net/publication/240114939
CITATIONS READS
2 59
6 authors, including:
Alfredo Ovalle
University of Chile
91 PUBLICATIONS 592 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
infecciones vaginales en una Clínica de Salud de la Familia en la Región Metropolitana, Chile View project
All content following this page was uploaded by Alfredo Ovalle on 13 August 2014.
Rev. méd. Chile v.131 n.6 Santiago jun. 2003 Como citar este
artículo
Background: Using adequate infection control measures, the rate of vertical transmission
of human immunodeficiency virus (HIV) during pregnancy, has been reduced to 3% in
Chile. Aim: To determine vertical transmission rate and risk factors associated to perinatal
infection in pregnant women with known (KI) and unknown HIV infection (UI). Patients
and methods: HIV infected pregnant women whose deliveries were attended at the San
Borja Arriaran Hospital were included. Antiretroviral therapy (ART) has been used since
1995 (Zidovudine 13 patients, bitherapy 4 and triple therapy 14 patients). Newborns have
received ART since 1995. Premature labor without evident cause, premature rupture of
membranes, and rupture of membranes over 4 h before delivery were evaluated. Delivery
was by elective cesarean section since 1993. Breast feeding was avoided. Pregnant women
with UI (suspected disease after delivery due to child or mother pathology) did not received
ART. Delivery and breast feeding were managed with common obstetrical-neonatal
criteria. Results: Fifty three HIV infected pregnant women were studied (43 with KI and 10
with UI). Four children (36.4%) from the KI group and seven (63.6%) from the UI group
became infected. The global rate of vertical transmission among KI group was significantly
lower than UI group: 9.5% (4/42) vs 70.0% (7/10) p <0.001. Using ART, this rate was
further reduced to 6.5% (2/31) and with bitherapy or triple therapy to 0% (0/18). Breast
feeding, vaginal delivery, premature delivery with no clinical cause, premature rupture of
membranes, rupture of membranes longer than 4 h and lack of ART, were significantly
more common in the UI group, compared with KI group. Conclusions: Vertical
transmission in pregnant women with KI is significantly lower compared with UI. Risk
factors increasing HIV perinatal infection are: breast feeding, lack of ART, vaginal
delivery, premature rupture of membranes, rupture of membranes >4 h and premature
labor without a clinical cause (Rev Méd Chile 2003; 131: 633-640).
(Key Words: HIV infections; HIV seropositivity; Perinatal care; Pregnancy complications,
infections)
En Chile, con la incorporación del protocolo ACTG 076 en 1995 y uso de la zidovudina en
la embarazada, se logró reducir la tasa de transmisión perinatal del virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) de 35,4% a 6,9%. Con esto se disminuyó la tasa global
de transmisión vertical entre 1995 y 1998 a 23%1.
Desde 1998 hasta marzo de 2001 con la utilización de este protocolo y de otras drogas
antirretrovirales, además de la práctica rutinaria de cesárea electiva y supresión de la
lactancia, la tasa de transmisión perinatal del VIH se redujo a 3%. Sin embargo, a pesar de
la drástica disminución obtenida con estas medidas, la tasa global de transmisión vertical
durante ese período fue 15,3%.
Esta frecuencia mantenidamente alta se debió a que en la mayoría de los niños infectados
(88%), se desconocía la condición de infección de la madre y, de este modo, no fue posible
aplicar las pautas de profilaxis recomendadas durante el embarazo y parto2. Además, el
desconocimiento de la infección materna impide tomar las precauciones necesarias para
evitar los factores de riesgo obstétricos involucrados en la transmisión perinatal de la
infección: parto vaginal, rotura de membranas al parto mayor de 4 h, parto prematuro con o
sin rotura prematura de membranas, bajo peso al nacer, infección ovular clínica y lactancia
materna3-5.
Los objetivos de este trabajo fueron determinar la tasa de transmisión vertical y los factores
de riesgo que intervienen en la infección perinatal en embarazadas con infección por VIH
conocida y desconocida.
PACIENTES Y MÉTODO
El diagnóstico de infección por VIH, se hizo mediante dos pruebas de Elisa VIH y se
confirmó por inmunofluorescencia indirecta en el Instituto de Salud Pública. En las mujeres
con infección por VIH desconocida, el diagnóstico se sospechó por patología del niño o de
la madre posterior al parto, sugerentes de infección por VIH.
Manejo de la embarazada. Las pacientes con infección por VIH conocida, permanecieron
en control durante todo el embarazo en la Fundación Arriarán. Iniciaron los controles
maternales, con diferente edad gestacional en el policlínico de Alto Riesgo.
