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cabe, con, contra,
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Nociones para escribir un
proyecto de arte
Ilustraciones de
Luis Carlos Hurtado
La colección Puntal nace con la intención de seguir
propiciando encuentros entre artistas emergentes y
profesionales del medio del arte. Es una extensión impresa
de las actividades que lleva a cabo la Fundación Javier
Marín con el objetivo de profesionalizar, aproximar y
reflexionar en torno a las artes plásticas y visuales.
7 Hacernos de palabras
15 Instrucciones de uso
29 Glosario de términos
99 Bibliografía comentada
P
rocuramos ofrecer en este libro una guía sencilla que facilite
la construcción de un discurso para comunicar una idea.
Recurrimos al formato de glosario ilustrado debido a que este
tipo de estructura representa, para nosotros, la forma de acceso más
objetiva a la información, pues abre el camino hacia una aproximación
del conocimiento no mediado. Nos cautivan los sistemas como el
diccionario, por ejemplo, por ser formatos que permiten e invitan a
explorar o investigar con libertad algún tema en específico, es decir,
enfocar nuestra atención a partir de una inquietud, curiosidad o
necesidad, sin que esto signifique perdernos en la extensión de un
discurso o tratado que tal vez no estábamos buscando. Quisiéramos
destacar esa particularidad de este tipo de organizaciones de la
información para posibilitar su uso y puesta en práctica.
Nuestra experiencia descansa en la elaboración de impresos y
publicaciones relacionadas con el mundo del arte. Hemos traducido
en palabras ideas ajenas y propias, y tenemos una noción del valor
de comunicar de forma clara un discurso por medio de la escritura.
Entendemos también las relaciones y el sinfín de herramientas
necesarias para obtener buenos resultados en la aventura que
supone el ejercicio del lenguaje, no sólo porque del habla a lo
escrito se deben dar una serie de pasos para llegar a un buen
8 | Hacernos de palabras
1 María Moliner, Diccionario de uso del español j-z, Madrid: Gredos, 2007, p. 2112.
2 Milorad Pavić, El diccionario jázaro (versión femenina), Barcelona: Anagrama,
1989, p. 69.
11
I
maginemos el taller de un carpintero, en cuya pared cuelga
un catálogo de innumerables piezas e instrumentos que sirven
para las diferentes aplicaciones y especialidades de su oficio.
Cada herramienta está pensada para conseguir un resultado
distinto. Inspirados en esta idea y desde nuestra experiencia como
editores, hemos creado un breve glosario en el que se mezclan los
términos de las artes y la edición, un área del conocimiento a la que
podríamos calificar como “híbrida” si pensamos que nuestro campo
obedece concretamente a las ediciones de arte.
Este glosario se caracteriza por reunir términos vastos en su
definición. En cada caso es claro entender cómo se debe escribir
cualquiera de ellos o con qué elementos contar para un uso
1 María Moliner, Diccionario de uso del español a-i, Madrid: Gredos, 2007, p. 1461.
16 | Instrucciones de uso
S
i estás leyendo esta sección del libro quizá tienes la necesidad
de escribir un proyecto con un fin específico, sea de carácter
académico, profesional o personal. Todo dependerá de tus
búsquedas propias. Por ejemplo, un proyecto académico tiene
exigencias específicas, generalmente establecidas por una serie de
convenciones internacionales y propias del ámbito y la institución
que lo alberga. Un proyecto personal puede ser más libre, pero tal
vez demandante en términos del involucramiento emocional. Uno
desarrollado para un espacio expositivo puede exigirnos mayor
claridad y concisión adicionales.
Es también posible que por un tiempo hayas contemplado
la idea de llevar a cabo ese escrito pero te hayas puesto piedritas
en el camino, por no decir saboteado, ante la complejidad que
imaginas. Y es muy posible que, en efecto, el transitar de las sesudas
reflexiones a la palabra escrita suponga un pequeño paso para
el hombre, pero un gran paso para tu humilde humanidad. Sin
embargo, no es misión imposible, pues no es una tarea que debas
emprender en solitario o sin herramientas de apoyo.
Toma en cuenta que en muchas universidades y escuelas se
imparten seminarios de tesis para llevar a buen puerto un trabajo
escrito. Existen también grupos de escritura creativa o talleres
20 | Cómo escribir un proyecto de arte
{ }
• ¿Por qué me interesa?
• ¿Para qué lo investigo?
• ¿Qué tengo que aportar?
• ¿Por qué es relevante?
• ¿Cuál es el objetivo?
Investigación
La originalidad es probablemente la cualidad más difícil de
conseguir en un proyecto. Pero contrariamente a lo que podemos
suponer, a mayor investigación, búsqueda de referencias teóricas y
prácticas, proyectos y artistas afines, mayor originalidad. Mientras
más amplia sea nuestra perspectiva, es más posible que nuestra
aportación sea única si nos acercamos de manera honesta y
comprometida.
