Introducción
A travez de este trabajo queremos mostrar variois puntos esencial para un mejor
enetendimiento del entorno social en Bolivia los siguientes puntos a tratar son:
I. Clases sociales
II. Burguesías dominantes
III. Migración rural urbana
IV. Organizaciones de presión social
V. Regionalismo y nacionalismo
VI. Alternativas ocupacionales
VII. La religión y su influencia social y política
VIII. Caudillismo y liderazgo
IX. Las fuerzas armadas en desarrollo nacional
X. Geopolítica y desarrollo de fronteras
Justificación
Objetivos
Elite. Goza del más alto nivel en los tres capitales, y por eso mismo se
diferencia de otras clases acaudaladas que, quizá, por haber accedido más
tarde al éxito económico, no gozan de las mismas relaciones sociales e
intereses culturales. Forman el 6% de la población británica, acudieron a las
grandes universidades y escuelas de negocio inglesas, su edad media se
encuentra en los 57 años y suelen vivir en Londres; el 97% de ellos viven en
un hogar de su propiedad.
Clase media establecida. A diferencia de lo que ocurría con la élite, aunque
tienen un alto nivel en los tres tipos de capitales (en menor grado), no son
ellos los que toman las grandes decisiones económicas y políticas, sino que
son definidos en el estudio como “gregarios”, aunque ya comiencen a adoptar
las costumbres de ocio de la élite. Se trata del grupo más abundante, ya que
un 25% de los consultados pertenecían a él, con unos ingresos medios de
unos 60.000 euros anuales.
Clase media técnica. Sería en este grupo en el que se clasificarían los
llamados “nuevos ricos”, ya que su principal cualidad es disponer de un alto
capital económico, pero no social y cultural. Se trata de una clase en
desarrollo, formada todavía por un grupo de individuos muy reducido, que en
un futuro pasarán a formar parte de la clase media establecida.
Nuevos trabajadores prósperos. La más vinculada con las profesiones
liberales, se trata de aquella clase social que dispone de un capital económico
no especialmente alto pero que sí puede presumir de unos niveles medios de
capital social y cultural. Son descritos como “jóvenes y activos”. Se trata de un
grupo cercano al de la clase media o la trabajadora, pero que no se identifica
con las cualidades que habían definido a estas en un pasado.
Clase trabajadora tradicional. Uno de los grupos que han disminuido
sensiblemente de tamaño durante las últimas décadas, y que hoy en día
representa únicamente el 14% de la población británica. Sería el equivalente
por la parte inferior de la tabla de la clase media establecida, ya que si bien el
capital que poseen en los tres ámbitos en bajo, no pueden considerarse
pobres.
Trabajadores del sector servicios emergentes. Una de las nuevas clases
que se han definido durante los últimos tiempos, y que lleva al extremo las
características de los nuevos trabajadores prósperos. Su capital económico es
más bajo, pero el social y el cultural, mucho más altos. Al igual que ocurría con
aquellos, el grupo está compuesto por jóvenes de entornos urbanos, con una
media de unos 34 años, y es en este grupo donde suelen encontrarse las
minorías étnicas.
Precariado. Una derivación extrema de la clase trabajadora, que en algunos
casos raya con la exclusión social, aunque esté conformada por el 15% de la
población. Como señala el profesor Mike Savage, se trata de personas que
“carecen de cualquier cantidad significativa de capital, ya sea económico,
cultural o social”. Según los datos ofrecidos en la encuesta, y que conviene
recordar que se refieren al nivel de vida de Inglaterra, estos ciudadanos no
tienen más de 800 libras (942 euros) ahorrados y ganan al año unas 8.000
libras (9.425 euros). Tan sólo uno de cada 30 miembros de esta clase social
han gozado de educación superior y el 80% de ellos viven de alquiler.
Dominado por una burguesía agroindustrial del oriente boliviano muy pobre sin
proyecto de clase definido, que defiende abiertamente el imperialismo de Estados
Unidos y son la trinchera del senil pensamiento neoliberal en Bolivia.
