ANTEPROYECTO DE INVESTIGACION.
La violencia contra las mujeres en Durango es una violación a los derechos humanos y
constituye uno de los principales obstáculos para lograr una sociedad igualitaria.
Cuando se habla de violencia de género, nos limitamos a pensar en una mujer de bajos
recursos, de piel morena, con el ojo morado y varios moretones en su cuerpo, sin
embargo, la violencia de género, no se solo es a la violencia física, a pesar de que es
éste es el factor más común y la representación máxima. Toda violencia de género es
violencia simbólica, implica relación de poder desigual histórica establecida entre
hombres y mujeres.
La violencia contra las mujeres puede ser de diversas manifestaciones como lo son la
violencia doméstica, la trata de personas, el hostigamiento, siendo el femicidio la
expresión máxima de la misma. El feminicidio es el asesinato de mujeres por hombres
por ser mujeres, un asesinato doloso de mujeres perpetrado por hombres. Feminicidio
una perspectiva global que ocurre en todo el mundo, en todas las clases sociales,
dejando una huella imborrable en cada una de las familias afectadas.
Se presenta con diferentes rostros, uno de ellos es el femicidio íntimo, como el
asesinato de mujeres a manos de sus parejas masculinas quienes juraron amor eterno
al comenzar la relación. Ampliando esta definición se añaden familiares masculinos, de
convivencia o afines a ellas.
La violencia simbólica es un término que describe el fenómeno de internalización de la
violencia en los sujetos víctimas de ella. El dominador ejerce una violencia indirecta
sobre sus dominados, los cuales adoptan valores o comportamientos que propician la
aprobación de la violencia y que incluso la reproducen. La violencia simbólica se lleva
a cabo a través de “un acto de cognición y de falso reconocimiento que está más allá
de, o por debajo de, los controles de la conciencia y la voluntad”
El feminicidio es posible en un ambiente de violencia y desigualdad estructural entre
hombres y mujeres, así como en un ambiente de dominación a través de un mecanismo
de reproducción de opresión de las mujeres, estos anteriores propiciados por
“esquemas no pensados de pensamiento que son producto de la relación de dominación”
(Lamas, 1996).
La violencia no sólo se da a través de los golpes y el maltrato físico, existen innúmeras
manifestaciones de ésta, el feminicidio consuma todo este proceso anterior. La postura
de Scout es la que más se asemeja a la realidad actual pues son las parejas o gente
cercana a la víctima quienes llevan a cabo estas acciones en la mayoría de los casos.
Una de las principales ideas en estudios de género es en los modos de pensar, sentir y
comportarse de ambos, hombre y mujer. Muchas veces la guerra de poder se debe a
nuestro entorno social y familiar asignados de manera diferenciada donde se les enseña
a los hombres que las mujeres deben ser el sexo débil, desatando así una cruel Azaña
de muertes en contra de las mujeres.
Siendo otra de las principales causas de causas de este acto doloso los celos, donde
hombre se siente herido y lastimado llevándolo a imaginar incluso ver hechos que
jamás sucedieron y valiéndose de eso para cometer el femicidio.
Entonces la desigualdad se refiere por un lado a las desigualdades estructurales por
razones históricas, económicas y sociales, dicho en otras palabras “una de las
principales causas de violencia contra la mujer es la sociedad en cuanto a su
desigualdad social, económica, sanitaria y de educación.
Estos son los feminicidios cotidianos, de los que nos enteramos por los diarios y
televisión con detalles terribles: mujeres secuestradas, torturadas, mutiladas, violadas
y asesinadas. Sus cuerpos abandonados en lugares desolados, basureros, carreteras,
sepultados en lugares desiertos algunos desechos en ácidos.
Son esos crímenes que de ser tantos que suceden la sociedad se acostumbra y luego
de una protesta en redes sociales, o en las calles de la ciudad dejamos el tema para
ocuparnos de un nuevo caso más espectacular.
Es así cómo se naturaliza el feminicidio, se vuelve sistémico, consuetudinario. Es decir,
ocurre dentro de una sociedad donde la violencia contra las mujeres es continua, en la
que se culpabiliza a ellas de su propia muerte si no acata las imposiciones del
patriarcado. En estos casos no son víctimas de su pareja, lo son de individuos asesinos
en serie, de mafias organizadas o no, que desprecian a las mujeres y las usan y las
desechan.
Es esto algo cotidiano y rutinario en la ciudad de Durango y la mayor parte de la
republican donde los casos de feminicidio no son una prioridad para las autoridades
dejando que los criminales tengan tiempo de huir, incluso se han dado casos donde son
avisados por los mismos policías al ser interpuesta la denuncia, es aquí donde los
familiares de las víctimas se preguntan ¿Dónde está la justicia? Las promesas qué
hacen cada administración gubernamental de bajar el alto índice de violencia
doméstica en el estado, solo queda en eso una simplemente promesa.
Quedando miles de mujeres en el olvido de la sociedad y la ley, pero ¿qué sucedería si
fuera nuestro familiar esa mujer? ¿Qué haríamos para buscar justicia?
Refirió que en Durango ha habido casos que no son catalogados como feminicidios pese
a que tienen indicios de violencia, lo que este año tendrá que cambiar. En Durango ha
habido casos que no son catalogados como feminicidios pese a que tienen indicios de
violencia, lo que este año tendría que cambiar, por lo que se invita a las víctimas a
denuncia que según datos del INEGI el 66% de las mujeres ha sido víctima de violencia
y abuso, principalmente psicológico .
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema
penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer.
La muerte violenta de las mujeres por razones de género está tipificada en nuestro
sistema penal como feminicidio.
La violencia contra las mujeres tiene su origen en la desigualdad de género, es decir,
en la posición de subordinación, marginalidad y riesgo en el cual éstas se encuentran
respecto de los hombres.
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema
penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de
las manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas.
En nuestro Código Penal Federal el feminicidio se encuentra tipificado en el artículo 325,
el cual establece lo siguiente:
“Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género.
Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes
circunstancias:
1. La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
2. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o
degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
3. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar,
laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
4. Haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de
confianza;
5. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho
delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
6. La victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la
privación de la vida;
7. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.”
Comúnmente los homicidios que se cometen contra las mujeres no son investigados
tomando en consideración que podrían tratarse de feminicidios. Por esta razón, el
Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de
mujeres por razones de género recomienda que todas las muertes violentas de mujeres
que en principio parecerían haber sido causadas por motivos criminales, suicidio y
accidentes, deben analizarse con perspectiva de género, para poder determinar si
hubo o no razones de género en la causa de la muerte y para poder confirmar o
descartar el motivo de ésta.
En este mismo tenor se encuentra la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación (SCJN), la cual establece que en el caso de muertes de mujeres se debe:
1. Identificar las conductas que causaron la muerte de la mujer;
2. Verificar la presencia o ausencia de motivos o razones de género que originan o
explican la muerte violenta;
3. Preservar evidencias específicas para determinar si hubo violencia sexual;
4. Hacer las periciales pertinentes para determinar si la víctima estaba inmersa en
un contexto de violencia.
Conocer estas herramientas para la investigación y actuación en los casos de
feminicidio es un gran paso para la procuración de justicia.