En la era de la comunicación y la interconexión difícilmente
podremos sostener que hay materias independientes o puras. Por el
contrario, las problemáticas se ven afectadas o de plano surgen de
una articulación con otros temas. Mientras más capaces seamos de
encontrar, bordar o hasta proponer esas conexiones, más rica será la
propuesta. Buscar referencias es por eso una parte importante de
la escritura de un proyecto.
Para que la investigación sea fructífera, debemos lograr que
sea sistemática, es decir, que desarrollemos con ella un sistema
de trabajo y un andamiaje teórico. La manera de lograr esto es
mediante la lectura y la fabulosa actividad de tomar notas, hacer
apuntes y registrar las referencias; lo que equivale a desarrollar
un aparato crítico. Hay infinidad de manuales que explican
cómo debemos hacer esas notas y registros, en este libro podemos
encontrar también muchas de esas claves.
Lo importante es que lo hagamos al tiempo de nuestras
lecturas, sin posponer la anotación de la ficha o la referencia o la
idea que surge a partir de un texto recién leído. Te darás cuenta
que muchas veces este material es el más rico y oportuno y siempre
podrás volver a él para reelaborarlo. Hay pocas personas de memoria
privilegiada que recuerdan gran cantidad de datos o citas completas,
así que preservarlas por escrito en el momento es la mejor opción.
Las bibliotecas generales o especializadas, las hemerotecas y
salas de lectura son espacios idóneos para la investigación, pues
proporcionan ambientes que favorecen la concentración y muchas
24 | Cómo escribir un proyecto de arte
La escritura
Llegado este punto, te darás cuenta de que quizás el momento
temido en el que nos “sentamos a escribir” el proyecto no es algo
tan escalofriante porque la página en blanco en realidad no existe.
Es decir, para cuando comiences a escribir, si te has preparado
e informado sobre el tema que desarrollarás, tendrás un cúmulo de
información, apuntes, reflexiones, incluso imágenes e ideas nuevas
que quieras verter en el papel.
Pero si aun así te sientes paralizado, retoma el índice o la tabla
de contenidos que elaboraste y comienza a escribir por apartados.
Uno a uno. No es necesario que sigas el orden en el que planteaste
el esquema del proyecto. De hecho, es habitual que la introducción
o el prólogo sean lo último que se escribe, porque solamente
cuando el texto o el proyecto están concluidos se puede tener una
panorámica del mismo.
Encontrar el tono de nuestra escritura o el estilo personal es
uno de los mayores retos al que nos enfrentamos cuando escribimos
un texto de cualquier naturaleza. En este aspecto, solamente la
práctica y la prueba y el error pueden ayudarnos, la escritura es un
arte pero también un oficio.
Como vimos, para escribir hay que leer, pero también hay
que escuchar. Aunque escribamos prosa y sobre alguna cuestión
técnica, las palabras tienen un ritmo. Mucho del estilo personal
para escribir depende de ese ritmo y para encontrarlo tenemos que
desarrollar el oído (aun si para ello tenemos que hacernos de oídos
sordos a toda tentación). Así que por sorprendente que parezca, ser
fanático de la música ayuda. Tanto como lo hace leer poesía, sobre
todo en voz alta.
25
La revisión
Una vez que termines de escribir tu texto, toma distancia de él,
es decir, déjalo reposar, llena tu mente de otras ideas y olvídalo.
Pueden ser algunas horas, si el tiempo apremia, pero mejor si son
días o semanas. Lo importante es desprenderte de lo que has creado,
para regresar con una mirada que te permita ser crítico e identificar
errores o deficiencias que pasaron inadvertidas cuando creías estar
haciéndolo genial.
Te sorprenderá lo beneficiosa que puede llegar a ser una revisión
posterior. En esta fase, no tengas miedo de desechar o reelaborar
todo lo que consideres deficiente, oscuro o mera paja. Obtener una
versión final satisfactoria requiere dedicación, pero también grandes
tijeras y frialdad de corazón.
Esta versión más acabada y acotada puedes compartirla con
alguien cuya opinión respetes y te interese. Si prefieres tener el
punto de vista de alguien más conforme desarrollas el proyecto,
puedes hacerlo por etapas, te tomará más tiempo, pero irás más a
lo seguro. Sea cual sea la opción que elijas, si lo haces es porque
estás dispuesto a aceptar críticas y sugerencias (o eso crees). Cuando
compartes un proyecto en proceso, lo más seguro es que obtengas
retroalimentación, difícilmente alguien te dirá que todo es perfecto,
que no sobra ni falta y que no cambies nada. Procura aceptar con
gracia (o refinada hipocresía) los comentarios e incluir los que
consideres pertinentes sin llenarte de odio hacia el prójimo o, lo
que es peor, hacia ti mismo.
