Cuando se alcance
un diámetro
aproximado a 3 mm.
se dobla y amasa
nuevamente, para
volver a formar el
cilindro, lo que se
repite hasta que el cilindro se disgregue al llegar al diámetro de 3 mm. en
trozos de tamaño de 0,5 a 1 cm. de largo y no pueda ser reamasado ni
reconstituido .
El límite líquido está definido, como el contenido de humedad con el cual una
masa de suelo colocada en un recipiente en forma de cuchara (aparato de
Casagrande), se separa con una herramienta patrón (ranurador), se deja caer
desde una altura de 1 cm. y sufre el cierre de esa ranura en 1 cm. después
de 25 golpes de la cuchara contra una base de caucho dura o similar.
Esta muestra debe curarse durante el tiempo que sea necesario para lograr
una adecuada distribución de la humedad. Se coloca el aparato de límite
líquido sobre una base firme (verificando que esté limpia y seca) y se
deposita en la taza unos 50 a 70 grs. del material preparado previamente,
para luego alisar la superficie con la espátula, de modo que la altura obtenida
en el centro sea de 10 mm. y la masa ocupe un volumen de 16 cm 3
aproximadamente.
Una vez enrasado, se pasa el acanalador para dividir la pasta en dos partes,
a través de un surco de 63 mm. de longitud.
Si se presentan desprendimientos de la pasta en el fondo de la taza, se debe
retirar todo el material y reiniciar el procedimiento. Cuando se tiene el surco,
se gira la manivela del aparato con una frecuencia de 2 golpes por segundo,
contando el número de golpes necesarios para que la ranura cierre en 10
mm. de longitud en el fondo de ella (secuencia en la figura 1.11.). Finalmente,
se toman aproximadamente 10 grs. del material que se junta en fondo del
surco para determinar la humedad.