INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 3
1. LOS IMPACTOS DE LA CRISIS .................................................................................. 5
1. En los ecosistemas acuáticos ..................................................................... 5
2. En los alimentos ............................................................................................. 8
3. En la economía ............................................................................................... 12
2. UN NUEVO ENFOQUE ÉTICO ....................................................................................... 14
1. Complejidad de los valores en juego ...................................................... 14
2. Funciones y derechos .................................................................................... 17
3. EL RETO DE LA “GOBERNANZA PARTICIPATIVA” .................................................. 24
1. Gestión pública versus gestión privada .................................................. 24
2. Impulsar la gobernanza participativa ..................................................... 27
GLOSARIO ......................................................................................................................... 30
NOTAS ................................................................................................................................ 31
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN ............................................................................... 32
Pedro Arrojo Agudo, Doctor en Ciencias Físicas. Profesor titular del Departamento de
Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.
3
Una crisis global que sin duda se agravará por efecto del cambio cli-
mático si no se adoptan adecuadas políticas de adaptación que amor-
tigüen la vulnerabilidad de la población, particularmente de las comuni-
dades más pobres, ante los riesgos de sequía y de fuertes precipita-
ciones que, según todas las previsiones, tenderán a aumentar, tanto en
intensidad como en frecuencia.
En este contexto, más allá de impulsar cambios político-institucionales
y mejoras tecnológicas, se requiere un nuevo enfoque ético, basado en
principios de sostenibilidad, equidad y no-violencia. Nos encontramos,
pues, ante la necesidad de promover una “Nueva Cultura del Agua” que
recupere, desde la modernidad, la vieja sabiduría de las culturas ances-
trales basadas en la prudencia y en el respeto a la naturaleza.
4
1. LOS IMPACTOS DE LA CRISIS
2. EN LOS ALIMENTOS
Los impactos sobre las fuentes de pro- los países más desarrollados (el 10% en
ducción de alimentos en el mundo, pro- Europa y EEUU), su importancia en
vocados por la crisis de insostenibilidad países empobrecidos o en desarrollo es
de ríos, lagos y humedales, son tan de- mayor. En África representa más del
moledores como desconocidos. 20% de las proteínas animales y en Asia
el 30%5. No en balde suele decirse que
la pesca es la proteína de los pobres.
2.1. La pesca: proteína de los
A lo largo del siglo XX, la construc-
pobres
ción de grandes presas ha arruinado la
Aunque el pescado no suele ser la prin- pesca fluvial, provocando la extinción
cipal fuente de proteínas en la dieta de de muchas especies. Entre los casos me-
8
jor documentados cabe citar los del río del mundo. Se estima que 52 millo-
Urrá, en Colombia, Singkarak en nes de personas dependen del río en
Sumatra, Lingjintan en China, Theun su alimentación básica.
Hiboun en Laos o Pak Mun en – En la actualidad, el acelerado cre-
Tailandia. En estos casos, y en otros mu- cimiento industrial de Tailandia está
chos, los problemas alimentarios gene- motivando la construcción de gran-
rados han afectado y afectan a cientos des presas y trasvases desde el Me-
de miles de familias pobres en comuni- kong, que amenazan con desencade-
dades ribereñas. nar graves quiebras ecológicas en la
cuenca y sobre todo en el Delta8.
– En la enorme cuenca del Mekong6,
el lago Tonle Sap o Gran Lago de – En el Amazonas, donde viven más
Camboya, no sólo es una pieza cla- de 3.000 especies de peces, se obtie-
ve de regulación de caudales, sino nen 200.000 toneladas anuales de
un verdadero pulmón de vida. Con pescado, en su mayoría destinadas al
una superficie que oscila entre 3.000 autoconsumo y a los mercados loca-
km2, en los meses secos, y 13.000 les. Sin embargo, la irrupción de la
km2, cuando recibe los masivos cau- pesca industrial, la deforestación,
dales monzónicos7, el lago genera los vertidos mineros, la construcción
una de las pesquerías más fértiles del de presas y la desecación de hume-
mundo, con unas 100.000 toneladas dales están quebrando esta fuente de
de pescado anuales. De hecho, ésta alimentos proteicos, provocando
ha sido tradicionalmente la principal que especies tan emblemáticas co-
fuente de proteínas para 9,5 millones mo el tambaquí estén, de hecho, en
de camboyanos. En el lago existen vías de extinción.
en torno a 400 especies de peces. La A lo largo de la última década se han
periódica inundación de esos más de producido quiebras ecológicas en gran-
10.000 km2 de campos y bosques ali- des sistemas lagunares que han deriva-
menta un ciclo ecológico de tras- do en verdaderas catástrofes humanita-
cendental importancia. Por un lado, rias, en la medida que se ha arruinado la
fertiliza los campos que inunda, en pesca.
un ciclo natural que permite cultivar
cerca del 50% del arroz producido – En el Lago Chad, el debilitamien-
en Camboya; pero, por otro lado, los to del monzón y la irrupción de lar-
peces desovan y se alimentan en las gas sequías, como consecuencia del
áreas de bosque inundado, aprove- cambio climático en curso, han pro-
chando la gran riqueza de nutrientes vocado la reducción en un 80% de la
que allí se genera. lámina de agua, transformando el
– Ciclos similares se producen a lo cuarto mayor lago de África en un
largo de miles de kilómetros, en las humedal que puede prácticamente
zonas de inundación ribereñas del atravesarse a pie.