Al momento de iniciar la revisión es recomendable definir
cuánto tiempo te tomará y cuál será el proceso que seguirás.
26 | Cómo escribir un proyecto de arte
La publicación
Estamos acostumbrados a que cuando algo se publica se haga a
gran escala, pero a fin de cuentas publicar es volver público ese algo,
compartirlo incluso con un grupo pequeño de personas. Al escribir
un texto casi siempre queremos que se lea, que tenga repercusión,
sea ésta amplia o pequeña, y contribuir así a nuestra comunidad.
Los medios electrónicos nos permiten publicar sin necesidad de
recurrir a un editor o a una casa editorial. También existen técnicas
de publicación en pequeña escala, para sólo unos pocos ejemplares,
como el mimeógrafo, la impresión digital o incluso la fotocopiadora.
Eso no nos exime de la calidad de nuestro trabajo. Por el contrario,
la autopublicación nos hace los únicos responsables. Por eso, echar
mano de profesionales (lectores, editores, correctores, traductores,
etcétera) para nuestro proyecto siempre será una opción viable y
efectiva si nuestros recursos económicos lo consienten.
Asimismo, no consideremos la publicación como un extra del
proyecto, sino como parte fundamental del mismo. Es muy común
que, al desarrollar una propuesta, la meta sea tener un libro impreso
o un texto terminado, sin considerar su distribución y difusión. Así
que la publicación debe formar parte de nuestro esquema de trabajo
y de nuestro presupuesto (si tenemos uno).
27
A
abreviaciones: Son la reducción de una palabra o expresión
suprimiendo una o algunas de sus letras. Las hay de
tres tipos: a) la abreviatura consiste en suprimir letras
de una palabra, en general finales o centrales, como en:
adj. (adjetivo), art. cit. (artículo citado), ed. (edición),
op. cit. (obra citada), p. (página), t. (tomo) o trad.
(traductor); b) las siglas consisten en formar una palabra
con las letras iniciales de una institución, un producto,
etcétera; por ejemplo: macg (Museo de Arte Carrillo
Gil), mnsc (Museo Nacional de San Carlos), mnv (Museo
Nacional del Virreinato) o muac (Museo Universitario
Arte Contemporáneo), se escriben en versalitas, y c) los
acrónimos, que se conforman a partir de la primera
sílaba de varias palabras o de la combinación de distintas
letras de esas palabras: Cecut (Centro Cultural Tijuana),
Ivec (Instituto Veracruzano de Cultura), Marco (Museo de
Arte Contemporáneo), Munal (Museo Nacional de Arte),
Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes).
30 | Glosario de términos
B
bibliografía: Según el dle, puede referirse tanto a la “relación
o catálogo de libros o escritos referentes a una materia
determinada” como a la “relación de textos, procedentes de
diversos soportes, utilizados como fuente documental” en
una obra específica. Así, dentro de la inagotable bibliografía
disponible sobre Cervantes, lo más factible sería
seleccionar un grupo acotado de fuentes para desarrollar,
por ejemplo, un ensayo sobre un tema cervantino en
particular —pongamos por caso la ambigüedad de la locura
en el Quijote—, fuentes que habrían de ser debidamente
consignadas en la bibliografía al final de dicho ensayo
C
carta: La primera acepción que de este término registra el dle
se refiere al “papel escrito, y ordinariamente cerrado, que
una persona envía a otra para comunicarse con ella”. Sin
embargo, si el hipotético receptor de una misiva recibe un
sobre con una invitación para jugar a las cartas en
casa del remitente, deberá imaginar en su mente “cada
una de las cartulinas rectangulares que, cubiertas con una
cara uniforme y otra con dibujos determinados, se usan
en distintos juegos de azar”. Tras sopesar el grado de su
afición a esa lúdica actividad, nuestro hipotético receptor
del mensaje bien pudiera meditar su respuesta en un
restaurante donde pediría consultar la carta, que en este
caso sería la “lista de platos y bebidas que se pueden
elegir”, para finalmente, con el estómago lleno y el paladar
contento, emborronar un papel tamaño carta con su
contestación, asumiendo ahora el papel de hipotético
emisor, para darle continuidad a esta aventura epistolar.
Hoy día, el formato más utilizado como herramienta
de trabajo para la comunicación inmediata es el correo
electrónico. Tal vez el término carta debería intercambiarse
por la palabra que usan los italianos (lettera), franceses
(lettre) y angloparlantes (letter): “letra”, porque si pensamos
en la etimología de la palabra (del lat. charta), que equivale
a documento, hemos dejado de recibir la materia prima
para quedarnos tan solo con el reflejo en otro lugar de
letras que al final son nada más que números en el mundo
digital, ceros y unos.
