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Una vacuna como ninguna

Autora: Adela Basch

Personajes:
Aurora:
Padre:
Enfermera:

(La acción transcurre en la sala de espera de un


hospital. Aurora y su padre están sentados. El
padre lee el diario y Aurora mira a su alrededor
con cara de aburrida)

Aurora: - Papá, ¿por qué esa señora tiene el dedo en la boca?

Padre: ( Contesta sin levantar los ojos del diario) - No sé,


querida. Preguntale a ella.

Aurora: - Pero, papá, ¿cómo le voy a preguntar a ella si no es una


persona?

Padre: - Aurora, ¿no me dijiste que es una señora?

Aurora: - Sí, es una señora pero está colgada.

Padre: (Se sobresalta, pero no deja de leer el diario) - ¿Está


colgada? ¿La ahorcaron?

Aurora: - No, papi, está colgada en un cuadro. Mirá... (Señala la


pared)

Padre: (Mira por un momento lo que Aurora le señala y


enseguida vuelve a mirar el diario) - Ah, querida, es un
afiche, un cartel. Es el cartel lo que está colgado, no la señora

Aurora: - Bueno, pero ¿Por qué tiene el dedo en la boca? (...)


Padre: - Esa señora tiene el dedo sobre los labios para identificar
que acá hay que hablar en voz baja.

Aurora: - Entonces, ¿acá si una persona es alta tiene que


agacharse para hablar?
Padre: - No, no tiene que agacharse, tiene que hablar bajito.

Aurora: - Por eso, si es alta tiene que agacharse y hablar desde


abajo.

Padre: - ¡No! Tiene que hablar en voz baja, tiene que hablar
despacio...

Aurora: - ¿Tiene que hablar de espacio? ¿De viajes espaciales,


cohetes y extraterrestres? ¡Qué lindo!

Padre: (Levantando la voz) - ¡No, no tiene que hablar de


espacio,
tiene que hablar despacio! ¡En voz baja! ¡Sin gritar!

Aurora: - Está bien, papá, pero hablá más bajo porque la señora
del cartel tiene el dedo en la boca. ¿Y por qué tiene el dedo en la
boca?

Padre: - Porque esto es un hospital y acá viene gente que está


enferma y puede molestarle el ruido.

Aurora: - Pero vos y yo estamos acá y no estamos enfermos.

Padre: - Claro, vos venís a darte una vacuna para no estar


enferma,
Y yo también te acompaño. Pero también viene gente que está
enferma.

Aurora: - ¿Está enferma porque no se da la vacuna?

Padre: - Sï, puede ser.

Aurora: - Papá, ¿las vacas se dan vacunas?


Padre: - Sí, también se dan vacunas para no enfermarse.

Aurora: - ¿Y las vacunas también se dan vacunas?

Padre: - No, Aurora, las vacunas no se dan vacunas.

Aurora: - Pero, papá, la seño dijo que los caballos son equinos, los
cerdos son porcinos, las ovejas son lanares y las vacas son
vacunas.

Padre: - Sí, querida, pero son otra clase de vacunas.

Aurora: - ¿Son vacunas para qué enfermedad?

Padre: (Gritando) - ¡No son vacunas para una enfermedad!


¡Es ganado!

Aurora: - ¿Qué ganaron?

Padre: (grita cada vez más) - ¡No ganaron nada, Aurora!


¡Ganado quiere decir que son unos animales!

(Entra una enfermera y se dirige al padre de Aurora)

Enfermera: - Señor, ¡Por favor! ¿Quiere tener la amabilidad de


hablar en voz baja? ¡Parece mentira! ¿A su edad no sabe lo que
quiere decir ese cartel?

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