Mekong y sus afluentes, hasta llegar – En el caso del Mar de Aral, la de-
al delta, uno de los más productivos rivación del 90% de los caudales de
9
los ríos Amu Daria y Syr Daria para en la desembocadura de los grandes
regar algodón ha reducido la lámina ríos, donde aprovechan la riqueza en
de agua a menos de la mitad (pasan- nutrientes continentales que aportan
do de 64.500 km2 a 30.000 km2), al las crecidas periódicas. Este fenó-
tiempo que la salinidad se ha tripli- meno de fertilización de las plata-
cado. A consecuencia de ello, han formas costeras es más relevante en
desaparecido las pesquerías que pro- mares cerrados o cuasi-cerrados, co-
ducían 44.000 toneladas anuales de mo el Mediterráneo, pobres en
pescado y generaban 60.000 puestos plancton.
de trabajo9. – Un impacto similar se produjo en
– En el lago Victoria, la introducción el Mar de Cortés (California
de especies exóticas (como la perca Mexicana), como consecuencia del
del Nilo) y el desarrollo de la pesca trasvase del Río Colorado para abas-
industrial para la exportación han tecer los regadíos de Imperial Valley
acabado en catástrofe humanitaria, y alimentar el desarrollo urbanístico
al provocar la ruina de la pesca tra-
de Los Ángeles-San Diego en
dicional como fuente alimentaria de
Estados Unidos12.
las comunidades ribereñas.
– En Bangladesh, en tan sólo dos dé-
cadas, la pesca industrial y su co- 2.2. Afectaciones agro-ganaderas
mercialización internacional, han
multiplicado el volumen de captu- Por último, cabe añadir que la profunda
ras, produciendo problemas de so- alteración de los caudales fluviales, en
breexplotación. Paradójicamente, la cantidad y calidad, en muchos de los
ración per cápita de pescado en la grandes ríos del mundo, está haciendo
zona se ha reducido a la tercera entrar en crisis formas tradicionales de
parte10. producción agraria ligadas a los ciclos
fluviales de crecida.
El desarrollo de grandes infraestruc-
turas hidráulicas no sólo ha afectado a – En Nigeria, la construcción de la
la pesca en ríos y lagos, sino también en Presa de Bakalori supuso la pérdida
los mares. del 53% de los cultivos tradiciona-
les, ligados a los ciclos de inunda-
– En el caso del Nilo, la gran Presa ción en las llanuras aluviales; al
de Asuán, más allá de afectar grave- tiempo que arruinó los pastos que
mente a la pesca fluvial –de las 47 servían de base a la ganadería y afec-
especies que se pescaban desapare- tó seriamente a los acuíferos, como
cieron 30–, hizo desaparecer el 90% reservas vitales en sequía13.
de las capturas de sardina y boque- – Casos similares se han dado, tal y
rón en todo el Mediterráneo como refleja el informe final de la
Oriental11, arruinando a miles de fa- World Commission on Dams, en el
milias pescadoras. Hoy se sabe que Río Senegal, con cerca de 800.000
estas especies, como otras, desovan damnificados en sus cultivos tradi-
10
cionales; en el Embalse de vo a los alimentos por parte de los más
Sobradinho (Brasil), con cerca de pobres y vulnerables, esa pretendida
11.000 familias campesinas grave- ineficiencia se torna en altos niveles de
mente afectadas; en las Presas de eficiencia eco-social.
Tarbela y Kotri, en Pakistán14. Sin duda, es necesario cambiar el en-
En todos estos casos, como en tan- foque tradicional de los organismos in-
tos otros, la pretendida transición a for- ternacionales relacionados con la ali-
mas de producción más eficientes mentación en lo que se refiere a la
(transformación en regadíos modernos, gestión de aguas. La mitificación pro-
en lugar de aprovechar los ciclos perió- ductivista del regadío ha llevado, por un
dicos de inundación fluvial) ha desem- lado, a ignorar los impactos de las polí-
bocado, paradójicamente, en graves ticas hidráulicas sobre las pesquerías, al
problemas alimentarios, al no ponerse tiempo que, por otro lado, se ha tendido
los medios y el tiempo necesarios para a centrar la solución del hambre en el
que tales procesos de transición madu- crecimiento del regadío. Todavía se en-
ren y sean asumidos, en su caso, por las fatizan los diagnósticos que centran la
propias comunidades. pretendida solución en incrementar la
producción de alimentos, olvidando
que, a menudo, el problema es de acce-
2.3. Del productivismo a la so de los más pobres a los alimentos que
eficiencia eco-social de hecho existen... Afortunadamente,
cada vez se abre más espacio a otros en-
A pesar de su gravedad, estos impactos
foques. Como los que desde hace años
no suelen reflejarse en las estadísticas
viene haciendo Vía Campesina, enfati-
económicas oficiales, en la medida en
zando la denuncia de la pobreza y la ne-
que buena parte de esos alimentos se di-
cesidad de proteger las formas de vida
rige a mercados locales y al autoconsu-
tradicionales que vertebran el medio
mo, sin entrar en los grandes circuitos
rural, particularmente en los países em-
comerciales.
