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Expresión Psicosocial (entorno social)

Introducción

A travez de este trabajo queremos mostrar variois puntos esencial para un mejor
enetendimiento del entorno social en Bolivia los siguientes puntos a tratar son:

I. Clases sociales
II. Burguesías dominantes
III. Migración rural urbana
IV. Organizaciones de presión social
V. Regionalismo y nacionalismo
VI. Alternativas ocupacionales
VII. La religión y su influencia social y política
VIII. Caudillismo y liderazgo
IX. Las fuerzas armadas en desarrollo nacional
X. Geopolítica y desarrollo de fronteras

Justificación

Lo vemos necesario porque es bueno saber de nuestro entorno social y de


nuestro país y dar a conocer a las demas personas por los procesos que paso
nuestro país para estar donde se encuentra ahora un buen desarrollo a nivel
nacional, y mostrar paso a paso nuestro trabajo

Objetivos

 Con el entorno social, pretendemos dar a conocer a la población que nos


rodea, toda la información para un mejor conocimiento
 Analizar la estructura del país, de como a estado antes y después Bolivia

I. Las clases sociales

"Las clases sociales no existen.Lo que existe es un espacio social, un espacio de


diferencias en el que las clasesexisten en cierto modo en estado virtual, en
punteado, no como algo dado sino como algo que se trata de construir". Pierre
Bourdieu

Clase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos


comparten una característica común que los vincula socioeconómicamente, sea por
su función productiva o "social", poder adquisitivo o "económico" o por la posición
dentro de la burocracia en una organización destinada a tales fines. Estos vínculos
pueden generar o ser generados por intereses u objetivos que se consideren
comunes y que refuercen la solidaridad interpersonal. La formación de un sistema
de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean,
independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, mutuamente
dependientes a un marco social mayor. www.monografias.com
 Las clases sociales ya no son tres, sino siete

La teoría sociológica tradicional, al menos desde que la revolución industrial


rediseñase las fuerzas de producción y de trabajo, ha identificado tres diferentes
clases sociales en las que se podría clasificar a la sociedad en su conjunto.
Proletariado, burguesía y una clase media situada entre las dos se han
considerado desde el siglo XIX como los tres estamentos en los que la sociedad
se dividía, si bien sus fronteras han cambiado según el tiempo ha pasado.

¿Cómo se ha conformado el nuevo mapa de las clases sociales?

 Elite. Goza del más alto nivel en los tres capitales, y por eso mismo se
diferencia de otras clases acaudaladas que, quizá, por haber accedido más
tarde al éxito económico, no gozan de las mismas relaciones sociales e
intereses culturales. Forman el 6% de la población británica, acudieron a las
grandes universidades y escuelas de negocio inglesas, su edad media se
encuentra en los 57 años y suelen vivir en Londres; el 97% de ellos viven en
un hogar de su propiedad.
 Clase media establecida. A diferencia de lo que ocurría con la élite, aunque
tienen un alto nivel en los tres tipos de capitales (en menor grado), no son
ellos los que toman las grandes decisiones económicas y políticas, sino que
son definidos en el estudio como “gregarios”, aunque ya comiencen a adoptar
las costumbres de ocio de la élite. Se trata del grupo más abundante, ya que
un 25% de los consultados pertenecían a él, con unos ingresos medios de
unos 60.000 euros anuales.
 Clase media técnica. Sería en este grupo en el que se clasificarían los
llamados “nuevos ricos”, ya que su principal cualidad es disponer de un alto
capital económico, pero no social y cultural. Se trata de una clase en
desarrollo, formada todavía por un grupo de individuos muy reducido, que en
un futuro pasarán a formar parte de la clase media establecida.
 Nuevos trabajadores prósperos. La más vinculada con las profesiones
liberales, se trata de aquella clase social que dispone de un capital económico
no especialmente alto pero que sí puede presumir de unos niveles medios de
capital social y cultural. Son descritos como “jóvenes y activos”. Se trata de un
grupo cercano al de la clase media o la trabajadora, pero que no se identifica
con las cualidades que habían definido a estas en un pasado.
 Clase trabajadora tradicional. Uno de los grupos que han disminuido
sensiblemente de tamaño durante las últimas décadas, y que hoy en día
representa únicamente el 14% de la población británica. Sería el equivalente
por la parte inferior de la tabla de la clase media establecida, ya que si bien el
capital que poseen en los tres ámbitos en bajo, no pueden considerarse
pobres.
 Trabajadores del sector servicios emergentes. Una de las nuevas clases
que se han definido durante los últimos tiempos, y que lleva al extremo las
características de los nuevos trabajadores prósperos. Su capital económico es
más bajo, pero el social y el cultural, mucho más altos. Al igual que ocurría con
aquellos, el grupo está compuesto por jóvenes de entornos urbanos, con una
media de unos 34 años, y es en este grupo donde suelen encontrarse las
minorías étnicas.
 Precariado. Una derivación extrema de la clase trabajadora, que en algunos
casos raya con la exclusión social, aunque esté conformada por el 15% de la
población. Como señala el profesor Mike Savage, se trata de personas que
“carecen de cualquier cantidad significativa de capital, ya sea económico,
cultural o social”. Según los datos ofrecidos en la encuesta, y que conviene
recordar que se refieren al nivel de vida de Inglaterra, estos ciudadanos no
tienen más de 800 libras (942 euros) ahorrados y ganan al año unas 8.000
libras (9.425 euros). Tan sólo uno de cada 30 miembros de esta clase social
han gozado de educación superior y el 80% de ellos viven de alquiler.

HÉCTOR G. BARNÉSTWITTERCONTACT (03.04.2013).

II. Burguesía dominante

Bolivia es un país andino-amazónico, multinacional, de capitalismo abigarrado,


dependiente y periférico.

Dominado por una burguesía agroindustrial del oriente boliviano muy pobre sin
proyecto de clase definido, que defiende abiertamente el imperialismo de Estados
Unidos y son la trinchera del senil pensamiento neoliberal en Bolivia.

El estado boliviano, a partir de 2006, empieza, con el gobierno del primero


indígena presidente, Evo Morales Ayma, a recuperar parte de las riquezas
nacionales que fueron saqueadas y subastadas por los tradicionales partidos de
derecha.

Parte del programa del instrumento político denominado MAS (Movimiento Al


Socialismo), es reconstruir el estado, que según Rene Zabaleta, era un estado
aparente, en un estado completo, integral, para dar paso al que el vicepresidente
de la republica Álvaro García Linera, llama de pos capitalismo o socialismo
comunitario, poniendo fin al capitalismo abigarrado boliviano que empezó con las
reformas neoliberales del casi extinto e ya muerto políticamente MNR.

Mi objetivo en esta introducción, es analizar, de manera preliminar, no definitiva,


el tipo de capitalismo desarrollado en Bolivia, y en qué se diferencia de los otros
países de la periferia dependiente del capitalismo.

Es un estudio incompleto, superficial, pero es la línea que quiero profundizar


futuramente, con un estudio más completo y profundizado, porque creo que el
más acertado para conceptuar el capitalismo boliviano, es capitalismo abigarrado.

Eduardo Lohnhoff Bruno


 ¿Existe una gran burguesía en Bolivia?

El pensador boliviano Sergio Almaraz Paz decía que la burguesía boliviana es


tan pobre que hay que pensar dos veces para llamarla tal, según Luiz H.
Antezana, la burguesía boliviana no es solo pobre materialmente, “sino política e
ideológicamente. Una burguesía tiene que tener un proyecto de clase, una
conciencia de clase. La burguesía boliviana, carece de todo esto. Es estúpida y
en sumo grado ignorante. En su supina ignorancia lo único que les une es la
defensa intransigente de los intereses transnacionales, pues viven de sus
propinas.” Sergio Almaraz Paz enfatizaba que es “... repulsivo el espectáculo de
burgueses apretujándose en torno al embajador (norteamericano) y sonriendo
servilmente para conseguir algún crédito...”. Más adelante dirá. Un empresario
“boliviano cuesta menos que un argentino o que un chileno (...) Bolivia es un buen
ejemplo de este neocolonialismo tonto y sin dignidad” Para más adelante
retratarles de cuerpo entero. Los empresarios bolivianos “se conforman con las
migajas que dejan los norteamericanos reconociendo que el petróleo, la
construcción de caminos o la metalurgia son negocios grandes para ellos. Patiño
habría sonreído...“ Casi cuatro décadas después, esta burguesía bobalicona
nada ha cambiado, sigue con la misma actitud servil hacía el capital
transnacional. Los propios ideólogos de la derecha boliviana que “Son tan pobres
nuestros burgueses que dan pena al lado de sus similares extranjeros”.

Conceptuar una senil y decrepita burguesía, sin un proyecto nacional, sin


proyecto de clase propio es forzar la realidad. No hay una gran burguesía en
Bolivia. Un ejemplo, en Brasil los burgueses san tan ricos, que sus elementos
suelen ser más ricos que la burguesía estadounidense. La figura del burgués
clásico como se da en otros países, no existe en Bolivia.

La composición de clases en Bolivia es heterogénea, hay campesinos pobres,


campesinos medianos, proletariado urbano y rural, medianos empresarios
(principalmente en Santa Cruz y La Paz, incluyendo los empresarios mineros) y la
industria de la soya, ganadería que conforman la burguesía agroindustrial que es
la camada dominante en Bolivia, motor financiero de la derecha. Hay una extensa
camada de comerciantes, venteros e incluso narcotraficantes y contrabandistas
que conforman una mediocre pequeña burguesía. También tiene el estrato que se
enriqueció a costas del Estado boliviano en los gobiernos derechistas,
principalmente son los dueños de canales de televisión como P.A.T. y UNITEL.
Pero la camada social de la gran burguesía, o mismo la burguesía clásica no
existe en Bolivia. Eso se da por el tipo de capitalismo engendrado en Bolivia que
tiene peculiaridades nacionales intrínsecas a su desarrollo. La única clase social
dominante o propietaria bien definida y con peso político y financiero es la agro
burguesía cruceña
 ¿Qué tipo de capitalismo se desarrolla en Bolivia?

El capitalismo boliviano, es tan pobre como su clase dominante, la burguesía


agroindustrial, en comparación con sus similares sudamericanos.

La historia económica de Bolivia, es la historia de la minería. Pasada la época


colonial, donde se saqueó a Bolivia, el grito libertario de Simón Bolívar no fue
suficiente para sacar de la exploración principalmente los indígenas. Comienza la
dominación en la republica de los mestizos, conformando conocidos como los
barones del estaño. Es la época de las grandes concentraciones de tierras y de
las minas, los Hoschild y Patiño dominando la vida económica e política boliviana,
formando la rosca.

Esto cambiara con la revolución de 1952, con la toma del poder por la pequeña
burguesía. Comenzaba a implantarse el capitalismo liberal en Bolivia. El marco
principal es la nacionalización, inicio de un capitalismo boliviano, que para Rene
Zabaleta Mercado es: “El capitalismo también es una forma despótica de
nacionalización. Se basa en la descampesinización y el fondo de ello es la
destrucción de la cultura de la aldea. Si la inmovilización era el requisito del
funcionamiento del control estatal de la ecología, sin la cual la vida no era posible
digamos en el Ande; y si esa inmovilidad daba lugar a la hipertrofia de la coerción
material o represión como carácter del Estado, la descampesinización crea una
situación de vacancia práctico-ideológica por la cual el hombre es una página en
blanco y predispone con facilidad a la dominación económico-ideológica que es
propia del capitalismo. De ahí que cuando hablamos de predominio de formas
dictatoriales o represivas sobre las ideológicas hablamos preferentemente de
países que no han completado su descampesinización. Pero la inmovilización
sobre el territorio es tan despótica como la expulsión del territorio. El consenso
despótico es semejante.”

Cuando la UDP, con Siles Zuazo, subió al poder, no pudo hacer grandes
transformaciones estructurales, pero obstaculizo el proceso de liberalización plena
de la economía boliviana. “En 1985, la UDP deja el gobierno y se instala el MNR
que inicia al ciclo del neoliberalismo. Los elementos que marcan este periodo son:
la política económica de libre mercado, el paradigma de la gobernabilidad y la
“democracia pactada”.

El neoliberalismo se encargará de, por un lado, desorganizar al movimiento


obrero a través del proceso de “relocalización”, que implicó cerrar varias minas
enviando a la calle a miles de trabajadores y, por otro, cooptar (en distintas
etapas) a la izquierda partidista.”.

El ciclo de liberalismo, neoliberalismo solo se encerrara con el comando del


estado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), pero hasta entonces el capitalismo
boliviano ya se había configurado.
Samir Amín, define como capitalismo periférico, al capitalismo desarrollado en los
países subdesarrollados, es una definición acertada pero insuficiente para
muchos casos en América Latina, como los casos de Brasil, Argentina, México,
por ejemplo, cada uno tiene característica diferentes uno del otro en grado de
dependencia de los países más industrializados, y características nacionales que
los colocan como países emergentes, obvio, que con las contradicciones que esto
conlleva. Capitalismo dependiente, para estos países también es insuficiente.
Pues los acuerdos comerciales de estas naciones están colocando a EE.UU. en
segundo plano con las relaciones, buscando a China e India como principales
parceros. Brasil es un país de capitalismo sub-imperialista.

En Bolivia nunca existió feudalismo o semifeudalismo, porque estos son


fenómenos exclusivamente europeos y algunas partes de Asia. Bolivia fue un país
colonial que a través de su riqueza, financio con todo su minerio robado,
saqueado la revolución industrial de las actuales potencias económicas,
principalmente España. Ver Bolivia como un país semifeudal es forzar la realidad,
es querer buscar cuernos en cabeza de caballo, es la ceguera de pseudos
intelectuales. Capitalismo burocrático es un concepto ambiguo, sin sentido, nexo
ni relación con la realidad económica objetiva en Bolivia. Hago un esfuerzo
intelectual para captar este concepto vacío, pero las categorías económicas que
conozco no son suficientes para comprender esta tesis absurda y al mismo
tiempo cómica. ¿Qué es capitalismo burocrático? ¿Es un capitalismo de Estado?
¿Es un capitalismo financiero volcado a la incidencia documental (¡Sic!)? ¿Es un
capitalismo dependiente con sub-primes hipotecarios estadounidenses (¡sic!)?
Hago un esfuerzo de creatividad, pero creo que todos los conceptos económicos
de los últimos 300 años son insuficientes para comprender el significado de
capitalismo burocrático. Este es un capitalismo que solo existe en la cabeza de
sus defensores intelectuales, que insisten en analizar de esta manera el
capitalismo boliviano, así como la sociedad de los falansterios solo existía en la
mente de Charles Fourrier

La misma sociedad boliviana, por su carácter andino-amazónico, multinacional


tiene características peculiares del resto del mundo. Es lo que Rene Zabaleta
llamó de sociedad abigarrada.

