FAMILIA) ESTADO Y DERECHO EN

EL MARRUECOS ACTUAL
Juan Martas Quesada I Universidad Complutense de Madrid (Espaiía)

1. LA FAMILIA EN Marruecos, el primero de los Estados magrebíes que

LA LEGISLACIÓN
obtuvo Ia independencia -el 2 de marzo de 1956-,
DEL MARRUECOS
INDEPENDIENTE
tardó entre uno y dos anos en elaborar un "proyecto
de recopilación de leyes" concerniente al estatuto per-
sonal, que dio como fruto Ia Mudawwana, publicada
entre noviembre de 1957 ymarzo de 1958, a Ia que denominaremos "an-
tigua" , para diferenciarla de Ia "nueva" Mudawwana publicada reciente-
mente en el ano 2004.
Esta Ley, referente a Ia família, fue una de Ias primeras
normas que el nuevo gobierno salido de Ia independencia, bajo Ia mo-
narquía de Mohamed v, dio a Ia luz pública, y en Ia misma se aprecia una
auténtica afirmación deI modelo patriarcal y agnático familiar, puesto en
este caso al servicio de Ia afirmación musulmana del nuevo régimen, al
proceso de reconstrucción nacional así como a Ia defensa de una política
demográfica estatal.
Efectivamente, Ia ausencia de un código de estatuto
personal en Marruecos, hacía necesario que el nuevo Estado indepen-
diente supliera esta laguna, con el fin de ampliar Ia autoridad del Gobier-
no a un campo que, hasta ese momento, estaba en manos del aparato ,
religioso encargado de aplicar Ia "shari'a", Ia Ley islámica. Este nuevo có-
digo respondía a Ia necesidad de dotar de un Derecho uniforme a todos
Ias ciudadanos, definidos en este caso, no tanto por sus creencias reli-
giosas, por su pertenencia al Islam, como por su carácter de súbdítos de
una nación y por su pertenencia al Estado.'
Por otra parte, Ia promulgación de este código del es-
tatuto personal era absolutamente necesaria para limitar o, al menos,
controlar estatalmente, Ia heterogeneidad de estatutos preexistentes de
hecho -piénsese en Ias costumbres de Ias regiones bereberes o de Ias
zonas del Sur de Marruecos, con influencias más africanas- y que un

1 Cf Korpi, w., " Power, politics and state autonomy in the development of
social citízer.ship", en American Sociological Research, LIV (junio 1989).

173
.,:;--:--
~Fstado-de carácter nacionalista y unificador no podía tolerar, al menos
formalmente.
De todas formas, Ia razón más importante para explicar
Ia precocidad de este código marroquí en el contexto magrebí se encuen-
tra en Ia naturaleza deI nuevo poder estatal y su relación con los aparatos
y Ia ideología de corte religioso islamista. De acuerdo con Ia Constitución,
Marruecos es un Estado islámico y el Islam es Ia religión del Estador' pero
es que, además, en el caso de Marruecos, esta asociación Nación-Religión
es más estrecha que en el resto de los países norteafricanos, puesto que
el Rey es a Ia vez el "emir al-muslimin" (Seiíor de los creyentes) y "emir al-
mu'minin" (Guía de Ia comunidad). Descendiente del Profeta, el rey es, a
Ia vez, jefe espiritual y temporal.
Así pues, en el caso de Marruecos, poder político y po-
der religioso se superponen y solapan estrechamente y, obviamente, no
puede haber contradicción entre Ia ideología del Estado y Ia ideología re-
ligiosa que 10 sostiene; por el contrario, el aparato del Estado y el apara-
to religioso deben trabajar solidariamente, en el marco de una prudente
ortodoxia sunní y malikí que, en ocasiones, deja un margen de maniobra
excesivamente estrecho.
En estas condiciones, el rey Mohamed v, siguiendo una
política de imagen basada en su prestigio como oposición y alternativa al
antiguo, pero aún efectivo y real, poder colonial, decide encargar Ia reco-
pilación y preparación del nuevo código al pensador reformista, formado
en Ia ortodoxa Universidad Qayrawiyyin de Fez, Allah al-Fasí," animador
del movimiento nacional independentista (Istiqlal), con 10 que el rey con-
sigue, de paso, potenciar su papel como dirigente nacionalista.
De acuerdo con Ias orientaciones de Ia Casa Real y Ias
indicaciones de los ulemas, los doctores de Ia Ley islámica, se optó por
una codificación prudente y conservadora de Ia "shari'a", Ia Ley islámi-
ca, encaminada sobre todo a contentar a Ias capas rurales, en aquel mo-
mento, un pilar básico deI nuevo Estado, y muy sensibles a una lectura
tradicionalista y conservadora de Ias costumbres islámicas referentes a
Ia família."
, Art. 6 de Ia Constitución de '972 y de Ia Constitución revisada de '992.
3 Sobre esta importante figura dei pensamiento magrebi moderno, véase Ias
referencias pertinentes en Cruz Hernández, M., Historia dei pensamiento
islámico, voI. 1lI, pág. 158 Y ss., Madrid, 1998.
4 Acerca de este apoyo dei campesinado a Ia nueva monarquia, hay un ex-
celente libro de Leveau, R., Le Fellah marocain défenseur du trône, Paris,
'976.
Pero, al mismo tiempo, no había que frustrar Ias espe-
ranzas que Ias nuevas capas de Ia burguesía urbana, de talante más libe-
ral y laico, habían puesto en Ia independencia, y que exigían un nuevo
regIamento del estatuto personal y de Ia familia en el que predominara
un talante más igualitado -también de base islámica- y una revisión del
papel de Ia mujer en Ia nueva sociedad marroquí.
Esta burguesía ciudadana ya había lanzado el deba-
te sobre Ia cuestión a través de diversos artículos periodísticos; uno de
ellos, quizás el de más éxito, fue escrito unos meses antes de Ia aparición
de Ia Mudawwana antigua, el q de febrero de 1957, en lengua francesa,
en el semanario Democratie.; y en él se pueden leer Ias siguientes reivin-
dicaciones:
"Bs preciso que (nosotras) tengamos el derecho de voto
para elegir y ser elegidas en Ias asambleas locales, P'":
vinciales y nacional".
·"Nosotras exigimos ser tratadas igual que al hombte'.
·"Queremos que Ia poligamia sea abolida".
·"Reclamamos la igualdad deI hombre y Ia mujer con res-
pecto a Ias herencias".
·"Queremos, en [in, que se nos permita el acceso en todos
los campos de Ia actividad estatal, tales como ministras,
embajadoras, juezas, etc,"
Las reacciones no se hicieron esperar por parte de los
ulemas y de los alfaquíes del reino y, en particular, del pensador y mufii-
dor de Ia recopilación del nuevo código, Allal al-Fasí, que, en un artículo
de fecha 20 de febrero de 1957 en el periódico AI-Alam, critica de forma
violenta este escrito de inspiración liberal, llegando a decir:
"EI Islam, sefíores, no es un juego para divertirse. YeI pue-
blo marroqui no puede admitir que un periódico utilice su religión como una
forma de risa, a Ia vista de todo el mundo ... insultadnos si queréis ... pero guar-
daos de tocar otra vez Ia ley deI IsIam. Nosotros hemos combatido únicamente
para que Marruecos sea un país islámico, para que Ia paIabra de AZZahsea Ia
más alta y su verdad Ia más grande ... "
Con esta respuesta, al-Fasí se hace portavoz de Ia opo-
sición más contundente a una modernización excesiva de Ia Mudawwa-
na, arrinconando, de esta manera, no sólo a Ia burguesía liberal, sino
también a los sectores más moderados de Ia corriente islámica marroquí,
que se ven obligados a Ia prudencia a Ia hora de Ias innovaciones.
5 Extractos de este artículo se pueden encontrar en Ia Revue de Presse
Maghreb-Proche Orient-Moyen Orient, N° '4 (abril 19s7l.
-
Como prueba del carácter patriarcal, agnático, desigual_
dad de sexos e indefensión jurídica de Ia Mudawwana de 1957, veremos
algunos de los aspectos más relevantes que presentaba en los campos del
matrimonio, de Ia tutela, del repudio y del divorcio.
El sentido del matrimonio está claramente expuesto en
ellibro I de Ia Mudawwana antigua, refiejando fielmente los preceptos de
Ia shari'a o ley islámica. Este pacto legal tiene como primera finalidad el
ejercicio de una sexualidad honesta, legal y protegida, destinada a Ia pro-
creación de nifios encaminada al crecimiento demográfico de Ia umma, de
Ia comunidad islámica.
Desde esta perspectiva, el papel de Ia mujer se limita a
ser, ante todo, un ser procreador y, por tanto, sus obligaciones consisten
en preservar su persona y su virtud, obedecer al marido, cuidar de los hi-
jos, velar por el hogar y honrar a los padres, así como a los parientes más
próximos del marido."
No se puede mostrar de mejor manera Ia permanencia de
laideologíatradicionalyreligiosaquecolocaalamujeralserviciodelhombre,
a fin de que disponga de sus facultades procreativas y asegurar Ia reproduc-
ción ylahegemoníade lalíneaagnáticaafavory beneficio de Ia comunidadde
creyentes.
Por 10 demás, Ia Mudawwana antigua estipula que Ia
presencia del tutor matrimonial es obligatoria: "La mujer no puede con-
traer matrimonio si no es a través de un tutor" (art. 11),10 que coloca a
Ia mujer en un papel de eterna minoría de edad, orientación que queda
refiejada en otras disposiciones en el mismo sentido: Ia guarda o tutela
de los hijos (hadana) y el sostén familiar tnafaqa). La tutela de los hijos,
según el art. 97, consiste en "preservar al nino de todo aquello que puede
serle perjudicial y en velar por sus intereses": Ia tutela de Ias ninas dura
hasta el matrimonio y Ia de los nifios hasta Ia pubertad; es decir, que una
mujer que no se case siempre estará bajo Ia tutela de su padre y sólo deja-
rá de estarlo cuando se case y pase a ser tutelada por su marido.
Por otra parte, Ia obligación del sostén familiar incum-
be, según el art. 126 de Ia Mudawwana, al padre, que "debe solventar Ias
necesidades de sus hijos menores de e d a d oo incapacita
i . dos"
os ; es t a obliga-
ción subsiste para Ias hijas hasta que el sostén de Ias mismas pasa al ma-
rido. Así pues, para el hombre, Ia independencia para ganarse Ia vida po~
sí mismo le viene con Ia pubertad, mientras que Ia mujer nunca tendra
esa independencia.
6 Cf Borrnans, M., Statut persone/ et famille au Maghreb de 1940 à noSjours.
París-La Haya, '977, pág. 206.
Este importante papel social reservado al padre o al
tutor, es conforme a Ia división tradicional del trabajo en Ia antigua so-
ciedad patriarcal, sin tener en cuenta los cambios habidos en Ia sociedad
marroquí en el ámbito familiar," y deja sin capacidad legal o, al menos
con un hueco legal, a aquellas mujeres que deciden vivir y trabajar por
sus propios medios.
Asimismo, el único lazo legal entre un hijo y su padre
que reconoce Ia Mudawwana es Ia filiación legítima, es decir, sólo se re-
conoce legalmente al hijo nacido de un padre y una madre unidos legal-
mente por matrimonio. La filiación natural (aquella de los nines nacidos
fuera del matrimonio) no crea lazos de parentesco legales con el padre,
sino sólo con Ia madre natural. La filiación adoptiva no existe: Ia adop-
ción, aunque sea de hecho, no entrana ningún efecto legal (art, 83). Por
otro lado, sobre los hijos pesa una doble tutela: Ia tutela sobre su persona
y Ia tutela sobre sus bienes; en ambos casos, según el art. 149, los deberes
y prerrogativas derivados de cualquiera de estas tutelas, pertenecen al
padre. Así pues, como vemos, Ia filiación es otro aspecto más de Ia prima-
da dada al hombre sobre Ia mujer en este código de familia.
Otro ejemplo de desigualdad entre el hombre y Ia mu-
jer, entre el marido y Ia esposa, son Ias disposiciones que reglamentan
el repudio (talaq) y el divorcio (attaliq). Según el art. 44, "el repudio y Ia
disolución de los lazos del matrimonio sólo puede ser ejecutado y solici-
tado: a) por el marido, su delegado o cualquier persona designada por él
a tal efecto; b) por Ia esposa, sólo si se le ha dado esta facultad en virtud
del derecho de opción; c) el juez (divorcio judicial)".
Observamos, claramente que únicamente el marido es
el que tiene plena y absoluta capacidad para ejercer el repudio, sin que ni
siquiera exista un control judicial sobre Ias causas aducidas o sobre Ias
personas en que delegue."
En cuanto al divorcio, el marido dispone de Ias mismas
~rerrogativas que para el repudio; es decir, basta que éllo quiera para que
e~te se ejecute; en cambio, Ia mujer sólo puede solicitarlo al juez -nunca
eJecutarlo- cuando se dé alguna de estas cinco razones: ausencia de sos-
tén por parte del marido, existencia de un vicio irreversible Ias sevicias
1 ' ,
a ausencia del marido o Ia demostración de continencia permanente
(arts. 53, 54, 56,57 Y 58).
7 Véase Chekroun, M., Familla, Etat et transformations socio-eu/turel/es au
Maroe, Rabat, 1996.
8 Cf Kharnlichi, A., Commentaires sur le eode de statut personnel (en lengua
árabe), Rabat, 1984.
 Como era de esperar, Ia profundas transformaciones confesional y orientada por 10s ulemas, por los hombres de religión, en
sociales, económicas y políticas que se dieron en Marruecos desde los flagrante contradicción con el resto del ordenamiento jurídico marroquí,
anos de Ia independencia y, en especial, en los anos setenta y ochenta.? de corte más modernista y occidental, ya que, con Ia independencia de
obligaron al Estado magrebí a afrontar una reforma de Ia Mudawwana, 1956, el nuevo gobierno de origen marroquí decidió continuar con todos
aI ponerse en evidencia Ia imposibilidad de resolver los problemas reales los Códigos en vigor de origen y corte francés, sobre todo, y continuó le-
y cotidianos que se daban en el ámbito familiar y personal con una inter- gislando sobre estos parámetros, excepto, precisamente, en los referente
pretación tradicional y religiosa, por 10 que, a finales de los anos ochenta, al estatuto personal y a Ia farmlia que, como hemos visto en Ias páginas
se inició una revisión del articulado del Código, que no vio Ia luz hasta el anteriores, legisló basándose eu Ia shari'a, en Ia ley islámica sunní malikí,
ano 1993.10 a fin de contentar a Ias capas más tradicionales, religiosas y rurales de
Las reformas se centraron en seis puntos esenciales: Ia Ia sociedad marroquí, de gran peso específico en los primeros anos de Ia
ll
formación del matrimonio, su disolución, Ia poligamia, Ia tutela, Ia pen- independencia.
sión alimenticia y Ia guarda de los nines. En resumen, se trataba sobre Era imposible mantener que una parte importante de
todo de reforzar los poderes del juez encargado de los as untos matri- Ia legislación para el pueblo marroquí estuviera basada en Ia supremacía
moniales, a fin de facultarlo a tomas decisiones ante problemas no con- de Ia tradición, frente al resto del ordenamiento jurídico, en el que se
templados en Ia Mudawwana, y en Ia creación de un Consejo de Familia, observaba una supeditación a Ia razón, por mucho que Ia Constitución
órgano consultivo constituido por magistrados expertos en as untos re- estableciera que Marruecos era un país islámico.
I1 ferentes al estatuto personal. Era necesario acometer el reto de hacer una nueva Mu-
Una de Ias características de esta reforma de Ia Mu- dawwana que, respetando el principio religioso estatal y constitucional
dawwana de 1957, que tenía mucho de operación de maquillaje, fue el , lograra articular una ley moderna, acorde con los nuevos tiempos y Ia
refuerzo del formalismo jurídico: es decir, no se plante aba cambiar el nueva sociedad marroquí del siglo XXI, coherente con el resto del orde-
fondo de Ias regIas del estatuto, sino sólo racionalizar los procedimien- namiento jurídico nacional e internacional y respetuosa con los derechos
tos, haciéndolos más claros y dando poder a los jueces para evitar abusos humanos. Y, efectivamente, este reto fue acometido con singular cora-
-cuando estos llegaban a los juzgados-, pero sin poner en cuestión nun- je por el gobierno del nuevo rey Mohamed VI, que inició una reforma
ca Ia naturaleza confesional y religiosa del Código de Familia. sustantiva de Ia antigua Mudawwana (Mudawwanat al-ahwal al-chaisiva)
(Código de Estatuto Personal), promulgada entre los anos 1957 Y 1958,
con el resultado de Ia nueva Mudawwana , llamada ahora Qanun al-Usra
2. LA REFORMA Era de prever que, los cambios por Ia modernización (Ley de Família), que ha visto Ia luz en el ano 2004.12
DE 2004:
iniciados por Marruecos en los últimos anos, tenían Por supuesto, no faltaban razones y causas que jus-
LA NUEVA
MUDAWWANA que acometer alguna vez Ia reforma legislativa del Có- tificaran esta importante reforma jurídica; veamos pues, algunas de
digo de Familia, del Código del Estatuto personal, es Ias principales causas, a fin de entender de forma clara esta iniciativa
decir, de Ia Mudawwana, por diversas razones que analizaremos a conti- . normativa."
nuación, pero, sobre todo, por Ia necesidad de construir un ordenamien-
to jurídico coherente, propio de un Estado moderno, en el cual no se
11 Véase Mouhtabi, N., Pouvoir et religión au Marac, Casablanca, 1999.
puede concebir que una Ley tan importante como ésta, estuviera basada
12 Puede verse su texto, en versión francesa, junto a un análisis bastante co-
en parámetros casi exclusivamente religiosos, anelada en Ia tradición rrecto en O. Mounir, La Moudawana. Le nouvau droit de Ia [amilla au Maroe.
Présentation et analyse. Texte intégral en [rançais, Editions Marsam, Rabat,
2005. El texto en espanol puede verse en C. Ruiz-Almodóvar, EI derecho

