CARRERA DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGIA CLINICA I
PERSPECTIVAS SOCIOCULTURALES
POR:
DIEGO ARENAS
VALERIA CALDERON
MIRELLA CHIPANA
PAULO ESPINOZA
TACNA-PERÚ
2017
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 2
Contenido
Introducción……………………………………………………………………………………..4
12 Conclusiones ....................................................................................................................... 45
13 Referencias .......................................................................................................................... 47
14 Anexos................................................................................................................................. 48
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 4
Introducción
El presente trabajo representa una breve descripción de los aspectos más resaltantes de la
teoría sociocultural de Vygotsky, se incluye el método genético; a través del cual enfatiza en el
estudio del origen de los procesos psicológicos del individuo, la relación entre pensamiento y
lenguaje, el uso de los instrumentos y signos como mediadores para la comprensión de los
procesos sociales, la existencia del nivel de desarrollo real y el nivel potencial de las funciones
mentales como indicadores para definir la zona de desarrollo próximo y por último, se señalan
las implicaciones educativas de la teoría junto con algunas aplicaciones en la práctica educativa.
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 5
El Microsistema: El estrato más cercano a la persona, comprende los ambientes más próximos
al niño (su familia, la escuela, etc.), tanto en su dimensión puramente física (tamaño de la casa,
libros de los que se dispone, juguetes con los que se juega, etc.) como los patrones de actividad
e interacción con otras personas que se establecen en estos ambientes: con los padres, con los
maestros, con otros adultos, con los compañeros, etc. (Torrico Linares, Santín Vilariño, Andrés
Villas, Menéndez Álvarez, & López López, 2002)
El mesosistema: Es una estructura más amplia que se refiere a las relaciones que se establecen
entre los diferentes microsistemas en los que tiene lugar el desarrollo del niño. Un ejemplo de
estas relaciones podría ser los vínculos que los padres establecen con el colegio al que acude su
hijo y con sus maestros. La existencia o no de estos vínculos y el grado de compromiso de los
padres con la escuela pueden influir en el desarrollo del niño. (Torrico Linares, Santín Vilariño,
Andrés Villas, Menéndez Álvarez, & López López, 2002)
a) Flujo de información
b) Potenciación de conductas
El mesosistema presenta uno de los elementos que posee una mayor capacidad para
influir en el desarrollo personal de los individuos. Este elemento trata de la
potenciación de conductas. Es decir, de aspectos aprendidos y reforzados en dos
microsistemas diferentes. Por ejemplo, si a un niño se le enseña a comer con la boca
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 7
El exosistema: son los ambientes en los que no están implicados directamente los niños, pero
que indirectamente les afectan a partir de su influencia en actividades y personas que sí forman
parte de sus microsistemas. Por ejemplo, formarían parte del exosistema de un niño el entorno
laboral de sus padres (que influye decisivamente la cantidad de tiempo que los padres pasan con
sus hijos, en los días de vacaciones de los que se va a disfrutar, en la cantidad de recursos
económicos o de otro tipo que el padre o madre va a aportar a la familia, etc.) o el gobierno de
la ciudad o pueblo donde vive (gobierno que puede seguir ciertas políticas que, a la larga,
influyen en los microsistemas: la cantidad y calidad de los servicios sociales o sanitarios que se
ponen a disposición de los ciudadanos, la cantidad de impuestos que se recaudan, el número de
zonas verdes o de plazas de guardería que se ofrecen en cada lugar, etc.) (Torrico Linares, Santín
Vilariño, Andrés Villas, Menéndez Álvarez, & López López, 2002)
a) Opinión de terceros
Las relaciones establecidas en el exosistema no atañen directa pero sí
indirectamente a la persona. En este sentido, las opiniones de los demás acerca de uno
mismo pueden modificar el desarrollo del individuo. Por ejemplo, la opinión de los
profesores del hijo de una persona, los comentarios de los amigos de la pareja acerca
de uno mismo, la imagen que se ofrece a conocidos o personas del vecindario, etc.
(Álvarez Carneros, s.f.)
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 8
b) Historia previa
Estos elementos hacen referencia a conocidos o familiares del pasado que la
persona no ha llegado a conocer. La historia familiar y social (tanto de uno mismo
como de sus allegados) puede contextualizar el desarrollo de uno mismo y establecer
algunas premisas de funcionamiento. (Álvarez Carneros, s.f.)
c) Satisfacción con las relaciones de los allegados
Finalmente, la calidad relacional de los individuos más próximos a una persona
determina el estado de satisfacción de estos. Así mismo, la satisfacción personal de
los sujetos con los que se comparte el día a día modula, en parte, el tipo de relación
establecida. Por este motivo, la relación entre terceros afecta de forma indirecta al
desarrollo del individuo. (Álvarez Carneros, s.f.)
El macrosistema: la estructura más amplia (y por ello más lejana al niño, pero que influye en
todas las demás) el macrosistema es la cultura o subcultura en la que el niño está inmerso, cultura
que incluye una serie de valores, creencias o actitudes característicos hacia diferentes facetas de
la vida, que potencia determinados patrones de actividad y no otros. El macrosistema, por ello,
influye en cómo se configuran de manera concreta el resto de estratos. (Torrico Linares, Santín
Vilariño, Andrés Villas, Menéndez Álvarez, & López López, 2002)
Los aspectos principales que definen este último sistema del modelo ecológico son:
a) Políticas gubernamentales
Cada región posee una serie de leyes y políticas que dictaminan qué
comportamientos de los individuos se permiten y cuales se penalizan. De este modo,
una gran parte del desarrollo personal queda limitado por las normas y leyes impuestas
desde los estamentos gubernamentales de la región en la que se desenvuelve el
individuo. (Álvarez Carneros, s.f.)
b) Normas socio-culturales
En cada contexto, el funcionamiento de las personas está implícitamente
determinado por una serie de normas socio-culturales. Estas normas permiten la
sociabilización entre individuos y la convivencia entre ellos. Así mismo, tienen como
objetivo marcar unos estándares de funcionamiento que permitan el entendimiento
mutuo. Las normas socio-culturales varían en cada región geográfica y especialmente
en cada región cultural. Cuantas mayores son las diferencias culturales entre regiones,
mayores diferencias se pueden observar en el desarrollo individual de sus integrantes.
(Álvarez Carneros, s.f.)
