acuerdo con el sig-
cualquiera otra finalidad ulterior a la ría aplicarse la agravante. A nuestro la "fractura" consiste en "abrir, por nificado del Art. 440 N° 1, no se
consumación (en el mismo sentido juicio, no hay contradicción entre 1 medios violentos, con rompimiento configuraría la agravante en caso de
KüNSEMÜLLER, Comentario, 223). ambas posiciones, puesto que en y destrozo, puerta, caja o cualquiera fractura de cajas o cofres cerrados,
En opinión de GARRIDO, 1, 242, los casos a que se refiere GARRIDO, otra cosa que cierra y guarda algún en tanto que según el alcance del
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ART. 12 N°20 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA
ART. 12 N° 20

sentido natural de las expresiones terminada del espacio. Este es tam- cunstancia no ha de considerar- tenerse en consideración la natura-
examinadas, sí procedería su aplica- bién el sentido que se desprende del se, de acuerdo con el Art, 63, en leza del delito y sus accidentes.
ción, de acuerdo con la opinión do- propio Código Penal, que al sancio- aquellos delitos en que el porte
minante. A nuestro juicio, en tales nar el robo con fuerza en las cosas en sea inherente para su comisión. En En los delitos de hurto y robo,
casos no procede la aplicación de la lugar habitado, distingue claramen- opinión de GARRIDO, 1, 243, opera la pena correspondiente será elevada
agravante, porque las cajas y cofres, te, entre hacer uso de llaves, ganzúas en cualquier delito, por el solo he- en un grado cuando los culpables
no son un "lugar" cerrado, sino que u otros instrumentos para "entrar e!l cho de portarse un arma durante hagan uso de armas o sean portado-
un "objeto". el lugar del robo" o para "abrir los su comisión. Discrepamos de este ras de ellas (Art, 450, incisos 2 0 , 3 0 y
muebles cerrados". parecer, puesto que resulta eviden- 4 0 ) . No procede, en tales casos, ob-
CURY, 540; Y GARRIDO, 1, 242 te que en la comisión de muchos viamente, conforme con el Art. 63,
sostienen que "lugar cerrado" es cual- Las dos modalidades de la agra- delitos, atendida su naturaleza, no aplicar la agravante examinada.
quier espacio, sitio u objeto al que no vante examinada son alternativas existe ningún "peligro común" por POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PE,
se puede acceder libremente, por ha- (escalamiento o fractura), por lo la sola circunstancia del porte del 391 s., sostienen, con razón, que la
bérsele colocado obstáculos que im- que, en caso de concurrir ambas de- arma, peligro que constituye la ra- agravante del N° 20 no se aplica al
pidan su acceso desde el exterior. Nos berá apreciarse sólo una agravante zón por la que se sanciona dicho robo con violencia o intimidación,
parece que los "objetos" (muebles ce- (CURY, 544; GARRIDO, 1, 242). porte. Nos parece que, aplicando simple o calificado, puesto que el
rrados, un cofre) no califican, para la analogía in bonam partem, debe uso de armas sería inherente a la
estos erectos,
I: como "1ugar cerrado", Desde el punto de vista subjeti- estarse, para la apreciación de la violencia o 'intimidación ejercidas.
y que su inclusión dentro del mismo vo la agravante supone dolo directo agravante examinada, al espíritu Sólo cabría la agravante del porte de
representaría una aplicación analó- (GARRIDO, 1, 242) Y dada su natura- del legislador, manifestado en el armas en el hurto, robo por sorpresa
gica de la ley. En su sentido natural, leza objetiva, se comunica a los partí- Art. 450, inciso 3 0 (el mero por- y robo con fuerza en las cosas, pues
"lugar" es un sitio, una porción de- cipes (CURY, 543; GARRIDO, 1, 242). te de armas que no sean de fuego, en estos casos el porte de armas pa-
cortantes o punzantes, no agrava la rece representar un peligro común
pena, si a juicio del tribunal fue- que no es inherente a tales delitos
ren llevadas con un propósito aje- ni se encuentra, por lo mismo, com-
Artículo 12. Son circunstancias agravantes: no a la comisión del delito) y en prendido en la medida de su pena.
[ ...] el N° 12, de acuerdo con el cual, Cabe mencionar al respecto que
20 a . Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas referidas la circunstancia de ejecutarse el de- la Primera Sala del Tribunal Oral
en el artículo 132. lito de noche o en despoblado, se en lo Penal de Punta Arenas (RIT
tomará o no en consideración, se- N° 46-2009), resolvió que el hecho
gún la naturaleza y accidentes del de haberse empleado un arma blan-
COMENTARIO delito. Conforme con lo expresa- ca, con la que se provocó lesiones a
do, pensamos que la agravante del la víctima, es una circunstancia in-
Jorge Mera N° 20 debe ser apreciada en cada herente al homicidio (frustrado), por
caso por el juez, considerando la lo que no procede la aplicación de
Esta agravante fue introdu- de octubre de 2004. VARGAS, 187, existencia de un peligro común a la agravante del N° 20 del Art, 12,
cida por la Ley N° 19.975, de 5 observa, con razón, que esta cir- raíz del porte, para lo cual deberá atendido lo dispuesto en el Art, 63.
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C6DIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.l3
ART.l3

§ 5. De las circunstancias que atenúan o agravan la responsabilidad criminal según la atenuatorio o agravatorio de esta nidad, como sucede con la fuerza
naturaleza y accidentes del delito circunstancia mixta no pertenece física o psicológica en contra de la
arbitrariamente al juez, sino que si víctima en el robo con violencia,
Artículo 13. Es circunstancia atenuante o agravante, según la bien éste debe resolver atendiendo a se aumenta el injusto, dando lugar
naturaleza y accidentes del delito: las características del caso concreto, a la correspondiente agravación de
Ser el agraviado cónyuge, pariente legítimo por consanguini- debe hacerlo según las orientaciones la pena. Por su parte ETCHEBERRY,
dad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral hasta el se- dadas por la ley, las que no puede Il, 46 s., considerando el criterio
gundo grado inclusive, padre o hijo natural o ilegítimo reconocido ignorar, por lo que el asunto podría general del legislador acerca de la
ser objeto de recurso de casación en influencia del parentesco en la res-
del ofensor.
el fondo (hoy de nulidad por erró- ponsabilidad penal (delitos contra
BmuoGRAFÍA: KÜNSEMÜll.ER, Carlos: "Comentaría a los Arts. 12 y 13", en POLITOFF / ORTIZ, co-
mentaría, pp. 187-227. nea aplicación del derecho). las personas, contra la propiedad, el
autoaborto, el abandono de niños y
En lo que concierne al primer personas desvalidas, los delitos con-
criterio, CURY, 546, piensa que la tra la honestidad) concluye que en
COMENTARIO
naturaleza del delito está determi- los delitos contra la vida, la salud, la
forgeMera nada por la índole del bien jurídi- honestidad y en otros en que se em-
co que protege el tipo respectivo, plee violencia, el parentesco opera
que representan un peligro común, por lo que, en principio, puede como agravante, en tanto que en los
Un primer problema esdetermi-
entre otros (GARRIDO, 1, 253; CURY, aceptarse que, por regla general, el delitos de contenido patrimonial no
nar en qué clase de delitos opera esta
544; KÜNSEMÜLLER, Comentario, parentesco agrava cuando el hecho violento representa una atenuante.
circunstancia modificatoria mixta.
224). En cambio, como observa punible ataca bienes jurídicos emi- En los delitos contra el honor y la
Resulta evidente que no puede apli-
GARRIDO, 1, 253, quedan compren- nentemente personales, tales como libertad, en principio no habrá ate-
carse en todos los delitos, puesto
didos en general los delitos contra la vida, la salud, la libertad sexual nuante ni agravante.
que el presupuesto de la circunstan-
cia examinada es que exista entre el las personas y contra el patrimonio, o ambulatoria, cuya lesión implica
ofensor y el agraviado alguna de las que tienen (normalmente, en el caso un deterioro de la humanidad de la La literatura nacional cita la
relaciones matrimoniales o parenta- del patrimonio) como sujeto pasivo víctima, en tanto que la responsabi- opinión de PACHECO, según la cual
les señaladas por la Ley (CURY, 544). a una persona natural. lidad penal se ve atenuada cuando el la circunstancia examinada atenúa la
Siendo el agraviado el sujeto pasivo delito sólo infringe relaciones patri- responsabilidad en los delitos contra
del delito, la agravante no podría Un segundo problema es deter- moniales del sujeto pasivo. Para GA- las cosas o la propiedad y en los ata-
concurrir en los delitos cuyo objeto minar en qué casos la circunstancia RRIDO, 1, 254, la naturaleza del de- ques leves a la integridad corporal,
de protección es un bien jurídico opera como atenuante y en cuáles lito está determinada por el mismo si el autor se encuentra en una posi-
comunitario (sólo las personas na- como agravante. A este respecto, la tipo penal, esto es, por las modali- ción de superioridad respecto de la
turales pueden tener vínculos ma- Ley proporciona dos criterios rec- dades de la descripción efectuada víctima, en tanto que la agrava en
trimoniales o de parentesco), como tores: el juez debe estarse a la natu- por la ley, constituyendo una pau- el caso de atentados severos contra
ocurre con los que atentan en con- raleza y accidentes del delito. Lleva ta útil, por cuanto si su realización la vida y la integridad corporal y
tra de la seguridad del Estado, la li- razón CURY, 546, cuando observa supone que el agente debe emplear de ataques poco importantes a esta
bre competencia, la fe pública o los que la decisión sobre el carácter un medio que evidencia su inhuma- última cuando el autor ocupa una
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ART.13 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.14

posición de inferioridad en relación En opinión de CURY, 546, lo mis- o por su falta de significación en el (GARRIDO, r, 252; CURY, 545). En
con el ofendido (LABATUT, I, 238 mo ocurriría en casos de lesión que caso concreto, citando en este senti- lo que se refiere a la adopción, la .
s.; Novox, Il, 96, 97; ETcHEBERRY, importan un exceso en el derecho do una SCA Talca de 21 de diciem- Ley N° 19.610 dispone que se con-
Il, 46; CURY, 545). Si bien se com- de corrección otorgado a los padres bre de 1956 (RD], T. uv 2-4, 95) fiere al adoptado el estado civil de
parten en general estos criterios, se respecto de sus hijos. Respecto de que no aplicó el Art. 13 en atención hijo de los adoptantes, con todos los
observa críticamente la limitación la apreciación de los accidentes del a que el imputado no consideró de derechos y deberes recíprocos esta-
de los mismos, al referirse sólo a delito se ha discutido si es necesario manera alguna su relación con la blecidos en la ley, para todos los efec-
grupos determinados de delitos. para la procedencia de la agravante, víctima para la comisión del delito. tos civiles, salvo los impedimentos
Así, WATUT, I, 239; Novox, Il, que exista entre ofensor y agraviado para contraer matrimonio estableci-
112; CURY, 545. Este último autor, una relación de afecto. De acuerdo Elemento objetivo de la cir- dos en el Art. 5° de la Ley de Matri-
criticando el parecer de PACHECO, con alguna jurisprudencia española cunstancia examinada es el vínculo monio Civil, por lo que la adopción
sostiene que incluso tratándose de ello sería indispensable, parecer con matrimonial o de parentesco. En lo no confiere la calidad (estado civil)
delitos patrimoniales no violentos, el que discrepa CURY, 546 s., pues el que respecta al primero, el matrimo- de hijo para los efectos penales y en
el parentesco podría operar como fin de la Ley no es proteger vínculos nio debe ser válido, quedando por particular, frente al Art. 13 (KÜN-
atenuante, mencionando al efecto a emocionales, algo para ella imposi- tanto excluido el anulado (GARRI- SEMÜLLER, Comentario, 225). A la
la usura. No compartimos esta opi- ble, sino el respeto debido a ciertas DO, I, 252; CURY, 459; KÜNSEMÜ- misma conclusión arriban sobre la
nión, puesto que la usura atenta en relaciones que sirven de base a la LLER, Comentario, 225), que hace base de disposiciones similares de la
contra de un bien jurídico colectivo, organización familiar jurídicamen- desaparecer a su vez el parentesco derogada Ley N° 18.703 ETcHEBE-
como es el orden público económi- te reconocida, por lo que no debe afín (GARRIDO, I, 252). En cuanto RRY, Il, 48 s.; y CURY, 545.
co, por lo que se encuentra fuera del agravarse la pena cuando el atentado al parentesco por consanguinidad,
ámbito de aplicación de esta circuns- ha sido provocado por el ofendido, no se generan problemas de impor- La circunstancia mixta exami-
tancia modificatoria de responsabili- pues en tales casos el atacado ha vul- tancia (CURY, 545); en lo que atañe nada es de carácter personal, por
dad penal, la que no se extiende a nerado la deferencia exigida para el al parentesco por afinidad, éste sub- lo que no se comunica a los demás
las infracciones que protegen bienes vínculo parental, lo que, sin embar- siste aún después de la disolución intervinientes (GARRIDO, I, 254;
jurídicos colectivos o comunitarios. go, no constituye una regla rígida, del matrimonio en que se funda CURY, 547; KÜNSEMÜLLER, Comen-
toda vez que su apreciación depende por muerte de uno de los cónyuges tario, 224).
En lo que se refiere al segundo de los otros factores concurrentes.
criterio rector, esto es, los accidentes
del delito, se trata de las modalida- Coincidimos con el parecer de
TÍTULO Ir
des o particularidades que reviste la LABATuT, I, 239, quien, siguiendo
ejecución concreta del tipo legal, a QUINTANa R¡POLLÉS, sostiene que DE LAS PERSONAS RESPONSABLES DE LOS DELITOS
incluidas sus motivaciones (GARRI- la aplicación de esta circunstancia
DO, I, 254). Así, en el homicidio (y mixta no es indispensable en todos
Artículo 14. Son responsables criminalmente de los delitos:
el parricidio) por piedad, el lazo de los casos en que concurra el víncu-
matrimonio o parentesco operaría lo que la constituye: puede desesti- 1. Los autores.
como atenuante (GARRIDO I, 254; marse cuando el lazo de parentesco 2. Los cómplices.
KÜNSEMÜLLER, Comentario, 226). es intrascendente por lo episódico 3. Los encubridores.
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ART.14 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNOEZ ART.14

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dominante sostenga que el legisla- Por otro lado, los inductores, que de
dor chileno ha extendido en demasía modo prácticamente unánime son
43 Si en general no se cira esre texto es porque existen exposiciones posteriores del tema la calidad de autor, atribuyéndosela considerados partícipes, aparecen
tanto del autor principal (CURY) como del colaborador (Matus, en conjunto con Politoff a quienes desde ningún punto de equiparados por la Ley a la autoría, y
y RAMfREZ), que parecen expresar mejor el exacto pensamiento de cada uno. vista pueden considerarse tales, en lo mismo plantea la opinión domi-
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ART.14 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.14

nante respecto de ciertas formas de acepta de modo en general pacífico a) Convergencia. Para que haya cien do responder a todos los intervi-
complicidad. la posibilidad del encubrimiento de participación la voluntad de los par- nientes por igual con independencia
cuasidelitos (véase Comentario al ticipes debe coincidir con la de los de su dolo, con lo cual imponía bru-
Ahora bien, conforme a la opi- Art.17). autores, esto es, se debe saber que talmente responsabilidad objetiva.
nión ampliamente dominante, este se está contribuyendo al hecho del Así, por ejemplo, en muchos casos se
sistema diferenciado de autoría y El primer y más evidente efecto autor. Se discute si esto implica un hizo bastar un concierto para robar
participación rige sólo para los de- de la diferenciación entre autores y genuino "dolo común" (CURY, 639; como fundamento para condenar a
litos dolosos, pues para los delitos partícipes es de carácter penológico, similar ETCHEBERRY, Il, 78; Y POLI- todos los concertados por robo con
imprudentes regiría -tanto por la pues mientras a los autores iscil. a TOFF / MATUS / RAMíREZ, PG, 426) homicidio, con total independencia
supuesta imposibilidad de acuerdos todos los que la Ley considera tales) o si basta lo que podría llamarse un de si habían previsto o aprobado ese
convergentes, como por su cualidad del delito consumado corresponde "dolo coincidente" (NOVOA, Il, 152 extremo (véanse los fallos citados
de infracción de un deber individual la pena prevista por la Ley para el ss.; GARRIDO, Il, 428). En todo caso, por ETCHEBERRY, DPJ Il, 4 ss.). En la
de cuidado- un sistema unitario de delito en cuestión, a los cómplices existe pleno acuerdo en cuanto a que actualidad, en cambio, ya no se en-
autor, donde todos los intervinien- toca una pena inferior en un grado el "exceso", esto es, lo que trascien- cuentran afirmaciones en esa línea,
tes son autores (ETCHEBERRY, 1, 323; y a los encubridores, al menos por de de la convergencia por parte de al margen de posibles dudas sobre
CURY, 623, 640; GARRIDO, Il, 228 s., regla general, una menor en dos gra- alguno o algunos no afecta al resto el rigor con que se evalúa la prueba
411; POLITOFF / MATUS / RAMíREZ, dos a la misma (Arts. 50 a 54 CP). (NOVOA, Il, 154 s., 202 s.; ETCHE- en relación con el punto. Importan-
PG, 294, 400, 427; BUSTOS, , 96 ss., No hay, en cambio, diferencias pe- BERRY, Il, 78 s.; CURY, 640.; PEÑA, te en ese cambio de dirección es la
con referencias jurisprudenciales; nológicas a priori al interior de las 95, 102, 117 s.; POLITOFF / MATUS / ses de 6 de septiembre de 1945,
SOTO, 13 s.; FERNÁNDEZ, 120 s.; tá- distintas categorías: así, por ejem- RAMíREZ, PG, 427), si bien se acepta RCP T. IX, 49: un sujeto recibió el
citamente HERNANDEZ, 2008, 178; plo, al autor mediato y al coautor le la suficiencia de dolo eventual (No- encargo pagado de darle unas bofe-
de otra opinión HORVITZ, 148 ss.; corresponde en principio la misma VOA, Il, 154 s., con reservas, aunque tadas a la víctima, pero al cumplir
NAQUIRA, 2010, 221 ss.; y ya antes pena, tal como ocurre también, sal- sólo sistemáticas; ETCHEBERRY, Il, el encargo hizo uso de un arma cor-
la opinión matizada de NOVOA, Il, vo en un caso, entre las distintas for- 79; CURY, 640; POLITOFF / MATUS / tante y le cercenó la oreja; la Corte
204 s.; y GONZÁLEz, 1975, 191 ss.). mas de encubrimiento. RAMíREZ, PG, 426). La cuestión del entendió correctamente que quien
Si bien se trata de un asunto suma- exceso rige plenamente también en- hizo el encargo no podía ser consi-
mente discutible, en la medida en Desde un punto de vista con- tre coautores: sólo se responde por derado inductor de la mutilación,
que la opinión dominante ha inci- ceptual el efecto más importante, lo acordado, que es lo mismo que aunque arribó al resultado descon-
dido en la ausencia de cualquier de- que incluso ha logrado superponer- decir que cada cual responde hasta certante de considerarlo cómplice
sarrollo sobre la delimitación entre se a la equiparación legal de ciertas donde alcanza su dolo en el hecho de la misma. Y mucho más la SCS
autores y partícipes en el ámbito formas de participación a la autoría, realizado. en Contra Dagoberto Páez Medina
de la imprudencia, la exposición es la aplicación a los participes de los y otros (1965), un caso de robo con
siguiente se hace cargo exclusiva- principios que la doctrina ha desa- Nuestra jurisprudencia no ha homicidio en que respecto de uno
mente de la situación de los delitos rrollado respecto de su tratamiento sido tan clara como la literatura al de los concertados para el robo con
dolosos. Sólo en materia de encubri- penal, precisamente a partir del ca- tratar el exceso. La jurisprudencia violencia o intimidación se acreditó
miento, precisamente por su dudoso rácter accesorio de su intervención. antigua solía no hacer mayores dis- que, al no lograr asir a la víctima,
status de forma de participación se Tales principios son los siguientes: tinciones en el plano subjetivo, ha- en vez de perseguirla se alejó hacia
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otra esquina desde donde presenció cluían siquiera tácitamente el homi- modo la Corte no necesitó hacerse GAS, 204). Es en este contexto en
cómo sus compañeros la mataban, cidio, el fallo de mayoría se limitó cargo de los efectos para la inducto- que parece adecuado hacerse cargo
actitud que a juicio de la Corte no a sostener (contra la opinión domi- ra de un posible error in persona del de los casos en que el autor persigue
permite tener por acreditado dolo nante, véase Comentario al Art. 15) sicario, sobre el que, en todo caso, menos de lo que quieren los partíci-
homicida de su parte, sino sólo de que la inducción punible no nece- no se abundó. pes. Desde luego, como se ha dicho
robo (citada por ETCHEBERRY, DPJ, sitaba ser a delito determinado (ci- a propósito de la convergencia, no
11, 6 s.). En la misma línea se en- tada por ETCHEBERRY, DPJ, IV, 177 . b) Accesoriedad media o limi- afecta a los demás intervinientes el
cuentran las dos sentencias de la s.). En cambio, la importancia ca- tada. En la actualidad se reconoce exceso de dolo del resto, pero aquí
Corte Marcial en Contra Roberto pital de lo abarcado por el dolo del unánimemente que la responsabili- el asunto es a la inversa y la pregunta
Viaux Marambio y otros (1972 Y partícipe es ratificada muy reciente- dad de los partícipes está supeditada es si la responsabilidad de los partí-
1978) por el secuestro y homicidio mente por la SCS de 2 de mayo de (es en ese sentido accesoria) a que cipes puede ir más allá de lo que ob-
del Comandante en Jefe del Ejérci- 2011 (N° LegalPublishing: 48668) el autor realice efectivamente una jetivamente hizo el autor (en lo con-
to, General René Schneider (citadas Contra María del Pilar Pérez López conducta típica y antijurídica, sin cerniente, en cambio, al efecto de
por ETCHEBERRY, DPJ, IV, 170 ss.), y José Mario Ruz Rodríguez, caso que sea necesario, sin embargo, que las circunstancias personales véase
donde se resuelve que el resultado en el que se da por acreditado que la ésta sea, además, culpable ni mucho infta lo referido a la comunicabili-
homicida, además de afectar a quien imputada contrató a su coimputado menos efectivamente punible (ya dad). La respuesta debe ser negativa.
lo había provocado, sólo podía car- para que entrara a robar a una casa y FONTECILLA, 30 s.; NOVOA, 11, 167; Si en el caso de que el autor no haga
garse en cuenta de los conjurados matara a los miembros de la familia, CURY, 641 s.; POLITOFF / MATUS / nada los partícipes no responden
que lo habían previsto o podido pre- informándole de los movimientos RAMÍREZ, PG, 422 s.; GARRIDO, 11, por nada, entonces si hace algo no
ver,10 que se descarta en atención de habituales en el lugar, entre los que 430; VARGAS, 204; ETCHEBERRY, 11, pueden responder por más de lo que
los alcances y preparativos concretos se contaban la asistencia diaria de la 80 Y s. [en su terminología: "acce- él efectivamente ha hecho, aunque
del plan, que excluían lesionar al ge- víctima, quien no era miembro de soriedad mínima'], y PEÑA, 104, si hayan querido más. Más aún, si el
neral (el segundo fallo admite dolo la familia pero pasaba a buscar a su bien estos últimos dos autores exi- autor hace en definitiva algo distinto
eventual al respecto de algunos de novia. Aprovechando la llegada de gen accesoriedad máxima respecto de lo querido por los partícipes, en
los imputados). Un relativo retro- la víctima, el sicario logra entrar a de los encubridores, por razones de rigor lo que procede es la impunidad
ceso en ese sentido se aprecia en la la casa y tras un forcejeo le da muer- texto). de los últimos. Un buen ejemplo de
SCS en Contra Gabriel Benavente te (dolosamente) a la víctima, para esto lo da el célebre caso resuelto
Palma (1973), caso de inducción en luego salir huyendo. La Corte razo- e) Exterioridad. Como corolario por la SCA Santiago en Contra Luis
que bastó para responsabilizar por nó que aunque la muerte de la víc- de lo anterior, los partícipes sólo son Hernán Romero Madariaga y otros
el homicidio de un funcionario de tima no formaba parte del encargo responsables en la medida en que el (1961). En la especie, tres hermanos
la CORA a quien había arengado a preciso que había hecho la inducto- autor al menos haya alcanzado a dar que están decididos a matar a su pa-
sus trabajadores para que resistieran ra, dicha muerte estaba cubierta al principio de ejecución al delito, en dre contratan al reo Romero para
violentamente la toma de posesión menos por su dolo eventual, atendi- los términos de la tentativa (WA- que ejecute materialmente el delito,
de un fundo expropiado en el con- da la regularidad de la presencia de TUT, I, 201; NOVOA, 11, 164; ETcHE- pagándole por anticipado y entre-
texto de la Reforma Agraria, pues si la víctima en el lugar, de lo que ella BERRY, 11, 76 s.; CURY, 642 s.; PEÑA, gándole un arma. En una primera
bien podría haberse argumentado misma había informado al sicario 102; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, ocasión le dispara dos "Veces al padre
que los términos de la inducción in- (considerandos 26° y 27°). De este PG, 423; GARRIDO, 11, 430; VAR- de sus mandantes, logrando sólo he-
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ART.14 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.14

rirlo en un pie. Luego se compro- d) Comunicabilidad o incornu- N OVOA hacen excepción en mate- te declara: "a criterio de esta Corte
mete a contactar a terceros para que nicabilidad. Bajo esta ria de parricidio, si bien con razo- Suprema, la calidad de funcionario
consumen el encargo, todo esto me- ción se trata la cuestión de si pueden nes difícilmente compatibles con público, en los delitos cualificados
diante pagos anticipados. Posterior- ser partícipes punibles en un delito su punto de partida). Como se ha impropios, como lo es el fraude al
mente se establece que los sujetos especial aquéllos que carecen de la dicho, la jurisprudencia ha tendido fisco, castigado en el artículo 239
contactados por Romero nunca in- calidad personal exigida por el tipo a aplicar a los partícipes (e incluso del Código Punitivo, se comunican
tentaron dar muerte al padre de los (extranei). Respecto de esta cuestión autores) extranei las penas previstas a los autores en que concurran, tan-
hermanos, que vendían las armas fa- no existe regulación legal expresa, para el intraneus. Así, en materia de to si integran el tipo penal, como si
cilitadas y se repartían el dinero con Existen tres posiciones sobre el par- malversación de caudales públicos, no lo integran, quedando todos los
Romero, en tanto que este último ticular, que podrían denominarse no se ha dudado en condenar al partícipes regidos por la única figu-
nunca habría tenido el propósito de respectivamente de comunicabili- particular como si se tratara de un ra penal aplicable" (considerando
cumplir el encargo y que sólo había dad absoluta, comunicabilidad rela- empleado público, como es el caso 140 ) y agrega enigmáticamente que
fingido al dispararle a la víctima. Ro- tiva e incomunicabilidad absoluta. de la SCS en Contra José Soto Ri- "clave en esta reflexión resulta ser la
mero es condenado como autor de vas y otros (1963), donde se desecha determinación de si el tipo delictivo
lesiones menos graves en tanto que La primera posición, muy mi- la aplicación del Art. 64 y afirma la conserva o no su carácter de tal en
los hermanos lo fueron por el mis- noritaria en la literatura pero do- unidad del delito de malversación; el supuesto de eliminarse hipotéti-
mo título, no obstante su persistente minante en la jurisprudencia res- o de la SCS en el Recurso de queja camente la circunstancia personal
dolo parricida (citado por ETCHEBE- pecto de la mayoría de los delitos de John Arthur (1962) que rechaza de ser empleado público uno de los
RRY, DPJ, Il, 8 ss.). En rigor, este úl- especiales (sobre todo de los delitos el recurso contra el procesamiento copartícipes, evento en el cual debe-
timo aspecto de la sentencia ha sido funcionarios) con la excepción del del recurrente en calidad de encu- rá concluirse que aquélla integra el
recibido pacíficamente. Lo que ha parricidio, mantiene un respeto a bridor del delito de malversación no correspondiente tipo y, por tanto,
generado rechazo es que se les haya ultranza al principio de la "unidad o obstante no poseer la calidad de em- se comunica a quienes estaban en
condenado en circunstancias que el indivisibilidad del título", conforme pleado público (ambas sentencias conocimiento de ella". El agregado
autor nunca pretendió ejecutar su al cual los partícipes deben respon- citadas por ETCHEBERRY, DPJ, n, 19 es enigmático porque reproduce,
encargo, déficit que la propia Cor- der siempre exactamente por el mis- s., 22). Más recientemente, la SCS sin citarla, la fórmula propuesta por
te parece confesar al declarar que mo concepto por el que responde el de 19 de mayo de 2008 en Contra ETcHEBERRY, Il, 83 s. para distin-
sería "irracional y antijurídico que autor, con la única condición, como Carlos Cruz Lorenzen y otros (Cita guir entre delitos especiales propios
el exceso de dolo de los inductores es obvio, de que hayan conocido Westlaw Chile: CL!JUR/312008) se e impropios, con el detalle de que
les sirviera para liberarlos de res- la concurrencia de la circunstancia pronuncia sobre la situación de un este autor afirma la comunicabili-
ponsabilidad" (críticamente, por la personal, aunque ésta no concurra particular imputado de haber inter- dad sólo respecto de los primeros,
impunidad, ETCHEBERRY, DPJ, n, 9 en ellos (VARAS, 54 s.; SCHWEITZER, venido en una operación calificada en circunstancias en que la Corte
s.; y BUNsTER, Álvaro: Nota, Revista 198 s.; SCHEPELER, 60 ss.; NOVOA, de fraude al Estado en los términos califica explícitamente (bien o mal)
de Ciencias Penales T. XXI [1962], n, 210 ss.; GARRIDO, 1984, 376 ss., del Art, 239. El recurso (de los que- el fraude al Estado como un caso de
230 ss.; de otra opinión, postulando 394 s.; GARRIDO, Il, 432 ss.; pare- rellantes) sostiene que no es aplicable los segundos. El fallo se remite a lo
una suerte de "coautoría", POLITOFF cía adherir a esta posición también ese título delictivo al particular, de- resuelto en SCS de 16 de octubre de
/ GRISOLÍA / BUSTOS, 101 con nota al PEÑA, 119; debe hacerse notar, sin biendo condenársele como autor del 2006 en Contra Juan Pablo Dávila
pie N° 54). embargo, que tanto VARAS como delito de estafa. Al respecto la Cor- y otros (Cita Westlaw Chile: CL!
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JURl3250/2006), que desestima el La segunda posición, dominan- parece haberse fundado histórica- bién ROMÁN, 63; LABATUT, 1, 196;
recurso de casación en el fondo inter- te en la literatura y recogida en parte mente en la teoría de la tipicidad de GRISOLfA, 26). Con todo, en tiem-
puesto por los particulares en contra por la jurisprudencia, básicamente a BELING y su distinción entre "delito- pos más recientes la asunción de esta
de la sentencia de segunda instancia propósito del delito de parricidio, tipo" o esquema rector y "figura de- posición se hace con independencia
que los condenó como coautores del sostiene que debe distinguirse entre lictiva", entre cuyas consecuencias de esas consideraciones (cfr. CURY,
delito de negociaciones incompati- delitos especialesimpropios (esto es, se contaría que las circunstancias 647, quien se funda en razones más
bles delArt. 240 no obstante carecer aquéllos respecto de los cuales la ca- personales que sólo implicaran una bien pragmáticas asociadas a la evi-
de la calidad de empleado público, lidad personal no sirve de funda- variación de la figura delictiva (como tación de lagunas de punibilidad;
si bien debe recordarse que en ese mento al injusto sino sólo para gra- sería el caso del parentesco en rela- por su parte, POLITOFF 1 MATUS 1
fallo la Corte no se pronuncia sobre duar la pena) y delitos especiales ción con el homicidio) no serían co- RAMÍREZ, PG, 425, parecen postular
el fondo del asunto. Con todo, el propios (aquéllos respecto de los municables, en tanto que sí lo serían que los tipos especiales propios con-
fallo es dividido: un ministro y un cuales la calidad personal es el fun- aquéllas que fueran constitutivas tienen una prohibición erga omnes
abogado integrante estuvieron por damento del delito). Conforme a (esenciales) del "delito-tipo", lo que, de contribuir a que el especialmente
acoger el recurso de los querellan- esta postura en los delitos especiales precisamente se deduciría de la au- obligado infrinja su deber, tal como ,
tes y recalificar la participación del impropios rige la incomunicabili- sencia de un delito común de base, explícitamente lo sostenía SOTO, 52,
particular como autor del delito de dad, esto es, sólo el intraneus puede como sería la calidad de juez en la entendiendo que ésa era precisa-
estafa. En otro ámbito delictivo, la ser hecho responsable por el delito prevaricación (con invocación ex- mente la función del Art, 15 CP en
SCA Santiago de 21 de septiembre especial, en tanto que los extranei presa a BELING, FONTECILLA, 40 s.; el ámbito de los delitos especiales
de 2007 (Cita Westlaw Chile: CL! responden sólo del delito común ROMÁN, 27 ss.; GONZÁLEZ, 1959,77 [en rigor su planteamiento parece
JURI 1967/2007) no tiene dificul- aplicable. Por el contrario, en los de- ss.; y especialmente GAETE, 20 ss., referido a todos los delitos especia-
tades para condenar como inductor litos especiales propios rige la comu- 25 ss., 41 ss.; GRISOLfA, 25 s.; sólo les, pero sus ejemplos se refieren sólo
al delito especial propio de falso nicabilidad, de modo que los extra- tácitamente LABATUT, 1, 195 s.; ET- a los especiales propios)). Como se
testimonio a quien habría conven- nei también responden por el delito CHEBERRY, II, 83; CONCHA, 199; Y ha dicho, la jurisprudencia en mate-
cido a la testigo para que declara- especial. El argumento fundamen- VARGAS, 206; antes que todos ellos, ria de parricidio ha reservado desde
ra mendazmente ante un tribunal tal para excluir la aplicación del de- sin mención de fuentes, ORTIZ Mu- antiguo la penalidad por ese título
del crimen, imputándole a terce- lito especial impropio es que las ÑOz, Nociones 1, 100 s.). En la me- exclusivamente a los intranei, casti-
ros hechos reñidos con la moral y circunstancias personales, por su dida, sin embargo, en que la distin- gando al partícipe extraneus (y desde
hasta delictivos, proporcionándole propia naturaleza, sólo pueden re- ción por sí sola no aporta una luego también al autor extraneus)
además informaciones que habrían gir para aquéllos en quienes concu- justificación para el distinto trata- sólo a título de homicidio simple o
hecho más verosímiles sus dichos. rren (CURY, 645; GRISOLfA, 42). Por miento en materia de comunicabili- calificado. Así, en sendos casos de
Ni siquiera se plantea como posible qué, sin embargo, no habría de regir dad, algunos de sus partidarios ter- encubrimiento, SCS en Contra Do-
problema que el inductor no haya lo mismo para los delitos especiales minaron insistiendo en la idea de la rotea Moreno Pereira y otros (1880);
tenido la ,calidad de testigo exigida propios (en términos que no impli- indivisibilidad o unidad de título, Y SCA Santiago en Contra María
por el tipo (en sentido similar, an- quen reconocer el simple propósito pero entendiendo al parecer que ésta Hernández y otra (1945), especial-
tes, SCS en Contra Germán Pino de evitar una laguna de punibilidad sólo implicaba unidad del delito-ti- mente la segunda, donde no obstan-
Fuentes [1955], ETCHEBERRY, DPJ, como precio por un tratamiento po y no de la figura específica (espe- te afirmarse la importancia de la
II,34). más moderado en los demás casos) cialmente GAETE, 25 s.; véase tam- unidad del título y de la accesorie-
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dad, se agrega que el parentesco en Art, 240, frente a lo cual la Corte de La figura no requiere beneficio ni referencia a una obligación tributa-
el parricidio no es constitutivo del alzada, siguiendo a ETCHEBERRY, Il, perjuicio, es un delito formal. De ria específica cuyo incumplimiento
delito, sino un requisito especial, 83 s. aunque sin citarlo, afirmó: "4°. acuerdo con lo visto, se comunica- se encuentre especialmente sancio-
personalísimo, independiente e in- Que corresponde abordar el tema ría a los demás partícipes, si éstos nado, sino que sancionan la lesión o
comunicable (ambas citadas por ET- entendiendo que la regla del Art. 64 han actuado con dolo, y pudiendo puesta en peligro de la Hacienda
CHEBERRY, DPJ, Il, 18 s.). Fuera del es amplia, esto es, que también se ser inductores o cómplices". Tam- Pública en cualquiera de las formas
ámbito del parricidio, en la medida aplica a estos casos y no sólo, cuan- bién es llamativo que en algunos descritas y, por lo tanto, se hallan
en que la jurisprudencia afirma en do las circunstancias son indepen- casos, no obstante la jurispruden- desvinculados de la calidad de con-
general la comunicabilidad sin dis- dientes del tipo penal. Por ello es cia mayoritaria, se haga un esfuerzo tribuyente del sujeto activo. (Alex
tinciones (supra), los fallos en gene- necesario distinguir si la circunstan- por negar el carácter de delito espe- Van Weezel, Delitos Tributarios,
ral no se ven en la necesidad de afir- cia juega tal papel en el tipo penal o cial del hecho en cuestión, tal como Editorial Jurídica de Chile, 2007,
mar un régimen especial para los si desempeña el de verbo rector o hace, respecto del delito tributario pág. 113)". Ciertamente la argu-
delitos especialespropios. Con todo, núcleo de la figura. Es decir, hay que del Art. 97 N° 4 inciso segundo del mentación es contradictoria, porque
es muy interesante la SCA Santiago ver qué función cumple. Para esto la Código Tributario la SCS de 1 de o bien se trata de un delito especial
de 28 de octubre de 2005 (N° Legal doctrina propone suprimir in mente julio de 2008 (Cita Westlaw Chile: y en ese caso lo que se quiere justifi-
Publishing: 35897), por cuanto re- la circunstancia y ver si la figura sigue CLlJURl280512008), donde a pro- car es que la calidad especial exigida
cae en un delito especial propio siendo delito o no. Si sigue siendo pósito del recurso de la condenada que se da sólo en uno o algunos de
como es el de negociaciones incom- delito aunque a otro título, quiere como coautora del delito sin tener los intervinientes puede comunicar-
patibles previsto en el Art. 240. En decir que es una circunstancia agra- la calidad de contribuyente se lee: se, o bien no se trata de un delito
la especie se condenó por ese título vante incorporada a la figura. En "8°. Que, los delitos tributarios es- especial (que es lo que se sugiere al
al ex Director Nacional de la Cen- este caso, se comunica, según el ar- peciales como el que ha motivado final), caso en el cual no se exige en
tral Nacional de Informaciones tículo 64, o sea, sólo a aquellos par- el presente recurso no constituyen rigor ninguna calidad especial y la
(CNI) por haber vendido en su cali- tícipes en quienes concurra o que un ilícito de infracción de un deber comunicabilidad deja de ser un pro-
dad de tal el tristemente célebre pre- hayan tenido conocimiento. Si, en positivo y personalísimo, por lo tan- blema.
dio denominado "Villa Grimaldi" a cambio, desaparece el delito, se co- to, puede afirmarse, como lo hace el
una sociedad en que tenían partici- munica a todos los partícipes, por- fallo recurrido, es plenamente posi- La tercera posición, sin repre-
pación parientes suyos (hermana y que es el único título posible y el ble la comunicabilidad de la cualifi- sentación en la jurisprudencia pero
cuñado), parientes que (junto con extraño (extraneus) no puede ser cación personal de contribuyente a creciente en la literatura, sostiene
terceros que también habrían cola- coautor ejecutor, pero sí puede ser los que intervienen en el hecho, con que en tanto no exista norma ex-
borado) fueron condenados como inductor o cómplice. Es decir, por tal que dicha calidad concurra al presa al respecto, las calidades per-
cómplices del mismo delito no obs- ejemplo, se puede ser inductor o menos en uno de ellos. El que la re- sonales nunca se pueden comunicar
tante carecer de la calidad de em- cómplice de prevaricación. 5°. currente no haya detentado en estos el extraneus, de modo que éste sólo
pleado público. La defensa de estos Que, en el caso de la negociación acontecimientos la calidad de con- puede responder por el delito co-
condenados apeló de la sentencia incompatible, el tipo no puede tribuyente, no excluye su participa- mún que le sea aplicable, si lo hay,
haciendo presente la incomunicabi- subsistir bajo otra forma o título. ción, toda vez que la mayor parte de debiendo quedar impune en caso
lidad de dicha calidad y, en conse- La infracción es de la esencia de la los tipos penales descritos en el Có- contrario, que es precisamente lo
cuencia, del delito previsto en el actividad del funcionario público. digo Tributario no contienen una que pasa con los delitos especiales
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II
ART.14 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.14

propios (RODRÍGUEZ / OSSAND6N, pena (mientras ROMÁN, 52 ss., su- sobre comunicabilidad en el dere- responsabilidad de los extranei en el
135 s.; GuzMÁN DALBORA, 393 y s.; gería la aplicación analógica del pre- cho chileno y consagrando una so- delito funcionario de torturas del
OSSAND6N, 8 s.; HADWA, 13; VAN cepto, se decantan posteriormente lución tan nítida, resulta contrain- Art. 150 A, con penas más bajas; o,
WEEZEL, 2007,115 s.; estos dos úl- por la aplicación directa ETCHEBE- tuitivo que justamente en los casos en cierta medida, del soborno en el
timos sin perjuicio de negarle lue- RRY, II, 81 ss.; POLITOFF / GRISOLÍA en que la punibilidad de la conducta Art.250).
go el carácter de delitos especiales / BUSTOS, 97 ss.; CONCHA, 197 ss.; se funda en términos absolutos en
propios a los delitos tributarios que GRISOLÍA, 29 ss.; CURY, p. 646 s.). la infracción de un deber especial y Tanto la segunda como la terce-
constituyen el objeto de sus respec- Por su parte, no es casual que los exclusivo del sujeto, la Ley le asigne ra posición, en cuanto dan lugar en
tivos trabajos; por mucho tiempo partidarios de la comunicabilidad menos importancia al carácter per- mayor o menor medida a la división
la sostuvo CURY, 1985, 242 s. [ya absoluta se hayan negado siempre sonal de dicho deber y lo extienda del título de imputación de modo
desde CURY, 1969, 269 ss.], quien, a darle cabida a este precepto en el indiscriminadamente a cualquiera que cada cual responda de acuerdo
sin embargo, la abandona en CURY, debate (así, por ejemplo, NOVOA, II, (VAN WEEZEL, 2007,115). Adicio- con las circunstancias personales
646 s.; mucho antes también BUNs- 210 ss.; GARRIDO, 1985, 381 ss.). nalmente, conspira contra la comu- típicas que lo afecten, plantean la
TER,35). Ahora bien, aunque es efectivo que nicabilidad (sea absoluta o relativa) cuestión inversa a la discutida has-
la norma de ningún modo es direc- la circunstancia de que en casos ta ahora (porque en rigor no es un
Las dos últimas posiciones en- tamente aplicable a los elementos particulares la Ley consagre expre- problema de comunicabilidad, sino
cuentran apoyo legal en el inciso del tipo que no tienen esa función, samente la punibilidad del extra- del tipo aplicable a cada inrervinien-
primero del Art. 64 CP ("Las cir- como ocurre con las calidades per- neus en delitos especiales propios, te) de si el intraneus que es sólo par-
cunstancias atenuantes o agravantes sonales en los delitos especiales pro..; lo que sugiere que, en rigor, no es tícipe del hecho del extraneus puede
que consistan en la disposición mo- pios, lo que en principio deja in- ésa la regla. Esto es especialmente ser hecho responsable por el delito
ral del delincuente, en sus relaciones cólume la distinción de la segunda claro cuando la disposición no sólo especial en el que el autor extraneus
particulares con el ofendido o en otra posición, es difícil no dejar de ver representa una redundancia difícil naturalmente no ha incurrido. Des-
causa personal, servirán para atenuar en ella, aflrtiori, un poderoso argu- de justificar desde el punto de vis- de luego si se trata de delitos espe-
o agravar la responsabilidad de sólo mento en contra de dicha posición ta de la supuesta comunicabilidad ciales propios, en la medida en que
aquellos autores, cómplices o encu- yen favor de la tercera. Porque si la general (como es el caso, por ejem- por definición el autor extraneus no
bridores en quienes concurran"), que Ley ha querido categóricamente que plo, de la tipificación especial de la habrá realizado ningún tipo penal
consagra la incomunicabilidad de no se comuniquen las circunstancias presentación de testigos falsos en el simplemente no habrá delito algu-
las circunstancias atenuantes o agra- personales que atenúan o agravan la Art. 207, al lado de la tipificación no. La discusión se ha planteado en
vantes personales, sobre todo desde penalidad, no se aprecia por qué del falso testimonio en el Art, 206), rigor a propósito de los delitos espe-
que empezó a imponerse la tesis de habría de querer algo distinto res- sino que además implica un trata- ciales impropios, a partir de ejem-
que por "atenuantes" o "agravantes" pecto de aquellas circunstancias tí- miento que sólo puede calificarse de plos como el del marido que con-
no debían entenderse sólo aquéllas picas que constituyen el injusto (tal absurdo (por ejemplo, más benigno trata a un sicario para que mate a
designadas explícitamente con ese es el argumento del primer CURY, en casos manifiestamente más gra- su mujer, planteándose la cuestión
carácter (fundamentalmente en los 1985, 243; apoyado por GRISOLÍA, ves) si realmente ésa fuera la solu- de si el marido responde sólo como
Arts. 11 a 13 CP), sino también los 37, si bien este último sólo respecto ción general del derecho vigente inductor de homicidio calificado
elementos del tipo que tuvieran el de los delitos especiales impropios). (como es el caso, por ejemplo, de o como inductor de parricidio. Al
efecto de aumentar o disminuir la Siendo ésta la única norma expresa la regulación en el Art, 150 B de la respecto la literatura afín a la inco-
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municabilidad del vínculo ha sido calificado (en ambos casos hay pre- no oponerse cuando el homicida, Respecto de lo primero, desde luego
más bien parca (sólo se pronuncian vención del ministro Carlos KüNSE- su amante, le comunicó la inten- no está en duda que el comienzo de
contra el castigo a título de parri- MÜLLER, quien estuvo por condenar ción de matar a su marido, véase la tentativa debe estar dado desde
cidio, defendiendo en este punto a la mujer como coautora o induc- Comentario al Art. 16), para luego la perspectiva del autor y no la del
una accesoriedad estricta, POLITOFF tora sólo de homicidio calificado, aplicarle la pena correspondiente al partícipe, pero se plantean dudas
/ GRISOLÍA / Busros, 100 s.). Por el haciendo valer principalmente el cómplice de homicidio, no de parri- respecto de cuándo debe entenderse
contrario, la tendencia jurispruden- carácter accesorio de su conducta y cidio. La diferencia de trato entre la que ha comenzado la tentativa en los
cial es en principio a dividir el títu- la importancia del que, a su juicio, inducción y la complicidad es curio- casos de autoría mediata. Al respec-
lo, imponiendo al intraneus la pena era el único tipo penal realizado en sa y sugiere que más que la consi- to hay dos soluciones en doctrina.
correspondiente al parricidio, aun la especie). Algo distinto se aprecia, deración de las circunstancias perso- Conforme a la llamada "solución
cuando sólo haya sido partícipe y sin embargo, en casos de. complici- nales como elementos que siempre global" el comienzo de la tentativa
no autor en sentido estricto. Esto es dad, en los que se tiende a aplicar definen el título de imputación de está dado desde la perspectiva del
particularmente claro en los casos de al intraneus el mismo título de im- cada interviniente en el hecho, con hombre de adelante instrumenta-
inducción. Véanse al respecto SCS putación aplicado al autor. Véase al independencia de su carácter de au- lizado de acuerdo con los criterios
en Contra Luis Alberto Martínez y respecto SCA La Serena en Contra tor o partícipe, a ella subyace, con- que rigen el asunto tratándose de
otros (1953), SCA Concepción en Emilio Chávez y otra (1875), SCA tra la opinión de toda la doctrina, autores individuales. Por su parte,
Contra Domingo Carvallo y otra Santiago en Contra José Miguel la consideración del inductor como la llamada "solución individual"
(1884) y SCA Valparaíso en Contra Escobar Bello y otro (1948) y SCA genuino autor (no sólo en términos postula que dicho inicio debe fijarse
Carlos Díaz Orrego y otro (1959), Santiago en Contra Anselmo Mar- penológicos, sino también materia- desde la perspectiva del hombre de
todas en casos en que el cónyuge o tínez y otros (1952), las que lue- les) en virtud del Art, 15 (véase al atrás, concretamente en el momen-
hijo había inducido a otro a matar go de calificar como cómplice a la respecto Comentario alArt. 15). to en que éste deja la suerte de la
al propio cónyuge o al padre (todas mujer que ha colaborado con quien ejecución en manos del hombre de
citadas por ETCHEBERRY, DPJ, II, le da muerte a su marido, declaran Además de estos "principios" adelante, esto es, cuando pierde el
14 s.). Más recientemente; la SCA que debe ser considerada cómplice que rigen la relación entre autores y control sobre el instrumento, con la
San Miguel de 31 de enero de 1990 del mismo delito en que ha incu- partícipes, la distinción entre auto- consiguiente anticipación de la rele-
(Gaceta Jurídica N° 117 [1990], 68; rrido el autor, esto es, homicidio ría. y participación, particularmente vancia penal de la conducta del autor
y la SCA San Miguel de 9 de agos- y no parricidio en todos los casos entre autoría mediata e inducción, mediato. Al respecto, si bien no pue-
to de 1999 (Gaceta Jurídica N° 230 (sentencias citadas por ETCHEBERRY, tiene relevancia en materia de ini- de hablarse de un asunto completa-
[1999], 151) que hacen responder a DPJ, II, 17 s.). Lo mismo rige para cio de la tentativa y de interposi- mente zanjado, en la doctrina chile-
la mujer que facilitó los medios para la más reciente SCS de 30 de ene- ción de personas entre el "hombre na predomina la solución individual
que se matara a su marido (dejando ro de 1989 (recurso de queja, Cita de adelante" y el "hombre de atrás". (GARRIDO, 1984, 125 s.; CURY, 608;
la puerta abierta) ya la que indujo a Westlaw Chile: CLlJURl5011989), La importancia de estas cuestiones POLITOFF / MATUS / RAMíREZ, PG,
un tercero a matar a su marido como en que, contra la calificación inicial radica en que, más allá de la eviden- 403; HERNÁNDEZ, 2007, 29; de otra
coautora e inductora de parricidio, hecha por la Corte de Concepción, te diferencia simbólica, atendida la opinión NAQUIRA, 2005, 130 ss.; y
respectivamente, en circunstancias se calificó de cómplice a la mujer equiparación de penas prevista por MAÑAL1CH, 2010, 393; diferencia-
en que el autor inmediato o direc- que habría colaborado con el homi- la ley, constituyen las consecuencias damente VAN WEEZEL, 2008, 364
to fue condenado por homicidio cida de su marido (por omisión: por prácticas relevantes de la distinción. ss. y passim), con lo cual ya habrá
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ART. 15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCfOR HERNÁNDEZ ART.15

tentativa punible del autor mediato Respecto de lo segundo, mientras la N° 1 (2008), 61-73; MAÑAUcH, Juan Pablo: "La estructura de la autoría mediata", Revista de
Derecho (PUCV) T. XXXN (2010-1), 385-414; MArus, Iean Pierre: "Causales de exclusión de
cuando éste pierde el control sobre el "inducción de inducción" o "induc- la responsabilidad penal en el delito de tráfico ilícito de estupefacientes del Art. 5° inciso
hombre de adelante instrumentali- ción en cadena" es atípica (infta), es segundo de la Ley N° 19.366", Cuadernos Judiciales N° 4 (2001), 33-62; NÁQUlRA, Jaime:
"El dominio funcional del hecho: ¿coautoría o coparticipación?", en De Figueiredo Días,
zado, aunque este último no alcance perfectamente posible la instrumen- Jorge et al (directores): El penalista liberal [homenaje a Manuel de Rivacoba], Harnmurabi,
a satisfacer en cuanto tallos reque- talización de una cadena de sujetos Buenos Aires 2004, pp. 515-528; NÁQUIRA, Iaíme: "Autoría mediata y tentativa", Revista de
rimientos generales de la tentativa. en la autoría mediata. Derecho (PUCV) T. XXVI (2005-1), 125-132; Novox, Juan Pablo: "Responsabilidad penal de
los órganos directivos de la empresa", Actualidad Jurídica N° 18 (2008), 431-472; OSSAN-
DÓN, María Magdalena: "Delitos especiales y de infracción de deber en el Anteproyecto de
Código Penal", Política Criminal N° 1 (2006), A4, 1-22; PEÑA, Silvia: "Autoría y participa-
ción en el delito", Revista de Ciencias Jurídicas (Valparaíso) N° 3 (1972),85-128; POUTOFF,
Artículo 15. Se consideran autores: Sergio: "El agente encubierto y el informante 'infiltrado' en el marco de la Ley N° 19.366
sobre tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sícotrópícas", en POUTOFF, Sergio /
1. Los que toman parte en la ejecución del hecho, sea de una MArus, jean Pierre (coordinadores): Tratamiento penal del tráfico ilícito de estupefacien-
tes, ConoSur, 1998, pp. 53-87; POLlTOFF, Sergio: "El 'autor detrás del autor"', en POLlTOFF,
manera inmediata y directa, sea impidiendo o procurando impedir Sergio / Mxrus, Iean Pierre (coordinadores): Gran criminalidad organizada y tráfico ilícito
que se evite. de estupefacientes, ConoSur, Santiago 2000, pp. 333-414; POUTOFF, Sergio / MERA, Jorge: El
caso Schneider, Quimantú, Santiago 1972; Ríos, Jaime: "De la autoría mediata en general
2. Los que fuerzan o inducen directamente a otro a ejecutarlo. y de si en Chile su inexpresividad legal constituye una laguna de punibilidad", Política
3. Los que, concertados para su ejecución, facilitan los medios Criminal N° 2 (2006), A4, 1-23; RODRÍGUEZ, Luis / OSSANDÓN, María Magdalena: Delitos contra
la (unción pública, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2005; SOTO, Miguel: "La noción de
con que se lleva a efecto el hecho o lo presencian sin tomar parte autor en el Código Penal chileno", Gacéta Jurídica N° 68 (1986), 13-53; VAN WEEZEL, Alex:
inmediata en él'. Delitos tributarios, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2007; VAN WEEZEL, Alex: "Interven-
ción delictiva", en VAN WEEZEL, Alex: Pena y sentido. Estudios de derecho penal, ARA, Lima
BIBUOGRAFÍA: BUSTos, Juan: El delito culposo, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1995; CURY, 2008, pp. 275-292; VAN WEEZEL, Alex: "Intervención delictiva y garantísmo penal", ZIS
Enrique: Derecho penal. Parte general, 1" edición, T. 11, Editorial Jurídica de Chile, Santia- 8/2009, 432-445; YÁÑEZ, Sergio: "Problemas básicos de la autoría y de la participación en
go 1985; CURY, Enrique: "El concepto del autor mediato como categoría imprescindible el Código Penal chileno", Revista de Ciencias Penales T. XXXN (1975),49-64.
en la interpretación de la Ley penal chilena", Revista Chilena de Derecho, Vol. 12 (1985),
35-53; CURY, Enrique / MATUS, Iean Pierre: "Comentario a los artículos 14 a 17", en POUTOFF
/ ORTIZ, Comentario, pp. 229-256 44 ; ETCHEBERRY, Alfredo: Participación criminal, Edíar-Co-
noSur, Santiago 1988; FERNÁNDEZ, Miguel Ángel: "Inconstitucionalidad de responsabilizar COMENTARIO
penalmente a los agentes encubiertos", Gaceta Jurídica N° 217 (1998), 18-26; FONTEClllA,
Rafael: Concursos de delincuentes, de delitos y de leyes penales y sus principales problemas
jurídicos, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1956; GARRIDO, Mario: Etapas de ejecución
Héctor Herndndez
del delito. Autoría y participación, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 1984; GuzMÁN DAL-
nORA, José Luis: "El caso chileno", en kIBOS, Kai (coordinador): Imputación de crímenes de
los subordinados al dirigente, Temís, Bogotá 2008, pp. 71-86; HERNÁNDEZ, Héctor: "Apuntes El precepto tiene su origen en ejecución del hecho, por un acto sin
sobre la responsabilidad penal (imprudente) de los directivos de empresa", Revista de' el Art, 12 del Código español de el cual no se hubiera efectuado"), re-
Estudios de la Justicia N° 10 (2008), 175-198; MACKiNNON, Iohn: Autoría y participación y
el delito de receptación, LexisNexis, Santiago 2004; MAÑAUcH, Juan Pablo: "Condiciones ge- 1850, si bien con importantes mo- duciéndose el debate al N° 2 ("Los
nerales de la punibilidad", Revista de Derecho (UAI) N° 2 (2005), 387-481; MAÑALlCH, Juan dificaciones que le dan una fisono- que fuerzan o inducen directamente
Pablo: "Miedo insuperable y obediencia jerárquica", Revista de Derecho (UACh), Vol. XXI mía propia. En un primer momen- a otros a ejecutarlo"), contexto en
to, la Comisión Redactora aprobó el cual se rechazó la propuesta del
un texto idéntico al peninsular, sin comisionado Reyes, basada en el
Para la selección y valoración de la jurisprudencia pertinente a este artículo fueron
mayor discusión respecto del N° 1 Código belga, en orden a tratar se-
fundamentales las referencias y observaciones críticas de Jaime Couso.
44 Si en general no se cita este texto es porque existen exposiciones posteriores del tema ("Los que inmediatamente toman paradamente la fuerza ("N° 2. Los
tanto del autor principal (CURY) como del colaborador (MATUS, en conjunto con Po- parte en la ejecución del hecho") y que fuerzan directamente a otros a
LlTOFF y RAMfREZ), que parecen expresar mejor el exacto pensamiento de cada uno. del N° 3 ("Los que cooperan a la ejecutarlo") y la inducción ("N° 3.
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Los que por dones, promesas, ma- cuando se hallen distantes del lugar especial, debe hacerse cargo de los determina el resultado de lo prime-
quinaciones o artificios culpables, en que se ejecuta' (Actas, 223). So- alcances de dicho artículo, respecto ro, y no Viceversa.
hubieren provocado o inducido di- bre esa base se encargó al comisio- del cual se discuten básicamente tres
rectamente a la perpetración del de- nado Renjifo una redacción del ar- cuestiones: Pues bien, para todas estas pre-
lito o falta"), haciéndose valer que el tículo que fue presentada y aprobada guntas, que también se influyen
concepto de inducción del Código en la sesión siguiente, de 16 de abril, a) Si regula todos los casos de eje- recíprocamente, hay distintas opi-
español cubría la misma idea expre- con la siguiente constancia: "En el cución delictiva o solamente aquéllos niones en la literatura, dando lu-
sada en la propuesta, de lo que se tercer caso es necesario que exista (todos o algunos) en que interviene gar a un cuadro considerablemente
dejó expresa constancia (sesión 10, copulativamellte con las circunstan- más de una persona. diferenciado. Para los efectos de la
de 24 de mayo de 1870, Actas, 17 cias, facilitar los medios o presenciar exposición, sin embargo, en vez de
s.). Con posterioridad, en la sesión el delito, el concierto previo para b) Si todos los casos que regu- seguir el orden del Art. 15 o hacer
125, de 4 de abril de 1873 (dice por cometerlo; pues sin este requisito, se la son de genuina autoría o si, por una presentación detallada de cada
error 1872), "después de un deteni- considerará al reo cooperador pero el contrario, regula también (yen una de las posiciones a su respecto,
do examen, se resolvió modificar la no autor. Además es necesario que qué medida) casos de participación se seguirá un esquema conceptual
redacción de los tres números de que en la primera circunstancia el acto equiparados sólo penológicamente de uso común en la doctrina chile-
consta, a fin de comprender con bas- se lleve a cabo con los medios faci- a la autoría por razones de política na, que distingue entre autoría in-
tante claridad: 1° al ejecutor directo litados, pues si se usara de otros, no criminal. mediata o directa, autoría mediata y
del delito; 2° al ajente que le ayuda tendrá aplicación este artículo sino ca autoría, sintetizando a propósito
a realizarlo i con su cooperación o el siguiente" (Actas, 224). e) Qué forma de autoría (o de de cada una de ellas el estado de la
mera presencia ampara o autoriza su participación equiparada) se regula discusión a su respecto.
perpetración; i 3° por último, al que CONSIDERACIONES PREVIAS en cada uno de los números del pre-
ordena u obliga a ejecutar el delito. cepto. DELITOS DE DOMINIO Y DELITOS
En el primer caso se hallará el ase- La doctrina penal chilena exhi- DE INFRACCIÓN DE DEBER
sino que toma el puñal i hiere; en be una gran dispersión de pareceres Como es obvio, la respuesta a
el segundo, el que proporciona ese en cuanto al concepto de autor. La todas estas preguntas supone una Desde el punto de vista teórico
puñal para que se dé la muerte, o discusión está condicionada, como respuesta sobre los alcances específi- se aprecia una importante influencia
contiene a los que pudieren ausiliar es natural, por el Art. 15, que, a di- cos de cada uno de los casos tratados de la llamada doctrina del dominio
a la víctima, o concurriendo al ase- ferencia de otras regulaciones que en el Art, 15. En este contexto, sin del hecho a la hora de formular y
sinato de concierto con los asesinos, se aprecian en el derecho compa- embargo, como ejemplo paradig- delimitar las distintas formas de au-
presencia la ejecución del crimen i rado, señala con cierto grado de mático de desarrollo dogmático de toría (a la primera aproximación de
aumenta la fuerza i poder de aqué- detalle quienes "se consideran" au- la parte general, es bastante evidente YAÑEZ, 58 ss.; se sumaría SOTO, 14
llos con su sola concurrencia aun sin tores. De este modo, además de la la influencia recíproca entre el tra- Y ss.: Y muy decididamente CURY,
tomar parte directa en la acción. El discusión estrictamente teórica, bajo interpretativo específico y la 591 ss.; también en general POLI-
tercer caso abraza a los que por dádi- cualquier toma de posición, inclu- concepción que se adopte respecto TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 399),
va, promesa, violencia u otro modo so para aquéllos que entienden que de la estructura y función sistemá- sin perjuicio de las desviaciones que
semejante obtienen la perpetración la autoría fluye directamente de la tica del Art. 15, de modo que en impone, real o presuntamente, la
del delito por manos ajenas, aun realización de los tipos de la parte muchos casos es esto último lo que letra de la ley. En principio no rige
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r:

ART.15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 15

lo mismo para la jurisprudencia, VAN WEEZEL, 2007, 116). Si bien sostiene que sólo puede ser partí- dominio u organización. Algo si-
que en general se limita a afirmar el cuadro de las opiniones dista de cipe (CURY, 617, 619, 647; POLI- milar rige para la calificación como
o a desechar la autoría a partir de estar asentado, además del consenso TOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 400 autoría o participación de la respon-
la letra del Art. 15, con bastante en cuanto a que sólo puede ser autor [delitos de omisión impropia], 406 sabilidad por omisión impropia de
prescindencia de cualquier esquema el sujeto especialmente obligado, lo [delitos especiales]; OSSANDÓN, 8 los garantes, que entre nosotros ape-
conceptual. que en realidad no importa gran s.), lo que conduce nuevamente a la nas se ha discutido, en circunstan-
novedad, parece ir imponiéndose mencionada cuestión de la comuni- cias que en la literatura comparada
Ahora bien, ha sido precisamen- la opinión de que cualquier forma cabilidad. En ese contexto, los que se debate intensamente si el garante
te la acogida de la doctrina del domi- de infringir el deber especial reali- afirman la comunicabilidad parecen que no impide el delito que comete
nio del hecho lo que ha llamado la zaría el tipo de autoría (OSSANDÓN, sugerir al mismo tiempo un trata- activamente otro responde siempre
atención sobre la existencia de delitos 6 s.; aparentemente CURY, 617, sin miento más benigno para el que no como autor (como opinan los que
respecto de los cuales la atribución perjuicio de la relevancia que le atri- está especialmente obligado, pero lo creen que los delitos de omisión
de autoría no pasaría por el dominio buye al dominio del hecho en la re- cierto es que en la medida en que impropia son delitos de infracción
del hecho sino por la infracción de lación entre los intranei en 617 s.; no se excluya convincentemente la de deber), responde siempre como
un deber especial, dando lugar a los tal como lo hiciera en su momento aplicación al extraneus del Art, 15 partícipe o responde bajo una u
llamados delitos de infracción de SOTO, 51), con independencia de las (cuyos alcances se revisan a conti- otra calidad según el sentido y peso
deber. Durante mucho tiempo la prescripciones del Art. 15 (explícita- nuación), en la mayoría de los casos relativo de la omisión. Atendida la
única consideración de las particu- mente CURY, 620), presupuesto este no será posible asegurar ese resul- relevancia que se le atribuye a la
laridades de estos delitos (en rigor, último que podría fundarse en que, tado (así, por ejemplo, CURY, 617, dogmática de la omisión impropia
de los llamados delitos especiales siendo siempre individual el deber 619, aunque sostiene primero que en la imputación de responsabilidad
propios, categoría que si bien no personal, el especialmente obligado el extraneus es cómplice, se advier- en contextos complejos, como es,
es equiparable, tiene al menos una siempre es autor individual o, in- te que sólo lo dice desde un punto por ejemplo, el ámbito empresarial
extensión similar) se dio a propó- terviniendo otros, autor accesorio de vista conceptual cuando el autor (cfr. HERNÁNDEZ, 175 ss.; NOVOA,
sito de la llamada "comunicabili- (VAN WEEZEL, 2007, 116). Lo co- termina lamentando que la regula- 2008, 431 ss.; VAN WEEZEL, 2009,
dad", esto es, de la posibilidad de herente con esta concepción sería ción legal conduce a que se le cas- 432 ss.), urge dilucidar ésta y otras
que puedan ser partícipes aquéllos entender que el especialmente obli- tigue como autor en 647 con nota cuestiones que plantea la relación
sobre los que no pesa el deber es- gado es siempre autor inmediato al pie N° 304; sin lamentos POLI- entre omisión impropia y reglas de
pecial que sirve de fundamento al o directo, nunca coautor ni autor TOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 406; autoría y participación.
tipo (véase Comentario al Art. 14). mediato, aunque sean otros los que lo sostenía también en su momento
En los últimos años, sin embargo, realizan materialmente la conducta SOTO, 52). AUTORíA INMEDIATA O DIRECTA
se ha venido reflexionando, ade- típica o se requiera de su aporte de
más, sobre la forma de ejecución otros para dicha realización (OSSAN- Esta breve síntesis de una discu- Autor inmediato es el que reali-
relevante a título de autoría en estos DÓN, 6 s.), pero esta conclusión no sión muy incipiente, al menos en su za directamente ("de propia mano")
delitos (incipientemente SOTO, 51 es compartida por toda la doctrina conciliación con el derecho positivo, todos y cada uno de los presupues-
s.; CURY, 616 ss.; OSSANDÓN, 6 ss. (CURY, 619; POLITOFF / MATUS / RA- autoriza que la exposición siguiente tos del tipo penal, siéndole objetiva
y passim; parcialmente POLITOFF / MfREZ, PG, 406; MAÑALICH, 2010, se dedique exclusivamente al trata- y subjetivamente imputable el he-
MATUS / RAMfREZ, PG, 400, 406; 408 ss.). En cuanto al extraneus, se miento de los llamados delitos de cho punible. Puede actuar en solita-
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rio (autor individual), pero también hipótesis en la segunda parte del y su amante fueron sorprendidos en AUTORÍA MEDIATA
favorecido de algún modo por el N° 1: "los que toman parte en la adulterio por el marido de aquélla,
aporte de otro sin que exista con- ejecución del hecho ... impidiendo o produciéndose una lucha entre los Es autor mediato quien ejecu-
cierto previo (autor accesorio). procurando impedir que se evite"). dos hombres, contexto en el cual ta un hecho propio a través de otro
Al respecto puede decirse que, aun- ella le da un fuerte golpe en la ca- cuya conducta se instrumentaliza.
Al menos respecto de la autoría que la tipicidad de la autoría acceso- beza a su marido {suficiente como Si en efecto se trata de una forma
individual, la opinión ampliamente ria también puede desprenderse del para causarle la muerte, aunque no que no se deja reconducir al menos
dominante entiende que la tipicidad respectivo tipo penal, bien podría instantáneamente) que lo hace caer, parcialmente a la autoría inmediata
de la autoría inmediata se desprende ser que la Ley haya resuelto despejar situación que aprovecha el amante (o incluso a la inducción) ha sido
directamente de cada tipo penal, sin cualquier duda a través del Art, 15 para estrangularlo (citada por ET- debatido en Chile. Como es obvio,
necesidad de "pasar" por el Art, 15, N° 1, lo que explicaría, por ejem- CHEBERRY, DP], 11, 27). La Corte ésta es la única objeción pertinen-
porque evidentemente el que realiza plo, que dicho precepto no exigiera los condena a ambos como autores te, pues pone en duda la necesidad
el tipo sería castigado por el mismo concierto previo. del hecho consumado "ya que uno y conceptual de la categoría como
aunque no existiera este artículo otro procedieron a ejecutar directa presupuesto para el adecuado tra-
(también se hace presente que todas Como se ha dicho, la autoría e inmediatamente actos suficientes tamiento de los casos (así NOVOA,
las hipótesis del Art. 15 implican inmediata o directa supone la ínte- por sí solos para producir la muer- 11, 161 s.; GARRIDO, 1984, 307 s.).
una pluralidad de sujetos, incluso gra realización del tipo penal. Cuan- te", lo que, sin embargo, respecto Por el contrario, que todos los ca-
la del N° 1, que se refiere a los que do el sujeto no logra esa realización de .la mujer que no mató a su ma- sos que bajo ese nombre se plantean
"toman parte" en el hecho; mantie- íntegra, sólo responde por el hecho rido sólo es aceptable si ha habido estén cubiertos por la Ley (así, apa-
nen esta posición NOVOA, II, 183.; efectivamente cometido (por ejem- coautoría (10 que probablemente se rentemente, ETCHEBERRY, 11, 98) es,
CURY, 597; YÁÑEZ, 56; SOTO, 44, plo, lesiones u homicidio frustrado), podía deducir de las circunstancias), en realidad, un presupuesto para
46; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, a menos que se den los requisitos de pues de lo contrario sólo corres- la relevancia práctica de cualquier
PG, 400; de otra opinión [la autoría la coautoría (infta), único caso en el pondía una condena por parricidio forma de autoría o participación
individual está regulada en el Art. 15 que la consumación del delito por frustrado o, eventualmente, sólo y no dice nada sobre su necesidad
N° 1] LABATuT, 1, 197; Y en la ac- parte de un coautor se le puede im- por lesiones consumadas. Distinto conceptual (sobre todo esto, todavía
tualidad GARRIDO, II, 395 ss.). Con putar como hecho propio. Esto no es el caso de la SCS de 25 de abril en tono polémico, CURY, 1985 b,
todo, la práctica judicial invariable- parece verlo siempre la jurispruden- de 2006 (Cita Westlaw Chile: CL! 47 ss. y passim; más recientemente
mente califica al autor individual cia, que no duda en aplicar el N° 1 ]URl79712006), donde correcta- MAÑALICH, 2010, 391 ss.). En la ac-
como autor en los términos de la en casos de realización sólo parcial mente se prescinde de la exigencia tualidad, sin embargo, se reconoce
primera parte del Art. 15 N° 1 ("los del tipo penal, desentendiéndose de concierto previo en un caso de ampliamente su status dogmático
que toman parte en la ejecución del al menos formalmente (porque pa- robo con intimidación porque cons- como forma autónoma de autoría.
hecho ... de una manera inmediata y rece requerirlo de modo tácito) de ta que la recurrente había interveni- Respecto de su anclaje legal, sin em-
directa'). En lo que respecta al au- la comprobación de los requisitos do tanto en la intimidación como bargo, las opiniones están divididas.
tor accesorio las posturas son menos de la caautoría. Así, por ejemplo, la en la sustracción de especies, esto Mientras algunos sostienen que, al
nítidas (bajo la denominación auto- SCA Concepción en Contra Adeli- es, aunque no lo explicite el fallo, igual que la autoría inmediata, su
ría [inmediata] indirecta, GARRIDO, na Salas y otro (1935) se hace car- porque realizó íntegramente el tipo tipicidad se desprende de los tipos
II, 400 s. ve la regulación de estas go de un caso en que la imputada penal. penales de la parte especial {SOTO,
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44, 46; POLITOFF I MATUS I RAMÍ- den judicial de detención) o sobre la inducción stricto sensu como for- forma de autoría mediata en la pri-
REZ, PG, 398), otros la extraen de una causa de exculpación (el sujeto mas de autoría mediata, cfr. CURY, mera parte del N° 2, referida a "los
distintos pasajes del Art. 15, como cree que su vida está en grave peli- 1985 a, 248). que fuerzan... directamente a otro a
luego se verá. Los principales casos gro y sólo puede salvarse provocan- ejecutarlo [el hecho]" ,entendiendo,
reconocidos en la doctrina chilena do la muerte de otro). El caso limite b) Casos de coacción (en con- en consecuencia con lo ya dicho, la
son los siguientes (un buen resumen es el del sujeto que actúa con dolo tra GARRIDO, II, 402, 407, quien fuerza como vis compulsiva (LABA-
puede verse en Ríos, 11 y ss.; propo- y de modo plenamente responsable, restringe el concepto de autoría me- TUT, 1, 197; PEÑA, 99; YÁÑEZ, 62;
ne una sistemática distinta, aunque pero a quien se le oculta un aspecto diata a las hipótesis de error o inim- CURY, 600 s.).
sin desarrollarla en sus detalles, MA- que atinge al sentido concreto de su putabilidad del hombre de adelante,
ÑALICH, 2010, 399 ss.): comportamiento (por ejemplo, cae y ve en la fuerza de la primera parte e) Casos de aprovechamiento
en un error in persona), respecto del del N° 2 siempre un medio de in- de un inimputable, concretamente
a) Casos de producción o apro- cual la escasa literatura que ha abor- ducción, no de autoría, aun cuando de una persona menor de 14 años
vechamiento de error (en contra dado el asunto concluye que hay el forzado esté exculpado [404,405 (Art. 10 N° 2, no obstante su equí-
sólo ETcHEBERRY, II, 97, quien ve autoría mediata junto con la autoría s.]: ni Novox, II, 186; ni ETcHEBE- voca redacción), o de quien padece
básicamente inducción). El error inmediata del hombre de adelante, RRY, II, 90 s., 97, se pronuncian res- un trastorno mental permanente
provocado o aprovechado puede en una genuina hipótesis de "autor pecto de si se trata de una genuina o transitorio en los términos del
ser, entre otros, un error de tipo (la detrás del autor" (CURY, 603 s.; Po- forma de autoría o bien de una de Art. 10 N° 1. Esta posibilidad se ha
enfermera ignora el contenido letal LITOFF I MATus I RAMÍREZ, PG, 410 participación). En general, se sos- acogido pacíficamente (LABATUT, 1,
de la inyección), un error sobre una s.). Se discuten, además, casos en tiene que hay autoría mediata sólo 197 s.; CURY, 607; GARRIDO, II, 402;
autolesión atípica (la víctima ignora que se forja una causa de justifica- en los casos en que la coacción pro- POLITOFF I MATUS I RAMÍREZ, PG,
que al activar el interruptor se va a ción (CURY, 607 s.; POLITOFF I MA- voca la exculpación del coaccionado 409; pese a su escepticismo Novox,
electrocutar) (para CURY, 596, 601, TUS I RAMÍREZ, PG, 407 s.), cuyos por inexigibilidad de otra conducta, II, 160; en contra sólo ETCHEBERRY,
estos casos son en realidad de auto- precisos alcances distan, sin embar- concretamente, fuerza irresistible o II, 97, quien ve sólo inducción), sin
ría inmediata; con detalle MAÑA- go, de estar claros. Quienes se pro- miedo insuperable en los términos perjuicio de que con seguridad me-
LICH, 2010, 405 ss., introduciendo nuncian sobre el reconocimiento de del Art. 10 N° 9 (CURY, 598 s.; rece algunas diferenciaciones, pues
en nuestra discusión la disyuntiva estos casos en el Art. 15 lo ven en PEÑA, 99; POLITOFF I MATUS I RA- no es evidente que todo inimpu-
entre la teoría de la exculpación y la alguna de las alternativas del N° 1 MÍREZ, PG, 409; GuzMÁN DALBORA, table pueda por esa sola razón ser,
teoría del consentimiento), un error de dicho artículo, referida a "los que 81; aparentemente iABATuT, 1, 197 en efecto, un mero instrumento en
de prohibición (el sujeto ignora que toman parte en la ejecución del he- s.; aunque no lo consideren un caso manos del hombre de atrás (así tam-
para conducir ese tipo de vehículo cho, sea de una manera inmediata y de autoría mediata, condicionan la bién BULLEMORE I MAcKINNoN, II,
requiere una licencia especial), en directa (GARRIDO, II, 308, 311), sea aplicación del N° 2 a la exención 121). Respecto del reconocimiento
particular, sea que se le trate como impidiendo o procurando impedir de responsabilidad del forzado No- de estos casos en el Art. 15 la litera-
error de tipo, de prohibición o de que se evite" (CURY, 603 s., quien VOA, II, 186; Y ETCHEBERRY, II, 91; tura guarda silencio.
otro modo, un error sobre la con- antiguamente sostuvo que estaban no se pronuncia GARRIDO, II, 406,
currencia del presupuesto fáctico de cubiertos por la segunda parte del para quien constituye en todo caso d) Casos de aprovechamiento de
una causa de justificación (el policía N° 2, bajo un concepto amplio de una forma especial de inducción). un instrumento que obra ampara-
cree que efectivamente existe la or- "inducción" que comprendía tanto La opinión dominante sitúa esta do por una causa de justificación. Si
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ART. 15

bien no se ha discutido intensamen- / MATUS / RAMÍREZ, PG, 89; tácita- acceder el hombre de atrás, a quien, en la literatura chilena sobre la base
te, la escasa literatura al respecto ha mente CURY, 620), salvo, claro está, por su parte, falta la calidad exigi- del carácter fungible de los ejecuto-
reconocido esta variante (CURY, 607 que se dé la excepcional circunstan- da para ser autor (así CURY, 620; en res materiales y la omnipotencia de
s.; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, cia de ser el hombre de atrás a su vez principio también RODRÍGUEZ / Os- quien controla la organización (ya
407 s.; MAÑALICH, 2010, 404 s.). No intraneus, como se daba en princi- SANDÓN, 142, si bien terminan luego POLITOFF / MERA, passim; lo suge-
se aborda, sin embargo, su posible re- pio en el caso resuelto por SCS' de afirmando que gracias a la fórmula ría también YÁÑEZ, 62; luego POLI-
conocimiento en el Art, 15. 22 de mayo de 2001 (GacetaJurídi- amplia del Art. 15 N° 2 el extraneus TOFF, 2000, 393 ss., 397; POLITOFF
ca N° 251 [2001], 128) en que dos es punible en todos los casos, sin dis- / MATUS / RAMÍREZ, PG, 411 ss.; y
e) Casos de aprovechamiento funcionarios municipales falsearon tinción). No obstante, se puede citar siguiendo a estos últimos, Ríos, 18),
de un instrumento doloso no cua- información en el sistema infor- la extraña SCS en Contra Francisco la opinión mayoritaria se decanta
lificado por parte del especialmen- mático del que se servía un tercer Bello Jiménez (1944) que califica por atribuirle al hombre de atrás
te obligado en los delitos especiales funcionario encargado de otorgar como inductor del delito de falsedad sólo la calidad de inductor (o even-
(POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, padrones de vehículos motorizados, ideológica del Art. 193 N° 4 (si bien tualmente coautor), entendiendo
406; CURY, 619 s.; BULLEMORE / quien en estos casos los otorgó in- se le aplica el Art. 194 por ser parti- en lo fundamental que, a pesar del
MACKrNNON, 1I, 121;MAÑALICH, conscientemente con datos falsos. Si cular) al sujeto que engaña al notario contexto, el concreto dominio del
2010, 410 s.; diferenciadamente Ro- bien es discutible que estos funcio- sobre el estado de salud mental de su hecho sigue en manos del ejecutor
DRÍGUEZ / OSSANDÓN, 139 ss.) y de narios hayan obrado con el preciso madre compareciente, llevándolo de responsable o, en el último tiempo,
aprovechamiento de un instrumen- "abuso del cargo" a que se refiere el este modo a hacer un atestado falso simplemente en base al principio de
to doloso que actúa sin el elemento Art, 196 de la Ley del Tránsito, en (citada por ETCHEBERRY, DPJ, 1I, 33 (autolresponsahilidad sobre el cual
subjetivo especial exigido por el tipo cuanto empleados públicos fueron s.), si bien se trata manifiestamente habría de fundarse la autoría (CURY,
(POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, condenados como autores del deli- de un grueso error de interpretación 606 s.; GARRIDO, 1I, 402 s.; ETCHE-
407). Tampoco se ha discutido a su to, en tanto que el particular con el de los tipos de la parte especial, desde BERRY, 1I, 97; MAÑALICH, 2008, 70
respecto el reconocimiento que le que estaban coludidos lo fue como luego porque el notario no hizo nin- s., sugiriendo la posibilidad de una
brindaría el Art. 15. cómplice por no tener la calidad exi- gún atestado falso (dejó constancia coautoría; GUZMÁN DALBORA, 81
gida por el tipo. Fuera de estos casos de lo que efectivamente había perci- ss.; implícitamente VAN WEEZEL,
Se ha discutido también la excepcionales la cuestión es si puede bido) y porque los particulares sólo 2008,279 s.).
cuestión inversa de si es posible la castigarse de algún modo al extraneus cometen delito por sus dichos falsos
autoría mediata del extraneus que como partícipe del intraneus. Tratán- ("falsedades ideológicas") en los ca- Respecto de esta última posible
instrumentaliza al intraneus, como dose de casos de coacción no debiera sos previstos especialmente por la ley, hipótesis de autoría mediata, la juris-
sería el caso del particular que coac- ser problemático salvo el problema cual no era el caso en la especie. prudencia, fundamentalmente a pro-
ciona o engaña al juez llevándolo a de comunicabilidad, sancionar al pósito de crímenes perpetrados con-
realizar un acto constitutivo de pre- extraneus como inductor del intra- f) Casos del instrumento que ac- tra opositores a la dictadura militar
varicación. Un sector de la doctri- neus no culpable, mientras que en túa con dolo y de modo plenamente en el contexto de la actividad repre-
na considera que en estos casos no los casos de mero engaño parece im- responsable, pero en el marco de un siva de los servicios de seguridad de
puede hablarse de autoría mediata ponerse la impunidad, por faltar en aparato organizado de poder. Si bien la época, parece reconocerle un es-
por faltar en el hombre de atrás la el hombre de adelante una conducta este aspecto de la teoría del dominio pacio sobre la base de considerar
calidad exigida por el tipo (POLITOFF típica y antijurídica a la cual pudiera del hecho ha recibido cierta acogida que ciertas estructuras internas de

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las Fuerzas Armadas, en razón de su ciudadano estadounidense y agente> en la situación de quien es forzado mada "Caravana de la muerte" (Re-
férrea jerarquía y disciplina interna, de la DINA Michael TownLey (sen- irremediablemente a cometer un vista de Derecho [CDE] , año 1,
que aseguraba el control por parte tencia de 12 de noviembre de 1993, determinado acto". Con todo, el én- N° 2 [diciembre de 2000]), donde
de los mandos superiores, consti- Fallos del Mes, Año XXXV; noviem- fasis puesto en la posición subordi- se enfatiza la verticalidad del mando
tuían un aparato organizado de po- bre de 1993, edición suplementaria, nada de TownLey también permite castrense y las consecuencias de la
der que sirvió de instrumento para 154 y s.). Las referencias a la autoría conjeturar que el Ministro en Visita misma para el funcionamiento de la
la ejecución de tales crímenes. Con mediata por dominio de un aparato en rigor estaba pensando en una organización: "Que es conocida la
todo, el carácter muchas veces in- organizado de poder son bastante forma tradicional de autoría media- gran importancia que tiene en una
consistente y cuando menos impre- explícitas: "Esta interrelación hu- ta por coacción, lo que se vería con- Institución Armada de la República
ciso de sus consideraciones, no per- mana ha sido estudiada por Claus firmado cuando excluye una posible la verticalidad del mando y la obli-
mite afirmar categóricamente que se Roxin... y la caracteriza como el do- coautoría o una inducción en los si- gación del inferior de cumplir es-
trata de una verdadera asunción de minio de la voluntad que se produce guientes términos: "la concertación trictamente las órdenes del superior,
la figura, de una estrategia argumen- en un órgano de poder en que existe mencionada en ese número 3° im- lo que de no hacer, puede significar-
tativa para aplicar formas tradicio- una estructura jerarquizada, que plica la idea de confabularse o deli- le medidas disciplinarias, juicios mi-
nales de autoría o participación (la puede ser de índole militar, política, berar en un plano de más libertad e litares, la destitución u otras más
equiparación penológica de figuras ideológica, de Estado, etc., en que independencia que el que cabe su- graves cuando ocurren en tiempo de
en el Art. 15 favorece sin duda la los jefes emplean el instrumento de poner en la situación en que se ha- guerra" (considerando 66°). Por su
ambigüedad) o, en fin, una vía de poder que aquéllas le confieren, llaba Townley, y por lo que concier- parte, en la SCA Santiago de 5 de
reafirmación simbólica de la grave- dando las órdenes y pudiendo ha- ne a la inducción, ella consiste en julio de 2004 sobre desafuero del
dad de los crímenes en cuestión. En cerlas cumplir, intercambiando a los un proceso psicológico dirigido a mismo senador Pinochet en el caso
primer lugar debe citarse la senten- ejecutores según su conveniencia, lo conquistar la voluntad de un terce- de la llamada "Operación Cóndor"
cia de primera instancia dictada en que en la vida real anula o hace casi ro, acto de persuación que nada tie- y en la sentencia de 5 de agosto de
el llamado "caso Letelier" por el Mi- imposible toda resistencia u oposi- ne que ver con el efecto coercitivo 2002 dictada por el Ministro en Vi-
nistro en Visita de la Corte Supre- ción; aquel que imparte la orden es que acaba de atribuirse al mandato sita, don Sergio Muñoz, en el caso
ma, señor Adolfo Bañados, por la el autor mediato... Este es un estado que recibió TownLey de parte del del homicidio del líder sindical Tu-
que se condenó a Manuel Contreras de cosas perfectamente asimilable al Director de la DINA". En la.medi- capel ]iménez, el énfasis en la misma
y a Pedro Espinoza, director y jefe de Townley, inserto como estaba en da, sin embargo, en que no llega a idea parece emplearse más bien
de operaciones, respectivamente, de la estructura jerarquizada y militar afirmar que la coerción sobre Town- como argumento para desechar que
la Dirección Nacional de Inteligen- de la DINA, en términos que si le- Ley hubiera llegado a eximirlo de los mandos no hubiesen conocido
cia (DINA), como "coautores me- galmente no podía ser compelido a responsabilidad, ,al menos debe re- las actividades de sus subalternos.
diatos" (bajo expresa mención del acatar esa orden, en la práctica el in- conocerse que se está refiriendo a Con todo, esta última sentencia agre-
Art. 15 N° 2 en la variante de "for- flujo, la autoridad y el ascendiente una forma de autoría mediata dis- ga elementos que vuelven a situarla
zar" a otro a ejecutarlo) del homici- del Director, a través de la orden tinta de las admitidas tradicional- dentro de un posible ámbito de apli-
dio del ex Canciller Orlando Lete- transmitida por el coronel Espinoza, mente. Dudas similares plantea la cación de la autoría mediata por do-
lier y de su secretaria Ronnie Moffitt, debió gravitar sin contrapeso en el SCS de 8 de agosto de 2000 sobre minio de aparatos organizados de
que había sido perpetrado material- ánimo del agente de facto como desafuero del senador Augusto Pi- poder: "Existiendo pluralidad de su-
mente en los Estados Unidos por el para poder afirmar que se encuentra nochet Ugarte en el caso de la lla- jetos activos, debe distinguirse la
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ART.15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.15

coautoría, la autoría mediata, la in- que, de haber resuelto el encausado materiales de los delitos cometidos, la Comisión redactora, autor me-
ducción y la instigación. En el caso Alvarez poner fin a la denominada que son todos los participantes, me- diato es el sujeto que logra que otra
de autos se encuentra establecida la operación especial de inteligencia, nos el Comandante de la División persona lleve a la práctica una ac-
determinación criminal del procesa- en todo momento pudo detener su Metropolitana de la Central Nacio- ción delictiva por haberlo influen-
do Arturo Álvarez Sgolia, quien realización, comunicándose al efec- nal de Informaciones, el Brigadier ciado directamente. En nuestra le-
propone a los demás encausados di- to con el comandante del Cuerpo de don Enrique Leddy Araneda. Lo an- gislación, en la autoría mediata, el
rectamente o a través de otros, dar Inteligencia del Ejército para que terior es sin perjuicio de tener pre- intermediador actúa dolosamente, y
muerte a Tucapel Jiménez Alfaro, transmitiera su voluntad a Carlos sente que no todos ellos, esto es, los no como simple instrumento; tiene
para lo cual expresa motivaciones de Herrera, Manuel Contreras, Miguel cinco acusados a que se refiere este conocimiento de que comete un de-
conveniencia política y militar, Letelier y demás autores materiales" punto, realizaron una misma activi- lito forzado o inducido y, por ende,
como es que dicha persona sería un (considerando 41 0 ) . y en el caso del dad delictiva, en términos de su real si bien es mediador entre el que
traidor a la patria, que estaría difi- asesinato del vocero del Movimien- participación material en el hecho fuerza o induce y el resultado, es
cultando la labor del Gobierno que to de Izquierda Revolucionaria investigado, considerando ésta tan- mucho más que un medio de ejecu-
encabeza el Comandante en Jefe del (MIR) Jécar Nehgme, la sentencia to en su aspecto objetivo como sub- ción, y por ello es también autor,
Ejército. Si se quiere produce un de 26 de julio de 2006 dictada por jetivo, todo lo cual, como se dirá, no pero inmediato. El N° 2 del artículo
compromiso de los demás partíci- el Ministro en Visita, don Hugo altera su condición de coautores, 15 consagra legislativamente lo que
pes, quienes asumen su ideal crimi- Dolmestch, condena expresamente pero sí necesariamente debe reflejar- la doctrina denomina 'el autor de-
nal. Esta proposición, que no puede como autor mediato al Comandan- se en la pena que en definitiva se les trás del autor, con las siguientes ca-
calificarsede inducción, que es acep- te de la División Metropolitana de impondrá; b) el autor mediato, racterísticas: a) Coexisten dos accio-
tada y asumida por otros en su reali- .la Central Nacional de Informacio- quien dio las órdenes pertinentes, nes, la del autor mediato, constituida
zación material, sin reparos de nin- nes (CNI), Brigadier Enrique Leddy manteniendo siempre el control de por el empleo de la instigación, y la
guna naturaleza, permitiendo que (sin perjuicio de señalar que todos todas las acciones, atendida su com- del autor inmediato, que material-
su planificación se concrete, en cuyo los responsables son "coautores") petencia y atribuciones, con lo que mente realiza el hecho, y b) Tanto el
desarrollo mantiene el dominio de por las siguientes razones: "20 0 • Que ha adquirido la condición antes se- autor mediato como el inmediato
la acción, la cual de hecho fue sus- atendida la calidad de autor que ñalada en los delitos investigados, al actúan dolosamente en el mismo
pendida y luego de reiterada la vo- precedentemente se ha atribuido a forzar a otros para su comisión, sentido, de modo que este último
luntad delictiva a los autores mate- los seis acusados y para establecer usando de su jerarquía y autoridad; no es un instrumento del primero,
riales el día 24 de febrero de 1982, claramente la participación -y su 21 0 • Que en relación a la segunda porque sabe lo que hace y la signifi-
quienes, con los medios que le fue- consecuente grado de responsabili- forma de autoría recién citada y para cación de su actuar, que viene a ser
ron proporcionados, ejecutaron la dad en los hechos investigados- es centrar ésta a nuestro derecho posi- el efecto o consecuencia comple-
acción al día siguiente, en cuyo de- útil y necesario aclarar que en el pre- tivo, procede recordar que el N° 2 mentaria de la acción del inductor.
sarrollo estuvieron comunicados por sente caso y dada la estructura mili- del artículo 15 del Código Penal Se trata de dos acciones comple-
radio, descartándose toda posible tar, jerarquizada y compartimentada considera autores de un delito a 'los mentarias, de cuya concurrencia se
autonomía o independencia en el del organismo que participó en el que fuerzan o inducen directamente requiere para la existencia del delito:
actuar de Herrera Jiménez, Contre- operativo en estudio, existió al me- a otro a ejecutarlo'. Se explica, por la sin el comportamiento del autor
ras Donaire, Letelier Verdugo y los nos dos tipos de autores claramente doctrina, que 'Conforme al alcance mediato no se incurriría en delito'
demás autores materiales, puesto definidos: a) Los autores directos y del artículo 15 y al pensamiento de (Etapas de la ejecución del delito,
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autoría y participación. Mario Ga- como una persona individual sino supremo de las Fuerzas Armadas y disposición al hecho y su no rela-
rrido Montt, Editorial Jurídica de como un engranaje mecánico. A este Policía Nacional, el acusado... fue ción directa ni horizontal con el
Chile 1984)". Por último, debe autor mediato le basta con controlar configurando desde mil novecientos acusado, posibilitan afirmar la po-
mencionarse la importante SCS de los resortes del aparato, pues si algu- noventa, conjuntamente con ... un sición de autor mediato de éste
21 de septiembre de 2007 (redac- no de los ejecutores elude la tarea aparato organizado de poder en base como ente central con poder jerár-
ción del ministro don Alberto aparecerá otro inmediatamente en a las unidades centrales y derivadas quico de dominio sobre el aparato
Chaigneau) que resuelve favorable- su lugar que lo hará sin que se perju- del SINA, las mismas que fueron de poder, cuyo automatismo cono-
mente la solicitud de extradición al dique la realización del plan total. cooptadas en sus niveles más altos cía y podía controlar a través de sus
Perú del ex presidente de ese país Al- De lo anterior, podemos concluir de comando (... ) 4. En este domi- mandos intermedios" (consideran-
berto Fujimori por los delitos de ho- que será de vital importancia en ma- nio, el objetivo central de gobierno do 745°).
micidio calificado, secuestro agrava- teria de autoría mediata, la existen- como la política definida, las estra-
do y lesiones gravísimas en los casos cia de una estructura organizada de tegias generales, y las órdenes de eje- COAUTOlÚA
"B arnos
. Altos" y "La C antuta, " L ue- poder, ello por cuanto un superior cución fueron dispuestas o transmi-
go de dar por razonablemente acre- conservará el dominio de la acción tidas por el acusado y retransmitidas Son coautores quienes ejecutan
ditado que Fujimori habría propi- usando para tales fines dicha estruc- por los demás estamentos del apara- conjuntamente el delito. Cuándo
ciado la creación de un organismo tura. De esta manera, es claro que el to de poder organizado de muy di- se puede decir que tal es el caso y
represivo en las Fuerzas Armadas y autor mediato será aquél que tenga versas formas, plenamente compati- cómo está regulado en el Código es
que luego de su creación habría co- el poder de ordenar y conducir el bles con los esquemas informales o una cuestión muy discutida. Des-
nocido las acciones que llevaba a sistema sobre una voluntad indeter- paraformales que caracterizan a los de un punto de vista estrictamente
cabo, la Corte afirma que el requeri- minada, ya que cualquiera sea el eje- códigos de comunicación y manua- doctrinario existe bastante consen-
do habría tenido participación como cutor de la orden delictiva, el hecho les de actuación propios del sistema so en cuanto a que los requisitos de
autor mediato en los delitos perpe- se producirá" (considerando 97°). Y de inteligencia, estratégica u opera- la coautoría son la existencia de un
trados por ese grupo. Sus razones las en concreto: "1. El acusado ocupó tiva. 5. En tal contexto y praxis el acuerdo de voluntades y un aporte
sintetiza del siguiente modo: "Que la posición más alta en el nivel es- hilo conductor subyacente fue la eli- funcional al hecho común (CURY,
en este orden de ideas en la autoría tratégico del Estado en general y minación de presuntos terroristas y 611 ss.; YAÑEz, 59 s.; GARRIDO, Il,
mediata el autor, obviamente, no del Sistema de Defensa Nacional sus órganos o bases de apoyo ... 6. 408 ss.; implícitamente POLITOFF
realiza o ejecuta una conducta típi- en particular. Desde ese nivel ejer- Los delitos de asesinato y lesiones / MATUS / RAMfREZ, PG, 416 s.).
ca, ya que mantiene el dominio de ció ostensible poder de mando para graves ocurridos en Barrios Altos y Sobre cómo se expresa esto en la
la realización del hecho por un ter- la conducción política y militar di- La Cantuta fueron acciones ejecuti- Ley existe, sin embargo, gran discre-
cero a quien su voluntad se somete a rectas de las estrategias de enfrenta- vas de tales objetivos ... 7. Los deli- pancia (de otra opinión POLITOFF /
sus propósitos. Según Claus Roxin, miento contra las organizaciones tos de secuestro contra los agravia- MATUS / RAMfREZ, PG, 416, quienes
junto al dominio de la voluntad por subversivas terroristas que actuaban dos Gorriti y Dyer respondieron hablan de "pleno acuerdo").
miedo o por error, hay que contem- en el país desde inicios de la década también a disposiciones dadas y/o
plar la del dominio de la voluntad a de los ochenta. 2. Desde su rol for- avaladas directamente por el acusa- Por una parte, algunos auto-
través de un aparato organizado de mal de órgano central, esto es, de do ... 8. Por lo demás, en todos los res entienden que la coautoría está
poder. Lo característico es la fungi- ente formador y formulador de po- delitos sub judice la condición fun- regulada en el N° 1, referido a los
bilidad del ejecutor, quien no opera líticas de gobierno, y como de jefe gible de los ejecutores así como su que "que toman parte en la ejecu-
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ART.15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.15

ción del hecho, sea de una mane- POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, ficiente intervención (funcional) en específica zanjar, en sentido afir-
ra inmediata y directa, sea impi- 430 ss.). la ejecución del hecho (GARRIDO, II, mativo, dudas interpretativas sobre
diendo o procurando impedir que 407 ss.). los límites de la coautoría (SOTO,
se evite". Si bien este precepto no De modo puntual se sostiene 49 ss.), de lo cual, en todo caso,
exige expresamente acuerdo de vo- también que todas las formas de au- Por último, otros autores en- desprende la necesidad de una in-
luntades, estos autores entienden toría fluyen exclusivamente de los tienden que la coautoría está re- terpretación más estricta del N° 3,
que se trata de una exigencia im- tipos de la parte especial, de modo gulada principalmente en el N° 3, que se haga cargo de la exigencia de
plícita, en tanto que para conciliar que todas las hipótesis reguladas en pero al parecer también en el N° 1 funcionalidad del aporte que es pro-
la suficiencia de cualquier aporte el Art. 15 serían formas de partici- del artículo. Respecto del N° 3, pia de la coautorfa. Así, no sería su-
funcional con la exigencia legal de pación equiparadas penológicamen- YÁÑEZ destacó en su momento ficiente cualquier aporte ni bastaría
participación "en la ejecución del te a la autoría (NAQUIRA, 2004, 521; la importancia de la exigencia de cualquier presencia, sino sólo aquél
hecho" en las dos formas específi- parecía ser del mismo parecer PEÑA, concierto previo, característico de y aquélla que fueran esenciales para
camente señaladas en el precepto, 94, 95, 100, quien, sin embargo, la coautoría, e hizo presente que si la ejecución del hecho. En caso con-
interpretan ésta en términos am- mantenía que si bien no habría re- bien los dos supuestos de interven- trario, a pesar del concierto previo,
plios, no coincidentes con la ejecu- gulación expresa de la coautoría, ésta ción previstos por la Ley ("facilitar se estaría frente a un caso de com-
ción del "hecho típico" (CURY, 613, cabría sin dificultades en el primera los medios con que se lleva a efecto plicidad (51). Respecto del N° 1, en
615; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, parte del N° 1). Lo más relevante en el hecho" y "presenciarlo sin tomar rigor el esfuerzo de YAÑEZ se limita-
PG, 416, 418, 419). Asimismo, este contexto es, sin embargo, que parte inmediata en él") eran muy ba a demostrar que, en virtud de la
entienden que el N° 3, referido a sólo pueden ser autores en general discutidos en la doctrina compara- exigencia común de "tomar parte en
los "que, concertados para su eje- y coautores en particular quienes da, no pocos autores los conside- la ejecución del hecho", los dos ca-
cución [la del hecho], facilitan los realizan la acción típica (NAQUIRA, raban genuinos casos de caautoría. sos mencionados y no sólo el prime-
medios con que se lleva a efecto el 2004, 522 s., 525, 527 s.), distin- Con ello se refería a la discusión en ro, esto es, no sólo el de quienes lo
hecho o lo presencian sin tomar guiéndose en ese sentido nítidamen- torno a si el concierto previo y un hacen "de una manera inmediata y
parte inmediata en él", a pesar de la te de la postura precedente. aporte significativo en fase prepara- directa', sino también el de quienes
exigencia expresa de concierto, en toria puede "compensar" el déficit lo hacen "impidiendo o procurando
la medida en que las formas de in- Por otra parte GARRIDO, quien, que representa una aportación que impedir que se evite" (los primeros
tervención mencionadas de modo como se ha dicho, entiende que el no se hace en fase ejecutiva; y por serían los que realizan la conducta
expreso no necesariamente consti- N° 1 se refiere sólo a autores inme- la otra, si el apoyo moral que repre- nuclear del tipo [el "verbo rector":
tuirán aportes funcionales, recoge diatos, básicamente individuales senta la presencia física en el lugar matar, apropiarse, etc.], los segun-
en rigor hipótesis de complicidad (aunque no puede descartarse que y tiempo del hecho, mediando con- dos los que realizaban otras conduc-
equiparadas penológicamente a la también accesorios), ve la regula- cierto, tiene la relevancia suficiente tas ejecutivas, típicas [v. gr. ejercer
autoría por meras razones de con- ción de la coautoría precisamente como para fundar autoría (YÁÑEZ, violencia o intimidación sobre la
veniencia político-criminal (CURY, en el N° 3, tanto en razón del con- 60 s., con referencias). A partir de víctima en la violación o el robo] o
615 s., aceptando, con todo, que cierto previo, exigido aquí de modo esta constatación inicial de YÁÑEZ, no [v. gr. inmovilizar al otro mien-
algunos supuestos captados por el explícito, como de que las formas ha sido Miguel SOTO quien ha desa- tras lo matan], YAÑEZ, 56 ss.) impli-
N° 3 pueden satisfacer las exigen- de intervención mencionadas por la rrollado con especial claridad la idea can la realización de acciones ejecu-
cias de la coautorla; más drásticos Ley manifiestamente le parecen su- de que el N° 3 tendría por función tivas, típicas o no (YÁÑEZ, 57, con
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ART.15 CODIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 15

expresa referencia a una concepción en este punto el Art, 15 cumpliría puede negarse que viene sugerida roza lo semántico. El giro clave en
objetivo-material, conforme a la una función clarificadora, como lo fuertemente por la ley, en tanto que, esto lo da SOTO cuando, de la com-
cual no son acciones ejecutivas sólo ve SOTO, 50 s.). En consecuencia, y esto es lo más importante, no aca- prensión del N° 3 como regulación
las típicas, sino también las conec- podría entenderse que la coautoría rrea ninguna consecuencia perjudi- de la coautoría, extrae como conse-
tadas inmediata y directamente con está regulada tanto en el N° 1 como cial para la debida y plena acogida cuencia que los casos en cuestión,
la acción típica; incorrecta en ese en el N° 3. A este esquema adheri- de toda forma de genuina coautoría al margen de que llevan implicados
sentido la crítica en POLITOFF / MA- rían MAÑALICH, 2005, 476 s.; Bu- que no pudiera asilarse en el N° 1 en supuestos muy dudosos en doctri-
TUS / RAMÍREZ, PG, 416 con nota LLEMORE / MACKrNNoN, II, 127 s.; y razón de esa lectura restrictiva, con na, deben interpretarse en todo lo
al pie N° 126, e implícitamente en VARGAS, 199. lo cual los reproches de adscripción demás como genuinas formas de
419 con nota al pie N° 139), dejan- a una teoría objetivo-formal caen en coautoría, esto es, exigiendo que se
do en un segundo plano la posible Cualquier toma de posición al el vacío. El punto verdaderamente trate de aportes realmente relevantes
calificación de esos supuestos como respecto supone una toma de posi- decisivo es si se pueden restringir los al hecho común (aporte funcional),
casos de coautoría. Más bien sugiere ción previa sobre la conveniencia y alcances del N° 3. Éste era el punto lo que importa una efectiva posi-
lo contrario, en términos similares justicia de un concepto más extensi- débil de la interpretación de YÁÑEZ, ble restricción, no sólo conceptual,
a los de GARRIDO, cuando habla de vo o más restrictivo de autor, y esto a quien parecía bastarle que la exi- sino también práctica del art 15
"autoría directa" o de "autores eje- no sólo desde un punto de vista con- gencia de concierto previo hiciera (también MAÑALICH, 2005, 477,
cutores" (YÁÑEZ, 63). En la medida, ceptual, sino principalmente desde sostenible conceptualmente, bajo quien habla de contribución ob-
sin embargo, en que asume que el una perspectiva práctica vinculada ciertos supuestos, la calificación de jetiva y subjetivamente "esencial";
Art. 15 se refiere necesariamente a a la mayor o menor extensión del los casos del N° 3 como de coau- BULLEMORE / MACKrNNON, II, 127
la intervención de una pluralidad Art. 15. Si realmente se está por un toría, pero sin aportar simultánea- s., quienes hablan de "dominio final
de personas y que los ejemplos que concepto restrictivo de autor debe- mente argumentos de restricción del hecho", entendiendo por tal la
propone son de clara ejecución con- rían agotarse los esfuerzos por res- de los mismos coherentes con ese facilitación de medios cuya ausen-
junta en base a división del trabajo, tringir el ámbito de aplicación del punto de partida, con lo cual sólo cia determinaría la imposibilidad de
como cuando se intimida a la vícti- Art. 15 a verdaderos casos de auto- lograba mutar la denominación de verificar el hecho típico y una pre-
ma mientras la violan o le sustraen ría, sin perjuicio de aceptar que ello las cosas (en ese sentido correcta la sencia imprescindible o difícilmente
sus pertenencias, o se la inmoviliza no siempre es posible y que puede crítica de CURY, 615 cuando acusa reemplazable; VARGAS, 199 quien
mientras la matan (YÁÑEZ, 56 ss.), haber buenas razones para que sea una ampliación dudosa de la auto- habla, con clara influencia española,
no se ve por qué no podrían satis- así, como se reconoce, por ejemplo, ría, si bien queda en lo conceptual, de "cooperación necesaria", aunque
facer su concepto de coautoría, su- respecto de la inducción (infra). porque él mismo asume entonces sin más explicitaciones).
puesto, naturalmente, que existiera que se trata de casos de complicidad
concierto previo. La prescindencia Desde esa perspectiva la lectura castigados como autoría). Porque en De este modo, el N° 1 no sólo
de una exigencia expresa de con- iniciada por YÁÑEZ y profundizada ese plano, si se admite como correc- abarcaría hipótesis de autoría acce-
cierto en este caso puede explicar- luego por SOTO parece la preferible. ta la gran extensión que la práctica soria (supra) sino también de coau-
se porque, aun sin ese concierto, En efecto, si bien la comprensión le da al N° 3, decir que éste regula toría, concretamente casos en los
quienes ejecutan el hecho son para restrictiva del N° 1 (exclusiva reali- casos de coautoría o de complicidad que el aporte del coautor al hecho
la Ley de todos modos autores, al zación de conductas ejecutivas, no equiparada a la autoría es una cues- común consiste en la realización de
menos autores accesorios (también sólo típicas) puede ser discutible, no tión que en la mayoría de los casos conductas ejecutivas, típicas o no.
402 403
ART.15 CÓDlGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.15

La gran duda es la exigencia subje- de octubre de 2003 (Cita Westlaw la abrazadera que integra en un todo tra Enrique Ramírez y otros [1912],
tiva de esta forma de coauroría, la Chile: CLlJURl51/2003) distingue las diferentes partes" (considerando SCA Concepción en Contra Adelina
que resulta indispensable aunque la expresamente entre dolo común y 40), pero agrega que "ha de tenerse Salas y otro [1935], SCA Santiago
Ley no diga nada al respecto, por- concierto previo en un caso de vio- presente que lo requerido no es un en Contra Óscar Meléndez y otros
que de lo contrario no habría forma lencias innecesarias con resultado de acuerdo previo, ni menos el con- [1962], todas citadas por ETCHEBE-
de imputarle como propio el delito muerte previstas en el Art, 330 N° 1 cierto a que se refiere el artículo RRY, DPJ, Il, 26 ss.; SCA La Serena
consumado a quien no lo ha consu- del Código de Justicia Militar. Los 15 N° 3 del Código Penal. Basta, de 11 de diciembre de 2007 [Cita
mado de propia mano. Nótese que tres imputados intervinieron en una sencillamente, con una convergen- WestlawChile: CLlJURll112007]);
lo que está en discusión no es 'que golpiza en la vía pública que le costó cia de los dolos de los intervinien- o en que unos acceden carnalmente
el N° 1 considere autor al que toma la vida a la víctima, hecho que el tri- tes hacia la realización del tipo" a la víctima mientras otros la sujetan
parte en la ejecución del hecho (sea bunal imputa como hecho común a (considerando 60). Como fuera, al (fuerza en los términos delArt. 361)
de una manera inmediata y directa, los tres: "Posiblemente ninguna de menos debería ser claro que eso es (SCA Talca en Contra Ramón An-
sea impidiendo o procurando impe- esas aportaciones causó la muerte de lo mínimo que se puede exigir en tonio Rosales y otros [1911]; SCA
dir que se evite), sino la determina- la víctima por sí sola, pero, aun sien- el plano subjetivo para imputarles Concepción en Contra Óscar Ca-
ción del hecho del que se le puede do así, no cabe duda de que las con- a todos el hecho consumado, esto rrasco y otros [1945], ambas citadas
considerar autor. Una alternativa tribuciones de los tres procesados es, para tratarlos como coautores. por ETCHEBERRY, DPJ, Il, 28) o en
es exigir concierto previo tal como permitieron que el acontecimien- y si bien la jurisprudencia no es que unos agreden a la víctima mien-
hace el N° 3, asumiendo que si en to total conducente a la muerte de siempre especialmente explícita, sí tras otros sustraen sus especies (SCA
este caso la Ley no lo menciona espe- Percy Arana funcionara, sostenién- puede constatarse que es una cons- Valparaíso en Contra Osvaldo Serey
cialmente es sólo porque el numeral dose las unas a las otras y lo que es tante. Baste como un ejemplo en- Soto-Aguilar y Guillermo Stevenson
se aplica también a casos de autoría más grave provocando seguramente tre muchos la SCS de 29 de febrero Rojas [1971], ETcHEBERRY DPJ IV;
accesoria. Otra posibilidad es hacer otros ataques provenientes de infe- de 1997 (Cita Westlaw Chile: CLI 176) o, en fin, en que uno rompe
bastar un dolo común (dolo de ha- riores jerárquicos de los procesados, JURl154/1997), que aplica el N° 1 el vidrio del vehículo y el otro saca
cer conjuntamente) que no alcance que se dejaron arrastrar por su ejem- a un grupo de sujetos que agredieron la radio del mismo (SCA Rancagua
las características del concierto pre- plo hasta ocasionar en conjunto el con golpes de pies y manos y usando de 17 de abril de 2008, Cita West-
vio (entendido aquí como reparto vergonzoso desenlace letal del joven cortaplumas a la víctima, lo que le law Chile: CLlJURl474/2008), etc.
más o menos formal de funciones), peruano" (considerando 5°). Des- costó la vida, haciendo presente que Pero también no típicas, como ocu-
exigencia menor que se justificaría de un punto de vista subjetivo la "todos los componentes del grupo rre con quienes sostienen a la vícti-
en atención a la mayor relevancia Corte exige "que los intervinientes aunaron sus voluntades y esfuerzos ma para que otro la mate o ayudan
atribuida a la realización de con- se vinculen entre sí mediante una a tal fin". Dicho esto, puede decirse a otro a que ingrese mediante escala-
ductas ejecutivas. El punto no ha resolución común sobre el hecho, que el N° 1 se aplica en general a miento al lugar del robo con fuerza
sido especialmente discutido, como asumiendo cada cual, dentro del casos en que objetivamente varios o, en aplicación de la segunda parte
tampoco lo han sido los alcances plan conjunto, una tarea parcial, realizan acciones ejecutivas, que del N° 1, con quien ahuyenta al pe-
precisos del "concierto previo" (10 pero esencial, que le presenta como pueden ser típicas, como el caso en rro de la víctima para que no pue-
denunciaba YAÑEZ, 59), de modo cotitular de la responsabilidad por la que entre varios golpean o hieren a da socorrerla mientras otro la mata
que se trata de una cuestión abierta. ejecución de todo el suceso. La reso- la víctima (los dos fallos precedente- (SCS en Contra Luis López y otro
En la jurisprudencia, la SCS de 28 lución común de realizar el hecho es mente citados y SCA Talca en Con- [1911], ETCHEBERRY, DPJ, Il,30).
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ART.15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.15

