VERDAD EN ROUSSEAU)
MAYO, 2018
En los dos textos tanto el de dos usos de Rousseau en educación escrito por Estanislao
antelo Licenciado y Profesor en Ciencias de la Educación (UNR); como el
titulado confesión y verdad en Rousseau escrito por Humberto Quiceno Castrillón
investigador emérito, actual profesor del IEP de la Universidad del Valle, se fija algo
sumamente importante, que es la noción de lo que es la pedagogía y cómo se problematiza
un pedagogo. Sin dejar de un lado algo muy importante que el la visión del hombre que
tiene Rousseau frente a esto y la educación.
Siguiendo con la segunda parte de este análisis, vamos con Confesión y verdad en
Rousseau. Por Humberto Quiceno donde lo hace partiendo de dos obras de Rousseau que
fueron Las Confesiones y El Emilio. Primeramente describe a la confesión como una –
técnica, un ejercicio y una práctica discursiva que tiene como objeto formarse como
hombre, conocerse, cuidar de si y gobernarse. Donde todo esto es con el fin de llegar a ser
un buen ciudadano, un buen hombre y un hombre moral. –
Y quien soy yo? Es una pregunta que basa en lo que difiere, de lo que representamos para
el mundo y para sí mismos. Rousseau en confesiones dice algo clave sobre lo que la
educación percute en nosotros tras la confesión del hombre. Y dice que es una forma de
educación propiamente personal. Donde toma unas prácticas de escritura y discurso oral,
que permiten absorber conocimiento desde sí mismo para crear una clase de moral
conductista.
En la cual, usa a una frase donde se refiere al hombre como una especie de complemento
con su semejante, en la cual dice - el hombre es lo que habla y dice del otro, donde el
hombre educado es aquel que escucha al otro para poder hablarle al otro. Y termina
diciendo que la educación es una serie de escuchas, de palabras. No es algo en sí, es algo
para sí-
La interpretación de esta fraganti frase, nos lleva a lo siguiente. Que no podemos pretender
hacer las cosas solos y que lo que haga, solo me vaya a afectar a mí, donde eso no tiene
cabida alguna, la construcción de conocimiento, de educación, es algo individual que nace
de un colectivo. No se puede pretender ser el ombligo del mundo. Ni mucho menos
pretender ser los primeros. Cuando confesarse es hablar del hombre, pensar del hombre,
describir al hombre y por ultimo escribir sobre el hombre.
Tras tratar de llegar a una conclusión sobre lo referido a cerca de Rousseau en confesiones,
Humberto Quiceno casi termina diciendo: la confesión es más como un relato de lo fue, de
mi pasado. Donde vivir es algo que ya pasó y probablemente siga pasando.
En el mismo tono seguimos con la interpretación que le da Quiceno al Emilio escrito por
Rousseau. Dice que lo más que se puede plantear sobre educación no tiene límite alguno,
porque no es tan solo una cultura que se produce en las cuatro paredes de la escuela, que en
el momento donde el hombre como tal cambie el espacio o entorno donde se educa, es decir
algo no escolar quico; cambia su forma de saber que trae a Rousseau para referirse como
discurso. Y este nuevo saber es una nueva forma de gobernarse a sí mismo, en donde solo
puede llevarse a cabo mediante la construcción de una nueva relación entre maestro y
alumno.
Por ultimo quisiera aclarar que todos estos libros de Rousseau como confesiones y demás
no son más que Ensoñaciones que nos ofrecen una visión más nítida y cercana. De lo que
es la realidad y como lograr entenderla.