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 9
c) Valoraciones sociales
Más allá de las normas, existe una gran variedad de reglas de funcionamiento que
está dictaminado por la valoración social de los integrantes del entorno. Por ejemplo,
sentarse en el suelo de la calle no es una conducta prohibida. Sin embargo, sí que es
un elemento socialmente extravagante en según qué contextos. Esta infinidad de reglas
sociales dictaminan gran parte del comportamiento de las personas y dictaminan
notablemente su desarrollo. (Álvarez Carneros, s.f.)
Según Villar (2003): “La inclusión de esta nueva dimensión en el estudio del entorno infantil
añade, como vemos, un grado más de complejidad y riqueza a su análisis evolutivo”.
Aunque Vygotsky accede a la universidad para estudiar medicina, compagina estos estudios
con los de derecho y con cursos de arte y literatura con los que sacia sus intereses por las
humanidades. Coincidiendo con la revolución rusa, en la que se implica activamente, se
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 10
convierte también en un gran conocedor de la filosofía dialéctica y del marxismo. Este amplio
rango de intereses, que continuará a lo largo de su vida y se manifestará en obras en campos
diversos de la psicología, contribuyó quizá a la gran novedad y originalidad de los
planteamientos de Vygotsky (Villar, 2003)
Sus primeras obras se interesan por la pedagogía, en un intento de explicar desde un punto de
vista psicológico los procesos de aprendizaje, y por el arte. Precisamente este interés por el arte
le lleva a interesarse por la génesis y naturaleza de los procesos simbólicos del pensamiento,
procesos que son los dan lugar a la creación de una obra artística. El estudio de estos procesos
simbólicos será, como veremos, un interés que ya no va a abandonar a lo largo de vida.
A partir del traslado a Moscú, donde conoce y comienza a colaborar con psicólogos como
Luria o Leontiev, se inicia una década de intenso trabajo sólo truncada por una muerte temprana.
A lo largo de esta década desarrolla las que serán sus líneas principales de investigación y
práctica. Entre ellas destacan:
Vygotsky muere en 1934, a los 38 años de edad y víctima de una tuberculosis que arrastraba
desde hacía más de una década. A su muerte su obra, en gran parte inacabada, sufrirá los rigores
de la censura estalinista, que la prohíbe acusándola de no seguir suficientemente la ortodoxia
marxista. Hasta después de la muerte de Stalin, ya en la década de los 50, los escritos de
Vygotsky no se reeditarán en su país. Sin duda este es un factor que explica en parte su
desconocimiento también entre los psicólogos occidentales.
De acuerdo con Wertsch, uno de los mayores especialistas en la obra de Vygotsky, tres son
los temas que articulan su pensamiento: la confianza en el análisis genético, el origen social de
las funciones psicológicas superiores y la importancia de la mediación en este funcionamiento
psicológico.
Así pues, Vygotsky emprende una aproximación a la histórica y evolutiva de las funciones
mentales para comprender su naturaleza. Sin embargo, y a diferencia de Piaget, esta
aproximación le llevará a ir más allá de la propia ontogénesis para diferenciar cuatro niveles de
análisis genético diferenciado, cuatro niveles de desarrollo que se entrelazan y que son relevantes
para comprender la génesis y naturaleza del funcionamiento mental. Cada dominio tendrá, como
vemos, su propio conjunto de principios y fuerzas evolutivas influyentes:
este sentido, Vygotsky establece una diferencia entre las funciones mentales
elementales, aquellas que surgen de manera natural, y las funciones mentales
superiores, que se caracterizan por el uso de instrumentos de mediación. El uso de
herramientas es, pues, el punto culminante en la evolución orgánica y donde
podemos decir que comienza la historia sociocultural.
El desarrollo sociocultural es el cambio en las formas culturales gracias a la
generación de nuevas tecnologías e instrumentos de mediación y su traspaso a las
generaciones siguientes. En este caso, la transición fundamental es el paso de unas
funciones mentales superiores de carácter rudimentario a otras de carácter
avanzado. Ambas están medidas por instrumentos, pero el grado de abstracción y
de descontextualización de los instrumentos semióticos mediadores en el caso de
las avanzadas es mucho mayor. Así, el uso de signos psicológicos
descontextualizados es el punto crítico en este desarrollo.
El desarrollo ontogenético se refiere a los cambios que se dan en el niño desde el
nacimiento hasta su integración dentro de la cultura. Este desarrollo es el producto
de múltiples fuerzas, y Vygotsky diferencia entre dos líneas de desarrollo que se
solapan: una línea de desarrollo natural, configurada por los cambios biológicos y
orgánicos que sufre el niño, y una línea de desarrollo cultural, superpuesta a la
anterior, que se refiere a las influencias sociales y culturales en el desarrollo. Desde
el punto de vista de Vygotsky, mientras el desarrollo natural está impulsado
principalmente por el desarrollo biológico y por las reacciones inmediatas ante los
estímulos ambientales, el desarrollo cultural se origina gracias al dominio cada vez
mayor de estímulos artificiales de carácter simbólicos. Así, esta línea de desarrollo
cultural se bifurca e independiza de la natural desde el momento en el que el niño
comienza a dominar los instrumentos mediadores proporcionados por la cultura en
la que vive. Estos instrumentos mediadores por una parte hacen que los factores
puramente biológicos dejen de explicar el desarrollo, que este se abra a nuevas
formas de influencia social y cultural, por otra reorganizan las funciones
psicológicas y las elevan a un nivel cualitativamente superior de funcionamiento.
A partir de la inmersión del niño en una cultura, será capaz de adquirir (de
internalizar, como veremos) instrumentos que modificarán las funciones
‘naturales’ de las que disponía con anterioridad. Entre estos sistemas mediadores
Vygotsky menciona no solamente el lenguaje (es el caso paradigmático), sino otros
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 13
2.3 La mediación
Los instrumentos de mediación, que como veremos son creaciones culturales, es aquello que
separa al ser humano del resto de animales, un punto de ruptura en el la evolución filogenética.
A través de estos instrumentos, el ser humano será capaz de controlar, de guiar y dominar su
ambiente y su propio comportamiento.
En este punto Vygotsky diferencia, entre los instrumentos de mediación, las herramientas de
los signos. Ambas se diferencian tanto en el tipo de acción del que son mediadores como en el
objeto destinatario de esta acción mediada.