Debe reconocerse, en todo caso, de 2006 (Cita Westlaw Chile: CLI siderar que en la especie sí se habría considerarse coautores si también
que aún se encuentran en la juris- JUR/2006) basta, previo concierto, dado ese posible requisito (planifi- tienen el dominio final del hecho
prudencia fallos que incluyen en con haber "observado" la conducta' cación del hecho, seguimiento de la y lo comparten. En otras palabras,
el N° 1 supuestos que difícilmente del otro interviniente; para la SCA víctima a la salida del banco, facili- el concertado, por el solo hecho
pueden considerarse actos ejecuti- Talca de 3 de mayo de 2005 (Cita tación del arma al perpetrador). de haberse concertado, no corne-'
vos, como es el caso de los vigilan- Westlaw Chile: CLlJUR/96012005) terá un ilícito en calidad de autor,
tes (así SCA Santiago de 5 de mayo basta el aporte consistente en haber Hay, sin embargo, excepcio- sino que deberá actuar de una de
de 2006 [Cita Westlaw Chile: CLI trasladado en una camioneta a una nes relevantes, especialmente la dos formas: o facilitando medios
JUR/998/2006]; SCA Temuco de parte de los perpetradores hasta las SCS de 14 de septiembre de 1999 de carácter irreemplazable o pre-
31 de agosto de 2007 [Cita Westlaw inmediaciones del lugar del robo y (Gaceta Jurídica N° 231 [1999], senciando el hecho sin tomar par-
Chile: CLlJUR/184712007]) o en que, en todo caso, termina decla- 99 ss.), que luego de descartar que te inmediata en él, pero pudiendo
general de quienes prestan apoyo lo- rando abiertamente que aunque el criterio de delimitación entre la tomar parte hasta el punto de im-
gístico o "cobertura" (SCA Santiago no se pudiera considerar al sujeto ca autoría y la complicidad pueda pedirlo. Esta última frase es la que
de 22 de marzo de 2007 [Cita West- como genuino coautor sino sólo ser el mero concierto previo o la diferencia al coautor del cómplice,
law Chile: CLlJUR/11212007]), si como cómplice, de todos modos se- contribución al hecho, que consi- pues éste habitualmente también
bien en general éstos se suelen tratar ría castigado con las penas del autor dera requisitos comunes a ambas presencia el ilícito sin tomar parte
correctamente en sede de N° 3. de acuerdo con el Art. 15 N° 3; en figuras, adscribe a la idea de domi- inmediata en él, pero careciendo de
tanto que para la SCA Santiago de nio final del hecho y sostiene que toda posibilidad de decidir acerca
Los demás casos de coautoría 23 de abril de 2009 (Cita Westlaw "también tiene el dominio final del de su no consumación. Este último
estarían recogidos en el N° 3 y supo- Chile: CLlJUR/6284/2009) basta hecho aquel que, en rigor, no pue- aspecto es el de mayor complejidad
nen la existencia de concierto previo para ser coautor de tráfico de drogas de decidir por sí mismo acerca de en la distinción entre coautoría
y un tipo de aporte (facilitación de el concierto previo (que se deduce la consumación de él, pero sí acerca y complicidad y obligará, por su-
medios o presenciarlo) no constitu- del conocimiento de la actividad de su no consumación. Esta última puesto, al análisis de cada caso en
tivo de conducta ejecutiva. Como se del otro y del hecho de acompa- hipótesis, que corresponde estric- concreto" (considerando 160). En
ha dicho, aquí se favorece una inter- ñarlo) y el presenciar la actividad tamente al artículo 15 N° 3 del términos similares, la SCS de 20 de
pretación que exige además que ese delictiva del otro. Por su parte, la Código Penal, es lo que se conoce diciembre de 1999 (Cita Westlaw
aporte sea de carácter esencial: faci- SCA Punta Arenas de 11 de junio como coautoría y que significa, en Chile: CLlJUR/57/1999) afirma
litación de medios indispensables o de 2004 (Cita Wesdaw Chile: CLI rigor, compartir el dominio del he- que "considerando el concepto de
presencia considerada indispensable JUR/216/2004), luego de afirmar cho" (considerando 13°). Y precisa autor aceptado por nuestra legisla-
por el resto). Debe reconocerse, sin que la única diferencia entre com- luego: "lo anteriormente expuesto ción parece acertado, como lo hace
embargo, que en general la práctica plicidad del Art, 16 Y coautoría del' resulta aplicable no sólo a la facili- el fallo en estudio, determinar si
jurisprudencial no aplica restriccio- Art. 15 N° 3 radica en el concierto tación de medios a que se refiere el los sujetos imputados tenían o no
nes de este tipo, y es normal que en previo que exige la segunda, agrega artículo 15 N° 3, sino que también dominio (o poder) sobre la verifi-
caso de concierto previo se vea rea- que la Ley chilena no exige ninguna ilumina el problema de la concerta- cación del hecho punible, esto es, si
lizado el N° 3, cualquiera que sea el forma de "cooperación necesaria", ción y el del presenciar el hecho sin su actuar contribuyó esencialmente
aporte al hecho. Así, por ejemplo, de modo que no corresponde al tri- tomar parte inmediata en él, pues a realizar el resultado descrito en el
para la SCA Rancagua de 9 de marzo bunal exigirla, sin perjuicio de con- quienes así actúan sólo pueden tipo penal o, dicho de otra manera,
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ART.15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.15

si separando sus acciones, la omi- quienes domicilian la coautoría en el Aisladamente se ha pronuncia- a la decisión político-criminal del
sión imaginaria de las desplegadas N° 1 hacen distinciones del mismo do contra este tratamiento legal de Art. 15).
por aquéllos haría fracasar el fin le- tipo que las que aquí se proponen a la inducción MACKINNON, 62 s.,
sivo perseguido" (considerando 50), partir de un texto legal que tampoco quien sostiene que la segunda parte La inducción debe cumplir con
sin perjuicio de que en la especie se las respalda, como decir que el "loro" del N° 2 se refiere a casos de autoría los siguientes requisitos:
casara el fallo en examen, pero sólo (vigilante) será coautor o cómplice mediata, de modo que la genuina in-
y precisamente porque se conside- según la "funcionalidad" de su aporte ducción debería tratarse como com- a) Debe recaer sobre un sujeto
ró que la contribución de los inter- (CURY, 613; POLITOFF / MATUS / RA- plicidad en el Art. 16. Con todo, al con la libertad suficiente como para
vinientes en cuestión (dos sujetos MfREZ, PG, 420). Pues bien, la dife- explicar a qué se refiere con "autoría decidir si ejecutará o no el delito
que por encargo de un presunto rencia radica en que esos autores po- mediata" señala que en este contex- con plena conciencia de los alcances
comprador de drogas contactaron drán afirmar que el "loro" en el caso to lo sería una inducción en que de su decisión, pues de lo contrario
a un vendedor en su domicilio, lo concreto no es coautor sino cómplice los detalles del hecho inducido (la se estará en presencia de una auto-
convencieron del negocio y lo tras- pero aceptarán que, no obstante, sea víctima concreta, por ejemplo) son ría mediata (NOVOA, II, 170; CURY,
ladaron al lugar convenido para la tratado como autor conforme al N° 3 determinados por el inductor, en lo 624; PEÑA, 109, 111 s.; POLITOFF /
transacción) había sido "absoluta- Cp, en tanto que aquí se propone que quiere ver, además, el "dominio MATUS / RAMfREZ, PG, 428).
mente fundamental en la ejecución afirmar que no es coautor en los tér- del hecho" de este último. Como se
del plan para la transferencia ilícita minos de este último precepto, sino sabe, sin embargo, esa mínima de- b) Debe ser positiva, esto es, no
de la droga, pues ambos estaban en cómplice en los términos del Art, 16, terminación es requisito de toda in- basta con no disuadir a aquél que
situación de interrumpir su concre- con la pena correspondiente. ducción y no corresponde a ninguna está considerando cometer un deli-
ción, y tenían tal poder de decisión forma aceptada de autoría mediata. to. En todo caso, no necesita ser ex-
que de omitirse alguna de sus ac- INDUCCIÓN O INSTIGACIÓN Desde un punto de vista práctico lo plícita: es suficiente una inducción
ciones relevantes -como ser pro- que quedaría es que hubiera dos for- tácita, aunque siempre mediante
porcionar el nombre del vendedor, La inducción consiste en for- mas de inducción, una más deter- actos positivos dirigidos a formar la
ubicarle y convencerle de efectuar mar en otro, de manera directa, la minada castigada conforme al N° 2 decisión del inducido (CURY, 624;
la transacción, para trasladarlo con decisión de cometer un delito. En la Y otra menos determinada, castiga- ETCHEBERRY, II, 93; POLITOFF / MA-
la cocaína base hacia el punto de la medida en que el inductor no eje- da de acuerdo con el Art. 16, lectura TUS / RAMfREZ, PG, 428).
comercialización- el curso del iter cuta él mismo el hecho ni tiene de que tampoco ha tenido acogida. Por
criminis se habría indefectiblemen- otro modo el dominio sobre él, se su parte VARGAS, 196 s., también ve e) Como indica la ley, debe ser
te detenido" (considerando 7 0 ) . reconoce en general que no es au- en la inducción una forma de auto- directa, lo que excluye la llamada
tor sino partícipe, sin perjuicio de ría mediata, pero parece tratarse de inducción "en cadena" o sucesiva
Claro está que si se acogiera este que, tal como es habitual en el dere- un simple problema terminológico, (NOVOA, II, 187; CURY, 625; PEÑA,
criterio restrictivo habría que de- cho comparado, se le equipare para pues entiende que hay casos en que 110; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ,
sarrollar criterios de "esencialidad" efectos penológicos al autor, en la sólo el "inductor" será autor (cuando PG, 428: no hay inducción a la in-
del aporte. Que la letra de la Ley no segunda parte del N° 2, conforme instrumentaliza al "inducido", esto ducción; en contra ETCHEBERRY, II,
respalde explícitamente una lectura a la cual se consideran autores "los es, autoría mediata), y casos en que 93, quien entiende lo directo sólo
de este tipo no representa un obstá- que ... inducen directamente a otro a hay dos "autores" (inductor como como determinado), la que, no obs-
culo para ella, como lo prueba que ejecutarlo [el delito]". "autor" seguramente en homenaje tante alguna opinión aislada que
!;
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ART. 15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.15

quiere ver en ella un caso de com- bajadores, pues a juicio de la Corte ferente rige sólo en los pocos casos por el autor no afectan al primero,
plicidad (NOVOA, II, 187, 192, aun- la inducción punible no necesitaba en que se tipifica especialmente la no sólo en el sentido de no respon-
que sin argumentos que abonen el ser a delito determinado (citada por simple proposición para delinquir, der por un "exceso" stricto sensu,
cumplimiento de los requisitos de ETCHEBERRY, DP], IV, 177 s.). En en los términos del Art. 8°. De ahí sino en el de no responder por nada
la complicidad), debe considerarse general, sin embargo, existe acuerdo que no haya podido castigarse por si el autor hace algo totalmente dife-
consecuentemente atípica. Un caso en torno a este requisito. Por otra más que por lesiones menos graves rente (NOVOA, II, 169 s.; CURY 627;
interesante en la jurisprudencia lo parte, en cuanto a que debe dirigir- a los hermanos que, decididos a ma- ETCHEBERRY, DP], II, 9 s.: GARRIDO,
ofrece la SCS en Contra Corina se a personas determinadas, aunque tar a su padre, contrataron a un su- 1984, 298 s.). Los alcances precisos
Rojas y otros (1918), en que no se no necesariamente conocidas por el jeto con ese fin, quien, sin embargo, de lo que debe entenderse por des-
ve obstáculo para la punibilidad del inductor (GARRIDO, 1984, 295 s.; nunca tuvo el propósito de cumplir viación "esencial" permanecen, sin
inductor la circunstancia de que la NOVOA, II, 187; ETCHEBERRY, II, 93; el encargo y sólo fingió trabajar en embargo, en relativa penumbra. Así,
persona directamente inducida no PEÑA, 110), de modo que no hay in- ello para obtener dinero, al punto por ejemplo, casos muy polémicos
haya cometido de propia mano el ducción al "público". de dispararle al padre ocasionán- en la doctrina comparada, como es
delito, con tal de que sí haya teni- dole deliberadamente sólo lesiones el de los efectos del error in persona
do responsabilidad a título de autor e) Debe ser eficaz, en el doble menos graves (SCA Santiago en del autor en la responsabilidad del
(citada y valorada positivamente por sentido de que, por una parte, logre Contra Luis Hernán Romero Ma- inductor se tratan muy parcamente
ETCHEBERRY, DP], II, 32). efectivamente formar en el inducido dariaga y otros [1961], citada por y sólo por algunos (por su carácter
la voluntad de cometer el delito, de ETCHEBERRY, DP], II, 8 ss.). Más no esencial están NOVOA, II, 170; Y
d) Debe ser determinada, en modo que no es inducción típica el aún, hay buenas razones para dudar GARRIDO, 1984, 299). Cabe hacer
un doble sentido. Por una parte, en mero reforzamiento de la decisión de la pertinencia de condenar a los presente que algunos fallos antiguos
cuanto a tener por objeto un deli- delictiva ya tomada con anterioridad inductores en circunstancias que el consideran, si bien con razones poco
to determinado (o al menos deter- ni la inducción no aceptada por el autor nunca pretendió ejecutar su inteligibles, que una inducción que
minable contextualmente), sin que inducido, pero tampoco lo es, por la encargo, déficit que la propia Cor- no satisface las exigencias del N° 2
baste la invitación genérica a delin- otra, aquélla que, no obstante haber te parece confesar al declarar que puede constituir una forma de com-
quir (NOVOA, Il, 187; ETCHEBERRY, tenido éxito, da lugar a un designio sería "irracional y antijurídico que plicidad. Tal es el caso de la SCA La
II, 93; PEÑA, 110; POLITOFF / MATUS criminal que, sin embargo, por cual- el exceso de dolo de los inductores Serena en Contra Emilio Chávez y
/ RAMÍREZ, PG, 428; CURY, 626 s.; quier razón no alcanza el estadio de les sirviera para liberarlos de res- otra (1875), en que se considera que
GARRIDO, II, 404). Excepcional- la tentativa (NOVOA, II, 169, 188; ponsabilidad" (críticamente, por la la inducción de la mujer a un terce-
mente sostuvo algo diferente la SCS ETCHEBERRY, II, 93 s.; PEÑA, 108, impunidad, ETCHEBERRY, DP], II, 9 ro para que matara a su marido no
en Contra Gabriel Benavente Palma 109 s.; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, s.; YBUNsTER, Alvaro: Nota, Revista fue determinante, pero que su co-
(1973), en que bastó para respon- PG, 423, 428; CURY, 625 s.; GARRI- de Ciencias Penales T. XXI [1962], nocimiento de que se perpetraría el
sabilizar por el homicidio de un DO, II, 405). En otras palabras, en el 230 ss.; de otra opinión, postulando hecho y la ayuda prestada con pos-
funcionario de la caRA la arenga derecho chileno, a diferencia de lo una suerte de "coautoría", POLITOFF terioridad al mismo (¡) la convertían
a resistir violentamente la toma de que ocurre en otros ordenamientos / GRISOLÍA / BUSTOS, 101 con nota al en cómplice; y de la SCA Talca en
posesión de un fundo expropiado jurídicos, sólo es punible la "induc- pie N° 54). En efecto, se acepta en Contra Santos Díaz y otro (1922),
en el contexto de la Reforma Agra- ción (exitosa) de tentativa", no la general que las desviaciones esencia- se considera que la inducción inefi-
ria hecha por el propietario a sus tra- "tentativa de inducción". Algo di- les entre lo inducido y lo realizado caz en cuanto no determinante es
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ART.15 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.16

una forma de cooperación al delito, aquéllos (informantes)- que se in- hacer la norma del Art, 25 de la del provocador no puede conside-
que alienta al delincuente en sus ma- filtran en organizaciones crimina- Ley N° 20.000 (bajo la vigencia rarse eficaz a título de inducción
los designios o fortifica la resolución les (agentes encubiertos) o simulan de la Ley N° 19.366 sugerían tam- (POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
conocida de cometerlo (ambas ci- ser adquirentes de drogas (agentes bién esta línea argumentativa Po- p. 429) hace bastar, en rigor, una
tadas por ETCHEBERRY, DPJ, II, 43, reveladores), los que, conforme al LITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, p. mera inclinación genérica al delito
46). Hasta donde se puede ver esta Art. 25 de la Ley N° 20.000, "es- 429 con nota al pie N° 173; véase para liberar de responsabilidad por
jurisprudencia no ha tenido mayor tarán exentos de responsabilidad también, aunque sin duda excesivo la inducción a un delito determi-
eco, con razón. criminal por aquellos delitos en en sus conclusiones, FERNÁNDEZ, nado, con lo cual, por ejemplo, no
que deban incurrir o que no hayan 1998, 18 ss.; en el mismo contex- debiera considerarse inductor al que
Por último, cabe mencionar a podido impedir, siempre que sean to debería discutirse seriamente lo contrata al sicario que espera de-
propósito de la inducción, un asun- consecuencia necesaria del desarro- que hasta ahora ha estado fuera del seoso un encargo, conclusión que
to que ha generado alguna discu- llo de la investigación y guarden la debate, como es qué efectos debe ciertamente nadie suscribiría. En
sión, como es la relevancia penal a debida proporcionalidad con la fi- .tener la actividad del agente provo- tanto que las soluciones sobre la
título de inducción de la actividad nalidad de la misma" (antes, bajo cador en el status del inducido, des- base de ausencia de dolo (GARRIDO,
del llamado agente provocador, esto la vigencia de la Ley N° 19.366, de un punto de vista tanto proce- II, 407) fracasan desde el momento
es, del individuo que, fingiendo es- no existía una norma equivalente y sal como sustantivo). Porque, por en que se asume instrumentalmen-
tar de acuerdo con otras personas, la situación era muy discutible, si ejemplo, el argumento de que los te la consumación del delito (como
las mueve a realizar conductas de- bien el reconocimiento expreso del delincuentes habituales ya estarían con razón apunta CURY, 626; y an-
lictivas, con la intención de impedir agente encubierto [no así del agen- resueltos a cometer delitos seme- tes también NOVOA, II, 171; PEÑA,
la consumación de las mismas una te revelador] en el Art. 34 era, por jantes, de modo que la actuación 112 Y s.).
vez comenzada su ejecución y de lo que necesariamente implica en
poner a los autores a disposición de la práctica la infiltración de organi-
la justicia penal, con pruebas para zaciones criminales, un argumento
hacerlos castigar. La jurisprudencia importante en favor de la legiti- Artículo 16. Son cómplices los que, no hallándose comprendi-
tradicional mantuvo una postura midad de la intervención delictiva dos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho por
ambigua al respecto, absteniéndo- del mismo; al respecto POLITOFF / actos anteriores o simultáneos.
se en general de aplicar sanciones MATUS / RAMÍREZ, PG, 429; con BmuoGRAFíA: CURY, Enrique / MArus, jean Pierre: "Comentario a los artículos 14 a 17", en
a los provocadores, sin perjuicio de más detalle POLITOFF, 1998, 53 ss.; POurOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 229-256 45; ETCHEBERRY, Alfredo: Participación criminal,
Ediar-ConoSur, Santiago 1988; FONTECILLA, Rafael: Concursos de delincuentes, de delitos y
ciertas admoniciones (véase los fa- y MATUS, 41 ss.). Más allá de este de leyes penales y sus principales problemas jurídicos, Editorial jurídica de Chile, Santiago
llos citados por ETCHEBERRY, DPJ, ámbito el asunto sigue siendo muy 1956; GARRIDO, Mario: Etapas de ejecución del delito. Autoría y participación, Editorial ju-
II, 35 ss.). En materia de tráfico de dudoso, y todo parece indicar que rídica de Chile, Santiago 1984; PEÑA, Silvia: "Autoría y participación en el delito", Revista
de Ciencias jurídicas (Valparaíso) N° 3 (1972), 85-128.
drogas, al margen de las numerosas su posible solución no debe buscar-
cuestiones interpretativas que ofre- se en la dogmática de la inducción
ce la solución, el asunto está legal- sino en otro plano, en una ponde- 45
Si en general no se cita este texto es porque existen exposiciones posteriores del tema
mente resuelto respecto de los fun- ración de intereses que remite a la tanto del autor principal (CURY) como del colaborador (MATUS, en conjunto con Po-
cionarios policiales -o particulares lógica de las causas de justificación, LlTOFF y RAMfREZ), que parecen expresar mejor el exacto pensamiento de cada uno.
que actúan con conocimiento de que es precisamente lo que parece
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ART.16 CÓDIGO PENAL COMENTAPO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.17

COMENTARIO En la jurisprudencia se puede citar La cooperaClOn debe reali-


Héctor Herndndez la SCS de 30 de enero de 1989 (re- zarse mediante actos anteriores o
curso de queja, Cita Westlaw Chile: simultáneos, pues la cooperación
CLlJURl50/1989), en la que se tiene posterior sólo da lugar a encubri-
El Art. 16 fue tomado literal- otro, su punición depende de que el por cómplice a la mujer que no hizo miento. La literatura entiende que
mente del Art. 13 del Código espa- aporte haya sido efectivamente apro- nada por impedir que su amante ma- el compromiso previo de aportes
ñol de 1850 y aprobado sin deba- vechado por el autor, de modo que no
tara a su marido luego de que aquél posteriores constituye ya una for-
te en la sesión 10' de la Comisión es punible la tentativa de complicidad
le comunicara sus propósitos, si bien ma de auxilio a la ejecución rele-
Redactora, de 24 de mayo de 1870 (NOVOA, II, 174, 191 s.; ETCHEBERRY,
más que abundar en los requisitos de vante en los términos del Art. 16
(Actas, 18). II, 96; CURY, 630; PEÑA, 102; POLI-
la omisión el fallo parece atribuirle (LABATuT, 1, 203; ETCHEBERRY, II,
TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 432; de
una colaboración activa, en los si- 100; NOVOA, II, 192; CURY, 628;
Conforme al Art, 16 es cómpli- otra opinión UBATUT, 1, 200; Y GA-.
guientes términos: "esa no oposición PEÑA, 101; POLlTOFF / MATUS /
ce el que, no hallándose comprendi- RRlDO, II, 420, para quienes bastaría
a que Cuevas diese muerte a su mari- RAMÍREZ, PG, 430 con nota al pie
do en el Art. 15, coopera a la ejecu- con que el aporte hubiera sido "consi-
do cuando le comunicó su intención N° 174; se inclina en cambio por
ción del hecho por actos anteriores derado" por el autor, coincidiendo así
de hacerlo, en circunstancias de que el encubrimiento no obstante el
o simultáneos. Tanto desde el punto con el parecer de la Comisión Redac-
eran amantes, sin duda fortaleció la concierto previo, la vieja SCA La
conceptual como legal, entonces, se tora en sesión 126, de 16 de abril de
decisión de aquél, de suerte que cabe Serena en Contra José Serrano y
trata de una figura residual, pues sus 1873, Actas, 224) y que la conducta
alcances resultan de los que en defi- aceptar que cooperó sin ser autora a otros [1875], ETCHEBERRY, DPJ,
de éste haya alcanzado al menos el
nitiva se le asignen a la autoría (re- la comisión del delito, actuación que II, 52 s.), si bien en varios de esos
umbral de la tentativa.
cuérdese, por ejemplo, cómo se dis- cabe encuadrarla en la complicidad, casos probablemente debería asu-
cute si los casos del Art, 15 N° 3 son a lo que debe añadirse que le sumi- mir que se trata de un caso del
Si bien en general la doctrina chi-
de complicidad pero equiparados lena admite la complicidad por omi- nistró el dato -si bien no fue decisi- Art. 15 N° 3 (compromiso como
por razones penológicas a la autoría, sión, cuando el que omite es garante vo- de que al día siguiente del suceso concierto y aporte a la vez, even-
o son genuinos casos de coautoría). (NOVOA, II, 173 s., 192; ETCHEBERRY, precisamente su marido iría a su car- tualmente esencial en los términos
II, 100; UBATUT, 1, 201; GARRlDO, bonera, en donde fue ultimado". que se han defendido aquí).
La complicidad consiste en la 1I, 421; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
cooperación dolosa, tanto material PG, 430; CURY, 628), no se han de-
como intelectual (planes, informa- sarrollado entre nosotros criterios de
ción, etc., aunque no meramente aní- delimitación entre autoría y compli- Artículo 17. Son encubridores los que con conocimiento de
mica, véase en Comentario al Art, 15 cidad en materia de omisión, lo que la perpetración de un crimen o de un simple delito o de los actos
la crítica a fallos aislados que conside- es indispensable atendido que en esta ejecutados para llevarlo a cabo, sin haber tenido participación en él
raban la inducción ineficaz como for- materia no es posible aplicar directa- como autores ni como cómplices, intervienen, con posterioridad a
ma de complicidad por su efecto de mente los criterios que fluyen de la su ejecución, de alguno de los modos siguientes:
apoyo moral), a la ejecución del deli- letra de los Arts. 15 y 16, sin contar 1. Aprovechándose por sí mismos o facilitando a los delincuen-
to de otro. Conforme a su carácter de con el carácter polémico que tiene tes medios para que se aprovechen de los efectos del crimen o sim-
forma de participación en el hecho de el asunto en la doctrina comparada. ple delito.
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ART. 17 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.!7

2. Ocultando o inutilizando el cuerpo, los efectos o instrumen- go y fue aprobado en lo fundamen- El N° 3 original sólo conside-
tos del crimen o simple delito para impedir su descubrimiento. tal en la sesión 10' de la Comisión raba relevante el favorecimiento
3. Albergando, ocultando o proporcionando la fuga del culpable. Redactora, de 24 de mayo de 1870 personal no habitual bajo dos cir-
4. Acogiendo, receptando o protegiendo habitualmente a los mal- (Actas, 18). La restricción al encu- cunstancias: en caso de abuso de
hechores, sabiendo que lo son, aun sin conocimiento de los crímenes brimiento de crímenes y simples de- funciones públicas y en caso de ser
litos se produjo en la sesión 132, de el delincuente reo de traición, pa-
o simples delitos determinados que hayan cometido, o facilitándoles
7 de mayo de 1873, a propósito de rricidio u homicidio cometido con
los medios de reunirse u ocultar sus armas o efectos, o suministrán-
las reglas penológicas de los Arts. 51 alguna de las agravantes de los nú-
doles auxilios o noticias para que se guarden, precavan o salven. a 54 y al parecer sólo para equiparar meros 1,2, 3, 4, 5, 6, 9 Y 11 del
Están exentos de las penas impuestas a los encubridores los que la terminología que imponía el tra- Art. 12 (sesiones 10', 126 Y 127,
lo sean de su cónyuge o de sus parientes legítimos por consangui- tamiento conjunto de los casos de Actas, 18, 224, 225). La supresión
nidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral hasta el se- ejecución imperfecta (Actas, 234). de estas circunstancias y, con ello,
gundo grado inclusive, de sus padres o hijos naturales o ilegítimos la ampliación del encubrimiento se
reconocidos, con sólo la excepción de los que se hallaren compren- El N° 1 fue aprobado inicial- debe a la Ley N° 19.077, de 28 de
didos en el número 1 de este artículo. mente en la citada sesión 10' (Actas, agosto de 1991.
BIBUOGRAFíA: CURY, Enrique / Mxrus, Iean Pierre: "Comentario a los artículos 14 a 17", en
18). Luego, en la sesión 127, de 18
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 229-256 46 ; ETCHEBERRY, Alfredo: "El encubrimiento como de abril de 1873, a indicación del El N° 4, tomado del N° 2
forma de participación", en RlVAcoBA, Manuel de (editor): Actas de las jornadas interna- comisionado Gandarillas y en res- del Art. 17 del Código español de
cionales de Derecho Penal en celebración del centenario del Código Penal chileno, Edeval,
Valparaíso 1975, pp. 277-296; ETCHEBERRY, Alfredo: Participación criminal, Edíar-ConoSur, puesta a una duda del comisionado 1822, también fue aprobado inicial-
Santiago 1988; GARRIDO, Mario: Etapas de ejecución del delito. Autoría y participación, Edi- Fabres se modificó el N° 1 inicial- mente en la mencionada sesión 10'
torial jurídica de Chile, Santiago 1984; GONZÁLEZ, Iris: "Coautoría y participación en los de-
litos culposos", en RIVACOBA, Manuel de (edítor):Actas de las jornadas internacionales de
mente aprobado ("ausiliando a los a indicación del comisionado Ába-
Derecho Penal en celebración del centenario del Código Penal chileno, Edeval, Valparaíso delincuentes para que se aprove- los, en los siguientes términos: "Los
1975, pp. 182-104; PEÑA, Silvia: "Autoría y participación en el delito", Revista de Ciencias chen de los efectos del delito"), para que voluntariamente, aunque sin
jurídícas (Valparaíso) N° 3 (1972), 85-128; SOLARI, Tito / RODRíGUEZ, Luis: "Encubrimiento y
delito culposo", Revista de Derecho (UCV) N° 2 (1978), 205-220. aclarar que no se incluía cualquier conocimiento del delito determi-
auxilio, sino sólo uno que tuvie- nado que se haya cometido, acojen,
ra por fin asegurar el provecho del receptan, protejen o encubren a los
delito o su impunidad: "los medios malhechores, sabiendo que lo son, o
COMENTARIO
suponen una cooperación directa i les facilitan los medios de reunirse,
Héctor Herndndez de importancia, escluyendo los me- u ocultan sus armas o efectos, o les
ros consejos o ausilios inocentes que suministran ausilios o noticias para
El Art. 17 se basa principalmen- de 1850. El encabezado del inciso se prestan tanto al culpable como al que se guarden, precavan o salven",
te en el Art. 14 del Código español primero está tomado de ese Códi- que no lo es, sin responsabilidad al- quedando constancia a indicación
guna" (Actas, 225). del comisionado Fabres de "la ne-
cesidad de calificar el delito de los
46
Si en general no se cita este texto es porque existen exposiciones posteriores del tema El N° 2 del inciso primero fue 'encubridores habituales'" (Actas,
tanto del autor principal (CURY) como del colaborador (Matus, en conjunto con Po- aprobado en la citada sesión 10' 18 s.). En la sesión 126, además de
LlTOFF y RAMfREZ), que parecen expresar mejor el exacto pensamiento de cada uno. (Actas, 18). eliminarse la palabra "encubrien-
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--
ART.17 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNANDEZ ART.17

do", hizo presente el comisionado de "las estrechas relaciones que co- un bien jurídico diferente (v, gr. la dominante entre nosotros respecto
Gandarillas que no podía fijarse una múnmente existen entre parientes correcta administración de justi- de las restantes formas de participa-
pena en relación con la del delito de estos grados" (Actas, 225), lo que cia) del afectado por el delito que ción (véase Comentario al Art. 14),
encubierto, por tratarse de distin- tampoco se expresó en el texto. La se encubre, no habiendo tampoco que puede haber encubrimiento
tos delitos cometidos en distintas definición final del círculo de per- nexos causales entre el resultado del punible de cuasidelitos (LABATuT,
épocas y por distintas personas, re- sonas relevantes se adoptó en la se- hecho y la intervención del encu- 1,206; Novos, II, 194; GONZÁLEZ,
solviéndose tenerlo presente al mo- sión 168, de 1° de octubre de 1873 bridor (Novox, II, 193; LABATUT, 1, 193; con detalle SOLAR! / RODRÍ-
mento de establecer la pena en el (Actas, 305). Hasta la fecha no se ha 201 s.; ETCHEBERRY, 1975, 277 ss.; GUEZ, 205 ss.). Así se resolvió me-
Art. 51 (Actas, 224), lo que se hizo adecuado formalmente su texto al CURY, 631; PEÑA, 105; POLITOFF / diante SCS de 11 de abril de 1945
efectivo en las sesiones 132 y 133 régimen de filiación vigente desde MATUS / RAMÍREZ, PG, 433 s.; de (RCP T. VIII, 208), en un caso de
(Actas, 234 s.). la Ley N° 19.585, de 26 de octubre otra opinión GARRIDO, 1984, 398). cuasidelito de homicidio, en que
de 1998. Al respecto es significativo que el un sujeto trató de convencer a los
En lo que concierne al inciso se- propio Art, 17 establece una forma testigos del mismo de que no con-
gundo, tomado en lo fundamental De acuerdo con el Art. 17 es de encubrimiento completamente taran nada de lo que habían visto,
del mismo Código español de 1850, encubridor quien, con conocimien- autónoma del delito que se encubre, presentando el hecho como un sui-
también se aprobó inicialmente en to de la perpetración de un crimen o el llamado favorecimiento personal cidio. El fallo se centra formalmente
la sesión l O' (Actas, 18), para luego simple delito (no hay encubrimiento habitual del N° 4, que en VeZ de te- en la extensión de la división entre
ser adecuado formalmente a la ter- de faltas, la SCA Valparaíso en Con- ner asignada la pena inferior en dos crímenes, simples delitos y faltas a
minología del derecho civil chileno tra Juan de la Cruz Jiménez [1926], grados a la señalada en la Ley para el los cuasidelitos.
en la sesión 126 ("...de su cónyuge, ETCHEBERRY, DPJ, II, 52, se mantu- autor del delito encubierto, como es
o de sus parientes lejítimos o afines vo como una excepción absoluta) o la regla en materia de encubrimien- Las hipótesis legales de encubri-
en toda la línea recta i en la cola- de los actos ejecutados para llevarlo a to, le corresponde siempre la pena miento son las siguientes:
teral hasta el segundo grado inclu- cabo, sin haber tenido participación de presidio menor en cualquiera
sive"), dejándose constancia de que en él como autor ni como cómpli- de sus grados conforme al Art, 52 a) Aprovechándose o facilitando
con esta fórmula se comprendían ce, interviene con posterioridad a su inciso tercero (la formalmente sub- a los delincuentes medios para que se
los hermanos ilegítimos, "por con- ejecución, realizando alguna de las sistente excepción del Art. 52 inciso aprovechen de los efectos del crimen
siderarse que las relaciones naturales conductas específicamente descritas segundo respecto del favorecimien- o simple delito (su objeto material y
tienen tanta fuerza como las lejíti- en el mismo artículo. Como ya se to personal ocasional del N° 3 ha anexos), en lo que se conoce como
mas o de simple afinidad para escu- dijo, en el derecho penal chileno el sido superada por la modificación aprovechamiento o, antes de la exis-
sar al que oculta a un delincuente" encubridor es considerado partícipe de esta última hipótesis mediante la tencia de un tipo penal autónomo
(Actas, 224), lo que, sin embargo, del delito, sin perjuicio de que la Ley N° 19.077, de 28 de agosto de con esa denominación, receptación.
como se puede ver, no era efectivo. doctrina penal sostenga que en rigor 1991). La opinión actualmente dominante
Del mismo modo, en la sesión 127 el encubrimiento no constituye una rechaza la llamada receptación sus-
se aprobó, a indicación del corni- forma de participación criminal, por Precisamente por las dudas so- titutiva, esto es, aquélla que recae
sionado Renjifo, que la exención se haberse realizado ya íntegramente el bre su naturaleza como genuina no ya directamente sobre los efec-
extendiera en la línea colateral hasta delito, porque se afectaría; en parti- forma de participación se admite en tos del delito, sino sobre los objetos
el cuarto grado inclusive, en razón cular en los casos de favorecimiento, general, contra lo que es la opinión por los que aquéllos han sido susti-
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ART.17 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.17

tuidos (ETcHEBERRY, 11, 103; CURY, su suicidio en circunstancias que se descubierto, hipótesis que, como sabilidad del encubridor. Así, quien
634; GARRIDO, 11, 424; POLITOFF / trató de un homicidio. No procede se ha dicho, ya no constituye favo- cree estar encubriendo un estupro
MATUS / RAMÍREZ, PG, 437; de otra esta forma de favorecimiento una recimiento real y sólo puede tener puede ser condenado como encu-
opinión antes UBATUT, 1, 204; No- vez que ya se ha descubierto el de- por objeto la impunidad del delin- bridor de ese delito, aunque en rea-
VOA, 11, 196). lito (NOVOA, 11, 198; ETcHEBERRY, cuente. Lo mismo rige si se destru- lidad se haya tratado de una viola-
11, 104; CURY, 636; GARRIDO, 11, ye, inutiliza o interfiere en la posi- ción. Según la opinión dominante
b) Ocultando o inutilizando 425; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, ble prueba, también de carácter no es suficiente el dolo eventual (ET-
el cuerpo, los efectos o instru- PG, 438; también en la jurispru- material, por ejemplo, ejerciendo CHEBERRY, 11, 102; CURY, 633; Po-
mentos del crimen o simple delito dencia sentencia de la Corte Mar- influencia sobre potenciales testi- LITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 436;
para impedir su descubrimiento, cial de 30 de julio de 1952, RDJ T. gos, etc. en contra GARRIDO, 11, 422 s.).
esto es, el llamado favorecimiento XLIX, 2-4, 287), sin perjuicio de
real, que tiende a favorecer al de- que pueda ser aplicable el favoreci- d) Acogiendo, receptando o Se ha discutido la posibilidad de
lincuente por la vía de que no se miento personal. protegiendo habitualmente a los favorecimiento real o personal por
.descubra el hecho en cuanto tal. malhechores, sabiendo que lo son, omisión, naturalmente respecto de
Por efectos o instrumentos del de- c)Albergando, ocultando o pro- aun sin conocimiento de los críme- personas especialmente obligadas
lito debe entenderse cualquier he- porcionando la fuga del culpable, lo nes o simples delitos determinados al descubrimiento y persecución de
cho, objeto material o rastro que que se conoce como favorecimiento que hayan cometido, o facilitándo- hechos punibles. La existencia de
dé cuenta de la comisión del delito personal ocasional. Se trata de que les los medios de reunirse u ocultar tipos de omisión propia, en concre-
(cfr. NOVOA, 11, 198; CURY, 636; no se descubra al delincuente. En sus armas o efectos, o suministrán- to de tipos de omisión de denuncia
POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, el Código original, confirmando doles auxilios o noticias para que se (Art. 175 CPP) parece oponerse a
438). Si bien lo normal (y lo que su carácter profundamente libe- guarden, precavan o salven. Éste es esa posibilidad, porque tales tipos
a primera vista sugiere la letra de ral, esta hipótesis sólo se castigaba el llamado favorecimiento personal expresarían una valoración legis-
la ley) será una actividad de ocul- cuando mediaba abuso de funcio- habitual, que por esta característica lativa específica sobre el asunto y
tamiento o destrucción material nes públicas, cuando se trataba de se regula con mayor autonomía res- se aplicarían excluyentemente (así
de cosas, es perfectamente imagi- ciertos delitos especialmente graves pecto del delito encubierto. POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
nable un ocultamiento mediante o cuando se tratara de encubrir un 438 s.; tácitamente NOVOA, 11, 197
afirmaciones falsas, por ejemplo, reconocido delincuente habitual. No sólo de las reglas generales, con nota al pie N° 13 respecto del
cuando se asegura que la víctima La nueva redacción se debe a la sino también del claro tenor literal favorecimiento real, ambiguo en
del homicidio se encuentra en otra Ley N° 19.077, de 28 de agosto del Art. 17 se desprende que, salvo cambio en materia de favoreci-
ciudad (SCA Concepción de 13 de de 1991. También aquí es posible la expresa excepción del N° 4, el en- miento personal, 199; al parecer
septiembre de 1911, GT 1911-11, un ocultamiento a través de in- cubrimiento requiere "conocimien- también CURY, 635 s.). Cosa dis-
581; en contra ETCHEBERRY, DPJ, formaciones falsas. Es constitutiva to de la perpetración" de un crimen tinta es que, además de omitir la
11, 58 donde también se cita la también de favorecimiento perso- o simple delito, lo que implica co- denuncia, se realice una conducta
sentencia: el ocultamiento supone nal cualquier conducta tendiente nocimiento siquiera somero de las positiva destinada a ocultar el delito
una actividad material) o que no a ocultar o inutilizando el cuer- circunstancias típicas relevantes de o la persona del responsable, como
hay nada en un lugar que se acaba po, los efectos o instrumentos del un hecho determinado. El defecto ocurrió en el supuesto tratado por
de revisar o que se fue testigo de delito una vez que éste ya ha sido de conocimiento limita la respon- la SCS en Contra Jorge Pereira y
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ART. 17 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.18

otros (1946), en que un funciona- equivalentes, como es, por ejem- a los parientes por consanguinidad por especialidad, desplazan al
rio policial no sólo no anotó en el plo, el de los convivientes, por la o afinidad en toda la línea recta y en Art. 17. A la tipificación autónoma
libro de novedades el delito de que vía de acreditar la inexigibilidad de la colateral hasta el segundo grado de la receptación de cosas hurtadas,
tomó conocimiento, sino que ade- otra conducta (POLITOFF / MATUS J inclusive, con lo cual quedan abar- robadas o provenientes de otros de-
más instruyó a un subordinado a RAMÍREZ, PG, 442; más resignados, cados los hermanos no matrimonia- litos contra la propiedad, introdu-
no dar noticia del mismo (citada sólo critican ETCHEBERRY, Il, 108; y les, como era el caso en la especie, cida como Art, 456 bis A mediante
por ETCHEBERRY, DP], n, 57), sin CURY, 460). Interesante en ese sen- en que se calificó como encubri- la Ley N° 19.413, de 20 de sep-
perjuicio de lo cual no se impuso tido es la SCA Rancagua de 10 de miento de tráfico de drogas (favo- tiembre de 1995 (la ampliación a
castigo en razón de que la manio- febrero de 2005 (Cita Westlaw Chi- recimiento real del N° 2) la con- las cosas provenientes de abigeato,
bra no impidió que se descubrie- le: CLI]UR/1150/2005), que no ducta del sujeto que recibió de su receptación [con lo cual se despeja
ra el delito, razonamiento que ha aplica el inciso segundo del Art. 17 hermana (calidad indiscutida en el la discusión sobre la tipicidad de la
sido criticado, con razón, porque simplemente por no existir vínculo juicio, si bien no se aportó ninguna receptación: en cadena] y apropia-
no es requisito del encubrimiento matrimonial entre la encubridora prueba en ese sentido) un paquete ción indebida se produce mediante
que tenga éxito y mal podría repri- yel autor del delito, pero que lue- de drogas que ésta le pasó para que la Ley N° 20.253, de 14 de marzo
mirse si lo tuviera (Novox, Il, 198; go está dispuesta a considerar una lo escondiera cuando se percató de de 2008), si bien ya se encontraba
ETCHEBERRY, DP], n, 57). posible interpretación amplia del la presencia policial, descartándose en lo fundamental desde antes en
concepto "cónyuge", que a su jui- que él mismo hubiera intervenido el Código, se suman los delitos de
Conforme al inciso final están cio supondría una relación estable y en el tráfico de drogas. obstrucción a la investigación de
exentos de pena los que encubran a permanente de convivencia, lo que, los Arts. 269 bis y 269 ter CP (si
su cónyuge o a ciertos parientes, con sin embargo, no se daba en la espe- Por último, debe hacerse pre- bien en la son delitos
excepción de los que se aprovechen o cie. Las imperfecciones del inciso sente la incorporación en los úl- que pueden operar no sólo a favor
faciliten medios para que se aprove- segundo del Art, 17 se hacen más timos años de tipos penales autó- del imputado, sino también contra
chen los efectos del delito en los tér- patentes en la actualidad a la luz de nomos que en rigor constituyen él) y el delito de lavado de dinero
minos del N° 1 del mismo artículo. las profundas modificaciones intro- formas de encubrimiento y que, del Art. 27 de la Ley N° 19.913.
En la actualidad, la opinión domi- ducidas al régimen de filiación por
nante ve en esta exención de respon- la Ley N° 19.585, de 26 de octu-
sabilidad una hipótesis de inexigibi- bre de 1998, que, inexplicablemen-
lidad de otra conducta (WATUT, 1, te, hasta la fecha no ha dado lugar
TÍTULO III
206 s.; Novox, Il, 201; ETCHEBE- a una adaptación formal. En este
RRY, Il, 107 s.; CURY, 459 s., 638; contexto se puede destacar la SCA
DE LAS PENAS
POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, Valparaíso de 28 de septiembre de
441 s.; de otra opinión GARRIDO, 2005 (Cita Westlaw Chile: CLI
§ 1. De las penas en general
n, 426 s.: excusa legal absolutoria). ]UR/915/2005) que declara mo-
Sobre la misma base se ha abogado dificado tácitamente por esa Ley el
por una aplicación no formalista de inciso final del Art, 17, en el sentido Artículo 18. Ningún delito se castigará con otra pena que la
la causa de exención, que permita su de que no se refiere más a los "pa- que le señale una Ley promulgada con anterioridad a su perpetra-
.,
cion.
aplicación a casos valorativamente rientes legítimos" sino simplemente
422 423
ART.18 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.18

Si después de cometido el delito y antes de que se pronuncie COMENTARIO*

sentencia de término, se promulgare otra Ley que exima tal hecho Jaime Couso
de toda pena o le aplique una menos rigorosa, deberá arreglarse a
ella su juzgamiento.
GÉNESIS y MODIFICACIONES. CON- jeto de salvar a determinadas perso-
Si la Ley que exima el hecho de toda pena o le aplique una SAGRACIÓN CONSTITUCIONAL DE LA GA- nas ya juzgadas i por solo intereses
menos rigurosa se promulgare después de ejecutoriada la sen- RANTÍA DE LA IRRETROACTIVIDAD DE LA políticos o personales" (Actas, 225-
tencia, sea que se haya cumplido o no la condena impuesta, el LEY PENAL (DESFAVORABLE) Y DE RETRO- 226).
tribunal que hubiere pronunciado dicha sentencia, en primera ACTMDAD PENAL FAVORABLE
o única instancia, deberá modificarla de oficio o a petición de La Constitución de 1925 in-
parte. La disposición, aunque inspi- cluyó en su Art. 11 la garantía de
En ningún caso la aplicación de este artículo modificará las rada en el Art. 19 del CP español la irretroactividad de las leyes penales
consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga relación (v, Actas, 19), sufrió modificaciones ("Nadie puede ser condenado, si no
con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o las inhabilida- importantes durante el proceso de es juzgado legalmente y en virtud de
des. elaboración de futuro Cl; que hi- una Ley promulgada antes del hecho
cieron más clara su consagración del sobre que recae el juicio"), pero no
BIBLIOGRAFÍA: BASCUÑÁN Rodríguez, Antonio (2000), "La aplicación de la Ley Penal más
favorable", en Revista Jurídica de la Universidad de Puerto Rico, Vol. 69:1:29; BASCU- principio de legalidad de las penas, contempló la garantía de la retroac-
ÑÁN Rodríguez, Antonio (2001), "¿Aplicación de Leyes Penales que carecen de vigen- dándole la redacción que tienen los tividadpenalfavorable. La Constitu-
cia?", en Revista del Abogado, N° 22, s. N° de pág., disponible en: http://www.cole- actuales incisos 1° Y 2°. Su inc. 3° ción de 1980 reiteró, en su Arr, 19,
gioabogados.cl [visitada en junio de 2011]; CABALLERO BRUN, Felipe (2006), "Derecho
penal sustantivo y efectos en el tiempo de la Sentencia del Tribunal Constitucional fue agregado por la Ley N° 17.727 N° 3, inciso 7°, que no ha sido mo-
que declara la inconstitucionalidad de un precepto legal", en Revista de Derecho (Val- (de 27 de septiembre de 1972), para dificado hasta la fecha, la garantía
divia), Vol. XIX-N° 2, diciembre de 2006; Couso, Jaime (2006), "El uso de precedentes
en materia penal: retórica y realidad en perspectiva", en Revista General de Derecho extender el beneficio de la retroac- de la irretroactividad de la Leypenal,
Penal (www.íustel.com, RGDP), N° 5, mayo de 2006; Couso, Jaime (2007), "Informe en tividad penalfavorable a quienes ya prácticamente en los mismos térmi-
derecho: Aplicación de Ley penal más favorable en la Ley de responsabilidad penal hayan sido condenados conforme
de adolescentes", disponible en: http://es.scribd.com/doc/3464213 7/COUSO-Aplica-
nos que la regla del Art. 18, inc. 1°,
cion-de-Iey-penal-mas-favorable-en-LRPA [visitada en junio de 2011]; Couso, Jaime y a la Ley anterior (la vigente al mo- del CP -"Ningún delito se castigará
MERA, Jorge, "El rol uniformador de la jurisprudencia de la Sala penal de la Corte Su- mento de comisión del delito), cues- con otra pena que la que señale una
prema. Estudio empírico", Revista Ius et Praxis, Vol 13, N° 1, Talca, 2007, disponible
en: http://www.scielo.cljscielo.php?script=scLarttext&pid=SO 71800 12 200 7000 1000 tión que ya había sido discutida por Ley promulgada con anterioridad
12&lng=es&nrm=iso&tlng=es [visitada en junio de 2011]; MAÑALlCH, Juan Pablo (2010), la Comisión Redactora (a propuesta a su perpetración... "-, pero inclu-
"La estructura de la autoría mediata", en RDPUCV, XXXIV, primer semestre de 2010,
pp. 385-414, 393; MATUS, Iean Pierre (1994): La Ley penal y su interpretación (San- del señor Fabres, en la Sesión 127, yendo, a continuación, una consa-
tiago), 1994; MERA, Rafael (1999), "En torno a la aplicabilidad del texto original de la de 18 de abril de 1873, durante la gración expresa de la garantía de la
Ley N° 19.450", en Revista de Derecho, Criminología y Ciencias Penales, N° 1; OLlVER, Revisación), si bien en ese entonces retroactividad penal favorable: "... a
Guillermo (2003), "¿Irretroactividad de las variaciones jurisprudenciales desfavora-
bles en materia penal?", en RDPUCV, XXIV; OLlVER, Guillermo (2004), "¿Debe aplicarse se descartó pues "podría servir para menos que una nueva Ley favorezca
la Ley penal intermedia más favorable?", en RDPUCV, XXV; OLIVER, Guillermo (2007), que se dictaran leyes con el solo ob- al afectado".
"La aplicación temporal de la nueva regla de cómputo del plazo de prescripción de la
acción penal en delitos sexuales con víctimas menores de edad", en RDPUCV, XXIX,
20 Semestre de 2007 (cit.: OLIVER, 2007 A); OLIVER, Guillermo (2007): Retroactividad e
irretroactividad de las leyes penales (Editorial Jurídica de Chile, Santiago) (cit.: OLIVER, * Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de este comentario, por
2007 B); POLITOFF, SERGIO / MATUS, JEAN PIERRE: "Comentario a los Arts. 18 a 49", en POLI- parte de los ayudantes de investigación Sabrina Perret y Franco Maggio, de la Facultad
TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. de Derecho de la Universidad Diego Portales.

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ART.18 CÓDlGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART. 18

Si después de cometido el delito y antes de que se pronuncie COMENTARlO *


sentencia de término, se promulgare otra Ley que exima tal hecho Jaime Couso
de toda pena o le aplique una menos rigorosa, deberá arreglarse a
ella su juzgamiento.
GÉNESIS y MODIFICACIONES. CON- jeto de salvar a determinadas perso-
Si la Ley que exima el hecho de toda pena o le aplique una SAGRACIÓN CONSTITUCIONAL DE LAGA- nas ya juzgadas i por solo intereses
menos rigurosa se promulgare después de ejecutoriada la sen- RANTÍA DE LAIRRETROACTIVIDAD DE LA políticos o personales" (Actas, 225-
tencia, sea que se haya cumplido o no la condena impuesta, el LEY PENAL (DESFAVORABLE) Y DE RETRO- 226).
tribunal que hubiere pronunciado dicha sentencia, en primera ACTIVIDAD PENAL FAVORABLE
o única instancia, deberá modificarla de oficio o a petición de La Constitución de 1925 in-
parte. La disposición, aunque inspi- cluyó en su Art. 11 la garantía de
En ningún caso la aplicación de este artículo modificará las rada en el Art. 19 del CP español la irretroactividad de las leyes penales
consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga relación (v, Actas, 19), sufrió modificaciones ("Nadie puede ser condenado, si no
con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o las inhabilida- importantes durante el proceso de es juzgado legalmente y en virtud de
des. elaboración de futuro Cl; que hi- una Ley promulgada antes del hecho
cieron más clara su consagración.del sobre que recae el juicio"), pero no
BIBLIOGRAFÍA: BASCUÑÁN Rodríguez, Antonio (2000), "La aplicación de la Ley Penal más
favorable", en Revista Jurídica de la Universidad de Puerto Rico, Vol. 69:1:29; BASCU- principio de legalidad de las penas, contempló la garantía de la retroac-
ÑÁN Rodríguez, Antonio (2001), "¿Aplicación de Leyes Penales que carecen de vigen- dándole la redacción que tienen los tividadpenalfavorable. La Constitu-
cia?", en Revista del Abogado, N° 22, s. N° de pág., disponible en: http://www.cole-
gioabogados.cl [visitada en junio de 2011]; CABALLERO BRUN, Felipe (2006), "Derecho
actuales incisos 10 Y 2 0. Su inc. 30 ción de 1980 reiteró, en su Art. 19,
penal sustantivo y efectos en el tiempo de la Sentencia del Tribunal Constitucional fue agregado por la Ley N° 17.727 N° 3, inciso 70 , que no ha sido mo-
que declara la inconstitucionalidad de un precepto legal", en Revista de Derecho (Val- (de 27 de septiembre de 1972), para dificado hasta la fecha, la garantía
dívía), Vol. XIX-N° 2, diciembre de 2006; Couso, Jaime (2006), "El uso de precedentes
en materia penal: retórica y realidad en perspectiva", en Revista General de Derecho extender el beneficio de la retroac- de la irretroactividad de la Leypenal,
Penal (www.íustel.com, RGDP), N° 5, mayo de 2006; Couso, Jaime (2007), "Informe en tividad penal favorable a quienes ya prácticamente en los mismos térmi-
derecho: Aplicación de Ley penal más favorable en la Ley de responsabilidad penal
de adolescentes", disponible en: http://es.scribd.com/doc/3464213 7/COUSO-Aplica-
hayan sido condenados conforme nos que la regla del Art. 18, inc. 10,
cion-de-ley-penal-mas-favorable-en-LRPA [visitada en junio de 2011]; Couso, Jaime y a la Ley anterior (la vigente al mo- del CP -"Ningún delito se castigará
MERA, Jorge, "El rol uniformador de la jurisprudencia de la Sala penal de la Corte Su- mento de comisión del delito), cues- con otra pena que la que señale una
prema. Estudio empírico", Revista Ius et Praxis, Vol 13, N° 1, Talca, 2007, disponible
en: http://www.scielo.cljscielo.php?script=scLarttext&pid=SO 71800 12 200 7000 1000 tión que ya había sido discutida por Ley promulgada con anterioridad
12&lng=es&nrm=iso&tlng=es [visitada en junio de 2011]; MAÑALlCH, Juan Pablo (2010), la Comisión Redactora (a propuesta a su perpetración... "-, pero inclu-
"La estructura de la autoría mediata", en RDPUCV, XXXIV, primer semestre de 2010,
pp. 385-414, 393; MATUS, Iean Pierre (1994): La Ley penal y su interpretación (San- del señor Fabres, en la Sesión 127, yendo, a continuación, una consa-
tiago), 1994; MERA, Rafael (1999), "En torno a la aplicabilidad del texto original de la de 18 de abril de 1873, durante la gración expresa de la garantía de la
Ley N° 19.450", en Revista de Derecho, Criminología y Ciencias Penales, N° 1; OLIVER, Revisación), si bien en ese entonces retroactividad penal favorable: "... a
Guillermo (2003), "¿Irretroactividad de las variaciones jurisprudenciales desfavora-
bles en materia penal?", en RDPUCV, XXIV; OLlVER, Guillermo (2004), "¿Debe aplicarse se descartó pues "podría servir para menos que una nueva Ley favorezca
la Ley penal intermedia más favorable?", en RDPUCV, XXV; OLlVER, Guillermo (2007), que se dictaran leyes con el solo ob- al afectado".
"La aplicación temporal de la nueva regla de cómputo del plazo de prescripción de la
acción.penal en delitos sexuales con víctimas menores de edad", en RDPUCV, XXIX,
20 Semestre de 2007 (cit.: OLIVER, 2007 A); OLIVER, Guillermo (2007): Retroactividad e
irretroactividad de las leyes penales (Editorial Jurídica de Chile, Santiago) (cit.: OLlVER, * Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de esre comentario, por
2007 B); POLITOFF, SERGIO / MATUS, JEAN PIERRE: "Comentario a los Arts. 18 a 49", en POLI- parte de los ayudantes de investigación Sabrina Perret y Franco Maggio, de la Facultad
TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. de Derecho de la Universidad Diego Portales.
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JAIMECOUSO ART.18

DIVERSO FUNDAMENTO DE AM- MOMENTO DE LA COMISIÓN opinión, sólo es persuasiva sobre la en el caso de los delitos habituales,
BOS PRINCIPIOS ("PERPETRACIÓN") DEL DEUTO conveniencia de distinguir, a la hora en todo caso, debe entenderse que
de determinar el tiempo delito, si se recién ocurre a partir del momento
Hay acuerdo en que la garantía Para los efectos de la aplicación trata de un problema de prescripción (que no es el primer acto) en que
de irretroactividad de la Leypenal, se de los principios de irretroactividad o de la aplicación de los principios "la repetición de .los actos da ya el
funda en el principio de la lex certa de la Ley penal y de retroactividad de retroactividad e irretroactividad, carácter de 'habitual' a la conducta'
(POUTOFF, 140; CURY, 167,227), es penal favorable, es importante de- pero no convence sobre la necesidad (ETCHEBERRY, II, 70); ni lo ha sido
decir, en una de las manifestaciones terminar cuándo se entiende co- de emplear para esta última cues- tampoco la determinación del tiem-
del principio de legalidad, específica- metido el delito. En doctrina ha tión el criterio que entiende cometi- po de "comisión" de la omisión, que
mente al servicio de la protección de generado diferencia de opiniones, do el delito al momento de produc- ocurre "en el momento en que el au-
la seguridad jurídica frente al poder especialmente, la definición del mo- ción del resultado (no es imaginable tor debiera haber actuado" (CURY,
punitivo del Estado (similar, Ou- mento de comisión de los delitos de un ejemplo en que pueda ser lícito 235; similar, POUTOFF / MATus,
VER, 2007 A, 257-266, 260-262). resultado "instantáneos" (por oposi- aplicar al autor una Ley penal des- Comentario, 265).
ción a los delitos permanentes): se- favorable que ha sido promulgada
Más discutido, en cambio, es el gún CURY, 235, (expresando la que después de realizada la acción pero En cambio, sí se vuelve discuti-
fundamento de la garantía de retro- parece ser la opinión dominante; v. antes de producirse el resultado, sal- ble la determinación del tiempo de
actividadpenalfavorable (v; las diver- ETCHEBERRY, II, 70-71), se entien- vo que pueda fundamentarse con- comisión de los delitos realizados en
sas posturas en la doctrina nacional, den cometidos cuando se realiza el sistentemente una responsabilidad autoría mediata, a lo menos desde
con referencias a la doctrina de cuño último acto de ejecución; mientras por comisión por omisión, basada que la concepción que parece "tradi-
hispano-germano, en OUVER, 2004, que para Garrido, 1, 116-117, se en- en la injerencia, pero en tal caso, el cional" (sin desconocer que toda la
305-323, 307-318). La tesis más tienden cometidos "en el momento delito, siguiendo el criterio de CURY discusión es relativamente reciente
convicente es, en mi opinión, la que en que se inició la ejecución de la ac- y ETCHEBERRY sí debe entenderse co- en Chile), a saber, la que los entien-
funda dicha garantía en el principio ción ilícita por el autor", y Novox, 1, metido después de la promulgación de cometidos en el momento "en
de proporcionalidad, conforme al 193), los entiende cometidos cuan- de la nueva ley). que se actúa sobre el instrumento"
cual la imposición de pena que la do se consuman. POUTOFF, por su (CURY, 236), ha sido criticada desde
Ley señalaba al delito al tiempo de su parte, advirtiendo sobre los riesgos No ha sido objeto de mayor una posición partidaria de "la solu-
comisión ya no es, tras SU derogación de la adopción de un punto de vista discusión, en cambio, la determi- ción global" (así MAÑAUCH, 385-
o sustitución legislativa por una más que se aplique rígidamente a todos nación del tiempo de comisión de 414,-" 393, haciendo con ello alu-
favorable, necesaria, o no representa los casos,'lo que ejemplifica con las los continuados, permanentes y ha- sión, bajo la nomenclatura alemana,
una limitación de derechos estric- consecuencias indeseables que en bituales, que se entenderían come- al momento en que el instrumento
tamente proporcionada, en relación materia de prescripción produce la tidos durante todo el tiempo de su da principio a la ejecución).
con la importancia de promover los tesis que entiende cometido el de- ejecución (por ej., en el caso de los
fines buscados por tal medida (v., en lito al momento de la realización de delitos permanentes, "desde que el En la jurisprudencia, la Corte
términos generales, en tal sentido: la acción, se inclina por que "se deje autor crea el estado antijurídico hasta Suprema ha anulado una senten-
BASCUÑÁN, 2000, 29-62, 49; OUVER, al juez valorar cada caso diferen- su terminación", en palabras de Po- cia que condenaba conforme a una
2004, 317-318; CABALLERO, 161- ciadamente" (POUTOFF, 153-154), UTOFF / MATUS, Comentario, 266, nueva ley, más severa para el afecta-
185,177; Couso, 2007, 6-7). en una argumentación que, en mi el énfasis está en el original), lo que do, sin consignar en su fundamen-
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tación las razones que llevaron a todos, CURY, 227), tesis que todavía modo que una aplicación retroacti- el caso paradigmático del abandono
dar por establecido que los delitos podría invocarse para argumentar va de las modificaciones de tales re- repentino, por un tribunal superior,
(de abusos deshonestos o abusos que la nueva regla de irretroactivi- glas afecta negativamente el efecto del estándar que define el nivel de
sexuales) efectivamente se come- dad de las leyes procesal penales per- motivador que se espera de las nor- concentración de alcohol en la san-
tieron después de la promulgación judiciales para el procesado (esta- mas penales; cfr. el mismo OLIVER, gre que ya constituye un delito de
de la misma (sentencia de la Corte blecida expresamente por el Art, 11 2007 B, 220 Y ss.). Sobre esa base manejo en estado de ebriedad, para
Suprema, Rol N° 2156-2008, 14 de del Cpp, haciendo excepción a la puede sostenerse que el principio rebajarlo, por ej., de 1 ca 0,8 milí-
octubre 2008, Fundación Tierra Es- regla general de vigencia in actum de irretroactividad no tendría rango gramos por centímetro cúbico). La
peranza y otros con Víctor Enrique de tales leyes, cuando "a juicio del meramente legal, sino constitucio- afirmación tradicional de que la ju-
Bravo Ortega, Recurso de Casación tribunal, la Ley anterior contuviere nal, precisamente cuando pone en risprudencia no constituye fuente
en el Fondo, N° ID LegalPublishing: disposiciones más favorables al im- juego la protección de la confianza del Derecho conduce a negar valor
40358, sosteniendo que en tal hipó- putado;') tendría rango meramente o la seguridad jurídica. jurídico a la tesis jurisprudencial que
tesis "necesariamente se debe consi- legal, y no constitucional (de modo se seguía de forma constante y que,
derar el principio in dubio pro reo, que podría ser eludida por una El mismo fundamento, la "pro- ahora se abandona, dejando a los
conforme al cual en caso de duda hay Ley que expresamente haga excep- tección de la confianza', apoya la ciudadanos, de hecho, expuestos a
que resolver en sentido favorable al ción a lo dispuesto por el Art. 11 extensión del principio de irretroac- decisiones que los discriminan y que
imputado y así dar estricta aplicación del CPP), se erige la concepción que tividad a las normas penitenciarias pueden afectar la predictibilidad de
al artículo 18 inciso 1° el Código Pe- hace depender la aplicación o no de (Causo, 2007, 9-10), tal como la las decisiones de los tribunales, de
nal, concluyendo que el momento de dicho principio constitucional a las jurisprudencia nacional lo ha he- modo que, progresivamente, tam-
comisión del delito al que se hace re- normas procesales, según si dicha cho en un caso semejante: el de las bién en el ámbito nacional (como
ferencia, se radica durante la vigencia aplicación pone en juego la "pro- normas que regulan las medidas al- en el comparado), la doctrina admi-
de la Ley anterior a la modificación tección de la confianza" (Causo, ternativas a las penas privativas de te que en casos en que está en juego
introducida en el año 2004, más fa- 2007, 8, con referencias a las nor- libertad (sentencia de la Corte Su- la igualdad ante la Ley y la seguri-
vorable al acusado"). mas sobre prisión preventiva y pres- prema, de 31 de diciembre de 1996, dad jurídica, corresponde extender
cripción) o la "seguridad jurídica' en GJ 198-98, citada por POLITOFF la garantía ofrecida por el principio
PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD. (OLIVER, 2007 A, 257-266, 260- / MATUS, Comentario, 265). de retroactividad a la jurisprudencia
ÁMBITO DE APLICACIÓN 262, refiriéndose en particular a las (v., en ese sentido, OLIVER, 2003,
normas que regulan la prescripción, Irretroactividad de las modifica- 355-378; Causo, 2006, 42-45).
Leyes penales, leyes procesales, y argumentando, además, a partir ciones de lajurisprudencia
normas penitenciarias del efecto motivador de las normas RETROACTIVIDAD PENAL FAVO-
penales, que también se ve reforza- También se ha planteado la RABLE. GENERALIDADES y ÁMBITO DE
Frente a la tesis tradicional que, do por las normas secundarias -las cuestión de si cabe extender el prin- APLICACIÓN
antes de la entrada en vigencia del que definen las condiciones bajo las cipio de irretroactividad a la juris-
CPP del año 2000, excluía categóri- cuales el tribunal debe imponer una prudencia, para proteger al afectado Esta garantía obliga al tribunal
camente la aplicación del principio pena a quien infrinja la norma de frente a cambios incalculables en la (es decir, no es una mera facultad;
de irretroactividad a las leyes proce- determinación, incluyendo, enton- forma como los tribunales interpre- así, ETCHEBERRY, 1, 144; CURY, 234;
sales (que "rigen in actum", v. por ces, las reglas sobre prescripción- de tan determinada norma (piénsese en GARRIDO, 1, 110) a aplicar una nue-
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va Ley a hechos cometidos con ante- ríodo de vacancia. La opinión que Retroactividad penal del trata- de si ello ocurriría porque, sin mo-
rioridad a su promulgación, en ge- aún parece dominanteen doctrina miento punitivo mds favorable esta- dificarse la figura penal, se le redujo
neral, cuando ello sea más favorable y jurisprudencia es la que también blecido para una nueva figura privi- la pena, o porque la tipificación de
al afectado. Se discute, con todo, el extiende a ese caso la aplicación de legiada una figura penal distinta, especial
alcance de la referencia hecha por la retroactividad penal favorable y privilegiada respecto a la figura
la disposición a la promulgación de (incluso, sin necesidad de que la El supuesto de aplicación de la genérica existente bajo la Ley ante-
la ley. También se ha discutido, en Ley promulgada haya sido publica- garantía es que un hecho que, bajo rior, obligaría a imponer la pena de
la jurisprudencia, si procede aplicar da; v. POLITOFF / MATUS, Comen- Ley vigente al momento de su comi- la figura privilegiada (por concurso
la retroactividad penal favorable tario, 266-267; similar, CURY, 230; sión, será castigado con determina- aparente de leyes, resuelto por es-
cuando la nueva Ley contempla un ETCHEBERRY, I, 144,148), si bien da pena, bajo la nueva Ley no pueda pecialidad o alternatividad, v. infra,
tratamiento punitivo más benigno la tesis contraria, que exige que la ser castigado con pena alguna (pues Arrs, 74 y 75).
para una nueva figura típica, que no nueva Ley siquiera haya entrado en ella "exime el hecho de toda pena")
coincide exactamente con la primi- vigencia, ha sido defendida por al- o pueda ser castigado con una pena La jurisprudencia, sin embar-
tiva, y si procede aplicar la misma guna doctrina (v, BASCUÑÁN, 2001, menor (pues la nueva Ley "le aplica go, ha vacilado en esta materia. Así,
garantía respecto de leyes procesales s. N° de pág; MERA, 195-200, ci- una menos rigorosa"). La cuestión si bien una tesis coincidente con
penales más favorables. Por último, tado por POLITOFF / MATus, Co- de si la estructura del tipo penal la que acabo de defender subyace
se ha discutido, además, si acaso mentario, 264, 267). En relación aplicable a tal hecho, según una y a una sentencia de la Corte Supre-
queda abarcada por la garantía de con la jurisprudencia, si bien estos otra ley, es idéntica o no (si "el deli- ma (Rol N° 6574-2008, 7 de sep-
la retroactividad penal favorable la mismos autores citan dos fallos de to" es el mismo), en mi opinión, es tiembre 2009, Servicio Nacional
situación de quienes hayan cometi- la Corte Suprema que defienden irrelevante, de modo que el hecho, al de Menores SENAME con Patri-
do el hecho durante la vigencia de la tesis contraria (sentencias de la que la nueva Ley debe "aplicar una cio Alberto Aguirre Kamel y otros,
una Ley temporal más severa, por Corte Suprema de 24 de marzo de pena menos rigorosa" debe enten- Recurso de Casación en la Forma,
una parte, y la de quienes podrían 1997, en Fallos del Mes 459:168, y derse como el hecho realizado por N° ID LegalPublishing: 42749) que
beneficiarse de una Ley intermedia de 18 de marzo de 1997, en Fallos el afectado y no como un sinóni- entiende que "[lJa retroactividad de
más favorable, por la otra. De todas del Mes, 459-200, citadas por Po- mo del tipo penal abstracto (al que la Ley penal más favorable procede
esas cuestiones se trata a continua- LITOFF / MATus, Comentario, 267); en alguna decisión se alude, como no sólo cuando la nueva Ley supri-
• I
Clan. una serie de sentencias posteriores se verá, con la referencia al "hecho me o disminuye directamente la
llegaron a constituir una doctrina punible"), pues la cuestión relevante punibilidad del hecho, sino tam-
Leypromulgada y no vigente mayoritaria y constante a partir de a examinar, para que se verifique la bién cuando consagra eximentes de
1998 (así, por ej., las sentencias falta de necesidad y de proporciona- responsabilidad penal o atenuantes
Se ha discutido si acaso el de- analizadas por Couso / MERA, s. lidad de la pena del momento de co- que lo benefician o, incluso, cuando
ber de aplicar a favor del afectado N° de pág.; v. también la sentencia misión del hecho (fundamento de la altera las descripciones del tipo, adi-
una Ley penal más favorable se de la Corte Suprema, Rol N° 139- retroactividad penal favorable) es si cionando exigencias que no concu-
extiende también a la Ley ya pro- 2002, 27 de marzo de 2002, Minis- acaso ese hecho, si se cometiese bajo rrían en la conducta por la cualse lo
mulgada, pero que aún no está en terio Público; con Luis Mauricio la vigencia de la nueva ley, merecería reprocha" (el énfasis es mío), pues
vigor, por haberse suspendido su Vásquez Castillo (nulidad penal), una pena menos rigurosa que bajo efectivamente en este último caso el
entrada en vigencia durante un pe- N° ID LegalPublishing: 29152). la Ley anterior, con independencia mismo hecho cometido por el au-
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tor quedaría sujeto a un tratamiento nistros Ballesteros y Künsernüller, to, corresponde arreglar la pena a lo otra Ley no sea exactamente la mis-
más favorable (sería atípico, o cons- sosteniendo, con razón, que sí es dispuesto en la última disposición ma, pues justamente el fundamento
titutivo de un delito menos grave, aplicable la garantía en tal situación, mencionada, toda vez que contiene de la creación del tipo privilegiado
si existía un tipo residual) bajo la si bien en la especie la pureza de la una penalidad menos rigurosa para es que la necesidad de pena, respec-
nueva Ley que el que le correspon- droga impedía considerarla una "pe- el hecho típico que la contemplada to de esas conductas, es menor (o,
día bajo la antigua, sin que contra la queña cantidad"; la misma decisión, en la Ley N° 19.366". si la figura privilegiada se funda en
aplicación de la retroactividad penal con igual discrepancia de opiniones, una menor culpabilidad, la aplica-
favorable sea un obstáculo que el esta vez del Ministro Künsemüller En mi opinión, la tesis que ción de una intensidad punitiva de
delito tipificado por la Ley antigua y del Abogado Integrante Bates, se rechaza la aplicación de la retroac- la Ley anterior, a la nueva figura,
y por la nueva ya no es el mismo (en aprecia en la sentencia de la Corte tividadpenal favorable cuando el representa un sacrificio despropor-
este caso, ¡precisamente en la modi- Suprema, Rol N° 4887-2009, 17 de tratamiento penal más benigno que cionado de la libertad del afectado).
ficación del tipo penal es donde se diciembre de 2009, Roberto Yáñez la nueva Ley ofrecería a la conduc- Pero, incluso más, sin abandonar el
expresa la decisión legislativa de dar Vargas con Corte de Apelaciones de ta enjuiciada deriva de la dictación ejemplo de la relación entre trafico
un tratamiento más favorable al he- Santiago, Recurso de Casación en de un nuevo tipo penal, especial y y microtráfico, la tesis del voto de
cho!), una opinión diferente sostuvo el Fondo, N° ID LegalPublishing: privilegiado, no es sostenible, pues, mayoría incluso obligaría a casti-
recientemente la Corte Suprema, en 43154); y si bien la misma tesis que como señalé, la justificación de esa gar efectivamente por tráfico, con
una votación dividida en este punto se impuso mayoritariamente en esa garantía atiende a que, el nuevo tra- pena de crimen, incluso al autor de
(por tres votos contra dos), afirman- sentencia ya había sido afirmada en tamiento penal privilegiado que se -lo que bajo la nueva Ley califica
do que, como el tráfico de estupefa- 2008 (en la sentencia de la Corte concede a esa conducta, hace exce- como- micro tráfico, que precisa-
cientes y el micro tráfico son delitos Suprema, Rol N° 2980-2008, 18 de siva e innecesaria la imposición y mente se encontraba en la hipótesis
distintos (en abstracto, porque el noviembre 2008, Recurso de Casa- ejecución de la pena que la Ley an- eximente de responsabilidad crimi-
primer tipo abarca conductas que el ción en el Fondo, N° ID LegalPu- terior le señalaba; para ilustrar con nal, por ejemplo, porque la pequeña
segundo no, y el segundo se refiere blishing: 41302), la tesis contraria otro ejemplo, sus indeseables conse- cantidad de droga que poseía estaba
al tráfico de "pequeñas cantidades" también había sido adoptado la pro- cuencias, esa tesis llevaría a negar la destinada a la atención en un trata-
y contempla una eximente de res- pia Corte Suprema en 2009, al apli- aplicación retroactiva de una nueva miento médico: de todos modos ha-
ponsabilidad penal, todo lo cual no car la retroactividad penal favorable Ley que introdujese por primera bría que concluir, siguiendo la tesis
rige para el primero), no se aplica la para sancionar por micro tráfico, en vez la figura de infanticidio, como que se comenta, que no se trata, en
garantía de la retroactividad penal lugar de tráfico (en sentencia de la tipo privilegiado y especial frente al las dos leyes sucesivas, del "mismo
favorable a un hecho juzgado como Corte Suprema, Rol N° 816-2009, parricidio, porque este delito sería delito".
tráfico por la Ley antigua, aun cuan- 27 de julio 2009, Recurso de Casa- distinto del primero -incluye más
do bajo la nueva pudiese ser califi- ción en el Fondo, N° ID LegalPu- conductas que él-, cuando es ob- Retroactividad de las leyes proce-
cado de microtráfico (sentencia de blishing: 42369), en relación con vio que lo que importa examinar es sales penales mdsfavorables
la Corte Suprema, Rol N° 8938- la conducta de quien estaba en po- si el hecho cometido por el autor o
2009, 16 de agosto de 2010, Re- sesión, para traficar, de seis estam- autora, bajo la nueva Ley tiene un A pesar de la regla general con-
curso Casación en el fondo, N° ID pillas de LSD, que "no puede sino tratamiento penal más favorable forme a la cual las leyes procesales
LegalPublishing: 45584, con una ser considerada como una "pequeña que bajo la segunda, por más que rigen in actum, el rango meramen-
prevención suscrita por los Mi- cantidad de droga" [...] [po]r tan- la figura típica aplicable bajo una y te legal de esta regla (establecida
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.....-- _._-

ART.18 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.18

ya por el Art. 24 de la Ley sobre que todavía nada dice de la cuestión en presencia de una norma sustan- Ley vigente antes de.prornulgarse la
Efecto retroactivo de las Leyes, de material) favorece o no al afectado tiva o una que le aplique al hecho Ley temporal, y cuya vigencia que-
7 de octubre de 1861, v. Apéndice en la determinación de la pena que una pena menos rigorosa, lo que, si dó suspendida durante el período
del Código Civil, y reiterada, como se le impondrá (y si acaso no bene- bien parece un acercamiento más de vigencia de ésta; por extensión,
regla general -sujeta a la excepción ficiarlo con ese mejor tratamiento bien formal al problema, en mi la cuestión también se refiere a si las
de irretroactividad de las leyes pro- termina infringiendo el principio de opinión, de hecho coincide con las condenas dictadas durante el perío-
cesales penales perjudiciales- por proporcionalidad en que se funda tal conclusiones a que conduce un exa- do de vigencia de la Ley temporal
el Art. 11 del CPP) permite, en garantía), caso en que, para efectos men material del principio de pro- deben ser modificadas, conforme a
principio, que la propia Ley haga constitucionales, lo mismo da su porcionalidad: en este caso concreto las reglas de la "nueva ley", más be-
excepción a la misma, disponiendo denominación legal de "disposición no parece que la aplicación de la le- nigna. En la práctica, sin embargo,
que determinada modificación pro- procesal", o el hecho de que se en- gislación del momento de comisión una opinión aparentemente unáni-
cesal penal sólo rija para lo futuro, cuentre contenida en una "Ley pro.,. del hecho sea innecesaria o despro- me considera que esa "nueva ley" no
como de hecho lo hizo el Art. 483 cesa!" (¡como el propio CPP!), de porcionada) . se aplica, y que aquellas conductas
del CPP (disponiendo que todas sus todas formas quedará abarcada por deben ser juzgadas y condenadas (y
disposiciones "se aplicarán a los he- la garantía. Leypenal temporal las condenas ejecutadas, sin modi-
chos acaecidos con posterioridad a ficación) conforme al estatuto legal
su entrada en vigencia"), de manera En la jurisprudencia, la Cor- Ley penal temporal es aquella establecido por la Ley temporal, de
que el Cpp, que reconoció expre- te Suprema se ha pronunciado en que tipifica ciertas conductas, o es- modo que la aplicación retroactiva
samente el principio de irretroacti- contra de la aplicación de la re- tablece un estatuto penal más severo de la "nueva ley" no viene exigida
vidad de las leyes procesal penales troactividad penal favorable a una para ciertas conductas que ya eran por la garantía de la retroactividad
desfavorables, no hizo lo propio con Ley procesal penal que beneficiaría típicas, pero limita su vigencia, desde penal favorable. La explicación radi-
el principio de retroactividad pe- al afectado, en particular, en un caso un inicio, a un determinado período, caría en que, materialmente la apli-
nal favorable. Sin embargo, en mi en que la modificación del sistema tras el cual volverá a regir el estatuto cación de la Ley penal temporal en
opinión, por aplicación del princi- de acción penal pública respecto de anterior, más benigno. En tal caso, se tales casos, no afecta el principio de
pio de supremacía constitucional las causales de protesto por "falta plantea teóricamente la cuestión de si proporcionalidad (que es el funda-
resulta evidente que la decisión def
erand" os y "cuenta cerrad" a, que las conductas cometidas durante ese mento de aquella garantía), pues la
sobre una eventual extensión de la dejó al delito de giro doloso de che- período, y que son subsumibles en los imposición y ejecución de las penas
garantía de la retroactividad penal ques como de delito de acción pri- tipos (o circunstancias agravantes/ contempladas por la Ley temporal,
favorable a una "Ley procesal", no vada, abría la posibilidad de que se calificantes) de la Ley temporal, pero a las conductas cometidas bajo su
puede depender de aquella regla ge- aplicara la institución del abandono que no fueron objeto de condena vigencia, es necesaria para la eficacia
neral, de rango legal, del CPP, sino de la acción (Corte Suprema, Rol sino hasta después de que el período de las leyes temporales, que no, se-
del examen material, conforme a N° 4335-2008,4 de abril de 2009, de vigencia de dicha Ley temporal se rían tomadas en serio, y su finalidad
los criterios de interpretación cons- Héctor Tapia Armijo con Aldo Ra- extinguió, deben ser juzgados con- preventiva sería puesta en peligro, si
titucional, de si una determinada fael Aránguiz Abarca, Recurso de forme a la Ley del momento de co- desde un principio se sabe que, ape-
disposición "procesal penal" (lo que Casación en el Fondo, N° ID Le- misión del hecho (la Ley temporal) nas se cumpla el plazo de su vigen-
puede terminar siendo, para estos galPublishing: 41811, arguyendo, o si acaso conforme a la "nueva ley", cia, sus disposiciones perderán toda
efectos, una mera denominación, entre otras razones, que no se está más benigna, que en realidad es la eficacia, lo que sería especialmente
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ART.18 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]AlMECOUSO ART. 18

evidente en los últimos meses de su ya no tiene interés en que dejen de La respuesta afirmativa, como pue- protegería con penas mucho más
vigencia, si sus "disposiciones han cometerse, se "toma presta d» o e1 de apreciarse, no puede deducirse moderadas), no puede basarse en el
tipificado conductas que, bajo el resultado del examen de proporcio- de forma apriorística y requiere ser razonamiento que justificó recurrir
estatuto penal de tiempos normales nalidad propio del momento de la respondida caso a caso, atendiendo legislativamente a esas penas para
(el que está a punto de recobrar su decisión legislativa (yen su caso, de a la intensidad de la afectación de preservar la subsistencia de la pobla-
vigencia), ni siquiera son típicas. control de constitucionalidad pre- los derechos del condenado en rela- ción, de modo que seguramente el
ventivo) de incriminar la conducta, ción con la importancia del objetivo examen de proporcionalidad llevará
En mi opinión, siendo razona- conforme al cual se consideró en su que se quiere preservar por medio a considerar excesiva la imposición
ble en principio ese análisis, oculta momento que usar la herramienta de esa medida. Por ejemplo, si para y ejecución de esas penas. En cam-
una confusión, cuya aclaración po- penal durante el período de vigen- una situación de emergencia nacio- bio, la necesidad y proporcionalidad
dría cambiar el resultado: los térmi- cia de la Ley temporal era necesa- nal, acompañada de una dramática de seguir imponiendo y ejecutando
nos del examen de proporcionali- rio y estrictamente proporcionado de escasez de bienes de primera ne- las penas podrían llegar a afirmarse
dad no son los mismos si el objetivo para proteger esos bienes jurídicos, cesidad, se introducen severas pe- si, una vez concluido el período de
buscado por la limitación a los dere- bajo las excepcionales circunstancias nas para conductas de sustracción y vigencia de la Ley temporal, la si-
chos fundamentales (por medio de que se presentaban durante ese pe- acaparamiento de bienes necesarios tuación de desabastecimiento aun es
la incriminación, y de la imposición ríodo, entonces realmente se están para la subsistencia de la población, crítica, al punto de que el legislador
y ejecución de la pena) es, directa- ocultando los verdaderos términos entonces, una vez que la crisis haya discute una reintroducción del esta-
mente, la protección del bien jurídi- de la decisión -distinta- que ahora sido completamente superada, y no tuto penal excepcional, por medio
co protegido por los respectivos ti- hay que tomar: imponer y ejecutar siendo previsible su repetición en el de una nueva Ley temporal con los
pos, que si el objetivo buscado es el estas penas, a conductas que ahora corto y mediano plazo, el examen de mismos objetivos que la primera.
reforzamiento de la eficacia preven- ya no son típicas, y que por tanto no si acaso seguir imponiendo y ejecu-
tiva de las leyes temporales, como se necesita ahora disuadir por me- tando esas severas penas a conduc- Leypenal intermedia
recurso punitivo que eventualmente dio del efecto ejemplificador que, a tas cometidas durante el período de
puede volver a estimarse necesario costa del condenado, la imposición escasez, es una medida estrictamen- El problema de las leyes penales
por el legislador (para proteger unos y ejecución de penas busca, ¿es una te proporcionada a la importancia intermedias se presenta cuando el he-
bienes jurídicos no determinables medida necesaria y estrictamente del objetivo de preservar la eficacia cho cometido durante la vigencia de
ex ante, y cuya importancia relativa proporcionada en relación con la de las leyes temporales, en gene- una Ley penal más severa (primera
tampoco es posible evaluar ex ante). importancia del objetivo (distin- ral (cuando, por ejemplo, el único ley), posteriormente, a consecuencia
Así, si para decidir la -complicada- to del que importaba al legislador evento que razonablemente puede de la promulgación de una Ley penal
cuestión de si justifica seguir impo- al momento de incriminar la con- preverse que, en el mediano plazo, más favorable (segunda ley), queda
niendo y ejecutando penas por con- ducta) de preservar para el futuro podría necesitar de ese tipo de leyes hipotéticamente en situación de be-
ductas que (si es el caso) ya no son la eficacia de este recurso -las leyes es que las necesitemos para sancio- neficiarse de la retroactividadpenal fa-
típicas, ni merecedoras ni necesita- temporales- que eventualmente po- nar penalmente la violación de la vorable, pero no es objeto de condena
das de protección penal, es decir, que dría volver a ser necesario, cuando veda en la extracción y consumo de sino hasta que, tiempo más tarde, una
no se necesita directamente disuadir, circunstancias excepcionales nueva- una especie animal en peligro de ex- tercera ley, ya ha derogado a la segun-
porque al momento de esta decisión mente hagan necesario introducir tinción, interés que obviamente una da, estableciendo un tratamiento más
judicial el ordenamiento jurídico éstas, u otras, prohibiciones penales? eventual futura Ley penal temporal severo que ésta (sea o no más severo
436 437
..

ART.18 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART.18

que el de la primera ley). En este caso resultó en un endurecimiento de la otra Ley se realiza en concreto, comosostiene"). En mi opinión, es cla-
se plantea la cuestión de si la conducta misma para el futuro; cfr. BASCUÑÁN', lo entiende la doctrina, lo que en laro que el afectado no puede decidir
debe enjuiciarse conforme a la segun- por si parte, quien sin llegar a una práctica puede hacer necesario "hacerque el Estado le imponga una pena
da Ley ("Ley intermedia"), dándosele conclusión sobre el punto, plantea la dos borradores de sentencia -uno so- que el legislador y el tribunal consi-
aplicación retroactiva como "nueva necesidad de una revisióncrítica de las bre la base de cada ley'- (CURY, 229)deran, después de una reforma legal,
Ley más favorable", pese a que esa razones esgrimidas a favor de la tesis o "fallar hipotéticamente con arregloun castigo desproporcionado para el
Ley ya no está vigente. La doctrina mayoritaria, v. BASCUÑÁN, 2001, s. a las dos leyes cuestionadas" (NOVOA,delito cometido: esa pena es incons-
casi unánime y la jurisprudencia ma- N° de pág., criticando un conjunto de 1, 187), para decidir cuál impone al titucional, aunque el afectado la pre-
yoritaria se pronuncian a favor de la decisiones de la Corte Suprema que, condenado una pena menos rigurosa fiera, pero dado que el fundamento
aplicación de la Ley intermedia (así como "Leyintermedia", aplicaron una (v, también GARRIDO 1, 11,1 alude a de la retroactividad penal favorable
lo admite, si bien crítico de esta so- que nunca entró en vigencia y sólo se encuentra en ef'¡hincipio de pro-
la necesidad de decidir la cuestión en
lución, OUVER, 2004, 305-323, 318, llegó a ser promulgada como Ley va- concreto). porcionalidad, que en este caso exige
con amplias referencias en n. 35). cante, pero derogada antes de concluir ponderar la importancia del objetivo
Crítico de esa solución se muestra, su período de vacancia, una decisión En otros casos, por ejemplo, buscado con la incriminación legal,
en cambio, OUVER, argumentando cuya crítica, con razón, BASCUÑÁN no cuando las penas son de diversa imposición y ejecución de la pena
que sólo si la aplicación retroactiva de hace depender de un rechazo a la tesis naturaleza, pero la que representa con la intensidad del sacrificio im-
la Ley favorable se fundamentase en mayoritaria sobre la aplicabilidad de una restricción menos intensiva en puesto por cada pena a los derechos
razones humanitarias -lo que no es la retroactividad penal favorable·a la los derechos del afectado es mucho del afectado, entonces justamente la
convincente- se justificaría extender Ley intermedia). menos extensa, la determinación de evaluación de este último factor (in-
esa solución al caso de las leyes in- cuál es menos rigurosa puede exigir tensidad del sacrificio a los derechos
termedias, pero no si se fundamenta CONCEPTO DE LEY PENAL MAs FA- realizar un examen material, caso a del afectado) razonablemente debe
en el principio de proporcionalidad VORABLE caso, del grado de aflictividad que tener en cuenta el punto de vista del
(OLIVER, 2004, 319 y ss., si bien pa- concretamente cada pena impondría titular de los derechos.
rece dar vuelta los términos del exa- En el caso concreto puede llegar al condenado. Y si bien en Chile (a
men de proporcionalidad, al referir a ser dudoso si acaso la nueva Leyes diferencia, por ej., de España), el En la jurisprudencia, la Corte
el análisis de idoneidad, necesidad y más favorable que la vigente al mo- CP no contempla una referencia a Suprema ha señalado que "[e]l con-
proporcionalidad a la Ley intermedia, mento del hecho, en el sentido de si la opinión del condenado, se acepta cepto de "Ley más favorable", debe
siendo que la pregunta fundamental, la pena que señala al delito es o no por algunos autores que, sin ser ne- apreciarse en concreto, no existiendo
en mi opinión, es si la aplicación de "menos rigorosa", por ejemplo, si la cesariamente determinante de cuál fórmulas tipo al respecto", y que lo
la Ley del momento de comisión del nueva Ley rebaja el mínimo grado de será considerada por el tribunal la que hace a una pena "menos rigurosa"
hecho no se volvió desproporcionada penalidad del respectivo marco penal, Ley más favorable, sí puede servir puede producirse "... "reduciendo su
desde la entrada en vigencia de la se- pero aumenta su grado máximo; o si para resolver los casos problemáti- duración temporal o agregando facul-
gunda que consideró innecesaria una rebaja la pena, pero acorta el plazo de cos (POUTOFF / MATUS, Comentario, tades para rebajar su grado mínimo"
pena tan severa, y si esa conclusión prescripción (v, CURY, 228-229). La 268; en contra, CURY, 229, quien ... [o] "alteran[do] las circunstancias
puede cambiar por el hecho de que, gran mayoría de las dudas, con todo, aclara que, en su concepto, importa relativas a la tipicidad, contenidas o
más tarde, el legisladorrealiceun nue- se resuelve si la comparación entre el la "situación personal del afectado" no en una L ey pen al" . . . " (sentencia
.
vo juicio de necesidad de pena, que tratamiento dado al hecho por una y y "no su opinión, como a veces se de la Corte Suprema, Rol N° 9669-
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...

ART.18 CÓDlGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART. 18

2010, de 28 de diciembre de 2010, planteado la discusión de si es posi- el juego de las mismas produce un delito de incendio cometido con las
Juan Carlos Huenulao Lielmil con ble tomar simultáneamente elemen- efecto más beneficioso para el con- circunstancias propias del delito te-
Jueces del Tribunal de Juicio Oral en tos de una y de otra ley,por ejemplo, denado, como aplicar la pena de rrorista, la Corte Suprema, implíci-
lo Penal de Angol (Recurso de Ampa- el marco penal de la nueva Ley (si se una Ley antigua con una atenuante tamente rechaza la construcción de
ro), N° ID LegalPublishing: 47068, rebajó) yel plazo de prescripción de contemplada sólo en la nueva ley, y una una lex defendida por un
citando, respectivamente, una sen- la antigua (si era más extenso que el un beneficio (libertad vigilada) ad- Ministro autor de un voto de mino-
tencia de la Corte de Apelaciones de fijado por la nueva ley). En Chile, mitido sólo en la antigua" (POLITOFF ría47 (sentencia de la Corte Suprema,
Santiago, de 10 de diciembre de 1985 la doctrina dominante rechaza esa / MATUS, Comentario, 268, citan- Rol N° 9669-2010, 28 de diciem-
-referencia que la Corte Suprema posibilidad (CURY, 229, consideran- do una sentencia de la Corte Su- bre de 2010, Juan Carlos Huenulao
toma, a su vez, de su propia sentencia do que la combinación de lo más prema de 31 de diciembre de 1996, Lielmil con Jueces del Tribunal de
en causa Rol N° 1647-03, de 21 de favorable de cada Ley constituiría en GJ 198:98), solución que, en mi Juicio Oral en lo Penal de Angol,
agosto de 2006-, y una sentencia de "una tercera ley"; en el mismo sen- opinión (v, Causo, 1997, 13), no Recurso de Amparo, N° ID Le-
la Corte Suprema, de 16 de mayo de tido NOVOA, 1, 187; ETCHEBERRY, viene exigida por el principio de galPublishing: 47068, con voto en
1945). En otra decisión, la Corte Su- 1, 144; GARRIDO, 1, 110-111; POLI- proporcionalidad, sino que da cuen- contra del Ministro Dolmetsch).
prema también ha considerado rele- TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 131); ta tan sólo de un indiscriminado
vante, para resolver si la nueva Leyes sólo POLITOFF, sin desconocer que al propósito de beneficiar al condena- LIMITACIONES LEGALES A LA RE-
más favorable, no sólo la extensión tribunal "el artículo 18 le impone, do, que no corresponde, como se TROACTIVIDAD PENAL FAVORABLE
de las sanciones, sino su naturaleza en efecto la aplicación de una ley, la señaló más arriba, al fundamento
y el hecho de que, como ocurre con que sea más favorable para el reo" de la garantía de retroactividad pe- El inc. 3°, segunda parte, del
las sanciones penales de adolescentes advierte que "el asunto no es siem- nal favorable. Más recientemente, a Art. 18, contempla dos límites: la re-
contempladas por la Ley N° 20.084 pre evidente", como se desprende propósito del nuevo estatuto legal troactividad penal favorableno alcan-
(sobre Responsabilidad Penal Adoles- del tratamiento que el legislador es- dado por la Ley N° 20.467 (de 8 zará a las indemnizaciones pagadas o
cente), en las reglas de determinación pañol dio a la cuestión al introducir de octubre de 2010, que modifica cumplidas ni a las inhabilidades. Si la
de la sanción el "objetivo central que un nuevo CP en 1995 (POLITOFF, a Ley Antiterrorista N° 18.314) al primera limitación abarca sólo las de-
ha de tenerse en cuenta por el juz- 145, el énfasis de la primera frase
gador es la reinserción social del in- reproducida, está en el original; v.,
47
fractor" yel "interés superior de éste" sobre este último punto, también, Pero hay buenas razones para dudar de que la decisión de mayoría se esté comprometiendo
aquí con una doctrina contraria a la aplicación de la lex tertia. En efecto, en este caso la
(sentencia de la Corte Suprema, Rol Causo, 2007, 12-13, también con
Corte Suprema más bien parece entender (si es así, con razón) que ni siquiera se da e!
N° 7866-2008,4 de enero de 2010, referencias a otros casos de combi- presupuesto de que alguna de las dos leyes sea más favorable en lo que importa para e!
Recurso de Casación en el Fondo, nación de aspectos favorables de caso resuelto por la sentencia impugnada (de modo que no habría nada "más favorable"
N° ID LegalPublishing: 43512). cada ley, en la discusión alemana). en una ley que combinar, respectivamente, con lo de la otra), pues lo que e! voto de
minoría presenta como los aspectos más favorables dé la ley antigua y nueva, respectiva-
EL PROBLEMA DE LA "TERCERA En relación con la jurispruden- mente, bien vistos sólo representan dos formas alternativas de efectuar la agravación de
pena que e! carácter terrorista de! incendio conlleva (con la ley antigua: elevar la pena en
LEY" (LEX TERTIA) cia, sin embargo, POLITOFF / MATUS
uno a tres grados, a partir de la pena concreta; en la ley nueva: excluir e! grado mínimo
advierten que "la práctica jurispru- de! marco penal), que no se diferencian entre sí en la pena mínima aplicable (en ambos
En el contexto de la determina- dencial reciente ha admitido aplicar casos, presidio mayor en su grado medio), si bien sí se diferencian claramente en la pena
ción de la Ley más favorable, se ha disposiciones de una y otra ley, si máxima aplicable (único aspecto modificado por e! legislador).
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. ., .
CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART.18
ART. 18

do (y sustituida por otra), se sigue


cisiones de carácter civil patrimonial, no cabe invocar la presencia de una terior y de la nueva, la conducta
aplicando al hecho cometido bajo
incluidas las restituciones dispuestas hipótesis de Ley intermedia más fa- cometida sólo resulta subsumible
por la sentencia condenatoria, y no su vigencia (una alternativa sería vorable, supuestamente constituida en el tipo anterior en aquello que
puede entenderse referida, en cam- entender que sólo es ultractiva la por la situación legal en que la anti-ya no es subsumible en la nueva
bio, a consecuencias penales, como Ley que se aplica a hechos ejecuta- gua Ley ya no rige y la nueva aún no Ley (la que, entonces, debe aplicar-
la pena de multa, que sí podrían ser dos después de su derogación, lo que está vigente, o no es aplicable, por se por retroactividad penal favora-
nunca podría ocurrir, sin una remi-
materia de revisión, pese a haber sido aplicación del principio de irretro- ble), y sólo es subsumible en el nue-
pagadas (CURY, 231; GARRIDO, I, sión expresa de la nueva Ley que, de actividad. En la jurisprudencia, la vo tipo penal en aquello que, bajo a
119), la segunda limitación, para no ese modo, en realidad, mantendría Corte Suprema, haciendo uso de la Ley anterior, no era punible (por lo
en vigencia a la anterior), entonces
incurrir en un vicio de inconstitucio- denominación "aplicación ultracti- que se aplicaría el principio de irre-
nalidad, que podría presentarse si secabe concluir que el principio de va' confirma esa tesis al sostener quetroactividad). En la jurisprudencia,
la entiende restringiendo indebida- irretroactividad impone, por regla la reforma que la Ley N° 19.738 (de la Corte Suprema ha descartado
mente el alcanza de la garantía con- general, la aplicación ultractiva de la 19 de junio de 2001) introdujo a la que ése haya sido el caso cuando la
templada por el Art. 19, N° 3°, ine. Ley penal anterior (la del momento Ordenanza de Aduanas se limitó a Ley N° 19.846 (sobre Calificación
7°, de la CPR, al excluir las penas del hecho), salvo en los casos en que refundir en un solo delito los que de la Producción Cinematográfica,
penales de inhabilidades (v, POLITOFFla nueva Ley sea más favorable al antes eran los de fraude aduanero y de 4 de enero de 2003), estableció
/ MATUS, Comentario, 269), debe afectado y su aplicación venga exi- contrabando (distinguiendo ahora un delito en su artículo 30 que vino
interpretarse de modo armónico con gida por la garantía de la retroactivi- entre el contrabando propiamente a alterar el artículo 366 quáter del
la Constitución, lo que obliga a en- dad penal favorable (lo que no ocu- tal y las verdaderas figuras de frau- CP (sobre producción de material
tender únicamente incluidas "ciertas rriría, según la opinión dominante, de), de modo que no ha existido pornográfico infantil) pues, del co-
en el caso de las leyes temporales).
consecuencias civiles o administrativas derogación del hecho punible por la tejo de los verbos rectores y demás
de algunos delitos, con las que con- Pero más allá de esa tautología, la re- Ley N° 19.738, Yla decisión de si la elementos del tipo entre ambas fi-
templan, por ejemplo, en el Art. 372 ferencia a la aplicación ultractiua de nueva Ley se aplica depende sólo de guras, resultaría claro que se man-
la Ley penal en las hipótesis de "de-
del c.P''' (CURY, 231, en referencia a si las penas que establece son o no tiene "total identidad", incluyéndo-
rogación aparente o meramente fOr-
la "interdicción del derecho de ejercer más favorables (sentencia de la Cor- se la comercialización del producto
la guarda y ser oídos como parientes mal de una disposición penal, que te Suprema, Rol N° 2420-2008, 8 ilícito, y que lo mismo ocurriría
en los casos que la Ley disponga', que
continúa rigiendo materialmente" de octubre de 2008, Fisco de Chile con la Ley N° 19.927 (de 14 de
es consecuencia de la condena a un (POLITOFF / MATUS, Comentario, con Anthony James King Vilensky, marzo de 2004), que volvió a susti-
delito sexual, de conformidad con el 268), en mi opinión, tiene el senti- Recurso de Casación en el Fondo, tuir aquella figura penal, con el ob-
citado precepto). do de dejar en claro que, habiendo N° ID LegalPublishing: 40352). jeto de agravar las conductas exis-
una sucesión de tipos penales" ente- tentes, pero nunca de sustituirlas,
APLICACIÓN ULTRACTIVA DE LA ramente semejantes" (MATUS, 1994, Sin embargo, bajo los supuestos y por esa vías derogarlas (sentencia
LEY PENAL citado por POLITOFF / MATUS, Co- examinados, la aplicación "ultracti- de la Corte Suprema, Rol N° 5576-
mentario, 268), se debe seguir apli- va" de la Ley anterior bien puede 2007, 7 de agosto 2008, Servicio
Si se entiende que la Ley penal cando la Ley del momento de comi- fracasar, cambiando la solución, si, Nacional de Menores y otros con
tiene aplicación ultractiva cuando, sión del hecho, o se debe aplicar la por falta de suficiente semejanza en- Claudio Jaime Spiniak Vilensky y
aún después de haber sido deroga-. nueva ley, si es más favorable, pero tre las figuras penales de la Ley an- otros (Casación en la Forma y el
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r
I I

ART5. 19 - 20 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.20

Fondo) N° ID LegalPublishing: de 1999, la sentencia de la Corte COMENTARIO


39792; v. también, resolviendo en Suprema, Rol N° 3006-2002, 10
Héctor Herndndez
el mismo sentido a propósito de de septiembre de 2002, A.C.A y
la sustitución de primitivo tipo de otra con R.O.S. Yotro (Recurso de
violación, por uno nuevo, en virtud Casación en el Fondo) , N° ID Le- El Art. 20 está tomado con le- tinguiéndose, según el sujeto al que
de la Ley N° 19.617, de 12 de julio galPublishing: 25737). ves variaciones del Art. 22 del Códi- se imponen, entre sanciones disci-
go español de 1850. Fue aprobado plinarias y sanciones gubernativas.
preliminarmente sin debate en la Son sanciones disciplinarias las que
sesión 11 de la Comisión Redacto- se imponen a los empleados públi-
Artículo 19. El perdón de la parte ofendida no extingue la ra, de 23 de mayo de 1870, pero sin cos integrados en la organización de
acción penal, salvo respecto de los delitos que no pueden ser perse- ubicación definida, la que se le daría la Administración en una relación
guidos sin previa denuncia o consentimiento del agraviado. una vez concluida la redacción del de subordinación, con fundamen-
REMISIÓN: El contenido de este artículo será abordado a propósito del Art. 93 N° 5, en el Código (Actas, 20). Así se hizo en to en el incumplimiento de debe-
Comentario al Art. 93.
sesión 127, de 18 de abril de 1873 res propios de su cargo. Se prevén
(Actas, 226). en diversos cuerpos legales, siendo
los principales el Estatuto Admi-
Artículo 20. No se reputan penas, la restricción o privación de El precepto tiene un carácter nistrativo (Ley N° 18.834, Título
.libertad de los detenidos o sometidos a prisión preventiva u otras exclusivamente negativo: define V "De la responsabilidad adminis-
medidas cautelares personales, la separación de los empleos públi- aquello que para los efectos del Có- trativa"), el Estatuto Administrati-
cos acordada por las autoridades en uso de sus atribuciones o por el digo no se reputa pena (no resuelve vo para Funcionarios Municipales
tribunal durante el proceso o para instruirlo, ni las multas y demás si efectivamente lo son o no) y que, (Ley N° 18.883, Título V "De la
correcciones que los superiores impongan a sus subordinados y consecuentemente, queda fuera del responsabilidad Administrativa"), el
administrados en uso de su jurisdicción disciplinal o atribuciones ámbito de aplicación del mismo. Estatuto del Personal de las Fuerzas
gubernativas. Armadas (D.F.L. N° 1 [Defensa] de
En primer lugar no se reputan 1997, Título V, Párrafo 4° "De las
BIBLIOGRAFÍA: ALCALDE, Enrique: Los principios generales del Derecho, Ediciones Universidad
Católica de Chile, Santiago 2003; ARÓSTICA, Iván: "Algunos problemas del derecho admi- penas las medidas cautelares perso- responsabilidades", que a su vez se
nistrativo penal", Revista de Derecho (U. de Concepción) N° 182 (1987), 71-81; BOEITIGER, nales que se imponen en el marco del remite al Código de Justicia Militar,
Camila: "El derecho administrativo sancionador en la jurisprudencia del Tribunal Consti- proceso penal, sin perjuicio de que, al Reglamento de Disciplina para las
tucional", Actualidad Jurídica N° 20 (2009), 577-596; CURY, Enrique: "Algunas reflexiones
sobre la relación entre penas penales y administrativas", Boletín de Investigaciones (PUC) conforme al Art. 26 Y al Art. 348 Armadas y al Reglamento de
N° 44/45 (1979/1980), 86-94; FERRADA, Juan Carlos: "Tutela y configuración del derecho CPp, el tiempo en que se estuvo so- Disciplina de la Armada), el Código
fundamental a un juez predeterminado por la Ley y potestades administrativas", en BOR-
DAÚ, Andrés / FERRADA, Juan Carlos: Estudios de justicia administrativa, LegalPublishing, metido a ellas pueda imputarse lue- Orgánico de Tribunales (Título XVI
Santiago 2008, pp. 119-13 5; POLITOFF, Sergio/ MArus, Jean Pierre: "Comentario al Art. 20", go a una eventual pena privativa de "De la jurisdicción disciplinaria y de
en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 270-271; RODRÍGUEZ, Luis: "Bases para distinguir entre libertad en caso de condena. la inspección y vigilancia de los ser-
infracciones criminales y administrativas", Revista de Derecho (UCV), T. XI (1987),117-
163; SOTO KLOSS, Eduardo: "El derecho administrativo penal", Boletín de Investigaciones, vicios judiciales"), donde también
Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile N° 44/45 (1979/1980), Tampoco se reputan penas las se consultan sanciones para los abo-
95-103; VERGARA, Alejandro: "Esquema de los principios del derecho administrativo san-
cionador", Revista de Derecho (UCN-Coquimbo), año 11 (2004) N° 2, 137-147; ZAPATA, sanciones que puede imponer di- gados, entre otros. Son sanciones
Patricio: Justicia constitucional, Editorial Jurídica de Chile, Santiago 2008. rectamente la Administración, dis- gubernativas las que se imponen a
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ART.20 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.20

los administrados, esto es, a los ciu-


puestas por un tribunal con com- pone que las sanciones previstas en En la actualidad predomina
dadanos en cuanto tales, con fun- petencia en materia penal y en el normas de rango reglamentario no en la literatura chilena, tanto penal
damento en la infracción de regu- marco de un procedimiento penal, podrán ser mayores que las estable- como administrativa, la tesis con-
laciones de carácter general referidas
en tanto que son sanciones adminis- cidas para las faltas en el Libro III forme a la cual la diferencia entre
a la organización de la vida social,trativas o multas administrativas las del Código no constituye, por cierto pena y sanción administrativa es
como es el caso de las normas sobre impuestas por la Administración o, y como el propio precepto recono- sólo cuantitativa: ambas serían ma-
transporte en calles y caminos, sa- en algunos casos (si bien la termino- ce, límite para el legislador, que ha nifestaciones de un único ius pu-
nitarias, sobre espectáculos públicos
logía podría no ser la más correcta), establecido multas muy superiores niendi estatal, de suerte que las ga-
o sobre aseo y ornato, entre una in-por tribunales sin competencia pe- en leyes especiales. rantías constitucionales que rodean
finidad de otras materias reguladas nal. Como único límite material se el ejercicio de tal poder punitivo
en una convivencia crecientemente reconoce en general, aunque en rigor Si se prescinde de posturas ex- deben aplicarse de un modo rele-
compleja. Adicionalmente, se cuen- sin norma constitucional o legal que tremas que le niegan toda posible vante también a las sanciones admi-
tan las sanciones relacionadas con la
lo consagre explícitamente, que sólo legitimidad a las sanciones impues- nistrativas (CURY, 1979-1980, 86;
llamada actividad "regulatoria' de en materia penal se puede imponer tas por la Administración (SOTO CURY, 110; RODRÍGUEZ, 119 ss.; con
la Administración, esto es, de regla-
la privación de libertad como san- Ktoss, 95 ss., línea continuada en matices GARRIDO, 1, 86 s.; PIÑA, 127
mentación y fiscalización sectorial ción (tácitamente POLITOFF / MA- varios trabajos posteriores) y se asu- ss.; AR6sTICA, 80; ALCALDE, 237 Y
de actividades económicas y socialesTUS, Comentario, 270; PIÑA, 122 me que se trata de facultades nece- ss.; VERGARA, 143 s.; ZAPATA, 567 ss.;
especificas tales como la banca, el con nota al pie N° 474), sin per- sarias y legítimas, surge la cuestión en contra, aunque más bien cons-
mercado de valores, las telecomu- juicio de excepciones más o menos del régimen de garantías a que tales tatando la diferenciación legal No-
nicaciones o los seguros, aunque evidentes como los arrestos previs- sanciones están sujetas. Lo que hace VOA, 1, 39 s.; ETCHEBERRY, lI, 132 s.;
también regulaciones generales de tos en el Reglamento de Disciplina el Are 20 es excluirlas formalmen- tendencialmente en contra también
la actividad económica como las re- para las Fuerzas Armadas (por aña- te del ámbito del derecho penal, COUSIÑO, 1, 24 ss.; no se pronuncian
feridas a la libre competencia, a ladidura: no establecidos por Ley sino pero obviamente sin poder resolver POLITOFF / MATUS, Comentario,
protección de los consumidores y por decreto supremo, en este caso sobre su estatuto constitucional. 270; tampoco en POLITOFF / MATUS
del medio ambiente, a los impues- Decreto N° 1.445 del Ministerio Ante la existencia indiscutida de / RAMÍREZ, PG, 80 s., aunque ahí
tos, etc., regulaciones todas que ende Defensa, de 14 de diciembre un régimen de garantías constitu- abogan por una razonable aplicación.
su faceta punitiva dan lugar al lla-de 1951), los arrestos y la prisión cionales para el derecho penal, era de las garantías penales a las sancio-
mado derecho sancionatorio admi- (Arts. 10 y 53 de la Ley N° 15.231), natural que la discusión sobre las nes administrativas).
nistrativo. así como la privación de libertad garantías aplicables a las sanciones
por vía de sustitución y apremio por administrativas discurriera sobre la Este planteamiento ha sido re-
Como se desprende del propio el no pago de multas (Are 23 de la posibilidad de aplicar dicho régi- cogido enérgicamente por la juris-
Art. 20, existen sanciones adminis- Ley N° 18.287) en el ámbito de la men también a éstas, lo que pasa prudencia constitucional, ordinaria
trativas cuya naturaleza coincide Justicia de Policia Local, entre otras, por dilucidar si penas y sanciones y administrativa chilena. Así, de
con la de algunas penas, como es el cuya constitucionalidad merece ser administrativas (seil. derecho penal modo especialmente categórico, el
caso paradigmático de la multa. La revisada. En lo que concierne a la .y derecho sancionatorio adminis- Tribunal Constitucional en su sen-
delimitación es enteramente formal: cuantía de las multas, la bieninten- trativo) comparten o no una mis- tencia de 26 de agosto de 1996 (Rol
son penas o multas penales las im- cionada norma del Art. 501 que dis- ma naturaleza. N° 244, "Ley de caza") declara que
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ART.20 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.20

"los principios inspiradores del or- manteniendo invariablemente lo ministrativo carezca de derechos y to de una potestad dejautorutela
den penal contemplados en la Cons- mismo, y con especial énfasis, como garantías que se reconocen al delin- declarativa de la Administración
titución Política de la República han se lee, por ejemplo, en el Dictamen cuente, o que el juez penal tuviera (FERRADA, 119 ss.), potestad que,
de aplicarse, por regla general, al de- N° 28.226, de 22 de junio de 2007, límites que no se apliquen al órgano en cuanto coactiva, necesariamente
recho administrativo sancionador, sobre plazos de prescripción de las administrativo sancionador". En la debe reconocer ciertas garantías.
puesto que ambos son manifestacio- sanciones impuestas por la autori- misma línea Dictamen N° 14.571,
nes del iuspuniendi propio del Esta- dad sanitaria: "Desde otra perspec- de 22 de marzo de 2005. Sería deseable, en todo caso,
do" (considerando 9 0 ) , opinión que tiva, a la misma conclusión se debe que las líneas maestras del derecho
se mantiene en fallos posteriores, arribar a partir de las consideracio- Cuál habrá de ser el exacto al- sancionatorio administrativo chile-
por ejemplo, en causa rol N° 437, nes que la jurisprudencia y la doc- cance de las garantías penales en el no se establecieran por Ley y no se
N° 479 YN° 480 (véase al respecto, trina han venido formulando acerca contexto sancionatorio administra- fueran construyendo a saltos espas-
por muchos, BOETTIGER, 577 ss.). de la unidad del poder sancionador tivo es una cuestión por dilucidar, módicos de instancias múltiples que
del Estado -más allá de las natura- pues parece evidente que por ra- responden a distintas orientaciones
Por su parte, entre los fallos de les entre las sanciones zones básicas de proporcionalidad y agendas. Un intento por superar
la Corte Suprema puede citarse, en- administrativas y las penales- y a la no es necesario ni conveniente (ni esta ausencia de regulación fue el
tre otras, la reciente sentencia de ca- necesidad de someter a unas y otras probablemente posible) un traspa- Proyecto de Ley de bases de los pro'-
sación de 11 de mayo de 2010 (Rol a un mismo estatuto garantísticó... so en bloque de tales garantías, sin cedimientos administrativos san-
N° 4627-2008), donde se lee: "Se Conforme a lo anterior, la distin- los matices obligados por la diversa cionatorios (Boletín N° 3475-06),
entiende que el Derecho Adminis- ción de estos dos ámbitos sanciona- gravedad de penas y sanciones ad- presentado al Congreso Nacional
trativo Sancionador y el Derecho torios obedece exclusivamente a un ministrativas, sea en términos in- con fecha de 30 de marzo de 2004
Penal tienen origen común en el ius criterio cuantitativo, puesto que el trínsecos de afectación de derechos (Mensaje N° 541-350), pero pos-
puniendi único del Estado, del cual ilícito administrativo, comparado fundamentales, sea (muchas multas teriormente archivado (4 de agosto
constituyen manifestaciones espe- con el de naturaleza penal, es un administrativas superan largamen- de 2006). Con ocasión de fallos del
cíficas tanto la potestad sanciona- injusto de significación ético-social te la cuantía de las multas penales, Tribunal Constitucional que objeta-
toria de la Administración como la reducida, que por razones de con- aunque por lo general no son con- ban la ausencia de un procedimien-
potestad punitiva de los Tribunales veniencia y de política legislativa se vertibles en privación de libertad) to sancionatorio (Rol N° 376, de
de Justicia. De esta similitud se des- ha encargado a la Administración... en términos simbólicos de manifes- 17 de junio de 2003, Rol N° 389,
prende como consecuencia la posi- Ahora bien, aun cuando en materia tación de reproche criminal. Es po- de 28 de octubre de 2003), el Eje-
bilidad de aplicar supletoriamente administrativa se admite cierta ate- sible que este reconocimiento (que, cutivo intentó, además de modifi-
en el ámbito de las sanciones admi- nuación de los principios que limi- sin embargo, no parece tan claro car puntualmente una de las leyes
nistrativas algunos de los principios tan la potestad del Estado para apli- en cierta literatura administrativis- en cuestión (Ley N° 19.884), dar
generales que informan al derecho car sanciones, tolerando mayores ta) permita acercar posiciones con una respuesta general al problema,
penal" (considerando 8 0 ) . grados de discrecionalidad, lo cierto quienes sugieren buenas razones estableciendo al mismo tiempo (de
es que de ninguna manera ello se para una diferenciación fuerte entre un modo algo confuso, en razón
Por último, la jurisprudencia podría traducir en la desaparición sanciones penales y (al menos cier- del entonces Art, 60 N° 18 CPR)
administrativa de la Contraloría Ge- de tales principios, puesto que sería tas) sanciones administrativas sobre las "bases" de los procedimientos
neral de la República también viene del todo ilógico que el infractor ad- la base del necesario reconocimien- y un "procedimiento común o su-
448 449
MIGUEL CILLERO ART.2I
ART.21 CÓDIGO PENAL COMENTADO

pletorio", A pesar de su carácter teriales y procesales del derecho ad- Penas de simples delitos
meramente supletorio, el principal ministrativo sancionador, de acuer- - Presidio menor.
mérito del proyecto radicaba en la do en general con las tendencias - Reclusión menor.
consagración de los principios rna- comparadas. - Confinamiento menor.
- Extrañamiento menor.
- Relegación menor.
§ 2. De la clasificación de las penas - Destierro.
- Inhabilitación absoluta temporal para cargos, empleos,.oficios
Artículo 21. Las penas que pueden imponerse con arreglo a o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren
este Código y sus diferentes clases, son las que comprende la si- una relación directa y habitual con personas menores de edad.
guiente: - Suspensión de cargo u oficio público o profesión titular.
ESCALA GENERAL - Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción me-
Penas de crímenes cánica o animal.
- Presidio perpetuo calificado. - Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o
- Presidio perpetuo. animal.
- Reclusión perpetua. Penas de las faltas
- Presidio mayor. - Prisión.
- Reclusión mayor. - Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción me-
- Relegación perpetua. cánica o animal.
- Confinamiento mayor. - Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o
-Extrañamiento mayor. animal.
- Relegación mayor. Penas comunes a las tres clases anteriores
- Inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públi- - Multa. I

cos, derechos políticos y profesiones titulares. - Pérdida o comiso de los instrumentos o efectos del delito.
- Inhabilitación especial perpetua para algún cargo u oficio Penas accesorias de los crímenes y simples delitos
público o profesión titular. ,
- Inhabilitación absoluta temporal para cargos, empleos, ofi- Incomunicación con personas extrañas al establecimiento
cios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que invo- penal, en conformidad al Reglamento carcelario.
lucren una relación directa y habitual con personas menores de BmuoGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, J,L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, LegalPu-
blishing, Santiago 2008; HORVITZ, M.I.: "Las medidas alternativas a la prisión", Cuadernos de
edad. Análisis Jurídico N° 21 (1992); GARCÍA ARAN, M.: Fundamentos y aplicación de penas y medi-
- Inhabilitación absoluta temporal para cargos y oficios públi- das de seguridad en el Código penal de 1995, Aranzadi, Navarra 1997; MArus, J,P.: La Ley pe-
nal y su interpretación, Ediciones Iurídícas Congreso, Santiago 1994; NAQUffiA, r, / IZQUIERDO,
cos y profesiones titulares. C. / VIAL, P. / VIDAL, V.: "Ptincipios y penas en el derecho penal chileno", Revista Electrónica
- Inhabilitación especial temporal para algún cargo u oficio de Ciencia Penal y Criminología N° 10 (2008), r2, 1-71; POLITOFF, Sergio / MArus, Iean Pierre:
"Comentario a los artículos 18 a 49", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.
público o profesión titular.
450 451
ART.2I CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.2I

COMENTARIO neral se encuentran numerosas otras unidad, produciendo una progre-


penas'? que vienen a romper este siva decodificación de la legislación
Miguel Cillero
enfoque clásicoy que obedecen a di- penal, GuzMÁN DALBORA, 88-89.
versos intereses del legislador penal,
El Art. 21 establece una escala RELEVANCIA DE LA ESCALA GE- especialmente puestos de manifiesto Uno de los problemas de la téc-
general que ordena las penas según NERAL Y DE LAS CLASIFICACIONES en las leyes penales especiales que no nica legislativa de establecer conse-
su gravedad y permite clasificar los siempre integran sistemáticamente cuencias coactivas que constituyen
delitos en crímenes simples delitos El establecimiento de un catá- al Código, siendo una de las expre- genuinas penas al margen de la escala
y faltas, según las penas que se les logo general de penas clasificadas siones de esta falta de integración, el general, es que se da espacio a deba-
asigna en abstracto, en concordan- y ordenadas según su gravedad es desbordamiento de la "escala general tes doctrinarios sobre cuáles son las
cia con los Arts. 30 y 4° 48 • . un elemento fundamental para una de penas" del Art, 21. "otras penas", o dicho de un modo
construcción e interpretación siste- más preciso, qué requisitos deben te-
A diferencia, del modelo es- mática de las disposiciones penales, La formulación general del en- ner las otras consecuencias coactivas
pañol (1848-50) y francés (1810), en el marco del respeto al principio cabezado del Art. 21, "las penas que para ser entendidas como un comple-
GUZMÁN DALBüRA, 86, destaca que de legalidad de las penas. pueden imponerse con arreglo a este mento al catálogo general de pena.
"la Comisión Redactora se apar- Código y sus diferentes clases, son
tó de la fuente en una cuestión Sin embargo, esta aspiración las que comprende la siguiente esca- Así, al margen del catálogo ge-
de envergadura (ya que) mientras se encuentra muchas veces en parte la general", pareciera indicar un ca-neral, GUZMÁN DALBORA identifica
esos textos dividían las penas aten- frustrada debido a la proliferación tálogo cerrado, atendiendo además como auténticas penas: la pérdida
diendo a su fin (penas aflictivas y y frecuentes reformas parciales a la a lo dispuesto en el Art. 20 ("no se o inhabilitación de la patria potes-
correccionales), el chileno prefirió Ley penal y, en el caso chileno, a la reputan penas ") . tad, la interdicción del derecho de
disponerlas tomando en cuenta su falta de adecuación entre estas de-
ejercer la guarda y de ser oído como
gravedad". finiciones .generales contenidas en Esta sistematicidad y plenitud pariente para el condenado por
el Código y las orientaciones que que los Códigos decimonónicos lo- delitos contra la libertad sexual de
Además de la clasificación ante- guían el surgimiento de nuevas con-
graron obtener, "demanda que las que sea víctima un menor de edad
rior, en segundo término, el artículo secuencias jurídicas del delito.
penas no sean otras que las incardi- (Arts. 370 bis y 372); la de trabajos
fija una segunda categoría común
nadas en su catálogo general, al que sin remuneración del condenado
a las tres clases señaladas, que dife- Desde el punto de vista general, la Parte especial ha de seguir punto por embriaguez (Arts. 113 y 117
rencia entre penas principales y acce- el sistema de penas vigente en Chile
por punto", ha sido frustrada, sin Ley N° 17.105 Y las de muerte o
sorias, estas últimas sólo relativas a es un reflejo del sistema clásico, que
embargo, por la numerosa legisla- degradación contenidas en el Códi-
las penas de crímenes y de simples se encuentra establecido en el Art, 21.
ción que ha venido a romper esta go de Justicia Militar'",
delitos. Sin embargo, fuera de esta escala ge-

49 Un desarrollo en POLlTOFF / MATus / RAMfREZ, PG, 471-472, en relación a otras penas


48 ETCHEBERRY sostieneque la clasificación anteriorno estáefectuadaen virtud de la naturaleza accesorias véase NOVOA, 11, 284; ETCHEBERRY, 11,141; CURY, 703; Y GARRIDO 1, 270,
misma de la infracción,sino en razón de la pena que la leyha señaladopara lasinfracciones. NAQUIRA / IZQUIERDO / VIAL / VIDAL, 32.
Es decir, a juicio del autor, no es la clase de infracción la que determina la pena aplicable, 50 GuzMÁN DALBORA, 89, quien disientede considerarpena la la publicidad de la sentenciade
sino ésta la que determina la categoríade infracción, ETCHEBERRY, 11, 138. condena en el delito de calumnias, que considera una medida reparatoria del honor.
452 453
ART.21 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.21

POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, y habitual con personas menores de Una cuestión que resulta con- señala GUZMÁN DALBORA, es "un
PG, 472, concuerdan en general edad". trovertida es la exclusión de la Esca- sistema penal completo, paralelo al
con esta posición, pero consideran la General de Penas del Art. 21 de la común", GuzMÁN DALBORA, 90.
también como penas algunas otras Con todo, se sostiene con ra- pena de muerte, como efecto de la
sanciones como las contenidas en zón que, pese al sumamente fron- Ley N° 19.734, ya que en realidad ESCALA GENERAL y GRAVEDAD DE
la Ley de drogas y violencia en los doso catálogo de penas del Código esta pena sigue formando parte del LAS PENAS
estadios (asistencia a tratamien- Penal y de las leyes especiales, "lo sistema de penas chileno. Como sos-
to y actividades en beneficio de la cierto es que las penas que en la tienen POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, Como se dijo el Código Penal
comunidadr". mayor parte de los tipos penales PG, 473, esta exclusión no se en- chileno optó por una clasificación
se establecen como principales, cuentra justificada en la medida que de las penas en relación a su grave-
Más debate produce el cierre o son las privativas de libertad, de esta pena no se encuentra totalmen- dad. Esta clasificación es comple-
clausura de establecimientos, san- reclusión o presidio, a veces acom- te excluida de nuestro ordenamiento mentaria y sirve de fundamento a
ción que está prevista en diversas pañadas de una multa o de alguna penal, ya que la Ley operó solamen- la distinción entre crímenes, sim-
leyes especiales'", y que algunos ca- inhabilitación'<". te una derogación parcial de la pena ples delitos yfaltas contenida en el
lifican como pena'" y otros como de muerte, dejándola subsistente la Art. 3° del Código Penal. Comple-
medida de seguridad'", En este sentido, aun conside- "en el Código de Justicia Militar y mentariamente, como bien señala
rando su falta de plenitud, la esca- en una serie de leyes especiales, para GARRIDO, para conocer cuantitati-
Una excepción a esta tenden- la del Art. 21 mantiene relevancia, los delitos que pudieren cometerse vamente la extensión de las penas y
cia decodificadora la constituye la particularmente por la división en- en tiempos deguerra" 56. cuáles son más gravosas, no obstan-
Ley N° 19.927 sobre "delitos de tre crímenes, simples delitos y faltas, te el orden en que se señalan en el
pornografía infantil", que introdujo que produce efectos importantes, Finalmente, debe hacerse pre- Art., debe relacionarse esta clasifica-
en la escala general depenas, es decir, entre otros casos, para la prescrip- sente que existe en el ordenamien- ción, con lo dispuesto en el Art. 25,
en el propio Art. 21, la "inhabilita- ción de la pena y de la acción penal to jurídico chileno un sistema es- GARRIDO, 1, 262.
ción absoluta temporal para cargos, (Art. 93, N° 6 y N° 7), para la pu- pecial de penas contenidas en la
empleos, oficios o profesiones ejer- nibilidad de las faltas en relación al
Ley N° 20.084 que regula la res- La doctrina concuerda, en que
cidos en ámbitos educacionales o iter criminis (Art, 9°) y al encubri-
ponsabilidad de los adolescentes no existe una "diferencia substan-
que involucren una relación directa miento (Art. 17).
mayores de catorce y menores de cial entre crímenes, simples delitos
dieciocho años por infracciones a la y faltas"57, por lo que, la cuestión de
51 La referencia de los autores a la anterior Ley de Drogas es ahora aplicable al art. 50 Ley penal. Este sistema, como bien la gravedad ha sido resuelta por una
letras a y e de la Ley N° 20.000. La referencia a la Ley sobre violencia en los estadios,
es al arto 6° de la Ley N° 19.327 GARRIDO, 1, 267, agrega, entre otras, la pena de sus-
pensión de la licencia de conducir vehículos motorizados. 56 En igual sentido crítico CURY, 716, y el ya citado GuzMÁN DALBORA, quien incluye la
52 Ley N° 19.925, Ley N° 20.000, el Código Sanitario, por ejemplo. pena de muerte como una sanción vigente en el Código de Justicia Militar. GARRIDO,
53 'POLlTOFF I MATUS I RAMfREZ, PG 472, CURY, 702, GARRIDO 1, 267, ETCHEBERRY, 1, 264, expresamente señala que en el "Código penal se suprimió de la escala de penas
144. la de muerte, a pesar de que en la Constitución y en el Código de Justicia Militar aún
54 GUZMÁN DALBORA, 90, quien sostiene que incluso en doctrina comparada se le puede se consideran".
considerar como un efecto administrativo de la condena. 57 GUZMÁN DALBORA, 87, CURY, 702, quien sostiene que por tratarse de una clasificación
55 POLlTOFF I MATUS I RAMfREZ, PG, 472 Y HORVITZ, 140. de base cuantitativa, sus límites son más bien arbitrarios; NOVOA, 11, 343.