Según el mismo Zabaleta: “Se define por lo general a la formación económico-


social como la articulación entre diversos modos de producción. Con justa razón,
el término mismo de articulación ha sido discutido porque sin duda no se trata de
un acuerdo entre diversidades sino de una calificación de unas por otras de tal
suerte que ninguna de ellas mantiene la forma de su concurrencia. Sin duda el
concepto de por sí es más complejo (1986: 104)… Formación económico-social”
sólo presta atención a los modos de producción conjugados en una determinada
sociedad y no tendría en cuenta las mutuas (o múltiples) interrelaciones e
interdeterminaciones existentes entre las diversidades conjugadas (cf. 1986: 104);
El momento constitutivo u originario –esa reiterada categoría de sus estudios–,
que no debe confundirse con el momento constitutivo del Estado, es el nacimiento
de la intersubjetividad general. Será generada como sustancia social o
materialidad de las relaciones sociales si median la acumulación originaria, la
formación del mercado interno y la configuración del valor como sustratos del
reconocimiento colectivo de la comunidad espacial y moral de los hombres.”

Estas características socio-económicas bolivianas, le engendran un tipo de


capitalismo, que si es dependiente, es periférico, pero mas que eso, el capitalismo
boliviano es abigarrado, por que se diferencia en mucho del capitalismo
dependiente y periférico de otros países como Brasil, México y Argentina. Bolivia
no tiene un parque industrial, como Brasil, ni al menos de maquillaje como en
México. El mercado boliviano no es bien definido como en los otros países,
inclusive es mal formado.

Los elementos que constituyen un mercado capitalista son: mercado de fuerza de


trabajo, de bienes de consumo y de bienes de capital. Según Vladmir Lenin: “El
‘mercado interno’ para el capitalismo es criado por el propio capitalismo en
desenvolvimiento que profunda la división social del trabajo y decompone los
productores directos en capitalistas y obreros. El grado del desarrollo del mercado
interno es el grado de desenvolvimiento del capitalismo en el país.”. (Lenin)

 ¿Y cual es el grado del desarrollo del mercado interno en Bolivia?

Los datos a seguir son del INE (instituto nacional de estadística) y de la


organización empresarial Exportar.

 Información de Mercado
 Sociedad

Según el último censo del 2001, Bolivia cuenta con 8.274.325 habitantes, de los
que aproximadamente el 55% son indígenas, el 30% son mestizos y el 15% son
criollos y de origen europeo. Los grupos étnicos se dividen en dos ramas
principales: la andina que se asienta en las regiones del altiplano, valles y las de
las regiones cálidas.

Entre los grupos minoritarios que residen en los llanos se destacan los guaraníes
(75.000 aprox.), los chiquitanos (61.000) y los moxeños (38.000).

En Bolivia los idiomas oficiales son el español, el aymará y el quechua.


Normalmente casi todos los habitantes de las ciudades conocen y emplean el
español.

El 65% de la población es urbana. Entre las ciudades de La Paz (794.000


habitantes) y el Alto (649.000 hab.) viven un millón trescientas mil personas.
Santa Cruz es el vértice económico del desarrollo del país y ya supera en
población a la ciudad de La Paz puesto que cuenta con un millón doscientos mil
habitantes.

Los departamentos de Tarija (391.226 hab.), Beni (362.521 hab.) y Pando (52.525
hab.) son los departamentos menos poblados, especialmente estos dos últimos,
son los fronterizos con Brasil, la razón es el clima y vegetación tropical, con
escasa infraestructura de carreteras e inexistencia de estructura ferroviaria. En
base a la estructura socioeconómica y cultural de Bolivia y su distribución
geográfica resulta lógico para nuestro análisis tener en cuenta que la población
está compuesta por un alto componente nativo (raíz aymará / quechua) con vida
comunitaria y pautas culturales propias; los asentamientos cercanos a las grandes
urbes (La Paz / Sucre / Potosí) región del Altiplano y la de los valles (Santa Cruz
de la Sierra / Cochabamba) reciben la influencia directa de nuevos hábitos por el
éxodo del campo a la ciudad.

III. La migración rural urbana

La migración es un fenómeno demográfico, definido como el movimiento de


personas de un origen a un destino. Su motivación básica es generalmente
económica, aun existen migraciones originadas por motivos políticos, sociales o
de otra índole.

La migración se ha tratado de explicar las distintas formas (por ejemplo, mediante


una analogía con la teoría gravitacional). Se dice que en el despegue del
desarrollo predomina la migración rural urbana, mientras que en la etapa
desarrollada impera la migración urbano-rural. Esto implicaría que los países
industrializados se “des urbanizarían” y, como se vio, aunque la población de las
grandes ciudades se traslade fuera de ellas a pequeños asentamientos en el
campo, no significa que esta población vuelva a ser rural, pues trabaja en
actividades no agrícolas y puede trasladarse diariamente a las grandes ciudades.

 Algunas causas de la migración rural-urbana son las siguientes:

a). Se produce un excedente de población rural, debido fundamentalmente al


descenso de la mortalidad por la inclusión de programas de salubridad y
asistencia médica.

b) Se mantiene una baja productividad en el campo, y la producción ya no es


suficiente para sostener a la población que ha aumentado.

C). Se incluyen nuevas técnicas agrícolas que aumentan la productividad, pero


utilizan poca mano de obra, lo cual causa un alto desempleo.

d) El aceleramiento de la globalización, proceso económico-financiero que


concentra las inversiones y las unidades de producción en las regiones y
ciudades más rentables.
La primera de las situaciones se une a la segunda y o a la tercera, y origina lo que
se ha llamado rechazo del campo. A estas condiciones se suma la falta de
oportunidades, tanto de empleo como de educación, especialmente para los
niveles superiores, y de asistencia y seguridad social. Por otra parte, se produce
una atracción de la ciudad, que muchas veces es ilusoria, más que real, pero
hace suponer que en ella se encontrarán mayores oportunidades de empleo,
educación, asistencia y seguridad social.

Como el volumen de los migrantes es mayor que el número de empleos estables


que ofrece la ciudad, gran parte de aquellos no logran conseguir un trabajo
estable, y surge así toda una gama de subempleo por medios de los cuales logran
difícilmente subsistir (como chicleros, cuidacoches, franeleros, etc.).La migración
tiene efectos positivos y negativos para el desarrollo. En los países
industrializados, la migración rural-urbana ocurrió fundamentalmente a principios y
mediados del siglo pasado, cuando aquellos empezaban a industrializarse. Las
condiciones de salubridad de las ciudades eran muy deficientes (hacinamientos,
epidemias, etc.), por lo cual había una altísima mortalidad y la migración era
absorbida inmediatamente por la demanda de empleos industriales.

En los países en desarrollo, las condiciones de salubridad han mejorado


notoriamente, lo cual ha disminuido mucho la mortalidad y ha originado una masa
de población que llega a las ciudades y que, al no ser absorbida por el trabajo
industrial, subsiste en condiciones precarias, desempleadas o subempleadas.

 Costos de la migración rural-urbana.

Los costos de la urbanización por los que las personas generalmente se


preocupan incluyen un incremento en el crimen, mayor contaminación,
congestión, pérdida de lazos familiares, y pérdida de las prácticas culturales
tradicionales y los valores. Crimen En Bolivia, el crimen violento está
principalmente relacionado al tráfico de drogas en las áreas rurales. La tasa de
criminalidad en las ciudades grandes es más baja en Bolivia que en cualquier otro
país latinoamericano donde existe este dato, excepto Chile (Gaviria & Pagés
1999). A lo largo de los países de América Latina existe poca evidencia de que
mayores tasas de urbanización deban llevar a más crímenes. Si acaso, lo opuesto
más bien parece ser el caso. Guatemala tiene una de las tasas de urbanización
más bajas de América Latina y simultáneamente tiene una de las tasas de
crímenes con víctimas más altas, mientras que Uruguay tiene una de las tasas de
urbanización más altas y la más baja tasa de criminalidad. Mientras que las tasas
de criminalidad son sustancialmente mayores en las ciudades con más de un
millón de habitantes que en las ciudades con menos de un millón, esto se da
solamente de manera marginal en Bolivia. Gaviria & Pagés (1999) muestran que
la tasa de crímenes con víctimas en ciudades de tamaño mediano en Bolivia
(100,000 – 1 millón de habitantes) es 33.94 mientras que es 35.48 en ciudades
grandes (más de 1 millón de habitantes).

Migración rural-urbana en Bolivia (Likke Andersen, 2002) pág. 7

 Análisis de la migración rural-urbana por motivos para migrar

La encuesta MECOVI 1999 que cubre tanto a los hogares rurales como a los
urbanos en Bolivia contiene una sección sobre migración. La encuesta abarcó
13,031 personas y se proporcionaron coeficientes de expansión para hacer
estimaciones para toda la población Boliviana. Utilizaremos esta información para
discutir las razones para migrar en Bolivia y trataremos de distinguir entre los tipos
de migración “buena” y “mala”. De acuerdo a la encuesta, 9.0 % de la población
(aproximadamente 722,621 personas) se mudaron en los 5 años previos. De
estos, 243,301 fueron migrantes rural-urbanos, y es este grupo en el que nos
concentraremos a continuación. El cuadro 4 muestra las razones que ellos dieron
para dejar su anterior residencia rural en favor de su nueva residencia urbana.
Razones para la migración rural-urbana

Razones establecidas en la encuesta %

1. Búsqueda de trabajo 18.2

2. Traslado de trabajo 3.9

3. Educación 25.6

4. Salud 2.2

5. Razones familiares 50.1

Total 100.0

Fuente: Cálculos de la autora con base en la encuesta MECOVI 1999.

Las razones para migrar dividen de manera natural a los migrantes en grupos
diferentes. Ahora veamos en más detalle a tres grandes grupos. Aquellos que se
trasladaron para buscar trabajo, aquellos que lo hicieron para buscar educación y
aquellos que se trasladaron por razones familiares.

 Migrantes rural-urbanos que buscan trabajo.

Un poco menos de un quinto dijo haber migrado del área rural a la urbana a fin de
buscar trabajo. Parecen haber tenido bastante éxito en este cometido, en tanto
solamente 4.8 por ciento de este grupo aún se encontraba buscando trabajo una
semana antes de la encuesta. El ingreso laboral promedio mensual de aquellos
que trabajaban era Bs. 1080. Esto es casi igual a los Bs. 1092 que el trabajador
urbano promedio recibe, y es bastante impresionante si se considera el hecho de
que los migrantes tienen una educación significativamente menor. Por ejemplo,
ninguno de los migrantes tiene un título universitario, mientras que el 14.1 por
ciento de todos los trabajadores urbanos sí lo tiene.

Migración rural-urbana en Bolivia (Likke Andersen, 2002) pág. 14

 Migrantes rural-urbanos que buscan educación

Más de un cuarto de toda la migración rural-urbana se explica por la necesidad de


acceso a educación. El cuadro 5 muestra que más de tres cuartos de este grupo
de migrantes asistió al colegio en 1999. Cerca del 40 por ciento de estos
asistieron a la escuela primaria, mientras que el 60% restante recibió una
educación más avanzada (educación secundaria, educación superior o educación
para adultos). Cuadro 5: Nivel de educación recibido por los migrantes rural-
urbanos que buscan educación

Nivel educativo en el que se matricularon Número %

1. Inicial 905 1.9

2. Primaria 18,284 38.9

3. Secundaria 13,057 27.8

4. Educación superior 11,188 23.7

5. Educación para adultos y otros cursos 3,570 7.5

Total 47,004 100.0


Fuente: Cálculos de la autora con base en la encuesta MECOVI 1999.

 Migrantes por razones familiares

Cerca de la mitad de todos los migrantes rural-urbanos se trasladaron por razones


familiares, haciendo que esta sea de lejos la explicación más importante. Esto se
debe principalmente al hecho de que cuando la cabeza de familia decide
trasladarse, normalmente el resto de la familia lo sigue. El tamaño de esta
categoría es bastante importante ya que pueda incorporar una gran parte de la
migración menos deseada, como se discutirá en la siguiente sección.

El cuadro 6 da una mirada más cercana al sub-grupo de migrantes rural-urbano


que se trasladaron por razones familiares (171,797 personas). Cuadro 6:
Composición de aquellos que se mudaron por razones familiares

Migración rural-urbana en Bolivia (Likke Andersen, 2002) pág. 15


Relación con el jefe del hogar %
1. Jefe del hogar 12.1
2. Esposa 17.9
3. Hijo 58.7
4. Otros parientes 10.1
5. Otros no-parientes 1.2
Total 100.0
Fuente: Cálculos de la autora con base en la encuesta MECOVI 1999.
El cuadro 6 muestra que 58.7 por ciento de los migrantes rural-urbanos que se
trasladaron por razones familiares fueron hijos del jefe del hogar.
Presumiblemente estos no son migrantes problemáticos, ya que son jóvenes y se
pueden ajustar rápidamente al nuevo estilo de vida y aprovechar las
oportunidades para una mejor educación. Adicionalmente, viven con sus padres y
por lo tanto tienen apoyo familiar. Esto deja al 41.3 por ciento como migrantes
potencialmente “malos”, dado que no tienen una razón particular para trasladarse
a la ciudad, son relativamente mayores y pueden experimentar significativos
problemas de ajuste. De estos, 49.7 por ciento tenía un trabajo la semana anterior
a la entrevista, por lo que presumiblemente habrían superado los problemas
iniciales que puedan haber tenido para encontrar un empleo urbano.
Migración rural-urbana en Bolivia (Likke Andersen, 2002) pág. 16

IV. Organizaciones Sociales y Grupos de Presión

Siguiendo el análisis de los elementos componentes de un sistema político


determinado, se antoja un abordaje de dos de estos que no carecen de
importancia, estos son: las organizaciones sociales y los grupos de presión. Las
organizaciones sociales, pueden ser los sindicatos, las organizaciones
profesionales, las organizaciones de género, los ecologistas etc. En todas ellas
hay presente o puede haber un cierto sentido y perspectiva política. Puede ser
que esos objetivos políticos sean directos, inmediatos, declarados, enfáticos y
visibles, como puede ocurrir, para sólo acudir a un ejemplo claro, en algunos
sindicatos. Sin embargo, en otras de esas organizaciones el o los fines políticos
pueden desdibujarse un poco, aparecer disueltos en la trama de otras
aspiraciones sociales, culturales, espirituales etc. Sin embargo, siempre que haya
el propósito de intervenir de alguna manera en la toma de las decisiones políticas
e influir en ellas, podemos decir que estamos ante un elemento, ante una pieza
del sistema político de la sociedad.