Esto cambiara con la revolución de 1952, con la toma del poder por la pequeña
burguesía. Comenzaba a implantarse el capitalismo liberal en Bolivia. El marco
principal es la nacionalización, inicio de un capitalismo boliviano, que para Rene
Zabaleta Mercado es: “El capitalismo también es una forma despótica de
nacionalización. Se basa en la descampesinización y el fondo de ello es la
destrucción de la cultura de la aldea. Si la inmovilización era el requisito del
funcionamiento del control estatal de la ecología, sin la cual la vida no era posible
digamos en el Ande; y si esa inmovilidad daba lugar a la hipertrofia de la coerción
material o represión como carácter del Estado, la descampesinización crea una
situación de vacancia práctico-ideológica por la cual el hombre es una página en
blanco y predispone con facilidad a la dominación económico-ideológica que es
propia del capitalismo. De ahí que cuando hablamos de predominio de formas
dictatoriales o represivas sobre las ideológicas hablamos preferentemente de
países que no han completado su descampesinización. Pero la inmovilización
sobre el territorio es tan despótica como la expulsión del territorio. El consenso
despótico es semejante.”
Cuando la UDP, con Siles Zuazo, subió al poder, no pudo hacer grandes
transformaciones estructurales, pero obstaculizo el proceso de liberalización plena
de la economía boliviana. “En 1985, la UDP deja el gobierno y se instala el MNR
que inicia al ciclo del neoliberalismo. Los elementos que marcan este periodo son:
la política económica de libre mercado, el paradigma de la gobernabilidad y la
“democracia pactada”.
Información de Mercado
Sociedad
Según el último censo del 2001, Bolivia cuenta con 8.274.325 habitantes, de los
que aproximadamente el 55% son indígenas, el 30% son mestizos y el 15% son
criollos y de origen europeo. Los grupos étnicos se dividen en dos ramas
principales: la andina que se asienta en las regiones del altiplano, valles y las de
las regiones cálidas.
Entre los grupos minoritarios que residen en los llanos se destacan los guaraníes
(75.000 aprox.), los chiquitanos (61.000) y los moxeños (38.000).
Los departamentos de Tarija (391.226 hab.), Beni (362.521 hab.) y Pando (52.525
hab.) son los departamentos menos poblados, especialmente estos dos últimos,
son los fronterizos con Brasil, la razón es el clima y vegetación tropical, con
escasa infraestructura de carreteras e inexistencia de estructura ferroviaria. En
base a la estructura socioeconómica y cultural de Bolivia y su distribución
geográfica resulta lógico para nuestro análisis tener en cuenta que la población
está compuesta por un alto componente nativo (raíz aymará / quechua) con vida
comunitaria y pautas culturales propias; los asentamientos cercanos a las grandes
urbes (La Paz / Sucre / Potosí) región del Altiplano y la de los valles (Santa Cruz
de la Sierra / Cochabamba) reciben la influencia directa de nuevos hábitos por el
éxodo del campo a la ciudad.
La encuesta MECOVI 1999 que cubre tanto a los hogares rurales como a los
urbanos en Bolivia contiene una sección sobre migración. La encuesta abarcó
13,031 personas y se proporcionaron coeficientes de expansión para hacer
estimaciones para toda la población Boliviana. Utilizaremos esta información para
discutir las razones para migrar en Bolivia y trataremos de distinguir entre los tipos
de migración “buena” y “mala”. De acuerdo a la encuesta, 9.0 % de la población
(aproximadamente 722,621 personas) se mudaron en los 5 años previos. De
estos, 243,301 fueron migrantes rural-urbanos, y es este grupo en el que nos
concentraremos a continuación. El cuadro 4 muestra las razones que ellos dieron
para dejar su anterior residencia rural en favor de su nueva residencia urbana.
Razones para la migración rural-urbana
3. Educación 25.6
4. Salud 2.2
Total 100.0
Las razones para migrar dividen de manera natural a los migrantes en grupos
diferentes. Ahora veamos en más detalle a tres grandes grupos. Aquellos que se
trasladaron para buscar trabajo, aquellos que lo hicieron para buscar educación y
aquellos que se trasladaron por razones familiares.