En el caso de las herramientas materiales, son instrumentos que median una acción
instrumental abierta y tienen como destino de esa mediación la modificación de un
objeto externo. Así, el uso de un martillo permite mediar (y cambiar
cualitativamente de esta manera) nuestras acciones con respecto a una gran
variedad de objetos externos. El uso de estas herramientas permite expandir el
ámbito de nuestra acción sobre los objetos del mundo y, en este sentido, dominarlo.
En contraste, los signos median una acción simbólica generalmente encubierta y el
destinatario de la acción mediada es la propia persona que ha iniciado la acción. En
este caso, el uso de signos mediadores permitirá controlar y dirigir nuestras propias
metas y comportamiento. Al internalizar estas formas de mediación semiótica (en
forma de signos), seremos capaces de dominar nuestro propio comportamiento:
utilizando un sistema de signos como el lenguaje privado en, por ejemplo, una tarea
de resolución de problemas, podremos autorregularnos, planificar y supervisar
nuestro comportamiento cognitivo. El uso de mediadores semióticos transforma
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 14
unas funciones psicológicas que hasta ese momento se ejecutan de forma elemental
en funciones psicológicas superiores. (Villar, 2003)
Para Vygotsky, el habla nace en el seno de la interacción del niño con los adultos que le
rodean, con una función comunicativa desde el primer momento, y la supuesta ‘habla
egocéntrica’ es también un habla social, pero un habla dirigida a comunicarse con uno mismo,
una forma rudimentaria de habla privada que todavía no ha sido interiorizada plenamente.
Con el tiempo, el niño será capaz de autorregularse a través del lenguaje (siendo este, por lo
tanto, un instrumento de mediación) sin manifestación externa alguna. El uso de este instrumento
semiótico permite transformar funciones cognitivas que antes se ejecutaban de manera
rudimentaria y que, a partir de su uso, pueden ejecutarse en niveles cualitativamente más
sofisticados. Esta internalización del lenguaje externo en habla privada implica una
transformación. (Villar, 2003)
“Todas las funciones psicointelectivas superiores aparecen dos veces en el curso del
desarrollo del niño: la primera vez en las actividades colectivas, en las actividades sociales, o
sea, como funciones interpsíquicas, la segunda como propiedades individuales, como
propiedades internas del pensamiento del niño, o sea, como funciones intrapsíquicas”
(Vygotsky)
De esta ley se derivan dos de los conceptos fundamentales dentro del sistema teórico de
Vygotsky, y que quizá han sido los que más investigación han generado: el concepto de
internalización (o interiorización) y el concepto de zona de desarrollo próximo (ZDP).
La internalización: es el proceso por el que una función interpsicológica pasa a formar parte
del repertorio intrapsicológico de la persona, la transformación de un fenómeno externo, social,
fundamentado en la interacción, en un fenómeno interno, individual. Esta internalización no sea
realiza de forma automática ni implica únicamente que una función que ya se realizaba en el
plano social pase a realizarse de manera idéntica en el plano individual, sino que este cambio de
plano supone una transformación, una reconstrucción de la función que hace que cambien parte
de sus propiedades y estructura. Por ejemplo, en el caso del habla, la interiorización del diálogo,
del habla social, en habla privada, interna, supone una transformación: aunque conserva la
estructura dialógica, el habla interna pierde parte de sus propiedades gramaticales, adquiere una
forma abreviada, etc. Así, no podemos hablar de una copia interna de algo que ya se realizaba
de manera social, aunque, en cualquier caso, lo social es el precursor y formará parte de la
naturaleza de la función individual una vez internalizada. (Villar, 2003)
en un plano individual. Vygotsky la define como la distancia entre el nivel de desarrollo actual
del niño, determinado por la resolución independiente de problemas, y el nivel superior de
desarrollo intelectual, determinado a través de la resolución de problemas bajo la guía de un
adulto o en colaboración con compañeros más capaces. Así, el desarrollo de las funciones
psicológicas superiores es potenciado por la actividad conjunta del niño con adultos más capaces,
lo que hace de la zona de desarrollo potencial un concepto con tiene implicaciones evolutivas y
educativas de gran importancia
Entre sus compañeros más destacados encontramos a Aleksei Leontiev. Leontiev comenzó
trabajando con Vygotsky y con Luria en el Instituto de Psicología de Moscú. Sin embargo, antes
de la muerte de Vygotsky, Leontiev se traslada de Moscú a Járkov (en la actual Ucrania), donde,
también en colaboración con el propio Luria o con otros investigadores como Zaporozhets, creó
su propia escuela científica, la denominada teoría psicológica de la actividad.
Se aleja de Moscú y se traslada a Járkov, donde el clima político era más relajado.
Opta por una reformulación de las ideas de Vygotsky hacia tesis más materialistas,
situando a la actividad como eje primordial de su propuesta.
De esta manera, la principal diferencia entre las propuestas de Vygotsky y las de Leontiev
está en que, mientras para aquel lo esencial es el estudio de la conciencia y el significado, y la
mediación que propone es una mediación básicamente a partir de instrumentos culturales de
carácter mental, para Leontiev lo fundamental es estudio de la actividad, y la mediación que
propone es una mediación a partir de herramientas materiales y objetos.
De esta manera, para Leontiev todos los procesos mentales tienen en el fondo una actividad
orientada a objetos y la acción es la unidad fundamental para analizar esos procesos.
En último término, son estos sistemas de actividades las que guían y dan sentido al
comportamiento, aunque su concreción puede ser diferente para diferentes individuos y en
diferentes situaciones.
Esta estructura jerárquica, por otra parte, no ha de entenderse como algo rígido, sino que un
mismo comportamiento puede ser una actividad en un momento dado para luego pasar a ser una
acción o incluso una operación. Así, por ejemplo, cuando el niño comienza a escribir, este acto
es una actividad que rige el comportamiento. Sin embargo, cuando posteriormente el hecho de
escribir se automatiza, puede convertirse en una operación que constituya parte de una acción
(por ejemplo, escribir una redacción) orientada a la consecución de actividades muy diferentes
de mayor rango (por ejemplo, ganar un concurso de redacciones). Este continuo intercambio y
fluidez entre los tres planos es esencial para Leontiev, y explica como cierto comportamiento
puede, en algunos momentos ser una operación y en otros una acción (Villar, 2003).