Las organizaciones sociopolíticas forman parte del universo de organizaciones


existentes en la sociedad, con la peculiaridad de que su acción es política a
diferencia de otras que actúan en la sociedad civil. Frente al Estado y a los
partidos, cuya incidencia afecta a la sociedad en su conjunto, estas
organizaciones son parciales, pues representan intereses inmediatos de
colectividades humanas específicas.

Estas organizaciones en su mayoría están implícitas o explícitamente bajo la


orientación de algún partido político.

Las relaciones entre el partido y sus organizaciones deben seguir determinados


principios, entre ellos se pueden citar: La independencia orgánica de la
organizaciones sociopolíticas, esto significa que estas organizaciones tienen sus
propios estatutos, vida interna y elección interna de sus dirigentes; y la libre
comunicación partido - organización: lo que quiere decir que el partido debe lograr
que la organización comprenda y apoye su línea política a través de la
argumentación de sus fines, y a la vez debe poseer la capacidad de captar el
estado de ánimo y aspiraciones de la colectividad representada por la
organización de modo que encuentre reflejo de los propios fines del partido.
Cuando esas aspiraciones incluyen elementos que se apartan de la línea del
partido, entonces debe redoblar el esfuerzo comunicativo, pues una de las partes
debe modificar su punto de vista, o ambas, mediante la negociación.

Sin embargo presentan a su vez una diferencia muy marcada, el partido se asocia
a través de una línea ideológica o electoral, mientras que las organizaciones
sociales basan su unidad en la pertenencia o no a un grupo, sector o estrato
social.

En el caso de un sistema de partido hegemónico, la dominación de este implica


un amplio apoyo por su parte a la acción de estas organizaciones, evitando que
se confundan la aceptación de la línea partidista con la práctica de la gestión
estatal. Ello es indispensable, pues el Estado y estas organizaciones responden a
intereses de distinto nivel de generalidad. El primero responde por funciones que
atañen a la sociedad en su conjunto, las segundas, a las colectividades que
representan. Por ello, el partido es el encargado de lograr en ambas la correlación
más adecuada de lo general y lo particular, acorde con las necesidades de
realización del proyecto por la cual lucha, aunque a veces existan compromisos
políticos que obligan a posposiciones realistas.

Las organizaciones políticas son aquellas que se refieren al poder, a su


organización, a su ejercicio, a su legitimidad, etc. De conjunto están integradas en
el sistema político como formas organizativas en cuyos marcos ocurre la actividad
política, por eso, según M. Limia constituyen una forma singular de
materialización y medio de realización de la actividad y de las relaciones políticas,
un instrumento para actuar sobre esas relaciones, no son fines en sí mismas, sino
medios para la dirección orientada a fines y la regulación consciente de la vida
social y la conducta de las personas.

Conceptualmente, las organizaciones que constituyen un sistema político


determinado se pueden subdividir de la forma que sigue, pero solo para su
análisis, pues, lógicamente, entre ellas tiene que existir una sustancial armonía y
compenetración:

1. Las instituciones relacionales están constituidas por aquellas que integran el


sistema estatal, de partido y de asociación parcial, a través de las cuales se fijan
las pautas de integración y realización de la actividad política de la sociedad.
Estas instituciones establecen el marco organizacional de la política.

2. Las instituciones regulativas incluyen las que establecen el lugar atribuciones


de todas las instituciones sociales y sujetos con personalidad jurídica reconocida.
Se generan principalmente dentro del Derecho y se sancionan por el Estado.
Estas instituciones, integradas por la Constitución, las leyes y las disposiciones
político- jurídicas, fijan las pautas de expectativa conductual que forman el marco
normativa de la política.

3. Las instituciones ideológicas que integran el sistema político son aquellas que
sustentan las diversas posturas políticas y fijan las pautas de proyección social a
corto y largo plazo. Son instituciones relacionadas con el devenir de la sociedad
en coordinadas tales como régimen social (capitalismo o socialismo), el progreso
social (sucesión o renovación), la transformación social (reforma o revolución) y la
identidad social (independencia o integración).
Estas instituciones fijan los marcos ideológicos de la política, y aún cuando están
en este subepígrafe son organizaciones políticas, no sociales.

Otro de los elementos componentes del sistema político de la sociedad son los
grupos de presión. Estos han adquirido carta de naturalización en la vida política
de los países capitalistas en la segunda mitad del siglo pasado, y especialmente
han adquirido un desarrollo y una influencia singular en los Estados Unidos de
Norteamérica.

En general los grupos de presión se definen como segmentos de la sociedad,


agrupaciones más o menos informales de inversionistas, políticos, profesionales
etc. pero sobre todo, hombres decisivos en la economía, que se unen para hacer
valer sus puntos de vista y sus intereses en la maquinaria estatal. En realidad no
pretenden acceder al poder político estatal; no quieren postularse y ganar alguna
elección, pues para ello cuentan con sus amanuenses. Lo que pretenden es
justamente presionar al Estado, tanto en su sector ejecutivo, cuanto en el
legislativo e incluso en el mismo cuerpo judicial, para hacer valer sus designios,
sus intereses y sus puntos de vista.

Algunas bibliografías caracterizan los grupos de presión o lobbistas como


dispositivos de oficinas y agencias de los grandes monopolios o grupos
organizados junto a los organismos legislativos de EE.UU. que ejercen presión
sobre los legisladores y funcionarios del Estado (incluso los sobornan) con el
objeto de que adopten decisiones en provecho de las organizaciones
representadas. Aunque no solo tienen presencia en el gigante del norte.

De hecho, la mayoría de los politólogos actuales declaran que los grupos de


presión constituyen un elemento común de los regímenes “democráticos
occidentales” en los que, como dice Fernando Cañizares “la propiedad de los
instrumentos de producción permanece en manos privadas“, y concluye que la
existencia de esos grupos de presión “parece ser un fenómeno estrechamente
vinculado al desarrollo del capitalismo moderno. Sin embargo, la labor de los
grupos de presión y sus lobbys no se reduce al Congreso de los Estados Unidos.
Por el contrario, alcanzan incluso al ejecutivo de la nación y con demasiada
frecuencia al sistema judicial, sobre todo de los jueces o tribunales estaduales.
Los lobbys se inscriben, al menos en los Estados Unidos, en un registro abierto al
efecto y, por tanto, sus actividades están legalizadas y santificadas.

Aludiendo a esos lobbys y grupos de presión es que se escribe el magnífico libro


sobre ‘’El gobierno invisible en los Estados Unidos’’. Ejemplo de esos lobbys y
grupos de presión es la bien conocida de los cubanos Fundación Cubano
Norteamericana que fundara el señor Más Canosa y que desde su cuartel general
en La Florida ha presionado al gobierno de los Estados Unidos en muchísimas
oportunidades para llevar adelante, intensificar o matizar su guerra económica
contra Cuba, además de otros capítulos amargos como ha sido el conocido
secuestro del niño cubano Elián González; aún cuando su principal objetivo no es
hacer de grupo de presión, si desarrollan acciones propias de estos. El grupo de
presión de más entidad dentro de los EE.UU. es la llamada Asociación Nacional
del Rifle.

Ante todo, no hay que imaginar que esos grupos que hacen presión en los lobbys,
son simples mensajeros de segunda monta. Por el contrario son individuos de
altísimo nivel de influencia y de relaciones sociales muy elevadas; por lo general,
excongresistas, ex secretarios del Ejecutivo, políticos profesionales que son
siempre bien recibidos, que nadan en sus propias aguas, que son expertos en la
política norteamericana y sus vericuetos.

RETOS Y PERSPECTIVAS DEL SISTEMA POLÍTICO CUBANO

Erick Néstor Paz Chaveco y José Augusto Ochoa del Río(Julio, 2010) pag: 25

V. El regionalismo boliviano

El año 1900 que inaugura el siglo a punto de terminar, marca con exactitud la
fecha en que comienza, sin disputa, la hegemonía de la paz frente al resto del
país. Aunque no se produjo un traslado formal de la capital de la república a esta
ciudad, en los hechos ocurrió eso, puesto que allí se instalaron los poderes
ejecutivo y legislativo, y las reuniones del congreso nacional que durante el siglo
anterior se reunían indistintamente en diferentes ciudades del país, a partir de
entonces, lo hicieron solamente en la paz. Como solución transaccional, la cabeza
del poder judicial, corte suprema de justicia, permaneció en sucre.

Las razones que dan origen a esta situación, están relacionadas con la
declinación del precio de la plata en el mercado internacional (base del poder del
sur del país entre 1880 y 1898), y el surgimiento del estaño como principal
producto de exportación, en reemplazo de la plata que caracterizó las dos
décadas precedentes. Los dirigentes paceños agrupados en el emergente partido
liberal, a cuya cabeza se encontraba José Manuel pando, enarbolaron la bandera
del federalismo e hicieron una alianza político-militar con la población aimara del
altiplano para lograr sus objetivos

La guerra civil, llamada también revolución federal, de 1899, es la segunda de su


tipo (la primera es en 1847, y ha pasado relativamente desapercibida por los
historiadores) que se da en el país, y que está relacionada directamente con la
pugna regional por el control del país. sus consecuencias llenan prácticamente
todo el siglo XX a lo largo del cual se han producido hechos importantes
relacionados con el regionalismo, que es preciso destacar, como es el caso del
surgimiento del oriente del país en el primer plano de la vida nacional

Autor José Luis roca (La paz, Bolivia)

VI. Definición del nacionalismo

Sin duda, las naciones hacen al hombre, es como decir el hombre sin sombra es
el hombre sin nación (gellner 1994: 18-19). Desde luego, es muy difícil definir por
qué se trata de buscar al grupo humano constituido y unido por un vínculo natural
a través de la lengua, las costumbres, la religión y el territorio. La palabra nación
indica origen o raíz étnico. En este sentido, el concepto de nación en la mayoría
de los casos es la base para hablar sobre el nacionalismo. Sin embargo, algunos
autores sostienen que no siempre es necesario que primero exista la nación para
hablar del nacionalismo. De todas maneras, en su significado más general, el
término nacionalismo designa la ideología nacional, la ideología de una formación
política determinada y el estado nacional. Por su parte, el estado nacional genera
el nacionalismo, por cuanto sus estructuras de poder burocráticas y centralizadas,
le permiten llevar a cabo el proyecto político de la fusión de estado y nación, es
decir la unificación en todo su territorio de la lengua, la cultura y las tradiciones.

En este contexto, el nacionalismo está considerado como ideología y acción


política orientada hacia la construcción de la nación o la defensa de la nación
constituida (acosta sánchez 1992: 96). El nacionalismo, como proceso histórico,
se perfiló después de la primera guerra mundial. Prácticamente el nacionalismo
habría surgido después de 1880 para formar nación-estado, es decir con la
formación de nuevos estados. Desde luego, la percepción del nacionalismo con la
transformación de las naciones y los estados presenta sus cambios de
concepción ideológica.

 Orígenes del nacionalismo boliviano.

El proceso histórico del nacionalismo boliviano se remonta al período colonial con


la creación de la audiencia de charcas como ente articulador de las poblaciones
españolas: la plata, santa cruz, Cochabamba, Tarija, potosí, Oruro y la paz. La
villa imperial de potosí resultó ser más importante por convertirse en “una de las
grandes maravillas del mundo” (barnadas 1973: 504) y como articulador del
mercado interno colonial del Perú y del río de la plata. De modo que, según
vázquez machicado (1975: 175), “la nacionalidad boliviana es pues fruto
eminentemente colonial”. En este sentido, en el estudio realizado por el
historiador josep m. Barnadas (1973) sobre los orígenes históricos de la sociedad
charquina, se percibe la conciencia social y una especie de autodeterminación
frente al gobierno central del virreinato.

La creación de la audiencia de charcas, como una institución administrativa,


jurídica y política colonial, fue el factor importante para “adquirir atribuciones
políticas, económicas, legislativas, eclesiásticas y militares” (arnade 1972: 13). El
ejercicio de su poder sobre un vasto territorio, conformado por los actuales países
Bolivia, Paraguay, Argentina, Uruguay, y parte del Perú, Brasil y chile, quizás más
que todo se debió a la falta de presencia efectiva del virrey y esta situación influyó
decisivamente en la formación de una colectividad social y regional hasta cierto
punto con autonomía. Entonces, su institucionalidad desde el siglo XVI iba creando
una base social frente a las proposiciones de su supresión o mutación (barnadas
1973: 521) y esta situación indudablemente con el tiempo fue adquiriendo una
forma de nacionalidad en torno al criollaje. Su carácter subordinada a la audiencia
de lima durante el coloniaje, fue otro factor no solamente para crear una
conciencia de su dependencia sino también el deseo de mantenerse autonomía,
en la medida posible, en sus decisiones políticas frente a la autoridad virreinal del
Perú.
La voluntad política no siempre es rasgo propio de lo étnico, entonces el
nacionalismo se caracteriza por su forma política y está por encima de lo
meramente étnico (acosta sánchez 1992: 95). En este sentido, la formación del
nacionalismo boliviano no se debió al proceso étnico prehispánico (inkaico
principalmente), sino al acontecer colonial. Desde esta perspectiva, para vázquez
machicado (1975: 175), historiador boliviano de tendencia positivista y liberal, “la
zona andina y la zona tropical no tienen de común ni la sujeción al inca, ni la
primitiva conquista de pizarro, ni la similitud étnica, ni la relación lingüística, ni
analogía telúrica, por tanto, ninguno de estos factores puede invocarse para la
formación de la nacionalidad boliviana”. Con esto quiere decir que los grupos
étnicos prehispánicos (andina-amazónico), que tuvieron su mutua influencia
cultural y su relación interétnica, nada que ver con el proceso del nacionalismo
boliviano. De la misma manera, toda forma de indianización y andinización no
entraba en el contexto del nacionalismo criollo (méndez 1993: 9).