Un poco menos de un quinto dijo haber migrado del área rural a la urbana a fin de
buscar trabajo. Parecen haber tenido bastante éxito en este cometido, en tanto
solamente 4.8 por ciento de este grupo aún se encontraba buscando trabajo una
semana antes de la encuesta. El ingreso laboral promedio mensual de aquellos
que trabajaban era Bs. 1080. Esto es casi igual a los Bs. 1092 que el trabajador
urbano promedio recibe, y es bastante impresionante si se considera el hecho de
que los migrantes tienen una educación significativamente menor. Por ejemplo,
ninguno de los migrantes tiene un título universitario, mientras que el 14.1 por
ciento de todos los trabajadores urbanos sí lo tiene.
Sin embargo presentan a su vez una diferencia muy marcada, el partido se asocia
a través de una línea ideológica o electoral, mientras que las organizaciones
sociales basan su unidad en la pertenencia o no a un grupo, sector o estrato
social.
3. Las instituciones ideológicas que integran el sistema político son aquellas que
sustentan las diversas posturas políticas y fijan las pautas de proyección social a
corto y largo plazo. Son instituciones relacionadas con el devenir de la sociedad
en coordinadas tales como régimen social (capitalismo o socialismo), el progreso
social (sucesión o renovación), la transformación social (reforma o revolución) y la
identidad social (independencia o integración).
Estas instituciones fijan los marcos ideológicos de la política, y aún cuando están
en este subepígrafe son organizaciones políticas, no sociales.
Otro de los elementos componentes del sistema político de la sociedad son los
grupos de presión. Estos han adquirido carta de naturalización en la vida política
de los países capitalistas en la segunda mitad del siglo pasado, y especialmente
han adquirido un desarrollo y una influencia singular en los Estados Unidos de
Norteamérica.
Ante todo, no hay que imaginar que esos grupos que hacen presión en los lobbys,
son simples mensajeros de segunda monta. Por el contrario son individuos de
altísimo nivel de influencia y de relaciones sociales muy elevadas; por lo general,
excongresistas, ex secretarios del Ejecutivo, políticos profesionales que son
siempre bien recibidos, que nadan en sus propias aguas, que son expertos en la
política norteamericana y sus vericuetos.
Erick Néstor Paz Chaveco y José Augusto Ochoa del Río(Julio, 2010) pag: 25
V. El regionalismo boliviano
El año 1900 que inaugura el siglo a punto de terminar, marca con exactitud la
fecha en que comienza, sin disputa, la hegemonía de la paz frente al resto del
país. Aunque no se produjo un traslado formal de la capital de la república a esta
ciudad, en los hechos ocurrió eso, puesto que allí se instalaron los poderes
ejecutivo y legislativo, y las reuniones del congreso nacional que durante el siglo
anterior se reunían indistintamente en diferentes ciudades del país, a partir de
entonces, lo hicieron solamente en la paz. Como solución transaccional, la cabeza
del poder judicial, corte suprema de justicia, permaneció en sucre.
Las razones que dan origen a esta situación, están relacionadas con la
declinación del precio de la plata en el mercado internacional (base del poder del
sur del país entre 1880 y 1898), y el surgimiento del estaño como principal
producto de exportación, en reemplazo de la plata que caracterizó las dos
décadas precedentes. Los dirigentes paceños agrupados en el emergente partido
liberal, a cuya cabeza se encontraba José Manuel pando, enarbolaron la bandera
del federalismo e hicieron una alianza político-militar con la población aimara del
altiplano para lograr sus objetivos
Sin duda, las naciones hacen al hombre, es como decir el hombre sin sombra es
el hombre sin nación (gellner 1994: 18-19). Desde luego, es muy difícil definir por
qué se trata de buscar al grupo humano constituido y unido por un vínculo natural
a través de la lengua, las costumbres, la religión y el territorio. La palabra nación
indica origen o raíz étnico. En este sentido, el concepto de nación en la mayoría
de los casos es la base para hablar sobre el nacionalismo. Sin embargo, algunos
autores sostienen que no siempre es necesario que primero exista la nación para
hablar del nacionalismo. De todas maneras, en su significado más general, el
término nacionalismo designa la ideología nacional, la ideología de una formación
política determinada y el estado nacional. Por su parte, el estado nacional genera
el nacionalismo, por cuanto sus estructuras de poder burocráticas y centralizadas,
le permiten llevar a cabo el proyecto político de la fusión de estado y nación, es
decir la unificación en todo su territorio de la lengua, la cultura y las tradiciones.
