MARCO TEÓRICO
Es dable establecer que se trata de un principio rector del proceso penal, cuya
finalidad es, durante su desarrollo, considerar al imputado como inocente de forma
objetiva y efectiva, cuya protección comience desde la detención a partir de la cual
sea dable establecer medidas cautelares, las que además de cubrir los requisitos
exigidos por ley, serán como su nombre lo establece, aplicadas de forma cautelar y
no represiva, como un paso tendiente a la fase del proceso o instrucción, sin que
sea apoyada en la justificación de una puesta en peligro. Debe motivarse en
la naturaleza del hecho y la gravedad del delito. En el procedimiento penal, incluso,
en su fase pre o para procesal, la persona sometida a proceso penal, tiene el
derecho a recibir la consideración y trato de no autor o partícipe en hechos de
carácter delictivo o análogos a éstos y determina, no se le apliquen las
consecuencias o los efectos jurídicos del mismo ya que el juzgador no puede
apoyarse en consideración inherentes a la persona, como conducta, credibilidad,
reputación, antecedentes penales, testigos o posibles testigos, así como de
cuestiones fuera del procedimiento como la confesión, admisión de hechos,
declaración previa o negativa a declarar o carearse, resultado de exámenes o
análisis a los que se hubiera sometido incluso previos a la imputación
i
Declaración Universal sobre Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789
ii
Mercado Morales, M. (2015). La presunción de inocencia como un derecho fundamental. Hechos y
Derechos, 1(29).
iii
Aguilar López Miguel Ángel, Presunción de inocencia, derecho humano en el sistema penal
acusatorio, México, Anaya, 2015.
iv
Gómez González Arely. (2016). Reforma Penal 2008-2016 El Sistema Penal Acusatorio en
México. Ciudad de México: INACIPE. p. 211
v
Nota 6 . p. 215