Véase Ias conclusiones de! coloquio, organizado por Ia Fondation du rol privado en los países árabes. Códigos de estatuto personal. Edición y traducción.
Abdulaziz al-Saoud, Droit et environnement social au Maghreb. Colloque 10-
Editorial Universidad de Granada. Granada, 2005.

12 decembre, 1987, París, 1989. 13 Sobre este punto, véase el excelente artículo de Feria García, M.C., "Re-

10 Las disposiciones de reforma aparecieron en el Boletín Oficial el i o de sep- flexiones en torno a Ias últimas reformas del Derecho de Familia en Ma-
rruecos", en Hesperia. Culturas dei Mediterráneo, lI, (2005), págs. 21-35.
tiembre de 1993.
~.,-7'1-
---.-
1) El desfase social que implicaba Ia aplicación de Ia ann,
gua Mudawwana; efectivamente, Ia evolución social de Ia familia marroqui _y
de Ia sociedad en general- en los últimos cincuenta anos ha sido tan profunda
que Ia normativa de Ia antigua ley de Estatuto Personal quedaba absoluta~
mente desfasada e incapaz de dar respuesta a Ias nuevas situaciones jurídicas
que se planteaban en Ias relaciones familiares, a pesar de Ia reforma formal
que esta ley suirio, como hemos visto, en el ano 1993. La antigua Mudawwa_
na retiejaba una sociedad arcaica y confesional que nada tenía que ver con Ia
nueva sociedad magrebí. Obviamente, este cambio legislativo ha sido visto
con buenos ojos por una gran parte de Ia población dei país vecino, incluido
sectores dei islamismo moderado aunque no hay que olvidar que aún existe un
Marruecos confesional y tradicional que se ha opuesto, a veces de forma hostil,
a esta reforma.
2) La provisionalidad en Ia promulgación de Ia antigua
Mudawwana; presurosos por legislar de forma diferente ai poder colonial y
necesitados dei apoyo de los sectores religiosos, los primeros gobiernos de Ia
independencia comenzaron a sacar a Ia luz esta ley ai ano siguiente de Ia inde-
pendencia, en 1957, 10 que conllevó una premura en Ia formulación que, unido
a su talante extremadamente religioso, Ia hicieron susceptible de tener que ser
reformada, tal y como exigió el sector más liberal de Ia sociedad marroqui, ya
desde su nacimiento."
3) Su aislamiento dei ordenamiento jurídico estatal; como
ya hemos comentado, Ia normativa referente a Ia familia habia quedado -por
su arcaísmo y base confesional- desgajada dei resto dei mundo jurídico marro-
qui, de clara inspiración francesa. La Mudawwana de 1957-58, ai asentarse
en principios religiosos sunníes malikíes -los cuales, por supuesto, nos mere-
cen todo tipo de respeto, pues esa era Ia normativa que regulaba también al-
Andalus en su dia-, acababan chocando o friccionando con el resto de Ias leyes
dei ordenamiento jurídico e, incluso con el sistema político establecido tras Ia
independencia y el modelo de Administración de Estado.
4) La evolución dei aparato judicial marroqui; está claro.
que, ai igual que Ia vida y Ia sociedad dei país han evolucionado y transforma-
do en Ias últimas décadas, el sistema judicial, el aparato de Justicia marroqui,
también ha evolucionado y se ha modernizado: los jueces, abogados y personal
de Justicia actuales no tienen nada que ver con los antiguos adules, testigos o
ulemas de los pueblos y aldeas, y los medios con que se cuentan ahora (inior:
mática, nuevas tecnologías) no tienen nada que ver con los procedimientos Y
formas con que se ejercía el Derecho en el siglo XIX.
14 Cf. Chekroun, M., op. cit., pág. 15 Y 55.
5) Incoherencia COnel Derecho Internacional; si bien antes
el aparato normativo referente a Ia familia pudiera ser de consumo interno, el
fenómeno de Ia emigración ha puesto de manifzesto Ias enormes contradiccio-
nes entre 10 establecido por Ia Mudawwana y 10 reglamentado para este cam-
o dei estatuto personal y familiar en los países de destino de los emigrantes
~arroquíes. Se realizan actos jurídicos en Marruecos que luego son de impo-
sible reconocimiento en los países de acogida, o bien conllevan tal cúmulo de
difzcultades, que acaban generando conflictos legales de difícil solución. Por
otra parte, hace muy compleja y difzcultosa Ia tarea de suscribir convenios bi-
laterales con otros países en materia de divorcio, matrimonio, tutela de los
hijos, herencias, etc.
Asimismo, como afirma M. Peria.i? Ia rica e influyente co-
munidad magrebí desplazada y ya asentada en los países receptores europeos
de esta emigración, acelera, a Ia vista de estas diiicultades, Ia tendencia na-
tural de cortar sus lazos jurídicos con su país de origen, por no hablar dei des-
crédito que sufre Ia imagen exterior de Marruecos ante un público occidental,
tan sensibilizado a todo 10 referente a Ia situación de Ia mujer en cuestiones de
igualdad de derechos y deberes con el hombre.
6) La necesidad de un lenguaje jurídico lógico; como es de
suponer, Ia doctrina malikí comporta su propio lengua]e, tanto conceptual
como formal, así como su propia lógica, en este caso, de clara inspiración reli-
giosa y ancestral. De hecho, Ia Mudawwana de los anos 1957-58 era en reali-
dad Ia antigua shari'a, pero codifzcada en artículos y en párrafos numerados.
Era, pues, urgente, una revisión formal de Ia misma, urgencia que, como he-
mos visto, llevó ai Gobierno marroquí de turno a maquillarla en su aspecto
exterior en el ano 1993.
7) El deseo de evitar abusos en Ia interpretación de Ia nor-
ma; no era infrecuente que los encargados de aplicar Ia normativa de Ia Mu-
dawwana -adules, jueces y ulemas- acabaran cometiendo abusos a Ia hora de
hacer Ia lectura de Ia ley, haciendo general 10 que sólo se contemplaba como
excepcional o haciendo restricciones cuando sólo se hablaba de recomendacio-
nes. Estos defectos de aplicación ya [ueron denunciados en su día por sectores
de Ia sociedad marroquí; por ejemplo, para acreditar matrimonios de hecho,
que se habían realizado de forma libre y natural y que no habían sido valida-
dos por ningún adul (situación frecuente en zonas rurales de Marruecos), el
sistema previsto en Ia Mudawwana era levantar, con carácter excepcional y
15 Feria, M., op. cit., pág. 22.
 previa autorizaciôn judicial, escritura de confirmacián de existencia de ma-
trimonio fundada en el testirnonio de doce testigos; este supuesto excepcional
-que, en su momento sirvio para solucionar multitud de casos de matrimonios
anómalos existentes-, pero que se oponía a Ia [unciôn preferente del acta de
matrimonio como prueba de existencia de vínculos conyugales, acabo siendo
un pozo sin [onde, un agujero negro que los jueces de asuntos notariales no
tenían el menor problema en autorizar una y otra vez, sin tener en cuenta su
carácter de excepción.
8) Supremacía de Ia razón frente a Ia tradiciôn religiosa;
aunque no olvidamos que Marruecos es, constitucionalmente, un país de con-
[esiôn islámica, no podemos por menos dejar de subrayar que esta nueva Ley
de família constituye un paso muy importante en Ia hegemonía de Ia razón y
lógica jurídica frente a Ia tradiciôn y el confesionalismo" a Ia hora de inter-
pretar Ias fuentes legales deZ Islam. De hecho, Ia modernizaciôn y "occiden-
talizacián" del âmbito jurídico marroquí comenzó con los primeroe anos de Ia
colonizacián, a principies del siglo xx, pero este proceso continuo con Ia inde-
pendencia, en 1956, al asumir el nuevo Estado todos los Códigos coloniales, y
se consolidó en los anos siguientes, al legislar en esta misma línea.
9) Necesidad de marginar a los ulemas del ámbito jurídico;
no hay que olvidar que, durante siglos, los ulemas, los alfaquies y los muftíes,
los hombres de religiân en general, han jugado un papel fundamental a Ia hora
de formular, interpretar y ejecutar Ias leyes, habiendo logrado crear y consoli-
dar una fuerte estructura tradicional de poder en este campo,'? influencia que
se ha mantenido en el ámbito jurídico, a pesar de haber sido desplazados en
otros âmbitos intelectuales, culturales y sociales (universidad, poder político,
etc.) y que, quizâs porque éste se habia convertido ya en el único campo de
influencia real que tenían, no estaban diepuestos a perder; de ahí su feroz opo-
siciôn a Ia reforma de Ia Mudawwana. Pero, a pesar de Ia opoeiciôn, se hacía
necesario desplazar a los centros de enseiianza religiosa por Ia [acultades uni-
versitarias de Derecho y diferenciar aios profesionales del ámbito legislativo,
de los hombres de religiôn marroquíes. . para los nuevos tiempos; por ejemplo, aunque una agresiôn conyugal queda-
10) Búsqueda de coherencia normativa; ya hemos sugerz-
do que Ia falta de coherencia en Ia antigua Mudawwana se manifestaba de
múltiples formas: Ias normas sustantivas se contradecían con Ias procesales,
su normativa era incompatible con los convenios intemacionales suscritos, I~s
pocos conceptos recogidos deI campo jurídico occidental (como el de Ia mayonü
16 Cf. Daniel, J., Universalidad de Ias valores y diversidades culturales. IEmed,
Barcelona, "994.
17 Cf Kepel, C., Fronteras políticas y religiosas en el Mediterráneo, rsmed, Bar<e-
lona, 2004.
de edad) no casaban con Ia doctrina maliki imperante el grueso del corpus de Ia
Ley, e incluso, Ias mismas normas de inspiracion maliki, a veces, se contrade-
dan entre sí; por ejemplo, el modelo de divorcio que se asume en Ia bâudawwa-
na antigua es el que deja en manos del varón Ia capacidad de disolver el ma-
trimonio cuando quiera y todas Ias veces que quiera, 10 cual contradice 10 dicho
por Ia doctrina maliki tradicional de oposiciôn al matrimonio temporal:"
11) Claridad en los términos técnicos; no es infrecuente en-
contrar en el código maliki de Ia Mudawwana términos confusos y ambiguos,
que no precisan nitidamente los conceptos a los que se refieren. M. Peria'" re-
coge en su artículo algunos ejemplos de esta falta de concreción de términos
técnicos que, muchas veces, son claves a Ia hora de tomar decisiones judiciales;
por ejemplo, del "alguali", sinônimo de "representante legal", no quiere decir 10
mismo cuando se habla de hijos menores o incapaces que cuando se habla del
matrimonio. Hay que agradecer que, en Ia nueva redacción, apenas existen Ias
confusiones en este sentido.
12) Necesidad de obviar lagunas legales; el afán por no
desviarse de Ia doctrina clásica maliki acabó dando lugar a numerosas lagunas
jurídicas, en especial para los marroquíes que vivian en el extranjero, pues Ias
normas antiguas estaban hechas para gente que no viajaba o se desplazaba -y,
mucho menos, a países no islámicos-; con Ia emigraciôn a Europa comenzaron
a darse casos peliagudos de casi imposibie solución, acabándose en multitud
de ocasiones en caminos sin salida; por ejemplo, si dos marroquíes se casaban
en Espana por el rito corânico, en una mezquita a cargo de un imán marroquí,
el matrimonio era aceptado por el Estado espano], pero no por el marroqui/"
con Ia nueva Ley, esta situaciôn problemática queda resuelta con una legalidad
eiemplar.
13) Replanteamiento del sistema de pruebas; Ia nueva Ley
de Pamilia del 2004 ha supuesto también un completo replanteamiento del
sistema de pruebas, pues el antiguo código de Ia Mudawwana , aunque recogía
un sistema de pruebas basadas en elIslam, éstas se habian quedado obsoletas
ra probada por una sentencia penal, en virtud de un parte médico, Ia ley no
Consideraba dicha agresión por no ser una prueba contemplada en Ia escuela
jUrídica malikí. En Ia Ley actual, frente a la expresiôn "conforme aios medios
de prueba establecidos en derecho islâmico", se alude a "los medios generales
deprueba".
18 Cf Martas, J., EI mundo jurídico de al-Andalus, Madrid, 2004.
19 Cf Feria, M., op. cit., págs. 27-28.
20 Varias sentencias deI Tribunal de Primera Estancia de Tánger se decantan
en este sentido; cf. Feria, M., op. cit., pág. 29.
 .. ""'"'~-;-~-.
'11
Es evidente que Ia reforma de Ia ley marroquí sobre Ia
II familia ha sido fruto de un largo proceso y no va a ser fácil su implanta-
1.
ción real y su desarrollo normativo. Los partidos políticos, como el Parti-
do Socialista, los movimientos y asociaciones de mujeres, como el enca-
bezado por Nadia Yassine, hija deI fundador deI partido islamista Justicia
y Caridad," o los movimientos bereberes deberán estar vigilantes para
que los progresos obtenidos por Ia nueva ley no se queden en papel mo-
jado, en una ley formal e inaplicada.
Las mujeres disponen ahora de un estatuto legal idén-
tico aI de los hombres; tienen derecho a iniciar divorcio, comparten los
derechos en el seno de Ia familia y ya no están bajo Ia tutela de un horn-
bre de Ia familia (padre, hermano o marido); según Ia ley, son libres e
independientes, pero han tenido que aceptar compromisos como, por
ejemplo, Ia aceptación formal de Ia existencia de Ia poligamia, claramen-
te autorizada por el Corán y Ia Ley islámica, aun cuando su práctica se ha
vuelto casi imposible.
[1111 De todas maneras, Ia traducción de los principios de Ia
reforma en textos normativos que desarrollen Ia Ley fundamental, no
va a ser fácil, como tampoco fueron fáciles los inicios de Ia reforma. Re-
cordemos como el primer ministro socialista Abderrahaman Yousufi ya
había propuesto, en 1999, un proyecto anterior preludio de Ia reforma,
el "Plan para Ia integración de Ias mujeres aI desarrollo", presentado aI
Banco Mundial, 10 que suscitó Ias críticas airadas deI ministro de Asun-
III tos Islámicos Abdelkebir Alaoui. Asimismo, y como apoyo a este tipo de
iniciativas por parte deI Gobierno y de Ia Casa Real, el 12 de marzo deI
2000, el Día Internacional de Ia Mujer, en Rabat, una manifestación de
apoyo a Ia reforma logró reunir entre 100.000 y 200.000 personas, pero
en Casablanca, una contramanifestación islamista que denunciaba estas
iniciativas legislativas como algo pro-occidental y antí-musulmán, movi-
lizó una multitud claramente más numerosa.
Entre los problemas que va a tener Ia aplicación de esta'
nueva y revolucionaria Ley de Familia , tenemos los siguientes:
1) La aplicación, aI menos aI principio, de Ia nueva Ley,
va a depender, básicamente, de los mismos cadíes, jueces y adules que ya
aplicaban Ia normativa anterior, con 10 que va a ser difícil no caer en los
mismos vicios que senalábamos anteriormente; es necesario que el pro-
n Nadia Yassine afirma que el movimiento cuenta con cientos de miles de
simpatizantes, mientras que el islamólogo marroquí Mohamed Tozy Ias