El otro factor importante fue, sin duda, la explotación de las minas de potosí que
generó el mercado interno colonial del perú e integrando al río de la plata a través
del puerto de buenos aires. Su circuito comercial integraba el vasto espacio
andino. La importancia de la minería potosina creó una conciencia regional con
base en las 16 provincias obligadas al servicio de la mit’a. Además, creaba una
identidad en torno a todo lo que fue perú, con relación a europa y la propia
españa. Aunque la explotación de las minas de potosí generaba la coacción de
fuerza de trabajo indígena, sin embargo, creó una conciencia regional por su
riqueza mineral de la plata que durante el coloniaje aportó con su producción el
mayor ingreso al estado español. Desde luego, el propio cerro de potosí para sus
habitantes y la sociedad boliviana se convirtió en un símbolo nacional.
Independencia de américa:
acabar con los representantes de la odiosa metrópoli;
formar con los representantes una nueva patria con cultura y elementos propios;
trabajar por crear una nueva raza americana y una nueva cultura indígena,
original y propia de estas tierras” (perales Ortiz 1953: 12 y 13).
Por tanto, la dura guerra de los quince años (1809-1825) que soportaron los alto
peruanos, fue el factor decisivo para la búsqueda de la formación de una nueva
nacionalidad sobre la base territorial de la antigua audiencia de charcas. Esta
situación impactó a sucre y a los representantes en la asamblea constituyente
para que tomaran la decisión de independizarse no solamente de España sino
también del Perú y del río de la plata (argentina). Los factores políticos fueron
determinantes para decidir la ceremonia de fundación de una nueva república, el
6 de agosto de 1825. Siendo que “la nación estaba en potencia y le había llegado
la hora de salir a la evidencia” (Mendoza 1941: 11).
Según Jaime Mendoza, el otro factor fue el aspecto físico que define como “el
medio hace al hombre”. Por entonces, el alto Perú se percibía como una obra de
reconstrucción y renacimiento nacional “sobre el bloque montañoso que antaño
sirviera de plataforma a otras razas que llenaron aquí grandes misiones”
(Mendoza 1941: 13). Pero había que ver el contraste social. A los seis años
(1831) de su fundación, según arguedas (1967: 58) se práctico el primer censo
que dio como resultado nacional 1.083,540 habitantes, de “los cuales más de la
mitad eran indios y salvajes sin ninguna noción sobre nada y en estado pleno de
barbarie, una parte de cholos ignorantes y desidiosos y una ínfima proporción de
blancos que componía la parte dirigente y activa de esa masa casi amorfa”
(arguedas 1967: 58). Esto quiere decir, que esa gran mayoría no podía formar
todavía parte de la nación boliviana por no tener ninguna noción sobre el
significado de “nación”.