pobrecidos y en desarrollo, frente a la
Se suele argumentar, por otro lado, agresividad del neoliberalismo impe-
que estos modelos de producción, vin- rante en el modelo de globalización
culados a los ciclos fluviales y a técni- vigente. O como aquellos que identifi-
cas artesanales de pesca, son ineficien- can la quiebra de los ciclos naturales que
tes. No obstante, si se contabilizan los regeneran la fertilidad de la tierra, de
valores ambientales y sociales en juego los mares y de los ecosistemas acuáti-
y se asumen objetivos de sostenibilidad, cos continentales, como clave del
distribución equitativa y acceso efecti- problema.
11
3. EN LA ECONOMÍA
12
Los humedales y los acuíferos son Este colapso de limos y arenas en las
las piezas clave de regulación natural grandes presas, especialmente si se lo-
del ciclo hídrico continental. Desde ha- calizan en el curso medio y bajo de los
ce años, el polémico proyecto de ríos, está generando, por otro lado, se-
Hidrovía, entre Brasil, Argentina, rios problemas sobre las playas. Hoy se
Paraguay y Bolivia, amenaza el mayor sabe que la mayor parte de la arena de
humedal del mundo, el Gran Pantanal, esas playas procede, no tanto del efecto
que con sus 200.000 km2 de extensión, erosivo de las olas, sino del aporte flu-
alimenta y regula en su cabecera la vial de “caudales sólidos”, que las co-
Cuenca del Plata. A fin de mejorar la na- rrientes litorales distribuyen posterior-
vegabilidad y facilitar la exportación de mente a lo largo de las costas.
minerales y materias primas, se preten-
de dragar el río y drenar el humedal. Los – El caso de la gran presa de Asuán
estudios elaborados para el Banco en el Nilo, con sus impactos sobre el
Interamericano de Desarrollo estimaron delta de Alejandría y sobre las pla-
que ello comportaría la extinción de 600 yas del norte de África, es quizás
especies de peces, 650 de aves y 80 de uno de los más significativos. El ins-
mamíferos, además de incrementar los tituto oceanográfico Woods Hole de
riesgos de inundación y el impacto de Massachussets ha llegado a estimar
las sequías en toda la cuenca15. que Egipto puede perder
La construcción de grandes presas bajo el mar, en el margen de seis
en el mundo no sólo ha roto la conti- décadas, hasta un 19% de sus terri-
nuidad del hábitat fluvial, provocando torios habitables, lo que forzaría el
la extinción de especies y la degrada- desplazamiento de un 16% de su
ción de pesquerías, sino que ha modifi- población.
cado drásticamente el régimen natural
– Otro caso preocupante es el del
de caudales y de flujos sólidos. Los se-
dimentos, que durante millones de años delta del Mekong. La acelerada de-
alimentaron la formación de deltas y forestación de las cabeceras fluvia-
compensaron los procesos naturales de les está provocando graves procesos
subsidencia que suelen afectar a estos erosivos que multiplican la esco-
territorios, hoy colmatan los embalses rrentía, aceleran la cinética fluvial y
(a menudo de forma muy rápida), mien- disparan el riesgo de riadas catastró-
tras las áreas deltaicas tienden a salini- ficas. Sin embargo, el posterior co-
zarse y hundirse bajo el mar. Estos fe- lapso de esos sedimentos en las
nómenos, acelerados por el crecimiento grandes presas recientemente cons-
del nivel de los mares, derivado del ca- truidas, o en construcción, y los
lentamiento global, hacen vislumbrar, grandes trasvases previstos hacia
en apenas unas décadas, graves conse- Tailandia, hacen temer serios pro-
cuencias socioeconómicas para decenas blemas en el delta, paradójicamente
de millones de personas. por falta de sedimentos.