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ART. 21 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.21

decisión legislativa'" que, pese a su concreta cuando ello sea relevante La multa, como se ve, puede ser caso en Chile de la inhabilitación y
relevancia, abre espacios de discu- para determinados efectos jurídi- pena de crímenes, simples delitos o la suspensión del ejercicio de cargos
sión acerca de cuáles son las penas cos. faltas. Para efectos de la calificación u oficios públicos.
más gravosas e incluso de cómo en- de la conducta, la multa sólo será
casillarlas en la escala general. Combinando lo dispuesto por relevante en la medida que sea pena Estos conceptos generales hacen
los Arts. 21 y 25 Y los diferentes única, ya que de otro modo se aten- presumir que las penas accesorias se
POLITOFF / MATUS, Comenta- aportes doctrinarios, se puede con- derá a la pena copulativa o alterna- encuentran, por definición, subor-
rio, 273, sostienen que la clasifica- cluir en la siguiente clasificación: tiva señalada en la Ley (GuzMÁN dinadas de un modo directo y ab-
ción se refiere a la pena "asignada DALBORA, 87-88). Otra opinión soluto a las principales, por lo que,
por la Ley para el autor del delito Son penas de crímenes: las pri- parece desprenderse de POLITOFF / en principio no puede, por ejemplo,
consumado, esto es, en abstracto, vativas o restrictivas de libertad de MATUS, Comentario, 273 s., que de- extenderse la sanción accesoria más
sin considerar la pena aplicable en más de cinco años (mayores) o per- rechamente la califican como pena allá de extinguida la pena principal.
cada caso particular". Asimismo, petuas, todas las penas de inhabilita- de crímenes, simples delitos o faltas, Sin embargo, la Ley chilena estable-
para proceder a la clasificación se ción y la multa de más de 20 UTM. según su cuantía. Al respecto, véase, ce excepciones a esta dependencia,
debe atender a la pena más grave GARRIDO, 1, 262, agrega en esta ca- con todo, Comentario' al Art. 30. por ejemplo en relación a los efectos
de las asignadas al delito. GUZMÁN tegoría a la pena de muerte. del indulto (Art. 43), o el caso de
DALBORA, 87, disiente expresamen- PENAS ACCESORIAS la inhabilitación perpetua (desarro-
te de la primera afirmación debido Son penas de simples delitos: las lla extensamente el punto GUZMÁN
a su generalidad, ya que "a menudo privativas o restrictivas de libertad La noción de penas accesorias, DALBORA, 95-96). En síntesis el
se deberá introducir salvedades que de entre 60 días y cinco años (me- cuyo origen se encuentra en los Có- principio de accesoriedad o de de-
rescaten la individualidad del caso nores ), el destierro, la suspensión de digos decimonónicos, responde a pendencia rige en la medida que la
del juzgamiento">". En consecuen- cargo u oficio público o profesión una tipología que utiliza como cri- propia Ley no disponga alguna ex-
cia, para la clasificación de la con- titular y la multa de más de 4 y me- terio de clasificación de las penas cepción.
ducta se deberá atender, en princi- nos de 20 UTM. su independencia o autonomía (GA-
pio, a la pena más grave asignada RRIDO, 1, 270; CURY, 703; NOVOA, De esta conclusión se debería
en la ley, debiendo, sin embargo, Las penas de falta son la prisión 11, 284). Como señala GUZMÁN seguir una impropiedad de la de-
atenderse en ciertos casos a la pena y la multa de menos de 4 UTM. DALBORA, 95, son penas principales, nominación o la necesidad de en-
las que "tienen una existencia autó- contrar alguna otra característica
noma, es decir, que no subordinan diferenciadora distinta a la depen-
58 CURY, 703, con razón apunta que tras esta clasificación meramente cuantitativa subyace su imposición judicial a la existen- dencia, que permita agrupar a las
una consideración sustantiva sobre el disvalor de la conducta, con lo cual indirecta- cia de otras señaladas por el delito" llamadas penas accesorias en una
mente se halla presente en la distinción una consideración material. En igual sentido mientras que son penas accesorias misma categoría.
GARRIDO, 1, 264 siguiendo expresamente a CURY.
59
"aquellas que complementan una
GUZMÁN DALBORA, 87, citando como ejemplos las reglas sobre prescripción que se
rigen por la pena efectivamente impuesta, o la apreciación de la ley más benigna con
principal". Algunas penas tienen ca- GuzMÁN DALBORA, 96, llama la
independencia del encasillamiento en la calificación tripartita, en el caso que se reem- rácter mixto, ya que por mandato de atención con razón que la pena ac-
plazare un presidio menor asociado a un simple delito por una pena de multa, que por la Ley pueden ser impuestas como cesoria es siempre consecuencia de
su cuantía corresponde clasificarla como pena de crimen. principales o accesorias, como es el un mismo hecho delictuoso, esto es,
456 457
ART. 21 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.22

una doble penalidad, y no la conse- Respecto a la pena de incomu- templa como pena, sino que como interno. MATUS, 182, califica esta
cuencia de otra pena. De ello sigue nicación con personas extrañas al sanción disciplinaria por el máximo norma como una "Ley penal en
el autor con razón, que en la imposi- establecimiento penal, que desde de un rnes'". blanco al revés" y, como es evidente,
ción de este tipo de penas no debería 1991 vino a reemplazar la pena de de derechamente inconstitucional.
primar el automatismo mecánico, encierro en celda solitaria'", si bien Esta desafortunada reforma ha
sino que la flexibilidad, criterio que la Ley la sitúa bajo el epígrafe de sido objeto de dura y razonable crí- Por su parte, la derogada pena
es recogido por otras legislaciones y pena accesoria, su calificación es tica. Por una parte, porque entregó de encierro en celda solitaria (castigo
que corresponde al sentido original manifiestamente errónea. al Poder Ejecutivo la facultad de añejo e inhumano según GUZMÁN
de su incorporación en la ley'", regular la llamada "pena accesoria", DALBORA, 88 y cita 11, quien tam-
Por una parte, porque es pena quien terminó por convertirla de bién representa la inconstitucionali-
Pero más allá de los problemas principal del quebrantamiento, se- consecuencia del delito, en sanción dad de la reforma) reaparece ahora
doctrinarios de denominación, pa- gún lo dispone el Art. 90 en el caso administrativa que tiene como pre- como sanción disciplinaria regulada
rece necesario atenerse al tenor de la que la pena quebrantada fuera pri- supuesto una falta disciplinaria del por la administración.
ley, y seguir esa calificación'", aun- vativa de libertad; igualmente, de
que en cada caso se revisará su pro- acuerdo al Art. 80 se trata de una
cedencia.La escala general contenida sanción disciplinaria, limitada en
en el Art. 21 sólo contempla como su duración por la l eyG3; finalmen- Artículo 22. Son penas accesorias las de suspensión e inhabili-
pena accesoria de los crímenes y sim- te, porque el propio Art. 21, al dis- tación para cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesio-
ples delitos a la incomunicación con poner que la "pena" consiste en la nes titulares en los casos en que, no imponiéndolas especialmente
personas extrañas al establecimiento "incomunicación con personas ex- la ley, ordena que otras penas las lleven consigo.
penal. A ella se suman las señaladas trañas al establecimiento penal, en BIBLIOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal-
en los Arts. 22, 23 Y27 a 31, dispo- conformidad al Reglamento carce- Publishing, Santiago 2008; PRECHT PIZARRa, ].: "Un cambio de jurisprudencia administrativa
siciones a las que se hará referencia lario", dejó sometida su regulación sobre el artículo 54 letra e) de la Ley 18.575", Revista Chilena de Derecho, Vol. 37 N° 2
(2010); POUTOFF, Sergio / Mxrus, Iean Pierre: "Comentaría a los artículos 18 a 49", en POLI-
al comentar esos artículos. a un Reglamento, que no la con- TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.

60
GUZMÁN DALBoRA, 96, nota 31, justifica la idea que son penas potestativas con refe-
rencias a FILANGIERI, Rossr, los comentarios de FUENSALIDA y la posición actual en la COMENTARIO
doctrina española de MUÑoz CONDE.
61
Esta parece ser la posición de la mayoría de la doctrina nacional que no se plantea el Miguel Cillero
terna de un modo problemático, salvo la ya citada exposición de GuzMÁN DALBORA,
97, pero quien también sostiene finalmente que "tiene la primera palabra la calificación
Las penas de suspensión e inha- nas a las que la doctrina denomina
formal que haga la ley".
62
Reforma introducida por el art. 4° N° 1 de la Ley N° 19.047 que elimió la "pena bilitación contenidas en esta dispo- como penas privativas de derechos o
accesoria" de encierro en celda solitaria. sición, forman parte de aquellas pe- penas de interdicción, que encuen-
63
El art. 80 inciso 3° dispone que: "En los reglamentos sólo podrán imponerse corno
castigos disciplinarios, el encierro en celda solitaria e incomunicación con personas
64
extrañas al establecimiento penal por un tiempo que no exceda de un mes, u otros de . Artículo 81 letra i) del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (D.S. N° 518
menor gravedad". [Justicia]' de 21 de agosto de 1998).

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I

ART.22 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.22

tran SU precedente en las numerosas administrativo; y, particularmente, Art. 12 letra f) del Estatuto Admi- REZ, PG, 339-340, quienes además
penas injamantes", Estas penas pue- la relación con la regulación conte- nistrativo (Ley N° 18.834) estable- destacan los requisitos de tiempo
den ser impuestas como principales nida en la Ley N° 18.216. cen como requisito para el ingreso y la precedencia de un discrecio-
o accesorias, según se desprende del en la administración pública no ha- nal decreto de rehabilitación que se
propio texto del Art. 22. El legislador penal ha preten- ber sido condenado por crimen o exige a los condenados para poder
dido dotar de una racionalidad, en simple delito. Adicionalmente, en reingresar a la administración pú-
En nuestro Código, a diferen- cierto sentido restrictivo, a la im- el Estatuto Administrativo se san- blica.
cia de la legislación española, estas posición de las inhabilitaciones y ciona con la destitución del cargo
penas se redujeron a las dos cate- suspensiones, particularmente al al condenado por crimen o simple Como una forma de mitigar los
gorías genéricas de las que trata la utilizarlas como penas accesorias se- delito (Art. 125 C)67. efectos negativos de estas disposicio-
disposición en comento: la inhabi- gún lo disponen los Arts. 27 a 31. nes, POLITOFF / MATUS / RAMíREZ,
litación y la suspensión de cargos y Estos criterios son precisados, según GuzMÁN DALBORA, con razón, PG, 490-491, han elaborado una
oficios públicos, derechos políticos se verá por los Arts. 38, 39 Y 40, concluye que "la condena por cual- interpretación según la cual la sus-
y profesionales titulares, a las cua- que exigen, junto a lo dispuesto en quier crimen o simple delito lleva pensión de la ejecución de la pena
les se agregaron posteriormente la el Art. 76, delimitar precisamente el aparejada la pérdida del cargo que principal, en virtud de la aplicación
inhabilitación o suspensión para marco de la inhabilitación, es decir, se tuviese y, en general, la incapaci- de la Ley N° 18.216, constituiría
conducir vehículos a tracción me- los cargos y oficios públicos sujetos dad para servir en el puesto público una excepción a la aplicación de las
cánica o animal, y la inhabilita- a la interdicción. que fuere en el futuro. La legislación interdicciones basadas en las nor-
ción para cargos, empleos, oficios administrativa, pues, expande la pu- mas administrativas. En efecto, ci-
o profesiones ejercidos en ámbitos Pues bien, está lógica ha sido nición accesoria, incluso la simple tando jurisprudencia administrativa
educacionales (GUZMÁN DALBORA, modificada, de un modo que am- suspensión, y le confiere un alcan- sostienen que no procede la destitu-
293-29466 . Por ahora, nos concen- plifica la punibilidad, por el De- ce de la que no la dotó el Código" ción del funcionario por haber sido
traremos en examinar un tema de recho administrativo. Tanto el (GUZMÁN DALBORA, 299). condenado por un crimen o simple
particular relevancia las relaciones Art. 54 letra e) de la Ley Orgánica delito, si la condena se encuentra
entre la inhabilitación y la suspen- de Bases de la Administración del En igual sentido crítico se suspendida en aplicación de lo dis-
sión con las normas del Derecho Estado (Ley N° 18.575), como el plantean POLITOFF / MATUS / RAMí- puesto en la Ley N° 18.21668 •

65 67
Ampliamente sobre el tema GUZMÁN DALBORA, 283-302. GARRIDO, 1, 301, se refiere Un tratamiento desde el Derecho Administrativo del tema en PRECHT.
68
a ellas como penas privativas de derechos. GUZMÁN DALBORA, 274, llama la atención La referencia al art. 119 letra e) debe ser entendida al 125 letra e) del texto refundido
sobre la impropiedad del término penas privativas de derechos, señalando que en rea- del Estatuto Administrativo, por el D.F.L. N° 29 de 2004. GUZMÁN DALBORA, 299,
lidad se trata de penas que afectan bienes jurídicos del condenado, según el autor el califica esta interpretación como un "respiradero de humanidad".
69
"afán contemporáneo por dar un nombre apropiado "a estas penas en lugar del antiguo Dictámenes de la Contralorla General Nos. 10.217 de 2003, 2.614 Y 33.375 de
de penas infamantes, no ha sido muy fructuoso, por lo que se mantiene el problema 2002 y 14.601 2010, que confirma y complementa el dictamen N° 36.860 de
terminológico. 2009, en el sentido de que el funcionario puede permanecer en el servicio (aunque
66
GUZMÁN DALBORA sostiene que la inhabilitación es una sola pena, y que no admite éste sean las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de Orden y o Seguridad o Gendarmería
sub clasificaciones; en cambio GARRIDO, 1, 302-305, las separa según el tipo de bienes de Chile), cuando han sido beneficiados por la remisión condicional o la reclusión
que afecta. nocturna.

460 461
ART.23 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.23

Una serie de recientes dictáme- determinar el efecto del fallo respecto COMENTARIO
nes de la Contraloría han venido de dicha pena anexa"?",
Miguel Cillero
a reforzar, esta interpretación, am-
pliándola'", reconociendo que según La relevancia de estas decisiones
elArt. 29 de la Ley N° 18.216, a estos administrativas resulta evidente, en El Art. 23 restringe .la imposi- en medidas preventivas, la sujeción a
condenados se "les permite ser consi- la medida que, por aplicación del ción de la caución como pena a los vigilancia de la autoridad ha adqui-
derados como si nunca hubiesen sido Art. 29 de la Ley N° 18.216, no "casos especiales" que determine la rido notoriedad en el Derecho penal
condenados y, por consiguiente, no podría negárseles la admisión a los Ley, cuestión que sólo ocurre en el actual, e incluso se le ha concedido,
se encuentran obligados a cesar en servicios públicos ni tampoco desti- delito de amenazas contenido en el con las debidas actualizaciones en el
funciones" y que "en relación con tuirse a los funcionarios en ejercicio, Art.298 72 • derecho comparado, el carácter de
el alcance que tendría la pena acce- como un efecto automático y directo pena principal, ya sea en la forma de
soria de suspensión de cargo y oficio de la sentencia", restituyendo, aun- En cambio, su uso es más ex- penas de alejamiento unidas al some-
público, cabe precisar, acorde con el que sólo sea en parte la racionalidad tensivo como medida preventiva en timiento del condenado al control
criterio contenido, entre otros, en el establecida en el Código respecto a el ámbito procesal penal, como un de la autoridad incluso por medios
dictamen N° 64.518 de 2009, de la imposición como penas accesorias medio para reemplazar la prisión remotos, o bien, más directamente,
esta Entidad Contralora, que los tri- de estas sanciones de inhabilitación preventiva (Art. 146 CPP). La cau- como libertad vigilada".
bunales de justicia son los llamados a y suspensión. ción como medida preventiva, no es
pena en aplicación de lo dispuesto GARRIDO plantea que la facultad
en el Art. 20. que se otorga al juez en el Art. 23 de
poder imponer la vigilancia a la auto-
La vigilancia a la autoridad, co- ridad como medida de prevención, le
rresponde a una pena restrictiva de li- confiere a ésta el carácter o naturaleza
Artículo 23. La caución y la sujeción a la vigilancia de la auto- bertad, no tiene alcance general, sino de medida de seguridad. CURY, por su
ridad podrán imponerse como penas accesorias o como medidas que su aplicación queda determina- parte, apunta al hecho que el Art, 45
preventivas, en los casos especiales que determinen este Código y da para los casos que la Ley señale. A del Código Penal, la "concibió como
el de Procedimientos. diferencia de la caución, y de otras una verdadera sujeción indirecta a la
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, J,L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal- penas que han ido quedando relega- autoridad del propio juez. En el pre-
Publishing, Santiago 2008; POLlTOFF, Sergio / Mxrus, lean Pierre: "Comentario a los artícu- das en la historia o se han convertido sente, en cambio, se encuentra entre-
los 18 a 49", en POLlTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.

72
En este sentido GuzMÁN DALBORA, 270; y POLlTOFF / MATUS, Comentario, 280. En
cambio GARRIDO, 1, 311, señala que el are 298 la contempla como una medida pre-
ventiva.
70 Un análisis completo de las resoluciones administrativas y sus fundamentos en PRECHT. 73
En Chile sólo en la Ley de Responsabilidad Penal de Adolescentes, se ha avanzado en
71 Así lo entiende implícitamente PRECHT, 2, al afirmar que "de seguirse la interpretación esta materia, contemplándose como penas principales la libertad asistida, en sus dos
que obliga al funcionario a presentar su renuncia o ser destituido, se produciría el resul- formas (véase arto 6° Ley N° 20.084). En torno a la conveniencia de su consagración
tado absurdo que el mismo funcionario puede de nuevo ingresar a la Administración como pena principal y no meramente sustitutiva en el ámbito penal de adultos, se
porque no existe inhabilidad de origen. pronuncia GuzMÁN DALBORA, 232.

462 463
ART.24 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.24

gada prevalentemente a la policía, lo a las exigencias del Derecho penal, COMENTARIO


cual es indeseable'?', contribuiría de un modo eficaz a fa-
Miguel Cillero
vorecer la integración social de los
Estas observaciones de la doctri- condenados (CURY, 744).
na, claramente exigirían una revisión Este artículo contiene dos efec- bunal previa audiencia de las partes.
del tema y adecuarlo a las nuevas De lege ferenda parece funda- tos principales de la sentencia con- Sin embargo, esta disposición debe
tendencias que se establecen tanto mental establecer una forma actuali- denatoria en materia penal. En pri- conectarse con el Art. 47 CPP que
en el Código Procesal Penal (por zada que permita establecer auténti- mer término, la obligación de pagar dispone que "las costas serán de car-
ejemplo, en la suspensión condicio- cas alternativas de penas principales las costas y, en segundo, la responsa- go del condenado. No obstante lo
nal del procedimiento), como en las restrictivas de libertad que puedan bilidad civil por daños y perjuicios. dispuesto en los incisos anteriores, el
disposiciones de la Ley N° 18.216 Y disminuir la imposición de penas Abordaremos por separado ambas tribunal, por razones fundadas que
a los avances que en la materia in- privativas de libertad que sean res- cuestiones. expresará determinadamente, podrá
trodujo la Ley N° 20.084 sobre res- petuosas del Estado de Derecho, eximir total o parcialmente del pago
ponsabilidad penal de adolescentes. menos gravosas para los condenados PAGO DE LAS COSTAS de las costas, a quien debiere sopor-
Ciertamente, como sostiene CURY, y más adecuadas para la sanción de tarlas", disposición que debe coor-
esta adecuación además de ajustarla numerosos delitos": De acuerdo al Art, 47 del Códi- dinarse, además, con la regulación
go Penal "en todos los casos en que del Código Orgánico de Tribunales,
se imponga el pago de costas se en- sobre los beneficios y presunciones
tenderá comprender tanto las proce- establecidos a favor del litigante que
Artículo 24. Toda sentencia condenatoria en materia criminal sales como las personales y además carece de medios económicos.
lleva envuelta la obligación de pagar las costas, daños y perjuicios los gastos ocasionados por el juicio y
por parte de los autores, cómplices, encubridores y demás personas que no se incluyen en las costas. Es- De este modo, la jurispruden-
legalmente responsables. tos gastos se fijarán por el tribunal, cia ha estimado que se puede eximir
previa audiencia de las partes". del cumplimiento de la obligación
BIBUOGRAFIA: ACHIARDI, C.; "Sobre la procedencia de la responsabilidad civil ex-delicto en
ciertas hipótesis penales", Revista de Derecho (PUCV) T. XX (1999); AusSANDRI, A.: De de pagar las costas, en caso de en-
la responsabilidad extracontractual en el Derecho Civil chileno, Imprenta Universitaria, Del tenor del Art. 24 se des- contrarse el condenado amparado
Santiago, 1943; BARRIENTOS, ].: "De la presunción general de culpa por el hecho propio. A
propósito de los Arts. 2314 y 2329 Y de nuestro 'Código Civil imaginario' (11)", Revista
prende que la obligación surge en la presunción legal de pobreza
Chilena de Derecho Privado, N° 13 (2009); PIÑA, ].1.: "La Imputación de responsabilidad como un efecto directo de la senten- y cumplirse los demás requisitos
penal en los órganos de la empresa y sus efectos en sede civil", en La responsabilidad cia, cuyo monto se regula por el Tri- legales".
por accidentes de trabajo, Cuadernos de Extensión Jurídica, Universidad de Los Andes,
N° 10 (2005); POUTOFF, Sergio / MArus, jean Pierre: "Comentario a los artículos 18 a 49", en
76
POUfOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. Causa RIT 32-2003, Tribunal Oral de Talca: "que se acoge la petición de la defensa
de eximir de las costas al acusado, en atención a que consta en el auto de apertura del
juicio oral que éste se encuentra privado de libertad, ininterrumpidamente, desde elll
74 CURY, 743, citando en igual sentido crítico a NOVOA. Advierte sobre el punto también de septiembre de 2002, circunstancia que lo hace acreedor, en opinión de estos jueces,
GuzMÁN DALBORA, 232, que señala "al ser inadmisible y contraproducente que degenere de lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 47 del Código Procesal Penal en relación
en lo que ha sido, un control policial de la vida del condenado". al artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales, pues le favorece la presunción legal
75 En este sentido parece pronunciarse, sin referirse a la reinserción social, GUZMÁN de pobreza a que alude el artículo 593 del mismo cuerpo legal", extractada en CERDA
DALBORA, 232. / HERMOSILLA, 198, en que se cita otra sentencia de igual tenor.

464 465
r
I

ART. 24 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.24

RESPONSABILIDAD CIVIL POR EL RRIDO, 1, 403). Esta diferencia es im- sentencia absolutoria en materia pe- ra en relación con los hechos ilícitos
DELITO portante, porque de requerirse úni- nal puede prosperar la acción civil que causan daño cuando ellos están
camente la restitución de la cosa, se (Art, 69 CPP), así como dispone penados legalmente, es decir, cuan-
El Art. 24 del Código Penal es- aplica el Art. 189 CPP que establece que los efectos del sobreseimiento do se trata de delitos o cuasidelitos
tablece una obligación general a los un procedimiento que se tramitará no afectarán a la acción civil, aun- en su concepción tradicional restrin-
condenados de pagar los daños y "incidentalmente" ante el Juez de que sí su tramitación, según sí se gida, y la segunda opera respecto de
perjuicios por parte de los autores, Garantía (GARRIDO, 1, 406). ha dado inicio o no al juicio oral todos los otros daños causados por
cómplices, encubridores y demás (Art. 68 CPP). hechos ilícitos que carecen de pena
personas legalmente responsables. En cambio, las acciones para legal" (BARRIENTOS, 90).
Según una asentada jurisprudencia perseguir la responsabilidad civil Sin embargo, un análisis espe-
esta obligación surge como un efec- son de competencia de la justicia cífico en materia de responsabilidad Recuérdese que el Art, 2329 del
to directo de la resolución condena- civil con excepción de la víctima, civil, como el que realiza BARRIEN- Código Civil dispone que "por regla
toria, que no requiere de una men- quien, por expresa disposición del TOS, exige hacer una revisión más general todo daño que pueda impu-
ción expresa en la sentencia". Art, 59 CPp, "podrá deducir respec- sistemática de la legislación del Có- tarse a malicia o negligencia de otra
to del imputado, con arreglo a las digo Civil y de las relaciones entre persona, debe ser reparado por esta";
La responsabilidad civil proce- prescripciones de este Código, todas delito y cuasidelito civil y delito y en tanto que el Art. 2314 señala que
dente del delito es una materia que las restantes acciones que tuvieren cuasidelito penal o, dicho de otro "el que ha cometido un delito o cua-
compete principalmente al derecho por objeto perseguir las responsabi- modo, entre responsabilidad civil y sidelito que ha inferido daño a otro,
privado y, en cierto sentido, al dere- lidades civiles derivadas del hecho penal, que en mi opinión resultan es obligado a la indemnización; sin
cho procesal", por lo que sólo exa- punible. La víctima podrá también relevantes para interpretar el sentido perjuicio de la pena que le impon-
minaremos en este comentario los ejercer esas acciones civiles ante el del Art. 24 del Código Penal (BA- gan las leyes por el delito o cuasi-
aspectos que parecen más relevantes tribunal civil correspondiente. Con RRIENTOS, 9 ss.). delito".
desde el punto de vista penal y, par- todo, admitida a tramitación la de-
ticularmente, los que dicen relación manda civil en el procedimiento pe- BARRIENTOS, luego de un largo El punto de partida de la tesis
con la disposición en comento. nal, no se podrá deducir nuevamen- y exhaustivo examen de las fuen- sostenida por BARRIENTOS es asumir
te ante un tribunal civil", tes normativas y doctrinales de es- que, de acuerdo a las fuentes doc-
CURY, 808, distingue dos efec- tas disposiciones, y de una revisión trinarias, normativas y jurispruden-
tos civiles derivados del delito: la GARRIDO, 1, 406-407, remi- completa de la doctrina y jurispru- ciales, que se tuvieron a la vista para

I
restitución de la cosa o de su valor tiéndose a exponer lo dispuesto en dencia nacional a que estas normas la redacción de estos artículos, se
. , «
y la de satisfacer la indemnización la ley, que señala que las "acciones han dado origen, concluye que "las reconocía una concepclOn I
uruca
• "

establecida por la Ley a favor del civiles y penales son independientes cláusulas generales de responsa- de delito: "la literatura jurídica en
perjudicado (NOVOA, I1, 423, GA- entre sí", y, que por ello, si se dicta bilidad consagradas en el artículo uso en tiempos de la codificación

77
78

466
SCS de 10 de diciembre de 1915, citada por POLITOFF I MATUS I RAMíREZ, PG, 28!.
CURY, 807-809, GARRIDO, 1, 403-407, WATUT, 1, 293-295, quienes remiten a lo dis-
puesto en el Código Civil y a las normas procesales correspondientes sobre las acciones
civiles y penales.
r 2314 y en el inciso 10 del artículo
2329 del Código Civil tienen, en el
contexto dogmático de dicho texto
legal, campos operativos diversos,
delimitados porque la primera ope-
civil, concebía una noción única de
"delito", pero respecto de ella había
que diferenciar dos consecuencias
distintas: la) la pena y 2 a) la repa-
ración del daño causado", aserción
467
r
ART. 24 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 24

que también es aplicable a los cuasi- concordantes o una mera reiteración la culpa, la responsabilidad civil des- (señalando expresamente el 2314,
delitos (BARRIENTOS, 22 s.). (así,José Clemente FABRES y una rei- aparece, salvo algunos pocos casos de por lo demás, que se aplica sin per-
terada jurisprudencia citada por BA- responsabilidad objetiva consagrados juicio de la pena que le impongan
PIÑA, 46, alude al mismo pro- RRIENTOS, 10). en la ley. Claramente, esta interpre- las leyes al delito o cuasidelito), per-
blema desde la perspectiva de la tación puede ser revisada con otra mitiendo conciliar o resolver mejor
imputación. Sostiene que "con fre- En el ámbito penal NOVOA, II, lectura del Art. 2329, como la que algunas cuestiones' debatidas en el
cuencia se afirma que los mecanis- 421, señala que "responsabilidad pe- sugiere BARRIENTOS. En un sentido ámbito del Derecho penal.
mos de imputación de responsabi- nal y civil juegan entre sí como dos similar GARRIDO, 1, 403, citando las
lidad civil no son los mismos que círculos secantes, que se cruzan en mismas disposiciones del Código Ci- En conclusión, creo que si bien
los de la responsabilidad penal. De parte y abarcan en ella una superfi- vil, señala si bien esas normas se refie-
es evidente que existen diferencias
este modo, ciertos hechos que pue- cie común: la de las conductas que ren a "delito civil, que es una noción claramente establecidas, por las leyes
den constituir un ilícito civil no son son simultáneamente delitos penales distinta en cierto sentido a la de de- y la doctrina, entre responsabilidad
ilícitos penales, y viceversa", seña- y civiles; pero que dejan fuera de la lito penal, sientan principios rectorescivil y penal, hay buenas razones her-
lando, por el contrario, que pese a intersección partes considerables que en esta materia", y sostiene que tanto menéuticas para considerar que la in-
esta afirmación, los procedimientos pueden corresponder solamente, bien el Art. 2314 como el 2329 se refieren terpretación del Art. 24 del Código
de imputación jurídica civil y penal a delito penal, bien a delito civil". a delitos civiles, cuestión que, corno Penal, debe hacerse atendiendo a un
tienen elementos compartidos y que Los elementos diferenciadores son el vimos, BARRIENTOS, pone en duda. concepto unitario de delito, al que
no son totalmente distintos. daño y la tipicidad, mientras en un hace referencia el Art. 2314, dejando
caso puede faltar el daño, en el otro Como la determinación de las en otro ámbito la responsabilidad ci-
Esta interpretación, como ad- la "tipicidad", cuestión que como relaciones entre la responsabilidad vil que se desprende del Art. 2329.
vierte BARRIENTOS, es minoritaria en veremos es bastante compleja de de- penal y civil no es materia de este
materia civil, ya que la doctrina se ha terminar, tanto desde la perspectiva comentario, me remitiré únicamen- En primer término, permite jus-
decantado mayoritariamente por una de la existencia de daños, como la re- te a remarcar algunos aspectos que tificar el hecho que el sobreseimien-
estructura diferenciada entre delitos y ferencia a la tipicidad, la que parece, me parecen relevantes de esta discu- to de la responsabilidad penal o la
cuasidelitos civiles y penales, que en imprecisa, ya que no bastala tipicidad sión, justamente para la interpreta- absolución dejen subsistente la po-
la actualidad se remite a la dualidad para constituir un delito penal, pero ción del Art, 24 en comento. sible responsabilidad civil, cuestión
de responsabilidad civil y penal o ilí- debe entenderse que NOVOA se está que no se basaría en una distinción
cito civil y penal, basada únicamente refiriendo a los casos en que media La interpretación de BARRIEN- artificial entre delito civil y penal,
en la existencia del daño o perjuicio, una condena penal, por lo que debe TOS, que sostiene que el Art. 2314 sino más bien, en el hecho que la
sin importar si se encuentra o no entenderse que se refiere a todos los del Código Civil se remite a los deli- responsabilidad civil encontraría su
penada por la Ley (BARRIENTOS, 32, requisitos del delito o cuasidelito. Se tos y cuasidelitos penales, es consis- fundamento en la cláusula general
con cita a BARROS y CORRAL como tente con el tenor literal del Art. 24 de responsabilidad del Arr, 2329 79 •
extiende también sobre los proble-
exponentes actuales de esa posición), mas de tipicidad y responsabilidad
o bien, en una interpretación más civil, CURY, 811, sosteniendo que si 79
En este sentido PIÑA, 48- 49, analiza en detalle el arto 179 Cl'C en relación a los límites
tradicional, ha sostenido que las dos se afecta la faz objetiva y hay daño que se imponen desde la doctrina penal y luego la relación entre tipicidad y daño y,
normas citadas del Código Civil se no se afecta la responsabiliad civil. desde un enfoque funcional, los diferentes cometidos entre la función estabilizadora
refieren a la misma materia y serían En cambio, si se excluyen el dolo y del Derecho penal y del Derecho de daños.
468 469
ART.24 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.24

Asimismo, la interpretación do- den por los daños y perjuicios el Además de estas personas, es el hecho será delito penal y no ha-
minante en materia civil tiende a ha- "autor, el cómplice, el encubridor y pacífico en la doctrina que res- brá responsabilidad civil" (NOVOA,
cer una interpretación extensiva de los demás personas que resulten legal- ponden también los denominados I1, 421). En un sentido similar y
conceptos de delito y cuasidelito, asi- mente responsables", disposición "terceros civilmente responsables", tomando como referencia a LABA-
milándolos a los de maliciay negligen- que es necesario coordinar con el de acuerdo a las normas del Có- TUT, GARRIDO sostiene "los delitos
cia,contenidos en elAn. 2329, lo que, Código Civil. digo Civil, cuyo principio gene- intentados, los frustrados, los sin }

más allá de los problemas que pueda ral se encuentra establecido en el víctima, los de peligro abstracto,
tener en materia civil, si se trasladan CURY y GARRIDO, remiten la Art, 2320, que hace responder de los atentados contra el culto, en ge-
al ámbito de los efectos civiles de una interpretación al Art. 2316 del Có- los hechos de las personas que tie- neral no causan un daño suscepti-
sentenciaque establece responsabilidad digo Civil que dispone como prin- nen a su cuidado. ble de reparación civil" (GARRIDO,
penal, resultanpropicios para la confu- cipio general que "es obligado a la 1, 402)84.
sión'", especialmente cuando entremos reparación el que hizo el daño, y La otra cuestión fundamental
a la revisión de algunosproblemasmás sus herederos", y luego añade que que queda por revisar es la refe- Una posición disidente la plan-
complejos relativos a autoría y partici- también es responsable "el que re- rencia a los daños y perjuicios. La tea ACHIARDI, quien pone de mani-
pación, iter criminis, o la responsabili- cibe provecho del dolo ajeno, sin doctrina penal nacional, siguiendo fiesto en nuestro medio el debate,
dad civil en los delitosde peligro". ser cómplice en él, sólo es obligado a la civil, entiende que debe existir ampliamente desarrollado en otras
hasta la concurrencia de lo que val- daño, para que exista responsabi- latitudes acerca de la responsabili-
Por ello, los problemas centra- ga el provecho", con lo cual se limi- lidad civil derivada del delito pe- dad penal de los delitos de peligro,
les parecen ser determinar quiénes, ta la responsabilidad del encubri- na183 • particularmente de los de peligro
de qué y en qué medida, responden dor. Para GARRIDO, NOVOA y parte abstracto, preguntándose, ACHIAR-
civilmente por el delito, que se en- de la jurisprudencia, el encubridor El problema es que el surgi- DI, 199, si podrá concluirse que
cuentra establecido en una senten- queda limitado por el monto del miento, cada vez más intensificado, procede la reparación (o restable-
cia condenatoria penal. provecho, mientras que CURY seña- de los delitos de peligro ha generado cimiento al estado anterior) en los
la que responden solidariamente, una alteración de esta doctrina de delitos de peligro concreto y no en
Una lectura literal del texto le- por aplicación del 2317 del Código inexistencia de responsabilidad por los de peligro abstracto o de mera
gal, permite identificar que respon- Civi182 • ausencia de daño, ya sea, como dice actividad. Señala que la jurispru-
LABATuT, porque el daño no llegó a dencia chilena se ha pronunciado
80
Este intento de generalización queda de manifiesto en RODRíGUEZ, 14: "Hay delito consumarse o porque los delitos no indirectamente sobre el punto con
civil cada vez que se cause un daño en la persona o propiedad de otro con dolo culpa o causan daño, como dice NOVOA, "si motivo de la atenuante de reparar
negligencia del agente. Concurriendo estas circunstancias, la obligación de indemnizar
sólo hay tipicidad (y no hay daño), con celo el mal causado del N° 7
tiene por causa un delito, en el primer caso, y un cuasidelito en el segundo, cualquiera
que sea la denominación que el actor dé a su acción o a la fuente de donde emana
y sea que invoque en su apoyo el arto 2314 o los arts. 2320,2329 u otro cualquiera
83
referente a los actos ilícitos". LABATUT, 1, 291, citando jurisprudencia haciendo expresa referencia, "como ejemplos,
81
Problemas en general pasados por alto por las obras generales, pero en que la doctrina a la mayor parte de las tentativas y de los delitos frustrados, ciertos delitos contra el
nacional y la jurisprudencia han incursionado. Véase ACHIARDI, 195. ejercicio de los cultos permitidos en la República, la fabricación, venta o distribución
82
Véase, GARRIDO, 1, 408; NOVOA, 11, 428; CURY, 810; y aunque no le parece adecuada de armas prohibidas".
84
la solución, por el tenor literal del arto 24, ETCHEBERRY, 11,241. GARRIDO, 1, 402.

470 471
ART.24 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.24

del Art. 11, pero sin llegar a una gro traiga aparejado un daño civil la jurisprudencia tienen una tarea doctrina que, como se dijo, eXige
posición uniforme, existiendo fa- que requiera indemnización pecu- pendiente. la presencia de daño.
llos que la acogen y otras que lo niaria para ser resarcido" (ACHIAR-
rechazan por tratarse de delitos de DI, 199-200), afirmación que pese Sin embargo, creo posible sos- De este modo, la conveniencia
peligro abstracto. su carácter rotundo, no encuentra tener que, de acuerdo a la legisla- o no, de establecer una responsabili-
mayores fundamentos normativos ción penal vigente y con la inter- dad civil por delitos de peligro abs-
El problema ha sido resuelto ni jurisprudenciales en la legisla! pretación de las normas del Código tracto o de mera actividades es una
de un modo también diverso en ción nacional, salvo una referencia Civil sugerida por BARRIENTOS, el cuestión que debe resolverse en otro
la doctrina comparada. ACHIARDI, al Art, 10 del anterior Código de intento de imponer un concepto ámbito, y de seguirse ese camino es
postula que en Chile la "reparación Procedimiento Penal, que tampo- amplio de responsabilidad civil ineludible modificar la actual legis-
en las diferentes especies de delitos co resulta un argumento suficien- por delito o cuasidelito penal, no lación civil y penal.
de peligro, la regla general sería el téS. puede fundarse en la ampliación
criterio afirmativo, ya sea que se de un concepto penal de delito Finalmente, es necesario hacer
trate de delitos de peligro abstrac- En este sentido, parece que sin daño, que automáticamente una brevísima referencia respecto a
to o de peligro concreto; y no se ve estas hipótesis de sentencia pe- sirva de fuente de responsabilidad los daños que es posible resarcir, o
razón para restringir la reparación nal condenatoria con ausencia de o delito civil. El concepto unita- dicho de otro modo, la extensión de
de cualquier alteración de una si- daño, ya sea porque no se realizó el rio de delito que sería común a los la responsabilidad civil que dispone
tuación jurídica, como se produce, resultado lesivo que pareciera exigir Arts. 24 del Código Penal y 2314 el Art. 24 del Código Penal. En este
por ejemplo, en el delito de alza- la legislación civil '(caso mayorita- del Código Civil, exige la exis- sentido, la doctrina aparece inclinada
miento de bienes, en relación con rio de la tentativa o la frustración) tencia de un daño a resarcir. Esta a que la reparación alcanza tanto "los
el cual se ha pronunciado la juris- o bien, en aquellos tipos penales de conclusión, por otras vías, desde daños materiales,como los rnorales'f",
prudencia española. Asimismo, no peligro abstracto o de mera acti- mi punto de vista menos convin- por lo que, en la práctica, se reduce a
es imposible que un delito de peli- vidad, la legislación, la doctrina y cente, es también la que parece la prueba y cuantificación de los da-
sostener, con su silencio sobre los ños y de la indemnización, materia
delitos de peligro, la mayoría de la que se rige por el Derecho civil.
85 ACHIARDI también analiza los casos de "delitos imperfectos", llegando a la conclusión
que en los delitos tentados y frustrados no se excluye la responsabilidad civil, como
tampoco en el caso del desistimiento activo. Para el autor, en algunos casos el pro- 86 NOVOA, 11, 426; CURY, 808; POLITOFF I MATUS, Comentario, 281, citando jurisprudencia;
blema se resuelve por la vía que los actos preparatorios por sí mismos causan daños ETCHEBERRY, 11, 235-236; GARRIDO, 1,403, remitiéndose a la jurisprudencia y al arto 2329
indemnizables que se encuentran comprendidos en otras figuras típicas. "Un hecho del Código Civil; WATUT, 1, 292, que remite a los arts, 2314 y 2329 del Código Civil,
punible calificable de homicidio tentado o frustrado determinará indemnizaciones señalando que no distinguen tipo de daño, y que cuando el legislador quiere reducir los
por las lesiones causadas; como por lo pronto, un robo con fuerza en las cosas que no daños indemnizables lo dice expresamente; argumento también desarrollado por No-
habiendo sido consumado ha motivado daños en los resguardos del objeto"; por su VOA, 11, 426-427, quien además se extiende sobre la necesidad de asegurar por parte del
parte, "en el caso de los actos preparatorios en cuanto la ley los tipifique como delitos Estado el cumplimiento de la obligación de reparar el daño, "ya que la reparación de los
especiales, ellos revestirán el carácter de delitos de peligro" y, en consecuencia, serán daños provenientes del delito no debe quedar librada únicamente al esfuerzo personal
indemnizables para el autor según los criterios ya expuestos. Pone como ejemplos la del perjudicado sino que debe ser una preocupación del Estado, ya que con ello se está
tenencia ilegal de armas o la de llaves falsas o ganzúas del art. 445 del Código Penal obrando indirectamente en defensa del interés de la sociedad toda", adelantándose con
(ACHIARDI,200-201). estas ideas a las actuales tendencias de reparación a la víctima.

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ART. 25 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.25

§ 3. De los límites, naturaleza y efectos de las penas COMENTARIO

Artículo 25. Las penas temporales mayores duran de cinco Héctor Herndndez
años y un día a veinte años, y las temporales menores de sesenta y
un días a cinco años. El Art. 25 cumple dos funcio- del Art. 59, conforme a lo previsto
Las de inhabilitación absoluta y especial temporales para car- nes diferentes. Por una parte, defi- en el Art. 50. También tiene efecto
ne formalmente la duración de las vinculante en la determinación de
gos y oficios públicos y profesiones titulares duran de tres años y
penas temporales (incisos primero a los límites de la pena de caución,
un día a diez años.
quinto), función que en cuanto tal como luego se dirá. Más allá de esos
La suspensión de cargo u oficio público o profesión titular, no merece mayores comentarios. límites, incluso es dudoso que sirva
dura de sesenta y un días a tres años. Por la otra, sienta las bases de la re- como base vinculante para estable-
Las penas de destierro y de sujeción a la vigilancia de la autori- gulación de las cuantías de las penas cer la categoría a que pertenece un
dad, de sesenta y un días a cinco años. pecuniarias divisibles, como son la delito en atención a su gravedad
La prisión dura de uno a sesenta días. multa y la caución. (véase Comentario al Art. 3°).
La cuantía de la multa, tratándose de crímenes, no podrá ex-
ceder de treinta unidades tributarias mensuales; en los simples de- El inciso sexto, que define las En cambio, el inciso séptimo es
litos, de veinte unidades tributarias mensuales, y en las faltas, de cuantías máximas que deberían re- una norma de la mayor importancia
cuatro unidades tributarias mensuales; todo ello, sin perjuicio de conocer las multas en atención a porque introduce la Unidad Tribu-
que en determinadas infracciones, atendida su gravedad, se con- la gravedad del delito (crímenes, taria Mensual (UTM) como unidad
templen multas de cuantía superior. simples delitos o faltas), no es más de valor reajustable para expresar
que una exhortación al propio le- cuantías económicas relevantes para
La expresión "unidad tributaria mensual" en cualquiera dispo-
gislador para que respete esos lími- el Código y leyes penales especiales.
sición de este Código, del Código de Procedimiento Penal y demás
tes, pero que aquél puede superar Aclara que, en general, cuando se ex-
leyes penales especiales significa una unidad tributaria mensual vi- presa una cantidad en UTM, debe
en cada momento, como reconoce
gente a la fecha de comisión del delito, y, tratándose de multas, la propia Ley al señalar que "todo entenderse que corresponde al valor
ellas se deberán pagar en pesos, en el valor equivalente que tenga la ello, sin perjuicio de que en deter- de esta medida que se encuentre vi-
unidad tributaria mensual al momento de su pago. minadas infracciones, atendida su gente en el momento de la comisión
Cuando la Ley impone multas cuyo cómputo debe hacerse en gravedad, se contemplen multas de del hecho, en tanto que cuando se
relación a cantidades indeterminadas, nunca podrán aquéllas exce- cuantía superior". En cuanto tales, expresa la cuantía de una multa (y
der de treinta unidades tributarias mensuales. estos límites sólo son vinculantes de una caución, en virtud del inciso
En cuanto a la cuantía de la caución, se observarán las reglas es- cuando debe aplicarlos el tribunal noveno), debe entenderse el valor de
tablecidas para la multa, doblando las cantidades respectivamente, a la hora de determinar la "base" la UTM que está vigente al momen-
y su duración no podrá exceder del tiempo de la pena u obligación de la cuantía de una multa no pre- to del pago (o de cada pago parcial).
cuyo cumplimiento asegura, o de cinco años en los demás casos. vista directamente por la Ley y que Así, por ejemplo, si se trata de esta-
sólo resulta aplicable por la ausen- blecer la pena del hurto de una cosa
BIBLIOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, losé Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad pe-
nal, LegalPublislllng, Santiago 2008; POUTOFF, Sergio / MArus, lean Pierre: "Comentario al cia de una pena inferior en grado avaluada en $ 93.000, perpetrado el
Art. 25", en POUTOFF / ORTlZ, Comentario, pp. 281-284. en las respectivas escalas graduales 18 de mayo de 2010, debe dividirse
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ART.26 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.26

ese valor por el valor de la UTM vi- do, el perjuicio irrogado, etc.) y lo condena el tiempo previo de restric- de una garantía explícita -no una
gente para ese mes ($ 36.899), lo que fija en 30 UTM. ción o privación de libertad. vaga directriz- destinada a evitar
arroja que se trató de un hurto-falta la extensión ilegítima de la priva-
de 2,5 UTM, punible, en conse- Por último, el inciso noveno Esta disposición, debe inter- ción de libertad, o privaciones de
cuencia, de acuerdo con el Art. 494 y final también establece un límite pretarse como un complemento libertad gratuitas'",
bis y no con el Art, 446. En cambio, efectivo, ahora para la cuantía y la necesario al Art. 20 que establece
si el condenado debe pagar una mul- duración de la pena de caución regu- que "no se reputan penas, la restric- Establecido este punto de parti-
ta de 11 UTM, debe estarse al valor lada en el Art. 46. La primera la fija ción o privación de libertad de los da general, se puede entrar a comen-
de la UTM al momento del pago. Si en el doble de las cuantías que para detenidos o sometidos prisión pre- tar acerca de la amplitud de la dispo-
éste se verifica, por ejemplo, en abril las multas establece el inciso sexto ventiva u otras medidas cautelares sición, particularmente a analizar el
de 2011, el monto a pagar asciende a en materia de multas, de modo que personales", norma que tiene por problema específico de si es posible
$ 416.570 (valor de la UTM a abril la caución máxima para crímenes objeto hacer efectiva la presunción aplicar el denominado abono a una
de 2011: $ 37.870). no puede exceder de 60 UTM, para de inocencia y remarcar la distin- condena por el tiempo privado de
simples delitos, de 40 UTM y para ta naturaleza jurídico-penal de la libertad que fue sufrido en un pro-
El inciso octavo establece un faltas, de 8 UTM. Respecto de su restricción o privación de libertad cedimiento distinto a aquél en que
límite máximo efectivo a la cuantía duración, ésta no podrá exceder del antes de la condena, respecto de se impone la condena.
de las multas cuyo cómputo debe tiempo de la pena u obligación cuyo la que se deriva del cumplimiento
hacerse en relación a cantidades in- cumplimiento asegura, o de cinco de una pena privativa de libertad, A este respecto, en la actualidad
determinadas (el beneficio obteni- años en los demás casos. pero que no puede interpretarse de GUZMÁN DALBüRA, 314, YHERNÁN-
algún modo que importe una res- DEZ, 110-111, se han pronunciado
tricción o lesión del derecho a la a favor de la amplitud del precepto,
libertad personal. en contra de una tendencia juris-
Artículo 26. La duración de las penas temporales empezará a prudencial que, si bien ordena el
contarse desde el día de la aprehensión del imputado. Por eso apunta acertadamen- abono, pretendería encontrar su
BmuoGRAFiA: HERNÁNDEZ, H.: "Abono de prisión preventiva en causa diversa", en Informes te al centro del problema HER- fundamento en normas procesales
en Derecho. Doctrina Procesal Penal (Defensoría Penal Pública) N° 7 (2010); GUZMÁN DAL- NÁNDEZ, al señalar que el Art. 26, que reducirían su amplitud, llegan-
BORA, J,L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, LegalPublishing, Santiago
2008; POLITOFF, Sergio / MATUS, lean Pierre: "Comentario a los artículos 18 a 49", en POLITOFF tiene por fundamento el respeto do incluso a negarlo por no concu-
/.ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. a la libertad de las personas. No rrir los requisitos del Art, 164 del
se trata, entonces, de una cues- COT88. Parece necesario, entonces,
tión procesal o de una concesión revisar si la clara y rotunda redac-
COMENTARIO graciosa de la autoridad, sino que ción del Art. 26 permitiría alguna

Miguel Cillero
B7
Para afirmar su posición HERNANDEZ, 110-111, recurre al examen de la evolución de
la norma y su regulación procesal, así como de la jurisprudencia, dejando establecido
El artículo 26 constituye una límites de las penas restncnvas o que el tiempo abonado será aquél en que el sujeto se encontró efectivamente privado
norma de carácter sustantivo (HER- privativas de libertad, que, viene a de libertad.
NÁNDEZ, 109-120), relativa a los establecer el derecho a abonar a la BB
Véase, por ejemplo, Rol N° 5156-06 de 11 de octubre de 2006.
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ART. 26 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.26

interpretación que pudierarestrin- del Art, 26, era la norma contenida que condenare a una pena temporal GUZMÁN DALBORA reafirma la
gir su amplitud, por la vía de exigir en el Art. 503 (531) del antiguo deberá expresar con toda precisión misma idea, incluso respecto de
requisitos adicionales para proce- Código de Procedimiento Penal, el día desde el cual empezará ésta a privaciones de libertad, ocurridas
der al abono en el caso que la pri- que sugería que lo abonable era, contarse y fijará el tiempo de deten- en Chile o en el extranjero o en
vación de libertad se diere en una por una parte, el tiempo efecti- ción, prisión preventiva y privación proceso de extradición, "sin que
causa diversa. vo de privación de libertad, y, por de libertad impuesta en conformi- para el cómputo se necesite iden-
otra, que dicha privación de liber- dad a la letra a) del artículo 155 que tidad de hecho ni unidad e,r0ce-
HERNÁNDEZ, 110, le otorga al tad debía ser sufrida en el mismo deberá servir de abono para su cum- sal" señalando que los Ami. 26
Art. 26 el carácter de una dispo- proceso en que se dictase la conde- plimiento". CP y 348 CPP "están provistos de
sición sustantiva, de principio or- na. A las causas que se acumulaban, una natural fuerza expansiva, que
denador, que se complementa por la jurisprudencia les fue aplicando En el caso de los requisitos permite considerar en el abono la
normas procedimentales, pero que igualmente la norma del Art. 26, del Art. 164 COT parece aún medida ordenada en el mismo pro-
es en sí mismo una norma limi tativa lo que, con el tiempo, derivo en más inadecuado pretender limitar cedimiento materia de la condena,
de la duración de penas privativas la introducción de un nuevo inci- el alcance del derecho al abono por cualquiera de los hechos com-
de libertad. Para este autor el pre- so segundo al Art. 503 (531) del contenido en el Art. 26, por la prendidos en la acusación o reque-
cepto históricamente siempre fue antiguo Código de Procedimiento aplicación de una regla de unifi- rimiento, como también aquellas
amplio. En su gestación el Código Penal que permitía el abono para cación de condenas que supone que surgieron en causas distintas,
Penal, en lo que dice relación con las causas acumuladas. Asimismo, la existencia no sólo de más de donde el sujeto fue sobreseído defi-
la norma en comento, se apartó de alguna jurisprudencia le otorgaría un proceso, sino de al 'menos dos nitivamente o absuelto".
su modelo español de 1850 que no una función restrictiva de la acu- condenas. En este sentido debe
preveía ningún tipo de abono. Ni mulación al reformado Art. 164 recordarse que el derogado inciso En síntesis, la consideración del
tampoco siguió la limitación que le del COT89. segundo del Art. 503 del anterior Art. 26 como una amplia garantía
imponía al abono el Código belga CPP que fue introducido por la del derecho de la libertad personal
de 1867, que lo restringía a la in- Sin embargo, esta discusión ha Ley N° 18.857 de 6 de diciembre destinada a limitar la extensión in-
fracción que da lugar a la condena quedado desfasada con la entrada en de 1989, se ponía en la hipótesis justificada de la privación de liber-
(HERNANDEZ, 111). vigencia de la Reforma Procesal Pe- de que el condenado pudiera ha- tad, así como la actual regulación
nal, específicamente con el texto del ber sufrido privación de libertad procesal de la materia contenida en
A juicio de HERNÁNDEZ la úni- Art. 348 Cpp, que dispone en tér- por uno o más delitos, respecto el Art. 348 CPP, permiten funda-
ca norma que, por razones lingüís- minos muy amplios y concordan- de los cuales no llegó a ser con- mentar una aplicación no restricti-
ticas, pudo contradecir la amplitud tes con el Art, 26 que "la sentencia denado, ordenando, igualmente va del abono de la privación de li-
el abono del período previo, reco- bertad anterior a la condena, lapso
nociendo, implícitamente que el que se debe considerar como si "se
89
Rol N° 5798-09 de 27 de agosto de 2009, que establece en su considerando 5° que "el
abono puede realizarse aunque la hubiese cumplido pena por antici-
art. 348 del CPP permite abonar al cumplimiento de una condena no sólo el tiempo
de privación de libertad soportado en la misma causa, sino también el sufrido en otra
privación previa de libertad se hu- pado", POLITOFF I MATUS I RAMf-
causa, pero siempre que se trate de procesos que hayan podido acumularse o agruparse, biere dado en un proceso distinto REZ, PG, 475, cualquiera que haya
es decir, respecto de los cuales teóricamente sea procedente la unificación de penas, de y que en éste no se haya dictado sido el proceso en el que se haya
acuerdo con el arto 164 del COT". una condena. ordenado.
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ARTS. 27 A30 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.31

Penas que llevan consigo otras accesorias riormente sobrealgunasde estaspenas, los casos que se imponen penas
en este lugar sólo se hará un breveaná- de vida o privativas o restrictivas
Artículo 27. Las penas de presidio, reclusión y relegación per- lisis conjunto de estasdisposiciones. de libertad, dispone la Ley penas
petuos, llevan consigo la de inhabilitación absoluta perpetua para privativas de derechos" y que la
cargos y oficios públicos y derechos políticos por el tiempo de la Las reglas contenidas en los naturaleza y duración de la pena
vida de los penados y la de sujeción a la vigilancia de la autoridad Arts. 27 al 30, se refieren a la aplica- accesoria guarda correspondencia
por el máximum que establece este Código. ción de penas privativas de derechos con la de la pena principal, siendo
como accesorias. POLITOFF / MATUS / este último el sentido de las reglas
RAMÍREZ señalan que la procedencia contenidas en los Arts. 27 al 30
Artículo 28. Las penas de presidio, reclusión, confinamiento, de las penas accesorias depende de la (en el mismo sentido GARRIDO, I,
extrañamiento y relegación mayores, llevan consigo la de inhabili- pena impuesta en concreto, según los 292).
tación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos grados de desarrollo del delito y de
políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares participación en él mismo y las cir- GARRIDO destaca el carácter obli-
mientras dure la condena. cunstancias concurrentes, siempre gatorio que tiene para los tribunales
que no se encuentren asignadas por imponer estas penas y NOVOA re-
Ley al delito correspondiente'f", marca la obligación de consignarlas
Artículo 29. Las penas de presidio, reclusión, confinamiento, expresamente en la sentencia,según
extrañamiento y relegación menores en sus grados máximos, llevan NOVOA señala que en aplica- lo dispone el Art. 76 (GARRIDO, I,
consigo la de inhabilitación absoluta perpetua para derechos polí- ción de estas reglas, "solamente en 292; Y NOVOA, n, 338).
ticos y la de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos
durante el tiempo de la condena, .
Artículo 31. Toda pena que se imponga por un crimen o un
Artículo 30. Las penas de presidio, reclusión, confinamiento, simple delito, lleva consigo la pérdida de los efectos que de él pro-
extrañamiento y relegación menores en sus grados medios y míni- vengan y de los instrumentos con que se ejecutó, a menos que per-
mos, y las de destierro y prisión, llevan consigo la de suspensión de tenezcan a un tercero no responsable del crimen o simple delito.
cargo u oficio público durante el tiempo de la condena. BmuoGRAFlA: GUZMÁN DALBORA, losé Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad pe-
BmuoGRAFlA: POLlTOFF, Sergio / Mxrus, lean Pierre: "Comentario a los artículos 18 a 49", en nal, LegalPublishing, Santiago 2008; POLITOFF, Sergio / MArus, lean Pierre: "Comentario al
POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. Art. 31", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 285-287; SuAREz, Christian: "Análisis constí-

COMENTARIO 90 POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 488-489, quienes aclaran citando jurisprudencia
(SCC 27.07.1876, en G 1538, 1876) "que no se puede imponer una pena accesoria
Miguel Cillero no prevista en la ley, por el solo efecto de que de la acumulación de penas principales
que llevan consigo, resulte una duración total de pena que si admitiría la accesoria de
que se trata, como sucedería si se acumulasen dos penas de reclusión de dos años, y
En atención al carácter de es- ya realizados sobre la materia en los se aplicase la pena accesoria correspondiente a una pena de reclusión de más de tres
tas disposiciones y a los comentarios Arts. 21 Y22 Ylos que se harán poste- años".

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ART.31 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.31

tucional y legal de las penas de confiscación y comiso en el Código penal y en la Ley de al pie N° 111) que prevén la pér- sobre los que ha recaído la conducta
Estupefacientes", en POUTOFF, Sergio / MATUS, lean Pierre (coordinadores): Gran criminali-
dad organizada y tráfico ilícito de estupefacientes, ConoSur, Santiago 2000, pp. 483-529. dida sin condena de objetos de te- delictiva, esto es, el objeto material,
nencia prohibida, tales como drogas como las cosas sustraídas (LABATUT,
(Art. 41 Ley N° 20.000) o armas no 1,260; CURY, 751; GARRIDO, 1, 310;
inscritas (Art. 23 Ley N° 17.798) o POLITOFF / MATUS, Comentario,
COMENTARIO
de la pérdida de las cosas "retenidas 286; por su parte, ETCHEBERRY, II,
Héctor Herndndez y no decomisadas" en el procedi- 167) habla de objetos sobre los que
miento penal en los términos del ha recaído la conducta, pero sin dar
El precepto está tomado con Art. 281), en tanto que en materia Art. 470 CPP. ejemplos con este alcance) y las ga-
ligeras modificaciones de redacción de faltas es facultativo ("lo decretará nancias obtenidas del mismo, como
del Art. 59 del Código español de el tribunal a su prudente arbitrio se- Son instrumentos del delito el dinero ganado en el juego o las
1850. Fue aprobado sin mayor dis- gún los casos y circunstancias" reza (instrumenta sce/eris) las herramien- dádivas en el cohecho (NOVOA, II,
cusión en la sesión 130 de la Co- el Art. 500) y puede recaer sólo so- tas que fueron usadas para cometer- 344; POLITOFF / MATUS, Comenta-
misión Redactora, de 5 de mayo de bre los objetos precisos señalados en lo, como armas, llaves falsas o gan- rio, 286). Frente a esto, se ha hecho
1873 (Actas, 231). elArt.499. zúas, pero también vehículos, entre presente convincentemente que sólo
otros (LABATUT, 1, 260; NOVOA, 1I, son efectos los producta sceleris, esto
El Art. 31 consagra la pena pe- A diferencia de lo que ocurre en 344; ETcHEBERRY, II, 167; CURY, es, los que provienen directamente
cuniaria accesoria de comiso (si bien otros ordenamientos jurídicos, en- 751; GARRIDO, 1, 310; POLITOFF / del delito en el sentido de que no
sin denominarlo de ese modo, aun- tre nosotros el comiso es una pena MATus, Comentario, 286; GUZMÁN existían antes de él, tales como el do-
que ya lo ha hecho en el Art. 21), en sentido estricto y no una,. simple DALBORA, 267), con la condición de cumento falso, los alimentos adulte-
esto es, la pérdida de los efectos medida administrativa o de seguri- que efectivamente se haya hecho uso rados o el arma prohibida fabricada,
provenientes del delito y de los ins- dad (al respecto GuzMÁN DALBORA, de ellas (GUZMÁN DALBORA, 267). no el objeto material del delito ni
trumentos con que se ejecutó. Con- 264 s.), de modo que sólo se puede menos la ganancia obtenida con él
forme al Art, 21 el comiso es pena imponer a quien ha sido condenado Respecto de los efectos del de- o sceleri quasita (GuzMÁN DALBORA,
común a los crímenes, simples de- por crimen o simple delito (o por lito, existe ambigüedad y diferencia 266 s.), lo que explicaría, además,
litos y faltas, sin perjuicio de que su una falta, de acuerdo con las dispo- de pareceres. Por una parte, se en- que en algunos casos la Ley haya or-
regulación varíe de acuerdo con la siciones pertinentes) al cabo, natu- tiende por tales en términos muy denado especialmente el comiso de
gravedad del delito. Mientras este ralmente, de un proceso legalmente generales los objetos materiales que objetos de ese tipo (Arts. 251 respec-
Art. 31 rige el comiso respecto de tramitado. Por lo mismo, la pérdida han resultado del delito, tales como to de las dádivas del cohecho; 279
los crímenes y simples delitos, el de los efectos e instrumentos tiene la moneda falsa, los documentos respecto del dinero o efectos puestos
comiso en materia de faltas está re- como límite la propiedad que sobre falsos, las armas prohibidas fabri- en juego; 280, 281 Y 282 respecto
gulado en los Arts. 499 y 500. La ellos tenga un tercero sin responsa- cadas o los medicamentos adulte- del crédito prendario ilegal; 286 res-
principal diferencia entre ambas bilidad en el crimen o simple delito. rados (definiéndolos de ese modo pecto de mantenimientos objeto de
regulaciones consiste en que el co- Esto, sin perjuicio de la existencia de o a través de ejemplos NOVOA, II, alteración en su precio natural; así
miso del Art. 31 es imperativo y no disposiciones de índole administra- 344; ETCHEBERRY, II, 167; CURY, como el inciso segundo del Art, 45
conoce excepciones (aunque sí limi- tiva (conforme con esta calificación 751; GARRIDO, 1, 310; POLITOFF / de la Ley N° 20.000; del Art, 15 de
taciones, como, por ejemplo, la del GuzMÁN DALBORA, 266, con nota MATUS, Comentario, 286), aquéllos la Ley N° 17.798; Ydel Art. 178 de
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ART.31 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.32

la Ordenanza de Aduanas), disposi- valor" que puedan recaer sobre su- sin perjuicio del comiso en los casos Si bien el inciso cuarto del
. .
cienes que, en consecuencia y con- establecidos por las leyes" (al respec- Art, 60 dispone que las sumas de di-
mar de dinero equivalentes en valor
tra opinión generalizada (Novox, a los efectos o instrumentos (al res- to SUÁREZ, 520 ss.; GUZMÁN DALBO- nero decomisadas y el producto de la
n, 344; ETCHEBERRY, I1, 176; CURY, pecto GuzMÁN DALBORA, 267). En RA, 267, 269). subasta pública de las especies deco-
751), no serían en absoluto super- esa medida se aparta sensiblemente misadas tengan el mismo destino que
fluas (GuzMÁN DALBORA, 266). del régimen general, en la línea del Por su carácter de pena común las multas, esta regla ha sido alterada
derecho comparado en materia de no es necesario que la Ley lo men- por lo previsto en el Art. 469 CPP,
Sobre esta base se entiende que criminalidad organizada, la regula- cione especialmente al prever la conforme al cual se deben destinar
los bienes raíces donde se cometa ción del Art. 45 de la Ley N° 20.000 pena de un delito, pero debe dispo- a la Corporación Administrativa del
un delito no puedan ser ni efecto ni sobre tráfico ilícito de estupefacien- nerse expresamente en la sentencia Poder Judicial, sin perjuicio de reglas
instrumento del mismo (GuzMÁN tes y sustancias sicotrópicas, que condenatoria (Art. 348 inciso ter- especiales en el mismo precepto (res-
DALBORA, 267). Asimismo, es ajeno hace caer en comiso, además, bienes cero CPP); no se prevé un comiso pecto de delitos de pornografía infan-
a la idea de instrumento el objeto raíces, instrumentos que no se han "en cualquier tiempo" como hacía el til) o en otros cuerpos legales, como
con que se ha incurrido en un cuasi- empleado efectivamente en la comi- Art. 672 del CPP 1906 (al respecto el Art. 46 de la Ley N° 20.000.
delito (GUZMÁN DALBORA, 267), lo sión del delito (sino que sólo esta- SuAREz, 501).
que ha sido ratificado jurispruden- ban "destinados" a ello), las "utilida-
cialmente, al declararse la improce- des" a que den lugar los efectos del
dencia del comiso en estos casos en mismo y "las transformaciones que Naturalezay efectos de algunas penas
que "no es de apreciar el objeto o hubieren experimentado", así como
instrumento con que se cometieron, "todos aquellos bienes facilitados o Artículo 32. La pena de presidio sujeta al condenado a los tra-
sino únicamente la imprudencia adquiridos por terceros a sabiendas bajos prescritos por los reglamentos del respectivo establecimiento
o negligencia de parte del agente" del destino u origen de los mismos", penal. Las de reclusión y prisión no le imponen trabajo alguno.
(SCA Santiago de 26 de noviembre lo que sólo no resulta problemáti- BIBUOGRAFíA: CASTRO, A. / CIllERO, M.: "Protección de los derechos de los condenados: una
de 1951, RDJ T. XLIX, 2-4, 14). co si la conducta de facilitar o de reforma pendiente", Revista Electrónica Iustel (mayo 2010); CASTRO, A. / CILLERO, M. /
MERA, J,: Derechos fundamentales de los privados de libertad, Universidad Diego Portales,
adquirir constituyen en cuanto tal Santiago 2010; GUZMÁN DALBORA, J,L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal,
La pena de comiso recae precisa delito (crítico al respecto GuzMÁN LegalPublishing, Santiago 2008; MERA, J,: "Adecuación del derecho penal chileno a las
exigencias de los Derechos Humanos", en Medina, C. / MERA, J, (editores): Sistema jurí-
y exclusivamente sobre estos obje- DALBORA, 269 s.; véase también, dico y Derechos Humanos, Universidad Diego Portales, Santiago 1996; POLITOFF, Sergio /
tos. Al menos en el Código, no exis- respecto de los Arts, 25 y 26 de la MAroS, lean Pierre: "Comentario a los artículos 18 a 49", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario,
te ningún tipo de "comiso amplia- Ley N° 19.366, SuAREz, 516 ss.). pp. 263-321.
do" a otros objetos no constitutivos Ampliaciones del comiso en esta lí-
de efectos o instrumentos del delito, nea deben considerar el límite (no
como tampoco existen formas de precisamente claro, en realidad) que COMENTARIO
"comiso sustitutivo" que recaiga so- impone la primera parte de la letra
Miguel CiLLero
bre los objetos que hayan pasado a g) del N° 7 del Art. 19 de la Cons-
ocupar el lugar de los efectos o ins- titución Política de la República, en El Código Penal chileno, regu- Estos tres tipos de penas dicen rela-
trumentos en el patrimonio del con- cuanto a que "(n)o podrá imponer- la tres clases de penas privativas de ción con la gravedad del delito de
denado o, en general, "comisas de se la pena de confiscación de bienes, libertad: presidio, reclusión y prisión. acuerdo a la clasificación del Art. 21,
484 485
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ART.32 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 32 BIS

pero también, en un principio, con es decir, constituye un esbozo del A juicio de GUZMÁN DALBORA, do se mantiene vigente en Chile,
el lugar y modo de cumplimiento progresivo reconocimiento del de- 188, "el preso quedó de esta suerte mientras se encuentra superada en
(penitenciarías, presidios y cárceles) recho del condenado a trabajar, que sumido en un estado de completa la doctrina penal internacional y,
(GuzMÁN DALBORA, 206-207). Por desde la promulgación del Código subordinación a los intereses (de particularmente, por la doctrina y
su parte, el trabajo es visto, en ese se ha ido produciendo en la doctri- la administración)" afirmando que jurisprudencia internacional que
marco, como un elemento gravoso na, el derecho comparado y el dere- la "doctrina administrativa recu- establece la "posición de garante
de la condena, que diferencia al pre- cho internacional. brió con un atuendo conceptual del Estado" frente a los derechos y
sidio de la reclusión y de la prisión, a tales prácticas mediante la teo- dignidad de las personas privadas
o como una forma de sanción al El déficit de legalidad de las pe- ría de la relación especial de poder. de libertad (véase CASTRO / CILLE-
quebrantamiento. nas, resulta manifiesto en el sistema Esta situación jurídica del condena- RO / MERA).
chileno. Por más que el Art. 80 esta-
Estas diferencias se encuentran blezca que no "puede ser ejecutada
hoy desdibujadas y en gran medida pena alguna de otra forma que la
superadas, ya que en el Reglamento prescrita por la ley, ni con otras cir- Artículo 32 bis. La imposición del presidio perpetuo calificado
de Establecimiento Penitenciarios cunstancias o accidentes que los ex- importa la privación de libertad del condenado de por vida, bajo
(D.S. [Justicia] N° 518 de 1998) presados en su texto", en la práctica un régimen especial de cumplimiento que se rige por las siguientes
se establece un régimen penitencia- la doctrina reconoce que ese princi- reglas:
rio común, que abarca tanto a los pio ha sido vulnerado, a favor de la 1.a No se podrá conceder la libertad condicional sino una vez
condenados como a los detenidos y administrativización de la ejecución transcurridos cuarenta años de privación de libertad efectiva, de-
personas sujetas a prisión preventi- de la pena, que permite su regula-
biendo en todo caso darse cumplimiento a las demás normas y
va?' y a la existencia de numerosas ción prácticamente íntegra por vía
requisitos que regulen su otorgamiento y revocación;
normas legales, como las contenidas de potestad reglamentaria. Adicio-
en la Ley N° 18.216, Yreglamenta- nalmente, agravando el déficit de 2. a El condenado no podrá ser favorecido con ninguno de los
rias que han modificado totalmen- control externo, se debe considerar beneficios que contemple el reglamento de establecimientos peni-
te el régimen de cumplimiento de el precario control judicial de la eje- tenciarios, o cualquier otro cuerpo legal o reglamentario, que im-
las penas privativas de libertad. De cución de las penas, por lo que, en porte su puesta en libertad, aun en forma transitoria. Sin perjuicio
hecho, el propio Art. 89 original es- la práctica la administración peni- de ello, podrá autorizarse su salida, con las medidas de seguridad
tablece la obligatoriedad del trabajo tenciaria tiene amplios poderes de que se requieran, cuando su cónyuge o alguno de sus padres o hijos
en ciertas circunstancias vinculadas diseño, ejecución y control sobre la se encontrare en inminente riesgo de muerte o hubiere fallecido;
a la precariedad de medios econó- ejecución de las penas (MERA, 390- 3. a No se favorecerá al condenado por las leyes que concedan
micos de condenado, pero también 393; más recientemente CASTRO /
amnistía ni indultos generales, salvo que se le hagan expresamente
reconoce la posibilidad de trabajar, CILLERO).
aplicables. Asimismo, sólo procederá a su respecto el indulto parti-
cular por razones de Estado o por el padecimiento de un estado de
91 POLITOFF / MATUS, Comentario, 288. Actualmente esta materia se regula por el Decreto
N° 943 de Justicia que aprueba el "Reglamento que establece un Estatuto Laboral y de
salud grave e irrecuperable, debidamente acreditado, que impor-
Formación para el Trabajo Penitenciario" de 14 de mayo de 20 11. Véase Comentario te inminente riesgo de muerte o inutilidad física de tal magnitud
a los arts. 88 y 89. que le impida valerse por sí mismo. En todo caso el beneficio del
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ART. 32 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 32 BIS

indulto deberá ser concedido de conformidad a las normas legales El argumento que subyace a la to, se produce realmente el
que lo regulen. fundamentación de la inclusión del intimidatorio que persigue el legis-
BmuoGRAFÍA: Historia de la Ley N° 19.734, Biblioteca del Congreso Nacional, 2001; No- llamado presidio perpetuo califica- lador y que incide en la prevención
GUEIRA ALCALÁ, H.: "Informe en Derecho sobre la moción parlamentaria para restablecer la do, sería que su introducción vino a de estos delitos"?", argumentosque
pena de muerte para ciertos delitos", Ius et Praxis, año 9 N° 2 (2003); POLITOFF, Sergio / posibilitar la abolición de la pena de a lo menos parecen discutibles e in-
MArus, jean Pierre: "Comentario a los artículos 18 a 49", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario,
pp. 263-321. muerte, por lo que su validez debe- suficientes.
ría examinarse de un modo compa-
rativo o compensatorio en relación Hecha esta breve introducción,
a la pena que vino a sustituir. Nos es posible pasar a comentar la dis-
COMENTARIO
parece, por el contrario, que el es- posición en su propio mérito, inde-
Miguel Cillero tablecimiento de una consecuencia pendientemente de la derogación
jurídico-penal en el ordenamiento parcial de la pena de muerte a la que
El Art. 32 bis es el resultado a la vida y a la integridad personal jurídico debe sustentarse en su pro- históricamente se encuentra unida.
de la reforma introducida por la de las personas, así como dar cum- pia entidad y la valoración ha de ser
Ley N° 19.734, de 5 de junio de plimiento a acuerdos internaciona- hecha en función de los parámetros La doctrina nacional ha sido
2001, que tuvo su origen en una mo- les que se encontraban vigentes en de legalidad, humanidad y respeto a profundamente crítica de la intro-
ción parlamentaria del Senador Juan Chile (Pacto de Derechos Civiles y la dignidad humana que debe guiar ducción de esta pena. POLITOFF y
Hamilton (Boletín N° 2367-07) Políticos y Convención Americana a toda sanción punitiva y no en re- MATUS, advierten, citando el Men-
destinada a abolir la pena de muerte.de Derechos Humanes", la indica- lación a la pena que supuestamente saje presidencial, su carácter contra-
Posteriormente, por Mensaje N° 87- ción del Ejecutivo introdujo nuevos viene a reemplazar en el ordena- dictorio. Por una parte, se pretende
342 de 20 de junio de 2000, el Eje- fundamentos de la reforma que lle- miento jurídico penal. justificar el exacerbamiento de la se-
cutivo presentó indicaciones sustitu-varían a que, junto con la abolición veridad del presidio perpetuo, en la
tivas y aditivas que dieron forma al parcial de la pena de muerte en Chile Asimismo, debe hacerse notar necesidad de establecer una alterna-
actual Art. 32 bis. dejándola limitada al Derecho penal que el Mensaje de la del tiva que sea más eficaz (que la pena
militar para tiempos de guerra?", se Ejecutivo citada, llamaba la aten- de muerte) para los delitos más gra-
Si bien la moción parlamentaria estableciera esta nueva pena deno- ción sobre la necesidad de modificar ves a un extremo tal que el conde-
tenía como objetivo abolir completa- minada presidio perpetuo calificado, el régimen de libertad condicional nado cumpla una pena de por vida,
mente la pena de muerte atendiendo que viene a agravar al anterior presi- en relación al presidio perpetuo estableciéndose por regla general
las exigencias de respeto al derecho dio perpetuo. simple, ya que esta regulación aten- que el delincuente cumpla el presi-
taría con el principio que la sanción dio perpetuo efectivo (sic). Mientras
sea proporcional a la gravedad del que, por otra parte, se remarca el ca-
92 Véase en la Historia legislativa, 56-59. hecho, señalando que "sólo si esta rácter imperativo, en atención a los
93 Véase GuzMÁN DALBORA, 159, y los comentarios y referencias bibliográficas al arto 21
proporcionalidad se encuentra en tratados internacionales vigentes en
ya realizados a propósito de la derogación parcial de la pena de muerte. Respecto a los
efectos de la abolición y la imposibilidad jurídica (desde el punto de vista constitucional
la Ley y, a su vez, se logra imponer Chile, de la reinserción social (POLI-
y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos vigente en Chile) de reposición efectivamente en cada caso concre- TOFF / MATUS, Comentario, 301).
de la pena de muerte respecto de los delitos para los que se abolió, o para asignarla a
nuevos delitos en el futuro, véase NOGUElRA.
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Historia legislativa, 59.
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Para estos autores se trata de un la también "abstrusa perpetuidad por ejemplo, como una prohibi- presamente aplicables". Además,
"despropósito legislativo" que impo- perpetua" establecida en el Dere- ción en el Art. 37 de la Convención en el caso del indulto particular se
ne una pena incapacitante, renun- cho francés en 1994). sobre los Derechos del Niño, pero critica que se establezca como uno
ciando a los fines de rehabilitación que debe ser atendida al margen de de sus fundamentos unas "borrosas
y" reinserción social. Advierten que GARRIDO, I, 281-282, de un que se acepte o no su existencia. En razones de estado" (GUZMAN DAL-
se vulnera de este modo, al mandato modo más bien descriptivo, señala síntesis, se trata de reconocer que BORA, 209). Esta referencia resulta
constitucional de que el Estado se que el presidio perpetuo puede ser una pena de por vida sin derecho altamente reprobable, en la me-
encuentra al servicio de la persona simpleo calificado y que la "diferen- a excarcelación y otra con posibili- dida que, además de entregar una
humana y a la promoción del bien cia entre ambos presidios perpe- dades de excarcelación constituyen facultad ampliamente discrecional
común de un modo que alcance a tuos, como es obvio, no incide en una diferencia sustantiva, por lo al Ejecutivo, lo hace en virtud de
cada uno de los integrantes de la co- la duración de las sanciones, pues que las condiciones que permitan una categoría (las razones de Es-
munidad nacional (POLITOFF/ MA- ésta es equivalente a la duración de acceder a la excarcelación deben ser tado) que repugna a los principios
TUS, Comentario, 301). toda la vida del condenado", sino reales y no meramente ilusorias, de de ejercicio democrático y limitado
que "la diferencia incide en las modo tal de impedir que los requi- del poder punitivo.
CURY, 721, con dureza califica a consecuencias tangenciales de una sitos establecidos para la excarce-
esta pena como "una pena privativa y otra" en relación a que el presidio lación, la puedan convertir en los En relación a la libertad con-
de libertad vergonzosa, inexplicable perpetuo calificado se somete a un hechos en una pena perpetua, de dicional, se establece un requisito
en la legislación de una sociedad ci- "régimen especial de cumplimien- carácter degradante e inhumana, adicional, que es que su concesión
vilizada, e incapaz de cumplir cual- to" que no afecta al presidio per- que no atiende a la ideas de rein- corresponde al Pleno de la Corte
quiera de los fines que puedan atri- petuo simple". Por lo que, concep- tegración social contenidas, entre Suprema, luego de que se hayan
buirse a la sanción punitiva". tualmente, el problema no sería de otros instrumentos, en el artículo seguido todos los procedimientos
si se trata o no de una pena perpe- 10 e) del Pacto de Derechos Civiles regulares de carácter administrati-
GUZMÁN DALBORA, 208, afir- tua, sino de los requisitos estableci- y Políticos. vo (Art. 5° DL N° 321). Asimis-
ma que "tamaña especie penal fue dos para poner término anticipado mo, si se rechaza, sólo se podrá
concebida con el propósito de ino- a su ejecución. En el caso en estudio el legisla- pedir nuevamente luego de dos
cuizar al condenado a través de dar situó en 40 años el plazo míni- años contados desde la última pre-
una segregación cuyo término es Esta posición no nos parece mo de tiempo para poder optar a la sentación.
la muerte o la decrepitud". Asimis- acertada, especialmente en el marco libertad condicional, prohibiendo
mo, centra su crítica en que tanto de un proyecto que pretende fun- expresamente la concesión durante Queda de manifiesto que el con-
el presidio perpetuo a secas como damentarse en el Derecho Interna- ese tiempo de beneficios intrape- junto de restricciones que se estable-
el calificado son de por vida, por cional de los Derechos Humanos, nitenciarios, y se establecen reglas cen para la concesión de la libertad
lo que la idea de presidio perpetuo que viene reconociendo desde hace especiales que limitan las facultades condicional, tienden a concretar, de
calificado es incomprensible y sus tiempo una diferencia conceptual de amnistía e indulto. un modo indirecto pero no menos
diferencias sólo se refieren a la re- o de entidad entre las penas perpe- efectivo, la intención de convertir el
gulación de los modos de término tuas efectivas y las que contemplan Respecto a la amnistía o al presidio perpetuo calificado en una
distintos a la muerte del condenado un derecho a excarcelación, dife- indulto, ellos no pueden ser ge- sanción de carácter inocuizadar per-
(en nota 208 se refiere con ironía a rencia conceptual que es recogida, nerales, "salvo que lo hagan ex-: manente.
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ARTS.33A36 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 36

Artículo 33. Confinamiento es la expulsión del condenado del cel'", desde temprano se asociaron incluso, en peores circunstancias, se
territorio de la República con residencia forzosa en un lugar deter- a delitos contra la seguridad inte- han impuesto ilegítimamente por la
rior del Estado (distintas formas de autoridad administrativa al margen
minado.
rebelión, sedición, entre otros), sin de las facultades constitucionales y
importar la nacionalidad del con- legales.
denado, GUZMÁN DALBüRA, 228.
Artículo 34. Extrañamiento es la expulsión del condenado del Asimismo, la relegación, como se- En la práctica el destierro, desde
territorio de la República al lugar de su elección. ñala GUZMÁN DALBüRA, pese a estar la derogación del delito de amance-
asignada como pena facultativa en bamiento (Art. 381 inciso segundo),
ciertos delitos de común ocurren- ha caído en desuso (CURY, 743, Po-
Artículo 35. Relegación es la traslación del condenado a un cia como las lesiones y amenazas LITüFF / MATUS, Comentario, 303) y
punto habitado del territorio de la República con prohibición de (articulas 399 y 298, respectiva- las demás penas restrictivas de liber-
salir de él, pero permaneciendo en libertad. mente), no ha "tenido otro destino tad de que tratan estos articulas son
que el delito político, sólo que sin de escasa aplicación práctica.
forma de juicio y como meras me-
Artículo 36. Destierro es la expulsión del condenado de algún didas administrativas ordenadas' en Respecto al conjunto de estas
punto de la República. momentos de quiebre constitucio- penas se observan dos posiciones
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DÁLBoRA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Le- nalo de abusos de los poderes que en la doctrina. Mientras algunos
galPublishing, Santiago 2008; HON, M.A.: Sistema carcelario en Chile:visiones, realidades concede la Constitución al gobier- plantean que pueden ser útiles en
y proyectos: 1816-1916, Dibam, Santiago 1996; POIITOFF, Sergio / MAros, lean Pierre: "Co- no" (GUZMÁN DALBüRA, 228). el futuro, por ejemplo, vinculando
mentario a los artículos 18 a 49", en POIITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.
la pena de relegación a métodos de
En concreto, entonces, estas pe- control electrónico, y servir de al-
nas han ido quedando sin aplicación ternativas efectivas a la privación de
COMENTARIO práctica o se han reducido a penas libertad", otros destacan su carácter
Miguel Cillero alternativas de delitos de carácter anacrónico y los efectos "mucho más
político de extrema gravedad"; o severos y deteriorantes de lo que su
El confinamiento, el extraña- menos intenso que las penas priva-
miento, la relegación y el destierro tivas de libertad (GARRIDO, 1, 266- 96
En el caso chileno previo al Código estas penas ya se utilizaban, particularmente con
son penas restrictivas de libertad, 267)95, El confinamiento y extra- el destierro a la Isla de Juan Fernández. Un análisis completo de las penas vigentes en
que afectan la facultad de despla- ñamiento, de anterior aparición el país al momento de la aprobación del Código Penal en UON.
97
zamiento del condenado de modo en el tiempo que las penas de cár- POLITOFF / MATUS, Comentario, 302, refiriendo a los arts. 118, 121 Y ss, ya los arts,
3 y 5 de la Ley de Seguridad del Estado.
98
POLITOFF / MATUS, Comentario, 303, refiriéndose, por ejemplo, a las medidas de aleja-
95 Destaca también la vinculación de estas penas con la libertad locomotiva, GUZMÁN miento de las víctimas. GuzMÁN DALBORA, 225, señala que en la doctrina comparada
DALBORA, 213, quien desarrolla un completo análisis de su evolución histórica, desta- se observa una cierta vinculación o evolución de estas sanciones "a las reglas de con-
cando que estas penas anteceden a las privativas de libertad, en particular, al encierro ducta que hay que observar durante el período de prueba de la condena de ejecución
carcelario. condicional, libertad vigilada o suspensión del procedimiento".

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ART.37 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.38

apariencia sugiere", destacando ade- privado de su derecho a ingresar al de tres años y un día o superior" conducta terrorista, disposición esta
más, que estas penas no ofrecen en . ".
rrusrno (GARRIDO, I, 268). La clasificación última criticable desde el punto de
su ejecución "condiciones que ha- de las penas en aflictivas y no aflic- vista del respeto al principio de pre-
biliten para alcanzar objetivos de Igualmente, nos parece que tivas, sólo tiene relevancia para efec- sunción de inocencia (CURY, 705;
prevención especia (así CURY, 744), la posibilidad que existan algunas tos constitucionales y para algunos concuerdan citándolo expresamen-
por lo que se recomienda prescindir similitudes entre la pena de rele- aspectos procesales relativos a la li- te POLITOFF / MATUS, Comentario,
completamente de ellas. gación y ciertas formas de protec- bertad provisional, principalmente 304; y GARRIDO, I, 270).
ción basadas en el alejamiento de en relación al anterior Código de
Particularmente crítico y res- las víctimas (incluidos los controles Procedimiento Penal. En el ámbito procesal, impor-
trictivo se debe ser con las penas de electrónicos) o penas de libertad vi- tante era esta clasificaciónen relación
extrañamiento, confinación y des- gilada, o suspensiones condicionales En el ámbito constitucional, la a la libertad provisional (Arts. 358,
tierro, ya que como GuzMÁN DAL- de la pena o de su ejecución, no jus- clasificación es relevante debido a 361 y 363 CPP 1906), pero estas
BORA observa con razón, en Chile el tifica remitirse a estas.penas antiguas que la Constitución establece, en pri- regulaciones no fueron recogidas
"confinamiento y el extrañamiento y anacrónicas. Por el contrario, una mer término, en el Art, 17 N° 2 que por el actual Código Procesal Penal,
son contrarios al Derecho político", correcta construcción doctrinaria y la ciudadanía se pierde por condena que sólo hace referencia a esta clasi-
en la medida que la Convención legal de tipo de penas o reglas a pena aflictiva y, en segundo térmi- ficación en relacióna la revisión por
Americana de Derechos Humanos, de conducta, merecen y requieren no, en el Arr, 16 N° 2 que dispone parte del fiscal regional de la deci-
establece en su Art. 22 que "nadie un diseño y justificación que poco que el derecho a sufragio se suspen- sión de archivar provisionalmente
puede ser expulsado del territorio tiene que ver con las antiguas penas de por estar la persona acusada de o una causa si el delito mereciere pena
del Estado de que es nacional, ni ser de relegación. por delito que la Ley califique como aflictiva (Art. 167 CPP).

Artículo 37. Para los efectos legales se reputan aflictivas to- Artículo 38. La pena de inhabilitación absoluta perpetua para
das las penas de crímenes y respecto de las de simples delitos, las cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesiones titulares,
de presidio, reclusión, confinamiento, extrañamiento y relegación y la de inhabilitación absoluta temporal para cargos y oficios pú-
menores en sus grados máximos. blicos y profesiones titulares, producen:
BmLIOGRAFIA: GUZMÁN DALBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal- 1. La privación de todos los honores, cargos, empleos y oficios
Publishing, Santiago 2008; POLlTOFF, Sergio / MATOs, lean Pierre: "Comentario a los artícu-
los 18 a 49", en POLlTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. públicos y profesiones titulares de que estuviere en posesión el pe-
nado, aun cuando sean de elección popular.
2. La privación de todos los derechos políticos activos y pasivos
COMENTARIO y la incapacidad perpetua para obtenerlos.
Miguel Cillero 3. La incapacidad para obtener los honores, cargos, empleos,
oficios y profesiones mencionados, perpetuamente si la inhabilita-
De acuerdo a lo dispuesto en las penas privativas y restrictivas de ción es perpetua y durante el tiempo de la condena si es temporal.
este artículo, son "aflictivas todas libertad que tengan una duración 4. Derogado.
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ART.39 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART. 39 BIS

Artículo 39. Las penas de inhabilitación especial perpetua y tud con las medidas de seguridad encuentran valor a estas penas como
temporal para algún cargo u oficio público o profesión titular, pro- (CURY, 747), cuestión respecto de la sustitutos de la prisión y consideran
ducen: cual el propio autor parece mostrar que son 'penas de relativamente fá-
l. La privación del cargo, empleo, oficio o profesión sobre que su disconformidad al señalar la in- cil cumplimiento (se establecen de-
conveniencia de dictar como pena beres de abstención) y control. Sin
recaen, y la de los honores anexos a él, perpetuamente si la inhabi-
accesoria las inhabilitaciones como embargo, estos autores no se hacen
litación es perpetua, y por el tiempo de la condena si es temporal. una consecuencia automática de un cargo del carácter negativo para la
2. La incapacidad para obtener dicho cargo, empleo, oficio o número importante de delitos, por integración social de los sujetos de
profesión u otros en la misma carrera, perpetuamente cuando la el carácter contradictorio con un estas sanciones, punto referido por
inhabilitación es perpetua, y por el tiempo de la condena cuando compromiso efectivo con los fines CURY, y asumen de un modo poco
es temporal. de prevención especial?", crítico que estas penas no tienen ca-
BIBliOGRAFíA: GUZMÁN DÁLBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal- rácter estigmatizante, lo que parece
Publishing, Santiago 2008; POUTOFF, Sergio / MATUS, lean Pierre: "Comentario a los artícu- En un sentido diverso, POLITOFF al menos discutible crítico también
los 18 a 49", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.
I MATUS, Comentario, 306-307, le GuzMÁN DALBORA, 302, nota 87).

COMENTARIO
Miguel Cillero Artículo 39 bis. La pena de inhabilitación absoluta temporal
para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos
Anteriormente se hizo referen- encuentran su origen en las llamadas educacionales o que involucren una relación directa y habitual con
cia a estas penas en el comentario a penas infamantes, aunque actual- personas menores de edad, prevista en el artículo 372 de este Có-
los Arts. 21 y 22, en relación a las mente, desprovistas de ese carácter, digo, produce:
penas accesorias. A continuación se se les califica como penas privativas 1° La privación de todos los cargos, empleos, oficios y profe-
revisarán brevemente en cada caso de otros derechos. siones que tenga el condenado.
algunas de sus particularidades más
2° La incapacidad para obtener los cargos, empleos, oficios
importantes y que han motivado di- Una cuestión doctrinaria rele-
ferentes posiciones doctrinarias, de-
y profesiones mencionados antes de transcurrido el tiempo de la
vante, además de las ya tratadas en
jando el comentario sobre la regu- los comentarios de artículosanterio- condena de inhabilitación, contado desde que se hubiere dado
lación del indulto para los Arts. 42 res, es la naturaleza de estas penas, cumplimiento a la pena principal, obtenido libertad condicional
y44. ya que, como señala CURY, especial- en la misma, o iniciada la ejecución de alguno de los beneficios de
mente en las penas de inhabilita- la Ley N° 18.216, como alternativa a la pena principal.
En general, estas penas de inter- ción y de suspensión, "se imponen
dicción, son asignadas como penas prevalentemente con el objeto de
accesorias o alternativas a otras pe- prever que el sujeto abuse de los 99
CURY, 747-748. Agrega el autor que "la práctica y la investigación criminológica han
nas, teniendo poca relevancia como derechos afectados por ellas", con demostrado que muchas veces los que han cometido atentados de consideración,
penas principales. Respecto a su lo cual adquieren, desde un pun- son, no obstante, capaces de asumir, incluso con ventajas, funciones de confianza
contenido específico, como se dijo to de vista doctrinario, una simili- pública".

