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EL PROCESO DE DISEÑO DEL

ARQUITECTO
 Piero Gonzales Pastor
Pierogp99@hotmail.com

RESUMEN:

El presente ensayo tiene como finalidad dar a conocer el camino de trabajo que
debe recorrer un arquitecto frente a la concretización de su diseño arquitectónico.
Así mismo, se desarrollará la importancia del espacio de construcción que debe
tener presente para empezar a desarrollar su diseño, complementándose con el
espacio donde proyectará el mismo. Finalmente, se pretende explicar, desde el
plano subjetivo, la responsabilidad y compromiso que tiene un arquitecto para con
la imaginación de sus diseños.

PALABRAS CLAVES:

Proceso de diseño, espacio de construcción, libertad de imaginación.


I.- INTRODUCCIÓN:

Mao Tse – Tung escribió una vez que “todo aquel que quiere hacer la guerra tiene
que cómo hacer la guerra y lo que significa hacer la guerra, y el que quiere hacer
guerra revolucionaria tiene que saber además lo que supone una guerra
revolucionaria”.

Con estas palabras se pretender establecer que la construcción de un diseño


arquitectónico no es un trabajo de simple procedimiento sino que implica un arduo
proceso de construcción que necesita desde conocimientos teóricos, prácticos y
empíricos propiamente dichos. Como toda actividad de desarrollo, el diseñar tiene
un proceso de realización antes de que se plasme de forma concreta.

Pues, entender un diseño arquitectónico es comprender cómo podemos realizar


construcciones materiales de diferentes categorías a partir de representaciones
inmateriales y generales. Según los escolásticos medievales se crea un objeto de
la fusión de la materia y la forma, siendo que de la fusión de esos dos principios
surge la concreción de este objeto, una casa, por ejemplo.

Pero ¿Cómo podemos realizar construcciones materiales de gran calidad sino se


cuenta con un arquitecto que desarrolle sus capacidades en total plenitud? El ser
humano tiene una capacidad natural para pensar y razonar con fluidez y facilidad,
generando ideas o representaciones conceptuales que le permiten especular
acerca de los fenómenos que le rodean. El ser humano tiene capacidad de
observación o curiosidad innata, con la cual se interesa en conocer e investigar su
entorno natural. En tercer lugar tenemos capacidad creativa y de imaginación que
permiten transformar el entorno natural, diseñando, innovando, elaborando y
produciendo objetos útiles surgidos de sus propias ideas, llegando a generar
ambientes de bienestar y seguridad. Y por último, el ser humano tiene capacidad
emocional, la cual le permite desarrollar ante su estímulo de percepción sensorial
natural, marcos de simbolización y significación estético-cultural.

Sin lugar a duda, considero que un arquitecto de calidad debe desarrollar todas y
cada una de estas capacidades frente al proceso de un diseño arquitectónico.
II.- LA IMPORTANCIA DEL PROCESO DEL DISEÑO:

En la formación del arquitecto, el conocimiento y el proceso de diseño son


centrales para su futuro desempeño profesional. Por medio de ellos se adquieren
competencias que permiten imaginar, idear y diseñar proyectos de arquitectura,
para luego transformarlos en obras arquitectónicas materiales. El proceso de
diseño es también una forma de conocimiento, de imaginación, de reflexión y de
anticipación. Permite la significación y la transformación de la realidad. Produce
obras concretas, pero igualmente busca que el usuario se emocione con los
valores y cualidades formales que estas obras proporcionan, por medio de
vivencias espaciales y de uso. Estas experiencias conducen a la creación de
imaginarios culturales comunes y al surgimiento de identificaciones de
pertenencia y de integración social. (Hans Fox Timmling, 2009, p. 22)

El diseño arquitectónico no solo debe depender de las habilidades del individuo, ni


ser un proceso intuitivo, es necesario seguir una metodología para obtener los
resultados más adecuados.

Andrés Schwarz (2016), sostiene que “cada etapa del proceso arquitectónico
debe desglosarse detalladamente en función del grado de complejidad del
problema. El diseño arquitectónico debe concebirse con bases técnicas, teóricas,
estructurales, instalaciones, conocimientos históricos o culturales, el cual el
arquitecto debe saber manejar” (p. 45).

Si un arquitecto emprendería el diseño de una edificación, por ejemplo, sin tener


un orden, un proceso de desarrollo, considero que se cometería errores. Es
normal que se cometa errores como cualquier tarea pero algunos de estos errores
pueden costar mucho dinero y trabajo o conducir a un resultado no satisfactorio
de la obra, por lo que establecer y respetar un proceso de diseño significaría
encaminar un diseño arquitectónico por el mejor camino que nos conduzcan a un
resultado de calidad y satisfacción no solo para el arquitecto sino también para el
usuario de dicha edificación. En conclusión, que exista un proceso de diseño es
de suma importancia para aquel arquitecto que pretende obtener un resultado
óptimo de lo que pretende materializar en la realidad.
III.- LA IMPORTANCIA DEL ESPACIO DE CONSTRUCCIÓN PARA EL DISEÑO
ARQUITECTÓNICO

La arquitectura es una profesión donde nunca se termina de descubrir cosas


nuevas. Cada día se crean nuevos espacios, con nuevos materiales o nuevas
combinaciones que desarrollan nuevas ideas y dan nuevas soluciones. De la
misma manera en que un diagnóstico médico empieza con la comunicación entre
el paciente y el doctor, un buen diseño empieza con una relación abierta entre el
arquitecto y quien busca sus servicios. Es en última instancia este cliente quien va
a usar el espacio creado por el artista de nuevos espacios y es él quien tiene que
estar satisfecho con el resultado final de la obra.