censa entre diez y veinte mil; cf. Le Monde Diplomatique (edicíón en espa-
nol), abril 2004, págs. 6-7.
ceso de regulación y desarrollo de la Ley vaya acompaüado de un esfuerzo
educativo, tal y como preconiza Leila Rhiwi, profesora de Comunicación
en Ia Universidad de Rabat y coordinadora del movimiento feminista Pri-
mavera de Ia Igualdad," que dice textualmente: "Esta ley tiene una im-
portancia capital; pone a Ia igualdad en lugar de Ia sumisión. Pero temo
que, en Ia práctica, en muchos tribunales de Marruecos, no sea aplicada.
Les hemos dejado mucha libertad a los magistrados. Queda mucho por
hacer".
De cualquier forma, no hay que ser pesimistas a ultran-
za; ya hemos comentado que Ias nuevas generaciones universitarias de
profesionales deI ámbito deI Derecho, no salen ya de Ias Facultades de
índole religiosa, sino de Ias Facultades de Derecho. Por otra parte, es per-
ceptible que el mundo jurídico tradicional de los ulemas en Marruecos ya
no forma, hoy por hoy, un mundo monolítico; aunque Ia mayoría sigue
representando a Ia escuela malikí tradicional -es cierto-, cada vez son
más los que representan un Islam más depurado o abierto a cambios,
menos repetitivo, de ninguna forma laico, pero sí receptivo a reformar
que puedan tener cabida en el marco de los principios islámicos.
2) Obviamente, por mucha voluntad política que haya
o presión social, Ia implantación real de Ia reforma va a depender de los
medios económicos y de financiación con que cuente este proceso. Si Es-
pana, no ha sido aún capaza de crear juzgados de familia en todas Ias
localidades -por hablar deI mismo ámbito- a pesar de llevar ya veinte
anos de vida Ia normativa, por razones puramente económicas, pense-
mos el esfuerzo que debe hacer el Gobierno marroquí para caminar en
este sentido.
Efectivamente, parte de esa financiación puede prove-
nir de ayudas internacionales y, de hecho, existen, en el marco deI Pacto
Euromediterráneo, programas de colaboración judicial con Marruecos
y los países de Ia Unión Europea. La financiación por parte del Banco
Mundial, debido a Ia oposición militante de los partidos islamistas a esta
institución, no resulta estratégicamente recomendable, pues se vería Ia
nueva Mudawwana -como acusan los fundamentalista islámicos- como
una ley de carácter occidental. Seguramente Ias soluciones no son fáciles,
por 10 que, en este campo, hay que ser prudentes y avanzar aI ritmo que
se pueda, sin ceder a presiones deI exterior que, a Ia larga, se convierten
en elementos negativos para Ia imposición de esta reforma legislativa.
22 Cf. Le Monde Diplomatique (edición espaüola), abril 2004. pág. 6.
 3) EI desarrollo normativo debe ir en paralelo al proce-
so de descentralización administrativa y judicial. Y esto se traduce en una
consecuente ampliación del número de Tribunales de Primera Instancia ,
así como el proceso de especialización de sus distintas secciones. Todo
esto está en el espíritu de Ia reforma y, de hecho, Ia Dirección de Asuntos
Civiles está dando pasos importantes en este sentido, pues uno de los
principales escollos es que Ia reforma no servirá de mucho si los otros
I~ Ministerios siguen aplicando normas que contradigan 10 establecido en
Ia nueva Ley de Familia. Lo cierto es que el desarrollo normativo, poco a
poco, se está produciendo y son muchos los dahíres y circulares emanados
desde el Gobierno, que esperan su turno para ser publicados en el Boletín
Oficial del Reino de Marruecos. Por otra parte, no conviene olvidar que
Ia creación de nuevas Secciones de Família en los Tribunales de Primera
Instancia deI Reino no es algo que se pueda hacer de forma improvisada
ni desligado del resto de Ias reformas que Ia Justicia marroquí ha iniciado
en los últimos anos, en donde Ia especialización de los órganos judiciales
constituye un auténtico reto de Ia nueva Administración deI país vecino.
4) Por último, hay que tener en cuenta en esta relación
de los problemas de aplicación del nuevo Código, Ia oposición activa de
los partidos islamistas y, sobre todo, del mundo rural. Aunque aceptada
Ia reforma de Ia antigua Mudawwana por los partidos islamistas mode-
rados -como el PJD, Partido de Ia Justicia y Desarrollo- e incluso de los
más radicales -como el PJC, Partido de Ia Justicia y Caridad-, por prove-
nir ésta, en última instancia, de Ia Casa Real, estos partidos se encuen-
tran vigilantes para que el desarrollo normativo no desborde Ias delgadas
fronteras islámicas de Ia nueva Ley.
Asimismo, no hay que olvidar que existen en Marrue-
cos grandes bolsas de población muy apegadas a v al ores tra dici icion ales , o a
. ue se mueva
valores entendidos como tales, que no ven con b uenos ojos q
. . 1
algo que siempre ha estado bajo su contro , como es o t do 10 referente
Ia família; Ias interferencias estatales y gu bernati
emativas en es te campaaIson
. 1. d rio que en par e
susceptibles de ser mal vistas y ma mterpreta as, po , do
. h mos apunta ,
al proceso del desarrollo de Ia reforma, de b e Ir, como ya e
. 1G bi uede ignorar.
un proceso didáctico y educativo que e o ierno no P il ión
ecop aCl '
Y bien, ya es hora de que hagamos una r ,cticOS
.' ales logros pra
aunque sea de forma breve y sornera, de 1os pnncip . f rma de
- Ia meJor o
que el nuevo Código de Familia de 2004 entrana, como
valorar esta nueva Ley marroquí.
a) En Ia referente a Ia igualdad entre eI hombre y
Ia mujer:
1. El marido y Ia mujer comparten, desde ahora, de
manera conjunta Ias responsabilidades familiares, que hasta el momento
caían exclusivamente en el hombre, 10 que permite a Ia mujer trabajar
fuera de casa.
2. La esposa ya no tiene Ia obligación legal e inexcusa-
ble de obedecer al esposo, eliminándose expresiones de alto contenido
connotativo como "casa de Ia obediencia", refiriéndose al hogar, o "bajo
Ia égida del esposo", en referencia, naturalmente, a Ia mujer.
3. Las mujeres adultas son enteramente responsables
de ellas mismas, no estando ya bajo Ia tutela obligatoria del hombre de Ia
familia, bien fuera éste el padre, el hermano o el marido; de esta manera
se convierte, al fin, en ley, una de Ias principales reivindicaciones de Ias
mujeres en los países islámicos.
4. La edad mínima para contraer matrimonio, se eleva
a los dieciocho anos, tanto para los hombres como para Ias mujeres, con
10 que se evitan, o al menos se atenúan, los forzados matrimonios de
ninas negociados por los padres.
b) En Ia referente aI matrimonio:
1. Se restringe y se limita el abuso de acreditación de
matrimonios que no habían sido perfeccionados ante un adul, es decir,
aquellas convivencias libres llevadas a Ia práctica con el consenso del en-
torno social en donde se producían, pero sin existencia de certificación
legal alguna.
2.Se admite y regula Ia posibilidad de poder contraer
matrimonios civiles en el extranjero, con 10 que se da solución jurídica a
. uno de los grandes problemas de Ia emigración marroquí en países euro-
a peos.
Ia 3· Se elimina Ia figura del "tutor matrimonial" o "vale-
dor matrimonial de Ia contrayente" que, en Ia práctica, usurpaba Ia figura
de Ia futura esposa en el acto del matrimonio; es ahora Ia mujer, perso-
nalmente, Ia que contrae matrimonio y es protagonista real del mismo.
c) En 10 referente aI divorcio:
1. Se reconoce tanto al hombre como a Ia mujer el dere-
cho a divorciarse, divorcio que debe ejercerse bajo Ia responsabilídad de
un juez, con 10 que, no sólo se consigue el derecho de divorcio de Ia mujer,
sino que se evitan Ias divorcios arbitrarios y gratuitos por parte del hom-
bre que, con frecueocia, se dabao coo la....anti~.Y.
 Se reconoce eI principio deI divorcio por consenti-
2.
miento mutuo, con un contrato de condiciones pactadas y bajo Ia instruc-
ción y asesoramiento de un juez.
d) Bn Ia referente a Ia poligamia:
1. La poligamia es un tema muy delicado en cualquier
legislación de un país constitucionalmente musulmán, pues está expre-
samente permitida por el Corán; en el nuevo Código de Familia marroquí,
ésta debe ser autorizada por el juez, según criterios legales muy estrictos
que, en Ia práctica, hacen que sea casi imposible.
2. La mujer puede imponer en el contrato matrimonial
una cláusula que impida aI marido tomar otras mujeres, es decir, ejercer
Ia poligamia.
3· En el caso de que no se haya establecido ninguna
cláusula aI respecto en el contrato matrimonial, Ia primera mujer debe
ser informada de Ia intención deI marido de volver a casarse; asimismo, Ia
segunda mujer también debe ser informada de Ia existencia de un primer
matrimonio y, por tanto, de una primera mujer. En el caso de que Ia pri-
mera mujer no quiera compartir el hogar con otra esposa, puede solicitar
el divorcio.
e) Bn Ia referente ai Derecho de Ias ninas:
1. Las mujeres tienen Ia posibilidad de conservar Ia cus-
todia de sus hijos, tema en el que antes quedaban reservados aI marido
todos los derechos sobre los nines, esta posibilidad de custodia Ia man-
tienen Ias mujeres, incluso cuando Ia mujer vuelva a casarse de nuevo o
bien se mude fuera de Ia región donde vive el ex marido.
2. Un nino puede ser reconocido por su padre natural,
aun cuando el matrimonio no esté registrado oficialmente, 10 que atenúa
el hecho que se daba anteriormente de que los nifios extra matrimonia-
les, aI ser sólo reconocidos legalmente respecto a Ia madre, cargaba: en
ésta su manutención hasta Ia mayoría de edad.
3· Respecto a Ia herencia, aunque se mantiene el prin-
cipio, también reconocido expresamente por el Corán, de Ia doble cuota
deI hombre con respecto a Ia mujer, los nietos y Ias nietas quedan en Ia
nueva Ley equiparados; un paso discreto, pero un paso hacia Ia igualdad
de derechos y deberes de Ia mujer con respecto aI hombre.
f) En 10 referente a cuestiones técnicamente jurídicas:
1. La nueva Ley acomoda eI paquete normativo familiar
a Ia legislación internacional y, en particular, al ordenamiento general ju-
rídico marroquí, con 10 que Ia Mudawwana deja de ser una isla legislativa
en el Derecho del país vecino y se da solución a multitud de problemas
creados por su inadecuación a Ias normas internacionales.
2. Se potencia Ia creación de Juzgados de Familia, o
bien de Secciones especiales de Familia en los Juzgados de Primera Ins-
tancia deI Reino, 10 que, por una parte, permite un trato más específico
y garante a los problemas legales relacionados con Ia família y, por otro,
ayuda a desarroIlar Ia descentralización administrativa y jurídica en Ia
que se haIla inmerso Maruecos.
3. Se promociona Ia profesionalización y formación de
los funcionarios deI aparato jurídico marroquí, así como de los abogados,
notarios, testigos, etc., dando prioridad a los formados en Ias Facultades
de Derecho que a los que han realizado estudios en Ias Facultades de Es-
tudios Islámicos.
4. Se perfila en Ia nueva Ley un lenguaje y una termi-
nología más jurídica, más técnica, más precisa y concreta, que evita los
abusos basados en Ias ambigüedades y Ias confusiones y crea una mayor
seguridad legal al ciudadano.
5. Se establece un sistema de pruebas con un carácter
más racional y lógico, antes que consuetudinario y religioso, que respon-
de a situaciones reales y actuales, 10 cual abunda en una mayor garantía
jurídica.
g) Por último, en Ia referente a aspectos ideológicos:
1. La nueva Ley logra ser un corpus legal racional y de
corte occidental, sin que por ello deje de estar basada en los principios del
Islam y en Ia tradición de Ia escuela jurídica malikí, imperante en Marrue-
cos, teniendo su cabida en el marco constitucional que invoca el carácter
musulmán del reino de Marruecos; y todo ello al margen o con distancia
de Ia shari'a o ley islámica, donde hasta ahora encontraba su legitimidad
y base jurídica.
2. Hay una evidente supremacía, a Ia hora de interpre-
tar los principios legales del Islam, del uso de Ia razón -aql- frente a Ia
tradición -naql-, siempre, por supuesto en un uso legítimo deI taisir, de
Ia interpretación de los textos jurídicos musulmanes.
 3. Se potencia el amparo judicial legal y obligatorio que
debe tener todo súbdito frente al anterior concepto de "freno religioso"
o de "temor a Allah", que se le pedía al hombre o ala autoridad a la hora
de exigir o aplicar los derechos que se les reconocían en la anterior Mu-
dawwana.
4. Por último, hay un evidente y general respaldo a los
valores democráticos e igualitarios, a la hora de elaborar y articular el
contenido de la nueva Ley, 10 cual coloca a este Código de Familia en uno
de los primeros puestos de las normas más progresistas existentes en
Marruecos.
En conclusión, creemos firmemente que esta nueva
Ley, que sustituye a la antigua Mudawwana, encargada anteriormente
de regular los cauces jurídicos referentes al importante tema de la família
en el país vecino, no es una norma con carácter provisional ni, mucho
menos, una norma que tenga como último y único objetivo maquillar y
lavar la imagen de Marruecos frente a Occidente en un campo al que es
muy susceptible.
Por el contrario, los esfuerzos que se están haciendo
por desarrollarla, con la publicación de dahíres y con la creación de Sec-
ciones Especiales de Família en los juzgados de las principales ciud~des,
es la prueba más palpable de la seriedad de esta Ley y del celo del Gobier-
no marroquí, con el apoyo de la Casa Real, de llevarla a buen término y
con todas sus consecuencias.
Es una apuesta real y, a nuestro entender, valiente, que
hacen las autoridades marroquíes por adecuar su aparato legislativo a los
nuevos tiempos de la globalización, por cumplir sus compromisos con-
traídos internacionalmente y por dar una respuesta práctica y no sólo
teórica alas cuestiones del estatuto de la mujer y de la familia en la socie-
dad islámica; y todo ello a pesar de los reales problemas que conlleva la
aplicación de una ley de estas características.
Por último, es un ejemplo de cómo el carácter normati-
vo del Islam puede cambiar e ir evolucionando desde dentro, es decir, con
los mismos instrumentos jurídicos que se utílizan en la creación y aplica-
ción del Derecho islámico desde su nacimiento y que tan buenos resulta-
dos ha dado a 10 largo de la historia y en la adaptación y modernización
del Islam en países tan diferentes en los que se encuentra extendido.