En la práctica, las cartas poseían cierta formalidad
que se ha ido diluyendo con el uso del correo electrónico,
sin embargo, prevalecen ciertos criterios propios del
formato que seguimos considerando. Así, a continuación
se presentan ejemplos de cartas de presentación breves en
español e inglés:
36 | Glosario de términos
[Fecha]
Yours sincerely,
[Firma]
38 | Glosario de términos
citas: Las citas, que el dle define como “nota de ley, doctrina,
autoridad o cualquier otro texto que se alega para prueba
de lo que se dice o refiere”, como casi todos sabemos,
deben entrecomillarse. Es aquello que alguien más dijo y
sustenta nuestro argumento, o lo contradice, pero merece
siempre su debido crédito. Las comillas, por su parte,
son el “signo ortográfico doble usado para enmarcar la
reproducción de citas textuales y, en la narrativa, de los
parlamentos de los personajes o de su discurso interior, y
para delimitar títulos de artículos, poemas, conferencias,
etcétera, así como las palabras y expresiones que se desea
resaltar por ser impropias, vulgares o de otras lenguas”. Hay
las comillas españolas, que tienen forma de ángulo (« »), las
llamadas inglesas, que pueden ser rectas (“ “) y tipográficas
(“ ”), y las simples (‘ ’), que se usan para resaltar un término
o expresión o cuando tenemos una cita dentro de otra.
Hay otros tipos de citas e incluso casas de citas, pero de
unas y otras ni hablar ni citarlas.
colecciones y coleccionistas / líneas de créditos: En estos
asuntos, estamos obligados a dar los créditos completos
42 | Glosario de términos
D
declaración de principios: Más que aludir a una cuestión de
temporalidad (como la demarcación del “primer instante
del ser de algo”) o de espacialidad (como el acto de señalar
el “punto que se considera como primero en una extensión
o en una cosa”), una declaración de principios o statement
apunta a una dimensión ético / programática, en la que
un individuo o una organización expresa las creencias
esenciales que guían su misión y visión. En este sentido,
un principio ha de ser entendido como una “norma o idea
fundamental que rige el pensamiento o la conducta” (una
de las numerosas acepciones del término que refiere el dle);
esto a pesar de que en tiempos veleidosos y pragmáticos
como los que corren se acentúe su maleabilidad y a
menudo resuene el eco de esa frase atribuida al siempre
elocuente Groucho Marx: “Éstos son mis principios. Si no
le gustan, tengo otros”.
E
edición: La primera acepción del término que recoge el dle lo
caracteriza como la “producción impresa de ejemplares
de un texto, una obra artística o un documento visual”.
Nada más cierto y al mismo tiempo despiadado. Parece
un proceso simple pero la perspectiva cambia si antes
consideramos los pasos a seguir para llegar a este resultado.
La raíz de la palabra en latín define el término de manera
clara (del lat. editio, -onis, parto).2 La acción de editar es
un proceso complejo e interdisciplinario que involucra a
diversos profesionales y constituye un puente fundamental
entre el creador de una obra y sus potenciales lectores.
De la calidad de dicho trabajo de intermediación puede
depender que una obra o un texto sean bien recibidos
por un lector. Nada más lejos que considerar una obra
terminada cuando su creador le pone el punto final; bien
mirado, se trata de puntos suspensivos que le abren la
puerta a un editor.
Desde el punto de vista formal, la obra original se
pone a disposición de un editor o consejo editorial y tras su
aceptación, tienen lugar entonces las fases subsiguientes:
revisión y corrección de estilo de los contenidos,
diagramación (puesta en página) y las llamadas “artes
finales” de cara a la impresión o materialización de la obra.
Las ediciones de arte son casi siempre elaboradas
como un espacio de registro o memoria de la obra
misma, los libros suelen legitimarla. El libro no sólo debe
2 María Moliner, Diccionario del uso del español a-i, Madrid: Gredos, 2007, p. 1100.
52 | Glosario de términos
3
Idem.
53
F
fechas / datación: Datar es determinar el periodo o la fecha
de un acontecimiento o un objeto, en este caso artístico
(un escrito, una obra, una serie). También se refiere al
establecimiento aproximado de la edad de minerales, seres
vivos o restos arqueológicos. En muchas ocasiones, cuando
no se conoce la fecha precisa se utiliza la palabra latina
circa, abreviada como ca., que quiere decir “hacia, alrededor
de, cerca de”. Y si se trata de periodos extensos, incluimos
guiones: 1490-1512.