Desde mi perspectiva, la observación del espacio arquitectónico es uno de los


principales pasos para obtener un diseño de calidad. Pues se tiene que diseñar
integrando infinidad de valores que hacen de su manejo un problema técnico-
plástico de gran complejidad, el cual exige un proceso de diseño que parta de un
método básico y que se utilice la flexibilidad y creatividad del diseñador. Este
proceso nos lleva a obtener nuestra actividad. El método debe ser ordenado y
lógico.

Martínez, P. (2009), menciona que:

Tomar en cuenta el entorno es apropiado. Tomar en cuenta el entorno del terreno de


construcción, para evitar insertar un elefante en una sala de conciertos, es lo ideal,
pues analizar el campo evita que nuestro diseño se lleve de mal con el entorno, y
resulte chocante. Pues, es importante contar con la documentación gráfica para
ajustar el diseño de arquitectura a los gustos de quienes habitaran el edificio. Una
correcta comprensión por parte del usuario, facilita el ajuste y el acuerdo entre las
partes, y asegura un resultado más satisfactorio. (P. 56)

El diseño debe adecuarse al predio en el cual se insertara, es el primer elemento


que debe considerarse, de otro modo, el diseño es inútil. Los espacios están
creados para el ser humano y para que tengamos una mejor calidad de vida. Por
ello, un buen arquitecto tiene que diseñar pensando en los cinco sentidos y en lo
que va a ocurrir en cada uno de los espacios.
IV. EL ARQUITECTO Y SU LIBERTAD DE IMAGINACIÓN FRENTE A SU
DISEÑO

En el bosquejo de este trabajo se dijo que el ser humano tiene una capacidad
natural para pensar y razonar con fluidez y facilidad, generando ideas o
representaciones conceptuales que le permiten especular acerca de los
fenómenos que le rodean. Los arquitectos tienen la capacidad de imaginar
alternativas y de hacerlas realidad.

El conocimiento creativo imaginativo es un elemento necesario que se desprende


de la imaginación, pues este consiste principalmente en imaginar y/o
conceptualizar los elementos a diseñar, una vez concluida la etapa racional.
(Soledad tabares, 2013, p. 8)

A través de la imaginación los arquitectos se permiten desarrollar la creatividad de


sus pensamientos en toda su plenitud. Exponer la forma en la que los arquitectos
ven el mundo y su capacidad de construir alternativas es lo que se consigue a
través de la imaginación (Muñoz Cosme, 2008, p. 115).

La arquitecta angloiraquí Zaha Hadid (2004), menciona sobre “la importancia del
entorno, un espacio donde la arquitectura ha de generar ideas, crear voces
nuevas y líneas de energía" (p. 11). Pues ha supuesto una auténtica revolución en
la práctica de la arquitectura no sólo por su creatividad, sino porque con ella se
han roto modelos y reglas, encontrando la arquitectura otros significados y
posibilidades.

Franco Purini (1997), firma que “las técnicas de invención intervienen para sacar a
la luz, es decir, para volver conscientes, las posibilidades formales emanadas
autónomamente de las arquitecturas precedentes (y de sus infinitos textos de
referencia), cuando éstas vienen activadas por medio de la imaginación”. (p. 117)

En ese sentido, la imaginación es un elemento importante del proceso de diseño


arquitectónico ya que a través de este se logra obtener mejores visiones del
entorno de construcción logrando así tener un diseño de calidad.
V. CONCLUSIONES:

o El proceso de diseño es sin duda una compleja y sofisticada operación


intelectual, espiritual, imaginaria y virtual, respecto de los resultados
formales que genera y produce. Operamos por su intermedio en un mundo
paralelo al real. Siempre estamos anticipando e imaginando un resultado,
aún incluso antes de iniciar el proceso diseñador propiamente tal. Entender
las leyes internas del proceso de diseño en arquitectura, nos ayudará a
imaginar y a poner en marcha nuevos procesos pedagógico-docentes
orientados hacia el aprendizaje de aquellos conocimientos, habilidades,
competencias y desempeños conducentes a un más pleno manejo del
proceso diseñador.

o El arquitecto es un generador de orden ya que los diseños se hacen en


orden y ello significa que se sigue un proceso.

o El proceso de diseño representa también una forma de actuar, de intervenir


y de transformar el mundo.

o El proceso de diseño es un proceso que desarrolla nuestras capacidades


reflexivas, predictivas, creativas e innovativas.
BIBLIOGRAFÍA:

1. Fox Timmling H. (2009). Reflexiones en torno al proceso de diseño en


arquitectura. Chile: Edit. Universidad Austral de Chile. P.p. 142.

2. Schwarz A. (2016).

3. Martínez, P. (2009). La arquitectura como problema. Colombia: Ediciones


CECAR. P.p. 112.

4. tabares S. (2013). La creatividad en el diseño arquitectónico. Colombia:


Editorial Colombu. P. p. 136.

5. Muñoz Cosme, A. (2008). El proyecto de arquitectura. Barcelona: Editorial


Reverte S.A. P.p. 271.

Franco Purini, F. (1997). Study of Architectural Elements. Australia: Axonometric


projection. P.p. 284.

Zaha Hadid (2004). La arquitectura desde la libertad del pensamiento. Miami:


Prexis Edit. P.p. 17.

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