De manera que la formación nacional, en su primer momento, sólo se debió al


proceso del criollaje como base social. En realidad, la región charquina se
presentaba como una colectividad heterogénea, en vez de “una unidad de
población adecuada para disponer de un gobierno exclusivamente propio, para el
ejercicio legítimo del poder en el estado” (kedourie 1988: 1). Esta situación podía
resolverse a través de una política que establezca un pacto racial. Nicómedes
antelo, hacia 1860, al ocuparse del problema racial, sostuvo que hay
“heterogeneidad de razas, de costumbres, de idioma de índole, hasta ideas: hé
aquí el conjunto múltiple que ofrece aquella amalgama, digámoslo así, de muchas
naciones reunidas bajo un mismo pacto racial, o más bien bajo un régimen
impuesto por la espada de los libertadores. En esa compleja fisonomía física,
moral e intelectual, es relevante un rasgo de notable trascendencia en la vida
política de esa república, a saber: la inmensa distancia que media entre la raza
indígena y mestiza, y no educadas, y pequeña clase instruida procedente de la
aristocracia del régimen colonial” (arguedas 1967: 59). Evidentemente, la
sociedad charquina estaba estructurada de una manera estamentaria y vertical.
Los penisulares ocupaban el primer lugar, luego le seguían los criollos y el grupo
intermedio lo constituían los mestizos. La masa poblacional ma-yoritaria estaba
constituida por las comunidades indígenas y sus miembros estaban segmentados
en diferentes categorías variables como consecuencia de imposiciones tributarias
y del servicio personal de la mit’a de potosí. Los cambios jurisdiccionales en el
gobierno colonial no afectaron al espíritu regionalista charquino. Así, la audiencia
de charcas, a fines del siglo XVIII, perteneció al virreinato del río de la plata de
reciente creación, pero no cambió su espirítu de autonomía regional pese a su
condición subordinada a la audiencia de buenos aires.

El otro factor importante fue, sin duda, la explotación de las minas de potosí que
generó el mercado interno colonial del perú e integrando al río de la plata a través
del puerto de buenos aires. Su circuito comercial integraba el vasto espacio
andino. La importancia de la minería potosina creó una conciencia regional con
base en las 16 provincias obligadas al servicio de la mit’a. Además, creaba una
identidad en torno a todo lo que fue perú, con relación a europa y la propia
españa. Aunque la explotación de las minas de potosí generaba la coacción de
fuerza de trabajo indígena, sin embargo, creó una conciencia regional por su
riqueza mineral de la plata que durante el coloniaje aportó con su producción el
mayor ingreso al estado español. Desde luego, el propio cerro de potosí para sus
habitantes y la sociedad boliviana se convirtió en un símbolo nacional.

La rebelión de túpak amaru, como consecuencia de la crisis económica y el


deterioro social colonial, conmocionó a toda américa y fue el factor decisivo para
las propuestas nacionalistas. Tanto tupacamaristas como kataristas, con sus
luchas violentas, conmovieron el cimiento del sistema colonial. Resulta que el
pensamiento tupacamarista, según perales ortíz, había alcanzado “a más allá de
los confines del perú” porque apuntaba a la liberación de toda la américa.
Entonces, la restauración del imperio inka enfatizado por rowe (molinari-ríos 1990:
87) resultaba ser una propuesta de autonomía frente a la metrópoli. De manera
que la proclama lanzada por túpak amaru es explícita:

 De centros urbanos en el acontecer político, económico y social.

Para Gómez Martínez (1988: 20), Bolivia al constituirse en república, tuvo un


proceso semejante a los demás países latinoamericanos con una composición
racial o étnica, distribución demográfica y su peculiar situación geográfica.
Supuestamente, las comunidades indígenas en principio estaban integradas a la
ciudadanía boliviana para conformar una sociedad. Sin embargo, por diferencias

Independencia de américa:
acabar con los representantes de la odiosa metrópoli;
formar con los representantes una nueva patria con cultura y elementos propios;
trabajar por crear una nueva raza americana y una nueva cultura indígena,
original y propia de estas tierras” (perales Ortiz 1953: 12 y 13).

Estos postulados fueron sin duda factores ideológicos para propiciar el


nacionalismo tanto en el bajo Perú como en el alto Perú y, posteriormente,
sirvieron para cristalizar el proceso de la independencia de los países andinos de
la corona de España.

Los llamados gritos libertarios que se produjeron en la plata y la paz el 25 mayo y


el 16 de julio de 1809, respectivamente, fueron los antecedentes de la guerra de
la independencia. En charcas, después de conocer las noticias de Europa sobre
la invasión francesa y las abdicaciones de Carlos IV y Fernando VII, los doctores
de la universidad san francisco de Xavier construyeron su pensamiento
revolucionario en forma de un silogismo para determinar su posición frente a los
hechos consumados en España, manifestando: el vasallaje colonial era a la
persona del rey borbónico, pero el legítimo y recién señor Fernando VIII abdicó
junto con toda la familia borbónica y no volverá, entonces, extinta la autoridad
soberana, las provincias altas debían proveerse de su propio gobierno supremo
mientras no constare auténticamente la muerte de Fernando VII (Vázquez
machicado 1975: 33).

La revolución de mayo de 1810 en buenos aires, fue el paso importante hacia la


independencia de Sudamérica. En 1816, en Tucumán, las llamadas provincias
unidas declararon su independencia de España. Este suceso fue significativo para
los habitantes de la audiencia de charcas para decidir su destino, aunque las
fuerzas realistas eran fuertes para resistir a las acciones patrióticas. En esto
incidieron los llamados ejércitos auxiliares que “marcharon al alto Perú desde
buenos aires con el propósito de liberar estas provincias, obtuvieron resultados
opuestos”. Desde luego, “su fracaso militar y su conducta indigna, crearon hondo
resentimiento, el cual vino a ser la base del deseo de separación respecto a
buenos aires”. Es decir, los abusos de los tres ejércitos auxiliares y el abandono
de las provincias interiores durante la guerra fueron “las principales causas de la
separación de charcas frente a la unión argentina” (arnade 1972: 74 y 96).

Por tanto, la dura guerra de los quince años (1809-1825) que soportaron los alto
peruanos, fue el factor decisivo para la búsqueda de la formación de una nueva
nacionalidad sobre la base territorial de la antigua audiencia de charcas. Esta
situación impactó a sucre y a los representantes en la asamblea constituyente
para que tomaran la decisión de independizarse no solamente de España sino
también del Perú y del río de la plata (argentina). Los factores políticos fueron
determinantes para decidir la ceremonia de fundación de una nueva república, el
6 de agosto de 1825. Siendo que “la nación estaba en potencia y le había llegado
la hora de salir a la evidencia” (Mendoza 1941: 11).

Según Jaime Mendoza, el otro factor fue el aspecto físico que define como “el
medio hace al hombre”. Por entonces, el alto Perú se percibía como una obra de
reconstrucción y renacimiento nacional “sobre el bloque montañoso que antaño
sirviera de plataforma a otras razas que llenaron aquí grandes misiones”
(Mendoza 1941: 13). Pero había que ver el contraste social. A los seis años
(1831) de su fundación, según arguedas (1967: 58) se práctico el primer censo
que dio como resultado nacional 1.083,540 habitantes, de “los cuales más de la
mitad eran indios y salvajes sin ninguna noción sobre nada y en estado pleno de
barbarie, una parte de cholos ignorantes y desidiosos y una ínfima proporción de
blancos que componía la parte dirigente y activa de esa masa casi amorfa”
(arguedas 1967: 58). Esto quiere decir, que esa gran mayoría no podía formar
todavía parte de la nación boliviana por no tener ninguna noción sobre el
significado de “nación”.

Posteriormente, la nueva república boliviana tuvo que enfrentar una serie de


conflictos con sus vecinos para conservar su integridad territorial como estado-
nación. Esta tarea era muy difícil de cumplir, puesto que los países vecinos con
más preparación militar y recursos, en diferentes conflictos, se apropiaron de una
extensión considerable del territorio boliviano. La defensa de la integridad del
territorio nacional, desde entonces, permitió crear una conciencia cívica como
“estado libre y soberana” entre sus habitantes para fortalecer el espíritu del
nacionalismo boliviano (Vargas Valenzuela 1977: 177-178).

Las figuras más importantes de los primeros momentos del nacionalismo


boliviano, según Montenegro, fueron santa cruz y ballivián. Estos políticos y
militares (que étnicamente pertenecían al criollo-mestizo) se enfrentaron a los
intereses territoriales de chile y Perú. Entonces, con sus victorias militares crearon
una conciencia nacional. Por otro lado, la tendencia colonialista (política,
económica y societaria) habría sido anulada “por el orden republicano bolivianista
de santa cruz y ballivián”. Belzu fue la otra figura importante del siglo XIX, quien
pese ser enemigo mortal de ballivián y adversario personal de santa cruz, resultó
ser el continuador de ambos por su obra de afirmación nacionalista. Sin embargo,
“la población india no hacía parte activa del cuadro social diseñado por la
república” (montenegro 1953: 47, 84 y 93), por estar aislada de todo acontecer
político y sometido a una serie de explotaciones. De esta manera, la república del
siglo XIX representa al nacionalismo criollo-mestizo, pese a existir la participación
de sectores indígenas aculturados étnicas, las comunidades indígenas por
cuestiones culturales y lengua diferenciaban enormemente de la minoría y la
llamada “raza blanca”, no podían estar integradas. Por consiguiente, se vieron
excluidos de la sociedad civil constituida por criollos y mestizos.

Esa realidad, en cierta medida, está explicitada por tristán marof en su trabajo la
tragedia del altiplano; en la parte pertinente, resume los primeros cien años de la
vida republicana manifestando que inaugurada la república, todos los caudillos
habían hablado de “liberar al indio y adaptarlo a las costumbres democráticas”,
dictando leyes y decretos en ese sentido. Pero, pretender de esa manera una
transformación social resultaba más bién simplemente querer “trasplantar la
mentalidad occidental al cerebro del indio”. Lo evidente es que el indio
permanecía sometido “a todos los abusos y acciones” de las autoridades locales y
los hacendados. El tirano melgarejo (1864-1871) había confiscado con más saña
“las tierras de muchísimas comunidades” y las había obsequiado a sus parciales y
amigos. Cincuenta años más tarde, cuando el movimiento indígena se hacía
sentir, el presidente morales (1871) aparentaba ser protector de “la clase
indígena” y, sin embargo, continuaba con la política de la expoliación. “el general
montes, que ocupó la presidencia el año 1906 y se hizo reelegir por segunda vez
en 1914, valióse de iguales métodos, y todavía más arbitrarios cuando despojó a
los indios de taraco de sus tierras” (marof 1934: 38-39). Los políticos (civiles y
militares) estando en la oposición, hablaban de la redención del indio, pero
cuando llegaban al poder cambiaban de posición, en vez de defender al indio
sometido a la explotación, defendían los intereses de la oligarquía. De manera
que, las ideas de emancipación del indio de la opresión y sumisión o hablar de la
igualdad para la mayoría de la población boliviana sencillamente no tenían
sentido, por tanto, eran incomprensibles (gómez martínez 1988: 41).

Hasta la primera década de este siglo, en bolivia, en la élite intelectual


predominaba la ideología positivista y la mentalidad de darwinismo social, con la
idea de progreso a través de la industrialización del país y el desarrollo del sector
minero (demelas 1981: 67). Estos fueron factores principales para excluir a las
comunidades indígenas de los derechos civiles y políticos que gozaban los demás
y por lo tanto no entraban en la concepción del nacionalismo boliviano. Es decir,
esos factores fueron la base para marginar a vastos sectores de la población
indígena de los beneficios sociales y políticos de la sociedad civil. Este
marginamiento dificultaba a la formación social y la identidad nacional. Hasta
entonces, en el contexto latinoamericano, la formación de los estados
republicanos “fueron originalmente un proyecto político y no la afirmación de una
identidad cultural y que este proyecto político se vio favorecido por un grado
creciente de integrante económica” (colmenares 1985: 311). Desde luego, la
valoración de la cultura originaria (prehispánica) estaba fuera de la cultura que
propiciaba el estado liberal porque la preocupación estaba orientada hacia la
homogeneización social en base la transformación racial con la posibilidad de
desarrollar la política de inmigración extranjera (anglosajona o norteamericana).
 Nacionalismo de contenido étnico

A partir de 1905, en Bolivia se plantea un cambio político para la búsqueda de la


identidad nacional. En 1899, los liberales llegaron al poder gracias a la
movilización de las comunidades indígenas. Ismael montes, el segundo liberal
que llegó a ser presidente de la república, realizó las reformas educativas con una
tendencia de construir la nacionalidad boliviana. Entre las medidas de
importancia, fue la implantación de la educación indigenal que propugnaba la
incorporación del indígena a la nacionalidad boliviana. Desde ese momento,
empezaron las discusiones y debates sobre el problema de la pedagogía nacional
que significaba extender la educación sostenida por el estado a las comunidades
indígenas que hasta ese momento no tenían acceso a ese beneficio. En este
caso, el indio era el problema nacional y su incorporación a la nacionalidad
boliviana significaba buscar la construcción nacional, pero desindianizándolo y
borrando sus valores culturales ancestrales. Pero este planeamiento no era tan
fácil sin concretar la civilización del indio a través de una educación impuesta con
el objetivo de convertirlo en campesino u obrero boliviano. Sin embargo, la gran
parte de la oligarquía-gamonal se oponía a que el indígena tenga derecho a la
educación al igual que otros bolivianos. En este debate nacional sobresale el
político e intelectual boliviano franz tamayo.