De acuerdo con Trevarthen (1988), la intersubjetividad se consigue por medio de dos procesos
que ocurren simultáneamente:
Uno es la adopción de un foco compartido de atención, foco que sirve como punto
de inicio para la actividad conjunta que permitirá a los participantes (o al más
inexperto de ellos) expandir su conocimiento existente y la comprensión de nuevas
situaciones.
El segundo es el acuerdo en la naturaleza de la comunicación, naturaleza que
dependerá en gran parte de la actividad específica que vayamos a compartir. Así,
este acuerdo implica la adopción de un papel para cada uno de los participantes en
la comunicación y la utilización de ciertos mecanismos (verbales o no) para que se
produzca de forma efectiva.
Como antecedente de esta adquisición tenemos a Jerome Bruner, quien cree que el lenguaje
es presentado de forma muy cuidadosa al niño por las personas que le rodean. Estas personas no
sólo seleccionan los contenidos de acuerdo con las capacidades del niño, sino que también la
propia presentación adopta formas que ofrecen las máximas posibilidades de aprendizaje. Esta
presentación adaptada del lenguaje tiene lugar en marcos rutinarios y familiares para que el niño
pueda comprender lo que está pasando. A esas rutinas con estructura y contenidos comunicativos
Bruner las denomina LASS (Languaje Adquisition Support System). El LASS se encarga de
hacer continua la comunicación de la etapa prelingüística a la lingüística por al menos cuatro
vías:
La concreción de este sistema de apoyo a la adquisición del lenguaje son los formatos. Bruner
entiende por formato una pauta de interacción estandarizada y rutinaria entre un adulto y un niño.
En suma, los formatos son buenos ejemplos de concreciones de zonas de desarrollo próximo
en las que adulto y niño ponen en juego, en la interacción, habilidades lingüísticas que poco a
poco el niño irá practicando a medida que las hace suyas. Este proceso interactivo, aunque toma
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la forma de interacción simétrica, es asimétrico respecto al papel de cada uno de los participantes,
siendo el adulto o el participante más competente quién lleva la iniciativa, especialmente al
principio. (Villar, 2003)
De acuerdo con Rogoff, la zona de desarrollo próximo es una manera de describir una
actividad en la que alguien con mayor grado de competencia asiste a otro para que participe en
actividades socioculturales de manera que exceda lo que podría hacer sin esa asistencia. Implica
no sólo la actividad y el rol del experto, sino también la actividad y las contribuciones de los
novatos en la empresa que se comparte.
Uno de los aportes más significativos de la obra de Vygotsky lo constituye la relación que
establece entre el pensamiento y el lenguaje. Señala que en el desarrollo ontogenético ambos
provienen de distintas raíces genéticas, en el desarrollo del habla del niño se puede establecer
con certeza una etapa preintelectual y en su desarrollo intelectual una etapa prelingüística; hasta
un cierto punto en el tiempo, las dos siguen líneas separadas, independientemente una de la otra.
En un momento determinado estas líneas se encuentran y entonces el pensamiento se torna verbal
y el lenguaje racional. (Carrera, 2001)
Para Vygotsky (1983) el lenguaje es social en su origen. Trató de descubrir las funciones que
cumple el lenguaje en los primeros años de la vida del niño. Evidentemente, el lenguaje
desempeña algún papel en la comunicación de aspectos tanto cognitivos como socio-afectivos
con los demás. Destacó la esencia social del lenguaje humano, y por consiguiente, el fundamento
social de su adquisición. (Arbe, 1982)
4.4 Hipnosis
La hipnosis puede ser definida como una forma de interacción social donde un sujeto responde
a las sugestiones administradas por un hipnotizador que provocan cambios en la percepción, la
memoria y la acción voluntaria
Sarbin desarrolló una "teoría del rol" de la hipnosis fuertemente basada en la metáfora del rol
para establecer un paralelismo entre la interacción hipnótica y un drama en miniatura en el que
ambos, el hipnotizador y el sujeto, representan roles recíprocos para seguir un guión no explícito.
Realizaron una investigación que subrayaba la importancia de: el conocimiento de los
participantes sobre lo que se requiere en la situación hipnótica, las auto-percepciones y las
percepciones relacionadas con el rol, las expectativas, las habilidades imaginativas y las
características y demandas situacionales que guían el modo en que se representa el rol.
simplemente fingiendo estar hipnotizados. Como recalcó Sarbin, el sujeto hipnótico cree en las
imaginaciones que conforman la base de la experiencia hipnótica. (Kirsch, 2005)
Esta teoría sugiere que los individuos asumen un rol y así permiten al hipnotizador crear una
realidad para ellos. Esta relación depende de cuánta narración se haya establecido entre el
hipnotizador y el sujeto. Generalmente bajo la hipnosis la gente se vuelve más receptiva a la
sugestión, causando cambios en la forma en que se sienten, piensan y se comportan. Algunos
psicólogos han sugerido que la hipnosis es una traducción literal, tan bien conocida que las
expectaciones sociales son llevadas a cabo por sujetos, quienes creen estar en un estado de
hipnosis, comportándose de la manera en que ellos se imaginan que se comporta un hipnotizado
(deseabilidad social). Mucho trabajo experimental ha demostrado que las experiencias de los
sujetos hipnotizados pueden ser dramáticamente formadas por expectaciones y matices sociales.
Este punto de vista normalmente se malentiende: no descuenta la afirmación de que los
individuos hipnotizados están realmente experimentando efectos de sugestión, tan solo que los
mecanismos por los cuales se lleva a cabo esta acción están en parte construidos socialmente y
que no necesariamente se confíe en la idea de un estado de conciencia alterada. En ese sentido
por ejemplo, la psicología social estudia la conformidad de ciertos individuos frente a sus pares,
y el cambio de actitudes (Kirsch, 2005)
El aprendizaje estimula una serie de procesos evolutivos que en un primer momento podrán
operar únicamente en el plano de la interacción, interpsicológicamente (es decir, formando parte
de la zona de desarrollo potencial). Una vez internalizados, se convierten en logros evolutivos
individuales. Desde este punto de vista, el aprendizaje no es desarrollo, sino que es aquello que
guía el desarrollo y lo que, al final, pasará a ser desarrollo. De acuerdo con estas ideas, la
instrucción es la forma que tenemos de incidir en la zona de desarrollo próximo, generando un
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 24
desarrollo potencial que luego será internalizado como desarrollo efectivo. (Villar, Perspectiva
Contextual y Sociocultural, 2003)
El término sugestión viene del latín suggerere (colocar debajo, insinuar, dejar entender). Está
presente en todos los contextos de la vida cotidiana y profesional en que se desarrolla la
comunicación interpersonal oral, por su influencia en las personas a través del contacto oral
cotidiano, en un nivel predominantemente afectivo que logra influir en la subjetividad de los
demás, sin necesidad de un proceso de argumentación racional y muy influido por la autoridad
y el prestigio del que sugestiona.