Esa realidad, en cierta medida, está explicitada por tristán marof en su trabajo la
tragedia del altiplano; en la parte pertinente, resume los primeros cien años de la
vida republicana manifestando que inaugurada la república, todos los caudillos
habían hablado de “liberar al indio y adaptarlo a las costumbres democráticas”,
dictando leyes y decretos en ese sentido. Pero, pretender de esa manera una
transformación social resultaba más bién simplemente querer “trasplantar la
mentalidad occidental al cerebro del indio”. Lo evidente es que el indio
permanecía sometido “a todos los abusos y acciones” de las autoridades locales y
los hacendados. El tirano melgarejo (1864-1871) había confiscado con más saña
“las tierras de muchísimas comunidades” y las había obsequiado a sus parciales y
amigos. Cincuenta años más tarde, cuando el movimiento indígena se hacía
sentir, el presidente morales (1871) aparentaba ser protector de “la clase
indígena” y, sin embargo, continuaba con la política de la expoliación. “el general
montes, que ocupó la presidencia el año 1906 y se hizo reelegir por segunda vez
en 1914, valióse de iguales métodos, y todavía más arbitrarios cuando despojó a
los indios de taraco de sus tierras” (marof 1934: 38-39). Los políticos (civiles y
militares) estando en la oposición, hablaban de la redención del indio, pero
cuando llegaban al poder cambiaban de posición, en vez de defender al indio
sometido a la explotación, defendían los intereses de la oligarquía. De manera
que, las ideas de emancipación del indio de la opresión y sumisión o hablar de la
igualdad para la mayoría de la población boliviana sencillamente no tenían
sentido, por tanto, eran incomprensibles (gómez martínez 1988: 41).
Franz tamayo, en la primera década de este siglo, fue uno de los convencidos de
que el “carácter nacional” era la expresión del espíritu del pueblo boliviano, su
idiosincrasia que estaba íntimamente ligada al concepto de raza (ferrufino 1995:
133). Su planeamiento estaba referido a la creación de la pedagogía nacional,
una pedagogía propia que busque la identidad nacional; por tanto, para buscar la
solución de nuestro problema pedagógico no debía “ir a resolverse en Europa ni
en parte alguna, sino en Bolivia” (tamayo 1994: 10). Si no existía una pedagogía
nacional debía crearse, lo cual significaba construir una conciencia étnica nacional
para poder entender y reconocer lo que es la realidad socio-cultural del país,
sobre todo era “un problema de altísima psicología nacional”. De otra manera,
había que esperar la destrucción, porque -dice- existen “naciones enteras hay
cultísimas e inteligentísimas, pero destruidas de buenas costumbres y
descuidadas en su educación de voluntad. Así es Polonia. Una lenta ruina son su
destino” (ibíd. 12). Hasta 1910, Bolivia era un país sin iniciativa propia en todos
sus quehaceres nacionales porque dependía de los extranjeros. Tamayo dice
sobre esta situación: “lo poco que en el país existe de alto comercio está en
manos de extranjeros: los pocos grandes establecimientos mineros están
poseídos o dirigidos por extranjeros; todas las construcciones ferroviarias hechas
o por hacerse están en manos extranjeras; los pocos libros realmente científicos
que existen sobre bolivia están escritos por extranjeros. (ved ahora lo que nos
queda a los bolivianos de nacimiento! (y con estos datos pretended ahora pasaros
del elemento extranjero, tratándose de la más grave e importante de las
cuestiones, cuál es la de la instrucción pública, la de la creación de la pedagogía
nacional!” (ibíd. 14). Esta forma de plantear como una cuestión preocupante de la
realidad boliviana, conlleva un proceso complejo de realización que, sin duda,
debe procederse a través de una pedagogía nacional no sólo para construir la
identidad nacional sino también todo lo relacionado a la economía, tecnología,
cultura y política. Pero los demás bolivianos que trataron de resolver los
problemas de la educación no entendieron las reflexiones de tamayo sobre la
realidad étnica, socio-cultural y la dependencia del país. Más tarde, tamayo decía,
la labor educativa del indígena “es la labor de todos los bolivianos empeñados
directa o indirectamente en hacer al fin una nación de esto que es apenas un
esbozo de nación” (frontaura argandoña 1932: 3).
Desde entonces, hubo mayor debate sobre la problemática nacional. Puesto que,
hasta ese momento, las comunidades indígenas no tenían acceso a la educación
y esto significaba que en el país no había concluido la formación social nacional.