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ART.40 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.41

La pena de inhabilitación de que trata este artículo tiene una La suspensión decretada durante el juicio, trae como conse-
extensión de tres años y un día a diez años y es divisible en la cuencia inmediata la privación de la mitad del sueldoal imputado,
misma forma que las penas de inhabilitación absoluta y especial la cual sólo se le devolverá en el caso de pronunciarse sentencia
temporales. absolutoria.
BmuoGRAFÍA: GUZMÁN DÁLBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal- La suspensión decretada por vía de pena, priva de todo sueldo
Publishing, Santiago 2008.
al suspenso mientras ella dure.
BmuoGRAFÍA: GUZMÁN DÁLBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal-
Publishing, Santiago 2008; POUTOFF, Sergio / MATUS, lean Pierre: "Comentario a los artícu-
los 18 a 49", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.
COMENTARIO

Miguel Cillero
COMENTARIO
Esta pena fue incorporada por condenado, sino que sólo aquéllos
la Ley N° 19.927 de 14 de enero que se encuentren circunscritos al Miguel Cillero
de 2004, es una pena principal de ámbito de aplicación contenido en
los "delitos contra la indemnidad el encabezado del artículo. Esta disposición debe ser com- rece la distinción entre inhabilita-
sexual cometidos contra menores de plementada por lo dispuesto en el ción temporal y suspensión en el
edad (artículo 372 del Código Pe- Por su parte, también debe des- Estatuto Administrativo, en virtud ámbito de los funcionarios públicos
nal), que afecta a las profesiones que tacarse que el plazo de inhabilitación del cual el suspendido de un cargo u (CURY, 749; Noves, 11, 135; POLI-
se ejercen directamente en ámbitos para la incapacidad para obtener es- oficio público no puede ser repuesto TOFF / MATUS, Comentario, 311).
educacionales o involucren una rela- tos cargos, empleos, oficios y profe- en su anterior posición, aun cuando Sin embargo, se mantiene la rele-
ción directa y habitual con personas siones, es de tres años y un día a diez la pena se encuentre cumplida, de vancia de esta disposición en el caso
menores de edad (GARRIDO 1, 267). años contados desde el cumplimiento modo tal que a este respecto desapa- de suspensión de profesión titular.
de la pena principal, la obtención de
Critica la formulación del texto la libertad condicional o iniciada la
legal GuzMÁN DALBORA, señalando ejecución de alguno de los beneficios
Artículo 41. Cuando las penas de inhabilitación y suspensión
que no se trata, como parece querer de la Ley N° 18.216, con lo cual esta
decir el N° 1 del artículo, de la pri- pena resulta más gravosa que las in-
recaigan en persona eclesiástica, sus efectos no se extenderán a los
vación de todos los cargos, empleos, habilitaciones temporales de carácter cargos, derechos y honores que tenga por la Iglesia. A los eclesiás-
oficios y profesiones que tenga el general, (GUZMÁN DALBORA, 301). ticos incursos en tales penas y por todo el tiempo de su duración,
no se les reconocerá en la República la jurisdicción eclesiástica y la
cura de almas, ni podrán percibir rentas del tesoro nacional, salvo
la congrua que fijará el tribunal.
Artículo 40. La suspensión de cargo y oficio público y pro- Esta disposición no comprende a los obispos en lo concer-
fesión titular, inhabilita para su ejercicio durante el tiempo de la niente al ejercicio de la jurisdicción ordinaria que les corres-
condena. ponde.
498 499
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ART.42 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ARTS. 41 -44

COMENTARIO Gobierno al Senado para los efectos el número 2° del artículo 9° de la


de la rehabilitación a que se refiere Constitución Política"lOO.
Miguel Cillero

Desde la separaciónde la Iglesia y cluidaslasinhabilitacionespara el ejer-


Artículo 43. Cuando la inhabilitación p?-ra cargos Yoficios pú-
el Estado, esta disposiciónperdió toda cicio de cargos u oficios eclesiásticos,
relevancia. Las penas eclesiásticas, in- se rigen por el Derecho Canónico. blicos y profesiones titulares es pena accesoria, no la comprende el
indulto de la pena principal, a menos que expresamente se haga
extensivo a ella.
Artículo 42. Los derechos políticos activos y pasivos a que se
refieren los artículos anteriores, son: la capacidad para ser ciudada- Artículo 44. El indulto de la pena de inhabilitación perpetua
no elector, la capacidad para obtener cargos de elección popular y o temporal para cargos y oficios públicos y profesiones titulares,
la capacidad para ser jurado. El que ha sido privado de ellos sólo repone al penado en el ejercicio de estas últimas, pero no en los
puede ser rehabilitado en su ejercicio en la forma prescrita por la honores, cargos, empleos u oficios de que se le hubiere privado. El
Constitución. mismo efecto produce el cumplimiento de la condena a inhabili-
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal- tación temporal.
Publishing, Santiago 2008; POUfOFF, Sergio / MArus, jean Pierre: "Comentario a los artícu-
los 18 a 49", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 263-321. BmuoGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, ].L.: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, Legal-
Publishing, Santiago 2008; MARTíNEZ, F.: "Algunas consideraciones sobre la política post-
penitenciaria en Chile", Debate Penitenciario N° 3 (CESC, Universidad de Chile) (2006);
POUTOFF, Sergio / MArus, jean Pierre: "Comentario a los artículos 18 a 49", en POLITOFF /
ORTIZ, Comentario, pp. 263-321.
COMENTARIO
Miguel Cillero
COMENTARIO
Este artículo se entiende referi- condena, sefialan POLITOFF / MA- Miguel Cillero
do a la clasificación de penas aflic- TUS, Comentario, 313, es relevante
tivas contenida en el comentado que el decreto supremo confidencial
Los Arts. 43 y 44 contienen las accesorio sigue la suerte de lo princi-
Art. 37, que se entiende remitida a que, en conformidad al Art. 2° del
reglas referidas a los efectos del in- pal", exigiendo que para que el indul-
lo dispuesto en el Art. 17 inciso 2° D.L. N° 409 de 12 de agosto de
dulto en la pena de inhabilitación. to alcance tanto a la pena principal
CPR. La referencia a integrar jura- 1932, permite considerar al conde-
La primera regla, contenida en el como a la accesoria de inhabilitación
dos hoy no tiene aplicación práctica na do como una persona que "nunca
Art. 43, dispone una excepción al se requiere una mención expresaen el
en Chile. hubiese delinquido para todos los
principio general según el cual "lo instrumento que concede el indulto.
efectos legales y administrativos",
Respecto a la rehabilitación, y se dispone que "el decreto que
ella debe ser realizada por el Sena- concede este beneficio se considera- 100 Are. 1° inciso final D.L. N° 309 de 1932. Actualmente la referencia debe ser entendida
do. Para los que hayan cumplido su rá como una recomendación del S. al are. 17 inciso segundo Cl'R,

500 SOl
!'"""'",

ART.45 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.46

Por su parte, las reglas del Asimismo, el reingreso a ejercer le entregará la boleta de viaje primitiva visada para que se traslade
Art. 44 disponen que el indultado cargos y oficios públicos del conde- a su nueva residencia.
es "repuesto en el ejercicio de las nado a la pena de inhabilitación per- 5a . La de adoptar oficio, arte, industria o profesión, si no tuvie-
profesiones titulares, y en la capa- petua o temporal, que fuere indul-
re medios propios Y, conocidos de subsistencia.
cidad para ejercer los cargos públi- tado posteriormente, procede sólo
cos", pero no tiene derecho a ser cumpliendo con los procedimientos Dado el carácter accesorio de esta pena en la Ley chilena, nos
REMISiÓN: al Co-
mentario del Art. 23.
repuesto en los honores, cargos, establecidos para omitir los antece-
empleos u oficios públicos de que dentes prontuariales contenidos en
se le hubiere privado, lo que es el D.L. N° 409 de 1932 y cumplir
consistente con las normas vigen- con los demás requisitos estableci- Artículo 46. La pena de caución produce en el penado la obli-
tes del Estatuto Administrativo, dos en la normativa sobre ingreso a gación de presentar un fiador abonado que responda o bien de
según se analizó en el Comentario la Administración Pública (POLITOFF que aquél no ejecutará el mal que se trata de precaver, o de que
al Art. 22. ¡MATUS, Comentario, 315)101. cumplirá su condena; obligándose a satisfacer, si causare el mal o
quebrantare la condena, la cantidad que haya fijado el tribunal.
Si el penado no presentare fiador, sufrirá una reclusión equi-
Artículo 45. La sujeción a la vigilancia de la autoridad da al valente a la cuantía de la fianza, computándose un día por cada
juez de la causa el derecho de determinar ciertos lugares en los quinto de unidad tributaria mensual; pero sin poder en ningún
cuales le será prohibido al penado presentarse después de haber caso exceder de seis meses.
cumplido su condena y de imponer a éste todas o algunas de las BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad pe-
nal, LegalPublishing, Santiago 2008; POIlTOFF, Sergio/ MATUS, Iean Pierre: "Comentario al
siguientes obligaciones: Art. 31", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 317-318.
1a. La de declarar antes de ser puesto en libertad, el lugar en
que se propone fijar su residencia.
2a . La de recibir una boleta de viaje en que se le determine el COMENTARIO
itinerario que debe seguir, del cual no podrá apartarse, y la dura- Héctor Herndndez
ción de su permanencia en cada lugar del tránsito.
3a • La de presentarse dentro de las veinticuatro horas siguientes De acuerdo con el Art. 23, la o que aquél no realizará un mal que
a su llegada, ante el funcionario designado en la boleta de viaje. pena de caución puede imponerse se quiere precaver. La cantidad a sa-
4 a . La de no poder cambiar de residencia sin haber dado aviso como pena accesoria o como medi- tisfacer por el fiador en caso de que-
de ello, con tres días de anticipación, al mismo funcionario, quien da preventiva, pero sólo "en los casos brantamiento o ejecución del mal y
especiales que determinen este Códi- el tiempo por el que se extiende su
go y el de Procedimientos". En este garantía deben ser establecidos por
101 Debe considerarse también el DS N° 64 (justicia) de 27 de enero de 1960, cuya
Art, 46 se regula el contenido de la el tribunal al momento de imponer
última modificación es de 27 de diciembre de 2002, que contiene el "Reglamento
sobre la eliminación de prontuarios penales, de anotaciones y otorga certificados de pena, que consiste en la obligación la pena. Los límites de cuantía y de
antecedentes". Una completa referencia a los problemas de los procedimientos para la del condenado de presentar un fiador tiempo se encuentran en el inciso fi-
eliminación de antecedentes prontuariales, aunque sin referencia específica a los efectos solvente que garantice patrimonial- nal del Art, 25, conforme al cual "se
del indulto en MARTfNEZ, 15 ss. mente el cumplimiento de la pena observarán las reglas establecidas para
502 503
ART.47 CODIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 47

la multa, doblando las cantidades res- del Arr, 2337 del Código Civil, que COMENTARIO
pectivamente, y su duración no podrá permite sustituir la fianza exigida por
exceder del tiempo de la pena u obli- Ley o decreto judicial por una prenda Héctor Herndndez
gación cuyo cumplimiento asegura, o hipoteca suficiente (sesión 132, de 7
o de cinco años en los demás caSOS". de mayo de 1873, Actas, 233). La disposición está basada en el corresponden a los intervinientes
Consecuentemente, la caución máxi- Art, 46 del Código español de 1850 deben consignarse anticipadamen-
ma para crímenes no puede exceder Si el condenado no presenta fia- y fue aprobada en la sesión 132, te, sin perjuicio de que el Estado so-
de 60 UTM, para simples delitos, de dor, se le impone, por vía sustitutiva, de 7 de mayo de 1873, con supre- porte los gastos de quienes gocen de
40 UTM y para faltas, de 8 UTM. una "reclusión" equivalente al monto sión de su calificación como "pena" privilegio de pobreza). La decisión
impuesto para la fianza, computándo- (Actas, 233), en conformidad con debe adoptarse previa audiencia y la
Se ha discutido su carácter de ge- se un día por cada UTM, con un lími- el acuerdo previo (sesión 128, de sentencia debe pronunciarse expre-
nuina pena (CURY, 754; GuZMÁN DAL- te máximo de seismeses. Con todo, tal 30 de abril) en orden a suprimir el samente al respecto (Arts. 45 y 342
BORA, 270 s.) yen general se destaca su como ocurre con la "prisión sustituti- pago de las costas de la escala gene- letra f] CPP).
ínfima relevancia, que ya se desprende va' en materia de multas, se entien- ral de penas del Art. 21: "por no ser
del hecho de que el Código sólo la pre- de que debe cesar la "reclusión" si se verdaderas penas ... se comprende en Las costas de la causa no cons-
vea como pena facultativa para el delito presenta un fiador o la garantía que lo la obligación jeneral de abonar per- tituyen pena pecuniana, sino mero
de amenazas (caución de no ofender reemplaza, si bien el tiempo de priva- juicios que pesa sobre el que causa resarcimiento de los gastos en que
al amenazado) en el Art. 298 (cfr. lA- ción de libertad no se toma en cuenta algún daño" (Actas, 227). se ha debido incurrir con motivo del
BATIIT, 1, 261; NOVOA, II, 285, 343; para disminuir la caución, aunque sí juicio (NOVOA, II, 340). Su pago goza
ETCHEBERRY, II, 168; CURY, 751, 755; su duración (CURY, 755 s.; POLITOFF / Conforme al Art, 24, toda sen- de preferencia respecto de otras obli-
POurOFF / MATUS, Comentario, 318; MATUS, Comentario, 318). tencia condenatoria en causa crimi- gaciones del condenado, de acuerdo
GuZMÁN DALBORA, 270 s.; GARRIDO, 1, nal obliga no sólo a indemnizar los con el Art. 48.
311 entiende que en esesupuesto no es Conforme al inciso cuarto del daños y perjuicios ocasionados con
pena, sino sólo medida preventiva). Art. 60, las cauciones que se hagan el delito, sino también (y como se Si bien las dudas sobre la justi-
efectivas tienen el mismo destino desprende del orden de prelación cia de que sean los condenados los
La Comisión Redactora dejó cons- que las multas (véase Comentario al del Art. 48: antes) las costas de la que deban solventar los juicios pú-
tancia de la procedencia en este caso Art.60). causa, idea que es confirmada por blicos (FUENSALIDA, 1, 245; POLITOFF
el Art. 47 inciso primero CPP ("Las / MATUS, Comentario, 319) no han
costas serán de cargo del condena- alterado la decisión legal, debe tener-
Artículo 47. En todos los casos en que se imponga el pago de do"). El pago de las costas se ex- se presente que existen distintas vías
tiende tanto a las costas procesales por las cuales el condenado puede
costas se entenderá comprender tanto las procesales como las per-
como a las personales (conforme a verse liberado de este pago. Desde
sonales y además los gastos ocasionados por el juicio y que no se
la definición del Art. 139 CPe), así luego porque el tribunal, por razo-
incluyen en las costas. Estos gastos se fijarán por el tribunal, previa
como a otros gastos ocasionados por nes fundadas, "podrá eximir total o
audiencia de las partes. el juicio y no incluidos en aquéllas parcialmente del pago de las costas a
BIBUOGRAFIA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad pe-
nal, LegalPublishing, Santiago 2008; POLITOFF, Sergio/ Mxrus, Iean Pierre: "Comentario al (debiendo tenerse presente que con- quien debiere soportarlas" (Art. 47
Art, 48", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 319-320. forme al Art. 51 CPP los gastos que inciso tercero CPP). Adicionalmen-
504 505
HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.48
ART.48 CÓDIGO PENAL COMENTADO

te, porque en muchos casos el con- crea la Defensoría Penal Pública), eh tica desde siempre, como fue la al- Como se ha dicho, no obstan-
denado gozará del privilegio de po- circunstancias en que quienes go- teración del orden de prelación en te las razones expuestas, el orden de
breza, no sólo por la presunción legal el sentido de relegar al tercer lugar prelación ha sido objeto permanente
zan de privilegio de pobreza "no se-
de pobreza que favorece al preso la reparación a la víctima del delito, de crítica por desfavorecer la repara-
rán condenadas al pago de costas, a
(Art. 593 COT), sino también por- luego de la satisfacción de los gas- ción del daño causado por el delito
menos que el tribunal respectivo, en
que puede obtenerlo por declaración tos principalmente fiscales: prime- (FUENSALIDA, l, 249 s.; LABATUT, I,
resolución fundada, declare que han
judicial en los términos del Art. 591 ro, en la sesión 132, de 7 de mayo 294; NOVOA, n, 345; ETCHEBERRY,
obrado como litigantes temerarios
COT y porque si es patrocinado por o maliciosos", limitación que no es de 1873, se colocaron las costas n, 244; CURY, 809; POLITOFF / MA-
la Defensoría Penal Pública goza del procesales y personales por sobre TUS, Comentario, 320). Como bien
aplicable a alguien que, por defini-
privilegio por el solo ministerio de la los gastos del juicio (Actas, 233); decía NOVOA, n, 345, el condenado
ción, es arrastrado contra su volun-
Ley (Art. 600 COT en relación con y luego, en la sesión 134, de 9 de puede "contraer nuevas obligacio-
tad al juicio (así POLITOFF / MATUS,
el Art. 36 de la Ley N° 19.718, que mayo, a indicación del comisiona- nes con posterioridad al delito y con
Comentario, 319).
do Fabres, se dio preferencia a esos ellas sobrepasar el monto de su acti-
gastos por sobre la reparación "por- vo, con lo que colocará al ofendido,
que las primeras han tenido por por hecho suyo, en la imposibilidad
Artículo 48. Si los bienes del culpable no fueren bastantes para objeto descubrir al delincuente, sin de obtener la reparación total a que
cubrir las responsabilidades pecuniarias, se satisfarán éstas en el lo cual no podría tener efecto la se- tiene derecho ".
orden siguiente: gunda", a lo que se agregó la nece-
. 1a. Las costas procesales y personales. sidad de "estimular la persecución i Pero también desde la perspec-
castigo de los delitos, asegurando a tiva de la pena parece reprobable
2 a . El resarcimiento de los gastos ocasionados por el juicio.
los que en tal empresa tomen parte, que los gastos domésticos asociados
La reparación del daño causado e indemnización de per- al ejercicio del ius puniendi deban
que a lo menos se les resarcirá de
JUiCiOS.
los gastos que hagan" (Actas, 235). ser satisfechos con anterioridad a la
4 a . La
multa. La idea matriz del inciso segundo, pena, aumentando, además, el ries-
En caso de concurso o quiebra, estos créditos se graduarán, no previsto por el modelo peninsu- go de encierro para el condenado,
cons!derándose como uno solo, entre los que no gozan de prefe- lar, también se aprobó en la sesión pues a mayores acreencias preferen-
rencia. 132, pero su redacción definitiva, tes, mayores posibilidades de no po-
BIBUOGRAFÍA: José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad pe- con la cual, se pensaba, "no habrá der satisfacerlas todas y dar lugar a la
nal, LegalPubhshing, Santiago 2008; POLlTOFF, Sergio; MATUS, Iean Pierre: "Comentario al dificultad para tomar en cuenta to- reclusión sustitutivo del Art. 49 (lo
Art. 48", en POLlTOFF; GRTIZ, Comentario, pp. 319-320.
dos los créditos que resultan de la hacía presente NOVOA, Il, 424 con
responsabilidad criminal, conser- nota al pie N° 424 y referencia a SO-
vándose después para distribuirse LER; GUZMÁN DALBORA, 262). Fue a
COMENTARlO entre ellos la cuota que en el con- propósito de este problema que se
Héctor Herndndez curso obtengan, el mismo orden de suscitó una interesante cuestión re-
preferencia fijado en el articulo", lativa también a la naturaleza de la
La disposición tiene como rno- de 1850, si bien con una alteración fue dada en la sesión 169, de 3 de multa: para eludir los pagos prefe-
delo el Art. 48 del Código español relevante y que sido objeto de crí- octubre (Actas, 306). rentes el condenado hizo que un ter-
507
506
ART.49 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.49

cero pagara por él la multa, lo que en directamente a título personal, no Ante la incapacidad del cumpli- meses, lo que con razón se ha criti-
vez de resolverse, por ejemplo, sobre poniendo el dinero a disposición miento de las multas, no obstante loscado como todavía excesivo en aten-
la imputación que corresponde a del penado). Por SCA Santiago de mecanismos de atenuación previstos ción a que la multa se suele imponer
caudales consignados a nombre del 27 de enero de 1948 (GT 1948-1, en el Art, 70, la Ley chilena consa- conjuntamente con penas privativas
condenado, dio lugar a un debate 303) se resolvió que sí procedía tal gra el cumplimiento de las mismas de libertad que, conforme al inciso
sobre si era aceptable que las multas pago y podía darse por cumplida la segundo pueden alcanzar hasta tres
con la libertad, lo que ha sido objeto
fueran pagadas por terceros (nótese: pena (en contra Novos, 1, 345). permanente de crítica por represen- años de encierro (GUZMÁN DALBORA,
tar una forma de ensañamiento con 262). Curnplidoel tiempo de susti-
los más desposeídos (CURY, 755; tución la pena se encuentra cumplida
GARRIDO, 1, 312 s.; POLITOFF / MA- en los términos del Art. 93 N° 2 Y no
Artículo 49. Si el sentenciado no tuviere bienes para satisfacer TUS, Comentario, 320 s.; GuzMÁN es posible exigir nuevamente la multa
la multa, sufrirá por vía de sustitución y apremio, la pena de reclu- DALBORA, 261 s.). Al respecto se ha aunque mejore la fortuna del con-
sión, regulándose un día por cada un quinto de unidad tributaria hecho presente que esto se ve agra- denado (ETCHEBERRY, II, 222; CURY,
mensual, sin que ella pueda nunca exceder de seis meses. vado por el hecho de que las multas 755; POLITOFF / MATUS, Comentario,
Queda exento de este apremio el condenado a reclusión menor se encuentran en el último lugar del 321; GuzMÁN DALBORA, 261). En
en su grado máximo o a otra pena más grave. orden de prelación de pago dispuesto cuanto apremio, la reclusión cesaen el
BIBUOGRAFíA: GUZMÁN DALBORA, losé Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad pe- en el Art. 48 (ETCHEBERRY, II, 222; momento en que se pague (o empiece
nal, LegalPublishing, Santiago 2008; POUTOFF, Sergio/ MATUS, lean Pierre: "Comentario al GuzMÁN DALBORA, 262). Presupues- a pagar, de acuerdo con el inciso se-
Art. 49", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 320-321. to de la sustitución no es el simple gundo del Art. 70) la multa, rebajado
no pago de la multa, sino específica-
.el tiempo cumplido de privación de
mente la no satisfacción de la misma libertad (ETCHEBERRY, II, 222; CURY,
COMENTARIO porque "el sentenciado no tuviere 755; POLITOFF / Mxrus, Comentario,
bienes" para satisfacerla, de donde 321; GuzMÁN DALBORA, 261). Debe
Héctor Herndndez
se colige que sólo procede luego de ser posible imputar el eventual tiem-
que se ha intentado la ejecución de po de privación de libertad sufrido
El precepto está tomado en lo ner prisión como castigo al que no la multa por la vía ordinaria y ésta durante el proceso para estos fines
fundamental del Art, 49 del Código puede satisfacerlas" (sesión 134, de ha fracasado (ETCHEBERRY, II, 221; (véaseComentario alArt. 26). Al res-
español de 1850, pero con una im- 9 de mayo de 1873, Actas, 235). CURY, 754; POLITOFF / MATUS, Co- pecto pueden sembrar dudas ciertas
portante y laudable modificación, Con posterioridad se modificó la mentario, 321; GuzMÁN DALBORA, afirmaciones que sugerirían lo contra-
como es que, a indicación del co- base monetaria de cálculo y, sobre 261 s.). No existe, en consecuencia, rio, pero que, bien vistas, se refieren a
misionado Fabres, la posibilidad de todo, el límite de reclusión, que era algo así como un derecho de opción un tema muy distinto, como es si ese
sustitución se restringió a las mul- originalmente de dos años (se re- para el condenado (CURY, 754; Guz- tiempo puede imputarse para una re-
tas, excluyendo los demás conceptos dujo primero a un año mediante la MÁN DALBORA, 261 s.). baja de la multa (Novox, II, 343 con
previstos en el Art. 48, "porque no Ley N° 10.309, de 17 de marzo de referencia crítica a dos SSCA La Sere-
siendo las demás responsabilidades 1952). La redacción actual se debe La sustitución se hace en razón na del año 1942; CURY, 755), no a la
pecuniarias penas, sino simples obli- a la Ley N° 19.501, de 15 de mayo de un día por cada quinto de UTM, imputación a la reclusión sustitutiva,
gaciones civiles, no es posible impo- de 1997. con una duración máxima de seis en favor de lo cual habla el contrasen-
508 509
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.50

tido que importaría que el condenado aqUl nge también respecto de par- 460-463), las reglas de determi- algunos, dos fases) de determina-
a una pena privativa de libertad tenga cialidades impagas (ETCHEBERRY, JI, nación de penas vigentes en Chile ción de la pena: reglas (y fase) de
un derecho del que carece el que sólo 222). Están exentos de la sustitución son consideradas como un mode- determinación legal de la pena, y
fue condenado al pago de una mul- los condenados a una pena igual o su- lo o sistema de determinación legal reglas (y fase) de individualización
ta y no puede pagarla por carecer de perior a reclusión menor en su grado relativa de las penas (POLITOFF / judicial.
bienes para ello. Todo lo dicho hasta máximo. MATUS, Comentario, 259; MATUS
/ VAN WEEZEL, Comentario, 325), JI Determinación legal e indivi-
en el que se manifiestan de forma dualización judicial de la pena
§ 4. De la aplicación de las penas muy clara los "orígenes clásicos"
del CP (CURY, 760), cuya caracte- Más allá de esa distinción ge-
COMENTARIO PREVIO ALOS ARTS. 50 A69 y 76 A78.* rística en esta materia es una fuer- neral, y de esa denominación, se
EL SISTEMA DE DETERMINACIÓN DE PENAS EN EL DERECHO CHILENO te vinculación legal de la actividad presentan, sin embargo, algunas
de individualización judicial de la diferencias en la doctrina, especial-
Jaime Couso pena, mediante el establecimiento mente a la hora de definir qué dis-
de marcos penales con mínimos y posiciones del CP establecen uno y
BIBUOGRAFÍA: MAÑAUCH, Juan Pablo (2010), "¿Discrecionalidad judicial en la determinación máximos para cada delito, que sólo otro tipo de regla (y son aplicables
de la pena en caso de concurrencia de circunstancias atenuantes de la responsabilidad
penal?", en AAW, Informes en Derecho. Doctrina Procesal Penal 2009 (Santiago, Centro pueden modificarse "subiendo" y en qué fase), lo que parece tener al-
de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7, Octubre de 2010; MATUS, JEAN PIERRE: "bajando" por las "escalas gradua- guna incidencia en el orden en que
"Comentario a los Artículos 74 a 78", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 383-407; Meros, les" establecidas por el propio Cl; deben aplicarse unas y otras, con
JEAN PIERRE / VAN WEEZEL, ALEx: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ,
Comentario, pp. 323-382; POUTOFF, SERGIO / Mcrus, JEAN PIERRE: "Comentario preliminar. El y en las hipótesis taxativamente de- resultados que pueden llegar a ser
sistema de penas chileno", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 257-262; VAN WEEZEL, Alex finidas en él; la calificación de rela- significativamente distintos en el
(1997), "Compensación racional de atenuantes y agravantes en la medición judicial de
la pena", en Revista Chilena de Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3; VAN WEEZEL, Alex (2001), tiva dada a la determinación legal monto de la pena determinada.
"Determinación de la Pena Exacta: el Artículo 69 del Código Penal" en Ius et Praxis, de la pena, vendría indicada por la
vol. 7, N° 2, versión on-line. disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-
00122001000200017&script=scLarttext [consultada en abril de 2011].
existencia de unas pocas disposi- Así, por ej., mientras para
ciones que ofrecen a los tribunales, MATUS / VAN WEEZEL, Comenta-
con todas aquellas restricciones, un rio, 323-324, los Arts. 50 a 61,
1 El sistema de determinación de entre modelos de pena legalmente
cierto margen de decisión discre- que parten del marco penal seña-
penasen el derecho chileno. determinada, con marcos penales
estrictos y reglas rígidas que redu- cional (si bien legalmente reglada) lado por la Ley para el autor del
cían intensamente el arbitrio judi- para la cuantificación exacta de la delito consumado, y modifican,
Si, en una aproximación muy
cial, y modelos de discrecionalidad pena a cumplir. en su caso, dicho marco según el
general, los sistemas de determina-
ción de pena en el derecho compa- judicial en la individualización grado de realización y de partici-
rado históricamente han oscilado de las penas (VAN WEEZEL, 1997, Estas dos características: fuer- pación del delito, establecen re-
te determinación legal y un cierto glas de determinación legal de las
margen para la individualización penas, mientras que los Arts. 62 a
* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de esre comentario, por judicial, dan lugar a la distinción, 73, que regulan los efectos de las
parte de los ayudantes de investigaci6n Sabrina Perret y Franco Maggio, de la Facultad reconocida por algunos autores, atenuantes y agravantes, estable-
de Derecho de la Universidad Diego Portales. entre dos clases de reglas (y, para cerían reglas de individualización
510 511
ART.50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.50

judicial de la pena 102, para MAÑA- último'?", sólo algunas de las nor- que otras normas de los mismos entre determinación legal e indivi-
LICH, en cambio (si bien ello "no mas de los Arts, 66 a 69 establecen artículos aparecen (se deduce de la dualización judicial, esta distinción
es autoevidente") son reglas de de- reglas de individualización judicial explicación) como reglas de deter- no determina necesariamente (pese
terminación legal de la pena (y no de la pena: aquellas normas que minación legal de la pena, por ej., a que lo sugiere) el orden en que se
de individualización judicial) las dejan "un margen de discrecionali- las que excluyen el grado mínimo deben aplicar unas y otras reglas,
que, en los Arts. 62 a 68, regu- dad que permite cierta individuali- o el grado máximo de penalidad, orden que dependería, también,
lan el efecto de las circunstancias zación", como las que permiten al cuando concurre una agravante o de los términos en que están redac-
modificatorias de responsabilidad, tribunal recorrer toda la extensión una atenuante, respectivamente. tadas tales reglas y, en mi opinión
pues expresan "una decisión le- del marco penal cuando no con- (v, infta Art. 50, "JJl Orden de apli-
gislativa concluyente", que viene curren circunstancias atenuantes Otros autores, como NOVOA I05 cación... '), de criterios materiales
a concretar o modificar el marco ni agravantes, o las que le permi- y ETCHEBERRylOG, aun cuando mate- subyacentes a las mismas.
penal aplicable (MAÑALICH, 45)103. ten la compensación racional de rialmente suelen realizar diferencia-
Para VAN WEEZEL, 469 y ss., por atenuantes y agravantes; mientras ciones similares entre estos dos tipos La diferenciación entre unas y
de reglas'!", no llegan a identificar otras reglas no parece responder a
concretamente cuáles de las normas una cualidad fundamental, cuando
102 El mismo criterio parece seguir el Anteproyecto de CP de 2005 (disponible en: http:// del CP chileno corresponden a uno con ella se alude a las diversas fuen-
www.politicacriminal.cl/n_01/pdCOl/d_l.pdf[consultadaenabril de 2011]) cuando, y otro tipo!Os, ni a resolver, a partir tes de la decisión determinadora de
en su Art. 47, emplea el epígrafe "Individualización judicial de la pena" para referirse de esa distinción, la cuestión del or- la pena -la Ley vis-a-vis el tribunal-,
precisamente a la aplicación de las reglas que rigen la influencia de las atenuantes y den en que unas y otras deben ser pues con razón se ha dicho que "la
agravantes.
aplicadas. En todo caso, aun entre individualización [determinación]
103 Yen el caso de las reglas que permiten aumentar o rebajar la pena, ante la presencia
de una pluralidad de agravantes o atenuantes, se trata de reglas de determinación legal,
quienes clasifican las reglas del CP legal no sería otra cosa que la orga-
incluso con independencia de si se considera facultativo, en vez de obligatorio, el chileno a partir de la diferenciación nización legal de la individualiza-
aumento o la rebaja, pues también en el primer caso se altera, por imperio de la ley,
el marco penal (ampliándolo, al añadir uno o dos grados a los que quedan a disposi-
ción del tribunal), dentro del cual el tribunal posteriormente deberá individualizar la lOS Quien distingue entre "normas legalesobligatorias" que rigen una "operación de cálculo"
pena; lo propio ocurre también en el caso de la regla (de "determinación legal de la de la pena, por una parte, y un "margen de apreciación personal" donde el tribunal
pena') del Art. 68 bis, así como en el de las circunstancias modificatorias de efectos puede obrar "con algún arbitrio", por otra (NOVOA, 11, 353).
excepcionales (como los Arts. 72 y 73), yen el de las reglas que, en los Arts. 63 y 64 106 Quien diferencia entre las reglas que definen la pena señalada por la ley -y su modifi-
determinan qué circunstancias deben tomarse en cuenta (pues de ello que depende si cación en razón del grado de ejecución y la calidad de los partícipes-, por una parte, y
tales circunstancias podrán ejercer su efecto de modificación o concreción del marco los "principios que rigen la influencia de las circunstancias modificatorias de respon-
penal) (MAÑALICH,44-47). sabilidad penal en la determinación de la pena", por otra (ETCHEBERRY, 11, 170-174,
104 En unaposrura que, en alguna medida parece contrastar con la sostenida, más tarde, 179).
en MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 323-324). En esa medida, no es exacta la ca- 107 En cambio, en CURY, PG, 761-770, no se aprecia una diferenciación
racterización hecha por MAÑALICH, 44, de la opinión defendida por VAN WEEZEL en 108 Si bien de lo señalado por NOVOA, 11, 353, parece desprenderse que el "margen de
aquel primer trabajo, conforme a la cual "VAN WEEZEL pretende situar las reglas de apreciación personal" se circunscribe a la aplicación del Art. 69 del Cp, para las penas a
determinación de la pena en atención a la concurrencia de atenuantes y agravantes en las que es aplicable. La diferenciación de ETCHEBERRY, por su parte, es más bien formal,
el ámbito de la individualización judicial", síntesis que no atiende a las diferenciaciones de modo que tampoco se desprende de ella una clasificación material de las diversas
que VAN WEEZEL realiza al interior de tales reglas (y que, en cambio, ya desaparecen en reglas, como la que sí han propuesto VAN WEEZEL o MAÑALICH (ambas, supra, en el
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario). texto principal).
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ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.50

ción judicial, pues la Ley no puede por ej., las que en los Arts. 69 y 70 WEEZEL, 1997, 462-463; MAÑA- curra una pluralidad de atenuantes,
abrigar la pretensión de realizar ella conducen a la fijación de la cuantía LICH, 41-42), las que permitan (no sin agravantes}'?", así como la que
misma la individualización" (N 0- exacta de las penas temporales y las las que prescriban) al tribunal reba- en el Art. 68 bis permite al tribu-
VOA, Il, 349, citando a SALEILLES). penas de multa. Un segundo crite- jar la pena en uno o más grados, en nal considerar una atenuante como
rio, que atiende al tipo de actividad determinadas circunstancias (ya se "muy calificada" y rebajar la pena en
Dejando de lado, entonces, la judicial que corresponde ejercitar dijo que es discutible si ése es el caso un grado (así, por ej., VAN WEEZEL,
distinción basada en la "fuente" de para aplicar unas y otras reglas, las de los Arts. 66 a 68, cuando con- 1997,470).
la decisión, se suele recurrir a otros diferencia según si ellas imponen
dos criterios de diferenciación, a de modo imperativo al tribunal una
veces confundidos en una sola cla- determinada decisión relativa a la 109 Si, una regla sólo permite al tribunal (sin obligarle a hacerlo) efectuar
sificación. Un primer criterio, que determinación de la pena, para el una rebaja en uno o más grados, entonces sólo conforme al primer criterio cabe con-
atiende al efecto práctico de unas y caso de que se dé cierto presupuesto siderarla como una regla de determinación legal (pues tal regla concreta o modifica
otras reglas en el procedimiento de -reglas de determinación legal-, o si e! marco penal), pero no en atención al segundo, pues tal regla no expresaría "una
decisión legislativa concluyente" (en palabras de MAÑALICH), en e! sentido de que tal
determinación de la pena, las dife- le entregan al tribunal una facultad regla (y e! legislador a través de ella) no impondría un resultado determinado, sino,
rencia según si sirven para alterar o discrecional sobre determinación de por el contrario, dejaría abierto e! resultado. Y si quisiera replicarse que en esa regla e!
concretar el marco penal, a partir la pena, a partir de cierto presupues- legislador, en otro sentido, sí "impone" un cierto resultado: modificar e! marco penal
del señalado por la Ley para la figura to -regla de individualización judi- ampliándolo hacia abajo en un determinado número de grados, con ello se estaría
típica respectiva -reglas de determi- cial- (así, por ej., MAÑALICH, 45: la ocultando que e! sentido de la norma es conferir al tribunal una facultad (o "un poder
nación legal-, o para determinar la diferenciación atiende a "si la regla normativo", en e! sentido de RAz, Joseph (1991): Razónprdctica y Normas (Centro
de Estudios Constitucionales, Madrid), pp. 118-121) dentro de ciertos contornos (la
cuantía exacta de la pena dentro de [...] expresa una decisión legislativa
rebaja, si se la efectúa, como máximo puede ser, por ej., de tres grados), facultad que
ese marco concreto -reglas de indi- concluyente"). Conforme a este cri- en ningún caso es una "razón completa para la acción" (nuevamente, en e! sentido de
vidualización judicial- (así, por ej., terio, serían reglas de determinación lo afirmado por RAz, cit., p. 121) (como sí lo sería en cambio una regla "concluyente"
VANWEEZEL, 1997,462; MAÑALICH, legal, por ej., la que en el Art. 51 que, en lugar de conferir una facultad, impone un mandato, como la de! Art, 51), sin
42, citando aMIR PUIG). Conforme prescribe al tribunal imponer la perjuicio de que, unida a otras razones que exigen "discernimiento" (por ejemplo, e!
a este criterio, serían reglas de deter- pena inferior en grado a los cómpli- principio que exige graduar la pena según la magnitud de la culpabilidad, junto a la
minación legal, por ej., la que en el ces de delito consumado, y la que en presencia de varias atenuantes, y de mucho peso, que reducen considerablemente la
culpabilidad), la concesión de tal facultad sí pueda llegar a convertirse en una razón
Art. 68, inc. 2°, excluye el grado mí- el Art. 68, inc. 2°, excluye el grado para ejercerla, en todo lo cual, tal hipotética regla de individualización judicial no se
nimo o el máximo, si concurre una mínimo o el máximo, cuando con- diferenciaría de otras reglas de individualizaciónjudicial (como la que permite sustituir
sola agravante o una sola atenuan- curre una sola agravante o una sola la pena por una libertad vigilada, una facultad que en sí misma tampoco es una razón
te, respectivamente, y la que en el atenuante, respectivamente; y serían I suficiente para efectuar la sustitución, pero que unida al principio de orientación de la
Art. 68, inc. 3°, permite (o impone, reglas de individualización judicial, pena a la prevención especial positiva ya circunstancias de mucho peso que en el caso
cuestión debatida) la rebaja de la por ej., las que permitan al tribunal concreto hagan aparecer como idónea a dicha medida para una vida futura sin delitos,
puede llegar a convertirse en una razón para concederla). Todo ello no se aplica, en
pena en uno o más grados cuando sustituir la pena privativa de liber-
cambio, a las reglas que prescriben de forma concluyente una rebaja de pena, cual es e!
concurren dos o más atenuantes tad por una determinada medida caso, según MAÑALICH, de las reglas que en los Arts. 65 y ss. establecen la rebaja en uno
y ninguna agravante (así, como se de la Ley N° 18.216 (así, hablan- o más grados para e! caso de concurrir una pluralidad de atenuantes, sin agravantes (v,
verá, MAÑALICH, 45); y serían re- do de individualización judicial de infra, Art. 65), que, entonces, sí habría que considerar reglas de determinación legal de
glas de individualización judicial, la pena "en sentido amplio", VAN la pena (también) conforme al segundo criterio de distinción apuntado más arriba.

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ART. SO CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. so

Por lo que respecta al primer trolar su correcta aplicación a través ción que la doctrina tiende a recha- las reglas legales, incluso las que no
criterio de diferenciación entre unas del recurso de nulidad por errónea zar (VAN WEEZEL, 2001, sin N° de "determinan el resultado" sino que
y otras reglas, su utilidad es más bienaplicación del derecho son muy sen- pág., en relación con la aplicación sólo establecen los criterios -o prin-
propedéutica, en la medida que ofre- cillas (si en un caso del Art. 51 no se del Art. 69; MATUS / VAN WEEZEL, cipios, en su caso- que deben con-
ce una primera orientación sobre el rebajó en un grado la pena para el Comentario, 373, en relación con ducir hacia el resultado 110. Siendo
procedimiento y orden de aplicación cómplice, la decisión del recurso no el Art. 68 bis; MAÑALICH, 54-55, en así, en todo caso, la diferenciación
de las reglas de determinación de la ofrece dificultad alguna), mientras relación con la decisión del número -entre unas y otras reglas- que obe-
pena, procedimiento que, en este que hay otras reglas (las que según de grados que se rebaje la pena en dece a este segundo criterio, tiende
sentido, aparece partiendo de un el segundo criterio son consideradas los casos de pluralidad deatenuan- a perder relevancia: tanto las reglas
marco pena1 «abstracto ",que 1uego como reglas de individualización tes, en los Arts. 65-68, yen relación de determinación legal como las de
se va concretando por efecto de las cuya infracción es menos con el ejercicio de compensación ra- individualización judicial imponen
reglas de determinación legal, hasta ostensible, de modo que las con- cional de circunstancias necesario, estándares legales, que deben ser
que, una vez que han operado todas diciones para controlar su correcta en su caso, en las hipótesis casos de respetados por el tribunal, de modo
las que venían al caso, correspon- aplicación a través de tal recurso Jos Arts. 66 y ss.). En mi opinión, que ambas pueden ser infringidas y
de fijar una cuantía exacta de pena son. menos sencillas (como lo es la esta doctrina lleva la razón, en la su infracción controlada por la vía
dentro del marco penal "concreto", decisión de si es correcta la compen- medida que el ejercicio de discrecio- del recurso de nulidad 111.
ahora en cumplimiento de las reglas sación racional efectuada en un de- nalidad sujeta a criterios establecidos
de individualización judicial de la terminado caso entre las atenuantes por el legislador (MATUS / YAN WEE- Por último, fuera de esta refe-
pena. Pero esta diferenciación no y agravantes concurrentes), al punto ZEL, Comentario, 326, hablan de rencia a las reglas -de uno y otro
resuelve los problemas que se pre- de que los tribunales suelen rechazar un "acto discrecional jurídicamente tipo- de determinación de la pena,
sentan en relación con el orden de la procedencia del recurso (de casa- fundamentado") no puede ser tra- la doctrina suele identificar ciertos
aplicación de diversas reglas de con- ción, hasta hace poco, de nulidad, tado como si estuviese desprovisto principios que rigen la determina-
creción del marco penal (todas ellas, en la actualidad), bajo el expediente de todo estándar, pues el sentido ción de la pena en el CP chileno,
de determinación legal, según este de que en la aplicación de tales re- de la Leyes que el tribunal adopte denominación que no se correspon-
primer criterio). glas "se trataría de una facultad dis- una decisión empleando justamente de con el concepto de principio pro-
crecional y privativa de los jueces de esos criterios, y el recurso de nuli- pio de la teoría del derecho, que se
Por su parte, conforme al se- instancia, de manera que no cabe in- dad está al servicio de controlar que suele oponer al de regla (por ej., por
gundo de los criterios, la diferencia- fracción de Ley [...]" (MATUS / VAN la actividad jurisdiccional respete parte de DWüRKIN o ALEXY), al pun-
ción adquiere relevancia práctica en WEEZEL, Comentario, 372-373, re-
relación con las condiciones de im- sumiendo el tipo de argumentación
pugnabilidad de las decisiones judi- observada en esa extendida práctica 110 V. supra, n. anterior.
ciales que aplican unas y otras, pues judicial, en particular, sobre la deci- 111 En los casos que, como la regla 3 a del Art. 61 (que faculta al tribunal, en el caso de los
marcos penales compuestos por diversas penas alternativas, para aplicar diversas penas
hay reglas (las que según el segundo sión de calificar o no una atenuante
alternativas a unos y otros co-intervinientes de un mismo delito, sin estar obligado a
criterio se consideran como reglas para los efectos del Art. 68 bis, pero imponerles la misma), aparentemente están librados completamente al arbitrio judicial,
de determinación cuya infrac- citando, como contrapartida, ju- por faltar toda referencia a criterio alguno que deba seguir el tribunal al ejercer una
ción es mucho más ostensible, de risprudencia en contra de esa tesis, facultad discrecional, cobra importancia la definición de los principios que deben guiar
modo que las condiciones para con- incluso de la Corte Suprema), posi- dicha labor (v, infta, Art. 61).
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ART.50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART.50

to de que entre los "principios" que Ley al delito" (Art. 50) cumple una to, sino que da cuenta de algo muy tribunal no obstante quedarse den-
se mencionan a menudo aparecen función importante, como "marco distinto -v. infra, Art. 57-). tro de ellos (v, infra, Art. 65).
auténticas reglas de determinación penal" a partir del cual operarán las
de pena (así, NOVOA, I1, 356-359, reglas que, en ciertos casos, lo alte- Este marco penal que sirve de Entre las principales reglas que
hace alusión a 7 "principios", que rarán y, sobre todo, lo concretarán. punto de partida es "abstracto" en tienen ese efecto de alterar el mar-
en realidad son algunas de las reglas La identificación o definición de el sentido de que aún no atiende a co penal, forzando (o facultando)
de alcance más general, por lo de- este marco penal abstracto, como se las particulares formas de aparición al tribunal a fijar la pena fuera del
más bastante coincidentes con las 6 verá (infra, Art. 50), supone, según del delito, por ej., según el grado de marco original (sin perjuicio de que
"reglas generales" identificadas por parte de la doctrina, realizar algunas ejecución o la forma de interven- otra regla de la misma naturaleza,
CURY, 761; VAN WEEZEL, 1997,463 aumentos o rebajas de pena que son ción, ni a la presencia de circuns- casualmente le obligue a "volver" a
Y ss., en cambio, identifica una serie previos a cualquier otro, como los tancias que modifican la magnitud una pena que se encontraba dentro
de "principios fundamentales" sobre que la Ley ordena efectuar en caso del injusto o de la culpabilidad a tal de dicho marco) se pueden mencio-
medición judicial de la pena, en el de concurrir ciertas circunstancias punto, que llevan a alterar el marco nar (en un listado no exhaustivo) las
Derecho comparado -principio de que, bien vistas, realmente son cali- original, rebasando sus límites ori- siguientes: 1) las que disponen reba-
juridicidad, principio de igualdad ficadas o privilegiadas. ginales; y tampoco atiende todavía, jas de pena para las formas imper-
ante la ley, principio de apertura a en fin, a circunstancias de la misma fectas de ejecución (tentativa y deli-
los fines y prohibición de doble va- El marco penal está conforma- índole que, sin alterar el marco (en to frustrado) y para la complicidad
loración- que hace aplicables, en do por una o mas 'Cpenas,
I "
que no- el sentido de rebasar sus límites ori- y el encubrimiento (Arts. 51 a 54,
mayor o menor medida, al derecho minalmente están definidas (por el ginales), obligan a ir "concretándo- y sin perjuicio de las disposiciones
chileno, y que sí se acercan más a Art. 58) como "grados" de penali- lo". Una serie de reglas, analizadas que, excepcionalmente, modifican
aquél concepto de principio, propio dad, dentro de aquel marco, y que, en este capítulo, determinan esos estos efectos, para casos puntuales; v.
de la teoría del derecho'!"). según su magnitud, configuran el efectos. infra, Arr, 55); 2) las que disponen
"grado máximo" o "grado mínimo" aumentos y rebajas de pena en caso
III La pena señalada en la de la pena (el "marco penal") asig- IV Alteraciones del marco penal de concurrir circunstancias agravan-
Ley como "marco penal abstracto" nada por la Ley al delito, pudiendo abstracto y reglas que lo concretan tes o atenuantes de "efectos excepcio-
haber grados intermedios (la expre- nales", como la circunstancia de que
En el proceso de determinación sión de ETCHEBERRY, I1, 172: "cada En relación con las reglas que, el mayor de edad se haya "prevali-
de la pena (especialmente en la fase pena es un grado y cada grado es a partir del marco penal abstracto, do" de un menor de edad (Art. 72,
de determinación legal, conforme una pena" expresa, en su primera disponen alteraciones, más allá de y Art, 494 bis, inc. 3° -cuando ello
al primero de los criterios de dife- parte, esta característica del marco, sus límites originales, no hay discu- ha ocurrido al cometerse un hurto
renciación reseñados en el punto mientras que en la segunda parte no sión sobre sus efectos, pero sí la hay, falta-), y la atenuante de eximente
anterior), la "pena señalada por la se refiere al marco penal de un deli- como se verá, sobre si algunas de incompleta "privilegiada" (Art. 73);
ellas efectivamente imponen al tri- 3) las reglas que, en los Arts. 65 a 68
bunal, como resultado, que la pena bis (yen elArt. 103, en relación con
112 V. DWORKIN, Ronald (2010): Los derechos en serio, traduce. de Marta GUA5TAVINO, 8 a quede necesariamente fijada fuera los Arts. 65 a 68, para el caso de la
impresión (Barcelona, Ariel), pp. 72 Yss., 77 y ss.; ALEXY, Robert (1994): Theorie der de esos contornos o si acaso sólo le "media prescripción"), disponen (o
Grundrechte (Baden-Baden, Suhrkamp), pp. 81 Yss. facultan para hacerlo, pudiendo el "permiten", según se entienda) reba-
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ARTo 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ARTo 50

jar la pena en uno o más grados, para sidio perpetuo calificado, si se trata tos o rebajas, contiene dos penas a realizar la misma rebaja, habría
el caso de que concurra una plurali- de la Escala N° 1; presidio perpetuo diversas para un mismo delito, que que disminuir en dos grados cada
dad de atenuantes, sin agravantes, o (simple), si se trata de las escalas tienen distinta naturaleza (una, uno de los grados de penalidad del
una atenuante muy calificada, según N° 2 Y 3 (Art. 77, inc. 2°; lo que, temporal; otra, de multa), los au- marco penal del homicidio simple,
el casol13 ; 4) la que modifica, en su como con razón destaca MATUS, mentos y rebajas se realizan según de modo que el resultado sería una
caso (al sumar el importe total de los Comentario, 406, constituye una las reglas que a cada una correspon- pena compuesta de dos grados, que
objetos sustraídos), la pena que ser- desproporción evidente, frente a la da, que precisamente para las mul- iría desde presidio menor en su
virá de base para la determinación cual sólo cabe confiar, con ese autor, tas son sensiblemente distintas (ya grado medio a presidio menor en
de la pena correspondiente por rei- en que, teniendo en cuenta el carác- por la circunstancia de que no se les su grado máximo. Cuando se trata
teración de hurtos (en los términos ter facultativo del aumento de pena aplican aumentos y rebajas) no se de rebajar la pena, la mayoría de los
del Art. 451); 5) las que modifican del Art. 68, inc. 4°, "nuestros tribu- aplican a las multas (MATUS / VAN casos están expresamente resueltos
en todo caso la pena del delito más nales no caerán en el despropósito WEEZEL, Comentario, 328; v. infta por la ley, y siempre en el sentido
grave, o del único delito que servirá del legislador"); y reclusión menor Art. 61). de que debe partirse del grado mí-
de base para calcular el respectivo en su grado medio, si se trata de las nimo del marco penal, y desde ahí
aumento (si se trata de delitos de escalasN° 3 y N° 5, para sí "agravar" Cuando el marco penal origi- bajar el número de grados que co-
igual gravedad), en los casos de rei- la pena de inhabilitación (absoluta o nal está compuesto por dos o más rresponda (así lo disponen, por ej.,
teración de crímenes o simples de- especial) perpetua (Art, 77, inc. 3°; penas ("grados de penalidad"), se el Art. 61, regla 2a, para las rebajas
litos de la misma especie (Art. 351 sumándose la primera a la segunda, plantea la duda de si corresponde establecidas en los Arts. 51 a 54; el
del CPp, incisos 1° Y2°). según ETCHEBERRY, II, mientras que "subir" o "bajar" a partir del grado Art. 66, inc. 3°; elArt. 68, inc, 3°; el
para MATUS, Comentario, 407, la máximo o del mínimo del marco, Art. 68 bis; el Art, 73, todos del Cp,
Los aumentos y rebajas de pena pena privativa de libertad principal respectivamente o si corresponde, y el Art. 21 de la Ley N° 20.084,
que el tribunal efectúe en virtud de "b
a sor bería"
ena a la accesona. ")A su vez, en cambio, construir un nuevo sobre Responsabilidad Penal del
esas reglas (u otras, contempladas, cuando en la respectiva escala no sea marco, con tantos grados de pena- Adolescente); para los casos en que
sobre todo, en la "Parte Especial" del ya posible seguir "bajando", a falta lidad como el original, que hayan ello no está expresamente resuelto
CP), se deben realizar "subiendo" o de más grados inferiores debe im- sido definidos subiendo o bajando (un ejemplo: la regla del Art. 1°,
"bajando" el número de grados que ponerse la pena de multa (Arts. 60, a partir de cada grado de penalidad inc, 2°, de la Ley N° 20.000, que
corresponda dentro de la respec- inc. 1°, 61, regla 5a , y 77, inc. 3°; v. del marco original; en el primer permite rebajar la pena en un gra-
tiva escala del Art. 59. Cuando en infta, Art, 60). caso, por ej., para imponer una do para el tráfico de drogas que no
la respectiva escala no es posible se- pena inferior en dos grados a la del produzcan efectos tóxicos o dañi-
guir "subiendo", pues no hay ya una Si el marco penal, a partir del homicidio simple -que es de presi- nos para la salud) la doctrina aplica
pena superior, se debe imponer pre- cual deben efectuarse los aumen- dio mayor en sus grados mínimo a la misma solución (así, GARRIDO, 1,
medio- habría que partir del presi- 320; CURY, 762; MATUS, Comen-
dio mayor en su grado mínimo para tario, 404, afirmando que sobre
113 En estos casos, en efecto, el matco penal se ve alterado, en el sentido de que rebasa
desde ahí, "bajando" dos grados en ello "no hay discusión"). En cam-
sus límites originales, con independencia de si se considera obligatoria o facultativa la la Escala N° 1 del Art. 59, "llegar"
o bio, cuando se trata de aumentar la
rebaja en, a lo menos, un grado (v, supra, "JI Determinación legal e individualización a presidio menor en su grado me- pena, y salvo en algún caso en que
judicial de la pena"). dio; en el segundo, para alcanzar la Ley dispone expresamente que el
520 521

1,
ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.50

aumento debe efectuarse a partir parece ser el caso tratándose del concurso ideal o medial con otro pena por una eximente incompleta
del grado máximo (en el Art. 68, aumento dispuesto por Art. 72; v. (Art. 75)114. o el aumento de pena por pluralidad
inc. 4°, cuando concurre una plu- infra, el apartado siguiente), dicho de agravantes?).
ralidad de agravantes, sin atenuan- aumento operará sobre un marco Un problema que puede plan-
tes), para los casos no regulados ex- con pena única, desapareciendo el tearse cuando corresponde aplicar, a Al analizar (infra) las diversas
presamente (como el del Art. 345, problema. un mismo marco penal abstracto, di- reglas de determinación de la pena,
que aumenta en un grado las penas versas reglas que alteran el marco pe- se irá haciendo referencia a esta
del aborto, cuando el que lo practi- Fuera de las reglas de determi- nal original, o una regla que lo altera cuestión.
care fuere un facultativo "abusando nan una alteración del marco pe- y una que lo concreta, es el de definir
de su oficio") la doctrina se incli- nal abstracto, algunas reglas, como el orden en que unas y otras deben V Determinación de lapena con-
na por la fórmula que consiste en se dijo, tienen por efecto "concre- aplicarse, cuando ello no se despren- creta
construir un nuevo marco penal, tar" dicho marco, definiendo uno de daramente del tenor de la ley, y
con el mismo número de penas que más acotado, dentro de los límites la pena resultante no será la misma Como se ha señalado, una vez
el original, pero aumentados, cada del marco penal original. Este es según cuál sea el orden que se siga. fijado el marco penal concreto, que
uno de ellos, en el número de gra- uno de los efectos ordinarios de las bien podría coincidir con el "mar-
dos exigido por la regla respectiva circunstancias atenuantes o agra- El problema se puede presentar co penal abstracto" señalado por la
(así, NOVOA, II, 357-358, citando vantes (que también, bajo ciertas tanto entre las reglas que habría re- Ley al delito -si no concurren cir-
jurisprudencia, tanto a favor de hipótesis, como se vio, podían lativo acuerdo en tratar como de de- cunstancias a las que la Ley asocie
esta tesis como de la tesis contra- tener efectos excepcionales), y se terminación legalde la pena (¿se apli- una regla que altere o concreto di-
ria -los aumentos se deben realizar produce concretamente: forzando ca primero la rebaja de pena para el cho marco-, vienen al caso las reglas
desde el grado máximo del marco a aplicar el grado mínimo o máxi- encubrimiento o la exasperación de que permiten fijar, en base a razo-
penal original-; en el mismo sen- mo de un marco penal compuesto pena por el concurso ideal?), como nes establecidas por la ley, una pena
tido que NOVOA, CURY, 762; GA- por dos penas indivisibles (Art. 66, entre estas reglas y algunas reglas so- concreta; ello, salvo en los casos en
RRIDO, 1, 320; MATUS, Comentario, inc. 2°); excluyendo el grado míni- bre efectos de las atenuantes y agra- que e1 "marco pena1 concreto" ter-
404, añadiendo que la jurispruden- mo o máximo de un marco penal vantes -que una parte de la doctrina mine siendo un grado de una pena
cia, en cambio, "tiende a aplicar el compuesto, distinto de los recién considera de individualización judi- indivisible (como el presidio perpe-
aumento desde el grado máximo"). señalados (Art. 68, inc. 2°); o for- cial- (¿se aplica primero la rebaja de tuo), hipótesis en que, obviamen-
En todo caso, esta duda se plantea zando a aplicar la mitad superior
sólo cuando el aumento de pena (mdximum) o inferior (mínimum)
corresponde realizarlo antes de que de una pena consistente en un gra- 114 MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 331, incluyen esta regla entre las que alteran la pena
el marco penal compuesto se haya do de una divisible (Art. 67, inc. señalada por la ley al delito, e incluyen, además, y en el primer lugar de este listado
concretado por efecto de las cir- 2°). y también tiene el efecto de de factores que alteran la pena, a las reglas que otorgan a una circunstancia especial el
cunstancias atenuantes y agravan- concretar el marco penal la regla carácter de calificante o privilegiante. Esto último no es necesario para quienes (como
tes concurrentes; en caso contrario, que, en su caso (si el marco penal ETCHEBERRY, 11, 174, YCURY, 763) consideran que en esos casos la pena "señalada por
la ley" al delito ya es la de la figura calificada o privilegiada, de modo que no puede
si las reglas que concretan el marco es compuesto), determinan la im-
entenderse que la reglas que convierten a una figura básica en un delito calificado o
han debido operar antes de que se posición de la pena mayor asigna- privilegiado estén "alterando" dicho marco, pues en realidad recién lo están constitu-
efectúe el aumento de pena (como da al delito más grave, que entra en yendo.
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te, el proceso de determinación de reglas que permiten, bajo ciertas cir- como el Art .. 15 del Cp, por ej., en cie a la forma básica de apanClOn
pena concluye ahí. Estas reglas son cunstancias, sustituir la pena priva- sus numerales 2° y 3°, o de la Parte del delito -la autoría de un delito
fundamentalmente las establecidas tiva de libertad por una medida en Especial, como el Art. 450 del CP) consumado- el concepto "la pena
por los Arts. 69 (de aplicación ge- el medio libre, de las contempladas que también apliquen la pena del señalada por la Ley al delito", y que
neral para las penas divisibles, salvo por la Ley N° 18.216 (MAÑALICH, autor de delito consumado a quienes éste sea el mismo concepto que sue-
para las multas) y 70 (precisamen- 41-42; en sentido similar, VAN WEE- no son autores (aunque para efectos len emplear las reglas que disponen
te para las multas), que parte de la ZEL, 1997,462-463, quien, como se de penalidad "se consideran" como alternaciones o concreciones del
doctrina considera como las autén- vio, también consideraba como re- tales) o a quienes no han cometido marco penal designado para aquella
ticas reglas, o los casos paradigmá- glas de "individualización judicial" un delito consumado (sino uno que, forma básica de aparición del delito
ticos, de individualización judicial a unas que MAÑALICH, por su efecto por ej., sólo se encontraba "en grado (por ej., en los Arts. 51-55 y 65-68
de la pena, a las que, además, como de disponer "alteraciones" del marco de tentativa"). y 73), explica que precisamente a
individualización judicial "en sen- penal abstracto, consideraba todavía propósito del Ar1. 50 se examinen
tido amplio", habría que añadir las como reglas de determinación legal). Como observa ETCHEBERRY, II, las complejidades a que puede dar
175, al "señalar" la pena que corres- lugar la identificación la "pena se-
ponde al delito, la ley, en su marco ñalada por la Ley al delito", como
penal, puede incluir más de una, marco penal a partir de la cual se
Artículo 50. A los autores de delito se impondrá la pena que presentándolas al tribunal como pe- deben aplicar tales reglas.
para éste se hallare señalada por la ley. nas copulativas (10 que le exige im-
Siempre que la Ley designe la pena de un delito, se entiende ponerlas todas), alternativas (lo que JI Pena señalada por la Ley al
que la impone al delito consumado. le ofrece la opción de aplicar una delito. El caso de las figuras calificadas
BmUOGRAFlA: GARRIDO, María (1994): "Consecuencias penales de las eximentes incomple- u otra, pudiendo variar la elección y privilegiadas.
tas", en AAW, Cuadernos de Análisis Jurídico, Universídad Díego Portales, Santiago, (año para diversos ca-partícipes -v. infra,
1994, N° 30); MAros, lean Píerre: "Comentario a los Artículos 74 a 78", en POLITOFF / ORTIZ,
Comentario, pp. 383-407; MAros, lean Pierre (2008), "Concurso Real, Reiteración de Deli- regla 3° del Art, 61-), facultativas Las complejidades se refieren,
tos y Unificación de Penas en el Nuevo Proceso Penal", [fecha de consulta: 23 de marzo (10 que le permite añadir o no una en la práctica, a la identificación de
2011], disponible en http://cl.microjuris.com/Search, Cita: MlD314; MAros, lean Píerre pena adicional a una primera que
/ VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario,
las figuras calificadas y privilegiadas,
pp. 323-382. obligatoriamente debe imponer) en aquellos casos en que no se cons-
y accesorias (que necesariamente truye explícitamente por la Ley un
debe imponer como consecuencia marco penal propio para ellas (como
COMENTARIO de haber impuesto una determinada sí ocurre, por ej., en elArt. 391, inc.
pena principal -y no como conse- 1°, para el homicidio calificado),
Jaime Causo cuencia necesaria de condenar por sino que se dispone simplemente
ese delito, como es el caso de las co-que la pena se aumentará o rebaja-
I Generalidades CP o de las leyes penales especiales), pulativas-). rá en un determinado número de
en principio, precisamente para los grados si se da la circunstancia que
Esta disposición, por obvia que autores de delito consumado. Ello Aunque no sea realmente una las convierte en tales (como ocurre
parezca, tiene como efecto reservar debe entenderse sin perjuicio de las cuestión regulada por esta disposi- en el Art. 300, para la figura pri-
las penas de la Parte Especial (del disposiciones (de la Parte General, ción, el hecho de que en ella se aso- vilegiada de evasión de detenidos
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cometida por particulares). Esta se- lito CURY, 763; en cambio, MATUS / bio, la tratan siempre como una RRY, 11, 174, que se trata de figuras
gunda forma de construirlas plantea VAN WEEZEL, Comentario, 331, no "agravación" de pena basada en la calificadas o privilegiadas cuando
inevitablemente la duda de si real- tratan explícitamente a la pena au- mayor culpabilidad. Estas dificulta- las circunstancias "afectan a la pe-
mente se trata de una calificación o mentada o rebajada en virtud de la des van asociadas, en relación con el nalidad misma asignada al delito" y
privilegio, que debe en todo caso ser calificación o del privilegio como "la procedimiento de determinación de no "a 1a que en concreto va a corres-
-tratada de la misma forma que las pena señalada por la ley", sino como la pena, a la posibilidad de que se ponder al delincuente"; en cambio,
calificaciones o privilegios en que la una que resulta de la "alteración" de plantee un problema sobre el orden las circunstancias "que afectan a los
Ley emplea el primer método, o si la que la Ley señalaba, alteración de aplicación de las mismas-P. So- partícipes y no a la escala penal mis-
en realidad se trata de agravaciones o que, sin embargo, debe operar "an- bre esta distinción, opina ETcHEBE- ma' serían atenuantes y agravantes,
atenuaciones de pena, con un efecto tes de proceder a la determinación
especial, distinto del efecto ordina- legal", con lo que el resultado mate- 115 En efecto, cuando (de modo coherente con la opinión de POLITOFF / MATUS / RAMfREZ,
rio establecido en los Arts. 65 a 68. rialmente es el mismo). En cambio, que se acaba de consignar) MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 368-369) tratan a la
A ese problema, está asociado, indi- si no se trata de una calificación o regla del Art, 331 del CP (que entienden como un "aumento de pena') como una
rectamente, el ya mencionado sobre privilegio sino de una agravante o agravación de efecto excepcional (y no como una calificación), afirman consecuente-
el orden de aplicación de las reglas atenuante de efectos excepcionales, mente con ello que el "aumento" de pena se aplica recién después de las reglas de los
que disponen rebajas y aumentos de el problema del orden de aplicación Arts, 65-68 bis, siendo que, si se tratase de una calificación, debería aplicarse antes
de esas reglas (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 331). Aunque no tiene relevancia
pena, cuando de ese orden depen- sí se presenta.
en relación con este asunto, no está demás aclarar que el Art. 331 del CP en realidad,
de la determinación del marco penal más que aumentar la pena cuando concurra cierta circunstancia, parece tipificar una
concreto. Pues si se trata de auténti- Aunque la cuestión del orden figura distinta, cuya pena se calcula a partir de la señalada para otros delitos del mismo
cas figuras calificadas o privilegiadas, de aplicación de las rebajas y au- párrafo, aumentándola en un grado; la figura, en efecto, no consiste realmente en la
entonces se debe entender que "la mentos de pena dispuestos por di- ejecución de aquellos otros delitos, bajo una circunstancia más grave -en este caso,
pena señalada por la ley" es la que versas reglas de alteración o de con- que el sujeto activo reúna la calidad de maquinista, conductor o guardafrenos- sino
resulta de la aplicación de la rebaja creción del marco pena abstracto derechamente en conducta -"el abandono intencional"- distinta de las establecidas
para las figuras básicas -"destrucción" o "descomposición" de la vía férrea, "colocación
o aumento respectivo, de modo que se tratará al examinar cada regla, lo
de obstáculos"-, configurando entonces un delito de omisión -que valorativamente, en
todas las reglas de determinación relevante aquí es destacar que, como todo caso, también abarcaría, castigándolos con la pena agravada, a los descarrilamien-
que establecen su efecto a 'partir de señala CURY, "la distinción entre tos activos causados por esos sujetos cualificados-; siendo así, a esa figura autónoma,
"la pena señalada por la ley" deben calificantes y p rivilegiantes, por un evidentemente el "aumento" de pena, que recién constituye "la pena señalada por la ley
operar necesariamente después de lado, y agravantes y atenuantes, por al delito", debe necesariamente operar antes que cualquier modificación de la misma
aquella rebaja o aquel aumento (así, el otro, suele presentar dificultades dispuesta por una regla de determinación de la pena. Pero todo ello, por lo demás, sólo
ETCHEBERRY, 11, 174, proponiendo en la práctica' (CURY, 473). Así, por tiene interés teórico o conceptual, desde que -como explica ETCHEBERRY, III, 323-,
el Art. 331, junto a las demás disposiciones del párrafo 16 del Título VI del Libro II
precisamente como un ejemplo de ejemplo, mientras ETCHEBERRY, III,
del Cp, deben entenderse derogadas por los Arts. 105 y ss. de la Ley de Ferrocarriles
regla que establece una figura pri- 103-104) trata a la agravación de (texto definitivo fijado por D. 1.157 de Fomento, de 1931), que reglamenta las mis-
vilegiada a la del Art. 300, recién pena contemplada por el Art. 345 mas figuras, junto a algunas otras, en general con mayor pena; de hecho, la figura del
citada; también para CURY, 763, la para el aborto cometido por el fa- Art. 331 del CP está regulada ahora por el Art, 115 de la Ley de Ferrocarriles, pero
reglas que establecen figuras califica- cultativo que abusa de su oficio, sin establecer un aumento de penas sino una mera remisión a las penas señaladas para
das o privilegiadas determinan cuál como una "calificación", POLITOFF / otras figuras, de modo que menos dudas pueden caber ahora de que se trata de una
es la pena señalada por la Ley al de- MATUS / RAMfREZ, PE, 90, en cam- figura autónoma, y de omisión.

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que deben considerarse dentro del 331, sí sería claro que configuran disposición separada de los tipos se trata de "verdaderas calificantes
efecto general de las circunstancias una calificante o privilegiante "las y asociar un efecto, generalmente del delito"). Entonces, la distinción
modificatorias'!", También para circunstancias que obligatoriamen- en los Arts. 65 y ss., a su concu- entre unas y otras parece en buena
CURY, 763, 473, las atenuantes y te "determinen una alteración del rrencia). Más aún, si se observa la medida contingente, y la califica-
agravantes no afectan la "configu- marco penal atribuido por la Ley al técnica con la que la Ley supuesta- ción de una de estas reglas como
ración" de la pena, sino que sólo hecho""ll7 (la cursiva está en el ori- mente "incorpora" la circunstancia constitutiva de una figura califica-
actúan "cuando ya está fijada", pero ginal). "al tipo del hecho delictivo" (para da o privilegiada, o de una agrava-
la diferencia entre ellas y las califi- utilizar la expresión de CURY) , ción o atenuación especial, parece
cantes y privilegiantes debe atender En mi opinión, la dificultad por ej. las calificantes del homici- depender, en la práctica (como en
a si las circunstancias "se incorporan para encontrar un criterio mate- dio en el Art. 391, inc. 10, resulta el diferente trato dado al Art. 391,
al tipo del hecho delictivo" o no, si rial, coherente con el sistema del que no se diferencia en nada de la inc. 10, y al Art. 400), de si el res-
bien admite que la cuestión requiere Cp, con el cual distinguir califican- que en ciertos casos de supuestas pectivo precepto legal construye un
un análisis caso a caso (en sentido tes/privilegiantes de agravantes/ "agravantes especiales" se usa para marco penal propio o si sólo dispo-
similar define a los tipos calificados atenuantes ya deriva del hecho de asociarlas a determinados delitos a ne que debe aumentarse o rebajarse
y privilegiados NOVOA, I, 307, pero que el CP considera a las mismas los que serán aplicables, por ej., las la pena. La consecuencia de ello es
sin identificar el problema de su circunstancias, a veces como cali- circunstancias agravantes (que co- que, sólo "señala una pena al deli-
diferenciación con las atenuantes o ficantes/privilegiantes (al incorpo- inciden con tres de las calificantes to", como base para la aplicación
agravantes). Por último, no obstante rarlas en una descripción típica y del homicidio) de las lesiones, en de las reglas de determinación de
reconocer las dificultades que pue- asociarles un marco penal distinto), el Art, 400 (que, para ETCHEBERRY, la pena, la disposición que sigue
den plantearse al distinguirlas, para y otras veces agravantes/atenuantes III, 125, POLITOFF / GRISOLíA / Bus- el primer camino; la que sigue el
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, (al simplemente listarlas en una TOS, 228, YPOLITOFF / MATUS / RA- segundo, en cambio, regularmen-
MÍREZ, PE, 134 118,efectivamente se te será tratada como una regla de
tratan de agravantes especiales y no determinación de la pena'!", que
116 En todo caso, debe notarse que esta diferenciación, no obstante hacer referencia al de calificantes; mientras que para entrará en el juego con las demás,
delito y a la persona del delincuente, no sería simétrica con la que el Art, 64 del CP GARRIDO, III, p. 174, en cambio, con las eventuales complejidades
hace entre circunstancias objetivas -relativas al hecho- y circunstancias personales
-que afectan al delincuente-, pues para ETCHEBERRY, III, 52 Y ss.), por ej., el homicidio
cometido con premeditación es un homicidio calificado -y no uno "agravado"- aún 118 Sosteniendo, sin embargo, que el aumento de pena debe ser "previo a la deterrni-
cuando la circunstancia agravante "premeditación" sea una circunstancia personal (v, nación legal y judicial", lo que contrasta con la tesis defendida por MATUS / VAN
ETCHEBERRY, II, 29), es decir lo "personal" de una circunstancia, para los efectos del WEEZEL, Comentario, 368-369), ("si concurren [con una "hipótesis especial de
Art. 64 (incomunicabilidad) no debe entenderse en el sentido de que tal circunstancia
o agravación"] circunstancias modificatorias comunes en el caso concreto, primero
afecta sólo a la pena "que en concreto va a corresponder al delincuente", que sería lo es necesario calcular el grado de penalidad conforme a las reglas generales de los
distintivo de las atenuantes y agravantes vis-a-vis las privilegiantes y calificantes. En arts. 65-68 bis").
el caso del parricidio, ni siquiera se plantea la cuestión, pues ETCHEBERRY, III, 68), 119 Las excepciones que se encuentran en la doctrina (que varían según el autor de que
deja claro que lo considera una "figura diferente", y no "una forma más de homicidio se trate), como la rebaja de pena del Art. 300, a la que ETCHEBERRY, como se vio,
calificado"o considera un tipo privilegiado (y no una atenuación especia!), no son reconducibles a
117 Lo que no se compadece con el tratamiento que ellos dan al aumento (obligatorio) de un criterio material común con los casos en que la diferenciación sigue aquel criterio
pena dispuesto por el Art. 331 (v, supra, n. 115), ni alude a un criterio material que más contingente identificado en el texto principal; es decir, en buena medida aparecen
explique esa conclusión. como opiniones puramente intuitivas. .

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que ello acarreará a la hora de defi- mente ligada a la naturaleza del tipo lar un marco penal para el caso en cacron de las reglas que alteran o
nir el orden de aplicación de unas penal, o a la específica gravedad del aquella circunstancia concurra en un concretan el marco penal abstracto
y otras 12o. injusto penal que se quiere conmi- homicidio, mientras que no lo hizo (el "señalado por la Ley al delito") se
nar con una pena diversa de la figu- cuando la misma circunstancia con- da en varias constelaciones de casos,
Así, las dificultades para identi- ra "básica", estos criterios materiales curra en unas lesiones, caso en que entre ellas: 1° los delitos con mar-
ficar un criterio material consistente, no serían suficientes para entender se conformó con entregar esa tarea cos penales abstractos del tipo de los
que permita identificar claramente que para el delito cometido bajo (si bien indicándole precisamente regidos por el Art. 68, cuando con-
determinados aumentos y rebajas esas circunstancias la "pena señalada cómo hacerlo) al tribunal. curra una pluralidad de agravantes,
de pena como reglas que determi- al delito" es una propia, distinta de sin atenuantes, por un lado (lo que
nan "la pena señalada por la Ley al la señalada para la figura básica. Sin y si bien ello parece tender a permite subir la pena en un grado, a
delito", distinguiéndolos de otros llegar a decirlo de ese modo, a una igualar a todas las reglas que alteran partir del máximo del marco penal
aumentos y rebajas que sólo cabría conclusión más o menos así lleva la o concretan el marco penal "señala- original), con una circunstancia a la
considerar como agravantes y ate- decisión de parte de la doctrina de do por la Ley al delito", con el con- que otra regla asocia el efecto de re-
nuantes de efecto especial, puede considerar que "la pena señalada por siguiente problema de definición del bajar la pena en uno o más grados,
llevar a la conclusión de que la pena la ley" a unas las lesiones simplernen- orden de aplicación de unas y otras, por el otro; 2°, los delitos con mar-
señalada por la Ley al delito, como te graves cometidas con alevosía es nada impide, en realidad, entrar a cos penales abstractos del tipo de los
base sobre la cual deben aplicarse sólo la pena de las lesiones graves, del hacer distinciones entre esas reglas, regidos por el Art. 66 ó 68, cuan-
todas las reglas de determinación de Art. 397, N° 2°, sobre la cual habrá basadas en razones materiales de la do concurra una sola agravante, sin
la pena, sólo está constituida por el que realizar los aumentos y rebajas, índole señalada (por ejemplo, la es- atenuantes, por un lado, con· una
marco penal expresamente construi- de efecto especialy ordinario, que co- pecífica gravedad que una circuns- circunstancia a la que la Ley aso-
do por el legislador (no aquel cuya rrespondan a las circunstancias con- tancia aporta al injusto, o su íntima cia el efecto de rebajar la pena en
construcción se encomienda al tri- currentes, entre ellas, la alevosía (por relación con el tipo penal), o de otra uno o más grados, por el otro; 3°,
bunal, por medio de los aumentos o más que tenga un efecto especial, índole (v, ínfra, el apartado siguien- pero sólo si se sigue la tesis (acogi-
rebajas) para la figura básica, o, en regulado por el Art. 400), mientras te) para deducir de unas y otras que da por una parte de la jurispruden-
su caso, para las figuras calificadas o que se considera que la pena "seña- unas reglas deben aplicarse primero, cia, pero rechazada por la doctrina;
privilegiadas a las que sí se les asignó lada por la ley" al homicidio cometi- y otras después, de modo de llegar a v., por todos, Novox, II, 357-358;
un marco penal propio, por el mis- do con alevosía es ciertamente la del resultados coherentes con las razones MATUS, Comentario, 404) de que
mo legislador.Así, por más que unas homicidio calificado, del Art. 391, materiales que le dan sentido a tales los aumentos de pena se calculan
rebajas y aumentos parezcan respon- N° 1°, por la pura y simple razón de rebajas o aumentos de pena. A con- desde el grado máximo del marco
der a una decisión legislativa íntima- que el legislador se molestó en seña- tinuación se abordará ese examen. penal, todos los casos en que en un
delito con marco penal compuesto
JJI Orden de aplicación de las concurran circunstancias a las que
120 Por cierto, esta definición formal de lo que se entiende en el CP por "pena señalada
reglas que alteran y concretan lapena la Ley asocia un aumento de pena,
por la ley al delito", no prejuzga sobre lo que, materialmente, a efectos de la aplicación
de la garantía constitucional de la legalidad de las penas, debe entenderse por "pena
señalada por la Ley al delito por un lado, con circunstancias a
señalada por la ley al delito", para decidir que, en ciertos casos, la ley no ha señalado las que la Ley asocia una rebaja de
pena a las formas imperfectas de ejecución o a las formas de intervención diversas de El ya reiteradas veces mencio- pena o una concreción del marco
la autoría (v, infra, Art. 59). nado problema del orden de apli- penal hacia abajo (excluir el grado
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máximo, o escoger necesariamente se deben efectuar construyendo un resultando un nuevo marco penal e individualización judicial, si a esa
el grado mínimo): 40, los delitos nuevo marco agravado, que conste de presidio mayor en su grado me- diferenciación se asocia un orden de
con marco penal compuesto de dos de tantos grados como el marco ori- dio a máximo, a partir de lo cual, aplicación de las reglas, por defecto
o más penas, a los que en virtud del ginal. en seguida, el Art. 73 hace rebajar (es decir, salvo que una regla expresa
Art. 75, deba considerarse como "el la pena en a lo menos un grado, al altere dicho orden), como si de dos
delito más grave", con el que otro La doctrina no se ha ocupado presidio mayor en su grado míni- fases claramente definidas se tratase.
menos grave entra en concurso ideal de forma sistemática del problema mo) y cinco años de presidio me- En este caso, con todo, sólo queda-
o medial, en los que concurra ade- del orden de aplicación de las di- nor en su grado máximo (suscep- ría resuelto el problema para quie-
más una circunstancia a la que la versas reglas de determinación de tible de cumplimiento en el medio nes supongan que precisamente el
Ley asocia una rebaja de pena o una la pena, si bien algunos criterios ha libre, a través de libertad vigilada), Art. 73 Y el Art. 68, inc. 2° (o 67,
concreción del marco penal hacia formulado. Para examinarlos, puede si se aplica primero el Art. 73 (que inc. 2°) son de distinta clase, por ej.,
abajo. pensarse en un ejemplo concreto en conduce a "la pena inferior [en a lo el primero de ellos, de determina-
que el problema se presenta: cuan- menos un grado] [... ] al mínimo de ción legal, y el segundo, de indivi-
El problema no se da, sin embar- do en un delito con marco penal los señalados por la ley", a partir de dualización judicial, como parecen
go, como se verá, cuando del tenor compuesto (como el robo con vio- la cual, en seguida, el Art. 67, inc. entenderlo POLITOFF / MATUS / RA-
literal de la disposición que establece lencia o intimidación en las perso- 2°, fuerza a imponer la pena en-su MÍREZ, PG, 497-498), para quienes
la rebaja o aumento de efecto espe- nas) concurren una atenuante de máximum).122 los Arts. 72 y 73 son "factores de
cial (por ej., el Arr, 72, y, categóri- eximente incompleta privilegiada alteración de la pena señalada por
camente, el Art. 449, incs. 1° Y 2°), (Art. 73, por ejemplo, por imputa- Un primer criterio para resolver la Ley al delito", que incluso operan
queda claro que su sentido es que la bilidad disminuida") y una agra- este problema parece desprenderse, "antes de proceder a la determina-
rebaja o aumento opere recién una vante (con el efecto del Art. 68, inc. como se señaló más arriba (supra, ción legal" -según grado de ejecu-
vez que se ha dado aplicación a las 2°, o del Art. 67, inc. 2° -según el '11 Determinación legal e individua- ción y forma de intervención-, y en
demás reglas (Arts. 65 a 68 bis) que orden que se siga-), la pena máxima lización judicial..."), de la clasifica- cualquier caso antes de la individua-
definen el marco penal concreto. Y legalmente posible será claramente ción de las reglas de determinación lización judicial de la pena, aclaran-
tampoco se da en las constelaciones distinta según el orden en que se de la pena, entre determinación legal do que, en los casos del Art. 73 del
del tercer tipo (N° 3°) de las indica- apliquen las dos reglas: 10 años de
das más arriba, si se parte de la base presidio mayor en su grado míni-
122 El problema también se presenta si, en el mismo delito de robo con intimidación o vio-
(como la doctrina lo entiende) de mo, si se aplica primero el Art, 68, lencia, cometida por un autor con imputabilidad disminuida, concurre una pluralidad
que los aumentos de pena, para los inc. 2° (que excluye el grado míni- de agravantes (con el efecto del Art. 68, inc, 40, o del Art. 67, inc. 5° -según el orden
delitos con marco penal compuesto, mo de la pena designada por la ley, que se siga-), caso en que la pena máxima legalmente posible resultante de aumentar
y disminuir la pena, cada vez en un grado, será claramente distinto según el orden en
que se apliquen las dos reglas: 20 años de presidio mayor en su grado máximo, si se
aplica primero el Art. 68, inc. 4° (que lleva a "la pena inmediatamente superior en
121 Si se acepta que, también en este caso (y no sólo en el de las atenuantes que "enumeran grado al máximo de los designados por la ley", a partir de la cual, en seguida, el Art,
requisitos") es aplicable dicha disposición, como lo defienden, acertadamente, en mi 73 hace rebajar la pena en a lo menos un grado); y 10 años de presidio mayor en su
opinión, ya GARRlDo,passim; y, más tarde, en GARRlDO, I, 186-187); así como POLITOFF grado mínimo, si se aplica primero el Art. 73 (que conduce a "la pena inferior [en a
/ MATUS / RAMíREZ, PG, 534 y n. 123); y MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 381), lo menos un grado] [...] al mínimo de los señalados por la ley", a partir de la cual, en
(cfr., en contra, CURY, 478; ETCHEBERRY, Il, 19). seguida, el Art. 67, inc. 5°, hace subir la pena en un grado).

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CP "la pena señalada por la Ley ... Sin recurrir a esa diferenciación, de hacer, es efectuar la compensación principio pro reo. Así lo hace, por
se modifica una vez que se determi- sino simplemente a la que distingue racional entre las circunstancias de ej., una decisión de la Corte de Ape-
na el grado de desarrollo del delito entre circunstancias modificatorias eficacia normal y; una vez obtenido laciones de Iquique (en sentencia de
[para todos los intervinientes, si es con y sin "efecto especial" (sí ten- de esta forma el grado de penalidad, 17 de diciembre de 1942, GT 1942-
justificante incompleta] [... 0] una dría este efecto especial elArt. 73, al aplicar las rebajas o aumentos que la 2:144, citada por ETCHJ;<:BERRY, DPJ
vez determinado tanto el grado de disponer una rebaja en al menos un Ley imperativamente atribuye a las Il, 193), al realizar primero la reba-
desarrollo del delito como el de su grado, asociado a la atenuante del circunstancias de eficacia extraordi- ja de pena del Art. 68, inc. 3°, para
participación [respecto de aquél en Art. 73), ETCHEBERRY, Il, 189-190, naria", ofreciendo como argumento recién después proceder al aumento
quien concurra una causa de excul- sostiene que debe primero aplicarse para interpretación sistemática, el en dos grados, calculado a partir de
pación incompleta]" y que "el juez las reglas de los Arts. 62 a 68, refe- Art, 449,inc. 2°, del Cl; que estable- las penas del hurto, que una Ley es-
debe [...] imponer una pena al me- ridas a las circunstancias que no tie- ce expresamente, para un caso especí- pecial disponía para el depósito en
nos inferior en un grado [...] y des- nen efecto especial, para "después de fico de agravante "de efecto extraor- prenda de especies hurtadas, con el
pués, hacer las rebajas y aumentos determinada provisionalmente una dinario", la necesidad de determinar argumento de que es un "principio
que correspondan según la regla del pena de conformidad con ellas, con- primero la pena concreta, para luego general de nuestra legislación", tan-
Art. 67" (ibíd., p. 534), todo lo cual siderar las circunstancias modificato- efectuar el aumento de pena':"). to en materias substantivas como
llevaría, en el ejemplo propuesto, a rias especiales, haciéndolas producir procesales, que en caso de conflictos
una pena máxima legalmente posi- su efecto propio", lo que conduciría La jurisprudencia en alguna de leyes o de opiniones de los jue-
ble de cinco afios de presidio menor a invertir el orden propuesto por Po- oportunidad ha resuelto los proble- ces, o en las cuestiones obscuras o
en su grado máximo. LITüFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 497- mas de indeterminación del orden dudosas, hay que preferir la inter-
498, 534, para imponer, en el ejem- de aplicación de reglas de determi- pretación más favorable al reo (en
En cambio, el problema no po- plo propuesto, como máxima pena nación de la pena recurriendo a un cambio, en su síntesis de este fallo,
dría quedar resuelto a través de la legalmente posible, la de 10 afios de
mera diferenciación entre una fase presidio mayor en su grado mínimo.
de determinación legal y otra de indi- Coinciden con el orden de aplicación , 124 Lo que contrasta con la postura defendida por POLlTOFF / MATUS / RAMfREZ, PG 534;
vidualización judicial, para quienes, defendido por ETCHEBERRY, VANWEE- YPE, 134, en este caso, opinando que la rebaja especial del Art. 400, para las lesiones,
también opera "previo" a los demás factores de determinación de la pena), y parece
como MAÑALICH, 45) o VAN WEE- ZEL, 1997,500, y MArus / VAN WEE-
contradecir el tratamiento que aquellos autores (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
ZEL 123, entienden que una y otra son ZEL, Comentario, 363, para quienes: 331) dan a los Arts, 72 y 73 como "factores de determinación legal de la pena", que
reglas de determinación legal. "[1] o que en consecuencia correspon- modifican "la pena señalada por la ley al delito, para los efectos de la posterior deter-
minación judicial", modificación que, entonces, produce su efecto necesariamente
antes de dicha determinación judicial, "una vez que se determinó el grado de desa-
123 Para quien, si bien no sedan reglas de determinación las que "permiten" rebajas o rrollo del delito [...] [y, en su caso, la forma de] participación en él". En todo caso,
aumentos de pena cuando concurre una pluralidad de atenuantes o de agravantes, en el caso particular del Art. 73, sostienen (ibfd., p. 382) que si bien "la rebaja tiene
sí lo sedan las que imponen un resultado, sin dejar lugar al ejercicio de una facultad efecto extraordinario, por lo que no concurre a la compensación racional y se aplica
discrecional, como los Arts. 67, inc. 2° y 68, inc. 2° (VAN WEEZEL, 1997,469 Yss.): después de determinada la pena conforme a las reglas de los arts. 50 a 70", en caso de
de modo que en el ejemplo propuesto en el texto principal, siendo ambas reglas, reglas concurrir en el hecho una pluralidad de agravantes, sin más atenuantes, el tribunal
de determinación legal, tampoco para VAN WEEZEL la diferenciación entre éstas y las pierde la facultad de aumentar la pena en un grado (si concurre) y después reducirla
reglas de individualización judicial aportaría algo en términos de definir un orden de "debiendo imperativamente imponer una pena al menos inferior en ungrado a laseñalada
aplicación, por defecto. abstractamente por la ley al delito".
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ART.50 CODIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 50

ETCHEBERRY sugiere, erradamente en tesis de ETCHEBERRY, II, 189-190), tio legis, en su defecto, se desprende efectuar a partir del "mínimo" de
mi opinión, que conforme a la ratio conforme a la cual en todos los casos con claridad que el sentido del pre- los "señalados por la ley", podría su-
decidendi de ese fallo, precisamente hay que aplicar primero las circuns- cepto que establece un especial efec- gerir que, en los delitos con marco
ése es el orden correcto -primero se tancias modificatorias de efectos or- to agravatorio o atenuatorio para penal abstracto compuesto de varios
considera a las circunstancias modi- dinarios y, luego, las de efectos es- una determinada circunstancia, es grados, debe calcularse la rebaja pre-
ficatorias de efecto ordinario, y re- peciales; ello parece inspirarse en un que debe operar sobre una pena ya cisamente a partir del grado míni-
cién después a las de efectos extraor- criterio pro reo, como parece inferir- determinada en concreto (hasta an- mo de dicho marco (y no del grado
dinarios- sin advertir que la Ci rie se de alguna de las hipótesis usadas tes de aplicar el Art, 69), o sobre el medio de marco, si, por ej., prime-
Iquique aprueba dicho orden sólo a modo de ejemplo (o usadas, en su marco penal abstracto. ro se le dio, a una única agravante
en la medida que, en este caso par- caso, como base para un argumento "ordinaria", el efecto de excluir pre-
ticular, resulta más favorable al reo). sistemático, como lo hacen MATUS / Así, por ejemplo, tanto el te- cisamente aquel grado mínimo) 125,
También la Corte Suprema ha obra- VAN WEEZEL, Comentario, 363, con nor literal del Art, 72, como el del debiendo postergarse entonces la
do en alguna oportunidad confor- el Art, 449, inc. 2°), criterio que sin Art. 449, incs. 1° Y2°, dan cuenta de aplicación de las reglas que tienden
me a este principio, reconociendo la embargo, no avalaría el resultado al que el sentido de la norma es aplicar a concretar el marco penal, para el
falta de regulación expresa del orden que este orden conduciría en casos el especial efecto agravatorio sobre paso siguiente (paso en que la pena
de precedencia en la determinación como el que ha servido de ejemplo. una pena previamente determinada quedará acotada al máximum del
de la pena, por ej., entre el Art, 74 Yel problema, en tal caso, no radica conforme a las reglas que definen los nuevo marco, que necesariamente
(o la agravación para la reiteración en que, alguna vez, la solución resul- efectos generales de las circunstan- consta de un solo grado), lo cierto
de crímenes o simples delitos de la te menos favorable para el reo, sino cias atenuantes y agravantes (salvo es que aquella referencia pierde toda
misma especie Art. 351 del en la falta de fundamento claro para el Art. 69, que necesariamente debe capacidad de orientar el procedi-
CPP-) y la rebaja de pena que el tri- preferir precisamente ese orden de operar al final). Lo propio ocurre en miento si, junto al Art. 73 concurre,
bunal puede efectuar en aplicación aplicación igual para todos los casos. el caso de la regla del Art. 351, in. por ej. el Art. 68, inc. 40, que tam-
del Art. 67, Yresolviendo en tal caso De hecho, también parece incorrec- 2°, del CPP (v, infta, "Comentario bién contiene una referencia similar,
conforme al orden más favorable al ta .la que pretende erigir el, previo a los Arts. 74 y 75", "JJI Plu- pero competitiva con la anterior: la
reo (sentencia de la Corte Suprema, prmC1plO pro reo como una norma ralidad de delitos"). pena debe elevarse, en este caso, des-
contra Armando Fuentes y otros, de clausura de la equivocidad de la de el grado "máximo de los designa-
1932, RDJ XXIX, 1-363, citada por ley, al oponerse a la facultad de los Menos claro es el tenor literal dos por la ley".
ETCHEBERRY, DPJ II, 194, 100). tribunales de interprerar la Ley sis- del Art. 73 para dar cuenta de su
temática o teleológicamente, dentro sentido; así, por ejemplo, si la re- En este y en otros casos en los
En mi opinión, la solución a del marco de los sentidos posibles ferencia hecha por esta disposición que, del tenor literal de la disposi-
este problema no puede despren- del tenor literal de la Ley (única li- a que las rebajas en grado se deben ción que establece un especial efecto
derse, en primer lugar, de la distin- mitación impuesta por el principio
ción -que por lo demás la doctrina de legalidad penal, en este caso).
125 Ese argumento parecen emplear MATUS I VAN WEEZEL, Comentario, 382), para dar
ha aplicado, en general, de forma
aplicación primero, a la regla del Art, 73, que haría perder al juez la facultad de aumentar
poco precisa- entre determinación Por todo ello, lo más indicado la pena en un grado (si concurre una pluralidad de agravantes, sin más atenuantes) y
legal e individualización judicial de parece resolver el orden caso a caso, después reducirla "debiendo imperativamente imponer una pena al menos inferioren un
la pena. Tampoco es convincente la según si del tenor literal o de la ra- grado a la señalada abstractamente por la leyal delito" (la cursiva está en el original).
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ART.50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART.50

para una determinada circunstancia estupefacientes que no tengan los coherente con la ratio legis es enten- tentativa, por una parte, y la com-
modificatoria, no se desprenda cla- efectos descritos por el inc. 10 del der que la "circunstancia" de efecto plicidad y el encubrimiento" por
ramente un orden de aplicación, la Art. 10 de la Ley N° 20.000, que, especial debe ser aplicada primero, la otra, constituyen figuras típicas
ratio legis puede aclararlo. Así, en al- conforme al inc. 2 0 del mismo Art., para recién después, a partir de la distintas, constituidas a través de
gunos casos, una "circunstancia" de puede ser castigado con una pena in- pena asignada a efectos de preven- tipos subordinados o complemen-
efecto especial agravatorio tiene el ferior en un grado) una conminación ción general o de consideraciones tarios, que se asocian al tipo de au-
claro sentido de asignar a una figu- penal moderada, atendida la político criminales, hacer intervenir tor de delito consumado, para dar
ra especialmente grave (como en el necesidad preventivo general; pero las circunstancias modificatorias que tipicidad al hecho), de modo que,
caso del Art. 400, para las lesiones también, otras veces, puede tener el vienen a adecuar la pena al específico sin ser "tipos privilegiados", por la
cometidas por premio o promesa re- claro sentido de ofrecer el autor que nivel de injusto y de culpabilidad del concurrencia de un elemento que
muneratoria, por medio de veneno o cumpla con sus presupuestos (como hecho, en concreto'F. disminuya el injusto, prácticamen-
con ensañamientol'") una pena dis- en el caso del Art, 142 bis, que per- te puede entenderse que son figuras
tinta ya en primer lugar, para efectos mite reducir en uno o dos grados la El mismo tipo de consideracio- a las que la Ley les señala una pena
preventivo-generales, si se entiende pena del secuestro o sustracción de nes materiales (y no el orden en que propia, calculada (antes de consi-
que la conminación penal (cons- menores, cuando se devuelva a la aparecen en la secuencia de Arts. del derar cualquier otra circunstancia)
truida precisamente con la pena víctima libre de todo daño) un trata- Cp, como podría pretenderse) debe mediante las reglas de los Arts. 51 a
asignada por la Ley al delito) fun- miento sensiblemente privilegiado, llevar, en mi opinión, a dar aplica- 54. y si esto no llegó a ser afirmado
damentalmente tiene finalidades de a cambio de ello, por razones polí- ción preferente a las reglas de los al definir el concepto de "pena seña-
prevención general. En otros casos, tico-criminales que tienen demasia- Arts. 51 a 54, por sobre otras, como lada por la Ley al delito" (supra, al
una "circunstancia" de especial efec- da importancia para hacer diluir tal por ejemplo, la del Art, 75, para los tratar sobre él), no había otra razón
to atenuatorio, a veces puede tener el privilegio al hacer concurrir la rebaja concursos ideales o mediales, o las que no fuera el hecho de que el len-
sentido de asignar a una figura menos con otras circunstancias, agravantes. que disponen o permiten aumen- guaje empleado por estos preceptos,
grave (por ej., el tráfico de sustancias En ambos casos, entonces, lo más tos pena. Y es que en aquellos ca- formalmente da a entender que la
sos no se trata ni siquiera de ciertas "pena señalada por la Ley al delito"
"circunstancias" que simplemente no es la que resulta de esas reglas,
126 Lo que POLlTOFF / MATUS / RAMÍREZ, PE, 134) también parecen reconocer cuando aumenten o disminuyan el conteni- sino la que se asigna a la respectiva
(en contradicción con el orden de aplicación propuesto, con alcance general, por
do de injusto o la culpabilidad, sino figura consumada cometida por au-
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, 363), precisamente defienden que el aumento de
pena del Art. 400 (aun sin necesidad de considerarlo como constituyendo una figura
prácticamente de figuras distintas tor, es decir, la que el Art, 50 ofrece
calificada, lo que en este caso termina siendo una cuestión nominal) debe aplicarse (si, por ej., con CURY, 550. 584, se como punto de partida para todos
antes que cualquier otra regla de determinación legal o judicial de la pena. En cam- entiende que el delito frustrado y la las reglas siguientes, entre ellas, pre-
bio, cuando ETCHEBERRY, 111, 125), también considera el aumento de pena como una
mera "agravante" (no una calificante) con "particular efecto agravatorio", y a falta de
referencia expresa en contrario (a diferencia de lo que sí hacenPourors / MATUS / 127 No se me escapa que estas consideraciones bien podrían constituir razones para mate-
RAMÍREZ), entonces hay que entender que también a ella se aplica aquello de que "es rialmente considerar a estas reglas como constitutivas de tipos calificados y privilegia-
necesario aplicar primeramente dichas reglas [las de los Arts. 62 a 68] [...] y después dos; pero ya ha quedado claro que esta cuestión termina siendo más bien nominal y
de determinada provisionalmente una pena de conformidad con ellas, considerar las clasificatoria, si el efecto relevante (el orden de aplicación de las diversas regla, cuando
circunstancias modificatorias especiales, haciéndolas producir su efecto propio" (ET- está en juego la posibilidad de un resultado diverso) queda subordinado a estas razones
CHEBERRY, 11, 189-190). materiales.
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ART. 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.50

cisamente las que ahora se comen- Art. 75, y recién después, el Art. 51 incompleta tiene el sentido de señalar pluralidad de agravantes de efecto or-
tan 128 • El resultado, con todo será -en este caso, la posibilidad de apli- una drástica reducción del injusto y/o dinario, la pena no sólo no se salga
el mismo: el efecto establecido por car el Art. 74, como disposición más de la culpabilidad, en circunstancias del marco original hacia abajo, sino
estas reglas debe considerarse antes favorable, resuelve sólo en parte el tan excepcionales, que "por poco" que se mantenga, en su caso (para los
que cualquier otra, con las trascen- problema, en la medida que el resul- no los hicieron desaparecer por com- delitos que, como el del ejemplo, tie-
dentales consecuencias que ello tie- tado seguirá siendo más severo que pleto; de modo que si ese efecto, por nen señalada una pena compuesta de
ne en el resultado final (por ej., el con la primera solución-). regla general (si no concurren otra tres grados), en el grado máximo de
cómplice de un doble homicidio ca- circunstancias), se calculará desde el aquél marco, haciendo prácticamen-
lificado -si se acoge la tesis de .que el En otros casos, la ratio legis exi- grado mínimo, con la consecuencia te desaparecer el excepcional efecto
concurso idealhomogéneo cae bajo la girá que el orden de aplicación de de que la pena se alejará significativa- atenuatorio buscado por el Art. 73.
regla del Art. 75, v. infta, "Comen- dos reglas de determinación diversas mente del grado máximo del marco La aplicación del Art, 73, antes que
tario al Art. 75"129_ será castigado no altere la debida proporcionalidad original (por ej., en un marco penal la de la regla de agravación de la pena
con presidio mayor en su grado mí- entre la pena y la culpabilidad del compuesto de tres grados, como el del fundada en la concurrencia de una
nimo, y no con presidio mayor en autor por el injusto'P". Y específica- robo con violencia o intimidación, pluralidad de agravantes de efecto
su grado máximo, como resultaría mente en los casosen que es aplicable la pena se alejará a lo menos en tres ordinario, resulta en ese caso, enton-
si se aplicara, en cambio, primero el el Art, 73, la atenuante de eximente· grados del límite superior del marco ces, no de una dudosa invocación del
original), entonces parece contrario principio pro reo, sino de que la ratio
al sentido de esa regla tan excepcio- legis sugiere que ese es el sentido de la
128 Lo que no obsta, como se señaló al tratar sobre la "pena señalada por la ley al deli- nal, que, por efecto de concurrir una disposición.
to", a la necesidad de entender, materialmente, que, para los efectos de la garantía
constitucional de la legalidad de las penas (Art. 19, nO 3, inc. 7°, de la CPR) "la pena
señalada por la ley al delito", para las formas imperfectas de ejecución y las formas de Continuaci6n nota 130

intervención distintas de la autoría, es la que resulta de las rebajas de pena dispuestas penal de 3 años y un día a 5 años -Art, 23, 2° tramo-, que resultaría de la aplicación
por los Arts. 51 a 54 del Cp, o, en su caso, la especialmente conminada por la ley en del Art. 67, inc. 4°, si la rebaja del Art. 21 del CP se considera "antes" que las reglas
ciertos caso (como en el Art. 498, para la complicidad en las faltas), de modo que, los sobre el efecto de las circunstancias modificatorias, caso en que la pena del adolescente
casos de formas imperfectas de ejecución y de formas de intervención distintas de la sería de la misma extensión que su ca-autor mayor de edad, al que el tribunal tam-
autoría, no sujetos expresamente a esas reglas o penas, debe entenderse que no tienen bién quiera conceder el máximo efecto atenuatorio permitido por la ley en la misma
señalada por la ley una pena (v, infta, Art. 59). hipótesis, lo que demostraría que no se ha tenido en cuenta la menor culpabilidad
129 Tesis defendida por CURY, 666, (si bien criticando delegeferenda el diverso tratamiento del primero. Podría pensarse que esta solución es contradictoria con el primer criterio
que tendría quien da muerte a las mismas personas mediante acciones sucesivas) y por informador de la ratio legis mencionado en el texto principal: los aumentos o rebajas
ETCHEBERRY, II, 121; Y rechazada por GARRIDO, n, 453 y por Novox, II, 232). que indican una especial penalidad para figuras privilegiadas o calificadas, a efectos de
130 Así, por ejemplo;' por razones de igualdad ante la ley y por exigencias del principio prevención general, deben operar primero; pero lo cierto es que la rebaja delArt. 21 de
de culpabilidad (en la dimensión del mismo que prohíbe imponer una pena superior la Ley N° 20.084 no puede entenderse como un privilegio asociado a una peculiaridad
a la que corresponde a la culpabilidad por el hecho), la rebaja extraordinaria de un de las figuras delictivas cometidas por menores de edad, que disminuya la necesidad
grado establecida por el Art, 21 de la Ley N° 20.084, sobre Responsabilidad Penal preventivo-general de pena, sino más bien como una rebaja de pena basada en la menor
del Adolescente debería operar después de la rebaja dispuesta por el Art, 68, inc, 3°, exigibilidad de otra conducta (y con ello, menor culpabilidad) de los adolescentes, en
si el tribunal está dispuesto a efectuar la máxima rebaja de pena permitida por la ley comparación con la de los mayores de edad, menor exigibilidad que siempre debería
por concurrencia de una pluralidad de atenuantes, sin agravantes; así, un adolescente traducirse en una menor pena que la correspondería al mayor de edad, si todo lo
condenado por parricidio con tres atenuantes, sin agravantes, podría llegar a alcanzar demás igual se mantuviese igual (por ej. concurrencia de igual número y entidad de
el marco penal de 540 días a tres años -Art. 23, 3er tramo-, y no, en cambio, el marco atenuantes) .
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ARTo 50 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ARTo 50

También la ratio legis lleva a primero se aplica el Art, 75 Y, luego, aplicación precedente, justamente va aparecer el efecto de "absorción agra-
aplicar a los casos del inc. 1° del las reglas sobre efectos de las circuns- a alterar en alguna medida la forma vada" del Art. 75, cuando en virtud
Art, 351 del CPp, analógicamen- tancias modificatorias (una atenuan- en que la regla desplazada produce el de ellas un marco penal compuesto
te, la misma solución expresamen- te, en el caso planteado), pues si bien efecto que la ley, en el caso ideal, le (del "delito más grave") termina con-
te contemplada por la Ley para los "el orden de prelación en el Código asignaba. Ello quedó claro al presen- vertido en uno que consta de un solo
del inc. 2° de dicha disposición, a parecería dar preferencia a la aplica- tar el conflicto entre el Art, 68, inc. grado (de modo que la "pena más
saber, que el aumento de pena opera ción de estas últimas reglas [las de los 4°, y el Art. 73, cada uno de los cua- grave" será la única pena del marco),
recién una vez que se han tomado Arts. 65 a 68], para pasar después a la les, en el caso ideal, debía producir su se convierte, a primera vista, a lo me-
en cuenta las demás reglas de deter- del Art. 75" (argumento que viene a efecto sobre la pena señalada en abs- nos para esos casos, en un argumento
minación de la pena (v, infta, "Co- asignar, entonces, al orden de apari- tracto por la Ley al delito, elevando o teleológico a favor de aplicar primero
mentario previo a los Arts. 74y75", ción en el Código, un valor prima Ja- rebajando la pena a partir del máxi- el Art. 75. Sin embargo, lo cierto es
"IJI Pluralidad de delitos") 131. cíe para decidir el orden de aplicación mo o del mínimo, respectivamente, que este efecto de absorción "agrava-
de las diversas reglas-lo que ya es du- señalado por la Ley al delito; y en este .da" desaparece con frecuencia, sin ne-
Problemático, en cambio, es el doso-), en este caso, sin embargo, "la caso, como en el de los conflictos de cesidad de que concurran ese tipo de .
estudio de la ratio legis de la agra- estructura lógica de esta última regla precedencia que afecten al Art, 75, el reglas atenuatorias, por simple hecho
vación del Art. 75, para concluir si [el Art. 75] exige darle precedencia problema no se resuelve recordando de que el "delito mayor" tenga seña-
debe operar antes o después que las sobre aquéllas, ya que se fundamenta cómo se supone que una de las reglas lada una pena que consta de un solo
reglas que disponen rebajas especiales en la comparación abstracta de las pe- en conflicto debía producir su efec- grado, lo que pareciera demostrar
(como el Art. 73) o que concretan el nas señaladas por la Ley para los res- to si se la considera de forma aislada que para el legislador (el mismo que
marco pena "hacia abajo" (como el pectivos delitos concurrentes, y no de (tratándose del Art. 75, comparando conminó una serie de delitos con una
Art. 66, inc. 2°, la parte). El proble- las penas impuestas específicamente el marco penal abstracto señalado por pena que consta de un solo grado) el
ma fue tempranamente tratado por a los reos de los rnisrnos'T", afirma- la Ley al delito), sino examinando interés en "agravar" la "absorción" de
ETCHEBERRY, quien, admitiendo que ción, una vez más, demasiado general (a falta de un sentido claro derivado pena en los casos de concurso ideal o
la Ley no señala el orden de aplica- para hacerse cargo de las particulari- del tenor literal) si de la ratio legis de medial, no es especialmente alto, con-
ción de ambos tipos de reglas, aprue- dades de cada conflicto de preceden- las dos normas que compiten por la siderando además que, cada vez que
ba la tesis defendida por una decisión cia, donde, con frecuencia, la deci- aplicación precedente, resulta que es ese único grado lo sea de una pena di-
de la Corte Suprema de 1951, que sión de aplicar en primer lugar una más importante preservar "intacto" visible (10 que será la hipótesis, por le-
entendió, con carácter general, .que regla que "compite" con otra por la el efecto buscado por la Ley para una jos, más frecuente), elArt. 69 de todos
de ellas que el que se buscaba para la modos permitirá al tribunal conside-
otra. Así, en mi opinión, volviendo al rar el "segundo delito" como parte de
131 En ese sentido, MATUS, s. nO de pág., afirmando que el aumento de pena dispuesto conflicto de precedencia entre las re- la "extensión del mal producido por
por (ambos incisos de) el Art, 351 del CPP debe hacerse a partir de la pena concreta
glas que disponen rebajas especiales o el delito", para que escale a una cuan-
determinada, aplicando las circunstancias que sean del caso, de modo que, no con-
curriendo circunstancias que modifiquen un marco penal compuesto de dos o más que concretan el marco penal "hacia tía más alta dentro del mismo grado
grados, el aumento puede hacerse a partir del grado mínimo de éstos, asumiendo que abajo", por una parte, y la delArt. 75, (v, infta, "Comentario al Art. 69").
éste corresponde a la pena determinada. por la otra, el hecho de que aplicar En ese contexto, podría parecer más
132 ETCHEBERRY, DP] 11, 128-129, comentando la sentencia de la Corte Suprema, en "Pisco esta última regla después que las pri- reñido con la ratio legis de las reglas
contraVidaurre", RD]XLVIII, 4-23. meras, con cierta frecuencia haga des- que disponen rebajas de pena de efec-
542 543
ART.51 CÚDlGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART. 51

to excepcional, el que dicho efecto se sidio perpetuo calificado; y si bien el tervención distintas de la autoría ta que la expresión "delito" en el
vea en gran medida frustrado por la procedimiento inverso, que rebajaría -la complicidad (salvo en las hi- encabezado de esta disposición se
aplicación, en primer lugar, de la re- la pena en tal caso, hasta el presidio pótesis que, conforme al Art. 15, entiende en el mismo sentido que
gla del Art. 75; como ocurriría, por mayor en su grado mínimo, también de todos modos "se consideran" en el Art. 3°, esto es, abarcando
ejemplo, en caso de que quien ha co- impide "agravar" la absorción de pena como autoría) y el encubrimien- tanto los crímenes y simples deli-
metido un doble parricidio, sujeto al del Art, 75, como se dijo, la extensión to-, determinan rebajas de pena, tos, como las faltas), tiene su pro-
Art. 75 -es decir, a través del mismo del mal producido (dos personas, y acumulables entre sí, que pueden pia regla de determinación de la
"hecho"- (lo que supone acoger la no sólo una, murieron) podría per- alcanzar hasta 4 grados, todas cal- pena, en el Art. 498, conforme al
tesis que defiende la aplicabilidad del mitir al tribunal llevar la pena hacia culadas desde el grado mínimo del cual a los cómplices en las faltas
Art. 75 al concurso ideal homogéneo, v. la duración máxima de aquél único marco penal señalado por la Ley al se aplica "una pena que no exceda
infta, "Comentario al Art. 75"), ado- grado (5 años de presidio mayor en delito (Art. 61, regla 2 a ) o desde de la mitad de la que corresponda
lezcade una patología síquica a la que su grado mínimo). La solución, en la única pena de que conste dicho a los autores". Esta regla, que al
el tribunal considera constitutiva de todo caso, en la medida que atien- marco. Este cálculo no ofrece difi- momento de ser formulada en el
una eximente incompleta de impu- de a qué procedimiento optimiza de CP regulaba la determinación úni-
cultad alguna.
tabilidad disminuida, por la que pre- mejor manera las finalidades de cada camente de sanciones pecuniarias,
tenda rebajar la pena, por ej., en tres regla, dependerá de lo que ocurra con plantea ahora la duda, de si debe
grados, por aplicación de la regla del cada una de ellas en cada caso, lo que En todo caso, estas reglas s610
ser también aplicable para calcular
Art, 73, cuyo efecto se verá sensible- impide proponer una solución gene- rigen para los crímenes y simples
la pena de los cómplices de hur-
mente reducido si sólo opera después ral (que tampoco viene exigidapor el delitos, como expresamente lo se-
to falta, una vez que a la pena de
de que el Art. 75 llevó la pena al pre- tenor literal de ninguna de ellas). ñalan las disposiciones que las con-
multa originalmente señalada para
tienen.
el autor de esta infracción se le
añadió como pena copulativa, una
(
Respecto de las faltas, en cam- pena privativa de libertad, de pri-
Artículo 51. A los autores de crimen o simple delito frustrado bio, las formas imperfectas de eje- sión en su grado mínimo a medio,
y a los cómplices de crimen o simple delito consumado, se impon- cución no son punibles (Art. 9°), en el inc. 1° del nuevo Art. 494 bis,
drá la pena inmediatamente inferior en grado a la señalada por la salvo en el caso excepcional del introducido por la Ley N° 19.950,
Ley para el crimen o simple delito. hurto falta, al que el Art. 498 bis, de 5 de junio de 2004. ¿Debe
inc. 2°, señala una pena especial, aplicarse la regla que dispone im-
de modo que hay propiamente tal poner al cómplice una pena que
COMENTARIO
una regla de determinación de pena no exceda de la mitad, también
Jaime Couso que atienda a su forma imperfecta ahora, respecto de la nueva priva-
de ejecución. tiva de libertad, pese que no fue
GENERALIDADES SOBRE LOS nal señalado por la Ley al delito formulada para este tipo de penas,
ARTS. 51 A 54 (consumado y cometido en cali- Por su parte, la complicidad al punto que ni siquiera está defi-
dad de autor), los grados imper- en las faltas, que es punible en vir- nido en la Ley qué es "la mitad"
En estas cuatro primeras re- fectos de ejecución (frustración y tud del Art. 16, en relación con los una pena compuesta de dos gra-
glas, aplicadas sobre el marco pe- tentativa) y ciertas formas de in- Arts. 14 y 15 (si se tiene en cuen- dos de una privativa de libertad
544 545
ART.51 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART.52

ternporali'P". En mi opinión, la se le puede entender "nombrado" Artículo 52. A los autores de tentativa de crimen o simple de-
respuesta negativa deriva ya de una genéricamente en el Art, 14 (pues la lito, a los cómplices de crimen o simple delito frustrado y a los
consideración valorativa que se des- expresión "delito" en el encabezado encubridores de crimen o simple delito consumado, se impondrá
prende del propio Art. 494 bis, en de esta disposición se entiende en la pena inferior en dos grados a la que señala la Ley para el crimen
su inc. 2°: en tal lugar, se señala para el mismo sentido que en el Art, 3°, o simple delito.
el autor de hurto falta frustrada, una esto es, abarcando tanto los crímenes Exceptúanse de esta regla los encubridores comprendidos en el
pena única de multa de una a cuatro y simples delitos, como las faltas) no número 3 0 • del artículo 17, en quienes concurra la circunstancia
unidades tributarias mensuales, y no, es punible, pues ahí no se describe
1a. del mismo número, a los cuales se impondrá la pena de in-
en cambio, una pena privativa de li- el tipo de encubrimiento, sino en el
bertad atenuada, calculada a partir de Art, 17 del Cl; que tipifica única- habilitación especial perpetua, si el delincuente encubierto fuere
la privativa de libertad señalada para mente el encubrimiento de crimen o condenado por crimen y la de inhabilitación especial temporal en
el autor del hurto falta consumado. simple delito, no de falta, de modo cualquiera de sus grados, si lo fuere por simple delito.
Con la misma razón debe entender- que el Art. 14 del Cl; cuya función También se exceptúan los encubridores comprendidos en el
se, entonces, que una forma de apa- es meramente clasificatoria, no tiene número 4 0 • del mismo artículo 17, a quienes se aplicará la pena de
rición del delito -complicidad en la eficacia respecto de los encubridores presidio menor en cualquiera de sus grados.
figura consumada- a la que el CP en de un "especie" de delito: las faltas.
el Art. 52 da el mismo tratamiento, Dada la atipicidad de la conducta, es
pues reconoce en ella la misma dis- lógico que no haya en el CP para el COMENTARIO
minución en el desvalor del hecho, encubrimiento de falta, una regla de
que a la autoría en la figura frustrada,
Jaime Couso
determinación de la pena, similar a
debe tener, no mayor pena, sino, en la que sí contempla, en cambio (en
todo caso, la misma que ésta. Y si el el Art, 498), para la complicidad en GÉNESIS y MODIFICACIONES que se comenta. Por ello, la modi-
Art. 498 no permite asignarle al cóm- la falta (en el mismo sentido, ya Na- ficación posterior del mismo inciso
plice en hurto falta consumada la VOA, I1, 193; v. también CURY, 633). Tomado de los Arts. 62 y 64 3°, dispuesta por la Ley N° 19.806,
misma pena de multa que al autor de del Código Penal español de 1850 de 31 de mayo de 2002 (consisten-
hurto falta frustrada, sino sólo la mi- En todo caso, las reglasestableci- (FUENSALIDA, 1, 257), se mantiene te en reemplazar en dicho inciso la
tad de ella, esta inconsistencia valora- das para los Arts, 51 a 54, para las gra- prácticamente sin modificaciones, expresión "procesado de" por "con-
tiva es mucho menor que la que de- dos imperfectos de ejecución y para salvo por el hecho de que el inciso denado por"), tampoco tiene afecto
rivaría de tratar dos casos semejantes, la complicidad y el encubrimiento de 3°, que señala una pena autónoma,' alguno. El resultado es que el encu-
uno con pena privativa de libertad y crímenes y simples delitos, admiten no dependiente de la pena del au- brimiento del N° 3° del Art. 17, que
el otro tan sólo con una de multa. una serie de excepciones en las que la tor, para una determinada hipótesis antes de la modificación de 1991
Ley les señala una pena especial o de- de encubrimiento, quedó sin apli- sólo se castigaba bajo las circunstan-
Por lo que respecta al encubri- termina de forma especial su efecto cación desde que fue sustituido el cias excepcionales que ahí se indi-
miento de falta, pese a que también atenuatorio (v, infta, Art. 55). N° 3° del Art. 17 del Cp, por dis- caban, y precisamente con la pena
posición de la Ley N° 19.077, de 28 autónoma señalada por el inciso 3°
de agosto de 1991, eliminando la de este Art. 52, ahora se castiga bajo
133 El concepto de mlnimum, en el Arr. 66 tiene otro sentido, que ha tenido que ser
definido especialmente por esa disposición. . circunstancia aludida en el precepto cualquier circunstancia en que se
547
546
ARTS.53A55 CÚDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.56

cometa la conducta (de "albergar", en cualquiera de sus grados, lo que delito frustrado,.la tentativa, la complicidad o el encubrimiento se
"ocultar" o "proporcionar la fuga" ya viene condicionado (con inde- hallan especialmente penados por la ley.
"del culpable"), y con una pena pendencia del hecho de que el en-
BIBUOGRAFÍA: Causo, Jaime y MERA, Jorge, "El rol uniformador de la jurisprudencia de la
dependiente de la del autor (y dos cubrimiento, en todos los casos, y Sala penal de la Corte Suprema. Estudio empírico", en Revista Ius et Praxis, (Vol 13, N° 1,
grados inferior a ella), como en las no sólo en éste, configura un delito Talca, 2007).
demás hipótesis de encubrimiento. específico, cuyo desvalor no depen-
de del desvalor del delito que se en-
EXCEPCIÓN ALA REGLA GENERAL: cubre) por el simple hecho de que COMENTARIO
ENCUBRIMIENTO POR FAVORECIMIEN- no hay en esta hipótesis un delito
Jaime Causo
TO PERSONAL determinado a partir de cuya pena
pueda calcularse la que correspon-
La excepción que, en cam- derá al encubridor (cfr., en cambio, La disposición advierte, sin ne- ficados en el párrafo 2° del Título
bio, mantiene plena vigencia, es la Novox, II, 199, Y ETCHEBERRY, II, cesidad, que constituyen excepcio- IX del Libro II del Cp, cuya cons-
contemplada para el denominado 178, para quienes sólo la circuns- nes a lo dispuesto en los Arts. 51 a titucionalidad ha sido cuestionada
encubrimiento por favorecimien- tancia de que la Ley les señale pena 54 los casos en que la Ley señala a por alguna jurisprudencia de C. de
to habitual, que se castiga con una específica los convierte en un delito las formas imperfectas de ejecución, Apelaciones, pero afirmada por la
pena autónoma, de presidio menor autónomo). o a la complicidad o encubrimiento, C. Suprema y el TC (v, COUSO I
una pena específica, que no se calcu- MERA, 371, 346-347; así como las
la, por tanto, efectuando las rebajas sentencias del Te, Rol N° 797-
de pena que esas reglas disponen, a 07-INA, de 24 de enero de 2008,
Artículo 53. A los cómplices de tentativa de crimen o simple partir de la pena señalada para el au- y Rol N° 825-2007-INA, de 6 de
delito y a los encubridores de crimen o simple delito frustrado, se tor de delito consumado. Fuera de marzo de 2008); y 2) el Art, 18 de
impondrá la pena inferior en tres grados a la que señala la Ley para la excepción establecida por el pro- la Ley N° 20.000, que sanciona los
el crimen o simple delito. pio Art. 52 (v, supra), para el caso delitos de tráfico de estupefacientes
del favorecimiento personal habitual, como consumados "desde que haya
REMISIÓN: v. Art. 51.
algunas de las más importantes son: principio de ejecución". No cons-
1) el Art. 450 del Cl; que castiga tituye, en cambio, una excepción
como consumados, desde que se en- a este precepto, pese a que en oca-
Artículo 54. A los encubridores de tentativa de crimen o sim- cuentren en estado de tentativa, el siones se le incluye aquí, el Art. 494
robo con fuerza en lugar habitado o bis, inc. 2° (que establece una pena
ple delito, se impondrá la pena inferior en cuatro grados a la seña-
destinado a la habitación, los robos especial para el hurto-falta frustra-
lada para el crimen o simple delito. con violencia o intimidación en las do), pues el Art. 51 no es aplicable,
REMISIÓN: v. Art. 51. personas y los demás delitos tipi- por definición, a las faltas.