190
 NUEVAS CULTURAS EN EUROPA:
ÁFRICA Y EL MUNDO ÁRABE*
Francisco Vida/ Castro I Universidad deJaén (Espana)

PRESENTAcrÓN En Ia Europa actual el fenómeno de Ia inmigración

está cambiando el "paisaje" humano y Ia composición
de Ia sociedad de manera clara y evidente. Las con-
secuencias económicas, culturales, políticas y de todo orden que lleva
aparejadas este fenómeno son de gran importancia. La adaptación e in-
tegración de estos grupos, cada vez más relevantes cuantitativa y cuali-
tativamente, se hace imprescindible para evitar conflictos y problemas
de convivencia, por un lado, pero también para optimizar el funciona-
miento social en general pues los inmigrantes se sitúan y acceden a los
diversos ámbitos de Ia organización de Ia sociedad: laboral, administra-
tivo, jurídico, sanitario, cultural, educativo, etc.
Por todo ello, resulta ineludible el conocimiento de es-
tos nuevos ciudadanos europeos que son los inmigrantes y que traen su
propia cultura y civilización, distintas y, en general', desconocidas.
En una gran parte de los casos Ia inmigración en Euro-
pa en general y en Espana en particular procede del Mundo Árabe y del
África Subsahariana. Por ello, en este trabajo se va a exponer una visión
general de los principales aspectos que caracterizan estos dos espacios
geográfico-culturales y sus respectivas civilizaciones.

r. MUNDO ÁRABE

1. rNTRoDuccróN: Es conveniente empezar aclarando los conceptos

NOCIONES de árabe y musulmán: su definición, similitudes y
GENERALES
diferencias. Con respecto al primero, árabe, es una no-
ción relacionada con Ia idea de pueblo, lengua y cultu-
ra; designa una comunidad de pueblos y etnias unidos

* Este artículo fue el resultado de un curso cuyas ponencias fueron publica-

das en unas actas con el mismo título por Oliva López Navamuel (coord.).
Las mujeres en Ia Europa de Ia ciudadanía. Sección "EI nuevo modelo eu
ropeo de sociedad en el sigla xxr". Cambil (Jaén): Asociación de Desarrollo
Rural de Sierra Mágina y Comisión Europea, 2001, págs. 403-424.