Franz tamayo, en la primera década de este siglo, fue uno de los convencidos de
que el “carácter nacional” era la expresión del espíritu del pueblo boliviano, su
idiosincrasia que estaba íntimamente ligada al concepto de raza (ferrufino 1995:
133). Su planeamiento estaba referido a la creación de la pedagogía nacional,
una pedagogía propia que busque la identidad nacional; por tanto, para buscar la
solución de nuestro problema pedagógico no debía “ir a resolverse en Europa ni
en parte alguna, sino en Bolivia” (tamayo 1994: 10). Si no existía una pedagogía
nacional debía crearse, lo cual significaba construir una conciencia étnica nacional
para poder entender y reconocer lo que es la realidad socio-cultural del país,
sobre todo era “un problema de altísima psicología nacional”. De otra manera,
había que esperar la destrucción, porque -dice- existen “naciones enteras hay
cultísimas e inteligentísimas, pero destruidas de buenas costumbres y
descuidadas en su educación de voluntad. Así es Polonia. Una lenta ruina son su
destino” (ibíd. 12). Hasta 1910, Bolivia era un país sin iniciativa propia en todos
sus quehaceres nacionales porque dependía de los extranjeros. Tamayo dice
sobre esta situación: “lo poco que en el país existe de alto comercio está en
manos de extranjeros: los pocos grandes establecimientos mineros están
poseídos o dirigidos por extranjeros; todas las construcciones ferroviarias hechas
o por hacerse están en manos extranjeras; los pocos libros realmente científicos
que existen sobre bolivia están escritos por extranjeros. (ved ahora lo que nos
queda a los bolivianos de nacimiento! (y con estos datos pretended ahora pasaros
del elemento extranjero, tratándose de la más grave e importante de las
cuestiones, cuál es la de la instrucción pública, la de la creación de la pedagogía
nacional!” (ibíd. 14). Esta forma de plantear como una cuestión preocupante de la
realidad boliviana, conlleva un proceso complejo de realización que, sin duda,
debe procederse a través de una pedagogía nacional no sólo para construir la
identidad nacional sino también todo lo relacionado a la economía, tecnología,
cultura y política. Pero los demás bolivianos que trataron de resolver los
problemas de la educación no entendieron las reflexiones de tamayo sobre la
realidad étnica, socio-cultural y la dependencia del país. Más tarde, tamayo decía,
la labor educativa del indígena “es la labor de todos los bolivianos empeñados
directa o indirectamente en hacer al fin una nación de esto que es apenas un
esbozo de nación” (frontaura argandoña 1932: 3).

Desde entonces, hubo mayor debate sobre la problemática nacional. Puesto que,
hasta ese momento, las comunidades indígenas no tenían acceso a la educación
y esto significaba que en el país no había concluido la formación social nacional.
Era necesario emprender la formación de la nacionalidad boliviana a través de la
educación, la cultura y la integración de las comunidades indígenas al proceso
nacional. De esta manera, el nacionalismo boliviano podía tener su significación y
la afirmación de la identidad nacional. El establecimiento de la educación
indígenal perseguía la alfabetización en castellano de los indios y la enseñanza
de conocimientos elementales sobre las cuestiones morales y cívicas como una
acción civilizadora, lo que significaba nacionalizar al autóctono que estaba
excluido de la nacionalidad boliviana.

En ese entendido por bolivianidad federico avila percibía la síntesis formada en la


conciencia colectiva del país por la cenestesia de su territorio y de su estado
(cuerpo de la nación) y por la memoria de su pueblo y de su idioma (alma de la
nación); todo ello concretado en un ideal que sea a la vez filosofía de nuestros
orígenes y filosofía pragmática de nuestro porvenir. O sea que la bolivianidad está
constituida por un territorio, por un pueblo, por un estado, por un idioma y por un
ideal que tienden cada día a definirse mejor (avila 1937: i-ii). El nacionalismo
también promovió el indigenismo como una tendencia política y cultural en
defensa de los pueblos indígenas y sus valores culturales. Por otra parte, el
mecanismo era buscar su incorporación a la nacionalidad dominada por la
oligarquía dominante. En cierta medida, era el mecanismo para construir el
discurso de la unidad nacional. Esta propuesta sigue en debate, porque a partir de
las décadas 60 y 70 los pueblos indígenas han comenzado a cuestionar la política
integracionista que no respeta sus valores culturales.

 Nacionalismo revolucionario

Montenegro (1953: 210) y frontaura argandoña (1974: 47), para ubicar al


nacionalismo revolucionario, ponen como antecedente inmediato a la ideología
liberal por mantener “un estado de servidumbre nacional”, puramente europea
que fue impuesta al pueblo como otra expresión de dominio del extranjero. A
diferencia del nacionalismo criollo-mestizo tratan de construir el nacionalismo
indo-mestizo frente a la oligarquía dirigente que había mantenido el régimen
feudal en la sociedad y la economía.

El nacionalismo revolucionario boliviano, a partir de la década del 30 del presente


siglo, adquirió acentuadas connotaciones ideológicas y políticas, como
consecuencia de las movilizaciones sociales influenciadas con tendencias
socialistas o marxistas y nacionalistas. Su acentuación será inevitable hasta la
insurrección del 9 de abril de 1952.

De acuerdo al profundo estudio del historiador norteamericano herbert klein sobre


los orígenes de la revolución nacional boliviana, el nacionalismo revolucionario
remonta al período comprendido entre 1920 y 1943. “el tema central de este
período, por supuesto, está en el impacto de la guerra del chaco sobre la
sociedad boliviana” (klein 1968: 10). En este entendido, cronológicamente, según
la percepción de jorge antezana villagrán, trabajador minero boliviano, el
nacionalismo boliviano nació con hernando siles que creó “su filosofía y su
doctrina”. Y así surgió con él, “la valiente juventud intelectual, organizándose para
marchar a la acción”. Entonces, para el autor, el nacionalismo que se vivía en el
año 1979, había surgido “el año 1926 con el doctor hernando siles, para liberar al
país de la carcoma, limpiar los residuos del coloniaje e imponer una fe y una
doctrina por la que bolivia y sus hijos sean dueños de sus destinos, de sus
riquezas y arquitectos de su propia edificación económico-social” (antezana
villagrán 1980: 58). Lo que quería decir es que hasta antes de la década de 30,
por el predominio de liberalismo doctrinario, el nacionalismo boliviano no estaba
afirmado y sustentado por una nueva doctrina e ideología nacionalista. Además,
no habían intelectuales o políticos que sustenten el nacionalismo boliviano con
planteamientos filosóficos y políticos. De manera que, con el surgimiento de la
izquierda nacional, el nacionalismo revolucionario adquirió su fuerza ideológica y
política. El factor importante en este proceso fue el rol que jugó el periódico “la
calle” en la promoción de la formación de un movimiento socialista “nacional”,
modelado con las líneas políticas de los partidos políticos europeos. Los social-
nacionalistas empezaron a organizarse en un partido nacional bajo la dirección de
los diputados independientes del parlamento. Estos, en su mayoría izquierdistas,
como rafael otazo, Víctor paz Estenssoro, germán monroy block, fernando chinel
y atilio molina pantoja, se aliaron con intelectuales como céspedes y carlos
montenegro, formando núcleos partidistas desde casi las primeras sesiones del
congreso ordinario de 1940. Este grupo, formando un bloque parlamentario,
pronto empezarón a pensar en un partido unificado, y para fines del año el
nombre de movimiento nacionalista revolucionario (mnr) empezó a hacerse
popular en el ámbito nacional (klein 1968: 391).

El nacionalismo revolucionario boliviano, desde entonces, se caracterizó por sus


connotaciones ideológicas de anticolonialista, anti-imperialista, defensor de los
recursos naturales y de la soberanía nacional. En este sentido, el nacionalismo
revolucionario boliviano tuvo su referencia ideológica en el socialismo, dando
importancia al rol del estado para el control de la producción con la estatización
de empresas privadas capitalistas; así se hizo con las minas del estaño, petróleo
y otros centros productivos. Para ponce sanjinés, “el nacionalismo es un modelo
político que propugna autoafirmación realizando los rasgos intrínsecos”. Este
caso, también se aplica a los países dependientes donde cobra una fisonomía de
pleno carácter emancipatorio. En este contexto, la independencia “política,
económica, cultural” con la aniquilación de “los ominosos lazos de subordinación
a lo foráneo”, persigue la autodeterminación y la soberanía nacional. De persistir
en la dependencia, sería postergar a los pueblos la posibilidad de beneficiarse de
la tecnología occidental y de la modernización. El acceso a este beneficio no
significaba la pérdida de su propia escala de valores. De modo que, para ponce
sanjinés, “la diferencia básica con el socialismo estriba en que éste se dirige a la
extinción de la propiedad privada y a la estatización integral de los medios de
producción, mientras que el nacionalismo revolucionario insiste en la ruptura de la
dependencia como paso ineludible, acude también a la nacionalización de los
renglones estratégicos económicos, propende al capitalismo de estado y a la
modernización tecnológica” (ponce sanjinés 1974: 29, 34 y 35).

Para guevara arze, “el nacionalismo revolucionario” sería simplemente un


determinado método para interpretar la realidad boliviana en un momento
concreto de su historia. Dentro del ancho campo ideológico del socialismo
democrático, el nacionalismo revolucionario resultaba ser el método para
interpretar una realidad global cualquiera (guevara arze 1988: 19).

El nacionalismo revolucionario, como doctrina teórica, era aplicable a ese tiempo


y al caso boliviano; por lo tanto, se trataba de una interpretación nacionalista de
problemas bolivianos. También podía tratarse “del nacionalismo propio de los
países de economía retrasada, de las colonias y semi-colonias” (ibíd. 233).

El nacionalismo revolucionario, históricamente, fue el producto de la guerra del


chaco (1932-1935). El conflicto internacional con el paraguay, llevó al pueblo
boliviano a sacrificar a muchos jóvenes varones indígenas y mestizos sin haber
tenido una integración como bolivianos. La guerra del chaco, para zavaleta
mercado, fue un proceso de reconocimiento del personaje desconocido. Todos los
hombres activos del país fueron movilizados y convertidos en soldados en su
totalidad para que se identifiquen como bolivianos. Obviamente, la mayor parte de
los soldados “eran únicamente un vasto campesinado, históricamente marginal”
(zavaleta mercado 1967: 62). El indígena, como producto del colonialismo y del
marginamiento social, sin poder explicarse por qué, era obligado a ir a la
contienda bélica con el Paraguay, su participación no partía de un sentimiento
patriótico porque aún no era considerado como boliviano. Entretanto, los
indígenas que se encontraban en las trincheras del chaco podían preguntarse por
qué ellos, sin contemplación alguna, eran puestos al frente del enemigo y, por qué
los hijos de la burguesía se quedaban en la retaguardia. Se daban cuenta de
haber luchado por una nación que no les pertenecía, pero después de la
contienda entendieron que podían reclamar su derecho por haber defendido la
soberanía nacional, aunque también era cierto que lucharon por “una nación que
no existía” (malloy 1989: 107). Es evidente, el chaco fue el fracaso de la república
liberal y la derrota de la ideología del darwinismo social.

 DURANTE EL GOBIERNO DE GUALBERTO VILLARROEL (1943-1946)

Se dieron dos grandes pasos de gran impacto revolucionario que provocaron la


reacción de la oligarquía boliviana sustentada por la sociedad rural boliviana y los
tres barones del estaño. El primer paso fue la movilización obrera y campesina.
Esta acción, sin duda, culminó con la organización de la federación sindical de
trabajadores mineros de Bolivia (FSTMB), la “organización sindical más importante
del país” que “fue organizada por el gobierno movimientista en el congreso minero
de huanuni en 1944” (lora 1995, tomo vi: 18 y 21). El segundo paso, sin duda, fue
la realización del primer congreso indigenal boliviano, en mayo de 1945. Este
evento se realizó en la ciudad de la paz, después de dos postergaciones. Las
resoluciones del congreso, luego convertidas en decretos por el propio presidente
villarroel, provocó la reacción de los latifundistas; especialmente por la abolición
del pongueaje que era el servicio de explotación del indígena más denigrante.
Esos actos sociales generarían en lo sucesivo los factores conducentes hacia un
proceso revolucionario con cambios de mayor profundidad nacional. En efecto,
como un factor revolucionario, el periódico la calle fundado en 1936, asumiendo
posiciones antioligárquicas y nacionalistas, llevó a cabo una sistemática denuncia
de los negocios de la burguesía minera. Este periódico, a partir de 1940, se
convirtió en el vocero de la oposición nacionalista y socialista en el parlamento.
Los miembros de este periódico y la oposición parlamentaria fundaron el
movimiento nacionalista revolucionaria (MNR) en 1941, aglutinando en su seno a
sectores de la pequeña burguesía (principalmente de la paz) y núcleos sindicales
de ferroviarios y fabriles. “la hegemonía del discurso nacionalista en la pequeña
burguesía se tradujo en un rápido crecimiento del MNR, convirtiéndose en un
partido peligroso para los intereses oligárquicos” (mayorga 1985: 83).

Según Sergio alamaráz, que estudió el poder minero y su caída, los llamados
tres barones del estaño, resultaron ser poderosos en el país que incluso
manejaban a los gobiernos de turno. “el poder de la minería” no era transitorio
sino duradero y bien estructurado. “el poder minero” sentó su dominio
prácticamente sin oposición y se convirtió en dueño y señor de la situación del
país. De manera que, si “los gobiernos conservadores le sirvieron, los liberales lo
hicieron con más entusiasmo”. Igualmente “le fueron útiles por igual indios y
terratenientes”. Esto demostraba que “el atraso del país y la debilidad del estado”
era una realidad frente al poder de la pequeña burguesía minera (almaráz 1980:
93).

La fase revolucionaria se potenció con la insurrección de abril de 1952. Es decir, a


partir de 1952, el nacionalismo revolucionario ocupó el centro del poder estatal
boliviano y a su vez logró una de las condiciones orgánicas del ejercicio del poder
(antezana 1987: 61). Con la insurrección se logró derrotar a la oligarquía liberal y
esta acción se debió al largo proceso de la lucha de las mayorías excluidas de la
sociedad civil, es decir, a la lucha de las comunidades indígenas y obreros contra
“la represión brutal y sanguinaria” de los magnates mineros y de los latifundistas.
De modo que, la insurrección “no fue idea preconcebida ni fenómeno
artificialmente superpuesto” (miranda pacheco 1995: 71). La insurrección
determinó que el gobierno de turno (del mnr) se viera obligado a proceder a la
nacionalización de las minas de los tres barones del estaño (patino, aramayo y
hoschilid), a dictar el voto universal y, luego de un año, decretar la reforma
agraria. Con estas medidas revolucionarias, bolivia ingresaba a una nueva etapa
de su nacionalismo.