Era necesario emprender la formación de la nacionalidad boliviana a través de la
educación, la cultura y la integración de las comunidades indígenas al proceso
nacional. De esta manera, el nacionalismo boliviano podía tener su significación y
la afirmación de la identidad nacional. El establecimiento de la educación
indígenal perseguía la alfabetización en castellano de los indios y la enseñanza
de conocimientos elementales sobre las cuestiones morales y cívicas como una
acción civilizadora, lo que significaba nacionalizar al autóctono que estaba
excluido de la nacionalidad boliviana.
Nacionalismo revolucionario
Según Sergio alamaráz, que estudió el poder minero y su caída, los llamados
tres barones del estaño, resultaron ser poderosos en el país que incluso
manejaban a los gobiernos de turno. “el poder de la minería” no era transitorio
sino duradero y bien estructurado. “el poder minero” sentó su dominio
prácticamente sin oposición y se convirtió en dueño y señor de la situación del
país. De manera que, si “los gobiernos conservadores le sirvieron, los liberales lo
hicieron con más entusiasmo”. Igualmente “le fueron útiles por igual indios y
terratenientes”. Esto demostraba que “el atraso del país y la debilidad del estado”
era una realidad frente al poder de la pequeña burguesía minera (almaráz 1980:
93).
De manera que, para ayala mercado, la “ley del hierro” de la revolución fue la
lucha por la liberación nacional que se transformó inevitablemente en la lucha por
la liberación social (ayala mercado 1956: 51). El estado ahora era responsable de
la producción, no solamente administraba las minas nacionalizadas, sino también
promovía la instalación de empresas con financiamientos externos. En materia
social y cultural, procedió a la reforma educativa permitiendo el establecimiento de
escuelas rurales en todo el territorio nacional. Por otra parte, promovió la
sindicalización del campesinado, aunque los dirigentes fueron sometidos al
clientelismo político en favor del MNR. Pero el debate en cuanto a la participación
de las mayorías nacionales en las decisiones políticas prosiguió sin encontrar su
viabilidad, por eso la revolución de 1952 fue considerada por malloy como “la
revolución inclusa”, pero también está considerada como una frustración (sanjinés
1993). La lucha de liberación de los pueblos indígenas exigiendo sus derechos a
la salud, la vivienda, la tierra, la educación, la ciudadanía y respeto a sus valores
culturales y étnicos no ha concluido. Según ayala mercado, Bolivia, hasta 1953,
era un país semicolonial y monoproductor. Era semicolonial, porque su economía
estaba sometida a consorcios financieros internacionales; era monoproductor,
porque su vida material estaba condicionada por la explotación y la venta del
estaño (ayala mercado 1956: 33).
Entre 1952 y 1978, la revolución nacional tomó medidas revolucionarias como ser
la nacionalización de las minas del estaño, el voto universal, la reforma agraria de
1953 y otras, que se ejecutaron en el primer gobierno del MNR. El estado organizó
para la explotación y administración de las minas nacionalizadas a la corporación
minera de bolivia (comibol), entidad que funcionó con muchas dificultades como
consecuencia de la movilización del movimiento minero que muchas veces exigió
demandas que difícilmente podían ser atendibles, como la mejora de sus salarios
y su participación en las decisiones políticas. Por otra parte, la burocratización de
la misma entidad. Los trabajadores mineros muchas veces mezclaron sus
demandas sindicales con las cuestiones políticas. Generalmente, el gobierno no
podía atender los pedidos de los trabajadores porque tampoco mejoraba la
producción con tantas huelgas.
Conclusiones.
Cada país posee necesidades distintas que varían según sus planes de
desarrollo, su economía y proyectos educativos, esto también influye en la
demanda de trabajos que existe en cada región.
Por su parte, el proceso constituyente boliviano del que derivó nuestro texto
constitucional aprobado en referéndum nacional y con una legitimidad irrefutable,
el marco general de la refundación estatal, desde donde emergen los nuevos
principios del estado plurinacional incidiendo de manera decisiva en la relación
estado e iglesia. Puesto que a diferencia de la constitución anterior, en la actual,
la religión católica pierde su carácter de oficial.