303
......... 7""' .....
- El islam en el ámbito religioso es un conjunto de creencias y prácticas
por un territorio, una lengua, una civilización y una cultura. Frente a él,
el concepto de musulmán es de carácter eminentemente religioso y de-
signa al individuo que profesa Ia religión del islam. Así, existen pueblos
que se islamizan sin arabizarse (Turquía, Irán) y viceversa: grupos que
presentan una arabización cultural pero sin integración sacio-religiosa
(judíos, cristianos).
Por 10 que respecta a Ia localización geográfica, Ia si-
tuación deI mundo árabe se reparte en dos continentes: África y Asia.
Los países que 10 conforman actualmente suman un total de veintidós
estados, aunque algunos de ellos (RASD -República Árabe Saharaui De-
mocrática-, Palestina), por determinados conflictos político-militares
no han sido reconocidos oficialmente por Ia totalidad de Ia comunidad
internacional. Estos 22 países árabes son, en el grupo de los africanos,
Marruecos, RASD, Mauritania, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Yi-
buti y Somalia, mientras que los asiáticos son Líbano, Siria, Palestina,
Jordania, Iraq, Arabia Saudí, Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes
Unidos, Omán y Yemen.
El mundo árabe es el núcleo y origen del islam, pero alo
largo de su historia hasta hoy día ha ido extendiéndose por otros países
en África y, sobre todo, en Asia, donde abarca grandes estados de elevada
población. Los principales de estos son cinco: Irán, Pakistán, Afganistán,
Turquía e Indonesia. Además, hay que mencionar Ia existencia de im-
portantes comunidades en India, China, Indochina, antigua URSS, EEUU,
muchos países del África Negra y Europa. En conjunto supera ya Ias 1.000
millones de fieles y es Ia segunda religión del mundo, tras el cristianismo
(los cristianos son, oficialmente, 1.900 millones), pero tiene una tasa de
crecimiento del 3 %, 10 que Ia convertirá en Ia religión mayoritaria en Ia
primera mitad del siglo XXI.
Resulta evidente Ia amplitud geográfica y diversidad
cultural en Ia extensión deI islam, 10 que ha dado y da como resultado
Ia existencia de diferentes realidades de esta civilización. En el mundo
moderno, se dan formas más tolerantes de islam cuanto más lejos del
Maxriq se halle Ia zona y se suele relajar Ia observancia del ritual, como
Ia peregrinación a La Meca, que no se suele realizar, al mismo tiempo que
se incorporan usos locales o mágicos en Ia vida religiosa o social, como
sucede en África negra y Berbería. También se dan otros tipos de influen-
cia local, como Ia impregnación de misticismo acercándose a formas de
sincretismo, que es 10que sucede en el caso de Ia India.
Pero existe un rasgo compartido y fundamental que es
a Ia vez una perfecta definición: el islam es un modo de vida y 10 es en
tres ámbitos: religioso, político y cultural, todos ellos interrelacionados.
reveladas por Dias a Mahoma y fijadas en el Corán, complementado con
Ia tradición sobre Mahoma y adaptado según su entorno. En cuanto al
ámbito político, es un estado con sus instituciones basadas en el Corán,
fundadas por Mahoma en Medina y desarrolladas por los califas suce-
sores. Y en el ámbito cultural es una síntesis de elementos de diversa
procedencia pero con tres troncos principales: semítico, indo-persa y
greco-helenístico.
Por tanto y como conclusión se podría destacar Ia doble
corriente o tendencia intrínseca al islam compuesta de unidad y diver-
sidad, similitud y diferenciación a todos los niveles: espacial (existe un
Islam urbano, otro del desierto, abarca diversos continentes), temporal
(tiene un larga historia: originaria, "clásíco'', reformista actual), sectas
(presenta varias ramas y grupos internos: sunní u ortodoxo, shii y jariyí,
ambos heterodoxos, sufí o místico).
2. BREVE El Islam nació en el sigla VII con Ia predicación de Ma-
RECORRIDO
homa de Ia revelación que le transmitió Dias a través
HISTÓRICO
del arcángel San Gabriel. Esta predicación se desarro-
lló entre e1610 y e1632 en La Meca primero y después
en Medina, ciudad en Ia que formó Ia primera comunidad islámica.
Desde su origen el islam tuvo una fulgurante yespec-
tacular expansión que resulta prodigiosa históricamente pues Ia llevó a
cabo un grupo de nómadas beduinos no demasiado numeroso y hasta
entonces fragmentado y dividido en muchas tribus independientes. Es-
tas tribus salieron del estado inorgánico de su sociedad y de Ias arenas
del desierto y en un siglo tan solo hicieron que el islam se convirtiera en
el mayor imperio unificado jamás conocido ya que se extendía desde el
Atlántico hasta el Indo. Todo ello, además, a costa de dos grandes im-
perios a los que derrotó en su camino: el bizantino cristiano y el persa
sasánida.
Pero en el sigla X comenzó Ia fragmentación de aquel
enorme imperio y fue entonces cuando, tomando en cierto modo el rele-
vo, surgió el esplendor del califato de Córdoba en al-Andalus, cumbre de
Ia civilización islámica occidental y cima de Ia cultura europea medieval.
A partir de entonces Ia Península Ibérica se convierte
en el puente de comunicación y Ia via de intercambio más fructífera entre
Europa y el islam. Más aún, Ias ciencias de Ia Antigüedad enriquecidas y
desarrolladas con Ia experimentación y conocimientos de los árabes en
medicina, farmacología, botánica, agronomía, matemáticas, astronomía,
", -;::-:\ .•......• --.
'etc.-setransmitieron a Europa gracias a Ias traducciones de Ias obras ára-
bes que se realizaron en Ia conocida como "Escuela de Traductores de
Toledo". Todo este saber fue el que propició el Renacimiento europeo
y el despegue científico y cultural de Europa, mientras que los árabes y
los musulmanes, ya bajo el domínio turco mongol primero y otomano
después, se iban cerrando a los adelantos técnicos europeos y perdían el
carro del progreso al dejar de hacer 10 que siempre habían hecho: recoger
y aprovechar todos los avances científicos y de conocimiento de cual-
quier civilización y cultura deI mundo y desarrolIarlos para mejorarlos e
incrementar su utilidad y el beneficio público de su comunidad.
Tras Ia época de estancamiento y de cadencia que su-
frió delsiglo xv al xx, en Ia época contemporánea y tras el contacto con el
occidente moderno el mundo árabe e islámico comenzó a "despertar" de
su adormecimiento, pero Ia colonización europea 10 sumió en una crisis
de identidad y definición social y política que ha dejado profundas hue-
llas después de su inde-pendencia.
3. RELACIONES YLas experiencias compartidas entre Ia civilización
CONTACTOS
occidental y el mundo islámico a 10 largo de los siglos
DEL MUNDO
han hecho que, Occidente y, especialmente, Europa,
OCCIDENTAL Y EL
MUNDO ÁRABO- haya enriquecido su identidad cultural (básicamente
ISLÁMICO. greco-romana) y al final sean el resultado, en buena
CONFRONTACIÓN
parte, de ese contacto con el universo deI islam. Esa
E INTERCAMBIO
relación entre dos grandes culturas clásicas, aunque
a veces difícil, ha sido enormemente fecunda y así 10
pone de manifiesto Ia rica herencia cultural que en suelo europeo ha de-
jado gran cantidad de obras que ya pertenecen al Patrimonio de Ia Hu-
manidad.
Pero además de estos testimonios materiales del es-
plendor del mundo islámico como son los monumentos, Europa se ha
enriquecido durante siglos con Ias aportaciones de carácter espiritual e
intelectual en su historia, arte -objetos, decoración-, ciencia, filosofía,
lenguas -arabismos-, literatura -riarrativa, cuentística, romancero- y
en innumerables hechos de Ia vida cotidiana -gastronomía, agricultura,
riegos, costumbres-.
La prodigiosa expansión del islam (en poco más de un
siglo, lIega a tres continentes) le lIeva, por su línea de avance occidental
norteafricana, desde su cuna en Ias arenas del desierto arábigo a entrar
en contacto directo con el mundo mediterráneo. A partir de entonces, a
mediados del siglo VII, si bien la entrada en Europa se producirá a finales
de siglo, el islam se constituye en Ia frontera meridional de Europa y se
estabIecen unos Iazos indisolubles entre ambas culturas.
La invasión y conquista de Ia Península Ibérica convir-
tió a ésta en el puente entre los dos mundos y, aunque hubo otras vías de
entrada y enlace, al-Andalus fue Ia más fecunda, original y mutuamente
enriquecedora, como ya se ha apuntado.
Tres son Ias etapas de contacto entre los dos mundos
y todas ellas con interlocutores islámicos diferentes. En primer lugar, Ia
protagonizada por los árabes y que tiene lugar en el Mediterráneo y Ia
Península Ibérica durante los siglos VII y VIII Yque se prolonga hasta el fi-
nal de Ia edad media. La segunda Ia efectuaron los turcos mongoles y fue
mucho menos importante y más limitada y solo afectó a Europa oriental
y algo central, a los países eslavos; se desarrolló durante los siglos XIII
y XV, entre 1258 y 1453. Por último, existe una tercera gran etapa de
contacto con los turcos otomanos como protagonista y el Mediterráneo
y centro de Europa como escenario durante los siglos xv al xx. Tras ella,
aparece el periodo de colonización en el que Ias potencias occidentales,
sobre todo Francia e Inglaterra, se reparten todo el territorio de Oriente
Próximo y el norte de África.
En resumen, ha sido una relación fecunda a Ia vez que
difícil. La civilización araboislámica ha dejado una rica herencia cultural
con obras que hoy están catalogadas como Patrimonio de Ia Humanidad,
además de un rico legado intelectual y espiritual. Esta relación se carac-
teriza por su antigüedad en el tiempo y proximidad en Ia distancia del
encuentro y porque en ella se dan dos factores determinantes: el islam
y Europa han sido siempre un "otro" respectivamente y no han sido un
único islam ni una única Europa en cada uno de esos encuentros.
4. LOS ESPANOLES La imagen tradicional del árabe y del musulmán que
CRISTIANOS
se ha tenido en Espana a 10 largo de su historia ha res-
ANTELOS
ÁRABES pondido casi siempre a una actitud de separación y
MUSULMANES extranarniento, se ha visto en general como "el otro"
por excelencia y hemos ido cambiando nuestra actitud
y valoración sobre el musulmán de acuerdo con los intereses políticos,
religiosos y sociales del momento. Así, hemos pasado por fases de "mau-
rofilia" y de "maurofobia", de aceptación y rechazo, pero manteniendo un
planteamiento de ilegitimidad del islam desde diversos puntos de vista:
primero territorial, luego presencial, después referida a los gobiernos de
;:-: 7" -:-:-. -. ---. ~
Ias países ísÍámicos a Ia vez que a su importancia en Ia formación de Es-
pana, para finalmente focalizarla en Ia inmigración percibida como nu-
merosa y amenazante. Sin embargo, Ias cifras son sumamente elocuentes
y evidencian que Ia presencia de Ias musulmanes es cuantitativamente
muy reducida: de los casi 500.000 musulmanes que hay en Espana, unos
100.000 son espanoles (de ellos, 80.000 son marroquíes nacionalizados
en Ceuta y Melilla); de los inmigrantes hay 10.000 estudiantes y muchos
profesionales (médicos sobre todo).
Así, con este planteamiento de ilegitimidad se creó el
concepto de "reconquista" en Ia edad media, desarrolIado en los siglos
bajomedievales, y desde entonces hasta hoy día se sigue considerando
como el proceso básico y central del transcurrir histórico en Ia época me-
dieval. Por ello, no es extrano que Ia idea predominante y arraigada en
Ia sociedad espaüola sea Ia de permanente conflictividad y guerra entre
musulmanes y cristianos, que es Ia visión interesada de los vencedores y
Ia Iglesia, inculcada a Ia sociedad y perpetuada en Ias fiestas de moros y
cristianos. Sin embargo, Ia realidad es que existieron extensos periodos
de relaciones pacíficas y buena vecindad, de convivencia e intercambio.
Afortunadamente, esta visión de contienda sempiterna comienza a co-
rregirse y algunos investigadores destacan esas relaciones de paz. Por
ejemplo, para el periodo del reino nazarí de Granada, teóricamente el
más bélico y guerrero, se han esquematizado los anos de guerra y paz
con el siguiente resultado: buenas relaciones, desde 1232 o 1246 hasta
Ia sublevación mudéjar de 1264; guerra, 1275-1294; del siglo XIVhay un
total de ochenta y cinco anos de paces y quince de guerras, mientras que
en el xv se dan treguas continuas y cortos periodos de guerra, con Ia fase
de guerra final entre 1482 y 1492. En resumen, aproximadamente un
setenta por ciento fue periodo de paz.
Por otro lado y junto a esto, en los manuales de histo-
ria, de lengua y literatura espafiolas al hablar de los casi ocho siglos de
civilización andalusí, que, significativamente, se Ia denomina con el tér-'
mino "hispanomusulmana", no se acepta como un período más dentro
de Ia historia de Espana y aparece implícita o explícitamente Ia idea de
que fue una interrupción en esa trayectoria histórica que rompe y quie-
bra Ia unidad religiosa y nacional.
5. EL MUNDO La mayor parte de los problemas, crisis y tensiones
ARABOISLÁMICO
que sufre y ha sufrido el mundo araboislámico en el si-
EN LA EDAD
glo XXderivan del encuentro con el mundo occidental,
CONTEMPORÁNEA
más moderno y avanzado, por un lado, y con el pro-
ceso de colonización y descolonización que han sufrido por parte de Ias
potencias europeas, por otro.
EI punto de arranque de Ias crisis y convulsiones inte-
riores que ha padecido fue Ia expedición que realizó Napoleón Bonaparte
en los anos 1798 a 1801 a Egipto. Supuso el encuentro con el mundo oc-
cidental más moderno y sus técnicas y métodos más desarrolIados. Esto
acarreó una crisis ideológica pues suponía descubrir que el mundo árabe
se había quedado muy atrasado y Ia superioridad que había mantenido
siempre sobre Occidente en Ia edad media se había perdido ya completa-
mente e incluso Ia situación se había invertido. Esta toma de conciencia
provocó el despertar del "adormecimiento" en el que se halIaba Ia civili-
zación araboislámica.
Así surgió el principal conflicto de esta época: Ia
disyuntiva entre tradición y modernidad. Ante ello surgieron diversas
posturas y respuestas y los diversos países adoptaron distintas fórmulas
de solución, desde Ia más revolucionaria a Ia más conservadora. Así, por
ejemplo, Turquía aplicó una occidentalización radical (Kemal Atatürk
en 1929 lIega al extremo de imponer el alfabeto latino sustituyendo al
alfabeto árabe), Arabia Saudí sigue una tendencia de conservadurismo
mientras que Irán, tras sufrir Ias nefastas consecuencias de una occi-
dentalización exagerada, acaba desembocando en el extremo opuesto, el
fundamen talismo.
Además de Ia situación de atraso técnico y científico en
Ia que se halIaba hace dos siglos con respecto a Europa, el mundo árabe
ha sufrido graves problemas económico-sociales y políticos por el falIo y
agotamiento de los sistemas importados desde Occidente: nacionalismo,
socialismo, capitalismo, comunismo. En este sentido, hay que destacar
que Ia oposición religión/laicismo es totalmente occidental y ajena a Ia
filosofía y sistema social de estos países, donde el islam "es a Ia vez reli-
gión, comunidad, civilización, cultura".
Estos problemas socio-económicos y políticos han des-
embocado en una situación en Ia que muchos países árabes e islámicos