En la sugestión adquiere gran significación el grado de disposición del auditorio para centrar
su atención en las informaciones de determinado contenido; percibirlas y asimilarlas, depende
en gran medida de las representaciones que este auditorio tenga sobre la persona que desempeña
el papel de comunicador, su status, conducta, prestigio, la sinceridad de sus intenciones y
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 25
realidad de las informaciones que emanan de él. En la psicología la sugestión fue tempranamente
destacada por Bechterev, sobre la base de posiciones teóricas naturales y sociales muy influidas
por concepciones extranjeras, las cuales estimulaban el desarrollo del mundo espiritual infantil,
con el aporte de mecanismos de la sugestión aplicables a la educación (Fedotova, 2014). La
sugestopedia constituyó una aplicación práctica de la sugestión en la educación, para su
fundador, Lozánov (1978) está presente en todo acto educativo como un factor comunicativo
constante, con aplicaciones prácticas en la música como método terapéutico y en la enseñanza
de idiomas (Zohra, s/f). Según Lozánov, la sugestibilidad es la aptitud de ser influenciado por la
sugestión y lo sugerido, la parte inconsciente en la actividad de la persona (citado por Morgun,
1980). Este último autor valora a la sugestopedia con una práctica rica, pero con una
fundamentación teórica
manifestación. En tal sentido, se diseñó una guía de observación para registrar su expresión en
profesores de diversas carreras y en diferentes asignaturas, tanto a docentes noveles como con
experiencia. La sugestión es un mecanismo sociopsicológico inmanente en el proceso de
enseñanza-aprendizaje universitario. Sin embargo, su empleo ha sido menospreciado por el
predominio de concepciones racionalistas que han privilegiado a la persuasión. Por tanto, resulta
necesario el desarrollo de estudios sistemáticos que permitan aportar argumentos científicos
sobre sus peculiaridades. (Paz y Ortiz, 2016)
De este manera, y desde un punto de vista sociocultural, si queremos conocer cómo funcionan
los mecanismos de enseñanza y aprendizaje en contexto de la escolarización formal, será muy
importante analizar las características del denominado discurso educacional, entendido este
como formas de lenguaje que se producen dentro del aula y concretadas en el habla de profesores
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 27
y alumnos. A partir de ese análisis podremos comprender por qué y cómo aprenden o no los
alumnos y de qué manera los profesores son capaces de promover o no ese aprendizaje. (Villar,
Perspectiva Contextual y Sociocultural, 2003)
6 La psicología cultural
Podemos definir, de forma sencilla, la psicología cultural como un intento de esclarecer el
papel que tiene la cultura en la configuración de la experiencia psicológica y, a su vez, como esta
experiencia contribuye a consolidar o modificar ciertos aspectos culturales. Wertsch (1995), por
ejemplo, especifica que el objetivo de la investigación sociocultural es comprender las relaciones
entre el funcionamiento mental humano por una parte y los entornos culturales, históricos e
institucionales por otra.
En parte parten del rechazo hacia los enfoques individualistas que han dominado durante el
siglo XX la Psicología Evolutiva. Hatano (1999) concreta ese rechazo en una oposición a la
concentración exclusiva en el estudio de cómo el cerebro-mente individual manipula símbolos,
ignorando el contexto sociocultural y emocional que rodea en cualquier caso a ese individuo.
Esta oposición se concreta en:
Por último, desde un punto de vista metodológico, la psicología cultural tiende a recurrir a
metodologías propias de las humanidades y las ciencias sociales. Para la psicología cultural los
métodos interpretativos, especialmente los etnográficos por ejemplo, son claves para poder
estudiar a una cultura en sus propios términos, intentando derivar procedimientos de estudio
específicos de cada cultura, extraídos de sus modos de vida, de sus prácticas y modos de
comunicación locales, sin proyectar ni importar acríticamente los presupuestos propios del
investigador (Shweder y cols, 1998). Este relativo poco uso de los métodos fundamentales de
los paradigmas dominantes en Psicología (los tests estandarizados, los experimentos
controlados) tendrá que ver también, como veremos más adelante, con un énfasis sobre lo
diferencial, sobre lo local, sobre los supuestos universales, sobre las formas y estructuras
mentales puras que supuestamente constituyen nuestra esencia como seres humanos.
Una manera diferente de conciliar los polos de la psicología cultural (lo simbólico y lo
práctico) es la propuesta de Cole. Este autor, en su libro Cultural psychology: the once and future
discipline (1996), emprende la tarea de ‘refundar’ la psicología cultural. Y lo hace a partir de dos
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 29
Así, Cole (1996), recogiendo las ideas de antropólogos como Wartofsky, diferencia entre tres
niveles de artefactos:
entre sí. Así, de acuerdo con Cole, artefactos y contexto son los dos elementos esenciales que
fundamentan una psicología relevante desde un punto de vista cultural. De esta manera, intenta
integrar las aportaciones de la tradición sociohistórica rusa (y su concepto clave de instrumento
de mediación) y de la tradición antropológica estadounidense (y su concepto clave de contexto)
dentro de un único marco explicativo (Cole, 1996).
Valsiner, analizando los diferentes usos e implicaciones del término ‘cultura’ que aparecen
en los artículos de la vista que el mismo edita (Culture and Psychology), identifica dos grandes
campos discursivos desde los que se trata el concepto de cultura (Valsiner, 2001):
La cultura como algo que pertenece al contexto y que puede (o no) llegar a hacerse
presente en la persona. Así, podemos hablar de la pertenencia de un individuo a
una determinada cultura, o de la cultura como algo que tiene influencia sobre o se
transmite a los individuos.
La cultura como algo que pertenece a la persona y que puede (o no) llegar a formar
parte del contexto. Desde este punto de vista, podemos hablar de la persona como
alguien que lleva consigo cierta cultura, o alguien que construye o co-construye
cierta cultura.
