Incluye limitaciones del funcionamiento intelectual y en el comportamiento adaptativo (comportamientos conceptual, social y práctico). Las deficiencias de las funciones intelectuales incluyen el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia. Estas deficiencias deben estar confirmadas mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizada individualizadas. Las deficiencias del comportamiento adaptativo producen fracaso del cumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. Sin apoyo continuo, las deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida cotidiana, como la comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples entornos tales como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad. TRASTORNO DEL DESARROLLO INTELECTUAL LEVE DOMINIO CONCEPTUAL En niños de edad preescolar puede no haber diferencias conceptuales manifiestas. En niños de edad escolar y adultos, existen dificultades en el aprendizaje de aptitudes académicas relativas a la lectura, la escritura, la aritmética, el tiempo o el dinero, y se necesita ayuda en uno o más campos para cumplir las expectativas relacionadas con la edad. En adultos, existe alteración del pensamiento abstracto, la función ejecutiva y de la memoria a corto plazo, así como del uso funcional de las aptitudes académicas (p.e. leer, manejar dinero) Existe un enfoque algo concreto a los problemas y soluciones en comparación con los grupos de la misma edad. DOMINIO SOCIAL En comparación con los grupos de edad de desarrollo similar, el individuo es inmaduro en cuanto a las relaciones sociales. P.e. puede haber dificultad para percibir de forma precisa las señales sociales de sus iguales. La comunicación, la conversación y el lenguaje son más concretos o inmaduros de lo esperado por la edad. Puede haber dificultades de regulación de la emoción y el comportamiento de forma apropiada a la edad. Existe una comprensión limitada del riesgo en situaciones sociales, el juicio social es inmaduro y el individuo corre el riesgo de ser manipulado por otros (ingenuidad). DOMINIO PRACTICO El individuo puede funcionar de forma apropiada a la edad en el cuidado personal. Los individuos necesitan ayuda con tareas de la vida cotidiana complejas en comparación con sus iguales. En la vida adulta la ayuda implica típicamente la compra, el trasporte, la organización doméstica y del cuidado de los hijos, la preparación de los alimentos y la gestión bancaria y del dinero. Las habilidades recreativas son similares a las de los grupos de la misma edad, aunque el juicio relacionado con el bienestar y la organización del ocio necesita ayuda. En la vida adulta, con frecuencia se observa competitividad en trabajos que no destacan en habilidades conceptuales. Los individuos generalmente necesitan ayuda ara tomar decisiones sobre el cuidado de la salud y legales, y para aprender a realizar de manera competente una vocación que requiere habilidad. Se necesita típicamente ayuda para criar una familiar
CARACTERISTICAS DEL NIÑO CON RETRASO MENTAL
Los niños con retraso mental presentan un defecit cognoscitivo global, con dificultades de adaptación social, sin embargo, existe una gran variabilidad interindividual en las características clínicas. No es inusual encontrar dentro de este grupo alguna habilidad cognoscitiva dentro de los limites normales y aun superiores (ej: Un niño que reúne las características clínicas de retraso mental, quizá manifieste una habilidad de memoria excepcional para aprenderse los nombres de una lista telefónica). Al comparar a los niños que sufren retraso mental con niños normales, a menudo se encuentran diferencias en las funciones sensoriales, psicomotoras, de atención, lingüísticas y de memoria, que lo sitúan en niveles cognoscitivos equivalentes a los de menores en edad cronológica inferior. El desarrollo psicomotor de los niños con retraso mental con frecuencia es tardío, se realiza lentamente y alcanza un nivel inferior al de los niños normales de la misma edad. Es común observar en ellos torpeza, ausencia de coordinación, dispraxia, falta de persistencia y estereotipias motrices, la frecuencia de trastornos sensoriales (como defectos en la agudeza visual e hipoacusia) es muy alta, Se han descrito alteraciones en la preferencia de modalidades sensoriales entre los niños con retraso mental. ASi, por