duermo sin ellas y sin dificultad, te lo agradezco de todo corazón porque me has liberado de todo
medicamento para dormir y de otros medicamento porque tengo lindos sueños, gracias a tu amor y a una
salud que está perfectamente bien, todo mi sistema, órganos, células, hormonas, huesos, glándulas en fin
todo mi cuerpo por dentro y por fuera está en perfectas condiciones gracias mi Jesucristo porque lo decreto en
estos momentos aquí y ahora mismo y siempre en el nombre y la sangre de Cristo.
1º día: Motivación.
Hoy vas a repetir una frase que te motive y te anime. Como por ejemplo una de las frases de la
mañana: La vida es maravillosa. Repítete esta frase para tu interior, cada vez que estés a punto de
enfadarte o ponerte triste (aunque no “creas” en ese instante lo que piensas, tan sólo dilo).
2º día: Poder.
Si crees que puedes hacer algo, no lo dudes, lo harás.
La frase de hoy es: Puedo hacer lo que me proponga. Yo puedo.
3º día: Autoestima.
Cuando tengas algún minuto a solas (por ejemplo, cada vez que vayas al cuarto de baño), mírate
al espejo o simplemente, repite en voz alta (o grítalo dentro de ti):
Soy una persona maravillosa. Merezco todo lo bueno que me pase. Me quiero.
4º día: Sanación.
En ocasiones, las enfermedades y los dolores, están ahí para avisarnos de algo (por ejemplo, de
parar si tenemos una vida muy ajetreada o para que prestemos mayor atención a nuestro cuerpo y
mente). Tú eres el responsable último de tu salud. Hazle caso a tu cuerpo. Repite:
Me siento sano, me siento bien. Me siento estupendamente.
5º día: Confianza.
Siéntete como si estuvieras en una burbuja durante el día. Recuerda cuando estabas segura o
seguro (por ejemplo en tu niñez, tal vez al lado de tus padres). Recuerda aquellas ocasiones en
que sabías que todo saldría como deseabas, y repite:
Hoy nada me preocupa. La vida fluye sin esfuerzo. Sé que todo va a estar bien.