PROFESIONAL DE DERECHO
CONTENIDOS DE LA ACTIVIDAD
DESPIDO ARBITRARIO
AUTOR:
DOCENTE TUTOR:
HUÁNUCO – 2018
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la evolución histórica del derecho laboral se ha tratado temas que surgen del
mismo contrato laboral, como son los temas de remuneración, beneficios sociales, etc. Pero
la extinción de la relación laboral es un tema que no surge de la relación contractual laboral
sino del cese de la misma. La trascendencia individual y social que se atribuye, con evidente
realismo, al despido ha determinado que en esta figura se concentren, en mayor medida, los
esfuerzos del legislador para rodearla de exigencias sustantivas y formales que, a su vez,
constituyan para el trabajador garantías destinadas a protegerlo frente a decisiones extintivas
del empleador que sólo tengan como fundamento la discrecionalidad de su voluntad.
La regulación del despido ha sido materia de permanente debate en nuestro país en los últimos
veinte años, empezando por la consagración constitucional efectuada en el artículo 27° de la
Carta de 1993 y la reforma laboral realizada bajo ese contexto. Ésta reforma significó, en
distintos grados, la desregulación de los derechos laborales reconocidos hasta ese entonces;
ante ello, el Tribunal Constitucional tuvo un rol protagónico al expedir diversas sentencias
que interpretaron sistemáticamente la normativa laboral nacional, en
concordancia con los convenios internacionales suscritos por nuestro país, y en ese sentido,
fortalecieron el rol tuitivo del Estado respecto a los derechos de los trabajadores. En cuanto a
la protección al trabajador frente al despido arbitrario, el Tribunal Constitucional precisó los
alcances del contenido esencial del derecho al trabajo, así como la inclusión de una tutela
reparadora para los casos de despido incausado y fraudulento, mediante las sentencias 1124-
2001-AA/TCy 976-2001-AA/TC. Si bien, las sentencias anteriormente mencionadas
significaron una interpretación constitucional que otorgó mayor grado de protección al
trabajador frente al despido arbitrario; a nuestro entender, además de ello, se destacó la
necesidad de una reforma en la normativa laboral que pudiera sistematizar y recoger los
aportes del Tribunal Constitucional y otros, que en sede jurisdiccional se han dado a favor de
una regulación laboral equilibrada. Por ello surgió la iniciativa de elaborar un proyecto de ley
en materia laboral que revisara la normativa existente e incluyera los aportes de la
jurisprudencia; es así que esta tarea fue encargada en noviembre del año 2001 a una Comisión
de Expertos, quienes concluyeron su Anteproyecto en junio del año 2002, presentándolo a la
Comisión de Trabajo del Congreso de la República, quien lo remitió al Consejo Nacional del
Trabajo para su debate correspondiente. Este debate se prolongó hasta el 19 de marzo del año
2004, fecha en la que el Anteproyecto, con modificaciones incluidas, fue presentado al
Congreso de la República a fin de que continuar el procedimiento de formación de ley. Pese
a ello, nunca fue aprobado. El actual gobierno generó expectativas en el sector laboral, al
encargar a una Comisión de Expertos la revisión y actualización del Anteproyecto, el mismo
que fue presentado al Ministerio de Trabajo a inicios del presente año; sin embargo, hemos
visto con sorpresa la disposición de una nueva revisión de dicho documento por funcionarios
y asesores del MINTRA. Aparentemente, el Proyecto de Nueva Ley General del Trabajo –
nuevamente – no tiene fecha de salida
concordancia con los convenios internacionales suscritos por nuestro país, y en ese sentido,
fortalecieron el rol tuitivo del Estado respecto a los derechos de los trabajadores. En cuanto a
la protección al trabajador frente al despido arbitrario, el Tribunal Constitucional precisó los
alcances del contenido esencial del derecho al trabajo, así como la inclusión de una tutela
reparadora para los casos de despido encausado y fraudulento, mediante las sentencias 1124-
2001-AA/TC y 976-2001-AA/TC. Si bien, las sentencias anteriormente mencionadas