ficha técnica: Recurso fundamental para describir las
características técnicas de una obra en cualquiera de sus
soportes. Los elementos que se deben registrar en una ficha
técnica son: autor o autores, título de la obra, año de
elaboración, medidas, extensión o duración, materiales
y créditos. Por ejemplo, el dle registra el término en
55
G
glosario: En la primera acepción que figura en el dle, queda
definido como un “catálogo de palabras oscuras o
desusadas, con definición o explicación de cada una de
ellas”. Ahora bien, llegados a este punto, y de acuerdo
con la finalidad del libro que el lector tiene entre sus
manos, nuestra intención sería que los conceptos que
aquí abordamos no cayeran en desuso, sino que, muy al
contrario, el presente apartado fuera un digno y a la vez
refrescante ejemplo de la segunda acepción del término,
que lo caracteriza como “catálogo de palabras de una
60 | Glosario de términos
H
hemerografía: Con base en su etimología, este término es un
neologismo formado con las siguientes raíces griegas: la
palabra “hemero” (derivada del griego hemera = día) y
el sufijo -grafía (que, como hemos visto en la definición
de este término, refiere una condición de escritura). La
hemerografía es, pues, una de las ramas de las ciencias de la
comunicación cuyo objetivo es recolectar las características
más relevantes de un documento hallado en un diario o en
una publicación periódica, como una revista. Una de sus
finalidades es elaborar reportes sobre el tipo de información
de la cual se encarga determinada publicación, o bien, la de
realizar el seguimiento de una
noticia específica. Un elemento
estrechamente emparentado con
la hemerografía es la elaboración
de fichas en las que se anotan
los detalles y la información
más trascendente del periódico
o revista consultados. Como
ocurre con la bibliografía,
las fuentes que en este sentido son mencionadas en la
elaboración de un nuevo texto deben acreditarse en un
apartado al final del mismo, para evitar dar pie a un
deshonroso titular en torno a una acusación por plagio.
63
I
índice(s): Quizás los índices, esa “lista ordenada de los capítulos,
artículos, materias, voces, etcétera, en él contenidos, con
indicación del lugar donde aparecen”, puedan parecer
intrascendentes, pero son en buena medida el esqueleto o,
mejor dicho, el sistema nervioso de toda publicación. Más
allá del índice de contenido,
es posible elaborar índices
de nombres, lugares, obras y
temáticos, que le permitirán
al lector localizar aquello y
sólo aquello que le interesa,
como, por ejemplo y dados los
65
J
justificación: En El arte de vivir del arte, Felipe Ehrenberg
aclara: “No se debe explicar la obra, se debe hacer un
complemento para contextuar. Toda información es
info-visual y debe de presentar invitaciones, catálogos,
tarjetas postales y lo que la imaginación proponga”. Y,
sin embargo, a pesar de la
justificada razón de nuestro
neólogo de cabecera, siempre
habrá la institución o el maestro
que solicite como requisito
indispensable la justificación
de la obra o proyecto. Ésta debe
ser honesta y sencilla, responder a nuestras motivaciones
más francas, por muy oscuras que sean, de la manera más
transparente y luminosa de la que seamos capaces. El
lenguaje críptico no ayuda, pues nos aleja del lector y lo
que debemos buscar es una comunicación llana y directa,
como si explicáramos lo que hacemos a un amigo querido
al que no hemos visto en un buen tiempo. Más es menos.
L
lectura de pruebas: La lectura de pruebas es el largo, arduo y
en ocasiones muy tedioso proceso de leer una y otra vez
los contenidos de una publicación ya puestos en página y
cuando pasaron por la corrección de estilo. Estas lecturas,
que no son nunca una sola, también tienen distintos
67
M
manifiesto: Es, nos dice el dle, el “escrito en que se hace pública
una declaración de doctrinas, propósitos o programas”. Y
la definición aplica para manifiestos políticos o artísticos,
que en general parten de grupos que comparten una
visión del mundo y del arte o una voluntad de estilo.
Por lo regular, se trata de declaraciones contundentes,
69
N
nota al pie: La remisión a una nota al pie de página aparece como
un número superíndice (1), un asterisco (*) u otro tipo
de signo (†) justo después de la porción de texto que la
requiere, sea una cita textual o no. A esta remisión se le
conoce como llamado. Posteriormente, en la parte inferior
de la misma página, se inserta la nota a la que remite el
número o signo. Suelen incluir referencias a la fuente o
información adicional de interés para el lector, que no se
menciona en el cuerpo de texto con el fin de no afectar la
fluidez, pero puede complementarlo o matizarlo. Se supone
que sólo aparecen cuando son necesarias, pero abundan los
textos en los que se abusa de ellas, tal vez para simular un
dominio del tema. A veces se las encuentra después de cada
73
O
objetivo: Es el fin o intento de una empresa, una labor, así, el
objetivo debe ser claro y asequible, y no producto de
ensoñaciones guajiras o de estupores mezcálicos. No
pueden ser tampoco juicios de
valor; y se expresan comenzando
con verbos en infinitivo:
analizar, catalogar, criticar,
explicar, expresar. Los hay
generales, que dan el marco
de lo que se pretende,
y específicos, los cuales
descentralizan el tema y son
partes de un todo.
oración gramatical: Es la estructura gramatical formada por
un sujeto y un predicado. Podemos definirla como la
unidad comunicativa con sentido completo, independencia
sintáctica y que termina en pausa o punto, es la expresión
76 | Glosario de términos
de un juicio o pensamiento
completo. Sujeto es la persona,
animal o quimera que realiza
la acción del verbo o del que se
dice algo. Predicado es aquello
que se dice del sujeto.