ejemplo, los menores con síndrome de Down presentan serias dificultades en la discriminación táctil y son mas hábiles en la utilización del canal visual para el aprendizaje. Sin embargo, otros niños con retraso mental prefieren el canal apático, demostrando una discriminación táctil superior a la de sus contrapartes normales (Pirozzolo 1985). Los defectos de la atención son casi constantes en la población con retraso mental. El volumen de atención, lo mismo que la capacidad intelectual del niño. La capacidad de memoria de los niños con retraso intelectual leve es equivalente a la de los niños normales cuando en la evaluación se usa material sencillo, pero la diferencia se comienza a notal cuando aumenta la complejidad del material mnemónico que debe ser retenido. En Niños con síndrome de Down se ha demostrado defectos en los procesos de almacenamiento y evocación (Pirozzolo, 1985). El lenguaje es una de las funciones intelectuales que con más frecuencia se alteran en el retraso mental, de hecho la magnitud del compromiso lingüístico se correlaciona en forma directa con la gravedad del retraso mental. Aproximadamente 90% de los niños con retraso mental grave presentan dificultades en el lenguaje, mientras que estos problemas solo ocurren en un 50 % de los niños con retraso mental leve. En el niño con retraso mental el desarrollo del lenguaje sigue las mismas etapas que en un niño normal pero es más lento, sin que esto signifique que alcanzaran mas tarde los niveles de sus pares sin este problema, los niños con retraso mental presentan lenguaje equivalente al de sus contrapartes normales de menor edad. Se han descrito diferencias en cuanto al uso de la gramática y la utilización del lenguaje, parece que los menores con retraso mental tienden a hacer menos preguntas que los niños normales con edad lingüística equivalente. La capacidad de la adaptación social del niño con retraso mental es muy variable y se correlaciona con la etiología del proceso, con la magnitud del déficit cognoscitivo y con la edad. Dentro de las conductas des adaptativas observadas se encuentran la hiperactividad, ña impulsividad, el aislamiento y la indiferencia al medio, tales excesos o disminuciones en ciertos comportamientos son las mas frecuentes en los niños con un bajo CI. Existe mayor frecuencia de psicopatología entre quienes padecen retraso mental que en la población general. Hay presencia de comportamientos psicóticos, por ejemplo, es factible vincular el comportamiento autista y los trastornos de conducta con retraso mental El comportamiento autista del niño con retraso mental no corresponde al autismo infantil. El autismo infantil t se refiere, como ya se señaló, a un trastorno del desarrollo caracterizado por una pobre interacción social, un lenguaje no acorde con las capacidades intelectuales, una insistencia en comportamientos estereotipados, aparece antes de los 30 meses de edad yt a menudo es muy difícil diferenciarlo del retraso mental. Sin embargo, existen aspectos en el lenguaje que los hace diferentes: En el autismo infantil el desarrollo del lenguaje no sigue las etapas normales, existen regresiones espontaneas en el proceso de desarrollo comunicativo, y disociaciones claras entre la forma y el contenido del lenguaje, además de que este suele se utilizado en forma inapropiada (Swisher, 1985) El autismo infantil es el retraso mental llegan a estar relacionado y, de hecho, se ha considerado que aproximadamente tres cuartas partes de los niños autistas funcionan como adultos con retraso mental. En el autismo infantil es mucho mas frecuente encontrar disociaciones entre las habilidades verbales y no verbales que en el retraso mental. Las características del lenguaje en el niño autista presentan una notable variabilidad: De entre ellos, muchos son autistas, en tanto que otros son fluidos en su lenguaje pero con disociación entre una forma gramatical bien elaborada y un contenido semántico casi siempre incoherente. Las regresiones en el desarrollo del lenguaje son comunes. A diferencia de los niños con retraso mental, los autistas presentan características en la adquisición del lenguaje que no se muestran sus contrapartes normales, los menores que padecen retraso mental suelen exhibir un retraso en el desarrollo lingüístico, pero siguen las mismas etapas del niño normal