significaron una interpretación constitucional que otorgó mayor grado de protección al
trabajador frente al despido arbitrario; a nuestro entender, además de ello, se destacó la
necesidad de una reforma en la normativa laboral que pudiera sistematizar y recoger los
aportes del Tribunal Constitucional y otros, que en sede jurisdiccional se han dado a favor de
una regulación laboral equilibrada. Por ello surgió la iniciativa de elaborar un proyecto de ley
en materia laboral que revisara la normativa existente e incluyera los aportes de la
jurisprudencia; es así que esta tarea fue encargada en noviembre del año 2001 a una Comisión
de Expertos, quienes concluyeron su Anteproyecto en junio del año 2002, presentándolo a la
Comisión de Trabajo del Congreso de la República, quien lo remitió al Consejo Nacional del
Trabajo para su debate correspondiente. Este debate se prolongó hasta el 19 de marzo del año
2004, fecha en la que el Anteproyecto, con modificaciones incluidas, fue presentado al
Congreso de la República a fin de que continuar el procedimiento de formación de ley. Pese
a ello, nunca fue aprobado. El actual gobierno generó expectativas en el sector laboral, al
encargar a una Comisión de Expertos la revisión y actualización del Anteproyecto, el mismo
que fue presentado al Ministerio de Trabajo a inicios del presente año; sin embargo, hemos
visto con sorpresa la disposición de una nueva revisión de dicho documento por funcionarios
y asesores del MINTRA. Aparentemente, el Proyecto de Nueva Ley General del Trabajo
nuevamente no tiene fecha de salida para proteger al trabajador del abuso que puede cometer
el empleador al aplicar la figura jurídica del despido arbitrario, se han establecido
consecuencias alternativas, ante un posible despido sin justificación; es decir se puede
imponer indemnizaciones compensatorias a favor del trabajador; además se puede decretar la
ineficacia o nulidad del despido, lo que origina la readmisión del trabajador despedido. Con
lo antes señalado cabe resaltar que el trabajador despedido se encontraba desprotegido,
carente del derecho de impugnar o reclamar contra el despido, sin obtener una reparación
económica por los perjuicios que le ocasionaba la pérdida de trabajo, menos podía recuperar
el puesto de trabajo perdido. En muchos países del mundo rigió este sistema, por ejemplo, en
el Perú rigió hasta la dación de la Ley 4916, del siete de febrero de mil novecientos
veinticuatro.
1.2. DEFINICIÓN:
En derecho comparado, existen al menos tres sistemas diferentes por los cuales puede
regularse la terminación del contrato de trabajo:
a) Libre despido: el empleador es libre para despedir al trabajador cuando lo estime
conveniente, incluso sin expresión de causa. Este sistema en general no es aceptado por
la doctrina, debido a la gran incertidumbre que introduce en el trabajador, al no tener una
garantía mínima de que conservará su trabajo el día de mañana, y que incluso puede
afectar su productividad.
El segundo, cuando no se exprese causa alguna, contemplándose, también, los despidos que
tienen un motivo prohibido por la ley, los despidos fraudulentos y todos los que vulneren
derechos fundamentales del trabajador.
"El propio TC ha dejado establecido que cabe la posibilidad de englobar en la categoría de
despidos sin causa a todos los despidos que carecen de ésta; a los que tienen un motivo
prohibido por la Ley y a todos aquellos que, en general, violan un derecho fundamental."
1.6. LAS RESOLUCIONES
Dos han sido las resoluciones que, principalmente, han fijado los criterios sostenidos por el
TC en materia de despidos.
a) La primera de ellas es la recaída en el expediente N° 1124-2001-AA/TC LIMA, del once
de Julio del dos mil dos, amparo seguido por el Sindicato Único de Trabajadores de
Telefónica del Perú y la Federación de Trabajadores de Telefónica del Perú S.A., contra
Telefónica del Perú S.A.A.
b) La segunda de las resoluciones fue la del proceso de amparo seguido por Eusebio Llanos
Huasco contra Telefónica del Perú, expediente N° 976-2001-AA/TC, del trece de marzo
del dos mil tres.