Para Valsiner ambas visiones no son contradictorias, ambas constituyen la psicología cultural
y pueden ser puntos de partida válidos para este enfoque. De hecho, lo específico de este enfoque
es llegar a conectar (o, en cualquier caso, ser conscientes de esa conexión) ambas perspectivas,
estudiando precisamente los vínculos entre persona y contexto y el flujo de intercambios entre
cultura y persona que posibilita que ambos se construyan mutuamente.
La tesis fundamental de Olson es que cuando aprendemos a leer y escribir aprendemos no sólo
un modo de representar, sino también una estructura que servirá de modelo para repensar, para
tomar conciencia de ciertas características de nuestro lenguaje y habla. La concepción de este
lenguaje y habla será transformada a partir de que el niño aprenda a escribir: la escritura
transforma el pensamiento.
En primer lugar, habla del papel de la escritura el cambio desde una situación en la
que la palabra (y, en concreto, la palabra hablada) es una propiedad intrínsecamente
unida al objeto al que se refiere a otra situación en la que la persona es capaz de
independizar la palabra del referente y contemplarla como una pieza más dentro de
la estructura lingüística. Así, Olson afirma que la escritura ayuda a superar un
pensamiento mágico en el que mencionado la palabra se está manipulando el objeto
al que se refiere, es decir, en el que la palabra actúa como un emblema, cosa que
no pasa al materializar esa palabra en signos escritos. En este caso, las palabras
escritas son sólo palabras, no partes del objeto. (Villar, 2003)
En segundo lugar, disponer de un sistema escrito ayuda a contemplar las palabras
como objetos de reflexión en sí mismo.
En tercer lugar, la escritura permite disociar los significados intencionales de los
significados literales. La aparición de estos significados literales y estables, no
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 32
En concreto, el texto escrito transcribe ciertos aspectos del habla y no otros. Por ejemplo,
transcribe lo que se dijo, pero difícilmente es capaz de vehicular los significados referidos a
cómo se dijo, que pueden ser determinantes a la hora de interpretar el texto. . La escritura, en
cierto sentido, potencia al pensamiento, pero también es responsable de dotarlo de ciertos sesgos.
(Villar, 2003)
Las matemáticas permiten que el actor haga ciertas cosas, pero también configuran y modelan
su actividad hacia unos caminos y no hacia otros y, al menos en parte, determinan el tipo de
razonamiento que el niño es capaz de hacer. En función de cómo sea este sistema de signos,
tendrá que afrontar ciertas posibilidades y restricciones u otras
Esta integración de los instrumentos (externos o internos) con ciertas prácticas socioculturales
los hace sensibles también a los valores que esa comunidad deposita en ciertos usos y no en
otros. Así, en ciertos contextos, el aprendizaje de los signos matemáticos implica, además, un
aprendizaje de los modos válidos de utilizarlos (desanimando modos alternativos de uso). Es
decir, aprendemos no sólo a resolver problemas con ellos, sino también qué problemas merecen
la pena ser resueltos y qué camino se supone que es el mejor para llegar a una solución correcta
(Villar, 2003)
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 33
En el caso de la memoria, un primer tema de interés ha sido la interacción del niño con sus
cuidadores, y, en especial, con sus padres. A partir de cierto momento, las conversaciones sobre
el pasado y sobre las experiencias anteriores del niño se vuelven cada vez más frecuentes en esa
interacción. En estas situaciones, el niño comienza aportando relativamente poco. Es el adulto
quién, a partir de sus preguntas, suscita el recuerdo del niño y quién, incluso, aporta las respuestas
cuando el niño no recuerda, apoyando la participación del niño y proporcionándole la estructura
y la ayuda necesaria para que pueda cumplir con éxito una tarea que sobrepasa sus competencias
personales. A medida que estas competencias aumentan, los padres transfieren a sus hijos cada
vez más responsabilidad y control en la conversación y en la tarea de recuerdo. Desde este punto
de vista, el recuerdo y la memoria, como habilidades mentales superiores, pueden ser entendidos
desde un punto de vista sociocultural como actividades que primero se ejecutan de forma
conjunta, que se originan en la interacción social, para sólo posteriormente ser internalizadas y
ejecutadas por el niño en solitario (Villar, 2003)
A partir de esas conversaciones el niño aprende no tanto el qué recordar, sino más bien el
cómo recordar, es decir, cuáles son las claves en este proceso, qué tipo de información es la
relevante y la manera de estructurar el recuerdo para que sea comprensible por quienes nos
rodean. Nelson plantea que lo que realmente aprende el niño no son contenidos concretos,
recuerdos específicos, sino una estructura narrativa (un instrumento de mediación cultural) que
le guía sobre cómo se construyen y organizan historias comprensibles y verosímiles sobre el
pasado en nuestra cultura. En este sentido, la investigación sobre el desarrollo mnemónico desde
un punto de vista sociocultural se ha interesado especialmente por dos fenómenos: la memoria
autobiográfica y el desarrollo de estrategias de memoria
conseguir ciertos fines valorados (conseguir cierto recuerdo en unas tareas determinadas). Estos
instrumentos se han adquirido a partir de la participación en ciertas actividades culturalmente
significativas que dirigen el desarrollo hacia su dominio. (Villar, 2003)
Desde este punto de vista, se crítica a la separación radical entre pensamiento y sentimiento,
o entre cognición e identidad. Para llegar a una comprensión de cómo se produce el desarrollo
cognitivo situado, es imprescindible vincular ejecuciones cognitivas a cuestiones como los
valores y la puesta en juego de la identidad personal y su manejo en el curso de participación en
las en prácticas culturales.