Se midió el recuento de linfocitos CD4 (células/mm3) desde 1997 y la carga viral desde
fines de 1998.
Se evaluó la prematurez global, la que se consideró hasta las 36,6 semanas y el parto
prematuro idiopático, que es aquél que ocurre sin causa clínica evidente.
El retraso del crecimiento fetal intrauterino (RCIU) se consideró cuando el peso fetal
estimado fue < del percentil 1013.
Los primeros partos se resolvieron por vía vaginal, tomando la precaución de mantener las
membranas intactas hasta avanzado el parto y de no hacer episiotomía en las mujeres
multíparas.
La infección por VIH fue etapificada según la clasificación modificada de 1993 del Centers
for Disease Control de Atlanta (CDC)14.
Terapia antirretroviral. Desde mayo de 1995 se usó zidovudina como monoterapia durante
el embarazo en 13 pacientes con infección conocida (el diagnóstico de infección por VIH
en todas ellas se hizo durante la gestación): 7 iniciaron la terapia entre 18 y 31 semanas de
embarazo y 6 después de las 34 semanas. Se administró, según las recomendaciones del
protocolo ACTG 076, zidovudina 100 mg 5 veces al día por vía oral hasta el parto.
Treinta y un pacientes con infección por VIH conocida recibieron TAR durante el
embarazo y parto. El 29% (9/31) estaba en terapia antes de la gestación, el 51,6% (16/31)
inició terapia antes de las 34 semanas y 19,4% (6/31) después de las 34 semanas. En el
parto se empleó zidovudina 2 mg/kg por vía intravenosa 4 h antes de la cesárea, seguido de
infusión de 1 mg/kg/h hasta el momento del parto. En el puerperio se suspendió.
Manejo del recién nacido. El niño fue atendido por los especialistas de Neonatología y de
Pediatría. Desde mayo de 1995 se ha administrado jarabe de zidovudina a 17 niños en dosis
de 2 mg/kg cada 6 h a partir de las 8 a 12 h de vida y durante las primeras seis semanas;
luego se ha empleado zidovudina-lamivudina en 6, zidovudina-nevirapina en 6 y
zidovudina-lamivudina-nevirapina en 2 niños.
La infección por VIH fue etapificada según la clasificación modificada de 1994 del CDC15.
Posteriormente con las nuevas técnicas de diagnóstico pediátrico (antigenemia y PCR) éste
se pudo realizar dentro de los tres meses de vida. Sin embargo, los 29 niños que recibieron
profilaxis y que no presentaron la infección continuaron en control, con el fin de detectar
efectos adversos asociados a la terapia antirretroviral: anemia (hemoglobina <2 DS)16
alteraciones hepáticas, renales, metabólicas, cardíacas, oftalmológicas y enfermedad
mitocondrial.
Análisis estadístico de los datos. Se usó prueba de chi cuadrado y prueba exacta de Fisher
en la comparación de proporciones y t de Student o prueba de Mann-Whitney en la
comparación de variables continuas, según correspondiese. Un valor de p <0,05 fue
considerado significativo.
RESULTADOS
Once niños (20,8%) se infectaron. Cuatro (36,4%) correspondieron a las madres con
infección por VIH conocida y siete (63,6%) a las madres con infección desconocida.
Transmisión vertical. La tasa global de transmisión vertical de la serie fue 20,8% (11/53).
La tasa global en el grupo de madres con infección por VIH conocida fue
significativamente menor que en el grupo con infección desconocida 9,5% (4/42 se excluye
una muerte fetal por colestasia) vs 70,0% (7/10) p <0,001. Con TAR esta tasa se redujo a
6,5% (2/31) y con bi o triterapia a 0% (0/18). Con monoterapia la tasa fue 15,4% (2/13).
Tabla 2.
ETS en las mujeres con infección por VIH conocida se presentaron en 14,3% de los casos
(6/42, se excluye 1 paciente en que no se supo el antecedente) 3 pacientes con sífilis
(VDRL positivo 1/16: 1 asociado con ITU); 2 pacientes con VPH y 1 paciente con VHS.
En las mujeres con infección por VIH desconocida se presentaron en 57,1% de los casos
(4/7 se excluyen 3 pacientes en que no se supo el antecedente), 2 pacientes con sífilis (1
asociada con ITU), 1 paciente con VPH y 1 paciente con hepatitis B.
Otras infecciones (sólo en las mujeres con infección por VIH conocida): candidiasis oral
cuatro casos; neumonía, condiloma anal, herpes zoster, TBC pulmonar y endocarditis
infecciosa un caso de cada infección.