De manera que, para ayala mercado, la “ley del hierro” de la revolución fue la
lucha por la liberación nacional que se transformó inevitablemente en la lucha por
la liberación social (ayala mercado 1956: 51). El estado ahora era responsable de
la producción, no solamente administraba las minas nacionalizadas, sino también
promovía la instalación de empresas con financiamientos externos. En materia
social y cultural, procedió a la reforma educativa permitiendo el establecimiento de
escuelas rurales en todo el territorio nacional. Por otra parte, promovió la
sindicalización del campesinado, aunque los dirigentes fueron sometidos al
clientelismo político en favor del MNR. Pero el debate en cuanto a la participación
de las mayorías nacionales en las decisiones políticas prosiguió sin encontrar su
viabilidad, por eso la revolución de 1952 fue considerada por malloy como “la
revolución inclusa”, pero también está considerada como una frustración (sanjinés
1993). La lucha de liberación de los pueblos indígenas exigiendo sus derechos a
la salud, la vivienda, la tierra, la educación, la ciudadanía y respeto a sus valores
culturales y étnicos no ha concluido. Según ayala mercado, Bolivia, hasta 1953,
era un país semicolonial y monoproductor. Era semicolonial, porque su economía
estaba sometida a consorcios financieros internacionales; era monoproductor,
porque su vida material estaba condicionada por la explotación y la venta del
estaño (ayala mercado 1956: 33).

Según Luis Antezana Ergueta, para los bolivianos no puede “existir el


nacionalismo separado del colonialismo. Son partes indivisibles de una unidad, de
una contraposición histórica -la cuestión nacional-colonial- y ninguna de ellas
puede existir sin la otra”. Entonces, el nacionalismo se define como “la defensa de
las materias primas (riquezas naturales, metales, minerales, recursos forestales) y
del trabajo de los hombres, para que las riquezas del país no vayan a beneficiar a
países extranjeros sino que den en la nación de origen para provecho y felicidad
de sus pueblos propietarios, los nativos del país”. En otras palabras, el
nacionalismo “es la expresión ideológica de la lucha por la nación, la defensa de
los recursos materiales, la mejora de las condiciones de vida y trabajo del pueblo
y la existencia de un estado nacional” (antezana ergueta 1995: 1 y 3). Desde esa
perspectiva, bolivia, para rené zavaleta, es una nación semicolonial “más
desgraciada que las demás”, puesto que está asediada por los intereses de
naciones extranjeras de una manera tan intensa que esto parece ser parte de una
confabulación. Esto es un acoso que quiere hacer daño al país que le importa,
que “crea un ritmo histórico en las clases nacionales, que son los que contienen la
nación”. Además, para zavaleta, bolivia es una nación fáctica, “es decir, la nación
inevitable y carnal”; cuya existencia, a pesar de un interminable acecho y de las
mutilaciones territoriales, ha podido sobrevivir (zavaleta mercado 1957: 61). Esta
realidad boliviana, exige a sus habitantes a luchar en defensa de la soberanía
nacional contra la ingerencia extranjera en sus asuntos internos. El nacionalismo
boliviano está dividido en dos posiciones: una de derecha y otra de izquierda. El
nacionalismo de derecha es acusado de entreguista y el nacionalismo de
izquierda considerado como defensor de la soberanía nacional. Desde luego, para
el movimientista guillermo bedregal “el problema cardinal es pues el de la lucha
contra el colonialismo por la liberación nacional, por la construcción del estado
nacional” (antezana ergueta 1995: 5 y 6).

Por otra parte, la izquierda reclamó que el nacionalismo revolucionario debía


caracterizarse por su contenido popular. Efectivamente, el nacionalismo
revolucionario tuvo cierta connotación populista (antezana 1987: 69). Para el
trotskista guillermo lora “la revolución francesa, la norteamericana, la rusa, la
china, la española, la boliviana, etc. Etc. Son revoluciones populares, en la
medida en que intervienen en ellas los sectores mayoritarios de los respectivos
países”. Claro que tiene que existir diferencias en cada una de ellas. No es
suficiente decir que una revolución sea “popular” puesto que es preciso establecer
“cuál de las clases sociales actúa como caudillo de la nación toda que lucha por
su liberación” (lora 1995: 440).

Entre 1952 y 1978, la revolución nacional tomó medidas revolucionarias como ser
la nacionalización de las minas del estaño, el voto universal, la reforma agraria de
1953 y otras, que se ejecutaron en el primer gobierno del MNR. El estado organizó
para la explotación y administración de las minas nacionalizadas a la corporación
minera de bolivia (comibol), entidad que funcionó con muchas dificultades como
consecuencia de la movilización del movimiento minero que muchas veces exigió
demandas que difícilmente podían ser atendibles, como la mejora de sus salarios
y su participación en las decisiones políticas. Por otra parte, la burocratización de
la misma entidad. Los trabajadores mineros muchas veces mezclaron sus
demandas sindicales con las cuestiones políticas. Generalmente, el gobierno no
podía atender los pedidos de los trabajadores porque tampoco mejoraba la
producción con tantas huelgas.

El otro aspecto fundamental fue la reforma agraria que con la distribución de


tierras entre los excolonos no fue suficiente para solucionar los problemas de
producción, educación, salud y otros aspectos sociales en el área rural. La
cuestión agraria en cuanto a su aspecto socio-cultural, por su connotación
indígena, ha sido uno de los aspectos del nacionalismo revolucionario, por haber
incorporado a un sector social que estaba sometido a la servidumbre gratuita en
las haciendas y en las ciudades a la nacionalidad boliviana. El mnr utilizó
hábilmente la organización sindical agraria para ponerla bajo el control de jefes de
comandos de milicias campesinas que tuvieron como objetivo sostener la
revolución nacional y obligó al campesinado a apoyar al gobierno movimientista.
De esta manera, los movimientistas crearon el clientilismo político con la
cooptación de los dirigentes campesinos poniendolos al servicio del gobierno para
sus intereses políticos. De esta situación, los campesinos pronto se dieron cuenta
para plantear sus aspiraciones económicas, sociales y políticas.

En 1973, los campesinos, a través del manifiesto de tiwanaku, hicieron conocer su


posición al país, planteando que “la frustración nacional ha tenido su origen en
que las culturas quechua y aymara han sufrido siempre un intento sistemático de
destrucción”. Resulta que los políticos de las minorías dominantes seguían
creyendo en un desarrollo basado únicamente en la imitación servil del desarrollo
de otros países, cuando en la bolivia de aymaras, quechuas y otros pueblos
indígenas su “acervo cultural es totalmente distinto”. Tampoco se podía apoyar en
un materialismo práctico para hacer “creer que el progreso se basa únicamente
en aspectos económicos de la vida” (hurtado 1986: 303). En este sentido, la
opresión no sólo tiene raíces económicas y políticas, como suele creer la
izquierda criolla, sino fundamentalmente raíces culturales e ideológicas. Por
consiguiente, para el campesinado debe ser reconocida su “cultura como primer
valor” para el desarrollo económico. Explican que a pesar de que el nacionalismo
revolucionario de influencia de izquierda había sostenido en forma paternal la
incorporación del indígena a la nacionalidad boliviana, en los hechos, los
aymaras, quechuas y otros seguían en la exclusión al decir “somos extranjeros en
nuestro propio país” (ibíd.).

Por otra parte, no todas las empresas estaban nacionalizadas, especialmente en


cuanto a la explotación del petróleo. El gobierno revolucionario, a pesar de existir
una entidad nombrada yacimientos petrolíferos fiscales bolivianos, daba
concesiones mineras, especialmente la explotación del petróleo. A los pocos días
del golpe de estado, el gobierno de ovando candia (1969) dispuso por decreto la
nacionalización de las pertenencias de la bolivian gulf oil co., con la
adjudicasiones desde 1956, así como el inmediato control técnico-administrativo
de sus instalaciones por parte de la empresa fiscal ypfb. Esta medida liberadora
fue recibida por el pueblo con verdadero júbilo y caracteriza al gobierno de
ovando candia por su lucha “nacionalista” contra las empresas transnacionales.
Sin embargo, la reversión al estado de las concesiones otorgadas a la bolivian
gulf oil co.(sandóval 1979: 57), no fue suficiente para seguir en el romanticismo
del nacionalismo revolucionario. Posteriormente, ovando ya no contó con el apoyo
del “bloque barrientista” (seguidor del ex-presidente rené barrientos) ni de la clase
obrera por la natural desconfianza hacia su persona a raíz de las masacres
ocurridas durante ese período “restaurador”. Como consecuencia de ello, la crisis
del nacionalismo revolucionario estaba en su etapa culminante.

El proceso de las reivindicaciones obreras y campesinas prosiguieron con más


fuerza hasta que un militar, el general juan josé torres, subió al poder y se
identificó con el nacionalismo revolucionario. Frente a la multitud concentrada en
la plaza “murillo”, el nuevo gobernante, habló con firmeza sobre los derechos del
pueblo boliviano para aplastar al fascismo, diciendo “constituiremos la
nacionalidad sobre cuatro pilares: los trabajadores, los universitarios, los
campesinos y los militares”. En este sentido delineaba las directrices del
“nacionalismo popular y revolucionario” (ibíd. 77). Entonces, el gobierno de torres,
en el escenario político nacional, converge hacia el modelo político “nacional-
revolucionario” y la consolidación del proceso popular. Pero, en los hechos, ante
las graves contradicciones existentes en la formación social nacional, se dio la
crisis del nacionalismo como modelo económico, político e ideológico (ibíd. 86). A
la posición de sandoval, con relación a la crisis del nacionalismo revolucionario,
es importante subrayar la concepción de la existencia de tres clases sociales:
burguesía, media y campesina. Estas clases han sido concebidas en la dimensión
vertical para seguir manteniendo la desigualdad social, casi nunca se ha hablado
sobre un equilibrio de sectores sociales como uno de los aspectos del
nacionalismo revolucionario

Conclusiones.

 El proceso del nacionalismo boliviano tiene tres fases bien caracterizadas:


nacionalismo criollo, nacionalismo de contenido nacional (étnico) y
nacionalismo revolucionario (tendencia populista). En ese proceso, el
nacionalismo boliviano fue ideológico, étnico o cultural y político.
 La primera fase del nacionalismo boliviano no tiene ninguna influencia étnica,
su origen se debe al proceso colonial como un legado hispánico. El proceso
del criollaje, como sujeto de la nacionalidad, tiene que verse con el liberalismo
como consecuencia del proceso de la independencia hispanoamericana.
Después de la independencia y hasta principios del siglo XX, la élite criolla
boliviana bajo el influjo de la predominancia conservadora liberal, alimentada
por el positivismo y darwinismo social, no tuvo inconveniente para poner al
margen a las comunidades indígenas de la sociedad civil. Por tanto, durante
todo el siglo XIX el indígena no estuvo incorporado a la nacionalidad boliviana.
Este nacionalismo liberal se caracterizó como nacionalismo criollo.
 La segunda fase del nacionalismo boliviano, como consecuencia de los
cambios socio-culturales, ideológicos y políticos, durante los gobiernos
liberales y republicanos hasta las postrimerías de la guerra del chaco, adquirió
una conciencia nacional para incorporar a la población indígena a la
nacionalidad boliviana, aceptando formar una nación sobre las bases
culturales indígenas. En este sentido, el indigenismo fue desarrollado por el
estado (tanto en bolivia como en otros países latinoamericanos), sin duda,
como efecto de los estudios o debates realizados desde las perspectivas del
racismo, culturalismo, telurismo y marxismo (favre 1998: 36-63) y estudios
realizados a partir de 1921 por la oit acerca de las condiciones laborales de los
trabajadores de los pueblos indígenas y tribales. Más que todo, con el impulso
de las investigaciones arqueológicas y antropológicas que acentuó esta
tendencia como una acción política indigenista. Entonces, a este nacionalismo
lo podemos calificar como nacionalismo de contenido nacional. Es decir, que
tiene un contenido étnico-cultural.
 La tercera fase del nacionalismo boliviano, sin duda, se debe a los cambios
sociales y políticos, a la influencia de las corrientes marxistas o socialistas
entre los políticos nacionalistas (de derecha y de izquierda) para el proceso del
nacionalismo revolucionario que tuvo más impacto social y político en la
historia contemporánea de bolivia. En esta coyuntura, hubo la idea de construir
el nacionalismo indo-mestizo o un nacionalismo popular. Entonces, tiene una
fuerte tendencia populista. Esta situación se debe a los cambios generados
por los movimientos populares (obreros, campesino-indígenas, artesanos y
otros sectores sociales). Por otro lado, la afirmación revolucionaria de la
defensa de la soberanía nacional, frente al avance del imperialismo capitalista,
fue predominante en el discurso del nacionalismo revolucionario y en todos los
actos sociales y políticos, principalmente con la nacionalización de las
empresas privadas de naturaleza capitalista a partir de 1952. Sin embargo,
hacia la década del 70, el nacionalismo revolucionario entró en crisis, puesto
que para mayorga (1985: 122) la ideología nacionalista es “la crisis de la forma
de relación entre la sociedad civil y el estado”. De modo que, “la revolución
nacional fue un proceso de constitución de la sociedad civil a partir del estado,
a la par que un proceso de ampliación del estado por intermedio de la
agregación clientelística de los nuevos sujetos políticos, mediada por el partido
y los sindicatos oficiales”. Su debilitamiento discursivo, después de 1952, fue
notable y perceptible.

Autor roberto choque canqui Universidad mayor de san Andrés

VII. Alternativas Ocupacionales

Los trabajos en Bolivia con mayor demanda para el 2018

Con el paso del tiempo, la evolución de la tecnología y la expansión del internet,


aspectos cotidianos de la vida, han cambiado en todos los aspectos, hablamos
desde las comunicaciones interpersonales hasta la forma de hacer negocios, y
muy particularmente en el ámbito laboral la forma de conseguir trabajos en
Bolivia.

Los procesos de captación de personal han cambiado, las necesidades de las


empresas también, por lo que los profesionales de hoy en día se enfrentan a una
mayor competencia a la hora de obtener un empleo. Es de vital importancia
conocer qué perfiles laborales y profesiones tienen una mayor demanda en la
actualidad a la hora de escoger una carrera o profesión.

Cada país posee necesidades distintas que varían según sus planes de
desarrollo, su economía y proyectos educativos, esto también influye en la
demanda de trabajos que existe en cada región.