actuales han caído en el autoritarism~ del jefe político. Todo ello, en de-
finitiva, ha sido ocasionado en su mayor parte por Ias deficiencias del
proceso de descolonización, Ia injerencia externa, Ia división artificial de
Ias fronteras, Ia deslegitimación de Ias élites dirigentes locales y Ia des-
estructuración de Ia sociedad tradicional, Ia expoliación de Ias materias
primas y una carencia de políticas de desarrolIo económico tanto duran-
te Ia etapa del colonialismo como durante Ia posterior descolonización.
De ahí derivan, sin duda, muchos de los actuales con-
flictos bélicos que padece el mundo árabe, tanto Ia guerra entre árabes
· """.-::;--., -.--=--- .
y palestinos frente a los israelíes, como Ia segunda guerra del Golfo o Ia
lucha del Frente Polisario.
Ya pesar de todos estos problemas de los países árabes
e islámicos, existe un rotundo aumento y expansión actual del islam que
quizás se deba a Ia simplicidad de su monoteísmo, su cultura superior y
el prestigio social que conlleva en zonas primitivas y poco desarrolladas
del África negra, o también al espíritu de solidaridad y fraternidad que
es Ia base de su filosofía social, 10 que 10 hace sumamente atractivo en
sociedades rígidamente estratificadas y clasistas como Ia de Ia India.
6. ECONOMÍA La mayoría de Ias países árabes están en vías de desa-
ACTUAL rrollo. Así sucede con todos los del norte de África y
Oriente Próximo. Así, Túnez se encuentra en el puesto
106 de los 210 países deI mundo en Producto Nacional Bruto per cápita,
Jordania e1120, Argelia e1122, Marruecos el128, Egipto e1129, Siria el
134, Iraq también debe de estar en esta franja aunque no se disponga de
datos oficiales sobre él. Para facilitar Ia comparación, téngase en cuenta
que Espana ocupa ellugar 38.
Pero también existen países pobres (Yemen es e1192,
Sudán e1189, Mauritania e1168, Somalia, Yibuti) y países ricos (Arabia
Saudí es e164, Libia, Líbano e187) y extremadamente ricos (Kuwait es el
19, los Emiratos Árabes Unidos e125, Qatar e132, Bahreyn e137, Omán
e148).
Lógicamente, Ia gran riqueza de estos últimos se debe
al petróleo y sus derivados, que les ha conferido un enorme poder econó-
mico pero también político y estratégico.
Por otro lado y más allá de Ias cifras que en Ia media
ocultan Ia realidad auténtica y profunda, hay que advertir que existe un
reparto muy desigual de Ia riqueza en casi todos estos países, tanto los
ricos como los pobres. De hecho, existen grandes masas de población que
rozan Ia supervivencia y enormes bolsas de pobreza en Egipto, Marrue-
cos o Argelia.
7. VIDA SOCIAL Una de Ias características más destacadas de Ia socie-
Y FAMILIAR dad árabe es Ia cohesión y fuerza de los vínculos fa-
miliares. La solidaridad y ayuda mutua dentro de Ia
sociedad en general se plasma especialmente y se potencia de manera
más fuerte en el seno de Ia familia, cuyos miembros se apoyan incondi-
cionalmente a todos los niveles: afectivo y emocional, lógicamente, pero
también económico, social, laboral, educativo, etc. Y esa solidaridad y
apoyo mutuo van más allá de los familiares directos hasta alcanzar a los
de segundo y tercer grado.
a) El matrimonio. Aunque el Corán no abolió Ia poligamia, mejoró Ia po-
sición de Ia mujer puesto que Ia limitó a cuatro esposas y exigió una per-
fecta equidad del marido con todas ellas, al mismo tiempo que seguía
permitiéndole tomar entre sus esclavas Ias concubinas que deseara.
EI matrimonio tiene tres requisitos: un contrato, el
pago de Ia dote por el marido y el consentimiento de Ias partes, para 10
que Ia mujer es representada por su tutor. La ruptura del matrimonio se
efectúa por anulación pronunciada por el cadí a petición de cualquiera de
los cónyuges por razón grave, pero también se puede efectuar por medio
del repudio unilateral por parte del marido, que es definitivo si se ha pro-
nunciado tres veces.
Hay separación de bienes, por 10 que Ia mujer conser-
va su dote, pero Ia autoridad absoluta del hombre dificulta esta disposi-
ción.
b) Nacimiento, circuncisión y muerte. Tras el nacimiento de un nino exis-
te Ia costumbre heredada de época preislámica de sacrificar su cabellera
como purificación y una cabeza de ganado, parte de Ia cual se distribuye
a los pobres. Se recomienda pronunciar en Ia oreja del recién nacido Ia
llamada a Ia oración para asegurar que será un buen musulmán.
La circuncisión se practica por prescripción de Ia tradi-
ción profética y suele tener lugar entre el séptimo día y los siete o hasta
los trece anos, pero siempre antes de Ia pubertad. El nombre propio que
recibe el nino es una parte de su nombre completo de acuerdo con el sis-
tema de Ia onomástica árabe que está integrado por una larga cadena.
En cuanto a los ritos funerarios, se exige Ia recitación de
Ia profesión de fe junto al enfermo en peligro de muerte. Una vez muerto,
hay que lavar el cadáver y amortajarlo con una pieza de tela inconsútil.
Luego se acornpafia al cadáver al cementerio y allí se pronuncia Ia oración
de los muertos antes de enterrarlo en Ia tumba sobre el costado derecho
y mirando en dirección a La Meca. A pesar de que no siempre se haya
cumplido, Ia tumba no debe estar recubierta por ningún monumento fu-
nerario. La herencia se reparte según unas complejas reglas matemáticas
que siguen Ia línea paterna y en Ia que Ias mujeres, gracias a Ias nuevas
normas coránicas, acceden a heredar aunque sea con Ia mitad de Ia cuota
masculina. El causante solo puede testar sobre un tercio de sus bienes.
 -~--
c) Los delitos y Ias penas. En los delitos de sangre voluntarios (homicidio
o lesiones), se aplica Ia ley del talión pues son delitos que generan el de-
recho de venganza, aunque ésta no se puede ejercer libremente sino bajo
el control del juez, que solo permitirá Ia ejecución del culpable o su muti-
lacion (en este caso será aplicada por un alfajeme o un cirujano y no por
Ia víctima). No obstante, hay algunos casos del talión en los que puede
conmutarse Ia pena por un rescate dinerario, pero entonces el culpable
sufrirá además del pago de Ia cantidad estipulada Ia pena de 100 azotes
y un afio de prisión.
Por 10 que atafie a los delitos de sangre involuntarios, Ia
venganza se satisface mediante una compensación pecuniaria.
También existen otros delitos de orden público cuya
pena está fijada ya en el propio Corán y son los siguientes.
·Apostasía. Se castiga con Ia pena de muerte, aunque a
veces se ofrece Ia posibilidad de arrepentimiento y perdón.
· Fornicación, castigada con 100 azotes según el Corán,
pero después se afiadió Ia lapidación para los casos de adulterio, exten-
dida también a los pederastas. Los varones, además, sufrirán durante un
afio destierro y prisión.
· Calumnia o difamación, que se entiende referida al
adulterio específicamente, es decir, a Ia falsa acusación de adulterio. Se
castiga con 80 azotes.
· Robo. Se penaliza con Ia amputación de Ia mano de-
recha. Cuando se trata de un ladrón ya castigado, en sucesivas reinei-
dencias se le amputa el pie izquierdo, Ia mano izquierda y el pie derecho
siguiendo este orden que es más una normativa teórica que realmente
aplicada.
· Bandolerismo. Se castiga con penas que van del des-
tierro y azotes a Ia muerte y exposición del cadáver pasando por Ia cruci-
fixión y amputación alterna, dependiendo de Ia gravedad.
· Consumo de alcohol. Teóricamente castigado con 86
azotes, Ia aplicación de Ia pena es bastante laxa.
d) El urbanismo/La vivienda. Inicialmente, Ia ciudad islámica constaba
de dos espacios: el espacio comercial, lugar de intercambio y mercado se-
manal alrededor del cual están los puestos de los artesanos agrupados en
gremios, y el espacio religioso-político, representado en Ia mezquita, que
es a Ia vez lugar de oración, meditación, reunión, sede de Ia ensefianza y
biblioteca, tribunal de justicia, centro político donde se proclama aI califa
y se declara Ia guerra.
Posteriormente, Ias funciones de Ia mezquita fueron
reduciéndose a Ias religiosas y aparecieron instituciones específicas para
Ia justicia (Ia sede deI tribunal), ensenanza religiosa (Ias madrazas), me-
dicina (el hospital, acompafiado de escuela de medicina a veces). Las mez-
quitas se multiplicaron en cada barrio y en sus cercanías aparecieron los
bafios. En Ias capitales y en Ias grandes ciudades además existía el alcá-
zar, sede del gobierno y Ia administración, y Ia alcazaba, fortaleza militar
que también acogía funciones políticas.
La vivienda recoge Ia tradición clásica romana y se arti-
cula en torno a un patio que suele tener un estanque. Las habitaciones se
organizan alrededor de ese patio, al que da Ia puerta de entrada de cada
una de elIas y por donde además se ventilan, pues no suelen tener venta-
nas. A veces Ias casas más grandes tienen una segunda planta con galería
que también da al patio. En Ias mansiones de mayor tamano el jardín es
muy importante. En todas elIas Ia fachada y ventanas son pequenas y no
revelan Ia riqueza del interior, son casas que miran hacia adentro y que
tratan de preservar Ia intimidad de sus habitantes, principio sagrado en
Ias sociedades islámicas. Por ello, en Ias construcciones se vigila especial-
mente Ias vistas a otras casas o espacios domésticos de los vecinos, Ias
puertas suelen ser en recodo o tener cortinas, Ias terrazas donde se tien-
de Ia ropa suelen tener valIas para limitar el acceso visual de los vecinos,
cuando se va a entrar en una casa es de obligada cortesía, aunque esté
abierta, pedir permiso al duefio.
e) El bafio. El bafio, inspirado en Ias termas romanas, tiene una función
inicial y básicamente religiosa: Ia purificación de todo el cuerpo exigida
para hacer Ia oración cuando se tiene una impureza mayor que, por ejern-
plo, puede estar originada por actos como mantener relaciones sexuales
o Ia menstruación.
Posteriormente, también fue adquiriendo otras funcio-
nes sociales y de esparcimiento y se convirtió en lugar de encuentro de
hombres y mujeres, donde además se podía disfrutar de unas horas de
relajación.
Igualmente, fue incorporando una serie de profesiona-
les y servicios auxiliares que podríamos considerar propios de un salón
de masaje y belIeza pues había peluquería, depilación, maquillaje y hen-
na. Ello suponía y supone aún hoy día, casi el único momento y lugar de
esparcimiento público y social de Ias mujeres, que aprovechan Ia visita
al bafio para charlar con sus amigas, intercambiar sus inquietudes, com-
probar el desarrollo de sus hijas, conocer en profundidad a Ias jóvenes
casaderas para sus hijos, etc. En este sentido, Ia despedida de soltera se
inicia de alguna manera en el bafio, adonde Ia novia va a prepararse para
Ia boda y recibir el tratamiento de belleza que pasa por una depilación
rigurosa de todas Ias partes de su cuerpo así como el masaje, cremas cor-
porales, tatuajes de henna y maquillaje.
f) Alimentacion y gastronomía. AI igual que Ias otras grandes religiones
monoteístas, el judaísmo y el cristianismo, también en el islam existen
limitaciones y prohibiciones en Ia alimentación.
EIislam prohíbe el consumo de vino y los juegos de azar
por ser cosa de Satanás, aunque esta prohibición se prestó a interpreta-
ciones diferentes. La prohibición se extiende a cualquier alcohol o bebida
que embriague y, en Ia actualidad, también incluye Ias drogas.
En cuanto a Ia carne, se prohíbe el consumo de los ani-
males impuros (cerdo, alimanas, caballerías, gatos, cánidos) y Ia sangre
en general.
Además, Ia carne de los animales puros o permitidos
solo se puede consumir si está sacrificada ritualmente de una manera es-
pecífica que exige el degollamiento de tráquea y yugulares o bien hundir
el cuchillo en el cuello. Además, se han de cumplir otros requisitos en el
ritual del sacrificio: el matarife debe hallarse en estado de pureza legal,
poner a Ia víctima en dirección a La Meca y pronunciar Ia fórmula "En el
nombre de Dios sea". También se exige extraer toda Ia sangre del animal.
El sacrificio que se realiza durante Ia Fiesta Grande o Fiesta del Cordero
es obligatorio para todo musulmán que tenga posibilidad de realizarlo.
En relación con Ia gastronomía árabe hay que destacar
el legado e influencia andalusí en distintos aspectos. En primer lugar,
en Ia introducción de ciertos alimentos que no existían anteriormente,
como Ia berenjena o Ia calabaza, y Ia gran utilización de algunas frutas
como Ias brevas y los higos, además del azúcar (originaria de Ia India pero
introducida por los árabes en el Mediterráneo). También existe una gran
influencia en Ia repostería, donde se encuentran dulces de tradición islá-
mica como los alfajores, almendrados, pestifios u hojaldres. Igualmente,
hay platos con denominación de origen árabe que se conservan en Sierra
Mágina, como Ia almoronía, y probablemente el aguacebá de Cambil sea
de tradición árabe, pues todos sus ingredientes (canela, azúcar, limón,
cebada tostada, hielo) y su preparación así 10indican.
g) Las fiestas y el calendario. Existen dos grandes fiestas: Ia Fiesta Peque-
fia o Fiesta de Ruptura del Ayuno y Ia Fiesta Grande o Fiesta del Sacrifi-
cio. La primera se realiza tras el último día del mes de ramadán y celebra
el final del ayuno obligatorio que se realiza en ese mes. La segunda, co-
nocida entre los occidentales como Fiesta del Cordero porque en ella se
sacrifica una cabeza de este ganado, se celebra en conmemoración del
sacrificio de Abraham y tiene lugar en el último día de Ia peregrinación a
La Meca, pues es el rito final que hacen los peregrinos y al mismo tiempo
que ellos sacrifican su víctima correspondiente en tierra santa, el resto
de los musulmanes del planeta los acomparian desde cada lugar del mun-
do. También es muy importante Ia fiesta de Ia Natividad del Profeta.
El calendario islámico es distinto aI cristiano y se rige
por Ia era de Ia Hégira, que comienza el afio 622, cuando Mahoma y sus
seguidores emigran de La Meca y se establecen en Ia vecina ciudad de
Medina, donde surge Ia primitiva comunidad islámica.
Es un calendario que sigue el ciclo lunar y no solar,
como el nuestro, por 10 que el afio no tiene 365 días sino 354 que se
reparten en doce meses de 29 ó 30 días. Por ello, el desfase de once días
por cada afio hace que no corran paralelos ambos calendarios y en Ia ac-
tualidad e112 de septiembre de 2001 corresponda con e123 de yumada
II (sexto mes del calendario islámico) del afio 1422. Otra diferencia con
respecto a nuestro sistema de cómputo deI tiempo es que el día comienza
tras Ia puesta del sol y no al amanecer (o a Ias doce de Ia noche en sentido
estricto).
8. LA MU]ER EN LA Una de Ias cuestiones más discutidas y polémicas acer-
CIVILIZACIÓN
ca del mundo árabe e islámico y que ha suscitado nu-
ÁRABO-ISLÁMICA
merosos tópicos es Ia situación de Ia mujer. Y si bien es
cierto que existen claras desigualdades en ciertos luga-
res y momentos, también es cierto que a menudo se examina Ia cuestión
de forma muy superficial y desde una perspectiva egocéntrica y miope
que pretende imponer el propio sistema de valores a otras culturas. Por
ello, es necesario superar juicios fáciles y poco documentados yestudiar
