OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
¿Los delitos que ahora pasaron a la categoría de no graves deben estar
catalogados de esta manera?
En cuestión de tiempo ¿Ha reducido el tiempo de investigación de los
procesos?
¿La sociedad realmente se ha visto beneficiada con este nuevo sistema
penal?
JUSTIFICACIÓN
¿Cómo son estas audiencias? Son audiencias públicas, a las que cualquier
persona puede entrar y son audiencias en donde siempre tiene que estar el juez
presente. Existe el principio de inmediación, que quiere decir que el juez no puede
delegar sus funciones a otra persona (esto pasaba antes), sino que siempre tiene
que estar ahí escuchando directamente a los testigos y a las partes. Además, son
audiencias que se tienen que dar de forma continua. De ser posible, en el juicio
todas las pruebas se tienen que presentar en un mismo día y, si son muchas
pruebas, tiene que ser un día tras otro, es decir, tiene que haber concentración. Las
pruebas se deben desahogar lo más rápido posible para que el juez tenga un
panorama completo de lo que pasó.
Los juicios orales son la última parte del proceso. El proceso penal tiene
distintas etapas: una etapa de investigación, donde las partes investigan para ir
armando su caso; una etapa intermedia en donde las partes se preparan y ofrecen
pruebas para ir al juicio; y una etapa final, que es lo que conocemos como juicio
oral. En esta etapa final hay un tribunal y un juez distinto al que llevo el proceso en
las etapas previas (este es otro de los cambios al sistema). En esa última audiencia,
que es la más importante del proceso, se desahogan las pruebas, es decir, se
interrogan los testigos, se presentan las pruebas materiales, y se da la sentencia.
2. Ahora existen mecanismos alternativos de solución de controversias.
Este es el principio que indica que tú siempre serás considerado como inocente
hasta que el ministerio público pruebe lo contrario y el juez dicte una sentencia que
así lo establezca.
Si todos los casos llegaran a juicio oral sería imposible resolver todo, se
colapsaría el sistema, por eso necesita ser selectivo. Para lograrlo, existen los
siguientes mecanismos:
La justicia es una de las tareas pendientes del Estado mexicano. El sistema penal
acusatorio –que entra en vigor el 18 de junio en todo el país– no resolverá la
criminalidad, y aunque es mejor que el que tradicionalmente propicia corrupción e
impunidad, tampoco solucionará esos problemas, sólo intentará remediarlos,
afirmaron integrantes del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Para la experta, el proceso penal acusatorio debe funcionar como una empresa
que no sólo es administrada, sino que también es valorada de forma externa. Las
procuradurías o fiscalías deben tener evaluadores –que en este caso serían los
ciudadanos y las organizaciones civiles–, para medir la actividad cotidiana de los
servidores públicos.
Además, apuntó, hay grandes fallas en las entidades y el sistema federal, porque
no se ha planeado adecuadamente cómo liquidar el sistema tradicional y lograr que
la justicia de calidad que se pretende con el acusatorio, permanezca y se desarrolle
en todos los casos.
Democratizar el poder
Jorge Alberto Witker Velásquez opinó que esta reforma implica democratizar el
poder del Estado más cerrado que hasta hoy en día ha habido: el Judicial. “No es
casual que en los procesos de transición democrática que vivimos surja el cambio
del sistema procesal de justicia”.
El sistema tiene el gran mérito de abrir a la sociedad, a los familiares de los
afectados, el manejo de la acusación y la defensa. Además, por la metodología de
las audiencias públicas, intentará resolver la impunidad y la corrupción.
Procesos injustos
Por su parte, Enrique Díaz Aranda preguntó por qué no se ha alcanzado la justicia
y, por el contrario, se presentan procesos injustos, condenas de inocentes o la
evasión de la acción de la justicia por parte de delincuentes, y si esa es una cuestión
de forma o fondo. “¿Al cambiar formas podemos conseguir ese propósito marcado
por la Constitución?”.
El nuevo sistema de justicia penal es bueno sólo si estamos en la posición y con
los elementos para llegar a aplicarlo de manera eficaz, dijo en el Aula de Seminarios
Guillermo Floris Margadant del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Además, refirió, otro inconveniente que se enfrentará es qué vamos a hacer con
los 33 códigos penales vigentes para un solo Código Nacional de Procedimientos
Penales.
Hay reticencia a llevar a buen término la aplicación estricta de los principios del
nuevo sistema de justicia penal. “A veces las normas se crean con fines políticos”;
en este caso, se señaló una fecha límite, el 18 de junio, como si se fuera a
transformar la realidad. Cuando así ocurre, se trata de una demagogia que pretende
encubrir ciertas disposiciones o justificar decisiones políticas, concluyó Díaz
Aranda. (Romero, 2016)
Ramírez Martínez , B. (2017). El "fracaso" del Sistema de Justicia Penal Acusatorio en México.
Hechos y Derechos.
Romero, L. (19 de Mayo de 2016). Gaceta Digital UNAM. Obtenido de Gaceta Digital UNAM:
http://www.gaceta.unam.mx/20160519/pros-contras-y-viabilidad-del-sistema-penal-
acusatorio/