“MADURACIÓN COGNITIVO- EMOCIONAL Y APRENDIZAJE”

El cerebro a partir del nacimiento atraviesa por una serie de etapas de maduración
para poder adquirir sus distintas capacidades y habilidades y, con ello, lograr
desarrollar el talento de cada individuo. En un principio, se sostenía que eramos
seres racionales con emociones y, en cambio en la actualidad, se afirma que
“somos seres emocionales que tenemos la capacidad de razonar”.

Anatómicamente nuestro cerebro posee una simetría bilateral perfecta y la

lateralización funcional es una adquisición que debe ser aprendida. Como muy
bien lo expresa Christopher A. Walsh “…esta asimetría izquierda-derecha del
cerebro es una parte esencial de la calidad del ser humano y el conocer la forma
en la que ocurre es importante para comprender cómo se adquieren las
habilidades humanas. Por ejemplo, la preferencia de los diestros por la mano
derecha es más fuerte que la de los zurdos por la izquierda.

Además, se acepta que nuestros actos voluntarios comienzan en el cerebro de

manera inconsciente antes que la intención final llegue a la conciencia. Pero lo
importante a tener en cuenta es que la emoción es lo que nos mueve a tomar una
decisión y, en tal sentido, se considera que el 80% del éxito depende de las
emociones o del manejo de las mismas. Todo esto es el resultado del proceso de
maduración cognitivo-emocional y de su influencia sobre el aprendizaje, el cual
comienza a partir del nacimiento y termina alrededor de los 30 años.
Fragmentos de la conferencia dictada por el Dr. Mario A. Vestfrid sobre

el tema “La maduración cerebral cognitivo-emocional: Su influencia en el proceso

de aprendizaje”, en el Primer Congreso Nacional sobre Proyecciones Disciplinares
del Humanismo, organizado por la Facultad de Humanidades de la Universidad
Católica de La Plata, que se desarrolló durante los días 17 y 18 de Mayo de 2018.