Por ejemplo, muchas de las cosas que suceden en la escuela pueden tener más que ver con
mantener o proteger nuestra autoidentidad (a los ojos de los demás o a nuestros propios ojos)
que propiamente con cuestiones académicas y de desarrollo de habilidades. Por ejemplo, a veces
la necesidad de ser considerado en el grupo contradice la demostración de conocimientos en
clase. Son bien conocidos por los profesores los esfuerzos, no precisamente en la ‘buena’
dirección académica de aquellos niños que quieren evitar ser etiquetados como los ‘empollones’
y que buscan ser aceptados por grupos que valoran aspectos diferentes (o incluso a veces
contradictorios) con el rendimiento académico (Villar, 2003)
No tener en cuenta este papel de los valores y las metas culturales implica el peligro de
interpretar erróneamente los datos provenientes de investigaciones realizadas otras culturas. No
sólo el material utilizado ha de estar adaptado e integrado dentro de actividades que sean
familiares para los individuos de esa cultura, sino que la tarea misma ha de tener sentido desde
los valores y costumbres de la cultura en la que estudia
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 35
En suma, los medios (los instrumentos, los conocimientos, las prácticas y actividades, etc.)
de los que dispone una cultura y que se supone que los niños han de dominar a lo largo del
desarrollo no son neutrales, sino que presentan implicaciones y valores sociales decisivas, son
parte de discursos más amplios y tienen sentido dentro de ciertas estructuras sociales, de
relaciones de poder y de procesos históricos concretos que los han producido (Villar, 2003
Precisamente a partir de aquí podemos identificar dos de los temas que han sido objeto de
más interés desde una psicología cultural del self: por una parte como se produce el proceso de
construcción colectiva y cultural del self, por otra, a partir de estudios comparativos, en qué
sentido los self de diferentes culturas pueden ser distintos.
Tanto la continuidad en el tiempo como el sentido de un self único con experiencias únicas
no existen de manera independiente ni son construidas en solitario por el sujeto, sino que son
constructos que dependen de las construcciones sociales colaborativas entre el niño y las
personas que le rodean, en concreto, de intercambios simbólicos narrativos con otros
significativos, intercambios sobre experiencias compartidas y no compartidas y sobre historias,
mitos etc. de la cultura en la que estamos insertos. Estas fuentes ofrecen al niño conocimientos
sobre un self continuo en el tiempo, desde un nacimiento que no se recuerda hasta una adultez
imaginada Un self que será, además, reconstruido, renegociado y ampliado constantemente a lo
largo de la vida.
Los padres comienzan a hablar a sus hijos sobre acontecimientos y actividades pasadas y
futuras que implican al propio niño ya desde edades muy tempranas. Estas conversaciones
contribuyen a la toma de conciencia por parte del niño de su propia continuidad y extensión
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 36
desde del pasado hasta el futuro. En estas narraciones, los adultos transforman escenas
fragmentarias y a veces incoherentes vividas por el niño en narraciones que tienen sentido, que
dar estructura a esas experiencias, que las dotan de un objetivo y de relaciones causales, y aportan
un componente evaluativo a esa experiencia. (Villar, 2003)
Así, estas diferentes formas culturales del self, que implican diferentes formas típicas de
pensar, de sentir, de hacer, se encuentran estructuradas a partir de ciertos contextos culturales,
que incluyen significados, prácticas e instituciones que marcan las maneras de vivir y entender
a las personas en una determinada cultura.
El primero de los enfoques opta por mantener cierto dualismo entre lo individual y lo social,
y será fundamental la noción de instrumento de mediación de naturaleza semiótica como
elemento que es capaz de conectar ambas esferas. El segundo enfoque, en contraste, se aparta de
estas nociones más ‘idealistas’ de la cultura y escoge un abordaje más materialista del desarrollo,
en lo que lo importante son las prácticas y la actividad cotidiana. Desde este segundo punto de
vista, la internalización simplemente no es necesaria, y se considera un residuo de la herencia
individualista que ha dominado la psicología durante todo el siglo XX (Villar, 2003)
Desde el punto de vista de Lave y sus colegas, el conocimiento es algo mucho más fluido, y
en cada ocasión está conformado por los intereses de los actores, los objetivos y las
circunstancias, lo que implica una mayor apertura a la recreación del conocimiento en los
intercambios cotidianos, a la improvisación y la incorporación de novedades. Desde este punto
de vista, las zonas de desarrollo próximo, más que ser individuales, son colectivas y se establecen
a partir de la práctica y la interacción cotidiana entre personas que define los fenómenos y lo que
es importante saber de ellos y es capaz de extender y cambiar este conocimiento como respuesta
a los dilemas y contradicciones que se plantean entorno a la actividad en curso (Villar, 2003).
con las que son competidoras o rivales). De esta manera, el aprendizaje se contempla como algo
esencialmente colectivo, no individual. Este sentido de integración, de colectividad, se subraya
al caracterizar una comunidad de práctica como una organización social en la que recién llegados
y veteranos son interdependientes: los veteranos son quienes llevan el peso de la comunidad y
los recién llegados necesitan de ellos para llegar a funcionar con personas ‘maduras’ dentro de
esa comunidad (Villar, 2003)
Esta concepción del desarrollo y del aprendizaje implica un paso importante: lo importante
es la participación en actividades y como cambia esta participación, no tanto la transferencia de
conocimientos o de competencias desde una persona a otra o desde un plano supuestamente
exterior al individuo a un supuesto plano interno. Es decir, Rogoff se cuestiona la utilidad del
propio concepto de internalización (Villar, 2003).
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 40
Wertsch, sin embargo, aporta aún más matices que Rogoff o Lave y propone diferenciar
aquello que tradicionalmente se ha etiquetado bajo el concepto de internalización en dos aspectos
diferentes:
identificarse con lo que implica ese uso desde un punto de vista sociocultural (es
decir, lo domina, pero no se lo apropia). (Villar, 2003)
primeros días de vida del niño y señaló que en los niños de idéntico nivel de
desarrollo mental variaba en gran medida la capacidad para aprender con ayuda del
adulto o un compañero más capaz, y por tanto su aprendizaje sería distinto
(Vigotsky, 1995)
Los test que estudian la formación de conceptos son muy prometedores, en corto
plazo, para adentrarse en la personalidad. Actualmente ayudan mucho a la
comprensión diagnóstica de diversos trastornos mentales, sin embargo este enfoque
sociocultural no proporciona un diagnóstico firme a la psicología clínica, solo
ayuda a comprender cómo distintos factores socioculturales han afectado a la
persona al punto de desarrollar cierto tipo de trastorno mental.
10 Test de Vygotsky-Hanfmann-Kasanin.
Traducción: Departamento de traducciones Fundación Cattell Psicólogos
Año: 1952
La prueba de Hanfmann y Kasanin fue publicada por primera vez en 1942 con el título de:
“Examiner Manual Hanfmann-Kasanin Concept Formation Test” por la compañía C. H.