13
2. UN NUEVO ENFOQUE ÉTICO
16
2. FUNCIONES Y DERECHOS
17
de aguas de calidad, como un dere- que estudia la posibilidad de una decla-
cho humano. ración más clara y contundente al
– El agua-ciudadanía, en actividades respecto.
de interés general, como los servi- En todo caso, parece claro que el ac-
cios de abastecimiento de agua po- ceso a esas cuotas básicas de agua-vida
table y saneamiento, debe situarse debe situarse en el ámbito de los dere-
en un segundo nivel de prioridad, en chos humanos, y debe garantizarse con
el ámbito de los derechos ciudada- eficacia desde un nivel máximo de prio-
nos, vinculados a los correspondien- ridad. En este caso, el criterio no debe
tes deberes ciudadanos. ser maximizar la eficiencia, que es la
– El agua-economía, en funciones guía por excelencia de la racionalidad
productivas, por encima de lo que económica, sino garantizar la eficacia.
podrían considerarse niveles de Estamos ante valores que como «el ca-
suficiencia para una vida digna, riño verdadero» de la copla «ni se com-
debe reconocerse en un tercer nivel pran ni se venden», sino que simple-
de prioridad, en conexión con el de- mente se garantizan. Y la responsa-
recho de cada cual a mejorar su bilidad de que así sea recae sobre la co-
nivel de vida. Es la función en la que munidad en su conjunto; es decir sobre
se usa la mayor parte del agua y en los diversos estados y las instituciones
la que se generan los problemas internacionales.
más relevantes de escasez y conta- No debemos perder de vista que los
minación. 30-40 litros de agua potable por perso-
– El agua-delito, en usos producti- na y día, que se vienen sugiriendo como
vos ilegítimos, que por tanto deben referencia de lo que podría considerar-
ser ilegales (vertidos contaminantes, se como el mínimo necesario para una
extracciones abusivas…), en la me- vida digna, supone apenas el 1,2 % del
dida que lesionan el interés general agua que usamos en la sociedad actual.
de la sociedad, deben ser evitados y No hay argumento que justifique que
perseguidos aplicando con rigor la 1.200 millones de personas no tengan
ley. garantizado el acceso a esa cantidad de
agua potable. La pretendida falta de re-
cursos financieros resulta inaceptable,
2.2. El agua-vida incluso para los gobiernos de países em-
Aunque de forma un tanto marginal, el pobrecidos; cuando más, para los go-
Comité de Derechos Económicos, biernos de países ricos e instituciones
Sociales y Culturales de NNUU reco- internacionales como el Banco Mun-
noció en 2002 el acceso a cuotas bási- dial. Al fin y al cabo, la «fuente públi-
cas de agua potable como un derecho ca, potable y gratuita, en la plaza, cerca
humano. En la actualidad, y a raíz de de casa» fue garantizada en muchos pa-
una iniciativa de España y Alemania, el íses, como el nuestro, cuando eran po-
Consejo de Derechos Humanos de bres y ni siquiera existía el Banco Mun-
NNUU tiene abierto un procedimiento dial. El reto no fue propiamente
18
financiero, sino político, en el sentido tamente, no estamos hablando aquí del
aristotélico y noble del término. En 1,2% del agua usada por la sociedad, si-
definitiva, se asumió la responsabilidad no de caudales ambientales de un orden
pública de garantizar el agua potable y de magnitud muy superior; así como de
gratuita en la fuente, como una priori- notables esfuerzos para evitar vertidos,
dad, antes incluso que alumbrar o asfal- preservar la calidad de las aguas y con-
tar calles y carreteras; por no hablar de servar los hábitats acuáticos. Por ello,
gastos suntuarios o presupuestos mi- asumir esos caudales ambientales como
litares. agua-vida, en el nivel de prioridad re-
Por otro lado, en el ámbito del agua- servado a los derechos humanos, puede
vida deben incluirse también los cauda- suscitar cuando menos dudas. Sin em-
les para producir alimentos básicos ne- bargo, tal y como hemos explicado, la
cesarios para la supervivencia de principal razón por la que 1.200 millo-
comunidades pobres y vulnerables. En nes de personas no tienen garantizado el
muchos casos se trata de derechos an- acceso al agua potable radica justamen-
cestrales sobre el territorio y los ecosis- te en la quiebra de esa sostenibilidad.
temas acuáticos de los que dependen ac- Por otro lado, en NNUU se debate
tividades agropecuarias y pesqueras sobre la llamada tercera generación de
esenciales para la supervivencia de co- derechos humanos: los derechos colec-
munidades indígenas y tradicionales. tivos de los pueblos, empezando por el
Obviamente, esos derechos sobre aguas derecho a la paz, al territorio y a un me-
y ríos, vinculados al derecho a la ali- dio ambiente saludable… Se trata de
mentación, deben situarse en el ámbito plantearse si nos parece aceptable, des-
del agua-vida, como derechos humanos. de una perspectiva ética, que disfrutar
Por último, se debería incluir en es- de ríos vivos sea cosa de ricos y que los
te espacio de máxima prioridad la pre- pobres deban conformarse con ríos clo-
servación de los ecosistemas acuáticos, aca, como condición para conseguir el
tanto en lo que se refiere al régimen de soñado desarrollo. La respuesta parece
caudales (condiciones cuantitativas), clara.