A continuación, presentaremos una proyección de los trabajos en Bolivia con


mayor demanda para el 2018:

 Los trabajos en Bolivia con mayor demanda son:


 Ingeniería electrónica y en telecomunicaciones. Estas dos profesiones van
en crecimiento con el paso del tiempo ya que la necesidad de solventar
problemas tecnológicos se vuelve una prioridad en esta era.
 Informática, computación y desarrollador web. Cada vez es mayor el
número de empresas que se ven en la necesidad de expandir su
departamento de soporte técnico y computación debido al carácter necesario
de computadores, Smartphones y Tablets para las diferentes funciones a
desarrollar.
 Administración de empresas, contabilidad y finanzas. Los últimos años
han mostrado un crecimiento drástico en el número de jóvenes que en vez de
buscar un trabajo en La Paz prefieren emprender sus propios negocios y
contratar de manera freelancer a profesionales que les ayuden al desarrollo de
su empresa. Haciendo así que estas carreras tengan una demanda cada vez
mayor de profesionales.
 Relaciones internacionales, negocios internacionales e idiomas. Gracias
a la globalización actual del mundo de los negocios las empresas que anhelan
crecer, buscan establecer contacto con proveedores, socios y asociaciones
internacionales con las que puedan realizar convenios e intercambios. En esta
necesidad radica la demanda de profesionales que puedan ayudar en el
proceso de expansión, aportando sus conocimientos.
 Marketing digital, diseño gráfico y manejo de redes sociales. La facilidad
de utilizar el internet como medio de promocionar los productos o servicios de
una empresa y la necesidad de estar a la altura de los competidores en
cualquier área económica son el motivo principal del incremento en la
demanda de estas profesiones. Toda empresa se ve en la necesidad de
desarrollar una presencia web fuerte que le de credibilidad frente a sus
usuarios a través de campañas de marketing digital que requieren del apoyo
de estos expertos.
 Recursos humanos, Coaching empresarial y reclutadores de personal.
Las leyes de defensa del trabajador le otorgan cada vez mayores beneficios,
por lo que las empresas se ven en la necesidad de plantearse estrategias de
captación y retención de empleados que sean efectivas, dependiendo así de
equipos de trabajo que promuevan la integración de los empleados, la
motivación al logro y el desarrollo de la identidad corporativa.
 Ciencias de la salud. Siendo la medicina una de las profesiones más
antiguas y respetadas, los expertos en esta área siempre cuentan con un
status de admiración y respeto. Sin embargo, con el desarrollo tecnológico y
comercial de los últimos años, a la hora de buscar empleos en La Paz,
muchos jóvenes prefieren emprender sus propias empresas. Lo que conlleva a
una mayor necesidad, y por ende demanda galenos.
 Ingenierías en hidrocarburos y energías, minería y metalurgia. Esto va de
la mano de las proyecciones del Estado para fortalecer las políticas de
exploración, industrialización y exportación de los recursos. Que además de
orientarse al crecimiento económico del país busca de igual manera generar
fuentes de trabajos en Bolivia.

VIII. La religión y su influencia social y política

La iglesia católica es la expresión institucional de la religión que profesa y con la


cual se identifica la mayor parte de la población boliviana (78%
aproximadamente). La estadística se inserta en una realidad latinoamericana que
muestra al catolicismo específicamente como una religión mucho más dominante
que otras según los datos de un último informe del latinobarómetro [1]. A este
país, constitucionalmente laico, llega francisco.

En Bolivia, la gran pregunta es si se trata solamente de una visita pastoral o si


asistiremos a una visita protocolar con trascendencia política más que espiritual.
Con argumentos a favor o en contra de la visita de francisco a nuestro país, nadie
puede desconocer la repercusión de su llegada. A continuación unos breves
aportes contextuales respecto al estado de situación de las relaciones entre el
gobierno nacional y la iglesia católica boliviana.

 La iglesia católica y Bolivia

En Bolivia, la iglesia católica está representada por la conferencia episcopal


boliviana y tiene vigente con el estado boliviano un convenio marco de
cooperación interinstitucional en el cual se expresan con claridad los
compromisos que asumen ambas partes en la búsqueda del vivir bien, en el
marco de la doctrina social de la iglesia.

En dicho convenio básicamente se expresa la independencia entre el estado y la


iglesia católica, pero reconociendo la labor social que realiza esta última en las
áreas de educación, salud y servicio social. A partir de esto se intenta impulsar
una cooperación y complementariedad en beneficio de los más excluidos.

Por su parte, el proceso constituyente boliviano del que derivó nuestro texto
constitucional aprobado en referéndum nacional y con una legitimidad irrefutable,
el marco general de la refundación estatal, desde donde emergen los nuevos
principios del estado plurinacional incidiendo de manera decisiva en la relación
estado e iglesia. Puesto que a diferencia de la constitución anterior, en la actual,
la religión católica pierde su carácter de oficial.
Evidentemente esta normativa ahora consolidada tuvo –en todo su proceso de
emisión de propuestas, debates y negociaciones– expectante a la iglesia católica
en Bolivia, que en el marco interno de nuestra sociedad fue generando rupturas
con el gobierno nacional en base al debate de ciertos temas sensibles que
dividieron las opiniones y sirvieron a ciertos grupos o sectores de ambos actores
para exacerbar ánimos y polarizar. Los púlpitos de cada domingo, los programas
de televisión y las calles fueron los escenarios elegidos para “políticamente” fijar
posturas, para encender debates más que para propiciarlos de cara a un
entendimiento.

Los temas que ocasionaron el quiebre interno en la relación estado/gobierno –


iglesia fueron: la enseñanza de la materia de religión, el debate en torno a la
legalización del aborto, las uniones libres, el régimen autonómico, la gestión del
conflicto en el territorio indígena y parque nacional isiboro sécure (tipnis) y el
complejo tema que enfrenta el gobierno boliviano referido a la lucha contra el
narcotráfico al respecto, la iglesia recurrentemente ha manifestado su
preocupación en lo que considera que esta actividad ilícita crece fuertemente en
bolivia. De manera oficial sostiene que los hechos de violencia que se registran en
ciertas regiones del país son un indicio de la presencia de carteles de la droga.
Esta crítica al gobierno le ha valido a la iglesia católica recibir de los aludidos la
denominación de partido político opositor.

En esencia, se ha instaurado una controversia en torno al rol político que


desempeña la iglesia, un debate que viene desde las posturas del cardenal julio
terrazas en el marco de la campaña por el régimen de autonomía departamental,
pasando por la gestión del conflicto del tipnis, donde se advierte un debate poco
productivo para la sociedad y para la feligresía en general.

Esta realidad representa una aproximación del estado a otras religiones,


confesiones y a las espiritualidades y cosmovisiones de los pueblos indígenas
intentando desmontar una suerte de monopolio establecido por la iglesia católica
a lo largo del tiempo que el gobierno pretende eliminar a través del pluralismo
religioso.

 Política exterior boliviana en su relación con la iglesia

La política exterior boliviana, desde que asumió el gobierno el presidente evo


morales, ha sufrido modificaciones de fondo muy significativas. En la actualidad,
el relacionamiento de bolivia con el mundo está determinado por los intereses de
su pueblo y por lograr la plena armonía entre el ser humano y la naturaleza.

En el ámbito de la religión, el vivir bien entiende que existe un continuo entre la


biósfera y las sociedades basadas en la complementariedad de opuestos.
Además contradice al concepto del futuro lineal sin énfasis en el pasado, por el
contrario afirma la integración del pasado y futuro en el presente, en el que los
individuos aprenden de la práctica a través de la experiencia, la observación de la
naturaleza y la oralidad [2].

En el marco de las relaciones bilaterales del estado plurinacional y la santa sede,


el presidente morales fue recibido por el papa benedicto xvi en mayo de 2010,
una vez superado el periodo de tensiones con sectores de la iglesia boliviana
vividos durante la realización de la asamblea constituyente. En el encuentro
ambos líderes conversaron sobre la necesidad de impregnar de una mayor
sensibilidad social el trabajo a favor de la defensa del medio ambiente. Asimismo,
evo morales entregó una carta en la cual le manifestó a la curia romana que es
imprescindible democratizar y humanizar la estructura clerical y pidió que las
mujeres puedan ejercer el sacerdocio en igualdad de condiciones que los
varones.

 ¿una nueva era en las relaciones?

En marzo de 2013 el arzobispo de buenos aires, jorge mario bergoglio, se


convirtió en el primer papa latinoamericano y en el primer jesuita en subir al
“trono” de pedro. Bergoglio decidió la denominación de francisco en referencia al
santo de los pobres, a san francisco de asís, y más allá de ese primer hecho
simbólico viene demostrando al paso del tiempo y en muchas de sus
declaraciones y acciones carisma, claridad en sus menajes y sencillez.

a más de dos años de su pontificado, la popularidad de francisco parece haber


renovado parcialmente a una desacreditada curia romana, que es quien
administra la santa sede, y que ha estado marcada por denuncias de corrupción
en las finanzas del vaticano, sobre todo del instituto para las obras de religión
(ior), la pederastia, la difusión de secretos del vaticano por parte de un
mayordomo conocido como el escándalo de las escuchas o “vatileaks”, así como
también batallas en los frentes teológicos dogmáticos donde la comunidad de files
y seguidores del catolicismo esperan con expectativa cambios en la
conservadora, y a veces para muchos retrógrada, postura de la iglesia en temas
como el matrimonio homosexual; los métodos anticonceptivos como herramienta
de combatir los embarazos no deseados y la mortalidad materna; la ordenación
de las mujeres dentro de la iglesia; la situación del divorcio y la eutanasia, entre
los más importantes.

El nuevo mensaje de paz, hermandad y solidaridad con justicia social del papa
francisco ha encontrado confluencia con el discurso social de bolivia y su
gobierno. Incluso comparten la dura crítica hecha al sistema capitalista y a la
sociedad de consumo imperante en nuestra época.

la justicia social, la adopción de normas a favor de los más desfavorecidos, el


respeto a la diversidad cultural –que son ejes en la política interna y luego exterior
de bolivia–, se traducen en el discurso de francisco en la exigencia de éste a sus
sacerdotes y obispos a tener “olor a ovejas”, es decir a trabajar y a ponerse en el
mismo plano de los feligreses. Ha llamado a cambiar el trato y a no juzgar a
homosexuales, divorciados y a mujeres que se realizaron abortos y también ha
llamado a los jóvenes a tener un rol más protagónico en la iglesia. Parece ser que
a evo morales le gusta el modo de ser del papa francisco.

como muestra de esta sintonía, en septiembre de 2013 el presidente evo visitó el


vaticano y en audiencia con el papa conversaron sobre la situación
socioeconómica y religiosa de bolivia, de luchar contra la pobreza y la
desigualdad social. Acordaron la necesidad de tener buenas relaciones entre la
comunidad eclesial y el estado respecto a temas de interés común y de servicio a
la nación, se reconoció la contribución de la iglesia en los ámbitos de educación,
sanidad, apoyo a familias y asistencia de niños y ancianos.

Tras el encuentro algo quedó claro, la reunión entre el presidente morales y el


sumo pontífice abre una posibilidad de que el acercamiento pueda extenderse a la
relación entre el gobierno y la jerarquía eclesiástica criolla. Pero sin dudas lo
complicado es que la iglesia retome los espacios de poder que perdió con la
declaratoria de estado laico en la constitución. Espacios que en el pasado
reciente le permitieron constituirse en actor político de primer orden, generando
diálogos, conciliación y hasta corriente de opinión respecto a temas de agenda
nacional e internacional.

Existen coincidencias temáticas de agenda entre el gobierno y la iglesia católica.


A nivel internacional muchos de los objetivos de desarrollo del milenio son
prioridades no solamente para los estados miembros de naciones unidas sino
también para el vaticano que ve con preocupación la pobreza extrema y el
hambre, la situación de niños y madres que mueren por falta de atención y
cuidados médicos oportunos, la lucha contra la contaminación del medio
ambiente, el cambio climático y el calentamiento global.

 A modo de conclusión

 Existe un distanciamiento evidente entre la conferencia episcopal boliviana


y el gobierno. Estas rupturas que generan el distanciamiento son de índole
programática para el gobierno y dogmáticas para la iglesia, por lo que no
se avizora un acercamiento real en el corto plazo. Por un lado el gobierno e
encuentra intentando simbólica y operativamente desmontar estructuras y
patrones históricos de poder, de dominación y explotación, donde
considera que la iglesia católica representa en algo esa herencia colonial y
de colonialidad.
 por su parte, la iglesia en bolivia, en franca concordancia con su
dogmatismo y doctrina pese a la llegada de francisco, sigue sosteniendo un
discurso conservador y hasta a veces retrógrado sobre ciertos temas. En
sus máximos representantes locales no ha calado el discurso reformista del
pontífice, por el contrario, se advierten alegatos polarizadores y de no
reconocimiento a una inminente crisis de la institución.
 En esencia, el mayor desafío teológico que lanza el estado boliviano a la
iglesia es el posicionamiento de la noción de madre tierra que cuestiona y
relativiza el modelo patriarcal y androcrático del cristianismo.
 se debe incorporar la lógica de lo contradictorio (jesús es dios y hombre al
mismo tiempo) y dejar la lógica aristotélica de no contradicción para la vida
de la iglesia. En este punto se puede ahora desarrollar una teología
científica, pues la nueva ciencia basada en la física cuántica, se basa en la
lógica de lo contradictorio. Además se debe diseñar una teología
intercultural, donde lo patriarcal y lo matriarcal encuentren una
complementariedad y reconocer la simbiosis que los pueblos indígenas han
realizado con el pensamiento monoteísta, trabajo que la iglesia debería
reconocer.
 Finalmente, se puede apreciar que el buen relacionamiento del presidente
evo morales y del papa francisco, en dos encuentros previos, abrió la
posibilidad de consolidar su llegada a nuestro país. La visita de francisco a
tres ciudades bolivianas entre el 8 y 10 de julio ha viabilizado la
coordinación logística entre el gobierno y la iglesia, ha impregnado de fe a
los católicos y, pese a voces críticas contra el gobierno por esta visita, se
debe comprender que el sumo pontífice es un actor internacional de
relevancia.
 Por lo pronto, gobierno e iglesia deben trabajar de manera esforzada con el
propósito de generar sinergias que posibiliten desarrollar estrategias
concertadas y complementarias en materia de educación, salud y servicio
social en el marco de la misión de la iglesia católica en bolivia y del estado
plurinacional, para así eliminar las deudas sociales y exclusión y favorecer
el desarrollo integral del ser humano, del pueblo boliviano y de cada
persona en particular .