Artículo 55. Las disposiciones generales contenidas en los cua- Artículo 56. Las penas divisibles constan de tres grados, míni-
tro artículos precedentes no tienen lugar en los casos en que el mo, medio y máximo, cuya extensión se determina en la siguiente:
548 549
ART.56 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ARTS. 57 - 58

TABLA DEMOSTRATIVA grados a las penas de multa y cau- portante es que, para los efectos de
Penas Tiempo que Tiempo de su Tiempo de su Tiempo de su ción (que antes sí estaban incluidas las reglas establecidas en los Arts. 57
comprende toda grado mínimo grado medio grado máximo en la "Tabla Demostrativa' conteni- a 69, el concepto de pena divisible,
la pena da por esa disposición aprobada por entonces, hay, que entenderlo refe-
Presidio, reclusión, De cinco años y De cinco años De diez años y De quince años primera vez en la Sesión N° 19; v. rido al de penas temporales, abar-
confinamiento, un día a veinte y un día a diez un día a quince y un día a veinte
extrañamiento y años. años. años. años.
Actas, p. 38), mantuvo la denomina- cando precisamente las incluidas en
relegación mayores. ción primitiva, pese a que el grupo la tabla del Art. 56 (en ese sentido
Inhabilitación De tres años y un De tres años y un De cinco años De siete años de penas incluido en la tabla quedó MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
absoluta y especial día a diez años. día a cinco años. y un día asiere y un día a diez circunscrito a las temporales. Lo im- 336).
temporales. años. años.
Presidio, reclusión, De sesenta y un De sesenta y De quinientos De tres años y un
confinamiento, días a cinco años. uno a quinientos cuarenta y un día a cinco años.
extrañamiento y cuarenta días. días a tres años. Artículo 57. Cada grado de una pena divisible constituye pena
relegación menores
y destierro.
distinta.
Suspensión de De sesenta y un De sesenta y un De un año y De dos años y un REMISIÓN: v. supra, "Comentario previo a los Arts. 50 a 69 y 76 a 78", "JI!. La pena señalada
cargo y oficio días a tres años. días a un año. un día a dos día a tres años. en la Ley como 'marco penal abstracto'".
público y profesión años.
titular.
Prisión. De uno a sesenta De uno a veinte De veintiuno a De cuarenta y
días. días. cuarenta días. uno a sesenta Artículo 58. En los casos en que la Ley señala una pena com-
días. puesta de dos o más distintas, cada una de éstas forma un grado de
penalidad, la más leve de ellas el mínimo y la más grave el máximo.
BmuoGRAFÍA: MAros,lean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382.
COMENTARIO

COMENTARIO Jaime Couso

Jaime Couso En lo fundamental, el sentido delito diversas penas de forma copu-


de esta disposición ya fue explica- lativa. En tal hipótesis, entonces, esas
La disposición, si bien se refiere vas de libertad mayores, como meno- do (supra, "Comentario previo a los diversas penas no forman dos grados
a las penas divisibles, en realidad re- res, al destierro, a las penas de inha- Arts. 50 a 69 y 76 a 78", "JI! Lapena de penalidad de un único marco pe-
gula sólo a un grupo de ellas, a saber, bilitación y suspensión temporales y señalada en la Ley como 'marco penal nal, sino que se comportan completa-
casi todas las penas temporales regu- a la pena de prisión. La referencia a abstracto"). Aquí sólo cabe aclarar mente como dos penas independien-
ladas por el CP (sobre la diferencia las penas divisibles se explica porque, que no constituye un caso de "pena tes, cada una de las cuales constituye
entre estos conceptos, cfr., por to- al modificar la Comisión Redactora, compuesta de dos o más distintas", un marco penal abstracto distinto, al
dos, NOVOA, II, 354 Yss.; ETCHEBE- durante la Revisación, el Art. 56 (en para los efectos de este precepto, la que hay que aplicar, en paralelo, las
RRY, II, 138 Y ss., 142), abarcando la Sesión N° 135, v. Actas, p. 240), hipótesis a la que se refiere la regla 4 a reglas del Art. 61 y, en su caso, las de
entonces a las privativas y restricti- sustrayendo de la división en tres del Art. 61, en que la Ley señala al los Arts. 65 a 68 del CP. Ello se tra-
550 551
ART.59 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.59

duce, entonces, como se verá, en que y en los Arts, 65 a 68, queda sujeto 3°. Relegación mayor en su grado medio.
la identificación de la estructura del el tribunal para determinar la pena, 4°. Relegación mayor en su grado mínimo.
marco penal señalado por la Leyal de- debe realizarse, en paralelo, sin con- 5°. Relegación menor en su grado máximo.
lito, para los efectos de decidir a qué siderar a las penas copulativas como 6°. Relegación menor en su grado medio.
reglas, de las establecidas en elArt. 61 diversos "grados de penalidad". 7°. Relegación menor en su grado mínimo.
8°. Destierro en su grado máximo.
9°. Destierro en su grado medio.
Artículo 59. Para determinar las penas que deben imponerse 10. Destierro en su grado mínimo.
según los artículos 51, 52, 53 Y 54: 1°. a los autore.s de ? ESCALA NÚMERO 3,
simple delito frustrado; 2°. a los autores de tentativa de cnmen Grados
o simple delito, cómplices de crimen o simple delito frustrado y 10. Confinamiento o extrañamiento mayores en sus grados máxi-
encubridores de crimen o simple delito consumado; 3°. a los cóm- mos.
plices de tentativa de crimen o simple delito y de 2°. Confinamiento o extrañamiento mayores en sus grados me-
crimen o simple delito frustrado, y 4°. a los encubndores de ten- dios.
tativa de crimen o simple delito, el tribunal tomará por base las 3°. Confinamiento o extrañamiento mayores en sus grados míni-
siguientes escalas graduales: mos.
ESCALA NÚMERO 1 4°. Confinamiento o extrañamiento menores en sus grados máxi-
Grados mos.
5°. Confinamiento o extrañamiento menores en sus grados me-
10. Presidio perpetuo calificado. dios.
2°. Presidio o reclusión perpetuos. 6°. Confinamiento o extrañamiento menores en sus grados mí-
3°. Presidio o reclusión mayores en sus grados máximos. rumos.
4°. Presidio o reclusión mayores en sus grados medios. 7°. Destierro en su grado máximo.
5°. Presidio o reclusión mayores en sus grados mínimos. 8°. Destierro en su grado medio.
6°. Presidio o reclusión menores en sus grados máximos. 9°. Destierro en su grado mínimo.
7°. Presidio o reclusión menores en sus grados medios.
ESCALA NÚMERO 4
8°. Presidio o reclusión menores en sus grados mínimos.
9°. Prisión en su grado máximo. Grados
10. Prisión en su grado medio. 10. Inhabilitación absoluta perpetua.
11. Prisión en su grado mínimo. 2°. Inhabilitación absoluta temporal en su grado máximo.
3°. Inhabilitación absoluta temporal en su grado medio.
ESCALA NÚMERO 2 4°. Inhabilitación absoluta temporal en su grado mínimo.
Grados 5°. Suspensión en su grado máximo.
10. Relegación perpetua. 6°. Suspensión en su grado medio.
2°. Relegación mayor en su grado máximo. 7°. Suspensión en su grado mínimo.
552 553

..
ART.59 CÓDIGO PENAL COMENTADO
JAIMECOUSO ART.59

ESCALA NÚMERO 5 el Art, 60, inc. 10, y 61, regla 5 a (v.,


bunal no debería! realizar las rebajas
Grados por todos, NOVOA, 11, 357; ETCHE- dispuestas por la Ley (por ej., para el
10. Inhabilitación especial perpetua. 'BERRY, 11,172-173). cómplice) o efectuarla (si es posible)
2°. Inhabilitación especial temporal en su grado máximo. en tres grados, para alcanzar a una
3°. Inhabilitación especial temporal en su grado·medio. PROBLEMAS QUE PLANTEA LA DIS- de destierro de la misma extensión
4°. Inhabilitación especial temporal en su grado mínimo. POSICIÓN: ) de la relegación (en el mismo senti-
5°. Suspensión en su grado máximo. do, MATUS / VAN WEEZEL, Comen-
6°. Suspensión en su grado medio. Desequilibrios que pueden resul- tario, 339-340). En mi opinión,
tar al efectuar rebajas en las escalas sin embargo, la cuestión habría que
7°. Suspensión en su grado mínimo.
graduales resolverla caso a caso, siendo acon-
BIBliOGRAFÍA: PICA, René (1992), Reglas para la aplicación de las penas, 4 a edición (Editorial
Jurídica, Santiago de Chile); Mxrus, Iean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Ar-
sejable realizar una consideración
tículos SO a 73", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382. En primer lugar, la doctrina lla- similar a la que procede para decidir
ma la atención, con razón, respecto cuál es la pena más favorable en los
de algunos desequilibrios que casos de aplicación retroactiva de la
COMENTARIO nazan con producirse en determi- Ley penal más benigna, si material-
nadas escalas, en las que una pena mente se ha de respetar el principio
Jaime Couso inmediatamente inferior en grado a de proporcionalidad de las penas
otra sería más gravosa que ella (por con la gravedad del injusto penal
GÉNESIS y MODIFICACIONES formas de intervención distintas ej., la pena inferior en grado a la de culpable cometido) 134.
de la autoría, en estas cinco escalas relegación menor en su grado míni-
La única modificación sufri- graduales se ordena, de mayor a me- mo, en la Escala N° 2, es la de des- Omisión de una mención a los
da por este artículo consiste en la nor gravedad, la casi totalidad de las tierro en su grado máximo, siendo cómplices de crimen o simple delito
sustitución, en el primer grado de penas principales (salvo la multa, la duración de la primera, entre 61 consumado
la "ESCALA NÚMERO 1", de la el comiso y algunas penas princi- y 540 días, y la de la segunda, entre
pena de muerte por la de presidio pales establecidas por leyes penales 3 años y un día a 5 años; el ejemplo Aunque el asunto se suele pa-
perpetuo calificado (por disposición especiales), agrupando cada una de es de PICA, 13-14), sugiriendo PICA, sar por alto, ya FUENSALIDA 1, 273,
de la Ley N° 19.734, de 5 de junio ellas, penas de igual naturaleza: la ibídem, que, en tales casos, el tri- advirtió sobre la omisión en que
de 2001). N° 1, penas privativas de libertad;
la N° 2 Y la N° 3, penas restricti-
134 Así, por ejemplo, al cómplice de unas lesiones menos graves inferidas a una persona
ESTRUCTURA y ÁMBITo DE APLI- vas de libertad; la N° 4 Y la N° 5,
constituida en auroridad pública (Art. 401 del CP) bien puede resultarle en concrero
CACIÓN DE LAS ESCALAS GRADUALES penas privativas de otros derechos. menos aflictiva una pena de 4 años de destierro de la localidad en que se cometió el
En todo caso, aunque no se aparece delito, que no sea su lugar de origen ni aquél donde cuenta con arraigo personal y
Establecidas para definir la for- incluida en el listado de las diversas social, que una pena (impuesta al autor) de 300 días de relegación (si el tribunal escoge
ma de efectuar las rebajas corres- escalas graduales, la multa se entien- aplicar la relegación en lugar del presidio -siendo que la ley señala ambas como penas
alternativas-) en una localidad completamente alejada de aquel lugar (si, en ambos
pondientes a grados de ejecución de agregada a todas ellas, como la
casos, se supone la presencia de una atenuante y ninguna agravante, y que los afectados
distintos al delito consumado, y última pena, según lo dispuesto por no reúnen los requisitos para acceder a las medidas de la Ley N° 18.216).
554 555
ro

ART. 59 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.59

incurre el numeral 1° del Art. 59, ñalada por la Ley al delito, para los pIada por elArt. 494 bis, ine. 2°, que este tipo de penas especiales, toda
al dejar de mencionar al cómplice efectos del Art, 19, N° 3, inc. 7°, regula la pena de multa a imponer al rebaja de pena debe conducir a la
del crimen o simple delito frustra- de la CPR, resulta, no del Art. 59, hurto-falta frustrado, o el Art, 498, de multa. En efecto, cuando se trata
do, omisión que, infiere, se habría sino de la relación entre el Art. 51 que regula la forma de calcular la de las rebajas asociadas a las formas
cometido "en la impresión del có- Yel Art. 61, reglas 1a y 2 a (y, a ma- pena del cómplice de falta castigada imperfectas de ejecución o a la in-
digo", pues "en actas los encontra- yor abundamiento, el Art. 77). Lo con multa), MATUS I VAN WEEZEL, tervención en calidad de. cómplice
mos comprendidos en el núm. 1.° apuntado no tiene un interés pura- Comentario, 340, llamando la aten- o encubridor, que en realidad repre-
conjuntamente con los reos de de- mente analítico (de lógica deóntica), ción sobre el hecho de que la: pro- sentan figuras típicas distintas de los
lito frustrado, como deber ser" (lo sino, por comparación con este caso, liferación de penas especiales (por respectivos tipos de autor consuma-
que efectivamente, consta en Actas, tiene un interés práctico para otros ej., la cancelación de la nacionali- dos, esa solución llevaría a imponer
243, al revisar el texto aprobado en en que no es aplicable esta relación zación, la privación temporal o de- una pena (la multa) que, para los
la Sesión N° 136, durante la Revi- de preceptos, como se apreciará a finitiva de la licencia de conducir, el efectos de la garantía constitucional
sación). Y si nunca se ha planteado continuación. trabajo sin remuneración, etc.) hace de la legalidad de las penas (Art. 19,
en términos de dudas sobre la regla necesario abrir la discusión sobre el N° 3°, ine. 7°, de la CPR), no ha
que corresponde aplicar, ello ya re- Rebajas depena cuando la Leyse- . problema, entienden que "la rebaja sido señalada por la Ley al delito (la
sulta en mi opinión, de la relación ñala una no comprendida en las esca- no podrá hacerse sino a la pena de respectiva figura frustrada, tentada,
entre el Art. 51 (que dispone la re- las graduales multa correspondiente", por aplica- de complicidad o encubrimiento),
baja en un grado también para este ción analógica "a favor del reo" de de modo que, en tales casos, en lu-
caso) y (despejando cualquier duda) Un segundo problema, sobre las reglas dadas para las penas que gar de castigar con la pena de multa,
el Art. 61, reglas ra y 2 a (que acla- el cual llaman la atención MATUS I sí están comprendidas en las escalas sencillamente corresponde dejar la
ra el modo en que deben efectuarse VAN WEEZEL, Comentario, 340, alu- (Art. 60, inc. 1°), y que, en cam- conducta impune (y el Art. 77, inc.
las rebajas de grado dispuestas por diendo a FUENSALIDA, se presentaría bio, cualquier aumento de pena, 3° no puede entenderse como una
la ley, también para el cómplice de cuando haya que aplicar a una pena no regulado especialmente por la regla que señale la pena correspon-
delito consumado, según la estruc- especial, no incluida en las escalas Ley que estableció la pena especial, diente a estos casos, pues su campo
tura del marco penal establecido del Art. 59, los aumentos o reba- sencillamente no podrá efectuarse, de aplicación, definido por el inc.
. para el autor de delito consumado; jas dispuestos por la Ley (piénsese, pues, en tal caso, la aplicación ana- 1° de la misma disposición, sigue
pudiendo invocarse, a mayor abun- por ejemplo, en las formas imper- lógica de aquellas reglas sería "con- siendo el de las penas contempladas
damiento, el Art, 77 del CP aclara fectas de ejecución, o en los casos tra reo". En mi opinión, siendo co- en las respectivas escalas graduales;
que las rebajas de pena dispuestas en que concurran una pluralidad de rrecto el criterio propuesto por los lo propio puede decirse del Art. 61,
por la Ley se realizan, en general, agravantes, sin atenuantes, o, a la autores, en el sentido de rechazar regla 5a ) . Así lo confirma la juris-
aplicando las penas inferiores en el inversa, una pluralidad de atenuan- cualquier aplicación analógica de prudencia de la Corte Suprema;
número de grados que corresponda, tes, sin agravantes). En estos casos, las normas que regulan la forma de en efecto ésa es, en esencia, la ra-
dentro de las respectivas escalas gra- dado que la pena que debería servir efectuar aumentos de penas inclui- tio decidendi en la que la Corte Su-
duales del Art. 59). Es interesante, de base para el cálculo de aumentos das en el Art, 59, a penas especiales prema se basó (en su sentencia Rol
en todo caso, destacar que, el defec- o rebajas no aparece dentro de las no incluidas en dicha disposición, N° 5.990-04, de 20 de abril de
to de publicación (si sólo es tal) del escalas del Art. 59, ni tiene señalada no lo es, en cambio, la afirmación 2005, N° ID LegalPublishing:
Art. 59 se traduce en que la pena se- una regla especial (como la contem- indiferenciada de que, respecto de 40265), cuando afirmó que, pese a
556 557
JAIMECOUSO ART.60
ART.60 CÓDIGO PENAL COMENTADO

ser "indudable que la intención del ca, constitucional y legal de conte- 2°. Creación de Tribunales e instalación, mantenimiento y de-
legislador, en cuanto estableció el ner legalmente la pena que sería del sarrollo de los servicios judiciales, y
artículo 494 bis del Código Penal caso aplicar". Otra cosa ocurre, en 3°. Mantenimiento de los Servicios del Patronato Nacional de
fue de castigar de manera más se- cambio, con rebajas asociadas, no a Reos.
vera el delito falta de hurto y (...] figuras típicas diversas de la que ha La misma regla señalada en el inciso anterior, se aplicará res-
sancionar la falta frustrada y la ten- sido conminada con pena especial, pecto a las cauciones que se hagan efectivas, de los dineros que cai-
tativa, que por regla general son sino, por ejemplo, a la concurrencia gan en comiso y del producto de la enajenación en subasta pública
conductas atípicas, (...] lo cierto es de una pluralidad de atenuantes, sin de las demás especies decomisadas, la cual se deberá efectuar por la
que no estableció de forma precisa agravantes. En tal caso, siendo apli-
Dirección de Aprovisionamiento del Estado.
y clara la sanción correlativa a esos cable, por ej., la regla del Art. 67 (si
tipos de comisión del ilícito, que en la pena especial es divisible, como Las disposiciones de los dos incisos anteriores no son aplicables
lo general importan penas inferiores en el caso de la privación temporal a las multas señaladas en el artículo 483 b.
al delito consumado, como se apre- de la licencia de conducir), la rebaja El producto de las multas, cauciones y comisos derivados de
cia del tenor de los artículos 51 y 52 en grado dispuesta por ella sólo es faltas y contravenciones, se aplicará a fondos de la Municipalidad
del Código Penal, normas que sólo eficaz recurriendo analógicamente correspondiente al territorio donde se cometió el delito que se cas-
reciben aplicación tratándose de los alArt. 60, inc. t-, que efectivamen- tiga.
crímenes y simples delitos y, por te conduce a aplicar la pena de mul-
consecuencia, no cabe aplicar por ta, como, con razón, lo entienden
analogía a las faltas", de modo que MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, COMENTARIO
"no ha satisfecho el principio bási- 340. Jaime Couso

El artículo original se refería 306). Posteriormente, mediante


Artículo 60. La multa se considera como la pena inmediata- sólo a las multas y constaba de Ley N° 11.625, de 4 de octubre
mente inferior a la última en todas las escalas graduales. tres incisos, los dos primeros co- de 1954, se agregaron los actuales
Para fijar su cuantía respectiva se adoptará la base establecida rresponden a los actuales y fueron incisos tercero a sexto. Por último,
aprobados sin discusión en la se- mediante la Ley N° 17.155, de 11
en el artículo 25, yen cuanto a su aplicación a cada caso especial se
sión 134, de 9 de mayo de 1873 de junio de 1969, se introdujo en
observará lo que prescribe el artículo 70. (Actas, 237). El tercero correspon- el inciso tercero la referencia al Re-
El producto de las multas, ya sea que se impongan por sen- de aproximadamente al inciso final glamento a dictar por el Presidente
tencia o que resulten de un Decreto que conmuta alguna pena, actual, pero con modificaciones de la República.
ingresará en una cuenta fiscal, especial, contra la cual sólo podrá importantes. Había sido aprobado
girar el Ministerio de Justicia, para alguno de los siguientes fines, y en la sesión 169, de 3 de octubre, Que la multa se considere la
en conformidad al Reglamento que para tal efecto dictará el Presi- con una regla que luego desapare- pena inmediatamente inferior a la
dente de la República: cería para la división de las multas última en todas las escalas gradua-
1°. Creación, instalación y mantenimiento de establecimientos en caso de cometerse varios deli- les, viene luego ratificado por el
penales y de reeducación de antisociales; tos en distintos territorios (Actas, inciso tercero del Art. 77, contex-

558 559
r-

ART.60 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 61

to en el cual se abordarán algunos aplicable el mismo destino para las Artículo 61. La designación de las penas que corresponde apli-
detalles técnicos asociados a esta sumas decomisadas y al producto car en los diversos casos a que se refiere el artículo 59, se hará con
solución legal (véase Comentario al de las subastas públicas de espe- sujeción a las siguientes reglas:
Art. 77). Para determinar la cuantía cies decomisadas, ha sido supera- 1a. Si la pena señalada al delito es una indivisible o un solo gra-
enesos casos en que la multa resul- da por lo previsto en el Art. 469
do de otra divisible, corresponde a los autores de crimen o simple
ta pena aplicable sólo por ausencia CPp, conforme al cual esos fon-
de pena inferior en grado en la res- dos se destinan a la Corporación
delito frustrado ya los cómplices de crimen o simple delito consu-
pectiva escala gradual y, consecuen- Administrativa del Poder Judicial, mado la inmediatamente inferior en grado.
temente, la Ley no ha previsto un sin perjuicio de reglas especiales Para determinar las que deben aplicarse a los demás respon-
rango para ella, la Ley se remite al en el mismo precepto (respecto de sables relacionados en el artículo 59, se bajará sucesivamente un
Art. 25 para fijar la "base" o mar- delitos de pornografía infantil) o grado en la escala correspondiente respecto de los comprendidos
co, de donde se sigue que se remite en otros cuerpos legales, como el en cada uno de sus números, siguiendo el orden que en ese artículo
específicamente a los rangos ideales Art. 46 de la Ley N° 20.000. Con- se establece.
previstos en el inciso sexto de dicho secuentemente, la regla rige toda- 2 a . Cuando la pena que se señala al delito consta de dos o más
artículo, los que en este caso no son vía sólo para las cauciones que se grados, sea que los compongan dos penas indivisibles, diversos gra-
mera exhortación al legislador, sino hagan efectivas (véase Comentario dos de penas divisibles o bien una o dos indivisibles y uno o más
regla vinculante para el tribunal. al Art, 46), si bien puede discutirse
grados de otra divisible, a los autores de crimen o simple delito
Para la individualización judicial de si no es posible, por especialidad,
la multa se remite luego al Art. 70 que siga rigiendo también respecto
frustrado y a los cómplices de crimen o simple delito consumado
(véase Comentario al Art. 70). del comiso asociado a faltas, en los corresponde la inmediatamente inferior en grado al mínimo de los
términos del inciso sexto. designados por la ley.
Los incisos tercero y sexto son Para determinar las que deben aplicarse a los demás responsa-
de carácter estrictamente adminis- Debe tenerse presente, ade- bles se observará lo prescrito en la regla anterior.
trativos y señalan el destino que más, la excepción prevista por el 3 a . Si se designan para un delito penas alternativas, sea que se
debe darse a las multas: cuenta fis- propio Art, 60 en su inciso quinto, hallen comprendidas en la misma escala o en dos o más distintas,
cal especial contra la que sólo puede respecto de las multas señaladas en no estará obligado el tribunal a imponer a todos los responsables
girar el Ministerio de Justicia para el Art. 483 b, esto es, las que co- las de la misma naturaleza.
fines propios del sector, de acuerdo rresponden a los comerciantes res- 4 a . Cuando se señalan al delito copulativamente penas com-
con el actual Decreto N° 1.810, de ponsables del delito de incendio, prendidas en distintas escalas o se agrega la multa a las de la misma
26 de septiembre de 1969, del Mi- cuyo importe "se mantendrá en
nisterio de Justicia; o bien a fondos
escala, se aplicarán unas y otras con sujeción a las reglas 1a y 2a , a
una cuenta especial a la orden de
municipales en el caso de las multas la Superintendencia de Compañías todos los responsables; pero cuando una de dichas penas se impo-
provenientes de faltas y contraven- de Seguros, Sociedades Anónimas y ne al autor de crimen o simple delito por circunstancias peculiares
Clones. Bolsas de Comercio, la cual anual- a él que no concurren en los demás, no se hará extensiva a éstos.
mente la distribuirá proporcional- 5a . Si al poner en práctica las reglasprecedentes no resultare pena
En lo que concierne al comiso, mente entre los distintos Cuerpos que imponer por falta de grados inferiores o por no ser aplicables las
la regla del inciso cuarto, que hace de Bomberos en el país". de inhabilitación o suspensión, se impondrá siempre la multa.
560 561
ART.61 CÓDiGO PENAL COMENTADO
JAIMECOUSO ART.61

APLICACIÓN PRÁCTICA DE LAS REGLAS ANTERIORES COMENTARIO


REGLAS Pena señalada al Pena de los autores Pena de los autores de Pena de los Pena de los
crimen o simple de crimen o simple tentativa de crimen cómplices encubridores Jaime Couso
delito. delito frustrado o simple delito, de tentativa tentativa de
y cómplices de cómplices de crimen o de crimen o crimen o simple
crimen o simple simple delito frustrado simple delito y delito. ÁMBITO DE APLICACIÓN PROPIO Y nal original está compuesto de dos
delito consumado. y encubridores de encubridores de
crimen o simple delito crimen o simple
APLICACIÓN ANALÓGICA ALaS CASOS o más penas (como es el caso de la
consumado. delito frustrado. DELART.77 pena señalada en el Art. 107 del Cp,
1". Relegación Relegación mayor Relegación mayor en Relegación Relegación a la que también se aplica la reba-
perpetua en su grado su grado medio. mayor en su menor en su
máximo. grado mínimo. grado máximo. La disposición viene a aclarar la ja dispuesta por el Art, 111). En
z-. En Presidio mayor Presidio mayor en Presidio mayor en su Presidio menor Presidio menor forma en que deben efectuarse las tales casos, se justifica la aplicación
el caso en su grado su grado medio. grado mínimo. en su grado
máximo a presidio
en su grado
rebajas en grado dispuestas por los analógica, por ejemplo, de la regla
de pena máximo. medio.
Compuesta perpetuo. Arts. 51 a 55 del CP (para los diver- 2 a del Art. 61, a favor del reo, des-
de 2 grados. sos grados de ejecución y formas de cartando una rebaja que consista en
2'. En Inhabilitación Inhabilitación Suspensión en su Suspensión en Suspensión
el caso absoluta temporal absoluta temporal grado máximo. su grado medio. en su grado
intervención), dentro de las escalas la construcción de un nuevo marco
de pena en su grado medio en su grado mínimo. establecidas por el Art. 59, según la penal con tantas penas como el mar-
Compuesra a inhabilitación mínimo.
diversa estructura del marco penal co original, en cada caso inferiores
de 3 grados. absoluta perpetua.
z-.En Reclusión Reclusión menor Reclusión menor en Prisión en su Prisión en su
establecido para el autor de crimen en dos grados (presidio menor en
el caso menor en su en su grado medio. su grado mínimo. grado máximo. grado medio. o simple delito consumado. Con su grado máximo a presidio mayor
de pena grado máximo a
reclusión mayor
todo, también serían aplicables estas en su grado medio), y practicando-
Compuesta
de d o rnás en su grado mismas reglas, por analogía (MA- se, en lugar de ello, una rebaja que
grados. máximo. TUS / VAN WEEZEL, 344, consideran, parta del límite inferior del marco
3". Presidio mayor en Presidio mayor en Presidio menor en su Confinamiento Presidio menor
su grado medio su grado mínimo. grado máximo. menor en su en su grado
en cambio, que es por aplicación original (llegando a presidio menor
o confinamiento grado máximo. mínimo. indirecta), para los casos en que la en su grado máximo).
mayor en su grado
Ley disponga rebajas especiales,
máximo.
fundadas en otras consideraciones REGLA la
4 a. Reclusión Reclusión menor Reclusión menor Reclusión Prisión en su
mayor en su en su grado en su grado medio, menor en su grado máximo, (por ejemplo, para la rebaja en dos
grado mínimo, máximo y multa inhabilitación grado mínimo y suspensión en su
inhabilitación grado máximo
grados establecida por el Art, 111 La aplicación de la regla 1a, es-
de máximo y absoluta temporal multa de cuatro
absoluta perpetua multa de veinte en su grado medio y sueldos vitales.' y multa de dos del CP para la conspiración para tablecida para marcos compuestos
y multa. sueldos vitales.' multa de diez sueldos y medio sueldos cometer crímenes contra la segu- de una sola pena (o grado de penali-
vitales." vitales."
5". Suspensión en sus Suspensión en su Multa de cuatro Mulrade dos Multa de un
ridad exterior y soberanía del Es- dad) no ofrece dificultades.
grados medios a grado mínimo. sueldos vitales.' sueldos vitales.' sueldo vital.' tado), rebajas que, por disposición
máximo.
del Art, 77 del Cl; que es una regla
, El Arr, 10 de la Ley N° 19.450, publicada el 18.03.1996, dispuso la sustitución de las escalas de multas
de alcance general, también deben
establecidas en sueldos vitales, por otras expresadas en unidades tributarias mensuales o fracción de unidad efectuarse dentro de las escalas del La regla z-, establecida para
tributaria mensual, de la forma que señala. Art. 59, si bien no se indica ahí (en marcos compuestos de dos o más
BIBUOGRAFÍA: Mxrus, lean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en el Art. 77) cómo deben efectuarse penas (o grados de penalidad) tam-
POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382. cuando, por ejemplo, el marco pe- poco ofrece mayores dificultades.
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ART.61 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.61

Sólo cabe notar la eventual despro- la exigencia inicialmente aprobada en distintas escalas graduales, debe en quienes no concurre la "circuns-
porción (apuntada ya por FUENSALI- de que el tribunal aplicase la mis- realizarse de forma separada para tancia peculiar") simplemente no
DA, r, 280, Ypor DEL Río, n, 340; v. ma pena a todos los responsables, cada una de ellas (v, MATUS / VAN están conminados por laís) pena(s)
también, actualmente, MATUS / VAN consistió en que "conviene mas no WEEZEL, Comentario, 345), y que el del marco penal de la figura especial,
WEEZEL, Comentario, 344), entre la estrechar al juez [...] y permitirle, mismo procedimiento debe seguirse sino por laís) de la figura básica136,
pena que podría llegar a imponerse por el contrario, que aplique a cada si a una pena de cualquiera de las entonces la aplicación de esta regla
al autor (por ej., la superior dentro responsable el castigo mas conforme escalas, se agrega la multa. 4 a a esos delitos sencillamente no
de un marco compuesto por tres a su índole i antecedentes", lo que, viene al caso (v., sin embargo, pre-
penas) y al cómplice (la inferior en en la cultura jurídica de las décadas La segunda parte de la misma cisamente ejemplificando con deli-
grado al mínimo de los señalados inmediatamente siguientes a la pro- regla dispone que, en caso de que tos especiales impropios, NOVOA, Il,
por la Ley para el autor), respecti- mulgación del Cl; era entendido haya una pluralidad de intervinien- 359 -privación de libertad ilegal-;
vamente. precisamente como un llamado a tes en un delito conminado con pe- MATUS / VAN WEEZEL, Comenta-
ajustar la elección de la pena a la cla- nas copulativas, una de las cuales sólo rio, 345 -malversación de caudales
se social del condenado (como lo re- sea aplicable a quienes reúnan cier- públicos-). En cambio, la regla sí
vela el comentario de FERNÁNDEZ, I, tas circunstancias peculiares, como vendría al caso para los delitos espe-
La regla 3a resuelve la forma de 182, quien, tras aprobar la Hexibili- la calidad de empleado público, en- ciales propios (como la prevaricación
efectuar las rebajas cuando el marco dad ofrecida por la regla al tribunal, tonces dicha pena sólo debe aplicar- de los jueces), si se entiende, con la
considera penas alternativas y, en el acota que "[a]un cuando en Chile se precisamente a aquel interviniente doctrina, aún mayoritaria (cfr. su-
respectivo delito, hay pluralidad de no hai clases privilegiadas, no es po- (no necesariamente un "autor", se- pra, Art. 14), que los partícipes ex-
intervinientes, dejando en claro que sible prescindir de las diferentes ca- gún GARRIDO, Il, 321, pese a que el traneus responden por estos delitos,
el tribunal no tiene por qué esco- pas sociales que en realidad existen, texto de la regla 4 a pareciera referirse de modo que las penas con que ellos
ger la misma pena alternativa para porque se corre el peligro de romper sólo a éP35) en quien concurra esta están conminados también les son
cada interviniente. En este caso, la la proporcionalidad que debe existir circunstancia. Si, con la doctrina aplicables (rebajadas, en su caso, si
labor de individualización judicial entre el delito i la pena"). Lo dicho casi unánime (v, supra, Art. 14), se el delito especial además constituye
de la pena no queda sujeta a regla vale, ciertamente, no sólo para las entiende que en los delitos especia- -como normalmente será el caso-
expresa alguna, cobrando impor- rebajas hechas a los marcos penales les impropios, los extraneus (aquellos un delito de inftacción de deber, pues,
tancia la definición de los principios con penas alternativas, sino para la
que deben guiar dicha labor, entre elección misma de la pena a aplicar
ellos, junto a los fines y límites de la cuando no procedan tales rebajas. 135 En todo caso, si el ámbito de aplicación de la regla es sólo el de los delitos especiales
pena, desde luego, principios cons- propios, y la pena sólo es aplicable al intraneus, entonces, para todos los casos relevan-
titucionales, como la prohibición de tes, que también constituyen delitos de infracción de deber, los intraneus especialmente
discriminación arbitraria. Esta con- obligados, serán autores.
136 Y, desde luego, no están conminados con las penas copulativamente impuestas a sujetos
sideración es relevante si se toma en La primera parte de esta regla
activos especialmente cualificados por disposiciones que consideren a esa cualidad como
consideración que el criterio tenido 4a dispone que la determinación de una agravante, como ocurre con la calidad de ascendiente, guardador, maestro, etc., en
en cuenta por la Comisión Redacto- las diversas penas señaladas copula- los delitos sexuales (cfr., sin embargo, ya FUEN5ALlDA, 1, 283, citando erradamente ese
ra, al eliminar (en la Sesión N° 136,
durante la Revisación; v.Actas, 244)
564
tivamente por la Ley para un mis-
mo delito, que estén comprendidas 1
I
caso, como un ejemplo de pena que, recién gracias a la tegla 4 a del Art. 61 quedaría
excluida pata los no cualificados).
565
ART.61 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAlMECOUSO ART.62

entonces, el extraneus normalmente inc. 1°, del CP: la multa se conside- conminación penal. Para FUENSALI- del Art, 61, MATUS I VAN WEEZEL,
será sólo cómplice). En tales casos, rará, a falta de grados inferiores en DA, I, 285, en cambio, la pena de Comentario, 345-346, 376, desta-
entonces, la regla tendría un efecto la respectiva escala gradual, la pena multa se establece aquí como una can, con razón, que la rebaja pro-
práctico: las penas de inhabilitación que sigue "hacia abajo" a la última pena sustituta de penas de inhabili- porcional que se realiza a las penas
o suspensión, que típicamente acom- de cada escala. Pero, por otra par- tación o suspensión efectivamente de multa, en atención a las formas
pañan de forma copulativa a las pri- te, en la segunda hipótesis ("por no conminadas (10 que, sin embargo, imperfectas de ejecución y la in-
vativas de libertad en el marco penal ser aplicables las [penas] de inha- él parece entender que ocurre con tervención en calidad de cómplice
de los delitos especiales propios, no se bilitación o suspensión" (ibíd., p. cualquier interviniente, sin atender o encubridor, sólo constituye un
extienden a los extraneus, a quienes 346) erige a la pena de multa en a la diferencia entre sujetos cualifi- ejemplo (como, por lo demás, se
sólo se aplicarían las segundas':", una pena sustituta a la de inhabili- cados y no cualificados), pero cuya desprende de lo expresamente se-
tación o suspensión, sin especificar aplicación efectiva puede frustrarse ñalado por la Comisión Redactora
En relación con las penas acce- en qué hipótesis ello ocurriría. Para por tratarse de "participantes [oo.] al aprobar el cuadro, en la Sesión
sorias, FUENSALIDA, I, 283, destaca MATUS I VAN WEEZEL, Comentario, [que] no tengan la ciudadanía ac- 136, durante la Revisación, el 13
que considerarlas copulativamente 346, la regla 5 a parece estar refi- tiva ni cargos, empleos, oficios o de mayo de 1873; v. Actas, 245),
conminadas con las penas princi- riéndose al caso, consignado en la profesiones de que puedan ser in- pues la determinación de esas pe-
pales, aplicándoles las rebajas de regla anterior, de un interviniente habilitados o suspensos". nas tiene sus propios criterios, y
los Arts. 51 a 54, conduciría a re- en quien no concurre la "circuns- no queda sujeta a reglas rígidas
sultados muy diversos de los que se tancia peculiar" a la que la Ley aso- CUADRO DE APLICACIÓN PRÁCTICA como las que presiden la rebaja
alcanzan si, en tanto penas acceso- cia una pena impuesta de forma en grado de las penas temporales
rias, su extensión recién se determi- copulativa con otra, interpretación A propósito del cuadro incor- de las escalas del Art, 59 (v, supra,
na una vez fijada la pena principal, que, en mi opinión, si se aplica a porado por el CP a continuación Art. 60).
en atención a la duración de ésta, y los delitos especiales impropios es
termina inclinándose, en definitiva, muy problemática, pues se termi-
por este segundo tratamiento, por na conminando al extraneus con
razones sistemáticas (recientemente, una nueva pena sustituta de una Artículo 62. Las circunstancias atenuantes o agravantes se to-
MATUS I VAN WEEZEL, Comentario, que nunca ha les sido conminada, marán en consideración para disminuir o aumentar la pena en los
346, llegan a la misma conclusión). pero que no tiene nada de proble- casos y conforme a las reglas que se prescriben en los artículos
mática si se entiende que la regla siguientes.
REGLA s- 4 a se refiere únicamente al caso de
BIBLIOGRAF1A: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Artículos 93 a 105", en POLI-
los delitos especiales impropios, y se TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 433-487; MAÑAUCH, Juan Pablo (2010), "¿Discrecionalidad
La regla 5a ,
por una parte, re- entiende que, en este tipo de deli- judicial en la determinación de la pena en caso de concurrencia de circunstancias ate-
pite lo dispuesto por el Art, 60, tos, a los extraneus sí se les dirige la nuantes de la responsabilidad penal?", en AAW, Informes en Derecho. Doctrina Pro-
cesal Penal 2009 (Santiago, Centro de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7,
octubre de 2010; MATUS, jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a
73", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382; RUDNICK, Carolina (2007): La compen-
137 Esta interpretación del ámbito de aplicación de la regla 4 a del Art. 61 vendría a con- sación racional de circunstancias modificatorias en la determinación judicial de la pena
(Santiago, LexisNexis); VAN WEEZEL, Alex (1997), "Compensación racional de atenuantes
vertirse, por lo demás, en un argumento (más bien colateral, para una interpretación y agravantes en la medición judicial de la pena", en Revista Chilena de Derecho, año
sistemdtica) a favor de la punibilidad de los extraneus en los delitos especiales propios. 1997, Vol. 24 N° 3.
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ART.62 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.62

COMENTARIO especifico), las reglas de los Arts. 65 Aunque no constituye una "re-
Jaime Couso y ss. asignan a las circunstancias gla general" propiamente, sino un
atenuantes y agravantes efectos de principio interpretativo inferido de
diversa naturaleza en el proceso de algunas reglas particulares, al exami-
LAS CIRCUNSTANCIAS MODIFICA- aras de la igualdad ante la Ley (MA- determinación de la pena. Algu- nar los efectos que la Ley asigna a
TORIAS EN EL MODELO CLÁSICO SE- TUS / VAN WEEZEL, Comentario, nas reglas tienen por efecto alterar las atenuantes y agravantes, se pue-
GUIDO POR EL CP y PERSPECTIVAS DE 347), puede explicar que cuando en el marco penal abstracto señalado de observar con claridad que los de
MODIFICACIÓN Chile, más o menos recientemente, por la Ley al delito, rebajando o au- las primeras son más intensos que
ha existido ocasión para revisar el mentando la pena (por ej., las que los de las segundas (v, CURY, 765;
Como se indicó en su momen- sistema de determinación de penas, regulan el efecto de una pluralidad en el mismo sentido, VAN WEEZEL,
to (v, supra, "Comentario previo a se ha preferido mantener, en lo esen- de atenuantes, sin agravantes, en los 1997, 487 y ss.; MAÑALICH, 48), lo
los Arts. 50 a 69 y 76 a 78", 1), los cial, el modelo que regula con cierta Art, 65 a 68; pero también, las reglas que tendrá importancia, entre otras
"orígenes clásicos" del CP (a los que fijeza el efecto de las "circunstancias que, en el CP o en leyes especiales, materias, al efectuar la compensación
alude CURY, 760) se expresan de for- modificatorias" sobre los marcos pe- conceden a una circunstancia mo- racional de unas y otras (v, infra,
ma característica en su sistema de nales determinados por la Ley para dificatoria efectos extraordinarios); Art.66).
determinación de penas, que une, cada delito (v., por ej., el Art. 47 del otras vienen a concretar dicho mar-
a la fijación de marcos penales con Anteproyecto de CP de 2005). co (sin "aumentar" ni "disminuir" la CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS
mínimos y máximos, para cada deli- pena), excluyendo algunos grados de DE EFECTOS ORDINARIOS YDE EFECTOS
to, un conjunto de reglas orientadas EFECTOS DE LAS CIRCUNSTANCIAS penalidad del marco penal abstracto EXTRAORDINARIOS
a vincular fuertemente al tribunal ATENUANTES Y AGRAVANTES. MAYOR (Art. 68, inc. 2°), o determinando
a la Ley en la consideración de las PESO DE LAS ATENUANTES QUE LAS que la pena se fije dentro de una Como se verá (infra, Arts. 65 a
circunstancias que llevan a alterar o AGRAVANTES mitad (el máximum o el mínimum) 68) las circunstancias modificatorias
concretar dichos marcos, sin perjui- de un grado de una pena divisible a las que la Ley señala un efecto ex-
cio de entregarle un cierto (reducido) El Art. 62 enuncia, de modo (Art. 67, inc. 2°); y, por último, traordinario (como las de los Art, 72,
margen para individualizar la pena. impreciso, el efecto de las circuns- ciertas reglas determinan la pena 73, 400, 449, entre otros) deben
tancias modificatorias de respon- concreta (Art. 66, inc, 2°) o guían al considerarse, en general, de forma
Si bien este modelo "clásico" de sabilidad criminal en el proceso de tribunal en la fijación de la duración separada respecto de las que tienen
determinación de penas, en el dere- determinación de la pena. En efec- o cuantía exacta de pena (Arts. 69 y un efecto ordinario (regulado por los
cho comparado ha sido sustituido, to, al examinar los Arts. 65 y ss., se 70) que deba imponerse, dentro del Arts. 65 a 68). Ello nada dice sobre si
en general, hace ya bastante tiempo comprueba que su efecto ordinario marco penal fijado por la Ley (abs- el efecto de las primeras deba operar
por regímenes más flexibles, que esta- no siempre consiste propiamente en tracto) o resultante de las reglas an- antes o después que el de las segun-
blecen más bien criterios rectores, en "disminuir" o "aumentar" la pena. Si teriores (concreto) (en general, sobre das (lo de que depende de una serie
lugar de reglas rígidas (v, ya NOVOA, los Arts. 63 y 64 deciden cuándo, y esas reglas, y su calificación como de consideraciones; v. supra, Art. 50,
Il, 347 y ss.), seguramente el hecho respecto de qué intervinientes, esas reglas de determinación legal o de "JJI Orden de aplicación... "); sólo
de que, en el intertanto, haya surgido circunstancias pueden ser siquiera individualización judicial de la pena, quiere decir que las diversas reglas
una tendencia a volver a una mayor tenidas en cuenta (con indepen- v. supra, "Comentario previo a los sobre los efectos ordinarios de las cir-
limitación del arbitrio judicial, en dencia de cuál será, luego, su efecto Arts. 50 a 69 y 76 a 78"). cunstancias modificatorias, que obli-
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ART.62 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.62

gan a examinar cuántas circunstan- máticamente absurdos, que justa- una tercera situación, una interpre- un grado"138 (sentencia de la Corte
cias concurren y de qué tipos son (si mente hay que evitar permitiendo tación teleológica debe llevar a una de Apelaciones de Santiago, 18 de
atenuantes o agravantes), se aplican, compensar racionalmente a ambas conclusión similar incluso respec- marzo de 1970, RCp, XXIX, N° 1,
en principio, sin tener en cuenta a las circunstancias. Una segunda situa- to de las circunstancias atenuantes enero-abril, pp. 53-54, citada por
circunstancias de efectosextraordina- ción sistemáticamente absurda se de efecto extraordinario que no sea RUDNICK,448-449).
rios, que producen su propio efecto, produce si una agravante de efecto de carácter facultativo, cuando su
en otra instancia (sea antes o después extraordinario ftcultativo, consisten- consideración separada respecto Finalmente, y si bien no es, pro-
que el de aquéllas). te en la elevación de la pena en un de una circunstancia atenuante de piamente, una circunstancia del deli-
grado (por ej., la misma agravante efecto ordinario puede privar de su to, cabe destacar en estelugar que una
Sin embargo, en a lo menos tres especial del Art. 447, inc. 2°), y a eficacia a las reglas sobre el efecto "circunstancia" a que la Ley atribuye
situaciones, los absurdos a los que la que el tribunal decide no dejar (también "extraordinario" en cierto "efectos extraordinarios", la llamada
conduciría esta máxima, obligan a producir tal efecto, no puede con- sentido) de una pluralidad de cir- mediaprescripción (v, Art, 103), tiene
efectuar una interpretación teleo- siderarse conjuntamente con una cunstancias atenuantes de ordina- un peculiar efecto sobre las atenuan-
lógica y sistemática, que sí permita agravante de efecto ordinario con la rias, sin concurrencia de agravantes; tes y agravantes que pudieren haber
considerar conjuntamente circuns- que concurre, para elevar la pena así lo reconoce una sentencia de la concurrido en el hecho, a saber, que,
tancias ordinarias y extraordinarias. en grado (en aplicación del Arr, 67, Corte de Apelaciones de Santiago, su especial efecto atenuatorio (una
Una primera situación (identificada inc. 5°), caso en que, paradójica- que decidió valorar conjuntamen- rebaja obligatoria de pena, según
por RUDNICK, 450), que será exami- mente, el tribunal, en el ejercicio de te, en un determinado caso, la ate- GuzMÁN DALBORA, Comentario, 484,
nada con mayor detenimiento más sus facultades discrecionales, puede nuante extraordinaria de minoría como consecuencia de que el hecho
abajo (infta, Art, 66), se refiere a los de edad, del Art. 72 (derogada por se supone revestido de dos o más
imponer la pena dentro del grado
casos en que concurren una circuns- la Ley N° 20.084, sobre Responsa- atenuantes muy calificadas y de nin-
original, en su mdximum, o puede
tancia de efecto ordinario con una de bilidad Penal del Adolescente, que guna agravante) "excluye cualquier
decidir elevarla en un grado, pero
efecto extraordinario de signo opues- estableció una rebaja similar en su proceso de calificación de las cir-
en este caso debe imponerla nece-
to (por ej., atenuante ordinaria con Art, 21), con la atenuante ordinaria cunstancias modificatorias por parte
sariamente dentro del mdximum
agravante extraordinaria), pero cuyo de "irreprochable conducta ante- del juei' (MATUS I VAN WEEZEL, Co-
del nuevo grado de penalidad, que-
efecto es facultativo para el tribu- rior", para dar a esa dupla de ate- mentario, 370, refiriéndose a las cir-
dándole vedado el mínimum de ese
nal, como el aumento de pena en nuantes el efecto del Art. 68, inc, cunstancias propiamente concurren-
nuevo grado de penalidad, lo que es
un grado asociado a la presencia de 3°, pues "de no interpretarse así, tes en el hecho), lo que tiene especial
una restricción absurda de las facul-
la agravante especial del Art, 447, resultaría más favorable al reo tener importancia para las agravantes, que
tades de individualización judicial
N° 2°, caso en que, si el tribunal dos atenuantes comunes y no una son "aniquiladas" por el efecto de la
de la pena, que precisamente hay
decide no ejercer dicha facultad, la de esta clase y otra tan calificada mediaprescripción (GuZMÁN DALBO-
que evitar permitiendo considerar
máxima de separación total entre que de por sí rebajaría la pena en RA, Comentario, 484).
conjuntamente a ambas agravantes,
unas y otras, que se opondría a su para darles el efecto "ordinario" (en
compensación racional, podría privar realidad parece otro tipo de efecto 138 En efecto, dos atenuantes comunes, por efecto del Art, 68, inc. 3°, pueden llevar a una
de toda eficacia a la circunstancia de "extraordinario" alternativo al del rebaja de hasta tres grados, mientras que una atenuante extraordinaria, como la antigua
efecto extraordinario, lo que, como Art. 447, inc. 2°), contemplado por atenuante de minoría de edad del Art. 72, reduce la pena en un grado, y la atenuante
se verá, conduce a resultados siste- el Art. 67, inc. 5°. Por último, en ordinaria que resta sólo tendría el efecto de forzar imponer la pena en su mínimum.
570 571


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ART.63 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]AIMECOUSO ART.63

. 63. No producen el efecto de aumentar la pena las AGRAVANTES QUE "POR SÍ MISMAS delitos que entran en concurso, y no
agravantes que por sí mismas constituyen un delito CONSTITUYEN UN DELITO ESPECIAL- la agravante); 4 a -"aumentar delibe-
especialmente penado por la ley, o que ésta haya expresado al des-
cribirlo y penarlo.
1 MENTE PENADO POR LA LEY" radamente el mal del delito causan-
do otros males [...]"- cuando estos
Fuera del caso más común- males precisamente constituyan un
Tampoco lo producen aquellas circunstancias agravantes de tal
mente citado por la doctrina, el de delito en sí mismos; 9a -emplear
manera inherentes al delito que sin la concurrencia de ellas no medios o hacer concurrir circuns-
la circunstancia 14a , 2 a parte, del
puede cometerse. Art, 12 -cometer el delito después tancias que añadan ignominia al
BmLIOGRAFíA: Mxrus,lean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73" en de haber quebrantado la condena-, hecho- cuando con ello se incurra
POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382. '
que siempre constituye un delito es- ya en el delito de injurias (v, CURY,
pecialmente penado por la Ley en el 765); 19a -ejecutar el hecho por
Art. 90 del Cl; de modo que nunca medio de fractura o escalamiento
COMENTARIO podrá tener efecto como agravante de lugar cerrado- cuando con ello
Jaime Couso (cfr., por todos, CURY, 765; de otra se cometa precisamente el delito de
opinión, en principio, NOVOA, II, daños o de violación de morada (ET-
80, si bien en p. 369 coincide en CHEBERRY, II, 179); y 14a , primera
ALCANCE. PROHIBICIÓN DE DO- se traduce, por ej., en la prohibición
el resultado -Jo que suele ser pasa- parte -cometer el delito mientras se
BLE VALORACIÓN de que un solo hecho dé lugar a dos.
do por alto, cuando se cita su opi- cumple una condena- cuando, en
o más circunstancias modificato-
nión- de que la circunstancia 14a las situaciones de los inc. 2° y 3° del
Como lo destacan MATUS / VAN rias diversas (MATUS / VAN WEEZEL,
del Art. 12 "no producirá el efecto Art. 91, la regulación vaya más allá
WEEZEL, Comentario, 350, esta 350 139, citando en este último sen-
de aumentar la pena para el que ha de la mera determinación del orden
disposición representa la "principal tido una sentencia de la Corte Su-
recibido una pena especialmente en que se cumplirán las penas por el
fuente positiva de la llamada prohi- prema, de 19 de octubre de 1993,
señalada por la ley, conforme a las anterior y el nuevo delito, traducién-
bición de doble valoración, que es en RD] 1992:229; los autores ex-
reglas del Art. 90, por quebran- dose en una verdadera exasperación
un corolario del principio non bis tienden, además, el principio tam-
in idem", conforme al cual el tribu- bién a las atenuantes, citando, en tal tamiento de condena, de acuerdo de la pena correspondiente al delito
nal no puede tomar en cuenta, para sentido, una sentencia de la C. de con lo dispuesto por el Art, 63 del que se encontraba cumpliendo (en
determinar la pena, circunstancias Chillán, de 3 de mayo de 1955, en C. Penal"), la disposición también ese sentido, MATUS / VAN WEEZEL,
agravantes que ya están considera- GT 1944-1,43-238). tiene eficacia para prohibir la doble Comentario, 351).
das por el legislador al tipificar la valoración típicamente, por ej., de las
conducta, o que "afectan a todos Sin perjuicio de ese alcance más circunstancias: 3a -cometer el deli- En la jurisprudencia reciente,
los delitos de la misma naturaleza' general que puede desprenderse de to por medio de incendio, estragos, un fallo de la Corte de Apelaciones
y que, con el carácter de una regla esta disposición, a continuación se etc.- que, precisamente serían cons- de Concepción (Rol N° 197-2007,
de interpretación e integración ana- examinan los casos expresamente re- titutivas de tales delitos (conclusión de 6 de julio de 2007, Ministerio
lógica de alcance general, también gulados por ella. que, según observa NOVOA, II, 99- Público con Yimy Harry Valenzue-
100, es tan evidente, que la regla es la Villegas; Cristian Wladimir Pa-
innecesaria, incluso errónea, pues rra Soto, N° ID LegalPublishing:
139 La negrilla y la cursiva están en el original. en tal caso sólo se verifican los dos 36709) confirma la tesis de que
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ART.63 CÓDIGO PENAL COMENTADO
JAIMECOUSO ART.63

la circunstancia 14 a , 2 a parte, del guiente hipótesis de aplicación del do dos veces (como delito y como ciden con las modalidades que han
Art. 12 -cometer el delito después Art. 63: la de las agravantes que la agravante), sino una sola vez (como sido elevadas a la categoría de agra-
de haber quebrantado la condena- Ley "haya expresado al describirlo y agravante), y que, en esa medida, vantes genéricas, por el Art, 12.
no puede agravar la pena del delito penarlo [al delito]", sin perjuicio de esa circunstancia, bajo las circuns-
cometido tras el quebrantamiento, que todavía es una cuestión discuti- tancias que conducen a resolver un En el caso de las figuras califica-
en la medida que el quebrantamien- ble el presupuesto de todo el razona- concurso de leyes por consunción, das que consideran una pluralidad de
to constituye un delito especialmen- miento: que hay ciertas lesiones que no constituiría "un delito especial- hipótesis calificantes, bajo la estruc-
te penado por la ley. El mismo fallo "clínicamente" deben considerarse mente penado por la ley' en el caso tura de un delito, la prohibición de
admite, en cambio, la posibilidad de leves y que, sólo por el contexto concreto; sin embargo, ese no será doble valoración incluso se extiende
agravar la pena por la circunstancia de violencia intrafamiliar se trans- el caso si, en la determinación de a las circunstancias calificantes que
14 a , primera parte -cometer el deli- forman en menos graves; cfr., sin pena del delito que absorbe al otro, quedan como "residuo" (par ej., el
to mientras se cumple una condena- embargo, en ese sentido, POLITOFF se tiene en cuenta el desvalor de este actuar "por premio o promesa remu-
al condenado que vuelve a delinquir I MATUS I RAMíREZ, PE, 120 y, so- último, especialmente al aplicar el neratoria", en el homicidio), luego de
en esa circunstancia, sin haber in- bre la discusión, más en general, cfr. Art. 69 (o en su caso, el Art. 70). que otra calificante ya ha fundamen-
currido en quebrantamiento de la GARRIDO, III, 168 y ss.). tado la existencia de la figura califica-
condena que cumplía, pues en tal AGRAVANTES QUE LA LEY HAYA da (por ej., la alevosía), de modo que
caso la circunstancia no constituye En los casos a que alude esta EXPRESADO AL DESCRIBIR Y PENAR EL no cabe dar a la primera el efecto de
un delito especialmente penado por primera hipótesis de aplicación del DELITO una agravante genérica, a efectos del
la ley. También pretende subsumir Art. 63, desaparecido el efecto agra- Art, 68, para determinar en concreto
en esta hipótesis de aplicación del vatorio que la circunstancia modifi- Esta hipótesis se da, caracterís- la pena por el delito de homicidio ca-
Art. 63, la Corte de Apelaciones de catoria de la responsabilidad penal ticamente, en los tipos complejos lificado (así, ya POLITÓFF I GRISOLÍA I
Valparaíso (Rol N° 922-2007, de excluida habría tenido sobre un (robo con fuerza, por escalamiento, BUSTOS, 115; v. también, por todos,
28 de septiembre de 2007 [nuli- determinado delito, este delito en- por ej., del Art. 440 del CP), califi- ETCHEBERRY, II, 180 YIII, 53).
dad penal], N° ID LegalPublishing: tra en concurso con el delito cons- cados (parricidio, del Art. 390; ho-
37346) la situación que se da cuan- tituido por dicha Circunstancia. La micidio alevoso, delArt. 391, N° 1°, AGRAVANTES DE TAL MANERA
do la circunstancia de que las lesio- decisión de qué tipo de concurso se circunstancia primera) o agravados INHERENTES AL DELITO QUE SIN LA
nes se cometan en el contexto de presenta se debe adoptar conforme a (acción de impedir el ejercicio de CONCURRENCIA DE ELLAS NO PUEDE
violencia intrafamiliar obliga a con- las reglas generales (v, ínfra, Arts. 74 un culto, agravada por cometerse COMETERSE
sidera como "lesiones menos graves" y 75, y "Comentario previo a los en un "lugar destinado a él", en el
(del Art. 399) a unas que "clínica- Arts. 74 y 75"). Con todo, cuan- Art. 139, N° 1ó) que incluyen en su Según ETCHEBERRY, la inherencia
mente" cabría considerar como "le- do la relación entre ambos delitos descripción una referencia a moda- puede derivar, ya sea de la estructura
ves" (del Art. 494, N° 5°), lo que se resuelve a través de un concurso lidades de comisión relativamente misma del delito que necesariamente
justamente excluye la posibilidad aparente de leyes penales por consun- más circunstanciada que los tipos supone la presencia de la circunstan-
de volver a tomarla en cuenta como ción, podría objetarse que no viene más simples de la Parte Especial cia, como la apropiación indebida
agravante especial del Art, 400 (en al caso la regla del Art, 63, pues, de (como el hurto, el homicidio simple que no puede cometerse sin abuso
mi opinión, en realidad la situación tomarse en cuenta la circunstancia o la figura básica del Art. 138), al- de confianza (ETCHEBERRY, II, 180)
sería más bien encuadrable en la si- agravante, no se la estaría valoran- gunas de las cuales justamente coin- o el infanticidio que no podría sino
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ser alevoso (CURY, 766), ya del hecho miento antijurídico de los hechores ha afirmado la inherencia de la agra- posible sostener que la pluralidad de
que "las particulares circunstancias en el tipo penal de robo con violencia vante especialdel inc. 40 del N° 4 del sujetos activos en esta clase de injus-
del hecho hacen imposible la comi- e intimidación en las personas, con Art. 97 del Código Tributario -uso tos sea de tal forma inherente que sin
sión del delito sin la circunstancia las consecuencias que tal subsunción malicioso de facturas u otros docu- ella no pueda realizarse la conducta
en cuestión", como en el homicidio acarrea en la entidad de la pena [...] mentos falsos- en la comisión de abusiva [oo.] es perfectamente dable
de un niño de pocos meses de edad, en consecuencia, no puede valorarse los delitos tributarios de los ines.l ° la existencia del injusto con la con-
que tampoco puede cometerse sin esa circunstancia fáctica determinan- (declaración maliciosamente incom- fluencia singular o plural, tanto de
alevosía(ETcHEBERRY, loco cit.; CURY, te para la adecuación típica de los he- pleta o falsa, que pueda inducir a la ofendidos como devictimarios"- si
loco cit.; lo que, en mi opinión, es chos y por tanto, inherente al delito . liquidación de un impuesto inferior bien, casi obiter dictum, deja abier-
discutible, pues es perfectamente establecido por segunda vez y ahora al que corresponde) y 2° (maniobras ta la puerta a la consideración de
imaginable una alevosía consistente para agravar la pena correspondiente maliciosas tendientes a aumentar el circunstancias particulares en que
en alejar deliberadamente del niño a [... ]") (en el mismo sentido, la sen- verdadero morito de los créditos) del la pluralidad podría ser inherente a
quienes lo custodian y protegen, para tencia de la Corte de Apelaciones de N° 4 del Art. 97 del mismo Códi- la intimidación: "[d]e otro lado, es
así obrar sobre segurov'"). Valparaíso, Rol N° 1559-2006, de go (en sentencia de casación en el dable acotar que la calificante del
21 de febrero de 2007, Felipe Reta- fondo, Rol N° 7222-2008, de 20 de delito no fue esta circunstancia sino
En la jurisprudencia, la Corte males ]iménez y otros con Tribunal octubre de 2009, N° ID LegalPublis- el que los sujetos activos golpearan a
Suprema ha reconocido la inherencia Oral en lo Penal de Valparaíso [nuli- hing: 42674, dando por reproduci- la víctima para vencer su resistencia,
de una circunstancia agravante (la dad penal], N° ID LegalPublishing: do en respectivo considerando de la luego de ser intimidada con un en-
del inc. 2° del Art. 450) consistente 35967, corte que, en cambio, en la sentencia recurrida, de la Corte de vase de spray que portaba uno de los
en un medio de comisión -el uso de sentencia Rol N° 631-2007, de 17 Apelaciones de Santiago). agresores", dando a entender que si
armas- que, bajo las circunstancias de enero de 2008, Ministerio Públi- el delito se hubiese calificado -como
particulares, precisamente fue nece- co con Esteban Massry Astudillo; Pa- En cambio, la Corte Suprema robo con intimidación- precisamen-
sario para configurar el delito como blo Maturana Vargas; Luis Gutiérrez ha rechazado la inherencia de la cir- te en atención a que la pluralidad de
un robo con intimidación (en sen- Pereira; Luis Bustamante Soto; Pa- cunstancia agravante de "pluralidad malhechores sirvió para intimidar, la
tencia Rol N° 6582-2010, de fecha blo García Aravena [nulidad penal], de malhechores", del Artículo 456 conclusión podría ser diferente, lo
25 de octubre de 2010, Ministerio N° ID LegalPublishing: 38241, nie- bis, N° 3, en el delito de robo con que sería más consistente con la de-
Público y otro con jonathan Mauri- ga al inherencia del porte de armas intimidación y violencia en las per- cisión de la misma Corte Suprema,
cio Figueroa Figueroa y otros, N° ID en el delito de secuestro, en la me- sonas, en un caso en que la defensa recién citada, que reconoció la in-
LegalPublishing: 46884: "el uso de dida que para su mantención en el del uso de armas, circuns-
reclamaba que dicha circunstancia,
armas [oo.] en este caso concreto, ha tiempo no es necesario dicho porte). tancia que tampoco es inherente en
en el caso concreto, era precisamente
permitido encuadrar el comporta- La propia Corte Suprema también necesaria para intimidar (sentencia abstracto -cabe intimidar de otras
Rol N° 9607-2009, de fecha 25 de formas-, sino en concreto, cuando
140 Por cierto, lo propio es imaginable en el caso del infanticidio, pero la agravante-
agosto de 2010, N° ID LegalPublis- ésa fue la forma de intimidar; cfr.
calificante de alevosía de todos modos sería ineficaz, en atención a que el privilegio hing: 45568, con una argumenta- también la sentencia de nulidad de
establecido para el infanticidio precisamente viene a desplazando las figuras calificadas ción que, en principio, ya abandona la Corte de Apelaciones de Ranca-
de parricidio y homicidio calificado (v, infra, "Comentario previo a los Arts. 74 y 75", el análisis de la inherencia bajo las gua, Rol N° 281-2007, de 9 de agos-
sobre el concurso aparente de leyes y el principio de alternatividad). circunstancias particulares -"no es to de 2007, N° ID LegalPublishing
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ART. 63 JAIMECOUSO ART.64
CÓDIGO PENAL COMENTADO

36985, que niega la inherencia de de edad (en sentencia de casación, Artículo 64. Las circunstancias atenuantes o agravantes que
la pluralidad de malhechores en un Rol N° 164-2006, de 6 de marzo consistan en la disposición moral del delincuente, en sus relacio-
ro bo por sorpresa porque "que sea de 2007, N° ID LegalPublishing: nes particulares con el ofendido o en otra causa personal, servirán
inherente al ilícito se refiere que la 36127, validando la decisión, en el para atenuar o agravar la responsabilidad de sólo aquellos autores,
conducta típica misma no pueda co- mismo sentido, de la Corte de Ape- cómplices o encubridores en quienes concurran.
meterse sin él; mas no que la manera laciones de San Miguel, que, en cam- Las que consistan en la ejecución material del hecho o en los
concreta de comisión elegida por los bio, sí reconoció la inherencia, en el medios empleados para realizarlo, servirán para atenuar o agravar
hechores requiera ese elemento [...] mismo hecho, de la agravante 6 a del la responsabilidad únicamente de los que tuvieren conocimiento
de lo contrario la pluralidad de mal- Art. 12, de abuso de la superioridad
hechores caería como agravante en la
de ellas antes o en el momento de la acción o, de su cooperación
de fuerzas del delincuente).
mayoría de los casos; así, por ejem- para el delito.
plo, si en un robo con intimidación Por último, en la jurisprudencia BIBUOGRAFÍA: CURY, Enrique (1988), DerechoPenal. Parte General (tomos 1 y II), 2° edición,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago (cit.: Cury, 2° ed.); GRIsoúA, Francisco (1976): "La
la coacción moral consiste precisa- más antigua también se ha recono- comunicabilidad en los delitos de malversación y fraude", en RCP, (tomo XXXIV, N° 1,
mente en la participación de varios cido la inherencia de una circuns- 1976); MATUS, Iean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en Pou-
sujetos, lo que demuestra a la vícti- TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382; VAN WEEZEL, Alex (2007), Delitostributarios, Editorial
tancia agravante, en las particulares Jurídica de Chile, Santiago 2007.
ma la imposibilidad de toda defensa, circunstancias en que se ha cometido
esa pluralidad no podría considerar- el hecho, incluso tratándose de cir-
se como agravante", razonamiento, cunstancias agravantes basadas en
este último, tanto menos atendible características personales del agente COMENTARIO
si se recuerda que la pluralidad de (como "ser reincidente") o de cir- Jaime Couso
malhechores es una circunstancia cunstancias que, en parte, se basan
agravante para los hurtos y robos, en en cualidades personales y, en parte,
OBJETO y ALCANCE DE lAS REGLAS de la pena de aquellos intervinientes
general, y no precisamente para los en actitudes subjetivas (como abusar
que tengan las calidades, la disposición
robos con violencia e intimidación el funcionario de una empresa de la
El objeto directo de las reglas es- moral o las especiales relaciones con el
en las personas, a los que, de todos confianza que se le dispensaba) (v; la
modos, la tesis contraría todavía de- tablecidaspor esta disposición es la de- ofendido, exigidas, en cada caso, por
sentencia de la Corte Suprema, de
jaría un margen de aplicación cuan- terminación de lascondiciones bajo las el respectivo tipo penal (efecto que,
4 de noviembre de 1957, en RDJ
do, la mayor indefensión provocada cualeslas circunstanciasmodificatorias en materia de relación entre autor y
1957: 493, citada por MATUS / VAN
por tal circunstancia, se suma a otro atenúan o agravan la responsabilidad participes, se suele denominar "inco-
WEEZEL, Comentario, 353, y la juris-
medio que constituya la violencia o de los diversos intervinientes en un municabilidad" de las circunstancias
prudencia reseñada por ETCHEBERRY,
intimidación, como parece sugerir la delito. y si bien es debatida la cuestión personales, v. Art, 14); mientras que
DPJ 11, 202), tesis a la que se opone
sentencia de la Corte Suprema, re- de a qué circunstanciasse aplican tales las circunstancias "objetivas" o "reales"
CURY, 766-767, pues estas agravantes
cién citada). También ha negado la expresan, necesariamente, lavoluntad reglas, lo es menos la explicación del deben considerarse en la determina-
Corte Suprema la inherencia de la clara de la Ley de darles eficacia, aun efecto de cada una de ellas, en los casos ción de la pena de todos los inrervi-
agravante 7 a del Art. 12, de abuso cuando quien reúne esas cualidades en que sean aplicables: las circunstan- nientes, a condición de que hayan te-
de confianza, en la comisión de una no pueda sino cometer el delito con cias"subjetivas" o "personales" sólo de- nido conocimiento de que el hecho se
violación de una menor de 4 años ellas (como el reincidente). ben considerarse en la determinación ejecutaba bajo esas circunstancias. Aun
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ART. 64 C6DIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.64

así, sobre este segundo efecto sí se ha en el momento [...] de su cooperación SOLÍA / BUSTOS, 100, Y, desarrollando Sesión N° 116, de la Revisación, v.
discutido si basta con el conocimiento, para el delito"). ese planteamiento en otro contexto, Actas, 212). También serían incomu-
o si se requiere, además, del elemento GRISOLÍA, 37, n. 86, cit. por CURY, nicables, por ello, ciertas circunstan-
volitivo del dolo: para CURY, 501, es En todo caso, sin perjuicio de 2 0 ed., 1I, 232 n. 45; coinciden en cias (caliíicantes) especiales, como la
necesario que el interviniente conozca su objeto directo de regulación, al el resultado MATUS / VAN WEEZEL, calidad de funcionario público en los
y, además, quiera la concurrencia de la Art. 64 (inc, 2 0 ) se le reconoce un Comentario, 355, si bien entienden delitos especiales impropios, aunque
circunstancia; mientras que para MA- alcance mayor, apreciándose en él que ello deriva de una aplicación la jurisprudencia está dividida sobre
TUS / VAN WEEZEL, Comentario, 358, una exigencia jurídico-positiva del "analógica", no directa, del Art. 64 este punto (v, MATUS / VAN WEEZEL,
elArt. 64 sólo exigeconocimiento por elemento intelectual (conocimiento) a las calificantes y privilegiantes; en Comentario, 357; cfr. también, re-
parte del interviniente, si bien dicho del dolo, de carácter general, esto es, cambio, para GARRIDO, 1I, 431-433, cientemente, la sentencia de la Corte
conocimiento que debe probarse po- extensible a todos los elementos del derechamente las calificantes y pri- Suprema, Rol N° N° 2321-2007,
sitivamente ("si no se prueba positiva- tipo penal, y no únicamente respec- vilegiantes no son "circunstancias" y de 19 de mayo de 2008 [casación
mente [...] que el interviniente tuvo to de las "circunstancias" atenuantes quedan fuera de la regla del Art. 64, en el fondo], Fisco de Chile y otros
conocimiento de la circunstancia que y agravantes (así lo entiende CURY, planteamiento materialmente coin- con Carlos Cruz Lorenzen y otros,
se le pretende imputar, tal circunstan- 309, a flrtiori, aplicando la exigen- cidente en este punto con el que sos- N° ID LegalPublishing: 38917, dic-
ciano puede surtir efectoen su contra', cia de conocimiento, establecida en tuviera NOVOA, 1I, 211 Y ss.). Con- tada en una conocida causa con im-
siguiendo en este punto a NOVOA, 1I, el inc. 2 0 , a elementos del tipo que secuentemente con ello, la opinión plicancias políticas para la coalición
103), lo que no parece regir respecto no consisten en "circunstancias"), lo dominante considera, por ej., como entonces gobernante, en la que la
de "intensificacionesde resultado" que que a su vez lleva a conceder rele- una "circunstancia" (personal) sujeta Segunda Sala se pronunció, en de-
constituyan circunstancias agravantes vancia al error de tipo. a la regla de incomunicabilidad, al cisión dividida de tres votos contra
(como cometer el hecho en la morada parentesco en el parricidio (en con- dos, a favor de la comunicabilidad de
del ofendido o mediante fractura de CONCEPTO DE "CIRCUNSTANCIAS" tra, GARRIDO, III, 84-85, para quien las circunstancias personales, en los
lugar cerrado), caso en que para estos YSU EXTENSIÓN no es circunstancia sino elemento delitos especiales impropios, en este
autores bastaría la previsibilidad de tal de una figura típica autónoma; para caso, un fraude al jisco, del Art, 239;
circunstancia (MATUS / VAN WEEZEL, En la actualidad parece ser do- ETCHEBERRY, III, 68, en cambio, del tesis rechazada por algunas decisio-
Comentario, 358, citando un fallo de minante la opinión de que las reglas hecho que el parricidio sea una figura nes de Cortes de apelaciones, como
la Corte de Apelaciones de Valparaíso, establecidas en el Art. 64 se aplican autónoma, no se sigue que el paren- la sentencia de apelación de la Cor-
de 11 de octubre de 1957, en RD] tanto a las atenuantes y agravantes, tesco deje de ser una "circunstancia", te de Apelaciones de Valparaíso, Rol
1957: 454, tesis que no parece conci- por una parte, como a las privile- como lo era para la Comisión Redac- N° 3235-2003, de 12 de septiembre
liable con el tenor literal del Art. 64, giantes y calificantes, por la otra tora, al referirse al caso del error en de 2007, N° ID LegalPublishing:
inc. 2 0 , que exige, para comunicar (coinciden en que unas y otras son la persona, del Art. 10, inc. 3 0, en la 38107, que rechaza la comunicabi-
tales circunstancias, que los partícipes "circunstancias", CURY, 646-647 14 1;
"tuvieren conocimiento de ellas antes o ETCHEBERRY, 1I, 83; POLITOFF / GRI-
Continuación nota 141

el caso de los "delitos especiales propios"- no se fundaba en un argumento de texto


que pretendiese que tales cualidades cupiesen dentro del concepto de "circunstancias",
141 En cambio, en CURY, 2 a ed. 11,232), su argumentación a favor de la incomunicabilidad sino en una aplicación del Art. 64 afortiori (tesis que abandonó con posterioridad, v.
de "las cualidades personales que determinan la punibilidad misma de la conducta" -en CURY, 647).

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lidad de la calidad de empleado pú- consecuentemente con su punto de a los problemas que suelen tratarse hace comunicables a quienes tuvieron
blico, en el delito de fraude al fisco, vista inicial, la comunicabilidad de al hacer ese análisis. conocimiento de ellas, conforme al
castigando al extraneus por estafa). estos elementos, GARRIDO, II, 432- Art. 64 del CP (Novox, II, 102, 14,
433; YNovox, II, 211 Y ss.). En la En primer lugar, según doctrina 17). En mi opinión, es perfectamente
En cambio, según la opinión jurisprudencia, el mismo criterio mayoritaria, no existen atenuantes plausible que en una causal de justifi-
todavía dominante en la doctrina, sostiene, por ej., la Corte de Apela- reales, sino sólo agravantes reales. Se- cación en la que falta un requisito ob-
la regla del Art, 64 no se extende- ciones de Santiago (en la sentencia gún CURY, la atenuante de eximente jetivo pueda apreciarse una disminu-
ría a las circunstancias (o "elemen- de apelación Rol N° 23.015, de 28 incompleta es personal o "subjetiva" ción del injusto del hecho, que deba
tos") que no se limitan a "agravar" o de octubre de 2005, Consejo de De- e incluso si se trata de una justificante ser considerada como una atenuante
"atenuar" la responsabilidad penal, fensa del Estado con Rosa Ximena incompleta, pues éstas disminuyen la objetiva, para todo interviniente que
sino que fundamentan la punibi- Salas Wenzel; Alfredo Ernesto Gon- culpabilidad (v CURY, 475). En contra tuviere conocimiento de tal circuns-
lidad del delito (CURY, 647; ET- zález Leiva; Hugo Salas Wenzel; de esa opinión se manifiesta Novos, tancia; tal sería el caso de quien entrega
CHEBERRY, II, 83-84; coinciden en Mauricio Francisco Tocornal Ries- ya porque hay circunstancias referi- el arma, constitutiva de un medio que
el resultado MATUS / VAN WEEZEL, ca, N° ID LegalPublishing: 35897), das a hechos anteriores o posteriores racionalmente no era necesario (por
Comentario, 355, para quienes en afirmando la comunicabilidad de la al momento de comisión, de modo existir otro menos perjudicial), para
este caso no se justifica la aplicación calidad especial requerida por los que mal podrían afectar la culpabili- que el agredido se defienda en contra
analógica de la regla, sin embargo, delitos especiales propios, en este caso, dad, pero también porque algunas cir- de una agresión ilegítima, no provo-
en 357, al listar las circunstancias el delito de negociación incompati- cunstancias, como eximente incom- cada (en cambio en el caso del tercero
"que consisten en relaciones parti- ble (Art. 240). pleta de legítima defensa propia (en que entrega el arma con que se defien-
culares del delincuente con el ofen- que hubo provocación suficiente o en de quien provocó suficientemente la
dido" incluyen -sin mencionar la ATENUANTES y AGRAVANTES PERSO- que el medio empleado no era racio- agresión, en lugar de una complicidad
circunstancia- "los delitos asociados NALES/SUBJETivAS y REALES/OBJETNAS nalmente necesario) o de terceros (en con responsabilidad atenuada, debe
a infracciones de deberes específicos, y que concurrían motivos ilegítimos), apreciarse una legítima defensa de ter-
especialmente los delitos de propia La aplicación de una u otra re- sí se fundarían en una justificación ceros plena, si quien entrega el arma
mano, p. ej., el perjurio (Art. 210) gla del Art. 64 depende de la natu- incompleta (coincide, en este punto, no ha participado de la provocación,
Y la prevaricación (Art. 223)", im- raleza subjetiva/personal u objetiva/ GARRIDO, I, 187 Yn. 7, si bien sin lle- tal como se desprende del tenor literal
plicando con ello que la calidad de real de la respectiva circunstancia gar a deducir de ello -por lo menos, del N° 5° del Art, 10 -aplicable tam-
persona que declara bajo juramento atenuante y agravante. Un análisis no explícitamente- que las justifican- bién a los casos del numeral 6°-: "en
o promesa y la de juez serían inco- caso a caso no corresponde en este tes incompletas sean circunstancias caso de haber precedido provocación
municables'V; también defienden, lugar, pero sí una referencia general objetivas, comunicables), lo que les de parte del acometido, no tuviere
confiere una naturaleza objetiva, y las participación en ella el defensor"143; lo

142 Coincidiendo con esta segunda postura, POLlTOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 424-425,
defienden la comunicabilidad de la cualidad especial en los delitos especiales propios, 143 Lo que demostraría que la antijuridicidad o justificación no depende sólo del desvalor/
como la prevaricación; en cambio, coincidiendo con la primera afirmación del texto valor de resultado -que es igual para quien se defiende como para el tercero- sino tam-
principal, parece acoger la tesis de la incomunicabilidad en los delitos especialespropios bién del desvalorlvalor de acción -que podría ser distinto: uno se defiende injustamente
-si bien en un pasaje sólo destinado a "resumir la discusión" sobre el asunto en Chile-, por haber provocado la agresión, el otro defiende a un tercero de forma justificada, no
VAN WEEZEL, 2007, 114 y ss. habiendo participado de la provocación-o
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ART.64 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 65

propio podría decirse de quien presta Ley asocia a las mismas, con inde- Artículo 65. Cuando la Ley señala una sola pena indivisible, la
el arma a quien defiende a un terce- pendencia de si esas circunstancias aplicará el tribunal sin consideración a las circunstancias agravan-
ra impulsado por motivos ilegítimos, sólo tienen existencia en la psique tes que concurran en el hecho. Pero si hay dos o más circunstancias
si aquél, a diferencia del defensor,· no
del autor (como podría ser la pre-
atenuantes y no concurre ninguna agravante, podrá aplicar la pena
actúa impulsado por ese tipo de mo- meditación) o si, como suele ocurrir,
inmediatamente inferior en uno o dos grados.
tivos). consisten en una especial relación
BIBUOGRAFíA: MAÑAUCH, Juan Pablo (2005), "Determinación de pena", en Revista de Derecho
subjetiva del autor (típicamente, de la Universidad Adolfo Ibáñez, N° 2; MAÑAUCH, Juan Pablo (2010), "¿Discrecionalidad
En segundo lugar, a las dis- el hecho de que se motivó a judicial en la determinación de la pena en caso de concurrencia de circunstancias ate-
crepancias referidas a la naturaleza especialmente por ello) con un ob- nuantes de la responsabilidad penal?", en AAW, Informes en Derecho. Doctrina Procesal
Penal 2009 (Santiago, Centro de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7, octubre
personal o real de determinadas jeto real, que existe fuera de la psi- de 2010; Mxrus, Iean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en
circunstancias, se añade la cuestión que del autor (por ej., la seguridad POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382.
de si hay algunas que puedan ca- que objetivamente le proporcionan
lificarse de "mixtas" o "subjetivas- las condiciones en que decide ac-
objetivas" (en ese sentido, ETCHE- tuar, o la confianza que realmente COMENTARIO
BERRY, 11, 43; GARRIDO, 1, 207, la víctima le tiene, o el carácter pú-
ambos asignando ese carácter, tanto blico que detenta); de modo que en Jaime Couso
al ensañamiento como a la alevosía; todos esos casos, la solución de la
en contra, CURY, 518, sosteniendo, incomunicabilidad es la que mejor GÉNESIS y MODIFICACIONES da en 1972 por la Ley N° 17.727,
en la práctica, que una circunstan- se compadece con la ratio legis, lo que aumentó de uno a dos los
cia que tenga elementos objetivos y que se logra, del mismo modo, si La disposición fue tomada del grados que pueden rebajarse por
subjetivos -como la alevosía- debe se entiende que es subjetiva o perso- CP español, con una importante concurrencia de pluralidad de ate-
ser tratada como subjetiva), así nal toda circunstancia que, siquie- innovación: a diferencia de éste, nuantes, sin agravantes, y eliminó
como la del tratamiento que les de- ra en parte, conste de un elemento que no reconocía efecto alguno la referencia al caso en que concu-

l
bería corresponder (si acaso quedan subjetivo especial (que vaya más a las circunstancias atenuantes o rra una atenuante "muy calificada"
sujetas a la regla de las circunstan- allá del dolo) (como parece ser el agravantes que concurriesen en el (hipótesis que, en el texto original
cias subjetivas/personales o si a la planteamiento de CURY, si se toma hecho cuando la pena señalada por del Cl; producía el mismo efecto:
de las objetivas/reales, es algo que el ejemplo de la alevosía), o si se la Ley consistía en una sola indi- entregar al tribunal la facultad de
no llega a plantearse por quienes entiende que, siendo en tal caso de visible, el CP chileno permitió la rebajar la pena en un grado), por
reconocen esta tercera categoría). naturaleza mixta, también se aplica rebaja en un grado para el caso de ser innecesaria desde que la mis-
En mi opinión, de lo que se trata la regla de la incomunicabilidad a

concurrir "dos o más circunstancias ma Ley estableció la regla general
para la regla del Art. 64, inc. 2°, es las circunstancia que precisamente atenuantes o una mui calificada" del Art, 68 bis, que permite la re-
que no se impute a un intervinien- pueden calificarse de tales (como (FUENSALIDA, 1, 296 Y ss., crítica- baja en un grado cuando concurra
te que no tiene relación particular podrían concluirlo ETcHEBERRY y mente, por considerar preferible, una atenuante muy calificada, para
con el ofendido, la disposición de GARRIDO, si se decidiesen por dar atendida la gravedad de los pocos cualquiera de los casos regulados
ánimo, o la calidad personal, que ese tratamiento a las circunstancias delitos que eran castigados con una en los Arts. 65 y ss., y no sólo para
concurren en otro, las consecuen- mixtas -como la alevosía y ensaña- sola pena indivisible, la norma espa- esta disposición (v, también MATUS
cias agravatorias de la pena que la miento-Y, ñola). Posteriormente fue modifica- / VAN WEEZEL, Comentario, 358).
584 585
,...--------

ART.65 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.65

ÁMBITO DE APLICACIÓN YEFECTO vínculos de parentesco considerados discusión, es asumido por la doc- dan cuenta de que el "espíritu" de
DE LA REGLA por aquel tipo (10 que constituiría trina (CURY, 767; GARRIDO, 1, 330; la Ley cambió. Del examen del es-
un concurso ideal homogéneo, v. in- MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, tablecimiento de la norma, y de su
La regla se aplica, en la prácti- fra, Art. 75). 359; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, única modificación posterior (en
ca, en pocos casos, cuando la única PG, 529; implícitamente, ETCHEBE- 1972), lo único que queda rneridia-
pena del marco penal es la de presi- En todos los casos en que es RRY, II, 181), según CURYocurriría namente claro es que el legislador
dio perpetuo (como en el Art. 109, aplicable, la regla permite imponer ya por voluntad de la Ley (refirién- chileno se ha ido apartando cada vez
inciso final), así como cuando una la pena inferior en uno o dos grados dose al diseño original de Cl; que de forma más radical de la intención
de dos o más penas copulativas es si concurren dos o más atenuantes establecía la compensación racional de su norma inspiradora, el Art, 70
la de inhabilitación perpetua (como y ninguna agravante (sin perjuicio en otros casos, pero no en este), "in- del CP español de 1850, que con-
en el caso del Art. 150 A, inciso de que, concurriendo una sola ate- cluso, de su autor" (CURY, 767, re- templaba un tratamiento especial
final), pues en el caso de las penas nuante muy calificada, tiene lugar lo firiéndose, con ello, a través de una para las penas que consistían en un
copulativas, cada una de ellas se dispuesto en el Art. 68 bis). argumentación dudosa, a la omisión solo grado de una indivisible: forzar
determina por separado (ver supra, del "autor" de la Ley -deliberada, la aplicación de la pena de muerte
Art. 57), siendo aplicable entonces SOBRE LA SUPUESTA IMPROCEDEN- parece implicar- en extender expre- o del presidio perpetuo, respecto de
la regla del Art. 65 a cualquier pena CIA DE UNA COMPENSACIÓN RACIONAL samente al caso del Art. 65 del CP la ciertos delitos muy específicos, que
copulativa que precisamente sea in- DE ATENUANTES YAGRAVANTES posibilidad de un ejercicio de com- eran precisamente aquellos a los que
divisible. pensación racional). se reservaba este tipo de penas; ob-
A diferencia de lo que disponen jetivo que el Arr, 70 del CP español
Con todo, la regla también se- expresamente los otros tres precep- En mi opinión, siendo incom- de 1850 lograba al privar de todo
ría aplicable cuando, por efecto de tos del CP destinados a regular el prensible esta diferencia entre la efecto a las circunstancias atenuan-
la regla de absorción agravada de la efecto general de las atenuantes y regulación del Art. 65 y la de los tes. Así lo explica FUENSALIDA, quien
pena, del Art. 75 del Cp, para el agravantes, en este caso la Ley no es- Arts. 66 a 68, y contrastando la pri- individualiza cuáles son esos delitos
concurso ideal o medial se debe im- tablece la posibilidad de realizar una mera de manera tan evidente con el que merecían un tratamiento tan
poner la pena superior de un marco compensación racional de circunstan- sistema general de determinación especial en el CP español: traición
penal que precisamente cuenta con cias, lo que impediría rebajar la pena de penas del Cl; que confiere gran a la patria al inducir a una poten-
una indivisible en ese lugar (MArus si, por ej., concurren tres atenuantes relevancia a la concurrencia de las cia extranjera a declarar la guerra
/ VAN WEEZEL, Comentario, 359, ci- y una agravante, de modo que una atenuantes, el sentido de la disposi- al propio país, siempre que se si-
tando un fallo de la Corte Suprema sola agravante, cualquiera sea su en- ción se ve oscurecido, al punto de gan las hostilidades (castigado con
del año 1951, en RDJ 1951:23, que tidad, y cualquiera sea el número de que cabe indagar su intención o es- pena de muerte); parricidio (casti-
entiende que también en tal caso es atenuantes a la que se ve enfrenta- píritu -su telos-, en la Ley misma o gado con pena de muerte); perjurio
la Ley la que señala una sola pena da, privaría de todo efecto a todas en la historia fidedigna de su esta- en causa criminal del que resulte la
indivisible, como lo exige el Art. 65 éstas (considerando que, además, las blecimiento. Sin embargo, las razo- imposición de la pena de muerte o
del CP); el caso se daría, por ej., con atenuantes tampoco pueden tener nes tenidas en cuenta al momento de presidio perpetuo en contra del
el parricidio (Art, 390), si el autor, el efecto al que se refiere el Art. 69, del establecimiento de la disposi- acusado (castigado con presidio
a través de un solo hecho, da muer- dada la naturaleza indivisible de la ción pueden ser ilustrativas, pero no perpetuo); delitos funcionarios (cas-
te a dos personas a las que le unen pena). Este efecto, que, sin mayor vinculantes, si nuevas decisiones tigados con inhabilitación absoluta
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ART.65 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.65

perpetua o inhabilitación especial ra en parte, el espíritu de la norma muy señalados). Pero si a todo ello (excluir el grado máximo o rebajar
perpetua); todos ellos, delitos que se espafíola: forzar la aplicación de la se suma que, precisamente, algunos la pena) literalmente también pa-
consideraba no merecían una reba- única pena indivisible (la muerte, de los principales delitos a los que, recen quedar condicionados a que
ja de pena por la mera circunstan- en este caso) para delitos tan graves por medio de la especial regulación "no concurran" agravantes (v, infta
cia de que concurriesen atenuantes e importantes como el parricidio. concebida originalmente para los Arts. 66, 67 y 68), pero, con apro-
(FuEN5ALIDA, I, 297 Y ss., crítico de En la Revisación, sin embargo (Se- marcos penales compuestos de una bación de la doctrina y la práctica
la decisión del legislador chileno de sión 136, de 13 de mayo de 1873, única pena indivisible, se quería judicial unánime, tales efectos, con
conceder eficacia a las atenuantes en en Actas, 247), se amplió signiíicati- asegurar la imposición de la pena de razón, son extendidos a los casos en
estos delitos). En la discusión del vamente la regla, permitiendo ahora muerte o del presidio perpetuo (o la que "sí concurre" siquiera una agra-
CP chileno, en cambio, ya la Co- rebajar la pena en un grado cuan- inhabilitación perpetua), han modi- vante, pero en los que una ponde-
misión Redactora dispuso (a inicia- do concurriere cualquier atenuante ficado su marco penal, justamente ración cualitativa le da mayor peso
tiva del Sefíor REN]IFO, apoyado en que se considere "muy calificada", para evitar la imposición forzosa de a las circunstancias que disminuyen
ello por el Sefíor Reyes, Sesión 19, o incluso si concurrieren dos o más la pena más grave, de modo que ni el merecimiento o la necesidad de
en 20 de julio de 1870, Actas, 34), atenuantes "aun cuando no sean ca- siquiera quedan sujetos a la regla del pena (por menor culpabilidad o
que en este tipo de marcos penales lificadas" (regla que, con cambios Art, 65 del Cp, sino a otras reglas injusto, o por razones político-cri-
serán únicamente las agravantes las menores, se mantuvo en la redac- (tanto el parricidio, como la traición minales) que a las que aumentan el
que no se considerarán ni tendrán ción aprobada para el CP de 1874). a la patria quedan ahora sujetos al merecimiento o necesidad de pena,
efectos, no así las atenuantes, per- La modificación introducida por la Art. 68 144) , que sí le dan plena efica- de modo que efectivamente se aplica
mitiéndose (por acuerdo adoptado Ley N° 17.727, de 27 de septiembre cia a las atenuantes, incluso tras su la regla establecida para la hipótesis
en la sesión 78, de 1° de mayo de de 1972 (en la que CURY, 767, apre- compensación racional, entonces es de concurrencia de una pluralidad
1872, al acordarse la pena del parri- cia una confirmación de la voluntad evidente que la supuesta restricción de atenuantes "y ninguna agravan-
cidio, en Actas, 151) la misma reba- de la Ley de excluir la compensación del Art. 75 del CP (que ni siquie- te" (pese a que realmente
mente SI
sí concu-
ja de pena que regía para los demás racional, ahora por voluntad del ra es explícita, sino que se deduce rre un agravante), entonces también
delitos (los que no tenían un marco "autor" de la ley), vino a aumentar a' implícitamente, a contrario sensu) en el caso del Art. 65 del CP debería
penal consistente en una única pena dos grados la rebaja que aquella re- ya no es compatible con el telos de el tribunal poder ejercer la misma
indivisible), pero sólo cuando con- gla posibilitaba. Con ello, sería po,. la Ley vigente, interpretada siste- facultad, aplicando analógicamente
curriesen las atenuantes a las que, la sible (y tal es la regla vigente) rebajar máticamente, y teniendo en cuenta la regla de compensación racional de
misma Comisión Redactora había la pena en dos grados, apenas con la historia fidedigna de su estable- circunstancias atenuantes y agra-
conferido un especial efecto (la de la concurrencia de dos atenuantes cimiento (y de su modificación). vantes, cuando el resultado final de
eximente incompleta, la de minoría que no se consideren muy califica- Fuera de ello, si se tiene en cuenta su ejercicio de ponderación de cir-
de edad), no así cuando concurrían das, lo que representa un ulterior que, en los Arts. 66 a 68 los efectos cunstancias, arroje una importante
las demás, pues para la Comisión, alejamiento del espíritu original del más importantes de las atenuantes disminución del merecimiento y la
sólo ante atenuantes de la impor- tratamiento especial dado a los mar-
tancia de las primeras "el parricidio cos penales compuestos de una sola 144 La traición a la patria "calificada" del Art. 106, inciso primero, segunda parte, ahora
puede merecer alguna escusa para pena indivisible (forzar la aplicación queda sujeta, en principio, al marco penal de la figura básica tipificada por la primera
que no se le castigue con la muerte", de la pena de muerte o del presidio parte de ese inciso, siendo la imposición de la pena agravada (que sigue siendo una
asegurando, de esa manera, siquie- perpetuo, respecto de ciertos delitos única pena indivisible) una facultad del tribunal, no una obligación.

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I
i I
ART. 65 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 65

necesidad de pena, aun si para llegar lo menos en un grado) o meramente doctrina y jurisprudencia entienden dencia "absolutamente constante"
a ese resultado se debió considerar facultativa. La opinión casi unánime como prescripciones o mandatos; de la Corte Suprema sigue la tesis
una razón que, en menor medida, en la doctrina, así como en la juris- también descarta por no concluyen- del carácter facultativo de la misma
aumentó el merecimiento de pena. prudencia, se inclina por el carácter te el argumento basado en la histo- (MAÑALICH, 2010, 49, revisando
facultativo de la rebaja (así, ya U- ria fidedigna del establecimiento de especialmente la del período 2004-
Lo contrario lleva a resultados BATUT, 1, 276, citando jurispruden- la norma; e invoca un argumento 2010), tesis que la Corte Suprema
que infringen el principio de pro- cia, y argumentando por contraste sistemático, conforme al cual el tri- aplica especialmente para rechazar
porcionalidad, si se impone penas con el tenor literal del Art. 73 bunal que decida no ejercer su "fa- recursos de casación o nulidad fun-
superiores a las necesarias (cuando Cl; donde la rebaja sí es obligato- cultad", no tendría señalada en la dados en haberse ignorado la con-
una pluralidad de atenuantes dis- ria; v., en la actualidad, por todos, Ley una regla para resolver el caso, currencia de dos o más atenuan-
minuye claramente la necesidad ETCHEBERRY, 11, 185-187, apoyado pues la que le veda el grado máximo tes, defecto que -sostiene la Corte
preventiva de una pena como el en la historia fidedigna del estable- o el mdximum de la pena señalada Suprema, de forma constante- no
presidio perpetuo), o el principio de cimiento de la norma, y haciendo por la Ley al delito -que es la que, tendría influencia en lo dispositivo
culpabilidad, si se impone penas que referencia "a la jurisprudencia más por ej., ETCHEBERRY, 11,186, entien- del fallo, pues la pena impuesta de
exceden la medida de la culpabilidad reciente de la Corte Suprema"; y de aplicable, para que al condenado todos modos hubiera podido ser
del autor por el hecho (cuando una MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, con dos atenuantes no se le aplique la misma (MAÑALICH, 2010, 50).
pluralidad de atenuantes disminuye 360, explicando que, contra cierta una regla más desfavorable que al Sin perjuicio de que esta práctica
claramente la culpabilidad, y pese a doctrina y alguna jurisprudencia que sólo cuenta con una atenuan- pueda ser discutible en sus propios
ello, se aplica la misma pena que le que sostuvo la tesis del carácter obli- te-, está establecida justamente para términos (en mi opinión, si se en-
hubiese correspondido aun con ple- gatorio de la rebaja, "hoy la doctri- una hipótesis distinta, a la que no tiende que la "facultad" de rebajar
na culpabilidad), ambos principios na y la jurisprudencia se han unifi- puede asimilarse la de quien cuenta la pena en ese, como en otros ca-
a los que se ha reconocido rango cado en estimar como facultativas con dos o más atenuantes'P). sos, no es meramente discrecional,
constitucional. tanto la rebaja como el monto de sino que está sujeta a razones, que
ella"); sin embargo, recientemente En relación con el carácter de deben ponderarse y expresarse en
SOBRE EL CARÁCTER FACULTATIVO MAÑALICH ha defendido de forma la rebaja de pena contemplada por la fundamentación del fallo, en-
UOBLIGATORIO DE LA REBAJA DE PENA, decidida el carácter obligatorio de los Arts. 65 a 68, en general (no tonces podría ser anulable, por fal-
EN CASO DE CONCURRIR UNA PLURALI- la rebaja (MAÑALICH, 2010, 41-67, sólo sobre el Art, 65), la jurispru- ta de fundamentación, la decisión
DAD DE ATENUANTES. RELEVANCIA DEL descartando, en mi opinión, con-
PROBLEMA PARA LOS ARTS. 65 A 68 vincentemente, los argumentos en
que tradicionalmente se apoya la 145 Otras razones invocadas por MAÑALICH, 2010, 49 Y ss., 54 y ss., a favor de la rebaja
Yase ha hecho mención a la dis- tesis del carácter facultativo de la obligatoria son: ello es más consistente con la asimetría valorativa que cabe identificar
cusión, fundamentalmente doctri- rebaja (en contra del "argumento en el CP entre el gran impacto modificatorio reconocido a las atenuantes y el moderado
impacto reconocido a las agravantes (del que debe derivarse un criterio interpretativo
naria, acerca de si las rebajas de pena exegético" cita otras expresiones si-
más general, como afirmara CURY, 769); la discrecionalidad judicial en sentido "fuer-
establecida por los Arts. 65 a 68 para milares de la Ley -como el Art. 351 te" no es sensata, mientras que sí lo es una "débil" que obligue al tribunal a rebajar la
el evento de que concurra una plu- del CPp, conforme al tribunal "po- pena, pero le entregue la facultad de decidir cuántos grados rebaja; la consideración
ralidad de agravantes, sin atenuan- drá" aplicar la regla del Art. 74 del sistemática de los Arts. 73 y 103 del CP refuerza la tesis del carácter obligatorio de la
tes, es obligatoria para el tribunal (a CP si es más beneficiosa- que la rebaja.

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ART.65 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.66

de un tribunal que, por ignorar la [... ] conforme a lo previsto en el efectuar una rebaja de pena, en a entenderá revestido de dos o más
concurrencia de una segunda ate- artículo 68", dando a entender cla- lo menos un grado (en ese sentido circunstancias "muy calificadas" (la
nuante, ni siquiera ha notado que ramente que la rebaja era, enton- MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, misma expresión que, en el Art. 68
disponía de la facultad de efectuar ces, obligatoria. Recientemente, 484), conclusión que, aun con in- bis, se emplea para justificar una
la rebaja, de modo que mal puede también, una decisión de la Corte dependencia de los argumentos ge- rebaja en un grado, con una sola de
haber ponderado las razones con- de Apelaciones de Santiago sigue nerales invocados para defender la tales circunstancias), y la indicación
currentes en el caso para ejercer o y aplica expresamente esta tesis, al tesis de la obligatoriedad de la reba- de que, en el evento de que la pena
no esa facultad, ni tampoco po- revocar la decisión que, en el caso ja de pena en las hipótesis de plura- ya se haya impuesto (sin haberse
dría haber fundado su "negativa" de un delito revestido de dos ate- lidad de atenuantes, se ve apoyada, atendido a la mediaprescripción, es
a hacerlo), la adhesión de la Corte nuantes y de ninguna agravante, se en particular, por argumentos de forzoso concluir), las reglas de los
Suprema a la tesis del carácter fa- mantuvo dentro del marco penal texto propios del Art. 103, a sa- Arts. 65 a 68 se deben aplicar "para
cultativo de la rebaja cuenta con abstracto, sin rebajar la pena en a ber, la referencia a qve el hecho se disminuir la [pena] ya impuesta".
a lo menos dos excepciones, una lo menos un grado (Corte de Ape-
en 1943. (Corte Suprema, contra laciones de Santiago, Rol N° 2906-
Eduardo Marambio y otros, GT 2009, 14 de enero de 2010, Mi-
1943-1, 25-169, reseñada crítica- nisterio Público con Juan Jacson Artículo 66. Si la Ley señala una pena compuesta de dos indivi-
mente por SCHWEITZER en RCp, 2 a Quiñónez Micolta y otro [apela- sibles y no acompañan al hecho circunstancias atenuantes ni agra-
época, t. VI [1994], pp. 202 Y ss., ción penal], N° ID LegalPublis- vantes, puede el tribunal imponerla en cualquiera de sus grados.
citado por MAÑALICH, 2010,50, n. hing: 43264). Cuando sólo concurre alguna circunstancia atenuante, debe
31); y otra en 2004 (Corte Supre- aplicarla en su grado mínimo, y si habiendo una circunstancia
ma, Rol N° 2809-04, 18 de agosto En relación con este problema agravante, no concurre ninguna atenuante, la impondrá en su gra-
de 2004, contra Luis Galaz Dro- (si bien, aquí concurre, además, una do máximo.
guett [casación en el fondo penal], razón independiente de las reseña- Siendo dos o más las circunstancias atenuantes sin que con-
N° ID LegalPublishing: 30694, das), cabe recordar que el Art. 103
curra ninguna agravante, podrá imponer la pena inferior en uno
reseñada por el propio MAÑALICH, del CP dispone, para el caso de la
2005, 508 Y ss.), esta última ca- media prescripción, que el hecho se o dos grados al mínimo de los señalados por la ley, según sea el
sando de oficio una sentencia de la considerará "revestido de dos o más número y entidad de dichas circunstancias.
Corte de Apelaciones de Rancagua circunstancias atenuantes muy ca- Si concurrieren circunstancias atenuantes y agravantes, las
que, por no dar por establecida una lificadas y de ninguna agravante", y compensará racionalmente el tribunal para la aplicación de la pena,
segunda atenuante, que debió esti- que el tribunal deberá aplicar las re- graduando el valor de unas y otras.
mar concurrente, cometió un error glas de los Arts. 65 a 68 (refiriéndo- BIBUOGRAFÍA: MAÑAUCH, Juan Pablo (2010), "¿Discrecionalidad judicial en la determinación
que "influye, como es obvio; en lo se obviamente a las reglas que rigen de la pena en caso de concurrencia de circunstancias atenuantes de la responsabilidad
penal?", en AAW, Informes en Derecho. Doctrina Procesal Penal 2009 (Santiago, Centro
dispositivo de la sentencia pues, de en caso de concurrir una pluralidad de Documentación Defensoría Penal Pública), N° 7, octubre de 2010; Mxrus, Iean Pierre
no habérselo cometido, el encausa- de atenuantes, sin agravantes), lo / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario,
do [...] debió ser condenado a la que se ha entendido (con razón, en pp. 323-382; RUDNICK, Carolina (2007): La compensación racional de circunstancias modi-
ficatorias en la determinación judicial de la pena (Santiago, LexísNexís); VAN WEEZEL, Alex
pena de tres años y un día de pre- mi opinión), en el sentido de que (1997), "Compensación racional de atenuantes y agravantes en la medición judicial de la
sidio menor en su grado máximo el tribunal debe obligatoriamente pena", en Revista Chilena de Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3.

592 593

II
ART.66 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.66

COMENTARIO circunstancias atenuantes y agravan- las circunstancias modificatorias de


tes concurrentes no consiste en un responsabilidad penal le atribuye, en
Jaime Couso proceso de substracción aritmética general, mayor peso a las atenuantes
(por ej. restar 3 atenuantes menos que a las agravantes (CURY, 769: "las
GÉNESIS y MODIFICACIONES No reviste dificultad alguna la 2 agravantes, para dejar como, re- atenuantes tienen, por lo general, un
determinación de los efectos de es- manente una sola atenuante), sino mayor poder modificatorio de la res-
El inciso 2°, que regula el efec- tas reglas, salvo la del inc. 3°, que de ponderación cualitativa (CURY, ponsabilidad que las agravantes", de
to de una sola agravante, sin concu- regula el efecto de la concurrencia 769; VAN WEEZEL, 479), tal como lo lo que da cuenta el mayor efecto que
rrencia de atenuantes, disponiendo de una pluralidad de atenuantes, sin entendía ya FUENSALIDA (FUENSALI- la Ley concede a la pluralidad de ate-
la imposición obligatoria del grado agravantes (para la que vale todo lo DA, 1, 306: "la Ley ha sido prudente nuantes sin que concurran agravan-
máximo de penalidad, ha sido mo- dicho, supra, a propósito de la regla en limitarse a dar una regla general tes, que a la pluralidad de agravantes
dificado en dos oportunidades: en análoga contemplada por elArt. 65), i en conceder a los jueces faculta- sin que concurran atenuantes; en el
1970, la Ley N° 17.266 eximió al y, eventualmente, la del inc. 4°, que des discrecionales; porque las cir- mismo sentido, VAN WEEZEL, 487 y
tribunal de la aplicación forzosa de dispone la compensación racional de cunstancias atenuantes i agravantes ss., sosteniendo, además, que en la
la pena de muerte ("el tribunal no circunstancias atenuantes yagravan- son de mui diversas entidad i tanto compensación racional también debe
estará obligado a imponerla necesa- tes, analizada a continuación. que una atenuante puede valer mas darse preeminencia a las circunstan-
riamente"), cuando ella fuese el gra- que dos agravantes, o por la inver- cias subjetivas por sobre las objeti-
do máximo de la pena señalada por En cualquier caso, como se expli- sa una agravante mas que dos o tres vas; v. también POLITOFF / MATUS /
la Ley al delito; sin embargo, más cará a continuación, las reglasestable- atenuantes"; v. también, RUDNICK, RAMÍREZ, PG, 531; Runick, 40 y ss.;
tarde, en 2001, la Ley N° 19.734, cidas para las hipótesis de concurren- 409-411, citando una sentencia de MAÑALICH,48).
que abolió la pena de muerte (sus- cia de una sola atenuante, de una sola la Corte Suprema en ese sentido':",
tituyéndola por la de presidio per- agravante, y de una pluralidad de ate- si bien advirtiendo tina clara ten- Una vez efectuada la compen-
petuo calificado), eliminó -por in- nuantes, sin concurrencia de agravan- dencia a conformarse con una com- sación racional entre atenuantes
necesaria- aquella frase que la Ley tes, son sólo se aplican cuando "desde pensación arirmética'V). Y si bien es y agravantes, hay acuerdo en que
N° 17.266 había agregado, volvien- un principio" ése es el panorama de posible, al menos en teoría, que la a "las que restan" se debe aplicar
do entonces a forzar al tribunal a la concurrencia de las circunstancias ponderación cualitativa, a veces dé las demás reglas sobre efectos de
seleccionar el grado máximo del modificatorias de responsabilidad más peso a una agravante que a una las circunstancias modificatorias
marco penal, que ahora ya no es la penal, sino también cuando ése es atenuante':", debería ser mucho más (ETCHEBERRY, II, 184-185; MA-
pena de muerte sino, justamente, la el panorama que resulta de la previa frecuente la situación inversa, en la TUS / VAN WEEZEL, Comentario,
de presidio perpetuo calificado. compensación racional de diversas ate- medida que una interpretación siste- 362, citando jurisprudencia en ese
nuantes y agravantes concurrentes. mática de las reglas sobre el efecto de sentido; v. también, en el mismo
ÁMBITO DE APLICACIÓN YREGLAS
COMPENSACIÓN RACIONAL DE
146 Sentencia de la Corte Suprema, de 24 de agosto de 1939, GJ, 1939, N° 87, p. 365.
La única conminación penal del CIRCUNSTANCIAS 147 Por ej., expresamente, en la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, de 31
CP que queda sujeta a las reglas del de enero de 2002, GJ, 2002, N° 259, p. 140 (cit. por RUDNICK 411, n. 871).
Art, 65 es la del Art. 372 bis (viola- Hay acuerdo en la doctrina en 148 Posibilidad defendida precisamente por el fallo de la Corte Suprema citado, supra,
ción con homicidio). que la compensación racional de las n.146".