como a la calidad de las aguas y de los En la UE, como es sabido, la
hábitats (condiciones cualitativas), de Directiva Marco sobre el Agua (DMA)
forma que se garantice su sostenibili- asume esas funciones ambientales bási-
dad. En este caso, confrontamos, de cas del agua en el nivel de máxima prio-
nuevo, un desafío ético vinculado al ridad. De hecho, los caudales necesarios
principio de equidad intergeneracional para conservar el buen estado ecológico
y al tipo de relación que establecemos de ríos, lagos y humedales no se consi-
con esa naturaleza de la que tan sólo so- deran “demandas ambientales”, en po-
mos usufructuarios; sin más derechos sible competencia con otras “deman-
sobre ella de los que deben garantizar- das”, sino que se conceptualizan, por
se, mirando al futuro, a nuestros hijos, ley, como una restricción a los diversos
nuestros nietos y a las generaciones que usos productivos del agua. Tan sólo las
ni siquiera llegaremos a conocer. Cier- aguas de boca se sitúan en un nivel de
19
prioridad superior. No obstante, tales nía, se sitúan, por su propia naturaleza,
necesidades raramente llegan a poner en en el espacio de lo que debe conside-
cuestión la sostenibilidad de los ecosis- rarse como res publica, es decir, “cosa
temas acuáticos. de todos y todas”; razón por la que de-
ben ser gestionados bajo responsabili-
dad comunitaria o pública.
2.3. El agua-ciudadanía Las instituciones públicas, al tiempo
Ofrecer servicios domiciliarios de agua que garantizan los derechos de ciudada-
y saneamiento supone un salto cualita- nía a todo el mundo, deben establecer
tivo respecto a la fuente pública que ga- los correspondientes deberes ciudada-
rantiza cuotas básicas de agua potable nos. En este sentido, si se quieren ga-
(30-40 litros/persona/día), como refe- rantizar servicios de agua y saneamien-
rencia física del derecho humano al to de calidad a todos, es fundamental
agua potable. En un hogar medio de diseñar modelos tarifarios que garanti-
cualquier ciudad usamos entre 100 y cen una adecuada financiación, verte-
120 litros/persona/día. Hoy, acceder a brando la responsabilidad ciudadana
tales servicios es considerado en nues- desde la necesaria sensibilidad social.
tra sociedad como un derecho que debe En una sociedad compleja como la
ser accesible a todos, ricos y pobres. actual, garantizar el acceso universal a
Esta perspectiva de acceso universal nos servicios de calidad, minimizando el
podría llevar a incluirlos en el espacio impacto ecológico sobre los ecosiste-
de los derechos humanos. Sin embargo, mas acuáticos, constituye un reto de en-
pienso que lo adecuado sería situarlos vergadura. Un sistema tarifario por blo-
en el espacio de los derechos ciudada- ques de consumo, con precios
nos. Aunque, tanto los derechos huma- crecientes, puede garantizar la recupe-
nos como los derechos ciudadanos de- ración de costes del servicio, desde cri-
ben ser accesibles a todos, los primeros terios sociales redistributivos, al tiempo
no se vinculan con deber alguno, más que induce incentivos de eficiencia y
allá del de estar vivo y querer seguir es- responsabilidad individual y colectiva.
tándolo; mientras los derechos ciudada- El primer bloque de 30 o 40 litros/per-
nos sí deben vincularse a los correspon- sona/día podría incluso ser gratuito, al
dientes deberes ciudadanos. Nos menos para quienes estén bajo el umbral
encontramos, pues, ante el reto de arti- de pobreza. El siguiente escalón de 100
cular un juego de derechos y deberes litros debería pagarse a un precio que se
que sin duda es complejo y puede llegar acerque al coste real del servicio. En un
a ser conflictivo. tercer escalón, el precio por metro cúbi-
En todo caso, se trata de gestionar co debería elevarse de forma clara; pa-
valores, como la equidad y la cohesión ra finalmente dispararse en el cuarto,
social, hacia los que el mercado es in- propio de usos suntuarios (jardines, pis-
sensible. Valores que, al estar vincula- cinas…). Se trata en suma de inducir
dos al concepto tradicional de ciudada- una subvención cruzada, de quienes
20
más consumen hacia quienes tienen aspiración de cada cual a mejorar su
dificultades para pagar, desincentivan- nivel de vida por encima del menciona-
do consumos elevados. do nivel de suficiencia. Podría incluso
En este caso, a diferencia del agua- hablarse del derecho a intentar ser más
vida, donde la lógica económica queda- ricos. Derecho que, siendo legítimo, ba-
ba fuera de lugar, estamos aplicando jo ciertos límites, no puede vincularse al
criterios de racionalidad económico-fi- ámbito de los derechos humanos ni al de
nanciera, aunque tales criterios no se co- los derechos ciudadanos. Y menos
rrespondan con la racionalidad de mer- cuando, quienes pugnan por enrique-
cado. De hecho, al comprar manzanas a cerse son ya ricos.