con precisión Ia realidad de Ias mujeres en estos países para poder deli-
mitar con rigor y precisión los aspectos de verdadera desigualdad e in-
justicia.
A nivel religioso y espiritual el hombre y Ia mujer son
iguales. Por tanto y como primer y fundamental factor hay que seüalar
que son Ia realidad y el entorno culturales los que generan Ia desigualdad
de trato. También es necesario resaltar que el Corán y Ia tradición pro-
fética vienen a mejorar Ia situación de Ia mujer con respecto al periodo
preislámico: se prohíbe el infanticidio de Ias ninas, se limita Ia poligamia,
se plantea el matrimonio como un contrato con derechos y deberes en lu-
gar de como una compra por Ia que el hombre adquiere una propiedad.
 --.~.- --
Sin embargo, una interpretación rigorista ha utilizado
el Corán para darle un matiz religioso y agravar Ia situación de inferio-
ridad de Ia mujer y limitar su libertado Así, se han llegado a consolidar
ciertos aspectos como Ia sacralización del acto del matrimonio, que real-
mente es un contrato civil con derechos y deberes, Ia lapidación en caso
de adulterio, el repudio sin testigos y el uso deI velo, además de limitar el
acceso de Ias mujeres a Ias mezquitas.
No obstante, el Corán sí especifica explícitamente al-
gunas desigualdades. En concreto, seüala Ia preeminencia deI hombre
sobre Ia mujer, que el testimonio de Ia mujer vale Ia mitad que el del
hombre, el repudio unilateral para el hombre, Ia poligamia y el menor
derecho de herencia de Ia mujer. Pero incluso en estos puntos algunos
sabios musulmanes modernistas, teniendo en cuenta que Ias circunstan-
cias en Ias que se produjo Ia revelación han cambiado totalmente, reali-
zan un análisis y una interpretación diferentes de los pasajes del Corán
que hablan de estas cuestiones y con este nuevo análisis llegan a superar
esas desigualdades.
A propósito de Ia mujer, un tema candente y polémi-
co es Ia clitoridectomía o ablación genital femenina, también conocida
como excisión, que presenta diversos grados de mutilación y llega a Ia
total ablación con infibulación -cosido de Ia vulva-. Aunque más adelan-
te se hablará del tema en detalle, ahora conviene adelantar que a pesar de
que en muchas ocasiones se considera una práctica islámica y en algunos
países los propios musulmanes que Ia practican así 10 afirman y creen,
no se trata en absoluto de una práctica implantada por el islam, sino
2. RESUMEN
que es de origen africano anterior. Más aún, Ia doctrina fundamental
del derecho islámico no solo no Ia prescribe sino que tiende a suavizarla
y limitaria.
lI. ÁFRICA SUBSAHARIANA
1.SITUACIÓN La mayor parte de Ia inmigración en Europa en general
GEOGRÁFICA y Espana en particular procedente del África negra tie-
ne su origen más concreto en Ia zona subsahariana del
África occidental. Esta región formó parte de una confederación colonial
de Francia que incluía ocho territorios que, además de Mauritania, son:
Sudán (actual Malí, con 10 millones de habitantes), Alto Volta (actual
Burkina Faso, también con 10 millones), Níger (10 millones), Senegal
(9 millones), Costa de Marfil (14 millones), Dahomey (actual Benin, 6
millones), Guinea (Bissau 1 millón; Conakry, 7 millones; Ecuatorial, 0,42
millones). A Inglaterra perteneció Nigeria, el país más poblado de Ia zona
con 118 millones.
Muchos de estos países, como Malí, Níger o Senegal,
tienen un territorio muy variado que va, en un gradiente de norte a sur,
desde el desierto de Ia zona sahariana, a Ia zona saheliana (vegetación
escasa de tipo arbustivo) en el centro, sigue más al sur con Ia zona de sa-
bana sudanesa y, ya en Burkina Faso, aparece Ia selva con un clima tropi-
cal. Aunque Ias sequías son frecuentes, tiene una estación de lluvias de 5
ó 6 meses, de fines de mayo a comienzos de octubre, que, curiosamente,
coincide con el nivel más bajo del río Níger (de 4.200 km. de longítud),
en el que es menos navegable.
Las temperaturas varían mucho según Ia región, pero
en general son altas (20-43 1 C). La pobreza del suelo y Ia dureza de Ias
condiciones climatológicas limitan el desarrollo de Ia agricultura y en
algunos países como Malí llegan al extremo de que solo puedan cultivar
en torno al 20 % de Ia superficie del país.
La fauna es enormemente variada y se distribuye,
lógicamente, en los 4 biotopos (desierto, sahel, sabana sudanesa, saba-
na guineana). Existen numerosas especies de aves, peces (entre los que
destaca el famoso pez capitán), cocodrilos, mamíferos (león, elefante,
hipopótamo, llamado "mali" en Ia lengua de los bambara malienses,
chimpancé, guepardo, leopardo, jirafa, hipopótamo enano, varios tipos
de gacelas, etc.).
África parece ser que fue Ia cuna deI hombre y donde
HISTÓRICO
se encuentran los primeros restos humanos. Además,
una de Ias más antiguas civilizaciones del mundo se
creó en el valle del bajo Nilo 4.000 anos a. C. Los fenicios colonizaron sus
costas mediterráneas y los griegos parte de Libia, mientras que los roma-
nos dominaron y engrandecieron todo el Norte de África. En Ia edad me-
dia los árabes conquistaron también esta zona y progresivamente fueron
penetrando e islamizando Ia zona negra al sur del desierto del Sáhara.
A finales del siglo XV Portugal inició Ia expansión ma-
rítima y Ia ruta de Ias Indias mediante el establecimiento de factorías y
sedes comerciales en Ia costa Atlántica y Ia desembocadura de los ríos.
Francia y Holanda se sumaron y se dedicaron al comercio de esclavos,
mientras que Espana, por su dedicación a América, solo ocupó el Atlas
marroquí.
 ~---...-
En el siglo XIX, entre 18S0 y 1880, se desarrolla Ia épo-
ca de Ias expediciones científicas inglesas: el misionero David Livingsto-
ne (1813-1873) recorrió el África central y austral (al sur del ecuador),
Juan Rowlan Stanley, llamado Enrique Morton (1841-1904), periodista
que atravesó el continente de Este a Oeste, desde Ia desembocadura deI
Congo (o Zaire) hasta Zanzíbar.
Tras los pioneros del XIX se despertó en Europa una
auténtica fiebre de exploraciones con intenciones de colonización para
explotar Ias grandes riquezas del continente. Después del reparto de
África entre Francia e Inglaterra y en menor medida Portugal (que solo
consiguió Angola y Mozambique), Bélgica (que obtuvo el Congo, Ruan-
da, Burundi) y Espana (Guinea), el periodo colonial dio paso a una etapa
en Ia que en los países sometidos surgió una fuerte corriente nacionalis-
ta a partir de Ia 11 Guerra Mundial que desembocó en su independencia
en torno a 1960.
Sin embargo, dado el estado de subdesarrollo y des-
estructuración social y económica en Ia que quedaron estos países des-
pués del periodo colonial y el proceso de descolonización, Ias potencias
siguieron ejerciendo una forma de control postcolonial y tutela no oficial
sobre sus antiguas colonias que todavía hoy se mantiene de manera no
formal.
3. ECONOMÍA Casi todos estos países están entre los más pobres del
mundo y más baja renta per cápita. Por ejemplo, Malí
ocupa ellugar 193 del mundo, Burkina Faso es e1196, Níger el 205, Se-
negal e1161, Nigeria e1191.
A su pobre y castigado territorio, sacudido por Ia re-
ciente guerra civil con los tuareg del norte en el caso de Malí y Níger,
azotado por Ia sequía, se une el escaso desarrollo industrial y agrícola.
Por otro lado, su fantástica riqueza paisajística ~ in-
teresantísima variedad étnica y cultural, su forma de vida tradicional
y todavia no demasiado contaminada hacen de estos países destinos y
atractivos turísticos de primerísimo ordeno Pero, desgraciadamente, Ia
industria del turismo que podría ser una importante fuente de riqueza
en esta zona, apenas está desarrollada y carecen de infraestructuras sufi-
cientes para acoger a un número elevado de turistas. Por otro lado, el de-
sarrollo del turismo conlleva en estas zonas un gravísimo peligro de acul-
turación y acecha Ia amenaza de Ia pérdida de costumbres y tradiciones
ancestrales que el turismo de masas arrasa. De hecho, se puede constatar
desgraciadamente algunos de los estragos que ya ha hecho el turismo en
algunas de estas zonas y ello a pesar del escaso número de turistas que
todavía llegan. Por tanto, la gestión racional y conservacionista del patri-
monio cultural y sociológico de estos países deberá ser una premisa para
el fomento y desarrollo del turismo en ellos si quieren mantener viva a
largo plazo su gallina de los huevos de oro.
4. POBLACIÓN. EI gran número de etnias y Ia diversidad racial de es-
ETNIAS
tos países componen un mosaico étnico complejo y un
tanto difícil de conocer y clasificar. Además, cada una
de ellas tiene sus respectivas lenguas y actividades. Existen etnias o tri-
bus que son sedentarias y otras nómadas (peul, tuareg, mauros), unas se
dedican a Ia agricultura, otras al pastoreo, otras a Ia pesca, etc. En Malí
predominan los bambara y su lengua es Ia más extendida, aunque en el
norte del país son los songhay Ia etnia dominante. En Níger, en cambio,
son los hausa Ia etnia mayoritaria y su lengua se habla en casi todo el
país así como en el vecino Chad y se utiliza como lengua comercial en Ia
zona. También existen en Níger importantes minorías, como los fulbé o
los tuareg.
La población es sumamente joven: casi Ia mitad es me-
nor de 15 anos y Ia esperanza de vida no llega a los 50 anos. EI creci-
miento de Ia población es bastante alto gracias a un índice de fecundidad
espectacular (7,10 hijos por mujer) que genera un elevadísimo índice de
natalidad (de los más altos del mundo). En contrapartida, hay que sena-
lar Ia enorme cifra de mortalidad infantil.
A pesar del marcado carácter rural de Ia población,
existen corrientes migra to rias internas hacia Ias ciudades y de allí a los
países del entorno y hacia el norte deI continente y Europa.
5. RELIGIóN
Y La diversidad racial apuntada va acompariada de una
SOCIEDAD
gran diversidad cultural y artística. De hecho, hay que
destacar que en esta zona existe una de Ias culturas
más originales, misteriosas y elaboradas de toda África: el País Dogón. Se
trata de un mundo fantasma colgado de un enorme acantilado rocoso y
celoso guardián de su universo cultural cuyos valores reposan sobre una
filosofía y una religión extraordinarias, complejas y sumamente ricas.
La religión tradicional y originaria de estas tierras es
el animismo, caracterizado por dotar de vida y simbolismo a todos los
seres, animados e inanimados (animales, rocas, árboles), y divinizar a Ias
fuerzas y entes de Ia naturaleza.
 Aunque todavía hay pequenos núcleos animistas, Ia
mayoría de Ia población se ha convertido al islam, religión que comenzó
su penetración, de forma pacífica y mediante Ia presencia de mercaderes
musulmanes que desarrollaban sus actividades comerciales, ya en Ia baja
edad media.
Sin embargo no son países islámicos "típicos" ni se
pueden identificar con el modelo habitual de los países árabes o arabiza-
dos. Su situación geográfica ha hecho que Ia franja subsahariana sea una
de Ias fronteras del Islam y su expansión por Ia región haya sido Ia histo-
ria de una interacción entre dos culturas: Ia árabo-islámica y Ia negroide
africana. Ello ha dado como resultado un islam subsahariano adaptado
a Ias peculiaridades étnicas y religiosas de Ia región, 10 cual explica los
diferentes fenómenos de sincretismo con Ias religiones locales.
6. LA SITUACrÓN Por 10 que respecta a Ia situación de Ia mujer en ge-
DE LA MU]ER
neral, resulta sorprendente Ia gran actividad y dina-
mismo que Ias mujeres subsaharianas desarrollan y su
elevado nivel intelectual e ideológico a pesar del escaso índice de alfabe-
tización, que en el caso de Malí gira en torno al a i %, frente a128% de los
hombres y el 23% del país en general.
En general, Ia mujer, sobre todo en el ámbito urbano,
es consciente de su estado de inferioridad y discriminación y lucha por
mejorar su situación y conseguir sus derechos. Fruto de esa actitud y
de Ia labor de difusión y concienciación reivindicativa entre Ias muje-
res, apoyada y fomentada desde organismos oficiales, son Ias múltiples
asociaciones femeninas de Ia más diversa índole y finalidad, desde Ias
que tienen como razón de ser Ia defensa y promoción de Ia mujer y sus
derechos en general hasta Ias de carácter específico que agrupan a muje-
res juristas, comerciantes, artesanas, agricultoras, etc.
Todas ellas llevan a cabo actividades en favor de Ia mu-
jer, bien sea a nivel informativo y de asesoramiento, bien a nivel de coo-
perativismo y ayuda mutua en actividades económicas y familiares.
La adaptación del islam a Ias costumbres deI país ha
ejercido una influencia positiva en unos aspectos y negativa en otros por
10que respecta a Ia situación de Ia mujer musulmana. Entre los aspectos
positivos cabe serialar Ia vestimenta en el sentido de que no es obligato-
rio el uso del velo ni se da esa ocultación obsesiva de todas Ias partes del
cuerpo femenino en público como suele ocurrir en otros países íslámicos,
sobre todo algunos árabes. También hay que incluir en los aspectos favo-
rables Ia escolarización y ensefianza de Ias ninas en iguales condiciones y
escuelas mixtas, tanto en enserianza religiosa como laica. No obstante y
aunque Ias escuelas estén compuestas de porcentajes similares de nifios
y ninas, el nivel de escolarización es desigual: 40% para los nifios y 25%
para Ias ninas. Esta misma desigualdad, pero más pronunciada, se da en
Ia alfabetización de Ias mujeres adultas: Ia mayor parte son analfabetas
(eI90% en zona rural y el 75% en zona urbana), debido, en parte, a que
más del 75% del tiempo de producción en Ia economía de estos países 10
efectúan Ias mujeres.
Pero sobre todo como elemento positivo de este islam
africano propio es de destacar Ia enorme actividad laboral y económica
de Ias mujeres. En el comercio, por ejemplo, existen desde pequenas ven-
dedoras ambulantes en los zocos hasta grandes empresarias. Igualmente,
existen numerosas juristas, administrativas. maestras, agricultoras en su
propia tierra, etc. Tanto es así que Ia economía familiar y el funciona-
miento social depende fundamentalmente de Ia actividad femenina, pues
Ia pasividad laboral masculina es notable y general en muchas etnias de Ia
región o bien se produce una fuerte emigración masculina hacia zona; de
mayor rentabilidad del trabajo.
Entre los aspectos negativos asociados al islam en Malí
con respecto a Ia mujer se pueden mencionar Ia poligamia, hasta el punto
de que, tergiversando Ia doctrina islámica en una manipulación masculi-
na claramente interesada, se dice que el Corán obliga al hombre a casar-
se con cuatro mujeres, cuando realmente solo autoriza a tomar más de
una mujer en condiciones estrictas. También se ha utilizado el islam para
mantener el papel secundario y de dependencia de Ia mujer con respecto
aI hombre.
Pero quizás Ia cuestión más grave sea Ia mutilación ge-
nital de Ia mujer argumentando razones religiosas, 10cual, como ya se ha
dicho, es inexacto: el Corán no Ia menciona y sólo hay tradiciones profé-
ticas más bien en sentido contrario, mientras que Ias escuelas jurídicas Ia
consideran una práctica recomendada pero no obligatoria.
 ***