594 595
ART.66 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.66

sentido, POLITOFF I MATUS I RAMÍ- También hay acuerdo en que facultad judicial -como el aumen- ejercer la facultad de aumentar la
REZ, PG, 531 Y n. 117; RUDNICK, sólo se compensan entre sí las cir- to de pena en un grado asociado a pena, partiendo de una compuesta
39_40)149. Ese es el sentido de la cunstancias efecto ordinario (o "de la presencia de la agravante espe- de un solo grado de una divisible,
compensación. Entonces, no debe eficacia ordinaria"), sean comunes cial del Art. 447, N° 2°-, Yprecisa- la presencia de una atenuante de
entenderse las expresiones "sin o especiales (VAN WEEZEL, 499- mente el tribunal decide no ejercer efecto ordinario impide imponer la
que concurra ninguna agravante" 500; MATUS I VAN WEEZEL, Co- dicha facultad, no será posible, en pena dentro del mdximum de dicha
(Art. 66, inc. 3°), "no habiendo mentario, 362; ETcHEBERRY, Il, lugar de privar a tal circunstancia pena, obligándole a fijarla en el mí-
ninguna agravante" (en el Art. 67, 189), de modo que no entran en de todo efecto, compensarla racio- nimum, pero, paradójicamente, el
inc, 40) y "no hay ninguna agra- la compensación racional con las cir- nalmente con las circunstancias de tribunal puede, en caso de que sí
vante" (Art. 68, inc. 3°), en el sen- cunstancias a las que, por disposi- efecto ordinario (y de signo opues- ejerza aquella facultad, imponer la
tido de que la presencia de cual- ción legal, se les ha dado un efecto to) que concurran (RUDNICK, 450). pena superior en grado).
quier agravante impida excluir el extraordinario (y éstas tampoco se A esa pregunta, en mi opinión, ha-
grado máximo o, en su caso, efec- compensan entre sí; VAN WEEZEL, bría que responder afirmativamen- Por último, la compensación
tuar las rebajas de pena, cuando 500). Sin embargo, con razón se te, pues, de acuerdo con la ratio racional debe hacerse mediante re-
esas agravantes han sido suficien- pregunta RUDNICK si, en los casos legis, tales circunstancias inciden solución fundada, en la que se deje
temente compensadas y superadas en que el efecto extraordinario de en la gravedad del injusto penal constancia de las consideraciones
en número y/o peso por otras cir- una determinada circunstancia se culpable, en principio, con mayor acerca de cómo el número y la
cunstancias atenuantes 150. establece en la Ley como una mera intensidad que las circunstancias entidad de las circunstancias ate-
de efecto ordinario, de modo que la nuantes y agravantes concurrentes
facultad del tribunal de asignarles determinaron el resultado de la
149 En efecto, ya FUEN5ALIDA, 1, 306, comentando el Art, 67, entendió que la facultad del o no un efecto de alteración del compensación, de modo que, aun
tribunal de bajar o subir la pena, en caso de pluralidad de atenuantes o de agravantes, marco penal (por ej., elevando la cuando se trata de una facultad dis-
subsiste "con tal que los efectos favorables de las primeras no se destruyan o debiliten
con los contrarios de las segundas, cosa que los mismos tribunales tienen que apreciar
pena en grado), debe entenderse en crecional, la falta de fundamenta-
discrecionalmente", pudiendo ellos, por tanto, resolver, que la rebaja o aumento de el sentido de permitir al tribunal ción (ausencia de razones o defec-
pena proceden, cuando no se produzca esa destrucción o anulación recíproca del efecto apreciar si acaso, en el caso con- tos palmarios en el razonamiento),
de ambos tipos de circunstancias. creto, atendidas todas las circuns- es susceptible de ser impugnada a
150 Pues esa suposición le asignaría una significación excesiva a la presencia de una tancias, aquella sigue haciendo través del recurso de nulidad (así,
agravante cualquiera en un determinado delito, como si éste, por esa sola razón, una diferencia tal que corresponda VAN WEEZEL, 492-496, refiriéndo-
quedase definitivamente "teñido" con un especial desvalor y merecimiento de pena,
ejercer la facultad de darle el ex- se a la casación; v. también POLI-
impidiendo al tribunal graduar la pena según el número y entidad de las circuns-
tancias atenuantes que sí concurran, que disminuyen el merecimiento o la necesidad traordinario efecto que la Ley per- TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 531
de pena (por una menos culpabilidad o injusto, o por razones político-criminales). miteasignarle; en caso contrario, y n. 120, sosteniendo que, si bien
Lo propio puede decirse de las expresiones similares referidas ahora a la ausencia y como una consideración siste- el resultado de la decisión de com-
de atenuantes ("no concurriendo circunstancias atenuantes", en el Art, 68, inc. 4 0 ) , mática, se produciría el absurdo de pensación racional no resulta ata-
como condición para la exclusión del grado mínimo o, en su caso, el aumento de que la extensión que, en la fijación cable por la vía de nulidad, sí lo
pena, expresiones a las que no debe entenderse como un impedimento para aplicar
de la pena, queda a disposición es la falta de fundamentación, en
tales reglas, por la mera presencia de cualquier atenuante, como si ello tuviese un
efecto absoluto, no anulable por la presencia de agravantes en mayor número y de del tribunal, queda limitada en el virtud de la causal del Art. 374 e)
mayor entidad. centro (pues, por ej., en caso de no del CPP).
596 597
ART.67 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART.67

Artículo 67. Cuando la pena señalada al delito es un grado de la definición de un marco penal con- En relación con el efecto de la
una divisible y no concurren circunstancias atenuantes ni agra- creto que sí consta de un solo grado concurrencia de una pluralidad de
vantes en el hecho, el tribunal puede recorrer toda su extensión al de una pena divisible. Así ocurre, en atenuantes, sin agravantes, en este
aplicarla. efecto, cada vez que las reglas de los caso nuevamente vale todo lo di-
Arts. 51 a 54, del Art. 75 o las que cho, supra, a propósito de la regla
Si concurre sólo una circunstancia atenuante o sólo una agra-
regulan los efectos de circunstan- análoga contemplada por el Art. 65,
vante, la aplicará en el primer caso en su mínimum, y en el segun- cias modificatorias de responsabili- de modo que, en mi opinión, para
do en su máximum. dad de efectos extraordinarios (como el tribunal es obligatorio rebajar la
Para determinar en tales casos el mínimum yel máximum de la el Art. 73 o el Art. 400) se aplican pena en un grado, a lo menos, es-
pena, se divide por mitad el período de su duración: la más alta de antes de las circunstancias de efectos tando facultado para extender di-
estas partes formará el máximum y la más baja el mínimum. ordinarios (10 que no siempre será el cha rebaja en un segundo grado.
Siendo dos o más las circunstancias atenuantes y no habiendo caso; v. supra, Art, 50, "JJI Orden de No obstante, tal como fue señalado
ninguna agravante, podrá el tribunal imponer la inferior en uno aplicación... "). supra (Art. 65), también para el caso
o dos grados, según sea el número y entidad de dichas circunstan- del artículo 67, la jurisprudencia
cías. La regla establecida para el even- constante de la Sala Penal de la Cor-
to en que no concurran circunstan- te Suprema ha afirmado el carácter
Si hay dos o más circunstancias agravantes y ninguna atenuan- cias atenuantes ni agravantes no es facultativo de la rebaja de pena (v.,
te, puede aplicar la pena superior en un grado. problemática. por ej., la sentencia de la Corte Su-
En el caso de concurrir circunstancias atenuantes y agravantes, prema, Rol N° 4211-2006, de 5
se hará su compensación racional para la aplicación de la pena, La regla que rige los efectos de de octubre de 2006, contra Nelson
graduando el valor de unas y otras. una sola atenuante y de una sola Ariel León González [casación en el
BIBUOGRAFlA: PICA, René (1992): Reglas para la aplicación de las penas, 4 a edición (Editorial agravante, concretando el marco fondo penal], N° ID LegalPublis-
Jurídica, Santiago de Chile); Mxrus, Iean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Ar- penal, respectivamente, en su mí- hing: 35433).
tículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382.
nimum y máximum, tampoco pa-
rece ofrecer mayores problemas. El La regla que establece el efecto
"período de duración" de la pena es de una pluralidad de agravantes, sin
COMENTARIO el que queda comprendido dentro concurrencia de atenuantes, no plan-
de su extensión mínima y su ex- tea discusión en la doctrina, pero el
Jaime Couso
tensión máxima, y es ése período el hecho de que el carácter meramente
que debe dividirse en dos, para ob- facultativo del aumento de pena ge-
ÁMBITO DE APLICACIÓN Y REGLAS solo grado de una pena divisible, tener aquellos segmentos. Sin em- neralmente se apoye en las mismas
como porque la aplicación previa de bargo, se aprecia alguna diferencia razones que se emplean para afirmar
El supuesto al que se aplican reglas de alteración del marco penal marginal en la doctrina respecto de el carácter facultativo de la rebaja
las reglas del Art. 67 es de frecuen- abstracto a conminaciones penales la forma de calcular estos segmen- (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
te ocurrencia, tanto porque muchas con una estructura diferente (en tos de pena, así como de su exten- 366), convierte a la tesis del carác-
conminaciones penales establecen principio regidos por los Arts. 65, 66 sión precisa (v, infra, el apartado ter obligatorio de la rebaja (v, supra,
marcos penales que constan de un ó 68), normalmente tiene por efecto siguiente) . Art. 66) en un factor potencialmente
598 599
ART.67 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.67

desestabilizador de aquél tácito con- Por ello, de modo análogo a mitades es una cantidad impar de bio, el día número 541 es el primer
senso; sin embargo, bien mirados, lo que rige para los supuestos del días, de que termina sumándose día del mínimum, de modo que no
los argumentos a favor del carácter Art.. 66, también en el caso del en perjuicio del condenado, me- puede ser substraído como parte
obligatorio de la rebaja, en caso de Art. 67 las reglas establecidas para las dio día de duración al mínimum. del período previo al comienzo de
pluralidad de atenuantes, no pueden hipótesis de concurrencia de una sola En tales casos, dado que las penas esa primera mitad de la pena, para
trasladarse sin más (piénsese en los atenuante, de una sola agravante, de temporales no se cuentan por horas calcular cuánto debe durar esta eta-
argumentos sistemáticos citados su- una pluralidad de atenuantes, sin o fracciones de día, corresponde- pa (cfr. ETcHEBERRY, II, 188, con el
pra, Art, 65), a la situación en que concurrencia de agravantes, y de una ría despreciar ese "medio día" en el mismo enfoque que aquí se defien-
concurre una pluralidad de agravan- pluralidad de agravantes, sin concu- mínimum, estableciendo, por ejem- de). Ello se aprecia más fácilmente
tes, ahora para argumentar el carác- rrencia de atenuantes, no sólo se apli- plo, como mínimum de la pena de si se piensa en la extensión de la
ter obligatorio del aumento de pena. can cuando "desde un principio" ése presidio menor en su grado medio pena de prisión, que va de 1 a 60
Ahora bien, si en tal caso, el tribunal es el panorama de la concurrencia de (en el ejemplo analizado por PICA, días, caso en que se nota fácilmen-
decide no hacer uso de su facultad las circunstancias modificatorias de 12) 541 a 817 (y no 818) días (con te que cada uno de sus tres grados
de elevar la pena en grado, de todos responsabilidad penal, sino también una duración de 277 días), y como dura precisamente 20 días, es decir,
modos queda sujeto, en mi opinión, cuando ése es el panorama que resul- mdximum de la misma pena, 818 es una duración par, que no ofre-
a la misma restricción que, ya la mera ta de la previa compensación racional (y no 819) días a 3 años (con una ce ninguna dificultad para calcular
presencia de una sola agravante, sin de diversas atenuantes y agravantes duración de 278 días). PICA no ad- el mdximum y el mínimum; y, sin
atenuantes, le habría impuesto: debe concurrentes. vierte que es precisamente en este embargo, el procedimiento de PICA
necesariamente fijar la pena dentro
ejemplo (y no en el caso del pre- lleva al impresión incorrecta de que
del mdximum (pues la presencia de DETERMINACIÓN DEL MÍNIMUM Y sidio menor en su grado mínimo, la duración de cada grado es impar
dos o más agravantes, sin atenuan- EL MÁXIMUM DE LAS PENAS DIVISIBLES
que analiza en p. 13) cuando la du- (40-21=19 días), situación que a él
tes, no puede implicar para el conde-
ración del grado (dentro del cual lo conduciría al complicado recurso
nado una mejor situación que la pre- Ya se señaló que se aprecia al- deben determinarse las dos mitades) de sumar un día, que luego se des-
sencia de una única atenuante, sin guna diferencia marginal en la doc-
es impar (555 días), y no par, como cuenta (v, PICA, 13).
agravantes; este resultado lo asumen trina respecto de la forma de cal-
él sostiene (554 días'?'), pues para
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, cular el mínimum y el mdximum,
368, para el Art. 68, pero no lo men- obtener dicha duración, errada- Así, el mínimum y mdximum de
así como de su extensión precisa.
cionan expresamente para el Art. 67 mente substrae, de la pena máxima las diversas penas divisibles de la Es-
Según MATUS / VAN WEEZEL, Co-
-si bien exactamente la misma razón (1095 días), la pena mínima (541 cala N° 1° delArt. 59 (y con ligeras
mentario, 365, el sistema más usa-
concurre en este caso-). días), siendo que debía substraerle diferencias respecto de las magnitu-
do por la jurisprudencia es el de
la extensión de tiempo transcurrida des consignadas por MATUS / VAN
PICA, 11-13, sistema que sería lige-
Respecto de la regla que dis- hasta antes de que comenzara el res- WEEZEL, Comentario, 365, quienes
ramente distinto al de ETCHEBERRY
pone la compensación racional de y CURY..Con todo, en mi opinión, pectivo grado (540 días); en cam- siguen a PICA), son los siguientes:
circunstancias atenuantes y agra- el sistema propuesto por PICA tiene
vantes, también vale, para este ar- el inconveniente, cuando el perío-
151 En realidad, seguramente por error de transcripción, PICA, 12, calcula esta diferencia
tículo, todo lo dicho en relación do de duración del grado dentro en 544 (y no en 554, como debería), error que implícitamente subsana al calcular la
con el Art. 66. del cual deben determinarse las dos mitad de ese período en 277 días.
600 601
ART. 67 C6DIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.68

Pena Extensión de la pena Mínimum Máximum tres grados de penalidad, a lo menos la que, en circunstancias análogas, el
en los casos en que, sin ese recurso, tribunal habría impuesto a uno de
Presidio o teclusión mayores 15 años y un día a 20 15 años y 1 día a 17 años y 183 días
un delito de menor gravedad debiese mayor gravedad, como ocurriría en
en sus grados máximos años 17 años y 182 días a20 años . . el caso propuesto como ejemplo.
Presidio o reclusión mayores 10 años y un día a 15 10 años y un día a 12 años y 183 días sancionarse con una pena supenor a
en sus grados medios años 12 años y 182 días a 15 años
Presidio o reclusión mayores 5 años y un día a 10 5 años y un día a 7 7 años y 183 días a
en sus grados mínimos años años y 182 días 10 años
Presidio o reclusión menores 3añosyundíaa5 3 años y un día a 4 años y un día a
Artículo 68. Cuando la pena señalada por la Ley consta de dos
en sus grados máximos años 4 años 5 años o más grados, bien sea que los formen una o dos penas indivisibles
Presidio o reclusión menores 541 días a 817 y uno o más grados de otra divisible, o diversos grados de penas di-
541 días a 3 años 818 días a 3 años
en sus grados medios días visibles, el tribunal al aplicarla podrá recorrer toda su extensión, si
Presidio o reclusión menores
61 días a 540 días 61 días a 300 días
301 días a 540 no concurren en el hecho circunstancias atenuantes ni agravantes.
en sus grados mínimos días Habiendo una sola circunstancia atenuante o una sola circuns-
Prisión en su grado
máximo
41 días a 60 días 41 días a 50 días 51 días a 60 días tancia agravante, no aplicará en el primer caso el grado máximo ni
Prisión en su grado medio 21 días a 40 días 21 días a 30 días 31 días a 40 días en el segundo el mínimo.
Prisión en su grado mínimo 1 día a 20 días 1 día a 10 días 11 días a 20 días
Si son dos o más las circunstancias atenuantes y no hay ningu-
na agravante, el tribunal podrá imponer la pena inferior en uno,
dos o tres grados al mínimo de los señalados por la ley, según sea el
SOBRE LA INCONSISTENClA VALO- de atenuantes, sin agravantes, impo-
RATIVA DE LA MENOR REBAJA DE PENA niéndole la pena de presidio menor número y entidad de dichas circunstancias.
PERMITIDA POR LA LEY, POR PLURALI- en su grado mínimo, mientras que al Cuando, no concurriendo circunstancias atenuantes, hay dos
DAD DE ATENUANTES, EN EL Anr. 67, autor de unas lesiones "gravísimas", o más agravantes, podrá imponer la inmediatamente superior en
EN COMPARACIÓN CON EL Anr, 68 del Art. 397, N° 10, en las mismas grado al máximo de los designados por la ley.
circunstancias, la mínima pena que Concurriendo circunstancias atenuantes y agravantes, se ob-
Una importante inconsistencia puede imponérsele es la de presidio servará lo prescrito en los artículos anteriores para casos análogos.
valorativa se produce a consecuencia menor en su grado medio, al conce- BIBUOGRAFIA: MAÑAUCH, Juan Pablo (2005), "Determinación de pena", en Revista de Derecho
de que el Art. 67, inc, 4 0 , permite, derle la máxima rebaja de pena per- de la Universidad Adolfo Ibáñez, N° 2; MAros, jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario
a los Artículos 50 a 73", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp, 323-382.
en caso de concurrir una pluralidad mitida por el Art, 67, inc. 4 0 • Para
de atenuantes, sin agravantes, una evitar esa inconsistencia valorativa,
rebaja de pena de sólo hasta dos gra- que impide determinar el "sentido"
COMENTARlO
dos, mientras que dicha rebaja, en los de la disposición (una diferencia "ab-
casos regidos por el Art. 68, puede surda" no tiene "sentido") a partir de Jaime Couso
alcanzar hasta tres grados. En efec- su tenor literal, es correcto, en mi opi-
to, ello permite, por ej., conceder al nión, aplicar poranalogfa a los delitos GÉNESIS Y MODIFICACIONES que concurran atenuantes, ha sido
autor de un homicidio simple, del cuya pena consista en un grado de modificado en dos oportunidades.
Art, 391, N° 2 0 , una rebaja de tres una divisible, la regla de Art. 68, inc. El inciso 4 0 , que regula el efecto Originalmente, junto con establecer
grados, por concurrir una pluralidad 3 0 , permitiendo una rebaja de hasta de una pluralidad de agravantes sin la facultad del tribunal de aumentar
602 603

.!.J.
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I
I
.
ART. 68 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.68

la pena en un grado, regulaba el caso atenuantes, sin agravantes, en este imposibilidad de recurrir de nuli- MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
en que el aumento no era posible, caso nuevamente vale todo lo dicho, dad contra un fallo que no realizó 368, si el tribunal, en tal caso, de-
pues la pena superior del marco pe- supra, a propósito de la regla análoga la rebaja, dado el carácter facultativo cide no ejercer la facultad de elevar
nal señalado por la Ley al delito era la contemplada por elArt. 65, de modo de la misma, en la sentencia de la la pena en grado, de todos modos
pena de muerte, disponiendo que en que, en mi opinión, para el tribunal Corte de Apelaciones de Santiago, queda sujeto a la misma restricción
tal hipótesis el tribunal debía forzo- es obligatorio rebajar la pena en un Rol N° 2634-2009, de 22 de enero que, ya la mera presencia de una
samente imponer la pena de muerte. grado, a lo menos, estando faculta- de 2010, contra Jaime Alfaro Rojas sola agravante, sin atenuantes, le ha-
La modificación introducida en 1970 da para extender dicha rebaja en un [Recurso de Nulidad Penal], N° ID bría impuesto: no puede imponer la
por la Ley N° 17.266 eliminó el de- segundo grado. La jurisprudencia LegalPublishing: 43261). pena en el grado mínimo del marco
ber de imponer la pena de muerte por constante de la Corte Suprema, en penal abstracto (pues la presencia de
efecto de circunstancias agravantes, cambio, como ya se indicó (supra:, Respecto de la regla del Art. 68, dos o más agravantes, sin atenuan-
estableciendo que "el tribunal no es- Art. (5) se pronuncia a favor de la inc. 4°, que establece el efecto de tes, no puede implicar para el con-
tará obligado a imponerla necesaria- tesis que sostiene el carácter facul- una pluralidad de agravantes, sin denado una mejor situación que la
mente". La modificación introducida tativo de la rebaja (sin perjuicio de concurrencia de atenuantes, recuér- presencia de una única atenuante,
en 2001, por la Ley N° 19.734, que alguna decisión aislada favorable a dese que constituye una excepción sin agravantes).
abolió la pena de muerte, eliminó esa la tesis contraria, como la ya cita- expresa a la regla general, sobre for-
referencia, ya inútil. da sentencia de la Corte Suprema, ma en que, de acuerdo con la doc- Respecto de la regla que dis-
Rol N° 2809-04, de 18 de agosto de trina, deben efectuarse los aumentos pone la compensación racional de
ÁMBITO DE APLICACIÓN Y REGLAS 2004, contra Luis Galaz Droguett de pena (no desde el grado máximo circunstancias atenuantes y agra-
[casación en el fondo penal], N° ID de penalidad, sino construyendo un vantes, también vale, para este ar-
Como destacan MATUS / VAN LegalPublishing: 30694, reseñada nuevo marco penal, con tantas pe- tículo, todo lo dicho en relación
WEEZEL, Comentario, 367, las hi- por MAÑALICH, 2005, "508 y ss.; v. nas como las que tenía el original, con el Art. 66.
pótesis regidas por el Art. 68 son el también, recientemente, la senten- aplicando a cada una de ellas el au-
supuesto de aplicación más frecuen- cia de la Corte de Apelaciones de mento que corresponda; v. supra, En todo caso, de modo análogo
te del CP. Santiago, Rol N° 2906-2009, de "Comentario previo a los Arts. 50 a lo que rige para los supuestos del
14 de enero de 2010, contra Juan A 69 y 76 A 78", "IV Alteraciones Art, 66, y tal como se señaló para
La regla establecida para el even- Jacson Quiñónez Micolta [Rec. de del marco penal abstracto ... "). En el caso del Art. 67, también en el
to en que no concurran circunstan- Apelación], N° ID LegalPublishing: efecto, en este caso, si el tribunal va caso del Art. 68 las reglas estableci-
cias atenuantes ni agravantes no es 43264, afirmando que la disminu- a hacer uso de su facultad de elevar das para las hipótesis de concurren-
problemática. Tampoco lo son las ción de pena del Artículo 68, inc. la pena en grado, por concurrir una cia de una sola atenuante, de una
que excluyen el grado máximo y el 3°, resulta obligatoria para el sen- pluralidad de agravantes, sin ate- sola agravante, de una pluralidad
mínimo, respectivamente, por con- tenciador, siendo facultativo para nuantes, entonces, necesariamente, de atenuantes, sin concurrencia
currencia de una atenuante o de una éste únicamente la intensidad con debe efectuar el aumento de pena de agravantes, y de una pluralidad
agravante, en cada caso. que se realiza dicha rebaja, esto es, a partir del máximo de los grados de agravantes, sin concurrencia
el número de grados a disminuir; designados por la Ley en el marco de atenuantes, no sólo se aplican
En relación con el efecto de la no obstante, la misma Corte afir- penal abstracto. Además, cabe des- cuando "desde un principio" ése es
concurrencia de una pluralidad de ma, tan sólo unos días después, la tacar que, como con razón apuntan el panorama de la concurrencia de
604 605
ART.68 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.68 BIS

las circunstancias modificatorias de sulta de la previa compensación ra- Aunque FUENSALIDA entendía (co- II, 184, señala como un caso proba-
responsabilidad penal, sino también cionalde diversas atenuantes yagra- mentando el Art. 65, donde origi- ble el de una atenuante de eximente
cuando ése es el panorama que re- vantes concurrentes. nalmente se contemplaba la facultad incompleta, cuando no se aplique el
de "calificar" una atenuante) que Art, 73; v. en ese sentido la senten-
algunas de las atenuantes genéricas cia de la Corte Suprema, de julio de
del Art, 11 no podían considerarse 1973, RD] LXX, z- parte, seco 4 a ,
Artículo 68 bis. Sin perjuicio de lo dispuesto en los cuatro como "muy calificadas" (las circuns- p. 73, sosteniendo que puede consi-
artículos anteriores, cuando sólo concurra una atenuante muy ca- tancias 6 a , Z», 8 a y 9 a del Art. 11, no derarse muy calificada la atenuante
lificada el tribunal podrá imponer la pena inferior en un grado al podían considerarse como muy ca- de eximente incompleta de "impu-
mínimo de la señalada al delito. lificadas "pues no merecen siquiera tabilidad disminuida", cuando no
BIBliOGRAFÍA: MArus, lean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", eh su calificativo de atenuaciones lega- se ha aplicado el Art, 73, citada por
POUfOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382; VAN WEEZEL, Alex (1997), "Compensación racio- les... "; FUENSALIDA, I, 301), con el MATUS / VAN WEEZEL, Comentario,
nal de atenuantes y agravantes en la medición judicial de la pena", en Revista Chilena de tiempo se ha impuesto la opinión 372), nada impide calificar otras cir-
Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3.
que elescarta toda exclusión a prio- cunstancias, como la irreprochable
ri, de modo que, en principio, cual- conducta anterior, si se trata de una
quier atenuante puede considerarse conducta "excepcional" (ETCHEBE-
COMENTARIO como muy calificada (MATUS / VAN RRY, ibídem; MATUS / VAN WEEZEL,
Jaime Couso WEEZEL, Comentario, 371, conside- Comentario, 372, citando una de-
ran a esta la opinión unánime de la cisión de la Corte de Apelaciones
doctrina y la jurisprudencia, citando de Santiago, de 30 de septiembre
GÉNESIS y MODIFICACIONES confundirse a las atenuantes "muy en tal sentido la sentencia de la Cor- de 1987, RD] LXXXIV; 2 a parte,
calificadas" con las de efectos ex- te Suprema de 27 de abril de 1993, seco 4 a , p. 164), o, en mi opinión,
El artículo fue introducido en traordinarios (como la del Art, 11, en G] 1993-155:83; coinciden en lo como las circunstancias ». e- y 9 a
1972 por la Ley N° 17.727, como N° 1, en relación con el Art. 73), fundamental, CURY, 769; BULLEMO- del Art. 11, si en el caso concreto las
una generalización, para todos los pues las primeras son atenuantes de RE / MACKrNNON II, 152). Y si bien razones político criminales asociadas
casos regulados por los Arts. 65 a 68 efecto normal, a las que el tribunal algunos autores destacan que la cali- a la decisión legislativa de moderar
del Cl; de la regla que, originalmen- (y no la ley) les atribuye un efecto ficación será más común o probable la pena cuando ellas concurren, ad-
te, permitía sólo para los casos del extraordinario, precisamente en vir- respecto de ciertas atenuantes (N 0- quieren especial peso (cfr., recono-
Art. 65 del Cl; rebajar la pena en un tud del Art, 68 bis. VOA II, 362 y n. 13, considera que, de ciendo el carácter de "muy califica-
grado "si hai [...] una [atenuante] ordinario, tendrán la suficiente fuer- da" a la atenuante de "reparación del
mui calificada i no concurre nin- ÁMBITO DE APLICACIÓN: ATE- za como para ser calificadas, las ate- mal causado", la sentencia de la Cor-
guna agravante", referencia especial NUANTES SUSCEPTIBLES DE CONSIDE- nuantes "que se basen en el ímpetu te Suprema, Rol N° 5.741-2005, de
que la misma ley, por ello, sacó del RARSE "MUY CALIFICADAS" pasional", lo que recuerda el criterio 3 de enero de 2006 [nulidad penal],
Art. 65 del CP. de FUENSALIDA, I, 301, 83 y ss., 87, N° ID LegalPublishing: 33546).
El Art, 68 bis no hace distincio- quien sólo confiere importancia a las
MATUS / VAN WEEZEL, Comen- nes eh cuanto a las atenuantes que "causas que arrebatan su imperio a Por lo que respecta a la "circuns-
tario, 370, aclaran que no debe pueden ser objeto de "calificación". 1a razon,,, ; por su parte, ETCHEBERRY, tancia" de "media prescripción", a la
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ART. 68 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 68 BIS

que la Ley atribuye el efecto de "con- vante, ella fue "anulada" por efecto tribunal, por excepción, y en apli- entre atenuantes y agravantes-, el
siderar el hecho como revestido de de la compensación racional. De he- cación del Art. 68 bis, considere esa ejercicio valorativo puede traducir-
dos o más circunstancias atenuantes cho, también en los Arts. 66 a 68 los atenuante remanente como "muy se en un juicio del siguiente orden:
muy calificadas y de ninguna agra- efectos más importantes asignados a calificada", procediendo a la rebaja "frente a la gran importancia y peso
vante", v. lo ya dicho más arriba (su- las atenuantes, literalmente parecían en grado. Por otra parte, razones de cada una de estas dos circuns-
pra, Art. 62 YArt. 65). estar condicionados a que sólo con- materiales apoyan esta conclusión: tancias atenuantes, la relativa in-
currieran atenuantes (una o más); la decisión de considerar una ate- significancia de la única agravante
POSIBIUDAD DE APUCAR ELART. 68 en algún caso, como el Art. 67, inc. nuante como muy calificada, refleja concurrente es tal, que mediante
BIS DESPUÉS DE COMPENSAR OTRAS CIR- 4°, el supuesto de aplicación de la un juicio, conforme al cual el me- una compensación racional se con-
CUNSTANCIAS regla, fuera de exigir sólo la concu- recimiento y necesidad de pena de siderará que en el caso concurren
rrencia de (dos o más) atenuantes, la conducta se encuentran dismi- dos atenuantes de efecto ordinario
GARRIDO, I, 334, se pronuncia incluso añade expresamente (10 que nuidas en una importante medida, y ninguna agravante"), aplicando
favor de la posibilidad de aplicar la no ocurre en el Art. 68 bis) "y no precisamente en atención a dicha sobre la pluralidad de atenuante la
regla del Art. 68 bis a una atenuan- habiendo ninguna agravante"; y, sin circunstancia, pero esa valoración regla que permite rebajar de grado
te que resu1te como "remanente"de embargo, para todos esos casos hay material también es perfectamente la pena, en este caso, en un grado
la previa compensación racional del acuerdo en doctrina y jurispruden- imaginable cuando una atenuante (si el resultado de la compensación
conjunto de atenuantes y agravan- cia en que de todos modos esas re- subsiste como remanente, después racional, sólo permite asignarles un
tes concurrentes en un determina- glas se extienden a los casos en que de efectuarse el ejercicio de compen- peso regular, y no superlativo a las
do. En cambio, VAN WEEZEL, 501 la o las atenuantes aparecen sólo sación racional. Lo contrario lleva a dos atenuantes subsistentes).
(y también MATUS / VAN WEEZEL, como el "remanente" de un ejerci- resultados que infringen el principio
Comentario, 371) niega esa posibi- cio de compensación racional (v, su- de proporcionalidad de la pena con La jurisprudencia de la Corte
lidad, invocando, según parece, un pra, Art, 66 del CP). Fuera de ello, la magnitud de la culpabilidad por Suprema ha seguido la opinión de
argumento de texto, pues el Art. 68 la primera frase del precepto -"[s]in el hecho, o de proporcionalidad en- GARRIDO, permitiendo calificara una
bis "exige la concurrencia de una perjuicio de lo dispuesto en los cua- tre la magnitud de la sanción y la atenuante subsistente, después de un
sola atenuante -la que el juez puede tro artículos anteriores"- bien puede medida de su necesidad. Por lo de- ejercicio de compensación racional
considerar muy calificada- exclu- entenderse en el sentido de que, la más, en atención a lo dicho sobre el entre una segunda atenuante y la úni-
yendo la posibilidad de que concu- calificación de una atenuante es "sin sentido de la expresión "compensa- ca agravante concurrente (Corte Su-
rran también agravantes". perjuicio de" la previa aplicación de ción racional", en ocasiones el tribu- prema, Rol N° 5471- 2005,3 de ene-
las reglas que, en su caso, disponen nal bien puede llegar al mismo re- ro de 2006 [nulidad penal], N° ID
En mi opinión, la negativa no compensar racionalmente una plu- sultado que busca el Art. 68 bis, por LegalPublishing: 33546: "la regla
convence. En cuanto al argumento ralidad de atenuantes y agravantes. otro camino: por ej., confiriendo especial consagrada en el artículo
de texto, si bien el Art. 68 bis es apli- Si de esa compensación resulta que tanto más peso a dos atenuantes que 68 bis del Código Penal, bien puede
cable, textualmente, "cuando sólo "resta" una atenuante, entonces, sin a una agravante, al punto que llegue conciliarse con los casos en que con-
concurra una atenuante muy califi- perjuicio del efecto regular que se a tener por anulada a la segunda y curren varias atenuantes y agravantes,
cada", no excluye expresa y categóri- le concederá en cada uno de estos todavía subsistentes a las dos prime- siempre que, una vez compensadas
camente su aplicación a los casos en preceptos (excluir el grado máximo ras (si efectivamente, se excluye el racionalmente las unas con las otras,
que, habiendo concurrido una agra- o el mtiximum), nada obsta a que el cálculo aritmético -la substracción reste una sola minorante, que esjusta-
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ART. 68 BIS CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.69

mente la situación sub judice [...] ha- to de ambas reglas: la que permite POSIBILIDAD DE RECURRIR EN mente en contra de la decisión del
biéndose compensado racionalmente rebajar la pena en uno o más grados, CONTRA DE LAS DECISIONES ADOPTA- tribunal que niega lugar a la califi-
por los jueces de la instancia la mi- por concurrir una pluralidad de ate- DAS EN LA MATERIA cación y, por tanto, a la rebaja de
tigante de la colaboración sustancial nuantes y agravantes, y la que per- la pena en grado, se pronuncian a
en el esclarecimiento de los hechos mite rebajar la pena en un grado por MATUS / VAN WEEZEL, Comen- favor de la posibilidad de casar una
con la agravante de la reincidencia es- concurrir una sola atenuante "muy tario, 373, tras citar jurisprudencia decisión, sólo en lo que dice rela-
pecífica propia y, de este modo, sólo calificada" (MATUS / VAN WEEZEL, de casación en uno y otro sentido, ción con la calificación jurídica de
quedó subsistente la atenuante de la Comentario, 370, citando un fallo es decir, que afirma y que niega la los hechos que el tribunal tuvo por
reparación celosa del mal producido, de la Corte Suprema de 1959, refe- procedencia de recursos, específica- establecidos.
la que había sido estimada como muy rido a la misma regla sobre "califica-
calificada, de acuerdo con la prerro- ción" de una atenuante, cuando se
gativa que entrega a los sentenciados la contemplaba sólo en el Art, 65);
el precepto en cuestión. Y lo enseña la en tal caso, concluyen, solamente se
Artículo 69. Dentro de los límites de cada grado el tribunal
doctrina (GARRIDO, I, 324) [...] por aplica la regla relativa a la pluralidad determinará la cuantía de la pena en atención al número y entidad
otra parte la frase inicial del reseña- de atenuantes del Art. 65, 66, 67 ó de las circunstancias atenuantes y agravantes y a la mayor o menor
do artículo 68 bis 'sin perjuicio de lo 68, según la estructura del marco extensión del mal producido por el delito.
dispuesto en los cuatro artículos an- penal, ignorándose el carácter de BmuoGRAFíA: FUENTES, Hernán (2008), "El principio de proporcionalidad en Derecho Penal.
teriores' [... ] desmiente la exclusión "muy calificado" de una de aquellas Algunas consideraciones acerca de su concretización en el ámbito de la individualiza-
ción de la pena", en: Ius et Praxis, año 2008, v. 14, N° 2; Mcrus, lean Pierre / VAN WEEZEL,
que alega el recurrente en la aplica- atenuantes. Alex: "Comentario a los Artículos 50 a 73", en POUfOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 323-382;
ción de la regla especial del artícu- VAN WEEZEL, Alex (1997), "Compensación racional de atenuantes y agravantes en la me-
dición judicial de la pena", en Revista Chilena de Derecho, año 1997, Vol. 24 N° 3; VAN
lo 68 bis respecto de las situaciones En la jurisprudencia reciente, WEEZEL, Alex (2001), "Determinación de la Pena Exacta: el Artículo 69 del Código Penal"
previstas en la normativa precitada", una decisión de corte de apelaciones en Ius et Praxis, vol. 7, N° 2, versión on-Iíne, disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.
decidido con el voto favorable de los sigue la misma tesis, señalando que, php?pid=S071B-00122001000200017&script=scLarttext [consultada en abril de 2011].
Ministros CHAIGNEAU, CURY y BA- para que sea aplicable la regla del
LLESTEROS Y del Abogado Integrante Art. 68 bis debe concurrir una sola
Fernando CASTRO A., y con voto en atenuante, sin que concurran agra- COMENTARIO
contra de Jaime RODRÍGUEZ E., citan- vantes, no siendo posible rebajar la
do la doctrina defendida por MATUS / Jaime Couso
pena en un grado cuando, tras ha-
VAN WEEZEL, Comentario). ber compensado el tribunal dos ate-
nuantes con una agravante, se pre- SENTIDO y ÁMBITO DE APLICACIÓN glada" del tribunal la valoración de
POSIBILIDAD DE "SUPERPONER" EL tende dar a la atenuante que resta, circunstancias del delito (y, en su
EFECTO DE UNA PLURALIDAD DE ATE- el carácter de muy calificada (sen- El Art. 69 establece una regla de caso, de su autor), conforme a los
NUANTES CON EL DE UNA "MUY CALI- tencia de la Corte de Apelaciones de individualizaciónjudicial de la pena, criterios generales o especiales que la
FICADA" Temuco, Rol N° 1153-2007, de 12 por excelencia, si se entiende por ta- legislación entrega para fijar las san-
de noviembre de 2007, contra Car- les que las que, sin determinan algún ciones penales, pero que (v, supra,
Conforme a MATUS / VAN WEE- los Bello Guzmán [Nulidad Penal], resultado de manera concluyente, "Comentario previo a los Arts. 50 a
ZEL, no es posible superponer el efec- N° ID LegalPublishing: 37657). entregan a la "discrecionalidad re- 69"). En este caso, el criterio oíre-
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ART.69 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.69

cido por la Ley al tribunal para que resultare un marco penal compuesto caso del Art. 68, inc. 40) o concre- dividual como medida de la pena;
ejerza la facultad discrecional de fi- de dos penas indivisibles: en efecto, ción (por ej., en el caso del Art. 68, de hecho, en un trabajo anterior, el
jar la cuantía, dentro del marco pe- la decisión de si, en el Art, 372 bis, se inc. 2°) del marco penal abstracto, propio VAN WEEZEL, 1997, 466, ha-
nal concreto, es la valoración de las aplica presidio perpetuo simple o ca- se plantea la cuestión de si, volver bía admitido que la "primera valo-
circunstancias atenuantes y agravan- lificado, si no resulta de las reglas del a tomar en cuenta las mismas cir- ración" del injusto y la culpabilidad,
tes, según su "número y entidad", y Art. 66 del CP también debería so- cunstancias agravantes, ahora para que determinó el marco punitivo,
de "la mayor o menor extensión del meterse a criterios racionales fijados fijar la cuantía dentro del marco "no impide siempre una segunda a
mal producido por el delito". en la ley, aportados precisamente por penal concreto que ellas mismas de- nivel de individualización", reflejan-
el Art, 69 del Cl; y no puede enten- terminaron, no encierra el peligro do la primera valoración "la dañosi-
Si bien la regla aparece nominal- derse que la mera expresión "puede de infringir el principio del non bis dad social abstracta de la conducta',
mente referida a casos en que debe imponerla el tribunal en cualquiera in idem, en la medida de que unas mientras que la segunda "mira a la
determinarse la cuantía de la pena de sus grados" sea una llamada a un mismas circunstancias están influ- singularidad del caso y a la persona
dentro de un determinado "grado", puro ejercicio discrecionalidad judi- yendo dos veces, en perjuicio del del delincuente").
su campo de aplicación real es ma- cial no reglada). el condenado, en la magnitud del
yor a su ámbito ostensible. En efecto, castigo. VAN WEEZEL, 2001, passim, Para evitar incurrir en "doble
como única regla de determinación No sería aplicable, en cambio, aprecia ese peligro, pero entiende valoración", VAN WEEZEL, 2001, s.
de la pena exacta, en relación con las cuando se trata de determinar una que ello podría evitarse si los crite- N° de pág., propone reconducir
penas temporales, debe aplicarse no pena de multa, sujeta a sus propias rios del Arr, 69 se entienden y apli- toda la individualización judicial de
sólo en los casos en que, por aplica- reglas de individualización judicial can sólo en función de las mayores la pena -en aplicación del Art, 69- a
ción de las reglas establecidas en los (MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, o menores necesidades preventivas fines preventivos (ya en ese sentido
Arts, 65 a 68, se ha determinado un 374). de pena; en cualquier otro caso (por en: VAN WEEZEL, 1997, 466-467),
grado de una pena divisible, sino ej., si se consideran para estimar la pues si la individualización judicial
también aquellos en que, por aplica- PROBLEMA DE LA DOBLE VALORA- magnitud de la culpabilidad del au- entendiese la valoración global de las
ción de las mismas reglasse ha deter- CIÓN DE LAS CIRCUNSTANCIAS AGRA- tor, lo que ya habían contribuido a atenuantes y agravantes, o la exten-
minado la mitad de un grado de una VANTES hacer la primera vez que produjeron sión del mal producido, como expre-
pena divisible (el mdximum o el mí- efecto) se infringe el principio. En siones de la culpabilidad del autor,
nimum), además de los casos en que, El primer elemento a tener en cambio, CURY, 770, no aprecia ese de acuerdo con la "concepción tra-
por aplicación de las mismas reglas, o cuenta para fijar la cuantía de la peligro cuando entiende que las cir- dicional" de la categoría culpabilidad
incluso, cuando dichas reglas no han pena, según el Art. 69 es "el número cunstancias deben ser consideradas (que precisamente no la define en
sido aplicadas, a falta circunstancias y entidad de las circunstancias ate- "en esta [segunda] ocasión mediante función de fines preventivos), enton-
modificatorias concurrentes en el nuantes y agravantes". Dado que una apreciación global que las eva- ces, la reprochabilidad del autor por
caso, ha resulta un marco penal com- la disposición tiene aplicación en lúa haciéndose cargo de sus relacio- el injusto de lesión del bien jurídico,
puesto de dos o más penas (divisibles, numerosos casos en que las circuns- nes recíprocas en el contexto de la que ya había fundamentado la impo-
sugieren VANWEEZEL, 2001, s. N° de tancias modificatorias agravantes situación enjuiciada unitariamen- sición de un determinado grado de
pág.; y MATUS / VAN WEEZEL, Co- (para los efectos que aquí intere- te", lo que permitiría valoraciones penalidad, ahora, para los efectos del
mentario, 374; pero también es lógi- san) ya han producido un primer como las de la teoría normativa de Art, 69, volvería a tenerse en cuenta,
co aplicar la regla a los casos en que efecto, de alteración (por ej., en el la culpabilidad (reprochabilidad in- por segunda vez, sobre la misma base
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ART.G9 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.G9

(por lo menos, ello sería claro respec- También según FUENTES (FUEN- mínima del respectivo grado (cuantía sultado externo, de lesión o puesta
to de las atenuantes y agravantes); TES, 35), en la aplicación delArt. 69, en la que, posiblemente expresando en peligro del bien jurídico, admite
en cambio, si la individualización que ofrece al tribunal un "espacio de aquel ideal, los tribunales tienden a graduación, entonces debe conside-
judicial se entiende como una mera juego" para la cuantificación exacta confinarse). A su vez, por lo que res- rarse, como parte de la "extensión
modulación de la cuantía exacta de de la pena, vendrían a colación los fi- pecta a los fines preventivo-generales,del mal" precisamente el grado de
la pena en función de las precisas nes de prevención general y especial opino que los tribunales no están en afectación del bien jurídico; pero
necesidades preventivas de pena, se yel merecimiento de pena de la con- condiciones de valorar de forma ra- como ejemplifica con magnitudes
evita ese defecto (por su parte, para ducta (citando a GARRIDO, quien, cional y contrastable las necesidades que ya podrían haber sido tenidas
la concepción de la culpabilidad, no en todo, caso, parece considerar al preventivo-generales de pena en el en cuenta para determinar el marco
"tradicional", que sí reconduce el merecimiento de pena y la preven- caso concreto, y sólo pueden graduar penal del que se parte, como la cuan-
juicio de culpabilidad a los fines pre- ción general sólo como reflejos de la pena en razón de tales necesidades tía de la estafa, entonces se vuelve a
ventivos de la pena, según VAN WEE- la consideración -por parte del tri- indirectamente, y de forma estanda- plantear la cuestión de si con ello no
ZEL, ibídem, se impone con mayor bunal- de la naturaleza y gravedad rizada, simplemente como un efecto se está valorando dos veces, en per-
la interpretación del Arr, 69 en clave del hecho típico, y quien en realidad reflejo de la valoración de las circuns-
juicio del condenado, el mismo fac-
preventiva). Por último, a la hora de menciona estos criterios al describir tancias modificatorias y la extensión tor de la cuantía de la pena. Como
precisar cuáles son las consideracio- el sistema de determinación relativa del mal desde el punto de vista de su con razón lo apunta VAN WEEZEL,
nes preventivas que deben regir la va- de la pena, pero no llega a vincular contribución al injusto del hecho y 2001, s, N° de pág., ése no sería el
loración de las circunstancias, y de la explícitamente estos principios y fi- a la culpabilidad del autor (que, su- caso si se valoran las diferencias de
extensión del mal, en el Art, 69, VAN nes con el Art. 69, ni a sostener que puestamente, a medida que aumen- magnitud de afectación del bien ju-
WEEZEL, 2001, s. N° de pág., se refie- este precepto deba regirse por ellos: tan, también elevan la necesidad pre- rídico que se dan dentro del rango
re a "la estabilización de la norma in- v. GARRIDO, 1, 316-317 y 334). ventivo-general de pena, que se ve, comprendido por un determinado
fringida a costa del infractor", advir- entonces mejor servida con una pena marco penal (se refiere a variaciones
tiendo que, atender a elementos que En mi opinión, sin necesidad de más severa, por más que esta mayor en la gravedad del resultado típi-
influyen en la necesidad preventiva interpretar las circunstancias modi- severidad no haya sido calculada es- co que no estén "asociad[a]s por sí
de pena, para estos efectos de indivi- ficatorias, o la extensión del mal, en peculando sobre cuál es la necesidad sol[a]s a incrementos vinculantes
dualización judicial, no sería valorar clave preventivo-especial (lo que ne- preventivo-general de pena en cada de penalidad", como "el grado de
dos veces los mismos factores, salvo cesariamente forzaría su interpreta- caso, sino directamente graduando deformidad siempre dentro de lo
que se trate de elementos (como los ción), la atención al ideal preventivo- la pena en atención a la gravedad del 'notable' causado por las lesiones del
resultados típicos) que "el legislador especialen la fasede individualización injusto culpable). Art. 397 N° 1", pero también pue-
ya tuvo en cuenta en la graduación judicial puede lograrse simplemente de pensarse, volviendo al ejemplo de
abstracta de la pena", que ya inclu- planteando exigencias especiales a los CONSIDERACIÓN DE "LA MAYOR O CURY, en variaciones en la cuantía
ye una valoración del fin preventivo elementos que, por expresar una ma- MENOR EXTENSIÓN DEL MAL PRODUCI- relativa del perjuicio, que no deter-
(ibídem); pero en todo caso debe tra- yor gravedad del hecho, pretenden DO POR EL DEUTO" Y, NUEVAMENTE, minen pasar a otro marco de penali-
tarse de una consideración global (y responder a una correlativa mayor ne- PROBLEMA DE LA DOBLE VALORACIÓN dad). En la jurisprudencia reciente,
no de cada circunstancia) centrada cesidad preventivo-general de pena, un fallo de corte de apelaciones ha
en consideraciones preventivas, y no antes de permitir a esos elementos Según CURY, 770, siguiendo en señalado, en el mismo sentido, que
de culpabilidad. la cuantía de pena por encima de la parte a ETCHEBERRY, Il, 191, si el re- en la aplicación del Art. 69 debe
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ART.69 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.69

tomarse en cuenta, para la gradua- numerales). Pero si ése es el caso (es sí sola no constituye necesariamente NECESIDAD DE FUNDAMENTA-
ción de la pena, la extensión del mal decir, si la muerte del bombero, aun culpa, a diferencia de lo que he su- CIÓN Y POSIBILIDAD DE RECURRIR EN
asociado a los resultados típicos gra- cuando "producida" por ella, no es puesto yo -siguiendo una conocida CONTRA DE LAS DECISIONES ADOPTA-
duables que no se han tomado en objetivamente imputable a la con- concepción de la dogmática jurídico DAS EN LA MATERIA
cuenta para aumentar la pena, ya sea ducta del autor), entonces, al aplicar penal alemana- al analizar el ejem-
facultativa u obligatoriamente (Cor- elArt. 69, no podría determinarse la plo del incendio). Como afirma ETCHEBERRY, JI,
te de Apelaciones de Copiapó, Rol cuantía de la pena, dentro del mar- 191, el Art. 69, si bien no fija una
N° 3-2009, de 30 de marzo de co penal del Art. 476, teniendo en Más allá de esos "resultados ex- pauta rígida y precisa al tribunal, es
2009, contra Cristian Cortés Mal- cuenta la muerte del bombero como tratípicos", . la consideración de la "imperativo para el sentenciador",
donado [Nulidad Penal], N° ID Le- parte de la "extensión del mal pro- "extensión del mal producido por el en el sentido de que debe consignar
galPublishing: 42027). ducido por el delito", sin infringir delito" es un criterio especialmente en su fallo la forma en que cumplió
el mismo principio de culpabilidad. idóneo para considerar males impu- con lo prescrito por él ("determinará
Según, ETCHEBERRY, JI, 191, Por el contrario, si la muerte es im- tables como delito, pero absorbidos la cuantía de la pena en atención a
también deben considerarse, como putable objetivamente, entonces en el castigo de un delito principal, [...]").Según VAN WEEZEL, 2001, s.
parte de la "extensión del mal cau- corresponde castigar por la figura con el que entraron en concurso N° de pág., es revisable por casaciónla
sado" otras consecuencias. ("aunque calificada, cuya pena ya conside- aparente de leyes, resuelto por el decisión no fundamentada, así como
no formen parte del tipo", aclara ra, como parte del resultado típico principio por consunción (v, infra, la contradictoria, la que no toma en
CURY, 771, refiriéndose al mismo (luego, del "tipo"), esa dimensión "Comentario previo a los Arts. 74 cuenta o interpreta erróneamente los
tipo de consecuencias), como la del "mal producido", que no podría y 75"). Todos los demás elementos criterios del Art, 69 del Cl; y la que
muerte del bombero en el incen- entonces volver a valorarse (prohibi- (males no imputables, o no consti- viola principios como el que prohíbe
dio. Sin embargo, en mi opinión, si ción de doble valoración), ahora en tutivos en sí mismos de injustos pe- la doble valoración o la igualdad ante
esas consecuencias no forman par- aplicación del Art, 69. Fuera de ese nales) parecen muy dudosos. Tam- la Ley (argumentos perfectamente ex-
te "del tipo", es porque, en el caso caso, sí es imaginable que resultados bién en el concurso ideal o medial, tensibles,en mi opinión, al recurso de
concreto, no se las pudo imputar atípicos del delito puedan ser consi- debe considerarse el mal constituido nulidad). En relación con la jurispru-
objetivamente a un comportamiento derados como parte de la "extensión por el delito menos grave, especial- dencia, la inactividad de los tribunales
imprudente del autor, bajo la figura del mal producido por el delito", mente si, a consecuencia de que el advertida por el propio VAN WEEZEL,
de un tipo calificado (en este caso, como sería el caso ejemplificado por delito más grave tenía señalada una 2001, s. N° de pág., en materia de ca-
la del Art. 474, inc. final, si se la in- VAN WEEZEL de las consecuencias de pena que constaba de un único sación penal (que nunca habría sido
terpreta de modo compatible con el las tentativas y delito frustrado "que grado de penalidad, la "absorción acogida por infracción de Art. 69 del
• I , . "
principio de culpabilidad, tipo que necesanamente seran extratrpicas agravada" no tuvo consecuencias CP), parece estar revirtiéndose, en re-
no se habría visto, entonces realiza- (VAN WEEZEL, 2001, s, N° de pág., en la determinación del marco pe- lación con el recurso de nulidad. Así,
do, por falta de culpa respecto de la quien enfatiza la exigencia de "im- nal concreto (también en tal sentido, la Sala Penal de la Corte Suprema, si-
muerte del bombero), de modo que putación objetiva" de las consecuen- VAN WEEZEL, 2001, s. pág, quien guiendo el planteamiento de ETCHE-
sólo se ha podido castigar por una cias consideradas, pero considera además se refiere a las hipótesis de BERRY (a quien cita expresamente), ha
figura en la que esa muerte no ha discutible si además es necesario la reiteración de crímenes y simples consignado el carácter obligatorio del
formado parte del tipo, a saber, la dolo o culpa, con lo que da a enten- delitos de la misma especie -actual Art. 69 "cuya aplicación no puede
del Art. 476 (en cualquiera de sus der que la imputación objetiva por Art. 351 del CPP-). omitirse" (sentencia de la Corte Su-
616 617
ART. 70 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 70

prema, Rol N° 1290-2006, de 30 de de 2006, contra Armando Armijo do fue agregado por el Art. 42 de la Deben considerarse las atenuan-
noviembre de 2006, contra Eduardo López [Nulidad Penal], N° ID Le- Ley N° 11.625, de 4 de octubre de tes y agravantes del hecho, aunque,
Orozco Montenegro [Nulidad Pe- galPublishing: 35717, señalando, en 1954, con el objeto de "facilitar el como se ha dicho, en este contex-
nal], N° ID LegalPublishing: 35716, similares términos, el error de Dere- cumplimiento de la pena de multa, to no tengan efectos obligatorios.
que acogela nulidad en contra de una cho en el que incurre el sentenciador pudiendo el juez otorgar tanto en la Principalmente, sin embargo, debe
decisión que incurrió en esa omisión; que omite aplicar y consignar el rd- sentencia como en su ejecución fa- considerarse el caudal o facultades
v. también la sentencia de la Corte zonamiento realizado, y anulando cilidades de pago hasta de un año" del condenado. Se ha discutido si
de Apelaciones de Valparaíso, Rol también una decisión que incurrió (Informe de la Comisión de Cons- el orden en que la Ley señala am-
N° 1381-2006, de 15 de diciembre en tal vicio). titución, Legislación y Justicia de bos factores debe tener influencia
la Cámara de Diputados, de 11 de en el resultado de la operación (en
agosto de 1953, Dip. Ord. 1953, T. ese sentido CURY, 770; POLlTOFF I
n, p. 1737). La segunda parte del MATUS I RAMÍREZ, PG, 538; MATUS
Artículo 70. En la aplicación de las multas el tribunal podrá inciso primero fue introducida me- IVANWEEZEL, Comentario, 377), a
recorrer toda la extensión en que la Ley le permite imponerlas, diante el Art. 2° letra d) de la Ley lo que se ha opuesto el énfasis de la
consultando para determinar en cada caso su cuantía, no .sólo las N° 19.501, de 15 de mayo de Ley en las capacidades económicas
circunstancias atenuantes y agravantes del hecho, sino principal- 1997. del condenado (GARRIDO, 1, 326;
mente el caudal o facultades del culpable. Asimismo, en casos cali- GuzMÁN DALBORA, 261 con nota al
ficados, de no concurrir agravantes y considerando las circunstan- Para la determinación de la pie N° 92). No parece, sin embargo,
cias anteriores, el juez podrá imponer una multa inferior al monto pena de multa, la Ley concede gran que ambos pareceres sean incompa-
señalado en la ley, lo que deberá fundamentar en la sentencia. libertad al tribunal, desde luego tibles si se está de acuerdo, como
Tanto en la sentencia como en su ejecución el tribunal podrá, porque no impone ningún efecto presumiblemente se está, en la im-
obligatorio por la concurrencia de procedencia de imponer las multas
atendidas las circunstancias, autorizar al afectado para pagar las
circunstancias modificatorias de la siempre en su máximo a quien po-
multas por parcialidades, dentro de un límite que no exceda del responsabilidad penal u otros fac- see un gran patrimonio, por esa sola
plazo de un año. El no pago de una sola de las parcialidades, hará tores que en el régimen general de razón, esto es, con independencia
exigible el total de la multa adeudada. determinación de las penas tienen de la gravedad objetiva y subjetiva
BIBliOGRAFíA: GUZMÁN DALBoRA, José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, un peso imperativo muy relevante. del hecho. Este es el modo en que el
LegalPublishing, Santiago 2008; MAru5, jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario al Formalmente, rige que el tribunal
Art. 70", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 375-378.
derecho chileno procura hacer fren-
puede recorrer toda la extensión en te en alguna medida a las desigual-
que la Ley permite imponer la mul- dades de trato a que, por desigual-
ta, sin perjuicio de ciertas orienta- dades sociales, puede conducir la
COMENTARIO
ciones, que operan de modo similar aplicación de la pena de multa (LA-
Héctor Herndndez a como ocurre en el Art. 69 (sobre el BATUT, I, 259; ETCHEBERRY, n, 192;
deber de fundamentación ETCHEBE- CURY, 770; GARRIDO, 1, 326). Que
El inciso primero, único del tex- aprobado sin discusión en la sesión RRY, n, 192; MATUS I VAN WEEZEL, el sistema sea, sin embargo, análogo
to original, está tomado del Art. 75 136 de la Comisión Redactora, de Comentario, 377; véase también al de días-multa (POLlTOFF I MA-
del Código español de 1850, siendo 1873 (Actas, 248). El inciso segun- Comentario al Art. 69): TUS I RAMÍREZ, PG, 538 con nota al
618 619
ART.70 CÓDIGO PENAL COMENTADO HECTOR HERNÁNDEZ ART.71

pie N° 132; MATUS / VAN WEEZEL, por concurrencia de agravantes (cfr. discute si esto opera de pleno dere- sugieren aplicar analógicamente el
377), con sus límites mínimos que MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, cho o se requiere revocación judi- Art. 6 0 de la Ley N° 18.216, que
sólo se pueden atenuar bajo ciertas 377; POLITOFF / MATUS / RAMÍREi, cial del beneficio previa valoración contempla la revocación del bene-
condiciones, entre otras diferencias PG, 538), en tanto que se ha resuel- de los antecedentes (MATUS / VAN ficio por incumplimiento de obli-
de diseño, es a lo menos discutible to que tampoco procede una supe- WEEZEL, Comentario, 378; y POLI- gaciones sólo en términos .faculta-
(véase al respecto GuzMÁN DALBo- ración de ese límite por reiteración TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 538 tivos).
RA, 254 ss.). de delitos, toda vez que la multa no
está dividida en grados (SCS de 12
Por caudal y facultades del con- de septiembre de 1978, RD] T. 2-4,
denado debe entenderse tanto su 573). Por la inversa, sí es posible Artículo 71. Cuando no concurran todos los reqUISitOS que
patrimonio al tiempo de la condena imponer fundadamente un mon- se exigen en el caso del número 8°. del artículo 10 para eximir de
como su capacidad de rendimiento to inferior al mínimo previsto por responsabilidad, se observará lo dispuesto en el artículo 490.
económico futuro. Como se ha in- la Ley en "casos calificados" en que BIBUOGRAFÍA: Mxrus, Iean Pierre: "Comentario al artículo 11", en POUTOFF / ORTIZ, Comen-
dicado, se trata de establecer "una tario, pp. 165-186; MATus, Iean Pierre / VAN WEEZEL, Alex: "Comentario al artículo 71", en
no concurran agravantes y conside- POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 378 S.; NAQUIRA, Jaime: "Comentario al artículo la N° 8",
multa cuya cuantía no imponga rando tanto las posibles atenuantes en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 145-147; RrvACOBA, Manuel de: "El principio de culpa-
al condenado necesariamente la como el causal y facultades del cul- bilidad en el Código penal chileno", en RrvACOBA, Manuel de (editor): Actas de las Jornadas
Internacionales de Derecho penal en celebración del Centenario del Código penal chileno,
obligación de su conversión en re- pable. Edeval, Valparaíso 1975, pp. 49-126; SOLARI, Tito: "Versari in re illicita", Revista de Dere-
clusión a que se refiere el Art, 49" cho (UCV) T. 1 (1977), 245-265.
(MATUS / VAN WEEZEL, Comentario El inciso segundo prevé el pago
378; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, por parcialidades, lo que puede re-
PG, 539). Por lo mismo deberían solverse no sólo en la sentencia COMENTARIO
tomarse en cuenta como deudas en misma, sino también en la ejecu-
el patrimonio otras obligaciones de- Héctor Herndndez
ción de la pena. Se debe atender "a
rivadas de la sentencia condenatoria las circunstancias", lo que parece
(pago de costas e indemnizaciones implicar una nueva referencia al El precepto está tomado del (CURY, 344; NAQUIRA, 205; MATUS
civiles), así como excluirse de los caudal y facultades del condenado. Art. 71 del Código español de / VAN WEEZEL, Comentario, 379;
haberes los ingresos que se destinan Límite máximo del pago por par- 1850. Fue aprobado sin discusión y y en la literatura en materia de ate-
a fines sociales dignos de promoción cialidades es de un año, pudiendo por unanimidad en la sesión 19 de nuantes: LABATUT, 1, 210; ETCHEBE-
también desde perspectiva penal, ser menor. Una vez concedido el la Comisión Redactora, de 20 de ju- RRY,II, 16; CURY, 477; DEL VILLAR,
como el ahorro para subsidio habi- beneficio es irrevocable, sin perjui- lio de 1870 (Actas, 34, 39). 242; MATUS, Comentario, 169;
tacional o las cotizaciones previsio- cio de lo que se diga respecto del no POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG,
nales (MATUS / VAN WEEZEL, Co- pago de alguna parcialidad (MATUS Su función sería sustraer la exi- 506; VARGAS, 154), lo que vendría
mentario, 378; POLITOFF / MATUS / / VAN WEEZEL, Comentario, 378; mente del N° 8 del Art. 10 del ré- confirmado por el Art. 73 cuando,
RAMÍREZ, PG, 539). POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, gimen general que el Art, 11 N° 1 luego de establecer el régimen de
538). El no pago de una sola de las prevé para las llamadas "eximentes (todas o algunas de) las eximentes
Está vedada la posibilidad de su- parcialidades, hará exigible el total incompletas", consistente en consi- incompletas, dispone que dicha dis-
perar el límite máximo de la multa de la multa adeudada, aunque se derarlas una circunstancia atenuante posición "se entiende sin perjuicio
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ART.71 C6DIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART.72

de la contenida en el artículo 71". lo dispuesto en el artículo 490", se (como quiere FUENSALIDA, I, 316, si una imprudencia temeraria) o sim-
Es muy dudoso, sin embargo, que podría entender que el incumpli- bien pretendiendo para ese fin algo plemente en virtud del respectivo
este efecto indudable pase realmen- miento de los requisitos del N° 8 difícilmente aceptable, como es que tipo penal (probablemente MATUS /
te por el Art. 71 y que este último conduce, siempre y en todo caso, en esos casos también se trata de VAN WEEZEL, Comentario, 379).
sea indispensable para impedir el a la responsabilidad por culpa, esto
castigo (aunque atenuado) a título es, aun cuando en la especie ésta no
doloso (así NAQUIRA, 205; lo sugie- concurra (así DEL Río, Elementos,
re al menos CURY, 344), puesto que 151; DEL Río, Manual, 173: "se Artículo 72. En los casos en que aparezcan responsables en
en ausencia de dolo simplemente considerará el hecho como perpe- un mismo delito individuos mayores de dieciocho años y meno-
no puede haber delito doloso que trado con imprudencia temeraria, res de esa edad, se aplicará a los mayores la pena que les habría
atenuar. A lo más se puede hablar y se castigará como cuasidelito, correspondido sin esta circunstancia, aumentada en un grado, si
en perspectiva histórica de un argu- si afecta a las personas"; lo sugie- éstos se hubieren prevalido de los menores en la perpetración del
mento de texto contra una cierta in- re también DEL VILLAR, 244). La delito, pudiendo esta circunstancia ser apreciada en conciencia por
terpretación sugerida por el Art. 10 opinión ampliamente dominante el juez.
N° 8 que sólo se puede explicar por entiende, sin embargo, que el man-
el peso de la tradición del versari dato del Art. 71 es simplemente a
in re illicita (véase Comentario al que "se observe" lo previsto en el COMENTARIO
Art. 10 N° 8). Arr. 490, es decir, a que se verifique
si en el caso concreto se dan o no los
Jorge Mera
Puntualmente se entendió que requisitos del cuasidelito, en modo
el precepto no tenía aplicación si lo alguno a que se sancione como cua- Se trata de una agravante gené- RRY, Il, 43, para quien la agravante
que faltaba en la especie era el re- sidelito algo que no lo es (Novos, rica a la que la Ley otorga un efecto se aplica, de acuerdo con el Art. 14,
quisito de "acto lícito" del Art. 10 I, 515; ETCHEBERRY, I, 329 s.; R1VA- especial, como es el aumento de la a los autores cómplices y encubri-
N° 8, por ser éste la base de la exi- COBA, 77 s.; SOLARI, 260 s.; CURY, pena en un grado a la que habría co- dores; y CURY, 515). La consecuen-
mente (DEL Río, Il, 184; y al menos 343 s.; GARRIDO, Il, 233; NAQUIRA, rrespondido sin esta circunstancia, cia de esta interpretación es que la
hasta su 3° edición de 1958, LABA- 205 s.; NAQUIRA, Comentario, 146; por lo que no se rige por las reglas agravante se aplica prescindiendo
TUT, 3° edición, 172), con la pre- POLITOFF, 332; POLITOFF / MATUS generales en materia de atenuantes y de la circunstancia de si los meno-
tendida consecuencia de tener que / RAMÍREZ, PG, 251; MATUS / VAN agravantes (ETcHEBERRY, n, 43; GA- res son o no imputables (LABATUT,
castigar a título doloso (aunque, en WEEZEL, Comentario, 379; ahora RRIDO, I, 244; CURY, 515). I, 148; CURY, 515). En opinión de
rigor, como ya se ha dicho, eso es también LABATUT, I, 130). Que el GARRIDO, t, 244, que compartimos,
imposible si no concurre dolo), opi- precepto se refiera específicamente La expresión "responsables" la agravante se aplica sólo a los ma-
nión completamente superada en la al Art. 490 no obsta a que en los debe ser entendida no en un sen- yores que intervengan como auto-
actualidad. supuestos concretos del Art. 71 se tido técnico (los condenados por res o coautores (y no como cóm-
aplique el Art, 491 o el Art. 492 el delito) sino que en uno vulgar, plices o encubridores), puesto que
En lo que concierne ahora al ' cuando seden sus respectivos requi- como equivalente de "participan- el Art. 72 exige que los mayores se
tratamiento prescrito por el precep- sitos legales, al margen de que esto tes" en el hecho (LABATUT, I, 148; hayan prevalido de los menores en la
to, en cuanto a que "se observará sea realmente en virtud del Art, 71 del mismo parecer son ETcHEBE- perpetración del delito. CURY, 515,
622 623
ART. 73 CÓDIGO PENAL COMENTADO T
i JORGE MERA - JAIME causo . ART.74

concede que es "algo difícil" que la 244), servirse o usar al menor como COMENTARIO
circunstancia opere cuando el adul- tal para la ejecución del fin delicti-
Jorge Mera
to participa en una forma secunda- vo, si bien el requisito de la preva-
ria (complicidad, encubrimiento), lencia aparece abierto a considera-
aunque la situación no sería inima- ciones subjetivas del juzgador, pues Al comentar el Art. 11, circuns- expresamente (legítima defensa y
ginable. En el parecer de este au- la Ley lo faculta para apreciarlo en tancia la (eximentes incompletas), estado de necesidad justificante) o
tor, la agravante no debe apreciarse conciencia; en todo caso, el aprove- nos referimos, tal como hace nues- también a las eximentes cuyos re-
cuando el mayor de edad es un au- chamiento debe estar dirigido a fa- tra literatura, al Art. 73, por la ínti- quisitos son divisibles moralmente;
tor mediato que se sirve del menor cilitar la perpetración del delito,no, ma conexión que existe entre ambas la necesidad de la concurrencia del
inocente como mero instrumento en cambio, a asegurar la impunidad disposiciones. En ese lugar se abor- requisito básico o esencial de la exi-
para la ejecución de la conducta (CURY, 515). Hay consenso en que dan los principales problemas que mente de que se trate, y la aplicación
típica, ya que, en tal caso, faltaría es indispensable que el mayor co- se han planteado en relación con de esta atenuante privilegiada tanto
la razón para agravar la pena (em- nozca la minoridad de su copartíci- esta última disposición, entre otros, a los delitos dolosos como culposos.
pujar a una persona inmadura a la pe para que opere la agravante (ET- si se aplica sólo a las eximentes que Para todo ello, en consecuencia,
ejecución de hechos ilícitos, expo- CHEBERRY, II, 43; GARRIDO, 1, 244; contemplan requisitos enumerados véase Comentario al Art, 11 N° 1.
niéndola al peligro de corrupción), CURY, 515).
porque el joven no es incorporado
en la realización del acto antijurídi- Atendida la índole subjetiva y COMENTARIO PREVIO A LOS ARTS. 74 y 75*
co, en el cual sólo interviene objeti-
personal de la agravante (la volun-
vamente (CURY, 515). tad de prevalerse del menor en la EL RÉGIMEN CONCURSAL EN EL DERECHO CHILENO.
comisión del delito), ésta no se co- TRATAMIENTO DOCTRINARIO YJURISPRUDENCIAL
"Prevalerse" del menor signifi- munica a los demás intervinientes
Jaime Couso
ca aprovecharse de él (GARRIDO, 1, (GARRIDO, 1, 245; CURY, 516).
BIBUOGRAFÍA: Causo, Jaime (2007), "El rol uniformador de la jurisprudencia de la SalaPe-
nal de la Corte Suprema: anatomia de un fracaso", en Rev. derecho (Valdivia) (año 2007,
v. 20, N° 2); Causo, Jaime y MERA, Jorge (2007), "El rol uniformador de la jurisprudencia de
Artículo 73. Se aplicará asimismo la pena inferior en uno, dos la Salapenal de la CorteSuprema. Estudio empírico", en Revista Ius et Praxis, (año 2007,
Vol 13, N° 1); CURY, (l959): "El delito continuado", en RCP, t. XVIII; MAÑALICH, Juan Pablo,
o tres grados al mínimo de los señalados por la ley, cuando el hecho (2010): "¿Discrecionalidad judicial en la determinaciónde la pena en caso de concurren-
no fuere del todo excusable por falta de alguno de los requisitos cia de círcunstancias atenuantes de la responsabilidad penal?", en AAW, Informes en
Derecho. DoctrinaProcesalPenal 2009 (Santiago, Centro de Documentación Defensoría
que se exigen para eximir de responsabilidad criminal en los res- Penal Pública), (año 2010, N° 7); ETCHEBERRY, Alfredo (sin fecha): El concurso aparente de
leyes penales (Santiago de Chile, Editorial jurídica de Chile); LAZO, Santiago (1916), Có-
pectivos casos de que trata el artículo 10, siempre que concurra el digo de Procedimiento Penal, Orígenes, Concordancias, Jurisprudencia, (Santiago, Poblete
mayor número de ellos, imponiéndola en el grado que el tribunal Cruzat Hnos. Editores); Mxrus, Jean Pierre (1994), "Aproximación analítica al estudio de
estime correspondiente, atendido el número y entidad de los re-
quisitos que falten o concurran.
* Agradezco la valiosa colaboración recibida, en la preparación de estecomentario, por
Esta disposición se entiende sin perjuicio de la contenida en el parte de losayudantes de investigación SabrinaPerrety FrancoMaggio, de la Facultad
artículo 71. de Derecho de la Universidad Diego Portales.
624 625
ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.74

concurso aparente de leyes penales", en: Revista de Ciencias Penales, Quinta época (1990- b) el autor comete dos o más deli- tt. Unidad delictiva
1994), t. XLII, N° 3; MATUS, lean Pierre: "Comentario a los Artículos 74 a 78", en POUIOFF
/ ORTIZ, Comentario, pp. 383-407; Mvrus, lean Pierre (2008), "Concurso Real, Reiteración tos, valorados como injustos típi-
de Delitos y Unificación de Penas en el Nuevo Proceso Penal", [fecha de consulta: 23 cos culpables independientes, entre La valoración de un comporta-
de marzo 2011], disponible en http://cl.microjuris.com/Search, Cita: MlD314; MfRcADo, los cuales, sin embargo, se da una miento humano penalmente rele-
Marco Antonio (2003): Problemas concursales y delito continuado en los delitos que prote-
gen la libertad sexual (Santiago, LexisNexis-ConoSur); MUÑoz HORMENT, Humberto (1986), fuerte vinculación fáctica, que les vante como la comisión de un úni-
"Contribución al estudio de la teoría de los concursos de delitos", en Revista Chilena de hace merecedores de una cierta va- co delito, en lugar de la comisión de
Derecho, (1986, Vol. 13); Novox MONREAL, Eduardo (1965), "El delito continuado en Chile:
un fetiche jurídico", en RCP, t. XXIII, N° 2; SOLARI E., Tito y RODRlGUEZ COLLAO, Luis (1979), loración unitaria (concurso ideal y varios de ellos, supone a veces un
"Determinación de la pena en los casos de reiteración de delitos", en Revista de Derecho concurso medial); e) el autor comete análisis de cierta complejidad.
de la Pontificia Universidad Católica de Valparaiso, N° 3,1979. dos o más delitos independientes,
sin otra vinculación entre sí que el Para efectuarlo, una parte de la
haber sido cometidos por el mismo doctrina (por ej., ETCHEBERRY, II,
COMENTARIO autor, o con una vinculación débil 110; CURY, 651) parte distinguien-
(como en el caso de la reiteración dedo entre casos de unidad natural de
Jaime Couso
hurtos). acción y casos de unidad jurídica de
acción (o "unidad de delitos con mul-
I. Generalidades. El sistema del tomados de la dogmática jurídico- Estas diversas situaciones tie- tiplicidad de acciones", CURY,651),
régimen concursal del derecho chileno penal de cuño alemán. nen reflejo en el tratamiento puni- distinción que otros autores no con-
tivo: mientras los casos de unidad sideran apropiada para resolver los
Los artículos 74 y 75 del CP Si bien el sistema del régimen delictiva ciertamente sólo admi- casos prácticos, para los que el único
establecen reglas que determinan concursal del derecho chileno no ten la imposición de la o las penas criterio útil parece ser el examen y la
si al culpable de dos o más delitos ha alcanzado una sistematización correspondientes al único delito valoración jurídicos de si acaso, más
se le impondrán las penas corres- unitaria, la doctrina y la jurispru- cometido, los casos de pluralidad allá de la aparente pluralidad delic-
pondientes a cada uno de ellos o dencia reconocen, en la práctica, las delictiva con vinculación fuerte tiva, en realidad se ha realizado, por
si acaso una sola pena, y cuál debe siguientes situaciones posibles: a) el cuentan con un especial tratamien- una sola vez, un único injusto típico
ser ésta. Esta cuestión, que de por autor comete un solo delito, y sólo to punitivo que se acerca al que (MATUS, Comentario, 384 152) .
sí plantea algunos problemas deba- por él se le debe condenar, sea que tendría la comisión únicamente
tidos en doctrina y jurisprudencia (y haya realizado un solo tipo penal, del delito más grave, mientras que A primera vista, la identificación
que serán tratados al comentar esas sea que formalmente haya realiza- los casos de pluralidad delictiva de un caso como unidad delictiva no
disposiciones), se relaciona con un do dos o más tipos penales a través sin vinculación fuerte acarrean la es problemática cuando formalmen-
capítulo más amplio del Derecho de una conducta que, sin embargo, imposición de las penas correspon- te el comportamiento enjuiciado
penal: el de los concursos de delitos, es valorada unitariamente como un dientes a cada delito, salvo ciertas realiza tan sólo un tipo penal, por
desarrollado en buena medida por la único injusto típico culpable, por reglas especiales que atienden a di- una única vez, porque las partes de
doctrina y la jurisprudencia a partir disposición legal expresa (como en versos criterios. que se compone dicho comporta-
de una sistematización de las pocas los delitos complejos) o por algún
normas expresas existentes en la ma- principio de creación doctrinaria,
teria y de la recepción de categorías con reconocimiento jurispruden- 152 También rechazan el criterio de la unidad naturalde acción NOVOA, 11,222 Yss.; GA-
y principios sin base legal expresa, cial (como en el delito continuado); RRIDO, 11, 436 Yss.

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ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]AIMECOUSO ART.74

miento, no son en sí mismas puni- aparentemente simple de quien, del comportamiento), previamente para otros, además, hay casos en que
bles (como en el caso del delito ha- a través de movimientos corpora- acogido como válido, para resolver la unidad delictiva resulta patente
bituaf}53). En tal caso, entonces, la les sucesivos, toma del suelo una a si realmente con el comportamiento ya en una apreciación ontológica
cuestión de si el comportamiento, una las monedas ajenas de las que desplegado por el autor se ha come- del comportamiento, apreciación
ya en un sentido natural, está com- se quiere apropiar'<', si suponemos tido un solo delito o varios. centrada en la finalidad que tuvo
puesto de sólo una acción o si acaso que la conducta es interrumpida an- el autor''" (desde un principio se
de dos o más acciones, unificadas tes de completarse la acción típica En todo caso, la discrepancia propuso hurtar las diversas especies
únicamente a través de una valora- de hurto, entonces ya el primer acto doctrinaria, para los casos proble- esparcidas por el suelo) o en una
ción jurídica, no tendría importan- ha realizado formalmente una ten- máticos, en ningún caso se refiere a combinación entre la finalidad y el
« • ."
cia práctica, sino sólo didáctica. Sin tativa de hurto, que vuelve a verse si la valoración jurídica es un crite- contexto urntano en que se exte-
embargo, en la mayoría de los casos realizada formalmente por el segun- rio que no deba ser tenido en cuen- rioriza esa finalidad (CURY, 651) (el
en que se plantea la pregunta de si do acto 155• Por ello, la identificación ta: aun los autores que sostienen la sujeto sustrae las diversas especies
hay una o varias acciones, cada una de un caso como unidad delictiva existencia de casos de unidad natu- en un mismo contexto espacio-
as "partes "dl"
dee las e to d"(
o sea que se suele ser "problemática', de modo ral de acción no dudan en calificar, temporal).
les considere o no como acciones in- que debe contarse con algún crite- por ejemplo, a los delitos complejos,
dependientes) sí realiza formalmen- rio (se trate la valoración jurídica, o como casos de unidad jurídica de a) Unidad naturalde acción
te un tipo penal; así, en el ejemplo de la apreciación del sentido natural acción, en que la unidad delictiva no
resulta de la naturaleza de las cosas; Quienes, como CURY, recono-
lo propio ocurre con el delito conti- cen la existencia de estos casos, ofre-
153 Si se entiende, como, por ej., lo hace ETCHEBERRY, I1, 111, que en el delito habitual, por
definición, los actos singulares (que deben cometerse de forma reiterada) son atípicos
nuado, como se verá. La discrepancia cen como ejemplo característico la
(lo que, como se verá, no parece ser necesario). radica más bien en que para algunos reiteración, en un contexto unitario
154 Ejemplo citado por NOVOA, I1, 222, quien lo toma de CARRARA, criticando su pretensión autores ésa es la única forma de de- (y con una misma finalidad) de actos
de que ya a partir de criterios naturales (ontológicos) se debe afirmar allí la presencia de cidir la cuestión (sólo el derecho -o semejantes, que formalmente reali-
tan sólo una acción. En cambio, CURY, 651, considera que la unidad de acción es, en el respectivo tipo penal- nos puede zan una y otra vez el mismo tipo, in-
este caso, natural.
decir si debemos tratar como un cluso si afectan a sujetos pasivos di-
155 En cambio, si la acción típica se completó, no puede decirse, ni siquiera formalmente,
que cada uno de esos actos previos configuró una tentativa de hurto, pues el tipo de solo delito las diversas "partes" de ferentes -salvo "cuando el atentado
tentativa no se realiza simplemente con el elemento positivo consistente en que el autor tal comportamiento), mientras que se dirige contra bienes eminentemen-
"da principio a la ejecución del crimen o simple delito por hechos directos", sino que
supone además la presencia de un elemento negativo, consistente en que "faltan uno
o más [hechos directos] para su complemento", que es precisamente lo que no ocurre 156 Tal sería la noción de unidad natural de acción de ETCHEBERRY, según el juicio de GA-
cuando la acción típica finalmente se completó (teniendo en cuenta que la pregunta RRIDO, I1, 436. Eso parece desprenderse, en efecto, de la afirmación de ETCHEBERRY,
de si ha faltado o no algún hecho para "el complemento" de la acción típica no se I1, 110, de que la unidad natural "[s]e produce cuando existe un comportamiento
plantea "en tiempo real" -caso en que efectivamente siempre podría decirse que, tras humano dirigido conscientemente por la voluntad con miras a un fin"; sin embargo,
cada acto, todavía faltan uno o más para su complemento- sino que se plantea y se puede apreciarse que, materialmente, no sigue ese criterio cuando califica como casos
responde expost ficto, en el juicio, cuando ya se sabe que la acción sí se completó); ese de unidadjurldica de acción (en los que, entonces, recién la valoración jurídica unifica
elemento negativo permite negar la existencia de un concurso de leyes entre la tentativa lo que naturalmente son acciones independientes) a una serie de comportamientos que,
(exitosa) yel delito consumado, pues produciéndose el segundo, la primera ni siquiera sin embargo, también aparecen unificados por la finalidad, como paradigmáticamente
se da formalmente. es la situación del delito continuado.

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tepersonales" (CURY, 651, la cursiva un mismo sujeto activo, nos encon- criticando la pretensión de CURY La jurisprudencia reconocio
está en el origina1)-157. NOVOA, en tramos ante un concurso real de de que en el caso del hurto la ac- muy temprano que la apropiación
cambio, quien, como se vio, recha- delitos". (ibíd.; en esa afirmación, ción sería naturalmente unitaria; de diversas especies ajenas, pertene-
za el criterio de la unidad natural sin embargo, el propio NOVOA in- en efecto, en mi opinión, CURY no cientes a distintos titulares, en un
de acción, entiende que la unidad advertidamente se apoya en una aplica su punto de partida de modo mismo contexto espacio-temporal
delictiva existente, por ejemplo, cierta noción de unidad natural de coherente 'cuando a la reiteración ("en un solo acto y en una misma
entre "los diversos movimientos de acción, para identificar la unidad de una conducta en el mismo con- casa" , "de una vez") con figura una
mano para coger esas varias cosas", más elemental que, en tales casos, texto, pero respecto de sujetos pa- acción unitaria, constitutiva de un
no es algo que se desprenda de la no corresponde unificar con otras, sivos distintos, da un tratamiento solo delito de hurto (o robo) 158. El
naturaleza de la acción, sino que a falta de un vínculo jurídicamente diverso según si los bienes jurídicos criterio para apreciar la unidad de-
deriva de que dicha pluralidad (de reconocible entre ellas: en efecto, al son personalísimos o no, lo que pa- lictiva no siempre queda claro, pero
movimientos) "carece legalmente de referirse a "cada hecho que natural- rece un criterio, no natural, sino [u- en alguna decisión más elaborada se
relevancia para multiplicar los deli- mente apreciado tiene unidad", el rldico). Y son tales consideraciones revela como un criterio claramente
tos )) , entre otras razones, porque "1 a implícito es que esa unidad elemen- jurídicas las que, en fin, también jurídico, referido al propósito del
Ley positiva chilena no hace cues- tal no es subdivisible en otras partes permiten identificar una única ac- legislador: "en el delito de hurto
tión del número de cosas objeto de menores, no por criterios jurídicos, ción típica (constitutiva de un solo [...] carece de importancia que el
la apropiación", como lo revela la sino naturales). También para MA- delito) en la reiteración de la misma hechor sepa quién es el dueño de
TUS la noción de unidad natural de conducta, en un mismo contexto la cosa o cosas de que se apodera,
referencia, frecuente en las disposi-
acción "no escapa a las considera- espacio-temporal, aun tratándose bastando sólo que la cosa sea ajena,
ciones del respectivo título, en plu-
de atentados en contra de bienes ju- y, si esto es así, resulta evidente que
ra,1 a1 ro bo de "cosas"o"espeCIes ." ciones de carácter jurídico", como
rídicos personalísimos, siempre que la circunstancia de pertenecer [...]
(NOVOA, II, 223, la cursiva está en en el caso de la acción, para algunos
se dirijan en contra de un mismo y a diversos dueños, no puede plu-
el original); la unidad delictiva está naturalmente unitaria, de propinar
único sujeto pasivo (así, por ejem- ralizar los delitos, ya que, como se
configurada, entonces, por el trata- tres golpes que causan lesiones, que,
plo, respecto de los delitos sexuales, ha dicho, tal elemento no ha sido
miento dado por la Ley positiva a sin embargo, es separada en accio-
como lo destaca MERCADO, 30-33, considerado para describir la figura
cada figura delictiva, de modo que "a nes (y delitos) independientes, que
argumentando, correctamente, a [...] ni tampoco ha considerado [la
menos que el sentido de la Ley con- entran en concurso, si cada golpe se
partir del sentido de los tipos pena- ley] el número de cosas objeto de la
duzca a una conclusión diferente, dirige a un objeto material (y sujeto
les, para concluir que la reiteración apropiación; tales antecedentes son
cada hecho que naturalmente apre- pasivo) distinto, solución que no se
-en esas condiciones- no aumenta irrelevantes porque [la ley] atiende
ciado tiene unidad, corresponde a sigue en el caso del hurto, por no
el desvalor de la acción ni la inten- al valor del objeto substraído [... ]
un solo delito, y [...] si se presentan afectarse un bien jurídico persona- el legislador desprecia en esta figu-
sidad de la lesión al bien jurídico,
varios de esos hechos como obra de llsimo (MATUS, Comentario, 384, ra el número de objetos del delito
si bien yerra al citar "[e]n la misma
línea" a CURY y su concepción de la y el número de sujetos pasivos del
"unidad natural de acción"). mismo" (Corte de Apelaciones de
157 No se encuentra, en cambio, dentro de los ejemplos de unidad natural de acción,
referencias al caso -también característico, para cierta doctrina comparada- de la rea-
lización sucesiva, ininterrumpida y ajustada al plan, de comportamientos de tentativa
y de consumación. 158 Véase las numerosas referencias en ETCHEBERRY DP], 11, 66 Yss.

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Chillán, contra Guillermo Mellado de acción: "el ámbito de protección en las personas (Arts. 433 y 436, en cesar" (ETCHEBERRY, 6, quien, sin
y otro, 4 de agosto de 1952 [ape- de la norma que precisa el sentido relación con el Art. 432 del CP), en embargo, emplea una terminología
lación en materia penal], en: RD] del tipo" y "la naturaleza de la acción que quedan unificadas la sustrac- distinta, llamando delito continuo a
XLIX, 4-236 [1875-1976] Il, p. concreta de que se trata'159; ETCHE- ción y el ejercicio de violencia físi- lo que-actualmente, y en esta obra,
67), siendo el mismo tipo de valo- BERRY, Il, 110 Yss., lo hace según la ca, cada uno de los cuales, en otras se denomina delito permanente), de
ración jurídica el que permite llegar forma en que se presenta la unidad circunstancias, podría configurar modo que la conducta sigue confi-
a otra conclusión "en aquellos ca- de la acción: unidad "de resultado", un injusto típico autónomo (lo que gurando un solo delito, por más que
sos en que se atenta en contra de la de la "especial estructura del tipo", para CURY, 652, en todo caso, no es el autor reitere acciones y omisiones
salud o la vida, porque en éstas se y unidad dada por la "conexión de una característica necesaria de este dirigidas a mantener aquel estado
confunden el objeto [material del continuidad" (o según "la fuente" caso de unidad jurídica de acción, antijurídico, algunas de las cuales,
resultado] yel sujeto [pasivo] y aquí de la que deriva tal unidad .,ET- de modo que sigue hablando de un individualmente consideradas, bas-
sí que la Ley considera cada uno de CHEBERRY, 5, con idéntica estructu- delito complejo, aun cuando las ac- tarían para configurar nuevamen-
los hechos para multiplicar o no los ración que la que sigue después en ciones singulares que lo componen te el delito, pero que justamente
hechos punibles" (ibídem); en otras ETCHEBERRY, Il, 110 Yss.-; mientras no sean punibles; en cambio, para por su valoración jurídica unitaria,
ocasiones, en cambio, la unidad de- que CURY, 651-652, y MATus, Co- ETCHEBERRY, Il, 110, por definición, simplemente vienen a prolongar el
lictiva parece referirse al sentido na- mentario, 386 y ss., entre otros, op- en los delitos complejos la Ley reúne período de consumación del único
tural de la acción: "[la acción,] si bien tan por una enumeración casuística acciones que constituyen, cada una, delito cometido.
compleja, fue una sola en cuanto a de las hipótesis de unidad jurídica "delitos diferentes, cada uno típica-
la intención de apropiarse de cosas de acción reconocidas), la doctrina mente distinto", terminología que iii) Los delitos habituales, en los
ajenas con ánimo de lucro" (Corte coincide, en la práctica, en buena también mantiene MATus, Comen- que "la tipicidad presupone la ejecu-
Suprema, contra Alberto Quiñones medida, en que configuran un solo tario, 386, para quien la unificación ción reiterada de la acción" (CURY,
López, en: RD]LXII, 4-68, tomada delito, porque la Ley (o principios legal de acciones en sí mismas atípi- 653), de modo que, como sostienen
de ETCHEBERRY DPJ, Il, 67). jurídicos sin reconocimiento expre- cas da lugar, en cambio, a lo que se POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, una
so en ella) valora de forma unitaria denominaría un delito compuesto). vez realizado el tipo con "la primera
b) Unidadjurídica de acción el comportamiento, a lo menos los reiteración" de ahí en adelante "esin-
siguientes casos: ii) Los delitos permanentes diferente el número de veces que tal
Pese a que la sistematización (Art. 141 del CP), como el secues- reiteración se produzca" (POLITOFF /
dada a esta materia difiere en buena i) Los delitos complejos, es de- tro, en los que, según UBATUT, "la MATUS / RAMÍREZ, PG, 454), pues de
medida según el autor que se consul- cir, aquellos en los que "el tipo exige acción que lo consuma crea un esta- todos modos se habrá cometido una
te (GARRIDO, Il, 438 Yss., la ordena la ejecución de dos o más acciones do delictuoso que se prolonga en el sola vez el delito, como ocurre con
según los dos grandes "principios" diversas" (CURY, 651; GARRIDO, Il, tiempo mientras subsiste la lesión del la encubrimiento por favorecimiento
que fundamentan la unidadjurídica 437), como el robo con violencia bien jurídico afectado" (UBATUT, 1, habitual (Art. 17, N° 4, del CP); si
164), Y una de cuyas características acaso la ejecución por una sola vez
159 Principio, este último, que hace dudar de que la unificación siga criterios estrictamente principales consiste en que, durante (sin reiteración) de la conducta es
jurídicos, en la medida que apela justamente a la "naturaleza" de la acción, como si dicho estado o "situación antijurídi- atípica sólo en relación con la figura
hubiese algo en ella, con independencia de la valoración jurídica, que permite apreciarla ca' subsiste "la posibilidad del agen- que castigalahabitualidad (como en
como una sola. te de hacer prolongarla o de hacerla el caso del actual Art. 367, inc. 2°,
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del Cp, que sanciona con una pena ción de una acción por una sola vez separadas espacial y temporalmen- MÍREZ, PG, 456, quienes asimilan
agravada la promoción o facilita- ya es típica, "por la estructura del te", lo que la distinguiría del caso a este caso, además, el de los tipos
ción habitual de la prostitución de tipo es indiferente para la valora- de la reiteración de la conducta en mixtos alternativos, como el homici-
menores de edad, en relación con ción jurídica que la acción descrita un contexto unitario, que para CURY, dio calificado (Art. 391, inc.Iv, del
la menor pena que el primer inciso en él se haya realizado una o muchas como se vio, en realidad es un caso CP), en los que "las diversas accio-
de la misma disposición contempla veces" (CURY, 653), como la falsifi- de unidad naturalacción, y que para nes típicas se presentan sólo como
para la realización de la misma con- cación de moneda (Arts. 162 y ss. los críticos de esta noción, con todo, modalidades de realización del tipo
ducta por una sola vez), o lo es de del CP) y la circulación de mone- no siempre encuentra un espacio ex- de igual valor, carentes de propia
forma absoluta (como en el caso ya da falsa (Arts, 168 y 170 del CP), plícito dentro del listado de hipóte- independencia, enumeradas de for-
citado del Art. 17, N° 4, del CP), delito que, como advierte Novox, sis de unidad jurídica de acción (sí, ma casuística' (MATUS, Comenta-
no parece relevante: en ambos casos "no pierde unidad aun cuando se en cambio, en GARRIDO, II, 439; rio, 386-387; POLITOFF / MATUS /
la situación es la misma, en relación realice en más de una oportunidad también NOVOA, II, 223). RAMÍREZ, PG, 455-456), de lo que
con el tipo que exige habitualidad: y mediante varios actos" (NOVOA, cabría desprender que, por ejemplo,
hay unidad delictiva, en el sentido II, 223); lo que caracterizaría, en Cunv añade, además, al listado la ejecución de la acción homicida
de que el tipo habitual se entiende todo caso, estas hipótesis de unidad de hipótesis de unidad jurídica de con alevosía y actuando por premio
realizado una sola vez, por más que jurídica de acción, es que, como lo acción, los delitos de tipicidad reJor'- o promesa remuneratoria no ven-
el autor haya incurrido varias veces señala MATUS, Comentario, 387 zada, "en los cuales el tipo contem- dría a configurar una reiteración de
en la reiteración de la conducta'v", -denominando, sin embargo, a esta pla varias posibles acciones, de ma- homicidios calificados (ni siquiera
categoría como delitos de emprendi- nera que la ejecución de cualquiera en concurso aparente por consun-
iv) Otros delitos conpluralidad miento-, las diversas acciones son de ellas lo satisface, pero al mismo ción) , sino tan sólo un homicidio
de acciones, en que, si bien la ejecu- unificadas "aunque se encuentren tiempo le es indiferente el que se calificado (pero, dado que aquí se
realice más de una', como en el de- da, por definición, una sola acción
lito del Art. 123 del Cp, respecto homicida, en mi opinión no pare-
160 Por ello, no parece conveniente restringir el concepto de delito habitual, como lo
hace ETCHEBERRY, al caso en que "las acciones aisladas no son punibles" (ETCHEBERRY, del cual, tanto la acción de "dirigir ce necesario tratar este caso como
u.m, en el mismo sentido, NOVOA, I, 251: "la acción aislada no es típica"), pues discursos a la muchedumbre", como una hipótesis de unidad jurídica de
la solución predicada para este caso también es necesaria en los casos en que la rei- la de "repartir impresos" (si en cada acción que viene a unificar, por una
teración sólo viene a calificar un tipo básico que no requiere reiteración, como en el caso está presente la finalidad de ex- valoración jurídica, lo que de otro
caso del delito de la promoción o facilitación habitual de la prostitución de menores modo podría llegar a considerarse
citar al pueblo al alzamiento) sirven,
de edad, después de la reforma introducida por la Ley N°19.927, de 14 de enero de una pluralidad -y reiteración- de-
2004, que tipificó la comisión del primer acto de promoción o facilitación, dejando
alternativamente, para realizar el
la habitualidad como una figura calificada, a la que, de aplicarse el primer criterio, ya tipo, pero en el que, por otra parte, lictiva); cfr., asimismo, MERCADO,
no se considerarla delito habitual. Es cierto que también podría aplicarse a ese caso la la suma de ambas acciones sólo sa- 30-32, destacando que también en
figura del delito continuado, pero la unidad delictiva en tal caso, a diferencia de en el tisface el tipo una vez, y no permite la violación, siempre que las diver-
delito continuado, deriva ya del sentido del tipo (agravado o calificado) que incorpora apreciar una comisión reiterada del sas modalidades típicas se ejecuten
el elemento de habitualidad (quien reitera una y otra vez la misma conducta, en este en un mismo contexto situacional y
mismo (CURY, 653; también reco-
caso, incurre una sola vez en conducta deforma habitual; no tiene sentido decir que
nocen esa hipótesis de unidad jurí- temporal, se debe apreciar unidad
"incurrió varias veces en una conducta habitual"), y no de una construcción de base
consuetudinaria, que no viene exigida por el tipo penal (como es el caso en el delito dica de acción, MATUS, Comentario, de acción y de "hecho delictivo" (en
continuado, lo que lo deja expuesto a más críticas). 386-387, y POLITOFF / MATUS / RA- caso de penetración sucesiva, por
I
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ej.: primero, por vía bucal, y luego, prevaricación, bien puede configurar delito continuado es realmente un medial, pues "el fraccionamiento ne-
por vía anal). diversos delitos independientes, que caso de unidad jurídica de acción cesario sitúa las acciones continuadas
entran en concurso aparente, ideal (para CURY, 653 y ss. es un "caso en relación de 'medio a fin" (la cur-
MATUS incluye, además, den- o real (MATUS, Comentario, 387; límite"; le dan la razón POLITOFF / siva está en el original), de modo que
tro de las hipótesis de unidad jurí- POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, MATUS / RAMÍREZ, PG, 452-453; corresponde castigarlo con "la pena
dica de acción, a los delitos de em- 456); en mi opinión, la razón salta mientras que GARRIDO, 11, 437, sin mayor asignada al delito más grave"
prendimiento, definiéndolos. como a la vista: el nombre de "prevarica- tomar postura, advierte que, si bien (Art. 75 del CP). En cualquier caso,
aquellos en que "distintas conductas ción", en este caso, apenas viene a "la doctrina nacional [lo] considera tanto aquellos autores como éste co-
que pueden realizarse en diferentes agrupar conductas del todo diversas, como un caso de unidad jurídica inciden, en el caso del hurto, en que
momentos aparecen como modali- que realmente parecen afectar a bie- [...] hay algunos autores que lo cali- el vínculo de continuidad excluye la
dades independientes de una misma nes jurídicos también distintos (la fican como un concurso específico"), aplicación del Art. 451 del Cl; que
actividad compuesta de una serie de recta administración de justicia, la hay un amplio acuerdo en reconocer consiste realmente en una regla es-
acciones, iniciadas o no por el autor, probidad y la libertad de autodeter- que, cuando se dan sus presupuestos, pecial de penalidad aplicable al con-
y en que éste participa una y otra minación sexual), a las que lo único corresponde tratar como una única curso real de hurtos, cometidos bajo
vez" (MATUS, Comentario, 387; en que las agrupa es la calidad del suje- realización típica a la reiteración de las circunstancias allí señaladas, y no
el mismo sentido, POLITOFF / MATUS to que incurre en ellas (ETCHEBERRY, acciones que formalmente realizan- al delito continuado de hurto (en
/ RAMÍREZ, PG, 454-455), como en 1, 225 explica que las figuras mixtas varias veces un tipo (o diversos tipos ese sentido, por ej., ETCHEBERRY, I1,
el caso de los delitos de tráfico ilíci- acumulativas "[en] el fondo, son fi- que atentan en contra de un mismo 113-114; GARRIDO, 11, 444; CURY,
to de estupefacientes (por ej., de los guras distintas reunidas con una eti- bien jurídico), castigándolo como 1959,208; MUÑoz, 340-341).
Arts. 1° Y 3° de la Ley N° 20.000), queta comun , ") . un solo delito, con la pena asignada
con la consecuencia de que el sujeto por la Ley a éste. Así, por ej., coinci- Sólo NOVOA (NOVOA, 11, 242; ya
que, por ejemplo, ejecuta una acción La jurisprudencia, que había re- den en reconocer esa consecuencia, antes, en NOVOA, 1965, passim) nie-
de elaboración de drogas estupefa- conocido ya en 1882 la unidad delic- ETCHEBERRY, 11, 113, para quien de- ga toda eficacia al delito continuado
cientes y, luego, otra de tráfico con tiva en un caso de la reiteración de ac- rechamente "el delito continuado es en nuestro derecho, reservando el
dichas sustancias y, por último, una ciones de circulación de moneda falsa un solo delito y no varios" (el énfasis tratamiento unitario de la reitera-
de tráfico con las materias primas (v, la sentencia de la Corte Suprema, está en el original), y otros autores ción de acciones para los casos en
que sirven para obtenerlas, incurre de 12 de octubre de 1882, en: GT que dudan sobre la naturaleza de la que ello proviene del sentido del tipo
en un solo delito de tráfico ilícito de 1882, p. 1441, citada por NOVOA, 11, institución, pero no en tratarla en (lo que precisamente no ocurriría en
estupefacientes, cometido bajo esas 223), hace unos años confirmó esta la práctica como un caso de unidad el paradigmático caso de los hurtos,
diversasmodalidades. Otra cosa ocu- tesis (Corte Suprema, 15 de julio de delictiva, que debe sancionarse, en- de modo que el tratamiento puni-
rriría, en cambio, según los mismos 1994, en: FM 428, 361, citada por tonces, como la comisión por una tivo más favorable disponible sería
autores, en el caso de los tipos mixtos MATUS, Comentario, 387). sola vez, de un único delito (POLI- la regla del Art. 451 del CP); con
acumulativos, como la prevaricación TOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, 453; ello, entonces, sin negar que ciertos
judicial (Art. 223 del CP), en que la e) El delito continuado GARRIDO, 11,444). CURY, 658-659, tipos penales admiten la unificación
realización de los diversos actos de en cambio, matiza esta conclusión, de diversas realizaciones típicas, y su
enumerados por la ley, si bien apa- Si bien parte de la doctrina al tratar al delito continuado como castigo como un solo delito, entien-
recen como diversas modalidades de plantea ciertas dudas acerca de si el si se tratase de un caso de concurso de que eso es un problema de Parte
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1-
ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART. 74

Especial, y no la consecuencia de tura que ha sostenido en doctrina, de las únicas sanciones expresamen- de un mismo bien jurídico median-
una institución de la Parte General, cuando propuso tratar el caso como te establecidas por el legislador (las te un modo de comisión semejante"
aplicable a una generalidad de figu- si se tratase de un concurso medial: de cada delito de baja cuantía), en (CURY, 658, destacando que no se
ras delictivas, como se pretende en en efecto, en esta decisión la Corte lugar de una que sólo resulta de la aplica, en cambio, el "defectuoso"
el caso delito continuado. Suprema impuso al condenado, en aplicación de una construcción con- c0ncepto de misma especie emplea-
su sentencia de reemplazo, la pena suetudinaria, cuyo único sentido es do por el Art. 351 del CPp, y po-
Aunque no tenga consagración de cinco años y un día de presidio favorecer al afectado, y no perjudi- niendo como ejemplo de delitos de
legal expresa, la jurisprudencia de mayor en su grado mínimo, por el carlo. Lo propio podría decirse del la misma especie, en PG, p. 512, la
la Corte Suprema reconoce el delito delito de malversación de caudales peligro de otras consecuencias per- malversación de caudales públicos
continuado de manera clara, como públicos del Art. 233, N° 3, del Cp, judiciales que podrían derivar de la cometida mediante sustracción y el
una figura que tiene "la virtud de que se castiga en la Ley con presidio aplicación de la figura del delito con- hurto o la apropiación indebida; en
unificar la acción", desde 1966 (sen- mayor en su grado mínimo a medio; tinuado (por ej., en materia de pres- sentido similar GARRIDO, II, 442,
tencia de la Corte Suprema, 9 de así, como puede apreciarse, se trató a cripción), a las que hace referencia concretando la exigencia en que los
noviembre de 1966, en RD], tomo las diversas acciones de apropiación, ETCHEBERRY, II, 114-115. diversos tipos realizados "correspon-
XLIII, z- parte, sección 4 a , p. 256, como un solo delito, sin aplicarse dan a un tipo básico único", como
citada por COUSIÑO, 1, 319, quien la solución que el Art. 75 del CP También ha sido objeto de dis- ocurriría entre el giro doloso de
fue el redactor de la misma, como contempla para el concurso medial, y cusión doctrinaria la cuestión de los cheques y la estafa, así como entre
abogado integrante). Más reciente- que CURY había propuesto en 658- requisitos, en particular, de la espe- la falsedad de documento privado y
mente, la Sala Penal de la Corte Su- 659). Como reseña ETCHEBERRY, II, cial relación que debe mediar entre de instrumento público; ETCHEBE-
prema, vuelve a aplicar la figura del 114, los tribunales han aplicado la las diversas acciones que han de ser RRY, II, 111, añade el ejemplo de la
delito continuado, a la que considera figura especialmente en el caso de unificadas por medio de su valo- continuidad entre tentativa y con-
"una institución que entre nosotros reiteración de "infracciones contra ración como un delito continuado. sumación [si bien, como se afirmó
encuentra su origen en el derecho bienes jurídicos cuantificables: hur- Hay amplia coincidencia en que el supra, N° 4, en mi opinión, en los
consuetudinario, constituyendo un to, malversación, estafa, lo que hace delito continuado exige: a) unidad casos de ejecución ininterrumpida
caso característico de creación con- posible determinar la suma total a de sujeto activo; b) pluralidad de del plan delictivo es muy dudoso
suetudinaria de Ley penal bonam que el resultado asciende", lo que en acciones, "cada una de las cuales que los primeros actos ejecutivos
partem y, precisamente por esto úl- casos singulares, advierte el mismo satisface las exigencias del tipo res- realicen, siquiera formalmente, el
timo, generalmente aceptada por la autor, podría ser problemático, si, pectivo" (CURY, 657); e) una cierta tipo de tentativa]' y se refiere, al
mejor doctrina', resolviendo, ade- por ejemplo, la acumulación ma- separación cronológica, entre las di- parecer de acuerdo con ella, a la
más, que las diversas acciones "han terial de las penas por varios delitos versas acciones (pues si se dan en un doctrina que admite la relación de
de ser tratadas como un todo y casti- de pequeña cuantía conduce a una contexto unitario su unidad se puede continuidad "entre las formas sim-
gadas como un solo hecho punible" sanción menor que su castigo como afirmar de manera más palmaria; ples y agravadas del mismo delito");
(Corte Suprema, Rol N° 2863-03, un solo delito, de una cuantía ma- v. supra, al tratar de la unidad natu- e) unidad de sujeto pasivo, si se trata
30 de enero de 2006 [casación en yor, caso en que, sin embargo, en ral de acción); d) que los delitos en de atentados en contra de bienes ju-
el fondo penal], redactada por En- mi opinión, no habría dificultad conexión de continuidad sean "de rídicos personalísimos (GARRIDO, II,
rique CURY, quien, en mi opinión, para exigir, en base al principio de una misma especie", entendiendo 442, para quien ello "podría tener
se aleja así, en la práctica, de la pos- legalidad de la pena, la aplicación por tales los que "atentan en contra particular importancia en delitos de
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ART.74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO

índole sexual repetidos en contra de das, en tiempos diversos, respecto raleza es, sin- embargo, objeto de acciones "presupone subjetivamente
una misma víctima", tesis que explí- de la misma víctirna-, siendo prefe- discusión (para CURY, 656-657, el que el autor renueve la misma reso-
citamente desarrolla MERCADO, 39 Y rible que la aplicación de la figura vínculo consiste en que las diversas lución delictiva o una similar, bajo
ss., apoyando una amplia aplicación del delito continuado, tratándose acciones "constituyen la violación, el efecto motivador de circunstan-
de la figura a los delitos sexuales con de atentados en contra de bienes necesariamente fraccionada, de una cias equivalentes o esencialmente
unidad de sujeto pasivo; en el mis- jurídicos personalísimos, incluso si única norma de deber", como en equivalentes", sea que aquél se haya
mo sentido, CURY, 658, quien men- afectan a un mismo sujeto pasivo, se el caso de quien quiere desvalijar propuesto o no, desde un principio,
ciona demás el caso de los delitos circunscriba a hipótesis excepciona- la casa deshabitada, pero no puede la ejecución de todas las acciones a
en contra de la vida, salud, libertad les en las que realmente, conforme hacerlo en una sola noche, pues el las que luego se reconoce vínculo de
ambulatoria, libertad de autodeter- al sentido del tipo penal, la reitera- vehículo con que cuenta no le alcan- continuidad, de modo que también
minación sexual, honor; lo que, en ción no incremente de modo sen- za para ello; GARRIDO, II, 443-444, se da ese vínculo en el caso en que
mi opinión, es demasiado indiferen- sible la intensidad de la afectación en cambio, tras rechazar la exigencia "el procesado [...] no obró realizan-
ciado para poder aprobarse -pues del bien jurídico'?'): f) una especial de "fraccionamiento necesario" for- do un dolo único y conjunto como
no parece aceptable, por ej., unificar conexión entre las diversas acciones mulada por CURY, a la que califica el exigido por la vieja teoría, sino
diversas lesiones corporales cometi- (ETCHEBERRY, II, 110), cuya natu- de "un tanto extrema", no intenta que más bien renovó la misma reso-
encontrar una única naturaleza del . lución delictiva de apoderarse de los
vínculo de continuidad, admitiendo caudales públicos que le habían sido
161 También el legislador español en el CP de 1995 ha limitado la aplicación del delito que puede consistir en que las diver- confiados, bajo el efecto motiva-
continuado en este tipo de casos al prohibir su aplicación, por regla general (en el Art. sas acciones fueron abarcadas por dor de circunstancias equivalentes,
74) cuando se trate de "ofensas abienes eminentemente personales", con independencia
un "dol o a o un proyecto ge- como ciertamente lo eran su estre-
o o glbl""
de si afectan a un mismo o a diversos sujetos pasivos, distinción que, con todo, sí es
relevante para admitir, excepcionalmente la figura respecto de "infracciones contra el
neral del autor", pero también en la chez económica, las escasas perspec-
honor y la libertad e indemnidad sexuales que afecten al mismo sujeto pasivo", pero "igualdad de motivación", como en tivas que le ofrecía su situación en
no de modo general, sino atendiendo, "para aplicar o no la continuidad delictiva", el caso del cajero que, sin tener un el servicio, la ubicación apartada de
« ••• a la naturaleza del hecho y del precepto infringido". En Alemania, por su parte, plan genérico previo, pero cada vez su oficio, las necesidades impuestas
donde el delito continuado, sin llegar a alcanzar recepción legislativa, fue desarrollado "con iguales motivaciones", se apo- por sus obligaciones

domésticas y
.
por la doctrina y la jurisprudencia, estableciendo requisitos semejantes a los recogidos dera varias veces de diversas sumas). otras semejantes ; razonamiento en
por nuestra doctrina nacional, permitiendo así aplicar la figura a diversos atentados en el que implícitamente se descarta la
contra bienes jurídicos personalísimos que afectasen a un mismo sujeto pasivo, más
La jurisprudencia de la Cor- exigencia de "fraccionamiento nece-
tarde, sin embargo, a partir de la "decisión del siglo" adoptada en 1994 por el Gran
Senado para asuntos penales, del Tribunal Supremo Federal,el delito continuado ha sido te Suprema, en el citado fallo de la sario" (10 que es especialmente sig-
prácticamente abandonado por la jurisprudencia (y ya desde antes era objeto de crítica Segunda Sala, del afio 2006 (Rol nificativo, si se considera que el fa-
por amplios sectores de la doctrina), sin perjuicio de que otras reglas e instituciones N° 2863-03, 30 de enero de 2006), llo fue redactado por Enrique CURY,
legales permiten moderar los efectos de este cambio jurisprudencial, al determinar la se pronunció sobre la naturaleza quien precisamente, en doctrina,
pena de las diversas infracciones reiteradas, y sin perjuicio de que, de todos modos, la del vínculo de continuidad, descar- había planteado dicha exigencia).
"unidad típica de acción" (tatbestandliche Handlungseinheit) permite unificar diversas tando la necesidad de un "dolo co-
realizaciones típicas reiteradas, cuando para el respectivo tipo penal el comportamiento Sin embargo, la misma Segun-
mún", y acogiendo la denominada
típico, conceptualmente, de hecho, o característicamente, presupone varias acciones da Sala de la Corte Suprema, dos
individuales (v, ROXIN, Claus [2003], Strafrecht. AIlgemeiner Teil, t. II [Munich, Verlag
teorfa de la alternación, con arreglo
CH. Beck], parág. 33, nm 262 y ss. y 19). a la cual la reunión de las diversas afias después (en sentencia Rol
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ART.74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART.74

N° 1494-2007, 20 de noviembre tra de la libertad o la indemnidad law Chile: CL!]URl4550/2010; así de valores enraizados en la perso-
de 2007, ahora sin la integración sexual de un mismo sujeto pasivo. como en Corte de Apelaciones de nalidad .o en la reprobabilidad de
de CURy162) ignora esta doctrina y En contra de la tesis sugerida por San Miguel, Rol N° 1149-2010, 9 relaciones personalísimas ... "'. (ci-
sostiene (curiosamente retomando la doctrina (v, supra, las referencias de octubre de 2010, contra Oñate tando a WELZEL); asimismo, para la
la "vieja" argumentación de CURY) a CURY y a GARRIDO, en tal senti- Paz, Roberto, Cita Westlaw Chi- Corte de Apelaciones de Talca, Rol
la exigencia de una "unidad de pro- do), que precisamente admite tal le: CL!]URl8229/201O; en senti- N° 370-2010, 23 de septiembre de
pósito" y de "fraccionamiento ne- posibilidad, la gran mayoría de las do similar, Corte de Apelaciones 2010, contra Escobar Rivera, Víctor
cesario", rechazando la existencia decisiones dictadas en los últimos de Antofagasta, Rol N° 317-2009, Manuel y Parada Cáceres, Héctor
de un delito continuado de estafa, años coincide en rechazar la conti- 15 de diciembre de 2009, con- Mauricio, Cita Westlaw Chile: CL!
por falta de "unidad de propósito nuidad en esos casos. En un grupo tra Aguirre Chávez, Eduardo Se- ]URl7498/2010, siendo el bien ju-
del agente [...] desde que no es ve- de decisiones, el rechazo se funda gundo, Cita Westlaw Chile: CL! rídico de la "indemnidad sexual"
rosímilmente creíble sostener que en que, tratándose de "atentados en ]URl4890/2009, exigiendo "la 'uni- uno "personalísimo", por definición
los encausados [...] hayan previs- contra de bienes jurídicos eminen- dad de conciencia colectiva' a que se "se vulnera con cada ataque [ ] no
to en forma precisa y determinada temente persona1es, " «aparece como refiere la doctrina [que sólo] se en- pudiendo, en ningún caso [ ] frac-
realizar, durante un cierto lapso de esencial [...] el que el agente que cuentra presente cuando el hecho cionarse en diversos actos".
tiempo, veintidós conductas de uso realiza el acto típico obedezca a un delictivo es el mismo sin agotarse en
malicioso de instrumento público mismo propósito delictivo" (Corte cada acto, lo que no ocurre en este En cambio, recientemente la
falso, y otras tantas de estafa" y por-
de Apelaciones de Concepción, Rol caso"). En otro grupo de decisiones, Corte de Apelaciones de Temuco
que "no se aprecia una vulneración, N° 2552-2007, 12 de diciembre el rechazo parece ser más categórico, (Rol N° 345 2008, 24 de abril de
necesariamente dividida, de una de 2007, Cita Westlaw Chile: CL! de modo que no parece venir al caso 2008, contra Hugo Rogelio Espino-
misma norma [...] porque se fueron ]URl2979/2007, declarando que en la cuestión de si puede apreciarse, en za Vásquez [nulidad penal], N° ID
cometiendo a medida que se presen- la especie tal exigencia no se cum- el caso concreto, un propósito uni- LegalPublishing: 38894) resolvió
taban aisladamente las condiciones ple, pues "en él [el agente] se ob- tario; así, la Corte de Apelaciones reconocer la continuidad delictiva
necesarias para su comisión". serva una intención deliberada de de San Miguel (Rol N° 63-2007, ..
en un caso en que "existieron tres
afectar la indemnidad sexual de la 31 de julio de 2007 [recurso de episodios reprochables penalmente
La jurisprudencia de Cortes de menor en cada hecho por separado", apelación], N° ID LegalPublishing: por el acusado, referidos a un mis-
Apelaciones ha tenido oportunidad argumento que se repite, casi tex- 36865) entiende que "se acepta que mo hecho punible, realizado en un
de examinar, en numerosos fallos de tualmente, en Corte de Apelaciones el delito continuado puede recaer en mismo lugar y durante el lapso de
nulidad, si acaso procede reconocer de Temuco, Rol N° 498-2010,3 de bienes jurídicos de contenido patri- un mes", en atención a que todas
un vínculo de continuidad en el caso agosto de 2010, contra Salazar Fe- monial [...] ya aquellos que pueden esas conductas "obedecen a un mis-
de reiteración de atentados en con- rrada, Juan Honorindo, Cita West- lesionar la fe pública [pero], [s]e ha mo designio criminal, dándose en
establecido, por el contrario, que la especie un propósito de unidad
no hay continuidad en aquellos ca- de actos en que repitió su accionar
162 Pero conlapresencia delos Ministros Chaigneau y Rodríguez, quehabían concurrido
sos en que se verifican infracciones de significación sexual en la misma
al citado fallo de 30 de enero de 2006, y que ahora cambian de opinión, sin ofrecer
fundamentos paraello (10 que es una omisión común en la Corte Suprema chilena, a bienes jurídicos personalísimos, o forma" (con lo que sigue apegada a
como sedemuestra enCauso / MERA, 331, 337, 343, 349, Ycuya explicación seintenta dicho en otros términos, 'si lo in- la doctrina del "propósito unitario",
en Causo, 2007). justo del tipo se asienta en la lesión para el que no es indiferente que, a
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ART.74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.74

fin de cuentas, pese a la separación concurso real (sujetos, en su caso, al sito de unidad de actos en las dos de delitos; el segunda, la de los con-
cronológica, las tres ocasiones fue- régimen del Art. 351 del CP); si, en oportunidades en que repitió su ac- cursos reales de delitos. La situación,
ron "verificadas en un espacio corto cambio, se acepta la aplicación del cionar", descartando la Corte, por tratada por el Art. 75, inc. 1°, se-
de tiempo"; por otra parte, sin em- delito continuado a este tipo de de- déficit de evidencias probatorias, gunda alternativa, de que un delito
bargo, también parece subyacer a la litos, sólo corresponde aplicarlo en "que en una determinada época, en "sea el medio necesario para come-
decisión un fundamento cercano a la segunda de las hipótesis reseñadas que ellos se habrían producido, se ter el otro" (concurso media!), con-
la teoría de la alternatividad, cuando (y no, por cierto, invocando como han verificado dos delitos diversos ceptualmente es un caso de concurso
añade la consideración de que los fundamento la incertidumbre sobre e independientes entre sí, con sus real (CURY, 662), con independen-
tres atentados se cometieron "apro- la fecha de cada atentado). En otra propias circunstancias absoluta- cia de que su tratamiento punitivo
vechando que la víctima vivía en decisión, la Corte de Apelaciones mente desvinculadas unas de otras", sea el mismo (sistema de absorción
la misma casa donde pernoctaba el de Rancagua (Rol N° 138-2007, dando a entender con ello que, con agravada 163 de la pena) que el de
agente delictivo"). 24 de mayo 2007 [nulidad penal], mejores pruebas sobre la separación los casos de concurso ideal, lo que se
N° ID LegalPublishing: 36.393), cronológica entre ambos atentados, debe a que el legislador reconoce en
Fuera de ello, los tribunales han aparentemente también reconoce cabría negar la unificación delictiva, este caso -como en el del concurso
aplicado, con todo, la figura del de- la continuidad delictiva entre dos . la que en este caso, entonces, parece ideal- una fuerte vinculación fáctica
lito continuado en algunos casos de delitos sexuales, pero en realidad, haberse fundado más bien en que entre los diversos delitos acogidos a
atentados sexuales (como pone de en mi opinión, indirectamente la reiteración se produjo en un solo esta regla.
relieve ETCHEBERRY, 11, 114-115, ci- viene más bien a confirmar la tesis contexto temporal, y no en la exis-
tanda su propiaobraDPJ 11,73 yss., anterior, contraria a su aplicación, tencia de un vínculo de continuidad El examen de estos preceptos y
y DPJ IV; 190 yss.), ante "laimposi- pues la decisión expresamente se entre acciones claramente separadas de los problemas interpretativos que
bilidad de acreditar el número y cir- apoya en que "entre los dos episo- en el tiempo. plantean, se abordará más adelante.
cunstancias de cada acto cometido, dios reprochables penal mente reali-
aunque consta que se prolongaron zados por el acusado, no medió un IJI Pluralidad de delitos En este lugar sí cabe destacar
durante cierto lapso, esto es, hubo lapso superior a las 12 horas entre que el tratamiento punitivo estable-
más de uno", solución acaso "prag- uno y otro [... ] el primer atentado La regulación del los Arts. 74 cido por el Art. 74 del CP para el
mática', pero que, en mi opinión, ocurrió cuando [la víctima] estaba y 75 sugiere una diferencia concep- concurso real puede considerarse el
carece de fundamento; en efecto, si semidormida y, el segundo, a la ma- tual entre dos grupos de casos de tratamiento "por defecto", o la regla
se rechaza la aplicabilidad del deli- ñana siguiente cuando estaba en la pluralidad de delitos: la pluralidad general aplicable a estos casos, que
to continuado a casos de atentados ducha sin ropa [de lo que] es dable delitos constituida a través de un deja de ser aplicable, sin embargo,
sexuales, el déficit de prueba cierta colegir que [...] obedecen a un mis- solo hecho y la pluralidad de delitos cada vez que la Ley contemple reglas
sobre la reiteración debe conducir a mo propósito delictivo, pues clara- constituida a través de varios (dos o especiales, para casos excepcionales, en
condenar por un único atentado, y mente la posibilidad de efectuar las más) hechos. El primer grupo con- los que el legislador parece prestar
la existencia de pruebas fehacientes tocaciones a la menor se dieron en figura la hipótesis del concurso ideal atención a una cierta vinculación
sobre la reiteración (aun cuando no ese espacio de tiempo, obedeciendo
conste precisamente la fecha de cada el actuar del agente al sólo interés
atentado) debería conducir a con- de realizar tales acciones, mante- 163 La expresión "absorción agravada", tomada de MAÑALICH, 43, expresa de manera más
denar por a lo menos dos delitos, en niéndose de esta forma un propó- exacta el efecto de la regla que la tradicionalmente usada "absorción", a secas.