1,5 €/kg, con frecuencia nos ofrecerán Desde un punto de vista ético, resul-
los 2 kg por menos de 3 €. Se trata de ta evidente que tales usos deben gestio-
estrategias para incentivar el consumo narse desde un tercer nivel de prioridad,
(basadas en las llamadas economías de por detrás del agua-vida y del agua-ciu-
escala), que buscan incrementar la ren- dadanía. En este sentido, degradar un río
tabilidad del negocio. El modelo tarifa- o poner en riesgo la potabilidad de los
rio propuesto, sin embargo, se basa en caudales aguas abajo, apoyándose en la
criterios opuestos, en la medida que no justificación de que se impulsa el desa-
se trata de hacer un buen negocio sino rrollo económico, constituye una grave
de ofrecer un buen servicio público de inmoralidad.
acceso universal, desde la perspectiva
En este tipo de usos, guiados por ob-
del interés general.
jetivos lucrativos, deben aplicarse,
cuando menos, criterios de responsabi-
2.4. El agua-economía lidad y de racionalidad económica.
La mayor parte de los caudales extraí- Cada usuario debe responder de los cos-
dos de ríos y acuíferos no se dedican a tes que exige la provisión del agua que
garantizar derechos humanos, ni a sus- usa. Pero además, en la medida que ha-
tentar servicios de interés general, sino ya escasez, debería afrontar el llamado
que se dedican a actividades producti- coste de oportunidad, que no es sino el
vas que generan riqueza por encima del coste de escasez del recurso. En el ám-
nivel de suficiencia para una vida dig- bito del agua-economía, se impone, en
na. En definitiva, se producen exceden- definitiva, la necesidad de aplicar el
tes que, vendidos en el mercado, permi- principio de recuperación íntegra de
ten mejorar el nivel de vida de los costes, incluyendo: costes financieros
productores. (amortización de inversiones y costes de
El sector agrario utiliza por encima mantenimiento y gestión), costes am-
del 70% de los recursos hídricos detra- bientales y el valor del recurso en sí mis-
ídos de ríos y acuíferos; mientras el sec- mo, es decir, el coste de oportunidad, si
tor industrial y el de servicios acaparan la disponibilidad es menor que la de-
en torno al 15%. Se trata en suma de ac- manda. En este caso, no existen razones
tividades sustentadas sobre la legítima que justifiquen subvenciones directas ni
21
cruzadas; de la misma forma que no se mento del “interés general” se ha mani-
subvenciona la madera al carpintero, ni pulado tanto en materia de aguas, que es
el gasóleo al taxista. preciso revisar el concepto en cuestión.
La escasez de agua para abastecer un Tradicionalmente, la declaración de “in-
crecimiento ilimitado de actividades terés general” se ha usado para justifi-
productivas no puede seguir entendién- car grandes inversiones públicas en
dose como una “tragedia a evitar”, con obras hidráulicas, desde las tradiciona-
cargo al erario público; sino como una les estrategias “de oferta”. A pesar de
realidad ineludible que debe ser gestio- que hoy tales estrategias han quedado
nada desde criterios de responsabilidad desfasadas, los poderosos grupos eco-
y de racionalidad económica. Desde nómicos que han venido controlando las
nuestra insaciable ambición, hemos he- políticas hidráulicas siguen manipulan-
cho y hacemos escaso lo abundante; ha- do este concepto desde perspectivas ses-
cemos pequeño el planeta; y desde lue- gadas que no reflejan el interés general
go, estamos haciendo escasa el agua de la sociedad actual. Por ello es nece-
dulce de ríos, lagos, humedales y acuí- sario redefinir el concepto de interés ge-
feros. En cualquier caso, no debemos neral desde las prioridades actuales.
olvidar que la escasez es una caracterís- Urge particularmente esa redefinición
tica inherente a cualquier bien econó- en lo que se refiere al regadío, mitifica-
mico, por definición “útil y escaso”. Se do más allá de la realidad en su función
trata pues, en definitiva, de aplicar cri- de articulación del medio rural.
terios de racionalidad económica (que
no de mercado) al uso económico del Hoy, en el regadío, crece día a día la
agua. Un uso que, no olvidemos, tiene importancia relativa del agro-negocio
por objeto generar beneficios a los usua- en grandes explotaciones extensivas
rios, a través de las relaciones de mer- mecanizadas, o en modernas explota-
cado que rigen las actividades producti- ciones intensivas, como la producción
vas en las que se usa el agua-economía. bajo plástico. Por otro lado, ha ido cre-
En todo caso, tal y como hemos acla- ciendo la proporción de explotaciones
rado anteriormente, el agua necesaria agrarias gestionadas a tiempo parcial,
para actividades productivas no lucrati- como actividad secundaria. Por todo
vas y de las que depende la superviven- ello, la explotación familiar está lejos de
cia de las comunidades más pobres, de- representar la generalidad del sector.
