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 24/05/2018 - 21:45 Ι Clarin.

com Ι Opinión

Panorama

Mauricio Macri debe podar $


200.000 millones más para cerrar
el acuerdo con el FMI
Es por las nuevas metas scales que reclaman los técnicos del
organismo.

Mauricio Macri, por Hermenegildo Sábat.

Marcelo Bonelli

La Casa Rosada aplicará un recorte fiscal adicional al previsto. Será del
orden de los 200.000 millones de pesos: unos 8.000 millones de dólares
que Mauricio Macri deberá podar del Presupuesto bianual (2018-
2019) para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

La cifra surge de las nuevas metas fiscales que reclaman los técnicos del
FMI: serían de un desequilibrio para este año del 2,5% del PBI y para
el próximo, 1,5%. Ambas metas son un poco más exigentes que las que
pretende negociar la Casa Rosada.

Alejandro Werner -del Fondo- exige bajar el rojo en forma acelerada


para darle credibilidad internacional a la Argentina.

Pero eso implica un importante recorte y muchos conflictos: sin escalas


y sin gradualismo, reduce a la mitad el déficit de la Tesorería.

(Reuters)

Para cumplir con este recorte el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne


ya preparó un menú de 20 medidas.

El convenio recién comenzó a negociarse y si bien hay voluntad de


acuerdo de ambas partes, empezaron a asomar las primeras
diferencias. La postura de los burócratas de Washington implica una
decisión concreta: abandonar el gradualismo.

Se pasaría de un déficit actual del 3,2% a otro del 1,5%. El pacto que se
negocia también generará otro cambio importante. La Casa Rosada
deberá olvidarse de las -hasta ahora- ineficaces metas de inflación: el
acuerdo las pulverizará.

El FMI exige cambiar ese esquema antiinflacionario, que fue eje de un


relato económico oficial que nunca se cumplió. Ricardo Cardarelli
propone reemplazarlas por ortodoxas metas de expansión
monetaria.

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El Gobierno fijó las pautas en 2016. Ese mismo año tuvieron un desvío
del 60%.

El vicejefe de Gabinete Mario Quintana avaló siempre las metas de


inflación en los Presupuestos de 2016, 2017 y 2018. Ahora -en forma
insólita- salió a culpar sólo a Alfonso Prat-Gay por esa decisión, cuando
su área defendió el esquema hasta hace unas jornadas, en medio de la
corrida cambiaria.

Quintana está golpeado y Macri no le perdona una cosa: que se haya


promocionado como un hombre "político".
Quintana, en Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). (Manuel Fernández)

El Presidente juzgó cuanto menos inoportuno que, en plena crisis, el


funcionario concurriera a varios foros empresarios a decir que se iba a
dedicar a la actividad política como posible candidato. Macri lo ve como
un técnico.

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cartelizados que se benefician de la devaluación"

Esta semana el jefe del Banco Central Federico Sturzenegger volvió a


defender la pauta del 15% de inflación. Fue en el comunicado del BCRA
donde se ratificó la supertasa del 40%.

Este año el desvío inflacionario sería del 80%. Miguel Ángel Broda lo
anticipó en el Palacio de Hacienda, cuando le dijo a Dujovne: "Según mi
cálculo, la inflación ya se proyecta en el 26,6%".
El convenio con el FMI anticipa otro cambio:
habrá que abandonar el gradualismo.
El ministro cuidó los detalles de ese encuentro con algunos de los más
influyentes economistas del mercado. Fue la antítesis de la reunión
despreocupada de Sturzenegger con jóvenes economistas, que le cayó
como un balde de agua helada al Presidente porque trasmitió cierta
dosis de frivolidad en medio de la tormenta cambiaria.

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economistas

El mentor fue Lucas Llach, un vicepresidente del BCRA que se pasea en


jogging por la entidad y su pasión es correr guanacos descalzo.

Para Macri no son tiempos de liviandad.

También sufre embates el ministro de Producción Francisco Cabrera.


Pero tiene el aval del Presidente. La cúpula fabril lo acusa de confundir
con cifras engañosas sobre la situación.
El ministro Cabrera. (Pedro Lázaro Fernández)

En la Unión Industrial (UIA) existe un informe secreto que desacredita


las proyecciones positivas de Cabrera: dice que sobre un total de 24
sectores, 21 tienen caída en la actividad.

La industria de la alimentación -según la Coordinadora de las Industrias


de Productos Alimenticios (Copal)- está en retracción productiva desde
Cristina Kirchner y del inicio del mandato de Macri.

Cabrera contraatacó y acusó a los hombres de negocios por especular


con los precios. Este jueves inició una denuncia contra la cementera
Loma Negra por cartelización.

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En la Quinta de Olivos hay empresarios a los que se cuestiona por su


agilidad para trasladar a precios la devaluación.
El malestar mayor fue contra uno de ellos: le critican que fue a apoyar
al Presidente mientras su compañía difundía una segunda lista con
aumentos.

En la Copal se confirma que hubo a fines de abril un incremento del 6%


en los comestibles y le comunicaron al Gobierno que el impacto del
ajuste cambiario se irá deslizando en los próximos 3 meses.

La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal fue la ideóloga de la


ofensiva contra los empresarios.

En su afán de protagonismo contradijo al propio Macri, quien siempre


afirmó que la causa de la inflación era el déficit fiscal y no los hombres
de negocios. Vidal buscó culpables porque tuvo una fuerte caída en
las encuestas y, en el Conurbano, Cambiemos registra los peores
índices de popularidad.

Vidal, en Merlo, para remontar en el GBA.


La cuestión se trató en una exclusiva cena el martes, en Pizza Cero.
Estuvieron Vidal, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el alcalde porteño
Horacio Rodríguez Larreta y la diputada Elisa Carrió. La comida: pizza,
sin champán.

Carrió fue la más optimista. Pero aprovechó para cuestionar el


reingreso del radical Ernesto Sanz al círculo presidencial.

El trío del PRO estaba preocupado. No sólo por las encuestas. Saben que
el ministro de Energía Juan José Aranguren hizo una caliente confesión
en la reunión de senadores de Cambiemos: que la nafta tiene un atraso
en su precio del 40%. Y agregó una inquietante definición: que los
combustibles deben recuperar su valor en el segundo semestre.

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