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entre los delitos sometidos a tales Si, por la naturaleza de las no protegen un único bien jurídico, 267, refiriéndose al Art, 509 del C.
reglas, más "fuerte" en el caso del diversas infracciones, éstas no lo que reduciría sustancialmente su de P.P., en esto idéntico, como se
concurso medial, más débil en los pudieren estimarse como un solo ámbito de aplicación, restringién- dijo, al Art. 351 del Cl'I; invocando
restantes casos. A continuación se delito, el tribunal aplicará la pena dola al caso en que haya una especie tres razones: primero, porque ello
mencionan los principales casos: señalada a aquella que, considera- de "identidad de bien jurídico pro- implicaría dar a los delitos cuyas pe-
da aisladamente, con las circuns- tegido" (cursiva en el original). nas se determinan a partir de un im-
a) La regla de absorción agravada tancias del caso, tuviere asignada porte expresado en dinero (10 que es
de la pena; establecida para el con- una pena mayor, aumentándola en Sobre las infracciones que, por una circunstancia azarosa, que no se
curso medial (v, infra, al tratar sobre uno o dos grados, según fuere el "su natural"eza , pue d en ser " .
estima- corresponde con una mayor repro-
el Art. 75 del CP), es una primera número de los delitos (... ]'1 das como uno solo delito", Novox, chabilidad de este primer grupo de
excepción a tener en cuenta (no así, 11, 227, refiriéndose al Art, 509 del delitos) un trato injustificadamente
la regla establecida para el concurso El propio Art. 351, inc. 4° del C. de P.P., idéntico en este punto al más severo que el que se da a los
ideal, pues este no es un caso espe- Cl; resuelve la cuestión de qué. se Art, 351 del Cl'P entiende que son delitos cuyas penas no se determi-
cial dentro del grupo de los concur- entiende por delitos "de la misma "aquellos tipos que pueden ser me- nan de ese modo, y que igualmente
sos reales, sino derechamente, otro especIe: .,,"aque 11os que arectaren
1: al didos en magnitudes o cuya carac- podrían ser estimados, conforme a
tipo de concurso). mismo bien jurídico", definición terización y pena toman en cuenta. su naturaleza, "como un solo deli-
que corrige, según CURY, 661-662, ciertas cuantías pecuniarias", como to", así como también es más severo
b) Una segunda regla es la de la algunas de las deficiencias de que el hurto, los daños y la malversación que el trato dado, en fin, a los de-
acumulación jurídica de las penas, es- ofrece el Art. 509 del C. de P.P. de caudales públicos, debiendo apli- litos que no pueden ser considera-
tablecida por elArt. 351 del Cpp, para ("aquellos que estén penados en un carse la regla de asperacián o acumu- dos "como uno solo" (los del inc. 2°
la reiteración de crímenes y simples mismo título del Código Penal o lación jurídica depenas (en este caso, del Art. 509 del C. de P.P., similar
delitos de la misma especie (asícomo Ley que los castiga'), pero no todas aumento en uno o dos grados), a en esto, al inc. 2° del Art. 351 del
la establecidapor elArt. 509 del C. de ellas, pues debería importar no sólo partir de la pena que corresponde al CPP); en efecto, para estos otros dos
P.P., para los mismos casos, aplicable a si se atenta contra el mismo bien ju- monto total de los hurtado, dañado grupos de delitos se considera como
las causasno sometidas a las reglas del rídico, sino también "la forma que o malversado (implícitamente, en suficiente exasperación punitiva el
CPP), que el Art. 397 del CPP tam- adopta el ataque", de modo que no el mismo sentido, ETCHEBERRY, 11, aumento de la pena en grado (uno
bién hace aplicable a la reiteración de serían de la misma especie, por ej., 117; también POLITOFF / MATUS / a tres grados, en el Art. 509 del C.
faltas de la misma especie. Confor- la estafa y el robo con violencia o RAMfREZ, PG, 467 164 ; MUÑoz, 348). de P.P.; uno o dos, en el Art, 351 del
me al Art, 351 del CPP: intimidación en las personas (CURY, En contra de esta solución se pro- CPP), aumento calculado a partir
512, 662, n. 42, si bien resolviendo nuncian SOLAR! / RODRíGUEZ, 266- de la pena del delito más grave (o de
"En los casos de reiteración el ámbito de aplicación de la agra-
de crímenes o simples delitos de vante de reincidencia específica, del
una misma especie se impondrá la Art. 12, N° 16, del CP). MATUS, 164 En realidad, unos y otros no acogen explícitamente la propuesta de NOVOA de sumar
cantidades, para calcular la pena básica desde la cual deben realizarse los aumentos
pena correspondiente a las diversas Comentario, 396, anticipa que la
dispuestos por la regla, sino que acogen simplemente su definición de qué tipo de
infracciones, estimadas como un solución del Art. 351 del CPP ge- delitos pueden ser estimados como uno solo. MATUS, sin embargo, posteriormente ha
solo delito, aumentándola en uno nerará problemas de aplicación, so- reconocido (v, infra, el texto principal), acogiendo ahora el criterio de GARRIDO, que
o dos grados. bre todo en el caso de delitos que efectivamente antes interpretaba así la regla sobre la forma de calcular la pena.
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uno cualquiera de los delitos come- "reiteración de hurtos", ha debido de analogía en perjuicio del conde- ofrece LAzo, 363-364, ese criterio
tidos, que tengan igual pena), pres- establecer expresamente esa forma nado, contraria al Art. 19, N° 3, de fue acogido, en realidad, de forma
cindiéndose en estos casos, enton- de calcular la pena. Para estos au- laCPR; por ello, propone entender unánime por la Comisión Reviso-
ces, de toda consideración a la pena tores, en cambio, los delitos de la que "pueden considerarse como ra), y añade a los ejemplos señalados
de los demás delitos, mientras que misma especie que "pueden estimar- uno solo", por ej., hurtos de cuan- por GARRIDO "los cada vez más fre-
para el primer grupo de delitos, a la se como uno solo", conforme a su tías análogas, lesiones u homicidios cuentes de abusos sexuales" (si no se
exasperación punitiva consistente en naturaleza, son aquellos que com- simples, aun si alcanzan distintos les trata como delito continuado),
el aumento de la pena en grado (tres parten una "relativa identidad típi- niveles de ejecución, y que "estimar advirtiendo además que el criterio
o dos, según el caso), se añade, even- ca', especialmente en la forma que como un solo delito" a las diversas tradicional (sumar cuantías para cal-
tualmente, la que resulta de tomar adopta la lesión del bien jurídico infracciones cuando, por ej., se trata cular la pena base) "produciría, en
por pena base, no la pena de uno (SOLARI/ RODRíGUEZ, 264, 263), sin de hurtos, daños o malversaciones, ciertos casos, una agravación mayor
cualquiera de los delitos cometidos necesidad de que sus penas se deter- no implica sumar las sumas cantida- que la de aplicar la regla siguiente"
(que deben tener igual pena, según minen en relación con una cuantía des hurtadas, dañadas o malversadas, (el inc. 2°, del Art. 351 del CPP).
estos autores, para quedar sujetos a apreciable en dinero. Sin embargo, sugiriendo, en cambio (si bien no es
la regla del inc. 1° del Art. 509 del la aplicación de la regla del inc. 1° claro al respecto), que simplemen- En relación con las infracciones
C. de P.P.), sino la pena asignada por del Art. 509 del C. de P.P., depen- te debe partirse de la pena. de una que, no obstante ser "de la misma es-
la Ley a un delito (imaginario) que de de que, además, los diversos de- de esas infracciones'v, para desde pecie", "no pudieren estimarse como
tuviera por importe la suma de los litos que "pueden estimarse como ahí efectuar los aumentos. Recien- un solo delito", SOLAR! / RODRíGUEZ,
importes de los verdaderamente co- un solo" tengan la misma pena (en temente, MATUS acoge este punto 262-264, incluían (interpretando el
metidos; segundo, porque ese trata- concreto, atendidas las reglas de de- de vista, advirtiendo, no obstante, Art, 509 del C. de P.P.) los delitos
miento más severo, incurriría, ade- terminación aplicables a cada uno que el criterio tradicional, defendi- que constituyen formas muy diferen-
más, en el defecto de considerar dos de ellos), pues la referencia a "la do por NOVOA, "es, por lo demás, tes de lesión del bien jurídico, dife-
veces en perjuicio del condenado pena correspondiente a las diversas la expresa voluntad de la mayoría de rencia que, por ej., se puede apreciar,
una misma circunstancia, a saber, el infracciones" precisamente supone la Comisión Revisora del Código de dentro del universo de los delitos
número de delitos cometidos, que, que sea la misma (ibíd., 264), Yque Procedimiento Penal de 1906" (MA- contra la propiedad, entre una figura
primero, incide en la pena usada a partir de ella se efectúe el aumen- TUS, 2008, s. N° de pág.; en efecto, de apropiación y una de destrucción
como base para calcular el aumento to punitivo. GARRIDO, II, 449 y n. como consta en la reseña que, sobre (no, en cambio, entre los hurtos y la
de pena y, luego, en la magnitud de 687, también rechazando la solu- el origen del antiguo Art, 537 del C. apropiación del Art. 470, N° 1, del
dicho aumento (uno o más grados, ción defendida por NOVOA, reitera de P.P. -posteriormente, Art. 509- Cp, en que la forma que adopta la
justamente según el número de de- el último de los tres argumentos de
litos); y, tercero, porque el precepto SOLARI / RODRíGUEZ, añadiendo que
analizado (el Art. 509 del C. de P.P.) la aplicación de la misma forma de 165 Si se trata, por ej., de hurtos de cuantías análogas, se partirá de la pena de un hurto de
dicha cuantía (no de la pena correspondiente a un hurto de la suma de dichas cuantías);
ninguna mención hace a la posibili- cálculo de pena, empleada expresa-
si se trata, en cambio, de la hipótesis, señalada por GARRIDO, de infracciones "iguales"
dad de "sumar" los importes hurta- mente por el Art. 451 del Cl; a una que "alcanzan distintos niveles de ejecución", aunque no lo diga explícitamente, la
dos, defraudados, malversados, etc., hipótesis para la que no aparece es- único coherente con su criterio es aplicar la misma regla que el inc. 2°, delArt. 351 del
a diferencia de la regla excepcional tablecida expresamente (el Art. 509 epp, establece para las infracciones que "no pudieren estimarse como un solo delito":
del Art. 451 del Cp, que, para la del C. de P.P.) constituiría un caso partir de la infracción que, en concreta, tenga mayor pena.

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ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADQ JAIMECOUSO ART.74

lesión del bien jurídico es muy simi- En mi opinión, tienen razón terial de los diversos delitos de la diante la suma de las cuantías de
lar). Tales delitos, entonces, se de- SOLARI / RODRÍGUEZ, GARRIDO Y misma especie, cometidos de for- lo hurtado, malversado, defrauda-
bían regir por la regla del inc. 2 0 del MATUS al rechazar la tesis propues- ma reiterada por el mismo autor. Y do, etc. Ahora bien, si no es ése el
Art. 509 del C. de P.P., que también ta por NOVOA, pues la exigencia de dado que este objetivo se justifica criterio que distingue el ámbito de
sería aplicable, en todo caso, a los sumar las cuantías monetarias, que con la misma razón para los dos aplicación de los inc. 10 y 2 0 del
delitos que, no obstante afectar del ya lleva eventualmente a un marco grupos de delitos a los que se refie- Art, 351 del Cl'P queda por re-
mismo modo al bien jurídico (razón penal superior, para sobre ese mar- re la disposición -los que pueden solver cuál de los propuestos debe
por la cual podrían "estimarse como co aplicar los aumentos de pena por considerarse como un solo delito y emplearse; pero esa definición pasa
un solo delito"), no tienen la misma la reiteración, por más que se apoye los que, por su naturaleza no pue- totalmente a segundo plano si, por
pena, en concreto (ibíd., 264, 270), en la opinión de la Comisión Revi- den considerarse de ese modo- el las razones señaladas a continua-
de modo que no podrían quedar su- sora del C. de P.P. (argumento his- tratamiento privilegiado debe ser ción, la regla que rige uno y otro
jetos a la regla del inc. 10 del mismo tórico), no se recoge expresamen- sustancialmente el mismo para am- caso termina, en la práctica, igua-
precepto. Para GARRIDO, 1I, 449, por te en la disposición del Art. 509 bos grupos, lo que no ocurriría si, lándose, para todos los delitos de la
su parte, a partir de los ejemplos que del C de P.P. (por contraste, en el por ejemplo, el autor de 2 violacio-
. .
misma especie.
ofrece (robos y hurto; injurias y ho- Art. 451 del Cl; para la reiteración nes de igual gravedad (considera-
micidio), se desprende que (bajo la de hurtos, sí queda claro que debe das todas las circunstancias) recibe En efecto, en primer lugar, y no
regla del Art. 509 del C. de P.P.) no sumarse las cuantías de lo hurtado, la pena superior en un grado a la obstante las diferencias en el tenor
podían estimarse como un solo deli- pero -consecuentemente con ello, señalada a una sola de ellas, mien- literal de ambos incisos del Art. 351
to los que, no obstante estar tipifica- que ya puede implicar alcanzar una tras que el autor de dos hurtos de del Cf'P para ambos grupos de deli-
dos en el mismo título, no afectaban pena superior- no se eleva la pena igual gravedad, por montos que, tos, destaca MATUS, el aumento debe
al mismo bien jurídico (en absoluto, por la reiteración, sino sólo se dis- sumados, conducen ya a una eleva- hacerse a partir de la pena concreta
o en parte, si una de ellas constituía pone aplicarla en su grado supe- ción de pena (a la que se sumará determinada, aplicando las circuns-
un delito pluriofensivo). MATUS, rior), y con tanta mayor razón no la que dispone el Art. 351), recibe tancias que sean del caso, de modo
por último, concluye, interpretan- puede bastar para develar el senti- la pena superior en dos grados a la que, no concurriendo circunstan-
do ahora al Art, 351 del CPP (que, do de una disposición contenida señalada para uno sólo de ellos; por cias que modifiquen un marco pe-
para definir cuándo los delitos son en una Ley distinta (el Art. 351 del ello, en conclusión, también en los nal compuesto de dos o más grados,
"de la misma especie", sustituyó el CPP), dictada un siglo más tarde, casos del inc. 10 del Art, 351 del el aumento puede hacerse a partir
criterio de la inclusión "en el mismo en la que tampoco se recoge expre- CPP el cálculo de pena partirá de del grado mínimo de éstos, asu-
título" por el que atiende a la identi- samente aquella solución. Y si bien la que corresponda a un delito real- miendo que éste corresponde a la
dad del bien jurídico afectado), que la obscuridad de la expresión, au- mente cometido (en su caso, el más pena determinada (MATUS, 2008).
los delitos que "no pueden estimarse toriza a consultar su "espíritu", éste grave, si se entiende que también En mi opinión, si bien ello sólo es
como un solo" son (solamente) "los se revela con mayor propiedad en en este inciso se regula la pena de la claro (según el tenor literal) en el
casos en que los delitos pluriofensi- este caso atendiendo a una inter- reiteración de delitos que no tienen caso del inc. 2 0 del Art. 351 (donde
vos tienen al menos un mismo bien pretación teleológica de la disposi- la misma gravedad, que, por otra expresamente el aumento parte de
jurídico protegido en común" (como ción, cuya finalidad claramente es razón, puedan considerarse como la pena señalada a la infracción que
el hurto y el robo con intimidación) moderar los excesos punitivos que uno solo), y no a un delito inexis- "considerada aisladamente, con las
(MATUS, 2008). resultarían de la acumulación ma- tente, construido ficticiamente me- circunstancias del caso, tenga asig-
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1.-
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nada pena mayor") 166, concurriendo 2° del Art. 351 del Cpp, tal como de la misma especie reiterados, para, de pena exige tener en cuenta "las di-
en el primer caso las mismas razones ocurría sólo con el inc. 2° del C. de en seguida, tomando por base la pena versas infracciones", lo que aludiría a
materiales que en el primero justifi- P.P.) el "número de los delitos" es el del delito que, "con las circunstancias todos los delitos cometidos, lo que no
can realizar el aumento sólo una vez criterio que debe guiar la decisión del caso" resulte con mayor pena, o podría ocurrir si dentro del universo
consideradas las demás circunstan- del tribunal acerca de cuál será el cualquiera de ellos, si la pena es la total de "las diversas infracciones" co-
cias (lo que puede llevar a una pena número de grados en que aumen- misma, efectuar el aumento en uno metidas y por juzgarse, algunasson de
menos severa; v. supra, "Comentario tará la pena (habiendo acuerdo en o dos grados, teniendo en cuenta el la misma especie y otras no, hipótesis
al Art. 50", "IJI Orden de aplica- que el aumento es obligatorio, a lo número de delitos cometidos. en que no podrían aplicarse las reglas
ción... " ), es perfectamente razona- menos en un grado; así, ya NOVOA, del Art. 509 del C. de P.P. para los pri-
ble aplicarle analógicamente la regla JI, 227), la doctrina parece coincidir Pasando a otra cuestión, pese al meros, para luego acumular material-
establecida para el segundo grupo (con razón) en que, necesariamente, carácter general con que aparecen mente la pena así determinada, con-
(la misma solución habían defen- el mismo criterio debe seguirse para formuladas, MATUS aclara que "am- forme al Art. 74 del Cp, con las penas
dido ya SOLAR! / RODRÍGUEZ, 265, adoptar esa misma decisión respec- bas reglasoperan sobre la idea de que de los segundos. En mi opinión, la
interpretando el Art. 509 del C. de to del primer grupo de delitos (los al menos uno de los delitos que se limitación, fundada en un argumento
P.P., para alcanzar una interpretación del inc. 1° de cada una de esas dis- comete contempla penas que pueden de texto no concluyente (las "diversas
armónica de los dos incisos de dicha posiciones) (así, NOVOA, JI, 227; de graduarse, sus grados se encuentran' infracciones" no tienen por qué ser
disposición, y evitar que las circuns- acuerdo con él, MATUS, 2008 167) . en alguna escaladeterminada y es po- necesariamente todas las cometidas,
tancias modificatorias que afectan sible el aumento de al menos un gra- sino que bien pueden ser todas "las
a uno solo de los delitos terminen Así las cosas, la cuestión de cuáles do de ellas" (Mxrus, 2008), de modo de la misma especie") no se justifica,
afectando la pena de todos ellos, si son -dentro del universo de los "de- que, cuando ello no es así (porque de modo que nada obsta a exasperar
la unificación punitiva que el pre- litos de la misma especie"- los que las penas carecen de grados, como la la pena de los delitos de la misma es-
cepto dispone se produce antes de deben quedar sujetos a uno u otro multa; o se trata, en concreto, de una pecie, y acumularlos,luego, conforme
considerar el efecto de aquellas cir- de aquellos dos primeros incisos del pena indivisible no susceptible de al Art. 74, con las penas de los que
cunstancias) . Art. 351 del Cpp, pasa a ser de orden agravación, como el presidio perpe- no son de la misma especie. De he-
meramente clasificatorio; pues en tuo calificado) debe aplicarse la regla cho, ello resultará así, por ejemplo, si
Por su parte, y en segundo lu- ambos casos, debe primero determi- de acumulación del Art. 74 del CP. a una pena determinada conforme al
gar, si bien sólo respecto del segun- narse la pena concreta que correspon- Art. 351 del Cl'R para varios delitos
do grupo de delitos' (los del inc. de a cada uno de los diversos delitos Una limitación adicional a la de la misma especie, más tarde hay
aplicabilidad de la regla del Art. 509 que acumular materialmente, en vir-
del C. de P.P. (aparentemente aplica- tud del Art. 74 del Cl; una pena co-
166 De hecho, con anterioridad, MATUS, Comentario, 396, extraía esta conclusión sólo ble también, en los mismo términos, rrespondiente a un nuevo delito (que
para los casos sujetos al inc. 2° (del Art, 509 del C. de P.P., y, por extensión, del Art, a la del Art. 351 del CPP) identifican no sea de la misma especie), cometi-
351 del CPP). SOLAR! / RODRÍGUEZ, 268-269, en do por el mismo agente. En ese caso,
167 Cfr. MUÑoz, 349, criticando la regla del Art. 509 del C. de P.P. porque "en ninguno
el sentido de que sólo sería posible ciertamente no podría sostenerse que,
de los dos casos se tome]a] en cuenta la entidad de los deliras, en circunstancias de que
precisamente la consideración de la naturaleza de los delitos, y no sólo un número, cuanto todos los delitos cometidos, por ej., en aplicación del Art, 164 del
constituye el factor más trascendente para estimar que el sistema de la acumulación y que deban ser juzgados, sean de la COI, debería revertirse el efecto de
jurídica es superior a los demás" (la cursiva está en el original). misma especie, pues la reglade cálculo la aplicación del Art, 351 del CPP a
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los primeros delitos, para ahora, ex (GARRIDO, II, 450, explicando que así nión, no corresponde tratar como en el que ambos delitos se han come-
post, acumular las penas de todos ellos lo entiende la jurisprudencia; en el casos de concursos especialmente tido (suficiente para que las razones
(sean o no de la misma especie), con- mismo sentido, CURY, 661). regulados por la Ley (como parece político criminales exijan el trata-
forme al Art, 74 del CP. No siendo ra- hacerlo MATUS, Comentario, 395) miento punitivo agravado), o si aca-
zonable ello, en esa hipótesis, tampo- e) También constituyen una ex- a los que previamente han sido ca- so se requiere una especial relación
co parece rawnable privar al Art, 351 cepción a la regla general de acumula- lificados como hipótesis de unidad objetiva y/o subjetiva, a la manera
del CPP de su efecto natural en rela- ción material de penas, del Art. 74 del jurídica de acción (o de delito), por de la "abrazadera típica" requerida,
ción con el subconjunto de los delitos Cp, los casos de concursos especial- ej., los delitos complejos, pues en es- por ej., para el robo con intimida-
de la misma especie (cuando ello sea mente regulados por la Ley penal, a tas hipótesis se parte de la base de ción o violencia en las personas, sin
más favorable para el condenado), si veces, en principio para ofrecerun tra- que, desde el punto de vista de la la cual no se da el mayor desvalor de
en un mismo proceso y condena ellos tamiento punitivo privilegiado, como valoración jurídica, no se han co- acción que resulta, en ciertos casos
concurren con algunos que no son de ocurre con la regla del Art. 451 del metido dos o más injustos típicos (y de delitos complejos, de una valora-
la misma especie, cuyas penas deban Cpp, establecida para la "reiteración culpables), sino uno solo, mientras ción unitaria del injusto.
acumularse, en virtud del Art. 74 del de hurtos [...] a una misma persona, que en los concursos de delitos, el
Cl; con la resultante de aquella otra o a distintas personas en una misma Derecho penal aprecia la comisión IV Concurso aparente de leyes
regla. Ninguna razón material se opo- casa, establecimiento de comercio, de una pluralidad de injustos típi- penales
ne a ello, ni tampoco lo exigeel tenor centro comercial, feria, recinto o lu- cos (culpables), si bien los castiga de
literal de la disposición. gar", caso en que "eltribunal calificará forma unificada (por razones más El concurso aparente de leyes
el ilícitoy hará la regulaciónde la pena bien de Política Criminal). Para el penales también constituye, en cier-
Por último, y en los casos a los tomando por base el importe total de primer caso (unidad jurídica de ac- to sentido, un caso de unidad de-
que las reglas del Art. 351 del CPP sí los objetos sustraídos, y la impondrá ción), entonces, no se establece, pro- lictiva, en el que, a pesar de que la
resultan en principio aplicables, el inc. al delincuente en su grado superior", piamente, un "régimen concursal", conducta formalmente aparece rea-
30 del mismo artículo dispone, sin lo que, según GARRIDO, II, 451, ven- sino una pena, para el único delito lizando dos o más tipos penales, una
embargo, que si de la aplicación de la dría a representar una cierta forma de cometido. Si acaso reglas como, por valoración jurídica correcta condu-
acumulación de penas, dispuesta por absorción de la pena, aclarando que, ej., la del Art, 372 bis del CP (esta- ce a someterla a la regulación de uno
el Art. 74 del Cl; resultare una pena ciertamente, no se trata de aumentar blecida para quien "con ocasión de solo (se aplicará una sola Leypenal
inferior, deberá aplicarse esta disposi- la pena en un grado sino de imponer violación, cometiere además homi- de las varias que entran en concurso
ción en lugar del Art, 351 del CPP. el grado máximo de los contempla- cidio en la persona de la víctima", y aparente), de modo que, para todos
Esta contraexcepción es imperativa dos por el marco penal -o el único que agrava el tratamiento punitivo, los efectos, se entiende cometido
para el tribunal, y no facultativa como grado, si el marco penal no tiene más en lugar de privilegiarlo) constitu- un solo delito. Pese a ello, se suele
sugiere el uso de la expresión "podrá" que uno 168_ . En cambio, en mi opi- yen un caso de delito complejo o de tratar al concurso aparente de leyes
una regla concursal especial para una fuera del listado de casos de unidad
pluralidad de delitos, es, justamente, delictiva (v., por ej., CURY, 667; GA-
1GB No corresponde, en cambio, aplicar analógicamente el Art. 67 del CP y circunscribir
una discusión de Parte Especial, de RRIDO, II, 456; MATUS, Comentario
la determinación de la pena concreta al máximum del único grado (en ese sentido,
rechazando la aplicación analógica del Art. 67 del Cl; la sentencia de la Corte Suprema, cuya respuesta dependerá si hay que 388), acaso porque la afirmación de
1970, RDJ LXVIII, 4-37, contra Waldo Astorga Rivera, citada por ETCHEBERRY, DPJ conformarse con la existencia de un la unidad delictiva en la generalidad
IV, 227-228 Yn. 3988). contexto situacional ("con ocasión") de los casos no es problemática por-
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que se verifique por oposición a una pio de subsidiariedad, mas no al de (Art. 468 del CP), de modo que el documento (o instrumento) privado
aparente pluralidad de acciones, sino alternatividad). MATUS, en cambio primero "no es sino una clase espe- y la estafa (ya, por ej., en la senten-
por oposición a una aparente plu- (ya en MATUS, 1994,5 a 31; v. tam- cial de estafa: causar un perjuicio cia de la Corte Suprema de 6 de oc-
ralidad de leyes que aparecen sien- bién MATUS, Comentario, 389-391; mediante ese engaño particular que tubre de 1953, en RDJ L, 192, cita-
do satisfechas (sin embargo, en las MATUS, 2008, 305-322, refiriéndo- consiste en falsificar un documento" da por MATUS, Comentario, p. 389;
hipótesis de aplicación del principio se a los Arts. 8.1-8.4 del c.P. Espa- (ETCHEBERRY, II, 123; la negrilla está también en sentencia de la Corte
de consunción, lo problemático de la ñol de 1995; y POLITOFF / MATUS / en el original; cfr., sin embargo, en Suprema [contra Francisco Segundo
afirmación de la unidad delictiva se RAMÍREZ, PG, 459-461) rescata los contra de esta opinión, NOVOA, II, Marín Almonacid], en RDJ LXVII,
aprecia en la oposición a una apa- principios de subsidiariedad y al- 258, quien advierte que "elArt. 197 4-318, citada por ETCHEBERRY, DPJ
rente pluralidad de acciones típicas, ternatividad, destacando su aptitud no cabe íntegramente en el Art. 468 IV, 407 y 506 y ss.). También por
tal como ocurre, por ej., en las hipó- para resolver más satisfactoriamente [...] [pues el primero] exige que se el principio de especialidad se apre-
tesis de unidadjurídica de acción). casos que no quedan resueltos por obre 'en perjuicio de tercero' [...] cia concurso aparente entre un de-
los de especialidad y consunción. [pero] no se manda que el perjui- lito de prevaricación cometida por
El estudio de los concursos cio haya de ser pecuniario, único abogado ("que con abuso malicioso
aparentes de leyes penales se resu- a) Principio de especialidad. al que puede referirse el Art, 468", de su oficio, perjudicase a su cliente
me en el de los diversos principios En este caso, el concurso aparente se argumento que, si convence, deja a [... ]", Art, 231 del CP) y un delito
que conducen a la aplicación de resuelve con relativa sencillez, apli- salvo, en todo caso, la posibilidad de de estafa residual (Art. 473 del CP)
una sola de las leyes aparentemente cando el principio de que la Ley es- absorber la estafa en la falsificación, cometida en el mismo acto en contra
concurrentes, que desplaza a las de- pecial prevalece sobre la Ley general por consunción, pues a lo menos de su cliente (Corte de Apelaciones
más. Si bien nuestra doctrina suele (lo que podría verse como aplica- "ordinariamente" la segunda -con de Temuco, Rol N° 554-2008, de
mencionar los cuatro principios tra- ción de la regla del Art. 13 del Ce, sus consecuencias perjudiciales para 2 de julio de 2008 [nulidad penal],
dicionales -especialidad, consunción, "Las disposiciones de una ley, relati- el patrimonio- acompañaría a la N° ID LegalPublishing: 39.866, re-
subsidiariedad y alternatividad-, la vas a cosas o negocios particulares, primera). La misma relación de es- chazando expresamente la existencia
doctrina mayoritaria, coincidiendo prevalecerán sobre las disposiciones pecialidad se da entre el parricidio y de un concurso ideaP69).
con el punto 'de vista de ETCHEBE- generales de la misma ley, cuando el homicidio.
RRY, 98-99, reconoce eficacia prác- entre las. unas y las otras hubiere b) Principio de consunción.
tica exclusivamente a los principios oposición"). En materia de tipos pe- La jurisprudencia también ha Para CURY, si el principio de espe-
de especialidad y de consunción (en nales, el principio es aplicable cuan- reconocido un concurso aparente por cialidad es "de carácter lógico" (la
ese sentido, CURY, 668; v. también do "de las normas aparentemente especialidad entre la falsificación de Ley que "lo aprehende [al hecho]
NOVOA, II, 252-253, si bien los aplicables, una de ellas contiene
considera sólo como unas "pautas" una descripción del mismo hecho
frecuentemente útiles para dilucidar descrito en otra, pero en forma más 169 La relación de especialidad, sin embargo, es muy dudosa en el caso, si se considera, en
una cuestión interpretativa que no particularizada y detallada" (ETCHE- la misma decisión, que el tipo de la estafa requiere de un engaño, que no es, por cierto,
un elemento necesario en la prevaricación, de modo que no toda prevaricación delArt.
es reducible, sin embargo, a la apli- BERRY, II, 123). Es este principio
231 (ni siquiera si se le restringe a la que consiste en perjudicar al cliente) constituye
cación de unas reglas formuladas a el que hace prevalecer el tipo de la una estafa; el caso, de todos modos, bien puede configurar concurso aparente por
priori; GARRIDO, II, 460 parece re- falsificación de documento priva- consuncián, por lo que es perfectamente plausible la decisión de descartar el concurso
conocer eficacia también al princi- do (Art. 197) sobre el de la estafa ideal.
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ART.74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART.74

de manera más perfecta en sus par- cuando, al decir de ETCHEBERRY, "la Cp, argumento sugerente en lo que riamente" a la figura delictiva prin-
ticularidades" debe prevalecer, por ley, al establecer la penalidad de una se refiere a la prohibición de tener cipal, "como antecedentes, como
razones lógicas, sobre la que lo apre- figura delictiva, ya ha tomado en en cuenta (para agravar la pena) las medios, como etapas de desarrollo,
hende sólo en sus características más consideración la gravedad (o "des- circunstancias "inherentes al delito" como consecuencias, etc." (el énfa-
gruesas), el principio de consunción valor") de otras conductas, también (si bien la "regularidad" exigida por sis es nuestro). MATUS, Comentario,
(o de absorción) es de carácter "axio- punibles, que la acompañan ordi- el principio de consunción no equi- 391-393; v. también, aunque en re-
lógico", pues lleva a desplazar una nariamente" (ETCHEBERRY, Il, 124), vale a la "necesidad" aludida por el lación con el CP Español de 1995,
de las leyes (tipos) colmadas por el como ocurre, por ejemplo, con el Art. 63); ETCHEBERRY, Il, 125, argu- MATUS, 2008, 318-320, por su parte,
hecho sancionándolo sólo conforme delito de homicidio consumado, menta además que este principio fue recurre a la clasificación tripartita de
a la Ley (tipo) restante, cuando "el cuyo desvalor es capaz de absorber tenido en cuenta por el legislador al los actos copenados, según la oportu-
desvalor delictivo que implica la eje- a la tentativa fallida de homicidio establecer una cláusula de subsidia- nidad en que aparecen, en relación
cución de uno de ellos contiene al cometida segundos antes de dar la riedad expresa para el castigo de los con el acto principal: actos anterio-
que supone la realización del otro" estocada mortal' 70. Castigar al au- daños en el Art. 488 del CP ("sólo res copenados (como la intervención
(CURY, 669; en el mismo sentido, tor' en tales casos, por todos estos [...]cuando el hecho .no pueda con- previa en calidad de inductor, en
MUÑoz, 378, tratando al principio delitos constituiría una infracción siderarse como otro delito que me- relación con la conducta principal
de consunción como un problema de del non bis in idem (ETCHEBERRY, Il, rezca mayor pena'), pues "la Ley no de autoría; las tentativas fallidas de
antijuridicidad, en contraposición 125); por ello, tanto ETCHEBERRY, ha podido desconocer que los daños comisión, en relación con la poste-
con el principio de especialidad, que Il, 125, como GARRIDO, Il, 459, re- a las cosas forman parte inherente rior consumación -"siempre que se
resulta ser un problema de tipici- lacionan el principio de consunción de multiplicidad de delitos". mantenga una misma voluntad cri-
dad), lo que ocurre especialmente con preceptos como el Art. 63 del minal y no varíe el objeto material"-;
Apreciar si acaso uno de los in- o la comisión de delitos de peligro,
justos típicos contiene el desvalor de en relación con la posterior ejecución
170 En cambio, es dudoso que el ejemplo citado por ETCHEBERRY, 11, 124, Y por GARRI-
DO, 11, 458, en el que un robo con fuerza absorbería a los daños y a la violación de
otro u otros, es un problema inter- del delito de lesión que actualiza di-
domicilio, deba considerarse un caso de aplicación del principio de consunción, pues, pretativo complejo, que se debe cen- cho peligro -como "las amenazas se-
en el caso de la violación de domicilio o morada pare ser más bien el principio de trar en los respectivos tipos penales guidas del mal amenazado"-): actos
especialidad el que la desplaza, y no el de consunción (a menos que se diferencie, de (NOVOA, Il, 248 Y 251, enfatizando propiamente acompañantes copenados
forma convincente, el concepto de morada del Art. 144 del Cl; del concepto de lugar que ese análisis no puede ser eludido (como las "diversas formas de parti-
habitado o destinado a la habitación, del Art. 440 del CP, habría que ver en este tipo cipación en el delito simultáneas a la
mediante la aplicación de ninguna
de robo una especie de violación de morada, cuya particularidad -como en el burglary
del derecho anglosajón- es que se comete como medio para cometer otro delito, en este
fórmula de sencilla aplicación). En ejecución material del mismo" -por
caso, un hurto; y si bien es cierto que, como sostiene ETCHEBERRY, 86, "no todo robo todo caso, las hipótesis propuestas ej., en el paso de la complicidad a la
con fuerza en las cosas comporta necesariamente la violación de domicilio", sí parece paradigmáticamente por la doctrina autoría-; o la ejecución de "hechos de
ocurrir que todo robo con fuerza en lugar habitado o destinado a la habitación importa suelen expresar la exigencia de "regu- escaso valor criminal que acompañan
violación de domicilio; y el asunto es que parece tener más sentido estudiar la relación laridad" (si no de "inherencia') con regularmente la comisión de cier-
concursal concentrándose en este tipo calificado, y no en un tipo abstracto, como sería
que la conducta absorbida acompa- tos delitos de homicidio y lesiones,
el robo con fuerza en las cosas, a secas); por su parte, tratándose de los daños, quedan
desplazados simplemente a través de una cláusula de subsidiariedad expresa (v, Art. ña a la principal. Así, ETCHEBERRY, como las injurias de hecho y las le-
488 del CP, comentado infra, en el texto principal), que hace innecesaria la compleja Il, 124, entiende que son absorbidas siones leves[...]", si bien en POLITOFF
valoración subyacente al principio de consunción. conductas que "acompañan ordina- / MATUS / RAMÍREZ, PE, 109, coin-
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cidiendo con POLITOFF / GRISOLÍA / Para decidir si el desvalor de una En particular, tendría sentido exami- representen ataques más directos
Bosros, 158, el homicidio también conducta valorativamente ya contiene nar si el marco penal establecido por contra la vida (común o individual)
absorbe alguno cuyo valor criminal al de la otra, también es relevante te- la Ley que habría de prevalecer (por deben absorber a los que significan
no es escaso, como el aborto violen- ner en cuenta la magnitud de la con- ej., la que conmina penalmente el ho- ofensas más lejanas"; criterio que ma-
to [...]") y actos posteriores copenados minación penal de una y otra (pero micidio consumado), es lo suficien- terialmente recoge la jurisprudencia
(como "el aprovechamiento o destruc- CURY, 670, advierte que sólo como temente elevado y amplio como para en el caso de la tenencia ilegal y el
ción de los efectos del delito", "el ago- "criterio de referencia", y que sería permitir que el desvalor de la conduc- porte ilegal de armas (v, la sentencia
tamiento de la intención puesta en el engañoso dejarse guiar únicamente ta tipificada por la Ley desplazada (en de apelación de la Corte de Apelacio-
delito preferente"!", o ciertos "actos por él; en el mismo sentido Novox, el ejemplo, la tentativa de homicidio nes de Rancagua, Rol N° 217.637, de
de autoencubrimiento" -ETCHEBERRY, II, 251: "[u] na pena mayor es gene- fallida, o la inhumación ilegal) sea 23 de abril de 2004, contra José San-
II, 127, propone el ejemplo de la in- ralmente (no siempre) una indicación considerado al fijar la pena concreta, dro Zamorano Meneses [recurso de
humación ilegal del cuerpo de la víc- de que el tipo que la contiene puede como parte de la "mayor o menor apelación], N° ID LegalPublishing:
tima del homicidic--). tener preeminencia sobre otro"172). extensión del mal producido por el 30.356: "afectando ambas infraccio-
delito" (criterio considerado por el nes al mismo bien jurídico, que es la
Art. 69 del CP). seguridad pública, no cabe duda que
l7l MATUS, Comentario, 393, cita como ejemplo "el uso del documento falsificado por
la conducta de porte engloba el dis-
parte de quien lo falsifica"; sin embargo, en el Art. 196 del CP el legislador parece
haber establecido derechamente un caso de subsidiariedad (que bien puede conside- Firialmente, el hecho de que dos valor de la tenencia"). Sin embargo,
rarse expresa): se castigará por uso malicioso (sólo) a quien no ha incurrido ya en la o más conductas representen diversas según POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
falsificación propiamente tal, como lo deja en evidencia la expresión "como si fuere formas de poner en peligro o lesionar PE, 56, cuando el delito de peligro
autor de la falsedad". Siendo así, resulta artificioso recurrir al principio de consunción, el mismo bien jurídico, es un criterio importa no sólo un peligro indivi-
cuyos resultados son siempre más discutibles e inciertos.
para tener por absorbido el desvalor dual (este sí era el caso, en cambio,
172 Lo que debe entenderse en el sentido de que, aun un marco penal elevado, que por su
cuantía bien podría "absorber" la pena de un delito relativamente leve, no basta para de las formas de puesta peligro más en el ejemplo de MATUS, Comenta-
afirmar que el respectivo injusto penal valorativamente pueda entenderse abarcado por tenues dentro del castigo las formas rio, 392, de las amenazas seguidas
el injusto del delito mayor. En ningún caso se sugiere, en cambio, que el delito con más intensas de puesta en peligro, del mal amenazado), sino un peligro
menor pena pueda absorber al delito con mayor pena (ETCHEBERRY, 11, 127, rechaza como lo sugiere ETCHEBERRY, 92, común, como ocurre con el porte
expresamente esa posibilidad a propósito de los "actos anteriores impunes": la violación
cuando sostiene que "los delitos que ilegal de armas, el castigo del homici-
de la mujer no puede absorber el homicidio del marido -pero sí las lesiones, habría
que acotar- usado como medio para acceder a la primera). De igual modo no parece
plausible la solución de una consunción inversa, propuesta por MATUS, Comentario,
392, para el "concurso" entre una tentativa de suicidio y un aborto consumado, pues la Continuación nota 172

"conducta principal impune" justamente no tiene marco penal dentro del cual pueda de la conminada con menor pena absorba el desvalor de la castigada con mayor pena,
tenerse en cuenta (y sancionarse) el desvalor de la conducta absorbida. Más sentido, parece contraria a la lógica del principio: no se ve cómo un injusto penal que merece
que la afirmación de un "concurso" entre una ley que tipifica una conducta y una "ley" mayor pena, puede quedar "absorbido" por un marco penal menor por el simple
que considera atípica a otra, parece tener el reconocimiento de una justificación del hecho de que fue cometido como un comportamiento que "acompaña" regularmente
aborto en base a un ejercicio legítimo del derecho de la embarazada que, en el uso de a otra conducta constitutiva de un injusto penal con menor merecimiento de pena;
su libertad de autodeterminación, decide terminar con su vida, a costa de la del feto, cosa distinta sería si el contexto en que se cometió esta segunda conducta configura
justificación que no desaparece por el hecho de fracasar en su tentativa de darse muerte. una exculpante, o una eximente incompleta basada en la menor culpabilidad, eficaz
Fuera de ese caso, la afirmación de una consunción inversa en el caso de un concurso también respecto de la primera conducta. Pero eso no constituiría un concurso de leyes
de dos leyes que tipifican y conminan diversas conductas, de manera tal que el castigo penales (de tipos).

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dio no absorbe el desvalor de última apartado dedicado a este tipo de con- parte, la C. de Valparaíso también e) Principio de subsidiariedad.
infracción 173, Y debe apreciarse un curso-; en el mismo sentido, la sen- identifica un concurso aparente por Admitiendo que en una serie de ca-
concurso mediaP4 (algo parecido su- tencia de la Corte de Apelaciones de consunción (Rol N° 648-2007, de sos es acertada la crítica dirigida por la
giere, indirectamente, ETCHEBERRY, Santiago, Rol N° 1400-2007, de 19 6 de julio de 2007, contra Fernan- doctrina nacional a este principio, en
92: el ataque "más directo" contra un de junio de 2007, contra Jaime An- do Wladimir Villegas y ánez; Álvaro el sentido de que ya vienen resueltos
bien jurídico individual -revelado tonio Muñoz Orellana [recurso de Alejandro Navarrete Catalán [nuli- por los principios de especialidad o de
por su mayor pena- no absorbería el apelación], N° ID LegalPublishing: dad penal], N° ID LegalPublishing: consunción, o que constituyen "simples
desvalor de "una infracción de tipo 39.549); en cambio, para la Corte de 36695) y no un concurso de delitos, delimitaciones del alcance de ciertas
"mixto", que atente contra intereses Apelacionesde Santiago (RolN° 819- en la hipótesis de un robo con inti- normas, sin contenido material"175,
individuales y comunes a la vez"). El 2009, de 17 de junio de 2009, contra midación en que el ofendido estuvo MAros, Comentario, 389-390; tam-
mismo criterio sigue la decisión (re- Marcelo Iván Palma Martínez [nuli- privado de libertad por el autor por bién en MAros, 2008, 308-314, se
cién citada) de la Corte de Apelacio- dad penal], N° ID LegalPublishing: algunas horas ("existió un solo de- rescata este principio (de forma con-
nes de Rancagua, al considerar que 42274) el porte de armas no puede lito de robo con intimidación [...] vincente), por su utilidad para resolver,
las lesiones y el porte ilegal del arma ser castigado de forma independien- puesto que el secuestro que padece conforme a criterios valorativos (que
con que se cometieron son delitos te al robo con intimidación cometi- el ofendido como consecuencia del van "más allá de consideraciones 'pu-
independientes, que deben castigar- do precisamente con el arma que se robo con intimidación quedó sub- ramente utilitarias' [... ]176", hipótesis
se de forma separada (que ni siquiera portaba, que parece, entonces, absor- sumido en la figura del artículo 436 en que corresponde identificar una
entran en concurso ideal -v . infta, el ber el desvalor del primero. Por su del Código Penal y no constituye un relación de subsidiariedad tdcita entre
delito independiente, siendo sólo dos tipos penales que se interfieren
un componente de aquél, ya que la como dos círculos secantes!", por lo
173 Sin embargo, ello sólo seria cierto para la figura "privilegiada" de porte ilegal de ar-
retención de la víctima por algunas menos en dos constelaciones de casos,
mas, del Art. 11, inc. 2°, de la Ley N° 17.798 (lo propio puede decirse de la figura
"privilegiada" de tenencia ilegal, del Art. 9°, inc. 2°, de la misma ley), pues sólo en ella
horas, se realizó sólo con ocasión del para los que propone, respectivamen-
el peligro común parece fundamentar el desvalor del comportamiento; en cambio, si robo, que fue el móvil principal del te, las siguientes soluciones: 1° "[s]i
al autor de un homicidio se le quiere hacer responder por la figura básica, del inciso accionar delictual"). concurren dos o más figuras calificadas
1° de tal disposición (así como la del inc. l° del Art. 9), precisamente porque es el
homicidio cometido (y que será castigado) lo que revela que el porte (o la tenencia)
estaba destinada a perpetrar un delito (en este caso, el homicidio), entonces es claro 175 En efecto, en este caso, según concluye ETCHEBERRY, "la disposición que consagra la
que se estaría violando el non bis in idem, pues la mayor pena de la figura básica, por "subsidiariedad" no tiene otro alcance que declarar explícitamente la voluntad del
sobre la figura privilegiada, no se fundaría en tal caso en el peligro común, sino en legislador en el sentido de aplicar el principio de especialidad y mantener la vigencia
un peligro individual en contra de la vida de la víctima, que debe ser absorbido por de las leyes anteriores que contemplen casos especiales" (ETCHEBERRY, 98).
el delito que representa la actualización de ese peligro (el homicidio). Y si en tal caso 176 Tomando distancia del punto de vista de CURY, 670.
puede afirmarse que queda a salvo la posibilidad de castigar de forma separada al l77 Según el propio MATUS, existe "relación de interferencia entre dos o más normas penales
autor -con pena de multa- por la figura privilegiada de porte (para hacerse cargo del cuando, además del o los casos en que son redundantes, todas tienen un ámbito de
desvalor de la puesta en peligro común subyacente a todo porte ilegal), el desvalor de aplicación independiente" (MATUS, 2004, 13). En otro lugar (MATUS, Comentario,
esta conducta también puede ser absorbido por el castigo del homicidio, en virtud del 390) caracteriza la situación así "[sjon los casos en que en la relación entre dos preceptos
criterio de la insignificancia. legales por lo menos un caso concreto que es subsumible en uno de dichos preceptos lo es
174 Estos autores hablan aquí de "un concurso ideal-por relación de medio a fin-", alu- también en el otro; y por lo menos un caso concreto que es subsumible en el primero no lo
diendo realmente,
\
entonces, al concurso medial, también denominado concurso ideal es en el segundo, y viceversa, siempre que ambos receptos tengan en común al menos una
impropio. misma propiedadjurídico penalmente relevante".

662 663

J
ART. 74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 74

de una misma básica, como en el caso tar de obra)- o por referirsea casosque Por último, MATUS, Comenta- decir, a las consecuencias jurídico pe-
de las relaciones entre lesiones graves- deben ser tratados como concursos rio, 393-394, se refiere a los "efectos nales que la Ley desplazada mantiene
gravísimas y mutilaciones, ha de ser (reales o ideales) de delitos-sen el caso residuales" de la Ley en principio en ciertos casos, sea respecto del au-
preferente y principal la que contenga de las "figuras mixtas acumulativas" desplazada, por aplicación de los tor (cuando la Ley desplazada debe
la calificación más grave" (las lesiones (como la diversas figuras incluidas en principios del concurso aparente, es ser tenida en cuenta, a lo menos en
graves gravísimas del Art. 397, N° 1°, la prevaricación delArt. 233 del CP; v.
del CP); 2° "[s]i concurren una figura ETCHEBERRY, n, 128 y 1, 225), Mxrus,
Continuación nota "8
privilegiada con una o más calificadas, Comentario 390-391, también inten- castigará con otra pena que la que le señale la ley.Sin embargo, a menos que haya razones
como sería el caso del infanticidio y ta rescatar este principio en un sentido que den plausibilidad a la hipótesis de una derogación táctica de la figura que tiene mayor
el homicidio calificado, se considera- diverso al empleado hasta entonces en pena (que no es el caso en el ejemplo discutido), si se entiende que el principio de legalidad
rá preferente y principal la figura más Chile, ahora con la misión de subsa- quiere proteger la confianza de los individuos en que no se les castigará con otra pena que
benigna, en este caso, el infanticidio, nar "errores legislativos" que frustran la señalada por ley al delito cometido, lo cierto es que cualquier destinatario de la norma
tomando en cuenta la circunstancia que examine las conminaciones penales de buena fe puede contar con que un comporta-
la ratio legis, como las hipótesis en que
miento alevosamente homicida como éste puede llegar a ser sancionado válidamente con
calificante que concurra como agra- "las circunstancias pensadas como presidio mayor en sus grados medio a presidio perpetuo, que en este sentido es una pena
vante" (solución que tiene en cuenta, agravantes terminan siendo un privile- "señalada" por la ley a ese delito. Así, la garantía de la libertad personal involucrada en el
como un principio general, el mayor gio" (como en el caso del Art, 403 bis principio de legalidad de las penas no Se ve afectado por la aplicación preferente en este
valor asignado por nuestro CP a las del CP que, al tipificar el envío de car- caso del Art, 391, n? 1, del CP. A esta.interpretación del principio de legalidad conforme
circunstancias que atenúan la respon- tas o encomiendas explosivas incluye, a su dimensión de garantía individual (la dimensión de representatividad democrática
sabilidad, en comparación con el que junto a la figura de peligro -"que [...] no parece estar en juego en esta cuestión, y de hecho parece inclinarse más a favor de
una interpretación conforme a la ratio !egis) se opone una concepción del mismo que
asigna a las que la agravan, como lo puedan afectar la vida o integridad lo ponga siempre al servicio de la interpretación "más favorable al reo", de entre las que
demuestra el efecto más intenso que corporal de las personas"-la de lesión tienen cabida en el tenor literal de alguna de las normas legales disponibles, concepción
sobre la pena tiene la pluralidad de -"que afecten [...] la vida o integridad que realmente no parece tener asidero en la tradición del principio de legalidad de las
atenuantes, sin agravantes, frente a la corporal[ ...]", con una pena inferior penas, sino más bien en una determinada actitud minimalista, que adolece del defecto
pluralidad de agravantes, sin atenuan- a la del homicidio simple y muy in- de carecer de una justificación de justicia distributiva de los esfuerzos despenalizadores,
tes -v. CURY, 765-). ferior a la del homicidio calificado, conformándose con despenalizar donde sea posible, incluso si ello no responde a una
pauta racional y distributivamente justa. Todo lo anterior podría abonar en ciertos casos
pese a que además de configurarse
soluciones como las que propugna el principio de alternatividad que, sin embargo, por
d) Principio de alternatividad. éste se produce una puesta en peligro inspirarse explícitamente en una misión de todos modos riesgosa desde el punto de vista
Completamente descartado por la general), casos en que el principio de del principio de legalidad (la idea de subsanar "errores legislativos" en perjuicio del indi-
doctrina mayoritaria, por tratarse de alternatividad daría preferencia a la fi- viduo se mueve peligrosamente cerca de la zona en que la que ya se vulnera la garantía
un caso especial de consunción ..,-en el gura con mayor pena (en el ejemplo, de la libertad individual, a cuyo servicio está el principio de legalidad), merece mayor
caso de las "figuras mixtas alternativas" el homicidio calificado) desplazando a estudio, o una reformulación de sus fundamentos, antes de ser reconocido. De hecho,
antes que hablar de "error del legislador" (en el señalamiento de la pena, se entiende),
(como la pluralidad de verbos rectores aquella que por "error legislativo" tie-
bien puede entenderse que, sistemáticamente, en su relación con el Art. 391, n? 1 (y
en las lesiones: herir, golpear y maltra- ne menor pena!", también, en su caso, con el n? 2°), del Cp, la expresión "afecten la vida" en el tipo penal
del Art, 403 bis del Cp, correctamente interpretada, abarca conductas que la afectan a
través de su puesta en peligro concreta, pero no a las que lo hacen mediante su lesión (es
178 Se podría objetar que con ello se infringe el principio constitucional de legalidad de la l decir, causando la muerte), todo lo cual, sin burlar la confianza de los destinatarios de
pena, pues la pena señalada para el envío de cartas explosivas que afectan la vida es la del j- las normas en que no se les impondrá otra pena que la señalada por la ley a la conducta,
Arr, 403 bis del Cp, yelArt. 19, nO 3°, inc, 7°, de la CPR dispone que ningún delito se no afectaría la dimensión de garantía individual del principio de legalidad.
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T
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dos materias: i) en la determinación la punibilidad, como en el caso de real "cuando un sujeto ha ejecutado de medio a fin, sujetos a la regla del
de la pena, por ej., para determinar la amnistía) sea respecto de terceros o participado en la ejecución de dos Art, 75 del CP). Pero sí exige, la in-
la mayor o menor extensión del mal (cuando al partícipe extraneus debe o más hechos jurídica y fácticamen- dependencia fáctica, que los diversos
producido por el delito -salvo si se aplicársele la Ley que respecto del te independientes, respecto de nin- delitos estén constituidos por diver-
aplicó el principio de especialidad-, y partícipe intraneus fue desplazada, guno los cuales se ha pronunciado sos hechos; en caso contrario, si están
ii) derechamente para ser aplicada al como ocurre con el córriplice extra- sentencia condenatoria firme y eje- constituidos por un solo hecho, se
caso, si "resurge" a consecuencia de neus de un autor de parricidio, ql1e cutoriada". La independencia fáctica, configura propiamente un "concurso
que la Ley en principio preferente sólo responderá como cómplice de con todo, no debe entenderse como ideal de delitos"!". Por último, cuan-
no tiene aplicación, por faltar a su homicidio, a través del resurgimiento ausencia de toda vinculación fáctica do no se cumple la exigencia de que
respecto uno de los presupuestos de del Art, 391 del CP). entre los delitos (por ello es equívoca no se haya pronunciado sentencia
la referencia a delitos "no conectados condenatoria respecto de ninguno de
entre sí", en ETCHEBERRY, I1, 115, así los delitos, el caso conceptualmente
como en GARRIDO, I1, 447)179, pues no constituiría concurso real de deli-
Artículo 74. Al culpable de dos o más delitos se le impondrán tos, sino reincidencia'",
se acepta de modo general que tam-
todas las penas correspondientes a las diversas infracciones. bién entran en concurso real delitos
El sentenciado cumplirá todas sus condenas simultáneamente, entre los que se da una cierta vincu-. JI La regla de la acumulación
siendo posible. Cuando no lo fuere, o si de ello hubiere de resultar lación fáctica, que se podría calificar material depenas.
ilusoria alguna de las penas, las sufrirá en orden sucesivo, princi- de "débil" (como los hurtos sujetos a
piando por las más graves o sea las más altas en la escala respectiva, la regla del Art. 451 del CP) o "fuer- y la regla general establecida
excepto las de confinamiento, extrañamiento, relegación y destie- te" (como los que están en relación por el Art, 74 para los delitos que
rro, las cuales se ejecutarán después de haber cumplido cualquiera
otra penas de las comprendidas en la escala gradual número 1. 179 MUÑoz, 342, trata la independencia como un requisito negativo para que se produz-
BIBUOGRAFíA: KÜNSRlÜllER, Carlos: "Comentario a los Artículos 12 y 13", en POLITOFF /ORTIZ, ca el concurso real, explicando que "[d]e lo que se trata es que los hechos no estén
Comentario, pp. 187-227; MATUS, lean Pierre (2008), "Concurso Real, Reiteración de De-
vinculados entre sí por aquella vinculación que, según las distintas posiciones que se
litos y Unificación de Penas en el Nuevo Proceso Penal", [fecha de consulta: 23 de mar-
zo 2011], disponible en http://cl.microjuris.com/Search, Cita: MJD314; MUÑoz HORMENT, adopten, es la que da lugar fundamentalmente al delito continuado, o bien a otros
Humberto (1986), "Contribución al estudio de la teoría de los concursos de delitos", en casos de unidad jurídica de delito".
Revista Chilena de Derecho, (1986, Vol. 13); MATUS, lean Pierre: "Comentario a los Artícu- 180 Y si bien tiene razón MATUS (MATUS, 2008, n. 3), al rechazar la exigencia de una "plu-
los 74 a 78", en POLITOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 383-407. ralidad de hechos" como requisito de aplicación de la regla del Art. 74 (acumulación
materialdepenas), pues ello haría imposible aplicarla subsidiariamente a los casos de
concurso idealrespecto de los cuales la regla del Art. 75 del CP resultase más desfavorable
COMENTARIO para el condenado, ello no obsta a que el concepto de concurso real sí incorpore tal
requisito, sin el cual no se le puede distinguir del concurso ideal. Si hay que admitir,
Jaime Couso entonces, que la acumulación materialdepenas es una regla establecida tanto para los
concursos reales, como para los concursos ideales que no resulten tratados más favo-
rablemente para el condenado a través de la absorción agravada depenas.
I El concurso realde delitos pluralidad delictiva constituida a 181 En el sentido de las circunstancias agravantes 15 a y 16 a del Art. 12 del CP que, ahora
través de varios (dos o más) hechos, sí, después de la modificación introducida por la Ley N° 20.253 (DO 14/0312008), se
El Art. 74 del CP establece la esto es, del concurso real de delitos. conforman con la condena previa, sin exigir el cumplimiento de la pena (a diferencia de
regla general para el tratamiento de Según CURY, 659-660, hay concurso lo que ocurría antes de dicha reforma; v. KüNSEMÜLLER, Comentario, 213; CURY, 511).
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ART.74 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.75

entran en concurso real consiste en Conforme a la regla del Art. 74 Artículo 75. La disposición del artículo anterior no es aplica-
que el autor de los mismos debe del Cp, el cumplimiento de las di- ble en el caso de que un solo hecho constituya dos o más delitos, o
cumplir íntegramente las penas co- versas penas acumuladas debe ser cuando uno de ellos sea el medio necesario para cometer el otro.
rrespondientes a todos ellos, regla simultáneo cuando ello sea posible, En estos casos sólo se impondrá la pena mayor asignada al de-
denominada por la doctrina como salvo si "de ello hubiere de resul-
lito más grave.
acumulación material de penas. tar ilusoria alguna de las penas".
BIBliOGRAFÍA: BUSTOS, Juan (1962): Concurso ideal de delitos, Memoria de Prueba para op-
Aplicando este criterio, sí podrían tar al Grado de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile
Esta forma de castigar al sujeto cumplirse simultáneamente con (Santiago de Chile, Editorial Universitaria); ETCHEBERRY, Alfredo (sin fecha): El concurso
responsable de varios delitos ya fue otras, las penas privativas de de- aparente de leyes penales (Santiago de Chile, Editorial jurídica de Chile); Mvrus, Iean Pie-
rre: "Comentario a los Artículos 74 a 78", en POUfOFF / ORTlZ, Comentario, pp. 383-407;
objeto de discusión en la Comisión rechos y las pecuniarias (LABATUT, MUÑoz HORMENT, Humberto (1986), "Contribución al estudio de la teoría de los concursos
Redactora y en el Parlamento, por 1, 176). En cambio, como explica de delitos", en Revista Chilena de Derecho, (1986, Vol. 13).
considerarse un exceso, que podía CURY, 661, el cumplimiento de
acarrear cuantías penales ya entonces una de las penas se hace ilusoria
consideradas "absurdas", pero pese a "cuando la imposibilidad de ejercer COMENTARIO
ello se rechazó la propuesta de intro- el derecho afectado por esta última Jaime Couso
ducir alguna limitación absoluta a la está ya implícito en la afectación de
acumulación material, de modo que aquél a que concierne la otra", lo 1 El concurso ideal vinculación fáctica que da lugar a tal
la reglaha regido sin más limitaciones que ocurre, desde luego, en caso de tratamiento privilegiado.
que las establecidas para los casos ex- imponerse dos o más penas privati- El Art. 75 del CP concede un
cepcionales (v, supra) contemplados vas de libertad o una pena privativa tratamiento punitivo privilegiado a La doctrina concede a la expre-
en aquel entonces o incluidos más de libertad junto a una o más pe- casos de pluralidad delictiva consti- sión "hecho" un significado distin-
tarde -algunos, sin embargo, de fre- nas restrictivas de libertad (N OVOA, tuida a través de un solo "hecho", to, y más amplio, que al concepto
cuente aplicación, como el Art, 509 I1, 26). Para estos casos, el propio reconociendo la estrecha vincula- de "acción", propio del sistema del
del C. de P.P.- (v, MATUS, Comen- Art. 74, inc. 2°, delCP dispone el ción fáctica que une a los diversos hecho punible (definido como "ac-
tario, 383). Más recientemente, el cumplimiento sucesivo de las pe- delitos cometidos (no se trata, en ción típica, antijurídica y culpable"),
Anteproyecto de CP de 2005, propu- nas, partiendo por "las más altas cambio, de un caso de unidad de- concluyendo que el Art, 75 está
so (en su Art. 53) que la regla de la en la escala respectiva", a excepción lictiva; v. supra, Comentario previo concebido para hipótesis en que en
acumulación material de penas "no de las penas restrictivas de libertad a los Arts. 74 y 75, 1). Una prime- un solo hecho se manifiestan diver-
podrá llevar a imponer una pena que si concurren con penas priva- ra cuestión problemática es la de sas acciones (... típicas, antijurídicas
superior en dos grados a la corres- tivas de libertad, deben imponerse qué debe entenderse por "un solo y culpables) constitutivas de delito
pondiente al delito más grave [...] recién una vez cumplidas éstas (ex- hecho", es decir, cuál es esa fuerte (así, por ej., ETCHEBERRY, I1, 119 182 ) .
o a treinta años de reclusión, si éste cepción que, según explica MATUS,
tuviese asignada la pena de reclusión 2008, también se aplica a las penas
mayor en su grado máximo". Esta 182 Sin embargo, en ETCHEBERRY, 11-12, asumía la nomenclatura alemana, y afirmaba,
restrictivas no incluidas en las esca-
interpretando el alcance del Art. 75 del Cp, que "en el concurso ideal hay varios delitos
proposición, como el Anteproyecto, las graduales a que se refiere el inc. aunque la acción sea única', lo que implicaba asumir -para efectos de la teoría de los
no llegó a ser presentada a la consi- 2° del Cp, como la sujeción a la vi- concursos de delitos- un concepto de acción distinto del que se emplea en la teoría
deración del Congreso Nacional. gilancia de la autoridad). del hecho punible, como se acepta, por lo demás, por la doctrina alemana.
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ART.75 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.75

Pero más allá de esa convergencia, do por una misma acción (NOVOA, No obstante esta indetermina- hiere a otra y se daña la propiedad
la doctrina manifiesta diversas opi- Il, 232, criterio que, como se verá, ción de los criterios materiales para ajena) como si se producen diversos
niones sobre varias cuestiones rele- deja fuera del Art. 75 del CP a casi definirlo, una mayoría de la doctrina resultados homogéneos (un solo re-
vantes. todos los casos reconocidos de con- autores acepta que caben dentro de sultado mata a dos personasj-",
curso ideal), o, en fin, el de existencia "un solo hecho", siempre que se ma-
Una primera discrepancia se la una única decisión en contra del or- nifiesten de forma unitaria, diversos Sin embargo, aun al interior de
aprecia en relación con los criterios den jurfdico (el mismo ETCHEBERRY, resultados materiales independien- aquella doctrina mayoritaria, en la
materiales que determinan cuándo n, 121, refiriéndose a ANTOLISEI: el tes (con diversos alcances, admiten práctica se resuelve de formas diver-
los diversos delitos forman parte del sujeto "se ha colocado en posición esa posibilidad: ya, tempranamente, sas qué delitos pueden quedar alcan-
mismo hecho. Uno de los criterios de rebeldía, de desobediencia a la BUSTOS, 85, 89 Yss.; CURY, 663 y ss.; zados por ella. Las diferentes opinio-
que se proponen gira en torno a la norma (aunque se trate de normas ETCHEBERRY, Il, 119 y ss.; POLITOFF nes, tanto de la doctrina, como de la
idea de la necesidad de la segunda distintas) en un solo momento, I MATUS I RAMÍREZ, PG, 447, 449; jurisprudencia, se aprecian mejor al
infracción (ETCHEBERRY, n, 122: "la mientras que en el concurso mate- GARRIDO, Il, 453-454; MUÑoz, examinar las soluciones propuestas
Ley [...] toma en consideración que rial se rebela varias veces sucesivas 361). NOVOA, Il, 232, en cambio, para los casos más problemáticos o
la múltiple ofensa al orden jurídico contra el orden jurídico'T", criterio defendiendo una opinión solitaria, más frecuentes.
no proviene de un efecto contin- que permite abarcar la generalidad entiende que los diversos resultados
gente, sino necesario: para cometer de los casos comúnmente acepta- (materiales) típicos causados por una a) Concurso ideal heterogéneo:
el delito que se proponía, el delin- dos de concurso ideal, pero todavía sola acción no son constitutivos de la doctrina mayoritaria coincide
cuente no podía dejar de cometer el es problemático respecto de otros, un solo "hecho" sino necesariamen- en que la realización de dos o más
otro, forzosamente y aunque no lo como el concurso entre las lesiones te de varios, rechazando por ello la tipos penales diferentes, cuya eje-
quisiera", criterio que, sin embargo, inferidas a quien intenta rescatar al existencia de concurso ideal en tales cución material se inicia a través
no se aplica a numerosos casos de secuestrado y el delito de secuestro, hipótesis, tanto si se producen di- de un mismo comportamiento ex-
concurso ideal entre un delito dolos donde no se aprecia un solo mo- versos resultados heterogéneos (con terno (si bien "internamente", para
y otro imprudente -como el aborto mento de "rebeldía" contra el orde- un disparo se mata a una persona, se CURY, 663, se pueden apreciar dos
seguido de muerte de la embaraza- namiento jurídico, sino, a lo menos,
da- en los que es imaginable que, tantos cuantos son las acciones -y
Continuación nota 184
con mayor diligencia, bien podría omisiones- con las que se ha ido
no esté siquiera en tentativa? Si no pueden separarse las ofensas de esta forma, ello
haberse evitado este último), o la de manteniendo en el tiempo el secues- significa que el hecho es indivisible, yen consecuencia único" (con la salvedad que,
identidad del resultado externo causa- tro, como "estado antijurídico'T't". para los delitos de resultado cortado, como el robo, el momento que define al límite
entre el concurso ideal y el concurso real no parece ser le consumación formal sino el
agotamiento, como la misma doctrina mayoritaria alemana, lo acepta).
183 El énfasis está en el original. 185 De modo que, para este autor, la regla del Art.. 75, en lo que al concurso ideal atañe
184 En cambio, la mejor explicación de la relación que debe existir entre los diversos deli- (dejando de lado al concurso media!), se aplicaría únicamente a casos en que un solo
tos que entran en concurso ideal, parece ser la (defendida por la doctrina mayoritaria hecho (una "conducta humana" que "origina" un solo "resultado externo") "quede
alemana) que exige una identidad, siquiera parcial, entre las acciones ejecutivas de los abrazado no solamente por un tipo sino que por dos o más", como en caso del acceso
diversos delitos. ETCHEBERRY, I1, 120) de alguna manera se acerca a ese criterio cuan- carnal violento con hermana casada (NOVOA, I1, 232), donde habría que apreciar,
do, para resolver la cuestión, propone la siguiente fórmula: "¿Puede, mentalmente, según da a entender NOVOA, no sólo violación, sino además incesto y -hasta antes de
precisarse un instante en el cual uno de los delitos esté cometido, en tanto que el otro su derogación por la Ley N° 19.335, DO 23/09/1994- adulterio.

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ART.75 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.75

o más finalidades, y por ello, dos o mir a su actividad toda la dirección En la jurisprudencia, un fallo ii) En los casos de aberratio ic-
más acciones), aun si da lugar a la final de que era capaz a fin de evitar de apelación relativamente reciente tus, en que un "golpe" (disparo, es-
producción de resultados materia- la desviación del curso causal[...]"; de la Corte de Apelaciones de Punta tocada, carta bomba, etc.) se dirige
les independientes, queda abarcada ETCHEBERRY, expresamente, en el Arenas (Rol N° 84-2007, de 15 de dolosamente hacia un determinado
dentro de un solo hecho (por ej., caso del aborto doloso consuma- septiembre de 2007 contra Jaime objeto, pero por una desviación en
disparar a una persona, hiriéndo- do o frustrado, seguido de muerte Juvenal Calbuyahue Cheuquepil, el curso causal termina alcanzando,
la, y destruyendo al mismo tiempo de la embarazada atribuible a cul- N° ID LegalPublishing: 37283) con culpa del autor, a otro (en el
una cosa ajena de gran valor). Los pa (ETCHEBERRY, lII, 110-111), así aplica el Art, 75 del CP a un caso caso mas , tratado, am b os"obiJetos"
casos más tratados en doctrina son como en la hipótesis de las lesiones de delito preterintencional de le- son personas), también aprecian un
los siguientes: dolosas de menor entidad, segui- siones menos graves dolosas con concurso ideal, sujeto al Art. 75 del
das de lesiones culposas más graves resultado de muerte imprudente, Cl; POLITOFF / GRISOLÍA / BUSTOS,
i) Los delitos preterintencionales (ETCHEBERRY, lII, 127), pero es cu- argumentando que "de acuerdo a 135; CURY, 313; y POLITOFF / MA-
(no regulados expresamente en la riosamente ambiguo en el caso del nuestra jurisprudencia mayoritaria TUS / RAMÍREZ, PG, 267. GARRIDO,
ley), en los cuales "quien, con ocasión homicidio preterintencional, donde se castiga como un concurso ideal lI, 126-127, en cambio, aprecia aquí
de ejecutar dolosamente una acción aprecia, sin especificar su naturale- de delitos". Por su parte, aprecia un solo delito doloso consumado.
tipica, causa culposamente un resul- za, "un concurso de delitos", entre un concurso ideal entre un delito'
tado tipico más grave" (CURY, 349). las lesiones dolosas y el cuasidelito de homicidio simple doloso frus- iii) Otros casos frecuentes de
Reconocen aquí la existencia de un de homicidio (ETCHEBERRY, lII, 51, trado y uno de lesiones gravísimas pluralidad de delitos ejecutados ma-
concursoideal, CURY, 350, 664, pues expresión que también había usado dolosas consumadas (y no un con- terialmente a través de una única
"[ajunque constituye el caso lími- en 1, 326, al referirse, en general, al curso aparente por consunción, si acción exterior, como la violación y
te de tal posibilidad, también aquí tratamiento del delito preterinten- bien la difenrecia no tiene conse- el incesto (ya BUSTOS 88; v. MATUS,
el movimiento corporal único del cional, abarcando ahí tanto aquellos cuencias prácticas en el caso), la Comentario, 400, citando en ese
agente puede materialmente desdo- dos primeros casos como este últi- Corte de Apelaciones de Santiago sentido a la Comisión Redactora y
blarse en dos acciones, la primera de mo); y, GARRIDO, lII, 50-51, respec- (en sentencia de apelación, Rol haciendo referencia a "numerosa ju-
las cuales presta su fisonomía la fina- to del homicidio preterintencional, N° 1400-2007, de 19 de junio de risprudencia" citada por Fernández;
lidad orientada a la realización de la y 112, respecto del aborto doloso 2007, contra Jaime Antonio Mu- sin embargo, un sector-mayoritario,
conducta típica perseguida (dolo), y seguido de muerte imprudente de la ñoz Orellana, N° ID LegalPublis- según GARRIDO, lII, 357-no aprecia
a la segunda, la omisión de impri- embarazada186. hing: 39549). incesto, sino únicamente violación o

186 Opinión que, sin embargo, contradice la solución que aparecía defendiendo en GARRI- Continuación nota [8.

DO, 11, 454, n. 693, donde consideraba "discutible" que hubiese allí un concurso ideal, o son casos de concurso real", justificando el tratamiento unitario sólo en el caso de
y opinaba (no queda claro si de lege lata o de lege ferenda) que "debería sancionarse "acciones indivisibles" como la de la violación de la mujer casada que "lleva implícito
según el arto 74" pues "hay dos acciones (o hechos) claramente distintas: la actividad el adulterio" Determinante de esta opinión, que lo acercaba mucho al criterio seguido
o

dolosa dirigida a atacar el feto y la falta de cuidado con que se realizó esa actividad, por NOVOA, parecía ser una cierta confusión entre los conceptos de "acción" y "hecho"
que provocó la muerte de la mujer", opinión a la que parecía dar un alcance todavía (que usa como sinónimos en el pasaje citado, pese a que él mismo partía distinguiendo
mayor cuando añadía (GARRIDO, 11, 455) que "[ejn la mayor parte de los casos señala- entre ambos conceptos), confusión que lo llevaba a negar la unidad de hecho por la
dos como de concurso ideal, hay pluralidad de acciones [o oo] [por lo que] en puridad, mera presencia de una pluralidad de acciones delictivas.
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ART.75 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.75

estupro, por faltar el consentimien- jurídico, que es la seguridad públi- b) Concurso ideal homogéneo: que excluye extenderla para el caso
to libre de alguno de los partícipes, ca, no cabe duda que la conducta consiste en la realización de un mis- en que se ha cometido varias veces el
que sería exigencia típica; en sentidode porte engloba el disvalor de la mo tipo penal, varias veces, cuya mismo delito-, y arguyendo que, en
similar, ETCHEBERRY, IV, 44). tenencia"), castigando sólo por el ejecución material se inicia a través estos casos, "el bien jurídico afecta-
primero; pero, por otra parte (en de un solo comportamiento exter- do es de índole altamente personal",
La jurisprudencia ha tratado la misma decisión), tampoco acep- no, como en el caso de quien coloca argumento que confunde en la me-
el caso del concurso entre el porte ta la existencia de concurso ideal una artefacto explosivo queriendo o dida que él mismo, ya por razones
y tenencia de armas y entre éstos entre el porte ilegal y las lesiones aceptando la muerte de diversas per- conceptuales -por haber una plura-
y un delito distinto (lesiones o cometidas con el arma que el au- sonas, que efectivamente se produce lidad de "acciones (o hechos)"- ha
robo) cometido con el arma que tor portaba, pues "[e]l porte ilegal a consecuencia de la explosión. En calificado como concurso real a toda
se porta. Así, por ej., la Corte de de arma de fuego, como delito de tal caso CURY, 666, si bien criticando hipótesis de manifestación aparen-
Apelaciones de Rancagua (senten- peligro abstracto que es, estaba de lege ferenda el diverso tratamien- temente externa de "finalidades per-
cia Rol N° 217.637, 23 de abril de cometido -consumado- antes que to que tendría quien da muerte a las fectamente diferenciables", salvo en
2004, contra José Sandro Zamo- el hechor se encontrara siquiera mismas personas mediante acciones el caso aislado en que ha entendido
rano Meneses [recurso apelación], con el lesionado" 187, tratándolos sucesivas, y ETCHEBERRY, Il, 121 si- que la acción es "indivisible", y No-
N° ID LegalPublishing: 30356, (implícitamente) como un caso guen reconociendo un concurso ideal VOA, Il, 232, para quien cada resul-
citada al tratar del concurso aparen- de concurso real, si bien sugiere sometido a la regla del Art. 75, inc. tado material separado da lugar un
te) descarta el concurso ideal entre que podría haber concurso ideal si 2°, del CP (también BUSTOS, 89- hecho diverso'". La jurisprudencia,
el porte y la tenencia de armas, y el porte hubiese "tenido la precisa 91, advirtiendo la equivocidad del en alguna ocasión, particularmente
reconoce implícitamente un con- finalidad de perpetrar las lesiones, tenor literal del Art. 75, se decidió en el caso (tratado infta, en el si-
curso aparente de leyes ("afectando caso en el cual existiría premedi- a favor de su aplicación a los casos guiente literal) de los delitos culposos
ambas infracciones al mismo bien taclOn . ". de concurso ideal homogéneo, apoya- con pluralidad de resultados, ha re-
do en "el elemento intencional y los cogido el argumento de texto, con-
antecedentes de la legislación com- forme al cual el Art, 75 del CP sólo
187 El argumento ignora el carácter de delito permanente del porte ilegal de armas (así lo parada", así como en "la equidad y es aplicable a concursos de delitos
califican POLlTOFF / MATUS / RAMfREZ, PE, 56, el que, en consecuencia, se sigue con- el espíritu general de la legislación', conminados con penas diversas, lo
sumando hasta el momento de su total agotamiento (cuando se ponga fin al estado
que exigen aplicar "lo más favorable que excluye al concurso homogéneo,
antijurídico creado con el primer acto consumativo), lo que, según CURY, 652, debería
llevar a reconocer un concurso ideal entre el delito permanente y los que se cometan al reo"). En cambio, rechazan tratar que quedaría sometido entonces a la
simultáneamente con él. Sin embargo, como lo decisivo para el concurso ideal no como concurso ideal a estas hipótesis, regla del Art. 74, sobre acumulación
debe ser la manifestación coetánea, sino el hecho de que ambos delitos se integren en GARRIDO, Il, 453, con argumentos material de penas (en ese sentido, si
un mismo hecho material, compartiendo siquiera una acción ejecutiva, típicamente de texto -la regla del Art. 75 supone bien obiter dictum, la sentencia de
relevante para ambos, la presencia de un concurso ideal es discutible, pues es dudoso que haya un "delito más grave", lo la Corte Suprema contra Juan Se-
que la acción de lesionar con el arma sea una acción ejecutiva del delito permanente
de porte ilegal de armas (sí lo sería en cambio, la acción de lesionar a quien intenta
terminar con el porte ilegal, recuperando el arma de quien ilegalmente la porta). Cfr.
sin embargo, lo dicho acerca del concurso aparente entre la figura básica del porte lBB Por su parte, MATUS, Comentario, 400, y POLlTOFF / MATUS / Ramirez, PG, 447 Y n.
ilegal y el delito que el autor del porte precisamente se proponía cometer con el arma, 233, restando importancia a la cuestión, finalmente (como advierte CURY, 666, n, 66)
supra, en n. 173. no se pronuncia.
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ART.75 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART 75

gundo Camilo, de 1965, RDJ LXII, curso exista un ilícito más grave que e) Delitos culposos con plurali- éste sólo podía consistir en una lesión
4-500, sintetizada por ETCHEBERRY, otro, lo que en el caso en estudio dad de resultados. En esta hipótesis, múltiple de bienesjurídicos", como es
DPJ II, 142, Y DPJ I, 263 Y n. 514). no acontece porque si se razona que que se verifica, por ej., cuando un el caso del capitán que conduce im-
El año 2005, en una decisión algo son dos los cuasidelitos ellos apare- conductor imprudente impacta a prudentemente una nave o aeronave
sui generis, la Sala Penal de la Corte cen con igual sanción" 189. Reciente- otro automóvil, lesionando o dan- en la que viajan varios pasajeros, en
Suprema (Rol N° 4.112-2005, de mente, la Corte de Apelaciones de do muerte a dos o más personas, el que reconoce un concurso ideal.
15 de septiembre de 2005, contra San Miguel (Rol N° 247-2009, de las razones expuestas por Novox,
Daniela Alejandra Radwell Darrica- 1 de abril de 2009 [nulidad penal], II, 232 (v, supra, el punto anterior), En relación con el tratamiento
rrere [casación en el fondo penal], N° ID LegalPublishing: 42034) re- al rechazar en general la posibilidad dado a esta materia por la jurispru-
N° ID LegalPublishing: 32840), chaza la aplicación del Art. 75 del de un concurso ideal homogéneo, aún dencia, ETcHEBERRY, DPJ I, 264-
también acoge la tesis de que el con- CP al caso de un disparo que dolo- cuando no haga referencia explícita 265, reseña diversas decisiones que,
curso ideal homogéneo no tiene ca- samente da muerte a dos personas, al asunto, apoyan implícitamente la en la pasada década del sesenta, cas-
bida en el Art. 75 del Cl; pero no afirmando en cambio un concurso tesis de tratarlos como casos de con- tigan, unas, por concurso ideal de
para dar aplicación al Art. 74 del real, sobre la base del argumento curso real de delitos. GARRIDO, II, cuasidelitos, otra, por un solo cuasi-
Cl; sino para afirmar la existencia de de que tratándose de "bienes jurí- 227-228, en cambio, entiende que, delito, e incluso alguna que rechaza
un solo cuasidelito (aspecto del fallo dicos personalísimos" "habrá tantos en los cuasidelitos, la conducta pro- la aplicación del Art. 75 del CP (su-
que se examina infra, en el siguien- delitos como víctimas" (citando a hibida consiste en "comportarse sin giriendo la aplicabilidad del Art, 74)
te literal), argumentando, a mayor POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, cuidado" y no en "causar un resul- cuando los cuasidelitos son de la mis-
abundamiento, que "el artículo 75 452), dando a entender con ello tado", de modo que debe apreciarse ma gravedad, ya que al tener igual
de Código Penal, que exige que un que la pluralidad delictiva por de- un solo cuasidelito, y no un concur- pena no les esulta aplicable la regla
solo hecho constituya dos o más de- finición excluiría el concurso ideal so (real ni ideal) de cuasidelitos. ET- de que se aplique la pena (mayor)
litos, en todo caso, además, no es (conclusión que los autores citados CHEBERRY, I, 322, tampoco aprecia del "delito más grave" (aludiendo al
concurso alguno (ni real ni ideal), argumento de texto citado supra, al
aplicable, porque éste exige como en ningún caso pretenden extraer de
aquella esa afirmación 190). sino que afirma la existencia de un reseñar la postura de GARRIDO). Más
condición esencial, que en el con-
solo cuasidelito "porque ha existido tarde, en la década del setenta pare-
una sola infracción del deber gene- ce consolidarse el criterio conforme
ral de diligencia o cuidado". CURY, al cual, en estos casos, debe castigar-
189 Curioso es, además, -porque contradice, al parecer sólo para estos casos, la opinión
665, coincide con esa tesis para la se por un concurso ideal de cuasi-
que ha defendido en la doctrina-, que esta tesis haya sido suscrita por CURY, como
ministro redactor del fallo. En efecto, CURY, 666, había afirmado que la clasificación generalidad de los casos, pues el delitos (ETcHEBERRY, DPJ IV; 85),
del concurso ideal en "homogéneo" y "heterogéneo" "tiene un valor sistemático, pues, "disvalor de acción en esas situacio- criterio ratificado por un fallo de
desde el punto de vista práctico, las dos situaciones se rigen por lo dispuesto en el arto nes [constituido por la actuación 1990 (Corte Suprema, 27 de agosto
75 del CP". y no parece que con la decisión de la Sala Penal a la que concurrió haya imprudente, pese a la previsibilidad de 1990, RDJ, LXXXVII, 197, ci-
decidido abandonar por completo este punto de vista, con las consecuencias que ello del resultado] es siempre idéntico", tada MATus, Comentario, 400). Sin
tiene para los casos de concurso ideal homogéneo de delitos dolosos: someterlos a la regla
pero hace excepción únicamente de embargo, más recientemente, en un
de acumulación material de penas, del Art. 74 del CP.
190 A diferencia de GARRIDO, también citado por el fallo, quien efectivamente afirma que la la hipótesis en que "para el autor era fallo de 2005 (Corte Suprema, Rol
pluralidad delictiva, en el caso del concurso de delitos de homicidio doloso, configura previsible que si la conducta produ- N° 4.112-2005, de 15 de septiem-
un concurso real. cía efectivamente un resultado típico, bre de 2005, contra Daniela Alejan-
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ART.75 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIME causo ART. 75

dra Radwell Darricarrere [casación dial (también denominado concurso la Ley N° 20.000), si el primero por todo, ETCHEBERRY, II, 121-122;
en el fondo penal], N° ID LegalPu- idealimpropio), que, como se dijo, es ha sido un medio para cometer el MATUS, Comentario, 402) en que,
blishing: 32840), la Sala Penal de la realmente un caso de concurso real, segundo (Corte de Apelaciones de entre penas de la misma naturaleza
Corte Suprema aplica la concepción cuya peculiaridad está dada porque Iquique, Rol N° 104-2007, de 26 (por ejemplo, privativas de libertad),
defendida por GARRIDO, ETCHEBE- los delitos que se encuentren en una de octubre de 2007 [nulidad penal], el delito más grave es el que tiene la
RRY y CURY (quien es, por el demás, relación de medio a fin. N° ID Legall'ublishing: 37600, de- pena (el grado) más alta, y si ambos
el redactor del fallo), para resolver cisión que, sin embargo, como se tienen, como pena mayor, la misma
que, en una hipótesis de conducción Hay acuerdo en doctrina y en la verá, aplica el Art, 74 del Cl; por ser pena (el mismo grado), el delito más
en estado de ebriedad, que causa a práctica judicial en que esa relación más favorable a los condenados). grave es el que tiene señalada dicha
dos pasajeros del automóvil impac- se debe juzgar en concreto, atendien- pena, como pena única, o el que me-
tado, lesiones simplemente graves y do a la "conexión ideológica' entre JJI Aplicación de la regla de ab- nos grados tiene hacia abajo, dentro
lesiones menos, respectivamente, "se los delios, de acuerdo con "el plan sorción agravada de la pena. "Pena de su marco penal (es más grave un
trata de un solo hecho cuasidelictualdel autor" (GARRIDO, II, 451; en el mayor'íy "delito mdsgrave" delito castigado con presidio menor
que produjo un resultado múltiple mismo sentido, CURY, 663; MATUS, en sus grados medio máximo que
previsto en el artículo 492 y sancio-Comentario, 400; MUÑoz, 1986, El tratamiento punitivo PrIVI- uno castigado con presidio menor
nado en el artículo 490 N° 2 [...], y338), conexión que la jurispruden- legiado establecido por el Art. 75, en cualquiera de sus grados); si am-
como la procesada ejecutó una sola cia ha apreciado, por ejemplo: entre inc. 2° del Cl; tanto para el concurso bos delitos tienen la misma pena,
acción culposa, la penalidad se rige un delito de estafa de más de 400 ideal como para el concurso medial, cualquiera de ellos puede tenerse
por la última disposición citada y UTM (Art. 467, inc. final, del CP) consiste en que se castigue con "la como el delito más grave. Según
no el artículo 75 [...]" (en el mis- y los delitos -utilizados como me- pena mayor asignada al delito más MATUS, Comentario, 402, si bien lo
mo sentido, la sentencia de la Cor- dio para cometer la estafa- de fal- grave" (regla conocida como aspera- mismo se desprende implícitamente
te de Apelaciones de Santiago, Rol sificación de documento público cián, absorción o -mejor aún-, ab- de las explicaciones de ETcHEBERRY,
N° 7025-2006, de 18 de junio de (Art. 193 del CP) y de falsificación sorción agrauada'" de la pena). II, 121, Y de las de CURY, 667, la
2008, contra Francisco Roa Serra de sellos y timbres de una autoridad decisión de cuál es el delito más gra-
[recurso de apelación], N° ID Le- (Art. 185 del CP) (Corte Suprema, Sobre la definición de cuál es el ve sería previa a la aplicación de las
galPublishing: 39406). Rol N° 8059-2008, de 31 de marzo delito más grave, hay acuerdo (véase, atenuantes y agravantes 193. Cuan-
de2010, contra Jorquera Rojas, Ber-
JI El concurso medial nardo Galvarino [nulidad penal],
N° ID LegalPublishing: 43522)191; 192 V. supra, n. 163.
El mismo tratamiento PrIVI- y, entre un delito de robo con vio- 193 Sin embargo, la explicación de NOVOA, 11, 236, sobre el carácter más benigno que,
legiado que el concurso ideal recibe lencia y otro de tráfico de sustancias para los efectos de esta regla, tienen las penas compuestas de varios grados "puesto
en el Art. 75 del CP el concurso me- químicas esenciales (del Art. 2° de queellas permitirían rebajas más considerables", parece sugerir que la determinación
de cuál es delito más grave es posterior a la aplicación de las atenuantes y agravantes
(si bien, en el mismo lugar, sólo un par de párrafos más abajo, parece entender lo
191 También hay, sin embargo, fallos que niegan la relación medio-fin, bajo las circuns- contrario). En efecto, sólo sería "más benigna" (para los efectos de decidir cuál es el
tancias concretas, entre la falsificación de documento público y una malversación (v, delito más grave) la pena del homicidio simple que la pena de las lesiones gravfsimas
Corte Suprema, 15 de noviembre de 1984, RD] LXXXI, 245, citada por MATUS, si, por ejemplo, concurriendo tres atenuantes sin agravantes, las reglas del Art. 67 y
Comentario, 401). 68 del CP se aplican antes de escoger el delito "más grave", caso en el cual el "delito

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ART.75 CÓDIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART.75

do las penas de los diversos delitos por más grave a la pena privativa de visible, la "pena mayor" es todo el en esos casos: "sin perjuicio de que
son de naturaleza diversa, el delito libertad). grado respectivo (por ejemplo, pre- en casos particulares se obtenga
más grave sigue siendo el que tenga sidio mayor en su grado mínimo), un resultado diferente [¿resultados
la pena más alta, de las respectivas Una vez definido el delito más y no su mayor extensión (lO años a los que habría que resignarse?],
escalas establecidas por el CP; sin grave, conforme a esas reglas, la de- de presidio) (ya, en ese sentido, LA- la Ley ha querido señalar para el
embargo, si la más alta es una pena terminación de cuál es la pena ma- BATUT, 1, 178, Y NOVOA, II, 236) ni concurso ideal [ ] un tratamiento
restrictiva de libertad y el otro delito yor asignada a ese delito no ofre- siquiera su mitad superior (el mdxi- penal diferente [ ] y más benig-
está castigado con pena privativa de ce dificultades, habiendo acuerdo mum, concepto que los Arts. 67 y no] ... ]").
libertad (pero de menor duración), en la doctrina en que, si el delito 68 del CP acuñan para otros pro-
habrá que decidir el asunto "caso a más grave tiene una pena única, pósitos, de modo que sería analo- En la jurisprudencia reciente,
caso" (CURY, 667; de acuerdo con él, ésa hace las veces de la más grave gía malam partem su aplicación a apoya la aplicación del Art, 74 del
MATUS, Comentario, 402, aclaran- (no procede aumento alguno de este caso; cfr. MATUS, Comenta- Cp, cuando resulta más favorable
do, con razón, que, si unas y otras pena), y que, tratándose de penas rio, 402, haciendo referencia, con que el Art, 75, la Corte de Ape-
son de igual duración, debe tenerse que constan de grados de una di- todo, a jurisprudencia contradicto- laciones de Iquique (Rol N° 104-
ria citada por ETcHEBERRY, DPJ IV, 2007, de 26 de octubre de 2007
225 Y ss.). [nulidad penal], N° ID LegalPu-
Continuación nota 193
blishing: 37600).
más grave" podría ser el de lesiones gravísimas, si el tribunal planea efectuar las Con todo, aunque no lo esta-
rebajas de pena en la máxima extensión que se lo permiten los Arts. 67 y 68 del CP blezca expresamente el Art. 75 del Para concluir el análisis del
(caso en que, respecto de las lesiones gravísirnas, la pluralidad de atenuantes, valorada CP (a diferencia del Art. 351 del concurso ideal, es relevante la ad-
conforme al Art. 67, sólo permite rebajar la pena hasta el presidio menor en su grado CPP), hay relativo acuerdo en la vertencia de CURY acerca de la po-
medio, mientras que para el homicidio, la pluralidad de atenuantes, valorada según doctrina y en la jurisprudencia en sibilidad de que "dos o más delitos
el Art. 68, permite rebajarla hasta el presidio menor en su grado mínimo, pudiendo
imponer el tribunal 541 días de presidio). En tales casos, sin embargo, la "pena
que, cuando la regla de absorción se encuentren entre sí en concurso
mayor" siempre terminaría siendo la única pena resultante de la rebaja en grados. agravada de lapena del Art. 75 con- ideal y entren además en concur-
Y, sin embargo, sólo a través de ese procedimiento, como puede apreciarse, tendría duce a una mayor pena que la que so real con otro u otros hechos
relevancia en la aplicación del Art. 75, la cuestión (planteada por NOVOA) de si el resultaría de la aplicación de la re- punibles", caso en que "deberá
marco penal consta de uno o de una pluralidad de grados. Para el procedimiento gla general de acumulación material resolverse antes el primero", fijan-
contrario (conforme al cual el Art. 75 se aplica antes de considerar las atenuantes
depenas, del Art. 74 del Cp, deberá do la pena de conformidad con el
y agravantes), no tiene ningún impacto (a igual límite superior) la diferencia entre
marcos compuestos de una única pena o de varias penas. Y este procedimiento (en
preferirse esta última (CURY, 662, Art. 75 del Cp, pena que, en segui-
el que concuerda la mayoritaria, y que parece ser el correcto), al reducir aplicando por analogía el Art. 509 da, habrá que acumular ("material
el efecto del Art. 67 (permitiendo al tribunal, en el ejemplo, rebajar la pena sólo del C. de P.P., en esto idéntico al o jurídicamente -según correspon-
hasta el presidio menor en su grado máximo -dos grados menos que la pena mayor Art. 351 del CPP; aparentemente da-") con la primera (CURY, 667;
asignada al homicidio- que podría fijar en 3 años y un día), debería llevar al tribunal, de acuerdo con ello, POLITOFF / MA- de acuerdo con él, ETCHEBERRY, II,
eh este ejemplo, a aplicar el Art, 74 del Cp, como norma más favorable (castigando,
por acumulación material de penas, a una pena de 602 días de presidio menor en
TUS / RAMfREZ, PG, 451; GARRIDO, 122) (lo propio debe entenderse
su grado medio -la suma de los 61 días correspondientes al homicidio, con rebaja II, 451; en cambio, ETcHEBERRY, que rige para casos de delitos en
de tres grados, y de los 541 días correspondientes a las lesiones, con rebaja de dos II, 119-120, parece entender que el concurso medial que además entren
grados-). Arr, 75 del CP se sigue aplicando en concurso real con otros).
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ART.76 C6DIGO PENAL COMENTADO JAIMECOUSO ART. 76

ARTÍCULOS 76 A 78 decisión de la Corte de Apelacio- y suspensiones, suelen simplemente


nes de Punta Arenas (Rol N o 113- transcribir la respectiva norma le-
Jaime Couso
2004, de 30 de septiembre de 2004, gal); por ello, en tales casos, parece
citada por MEDINA, 161-162), que más razonable resolver la omisión
NOTA: las disposiciones a que se refiere sucintamente esta sección forman parte del sis- considera a la omisión como cons- a través de las facultades de aclara-
tema de determinación de penas examinado globalmente más arriba (supra "Comentario titutiva de la causal de nulidad del ción, rectificación o enmienda que
previo a los Arts. 50 a 69 y 76 a 78").
Art. 373, letra b) del CPP. El re- los Arts. 182 a 185 del CPC con-
sultado, que implica la nulidad, no ceden a los tribunales (y que pue-
sólo de la sentencia, sino también den ejercerse de oficio o a petición
Artículo 76. Siempre que el tribunal imponga una pena que del juicio (pues, no es éste un caso departe), que, por disposición del
lleve consigo otras por disposición de la ley, según lo prescrito en de los que permiten a la respecti- Art. 52 del Cpp, también proceden,
el párrafo 3 de este Título, condenará también al acusado expresa- va Corte anular sólo la sentencia como normas supletorias, respecto
mente en estas últimas. y dictar sentencia de reemplazo; v. de las sentencias dictadas en mate-
BIBLIOGRAFíA: MATUS, lean Pierre: "Comentario a los Artículos 74 a 78", en POUTOFF / ORTIZ, Art. 385 del CPP) en ambos casos, ria penal, y ello sin perjuicio de la
Comentario, pp. 383-407; MEDINA, Rodrigo (Dir.) (2010), Código Penal. Doctrina y jurispru- parece excesivo, si el tribunal, por posibilidad de recurrir de nulidad
dencia (Santiago, PuntoLex-Thomson Reuters).
descuido, olvidó hacer mención en contra de la sentencia, rectifi-
expresa, por ejemplo, a las inhabi- cada o no (v, Art. 185 del CPC).
litaciones o suspensiones que, por Esta solución, en cambio, no pro-
COMENTARlO disposición expresa de los Arts. 27 cedería respecto de la sentencia que
Jaime Couso a 30 (yen una cuantía determina- "omite" imponer la pena accesoria
da de forma indubitada por esas de comiso, eh la medida que no se
mismas normas), deben necesaria- trata ahí de "dar publicidad" a una
OBLIGACIÓN DE IMPONER LAS La sentencia que omite cum- mente acompañar a la pena princi- pena dispuesta de forma ineludible
PENAS ACCESORIAS Y RECURSOS EN plir con esta obligación incurre, pal, en cada caso, al punto de que y clara por la ley, sino de una deci-
CONTRA DE LA SENTENCIA QUE OMITE según MATUS, Comentario, 403, su mención expresa en la sentencia sión material, que requiere un pro-
HACERLO en un motivo absoluto de nulidad tiene más bien el sentido de dar nunciamento de fondo del tribunal
(Art. 374, letra e, del CPP), pues publicidad a una consecuencia que (¿hay, en el caso concreto, "efec-
La disposición, calificada con se trataría de la omisión de un re- ya viene absolutamente dispuesta tos e instrumentos del delito"]',
razón por MATUS, Comentario, 403, quisito de la sentencia, señalado en por la Ley (lo que queda claro si se ¿cuáles son?, ¿a qué se extienden,
de "norma procesal", obliga al tribu- el Art. 342, letra e, del CPP (con- aprecia que las sentencias, para dar exactamente?; para apreciar lo dis-
nal a imponer, conjuntamente con forme al cual la sentencia definitiva cumplimiento al Art. 76, en lo que cutible de estos asuntos, v. supra,
la pena principal correspondiente debe contener: "La resolución que dice relación con las inhabilidades Art.31).194
al delito por el que se condena, las condenare o absolviere a cada uno
accesorias que aquella pena princi- de los acusados por cada uno de los
pal "lleve consigo", típicamente, las delitos que la acusación les hubiere 194 En la identificación de la solución propuesta me he servido de los valiosos comentarios
contempladas en el párrafo 30 del atribuido"). De otra forma lo en- de los profesores Mauricio DUCE y Héctor HERNANDEZ, sin que esro los comprometa
Título III del Libro I del CP. tiende, en la jurisprudencia, una en absoluro con ella.