be ser considerada como agua-vida. Distinguir cuando menos estos tres
También existen actividades econó- tipos de explotación permite discernir
micas que, aun siendo lucrativas, pue- valores sociales de muy distinto carác-
den ser consideradas, en una u otra me- ter. Resultaría difícilmente justificable
dida, como actividades económicas de caracterizar el regadío del agro-negocio
interés general, en la medida que gene- como una actividad de interés general.
ran beneficios sociales o ambientales, Al igual que resulta difícil entender el
no valorados por el mercado. No obs- interés general del regadío en explota-
tante, en países como España, el argu- ciones gestionadas como actividades
22
secundarias por propietarios que gene- particular en el regadío. Pero sería ne-
ralmente ni siquiera viven en el medio cesario unir a ese argumento social, la
rural. exigencia de buenas prácticas agroam-
Por otro lado, los graves impactos bientales.
contaminantes de los modelos domi- La UE empieza a promover, aunque
nantes de agricultura y ganadería (nitra- tímidamente, políticas agroambientales
tos, pesticidas, purines,…) ponen en y criterios de eco-condicionalidad en
cuestión el interés general de tales mo- materia de subvenciones. Desde estos
delos. Si a ello unimos los graves im- enfoques debe revalorizarse el secano,
pactos sociales y ambientales de gran- como práctica agro-ambiental, particu-
des presas y trasvases, sobre los larmente en el área mediterránea, don-
ecosistemas acuáticos y las poblaciones de se han rebasado los límites de soste-
ribereñas (incluida la inundación de nibilidad de nuestros ríos y acuíferos.
pueblos y valles habitados en zonas de En este caso, en las vigentes condicio-
montaña), resulta evidente la necesidad nes de cambio climático, más allá de re-
de replantear el pretendido interés ge- visar de forma realista y prudente el ac-
neral que ha venido adjudicándose, de tual Plan Nacional de Regadío, sería
forma indiscriminada, a las grandes necesario elaborar un Plan Nacional del
obras hidráulicas vinculadas a nuevos Secano que establezca políticas concre-
regadíos (o a la producción hidroeléc- tas en este campo.
trica).
En todo caso, y aun aceptando la ne-
Es necesario, por tanto, establecer
cesidad de apoyar determinadas activi-
nuevos criterios sociales y ambientales
dades agrarias en el regadío, sería vital
que permitan delimitar qué explotacio-
nes agrarias merecen hoy ser considera- reflexionar sobre cómo realizar tales
das como verdaderas actividades eco- ayudas, de forma que se induzcan bue-
nómicas de interés general. Consolidar nas prácticas y actitudes responsables.
el tejido rural, con sus valores sociales, En concreto, sería preferible subvencio-
culturales y paisajísticos, o favorecer la nar directamente las correspondientes
consecución de determinados objetivos actividades productivas, en lugar de
ambientales, serían, sin duda, argumen- ofrecer agua subvencionada, como sue-
tos de interés general en la sociedad ac- le hacerse. De esta manera, con el mis-
tual. En este sentido, resulta razonable mo coste para la hacienda pública, se in-
argumentar el interés general de prote- duciría un uso más eficiente y
ger la explotación familiar agraria, en responsable del agua.
23
3. EL RETO DE LA “GOBERNANZA PARTICIPATIVA”
28
sobre los retos que imponen, tanto el ticipación y la transparencia. Todo ello
nuevo paradigma de sostenibilidad, exige, en suma, diseñar y desarrollar
como la obligación de garantizar el ac- nuevos modelos de gestión pública par-
ceso al agua potable y a servicios bási- ticipativa.
cos de saneamiento como un derecho Los agudos conflictos frente a los
humano. procesos de privatización, han venido
Asumir en materia de gestión de poniendo el dedo en la llaga; pero ello
aguas los principios de equidad inter e no significa que hayan resuelto el pro-
intra-generacional, refuerza la necesi- blema de cómo gestionar adecuada-
dad de replantear el dominio y la ges- mente estos servicios básicos. Incluso
tión pública o comunitaria sobre los en el seno del movimiento por la ges-
ecosistemas hídricos y los acuíferos, tión pública participativa bajo control
desde nuevos enfoques que garanticen social, está abierto el debate sobre cómo
la prioridad de garantizar de forma sos- organizar el necesario equilibrio entre
tenible sus funciones de vida, así como derechos y deberes ciudadanos, espe-
los derechos humanos, incluidos los de cialmente en lo que se refiere a la ges-
las generaciones futuras. Pero yendo tión financiera de estos servicios. La po-
más allá, debemos afrontar el reto de di- lítica tarifaria a aplicar resulta, cuando
señar y gestionar derechos de ciudada- menos, polémica. Entender y asumir
nía desde una perspectiva global. Se de- todos estos cambios no puede imponer-
ben abordar desde esa perspectiva se por decreto, sino que exige nuevos
global, el acceso a servicios domicilia- modelos de gobernanza participativa
rios de agua y saneamiento de calidad, desde ámbitos locales, regionales y na-
como un derecho que también debe lle- cionales en un marco global que debe
gar a ser de acceso universal, desde mo- garantizar los derechos humanos y
delos de gobernanza que incentiven la desarrollar una nueva condición de ciu-
responsabilidad ciudadana desde la par- dadanía global.