ortografía: Es el conjunto de normas que regulan la escritura
de una lengua. Nace de una convención aceptada
por una comunidad con el fin de preservar la unidad
de una determinada lengua escrita y forma parte de la
gramática normativa, que establece las reglas para el
uso correcto de las letras y los signos de puntuación. En
general, las reglas ortográficas no son necesarias para
la comprensión del texto, pero sí permiten transmitir
el mensaje de forma más clara, como nos demuestra el
consabido ejemplo del “ola k ase”, que se entiende sin
problemas, no obstante que su escritura correcta sea:
“Hola, ¿qué hace?”.
P
página legal: También llamada página de créditos. Por lo general,
se trata de una de las primeras páginas pares de un libro
(según lo define la Unesco). Allí aparece la información
reglamentaria requerida: número de la edición; título
original (si es traducción); los nombres de autores,
traductores, ilustradores, fotógrafos, diseñadores y otros
colaboradores; el copyright (con el símbolo ©, la fecha de
aparición y el nombre del propietario de los derechos
de la publicación) y el isbn (International Standard
Book Number), que codifica en trece dígitos el país de
edición, la editorial y demás características de esa edición
específica. En España, principalmente, hay editoriales que
acostumbran unir la página legal con el colofón, es decir, al
77
R
recursos en línea (medios y dispositivos electrónicos):
No cabe duda de que en la actualidad la información que
puede obtenerse de medios digitales, fundamentalmente
de Internet, adquiere cada vez mayor protagonismo. Por
lo tanto es recomendable conocer la manera adecuada de
consignar este tipo de referencias cuando se han utilizado
como fuentes en la elaboración de un texto. En este
sentido, el patrón básico para una referencia electrónica
es: “Apellido, Nombre del autor, Título, día, mes, año.
Dirección en Internet (url) o doi (si lo tiene)”. Así,
por ejemplo:
Alexander, Jan y Marsha A. Tate, Evaluating Web Resources,
Windener University, Wolfgram Memorial Library, s.f.
http://www.widener.edu/Wolfgram_Memorial_Library/
webevaluation/webeval.htm. Consultado el 21 de agosto
de 2001.
Por otro lado, hay que considerar algunas variantes
en función de los datos disponibles: a) si no se puede
identificar la fecha en que el documento fue publicado, ha
83
S
semblanza: El dle aclara que se trata del “retrato o bosquejo
biográfico de una persona”. A diferencia de la biografía,
que abunda en datos y anécdotas relativos a la historia
de vida del personaje en cuestión (a menudo ahondando
incluso en su contexto), la semblanza se concentra en
el carácter y la personalidad del individuo, ofreciendo
un perfil resumido que puede abarcar tan sólo dos o tres
párrafos. Para compensar esta brevedad, la semblanza
puede valerse de descripciones cercanas a la literatura
para sugerir sentidos que van más allá del texto, y que
con una sola frase pueden transmitir más sobre la esencia
de una persona que lo que se pudiera llegar a percibir
tras leer páginas repletas de datos. Uno de los tipos más
comunes de semblanza es la “curricular”, que reúne
datos relacionados con la experiencia profesional de una
persona. Como ocurre con el currículo o curriculum vitae,
este tipo de semblanza exige una notable capacidad de
síntesis, de manera que, una vez reunida la información
que consideramos pertinente, conviene descartar aquello
88 | Glosario de términos
T
técnica: Este término proviene del vocablo de raíz griega téchne,
que se puede traducir como “arte” o “ciencia”. Sirve para
describir un tipo de acciones regidas por normas o por un
cierto protocolo con la finalidad de llegar a un resultado
específico, ya sea a nivel científico, tecnológico, artístico
o de cualquier otro campo. En pocas palabras, la técnica
puede ser entendida, tal y como la define una de las
acepciones del dle, como un “conjunto de procedimientos
y recursos”. Desde una perspectiva histórica, se puede
decir que el desarrollo de la técnica es fruto de la necesidad
del hombre de modificar su entorno, lo que nos permite
considerarlo como un concepto dinámico, susceptible de
innovaciones, pese a que al mismo tiempo su continuidad
responde a la repetición de patrones y procedimientos a
lo largo de la historia. La técnica es, pues, como el propio
lenguaje, uno de los componentes de la cultura en los
que mejor se puede apreciar la dialéctica entre lo viejo
y lo nuevo, según la cual no puede haber tradición sin
invención ni invención sin tradición.
términos teológicos: Si bien no hay una serie de reglas
establecidas respecto a la correcta escritura de los términos
relacionados con la teología o la religión, cabe señalar
que en los textos que se refieren a imágenes, objetos
o asuntos de carácter religioso, se suelen escribir en
mayúscula los términos teológicos de la tradición cristiana.