Stoelting de Chicago en el Estado de Illinois (U.S.A.), considerada en aquellos momentos como
el principal proveedor americano de material de psicología. El instrumento tiene por finalidad la
evaluación de la aptitud para formar conceptos, grado de su desarrollo y formas de razonamiento
intelectual. Las pruebas de formación de conceptos se desarrollan después de la primera guerra
mundial, sobre todo a partir de los trabajos de Gelb y Goldstein. En 1921 Ach en Alemania y en
1930 Sakharov en Rusia, siguieron una vía análoga y pusieron a punto una prueba de
clasificación que les permitió estudiar el desarrollo genético del pensamiento conceptual, prueba
que, a su vez, fue tomada de nuevo por Vygotsky en Moscú para estudiar en enfermos mentales
el pensamiento esquizofrénico. Este trabajo fue traducido al inglés en 1934, teniendo gran
transcendencia en Gran Bretaña. En estados Unidos Eugenia Hansmann en 1937 realizan una
mejor tipificación y replicación de la prueba. (Murcia, s.f.)
El test de formación de conceptos está basado en los mismos principios que el “Weigl-
Goldstein-Scheerer Color-Form Sorting Test” y comparado con la prueba de Goldstein-Scheerer,
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 43
la de Hanfmann- Kasanin presenta alguna superioridad pues los errores no se observan más que
en estados de deterioración muy profundos. (Murcia, s.f.)
Desde nuestro punto de vista, las investigaciones de Vygotsky sobre el estudio en enfermos
mentales del pensamiento esquizofrénico, guardaría cierto paralelismo con la prueba ideada por
Bannister y Fransella, discípulos de Kelly, en 1965 para evaluar el desorden del pensamiento en
esquizofrénicos. Precisamente, la prueba de Bannister y Fransella, fue traducida y utilizada por
primera vez en nuestro país por Alonso Tapia en 1979, en el trabajo que lleva por título: El
desorden formal del pensamiento en la esquizofrenia. Trabajo publicado por la Fundación Juan
March, en su Serie Universitaria nº 100. La diferencia de la prueba de Hanfmann y Kasanin en
relación a la de Bannister y Fransella está en que está última utiliza 8 fotografía de personas
corrientes en lugar de los 22 bloques de material de la prueba del test de formación de conceptos.
Lo que tendrían en común ambas pruebas, es que las dos reflejarían la rigidez conceptual del
pensamiento. (Murcia, s.f.)
Para Vigotsky “El pensamiento no nace de otro pensamiento, pero sí de la esfera motivacional
de nuestra conciencia, en la cual abarca nuestras inclinaciones y necesidades, nuestros intereses
y aflicciones, nuestras pasiones y emociones. Más allá de lo razonable está una tendencia
emocional afectiva y volitiva. Solamente esto puede dar respuesta a lo último 'por qué' en el
análisis del pensamiento”
Actualmente este test Vygotskiano se llama el test de Hanfmann Kasanin para la formación
de conceptos. La ventaja de esta prueba es que es manipulativa, lo que evita los inconvenientes
que suelen tener los instrumentos verbales de formación de conceptos que pueden contaminar el
proceso psicológico “puro” con variables lingüísticas. Esta característica revela a Vygotsky
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 44
La crítica versa conforme al corte de psicología progresista que subyacía al maco teórico
psicológico de Vygotsky, es ejemplificado con el concepto de zona de desarrollo próximo,
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 45
concepto lineal simplista para abarcar el proceso ontogénico en la psique infantil, y que deja a
un lado los aspectos psicológico-culturales específicos de cada niño en particular, además de que
al ser generalizado en exceso se vuelve superficial conceptualmente y por lo tanto disminuye su
relevancia y validez como herramienta para comprender la psique infantil (González, 2011).
12 Conclusiones
Urie Bronfenbrenner crea los cinco sistemas para englobar los distintos conceptos de
contextos de la persona. En el transcurso del crecimiento del individuo estos contextos
van a ir interactuando entre ellos y así dando la oportunidad del desarrollo de la
persona en diferentes ámbitos, cabe resaltar que algunos contextos tendrán más
influencia que otros por el hecho de ser más cercanos y directos, pero a fin de cuentas
cada contexto aporta una influencia en el individuo.
La mayoría de los autores engloba el pensamiento de Vygotsky en tres conceptos
principales: 1) La confianza en el análisis genético: Para poder entender este concepto,
el “análisis genético” se planteara como “análisis de génesis”, y génesis es sinónimo
de “origen”, entonces se concluye como “análisis de origen”. Para Vygotsky un factor
principal del proceso de entendimiento de la conducta del individuo es poder encontrar
y entender su origen, de lo contrario solo se estaría estudiando la manifestación de las
conductas fosilizadas. 2) Carácter mediado de los procesos psicológicos: Es aquí
donde el hombre hace uso de herramientas de medición, o creaciones culturales, para
transformar la naturaleza y por ende a sí mismo, una herramienta artificial es un signo,
y el sistema de signos más complejo es el lenguaje que cumple una función de
instrumento mediador fundamental en la acción psicológica, un signo siempre es
usado con fines sociales según Vygotsky. 3) El origen social de las funciones
mentales: En este concepto el pensamiento de Vygotsky exige que para poder entender
al individuo primero se debe entender las relaciones sociales en las que este se
desarrolla.
Leontiev siguió los pasos de Vigotski, planteando su propio pensamiento; de esta
manera, la principal diferencia entre sus propuestas está en que, mientras para aquel
lo esencial es el estudio de la conciencia y el significado, y la mediación que propone
es una mediación básicamente a partir de instrumentos culturales de carácter mental,
Fundamentos clínicos y evaluación: Perspectivas socioculturales 46
13 Referencias
Álvarez Carneros, P. (s.f.). La Teoría Ecológica de Urie Bronfenbrenner. Obtenido de Psicologia
y Mente: https://psicologiaymente.net/desarrollo/teoria-ecologica-bronfenbrenner
Torrico Linares, E., Santín Vilariño, C., Andrés Villas, M., Menéndez Álvarez, S., & López
López, J. (junio de 2002). El modelo ecológico de Bronfrenbrenner como marco teórico
de la Psicooncología. Obtenido de Universidad de Mucia, España:
http://www.um.es/analesps/v18/v18_1/03-18_1.pdf
14 Anexos
MACROSISTEMA
Ideología y valores de la cultura
EXOSISTEMA
Parientes
MESOSISTEMA
Dirección
de la
escuela Medios de
MICROSISTEMA comunicación
Barrio
Niño
Colegio
Amigos de
la familia Familia
Amigos
Servicios
Sociales
Puesto de trabajo