No tuvieron infección concomitante 59,5% de los casos (25/42) con infección por VIH
conocida y el 16,7% (1/6) de los pacientes con infección desconocida.
Sólo las mujeres con infección por VIH conocida, tuvieron patología propia del embarazo:
colestasia intrahepática del embarazo 4,7% de las pacientes (2/43), RCIU 7,0% (3/43)
[6,5% (2/31 pacientes con terapia antirretroviral) y 8,3% (1/12 sin terapia)] y placenta
previa 2,3% (1/43).
Patología del niño. En los 29 niños no infectados que recibieron profilaxis, la única
patología encontrada fue anemia. Se pudo evaluar esta patología en 24. El 45,8% (11/24)
presentó anemia, la que se manifestó antes de los 2 meses de vida en el 63,6% (7/11). Hasta
la fecha estos niños no han tenido otras patologías asociadas al uso de antirretrovirales.
DISCUSIÓN
Este trabajo demuestra la importancia del conocimiento de la infección por VIH durante la
gestación.
La tasa global de transmisión perinatal del VIH en las embarazadas con infección conocida
fue 9,5% y 70% en las mujeres con infección desconocida.
Cuando se conoció la infección materna por VIH, se logró un eficiente trabajo en equipo de
los médicos de Infectología, Obstetricia y Pediatría. Las embarazadas se controlaron en la
Fundación Arriarán y recibieron TAR desde mayo de 1995 reduciéndose la transmisión
vertical a 6,5%.
En este estudio las pacientes con desconocimiento de la infección por VIH, ninguna recibió
TAR y presentaron elevada frecuencia de factores de riesgo obstétricos involucrados en la
transmisión vertical de la infección: lactancia 90%, parto vaginal 60%, rotura de
membranas >4 h 33%, rotura prematura de membranas 22% y parto prematuro idiopático o
sin causa clínica evidente 20%.
Sin duda la ausencia de TAR en este grupo, conjuntamente con la elevada frecuencia de
factores probadamente de riesgo, explican la transmisión vertical tan alta 70%, encontrada
en estas pacientes con infección por VIH desconocida. Se entiende además por qué la
atención de la embarazada VIH seropositiva debe hacerse siempre con equipo completo,
compuesto por médicos infectólogos, pediatras y obstetras especializados, si se desea
reducir radicalmente la transmisión vertical.
Con zidovudina y lamivudina, en las dosis usadas en esta serie no tuvimos anormalidades.
No se ha demostrado carcinogenicidad en animales21 ni anormalidades congénitas en
niños21-24. Un estudio refiere asociación entre análogos de nucleósidos y síndrome de
disfunción mitocondrial25.
De este modo es posible que en un futuro muy próximo se pueda reducir drásticamente el
nacimiento de niños infectados por el VIH.
REFERENCIAS
3. LANDESMAN SH, KALISH LA, BURNS DN, MINKOFF H, FOX HE, ZORRILLA C
ET AL. Obstetrical factors and the transmission of the human inmunodeficiency virus type
1 from mother to child. N Engl J Med 1996; 334: 1617-23.
11. Public Health Service Task Force recommendations for the use of antiretroviral drugs
in pregnant women infected with HIV-1 for maternal health and for reducing perinatal
HIV-1 transmission in the United States. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 1998; 47: 1-30.
[Erratum, MMWR Morb Mortal Wkly Rep 1998; 47: 287, 315].
14. Centers for Disease Control and Prevention Atlanta (CDC). MMWR 1992; 41: 1-19.
15. Centers for Disease Control and Prevention Atlanta (CDC). MMWR 1994; 43: 1-10.
19. OYARZÚN E. Alto Riesgo Obstétrico. Edic Universidad Católica de Chile 1997; 231-
8.
21. HANSON IC, ANTONELLI TA, SPERLING RS, OLESKE JM, COOPER E,
CULNANE M ET AL. Lack of tumors in infants with perinatal HIV-1 exposure and
fetal/neonatal exposure to zidovudine. J Acquir Immune Defic Syndr Hum Retrovirol 1999;
20: 463-7.
[ Medline ]
23. SPERLING RS, SHAPIRO DE, MCSHERRY GD, BRITTO P, CUNNINGHAM BE,
CULNANE M ET AL. Safety of the maternal-infant zidovudine regimen utilized in the
Pediatric AIDS Clinical Trial Group 076 Study. AIDS 1998; 12: 1805-13.
[ Medline ]
28. EASTONE JA, DECKER CF. New-onset diabetes mellitus associated with use of
protease inhibitor. Ann Intern Med 1997; 127: 948.
revmedchile@smschile.cl