1.7. CRITERIOS DEL TC EN LA SENTENCIA DEL ONCE DE JULIO DEL DOS
MIL DOS
El Tribunal Constitucional consideró en esta sentencia que, haciendo una interpretación del
artículo 22° de la Constitución, el despido sin expresión de causa regulado por el segundo
párrafo del art. 34° de la LPCL, era inconstitucional. En efecto, se estimó que la posibilidad
legal contenida en este artículo para admitir el despido incausado con cargo, sólo, al pago de
una indemnización por despido arbitrario, resultaba contrario al principio de causalidad del
mismo, el cual se encuentra garantizado por el derecho constitucional al trabajo. El correlato
necesario de esta formulación fue la sanción de reposición frente a todo despido sin expresión
de causa. El TC expresa, entonces, que:
"la forma de protección no puede ser sino retrotraer el estado de cosas al momento de
cometido el acto viciado de inconstitucionalidad, por eso la restitución es una consecuencia
consustancial a un acto nulo. La indemnización será una forma de restitución complementaria
o sustitutoria si así lo determina libremente el trabajador, pero no la reparación de un acto ab
initio inválido por inconstitucional." De esta forma, el TC considera que el despido sin
expresión de causa atenta contra el "núcleo duro" del derecho al trabajo, recogido en el
artículo 22° de la Constitución; deja de lado, pues, para la construcción de la argumentación
señalada, la referencia al artículo 27° de la Constitución, a la que se considera únicamente
como un mandato al legislador que consagra un principio de reserva de Ley y que no
determina la forma de protección frente al despido arbitrario. "Para construir su tesis, el
Tribunal no desarrolla el contenido esencial del artículo 27°, sino que reconduce el análisis
al artículo 22° sobre el derecho al trabajo, de tal forma que ubica la causalidad del despido y
la prohibición del despido ad nutum en otra disposición constitucional. Es decir, el núcleo
duro o contenido esencial del derecho a la protección contra el despido arbitrario se encuentra
en el artículo 22° de la Constitución, dado que el artículo 27° no tendría autonomía conceptual
para proscribir el despido ad nutum, requiriéndose entonces de una aplicación conjunta con
el artículo anteriormente citado."
CAPÍTULO II
2. DESPIDO ARBITRARIO
2.1. DEFINICION
La noción de despido arbitrario presente en el actual artículo 34 del Texto Único Ordenado
de la Ley de Productividad y Competitividad laboral contiene, sin embargo, un elemento cuyo
encaje dentro de la concepción causal del despido que inspira el artículo 27 de la Constitución
resulta problemático. En efecto, de acuerdo con dicho precepto, el cese del trabajador puede
ser considerado arbitrario “por no haberse expresado causa o no poderse demostrar ésta en
juicio”. Esto supone que el concepto de despido arbitrario abarca dos hipótesis claramente
distinguibles:
a) El despido sin expresión de causa, sea éste verbal, escrito o producido a través de hechos
concluyentes
Pues bien, como salta a la vista, el primero de estos dos supuestos se aparta abiertamente de
la exigencia constitucional de causalidad del despido, en la medida en que constituye una
hipótesis de despido libre, ad nutum o incausado.
2.3. CARACTERISTICAS
Es un acto unilateral del empleador, para cuya eficacia la voluntad del trabajador es
innecesaria e irrelevante.
Se sanciona únicamente con la indemnización por despido arbitrario, por tanto, el trabajador
tiene derecho al pago de la indemnización como única reparación por el daño sufrido.