Para no extender más este trabajo y concluir, hay que destacar que esos
dos grandes grupos de nuevos ciudadanos europeos que constituyen los
inmigrantes deI Mundo Árabe y el África Subsahariana proceden de sen-
das culturas y civilizaciones enormemente ricas y variadas, con sus pecu-
liaridades y características propias, su organización social y familiar, sus
costumbres y tradiciones, tan interesantes y respetables como Ias nues-
tras. Y a pesar de que llegan a nuestras tierras como pobres y necesitados,
traen consigo ese enorme caudal y riqueza que supone su pertenencia al
pueblo del que proceden. Conocer esos pueblos nos permitirá entender y
valorar a esas personas como se merecen más allá del racismo o de Ia com-
pasión, del rechazo del "otro" o de Ia tolerancia artificial socio-política.
\ Diego MeIo Carrasco
Licenciado y Magíster en Historia por Ia Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso. D.E.A. en
Historia Medieval, Universidad de SaIam anca,
Espana. Miembro de Ia Sociedad Chilena de
Estudios Medievales. SiJ área de especialización es
Ia Historia Medieval con énfasis en el Islam Clásico , ,
y al-Andalus. Sus artículos han sido publicados EUROPA Y EL MEDITERRANEO MUSULMAN
en Argentina, Brasil, Chile, Espana e Italia. DINÁMICAS DE ENCUENTRO Y DESENCUENTRO

Actualmente se desempena como profesor del

Departamento de Historia de Ia Facultad de Artes Diego Melo Carrasco / Fernando Laiseca Asla
Liberales de Ia Universidad Adolfo Ibáfiez. (Editores)

Fernando Laiseca Asla

Profesor de Ia Facultad de Derecho de Ia
Universidad Adolfo Ibáriez, titular de Ia 'Cátedra
[ean Monnet, Director Académico del Diploma
de Postítulo en Integración Regional organizado
conjuntamente por el Instituto de Estudios
Internacionales de Ia Universidad de Chile y Ia
Facultad de Derecho de Ia Universidad Adolfo
Ibáfiez, y Presidente de scsx-Arnérlca Latina.

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EUROPA Y EL MEDITERRANEO MUSULMAN
DINÁMICAS DE ENCUENTRO Y DESENCUENTRO

Diego Meio Carrasco / Pernando Laiseca Asla

(Editores)

© Diego Meio Carrasco / Fernando Laiseca Asla, 2010

© Ediciones Altazor, de esta edición 2010

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Europa y el Mediterráneo Mulsulmán.

Dinámicas de encuentro y desencuentro

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ISBN978-956-7472-68-0

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Supervisión Digital:
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