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ARTS. 77 A 79 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.79

Artículo 77. En los casos en que la Ley señala una pena infe- COMENTARIO
rior o superior en uno o más grados a otra determinada, la pena Héctor Herndndez
inferior o superior se tornará de la escala gradual en que se halle
comprendida la pena determinada. El precepto está tomado al pie definitivamente, cuando no está re-
Si no hubiere pena superior en la escala gradual respectiva, se de la letra del Art, 86 del Código conocida y proclamada aún la ver-
impondrá el presidio perpetuo. Sin embargo, cuando se tratare de español de 1850, siendo aprobado dad legal, hayan de poder ejecutarse
la escala número 1 prevista en el artículo 59, se impondrá el presi- sin discusión en la sesión 20 de la condenaciones, que, como dice muy
dio perpetuo calificado. Comisión Redactora, de 23 de julio bien la Ley de Partida, 'non pueden
Faltando pena inferior se aplicará siempre la multa. de 1870 (Actas, 41 s.). despues tollerse nin enmendarse,
Cuando sea preciso elevar las inhabilitaciones absolutas o espe- magüer se entienda que se erró en su
ciales perpetuas a grados superiores, se agravarán con la reclusión En primer lugar, confirma, des- aplicacion y ejecucion'?" (PACHECO,
menor en su grado medio. de luego, el designio constitucional 1, 444; en el mismo sentido DEL Río,
en el orden procesal en cuanto a que Ir, 325). Y esto no rige sólo para pe-
REMISIÓN: El sentido de estas reglas y su estrecha relación con el Art. 59, ya han sido ob-
la facultad de conocer de las causas nas que no podían deshacerse como
jeto de análisis más arriba (supra, "Comentario previo a los Arts. SO a 69 y 76 a 78", "IV.
Alteraciones del marco penal abstracto ..."; Art. 59; Y Art. 61), por lo que me remito a lo criminales, de resolverlas y de hacer la de muerte o ciertas penas infaman-
ahí señalado. ejecutar lo juzgado pertenece exclusi- tes, sino también para las penas pri-
vamente a los tribunales establecidos vativas de libertad en todos aquellos
por la Ley (Art, 76 CPR), que nadie casos en que el imputado no está su-
Artículo 78. Siempre que sea necesario determinar la corres- puede ser juzgado por comisiones es- jeto a prisión preventiva (y aun en-
peciales, sino por el tribunal señalado contrándose en prisión preventiva,
pondencia entre las penas de este Código y las impuestas con ante-
por la Ley y establecido por ésta con por el cambio de régimen que impli-
rioridad a su vigencia, se hará tornando en cuenta la naturaleza de anterioridad a la perpetración del he- ca la condición de "rematado").
éstas y el período de su duración. Así por ejemplo, cuatro años de cho y que la sentencia debe fundarse
presidio o de penitenciaría equivalen a presidio menor en su grado en un proceso previo legalmente tra- La regla del Arr. 79 tiene con-
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máximo. mitado (Art. 19 N° 3 inciso quinto firmación en el inciso primero, pri-
NOTA: La disposición no tiene aplicación práctica en la actualidad, lo que hace superfluo CPR). Pero su significado mayor ra- mera oración, del Art. 468 CPP, que
cualquier comentario en este lugar. dica en supeditar la ejecución de las dispone: "Las sentencias condenato-
sentencias penales condenatorias a su rias penales no podrán ser cumplidas
ejecutoria, definida en el Art. 174 del sino cuando se encontraren ejecuto-
Código de Procedimiento Civil. No riadas". La decisión de condena sólo
§ 5. De la ejecución de las penasy su cumplimiento puede ejecutarse una pena mientras permite, a petición de parte, "la revi-
no esté definitivamente zanjada la sión de las medidas cautelares perso-
Artículo 79. No podrá ejecutarse pena alguna sino en virtud contienda en torno a la responsabi- nales, atendiendo al tiempo transcu-
de sentencia ejecutoriada. lidad del sujeto. Como decía PACHE- rrido y a la pena probable" (Art. 348
José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad penal,
BIBliOGRAFIA: GUZMÁN DALBORA,
ca: "¿Quién podrá decir que durante inciso final CPP), pero en ningún
LegalPublishing, Santiago, 2008. el proceso, cuando no se ha fallado caso la ejecución misma de la pena.
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ART. 80 CÚDlGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 80

Artículo 80. Tampoco puede ser ejecutada pena alguna en otra COMENTARIO
forma que la prescrita por la ley, ni con otras circunstancias o acci- Héctor Herndndez
dentes que los expresados en su texto.
Se observará también además de 10 que dispone la ley, 10 que Los dos primeros incisos, que El precepto confirma y preci-
se determine en los reglamentos especiales para el gobierno de los subsisten hasta hoy sin modificacio- sa legislativamente el principio de
establecimientos en que deben cumplirse las penas, acerca de los nes, están tomados casi literalmente legalidad de las penas, consagrado
castigos disciplinarios, de la naturaleza, tiempo y demás circuns- del Art. 87 del Código español de en el inciso 7° del N° 3 del Art. 19
tancias de los trabajos, de las relaciones de los penados con otras 1850 y fueron aprobados sin mayor CPR, extendiendo explícitamente
personas, de los socorros que pueden recibir y del régimen alimen- discusión en la sesión 20 de la Co- la garantía a la forma de cumpli-
ncio. misión Redactora, de 23 de julio de miento, sin perjuicio de introducir
1870 (Actas, 41 s.). El inciso ter- luego la remisión a normativa de
En los reglamentos sólo podrán imponerse como castigos dis-
cero, en cambio, fue adoptado por rango infralegal en materia de régi-
ciplinarios, el encierro en celda solitaria e incomunicación con
la Comisión en la sesión 135, de men penitenciario, específicamente
personas extrañas al establecimiento penal por un tiempo que no 12 de mayo de 1873 (Actas, 240), en materia de gobierno de los cen-
exceda de un mes, u otros de menor gravedad. misma ocasión en que se agregó la tros, castigos disciplinarios, trabajo,
La repetición de estas medidas deberá comunicarse antes referencia a los castigos disciplina- relaciones con otras personas, so-
de su aplicación al Juez del lugar de reclusión, quien sólo podrá rios en el inciso segundo y en que al corros y régimen de alimentación.
autorizarla por resolución fundada y adoptando las medidas parecer se desechó, sin mayor expli- En la medida en que las penas se
para resguardar la seguridad e integridad, del detenido o pre- cación, el inciso tercero del Código hacen realidad en su ejecución, se
so. español que se había aprobado ini- discute intensamente si es realmen-
cialmente, referido a la separación te compatible con la garantía cons-
BIBLIOGRAFíA: CASTRO, Álvaro / CILLERO, Miguel/MERA, Jorge: Derechos fundamentales de de sexos en establecimientos o al titucional de legalidad de las penas
los privados de libertad, Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago 2010; Couso, menos en departamentos distintos.
Jaime / MERA, Jorge: "Hacia un sistema de control de la ejecución de penas no priva-
que estas cuestiones no estén ya
tivas de libertad", Boletín Jurídico del Ministerio de Justicia N° 4-5 (2003), 115-130; El inciso tercero consideraba como resueltas, al menos en sus aspectos
GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Consideraciones críticas sobre el Reglamento Penitenciario castigos disciplinarios también los fundamentales, por la Ley (MERA,
chileno", Gaceta Jurídica N° 168 (1994), 12-17; GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Diagnóstico
y perspectivas del binomio judicialización-jurisdiccionalización, en el cumplimiento
de cadena y grillete, los que si bien 85 ss.; GuzMÁN DALBORA, 1994, 13
de las penas privativas de la libertad", Gaceta Jurídica N° 212 (1998), 83-93; GUZMÁN habían sido suprimidos como penas s.; Causo I MERA, 116; SEPÚLVEDA,
DALBORA, José Luis: La pena y la extinción de la responsabilidad penal, LegalPublishing, accesorias de la Escala General del 123 s.; STIPPEL, 29). Aquí se estima
Santiago 2008; JIMÉNEZ, María Angélica: "Consideraciones criminológicas sobre el nuevo
Reglamento Penitenciario", Revista de Ciencias Penales T. XL (1990-1993), 76-87; KÜN-
Art. 21 mediante la Ley N° 17.266, que no y que ésta constituye la más
SEMüLLER, Carlos: "La judicialización de la ejecución penal", Revista de Derecho (PUCV), de 6 de enero de 1970, sólo fueron flagrante vulneración del principio
XXVI-I (2005),113-123; LIBEDINSKY, Sofía: "Jueces de vigilancia penitenciaria", Gaceta Ju- suprimidos como castigos discipli- de reserva legal en el derecho pe-
rídica N° 212 (1998), 94-96; MATUS, Iean Pierre: "Comentario al Art, 80", en POUTOFF /
ORTIZ, Comentario, pp. 414-416; MERA, Jorge: Derechos Humanos en el derecho penal narios por la Ley N° 18.857, de 6 nal chileno. En la actualidad rige
chileno, ConoSur, Santiago 1998; SEPÚLVEDA, Eduardo: "El ordenamiento jurídico peniten- de diciembre de 1989. Por último, el Reglamento de Establecimientos
ciario chileno: sus reformas más urgentes", en AA. W.: Estado de Derecho y reformas el inciso cuarto fue introducido por Penitenciarios (Decreto Supremo
a la Justicia, Universidad de Chile - Heídelberg-Center - California Western - GTZ, San-
tiago 2004, pp. 121-131; STIPPEL, jorg: Las cárceles y la búsqueda de una política criminal la Ley N° 19.047, de 14 de febrero N° 518 del Ministerio de Justicia),
para Chile, LOM, Santiago 2006. de 1991. de 21 de agosto de 1998. Anterior-
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ART.80 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 80

mente había regido el Reglamento semestrales por comisiones judicia- hasta hoy. La mencionada letra f) que dicha repetición debe ser auto-
de Establecimientos Penitenciarios les, con énfasis en los condenados, dispone que las solicitudes y recla- rizada judicialmente por resolución
(Decreto Supremo N° 1.771 del "a fin de tomar conocimiento de su mos se resuelven "de conformidad a fundada, la que, además, debe con-
Ministerio de Justicia), de 9 febrero [de los establecimientos] estado de la ,Ley procesal penal", fórmula del siderar medidas para resguardar la
de 1993 (una crítica general del mis- seguridad, orden e higiene, de si los todo enigmática, porque el Código seguridad e integridad del privado
mo, válida en buena medida para el internos cumplen sus condenas y de Procesal Penal no contiene norrnas de libertad. Si bien se ha sugerido
vigente, que no es más que una re- oírles sus reclamaciones" (Art. 578 al respecto (Causo / MERA, 126) Y una interesante restricción a la re-
forma, en GUZMÁN DALBORA, 1994, ss. COT) (una valoración crítica de sólo se remite al Código Penal, que petición de estas medidas, en el sen-
12 ss.; desde un punto de vista cri- las visitas en STIPPEL, 233 ss.); y des- tampoco las contiene, y a unas su- tido de que "sólo puede concederse
minológico JIMÉNEZ, 76 ss.) y antes de la reforma al proceso penal en la puestas leyes especiales (Art. 467 'para resguardar la seguridad e inte-
el Reglamento Carcelario (Decreto competencia de los jueces de garan- CPP), lo que en último término gridad del detenido o preso'" (MA-
Supremo N° 805 del Ministerio de tía (originalmente de los jueces que obliga a los jueces a desarrollar cri- TUS, Comentario, 415), dicha lec-
Justicia), de 30 de abril de 1928. hubieran dictado sentencia definiti- terios a partir de los principios cons- tura no se compadece ni con la letra
va; desde la Ley N° 19.708, de 5 de titucionales y los estándares interna- de la Ley ni con el explícito carácter
En lo que concierne al con- enero de 2001, siempre los jueces de cionales fijados por instrumentos de castigo (y no medida de protec-
trol de la ejecución de la pena, se garantía) de hacer ejecutar las con- internacionales suscritos por Chile y ción) de tales medidas. Por repeti-
constata la inexistencia en Chile de denas criminales y las medidas de por la jurisprudencia internacional ción parece que debe entenderse la
una genuina judicatura de control seguridad, y especialmente, de "re- (al respecto, fundamental, CASTRO / aplicación sucesiva e inmediata de
o vigilancia de la ejecución penal, solver las solicitudes y reclamos re- CILLERO / MERA,passim). Lo mismo la medida (así MATUS, Comenta-
especialmente de la ejecución pe- lativos a dicha ejecución" (Arts. 14 debería regir para el conocimiento y rio, 415). El Reglamento vigente
nitenciaria (entre otros GUZMÁN f] COT). A esto debe agregarse el resolución de los recursos constitu- consulta límites más estrictos que
DALBORA, 1998, 83 ss.; LIBEDINSKY, control que, aunque muy limitado cionales de amparo y protección. la ley: requiere autorización judi-
94 ss.; MERA, 88 ss.; KÜNSEMÜLLER, en los hechos, tradicionalmente se cial para la repetición de cualquier
114 ss.; SEPÚLVEDA, 124 s.). El con- ha ejercido a través de las acciones Como límite máximo a los castigo disciplinario y no sólo de los
trol previsto por el derecho vigente constitucionales de amparo y pro- castigos disciplinarios que puede más graves previstos en el Arr. 80
consiste en las tradicionales "visitas tección (al respecto KÜNSEMÜLLER, considerar el reglamento se pre- (Art. 87 del Reglamento) y reduce
de cárcel" reguladas en el Código 120 s.; una visión crítica en STIPPEL, vé el encierro en celda solitaria (la el límite máximo de cada período de
Orgánico de Tribunales: las visitas 195 ss.) y que no desaparece con Ley N° 19.047, de 14 de febrero encierro en celda solitaria a 10 días
semanales por parte de jueces de la competencia de los jueces de ga- de 1991, sólo suprimió ésta como (Art. 81 letra k] del Reglamento).
garantía "a fin de indagar si [los pri- rantía. En el contexto de la reforma pena accesoria, no como castigo
vados de libertad] sufren tratos in- procesal penal la consagración de disciplinario) e incomunicación Una completa revisión periódi-
debidos, si se les coarta la libertad de la competencia de los jueces de ga- con personas extrañas al estableci- ca de la realidad de la ejecución pe-
defensa o si se prolonga ilegalmente rantía fue una solución transitoria, miento penal por un tiempo que nal en nuestro país desde la perspec-
la tramitación de su proceso", con "mientras no se establezcan tribuna- no exceda de un mes, plazo que, sin tiva del respeto y promoción de los
claro énfasis en la situación de los les especializados" (véase al respec- embargo, al parecer puede ampliar- Derechos Humanos se encuentra en
imputados más que de los condena- to LIBEDINSKY, 94; KÜNSEMÜLLER, se por la vía de la "repetición" de las sucesivas versiones del Informe
dos (Art. 567 ss. COT) y las visitas 117), que sin embargo se extiende la medida, con el único límite de Anual sobre Derechos Humanos en
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ART. 81 CÚDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.81

Chile preparado por el Centro de 2003 dedica un capítulo al tema. de Procedimiento Penal de 1906 previo informe psiquiátrico y salvo
Derechos Humanos de la Univer- Todos los Informes están accesibles un Libro IV sobre cumplimiento y que proceda la terminación del pro-
sidad Diego Portales, que práctica- en: http://www.derechoshumanos. ejecución, cuyo Título III "De las cedimiento por cualquier otra cau-
mente en todas sus versiones desde udp. cl/archivo/informe-anual! medidas aplicables a los enajenados sa, debe decretar el sobreseimiento
mentales" se hizo cargo tanto del temporal hasta que desaparezca la
enajenado mental que delinquía (si- incapacidad del imputado (regla
tuación del Art, 10 N° 1) como del concordante con la del Art. 252
Artículo 81. Si después de cometido el delito cayere el delin- "procesado que cae en enajenación" CPP) o el sobreseimiento definitivo
cuente en estado de locura o demencia, se observarán las reglas (incluyendo al condenado), que si se trata de una enajenación men-
establecidas en el Código de Procedimiento Penal. es la situación a que se refiere este tal incurable. No procede, en este
BIBUOGRAFÍA: CENTRO DE ESTIlDIOS DE lA JUSTICIA [CEJ]: "El tratamiento del inimputable enajena-
Art. 81 (Arts. 684 a 687 CPP 1906) caso, en consecuencia, la discusión
do mental en el proceso penal chileno", Revista de Estudios de la Justicia N° 10 (2008), (sobre la situación bajo el CPP 1906 e imposición de medidas de seguri-
105-139; FALCONE, Diego: "Una mirada crítica a la regulación de las medidas de seguridad MATUS, Comentario, 416 ss.). dad por parte de la justicia criminal
en Chile", Revista de Derecho (PUCV) T. XXIX(2007),235-256; GUZMÁN DALBORA, José Luis:
La pena y la extinción de la responsabilidad penal, LegalPublishing, Santiago 2008; HOR- (de otra opinión, aunque sin desco-
VITZ, María Inés / LÓPEZ, Julián: Derecho procesal penal chileno, T. Il, Editorial Jurídica de En la actualidad el Código Pro- nocer el claro tenor literal de la ley,
Chile, Santiago 2004, cap. XIII; JIMÉNEZ, María Angélica: "Consideraciones criminológicas
en torno al nuevo Reglamento Penitenciario", Revista de Ciencias Penales T. XL (1990' cesal Penal distingue tres situaciones CE], 138; HORVITZ / LÓPEZ, 576
1993),76-87; MATIlS, Iean Pierre: "Comentario al Art. 81", en PourOFF / ORTlZ, Comentario, relativas a la enajenación mental y s.), sin perjuicio de las posibilidades
pp. 416-418. a la posible imposición de medidas de internación conforme al Código
de seguridad: la del inimputable Sanitario (sobre esto último, críti-
que realiza un hecho con caracte- camente, FALCONE, 250 con nota al
COMENTARIO rísticas de delito (Arts. 458 a 464 pie N° 43). Sólo si al momento de
CPP), la del imputado que cae en la enajenación ya se ha formalizado
Héctor Herndndez
enajenación mental durante el pro- la investigación o hay acusación en
cedimiento (Art. 465 CPP) y la del contra del imputado (y se estima,
El precepto original, que estaba luego de largo debate, cuyas con- condenado que cae en enajenación además, que corresponde adoptar
inspirado en el Art, 88 del Código clusiones se expresaron en una pro- mental (Art. 482 CPP), correspon- alguna medida de seguridad), se
español de 1850, aunque con im- puesta encargada al comisionado diendo sólo las dos últimas a la ma- aplica el procedimiento para la im-
portantes diferencias, contenía él Renjifo, en las sesiones 20 y 21 de teria regulada en el Art. 81 (sobre la posición de medidas de seguridad
mismo las medidas a aplicar al caso la Comisión Redactora, de 23 de ju- primera situación véase Comentario respecto del inimputable que incu-
que regula, distinguiendo según si la lio y de 27 de julio de 1870 (Actas, al Art. ION° 1; véase también en rre en un hecho con características
enajenación se producía antes o des- 41 ss.). Las reglas en cuestión (como general GuzMÁN DALBORA, 80). de delito, lo que supone acreditar
pués de pronunciarse la sentencia las del Art. 10 N° 1) fueron supri- que el sujeto ha incurrido en un
de término, previendo en todo caso midas por la Ley N° 18.857, de 6 Cuando el imputado cae en hecho típico y antijurídico y "que
un régimen similar al previsto origi- de diciembre de 1989, que a su vez enajenación durante el procedi- existieren antecedentes calificados
nalmente para el que obraba exento sentó las bases del régimen vigente miento, el Art, 465 CPP dispone que permitieren presumir que aten-
en la Ley procesal penal. En efecto, 1- que el juez de garantía, a petición tará contra sí mismo o contra otras
de responsabilidad penal conforme
al Art. 10 N° 1. Esto fue aprobado dicha Ley introdujo en el Código de cualquiera de los intervinientes, personas" (Art. 455 CPP).
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ART.81 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ARTS.82A86

Por su parte, para el caso de si bien en esta materia cualquier y a su curador o a sus familiares, en ran necesarias para poner remedio a
enajenación sobreviniente del con- aplicación analógica de reglas está el orden de prelación mencionado todo error, abuso o deficiencia que
denado, el Arr, 482 CPP dispone expuesta a muy serias objeciones en el Art, 108 CPP. El ministerio observe en la ejecución de la medida
que el tribunal, oyendo al fiscal y desde el punto de vista del principio público, el curador o familiar res- de seguridad. Con el solo mérito de
al defensor, dicte una resolución de legalidad, en este caso particu- pectivo puede solicitar al juez de estos antecedentes, el juez de garan-
fundada declarando que no se debe lar, por conducir al sobreseimiento garantía la suspensión de la medida tía debe adoptar de inmediato las
cumplir la sanción restrictiva o pri- sin medidas de seguridad (si no se o la modificación de las condiciones providencias que fueran urgentes, y
vativa de libertad y disponga, según ha iniciado el procedimiento mal de la misma si el caso lo aconseja. citar a una audiencia al Ministerio
el caso, la medida de seguridad que podría haber formalización o acusa- En todo caso, el Ministerio Público Público y al representante legal del
corresponda. No es claro, sin em- ción; recuérdese, sin embargo, que debe inspeccionar cada seis meses enajenado mental, sin perjuicio de
bargo, que siempre deba imponer- esta opinión no es unánime), tales los establecimientos psiquiátricos recabar cualquier informe que esti-
se una medida de seguridad. A pe- objeciones se disipan. o instituciones donde están inter- me necesario para decidir la conti-
sar del silencio legal, parecería más nados o cumplen tratamiento ena- nuación o cesación de la medida, o
bien que antes deben verificarse los Por último, la ejecución de las jenados mentales en virtud de una la modificación de las condiciones
requisitos generales previstos en el medidas de seguridad impuestas medida de seguridad, y debe infor- de aquélla o del establecimiento en
Art, 455 Cl'P concretamente, que al enajenado mental (cualquiera mar al juez de garantía, solicitando el que se lleva a efecto (véase HOR-
"existieren antecedentes calificados que sea el caso) está regulada en el la adopción de las medidas que fue- VITZ / LÓPEZ, 598 s.).
que permitieren presumir que aten- Art, 481 CPP. Ahí se dispone que és-
tará contra sí mismo o contra otras tas sólo pueden durar mientras sub-
personas" (así también HORVITZ sistan las condiciones que las hayan
/ LÓPEZ, 600). Se ha prescindido,
Artículo 82. Derogado.
hecho necesarias, y que en ningún
además, de la norma que mandaba caso pueden extenderse más allá de
cumplir la sentencia condenatoria la sanción restrictiva o privativa de
Artículo 83. Derogado.
una vez que el condenado recupe- libertad que hubiere podido impo-
rara la razón, siempre que la pena nérsele o del tiempo que correspon-
no hubiera prescrito (cfr. inciso final da a la pena mínima probable, el Artículo 84. Derogado.
del Art. 687 CPP 1906). que debe ser señalado por el tribu-
nal en su fallo. Al efecto se entiende
Nótese que la Ley se olvida de por pena mínima probable el tiem- Artículo 85. Derogado.
la situación del que ha caído en ena- po mínimo de privación o restric-
jenación mental después de come- ción de libertad que la Ley prescriba
tido el delito, pero antes del inicio para el delito o delitos en cuestión. Artículo 86. Los condenados a penas privativas de libertad
del procedimiento. Todo indica, sin Se dispone también que la persona cumplirán sus condenas en la clase de establecimientos carcelarios
embargo, que ésta debe ser asimila- o institución que tenga a su cargo al que corresponda en conformidad al Reglamento respectivo.
da a la del que se enajena durante enajenado mental debe informar se-
BIBUOGRAFíA: CASTRO, A. / CIllERO, M.: "Protección de los derechos de los condenados: una
el procedimiento (así también CE], mestralmente sobre la evolución de reforma pendiente", Revista Electrónica Iustel (mayo 2010); MArus, lean Pierre: "Comen-
138; HORVITZ / LÓPEZ, 576), pues su condición al Ministerio Público tario a los artículos 79 a 89", en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 409-420.

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ART. 86 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.86

COMENTARIO Como se ha expresado reiterada- mientras están puestas a disposición


mente, la necesidad de una regula- del Tribunal pertinente; las perso-
Miguel Cillero
ción legal integral sobre la materia nas sometidas a prisión preventiva
se hace imperiosa, para poder dotar y las personas condenadas al cum-
El déficit de legalidad del siste- En el año 2006 (por Decreto de un orden sistemático a una regu- plimiento de penas privativas de
ma de ejecución de penas en Chile, N° 1248 de Justicia, de 3 de abril lación de tanta importancia y que libertad. Corresponden también a
queda de manifiesto por la remisión de 2006) se modificó el Reglamento debe ser establecida en sus linea- esta denominación las dependencias
a normas de carácter administrativo estableciendo los principios genera- mientos generales y específicos por destinadas al seguimiento, asisten-
de la regulación de gran parte de su les de la actividad penitenciaria se- la Ley en conformidad a la Cons- cia y control de los condenados que,
ejecución (Art. 80 inciso segundo). ñalando que ésta "se regirá por las titución y los derechos fundamen- por un beneficio legal o reglamenta-
Esto abarca tanto la regulación de la normas establecidas en el presente tales de los condenados contenidos rio, se encuentren en el medio libre"
naturaleza de los establecimientos Reglamento y tendrá como fin pri- en los instrumentos internacionales, (Art. 11).
como del régimen de vida, derechos mordial tanto la atención, custodia dejando sólo su desarrollo práctico
y obligaciones de los internos. y asistencia de detenidos, sujetos a para la normativa administrativa La creación de establecimientos
prisión preventiva y condenados, (véase, con detalle, CASTRO/ OLLE- penitenciarios atenderá, según el
El Reglamento de Estableci- como la acción educativa necesaria RO, passim). Reglamento a la edad, el sexo, la na-
mientos Penitenciarios (Decreto para la reinserción social de los sen- turaleza de las actividades y acciones
N° 518 de 1998 del Ministerio de tenciados a penas privativas de liber- En relación a la limitación de la para la reinserción social que proce-
Justicia y sus modificaciones poste- tad o sustitutivas de ellas" (Art. 1° ejecución de las penas por la Ley y la da, el tipo de infracción cometida,
riores) establece una clasificación de Reglamento) . propia sentencia judicial, el Art. 2° el nivel de compromiso delictual de
los Centros, dependiendo de la con- del Reglamento establece que "será los internos, las especiales medidas
dición procesal en que se encuen- Pese a la amplitud de esta nor- principio rector de dicha actividad de seguridad o de salud que la situa-
tre la persona privada de libertad: ma administrativa, el propio Art, 4° el antecedente que el interno se en- ción de ciertos internos haga nece-
Centros de Detención Preventiva del Reglamento establece como lí- cuentra en una relación de derecho sarias, o a "otros criterios adoptados
(CDP) para detenidos y sujetos a mite que "la actividad penitencia- público con el Estado, de manera complementariamente por la Admi-
prisión preventiva y distintos Cen- ria se desarrollará con las garantías que fuera de los derechos perdidos o nistración Penitenciaria" (Art. 13),
tros de Cumplimiento Penitenciario y dentro de los límites establecidos limitados por su detención, prisión con lo que se deja de manifiesto la
(CPP) para el cumplimiento de las por la Constitución Política de la preventiva o condena, su condición amplia libertad concedida a la ad-
condenas, que se establecen en el República, los tratados internacio- jurídica es idéntica a la de los ciuda- ministración.
Reglamento. nales ratificados por Chile y vigen- danos libres".
tes, las leyes y sus reglamentos y las MATUS, Comentario, 418, lla-
En este sentido, como se dijo, sentencias judiciales". Según el Reglamento, el térmi- ma la atención sobre las eventua-
se establece un régimen único de no establecimiento penitenciario es les discriminaciones que se pueden
tratamiento penitenciario a cargo De este modo, el propio Regla- de carácter genérico y abarca tanto a producir al permitir el Reglamento
de Gendarmería de Chile, organis- mento establece como límites las los "recintos donde deban permane- la creación de regímenes especiales
mo dependiente del Ministerio de garantías que se encuentran en las 1. cer custodiadas las personas privadas para los internos que paguen una
Justicia. normas superiores sobre la materia. de libertad en razón de detención y "mensualidad" (Art. 22).
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ART. 87 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.87

Con particular cuidado hay que se contempla que su imposición o COMENTARIO


atender también al régimen especial modulaciones se encuentre regulada
Miguel Cillero
de extrema seguridad que excepciona por la ley, lo que resulta claramente
el modo de ejecución normal de las violatorio, ya en un modo extremo,
penas, que es ordenado por resolu- de los principios de legalidad y con- El Art, 87 contempla reglas es- nistrados por el Servicio Nacional
ción administrativa y que, salvo en trol judicial de la ejecución de las peciales de protección para las per- de Menores. Las demás sanciones
el caso de la prisión preventiva, no penasl'". sonas menores de 21 años y la sepa- establecidas en la Ley también se
ración de los condenados por sexo. cumplen en un régimen especial, a
través del Servicio Nacional de Me-
En relación al sexo de los pri- nores e instituciones colaboradoras
Artículo 87. Los menores de veintiún años y las mujeres cum- vados de libertad se establecen en el acreditadas bajo la tuición de este
plirán sus condenas en establecimientos especiales. En los lugares Art. 19 del Reglamento de Estable- Servicio.
donde éstos no existan, permanecerán en los establecimientos car- cimientos Penitenciarios que en los
celarios comunes, convenientemente separados de los condenados Centros Penitenciarios Femeninos De acuerdo a la Ley N° 20.084
adultos y varones, respectivamente. (CPF) se deberá disponer de ins- la ejecución de las sanciones pena-
BIBUOGRAFÍA: MATOs, lean Pierre: "Comentario a los artículos 79 a 89", en POUrOFF / ORTlZ, talaciones especiales, incluso para les de adolescentes se rige íntegra-
Comentario, pp. 409-420. que las internas puedan disponer de mente hasta su total cumplimiento
atención pre y post natal, así como por lo dispuesto en esa Ley y su
el cuidado de sus hijos lactantes, Reglamento, cualquiera que sea la
195 "Art. 28. Por Resolución fundada del Director Nacional, quien podrá delegar esta fa- para lo cual debe comunicarse de edad del condenado. Incluso, en los
cultad en los Directores Regionales, serán ingresados o trasladados a departamentos,
la presencia de los niños al Servicio casos que; muy excepcionalmente
módulos, pabellones o establecimientos especiales, los penados cuya situación haga
Nacional de Menores'?", laLey autoriza que la condena pri-
necesaria la adopción de medidas dirigidas a garantizar la vida e integridad física o
psíquica de las personas y el orden y seguridad del recinto. Estas medidas podrán vativa de libertad que está siendo
adoptarse en razón de la reincidencia, tipo de delito, de reiteradas infracciones al La regulación de la edad, se cumplida por una persona mayor
régimen normal de los establecimientos penitenciarios, de requerimientos sanitarios, encuentra especialmente en la de dieciocho años pueda cumplirse
y de otros antecedentes de carácter técnico que las hagan necesarias. Este régimen Ley N° 20.084 para las personas en un establecimiento penitencia-
de extrema seguridad no tendrá otro objetivo que la preservación de la seguridad
de los internos, sus compañeros de internación, del régimen del establecimiento,
entre 14 y 18 años, donde se es- rio administrado por Gendarmería
de los funcionarios, y de las tareas impuestas a la administración y en su cumpli- tablecen normas especiales para el de Chile, ésta debe ejecutarse en un
miento se observarán todas las normas de trato humanitario. la Resolución será cumplimiento de las condenas pri- recinto separado (secciones juveni-
revisada en una primera ocasión, a lo menos en los 60 días siguientes a aquél en vativas de libertad en Centros admi- les) y de acuerdo a las condiciones
que se produjo el ingreso o traslado. Si es confirmada, será revisada nuevamente a
los 90 días de la primera revisión y posteriormente a los 120 días de la última. En
caso de producirse una nueva confirmación, la internación y las condiciones espe- 196 Esta materia se regula por el arto 19 del Reglamento de Establecimienros Penitenciarios
ciales de seguridad serán revisadas a lo menos cada seis meses ... Para la aplicación y por un convenio entre Gendarmería de Chile y el Servicio Nacional de Menores
de medidas extraordinarias de seguridad respecto de detenidos y sujetos a prisión que, en su actual regulación, establece un plazo de un año de estadía. El Convenio
preventiva, se estará a lo prevenido en la ley procesal pertinente. la Resolución que financia con fondos del Servicio Nacional de Menores "residencias transitorias para
ordene alguna de estas medidas, deberá estar precedida de un informe técnico que niños(as) con madres privadas de libertad" (Resolución Exenta del Director Nacional
las recomiende". del Servicio Nacional de Menores, de 14 de diciembre de 2010).
696 697

l
ARTS. 88 - 89 CÓDIGO PENAL COMENTADO
TI MIGUEL CILLERO ART.89

establecidas en la Ley especial de das por la Ley N° 20.084 que "esta- COMENTARlO
adolescentes'I". blece un sistema de responsabilidad
para los adolescentes infractores de
Miguel Cillero
Evidentemente el texto del actual Ley penal", considerando, además, la
Art, 87 en relación a la edad debería reforma al Código Civil que estable- Esta materia, como la mayor expresamente las anteriores nor-
ser adecuado a las reformas estableci- ció la mayoría de edad a los 18 años. parte de las relativas a la ejecución mas. Este cuerpo normativo es de
penal que se vienen comentando, reciente aparición al momento de
ha sido entregada a la regulación redactarse este comentario, por lo
Artículo 88. El producto del trabajo de los condenados a pre- reglamentaria. Hasta el 14 de mayo que nos limitaremos a describir sus
sidio será destinado: de 2011 estos aspectos se regulaban ,aspectos fundamentales, sin entrar a
10. A indemnizar al establecimiento de los gastos que ocasionen. en el párrafo 9° del Reglamento de valorar su funcionamiento debido a
2 0 • A proporcionarles alguna ventaja o alivio durante su deten- Establecimientos Penitenciarios, y su corta existencia.
ción, si lo merecieren. particularmente por lo establecido
en el Decreto N° 36 de 2005 que En primer término, el régimen
3 0 • A hacer efectiva la responsabilidad civil de aquéllos prove-
establecía el "Reglamento sobre administrativo reconoce que el tra-
niente del delito. reinserción de condenados median- , bajo es voluntario'I" y se avanza en
4 0 • A formarles un fondo de reserva que se les entregará a su te la capacitación laboral y el traba- el reconocimiento de un derecho a
salida del establecimiento penal. jo en los establecimientos penales", acceder al trabajo, aunque siempre
pero desde esa fecha han pasado a relativamente sometido a la conduc-
regirse por lo dispuesto en el Decre- ta del privado de libertad. En prin-
Artículo 89. Los condenados a reclusión y prisión son libres to N° 943 de Justicia que aprueba cipio, el Reglamento, da el mismo
para ocuparse, en beneficio propio, en trabajos de su elección, el "Reglamento que establece un Es- trato a las personas sometidas a pri-
siempre que sean compatibles con la disciplina reglamentaria del tatuto Laboral y de Formación para sión preventiva y a las que cumplen
establecimiento penal; pero si afectándoles las responsabilidades el Trabajo Penitenciario" y deroga condena'?"
de las reglas 1a y 3 a del artículo anterior carecieren de los medios
necesarios para llenar los compromisos que ellas les imponen o
no tuvieren oficio o modo de vivir conocido y honesto, estarán 198 Art. 8: "Naturaleza de la actividad laboral penitenciaria y de formación para el trabajo.
La actividad laboral y de formación para el trabajo, será siempre voluntaria y nunca
sujetos forzosamente a los trabajos del establecimiento hasta hacer podrá ser utilizada como castigo u otra forma de corrección, ni podrá ser considerada
efectivas con su producto aquellas responsabilidades y procurarse como fuente de lucro para la administración".
la subsistencia. 199 Art. 18: "De las personas que pueden desarrollar actividades productivas. Podrán desa-
rrollar actividades productivas aquellas personas sometidas a prisión preventiva y quienes
BIBLIOGRAFÍA: MArus, lean Pierre: "Comentario a los artículos 79 a 89", en POLlTOFF / ORTIZ,
Comentario, pp. 409-420. se encuentren condenados por sentencia judicial firme o ejecutoriada que completen
el correspondiente proceso de selección. En los procesos de selección de trabajadores,
el Consejo Técnico considerará la disposición para el trabajo, salud compatible, y
197 Art, 56 de.la Ley N° 20.084. Pese a la claridad de estas disposiciones, y del carácter antecedentes psicológicos, sociales y de conducta en los casos que corresponda. El tipo
de absoluta excepcionalidad que en ellas se contempla, en la práctica su utilización de delito y la duración de la pena no constituirán factores que excluyan la selección
y funcionamiento vulneran los límites legales, afectando gravemente el principio de de postulantes". Pareciera, sin embargo, que el art. 19 restringe las posibilidades de
legalidad de la ejecución penal en este ámbito del Derecho penal. las personas en prisión preventiva, o bien que habría una preferencia en el acceso a
698 699
ART. 89 BIS
CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO
ART.89

Asimismo, el Estatuto regula llevar a cabo actividades de forma- Artículo 89 bis. El Ministro de Justicia podrá disponer, de
dos tipos de actividades: la activi- ción para el trabajo, las cuales per- acuerdo con los tratados internacionales vigentes sobre la materia
dad laboral regulada por el Código mitirán a los penados percibir un y ratificados por Chile, o sobre la base del principio de reciR ro-
del Trabajo con empresas externas ingreso. Asimismo, éstos podrán cidad, que los extranjeros condenados por alguno de los delitos
y formación para el trabajo. Res- desarrollar las actividades laborales contemplados en los artículos 411 bis, 411 ter, 411 quáter y 411
pecto a la remuneración se estable- establecidas en este reglamento, las quinquies, cumplan en el país de su nacionalidad las penas privati-
ce el principio de que todo trabajo que se regirán por las normativas vas de libertad que les hubieren sido impuestas.
debe ser remunerado en condicio- pertinentes" (Art. 64).
nes de igualdad con el trabajo libre
COMENTARIO
(Arts. 13 y 43) Yque debe destinarse Como puede apreciarse, el
el uso de los recursos, a una cuenta nuevo estatuto pretende coordinar Miguel Cillero
de ahorro. la actividad penitenciaria con acti-
vidad laboral formal y la existencia Este artículo fue introducido Infantil y la Utilización de Niños
Finalmente, se introduce un de unidades económicas al interior por la Ley N° 20.507, de 8 de abril en la Pornografía (ratificado el 6 de
nuevo concepto, el de Centros de de los recintos penitenciarios, o en de 2011, que "tipifica los delitos de . febrero de 2003) y otros instrumen-
Educación y Trabajo (CET) que parte de éstos, para lo cual la nor- tráfico ilícito de migrantes y tra- tos internacionales para combatir
"constituyen establecimientos pe- ma desarrolla un conjunto de sal- ta de personas y establece normas delitos internacionales de trata de
nitenciarios o parte de ellos, des- vaguardas para evitar abusos frente para su prevención y más efectiva personas.
tinados a contribuir al proceso de a los derechos laborales y, más en persecución criminal", proyecto de
reinserción social de las personas general, en las relaciones entre los Ley iniciado por moción parlamen- Junto a la tipificación de es-
condenadas, proporcionando o fa- internos, de éstos con la autoridad taria'?", que tenía por objeto dar tos delitos en el Código Penal
cilitándoles, trabajo regular y remu- y con sus empleadores, aspectos to- cumplimiento a lo dispuesto por la (Arts. 411 bis a 411 quinquies), se
nerado, capacitación o formación dos respecto de los cuales se podrá Convención de las Naciones Unidas establecieron reformas en materias
laboral, psicosocial y educación, tener una opinión más formada en contra la Delincuencia Organizada probatorias y procesales, se intro-
que sean necesarios para tal pro- la medida que la nueva normativa (conocida como Convención de Pa- dujo el artículo 89 bis con el objeto
pósito. Sin perjuicio que en cum- muestre su fortaleza para proteger lermo, ratificada por DS N° 342, 20 de dar cumplimiento al Art. 17 de
plimiento de este objetivo puedan los derechos fundamentales de los diciembre 2004), considerándose la Convención de la Convención
constituir unidades económicas internos y los programas de empleo también lo dispuesto en el Proto- de las Naciones Unidas contra la
productivas y comerciales de bienes y formación se desarrollen efectiva- colo Facultativo de la Convención Delincuencia Organizada Trans-
y servicios. En el CET se podrán mente. de los Derechos del Niño Relativo nacional. Ésa es la razón principal
a la Venta de Niños, la Prostitución por la que fue incorporada esta

Continuación nota is
200 Moción de los Diputados Jorge Burgos Varela, Juan Bustos Ramírez, Guillermo Ce-
las actividades productivas para los condenado, al decir que "las personas sometidas a
roni Fuentes, José Antonio Galilea Vidaurre, María Eugenia Mella Gajardo, Adriana
prisión preventiva podrán trabajar conforme a sus aptitudes e inclinaciones, siempre
Muñoz D'Albora, Alejandro Navarro Brain, Osvaldo Palma Flores, Jaime Quintana
que ello sea compatible con los recursos de que disponga el respectivo establecimiento
penitenciario", excepción que no plantea respecto de los condenados. Leal y María Antonieta Saa Díaz.
701
700
CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.90
ART.90

norma que se asemeja bastante a debe mencionar que, de acuerdo a Primera. El condenado a relegación perpetua sufrirá la de pre-
lo que establece la Ley N° 20.000 información proporcionada por el sidio mayor en su grado medio.
en materia de traslados en delitos Ministerio de Justicia, los tratados Segunda. El condenado a confinamiento o extrañamiento su-
de droga. vigentes en Chile sobre traslado de
frirá la de presidio por la mitad del tiempo que le falte por cumplir
condenados son el Convenio de
Como el requisito para que Estrasburgo, la Convención Inte- de la pena primitiva.
proceda el traslado del condenado ramericana para cumplimiento de Tercera. El condenado a relegación temporal o a destierro su-
a su país de origen es la existencia condenas y tratados bilaterales con frirá la de reclusión o prisión por la mitad del tiempo que le falte
de un tratado o la reciprocidad, se Brasil, Bolivia y Argentina. por cumplir de la pena primitiva.
5°. El inhabilitado para cargos y oficios públicos, derechos po-
líticos y profesiones titulares o para cargos, oficios o profesiones
TÍTULO IV
ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación
DE LAS PENAS EN QUE INCURREN LOS QUE QUEBRANTAN
directa y habitual con personas menores de edad, que los ejerciere,
LAS SENTENCIAS Y LOS QUE DURANTE UNA CONDENA DELINQUEN cuando el hecho no constituya un delito especial, sufrirá la pena
DE NUEVO de reclusión menor en su grado mínimo o multa de seis a veinte
unidades tributarias mensuales.
§ 1. De las penas en que incurren los que quebrantan las sentencias
En caso de reincidencia se doblará esta pena.
Artículo 90. Los sentenciados que quebrantaren su condena 6°. El suspenso de cargo u oficio público o profesión titular
serán castigados con las penas que respectivamente se designan en que los ejerciere, sufrirá un recargo por igual tiempo al de su pri-
los números siguientes: mitiva condena.
10. Los condenados a presidio, reclusión o prisión sufrirán la En caso de reincidencia sufrirá la pena de reclusión menor
pena de incomunicación con personas extrañas al establecimien- en su grado mínimo o multa de seis a veinte unidades tributarias
to penal por un tiempo que, atendidas las circunstancias, podrá mensuales.
extenderse hasta tres meses, quedando durante el mismo tiempo 7°. El sometido a la vigilancia de la autoridad, que faltare a las
sujetos al régimen más estricto del establecimiento.
reglas que debe observar, sufrirá la pena de reclusión menor en sus
2°. Los reincidentes en el quebrantamiento de tales condenas,
grados mínimo a medio.
a más de las penas de la regla anterior, sufrirán la pena de incomu-
nicación con personas extrañas al establecimiento penal por un 80. El condenado en proceso por crimen o simple delito a la
término prudencial, atendidas las circunstancias, que no podrá ex- pena de retiro o suspensión del carnet, permiso o autorización que
ceder de seis meses. lo faculta para conducir vehículos o embarcaciones, o a sanción de
3°. Derogado. inhabilidad perpetua para conducirlos, sufrirá la pena de presidio
4°. Los condenados a confinamiento, extrañamiento, relega- menor en su grado mínimo.
ción o destierro, sufrirán las penas de presidio, reclusión o prisión, Carlos: "Comentario a los artículos 90 a 92", en
BIBLIOGRAFIA: KüNSEMÜllER, POLITOFF / ORTIZ,

según las reglas siguientes: Comentario, pp. 421-432.

702 !
703
I
i

I..
j
.
ART. 90 MIGUEL CILLERO ART.90
CÓDIGO PENAL COMENTADO

COMENTARIO calificado (GARRIDO, 1, 336), a dife- situaciones diferentes, la primera al


rencia de otras legislaciones en que quebrantamiento o incumplimiento
Miguel Cillero de una condena impuesta, y la se-
expresamente la descripción típica
puede alcanzar a los que se encuen- gunda a la comisión de una nueva
Para parte importante de la doc- vez que puede constituir pena cual- figura típica dentro del plazo en que
tren en otra situación jurídica, como
trina, el Código ha establecido el que- quier sanción que imponga la ley". puede ser castigado el hechor por el
el que incumple medidas cautelares
brantamiento de condena como delito quebrantamiento de la condena an-
privativas o no privativas de libertad.
autónomo, ubicándolo, sin embargo, KüNsEMULLER, 423, sostiene que terior, siendo lo que determina uno
En nuestra legislación es claro que el
en la parte general del Código, en lu- cierta doctrina y jurisprudencia (se
Art. 90 sólo alcanza al condenado. u otro carácter la circunstancia que se
gar de hacerlo en el Libro II junto a los refiere a la SCS de 1 de septiembre de
cometa o no un nuevo hecho delicti-
demás tipos penales (KüNSEMULLER, 1998 [Gaceta Jurídica N° 219,102]),
Un problema adicional es la co- vo. Por su parte, la SCA Rancagua de
Comentario, 422 s.; GARRIDO, I, 335). siguiendo a FUENSALIDA, considera
existencia del delito de quebranta- 14 de mayo de 2008 (Rol N° 156-
Para CURY, 771, se trata de un delito que no se está en presencia de delitos
miento y la circunstancia agravante de 2008) dispuso que la sanción que se
contra la administración de justicia (y por ello su ubicación en el Código),
reincidencia contenida en el Art. 12 impone por el quebrantamiento de
(así también GARRIDO, I, 335), cuyas aunque el quebrantamiento podría
N° 14, lo que ha dado lugar a juris- condena no es una pena accesoria
consecuencias se corresponderán con traer aparejados severas consecuencias
prudencia discordante, según queda del delito primitivo, pues este ilícito
la pena quebrantada y que pueden te- que serían más bien medidas "extra-
de manifiesto en los dos fallos que se ya fue castigado por sentencia firme
ner el carácter de penas accesorias, que ordinarias de seguridad encaminadas
presentan a continuación. Respecto que no puede revisarse ni agregárse-
se agregan a las que se estaban cum- a aumentar la rigurosidad de las pe-
a este punto, la SCA Iquique de 17 le alguna otra sanción. El quebran-
pliendo, o sustitutivas (GARRIDO, I, nas", argumento que el propio autor
de mayo de 2007 (Rol N° 40-2007) tamiento de condena se asemeja al
336; YETCHEBERY, II, 166). desestima, ya que "el propio legislador
ha señalado que existen dos inter- desacato, castigándose la renuencia
denomina penas a las privaciones y/o
pretaciones: a) aquélla que sostiene a cumplir lo que la justicia ha man-
En ese sentido, una reciente SCA restricciones de bienes jurídicos per-
sonalísimos que han de sufrir quienes que el quebrantamiento es un deli- dado, sea que, tras quebrantar, el he-
Santiago de 29 de marzo de 2007
to autónomo, pese a ubicarse en la chor insista en su actividad ilícita, sea
(Rol N° 521-2007), anula un fallo incurren en la conducta prohibida";
en tal virtud, concluye, "parece dificil Parte General del Código Penal, por- que no lo haga y se enmiende; mien-
absolutorio que negaba el carácter au-
tónomo del tipo de quebrantamiento insistir en que no se está en un delito que las penalidades pueden situarse tras que la agravante del articulo 12
en función de su ubicación espacial en espedfico y que los castigos allí esta- en cualquier parte de dicho cuerpo N° 14 se relaciona con la reinciden-
el Código, reafirma la doctrina por la blecidos son penas". normativo, de manera que no pue- cia, pues castiga la contumacia en el
cual se afirma que "el legislador puede de constituir la agravante del Art. 12 delinquir, o sea, no sanciona la agra-
establecer penas en el lugar o ubica- Esta posición mayoritaria parece N° 14 (cometer el delito mientras vación porque se quebrante la pena
ción de un texto legal que soberana- la más razonable para interpretar el se cumple condena o después de anterior, sino porque se delinque tras
mente determine" (considerando 3 0 ) , Art. 90 y es la más consistente con haberla quebrantado), porque ello quebrantar, razón por la cual entre
así como que "el hecho de que la san- el Derecho y doctrina comparada. implicaría una doble penalización, ambas situaciones (el delito de que-
ción del quebrantamiento de conde- Adicionalmente, su consideración transgrediendo el principio non bis brantamiento de condena y la agra-
na sea el agravamiento de la pena que como delito exige una interpretación in idem; y b) aquélla que estima que vante mencionada) no se suscita una
estaba cumpliendo el autor, no quita restrictiva del tipo penal solamente el tipo penal y la agravante no son vulneración del principio de no bis in
a ese ilícito su carácter de delito, toda aplicable al condenado como sujeto antónimas, puesto que se refieren a idem (considerandos 2 0 y 3 0 ) .
704 705
ART.91 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO ART.91

Asimismo, KüNSEMULLER, Co- artículo 12 alude una situación dife- después de haberla quebrantado, sufrirán la pena que la Ley señala
mentario, 422, 424, aporta dos fallos rente, no sólo adicional, sino también al nuevo crimen o simple delito que cometieren, debiendo cumplir
de sentido contrario que revelanla dis- posterior. Ambas situaciones no pue- esta condena y la primitiva por el orden que el tribunal prefije en la
cordancia de la jurisprudencia respec- den ser consideradas como una sola" sentencia, de conformidad con las reglas prescritas en el artículo 74
to del punto. La SCA San Miguel de (SCS de 1 de septiembre de 1998
para el caso de imponerse varias penas al mismo delincuente.
26 de abril de 1996 (Gaceta Jurídica [GacetaJurídica N° 219, 102]).
N° 190,114), señala "que la situación Cuando en el caso de este artículo el nuevo crimen debiere pe-
fáctica propia del quebrantamiento Frente a esta cuestión, parece narse con presidio o reclusión perpetuos y el delincuente se hallare
no puede constituir, además del deli- del todo razonable asumir que el cumpliendo alguna de estas penas, podrá imponérsele la de presidio
to de quebrantamiento, un factor de principio del non bís ín ídem, en- perpetuo calificado. Si el nuevo crimen o simple delito tuviere seña-
agravación de la responsabilidad pe- trega una buena razón para que una lada una pena menor, se agravará la pena perpetua con una o más de
nal, específicamente el contenido en misma hipótesis fáctica no pueda las penas accesorias indicadas, a arbitrio del tribunal, que podrán im-
el N° 14 del artículo 12 del Código dar lugar a dos consecuencias jurí- ponerse hasta por el máximo del tiempo que permite el artículo 25.
punitivo" (considerando 8°) y que re- dica penales de un modo no pre- En el caso de que el nuevo crimen deba penarse con relegación
sulta más conforme al postulado non visto en la legislación, pero además perpetua y el delincuente se halle cumpliendo la misma pena, se
bís ín ídem, el razonamiento dogmá- la referencia de la Corte de San
tico cuyo argumento es que frente le impondrá la de presidio mayor en su grado medio, dándose por
Miguel al Art, 63 por el cual "no
al precepto garantista del Art, 63 la producen el efecto de aumentar la terminada la de relegación.
agravante del N° 14 no pueda surtir pena las circunstancias agravantes Cuando la pena que mereciere el nuevo crimen o simple delito
su efecto propio (considerando 9°). que por sí mismas constituyen un fuere otra menor, se observará lo prescrito en el acápite primero del
Este fallo que parece aplicar correcta- delito especialmente penado por la presente artículo.
mente la doctrina, sin embargo, pue- ley" refuerza en nuestra legislación BmuoGRAF!A: KÜNSEMÜLLER, Carlos: "Comentario a los artículos 90 a 92", en POUTOFF / ORTIZ,
de ser confrontado por decisiones de esta interpretación que impediría Comentario, pp. 421-432.
la Corte Suprema que señalan "que imponer la agravante de reinciden-
mientras el artículo 90 del Código Pe- cia junto a la pena del quebranta-
nal está referido exclusivamente, al no miento. De' hecho la reciente sen- COMENTARIO
acatamiento o inobservancia de una tencia citada de la Corte de Iquique Míguel Cíllero
pena ya impuesta, esto es, al quebran- resuelve en ese sentido, aunque sin
tamiento, la agravante del N° 14 del aplicar el Art. 63. El Art. 91 se plantea la regula- tribunal en cumplimiento de la dis-
ción de las consecuencias jurídicas posición citada (CURY, 772; KüN-
de la comisión de un crimen o sim- SEMULLER, Comentario, 422, 426;
§ 2. De las penas en que incurren los que durante ple delito durante el cumplimiento GARRIDO, 1, 337; NOVOA, II, 368).
una condena delinquen de nuevo de la condena o después de que-
brantarla. La regla general es que en Sin embargo, se establecen reglas
Artículo 91. Los que después de haber sido condenados por estos casos se aplica el Art. 74 sobre especiales respecto a las penas perpe-
sentencia ejecutoriada cometieren algún crimen o simple delito concurso real, debiendo ejecutarse tuas. Si el condenado está cumplien-
durante el tiempo de su condena, bien sea mientras la cumplen o ambas penas en el orden que fije el do una pena de presidio o reclusión
706 707
ART.92 CÓDIGO PENAL COMENTADO MIGUEL CILLERO - JORGE MERA ART.92

perpetua, y se le imponga por el nue- por lo que la regla carece de sentido reincidencia propia" (CURY, 773; GA- de entenderse la expresión "después
vo delito alguna de estas penas se le (CURY, 772, cita 5 siguiendo a ET- RRIDO, 1, 337); o que "no se refiere al de haber cumplido una condena", se-
podrá imponer el perpetuo califica- CHEBERRY; KÜNSEMULLER, Comenta- delinquimiento durante una condena, ñalando que existe una posición que
do; en el mismo caso anterior, pero rio, 422, 427; GARRIDO, 1, 340). sino a la comisión de un nuevo delito considera dominante en la jurispru-
corresponda imponer por el nuevo después de haber cumplido una con- dencia que exige el cumplimiento to-
delito una pena menor a la perpetua, Finalmente, la última regla es- dena, esto es, lo que se llama jurídica- tal y efectivo de la pena, mientras que
se establece que se agravará la pena pecial es la que señala que de estarse mente reincidencia" (NOVOA, II, 369). otra acepta la agravación en ciertos
perpetua de acuerdo al Art. 25 (inco- cumpliendo una condena a relega- casos como en los que ha operado el
municación y encierro en celda soli- ción perpetua y se le impusiera otra KüNsEMüLLER, Comentario, 431 indulto, o por aplicación del Art. 28
taria), penas que como se dijo al co- pena igual, se impondrá como pena s., sin discrepar de esta posición, pone de la Ley N° 18.216 (SCS de 23 de
mentar el citado artículo no forman única la de presidio mayor en su su atención en el hecho de cómo ha enero de 2001).
parte del sistema de penas chileno, grado medio.

TÍTULO V
Artículo 92. Si el nuevo delito se cometiere después de haberse
impuesto una condena, habrá que distinguir tres casos: DE LA EXTINCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL
1. Cuando es de la misma especie que el anterior.
2. Cuando es de distinta especie y el culpable ha sido conde- COMENTARIO PREVIO ARTÍCULOS 93 A 105
nado ya por dos o más delitos a que la Ley señala igual o mayor
pena. Jorge Mera
3. Cuando siendo de distinta especie, el delincuente sólo ha
sido condenado una vez por delito a que la Ley señala igualo ma- BIBUOGRAFÍA: VARGAS VIANCOS,Juan Enrique: La extinción de la responsabilidad penal, 2°
edición, ConoSur, Santiago 1994.
yor pena, o más de una vez por delito cuya pena sea menor.
En los dos primeros casos el hecho se considera revestido de De acuerdo con la opinión do- Sin embargo, lleva razón CURY,
circunstancia agravante, atendido a lo que disponen los números minante, las causales de extinción 783, cuando observa que lo anterior
15 y 16 del artículo 12, yen el último no se tomarán en cuenta de la responsabilidad penal son cier- no ocurre en todos los casos, pues hay
para aumentar la pena los delitos anteriores. tas situaciones o hechos establecidos algunos que determinan sólo la impo-
Carlos: "Comentario a los artículos 90 a 92", en
BIBUOGRAFÍA: KÜNSEMÜllER, POllrOFF / ORTIZ,
por la ley, posteriores al delito, que sibilidad de pronunciarse sobre dicha
Comentario, pp. 421-432. ponen término a la responsabilidad responsabilidad, tanto para afirmarla
penal. La diferencia con las eximen- como para negarla: sería el caso de la
tes de responsabilidad penal es clara: muerte del imputado antes de que se
COMENTARIO estas últimas "impiden que la res- pronuncie "sentencia ejecutoria", de
Miguel Cillero ponsabilidad penal nazca", mientras la amnistía acordada en esas mismas
que las causales de extinción "le po- circunstancias, de la prescripción de
En general la doctrina considera ción más bien inútil de los preceptos nen término después de haber naci- la acción penal, y, tratándose de deli-
que el Art, 92 contiene una "reitera- que rigen la eficacia agravatoria de la do" (ETCHEBERRY, II, 245). tos de acción privada, del perdón del
708 709
ART.93 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 N° 1

ofendido otorgado antes de la senten- penales sustantivas, entre otras la de la 2° edición Editorial Jurídica de Chile, 1994; ZÚÑIGA, Francisco: "Amnistía ante la jurispru-
dencia (Derechos Humanos como límite al ejercicio de la soberanía)", Ius et Praxis, año
cia de término. Por otra parte, el im- Ley más benigna (GARRIDO, I, 372). 2, N° 2 (1997), 167-214.
putado (por ejemplo, el amnistiado o
aquél respecto del cual la acción penal No obstante, la enfática formula-
ha prescrito) ,"no puede renunciar a ción de la Ley ("La responsabilidad legal
Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue:
los efectos de la causal de extinción se extingue", señalando a continuación
y reclamar un pronunciamiento so-
10. Por la muerte del responsable, siempre en cuanto a las pe-
sietesupuestos en que eso ocurre), no se
bre su verdadera irresponsabilidad, trata de una enumeración taxativa,sino nas personales, y respecto de las pecuniarias sólo cuando a su falle-
cualquiera sea el fundamento de esta que meramente enunciativa. GARRIDO, cimiento no se hubiere dictado sentencia ejecutoriada.
última' (CURY, 784). I, 374, señala, entre otras causales de
extinción distintas de las indicadas en
COMENTARIO
Se trata de una institución propia el Art, 93 mencionadas por la doctrina,
del Derecho Penal, por lo que, como el desistimiento de la proposición y la Jorge Mera
lo señala GARRIDO, I, 372, hizo bien conspiración para ejecutar el delito y el
el legislador al regular las causales de pago del capital, interesesy costas en el Es una obvia consecuencia del Art. 19 N° 3 CPR asegura a todas
extinción de la responsabilidad penal giro doloso de cheques, si bien agrega carácter personalísimo de la responsa- las personas que "ninguna Ley podrá
en el Código Penal y no en la Ley pro- que se trata de situaciones cuya natura- bilidad penal. Con todo, se distingue establecer penas sin que la conducta
cesal penal. Como lo observa VARGAS lezapodría discutirse.VARGAS VIANCOS, entre penas personales (las que no son que sanciona esté expresamente des-
VIANCOS, dichas causales destruyen 207 ss., considera que el citado pago pecuniarias: las privativas o restrictivas crita en ella', se refiere a las conductas
"la responsabilidad penal misma y no de capital, intereses y costas en el giro de libertad o de otros derechos indivi- propias, y no de terceros, por causan-
meramente el instituto procesal para doloso de cheques, la "oblación volun- duales), caso en el que, como es evi- tes civiles que sean. Novox, II, 392,
hacerla efectiva', puesto que lo que taria', "la rehabilitación" y el "perdón dente, se extingue siempre la respon- justifica la disposición comentada por
falta en tales casos es el contenido de judicial", constituyen otros modos de sabilidad penal, y penas pecuniarias. cuanto la imposición de una pena pe-
la relación jurídica que hace nacer al extinción de la responsabilidad penal. Respecto de estas últimas la responsa- cuniaria importa la declaración de un
estado su pretensión punitiva y no Discrepan POUTOFF / Mzrus / RA- bilidad penal se extingue sólo cuando crédito a favor del Estado y de un gra-
alguno de los requisitos formales de MfREZ, PG, 571 s., salvo respecto de al fallecimiento del imputado no se vamen que pesa sobre el patrimonio
esta última (VARGAS VIANCOS, 10). El ciertas hipótesis de perdón judicial, hubiere dictado sentencia ejecutoria- del condenado, de modo que si éste
punto no tiene sólo un alcance siste- como serían la suspensión condicional da. No así cuando la sentencia que las fallece, afecta a sus herederos. CURY,
mático, sino sustantivo, puesto que del procedimiento y la suspensión de impone se encuentra ejecutoriada. En 787, refuta, con razón, este punto de
rigen respecto de estas causales las exi- la imposición de la pena conforme al tal caso, serán de cargo de los herede- vista, aduciendo que la multa y el co-
gencias y prerrogativas de las normas procedimiento simplificado. ros del condenado. POLITOFF / Mxrus miso no representan la restitución o la
/ RAMfREZ, PG, 572, cuestionan la indemnización de los perjuicios cau-
constitucionalidad de la disposición sados por el delito, sino que constitu-
Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue: por contradecir el principio de la res- yen penas penales, un mal irrogado al
ponsabilidad penal personal, que no autor por su hecho, que sólo él debe
BmuoGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts, 93 a 195", en POUTOFF /
ORTIZ, Comentario, pp. 433-48 7; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa- puede extenderse a terceros inocen- padecer, por lo que la subsistencia de
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal, tes del delito, puesto que cuando el las penas pecuniarias después del fa-
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ART.93N°2 C6DIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 N°3

llecimiento del condenado debe ser sólo la prevé respecto del "sentencia- COMENTARIO
impugnada como un efecto tardío de do" (LABATuTI, 297; NovoAII, 392;
Jorge Mera
la "codicia fiscal" y como "la infrac- ETCHEBERRY I1, 247; CURY, 787).
ción más grosera del principio de la
alta personalidad de la pena". (CURY, Finalmente, en lo que dice re- Según LABATuT, 1, 297, es la impuesta, sino que también cuando
forma normal y obvia de extinguir el condenado ha sido beneficiado
787, citando a MAURACH y a GuzMÁN lación con el concepto de muerte,
DALBORA; también crítica, VARGAS, la responsabilidad penal, por lo con la libertad condicional o ha go-
para los efectos de la aplicación de
que la mayoría de los Códigos no zado de los beneficios de la remisión
226, porque las sanciones pecuniarias esta causal de extinción de la respon-
la mencionan. GARRIDO 1, 375, en condicional, de la reclusión nocturna
son "penas" y revisten, por tanto, un sabilidad penal, la doctrina sostiene
cambio, considera que se trata de o de la libertad vigilada y cumplido
carácter personalísimo). que la Ley se refiere a la muerte real,
la consagración del principio de la con los requisitos a que se refiere la
cierta, por lo que no quedaría inclui-
cosa juzgada. Ley N° 18.216 (Novox I1, 393; ET-
Aunque el Art. 93 N° 1 se refie- da la muerte presunta regulada en el
CHEBERRY I1, 247 s.; CURY, 788: GA-
re en general a las penas pecuniarias, derecho civil (VARGAS VIANCOS, 20
Por "condena' debe entenderse RRIDO 1, 376; POUTOFF / MATUS / RA-
sólo la multa y el comiso podrían s.; GuzMÁN DALBORA, Comentario,
"pena', de modo que su cumplimien- MÍREZ, PG, 573; GuzMÁN DALBORA,
ejecutarse después de la muerte del 441; POUTOFF / Msrus / RAMÍREZ,
to extingue la responsabilidad penal, . Comentario, 444). Es posible que la
condenado, no así la pena de cau- PG, 572). POUTOFF / Mxrus / RA-
aunque no se hayan satisfecho las in- condena haya sido objeto, mediante
ción, ya que ésta tiene por objeto MÍREZ, PG, 572, excluyen también
demnizaciones civiles impuestas por el indulto, de reducción o conmuta-
asegurar que este último no realiza- la "muerte clínica", aceptada, según
la sentencia (CURY, 788). La condena ción, lo que debe tomarse en consi-
rá el mal que se trata de precaver, o estos autores, "únicamente para pro-
de encuentra cumplida no sólo en los deración para la determinación del
que cumplirá su condena (Novox, pósitos de trasplantes de órganos por
casos en que ello ha ocurrido efecti- cumplimiento de aquella (ETCHEBE-
I1, 392; ETCHEBERRY, I1, 246; CURY, la Ley N° 19.451". Respecto de este
vamente, de acuerdo con la sentencia RRY, I1, 248; CURY, 788 s.).
787; GARRIDO 1,375; GuzMÁN DAL- último punto, debe observarse que
BORA, Comentario, 442). el concepto de muerte es de carácter
socio-cultural, por lo que se encuen-
Respecto del cumplimiento de tra sujeto a debate si una persona que Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue:
la pena de multa, en caso de que el se encuentra con sus funciones cere-
[ ... ]
condenado no tuviere bienes para brales abolidas completa y definitiva-
3°. Por amnistía, la cual extingue por completo la pena y todos
satisfacerla, nuestra doctrina está de mente (muerte cerebral) está viva o
acuerdo en que no procede la con- muerta, no obstante que se manten- sus efectos.
versión de la multa en reclusión, gan sus otras funciones vitales (respi-
puesto que el inciso 1° del Art. 49 ración, actividad cardiaca). COMENTARIO
Jorge Mera

Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue: La Constitución y la Ley no de- tingue la pena, tanto la principal
[ ... ] finen la amnistía. El N° 3 delArt. 93 como las accesorias, y todos sus efec-
2°. Por el cumplimiento de la condena. sólo señala sus consecuencias: se ex- tos. Borra la calidad de condenado
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ART. 93 N° 3 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 N° 3

para los efectos de la reincidencia o Ley de quórum calificado (que tra- En lo que respecta a la natu- puede ser dictada una Ley de am-
nuevo delinquimiento y los demás tándose de delitos terroristas es de raleza de los delitos susceptibles de nistía: a pesar del texto del Art, 93
que determinan las leyes (de carácter las dos terceras partes de los diputa- ser amnistiados, la Ley no contiene N° 3 (que supone la existencia de
penal, político o civil). En opinión dos y senadores en ejercicio) se pue- restricciones, por lo que pueden ser una condena, pues lo que se extin-
de ETCHEBERRY, Il, 250, los efectos den conceder amnistías. De ahí que objeto de amnistía no sólo los de- gue es la pena y todos sus efectos),
de la amnistía se extienden a la res- la doctrina considere que la amnis- litas políticos y militares (a los que se admite que la amnistía puede die-
titución de los derechos políticos de tía debe tener un carácter objetivo cuadra el objetivo de pacificación tarse en cualquier momento poste-
que ha sido privado el penado por y general propio de las leyes, por lo política y social que se atribuye a rior a la comisión del delito, esto es,
sentencia condenatoria a pena aflic- que debe otorgarse en consideración esta causal de extinción de la res- antes, durante o después del respec-
tiva, puesto que, al desaparecer la al delito mismo y no a la situación ponsabilidad penal), sino que tam- tivo proceso, en caso que lo haya,
pena y todos sus efectos, desaparece personal de los favorecidos con la bién los comunes (NOVOA, Il, 394; (LABATuT I, 303; NOVOA Il, 394;
asimismo la inhabilitación para de- misma (LABATUT, I, 302; NOVOA, Il, ETCHEBERRY, u, 248; CURY, 790; ETCHEBERRY n, 249; GARRIDO l,
rechos políticos, que no es más que 394; CURY, 790; GUZMÁN DALBoRA, GARRIDO, 377). Sin embargo, como 376; POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ,
una de las penas que se impusieron Comentario, 448; VARGAS VIANCOS, lo destacan POLITOFF / MATUS / RA- PG, 574; DEL VILLAR, 345. Guz-
al condenado (en el mismo sentido, 32). Sin embargo, la Ley no hace MÍREZ, PG, 574, los crímenes de lesa MÁN DALBORA, Comentario, 448;
NOVOA, n 397; CURY, 791; y Guz- exigencias especiales a este respecto, humanidad (como el genocidio, la . VARGAS VIANCOS, 39 ss.).
MÁN DALBORA, Comentario, 450). por lo que en varias oportunidades tortura, la desaparición forzada de
Subsiste, en cambio, la responsabi- se han otorgado amnistías perso- personas) que los tratados interna- La doctrina denomina propia
lidad civil (LABATuT, I, 302; NOVOA, nales, fundadas en el propósito de cionales sobre Derechos Humanos a la amnistía dictada antes de que
n, 395; ETCHEBERRY, n, 250; CURY, favorecer a uno o más individuos. vigentes en Chile declaran inam- llegue a haber condena e impropia
791 s. GARRIDO, t, 378; POLITOFF / CURY, 790, lo critica, porque supo- nistiables, no pueden ser objeto de a la decretada después de la con-
MATus / RAMÍREZ, PG, 574; Guz- ne una desvalorización de la función amnistía, de acuerdo con el Art. 50 dena (único evento en que se ex-
MÁN DALBORA, Comentario, 450), legislativa, no obstante lo cual pien- inciso 20 CPR, limitación que se tingue la responsabilidad penal,
toda vez que la amnistía no elimina sa que formalmente no puede ser re- encuentra formalmente reconocida puesto que en el caso de propia la
la existencia del hecho mismo ni su parado. GARRIDO, I, 377, considera en el Art, 250 inciso final CPp, que responsabilidad penal no ha llegado
ilicitud. Como lo dice ETcHEBERRY, que si se ha autorizado al Ejecutivo prohíbe sobreseer definitivamente a declararse). Como lo señala No-
Il, 250, la obligación de indemnizar para dictar indultos particulares, no una causa cuando los delitos investi- VOA, Il, 397, si la amnistía se dicta
nace con el hecho ilícito mismo, y sería armónico que por Ley no se gados, conforme a los tratados inter- antes de iniciarse la investigación,
desde ese momento se incorpora al puedan conceder amnistías con tal nacionales ratificados por Chile y que no podrá deducirse acción penal; si
patrimonio de su titular, por lo que carácter, sobre todo teniendo pre- se encuentren vigentes, no puedan se dicta durante el proceso, corres-
una Ley posterior no podría privar a sente que el origen de la institución ser amnistiados (sobre la evolución ponderá sobreseer definitivamente,
éste del tal derecho, por prohibirlo es el derecho de gracia del sobera- de la jurisprudencia a este respecto, y si se dicta mientras se cumple la
el Art. 19 N° 24 CPR (en el mismo no (ilimitado) y que las causales de véase GuzMÁN DALBORA, Comenta- condena, habrá de ser puesto de in-
sentido se pronuncia CURY, 792). extinción de la responsabilidad pe- rio, 451 s., Y ZÚÑIGA, 167 ss.). mediato en libertad el condenado y
nal aluden a "responsabilidades", tenerse por extinguida la responsa-
De acuerdo con el Art. 63 las que siempre suponen personas, Existe acuerdo en nuestra doc- bilidad penal. La amnistía, también
N° 16 CPR, sólo en virtud de una aunque sean indeterminadas. trina respecto del momento en que puede dictarse después de cumplida
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ART.93No3 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 No4

una condena: en tal caso, si bien la pronunciado en el mismo sentido re no a personas determinadas sino sin efecto su renuncia anterior y rea-
responsabilidad penal se encontraría (cfr. SCS, GT 1931-II, N° 86, 412, que a hechos respecto de los cuales sumir su derecho a investigar, juz-
extinguida por el cumplimiento de citada por LABATUT, 1, 304; y las nadie ha sido declarado responsa- gar y sancionar. A nuestro juicio, la
la condena, la amnistía serviría para sentencias citadas por GARRIDO, II, ble, pues en tal caso sólo ha habido derogación de una Ley de amnistía
eliminar otros efectos de la pena, 378). Discrepan de este parecer DEL una renuncia unilateral del Estado a propia no produciría el efecto de ha-
como podría ser la consideración de Río, II, 376, Y GuzMÁN DALBORA, ejercer las acciones correspondientes cerla inaplicable, puesto que, como
la conducta anterior para los fines Comentario, 448, por cuanto la para la sanción de tales hechos, no Ley intermedia más favorable, debe-
de una reincidencia ulterior (No- manipulación del favorecido como existiendo derechos específicamen- ría de todos modos regir, de acuerdo
VOA, II, 394; CURY, 791; GARRIDO, si fuera un simple medio al servicio te adquiridos, por lo que el Estado, con la Constitución y lo establecido
1, 376; GUZMÁN DALBORA, Comen- de un fin de beneficio social, vul- por medio de otra ley, puede dejar en el Art. 18.
tario, 450). neraría la dignidad humana y sería,
por lo tanto, inconstitucional. A
POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, este último respecto, anota GuzMÁN
PG, 575, se refieren al problema que DALBORA, Comentario, 448, que Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue:
plantean los delitos objeto de una en 1971 el Tribunal Constitucional [... ]
Ley amnistía cuando su consuma- italiano declaró contrario a la Car- 4°. Por indulto.
ción se prolonga en el tiempo, con ta Fundamental del país el Art. 151 La gracia de indulto sólo remite o conmuta la pena; pero no
posterioridad a la promulgación de del Código de 1930, en la parte en quita al favorecido el carácter de condenado para los efectos de la
la amnistía, concluyendo al respecto que prohibía la renuncia, por consi- reincidencia o nuevo delinquimiento y demás que determinan las
que todo hecho punible que traspasa derarse que dicha disposición trans- leyes.
el tiempo de lo perdonado no goza gredía del derecho constitucional a
de dicho perdón, y así sucede con la defensa.
los delitos permanentes, y la parte COMENTARIO
no amnistiada de los continuados, ETCHEBERRY, II, 249 s., plantea
Jorge Mera
habituales y de emprendimiento. el problema de la posibilidad cons-
titucional y legal de derogar una
En atención al interés social Ley de amnistía, distinguiendo al El indulto consiste en la remi- de la pena siempre, como lo anota
en que se fundamenta la amnistía, respecto si se trata de una amnistía sión o conmutación (incluida la re- ETCHEBERRY, II, 251, subsistirá pena
la doctrina nacional considera ma- propia o impropia. En este último ducción) de la pena impuesta por que cumplir.
yoritariamente que el favorecido caso, no sería posible derogarla con sentencia judicial, aunque, como
por ésta no puede renunciar a ella, efecto retroactivo, ya que ella ha be- se verá, se discute si en el caso de El indulto puede ser general y
exigiendo un pronunciamiento ju- neficiado a determinadas personas, los indultos generales, éstos pueden particular. El primero se concede
dicial sobre su responsabilidad pe- que han adquirido un derecho per- dictarse antes de que se pronuncie por Ley de quórum calificado y be-
nal o falta de la misma (LABATuT, sonal a la extinción de su responsa- la sentencia. Sólo en el caso de la neficia a todos quienes se encuen-
1, 304; ETCHEBERRY, II, 250; CURY, bilidad penal. En cambio, si cabría, remisión de la pena se extingue la tren en las circunstancias señaladas
791; GARRIDO, 1, 378; VARGAS VIAN- a su juicio, la derogación tratándose responsabilidad penal. En el even- por aquélla (Art. 63 N° 16 CPR). El
COS, 41 ss.). La jurisprudencia se ha de la amnistía propia, que se refie- to de la reducción o conmutación indulto particular se otorga por de-
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ART. 93 No4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 No4

creta del Presidente de la República, prende la pena accesoria de inhabili- se trata o no de la primera condena) bargo, nuestra doctrina considera
en los casos y forma que determine tación para cargos y oficios públicos y no haber vuelto a delinquir duran- que los beneficiados por el indulto
la Ley y favorece a uno o más conde- y profesiones titulares, a menos que te ese período. general deben encontrarse condena-
nados, nominativamente señalados expresamente se haga extensivo a dos. LABATuT, 1, 303, lo justifica en
(Art. 32 N° 14 CPR). Conforme ella. Por su parte, el Art. 44 dispone En lo que se refiere a la pena de la circunstancia de que sólo desde la
con el Art. 63 N° 16 CPR no cabe que el indulto de la pena de inha- inhabilitación para los derechos po- dictación de la sentencia ejecutoria-
el indulto particular respecto de los bilitación perpetua o temporal para líticos, el indulto particular no pue- da existe una pena que pueda remi-
funcionarios públicos acusados por cargos y oficios públicos y profesio- de extenderse a ellos, toda vez que tirse o conmutarse. Por su parte, ET-
la Cámara de Diputados y condena- nes titulares repone al penado sólo la rehabilitación en tales casos sólo CHEBERRY, JI, 252, sostiene que en la
dos por el Senado, puesto que éstos en el ejercicio de estas últimas, pero se produce por acuerdo del Senado, práctica sería difícil concebir un in-
sólo pueden ser indultados por el no en los honores, cargos, empleos conforme con los Arts. 17 inciso fi- dulto general antes de la sentencia,
Congreso. Tampoco pueden con- u oficios de que se le hubiere priva- nal y 53 N° 4 de la Constitución, puesto que si en algo se distingue el
cederse indultos particulares tratán- do. El mismo efecto, agrega la dis- como lo confirma el Art. 42 del indulto de la amnistía, es que aquél
dose de delitos terroristas, salvo para posición, produce el cumplimiento Código (Novox JI, 400; ETCHEBE- "no quita el carácter de condenado",
conmutar la pena de muerte por la de la condena a inhabilitación tem- RRY, JI, 253; CURY, 794; GARRIDO, lo que es imposible si no se dicta
de presidio perpetuo. poral. Lo dispuesto en los artícu- 1, 381; POLlTOFF / MATUS / RAMÍ- . sentencia. Novox, JI, 399, consi-
los 43 y 44 sólo se aplica, como lo REZ, PG, 576). El indulto general, dera, asimismo, que antes de dicha
Los efectos del indulto los se- señala ETCHEBERRY, JI, 252, a los en cambio, podría abarcar la inhabi- sentencia, no podría tener efecto el
ñala el Art. 93 N° 4: "La gracia del indultos particulares, puesto que litación para los derechos políticos, Art. 93 N° 4 (en cuanto dispone
indulto sólo remite o conmuta la los generales, dictados por una ley, "ya que se lo concede por Ley y ésta que el indultado no pierde su carác-
pena; pero no quita al favorecido el pueden modificar lo establecido en es más que un simple acuerdo del ter de condenado para los fines que
carácter de condenado para los efec- el Código. Senado" (CURY, 794). señala el precepto), y que de dictarse
tos de la reincidencia o nuevo delin- un indulto general antes de la sen-
quimiento y demás que determinen En relación con las penas acce- En cuanto al momento del tencia de término, ello importaría
las leyes". La alusión a los "demás sorias se debe tener presente, como otorgamiento del indulto, el Art. 32 una violación de la Constitución,
[efectos] que determinen las leyes" lo observan POLlTOFF / MATUS / RA- N° 14 CPR prohíbe conceder in- puesto que el legislador estaría ejer-
fue introducida, por la Comisión MÍREZ, PG, 576 s., lo dispuesto en dultos particulares antes de la die- ciendo funciones judiciales e impi-
Redactora, a indicación del comisio- el DL N° 409, de 12 de agosto de tación de la sentencia ejecutoriada diendo a los afectados demostrar su
nado Fabres, "para que no se inclu- 1932, que establece el indulto de las respectiva, lo que es coherente con inocencia por la vía judicial. CURY,
yan en el indulto los efectos civiles penas accesorias para quienes cum- el texto del Art, 93 N° 4, que exi- 794, no comparte el argumento de
de la pena, como son la pérdida de plan con los requisitos exigidos en ge que el beneficiado por el indulto NOVOA en lo relativo a la usurpación
la patria potestad y otros análogos" el mismo: muy buena conducta en tenga el caracter
carácter de
e "con denad"o . de funciones judiciales, puesto que
(Sesión N° 140, al respecto Novox, prisión, conocer un arte u oficio, lo mismo ocurriría con la amnistía
JI, 398; ETCHEBERRY, JI, 251). conocer los contenidos de 4° año de cuando se dicta antes de la condena.
educación básica, haber permanecí- Tratándose de los indultos ge- Considera que la limitación relativa
De acuerdo con elArt. 43, el in- do por dos a cinco años en contacto nerales, la Constitución no estable- a la oportunidad en la cual pueden
dulto de la pena principal no ca m- con el Patronato de Reos (según si ce la misma prohibición. Sin em- concederse los indultos generales
718 719
ART. 93 N o4 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 N° 5

se encuentra en la naturaleza de legislador denomine de uno u otro Hay consenso en nuestra doc- fesiones titulares: el indultado no es
las cosas: tal como está regulado el modo (amnistía o indulto general) trina en que el indulto deja subsis- repuesto en los honores, cargos, em-
indulto por el Art. 93 N° 4, no se el "perdón" concedido a un núme- tente las responsabilidades civiles, es pleos u oficios de que se le hubiere
entiende cómo, si no se ha dictado ro indeterminado de personas que irrenunciable y no tiene efecto re- privado. Sobre esta base, puede con-
sentencia, podría subsistir "el carác- se encuentran en una determinada troactivo. Esto último se deduce del cluirse que el indulto de una pena
ter de condenado" de los beneficia- situación, no es irrelevante en caso Art. 44, en relación con los efectos de multa que fue cumplida por el
rios. Advierte CURY que, si bien una de existir sentencia condenatoria; que produce el indulto de la pena de condenado, no le permitiría a éste
Ley como la que concede el indulto atendidos los efectos que producen inhabilitación perpetua o temporal obtener el reembolso de lo pagado
general podría modificar el Código ambas causales de extinción de la para cargos y oficios públicos y pro- (Novox II, 400).
y dar al indulto un alcance más am- responsabilidad penal: mientras la
plio que el que le otorga el Código amnistía le quita al beneficiado su
punitivo, "entonces lo que se conce- condición de "condenado", el in-
dería sería realmente una amnistía". dulto se lo mantiene, para los efec- Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue:
Como la Constitución, sigue CURY, tos de la reincidencia y los demás [ ...]
si bien no determina la naturaleza que determinen las leyes. 5°. Por el perdón del ofendido cuando la pena se haya impues-
de la amnistía y la del indulto gene- to por delitos respecto de los cuales la Ley sólo concede acción
ral, les reconoce existencia diferen- El hecho de que el Art. 93 N° 4° privada.
ciada, cree que "a una disposición requiera que el beneficiado por el in-
legal de esa clase habría que tratarla dulto se encuentre condenado, no se-
constitucionalmente como lo que ría óbice para que se dispongan indul- COMENTARlO
en sustancia sería y no como lo que tos generales antes de la sentencia de Jorge Mera
nominalmente pretendiera ser". término, toda vez que estos últimos
se dictan mediante una ley, la que,
El problema es que, como se como tal podría modificar o derogar El perdón puede otorgarlo el guiente, una vez que se ha impuesto
vio, al tratar de la amnistía, en ésta otras disposiciones dictadas con an- ofendido antes de iniciarse el pro- una pena (esté cumpliéndose o no)
no se exige, de acuerdo con la nor- terioridad que reglan la cuestión. Por cedimiento (renuncia de la acción por un delito de acción privada, en
mativa vigente, que tenga un carác- otra parte, el Art, 433 N° 6 del Có- penal), durante el curso del mismo virtud de una sentencia ejecutoria-
ter objetivo y general y que se refiera digo de Procedimiento Penal preveía (transacción o desistimiento) o des- da. Novox, II, 416, 417, discrepa
a una clase especial de delitos, como expresamente que el acusado opusiera pués de dictada sentencia de térmi- de la que denomina "tendencia muy
los políticos o militares (admitién- como excepción de previo y especial no. Sólo en este último caso opera difundida a reducir el perdón a la
dose la validez de la práctica de pronunciamiento el indulto que lo como causal de extinción de la res- condición de causa de extinción de
conceder amnistías con el fin de be- beneficiaba, el que, como es obvio, ponsabilidad penal. En efecto, de la pena". A su juicio, no cabe distin-
neficiar a personas determinadas). debía haber sido dictado antes de la acuerdo con el N° 5 del Art, 93, el guir, dentro de la Ley chilena, entre
Siendo esto así, resulta en verdad sentencia de término (VARGAS VIAN- perdón del ofendido extingue la res- renuncia y desistimiento de la acción
difícil, por no decir imposible, dis- COS, 73 s.; el Art. 264 el CPP habla ponsabilidad penal cuando la pena penal, por una parte, y el perdón de
tinguir entre una amnistía y un in- ahora sólo genéricamente de la extin- se ha impuesto por delitos de acción la pena, por la otra; toda manifesta-
dulto general. En todo caso, que el ción de la responsabilidad penal). privada. Tiene lugar, por consi- ción de voluntad del ofendido por
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ART. 93 N° 5 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 93 N° 5

un delito de acción privada, dirigi- previa denuncia o consentimiento El perdón debe prestarlo una del perdón, nunca el ofendido. En
da a evitar el castigo o la persecu- del agraviado") es de una naturaleza persona capaz de realizarlo o, en el el mismo sentido, que aboga por la
ción del delincuente, entra dentro completamente diferente a la de la caso de incapaces, sus representantes comunicabilidad del perdón a todos
del concepto genérico de perdón a causal de extinción de la responsabi- legales o en la forma dispuesta por la los condenados, GUZMÁN DALBORA,
que se refiere el N° 5 del Art. 93. lidad penal examinada: en este caso Ley (Novox, Il, 503). Normalmen- Comentario, 460, apoyado en consi-
Con razón observa CURY, 795, que el perdón del ofendido, que se pres- te se otorgará de manera expresa, deraciones teleológicas, sostiene que
las disposiciones legales pertinentes ta obviamente antes de la existencia pero cabe también darlo tácitamen- no resulta admisible que el acusador
(el Art. 93 N° 5, que expresamente de condena alguna, extingue, no la te, pero siempre que conste de un escoja al culpable de su preferencia
presupone la imposición de la pena; pena, sino que la acción penal tan- modo inequívoco (ETcHEBERRY, Il, y aguarde en tales término el fallo
y el Art. 19, que se refiere, como se to de los delitos de acción privada 255). condenatorio, pues la acción penal y
verá, a la renuncia de la acción pe- como de los de acción mixta, y se el perdón privados no lo convierten
nal), no admiten la interpretación manifiesta en una renuncia al ejerci- En cuanto a sus efectos, el perdón en titular del ius puniendi ni en eje-
defendida por Novox e, incluso, cio de la acción penal. El perdón del del ofendido extingue la pena princi- cutor de funciones públicas.
consagran efectos jurídicos diferen- ofendido puede tener lugar también pal y las accesorias, pero no la de inha-
tes para las situaciones diferenciadas después de iniciado el procedimien- bilitación de derechos políticos, pues Otro punto que no está resuel-
en ambas disposiciones. to y antes de la sentencia de térmi- en ese caso se requiere acuerdo del to, es el de si el perdón del ofendido
no, caso en el cual adoptará la forma Senado para la rehabilitación (CURY, opera de manera retroactiva. En opi-
Esta causal de extinción de de un desistimiento o de una tran- 797; GARRIDO, I, 387). No afectaa las nión de CURY, 797, la respuesta debe
responsabilidad penal tiene actual- sacción (Novox Il, 417; ETcHEBE- multas que han sido pagadas ni a las ser negativa, por lo que el condena-
mente un muy limitado campo de RRY, Il, 256). Tampoco en este caso acciones civiles, salvo que el perdón do conservará la calidad de tal en re-
aplicación práctica, toda vez que, de se trata de la causal de extinción de comprenda a estas últimas. lación con la reincidencia y para los
acuerdo con el Código ProcesalPenal la responsabilidad penal examinada, otros efectos legales. Discrepamos de
vigente, los delitos de acción privada puesto que, debido al desistimiento Se discute si el perdón otorga- esteparecer.Nos parece que elperdón
son escasísimos: los delitos y faltas de o a la transacción, no llega a impo- do a uno o más de los condenados examinado, atendida su propia na-
.injurias, la calumnia, la provocación nerse pena alguna. El querellado alcanza al resto de ellos. Para un turaleza, y la índole privada del con-
al duelo y la denostación pública por puede rechazar el desistimiento del sector de la doctrina, el perdón del flicto con la Ley penal a que se apli-
no haberlo aceptado, y la celebración querellante (Art. 401 CPP), lo que ofendido, en caso de ser varios los ca, debiera producir el mismo efecto
por menores de un matrimonio sin el no tiene relevancia práctica, pues penados, puede otorgarse selectiva- de la amnistía: quitar al condenado
consentimiento de sus representantes el Art. 402 del mismo cuerpo legal mente a uno o más de ellos, salvo su carácter de tal. Consideraciones
legales, sin perjuicio de algún caso en deja entregada a la voluntad del que- que la Ley disponga otra cosa, como político-criminales corroboran esta
leyes especiales. rellante la decisión de abandonar la sucedía en el delito de adulterio (LA- conclusión: no parece razonable que
acción penal, abandono que produ- BATUT, l, 307; ETCHEBERRY, n, 256; tratándose de infracciones penales
La situación a que se refiere ce exactamente el mismo efecto que DEL VILLAR, 349). En contra de esta que no presentan mayor gravedad se
el Art, 19 ("El perdón de la par- el desistimiento: sobreseimiento de- posición se pronuncia VARGAS VIAN- exacerben las consecuencias penales
te ofendida no extingue la acción finitivo, pero sin que el querellado COS, 104, pues la potestad punitiva para sus responsables, que después
penal, salvo respecto de los delitos pueda oponerse (POLITOFF / MATus pertenece al Estado y es éste el único de todo han sido "perdonados" por
que no pueden ser perseguidos sin / RAMfREZ, PG, 578). que puede determinar los alcances los ofendidos.
722 723
ART. 93 Nos. 6 - 7 - ART. 94 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.95

Artículo 93. La responsabilidad penal se extingue: (CURY, 800; YUSEFF, 79). Discrepa de Cuando la pena asignada al de-
[ ... ] este parecer GuzMÁN DALBORA, Co- lito sea compuesta, para determinar
mentario, 467 (con el que concorda- el plazo de prescripción de la acción
6 0 • Por la prescripción de la acción penal.
mos), para quien una interpretación penal se estará a la pena privativa de
7 0 • Por la prescripción de la pena. teleológica demanda tomar en con- libertad (en opinión de GARRIDO,
sideración, por lo menos, la forma 1, 390, esta regla se aplica también
en que intervino el inculpado (autor, a las penas restrictivas de libertad,
Artículo 94. La acción penal prescribe: cómplice o encubridor), el estadio al "porque a la postre constituyen una
Respecto de los crímenes a que la Ley impone pena de presi- que llegó el proceso ejecutivo (tenta- forma de privación"). En caso de no
dio, reclusión o relegación perpetuos, en quince años. tiva, frustración o consumación y los imponerse esta última, se estará a la
Respecto de los demás crímenes, en diez años. accidentes del delito, por ejemplo, la mayor de las asignadas. Conforme
Respecto de los simples delitos, en cinco años. atenuante de irreprochable conducta con lo dispuesto en el Art. 250 inci-
anterior), pues de lo contrario se lle- so final CPp, no procede el sobresei-
Respecto de las faltas, en seis meses.
garía una situación anómala e injusta miento definitivo cuando los delitos
Cuando la pena señalada al delito sea compuesta, se estará a la investigados "sean imprescriptibles",
como la de mantener el mismo plazo
privativa de libertad, para la aplicación de las reglas comprendidas de prescripción para el autor de un' conforme a los tratados internacio-
en los tres primeros acápites de este artículo; si no se impusieren delito consumado que para el cóm- nales ratificados por Chile y que se
penas privativas de libertad, se estará a la mayor. plice o encubridor del mismo delito encuentren vigentes. Tal es el caso
Las reglas precedentes se entienden sin perjuicio de las pres- en grado de tentativa y a deparar a la de los crímenes de lesa humanidad,
cripciones de corto tiempo que establece este Código para delitos prescripción del delito un acento más entre los que se cuentan los críme-
determinados. severo que el de la pena (véase tam- nes de guerra, el genocidio, la des-
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF / bién Comentario alArt. 30). aparición forzada y las torturas.
ORTIZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994.
Artículo 95. El término de la prescripción empieza a correr
desde el día en que se hubiere cometido el delito.
COMENTARIO BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF /
ORTlZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
Jorge Mera bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994.

El Art, 94 establece los plazos de de simples delitos (cinco años) o de


prescripción de la acción penal, aten- faltas (seis meses), sin perjuicio de las COMENTARIO
diendo a si se trata de crímenes (quin- prescripciones de corto tiempo que
ce años, respecto de los crímenes a que establece la ley. La doctrina en gene- Jorge Mera
la Ley impone pena de presidio, re- ral considera que el cómputo de estos
clusión o relegación perpetuos y diez plazos debe establecerse atendiendo La cuestión relativa a la deter- ha cometido el delito ha dado lu-
años respecto de los demás crímenes), a la pena abstracta impuesta al delito minación del momento en que se gar a un debate en la doctrina. Por
724 725
ART. 95 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART. 96

una parte, están los que consideran que el plazo de prescripción de la GARRIDO, 1, 391; POLITOFF I MATUS causaL Discrepan de este parecer,
que debe atenderse al momento de acción penal comienza a correr des- I RAMfREZ, PG, 584). En opinión en lo que dice relación con las con-
la consumación del hecho típico, de que cesa la actividad delictiva de CURY, 801, en los delitos que diciones objetivas de punibilidad,
incluida la producción del resulta- (WATUT, 1, 298; NOVOA, II, 404; contienen condiciones objetivas de VARGAS VIANCOS, 151; YUSEFF, 74,
do, si se trata de un delito material ETCHEBERRY, II, 257; CURY, 801; punibilidad y en los calificados por Y GUZMÁN DALBORA, Comentario,
(NOVOA, II, 404; POLITOFF I MATUS GARRIDO, 1, 392; VARGAS VIANCOS, el resultado, lo importante es el ins- 470, pues, como lo señala este úl-
I RAMfREZ, PG, 584; VARGAS VIAN- 148; YUSEFF, 71; POLITOFF I MATUS tante en que termina la actividad timo autor, no hay punibilidad ni
COS, 147; YUSEFF, 61; GuzMÁN DAL- I RAMfREZ, PG, 584). Similar es la del agente, debiendo prescindirse delito mientras la condición ajena a
BORA, Comentario, 469 s.). solución, según un sector de la doc- de aquel en que se cumple la con- la voluntad del autor esté pendiente
trina, para los delitos continuados dición o se produce la consecuencia de realizarse.
De otro lado, se estima que el y habituales: el término de la pres-
delito se comete cuando concluye la cripción se cuenta desde que se rea-
realización de la conducta (acción u liza el último acto que los integran
omisión), con prescindencia del mo- (NOVOA, II, 404; ETCHEBERRY, II, Artículo 96. Esta prescripción se interrumpe, perdiéndose el
mento en que se produce el resultado. 257; GARRIDO, 1, 391; CURY, 801; tiempo transcurrido, siempre que el delincuente comete nueva-
En el ejemplo propuesto por CURY, VARGAS VIANCOS, 150; YUSEFF, 70). mente crimen o simple delito, y se suspende desde que el pro-
801, si el homicida dispara varias ve- Discrepan respecto de los delitos cedimiento se dirige contra él; pero si se paraliza su prosecución
ces sobre la víctima, pero ésta muere continuados o de emprendimiento por tres años o se termina sin condenarle, continúa la prescripción
un mes más tarde a consecuencias POLITOFF I MATUS I RAMfREZ, PG, como si no se hubiere interrumpido.
de las heridas, el plazo de prescrip- 584: su reunión en una sola figu- BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DAlBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF /
ción comenzaría a contarse desde la ra delictiva resulta de una ficción ORTIZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
muerte del sujeto pasivo, en caso de doctrinaria o legal que beneficia al bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994.
seguirse el primer parecer, y no desde reo, por lo que debe considerarse la
la realización de los disparos, como prescripción de cada delito que los
debería ocurrir de seguirse el segundo constituyen por separado. Similar
predicamento. CURY considera que es el parecer de GUZMÁN DALBORA, COMENTARIO
sólo puede ser cometida la acción u Comentario, 471, respecto de los Jorge Mera
omisión típica, al paso que la produc- delitos continuados.
ción efectiva del resultado externo
perseguido por ella depende de facto- En la tentativa el plazo de pres- Según lo dispuesto por el suspendido (el Código erróneamen-
res causales azarosos que sobrepasan cripción se cuenta desde que se Art. 96, la prescripción de la ac- te dice "interrumpido").
la voluntad final del autor. De este realiza el último acto de ejecución ción penal se suspende desde que
mismo parecer son también ETcHE- previo a la interrupción, en tanto el procedimiento se dirige contra El significado de la circunstancia
BERRY, II, 257 YGARRIDO, 1, 390 s. que en el delito frustrado (en que la el imputado; pero si se paraliza su de que el procedimiento se dirija con-
acción ha sido completamente reali- prosecución por tres años o se ter- tra el imputado ha sido precisado por
Tratándose de delitos perma- zada), el plazo corre desde que cesa mina sin condenarle, continúa la el Código Procesal Penal (Art. 233
nentes, la doctrina concuerda en la actividad del sujeto (CURY, 801; prescripción como si no se hubiere letra aJ). De acuerdo con esta dispo-
726 727
ART.96 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ART.96

sición, la formalización de la investi- pensión efectiva de la tramitación del glas procesales vigentes en la época en interrumpe, perdiéndose el tiempo
gación "suspenderá el curso de la pres- proceso, cualquiera que sea su causa: que escribe) a que ha podido aludir el transcurrido, siempre que el delin-
cripción". Antes de la reforma procesal entre otras, negligencia de los inter- Art, 96 referido, es al sobreseimien- cuente comete nuevamente crimen
se discutía el punto, siendo la opinión vinientes o del tribunal y dilaciones to temporal, que técnicamente no es o simple delito" (no basta, por ende,
dominante que no era necesario el so- provocadas por el curso mismo de una forma de terminación del proce- incurrir en una falta). En tal even-
metimiento a proceso, bastando que los actos jurisdiccionales (CURY, 802; so, sino solamente de suspensión de to, se pierde el tiempo transcurri-
el proceso se iniciara en cualquiera de GARRIDO 1, 396; GuzMÁN DALBORA, él mientras aparecen mejores datos de do y el plazo de prescripción de la
las formas señaladas en el Art. 81 del Comentario, 476). iABATUT, 1, 191, investigación o cesa el inconveniente acción penal se empieza a contar
Código de Procedimiento Penal (LA- fundamenta este parecer en el texto legal que detenga la prosecución del nuevamente desde la comisión del
BATUT, 1, 298; NOVOA, II, 406; CURY, del Art. 96, que se refiere en general juicio. La jurisprudencia es vacilante crimen o simple delito. La interrup-
802). ETCHEBERRY, II, 259, por el a la paralización del procedimiento sobre este punto (véase ETCHEBERRY, ción sólo se produce si la ejecución
contrario, pensaba que no parecía ser por tres años, sin indicar los motivos DP], II, 243, 361 ss.). En opinión del nuevo crimen o simple delito y
una exigencia que se sometiera a pro- que puedan originarla, ni hacer dis- de CURY, 803, "el precepto carece de la responsabilidad consiguiente son
ceso al culpable, pero sí al menos que tinciones ni excepciones al respecto, un significado aprovechable y consti- declaradas por sentencia firme; en
existiera una querella dirigida en su por lo que, dentro el sentido natural tuye tan sólo un error de la ley". De . los casos de absolución o sobresei-
contra, por lo que una simple inves- y obvio de esa disposición, no es da- acuerdo con el Código Procesal Pe- miento definitivo, por el contrario,
tigación de oficio, sin querella, en que ble restringir su alcance en cuanto a nal vigente, en caso de suspenderse no tendrá lugar, y el plazo deberá
no se hubiera sometido a proceso al las causas de suspensión del procedi- la prescripción por la formalización computarse normalmente, salvo que
culpable no bastaría para cumplir con miento, por lo que atribuir a dicho de la investigación en contra del hubiere sobrevenido una suspensión
el requisito de que el procedimiento precepto un sentido limitado no sólo imputado, "éste puede recuperar el (CURY, 802; GARRIDO, 1, 394;VAR-
se dirija contra el culpable (cita en este pugna con sus términos literales, sino tiempo en que dicha prescripción se GAS VIANCOS, 155; YUSEFF, 86).
sentido un fallo publicado en RD], T que sería inconciliable con el princi- suspendió, si el Ministerio Público,
XLIV, 2-4, 231). DEL VILLAR, 351 s., pio in dubio pro reo. después de cerrada su investigación, En opinión de GARRIDO, 1, 394
considera (en el sistema del antiguo s., el sobreseimiento temporal tendría
decide no perseverar en la acción pe-
Código de Procedimiento Penal) que Es muy debatido cuándo debe nal" (POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, los mismos efectos de una sentencia
la expresión "desde que el procedi- entenderse que el proceso ha termi- PG, 585). El hecho, pues, de no absolutoria o de un sobreseimiento
miento se dirige en contra del delin- nado sin condenar al imputado, toda perseverar el Ministerio Público endefinitivo para el cómputo del plazo
cuente" se refiere al hecho de hacer vez que la norma del Art. 96 no pue- de la prescripción, de acuerdo con el
la investigación es uno de los casos
efectiva la acción penal en su contra, dereferirse alas casos más obvios (ab- en que, conforme con lo establecidoprincipio de inocencia consagrado
mediante querella o requerimiento solución, sobreseimiento definitivo), en el Art. 4° CPP. Como es obvio,
en el Art. 96, el procedimiento penal
judicial, sin ser necesario el auto de pues en ellos se ha producido cosa termina sin condenar al imputado, son posibles interrupciones sucesivas
procesamiento. juzgada sobre la inocencia del afecta- por lo que, en tal evento, continúade la prescripción de la acción penal
do "y por eso una prosecución de la y, como la Ley no establece una limi-
la prescripción como si no se hubiera
En cuanto a la paralización de la prescripción no tiene sentido" (CURY, suspendido. tación a este respecto, ellas pueden
prosecución del procedimiento, de 803). Según NOVOA, II, 408, la única determinar una prolongación casi
acuerdo con la jurisprudencia domi- forma legal de terminación del pro- De acuerdo con el Art. 96, la indefinida del estado de incertidum-
nante, se entiende por tal toda sus- ceso sin condena (conforme a las re- prescripción de la acción penal "se bre jurídica (CURY, 802).
728 729
ARTS. 97 - 98 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART. 99

. Artículo 97. Las penas impuestas por sentencia ejecutoria pres- de la prescripción se ha de descon- DALBORA, Comentario, 479; YUSEFF,
criben: tar de la condena impuesta el tiempo 115; CURY, 803; y DEL VILLAR, 252 s.,
servido antes del quebrantamiento". para quien esto estaría en consonancia
La de presidio, reclusión y relegación perpetuos, en qUInce
con la referencia hecha en el Art. 97 a
años.
Lo que sí ha suscitado debate es el la sentencia ejecutoriada. ETCHEBE-
Las demás penas de crímenes, en diez años. alcance que ha de darse a la expresión RRY, II, 260, en cambio, piensa que
Las penas de simples delitos, en cinco años. "sentencia de término". Por un lado, la consideración conjunta de los ar-
Las de faltas, en seis meses. NOVOA, II, 411, siguiendo a DEL Río, tículos 97 y 98 (que respectivamente
BIBLIOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF I considera que "sentencia de término" aluden a la "sentencia ejecutoria' y
ORTlZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa- es la: que no admite ningún recurso "sentencia de término"), haría con-
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994. ' legal capaz de revocarla o modificarla, cluir que debe tratarse de una senten-
y respecto del momento en que ha de cia de término, pero ejecutoriada (o
iniciarse el cómputo del plazo de la que cause ejecutoria, que en materia
COMENTARIO prescripción de la pena, estima que es penal, es lo mismo), siendo exigible,
Jorge Mera el de la fecha de la sentencia de térmi- por tanto, que se hubiere notificado
no, "sin esperar a que se cumplan los . la resolución que la mandó cumplir.
La base del cómputo del pla- (CURY, 803; VARGAS VIANCOS, trámites legales necesarios para que Este es parecer también de GARRIDO,
zo de prescripción es la pena con- 185; GÚZMAN DALBORA, Comen- ella se entienda ejecutoriada'. Este 1, 393, por cuanto la sentencia sólo
creta impuesta por la sentencia tario, 478). es también el parecer de POLITOFF / produce efectos una vez que se cum-
MATUS / RAMÍREZ, PG, 586; GuzMÁN ple con el trámite de la notificación.

Artículo 98. El tiempo de la prescripción comenzará a correr Artículo 99. Esta prescripción se interrumpe, quedando sin
desde la fecha de la sentencia de término o desde el quebranta- efecto el tiempo transcurrido, cuando el condenado, durante ella,
miento de la condena, si hubiere ésta principiado a cumplirse. cometiere nuevamente crimen o simple delito, sin perjuicio de que
BIBLIOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POLITOFF I comience a correr otra vez.
ORTIZ, Comentario, pp. 433-48 7; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal BIBLIOGRAFíA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POLITOFF I
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994. ' ORTlZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994.

COMENTARIO
Jorge Mera COMENTARIO
Jorge Mera
El sentido de la última hipótesis tamiento (POLITOFF / MATUS / RAMÍ-
está claro: se trata de una precisión REZ, PG, 586). Como observan, con Lo mismo que la prescripción suspenderse, atendida su naturale-
fáctica (CURY, 803), la fecha se cuen- razón, POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, de la acción penal, la prescripción de za), por el mismo motivo y con los
ta desde que se produce el quebran- PG, 586, "para determinar el tiempo la pena puede interrumpirse (nunca mismos efectos (Art, 99) que aqué-
730 731
ART.lOO C6DIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ARTS. 101 - 102

Ha. Por otra parte, no hay prescrip-litas cometidos para los efectos de Articulo 101. Tanto la prescripción de la acción penal como la
ciones de corto tiempo en relación considerar la circunstancia atenuante de la pena corren a favor y en contra de toda clase de personas.
con la prescripción de la pena. de la irreprochable conducta anterior, BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF I
citando al efecto diversos fallos anti- aRTIZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
Según LABATUT, l, 299, la pres- guas (entre 1913 y 1940) de Cortes de bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994.
cripción de la pena no borra los de- Apelaciones y de la Corte Suprema.

COMENTARlO

Articulo 100. Cuando el responsable se ausentare del territo- Jorge Mera


rio de la República sólo podrá prescribir la acción penal o la pena A diferencia de lo que ocurre un mismo hecho punible"; también
contando por uno cada dos días de ausencia, para el cómputo de con la prescripción regulada en el CURY, 804). Recientemente, en el
los años. Código Civil, en materia penal la ámbito de los delitos sexuales, ha
Para los efectos de aplicar la prescripción de la acción penal o prescripción en general no recono- venido a hacer excepción a esta regla
de la pena, no se entenderán ausentes del territorio nacional los que ce excepciones de índole personal el Art. 369 quáter introducido por
hubieren estado sujetos a prohibición o impedimento de ingreso al (NOVOA, n, 412; CURY, 804), y sus la Ley N° 20.207, de 31 de agosto
efectos operan en forma individua- de 2007: "En los delitos previstos en
país por decisión de la autoridad política o administrativa, por el los dos párrafos anteriores, el plazo
lizadora (NOVOA, Il, 412: las pres-
tiempo que les hubiere afectado tal prohibición o impedimento. cripciones en materia penal "corren, de prescripción de la acción penal
BmuoGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POurOFF I se interrumpen o suspenden separa- empezará a correr para el menor de
aRTIZ, Comentario, pp. 433-48 7; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal, damente para cada uno de los diver- edad que haya sido víctima, al mo-
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994. sos sujetos que han intervenido en mento que cumpla 18 años".

COMENTARlO r- Artículo 102. La prescripción será declarada de oficio por el


tribunal aun cuando el imputado o acusado no la alegue, con tal
Jorge Mera
que se halle presente en el juicio.
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POurOFF I
Como lo señala NOVOA, Il, 413, plazo es inferior a un año (CURY, aRTIZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
"como esta disposición está prevista 804). De acuerdo con la jurispru- bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994.
por la Ley para 'el cómputo de los dencia, "la disposición tampoco
años', no se aplica a las faltas, que opera si el sujeto se ha encontrado
prescriben en meses" (en el mismo fuera del territorio nacional al ser- COMENTARlO
sentido LABATUT, I, 300; ETCHEBE- vicio de la República, pues entonces Jorge Mera
RRY, Il, 260; CURY, 804; GARRIDO, l, permanece al alcance de las autori-
397). Tampoco opera respecto de las dades chilenas como si se encontra- Como lo señala LABATUT, I, do se halle presente en el juicio im-
prescripciones de corto tiempo cuyo ra en el país" (CURY, 804). 300, el requisito de que el imputa- porta que actúe en él personalmente
732 733
ARTo 103 CÓDIGO PENAL COMENTADO JORGE MERA ARTo 103

o por medio de apoderado; no son ble (UBATUT, I, 300; ETcHEBERRY, mencionados en la disposición, sino últimos que por "calificadas" que
imputados presentes los que han I1, 261; VARGAS VIANCOS, 193 s.), que también elArt. 68 bis, introduci- sean las atenuantes que concede este
sido declarados rebeldes (en el mis- parecer del que discrepa GUZMÁN do parla Ley N° 17.727. Parece una Art. 103, ello no altera el carácter
mo sentido, ETcHEBERRY, I1, 261; DALBORA, Comentario, 481 s., por- conclusión razonable, que se ajusta al facultativo de las rebajas, y sólo im-
CURY, 804; y GARRIDO, 1, 398, con- que declarada la prescripción de la espíritu y sentido de esta "prescrip- pone la exclusión del mdximun o el
sideran también que no se requiere acción, el sujeto queda sin posibili- ción gradual", y se corresponde con grado máximo, en los casos de los
la presencia material del imputado, dad de probar judicialmente su ino- el principio "pro-reo", amén de que Arts. 67 y 68, respectivamente.
bastando con que se haya hecho re- cencia. En su opinión, el imputado podría, además, justificarseen la ana-
presentar en el juicio). puede renunciar a la prescripción de logía in bonam partem. GARRIDO, I, 398, por el contra-
la acción, aunque no, por cierto, a rio, sostiene que la disposición tiene
La mayoría de la doctrina na- la de la pena; la ratio supraindivi- Como lo señala NOVOA, I1, carácter imperativo para el tribunal,
cional considera, atendido el carác- dual del Art. 102 alcanzaría sólo a la 414, 415, para que el beneficio ten- que debe necesariamente reducir la
ter de orden público que reviste la prescripción de la pena, mas no a la ga efecto respecto de un condenado pena siempre que haya transcurrido
prescripción, que ella es irrenuncia- de la acción penal. que eludió su condena o que la que- como mínimo la mitad del térmi-
brantó, será necesario la dictación de . no respectivo de prescripción. Esta
una sentencia complementaria de posición nos parece más acorde con
Artículo 103. Si el responsable se presentare o fuere habido la que había quedado ejecutoriada, el sentido del Art. 103, que se vale
antes de completar el tiempo de la prescripción de la acción penal puesto que sin ella no habría forma precisamente de términos imperati-
o de la pena, pero habiendo ya transcurrido la mitad del que se de cumplir el mandato del Art. 103. vos: el tribunal "deberá" considerar
exige, en sus respectivos casos, para tales prescripciones, deberá el el hecho como revestido y aplicar las
tribunal considerar el hecho como revestido de dos o más circuns- Se ha discutido en nuestra doc- reglas de los artículos que menciona,
tancias atenuantes muy calificadasy de ninguna agravante y aplicar trina el carácter obligatorio o facul- sea en la imposición de la pena, sea
tativo de las rebajas de pena a que para "disminuir" la ya impuesta. Se
las reglas de los artículos 65, 66, 67 y 68 sea en la imposición de la r:

podría dar lugar la aplicación del parte, pues, de la base de que la apli-
pena, sea para disminuir la ya impuesta.
Art. 103, siendo mayoritario este cación de la regla del Art. 103 debe
Esta regla no se aplica a las prescripciones de las faltas y espe- último parecer. NOVOA I1, 414, traducirse en un beneficio importan-
ciales de corto tiempo. considera que la rebaja de las penas te para el imputado o, en su caso,
BmuoGRAFíA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF / a que podría conducir la aplicación para el condenado. De lo contrario,
ORTIZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa-
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal, del Art. 103 es facultativa, es decir, dicha regla, de carácter excepcional,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 19940 el juez podría prescindir completa- no tendría en verdad ningún senti-
mente de esta regla. De la misma do. Refuerza lo dicho el que se consi-
opinión son ETCHEBERRY, I1, 263 dere, en el evento de la prescripción
COMENTARIO
(salvo cuando el juego de las ate- gradual, el hecho revestido de dos o
Jorge Mera nuantes hace imperativo reducir la mds circunstancias atenuantes muy
pena); VARGAS VIANCOS, 198 ss.; calificadas y de ninguna agravan-
Según ETCHEBERRY, I1, 261, ta, para la aplicación de la regla del YUSEFF, 131 s. YPOLITOFF / MATUS / te. En efecto, de concurrir una sola
el tribunal deberá tomar en cuen- Art. 103, no sólo los cuatro artículos RAMÍREZ, PG, 528, señalando estos atenuante muy calificada, su efecto,
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ART.104 CÓDIGO PENAL COMENTADO ART.105
JORGE MERA

según el Art. 68, es que el tribunal es facultativo para el tribunal realizar criticándose sí que el plazo se cuente dena por crimen ya no se tomaría
podrd imponer la pena inferior en un las rebajas de pena previstas en estas desde la comisión del hecho delicti- en cuenta después de diez años"
grado al mínimo de la señalada al de- disposiciones (opinión mayoritaria y vo y no desde el cumplimiento de la (ETcHEBERRY, 11, 33; véase también
lito. No parece, por tanto, razonable errada a nuestro juicio, apoyada en la condena por el delito anterior (LA- Comentario al Art. 3°).
sostener que en caso de concurrir dos expresión podrd que utilizan dichos BATUT, 1, 233, quien señala, además,
o más atenuantes muy calificadas y preceptos), sino que debe dárseleotro las dificultades que surgen cuando A nuestro juicio -razonando de
ninguna agravante, el efecto sea el alcance, referido a los grados en que se ignora la fecha exacta de la per- acuerdo con la lógica de la analogía
mismo que cuando concurre una sola procede la disminución de la pena petración del delito; Novox, 11, 88, in bonam partem-, la prescripción
atenuante, esto es, que sigue siendo cuando concurren dos o más atenuan- 89; CURY, 514, quien señala que de la reincidencia no sólo produce el
facultativa la rebaja de la pena (en el tes y ninguna agravante: uno o dos puede ocurrir que a quien delinque efecto de que no pueda operar como
mismo sentido GuzMÁN DALBORA, grados (en los casos de los Arts. 65, nuevamente cuando acaba de cum- circunstancia agravante, sino que el
Comentario, 484, quien argumenta 66 y 67); uno, dos o tres grados, en el plir la pena impuesta por el delito más amplio de que no se la pueda
convincentemente a favor de la obli- caso del Art. 68. En consecuencia, el anterior, no sea posible ya conside- considerar en perjuicio del afecta-
gatoriedad del efecto atenuatorio de tribunal, en aplicación del Arr. 103, rarlo reincidente; VARGAS VlANCOS, do en todos los casos en que dicha
la prescripción gradual). La referen- deberá imponer, al menos, la pena 201 s.; YUSEFF, 172 s.). . agravante limita sus derechos. Así,
cia que el Art, 103 hace a las reglas inferior en un grado al mínimo seña- una reincidencia prescrita no obsta
de los artículos 65, 66, 67 y 68 no lado por la ley, pudiendo rebajarla en El Art. 104 no se refiere a las al reconocimiento de la atenuante
debe entenderse en el sentido de que dos o tres grados, según los casos. faltas, porque la agravante de la de la irreprochable conducta ante-
reincidencia se aplica sólo a los crí- rior, no impide el otorgamiento de
menes y simples delitos. Si se apli- la remisión condicional de la pena
cara la agravante de la reincidencia y de la libertad vigilada, no autoriza
Artículo 104. Las circunstancias agravantes comprendidas en a las faltas (interpretando la expre- la imposición de la pena de sujeción
los números 15 y 16 del artículo 12, no se tomarán en cuenta tra- sión "delito" empleada en los N° 15 a la vigilancia de la autoridad en el
tándose de crímenes, después de diez años, a contar desde la fecha Y 16 del Art. 12, en forma amplia), caso a que se refiere el Art. 452, no
en que tuvo lugar el hecho, ni después de cinco, en los casos de se produciría el absurdo de que la produce los efectos previstos en los
simples delitos. reincidencia en una falta "no pres- Nos. 2°, 5° y 6° del Art. 90, relativos
BmuoGRAFíA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POUTOFF / cribiría nunca y seguiría agravando al quebrantamiento de condena, no
ORTIZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa- la responsabilidad penal del agente restringe la concesión de la libertad
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal,
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994. para siempre, en tanto que una con- provisional, etc.

COMENTARIO
Artículo 105. Las inhabilidades legales provenientes de crimen
forgeMera o simple delito sólo durarán el tiempo requerido para prescribir
la pena, computado de la manera que se dispone en los artículos
Estas reglas sobre la prescrip- nerica y específica) no han dado 98, 99 Y 100. Esta regla no es aplicable a las inhabilidades para el
ción de la reincidencia propia (ge- lugar a debate en nuestra doctrina, ejercicio de los derechos políticos.
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ART.105 CÓDIGO PENAL COMENTADO ART.105
]ORGEMERA

La prescripción de la responsabilidad civil proveniente de deli- la prescripción de la pena, como lo la Sesión N° 165 de la Comisión
to, se rige por el Código Civil. destaca NOVOA, II, 415) como otro Redactora "se discutió si el cese de
BIBUOGRAFÍA: GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario a los Arts. 93 a 195", en POurOFF / tipo de inhabilidades, en el sentido esas inhabilidades legales requería de
ORTlZ, Comentario, pp. 433-487; VARGAS VIANCOS, Juan Enrique: La extinción de la responsa- indicado por este último autor. De una sentencia de rehabilitación, que
bilidad penal, 2° edición, ConoSur, Santiago, 1994; YUSEFF, Gonzalo: La prescripción penal, comprobara que el condenado había
2° edición, Editorial Jurídica de Chile, 1994. esta forma el Art. 105 tendría sen-
tido, más allá de la repetición de las observado una conducta intachable
mencionadas reglas generales. Con- posterior al delito que lo hiciera me-
forme con esta interpretación, estas recedor de confianza, pero después
COMENTARIO últimas inhabilidades, no constituti- de detenido examen, se convino en
forgeMera vas de penas, no durarían para siem- que el solo transcurso del plazo de-
pre, sino que prescribirían. Como bía bastar para que se extinguieran
hace presente NOVOA, II, 502, en las inhabilidades".
Se discute el significado de la otras penas que fueron impuestas al
expresión "inhabilidades legales" condenado". Según NOVOA, II, 415,
que emplea la disposición. UBATUT, que invoca la historia de la ley, las
1,301; YCURY, 805, consideran que inhabilidades legales aludidas en el
dicha expresión se refiere a las penas Art. 105 se refieren "a ciertos efec-
accesorias de inhabilitación estable- tos que producen las penas por el
cidas en el Código. Según CURY "la solo hecho de ser impuestas, como
disposición sólo tiene por objeto la pérdida de la patria potestad, de la
reiterar la aplicabilidad de las reglas capacidad para ser nombrado tutor
sobre la prescripción a las penas de o curador, para deponer como tes-
inhabilitación, haciendo expresa- tigo en juicio, etc." (del mismo pa-
mente la excepción relativa a las que recer, YUSEFF, 174 s.). Tal criterio no
afectan dichos derechos políticos". le parece convincente a CURY, 805,
ETCHEBERRY, II, 262, teniendo en "porque entonces no se explica la re-
consideración que conforme con el ferencia a la pena de inhabilitación
Art, 17 CPR, la rehabilitación de los para derechos políticos introducida
derechos políticos podrá solicitarse en la parte final del inciso". Nos pa-
al Senado una vez extinguida la res- rece que la expresión "inhabilidades
ponsabilidad penal del condenado, legales" (ajena al lenguaje del Códi-
y que la inhabilitación de dichos go, como lo señala NOVOA, II, 415, y
derechos es una pena, estima que quizás no muy afortunada), pudo ser
debe entenderse que la exigencia utilizada para cubrir tanto las penas
constitucional "significa que se haya de inhabilitación (reiteración inne-
extinguido la responsabilidad penal cesaria, pues en tanto penas que son
por una causal legal, respecto de las se rigen por las reglas generales sobre
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