93
cada sustantivo; si
en español, sólo con
mayúsculas al inicio y
allí donde, dado el caso,
incluya un nombre
propio: Las señoritas
de Aviñón o The Young
Ladies of Avignon. Los
títulos por lo general se
escriben en cursivas,
no entrecomillados,
salvo excepciones como
las que pueden leerse en las entradas siguientes.
títulos de exposiciones: Tradicionalmente los títulos de las
exposiciones se escribían de redondo y con mayúsculas,
como podían ser el Salon des Refusés, la Segunda
Exposición de la Academia de San Carlos o la Exposición
Internacional del Surrealismo. Más tarde, cuando los títulos
comenzaron a dejar de ser meramente descriptivos, se
pusieron entre comillas: “Cotton Pickers”, “Im Spazio”. En
fechas recientes, quizá porque abundan los títulos extensos
o porque en ocasiones el conjunto de la exposición se
concibe como una obra en sí, es cada vez más frecuente
que se escriban en cursivas. Sin embargo, tal vez sea mejor
mantenerlos entrecomillados para conservar la distinción
de los títulos de las obras individuales.
títulos de obras: Los títulos de obras totales se ponen siempre en
cursivas nunca entre comillas, sean obras escritas (libros,
revistas, folletos, etcétera) o los nombres de pinturas,
esculturas, obras dancísticas, fotográficas, musicales,
etcétera, por ejemplo: Farebeuf; El laberinto de la soledad;
Los mil y un años de la lengua española; La divina comedia;
La Victoria de Samotracia; Señor de Papantla; Les animaux
de la ferme; Preludio a la siesta de un fauno; El paraíso de los
ahogados. En cambio, los títulos de obras que se considera
que constituyen parte de una obra mayor, como sería
96 | Glosario de términos
V
verbo: En el principio era el verbo, dice san Juan, pero en gramática
es el núcleo del predicado y ocupa un lugar central en la
oración, por lo común después del sujeto. Verbos son las
palabras que expresan acciones o movimientos, procesos,
estados, condiciones o existencias que afectan al sujeto, es
decir, a las personas o las cosas; tienen variación de tiempo,
modo, voz, género, número y persona.
97
Bringhurst, Robert, Los elementos del estilo tipográfico, Ciudad de México: Libraria /
Fondo de Cultura Económica, 2008 (Libros sobre libros), 445 pp.
Una completísima historia de la tipografía y un estupendo
manual para la creación tipográfica y el diseño editorial que
Hermann Zapf predijo se convertiría en la biblia de los tipógrafos.
Buen Unna, Jorge de, Manual de diseño editorial, 3ª. ed., Gijón: Trea, 2008, 694 pp.
A este manual, el título se le ha ido quedando corto con cada
nueva edición y abarca desde un análisis del texto como medio
de comunicación hasta cuestiones de oftalmología y optometría,
pasando por estudiar la lectura y la legibilidad, las letras y sus
variaciones, el papel, la ortografía o cómo abordar proyectos
editoriales.
100 | Bibliografía comentada
Darnton, Robert, Las razones del libro. Futuro, presente y pasado, traducción de
Roger García Lenberg, Madrid: Trama Editorial, 2010 (Tipos
móviles, 8), 204 pp.
“Este es un libro sobre los libros y una descarada apología del
pasado, presente y futuro de la letra impresa. Su objetivo principal
es plantear un debate sobre el lugar que deben ocupar los libros en
el entorno digital”, explica su autor, director de la Biblioteca de la
Universidad de Harvard y creador del proyecto Gutenberg-e.
Libro de estilo El País, 20ª. ed., Madrid: El País, 2007, 677 pp.
La más reciente edición de este libro de estilo —nacido en un
primer momento para uniformar los textos de quienes laboraban
en el diario que le da nombre— data de 2014 e incluye ya muchos
de los tecnicismos y anglicismos que en los últimos años han
inundado nuestra lengua. Muy útil sobre todo para el ámbito de
la comunicación y el periodismo (especialmente si uno radica o ha
nacido en España, pues aún no refleja a la mayoría de los hablantes
del español, los americanos).
Moliner, María, Diccionario de uso del español, 2 tomos, Madrid: Gredos, 1992.
Este diccionario fue la obra de vida de su autora, quien lo inició en
1952. Agrupa las palabras etimológicamente e indica las relaciones
entre ellas. Es la biblia de los escritores en nuestra lengua. Sin
embargo, sólo las ediciones previas a 1998 son obra exclusiva de la
lexicógrafa española, pues ese año la editorial decidió actualizarla y
fue demandada por los herederos. Resuelto el litigio en 2007, circula a
partir de ese año una tercera versión aún más revisada.
102 | Bibliografía comentada
The Chicago Manual of Style, 16ª. ed., Chicago / Londres: The University of
Chicago Press, 2010, 1066 pp. http://www.chicagomanualofstyle.org/
home.html.