Por: miguel f. Jiménez canido 2015-07-08

IX. Caudillismo y liderazgo en Bolivia

La etapa de los caudillos militares se inicia justo después de finalizado el proceso


de independencia de nuestro país y finaliza con la Guerra del Pacifico. Durante
este primer periodo histórico de nuestro país, se pueden distinguir dos etapas
dentro del desarrollo histórico de la nación:

 Primera etapa.- Conocido como la de los Caudillos Militares Letrados,


abarca desde la firma de independencia de la República (1825) hasta el fin
del cuarto y último gobierno de José Miguel de Velasco (1848).
 Segunda etapa.-Identificado como el periodo de los Caudillos Militares
Barbaros, abarca desde el inicio del gobierno de Manuel Isidoro
Belzu(1848) hasta el inicio de la Guerra del Pacífico (1879).
 Caudillos Militares letrados (1825-1848)

En esta primera etapa histórica, el Estado boliviano ingresa en un proceso de


formación y consolidación de sus primeras estructuras políticas, sociales y
jurídicas, recuperándose de los destrozos producidos en las ciudades y el campo
como consecuencia de la Guerra de Independencia. Para una mejor comprensión
de las características de le época las hemos de analizar de acuerdo al siguiente
esquema:

 Estructura Política.

Bolivia nace como una nación profundamente debilitada, tras una larga lucha por
conseguir su independencia, tendrá como gobernantes a militares que
participaron en esta lucha y que van a ejercer la presidencia de manera absoluta,
manejando a su manera y criterio los destinos del país, algunos con grandes
logros (Santa Cruz es un claro ejemplo) y otros, en cambio, con muchos
desaciertos (Velasco por mencionar sólo uno), tal vez inducidos por su ambición
personal.

 Estructura Económica.

La economía nacional gira en torno a dos productos que se exportan de Bolivia:


La plata (como un resabio de la economía colonial que se explota en Potosi) y la
quina o cascarilla, que se muestra como una excelente alternativa de ingreso para
las arcas estatales, pero que fue truncada por la falta de visión a futuro de
nuestros gobernantes.

 Estructura Social

La sociedad boliviana es aún muy verticalista, tiene todavía muy presente todas
las características de la Colonia. Con una élite gobernante, acreedora de muchos
privilegios y una mayoría indígena y mestiza que vive generalmente en el área
rural dedicada a la agricultura y que cumple únicamente una función económica.

 Estructura Jurídica

Bolivia llega a poseer un completo cuerpo de leyes (obra fundamentalmente de


Andrés de Santa Cruz y Antonio José de Sucre). Es el primer país sudamericano
que logra tal propósito, lo que coloca a Bolivia en una posición hasta entonces
ventajosa con respecto a los demás países. Pero esta estabilidad no se
sobrepuso a la caída de sus promotores.

 Presidencias

Fueron presidentes dentro de esta etapa, en orden cronológico, los siguientes


personajes: Bolívar, Sucre, Pérez de Urdininea, Velasco, Blanco, Santa Cruz,
Agreda, Calvo, José Ballivián y Guilarte.

jose ballivian SimonBolivar


 Caudillos militares bárbaros (1848-1879)

Después de finalizar la etapa de los caudillos letrados (con el último gobierno de


Velasco), Bolivia ingresa dentro de lo que se denominaron los Caudillos militares
Bárbaros entre 1848-1879 (inicio del gobierno de Belzu hasta la guerra de
Pacífico).
 Estructura Política

Bolivia aún continúa en manos de caudillos de poder total, con permanentes


golpes y alzamientos militares, con una inestabilidad política que repercute en la
economía y la sociedad. Los gobiernos son despóticos (Achá), con excesivas
ambiciones personales (Morales), con grave perjuicio al Estado Boliviano
(Melgarejo); en suma una etapa caótica. Un hecho, sin embargo, resalta con
nitidez la elección del primer presidente través del voto popular (Córdova).

Jose Maria de Acha Mariano Melgarejo

 Estructura Económica

Nuevos productos juegan un papel importante ya en nuestra economía: el guano


(empleado en agricultura) y el salitre (para la fabricación de explosivos) y una
gran recuperación de la minería argentífera, gracias a la labor de Arce, Aramayo y
Pacheco que reiniciaron el auge de la plata gracias a inversiones y mejoras
tecnológicas.

 Estructura Social

Bolivia sigue teniendo una sociedad rural, se va formando una nueva élite (La
oligarquía Minera) que va a desplazar del poder gradualmente a los
terratenientes, que hasta entonces habían detentado los cargos públicos más
importantes.

 Estructura Jurídica

La inestabilidad política produce también la proliferación de leyes y normas que


nacen, en su mayoría, de los intereses de los gobernantes de turno, para ser
cambiados posteriormente por sus sucesores.

 Presidencias

Son presidentes en esta época: Belzu, Córdoba, Linares, Achá, Melgarejo,


Morales, Adolfo Ballivián, Frías y Daza.

Publicado por Wilson Américo Mercado Flores

X. Las fuerzas armadas en desarrollo nacional

 Fuerzas armadas en la constitución


 Las fuerzas armadas del estado están orgánicamente constituidas por el
comando en jefe, el ejército, la fuerza aérea y la armada boliviana, cuyos
efectivos serán fijados por la asamblea legislativa plurinacional a propuesta
del órgano ejecutivo.
 Las fuerzas armadas tienen por misión fundamental defender y conservar
la independencia, seguridad y estabilidad del estado, su honor y la
soberanía del país; asegurar el imperio de la constitución, garantizar la
estabilidad del gobierno legalmente constituido y participar en el desarrollo
bregarla del país.
 La organización de las fuerzas armadas descansa en su jerarquía y
disciplina. Es esencialmente obediente no delibera y está sujeta a las leyes
y los reglamentos militares. Como organismo institucional no realiza acción
política, esencialmente sus miembros gozan y ejercen sus los derechos de
ciudadanía en las condiciones establecidas por la ley.

XI. Geopolítica boliviana

En este contexto, ¿cómo se desarrolla Bolivia, cómo se le condiciona


internacionalmente? Para analizar el caso, a nivel interno, vamos a ver en seguida
qué tipos de lucha y pugna se han producido a lo largo de la historia. A nivel
externo veremos tambien como se manifiestan los intereses en juego. Vamos a
comenzar por lo segundo, tenemos los mapas de Bolivia en distintos momentos
históricos y observamos cómo se refleja en sus frontera esta lucha Geopolítica
Internacional, donde actúan los países vecinos en relación a Bolivia. Se trata de
una lucha por controlar espacios territoriales estratégicos, recursos naturales y
poblaciones, y nuestro país ha sido víctima de agresiones, invasiones y pérdidas
territoriales a lo largo de toda su historia. En el periodo colonial, marcado por la
conquista española y portuguesa en esta región, la presencia militar y religiosa es
determinante para marcar las características de la dominación y control de los
pueblos indoamericanos, los cuales son utilizados como fuerza de trabajo esclava
o servil para explotar recursos naturales y, al mismo tiempo, son controlados
ideológicamente por la evangelización. A diferencia de esto, la colonización en la
región de Norte América –donde la intervención estaba a cargo de ingleses y
franceses– va a ser una colonización en la que los ingleses que llegan a los
territorios del norte irán eliminando paulatinamente a la población originaria de
Norteamérica y trasplantando familias y poblaciones íntegras de Inglaterra y de
Europa (Ramos, 2011). A partir de esto, se irá expulsando paulatinamente a los
indios norteamericanos hacia territorios inhóspitos y ocupando las regiones más
ricas y con mejores condiciones para su desarrollo. Organizando su propia
administración política hasta alcanzar la independencia en 1776 con la Revolución
Norteamericana, rompiendo con el poder del Reino Unido de Inglaterra e
impulsando la formación de un Estado fuerte, aplicando además fuertes medidas
proteccionistas como lo hicieron antes Inglaterra, Francia y Holanda.

En cambio, en lo que es Centro y Sudamérica, la conquista y la colonización van


a tener las características de una explotación y un dominio administrativo desde
España y desde Portugal, con una particularidad: no se va a producir la
eliminación o expulsión física de la población indígena, como había ocurrido en
norte América, sino que se va a producir una especia de convivencia con fines
económicos y sociales. Los colonizadores necesitaban de esas fuerzas humanas,
de la mano de obra de los indios, de los originarios, para explotar los recursos,
sobre todo los minerales: el oro, la plata, así como la explotación de grandes
plantaciones que se van a desarrollar en toda esta región. Tenemos por tanto una
característica muy especial de mestizaje, de combinación de diversidades, de
complementación y lucha en lo que se va llamar Latinoamérica y el Caribe.

En ese contexto, la colonización española y portuguesa va a controlar todo el


territorio del sur y centro para mantener un dominio secular. El dominio portugués
en lo que ahora es Brasil, creando una línea imaginaria en semicírculo que venía
desde el noreste de Sudamérica, siguiendo hacia el corazón amazónico de la
región y luego bajando hasta el sudeste, con un fuerte control sobre el océano
Atlántico. El dominio español, por su parte, va desde el Norte de Mexico hasta
tierra de fuego, controlando el pacifico y el mar Caribe. En este dominio español
se van a formar los Virreinatos: en las regiones de México, Centroamérica, Norte
de Sudamérica y Sur de Sudamérica. Esta es parte de una primera distribución
política en el contexto de la colonización Española. Con la Guerra de la
Independencia, en las primeras décadas del siglo XIX, se presenta la pugna entre
la posibilidad de constituir, sobre la base de la unidad política-administrativa
colonial, una gran nación, una Patria Grande común, independiente y soberana;
frente a la otra tendencia de crear una diversidad de países, cada uno con su
propia Constitución Política. De las dos tendencias, la que prevalezca será la de
la creación de varios países, más de cuarenta hasta el presente. Estados que van
a ser gobernados por las oligarquías locales y que conforman lo que es América
Latina y el Caribe, incluido Brasil, por supuesto. Estos efectos son también
resultado de la acción, presión y protagonismo del imperialismo inglés y
norteamericano, que movilizaron sus mecanismos diplomáticos, militares, políticos
y económicos para fraguar la fragmentación de territorios que antes tenían tanto
continuidad como cohesión administrativa y política.

En el caso de Bolivia, las fronteras del país ha sido siempre flanco débiles,
precisamente por la inexistencia de una potencia política y económica interna. Se
pueden identificar las fronteras de Bolivia en el sentido general de delimitación
territorial, que lleva a advertir el abandono en más del noventa por ciento del
perímetro nacional en casi dos siglos de existencia, tanto por las características
geograficas como por la ausencia del estado, en el sentido más especifico,
relacionado a los lugares de fronteras que han sido antes y ahora los puntos de
confluencia comercial, cultural, social, militar y de encuentro con los países
vecinos, aunque también y confrontación marcados por intereses, visiones o
acciones diferentes. Bolivia, en casi 200 años de existencia, ha sufrido un
permanente asedio exterior, un asedio que, como se puede analizar en los mapas
de distintos momentos históricos, se manifiesta en que hoy su territorio es la mitad
de lo que originalmente era el espacio nacional. Esto es razón de guerras,
intervenciones y cesiones de espacios geográficos en fravor de los países
vecinos. Una gran parte de ese territorio y la costa marítima fue asaltada por la
oligarquía chilena, aliada a los capitales ingleses; la otra parte, al norte y este, por
el dominio brasilero; por el sur, en cambio, avanzaron Argentina y Paraguay.
Entonces, las guerras internacionales de conquista son una señal de esa lucha
exterior por dominar espacios de riqueza, espacios territoriales y tener un control
y dominio sobre la población, influyendo desde el exterior sobre los gobiernos
locales. Las guerras del Pacifico, del Acre y del Chaco se convirtieron en
momentos desgarradores, no sólo de la integridad territorial sino también de la
débil consistencia estatal, debido a la ausencia de cohesión nacional y la
exclusión de la mayoría indígena-campesina de la vida pública y de la toma de
decisiones.

Entonces, se advierte una ausencia o precaria existencia de conciencia e


identificación sobre territorio, población y fronteras (Zavaleta, 1986). Estas
condiciones están marcando una tendencia de debilitamiento sostenido de Bolivia
–territorial y político–, y se convierte en una característica que se arrastra a lo
largo de estos dos siglos. Una de las explicaciones al respecto es que, a
diferencia de los otros países, Bolivia no ha podido afirmar una conformación
nacional plenamente establecida, porque los sectores dominantes- la oligarquía
en Bolivia- mantuvieron excluida a la gran mayoría de la población de la vida
pública, y establecieron en el gobierno solo a pequeñas elites con dominio
económico y político estas elites estaban generalmente formadas por
terratenientes y grandes propietarios de minas que tenían el control del poder y
eso hacia débil a Bolivia.

Desarrollo de las fronteras

• La integridad territorial, la preservación y el desarrollo de zonas


fronterizas constituyen un deber del estado.

• Constituye zona de seguridad los cincuenta kilómetros a partir de la


línea de frontera. Ninguna persona extranjera, individualmente o en sociedad,
podrá adquirir propiedad en ese espacio, directa o indirectamente, ni poseer
aguas, suelos ni subsuelos, excepto en el caso de necesidad estatal, declarada
por ley expresa aprobada por dos tercios de la asamblea legislativa plurinacional.

 La propiedad o la posesión afectadas en caso de incumplimiento de esta


prohibición pasarán a beneficio del estado, sin ninguna indemnización.
 La zona de seguridad fronteriza estará sujeta a un régimen jurídico,
económico, administrativo y de seguridad especial, orientada a promover y
priorizar su desarrollo y a garantizar la seguridad del estado.
 BIBLIOGRAFIA
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 http://www.tumomopegas.com/blog/2018/01/03/trabajos-en-bolivia-con-mayor-
demanda/
 https://chema706.wordpress.com/2016/03/09/la-nueva-estructura-de-las-
clases-sociales-en-bolivia/
La expresión psicosocial( entorno social)
GRUPO #6
INTEGRANTES: Camila Herrera
Lizeth Conema Vallejos

Nickole Rodriguez Arias

Alejandra Correa

DOCENTE: Erlan Chavez Justiniano

CARRERA: RELACIONES INTERNACIONALES

Santa cruz-Bolivia

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