29
GLOSARIO
Cianobacteria Estiaje
Organismo unicelular perteneciente Nivel más bajo o caudal mínimo que
al reino móneras, que carece de en ciertas épocas del año tienen las
membrana nuclear, realiza la foto- aguas de un río, estero, laguna, etc.,
síntesis y tiene clorofila y otros pig- por causa de la sequía.
mentos que le dan un color verdea-
zulado. Vive en ambientes Eutrofización
acuáticos, aislada o agrupada con
Incremento de sustancias nutritivas
otras en colonias o filamentos.
en aguas dulces de lagos que produ-
Recibe también el nombre de alga
cianofícea o alga azul. cen exceso de fitoplancton (Plancton
marino o de agua dulce, constituido
predominantemente por organismos
Colmatación vegetales, como ciertas algas mi-
Acumulación de sedimentos de croscópicas).
cauces.
Lixiviado
Dumping
Es el líquido producido cuando el
Práctica comercial de vender a agua se filtra a través de cualquier
precios inferiores al costo, para material permeable. Puede contener
adueñarse del mercado, con grave tanto materia en suspensión como
perjuicio de éste. disuelta, generalmente se da en
ambos casos. Los peligros de los li-
Efluente xiviados son debidos a altas concen-
Líquido que procede de una planta traciones de contaminantes orgáni-
industrial. cos y nitrógeno amoniacal.
Escorrentía Subsidencia
Agua de lluvia que discurre por la Hundimiento progresivo por com-
superficie de un terreno. pactación de sedimentos.
30
NOTAS
1. C. MAGALLÓN, Pioneras españolas en las cien- 9. P. MCCULLY, Ríos Silenciados: Ecología y Polí-
cias, Madrid, CSIC, 2004. tica de las Grandes Represas, Buenos Aires,
2. Hemos añadido al final del cuaderno un breve Proteger, 2004. J.N. ABRAMOVITZ, Aguas ame-
glosario con aquellos términos técnicos que nazadas, futuro empobrecido: el declive de los
hemos creído necesitaban de explicación. ecosistemas de agua dulce, Bilbao, Bakeaz,
(Notade CiJ) 1996, Cuadernos Worldwatch.
3. PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2006 10. ABRAMOVITZ, Aguas...
– Más allá de la escasez: poder, pobreza y cri- 11. MCCULLY, Ríos...
sis mundial del agua. 12. S. POSTEL, Reparto del agua: seguridad ali-
4. FNCA, Declaración Europea por la Nueva mentaria, salud de los ecosistemas y nueva
Cultura del Agua, Zaragoza, Fundación política de la escasez, Bilbao, Bakeaz, 1996,
Nueva Cultura del Agua, 2005. Cuadernos Worldwatch.
5. ICLARM, From Hunting to Farming Fish, 13. MCCULLY, Ríos...
Washington DC, Grupo Consultivo sobre 14. WCD, Dams and Development a new frame-
Investigación Agrícola Internacional work for decision making: the report of the
(CGIAR), Banco Mundial. Washington DC, World Commission on Dams. Londres,
1995. Earthscan Publications Ltd., 2000.
6. M.T. HILL, «Summary of fisheries resources 15. CEBRAC-WWF, «Paraná-Paraguay Water-
and Projects in the Mekong River», trabajo way: Who Pays the Bill?» (resumen Ejecutivo
presentado en el seminario Mekong: de la Fundaçao Centro Brasileiro de
Seminario Internacional para el Desarrollo Referencia e Apoio Cultural (CEBRAC) y
Sostenible Mediante la Cooperación, World Wildlife Fund (WWF)), Brasilia.
Washington DC, Nov.-Dic. 1995. Septiembre de 1994.
7. M. MORETH, «Environmental Concerns Facing 16. P. ARROJO, El reto ético de la nueva cultura del
Cambodia»; trabajo presentado en el semina- agua: funciones, valores y derechos en juego,
rio Mekong: Seminario Internacional para el Barcelona, Paidós, 2005.
Desarrollo Sostenible Mediante la Coo- 17. E. CASTRO, PRINWASS, 2004, proyecto de
peración, Washington DC en Nov.-Dic. 1995. investigación financiado por la UE. Un resu-
8. P. ARROJO, Agua, Ríos y Pueblos. Catálogo de la men de los resultados del proyecto se puede
exposición “Agua, Ríos y Pueblos”, Málaga, encontrar en este articulo: http://www.
Diputación Provincial, 1999. nuso.org/upload/articulos/3408_1.pdf
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CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN
3. ¿Qué límites o condiciones deben definir el uso del agua como fuente de ri-
queza (agua-economía)?
4. ¿Crees que existe una verdadera conciencia ciudadana contraria a los verti-
dos, y a las conductas descritas como agua-delito?
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