La solicitud de verificación se presenta ante mesa de partes del Ministerio de Trabajo para su
derivación inmediata al Área de Programación o dependencia que haga sus veces en la
Dirección de Inspección Regional correspondiente, quien evaluará el pedido y emitirá la
orden de inspección en el plazo de dos (2) días hábiles siguientes de recibida la referida
solicitud. La orden de inspección será entregada bajo cargo al Supervisor Inspector, Inspector
de Trabajo o Auxiliar inspector, quien en el plazo de cuatro (4) días hábiles siguientes de
distribuida la orden de inspección, se apersonará al centro de Trabajo, debiendo verificar lo
siguiente: * Datos del empleador y dirección. * Fecha de ingreso y cese, * Ultimo día de
labores, *Cargo, *Jornada y horario de Trabajo, *Ultima remuneración percibida, y
*Periodicidad de pago. *Circunstancias específicas del despido, mediante manifestaciones y
aporte de pruebas del trabajador, empleador y terceros; *Verificación de la existencia ono del
vínculo laboral, de ser éste negado por el empleador. Los hechos verificados deberán constar
en el nuevo formato de acta aprobado.
Cuando existan dos o más solicitudes que requieran el mismo acto de verificación del despido
arbitrario, se podrá asignar un Inspector de Trabajo para que realice dichas actuaciones. Los
trabajadores solicitantes deberán nombrar en dicho acto a un representante encargado de
brindar la manifestación por la totalidad de trabajadores.
Finalizada la diligencia de verificación, el Inspector deberá entregar dos (2) copias del Acta
a cada una de las partes intervinientes, con indicación de sus datos personales.
La estabilidad laboral constituye más que un escudo protector, el escudo "reparador” del
principio de continuidad de la relación laboral que, según lo expresa Américo PIá Rodríguez
" sólo se debe disolver válidamente cuando exista algún motivo justificado." En el Perú a
partir del Decreto Ley N°18471 se consagró legislativamente la denominación de "estabilidad
laboral", constituyendo su máxima expresión la Constitución de 1979 que la contenía en su
artículo 48. En efecto dicha norma establecía lo siguiente: "El Estado reconoce el derecho de
estabilidad en el trabajo. El trabajador sólo puede ser despedido por causa justa, señalada en
la Ley y debidamente comprobada". La Constitución vigente de1993 evitó hacer mención a
la "estabilidad laboral", refiriéndose en su artículo 27 a la "adecuada protección contra el
despido arbitrario".
Tipo Penal: Artículo 376º "El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete
u ordena, el perjuicio de alguien, un acto arbitrario cualquiera, será reprimido con pena
privativa de la libertad no mayor de dos años".
Sustituye o remplaza lo mandado o contenido por la ley y reglamento; en tal sentido carece
de legitimidad y se aparta del derecho.
La arbitrariedad en el ejercicio de funciones en las entidades públicas se demuestra en la no
observancia deliberada de determinadas formas preestablecidas en las normas legales
(Decreto Legislativo Nro. 728 - Ley de Productividad y Competitividad Laboral y su
Reglamento el decreto Supremo Nro. 003-97-TR, para el caso de trabajadores sujetos al
régimen laboral de la actividad privada; y, el Decreto Legislativo Nro. 276, Ley de Bases de
la Carrera Publica Administrativa y su Reglamento el Decreto Supremo Nro. 005-90-PCM,
para trabajadores del Régimen Laboral de la Actividad Publica).
CONCLUSIONES
oNo existe facultad para que una empresa pueda despedir a un trabajador sin existir
una causa justa y que esta no se pueda impugnar, su legitimidad, y obtener un
pronunciamiento judicial que declare fraudulento el despido.
Creemos que las sanciones por despido arbitrario deben ser más rigurosas, como el
cierre temporal de la empresa o mayor cantidad de multa para que de esta forma se
incremente la buena gestión delos recursos humanos, y a la par de esto incrementar
las capacitaciones sobre este tema.
BIBLIOGRAFÍA:
Constitución Política del Perú
Ley de Productividad y Competitividad Laboral
Resoluciones del Tribunal Constitucional
http://despido-nulo.blogspot.com
http://www.eleconomista.es
http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2002/01124-2001-AA.html
http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2003//00976-2001-AA.html
http://www.mintra.gob.pe/LGT/informe_LGT_23_02_2011.pdf
http://historico.pj.gob.pe/CorteSuprema/documentos/ACUERDOS_PLENO_LABO
RAL_10072012.pdf