Su propio lema o subtítulo lo dice, se trata de la guía esencial
para escritores y editores. Es una guía muy completa y perfectamente
estructurada que va en su decimosexta edición. Lástima que buena
parte de sus lineamientos no podamos aplicarlos por estar pensados
para la lengua inglesa (o lástima, más bien, que no exista algo
similar para nuestra lengua).
Zavala Ruiz, Roberto, El libro y sus orillas, Ciudad de México: Fondo de Cultura
Económica, 2012 (Libros sobre libros), 429 pp.
Obra ya clásica, editada originalmente por la unam en 1991, sigue
siendo referencia obligada en muchos temas (tipografía, composición,
redacción, ortografía, traducción, corrección), pero ha sido ampliada
para abarcar otros más debatidos en tiempos recientes (medios de
comunicación, nuevas tecnologías).
Epílogo:
ediciones de arte u otra cosa
S
i editar sigue siendo un hacer, un oficio que elegimos tal vez
por casualidad, si bien una casualidad buscada, es a partir de
la experiencia como actores en la elaboración y producción
de los libros de arte en México que se vuelve imposible evitar
“hacernos de palabras” para construir una memoria de lo que
este trabajo nos ha dejado atestiguar en el camino del quehacer
editorial. Omitir este relato sería turbio si contenemos el impulso
de comunicar el continuo placer agónico de la profesión que
escogimos. Es por lo tanto subjetivo y teñido un tanto de nostalgia,
a veces de pesadumbre, otras de orgullo, las menos de un leve
rencor. Intentaremos, a partir de ellos, definir las dificultades
particulares que enfrentan las ediciones de arte en México y, por
el otro, comenzar a esbozar una historia de la edición de arte en el
país a lo largo de las últimas décadas, una historia que, de entrada,
refleja también la de su vida artística y cultural y, por extensión,
su vida social y política: la relación entre Estado e iniciativa
privada, el adelgazamiento del propio Estado y el crecimiento
de los monopolios (abiertos o disfrazados), la voraz entrada de
la globalización y de sus instrumentos (como el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte y su puesta en vigor simultánea
a la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional), el
papel desempeñado por el arte contemporáneo y su crítica en
estos procesos o el desarrollo del diseño editorial y de los procesos
106 | Epílogo: ediciones de arte u otra cosa
publicación como tal, lo que nos lleva al segundo de los tres trances
que queremos destacar aquí.
El segundo trance es justamente la falta de planeación de este
tipo de publicaciones, al menos en México. Muchos de estos libros
se crean a marchas forzadas. Se inician porque alguien “necesita” un
libro: un funcionario, un coleccionista, un empresario, un artista o
varios de ellos a la vez, si sus intereses convergen. Así, se empiezan
sin una idea clara de la extensión de los textos (en ocasiones
incluso de quiénes serán los autores), del número de imágenes y del
costo de los derechos de reproducción, de la cantidad de páginas
del objeto final, aun del tiraje que tendrá. Si hacen falta patrocinios,
se consiguen sobre la marcha y lo único medianamente claro (que
no meridianamente, pues esto incluso llega a variar) es la fecha de
aparición del libro, que se debe a la inauguración de la exposición
o a algún tipo de presentación oficial, y que pesa cada día más
sobre las energías y las horas de sueño de quienes colaboran en su
edición. Aquí inciden también, principalmente pero no solamente,
los caprichos de artistas y curadores por multiplicar los detalles
de una obra y engrosar el libro mediante este artificio, por utilizar
determinado tipo de papel o por extender el supuesto alcance del
libro con ediciones trilingües e incluso cuatrilingües (cuando de
entrada no se cuenta siquiera con una distribución eficiente) y luego
reducirlo de nuevo a sólo dos lenguas, porque el tiempo apremia
y no importa si ya se dilapidaron recursos (quizá porque de donde
vienen sobran o ya se calculó lo que se podrá exentar ante el fisco).
Y esto engendra el tercer trance mencionado: una cierta falta
de rigor producto de las circunstancias descritas antes. Cuando
no se tiene una idea clara de qué es un libro, de cuáles son sus
partes fundamentales, de cuál es su utilidad y su función, de qué
mensaje transmite y a quién está dirigido; cuando no se sabe dar
prioridad a la ficha técnica de una pieza por encima de su enésima
reproducción, antes que a su imagen mediadora (es decir, a los datos
que describen sus procesos, modos, materiales, medidas y fechas
de creación y que, cuando somos afortunados, incluyen también la
bibliografía de lo que se ha escrito sobre ella desde que fue creada,
su historiografía); cuando no se ha considerado de antemano,
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Ilustraciones
d.r. © Luis Carlos Hurtado, 2017
Colección Puntal
Impresión
Offset Rebosan s.a de c.v.