Evidentemente esta normativa ahora consolidada tuvo –en todo su proceso de
emisión de propuestas, debates y negociaciones– expectante a la iglesia católica
en Bolivia, que en el marco interno de nuestra sociedad fue generando rupturas
con el gobierno nacional en base al debate de ciertos temas sensibles que
dividieron las opiniones y sirvieron a ciertos grupos o sectores de ambos actores
para exacerbar ánimos y polarizar. Los púlpitos de cada domingo, los programas
de televisión y las calles fueron los escenarios elegidos para “políticamente” fijar
posturas, para encender debates más que para propiciarlos de cara a un
entendimiento.
El nuevo mensaje de paz, hermandad y solidaridad con justicia social del papa
francisco ha encontrado confluencia con el discurso social de bolivia y su
gobierno. Incluso comparten la dura crítica hecha al sistema capitalista y a la
sociedad de consumo imperante en nuestra época.
A modo de conclusión
Estructura Política.
Bolivia nace como una nación profundamente debilitada, tras una larga lucha por
conseguir su independencia, tendrá como gobernantes a militares que
participaron en esta lucha y que van a ejercer la presidencia de manera absoluta,
manejando a su manera y criterio los destinos del país, algunos con grandes
logros (Santa Cruz es un claro ejemplo) y otros, en cambio, con muchos
desaciertos (Velasco por mencionar sólo uno), tal vez inducidos por su ambición
personal.
Estructura Económica.
Estructura Social
La sociedad boliviana es aún muy verticalista, tiene todavía muy presente todas
las características de la Colonia. Con una élite gobernante, acreedora de muchos
privilegios y una mayoría indígena y mestiza que vive generalmente en el área
rural dedicada a la agricultura y que cumple únicamente una función económica.
Estructura Jurídica
Presidencias
Estructura Económica
Estructura Social
Bolivia sigue teniendo una sociedad rural, se va formando una nueva élite (La
oligarquía Minera) que va a desplazar del poder gradualmente a los
terratenientes, que hasta entonces habían detentado los cargos públicos más
importantes.
Estructura Jurídica
Presidencias
En el caso de Bolivia, las fronteras del país ha sido siempre flanco débiles,
precisamente por la inexistencia de una potencia política y económica interna. Se
pueden identificar las fronteras de Bolivia en el sentido general de delimitación
territorial, que lleva a advertir el abandono en más del noventa por ciento del
perímetro nacional en casi dos siglos de existencia, tanto por las características
geograficas como por la ausencia del estado, en el sentido más especifico,
relacionado a los lugares de fronteras que han sido antes y ahora los puntos de
confluencia comercial, cultural, social, militar y de encuentro con los países
vecinos, aunque también y confrontación marcados por intereses, visiones o
acciones diferentes. Bolivia, en casi 200 años de existencia, ha sufrido un
permanente asedio exterior, un asedio que, como se puede analizar en los mapas
de distintos momentos históricos, se manifiesta en que hoy su territorio es la mitad
de lo que originalmente era el espacio nacional. Esto es razón de guerras,
intervenciones y cesiones de espacios geográficos en fravor de los países
vecinos. Una gran parte de ese territorio y la costa marítima fue asaltada por la
oligarquía chilena, aliada a los capitales ingleses; la otra parte, al norte y este, por
el dominio brasilero; por el sur, en cambio, avanzaron Argentina y Paraguay.
Entonces, las guerras internacionales de conquista son una señal de esa lucha
exterior por dominar espacios de riqueza, espacios territoriales y tener un control
y dominio sobre la población, influyendo desde el exterior sobre los gobiernos
locales. Las guerras del Pacifico, del Acre y del Chaco se convirtieron en
momentos desgarradores, no sólo de la integridad territorial sino también de la
débil consistencia estatal, debido a la ausencia de cohesión nacional y la
exclusión de la mayoría indígena-campesina de la vida pública y de la toma de
decisiones.
Alejandra Correa
Santa cruz-Bolivia